0% encontró este documento útil (0 votos)
9 vistas13 páginas

TA

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 13

“AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA

INDEPENDENCIA Y DE LA CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS


DE JUNÍN Y AYACUCHO”

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DEL PERÚ

TAREA ACADEMICA II

CURSO:
TEORIA GENERAL DEL ACTO JURIDICO

DOCENTE:
LUCY DEL PILAR AGUADO VENTURA

INTEGRANTES:

 Abarca Fernández, Medalith


 Del Castillo Carrilo, Arameli Ana Lucia.
 Gallegos Checcnes, Cleira kaori
 López Centeno, Yeniffer
 Ormeño Quispe, Héctor Sebastián.
 Policarpo Huamani, Andrea
CICLO III
ICA – PERÚ

2024

1
INTRODUCCION

Para empezar, cuando se habla de nulidad del acto jurídico, hablamos de un principio

fundamental que busca proteger el ordenamiento legal y garantizar la validez de los actos

jurídicos. La nulidad se refiere a la ineficacia de un acto jurídico debido a la falta de uno o varios

requisitos esenciales establecidos por la ley. Asimismo, este concepto tiene sus raíces en el

Derecho Civil y se extiende a diversas ramas del Derecho, incluyendo el Derecho

Administrativo, Penal y Comercial.

El estudio de la nulidad abarca varios aspectos, como las causales que pueden llevar a declarar

nulo un acto jurídico, las consecuencias de dicha declaración y el procedimiento a seguir para su

impugnación. Entre las principales causales de nulidad se encuentran el objeto ilícito, la

incapacidad de las partes, la ausencia de consentimiento y la falta de forma exigida por la ley.

Bienvenidos al estudio de uno de los pilares fundamentales del derecho civil: “La Nulidad”. En

el marco de este informe, exploraremos en profundidad la figura de la nulidad, sus implicancias

legales y su relevancia en la práctica jurídica. Dicho de este modo, analizaremos una casación en

la cual se aplica la nulidad de los actos. La nulidad es una herramienta crucial para garantizar la

justicia y la equidad en los actos jurídicos, asegurando que aquellos que no cumplen con los

requisitos legales esenciales sean declarados nulos y sin efecto. Este informe nos permitirá

comprender mejor cómo y por qué se aplica la nulidad, así como sus consecuencias tanto para las

partes involucradas como para el sistema jurídico en su conjunto. A través de este recorrido,

buscaremos esclarecer los principios que rigen la nulidad y su aplicación en diversas situaciones

legales, contribuyendo así a un entendimiento más robusto y detallado de esta importante

institución jurídica.

2
RESUMEN

La presente casación sobre la nulidad del acto jurídico debido a la ineficacia del acto jurídico

tiene como partes involucradas a la demandante Olinda Pandia Tapia quién interpuso un recurso

de casación ante la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República con la

finalidad de que se declare la ineficacia y nulidad de varias Escrituras Públicas de compraventa

relacionadas con el inmueble ubicado en el Pasaje Cánepa N° 168 (antes Block 17-B con frente

al Pasaje Cánepa N° 16) del D istrito de La Victoria, Provincia y Departamento de Lima a, por la

suma de 50,000.00 dólares, inscrito en el Asiento Registral C00001 de la Partida Electrónica N°

07035669 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima con fecha veinte de marzo de dos mil

uno obrante a fojas treinta y dos.

Dicho inmueble fue inicialmente adquirido por Olinda Pandia Tapia y Juan Gonzalo Salinas

Tapia mediante Escritura Pública de compraventa de fecha 20 de mayo de 1975, antes del

matrimonio de Juan Gonzalo Salinas Tapia con Alicia Cresencia Misayauri Vílchez. En los

registros, Juan Gonzalo Salinas Tapia figura como soltero en el momento de la adquisición, y la

propiedad fue considerada parte de la sociedad de gananciales de la unión de hecho entre Olinda

Pandia Tapia y Juan Gonzalo Salinas Tapia, la cual fue reconocida judicialmente por sentencia

del 31 de mayo de 2003.

