Subsidio Santísima Trinidad - REVISADO
Subsidio Santísima Trinidad - REVISADO
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12 de junio de 2022
Solemnidad de la Santísima Trinidad
Triduo de la familia en el cierre
del Año de Amoris Laetitia
I. NOTAS EXEGÉTICAS
El texto que nos ocupa en la liturgia de este día está ubicado en la primera de estas siete
colecciones que es una larga exhortación de un maestro a su discípulo. Tiene como eje
central la sabiduría a la que presenta personificada, así como a su oponente, la necedad.
Lo característico de esta primera parte, que a su vez sirve de introducción a toda la obra,
está en que pone como principio del conocimiento el honrar a Dios y de esta forma todos
los proverbios y la sabiduría que pretenden enseñar, aunque a primera instancia se vean
como exclusivamente humanistas en realidad se deben comprender como “honrar al
Señor”.
1
La perícopa 8, 22-31 presenta a la Sabiduría junto a Dios y nos narra que ha participado
en la obra de la creación finalizando con la firme convicción de que el deleite de ella es
estar con la humanidad.
El salmo 8 es en realidad un bello himno que canta la grandeza del Dios creador; está
constituido por dos escenas, la primera es cósmica (1-5) y celebra el poder divino y la
dignidad del hombre; la segunda escena celebra el poder humano y el señorío divino.
El salmista se maravilla de la creación, en este caso del cielo obra de los dedos divinos.
La estabilidad de la luna y las estrellas inspira la pregunta ¿qué es el hombre? Y la
respuesta: es un recuerdo que Dios cuida, es un recuerdo mimado por Dios.
El poeta descubre la grandeza de ser hombre, es casi un Dios, como tal ostenta una
diadema divina entrelazada de gloria y de honor y como soberano está al frente del
universo. Es el canto de un hombre creyente que no se engríe por su poder, sino que
retorna extasiado a Dios una vez que su mirada se ha perdido en los confines de su
reino, el mar infinito.
2
Juan 16, 12-15
Nos encontramos ahora en la segunda parte del evangelio de Juan (13,1 - 21,25), el libro
de la gloria. Justo después de la última cena en la que Jesús ha lavado los pies a sus
discípulos y les ha dado el mandamiento del amor, vienen los discursos de despedida de
Jesús (14,1 – 16,33). La perícopa que nos ocupa hoy se encuentra en el tercero de estos
discursos (16,4b-33), en el que el tema central es el anuncio del Espíritu – Paráclito. Los
versículos 12-15 describen la obra que desarrolla el Espíritu para los creyentes.
Aparece ahora la función del Espíritu Santo: “hablará de lo que oye y les comunicará lo
que está por venir”, él remite hacia adelante, hacia las cosas que aún están por llegar,
así su presencia no marca el final de la historia, sino señala una nueva fase, pues tras la
muerte y glorificación de Jesús, la comunidad de discípulos seguirá guiada por él.
3
Pero ahora, en la plenitud de los tiempos, Jesús es quien con su muerte y resurrección
nos ha hecho pasar del estado de pecado y muerte al estado de gracia y vida, nos ha
hecho justos, y gracias a esta nueva condición entramos en comunión de amor con Dios
Padre.
Inmersos en la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo han hecho todo para
permitirnos llegar a la plenitud de la vida, estar en plena comunión de amor con ellos,
pues somos creados por el Padre (poco inferiores a los ángeles), redimidos por el Hijo
(por la muerte y resurrección de Cristo hemos pasado del pecado a la Gracia), y guiados
por el Espíritu Santo hacia la Verdad plena (les recordará todo lo que les ha transmitido).
4
“Si la familia logra concentrarse en Cristo, él unifica e ilumina toda la vida familiar. Los
dolores y las angustias se experimentan en comunión con la cruz del Señor, y el abrazo
con él permite sobrellevar los peores momentos. En los días amargos de la familia hay
una unión con Jesús abandonado que puede evitar una ruptura. Las familias alcanzan
poco a poco, «con la gracia del Espíritu Santo, su santidad a través de la vida
matrimonial, participando también en el misterio de la cruz de Cristo, que
transforma las dificultades y sufrimientos en una ofrenda de amor». Por otra parte,
los momentos de gozo, el descanso o la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan
como una participación en la vida plena de su Resurrección. Los cónyuges conforman
con diversos gestos cotidianos ese «espacio teologal en el que se puede experimentar
la presencia mística del Señor resucitado»” (A. L. 317)”.
