Ayacucho Ejerccicio de Diseño

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Ayacucho
Ayacucho (fundada como San Juan de la Frontera de Huamanga el 25 de
abril de 1540 y llamada Huamanga hasta el 15 de febrero de 1825) es una
ciudad peruana capital del distrito homónimo, de la provincia de
Huamanga y del departamento de Ayacucho. Se encuentra situada en la
vertiente oriental de la cordillera de los Andes a una altitud de 2761 m s.
n. m.nota 1 y se caracteriza por un clima templado y seco, con brillo
solar todo el año.

Es uno de los conjuntos arquitectónicos y artísticos más notables del


Perú. Se le conoce como la «Ciudad de las Iglesias»,1 por sus numerosos
templos coloniales, y como «Ciudad Señorial» por su arquitectura,
tradición y arte.2

El portal Independencia como un verdadero ejemplo de arquitectura


barroca en Ayacucho.
Portal Independencia.
La ciudad tiene fama tanto nacional como internacional gracias a sus
piezas de artesanía, motivo por el cual fue declarada como «Capital del
Arte Popular y de la Artesanía del Perú». Destacan los tallados en
alabastro (material conocido en la zona como piedra de Huamanga), la
alfarería –en especial los toros e iglesias de Quinua–, la filigrana del
barrio de Santa Ana y principalmente los cotizados retablos
ayacuchanos.4 En honor a esta ciudad peruana y a la batalla de
independencia ocurrida en su suelo, los países andinos de Argentina,
Bolivia, Ecuador y Venezuela, refundaron cada uno, una ciudad y la
rebautizaron 'Ayacucho'.

Es una ciudad de muy alto fervor católico.5 Posee más de treinta


templos virreinales de estilo renacentista, barroco y mestizo, que
guardan en su interior verdaderas obras de arte como pinturas,
imágenes y retablos tallados en madera y bañados en pan de oro.
Además, se puede apreciar casonas coloniales, restos arqueológicos y
manifestaciones artísticas que revelan un pasado histórico y una
tradición aún vigente y atractiva.6

Igualmente, destaca por su música y sus festividades, como los


carnavales y sobre todo la Semana Santa, ambas declaradas Patrimonio
Cultural de la Nación. Esta última es considerada como la segunda más
importante del mundo, en lo que a celebración de la Semana Santa se
refiere.78

Toponimia
Huamanga
Waman qaqa es la voz quechua con la cual se conocía el sitio de la
actual ciudad a la llegada de los españoles. Según la tradición local, el
Inca Viracocha descansó en este lugar durante una de sus campañas y
dio de comer de su mano a un halcón que se posó en sus hombros. El
inca exclamó: «Guaman ka», que significa «toma, halcón».9

Para su fundación española, el primer nombre que recibió la ciudad fue


«San Juan de la Frontera de Huamanga». «San Juan» en homenaje a San
Juan Evangelista y «frontera» por estar en la frontera militar y ser
baluarte español contra los ataques de Manco Inca,10 Durante las
guerras civiles entre conquistadores, se dispuso el cambio del nombre a
«San Juan de la Victoria de Huamanga», debido al triunfo de los ejércitos
leales a la corona sobre las fuerzas rebeldes de Diego de Almagro el
Mozo, en la batalla de Chupas, el 16 de septiembre de 1542.11

Ayacucho
La denominación original de Huamanga fue cambiada por la de
Ayacucho mediante decreto del Libertador Simón Bolívar del 15 de
febrero de 1825. El cambio se dio como homenaje a la victoria del
ejército patriota en la batalla de Ayacucho.10

El vocablo Ayacucho deriva del vocablo quechua «aya» (muerto) y


«k'uchu» (morada-rincón).nota 2 En consecuencia, la palabra Ayacucho
etimológicamente significa «Rincón de los muertos», expresión que
podría resultar de un conjunto de restos humanos que se encontraron
en este lugar, como consecuencia de las batallas que sostuvieron sus
primeros habitantes, anhelando fundar una villa por su ubicación
estratégica.