Los hechos Principales se dan dentro de la Primera Escritura Pública (15 de febrero de 2001)

donde los vendedores Juan Gonzalo Salinas Tapia y Alicia Cresencia Misayauri Vílchez

realizaron una compraventa con la señora Zoraida Barahona Torres y que Olinda Pandia Tapia

no intervino en la celebración del contrato, a pesar de que el inmueble formaba parte de la

sociedad de gananciales de su unión de hecho con Juan Gonzalo Salinas Tapia. Luego en la

Segunda Escritura Pública (29 de octubre de 2001) la vendedora Zoraida Barahona Torres le

3
realiza una compraventa a la señora María Luz Vásquez Barahona con precio de 25,000 dólares

americanos en lo cual se presume Falta de manifestación de voluntad del agente. Además, en la

Tercera Escritura Pública (10 de septiembre de 2009) tuvo como vendedora a María Luz

Velásquez Barahona y como compradores a Homero Yomona Puerta y Marilú Ricardina Quiroz

Molina de Yomona, el inmueble fue vendido a 75,000 dólares americanos.

Finalmente, La Corte Suprema declaró infundada la demanda de Olinda Pandia Tapia porque

encontró que la sentencia de la Sala Superior estaba debidamente motivada y no había evidencia

suficiente de mala fe por parte de los compradores. Además, las compraventas se realizaron antes

del reconocimiento oficial de la unión de hecho entre la demandante y Juan Gonzalo Salinas, y

no había indicios de litigiosidad del inmueble al momento de las transacciones. La Corte aplicó

el principio de protección al adquirente de buena fe según el artículo 2014 del Código Civil

peruano.

4
ANALISIS

El principio de consensualidad en los contratos es un fundamento esencial del derecho de los

contratos. Este principio establece que los contratos se perfeccionan y adquieren validez jurídica

por el mero consentimiento de las partes involucradas, sin necesidad de cumplir con

formalidades adicionales, salvo que la ley disponga lo contrario. En otras palabras, un contrato es

válido y obligatorio desde el momento en que las partes expresan su voluntad de obligarse,

siempre y cuando exista un acuerdo claro y preciso sobre los términos del contrato.

Este principio se deriva del aforismo latino "solus consensus obligat", que significa que el

consentimiento por sí solo es suficiente para crear obligaciones contractuales. Dicho de este

modo, el principio de consensualidad facilita la formación de contratos, dado que reduce las

exigencias formales y se centra en la manifestación de la voluntad de las partes.

En el Perú se puede decir que los contratos son de consensualidad es decir, basta con el

mutuo acuerdo o la manifestación de voluntad de ambas partes para que el acto sea celebrado sin

restricción alguna, aunque en algunos casos la ley exige que la voluntad sea escrita; sin embargo

esto no impide que el acto jurídico se lleve a cabo, por otro lado en este tipo de acto jurídico hay

dos personas una la cual se obliga a pagar un precio justo a otra persona ya sea por un servicio o

bien mueble o inmueble.

El acuerdo consensual se expresar:

1.-expreso

2.- tácito

3.- silencio

5
Ejemplos de negocios jurídicos consensuales: Compraventa de bienes inmuebles, arrendamientos

y mandatos por reglas general.

“Al abordar un autobús y pagar al chofer se celebra un contrato consensual ya que no requiere un

escrito, puesto que cuenta con la voluntad de las partes”.

Se clasifican los contratos consensuales:

- Propiamente consensuales: Basta con el acuerdo de las partes

- Consensuales formales: Requieren el cumplimiento de una formalidad

2.- Ineficacia del acto jurídico: En el caso próximo a presentar, se discutió la ineficacia del acto

jurídico de la compraventa, esto cuestionando la manifestación de voluntad, haciendo mención a

la demandante la cual manifiesta que no participó en la venta del inmueble haciendo esto que se

analizara si se incurrió en causales de falta de manifestación de voluntad y simulación absoluta

que ella dice haber en dicho negocio jurídico sin embargo, hay que tener en cuenta que para la

simulación absoluta hay requisitos que se deben tener en cuenta como son:

1.- discordancia entre la voluntad escrita e interna.

2.-acuerdo de las partes para engañar.

3.- el propósito de engañar.

6
Art219.- “El acto jurídico es nulo”

1. - Falta de manifestación

2. - Cuando haya participado un incapaz, salvo lo dispuesto en el artículo 1358.

3.- Principio de buena fe registral: Este principio es aquella protección dada a las personas que

adquieren derecho sobre un bien mueble o inmueble basada en información que aparecen en

registros públicos, puede ser de una propiedad, Sin embargo, se puede decir que aquel que

adquiera el bien de buena fe, a título oneroso y lo inscriba con base a dicha información registral

presumida precisa o idónea tendrá que haberse salvaguardado en caso de que dicha información

sea errónea o imprecisa, ya que este principio dice que los terceros deben respetar los derechos

que consten en los registros públicos, sin embargo ella no figuraba como propietaria o

conviviente del dueño.

