Resumen Contabilidad Basica y de Gestion Mod 3 y 4

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 30

Análisis de los estados contables

En los dos primeros módulos aprendimos a captar, procesar y generar información económica, financiera y patrimonial de un ente, que
luego de ser resumida y agrupada se expone en los estados contables para su publicación. En este módulo y en el próximo nos
centraremos en el análisis y la interpretación de la información contable.

Al construir las ratios y los índices a partir de los estados contables, podemos responder muchas preguntas del futuro del ente, como, por
ejemplo, ¿podrá pagar en el próximo año las deudas con proveedores? Si realiza una inversión, ¿generará los fondos para el pago de
préstamos? Ante un aumento de las ventas, ¿tendrá la capacidad financiera para sostenerlo?

El uso de ratios en el análisis de corto y largo plazo


Análisis de los estados contables
El objetivo del análisis e interpretación de los estados contables es hacer un diagnóstico sobre la situación económica y financiera de
una empresa, y establecer las proyecciones o las perspectivas sobre el corto y el largo plazo de esta, con base en la información
publicada en los estados contables.

A través del análisis de los estados contables, es posible segregar la información económica y financiera para evaluar, por ejemplo, la
estructura de inversión (activo), la estructura de financiación (pasivos y patrimonio neto) y los resultados (actividad principal, actividades
de apoyo y financieras). De esta tarea es posible extraer información y conclusiones tales como:

• percibir los aciertos o fortalezas y también las debilidades de la empresa;


• identificar los problemas presentes y, a partir de esta identificación, buscar soluciones;
• conocer cómo será el futuro de la empresa a corto y a largo plazo;
• dar respuestas a problemas futuros;
• comprender cómo son las operaciones de la empresa respecto de la generación y la aplicación de sus ingresos y
recursos.

El análisis de los estados contables permite determinar la inversión que conviene elegir, conocer las situaciones problemáticas y sus posibles
correcciones, realizar las previsiones necesarias, como así también evaluar la gestión de la empresa o un área específica.

Estructura de inversión
En resumen, en relación con la estructura de inversión, podemos, entonces, analizar lo siguiente:

* Movilización o inmovilización del activo: A través del análisis de los distintos rubros del activo, tanto corriente como no
corriente, y su comparación en forma global, conoceremos qué tan movilizado o inmovilizado está este. Si el activo está
compuesto por una mayor proporción de activos líquidos o cuasi líquidos (por ejemplo: caja y bancos, inversiones temporarias,
créditos de corto plazo, bienes de cambio), diremos que está movilizado. En cambio, si está compuesto en su mayoría por
activos menos líquidos (por ejemplo: créditos a largo plazo, inversiones permanentes, bienes de uso, activos intangibles),
diremos que la empresa posee más activo inmovilizado.
* Composición del activo corriente: Para este análisis debemos estudiar los distintos rubros y
cuentas que componen el activo corriente y compararlos entre sí, y también con el total del activo corriente. Es importante este
paso para el análisis financiero de la empresa y, sobre
todo, para el análisis financiero de corto plazo, ya que para el pago de las obligaciones de corto plazo es necesario conocer los activos
más líquidos o casi líquidos para afrontar estas deudas. A su vez, este análisis nos servirá para conocer si la empresa concentra los activos
en su actividad principal (bienes de cambio) o en actividades secundarias (inversiones transitorias).
* Composición del activo no corriente: Analizar las cuentas y los rubros del activo no corriente
y compararlas con años anteriores nos dará información de cómo se capitaliza o descapitaliza la empresa para generar
resultados. Por ejemplo, a través de mayores bienes de uso para la actividad principal, como maquinarias o herramientas, o
mediante bienes para actividades secundarias, como inmuebles para inversiones.

Estructura de financiación
Las empresas pueden financiarse a través de recursos propios (patrimonio neto) o recursos de terceros (pasivo). Para analizar la
estructura de financiación, entonces, debemos observar el pasivo y el patrimonio neto de cada empresa, ambos presentes en el estado
de situación patrimonial.

En resumen, en relación con la estructura de financiación, se debe analizar lo siguiente:

Aportes realizados por dueños y acreedores: En el análisis debemos indagar también en cuánto y cómo aportaron los dueños de la
empresa y los acreedores comerciales y financieros en particular, es decir, estudiar la magnitud del patrimonio neto y del pasivo y sus
composiciones. El análisis del patrimonio neto permitirá conocer los resultados generados por la empresa y cómo han sido distribuidos
(distribución de utilidades) o capitalizados para generar mayores utilidades. Respecto del estudio del pasivo, este permite conocer qué
tan exigibles son las obligaciones (pasivo corriente y pasivo no corriente), para saber cómo se encuentra la empresa a nivel financiero y
si podrá hacer frente a estas obligaciones. Este análisis es complementario al estudio del activo corriente para el análisis financiero.

Estructura de resultados
En el análisis de resultados se busca conocer cuánta ganancia genera la empresa y cómo se genera. Se debe analizar cuánto
contribuyen la actividad principal y las actividades secundarias en la generación de resultados y en qué medida lo hacen las actividades
de apoyo (gastos de administración y comerciales) y las financieras (intereses por préstamos).

Análisis vertical
El análisis vertical es una técnica que consiste en convertir los valores contenidos en los distintos informes y en la información
complementaria de los estados contables a valores relativos, referidos a un mismo período o ejercicio. Para realizarlo, se debe tomar un
componente como base, o valor base, en relación con el cual se determinarán los demás; es decir, se tratará de definir qué peso relativo
tiene un determinado componente de los estados contables en relación con otro componente tomado como base. Es un análisis
estático que se realiza en un momento determinado. Para realizar el análisis vertical del estado de situación patrimonial, se puede
tomar como base el total del activo y medir el total de activo corriente y no corriente, por ejemplo. Para hacer lo propio en el estado de
resultados, se puede tomar como base el total de ventas netas.

Análisis horizontal
Cuando hablamos de la técnica de análisis horizontal no podemos solo considerar un período contable. Justamente
el análisis horizontal surge de comparar distintos períodos de una misma empresa.
Podemos afirmar, entonces, que el análisis horizontal es similar al análisis vertical en el sentido de que busca determinar valores
relativos, pero en este caso se toman valores o componentes de distintos períodos o ejercicios, utilizando como base el primer período
bajo análisis. Esta técnica es dinámica, ya que analiza varios períodos y consiste en observar los valores que asumen los componentes de
los estados contables a través del tiempo, para determinar su evolución o tendencia, con el objeto de descubrir las relaciones que los
vinculan y las diferencias y semejanzas entre dichos valores.

Ratios de corto y largo plazo


El análisis a corto plazo y el uso de las ratios para este análisis tienen como objetivo determinar la capacidad del ente para hacer frente
a su pasivo, es decir, a sus obligaciones en un período corto de tiempo. Recordemos que se considera corto plazo al período que
comprende hasta un año posterior a la fecha de cierre de ejercicio.

Este plazo de un año es de uso general por parte de las resoluciones técnicas vigentes en el área contable, que toman dicho período para
hacer la división y la exposición de activos y pasivos en corrientes y no corrientes. Es decir, se toma el plazo de un año para exponer los
recursos y las obligaciones como corrientes, y todo lo que excede el año, contado a partir de la fecha de cierre de ejercicio, se debe exponer
como no corriente.

Para un ente, es muy importante conocer la capacidad de pago a corto plazo para no perder oportunidades de nuevas inversiones o
negocios, no tener problemas de pago de obligaciones y no caer en cesación de pagos.

Como contrapartida, el análisis sirve para no desaprovechar recursos porque están inmovilizados, es decir, tener excesos de activos de
corto plazo sin utilización. Por lo tanto, se debe hacer una buena planificación financiera para no tener problemas de pago o cesación de
pagos, pero también para no tener exceso de fondos inmovilizados por previsiones de pago de deudas y, así, perder la oportunidad de
obtener ganancias como consecuencia de esa la inmovilización. Entre los problemas que surgen como resultado de no realizar un
análisis y una planificación del corto plazo, están las ventas a bajo precio para hacerse de fondos rápidamente para pago de deudas, o
las compras a valores mayores por no poder utilizar fondos que se encuentran inmovilizados.
Para el análisis de corto plazo, analizaremos la liquidez de la empresa, que refleja su capacidad de hacer frente a sus obligaciones a corto
plazo, a través de distintas ratios de liquidez. En cuanto al largo plazo, se busca analizar la capacidad de pago o los compromisos
contraídos a largo plazo, es decir, todo recurso y obligación a períodos mayores al año. En este análisis no se hace un estudio particular,
sino de carácter más general y otra diferencia es que se incluye en él tanto la estructura patrimonial como la de resultado.

En este análisis estudiamos los recursos con los que cuenta la empresa para conocer cuál es la flexibilidad o movilidad del activo y así
saber si la composición es la adecuada para la actividad que realiza. Respecto de la financiación, no hacemos referencia a pasivo y
patrimonio neto, acreedores y dueños, sino que se analiza cuál es la combinación en la empresa y cuál sería la más beneficiosa, es decir,
cuánta deuda es conveniente tomar de parte de los acreedores y cuánta inversión de parte de accionistas o propietarios del ente.