Gentilicio e hipocorístico
El gentilicio de Huamanga es «huamanguino», anteriormente escrito
«guamanguino», como, por ejemplo, en las ilustraciones de Guaman
Poma o en el escudo de la Universidad San Cristóbal de Huamanga.

Así mismo, a diferencia de las ciudades llamadas Ayacucho en


Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela (donde el gentilicio es
«ayacuchense»), los naturales de la ciudad peruana de Ayacucho son
denominados «ayacuchanos».

El cronista Pedro Cieza de León en su obra Crónica del Perú, escribió


que en Huamanga había muchas palomas silvestres, causa por la cual
aquellas regiones eran visitadas frecuentemente por halcones (Falco
peregrinus), muy aficionados a alimentarse de aves de mediano tamaño
como patos, gallinas y pollos.9
Tradicionalmente, el hipocorístico de los ayacuchanos o huamanguinos
es wallpa sua, «ladrón de gallinas».12

”...[...] Dicen, que cuando se fundó Huamanga en el siglo xvi, se


asentaron muchísimos españoles de las distintas clases y estirpes en la
ciudad. Además de gente de abolengo, había también otros
aventureros y gente sin escrúpulos reclutados de la península. Con el
tiempo estos alcanzaron riqueza y posición social y algunos llegaron a
formar parte de la aristocracia local. Se había transformado en personas
supuestamente honorables. [...] Pero hay un dicho: «gallina que come
huevo aunque le quemen el pico». Pues a esta casta de hombres, nada
podía quitarle la manía de disfrutar de lo ajeno. [...] Entre ellos, un tal
Negro Ruiz, decía que gallina robada sabía más sabrosa y él mismo se
encargada de hurtos. Este verenable wallpa sua murió ahogado al caer
en su propia letrina persiguiendo a una atlética gallina de los Toledo.
Bueno, y como el mal ejemplo cunde, el robo de gallinas se puso en
boga por toda la colonia y después de ella. [...] Desde ese entonces,
todo huamanguino lleva de apellido la imborrable etiqueta de «roba
gallina»..
Símbolos
Escudo

El escudo de armas de Huamanga fue concedido por Felipe II en mérito


de la solicitud que dirigiera en 1564 don Juan Pantiel de Salinas, XVI
Corregidor de su ayuntamiento.13

”...en campo de azur sobre el que se carga un castillo de oro, alusivo sin
duda al vencimiento de la fortaleza o pucará situada cerca de la ciudad y
por ser, además, plaza fuerte fronteriza contra los indios. Sobre el
escudo y en medio de nubes aparece el Agnus Dei, echado sobre el libro
de siete sellos y llevando una bandera roja de dos puntas, con cruz de
plata como es costumbre pintarlo, él alude indudablemente al simbólico
cordero de San Juan Bautista, cuyo nombre se dio a la ciudad”
Párrafo del discurso del Dr. Enrique Gamarra en Madrid el 21 de
diciembre de 1929.
Una reproducción del escudo de la ciudad, modelado en bronce, se
exhibe en el salón de actos de la Municipalidad Provincial de Huamanga
desde el 28 de julio de 1930.14

Bandera e himno

De fondo celeste, la bandera contiene el escudo de la ciudad. Por su


parte, el 18 de abril de 2013, se reconoció oficialmente del himno de
Huamanga como símbolo de identidad e identificación de sus
ciudadanos.15

Geografía

Panorámica desde el mirador de Acuchimay.

Panorámica desde el mirador de la Picota.

Ubicación
La ciudad de Ayacucho se encuentra ubicada en el extremo
noroccidental del departamento y al sur de la sierra central del país, en
el área meridional de los Andes. Sus coordenadas geográficas son:
13°9′37″S 74°13′33″O. La ciudad ocupa el distrito de Ayacucho, también
conocido como centro histórico,16 y erróneamente denominado
'cercado',nota 3 así como el área urbana de los distritos de Carmen Alto,
Andrés Avelino Cáceres, San Juan Bautista y Jesús Nazareno, dentro de
los valles de los ríos Huatatas y Chacco.