4.- Derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales: Cuando hablamos de este

derecho nos referimos a que las decisiones o resoluciones que nos dicta un funcionario judicial

debe estar argumentada debidamente ya sea por los fundamentos de ley o los fundamentos de

derechos relevantes del caso.

5.- la buena fe de los compradores: el tribunal en dicho caso analizo la buena fe de los

compradores, en la cual se vio que los compradores actuaron de buena fe, ya que se basaron en la

información obtenida de los registros públicos, puesto que verificaron dicha información, sin

embargo en los registros públicos no había información sobre si el inmueble formaba parte de

una sociedad conyugal, y en este caso cabe decir que el tribunal señalo que la demandante no

había realizado ningún tramite para inscribir el bien en litigio como parte de la sociedad

conyugal en los registros públicos.

7
RECURSO CASATORIO N°917-2018

Para empezar, en la presente casación sobre la nulidad del acto jurídico debido a la ineficacia del

acto jurídico tiene como partes involucradas a la demandante Olinda Pandia Tapia quién

interpuso un recurso de casación ante la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia

de la República con la finalidad de que se declare la ineficacia y nulidad de varias Escrituras

Públicas de compraventa relacionadas con el inmueble ubicado en el Pasaje Cánepa N° 168

(antes Block 17-B con frente al Pasaje Cánepa N° 16) del Distrito de La Victoria, Provincia y

Departamento de Lima, por la suma de 50,000.00 dólares, inscrito en el Asiento Registral

C00001 de la Partida Electrónica N° 07035669 del Registro de Propiedad Inmueble de Lima con

fecha veinte de marzo de dos mil uno obrante a fojas treinta y dos.

Dicho inmueble fue inicialmente adquirido por Olinda Pandia Tapia y Juan Gonzalo Salinas

Tapia mediante Escritura Pública de compraventa de fecha 20 de mayo de 1975, antes del

matrimonio de Juan Gonzalo Salinas Tapia con Alicia Cresencia Misayauri Vílchez. En los

registros, Juan Gonzalo Salinas Tapia figura como soltero en el momento de la adquisición, y la

propiedad fue considerada parte de la sociedad de gananciales de la unión de hecho entre Olinda

Pandia Tapia y Juan Gonzalo Salinas Tapia, la cual fue reconocida judicialmente por sentencia

del 31 de mayo de 2003.

Los hechos Principales se dan dentro de la Primera Escritura Pública (15 de febrero de 2001)

donde los vendedores Juan Gonzalo Salinas Tapia y Alicia Cresencia Misayauri Vílchez

realizaron una compraventa con la señora Zoraida Barahona Torres y que Olinda Pandia Tapia

no intervino en la celebración del contrato, a pesar de que el inmueble formaba parte de la

sociedad de gananciales de su unión de hecho con Juan Gonzalo Salinas Tapia. Luego en la

Segunda Escritura Pública (29 de octubre de 2001) la vendedora Zoraida Barahona Torres le

8
realiza una compraventa a la señora María Luz Vásquez Barahona con precio de 25,000 dólares

americanos en lo cual se presume Falta de manifestación de voluntad del agente. Además, en la

Tercera Escritura Pública (10 de septiembre de 2009) tuvo como vendedora a María Luz

Velásquez Barahona y como compradores a Homero Yomona Puerta y Marilú Ricardina Quiroz

Molina de Yomona, el inmueble fue vendido a 75,000 dólares americanos.

Finalmente, La Corte Suprema declaró infundada la demanda de Olinda Pandia Tapia porque

encontró que la sentencia de la Sala Superior estaba debidamente motivada y no había evidencia

suficiente de mala fe por parte de los compradores. Además, las compraventas se realizaron antes

del reconocimiento oficial de la unión de hecho entre la demandante y Juan Gonzalo Salinas, y

no había indicios de litigiosidad del inmueble al momento de las transacciones. La Corte aplicó

el principio de protección al adquirente de buena fe según el artículo 2014 del Código Civil

peruano.

Habiendo realizado un análisis al recurso casatorio N°917-2018, podemos resaltar:

Primero, Infracción Normativa Procesal: La Sala Suprema analizó las infracciones normativas

procesales denunciadas por la recurrente, específicamente el derecho al debido proceso y la

debida motivación de las resoluciones judiciales.

Segundo, Mala Fe de los Codemandados: La Sala Suprema consideró que la sentencia de vista se

encontraba debidamente motivada y que no se había infringido el derecho al debido proceso. Se

determinó que los codemandados adquirieron el inmueble de buena fe, ya que no existía indicio

alguno en los Registros Públicos que indicara la calidad de bien social del inmueble, y la unión

de hecho entre Salinas Tapia y Pandia Tapia no se había inscrito en los Registros Públicos al

momento de las compraventas.

