El Lobo Y El Perro. Diferencias Y Similitudes. Efectos de La Domesticación

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EL LOBO Y EL PERRO. DIFERENCIAS Y SIMILITUDES.

EFECTOS DE LA DOMESTICACIÓN
El tema de esta ponencia va enfocado a comprender mejor el comportamiento del perro. Para ello
es imprescindible responder a una pregunta ¿que es el perro? Todos sabemos que el perro es un
ser especial y para muchos es nuestro mejor amigo. Quizás uno de los motivos para explicar este
sentimiento y este vínculo hacia el perro y que responde a la pregunta planteada es que el perro es
una creación del hombre.
El resultado del proceso de domesticación (llevado a cabo por el hombre) , de la cría selectiva
realizada por el hombre y también el hecho de haber incorporado el perro a nuestras vidas como
animal de compañía, han marcado las diferencias físicas y de comportamiento entre el lobo y el
perro.

ORIGEN
El perro hace miles de años no existía, apareció tras un proceso realizado por el ser humano,
llamado domesticación. Ese proceso se realizó a partir de su antecesor salvaje.
-Uno de los interrogantes que hasta hace poco no tenía respuesta clara era sobre quién fue ese
antecesor.
En un principio se pensaba que las razas de perros provenían de distintas especies de cánidos y la
teorías más difundidas fue la enunciada por el etólogo austríaco Konrad Lorenz (1903-1989),
Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1973, quien sostenía que la mayoría de las razas caninas
descendían del chacal dorado (Canis aureus) mientras que sólo algunas de ellas descendían del
lobo(Canis lupus). Esta teoría estaría sustentada por varios hechos concretos. Uno de ellos es que
tanto el chacal como el lobo presentan el mismo número de cromosomas (material genético) que el
perro, que por apareamiento se pueden obtener híbridos fértiles y que esta interfecundidad entre
especies permitiría explicar la variedad de las razas actuales. Otro de los hechos es el notable
parecido físico del chacal con algunas razas de perros, su facilidad para coexistir con el hombre y su
tendencia a ladrar ante determinadas circunstancias. Esta teoría fue refutada en su día por varios
estudios.
La teoría aceptada en la actualidad entre la mayoría de los científicos considera al lobo como al
único antecesor salvaje del perro. Más aún, algunos científicos sostienen que el perro no es una
especie diferente del lobo sino una subespecie. Por este motivo, en algunas publicaciones científicas
ya no aparece el perro con su denominación usual de Canis familiaris, sino como Canis lupus
familiaris, afirmando que el perro tal como lo conocemos en la actualidad no es otra cosa que un
lobo doméstico. De hecho en 1993 la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica recalificó a
los perros como una variante de lobo, cambiando su nombre científico de Canis Familiaris a Canis
Lupus Familiaris. Aunque hoy en día existe controversia con este tema.
Sin embargo, esto no significa que lobos y perros presenten exactamente el mismo comportamiento.
Ambos comparten patrones básicos, pero también existen notorias diferencias que aparecieron
durante el proceso de domesticación (que veremos más adelante.)
-Otro de los interrogantes que generan algunas discusiones en el ámbito científico es respecto de
cuál de todas las clases de lobo fue la que dio origen a su congénere doméstico. En este aspecto
existen básicamente dos tipos de lobos. La hipótesis más sólida sostiene que los lobos del norte
serían los antepasados más probables de las razas caninas nórdicas mientras que el lobo de la
India lo sería de las demás razas caninas. También existe una alta probabilidad de que después del
origen del perro hayan continuado existiendo apareamientos entre perros y lobos, lo cual podría
haber producido mayor variabilidad entre los animales. Esta última sería una de las razones
principales que explicarían el porqué de la diversidad de razas caninas que existen en la actualidad.
-Finalmente, otro de los interrogantes o respuestas más buscadas por los científicos se refiere a la
antigüedad que tendría el perro en nuestro planeta, es decir, cuando se produjo esa domesticación y
donde.
DOMESTICACIÓN
Varios estudios recientes han dado pasos importantes para conocer el linaje que llevó a
determinados lobos a convertirse en perros hace miles de años. Pero la controversia sigue abierta.
Averiguar cómo entraron los perros en nuestra sociedad es una tarea que se ha mostrado difícil para
la ciencia y ha generado intensas discusiones.
Las razas de perros actuales contienen tal remix genético, fruto de innumerables cruces que han
sufrido, que es muy difícil desandar el camino de la evolución. Varios estudios buscaron trazar su
árbol genealógico investigando familias genéticas después de analizar el ADN de cientos de razas
de cánidos actuales.