Perico Huayco
Zona de la Ciudad de Huamanga, conocida por sus grandes haciendas y
zona de residencia de las principales y más notables familias de la
ciudad como la familia Zárate, Palomino y Chaqchi.

Clima

Clima ayacuchano.
La ciudad de Ayacucho está ubicada en la región quechua, de acuerdo a
la clasificación hecha por el geógrafo peruano Javier Pulgar Vidal; quien
dividió el territorio del Perú en ocho regiones naturales. Esta región se
caracteriza por tener quebradas amplias con fondos planos. El clima es
templado y seco, con una temperatura promedio de 17.5 °C y una
humedad relativa promedio de 56 %.17 Puede considerarse como valle a
mediana altura; en cuanto a la humedad es considerada como zona
semiárida. La temporada de lluvias es entre noviembre y marzo.

Desde el punto de vista ecológico corresponde a la formación vegetal


denominada «Bosque seco montano bajo»18 dentro del sistema de
clasificación de zonas de vida de Holdridge. La cuenca está limitada por
los contrafuertes de los Andes, cuyos cerros rodean la ciudad y son de
baja altura: el cerro La Picota al oeste y el cerro Acuchimay al sur. En
estas condiciones de topografía se dan la irradiación, la formación de
nubes y lluvias, que en conjunto forman el clima de Ayacucho.
[ocultar] Parámetros climáticos promedio de Ayacucho (+-2760 m s. n.
m.).
Mes Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov.
Dic. Anual
Temp. máx. media (°C) 24 24 23 24.5 24.5 23 22.5 24
24.5 25 26.5 24.5 24.2
Temp. media (°C) 16.3 16.1 15.8 15.9 14.6 13.4 13.3 14.3 15.6
16.6 17 16.4 15.4
Temp. mín. media (°C) 11 11 10 9.5 8 7 7 8
8 10 12 12 9.5
Precipitación total (mm) 111 110 93 31 13 8 5
13 28 39 43 72 564
Fuente n.º 1: Instituto Geofísico del Perú19
Fuente n.º 2: climate-data.org20
Historia
Primeros pobladores
Artículo principal: Ayacucho prehispánico
Los vestigios históricos descubiertos en las cuevas de Piquimachay
demuestran que la localidad donde se encuentra ubicada la ciudad de
Ayacucho ha estado habitada desde hace 22 000 años.4 Tales restos
fueron descubiertos el año 1966 por el arqueólogo estadounidense
Richard MacNeish, quién, en su afán de buscar el origen del maíz en
América, llega a Ayacucho y logra descubrir la evidencia más antigua de
la presencia del hombre en América del Sur.21

Piquimachay también mostró que, en los Andes, el tránsito del empleo


de la piedra tallada (paleolítico) a la piedra pulida (neolítico) no siguió
los moldes euroasiáticos: el pulido pétreo no marcó el surgimiento de
aldeas ni el descubrimiento de la agricultura; tampoco hubo una edad
de los metales que definiera la formación de un sistema de poder
político.22

Cultura warpa
En Ayacucho, como en muchas zonas andinas, la experimentación
agrícola impuso una rígida organización de los grupos humanos.
Durante todo el trayecto de formación de las culturas regionales
agrícolas (entre los años 1500 y 200), Ayacucho fue la sede de
expresiones originales, muchas de ellas todavía escasamente
estudiadas. Hay testimonios22 del período formativo temprano en
Wichqana, que algunos estudiosos relacionan con Kotosh/Wayrajirca
(Huánuco) y con Waywaqa (Andahuaylas).

Luis Guillermo Lumbreras afirma que la primera gran expresión cultural


unificadora del área de Ayacucho surgió hacia el siglo i y vivió su apogeo
entre los siglos ii y v.23 Se trataría de la cultura huarpa (o warpa), cuyo
principal asentamiento urbano estuvo en Ñahuinpuquio, al sur de la
actual ciudad de Ayacucho.