En relación con el estado de resultados, se debe analizar la rentabilidad de la empresa para conocer la capacidad de generar ganancias
y, de esta manera, generar recursos, que son necesarios para conocer cuál será el potencial financiero de la empresa.

Para el análisis de largo plazo, el principal análisis es el de la solvencia, por lo tanto, las ratios como solvencia, endeudamiento y
movilidad del activo nos darán información del largo plazo en cuanto a capacidad de pago en ese período de tiempo.

Liquidez
A través del análisis de liquidez se pretende conocer la capacidad del ente para hacer frente a sus obligaciones de corto plazo, es decir,
aquellas que integran el pasivo corriente y que, por lo tanto, se encuentran vencidas o van a vencer dentro del año siguiente contado a
partir de la fecha de cierre de ejercicio; en otras palabras, se busca determinar si la empresa podrá cancelar en tiempo y forma sus
obligaciones exigibles al cierre de ejercicio y las que lo serán en el curso del próximo ejercicio.

Ratios de corto plazo: liquidez


El activo corriente está integrado por:

• caja y bancos;
• inversiones transitorias;
• créditos por ventas a corto plazo;
• otros créditos a corto plazo;
• bienes de cambio.

Los rubros se presentan en este orden siguiendo el criterio establecido en las normas contables: de más líquido a menos líquido. El
esfuerzo que requiere un bien de cambio para transformarse en dinero es mucho mayor que el que requiere un plazo fijo incluido en el
rubro inversiones transitorias.

El pasivo corriente incluye las deudas ordenadas según su exigibilidad. Las deudas corrientes son aquellas cuyo vencimiento opera
dentro de los doce meses desde la fecha de cierre de ejercicio.

¿Qué usuarios pueden estar interesados en esta información de corto plazo? Los usuarios de la información

generada por el análisis de corto plazo son:

✓ proveedores;
✓ entidades bancarias;
✓ entidades financieras;
✓ Estado;
✓ acreedores varios.

Todos estos usuarios pueden ser acreedores del ente, es decir, ser parte de su pasivo, ya que son quienes financian al ente (además de
los propietarios de este, que lo hacen a través de los aportes que integran el patrimonio neto) y necesitan conocer la situación
financiera de la empresa, en especial la del corto plazo, para saber si podrán cobrar sus acreencias. Para todos ellos es de suma
importancia evaluar cuál es la liquidez de la empresa (si los activos corrientes son suficientes para cancelar los pasivos corrientes), para
lo cual es útil, además, analizar la regularidad con que el ente realiza los pagos de sus deudas y su capacidad de generación de fondos
en el corto plazo.

Para conocer si una empresa está en condiciones de hacer frente a sus obligaciones de corto plazo, la empresa debe enfocarse solo en el
activo corriente y pasivo corriente.

De la relación entre ambos componentes surgen los índices de liquidez.

Liquidez corriente o ratio circulante


Una manera más simple de visualizar en qué posición está cada empresa es dividiendo el activo corriente en el pasivo corriente. Así, en
la empresa A obtendríamos el valor de 0,97 al dividir el total del activo corriente ($1 520 000) por el total del pasivo corriente ($1 560
000). El resultado, entonces, nos refleja que, por cada peso de pasivo corriente o deuda a corto plazo, la empresa solo cuenta con
noventa y siete centavos de activo corriente.

Si hiciéramos lo mismo en las empresas B y C, obtendríamos como resultado los valores 1 y 2,09 respectivamente. Podemos observar,
entonces, que, cuando el índice es menor de uno, la empresa no podrá abonar la totalidad de sus deudas y, cuando es mayor de uno,
sí podrá hacerlo. Cuando existe deuda que no se puede cancelar, en términos contables, esta deuda se denomina deuda sin consolidar
y, por el contrario, cuando existe un excedente de activo corriente, este excedente, en términos contables, se denomina margen de
cobertura.

Este es el índice más utilizado para evaluar la capacidad de pago de las obligaciones de un ente, pero solo brinda un indicio de esta, ya
que considera que todo el activo corriente tiene el mismo nivel de liquidez.

El índice de liquidez relaciona los activos corrientes con los pasivos corrientes de un ente y su resultado indica, a una fecha
determinada, cuántos pesos de activo corriente existen por cada peso de pasivo corriente.

El valor determinado del índice ¿será bueno o malo? Esta pregunta no se puede responder si solo se analiza esta ratio en forma
individual. Para sacar buenas conclusiones, debemos complementarlos con otros índices o ratios. Ahora bien, si su valor es muy alto o
muy bajo, es posible sacar una
primera conclusión con relación a si la empresa está con márgenes de fondos o si está con problemas o dificultades de pago.

En términos generales, esta ratio presenta tres resultados posibles:

➢ Liquidez corriente > 1: Indica que el activo corriente es mayor que el pasivo corriente (AC > PC), por lo tanto, existe un
margen de cobertura para los acreedores, que equivale al excedente de 1
➢ Liquidez corriente = 1: Indica que el activo corriente es igual al pasivo corriente (AC = PC).
Esta situación puede generar problemas de pago para el ente, en caso de que el activo corriente se encuentre compuesto en
mayor medida por componentes de menor liquidez, como, por ejemplo, créditos que requieren ser cobrados para poder
disponer de los fondos, o bienes de cambio, que deben venderse y cobrarse para recién transformarse en efectivo que se
pueda utilizar para cancelar deudas.
➢ Liquidez corriente < 1: Indica que el activo corriente es menor que el pasivo corriente (AC <
PC), por lo tanto, el activo corriente no es suficiente para hacer frente a las obligaciones del ente en el corto plazo, dando
lugar a la existencia de deuda sin consolidar, ya que no es posible cubrir todo lo adeudado a los acreedores de corto plazo con
el activo corriente.

A continuación, haremos una relación con el capital corriente, también conocido como capital circulante, capital de trabajo o fondo de
maniobra, que es aquel capital necesario para el normal funcionamiento del ciclo operativo.

El capital corriente se determina como la diferencia entre el activo corriente y el pasivo corriente. A partir de esta diferencia, (AC - PC),
también se puede determinar si existe fondo de maniobra o deuda sin consolidar, por lo que hay una relación directa entre el índice de
liquidez y el capital corriente. La fórmula de cálculo se expone en la siguiente fórmula:

Si el capital corriente es mayor de uno, al excedente del activo corriente en relación con el pasivo corriente se lo denomina margen de
cobertura, ya que el activo corriente no solo es suficiente para cancelar las deudas de corto plazo, sino que, además, queda un
remanente. Ahora bien, si el capital corriente es negativo, lo cual implica que el pasivo corriente es mayor que el activo corriente, al
excedente del pasivo corriente en relación con el activo corriente se lo denomina deuda sin consolidar, ya que el activo corriente no es
suficiente para cancelar las deudas de corto plazo.

Pasemos al análisis conjunto de la relación entre el índice de liquidez y el capital corriente.

Si en valores absolutos el capital corriente es positivo (lo cual implica que AC > PC), entonces el índice de liquidez corriente será mayor
de uno, por ser la relación entre AC/PC; en tal caso existe margen de cobertura. Si en valores absolutos el capital corriente es negativo
(lo cual implica que AC < PC), entonces el índice de liquidez corriente será menor de uno, por ser la relación entre AC/PC; en tal caso
existe deuda sin consolidar.
De lo anterior se deduce que el capital corriente refleja la medida en la que el ente tiene una mejor o una peor capacidad de pago a
corto plazo. Se busca relacionar el plazo de realización (transformarlo en dinero) del activo corriente con el de exigibilidad del pasivo
corriente.

Cuando un ente tiene deuda sin consolidar, ello significa que el pasivo corriente es mayor que el activo corriente, por lo tanto, el índice
de liquidez es menor de uno y ello podría ser un indicador de problemas de pago. Pero no siempre lo es. Veamos un ejemplo: una
empresa vende mercaderías al contado o a través de créditos a muy corto plazo y el período que transcurre desde que ingresa la
mercadería hasta que se vende y se cobra es menor que el plazo otorgado por los proveedores; en este caso, la empresa podrá pagar
sus obligaciones normalmente por más que el índice de liquidez sea menor de uno y, por esa razón, tenga deuda sin consolidar. Con
este ejemplo vemos que debemos analizar cada caso en particular y entender el negocio en profundidad para poder realizar un
diagnóstico y conclusiones correctas.

Ahora veamos el caso opuesto: una empresa realiza ventas a plazos mayores de noventa días, pero sus obligaciones de corto plazo
tienen fechas de cancelación menores de noventa días. Para este caso, si suponemos que al cierre de ejercicio determinamos un índice
de liquidez mayor de uno y, por lo tanto, un capital corriente positivo, es decir, existe margen de cobertura, puede suceder que tenga
problemas de cancelación de deudas de corto plazo en un futuro no muy lejano, por las condiciones establecidas de cobranzas y pagos.
En otras palabras, seguramente disminuirá el margen de cobertura hasta perder capacidad de pago.