*El primero de estos estudios, en 2002, concluía que los primeros perros domesticados
debieron surgir en algún punto de Asía, en lo que actualmente es China, hará unos 15000 años.

*Posteriormente, en 2010 se publicó otro estudio que incluía el análisis de 900 perros y 400
lobos de distintas razas, para tratar de encontrar el origen de esta domesticación. Ese trabajo
defendía que el origen más probable era Oriente Medio, donde se tienen referencias arqueológicas
de perros domesticados de hace 12.000 años . ”Los perros parecen compartir más similitud genética
con los lobos grises de Oriente Medio que con cualquier otra población de lobos en todo el mundo”,
dijo el investigador de UCLA Robert Wayne, quien firmaba ese estudio, que indicaba que el 80% de
las razas de perros son razas modernas que han evolucionado en los últimos cientos de años,
aunque haya algunas que se remontan a miles de años.

Finalmente dos investigaciones publicadas en 2013 nos arrojan más luz sobre estos enigmas:

-El primer estudio del 2013 de la Universidad sueca de Uppsala ha identificado varias
diferencias genéticas entre lobos y perros que fueron determinantes para su domesticación,
relacionadas con el desarrollo del sistema nervioso y con el metabolismo del almidón. Este equipo
internacional de investigadores cree haber encontrado pruebas sobre cómo se produjo el primer
acercamiento entre perros (entonces aún lobos) y humanos. Según ellos, comenzaron a acercarse a
las poblaciones humanas para escarbar en las basuras en busca de comida con la que completar su
dieta. Esta hipótesis la han planteado los investigadores después de analizar secuencias completas
de los genomas de 60 perros domésticos de 14 razas con 12 lobos de distintas partes del mundo. El
análisis sugiere que, por un lado, la diferenciación incluyó unos cambios de comportamiento en los
que se favoreció la selección de rasgos como una menor agresividad y menos miedo a las
personas, y por otro, el incremento en la expresión de una enzima que facilita la digestión del
almidón y con él los cereales que podían producir las primeras sociedades agrarias.
Este planteamiento no descarta que antes del desarrollo de la agricultura, los nómadas no
capturasen lobeznos para educarlos como guardianes o cazadores. Sin embargo, sugiere que, en
los orígenes de la revolución agraria, la aparición de restos de alimentos ricos en almidón en las
inmediaciones de los poblados humanos atrajeron a los lobos convirtiendo estos espacios en lugar
de encuentro entre los humanos y los lobos más sociables y que este acercamiento favoreció la
domesticación.
Erik Axelsson, investigador de la Universidad de Uppsala y líder del estudio, aclara que no cree que
hubiese mucha comida disponible en aquellas basuras neolíticas. “Creo que algunos lobos eran
buenos complementando su dieta normal con los restos de estas basuras. Quizá esta capacidad fue
muy importante para estos lobos e hizo que tuviesen éxito”, explica Axelsson. Además, “para poder
acceder a ese alimento que era importante para ellos, los lobos tenían que ser tolerantes al estrés
(no salir corriendo cuando los humanos se acercasen)”, añade. De esta manera, poco a poco, los
lobos perdieron tamaño cerebral y redujeron el de sus dientes, mientras mejoraban su capacidad
social y se empezaban a ganar el apelativo de mejor amigo del hombre.
Este estudio señala que la domesticación de los perros llegó de la capacidad de ciertos lobos para
procesar el almidón de los cereales, que fue sustituyendo en los basureros humanos a una parte de
su dieta carnívora.
-Y el segundo estudio publicado en noviembre del 2013 en la revista Science. Los
investigadores biólogos de la universidad de UCLA de este último estudio entre los que se
encuentra el ya citado Wayne ponen el objetivo en el estudio del ADN mitocondrial de cánidos
prehistóricos: el libro genético de fósiles de los primeros perros y de razas de lobos extintas tenían la
clave para desenmarañar esta evolución tan fructífera. Este grupo internacional de investigadores
incluyeron en la coctelera lobos y coyotes modernos, perros actuales de muy diversas razas, pero
también 18 muestras fósiles de canis antiguos, desde el primer fósil de tipo perro, de Bélgica y hace
31.000 años, hasta 10 tipos de lobos de hace miles de años.
Las conclusiones de este estudio son sorprendentes: los perros comenzaron a domesticarse
en Europa central y fue mucho antes de lo pensado, entre 18.800 años y 32.100 años, aún en el
último periodo glacial, en Paleolítico Superior (40-30 000 antes del presente (AP) y el 12-10 000 AP).
Y ya estaban integrados con los humanos hace 15.000 o 20.000 años, antes de que se desarrollara
la agricultura. Los perros domésticos son la culminación de un proceso que se inicio con los
cazadores-recolectores europeos y los cánidos con los que interactuaron y no como parte del
desarrollo de las comunidades sedentarias basadas en la agricultura. Los análisis genéticos
revelaron que los perros modernos están estrechamente vinculados con los cánidos prehistóricos
cuyos fósiles fueron desenterrados en Europa. Este parentesco es mayor que el que existe entre los
cánidos prehistóricos europeos y los lobos asiáticos, lo que mostraría que el origen de los perros
está en la domesticación de los lobos de Europa y no de Asia. Si hubo otros casos anteriores o en
otros lugares, como parecen atestiguar los fósiles, fueron intentos fallidos. Pero, en todo caso, el
estudio consolida un concepto revolucionario: El perro fue el primer y único animal domesticado
antes de la agricultura.
Hay que entender que la domesticación de los perros fue un proceso gradual. En principio,
los lobos merodeaban alrededor de los campamentos de los cazadores-recolectores del Paleolítico
para aprovechar los restos de comida que dejaban los humanos. En contrapartida, los humanos se
beneficiaban de que la presencia de los lobos alejaba a otros depredadores. Poco a poco, los lobos
se adaptaron a una dieta más rica en almidón, y así pudieron prosperar alimentándose de los
desperdicios de los primeros asentamientos humanos. Lobos y hombres fueron habituándose
progresivamente a la presencia del otro, hasta que los humanos comenzaron a alimentar
directamente a los lobos, a adiestrarlos, a criarlos y a seleccionarlos para diversas tareas

Como se mencionó anteriormente, el proceso por el cual el lobo se convirtió en perro se