Los huarpas habrían ensanchado la frontera agrícola de la región


mediante la construcción de andenes (Lagunillas), reservorios
(Quicapata) y canales (Racaypampa).23 Se estima que hablaban la
lengua aru.23 La fase de mayor desarrollo de los huarpas coincidió con
una notoria presencia en la región de la costeña cultura nazca.

Sobre el destino final de los huarpas también hay aún incertidumbres.


Según Luis Guillermo Lumbreras, entre los siglos V y vi, Huarpa se
convirtió progresivamente en Wari.23 Por su parte, Federico Kauffmann
Doig, en cambio, asigna una importancia decisiva a la presencia en la
región ayacuchana, hacia el año 600 de nuestra era, de la cultura
tiahuanaco, del altiplano, cuya impronta estilística habría sido
fundamental para el surgimiento de lo que conocemos como Wari.22

Imperio wari

Túnica wari.
La cultura wari apareció entre los años 500 a 1100 y surgió a 20 km al
noreste de la actual ciudad. La cultura wari se formó sobre la base de las
culturas Huarpa, Nazca y Tiahuanaco. Ayacucho fue el centro político
administrativo de este primer imperio andino pre-incaico, que alcanzó
altos niveles de calidad en producción de cerámica, tejidos, metales y
piedra, entre los años 1100-1420 d. C. en el periodo de los Chancas. La
ciudad de Wari llegó a tener una población superior a los 50 000
habitantes.23 El Imperio Wari se expandió hasta los territorios que
corresponden a los actuales departamentos de Cajamarca y
Lambayeque por el norte y por el sur hasta lo que son hoy los
departamentos de Cusco y Moquegua respectivamente.

El patrón arquitectónico imperial establecido en la portentosa ciudad de


Wari fue reproducido en las ciudades waris de Piquillacta (Cuzco),
Huilcahuaín y Oncopampa (Áncash), Huarihuillca (Junín), Cajamarquilla
(Lima) y Pachacámac (Lima).

Ayacucho debe al imperio wari su mayor esplendor artesanal del


período prehispánico.22 Desde Ayacucho se difundió el uso del carmín,
colorante proveniente de la cochinilla. Recíprocamente, Ayacucho
obtuvo en esta fase algodón, que sería procedente de Chincha;
lapislázuli, originario de Moquegua y madera fina apurimeña.
Ante el debilitamiento del Imperio Wari, surgieron varias sociedades
locales que fueron adquiriendo poder, entre ellas principalmente los
Pocras, Chancas, Willcas, Uramarcas, Atunsullas, Andamarca, Angaraes,
Quinuallas y otros grupos indígenas regionales que se fueron
agrupando en lo que se conoció como la cultura Chanka que rivalizó con
los Incas, llegando a ocupar Cusco, siendo vencidos por estos durante el
gobierno de Pachacútec en el siglo xv.23

Época incaica

Ushnu o Pirámide Ceremonial Inca, Vilcashuamán.


Hacia el siglo xv, la región fue ocupada por los incas, después de la
derrota de los Pacoras y Hanan Chankas de Parcos, que controlaban a
todos los ayllus del Ancoyaco (Mantaro) teniendo como capital a
Paucarbamba.

Los Incas reafirmaron el actual emplazamiento de la ciudad como


centro administrativo, cabeza de la localidad y base para la coalición con
los Xauxas y Wankas de lo que es hoy la región de Junín. También
aplicaron su política de mitimaes, trasladando a muy pocas poblaciones
originarias a otros lugares y repoblando Ayacucho con etnias y pueblos
de algunos pocos lugares del imperio.

Así, se erigió en la zona el centro administrativo religioso de


Vilcashuamán (halcón sagrado en quechua), el cual cuenta con el Ushnu
o Pirámide Ceremonial, el Templo para el Sol y la Luna, el Acllahuasi o
Templo de la Vírgenes y una Plaza llana y central. La distribución de la
ciudad de Vilcashuamán se hizo de tal manera que en conjunto formen
la figura de un halcón (guamán). Se atribuye su construcción al Inca
Túpac Yupanqui.22
A partir de 1532, con la llegada de los españoles, en la región de
Ayacucho se presenta un proceso de guerra la ocupación hispana, que
duró aproximadamente hasta 1537.