Es importante analizar el índice de liquidez corriente a través del tiempo, pero es muy importante también conocer y analizar la
velocidad en los flujos de ingresos (período que transcurre desde que se vende hasta que se cobra) y egresos (período que transcurre
desde que se compra hasta que se paga) para arribar a conclusiones certeras.

Las desventajas del índice de liquidez son las que se detallan a continuación:

a. No toma en cuenta la composición del activo corriente para efectuar el análisis: Dos empresas pueden tener un mismo índice de
liquidez y encontrarse en situaciones totalmente opuestas. Si, por ejemplo, el activo corriente de la empresa A está compuesto
principalmente por bienes de cambio e inversiones de difícil realización (difíciles de vender y, por eso, difíciles de transformarse en
dinero), aunque el índice de liquidez dé un valor mayor de uno, probablemente tenga problemas de pago en el corto plazo. En cambio,
si la empresa B tiene un activo corriente integrado en mayor medida por dinero en efectivo o bienes de fácil comercialización, con
iguales valores para el índice de liquidez que la empresa A, no tendrá problemas de pago. Es decir, ambas empresas pueden tener el
mismo índice y estar en situaciones distintas.

b. No toma en cuenta los plazos en los que el activo corriente se transforma en efectivo: Es decir, si los bienes de cambio son difíciles
de vender o son fácilmente realizables (plazo para convertirse enefectivo).

c. No toma en cuenta los plazos de cancelación o exigibilidad del pasivo corriente: Entre dos empresas que posean plazos de
cancelación distintos, la que tenga plazos más largos tendrá ventaja respecto de la otra en cuanto a la liquidez.

c. No toma en cuenta qué sucederá en la empresa en los próximos meses o durante el próximo ejercicio económico, ya que, por
ejemplo, esta puede tener un índice menor de uno (deuda sin consolidar), pero en los siguientes meses aumentar las ventas a partir
del logro de un contrato con un nuevo cliente.
Liquidez seca o ratio quick
Al iniciar la lectura, recordamos que dentro del activo corriente los rubros que lo conforman tienen distinto grado de liquidez. El dinero
en efectivo en caja y bancos es el rubro más líquido, pero los bienes de cambio tienen menor liquidez, ya que deben venderse y
cobrarse la acreencia para poder contar con esos fondos a fin de cancelar el pago de las obligaciones.

Cuando calculamos el índice de liquidez corriente, consideramos a la totalidad del activo corriente. Sin embargo, podríamos no
considerar los bienes de cambio por ser las mercaderías los bienes que más demoran en hacerse líquidos.

Este índice es una de las variantes a la ratio de liquidez corriente y consiste en hacer más riguroso el activo corriente para enfrentar las
obligaciones de corto plazo. En otras palabras, busca hacer más exigente el índice de liquidez, ya que solo tiene en cuenta el activo rápido,
que surge de detraer del activo corriente los bienes de cambio.

Este índice soluciona una de las limitaciones del índice de liquidez corriente, que tiene que ver con el plazo de conversión en dinero del
rubro menos líquido del activo corriente, pero aun así tiene como desventaja el hecho de ser una ratio o índice estático.

El resultado de esta ratio indica la cantidad de pesos de activo corriente, excluidos los bienes de cambio, que tiene una empresa por
cada peso de deuda a corto plazo.

Ratio de liquidez absoluta


Dentro del activo corriente, los rubros más líquidos son caja y bancos e inversiones temporarias. Si solo consideramos estos rubros
como numerador en el índice de liquidez, estaríamos calculando un índice de liquidez absoluta.

Al tomar solo los activos más líquidos, se puede determinar el grado en que pueden cancelarse inmediatamente los pasivos corrientes. Es
decir, si la empresa se encuentra o no en condiciones de cancelar en forma inmediata la totalidad de sus deudas de corto plazo.

El índice puede determinarse de dos formas:

Para este índice debemos acotar que se busca comparar solo los activos líquidos con todo el pasivo corriente y haremos un análisis
sobre la situación en la que se encontraría una empresa si tuviera que cancelar todo su pasivo corriente de manera inmediata.
Este índice es útil para determinar una liquidez óptima, lo cual no implica contar con fondos ociosos que generen un exceso de liquidez,
ya que ello no sería una situación deseable porque se tendría dinero inutilizado y, por lo tanto, no se generaría ninguna rentabilidad por
su tenencia. Por eso, si la empresa tuviera excedentes de fondos, convendría transformarlo en otros bienes o realizar alguna inversión
transitoria.

Para finalizar, se puede concluir que, a través de este análisis de corto plazo, se logra definir la capacidad de la empresa de hacer frente
a sus obligaciones de corto plazo. En las siguientes lecturas, veremos que el análisis de corto plazo tiene otros índices que deben ser
analizados para llegar a una conclusión más precisa. En esta etapa, solo analizamos la liquidez desde la determinación de índices
estáticos, por lo tanto, es una conclusión parcial que debe complementarse con un análisis dinámico que permitirá arribar a mejores
conclusiones.

Capital Corriente o Fondo de Maniobra


Para realizar un análisis completo de la liquidez, se debe examinar y estudiar cómo está compuesto el activo corriente ya que, como lo
mencionamos en la lectura anterior, no basta con analizar las ratios de la liquidez en forma aislada, sino que es necesario evaluar la
composición del activo y los flujos de ingresos y egresos de fondos para realizar un análisis estático y dinámico y así establecer
conclusiones certeras.

Composición del activo corriente


En relación con el activo, hay que considerar cada rubro y su composición, es decir, estudiar cada cuenta y ver que los valores sean los
adecuados. Los principales rubros para analizar son: créditos por ventas y bienes de cambio, ya que son los dos rubros menos líquidos
del activo corriente y, a través de su estudio, es posible analizar el flujo de ingresos, que es el período que transcurre desde que se
realizan las ventas hasta su cobranza.

También es de utilidad investigar las políticas de crédito de la empresa, los plazos promedio de cobro y cómo está compuesta la cartera
de clientes, es decir, si posee muchos deudores morosos, en gestión judicial y sobre todo los incobrables reales de cada ejercicio.
Conocer sobre estas políticas y procesos de cobranza en la empresa ayudará a inferir cómo será el flujo de ingresos de fondos a la
empresa.

En relación con los bienes de cambio, es importante conocer las políticas de inventario, si se mantiene mucho stock durante plazos
prolongados o se pierden ventas por falta de productos o producción, cómo se determinan las provisiones de mercaderías ante las
estimaciones de ventas futuras, etc. Estos dos rubros impactan sobre las previsiones de corto plazo de la empresa, es decir, tienen
efecto sobre su liquidez.

Con este análisis se revierten las limitaciones o las desventajas que presenta el análisis de los índices de liquidez, que son de carácter
estático. Respecto del flujo de ingresos, consideramos la antigüedad del rubro bienes de cambio y créditos por ventas, mientras que,
para el análisis de los flujos de egresos, analizaremos la antigüedad de las deudas comerciales. Estudiar estas cuestiones permite
conocer con cierta precisión la velocidad de los flujos de ingresos y egresos y, de este modo, es posible determinar las necesidades de
capital corriente de acuerdo con las necesidades de la empresa y sus cambios en el nivel de actividad.

Debemos tener presente que el capital corriente no es solo necesario para cubrir las diferencias en los plazos de realización de los
activos y los vencimientos de los pasivos que existen en un momento
determinado, sino especialmente para compensar las diferencias de velocidad entre los flujos de ingresos y egresos generados por las
operaciones.

Ciclo operativo
Este ciclo mide el tiempo en el que se da todo el proceso de una empresa respecto de su actividad principal. Para el caso de una
empresa comercial, el ciclo se inicia con la compra de la mercadería, continúa con la venta de los bienes comprados y finaliza con la
cobranza de los bienes vendidos. En el caso de una empresa industrial o manufacturera, se le agrega el proceso de la producción de
bienes que se comercializarán.

A los fines financieros, es importante analizar el ciclo operativo desde que el dinero sale (pagos) hasta que vuelve a ingresar (cobranzas),
para medir el tiempo que demora el dinero en volver a ser dinero.

El gráfico nos muestra el ciclo operativo de una empresa comercial, es decir, una empresa que realiza compras y ventas de mercadería en el
mismo estado en que fueron adquiridas.

En el siguiente gráfico, vemos el ciclo operativo de una empresa industrial en la que se compra materia prima e insumos, se realizan
procesos para transformarlos en productos en proceso y, una vez finalizados los distintos procesos de fabricación, se llega a los
productos terminados, que luego se comercializarán.
Como se puede advertir, la duración del ciclo operativo depende de la actividad de la empresa. Sin dudas, el ciclo operativo de un
astillero es totalmente diferente al de una empresa autopartista.

Cada empresa tendrá su ciclo operativo distinto y esto se debe en gran medida a las decisiones de financiamiento otorgado a los
clientes, los acuerdos realizados con proveedores y las políticas de ventas, comercialización y fabricación.

En síntesis, cuanto mayor sea el ciclo operativo, mayor será la necesidad de capital corriente de la empresa.

A este ciclo operativo que analizamos, comúnmente se lo denomina ciclo operativo bruto y, si a este le restamos el plazo de pago de
las deudas (este indicador lo veremos junto a los indicadores de capital corriente), obtendremos el ciclo operativo neto.