«San Juan Pablo II dedicó especial atención a la familia mediante sus catequesis sobre
el amor humano, la Carta a las familias Gratissimam sane y sobre todo con la Exhortación
apostólica Familiaris consortio. En esos documentos, el Pontífice definió a la familia
“vía de la Iglesia”; ofreció una visión de conjunto sobre la vocación al amor del hombre
y la mujer; propuso las líneas fundamentales para la pastoral de la familia y para la
presencia de la familia en la sociedad. En particular, tratando de la caridad conyugal (cf.
F. C., 13), describió el modo cómo los cónyuges, en su mutuo amor, reciben el don
del Espíritu de Cristo y viven su llamada a la santidad» (A. L. 69).
5
III. SUBSIDIO LITÚRGICO
Monición inicial:
Durante estos días hemos celebrado el “Triduo del amor familiar, vocación y camino de
santidad”, en el cual el Papa Francisco nos invita a dar testimonio del amor en familia –
que es el amor que une, que santifica y que mueve a amar al prójimo. Hoy concluimos
con el envío misionero de las familias.
6
ORACIÓN DE FIELES
1. Por el Papa, los obispos, presbíteros y diáconos, para que guiados por el Espíritu
Santo fortalezcan cada día su misión en la evangelización de las familias. Oremos.
2. Por los gobernantes de las naciones, para que iluminados por la luz de Cristo
busquen la paz y la equidad de sus pueblos y favorezcan el bienestar de las
familias. Oremos.
3. Por las familias de nuestra comunidad parroquial, para que vivan las relaciones
de comunión y amor que nos enseña la Santísima Trinidad y eduquen a sus hijos
con caridad y responsabilidad, fortaleciendo en cada hogar la comprensión, la paz
y la unidad. Oremos.
4. Por las familias que atraviesan situaciones difíciles, para que encuentren apoyo
concreto en nuestra comunidad y, reconociendo a Dios acompañándolos en su
realidad, tengan la certeza de que Él es la esperanza que no defrauda. Oremos.
5. Por las familias jóvenes, para que guiados por el Santo Espíritu puedan asumir
con docilidad la misión de ser testigos de la verdad y constructores del Reino de
amor en el hogar. Oremos.
7
PRESENTACIÓN DE DONES
Se sugiere que cada ofrenda sea llevada por una familia.
Monición: Junto con las ofrendas del pan y el vino, las familias de nuestra comunidad
parroquial te presentan, Señor, estas ofrendas como signo de su compromiso, entrega y
servicio:
• Pan: Te presentamos, Señor, la ofrenda del pan, signo del Pan Eucarístico que
nos anima y conforta en la misión que nos has confiado.
• Vino: Te presentamos, Señor, esta ofrenda, signo del vino nuevo del amor de
Cristo.
• Luz: Te presentamos, Señor, esta luz que representa el Don del Espíritu Santo
que ilumina y fortalece nuestro caminar como familia.
Monición: Al final de este triduo familiar, recordamos que el Señor "Llamó a los doce y
comenzó a enviarlos de dos en dos". Hoy, envía a las familias como discípulas y
misioneras, haciendo un llamado especial a los esposos, madres y padres, para que
tengan una expresión del sacerdocio real en las familias en virtud del Bautismo,
revigorizado en el Matrimonio.
Presidente:
El sacerdote indica a las familias la misión particular que se les encomienda, dentro del
itinerario pastoral de su comunidad puede ser utilizando las siguientes palabras:
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Fórmula de envío:
Señor Jesús, que quisiste llamar a innumerables hijos e hijas de tu Iglesia para colaborar
en la obra de la extensión de tu Reino, como mensajeros de tu amor entre los hombres
y testimonio vivo de tu caridad, concede a estas familias ser misioneras en nuestra
comunidad parroquial con la gracia de ser apóstoles incansables al servicio de tu Reino.
Concédeles tu Santo Espíritu y hazlos dóciles a sus inspiraciones. Haz que sepan vivir
la unidad en el amor a ti y en la perseverancia de la familia de Nazaret. Que María
Santísima les sostenga y anime durante esta misión y durante el resto de su vida. Amén.