denomina domesticación. La domesticación es un proceso activo llevado a cabo por el ser
humano, que consiste en la crianza y reproducción selectiva, durante cientos de generaciones, de
especies de animales salvajes con el propósito de acentuar una serie de características deseadas.
Los cambios ocurridos en los animales durante este proceso son de tipo morfológico, fisiológico y de
comportamiento.
No hay que confundir el concepto de domesticación con el de amansamiento, amansar a un
animal es lograr disminuir su tendencia a escapar o atacar al ser humano. Esto es así porque el
amansamiento ocurre a nivel del individuo y en relación con su propia experiencia, mientras que la
domesticación ocurre a nivel de una especie en su conjunto. Además los cambios obtenidos durante
la domesticación se transmiten a las sucesivas generaciones, a diferencia de lo que sucede con el
amansamiento, proceso que ocurre en un animal y no se transmite a su descendencia.
El conocimiento de la diferencia existente entre domesticación y amansamiento es de vital
importancia para comprender cómo el lobo se convirtió en perro. La interacción entre ambas
especies durante la primera etapa de la vida produjo la sociabilización de los lobeznos con el ser
humano y, por consiguiente, su amansamiento en estado adulto. Estos animales amansados eran
morfológicamente indistinguibles de sus congéneres salvajes pero ya acompañaban al ser humano,
su compañero adoptivo, en las cacerías.
Debido a que los lobos poseían una capacidad auditiva mucho mayor que los humanos,
detectaban los peligros para el campamento mucho antes, por lo que seguramente empezaron
también a ser utilizados como centinelas. A cambio de estos servicios estos lobos comenzaron a
recibir alimento, agua y otro tipo de cuidados. De esta forma la competencia entre ambas especies
dio paso a la colaboración.
Este nuevo vínculo se estrechó aún más debido a que además de compartir la misma estrategia
para la obtención del alimento, hombres primitivos y lobos poseían otras características en común.
Tanto unos como otros poseían estructuras sociales muy complejas y parecidas. Los humanos
convivían en grupos y los lobos en manadas, donde cada individuo desempeñaba un rol específico.
Ambas especies establecían un territorio al que defendían y ambas formaban un estrecho vínculo
entre el macho y la hembra de tipo monogámico. En los dos casos los individuos jóvenes eran
cuidados por todo el grupo, dentro del cual había una relación de parentesco. Finalmente, tanto en
uno como en otro las formas de comunicación se basaban en expresiones faciales y posturas
corporales.
De todo lo explicado se deduce que al comienzo del proceso de domesticación no existía un
propósito concreto por parte del ser humano, por lo que los primeros pasos fueron relativamente
muy simples. De hecho en un principio no hubo ningún tipo de selección ni apareamientos
controlados por el hombre, por lo que muchos de los lobos amansados continuaron apareándose
con sus congéneres salvajes.
Sin embargo, todo indica que el proceso se tornó mucho más complejo cuando comenzaron
la crianza y los apareamientos en cautividad. A partir de ese momento surgieron las diferencias
morfológicas entre estos animales y sus parientes salvajes. Por ejemplo, cualquier variación que
apareciese en el color del manto producto de una mutación genética podía permitir identificar a un