En definitiva, tenemos que confrontar cuánto tarda el dinero en volver a ser dinero con el tiempo en el que deben cancelarse las
compras a plazo.

En función de los ejemplos que vimos, podemos concluir lo siguiente:

• Si las ventas son a plazos mayores o la mercadería permanece mucho tiempo en stock, la velocidad de los flujos de ingreso
será más lenta que la de los flujos de egreso, entonces, es necesario que exista capital corriente positivo.
• Por el contrario, si las ventas son de contado, la mercadería permanece poco tiempo en stock
y los pagos a proveedores son a plazos mayores que los que la mercadería permanece almacenada; estamos ante un
escenario en el que la velocidad de los flujos de ingreso es más rápida que la de los flujos de egreso, entonces, el capital
corriente puede ser negativo sin que se afecte la capacidad financiera de la empresa en el corto plazo.

Rotación y antigüedad del inventario

El análisis de la rotación del inventario implica conocer la cantidad de veces que los bienes de cambio se vendieron, es decir, cuántas
veces rotaron en el año, mientras que la antigüedad es el tiempo o el
plazo promedio en el que dichos bienes ingresan a la empresa hasta que salen a través de su venta. En otras palabras, es el tiempo
promedio de almacenamiento.

El concepto de rotación nos da una referencia de velocidad, es decir, cuanto más alta es la cifra del costo de ventas en relación con el
inventario, mayor es la rotación del stock.

El resultado del índice de antigüedad del stock representa los días promedio que los bienes de cambio, las mercaderías o los productos
en proceso y terminados permanecen en el inventario desde que se compran hasta que se venden. Si recordamos los dos ejemplos que
mencionamos para el ciclo operativo, necesitamos que este índice disminuya en el caso de que quisiéramos disminuir el ciclo operativo
para mantener menos capital corriente.

Entonces, podemos establecer que, si el índice es menor, significa que rota el inventario más rápido y, por lo tanto, se puede reducir o
disminuir el capital corriente, ya que tendríamos excedentes de fondos.

Como mencionamos anteriormente, tenemos que tener en cuenta, por un lado, los costos de administrar un inventario demasiado
elevado y, por el otro, que, si bien un nivel de inventario bajo reduce los costos de mantenimiento, puede dar como resultado la pérdida
de ventas por no contar con la mercadería suficiente y por los costos más elevados en los pedidos de compras.

Plazo promedio de cobro de cuentas por cobrar

A través del estudio de las políticas de créditos y la determinación de ratios, se pretende conocer el plazo promedio que tienen las
cuentas por cobrar o créditos por ventas. Podemos definirlo como el tiempo o el período que transcurre entre la realización de las
ventas a crédito y su cobranza.
Un tema que te generará dudas de acuerdo con la bibliografía que consultes es si se debe tomar solo las ventas a crédito en el
denominador o si se deben tomar el total de ventas del ejercicio. La diferencia está en la interpretación del resultado: si se toman solo
las ventas a crédito o en cuenta corriente, se determina el plazo de cobranza promedio de estas ventas específicas.

Es necesario destacar que, si adicionamos las ventas de contado, tendremos las ventas totales y el índice nos dará el promedio de
cobranza de todas las ventas, es decir, nos informará acerca de los días promedio que transcurrirán entre el momento en que se efectúa
la venta y el momento en que se cobra. Otra cuestión que hay que tener en cuenta al analizar las ratios de créditos es comparar el plazo
otorgado por la empresa a sus clientes con los índices determinados anteriormente, para conocer si existe el desfasaje que podría
producirse en las gestiones de cobranzas. Como ya lo mencionamos anteriormente, es necesario conocer las políticas de crédito
otorgadas por la empresa, como así también las gestiones de cobranza realizadas y si los presupuestos de cobranza se llevan a cabo. Es
importante conocer esta información para poder determinar si los flujos de ingreso serán similares a los cálculos de los índices o serán
mayores o menores, según esta comparación que acabamos de mencionar.

Brevemente, mencionaremos y expondremos el índice de antigüedad de las deudas comerciales, que es el tiempo promedio que se
tarda entre que se efectúa una compra y se realiza su cobro.

Respecto de si corresponde tomar las compras de bienes y servicios realizadas a plazo o bien tomar el total de las compras del ejercicio,
es válida la misma aclaración realizada en relación con las ventas para el caso del plazo medio de cobranzas.
Si analizamos esta ratio o índice y recordamos los ejemplos que mencionamos cuando definimos el ciclo operativo (si una empresa tiene
un acuerdo de pago a sus proveedores a 60 días y las ventas son de contado o el plazo de cobranza es a 30 días, su ciclo operativo será
menor que el de otra empresa que realiza compras de mercadería de contado y todas sus cobranzas a 60 días de plazo), podemos llegar
a la conclusión de que el plazo promedio de pagos debería ser mayor que la suma de la duración de stock y el plazo promedio de
cobranzas (ciclo operativo bruto), para tener la liquidez suficiente para hacer frente a los pagos a proveedores. Ahora bien, con este
índice podemos determinar el ciclo operativo neto, que es igual a la antigüedad de bienes de cambio más la antigüedad de créditos por
ventas (ciclo operativo bruto) menos la antigüedad de deudas comerciales.

Análisis de largo plazo de los estados financieros


Para el análisis del largo plazo, utilizaremos la solvencia, es decir, estudiaremos la capacidad de la empresa de cancelar sus
obligaciones en un período mayor que el año, período que se considera largo plazo.

Ratio de solvencia
Cuando analizamos la solvencia de la empresa, realizamos un análisis a largo plazo de su situación financiera, por eso, tomamos el activo y
el pasivo total y el patrimonio neto para calcular los indicadores. En definitiva, aquello que vemos es la capacidad del ente para hacer frente
a todas sus obligaciones, tanto corrientes como no corrientes. Un punto clave que se debe considerar es que un análisis no se realiza al
determinar un solo índice, sino que deben calcularse varios para elaborar un informe correcto.

Ratio de solvencia

¿Qué significado tienen estos valores obtenidos?

En todas las empresas, los recursos de la empresa (activo) cubren todo el pasivo y queda excedente de activo. En todos los casos, el
activo es superior al pasivo. La diferencia en los resultados es cuánto de activo existe por cada peso de pasivo. Así podemos decir que en
la empresa A por cada $1,00 de pasivo existen $1,16 de activo; en la empresa B por cada $1,00 de pasivo existen $2,27 de activo y en la
empresa C por cada $1,00 de pasivo existen $2,02 de activo.

Una organización es solvente cuando tiene la capacidad de cumplir sus obligaciones con todo su activo, tanto de corto plazo como de
largo plazo, y dentro de los plazos estipulados de vencimientos. La solvencia dependerá de la situación patrimonial de la empresa y su
capacidad para generar efectivo en el futuro.

En resumen, podemos decir que este índice compara el activo total con el pasivo total de la empresa. Mide la participación de la
financiación externa (pasivo) de los recursos de la empresa (activo o estructura de inversión) y refleja el grado de cobertura de los
acreedores.
El resultado, de acuerdo con los valores que haya en una empresa, podría ser alguno de los siguientes:

• Solvencia > 1: Significa que el activo es mayor que el pasivo (A > P). Los recursos de la empresa cubren todo el pasivo
y queda excedente de activo.
• Solvencia = 1: Significa que el activo es igual al pasivo de la empresa (A = P) y, conforme a la
ecuación patrimonial, el patrimonio neto es igual a cero.
• Solvencia < 1: Significa que el pasivo es mayor que el activo (A < P). Es una situación muy especial que se da en empresas
que están en quiebra o en camino a este proceso, por lo tanto, como el índice lo indica, no alcanza el activo para cubrir el
pasivo y, de acuerdo con la ecuación patrimonial (PN = A - P), el patrimonio neto es negativo y esto nos permite confirmar
que los activos no cubren todas las deudas de las empresas.

Este índice es muy analizado por los acreedores de largo plazo, ya que determinan cuánto del activo cubre sus acreencias, es decir, cuántos
pesos de activo tiene la empresa por cada peso de pasivo.

Ratio de endeudamiento
Este índice indica la participación de los dueños y los acreedores en la financiación de la inversión total de la empresa, es decir, mide la
participación de cada fuente de financiamiento sobre la estructura de inversión y centra el análisis en la estructura de financiación.

Si el endeudamiento es muy alto en relación con la financiación o los aportes de los dueños, la empresa tendrá problemas para acceder
a nuevos préstamos, ya que, al tener mayores riesgos, los acreedores limitarán su financiación o cobrarán mayores intereses por tener
mayores riesgos de cobro y, a su vez, pedirán garantías adicionales, con el fin de protegerse del riesgo mayor que implica el crédito a
una empresa altamente endeudada.

Esta situación genera que la empresa realice mayores pagos de intereses, por lo tanto, los gastos financieros serán mayores e
impactarán en menores ganancias en el estado de resultados de la empresa y, en consecuencia, la rentabilidad de la empresa se verá
perjudicada.