Época virreinal

La ciudad de Huamanga, según Felipe Guamán Poma de Ayala. El


templo con portales ocupa la extensión de la plaza con dos torres en los
extremos. Parece que ha querido simbolizar una ciudad con muchos
templos, colocando en su dibujo cinco torres.17
La fundación española de la ciudad de Guamanga obedeció a tres
razones principales:24 En primer lugar, para proteger al naciente estado
virreinal del peligro que significaban las tropas rebeldes de Manco Inca
(asentadas en Cocha, en el distrito de Iguain, Huanta). La segunda razón
fue por las desavenencias entre los mismos hispanos que pretendían
más solares y tierras que revocaban Vasco de Guevara y el licenciado
Antonio de la Gama a nombre de Francisco Pizarro. La tercera y
principal razón obedecía a la necesidad de una ciudad intermedia en la
larga ruta entre Lima y Cuzco. Esas motivaciones guardan relación con
un solo tema: el control y la seguridad de territorio recientemente
conquistado.

Así, el 29 de enero de 1539, Francisco Pizarro lleva a cabo la primera


fundación de Huamanga, con el nombre de San Juan de la Frontera,
acompañándolo en esta oportunidad el licenciado Antonio de Carbajal y
el clérigo Juan de Sosa. Pizarro designó a Francisco de Cárdenas como
primer teniente gobernador, quien posteriormente cedió el cargo al
capitán Vasco de Guevara. En ese momento apenas hubo 24 vecinos y
40 moradores españoles.25
Es en esas circunstancias, vísperas para la Navidad de 1539, cuando llegó
el nuevo teniente gobernador, Vasco de Guevara, quien después de un
análisis por las quejas, notó que el lugar donde se encontraban
afincados los colonos, era un lugar «frío», «lluvioso», «nublado» y
estratégicamente jugaba en contra de su objetivo, que era preservar la
seguridad de los transeúntes entre el Imperio Inca y la Ciudad de los
Reyes. Ante esta constatación, se decide convocar a un cabildo a los
principales vecinos y clérigos. El 1 de abril de 1540, se tomó el acuerdo
de trasladar a otro lugar la ciudad, con mejores condiciones de vida.11

Posteriormente el primer asiento es trasladado hacia el paraje


denominado Pacora o Pocora castellanizado como Pukaray (alude a
alguna fortaleza inca que antes existió allí y que inspiró el imagen del
escudo oficial veinte años después) donde el 25 de abril de 1540, el
teniente gobernador Vasco de Guevara refunda, bajo anuencia de
Francisco Pizarro, la villa San Juan de la Frontera de Huamanga.4 Ésta es
la razón por la que se considera a Vasco de Guevara como el segundo
fundador de Huamanga. La ciudad fue reconocida por la corona
española como tal el 17 de mayo de 1544. Más adelante en 1816 se le
otorgó un escudo de armas a instancias del diputado a las Cortes de
Cádiz, don José de Mujica.26

En 1586, dos vecinos, Pedro de Rivera y Antonio de Chávez,10 fueron los


encargados de cumplir con una ordenanza virreinal para evaluar los
recursos de la región. Ambos entregaron un testimonio escrito de lo
que era la ciudad:

Esta ciudad tiene un temple tan moderado que no es frío ni caliente; es


tan apacible que ni en verano ni invierno no da pesadumbre el calor ni el
frío. La forma de las casas desta ciudad es como las de España, con sus
altos y bajos y aposentos grandes y anchurosos, con sus patios y
corredores, huertos y corrales... y su agua de riego que viene por una
acequia principal y se reparte a las casas conforme su cantidad... El
pueblo es pequeño y la forma del con calles anchas y su plaza grande y
cuadrada; las calles son repartidas por cuadras... Tiene dos parroquias
de indios de los que habitan para el servicio de la ciudad y de otros
extavagantes que llaman yanaconas, que algunos de ellos son oficiales y
tienen sus curas particulares, uno en cada parroquia. Hay veynte e cinco
vecinos de encomienda y feudo de indios, y otros cincuenta que tienen
casas y no indios; y de ordinario todos los españoles deste pueblo seran
ciento e cincuenta
Pedro de Rivera y Antonio de Chávez.
La fundación virreinal de la ciudad de Huamanga fue realizada siguiendo
el modelo de las ciudades españolas: Las Siete Partidas. La ciudad
contaría con una Plaza Mayor Santa Ana (más tarde conocida como
Plaza Jerusalén), agua, buenas tierras cuyos solares fueron entregados
a sus primeros fundadores, que en su mayoría participaron en la captura
del Inca Atahualpa en Cajamarca.27 Paulatinamente, se trasladó el
centro histórico de Santa Ana y Pucacruz hacia la Plaza Mayor que
ocupa hoy en día, caracterizada por tener las arcadas construidas en las
primeras décadas del siglo xviii.

Luego de su fundación y traslado, la ciudad experimentó un notable


crecimiento, sobre todo eclesial.24 Huamanga comenzó con una iglesia
mayor en 1540, de la que dependían tres parroquias: la del Sagrario, que
era de españoles, y las de Santa Ana o Hanan Parroquia, y Santa María
Magdalena o Uray Parroquia (parroquia de arriba y de abajo,
respectivamente) que eran de los llamados naturales.27 Después de
éstas se instalaron y edificaron templos de los mercedarios que llegaron
con la fundación de la ciudad en 1541, y disponían de ocho capellanías en
1586. Los dominicos se establecieron en 1548 y contaron también con
seis capellanías en 1586. Por último, los franciscanos, operaron desde
1552, y administraron cinco capellanías en 1586.

El panorama de conventos se completa con los dos de monjas


existentes: Santa Clara, fundado con recursos del encomendero y
empresario Antonio de Oré, y Santa Teresa, expresión física del capital
acumulado por el rico minero Amador de Cabrera. Ambos conventos
canalizarán las expectativas del sector de mujeres españolas que no
lograban (o no querían) contraer matrimonio.27 Finalmente, las
primeras misiones de jesuitas se realizaron en la región en la década de
1580, estas establecerán su convento a inicios del xvii y a partir de él
levantará una de las empresas religiosa-económica más importante de
la región, hasta su expulsión en 1767.

Un polo ordenador histórico de la vida económica regional durante la


época colonial fue la minería. El centro minero que más se destacó por
aquella época (siglos xvi y xvii) fue la mina de mercurio de Santa
Bárbara (Huancavelica), adquiriendo importancia el circuito comercial
que giraba a su alrededor. El eje administrativo y comercial se situó en
Huamanga, que era el nudo de todas las rutas comerciales.28

Otra actividad económica importante durante la colonia fueron los


«obrajes», el cual consistía en empresas manufactureras de telas burdas
y bayetas elaboradas para consumo de trabajadores. En los obrajes se
tejía artesanalmente, con los operarios estaban reunidos en una misma
construcción, asemejándose a las fábricas modernas. Desde comienzos
del siglo xvii se registra la presencia de tejedores en los barrios
indígenas y mestizos de Huamanga, e incluso el barrio de Carmen Alto,
uno de los más tradicionales de la ciudad, se especializó en la
producción textil. Como parte de su carácter artesanal y comercial, la
ciudad de Huamanga adquirió el perfil de una urbe manufacturera
donde se tejía sin cesar.

La ciudad de Huamanga se convirtió en un gran centro comercial. Por su


ubicación geográfica era paso obligado de viajeros y comerciantes que
de Lima o Huancavelica se dirigían a Cusco, el Alto Perú y al Río de la
Plata, lo que dio gran relevancia a Huamanga, durante gran parte del
periodo virreinal.29 Tal situación se tradujo en una arquitectura
particular, de basemento en piedra y segundo nivel en madera, una
arraigada fe religiosa expresada en más de 30 templos, varios
conventos y claustros.