animal del otro; como consecuencia, esta característica era privilegiada y por lo tanto seleccionada.
A partir de ese momento los animales comenzaron a ser mucho más dependientes de los humanos
y se redujeron notablemente las posibilidades de apareamientos con animales salvajes.
Con el surgimiento de la agricultura, la protección de la propiedad cobró gran importancia y se
empezaron a seleccionar a los individuos más aptos para cumplir con esa función. Esto marcó los
comienzos de los planes de apareamiento destinados al desarrollo de las diferentes razas de perro.
Probablemente eso sucedió en la antigua Grecia y en el Imperio Romano hasta su caída. Por ese
entonces los perros debían cumplir ya diferentes funciones, lo cual explica la presencia de tres tipos
diferentes de perros:
1. los perros pastores, de tamaño mediano;
2. los perros de guardia, de mayor tamaño;
3. los perros de caza, más pequeños y de patas cortas.
Más tarde en Europa, hacia fines de la Edad Media, comenzaron a crearse y desarrollarse
diferentes razas de perro, aunque por ese entonces no existían más de una docena de razas
caninas distintas. Por supuesto en ese momento el apareamiento con animales salvajes era
altamente indeseable e incluso el hombre ya los perseguía y los exterminaba.
Después de la Revolución Industrial se dejó de utilizar perros en las diferentes tareas que hasta
ese momento venían desempeñando. A partir de entonces prosperaron las competencias
protagonizadas por los perros llamados "de exposición". Estas competencias surgieron en el siglo
XVIII y fueron reglamentadas en el siglo XIX. Sólo a partir de este momento y debido a la gran
variabilidad genética que poseía el perro, comenzaron a proliferar las más de cuatrocientas
diferentes razas caninas que hoy conocemos y que compiten en numerosas exposiciones.
Hace todavía menos tiempo apareció la categoría de perros de compañía, cuya principal función, tal
como su nombre lo indica, es acompañar a los seres humanos a cambio de alimento, afecto y
cuidados diversos. Esta nueva forma de relacionarse demuestra que aquel contrato de cooperación
entre ambas especies todavía hoy permanece vigente.
Conclusión:
Para que el lobo llegara a convertirse en perro tuvieron que darse dos procesos diferentes. Suma
de dos procesos:
Primero, lobos que muestran menos miedo al hombre se aproximan a asentamientos nómadas a
buscar en los restos de cacerías o de animales heridos. Estos lobos con el paso del tiempo
adquieren función de centinela alertando de la llegada de invasores (animales o humanos).
Gradualmente la selección natural y deriva genética empezó a diferenciar estas poblaciones de las
salvajes.
En segundo lugar, una vez que los humanos tuvieron interacción directa con los lobos empezaría un
proceso cultural. Cachorros preseleccionados fueron adoptados como mascotas y sociabilizados
con humanos: inconscientemente fueron seleccionados para disminuir el comportamiento de huida e
incrementar la sociabilidad. La selección de estos rasgos lleva asociados cambios morfológicos y
fisiológicos a través de poligenes que gobiernan procesos y patrones de desarrollo.
DIFERENCIAS ENTRE EL LOBO Y EL PERRO
Es cierto que el perro tal como lo conocemos hoy día comparte con su antecesor salvaje, el lobo,
patrones básicos de comportamiento, pero a lo largo del proceso evolutivo que denominamos
domesticación se produjeron cambios morfológicos, fisiológicos y comportamentales que hicieron
que el perro se diferenciara del lobo.