¿Qué resultados se pueden obtener de esta ratio?

Los resultados posibles de esta ratio indican lo siguiente:

• Endeudamiento > 1: Significa que hay más pesos aportados por terceros que por los dueños (P > PN), por lo tanto, se utiliza
más la fuente de financiamiento externa que la interna.
• Endeudamiento = 1: Significa que el pasivo es igual al patrimonio neto de la empresa (P =
PN). Los recursos o la estructura de inversión están financiadas por partes iguales entre dueños y acreedores.
• Endeudamiento < 1: Significa que hay menos pesos aportados por terceros que por los
dueños (P < PN), por lo tanto, dentro de la estructura de financiamiento, los aportes de los dueños son mayores que los de los
acreedores.

Ratio de propiedad del activo


Consiste en comparar los fondos propios con el total de recursos invertidos en la empresa. Ofrece una medición de la estructura de
financiación que expresa qué es propio del activo y refleja la perspectiva del propietario.

Debemos aclarar que nunca podrá tener valores mayores de uno. Esto lo podemos comprender a partir de la ecuación patrimonial
según la cual: patrimonio neto = activo - pasivo. Podemos ver que el patrimonio nunca tendrá valores mayores que el activo, como
máximo, tendrá el mismo valor que el activo, pero esta situación solo se da si el pasivo es cero.

Los resultados posibles de esta ratio indican lo siguiente:

• Propiedad del activo < 1 y positivo: Indica qué proporción de cada peso del activo es financiado por los dueños o
qué parte del activo es propiedad de los dueños.
• Propiedad del activo = 1: Indica que el activo es igual al patrimonio neto, por lo que todo el
activo se encuentra financiado con fondos propios.
• Propiedad del activo < 1 y negativo: Indica que el pasivo es mayor que el activo, por lo que la propiedad del activo es solo
de los acreedores.

Ratio de inmovilización del activo

Con esta ratio se determina la relación entre el activo total y el activo no corriente y expresa qué parte (proporción) del activo es no
corriente. También se lo puede definir como la parte de los activos que se encuentran inmovilizados, ya que nos brinda información
sobre qué parte del activo tendrá dificultad de realizarse, es decir, de venderse en el corto plazo.

Recordemos que estos activos son de poco grado de liquidez (difíciles de vender en el corto plazo), por eso, deben ser cubiertos con
fuentes de menor exigibilidad, principalmente con recursos propios (patrimonio neto) y, de manera complementaria, con financiamiento
a largo plazo (pasivo no corriente).

El índice tiene una relación directa con los activos inmovilizados: A mayor valor del índice, mayor inmovilización del activo. Una
inmovilización elevada es una situación de alarma, en principio, porque ante problemas financieros de la empresa o situaciones o
acontecimientos económicos y financieros externos, ya sea a nivel de país o global, puede que la empresa no cuente a corto plazo con
los recursos necesarios para estas situaciones porque debe realizar (vender) este activo no corriente y, como ya se comentó, tardará
en poder hacerlo líquido.

Ratio de inmovilización del patrimonio neto


Este índice mide la proporción de financiación del activo no corriente con fondos propios, es decir, qué parte del activo no corriente o
inmovilizado es financiada por los dueños de la empresa, debido al reducido grado de liquidez de estos. La situación perfecta sería
financiarlos con fondos propios y otra situación deseable sería que sean financiados a través de deuda (acreedores), pero una parte
menor y lo menos exigible posible

Los resultados posibles de esta ratio nos indican lo siguiente:

• Inmovilización del PN > 1: Indica que el activo no corriente es mayor que el patrimonio neto (ANC > PN), por lo tanto, el
activo no corriente se encuentra financiado por dueños y acreedores. El mayor valor del índice indica que los fondos propios
están más inmovilizados.
• Inmovilización del PN = 1: Significa que el activo no corriente es exactamente igual al
patrimonio neto (ANC = PN). Bajo esta situación, los fondos aportados por los dueños (patrimonio neto) alcanzan exactamente
para financiar el activo inmovilizado.
• Inmovilización del PN < 1: Expresa que el activo no corriente es menor que el patrimonio
neto (ANC < PN), por lo tanto, los fondos propios están menos inmovilizados, ya que financian el total del activo inmovilizado
y una parte o todo el activo corriente.

Usuarios del análisis a largo plazo


Con base en el análisis realizado, podremos resumir que en el análisis del largo plazo se realiza un análisis más general y se deben tener
en cuenta dos cuestiones:

1. La estructura patrimonial: Consiste en estudiar el informe de estado de situación patrimonial, como ya lo hicimos
anteriormente, como una fuente de inversión (activo) y financiación (pasivo más patrimonio neto). Se debe evaluar la
composición del activo, es decir, los tipos de recursos con los que cuenta la empresa, sirven para conocer la flexibilidad
financiera y si esta composición es la necesaria para llevar adelante las actividades. Respecto de la fuente de financiación, se
analiza quiénes financiaron la empresa, que es lo mismo que decir quién asume el riesgo, si los dueños o los acreedores, y si
esta combinación es la adecuada para llevar a cabo las actividades de la empresa.
2. La estructura de resultado: Respecto del estado de resultados y la generación de beneficios y rentabilidad, se analizan para
conocer la capacidad permanente de generar fondos en el futuro. Este análisis lo realizaremos en las siguientes lecturas.

Los usuarios interesados en este análisis son los que se detallan a continuación

A. Acreedores a largo plazo: Son aquellos acreedores que otorgaron financiación, aunque también se debe incluir en esta
categoría a los futuros acreedores de largo plazo que pueden financiar la empresa; es decir, la información generada a
partir del análisis es utilizada para acreedores presentes y potenciales. Estos usuarios son los que mayores riesgos tienen,
ya que su capital será devuelto en plazos prolongados, por lo tanto, la información principal que analizarán es la solvencia
de la empresa y necesitan no solamente analizar la capacidad
de pago actual, sino la proyección en el largo plazo del índice de solvencia y la potencial generación de utilidades de la
empresa que pueda ser destinada a la cancelación de obligaciones. Por todo lo expuesto, los acreedores de largo plazo
centrarán su análisis en lo siguiente:

• El rendimiento histórico, actual y proyectado de la estructura de inversión, es decir, qué nivel de rendimiento
poseen los bienes destinados a la generación de ingresos por el ente.
• La magnitud del capital de trabajo en relación con los requerimientos del volumen
operativo. Les interesará conocer si es coherente el capital de trabajo que posee el ente respecto del necesario.
En este caso, no es bueno que sea inferior, pero tampoco es bueno que sea extremadamente superior.
• El monto y la composición del pasivo y del patrimonio neto, es decir, las fuentes de
financiamiento del activo de la empresa, centrando su estudio en la proporción de cada fuente, buscando
determinar si la financiación de terceros (pasivo) es la adecuada para la empresa o si es excesiva, ya que, ante
esta situación, pueden decidir no otorgar préstamos a la empresa o prestarle a tasas mayores, en función de
mayores riesgos ante posibles incumplimientos de pago.
• Las ganancias (utilidades) de la empresa, a fin de conocer la capacidad de la empresa de
generar fondos para cobrar sus acreencias. Este punto se analiza en conjunto con el anterior y se trata de los dividendos: los
acreedores buscan conocer las decisiones de distribución de las utilidades (dividendos). Si las ganancias se distribuyen en su
totalidad, la empresa coloca su capacidad de generar fondos en la otra fuente de financiamiento (accionistas o dueños) y
puede tener problemas para pagarles a los acreedores. Por eso, se busca conocer si la organización reinvierte parte de sus
ganancias (utilidades), no solo para atender los requerimientos de reinversión (por ejemplo, reemplazar un bien de uso o
ampliar la planta), sino también para los requerimientos de los acreedores
• Los bienes de uso y otros activos no corrientes, que conforman el activo inmovilizado. Los
acreedores buscan conocer cómo se financian las empresas. Como vimos en el análisis vertical-horizontal, los activos no
corrientes se deben financiar en lo posible con fondos propios (patrimonio neto), o bien cubrir una parte con
financiamiento de terceros, pero a largo plazo (pasivo no corriente). Esto se debe a que el activo no corriente es el menos
líquido y se realizará en un plazo superior a los doce meses, contados desde la fecha de cierre de ejercicio. Conocer estas
situaciones es muy importante, ya que si las deudas que financian al activo no corriente (por ejemplo, una máquina o un
inmueble) fuesen exigibles en un plazo menor de doce meses, no se contará con su liquidez (efectivo) para afrontar su
pago.
• Analizar las ganancias en función de los recursos utilizados (rentabilidad) y cómo se llega a
ese resultado. Esto implica analizar las ventas, los gastos y sus estructuras. Se realizarán varios análisis, por ejemplo, la
rentabilidad que obtiene el ente respecto de las ventas que produce y el nivel de gastos de las actividades de apoyo (gastos
comerciales, de administración y financieros) respecto de estas ventas.