Las casas señoriales son lo más representativo de la arquitectura civil en


la Huamanga virreinal. Ellas se ubican, al igual que las iglesias, en el
núcleo central de la ciudad: alrededor de la plaza de armas y unas
ciertas calles adyacentes. En cuanto a su diseño y distribución de
ambientes, la casona señorial ayacuchana se inspira en la vivienda
castellana de clases altas, aunque algunos elementos logran dotarla de
personalidad y acento propio del Barroco Andino del siglo xviii.

La presencia de la Iglesia en Ayacucho es importante, sobre todo a


partir de 1609, donde se crea el obispado de Huamanga,
desmembrándose de la jurisdicción del Cusco. En 1615, asume el
obispado Fray Agustín de Carvajal, quien fue el primer obispo de
Huamanga; veinte años después, en 1632, asume el obispado Francisco
Verdugo, quien inició la construcción de la Catedral, consagrada recién
en 1672 por el famoso obispo Cristóbal de Castilla y Zamora. Ambos
fueron los obispos más importantes del «siglo de oro» (siglo xvii) de la
Iglesia católica en Ayacucho.
El 3 de julio de 1677, por acción del Ilustre Obispo de la Diócesis de
Huamanga, Don Cristóbal de Castilla y Zamora se funda en Ayacucho la
Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga. La fundación fue
refrendada el 21 de diciembre de 1680 por el rey Carlos II de España.

Mapa de Ayacucho, 1865 por Mariano Paz Soldán.

Capitulación de Ayacucho, donde se consolidó la independencia de


América.
Ya desde los últimos tiempos del Virreinato del Perú, los habitantes de
Ayacucho participaban activamente de las ideas independentistas.21 Así
sobresalen personajes como Basilio Auqui (jefe de los vaqueros de las
llanuras de los andes peruanos, llamados morochucos), la vivandera
Ventura Ccalamaqui y la heroína María Parado de Bellido, entre otros.
Sin embargo, Huamanga continuaba siendo un centro militar del
ejército realista, de donde incluso salieron las expediciones bajo el
mando de Goyeneche, que en 1810 se dirigieron a sofocar las
revoluciones en el Alto Perú.30

Época republicana
En el contexto de la Rebelión del Cuzco, los hermanos Angulo enviaron
la segunda expedición militar patriota a Huamanga. La ocupación tomó
lugar el 20 de septiembre de 1814, bajo el mando del argentino Manuel
Hurtado de Mendoza, quien tenía por lugartenientes al clérigo José
Gabriel Béjar y a Mariano Angulo. Hurtado de Mendoza ordenó marchar
a Huancayo, que fue tomada pacíficamente.
El virrey Abascal envió desde Lima tropas bien pertrechada y
disciplinada, bajo el mando del coronel Vicente González. Estas tropas
se reforzaron con milicias huantinas, ya que Huanta se mantenía fiel a la
corona española. Se produjo la batalla de Huanta el 30 de septiembre
de 1814, las acciones duraron tres días, luego de los cuales los patriotas
se replegaron, abandonando Huamanga. Se reorganizaron en
Andahuaylas y volvieron a enfrentarse a los realistas el 27 de enero de
1815, en la batalla de Matará, donde fueron de nuevo derrotados.

En 1820 el general Juan Antonio Álvarez de Arenales, bajo las


instrucciones de don José de San Martín, llegó a la ciudad durante la
denominada Campaña de Intermedios, que buscaba atacar Lima por los
Andes mientras San Martín lo hacía por la costa. Así, Arenales declaró la
independencia en Huamanga el 1 de noviembre de 1820.

El 9 de diciembre de 1824 tiene lugar la Batalla de Ayacucho, realizada


en las pampas del poblado vecino de Quinua. El ejército libertador
comandado por el venezolano Mariscal Antonio José de Sucre, venció al
ejército realista comandando por el virrey La Serna y con él, firman la
Capitulación de Ayacucho. Se consolida finalmente la independencia del
Perú y de América.

