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Facies: (del latin facies cara).
Desde la antigüedad, la "expresión del rostro" ha
sido un elemento de máxima trascendencia en el diagnóstico médico: cólera, sufrimiento, angustia o depresión. De hecho, la enfermedad imprime su huella en el rostro. En algunos casos con características muy específicas. Las alteraciones de la morfologia, coloracion y la expresion nos pueden orientar a ciertas patologias; he aquí algunas facies que orientan al diagnóstico:
- Normal o compuesta: Una expresion facial atenta, color acorte a las
variantes etnicas, de transparencia de la piel y simetrica.
- Facies descompuesta: inanimada, con la mirada inmóvil y velada,
característica de los moribundos.
o Facies anémica: palidez cutaneomucosa más notable en labios, nariz y
mejillas.
o La facies peritoneal, o hipocrática de los peritoníticos, caracterizada por
la prominencia de los rasgos faciales, las mejillas hundidas, la nariz afilada, los ojos excavados, rodeados de un halo rojoazulado. Fisiopatología: deshidratación y grave trastorno neurovegetativo.
o La facies colérica, parecida a la anterior, pero los ojos aparecen
semiabiertos, lagoftalmos (del griego lago, liebre; oftalmos, ojo) y dirigidos hacia arriba. Fisiopatología: la gran deshidratación con hipotonía muscular.
o Facies en "alas de mariposa": eritema malar que respeta los surcos
nasogenianos, frecuentemente acompañada de alopecia, característica del lupus eritematoso sistémico (LES).
o Facies en heliotropo: coloración azul-violácea de los párpados (se
observa en la dermatomiositis).
o La facies febril: ojos brillantes, pómulos con manchas rosadas bien
delimitadas y el resto de la piel pálida. Fisiopatología: excitación del simpático.
o Facies cianótica: coloración azulada de mejillas, labios, lóbulos de las
orejas y punta de la nariz por aumento de la concentración de hemoglobina reducida en la sangre capilar, mayor de 5 g/dL (insuficiencia cardíaca, cardiopatías congénitas, hipoxemia en general). Una mención especial merece la facies mitral: palidez general, cianosis peribucal y eritrosis malar (estenosis mitral).
o Facies ictérica: coloración amarillenta que tiñe las escleróticas y el paladar
duro en su etapa inicial y que luego impregna todos los tegumentos, con tintes más o menos intensos según la concentración de bilirrubina. o Facies hipotiroidea: cara abotagada, de tinte pálido-amarillento, párpados edematizados (por infiltración del celular).
o Facies hipertiroidea: mirada brillante y vivaz, retracción de los párpados
(aumento de la hendidura palpebral) que permite ver un segmento de esclerótica alrededor del iris, protrusión del globo ocular (proptosis) e inyección conjuntival.
o Facies cushingoidea: cara redonda "en luna llena", con hirsutismo
(distribución anómala de pelo facial) y acompañada de giba dorsal.
o Facies acromegálica: protrusión de los arcos superciliares y del maxilar
inferior por crecimiento óseo (tumores de la hipófisis).
o Facies parkinsoniana: inexpresiva, con pérdida de la mímica ("facies de
jugador de póquer"), mirada fija y escaso parapdeo piel seborreica y lustrosa.
o Facies miasténica: "expresión somnolienta", con párpados superiores
descendidos (ptosis palpebral) que se acentúa con el correr del día; cabeza inclinada hacia atrás para poder ver mejor (miastenia grave).
o Facies vultuosa (del latin vultus, cara). Ojos hinchados, mejillas
coloreadas; suele aparecer en el período de invasión de las enfermedades agudas, especialmente el sarampión.
o Facies caquéctica: adelgazada, estructuras óseas prominentes por fusión
de las masas musculares y pérdida de los depósitos de grasa; fosas temporales excavadas, arcadas cigomáticas prominentes, globos oculares hundidos. Se observa en las enfermedades terminales.
o Facies edematosa: el edema de la cara se hace muy prominente en los
párpados debido a la laxitud de su tejido celular subcutáneo. Es muy característica del síndrome nefrótico.
o Facies del síndrome de Down: la cara se redondea, con epicanto en el
ángulo interno de los ojos, orejas pequeñas, nariz en silla de montar y macroglosia relativa.
o Facies Leonina: Infiltración de la piel de la frente, arcos superciliares,
mejillas y mentón; además, alopecia de las cejas, nariz aplastada y ensanchada por perforación del tabique. Es patognomónica de la lepra lepromatosa.
o Facies de la parálisis facial periférica: hay asimetría facial, borramiento
del surco nasogeniano del lado afectado, desviación de la comisura labial hacia el lado sano. o Facies de la hemorragia cerebral: hay abultamiento de la mejilla del lado paralizado, dando aspecto de “fumador de pipa” nombre que también se usa para denominar la facies.
o Facies Pletórica: La cara es congestiva o rubicunda: fiebre, poliglobulia y
alcoholismo
o Facies del tétanos o “risa sardónica”: se le llama así porque la parte
superior de la cara presenta un aspecto doloroso; en cambio, las comisuras labiales están retraídas con la boca entreabierta simulando una risa fija.
o Facies Anhelante: El paciente tiene una mirada perpleja, ojos exorbitados,
aleteo de la nariz y con cianosis peribucal. Se observa en la insuficiencia cardíaca y respiratoria descompensada.
o La facies renal, caracterizada por el edema palpebral y la piel pálida, por
la vasoconstricción y la anemia con pigmentación amarillenta por urocromo, se encuentra en los renales edematosos, e insuficiencia renal. Hinchazón palpebral pronunciada, con hinchazón más discreta del resto de la cara; borrando los rasgos faciales, crean la facies de otros enfermos con edemas, por disminución de la presión oncótica (hipoproteinemia) o por permeabilidad capilar exagerada, tal cual ocurre en algunas mujeres con trastornos endocrinos (ováricos especialmente).