B. Inversores (accionistas de la empresa): Son los dueños actuales de la empresa, pero también se deben considerar los potenciales
dueños (aquellos inversores que desean incorporarse a la organización). Estos asumen el riesgo empresarial, ya que soportan las
pérdidas de la empresa y, por ende, no obtienen ganancias por el capital invertido en esta (compra de acciones o cuotas, por
ejemplo). Este riesgo empresarial hace que centren su análisis en la rentabilidad de la empresa, por lo tanto, los puntos que analizarán
son los que se detallan a continuación.

• El índice de rentabilidad, lo cual implica conocer los valores de rentabilidad históricos y actuales y compararlos para conocer
cómo ha evolucionado y así realizar proyecciones, pero también compararlo con el del sector para conocer si la empresa es
eficiente en relación con las organizaciones del ramo.
• El valor de la acción en el mercado. Los accionistas buscan obtener ganancias a través de la
maximización del valor de sus acciones, por lo tanto, este es el objetivo principal en la administración de empresas.
• Las políticas de distribución de dividendos. Este uno de los principales puntos que deben
analizar los accionistas y los futuros inversionistas, ya que su ganancia se materializa con la cobranza de los dividendos
distribuidos por la empresa. Por lo tanto, analizarán si la distribución es adecuada respecto del capital aportado. Este punto
tiene una relación directa con la rentabilidad de la empresa, ya que los accionistas analizan si la rentabilidad y la distribución
de utilidades (dividendos) están dentro de niveles aceptables en función del riesgo asumido por ellos.

Análisis de ratios económicos


En el análisis de los estados contables se examinan las estructuras de inversión, financiación y resultados. Las dos primeras fueron
analizadas en el módulo anterior: la estructura de inversión comprende el activo de la empresa, y la estructura de financiación se integra
con el pasivo y el patrimonio neto.

En este módulo abordaremos el estudio de la estructura de resultados de la empresa, analizando los resultados obtenidos en la
actividad principal, las actividades de apoyo (gastos comerciales y de administración), las actividades financieras (intereses ganados por
actividades de financiación a clientes e interés) y, por último, el resultado final de la empresa, es decir, la utilidad o pérdida neta o el
resultado del ejercicio.

Recordemos que los usuarios analizan la estructura de resultados y, en particular, los inversores actuales y los inversores potenciales o
futuros dueños, que evalúan la conveniencia de invertir o no en la empresa. Ambos usuarios centran su análisis en la rentabilidad del
ente y consideran los siguientes puntos:

➢ Nivel de rentabilidad: Evalúan el nivel de rentabilidad actual de la empresa y lo compararán con el nivel de rentabilidad de
otros períodos de la misma empresa y con el nivel de rentabilidad del sector. A su vez, lo proyectan a futuro para determinar
qué nivel de rentabilidad pueden esperar en los próximos ejercicios.
➢ Maximización del valor de la acción en el mercado: Este es el objetivo principal en la
administración de empresas para lograr el éxito e implica maximizar el valor de mercado de la empresa.
➢ Política de distribución de dividendos: Para saber si retribuyen en forma adecuada, hay que
tener en cuenta el capital aportado, es decir, que el nivel de rentabilidad sea acorde a la inversión y al riesgo asumido.

El análisis de la estructura de resultados parte del análisis vertical y horizontal (o de tendencias) del estado de resultados. Para
ejemplificar y describir este sistema, utilizaremos un estado de resultados con la determinación de la composición (análisis vertical) y la
tendencia (análisis horizontal).
Para medir la participación de los distintos componentes, al realizar el análisis vertical se toman como base las ventas. Por lo tanto,
Ventas es igual a base 100 % para el análisis de la composición, mientras que, para el análisis de tendencia, el ejercicio anterior (en el
ejemplo del año 2015) es el año base para determinar el porcentaje de aumento o disminución respecto de este. Ambos análisis se
realizan a partir de la segregación de los distintos componentes del estado de resultados:

* Actividad principal: Se analizan las ventas, el costo de ventas y el resultado bruto; este último respecto de su magnitud y
como margen sobre las ventas. Para calcular este margen, se divide el resultado bruto por las ventas del período y, así,
queda expresado el resultado bruto como un porcentaje de las ventas del ejercicio.
* Actividades de apoyo: Se analiza el comportamiento de los gastos de administración y
comercialización, como así también los otros ingresos y egresos.
* Actividad financiera: La actividad financiera genera tanto resultados positivos como negativos, pero en el estado de
resultados se expone en una sola línea, como resultados financieros, el resultado neto de ambos. Los principales resultados
financieros son los intereses perdidos por compras de bienes o servicios y préstamos bancarios y los intereses ganados por
ventas financiadas o préstamos otorgados por la empresa.
* Resultados extraordinarios: Estos resultados se exponen por su efecto neto (positivo o
negativo) en una línea separada, ya que se generan por operaciones o situaciones que no tienen relación con la actividad
principal del ente y, como su nombre lo indica, no se espera que vuelvan a repetirse en el futuro o, si ocurren, no se generan
con frecuencia. Es importante segregar este tipo de resultados para el análisis de los estados contables, ya que de no hacerlo
llegaríamos a conclusiones erróneas sobre las proyecciones económicas y financieras de la empresa, por incluir resultados que
no se repetirán en el futuro.
* Resultado final: Se analiza el resultado del ejercicio en términos de magnitud y
conformación (qué actividad tuvo mayor incidencia en este resultado), como así también en términos de margen sobre las ventas,
como se explicará para el caso del resultado bruto.

Otra forma de estudiar el análisis vertical y horizontal es a través de una división en tres niveles:

a. Primer nivel: Estudia aquello que necesita saber todo usuario respecto de la información económica y financiera, es decir, la
rentabilidad. Analiza el resultado bruto y el margen bruto sobre ventas (ventas y costo de la mercadería vendida para
empresas comerciales, o ventas y costo de los servicios prestados para empresas de servicios) y la utilidad neta y el margen
neto sobre ventas.
b. Segundo nivel: Estudia las ventas y sus márgenes, pero realizando un análisis más profundo que determina cómo se
componen las ventas de las distintas actividades y considerando el resultado extraordinario, que es importante evaluar para
poder realizar proyecciones acerca de su posibilidad o no de repetición en el futuro. También analiza si la rentabilidad de la
empresa se encuentra centrada en la actividad principal, en las actividades de apoyo, o en la actividad financiera, es decir, la
incidencia de cada una esas actividades en el resultado del ejercicio.
c. Tercer nivel: Realiza un análisis detallado buscando determinar el porqué del resultado obtenido; es decir, cómo incide cada
tipo de gasto en el resultado y su participación respecto de las ventas, para comprender cómo se llega al resultado del
ejercicio. Para eso, se analizan las actividades de apoyo, su monto y composición (gastos de administración, gastos de
comercialización y resultados financieros), su incidencia global sobre las ventas, y las cuentas más preponderantes en cada
actividad de apoyo.
Análisis vertical y horizontal del estado de resultados expuesto
Actividad principal

Se percibe un incremento en el nivel de ventas, acompañado de un incremento de menor cuantía en el costo de ventas, que repercute
en un aumento del resultado bruto, tanto en magnitud como en margen.

Actividades de apoyo

Tanto los gastos de administración como los gastos de comercialización aumentaron, pero se observa que el aumento de los gastos de
administración acompañó el incremento de las ventas, por lo tanto, su composición es la misma que en el año 2015, mientras que el
aumento de los gastos de comercialización fue menor respecto de la suba de las ventas, por lo tanto, su composición disminuyó. Esto
indica que, en relación con los gastos de administración, su aumento acompañó el nivel de incremento de las ventas, mientras que los
gastos de comercialización se gestionaron de manera más eficiente, ya que el aumento se dio en menor medida que las ventas

Actividad financiera

En un primer análisis, se advierte que aumentó un 100 % respecto del año 2015. En el año 2015 fue de $2500, mientras que en 2016 fue
de $5000. Esto se corrobora, a su vez, en la composición, ya que pasó del 2,5 al 3,33 % respecto de las ventas. Es necesario realizar un
análisis sobre las compras y su financiación para conocer si la empresa efectúa mayores financiaciones en comparación con el año 2015
y si ese costo financiero (tasas de interés pagadas) se corresponde con la financiación de mercado, para poder tomar decisiones en el
futuro y ser más eficiente en la actividad financiera.

Resultados extraordinarios

No existen en ninguno de los dos períodos bajo análisis

Resultado final

De todo el análisis se puede concluir que hay una tendencia al incremento entre los dos periodos no solo en las ganancias, sino
también en las ventas y sus actividades de apoyo, mientras que la composición, a nivel general, se mantuvo en los mismos niveles,
salvo los gastos de comercialización y el costo de ventas, en los que la empresa fue más eficiente en el año 2016. Los resultados
financieros negativos aumentaron en una menor medida respecto de la mejora de los gastos de comercialización y el costo de ventas,
esto explica por qué el resultado fue mejor en comparación con la composición de 2015. El margen neto fue del 13,33 % para el año
2016, mientras que para 2015 fue del 11,25 %. Estos índices corroboran la mejora en general de la eficiencia en los gastos realizados.

Rentabilidad financiera
la rentabilidad. A través de este análisis, realizamos un estudio de la situación económica de la empresa, en el que el principal examen
se centra en conocer la capacidad de la organización para generar resultados.