Los problemas políticos y económicos produjeron la clausura de la


universidad en 1876 (entre otras universidades como las de Trujillo y
Puno). La ciudadanía elevó su protesta por el cierre, en 1876 se reúnen
los ciudadanos ayacuchanos con la finalidad de pedir al Gobierno la
reorganización y restablecimiento de la Universidad.28 En la guerra con
Chile (1879-1883), la disponibilidad de recursos con que contaba
Huamanga, permitió al ayacuchano Mariscal Andrés Avelino Cáceres
iniciar sus campañas contra el ejército invasor.
Época contemporánea
Un discurso regionalista ayacuchano comenzó a gestarse en las décadas
de 1920 y 30, provocado por la expansión del joven estado peruano y
por el ejemplo de la intelectualidad cusqueña, que reclamaba un papel
de liderazgo cultural a raíz de su identificación con los incas.25 Los
ayacuchanos se enfrentaban a algunas limitaciones a la hora de imitar a
sus congéneres cusqueños. A pesar de los esfuerzos por encontrar una
nación «pokra» en la documentación histórica, la ciudad carecía de una
herencia precolombina propia, visible y documentada. La importancia
del cercano sitio arqueológico de Wari recién comenzó a discutirse en
los años 1930, y además pertenecía a una civilización que carecía
completamente de documentación escrita.25

La intelectualidad ayacuchana se volcó principalmente al «rescate» de la


historia colonial y decimonónica de Ayacucho, y de su folklore. Este
proyecto se concretó a través de la creación en 1934 del Centro Cultural
Ayacucho, que publicó la revista Huamanga.25 El grupo que se formó en
torno al Centro Cultural Ayacucho era socialmente conservador y
proclerical —abogaba por el desarrollo regional y la mejora de la
situación del indio, pero rechazaba los programas revolucionarios de los
nuevos movimientos políticos, en particular el aprismo. En 1940, la
población ayacuchana era de 18 275 habitantes lo que hacía de ella una
de las ciudades más grandes de la sierra, superada solo por Huancayo
(28 679), Cusco (45 158) y Arequipa (79 185).31

El estudio del folklore regional se convirtió en un proyecto clave para la


intelectualidad ayacuchana, que produjo los principales folkloristas
peruanos de mediados del siglo xx, entre ellos Víctor Navarro de Águila
y Efraín Morote Best. El estudio de la música, las festividades, las
creencias y los rituales populares permitía definir una identidad regional
(«el alma ayacuchana»), y también era considerado una herramienta
clave para la educación. Fue una época de afloramiento de expresiones
artísticas y culturales como el teatro, la música, la artesanía y las
tradiciones ayacuchanas.

Este afloramiento de la identidad huamanguina fue reforzada en 1957


por la reapertura de la Universidad Nacional de San Cristóbal de
Huamanga. Este hecho, se dio en un contexto de incremento de
influencias culturales externas (de otras partes del país y del extranjero)
que, se creía, estaban desplazando el repertorio local. Los intelectuales
ayacuchanos se definían como estudiosos y custodios no de una cultura
precolombina, sino de la cultura viviente del pueblo ayacuchano.32

Esta búsqueda de identidad regional se vio reducida durante la década


de 1980, debido a que la región se vio seriamente afectada por diversos
problemas del agro y por el fenómeno de la migración a raíz de la
violencia político social. Esa violencia fue generada por el grupo
terrorista Sendero Luminoso, que clamó a la vida de millares de
ayacuchanos durante su afán de controlar el gobierno del Perú por las
armas. El grupo comunista Sendero Luminoso fue fundado a finales de
los años sesenta por el entonces profesor de filosofía, el arequipeño
Abimael Guzmán, quien estableció una base en la Universidad Nacional
de San Cristóbal de Huamanga. La sublevación de campesinos que
mostraron desacuerdo con el accionar y el pensamiento de Sendero
Luminoso debido a su falta de respeto por la cultura indígena y sus
instituciones,33 y la captura de su líder en 1992 produjeron la reducción
de su accionar en la ciudad.

En 1993, el nuevo asfaltado de la carretera Los Libertadores-Wari


permite una rápida y mejor conexión terrestre

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