9
Tercero, Principio de Legitimación Registral: La Sala Suprema reiteró el principio de

legitimación registral establecido en el artículo 2013 del Código Civil, según el cual el contenido

de la inscripción se presume cierto y produce todos sus efectos mientras no se rectifique o

declare judicialmente su invalidez.

Cuarto, Buena Fe Registral: La Sala Suprema concluyó que los codemandados mantuvieron sus

adquisiciones, ya que actuaron bajo la buena fe registral, conforme al artículo 2014 del Código

Civil.

Quinto, Demanda Previa: La Sala Suprema rechazó el argumento de la recurrente sobre la

demanda previa de nulidad de acto jurídico, ya que la vía para amparar su derecho era la

ineficacia del acto jurídico, la cual se interpuso posteriormente.

10
Para concluir el presente informe, podemos decir que, en el proceso judicial entre Olinda Pandia

Tapia y Zoraida Barahona Torres y otros demandados, la Corte Suprema de Justicia de la

República del Perú emitió una decisión clave al declarar infundada la demanda interpuesta por

Pandia Tapia. Esta determinación se basó en un análisis detallado de los argumentos y pruebas

presentadas durante el proceso.

Primeramente, la Corte Suprema se tomó la atribución de evaluar exhaustivamente la sentencia

de la Sala Superior, concluyendo que estaba adecuadamente motivada y que no presentaba

deficiencias que pudieran invalidarla como lo solicitaba la demandante. Se valoró positivamente

la coherencia con la cual se abordaron los puntos de apelación planteados por ambas partes.

Uno de los puntos centrales de la decisión fue la aplicación del principio de protección al

adquirente de buena fe, en consonancia con el artículo 2014 del Código Civil peruano. Este

principio establece que terceros que adquieren derechos de personas que aparecen con facultades

en registros públicos mantienen su adquisición, siempre y cuando lo hagan de buena fe y sin

conocimiento de irregularidades.

Además, se determinó que las compraventas realizadas por Zoraida Barahona Torres y los demás

demandados tuvieron lugar antes de que se reconociera oficialmente la unión de hecho entre

Olinda Pandia Tapia y Juan Gonzalo Salinas. No se encontraron registros públicos que indicaran

litigiosidad sobre el inmueble en cuestión al momento de las transacciones, lo cual influyó en la

validez de dichas operaciones según la ley.

Cómo pudimos ver, la Corte Suprema concluyó que no se cometieron infracciones procesales

durante el desarrollo del caso y que las compraventas realizadas por los demandados fueron

legítimas y efectuadas de buena fe. Por consiguiente, desestimó el recurso de casación

11
presentado por Olinda Pandia Tapia, ratificando así la sentencia de vista emitida previamente por

la Sala Superior.

Esta decisión no solo refuerza la importancia de la buena fe en las transacciones legales, sino que

también subraya la necesidad de una correcta aplicación de las normas legales y procesales en la

administración de justicia.

A modo de recomendación deberíamos verificar exhaustivamente los antecedentes del inmueble

y de las partes antes de cualquier transacción para evitar cualquier inconveniente relacionado a

ello como lo que sucedió en el caso que presentamos. También es muy importante que nos

aseguremos de obtener consentimiento y autorización adecuada, especialmente en casos de

copropiedad. Este caso sirve como un recordatorio de la importancia de verificar la situación

legal de los bienes inmuebles antes de adquirirlos, consultando los Registros Públicos y

realizando las debidas diligencias para evitar problemas legales posteriores.

12
BIBLIOGRAFIA

- Corte Suprema de Justicia, Sala Civil Permanente (Lima 2019, diciembre 5). Ineficacia

de Acto Jurídico. Recurso casatorio n°917-2018.

https://cdn.gacetajuridica.com.pe/laley/CASACI%C3%93N%20N%C2%B0917-

2018_LALEY.pdf

- Ámbito Jurídico (2024, julio 10) ¿Consensualidad o formalidad? El efecto del

incumplimiento y la formación del contrato electrónico.

https://www.ambitojuridico.com/noticias/analisis/consensualidad-o-formalidad-el-efecto-

del-incumplimiento-y-la-formacion-del

- Vista de Solus consensus obligat (diciembre del 2012): principio general para el derecho

privado de los contratos.

https://revistas.uexternado.edu.co/index.php/derpri/article/view/3307/2957

13

También podría gustarte