Ahora bien, es posible estudiar estos resultados como valores absolutos, observando la ganancia o la pérdida de la empresa, o hacer un
análisis de valores o términos relativos
La rentabilidad puede definirse como la productividad del capital y se determina como la utilidad obtenida por la empresa en un
ejercicio en relación con los recursos de los dueños de la empresa (patrimonio neto), que se emplearon para generarla. Es necesario
profundizar en la composición de esa utilidad, es decir, cómo está compuesta y qué causas la originaron. El análisis de la rentabilidad es
muy importante, ya que las perspectivas de largo plazo de una empresa y, en especial, la situación financiera de largo plazo están
íntimamente influenciadas por las proyecciones de generación de utilidades, en función de los capitales invertidos por los propietarios.

La rentabilidad se mide como un cociente entre el resultado obtenido y la inversión realizada. Si una persona decidiera colocar fondos
en un depósito a plazo fijo, ¿cómo mediría la rentabilidad que este le otorga? Debería dividir el total de intereses ganados por el capital
depositado al constituirlo. Si este mismo análisis se traslada al estudio de la rentabilidad para los socios de la empresa, ¿cuál es el
capital invertido por los socios? En este caso, sería el patrimonio neto y el resultado obtenido es el resultado del ejercicio.

Es importante destacar que el resultado del ejercicio es un concepto dinámico, ya que es un valor que se generó por la acumulación de
resultados durante todo el ejercicio económico, mientras que el patrimonio neto al final del ejercicio es un concepto estático, debido a
que es un valor fijo en un momento dado, es decir, representa la financiación realizada por los dueños de la empresa al cierre de
ejercicio. Esta aclaración es importante, ya que no se deben relacionar magnitudes estáticas con magnitudes dinámicas, de allí que, para
tomar un valor representativo del patrimonio neto, se deba determinar el patrimonio neto promedio = (patrimonio neto al inicio del
ejercicio + patrimonio neto al final del ejercicio sin considerar el resultado del ejercicio)/2.

Este índice indica cuánto gana o pierde la empresa por cada peso invertido por los dueños o los accionistas. Además, debemos aclarar
que muchos utilizan, dentro de la definición de rentabilidad financiera, el patrimonio neto final, es decir, un valor estático. En nuestro
caso, aplicamos un valor más estricto y más certero, como se explicó en el párrafo anterior.

El resultado del índice de rentabilidad debe compararse con la rentabilidad de otras empresas, otras actividades u otras opciones de
inversión, ya que, por sí solo, el índice no tiene utilidad alguna. Para los inversionistas, es necesario contar con la información sobre la
rentabilidad de la empresa, pero necesitan buscar información por fuera de esta respecto de otras opciones de inversiones, por
ejemplo, la rentabilidad de compañías competidoras, la rentabilidad de otras actividades de riesgos similares, la rentabilidad de plazos
fijos, etc., para tomar las decisiones sobre dónde invertir su capital.

Por último, aclaramos una vez más que, para el cálculo de la rentabilidad, se debe excluir el resultado extraordinario y analizar solo el
resultado ordinario, ya que no se espera que los primeros vuelvan a repetirse en un futuro.
Rentabilidad del activo
También es necesario sacar conclusiones sobre si es rentable la empresa respecto del sector o la actividad en la que se desarrolla. Para
este tipo de análisis, se debe determinar la rentabilidad del activo, ya que toma en cuenta todos los recursos que generan un resultado
económico dentro de la empresa, recursos que conforman su activo, también conocido como estructura de inversión.

Este índice indica cuánto gana o pierde la empresa por cada peso de activo. También en este caso se toma el activo promedio, por la misma
razón que se explicó anteriormente en relación con el patrimonio neto.

Con este índice se busca determinar cuán eficiente fue la empresa en la administración o la gestión de sus recursos totales (activo),
independientemente de cómo han sido financiados.

El resultado obtenido como rentabilidad del activo debe compararse con la rentabilidad alcanzada por otras empresas del mismo ramo
de actividad. Si el resultado es mayor que estos índices de distintas empresas del sector, se puede concluir que la empresa bajo análisis
resulta más rentable, pero también es posible establecer que es más eficiente en la utilización de los recursos que el resto del sector. En
caso contrario, será poco rentable y eficiente respecto del sector.

Análisis de ventas
Estructura del estado de resultados
Ratios de la actividad principal
Beneficio neto como porcentaje de las ventas

Este se determina como el beneficio neto o utilidad del ejercicio divido las ventas y luego se lo multiplica por cien para llevarlo a
porcentaje.

Este índice informa qué cantidad de pesos se ganan o pierden por cada peso de venta. Si conociéramos el índice del año anterior,
podríamos hacer una comparación y, si la determinación del índice para este año fuera mayor, nos indicaría que la empresa ha sido más
eficiente en el uso de los recursos en el ejercicio actual en relación con el ejercicio anterior. También podemos utilizar el índice de otra
empresa del sector o ramo de la actividad para conocer si la compañía es eficiente respecto de sus competidores.

Si recordamos lo visto en la lectura anterior, en la que realizamos un análisis vertical y determinamos la composición del estado de
resultado en función de las ventas, podremos recordar que utilizamos esta misma fórmula, pero para toda la estructura de resultados,
es decir, la fórmula es la misma que la del gráfico anterior, solo que se cambia el numerador por la variable que se quiere analizar. De
esta manera, si reemplazamos la utilidad por el costo de ventas, por ejemplo, determinamos el índice de
costo de ventas en porcentaje sobre las ventas y, así, podríamos determinar este índice para los distintos componentes de cada
actividad del estado de resultado.

Resultados de ejercicios anteriores

Debemos aclarar que los resultados de ejercicios anteriores no corresponden al resultado del ejercicio actual, que es el que está en
estudio o análisis, por lo tanto, si este aparece en el estado de resultados, debemos excluirlo para la determinación de los distintos
índices, pero debemos agregarlo a los resultados no asignados de ejercicios anteriores para tener información real, ya que, si no
realizamos este ajuste, tenemos una utilidad mayor o menor que la real.

Es importante que recordemos nuevamente que el análisis de los estados contables y de los distintos índices vistos — y los que aún
faltan analizar— se hace en conjunto para llegar a resultados que tengan en cuenta todas las variables económicas y financieras de la
empresa y su entorno y lograr conclusiones más certeras.

Apalancamiento financiero
El apalancamiento financiero, también conocido como efecto palanca o leverage, se utiliza para determinar si la financiación de los
recursos de la empresa a través de terceros hizo una contribución en la generación de beneficios o ganancias. Sirve para verificar cuál es
la contribución del endeudamiento a la rentabilidad de los recursos propios.

A través de este índice, se puede decir si la empresa, al tomar préstamos (pasivo), genera mayores utilidades, es decir, si estos elevan o
apalancan el resultado de la empresa o la rentabilidad del patrimonio neto.

Otra forma de definirlo es a partir del significado del término apalancar, que, en este caso, significa lograr una rentabilidad mayor que el
costo del financiamiento necesario para desarrollar la actividad.

Si la RE (rentabilidad económica) es > i (costo de financiamiento), la empresa obtiene ganancias mayores que los costos de utilizar fondos
de terceros para financiar los activos.

Si la RE es < i, la empresa obtiene ganancias menores que los costos de utilizar fondos de terceros, es decir, la rentabilidad que producen los
bienes es inferior al costo del financiamiento.

Si la RE es = i, la empresa está ante un escenario de indiferencia, porque las ganancias obtenidas por los activos financiados por terceros
son iguales a los costos de financiar esos activos. En estas condiciones, no conviene financiarse, ya que se traslada la rentabilidad
obtenida por los activos a los acreedores que otorgaron la financiación de los activos generadores de las ganancias.

Si recordamos los índices de rentabilidad, vemos que el numerador es la rentabilidad del patrimonio neto o rentabilidad financiera y el
denominador es la rentabilidad del activo. Por lo tanto, la fórmula del efecto palanca o apalancamiento financiero quedará de la
siguiente forma:
Índice de apalancamiento financiero

Este índice puede dar tres tipos de valores y para cada uno genera una decisión distinta. A continuación, analizaremos cada uno:

Si el efecto palanca es > 1, la rentabilidad financiera es mayor que la rentabilidad del activo (RF > RA). En este caso, la empresa genera
ganancias superiores a los costos de financiarse, es decir, al emplear financiación de terceros, la utilidad generada por los bienes es
superior al costo del financiamiento para adquirir esos bienes.

Si el efecto palanca es = 1, la rentabilidad financiera es igual a la rentabilidad del activo (RF = RA). Este es un escenario de indiferencia,
ya que las ganancias obtenidas son iguales a los costos de financiar los activos generadores de ganancias, es decir, el costo del
financiamiento es igual a la rentabilidad obtenida.

Si el efecto palanca es < 1, la rentabilidad financiera es menor que la rentabilidad del activo. En este caso, la empresa genera ganancias
inferiores a los costos de financiarse, es decir, al emplear financiación de terceros, la utilidad generada por los bienes es inferior al costo
del financiamiento para adquirir esos bienes.

Toda empresa, a medida que se endeuda (toma cada vez más préstamos sin tener cancelados los anteriores), es considerada como más
riesgosa por los acreedores, debido a los posibles problemas de cancelación de los préstamos. Por lo tanto, los acreedores buscan una
mayor rentabilidad, porque tienen mayores riesgos para cobrar sus créditos. Esta situación establece que la empresa tendrá tasas de
interés mayores para financiarse y llegará un punto en el que a la empresa no le convendrá trabajar con más financiación de terceros, es
decir, alcanzará el punto de indiferencia (rentabilidad financiera = rentabilidad del activo).

Veamos un ejemplo para terminar de comprender este índice y sus conclusiones: una empresa que posee un activo de $100 000, un
pasivo de $40 000 y un patrimonio neto de $60 000 genera una utilidad de $12 000 y el costo del pasivo (intereses perdidos) es de
$3000. Para determinar el apalancamiento financiero, debemos establecer la rentabilidad del patrimonio neto (PN) y la rentabilidad del
activo.

Rentabilidad del patrimonio neto = 12 000/60 000 = 0,20 Rentabilidad del activo = (12 000 +

3000)/100 000 = 0,15 Apalancamiento financiero = 0,20/0,15 = 1,33

Con la determinación de un índice de apalancamiento financiero mayor de uno, podemos determinar que el pasivo contribuyó al
aumento de la rentabilidad del patrimonio neto, es decir, la rentabilidad del patrimonio neto es un 33 % superior a la rentabilidad del
activo.

Información que no revela el apalancamiento financiero

no muestra si resulta más ventajoso financiarse con financiación propia (de los propietarios) o de terceros.
No se puede responder de dónde debe provenir la financiación de los recursos, ya que no se considera el costo de oportunidad del
capital propio, es decir, este sistema no genera información sobre si es conveniente dejar de invertir o no en la empresa para invertir en
una actividad alternativa.

El índice del leverage o efecto palanca es mayor de uno, por lo tanto, podemos concluir que es ventajoso utilizar el financiamiento de
terceros para incrementar en un mayor nivel la utilidad de la empresa. En otras palabras, los préstamos tomados por la empresa a una
determinada tasa de interés (costo de financiación de terceros) generan mayores beneficios que su costo.

Es importante recordar que, a medida que la empresa solicite más préstamos para incrementar la rentabilidad financiera, que es la
consecuencia de aumentar las ganancias, el costo financiero se incrementará, ya que, a mayores deudas, mayores riesgos de
insolvencia. Por este motivo, se incrementará la tasa de interés y este aumento va a llegar a un punto en el que la rentabilidad del activo
va a ser igual o superior a la rentabilidad del patrimonio neto, y en tal caso no será conveniente la utilización de recursos de acreedores,
ya que no incrementan la generación de utilidades para los dueños, sino que generan una utilidad menor que la que tendría si no se
tomaran esos préstamos.

Auditoría
La auditoría es un examen selectivo de un objeto, en este caso, los estados contables, que es realizado por una persona o un grupo de
personas independientes del objeto que se analiza. Esto quiere decir que los auditores son independientes respecto de la empresa
emisora de los estados contables y que utilizan determinados procedimientos con el objetivo de establecer si estos cumplen con ciertas
normas o criterios y, a partir de los resultados obtenidos, el auditor o el grupo de auditores emiten un informe sobre las conclusiones a
las que llegaron.

Los principios éticos del auditor se pueden resumir en los siguientes:

1. Independencia: Es la primera condición y la principal de todo auditor y se la puede definir como la actitud de actuar en
forma objetiva y con integridad. La independencia debe entenderse como sinónimo de imparcialidad.
2. Integridad: Es la causa de la confianza que se deposita en el auditor, y para tenerla se requiere honestidad y
confidencialidad
3. Objetividad: Hace referencia a la realización del trabajo de auditoría en forma imparcial, es decir, libre de conflicto de
intereses.
4. Confidencialidad: El auditor solo debe emitir su opinión sin exponer otra información 4 del ente.
5. Conducta profesional.

La auditoría trata de generar y aumentar la confianza sobre la información suministrada por la empresa, en este caso, aumentar la
confianza sobre la información suministrada en los estados contables. A partir de esta necesidad de confianza, podemos decir que la
auditoría es un examen de información por parte de un tercero, ajeno a quien la generó (empresa), pero también ajeno al usuario de
esa información, que establece una determinación con base en su razonabilidad y difunde los procedimientos realizados y los resultados
del examen, con el objetivo de aumentar la utilidad de la información examinada.
Los elementos que se tienen en cuenta para la confiabilidad de la información son los que se detallan a continuación:

A. Gobierno corporativo: Este nombre se utiliza para definir la honestidad, la capacidad y laseriedad de los
administradores de la empresa.
B. Controles internos aplicados en la empresa.
C. Normas contables utilizadas por la empresa.
D. Existencia o no de informes sobre los controles internos y las normas contables.

Tipos de auditoría
Cuando es realizada por profesionales independientes que expresan una opinión sobre la información de los estados contables, se
denomina auditoría externa mientras que la realizada por los empleados de una organización con propósito de control y evaluación de
procesos se denomina auditoría interna. Por último, la auditoría pública es aquella que se desarrolla en organizaciones
gubernamentales.

Auditoría externa Auditoría interna


La auditoría interna es realizada por profesionales que trabajan en la empresa y su función es muy distinta a la de la auditoría externa, ya
que los usuarios interesados son los administradores y los dueños de las empresas. Las tareas que se llevan a cabo son las siguientes:

• Revisión de las operaciones para verificar la autenticidad, exactitud y concordancia con los procedimientos y políticas
establecidos por la empresa.
• Control de los recursos (activos) a través del control de los registros contables y las
comprobaciones físicas correspondientes.
• Revisión de los procedimientos para evaluar si se cumplen y cuál es su efectividad.
• Revisión sobre los procedimientos contables para considerar si fueron llevados a cabo de acuerdo con las normas
contables.
• Investigaciones de fraudes llevados a cabo dentro de la propia empresa.

es un control que mide y evalúa la eficacia de otros controles llevados a cabo dentro de una organización.

Auditoría pública
Es el trabajo de auditoría que se lleva a cabo en organizaciones del Estado nacional, provincial o municipal, y el factor clave para el éxito
de esta actividad es la independencia, ya que, al igual que en todas las auditorías, se debe asegurar que no haya limitaciones en los
trabajos por influencias políticas ni de otra índole. El objetivo principal de este tipo de auditoría es determinar si la información contable
gubernamental está presentada adecuadamente, si muestra de forma razonable la situación del ente y si se cumplió con las normas
legales vigentes en el uso de los recursos de la organización.

Informes de auditoría
Es el medio utilizado por el contador público (auditor) para emitir su juicio técnico, también llamado opinión, sobre los estados contables
que examinó. Este informe expone la conclusión sobre las tareas realizadas y las evidencias recabadas por el auditor.

El informe sigue una estructura establecida por las normas contables y se ubica al final de los estados contables.

En el informe, el auditor expone:

➢ que examinó los estados contables del ente;


➢ cómo realizó la tarea de auditoría, que se basa en determinadas normas;
➢ las conclusiones a las que arribó y la indicación de si los estados contables expresan razonablemente la situación
económica, financiera y patrimonial de una organización de acuerdo con las normas contables vigentes.

Contenido del informe:

1. Título
2. Lugar de emisión
3. Fecha
4. Destinatario
5. Identificación de los estados contables auditados
6. Alcance del examen
7. Aclaraciones previas al dictamen
8. Dictamen, opinión o juicio técnico
9. Firma del profesional

Veamos el punto más importante, el dictamen, en el que el auditor expresa su conclusión sobre los estados contables o se abstiene de
hacerlo e indica si estos fueron preparados por la organización de acuerdo con las normas contables vigentes, que hacen referencia tanto a
la medición contable o la valuación como a los aspectos de exposición.

El auditor, en su dictamen, puede emitir los siguientes tipos de opinión:

i. Favorable: Cuando los estados contables fueron realizados de acuerdo con las normas contables vigentes y
representan razonablemente la realidad de la empresa.
ii. Favorable con salvedades: "Salvo por…, los estados contables representan razonablemente la realidad de la organización".
Es decir, fueron realizados de acuerdo con las normas contables, representan razonablemente la realidad de la empresa,
salvo por determinadas excepciones, las cuales se van a dejar indicadas en forma taxativa.
iii. Adversa: Cuando los estados contables no representan razonablemente la realidad de la empresa o no fueron
elaborados de acuerdo con las normas contables vigentes.
Abstención de opinión: En determinados casos, el auditor no puede recabar todos los elementos necesarios como para emitir
un juicio sobre la razonabilidad de la información. En estos casos, se abstiene de emitir opinión, aclarando en su informe: "No
estoy en condiciones de opinar". Para que aumente la credibilidad de los estados contables, deben estar acompañados de un
informe de auditoría con una opinión favorable. Obviamente, en el caso de que la opinión sea favorable, pero con salvedades,
desfavorable o bien que el auditor se abstenga de emitir opinión, la credibilidad de esos estados contables disminuirá.

También podría gustarte