El fenómeno más importante de la domesticación es la neotenia.


La neotenia se define como la retención de caracteres juveniles en la edad adulta.
La clave para domesticar exitosamente al lobo, parecía ser el hecho de que ellos retienen
características juveniles e incluso fetales en el adulto. Según parece, a lo largo del proceso de
domesticación los seres humanos han seleccionado –de forma consciente o no- aquellos individuos
que mostraban una serie de rasgos de conducta propios de los animales jóvenes, tales como la
docilidad, la capacidad de adaptarse fácilmente a nuevos ambientes y la tendencia a jugar, entre
otros. Los lobos jóvenes muestran una conducta sumisa, no agresiva, necesitada de atención, y son
menos temerosos a los extraños, con una baja respuesta a las presiones a las que son sometidos.
Los animales adultos que poseen estas características pueden tener menos probabilidades
de sobrevivir en un ambiente salvaje, pero se encuentran perfectamente adaptados para vivir en un
ambiente humano. Al seleccionar animales lo suficientemente mansos como para ser domesticados,
los humanos estaban seleccionando inconscientemente estas características que hemos
mencionado. Por muchas generaciones, la selección humana de los rasgos en los animales que
fueran de mayor beneficio para ellos, debe haber resultado en una evolución animal que difería del
lobo salvaje tanto en su conducta, como en su morfología o fenotipo. El resultado de este proceso
es que el perro doméstico adulto muestra un comportamiento similar al de un lobo, pero no al de un
lobo adulto, sino al de un lobo joven. Este es el fenómeno que se conoce técnicamente como
neotenia y se define como la retención de caracteres juveniles en la edad adulta, que hace que los
animales sean más tratables y fáciles de manejar. Los factores genéticos influyen sobre el nivel de
neotenia de los individuos manteniéndose tanto en la conducta como en el fenotipo (conjunto de
caracteres morfológicos, funcionales, bioquímicos, conductuales, etc. que presenta un ser vivo), es
decir, la neotenia afecta a los caracteres morfológicos y a la conducta.
Además, existen algunas evidencias que indican que las diferentes razas de perros difieren
en su grado de neotenia, de modo que algunas tendrían un comportamiento más "infantil" que otras.
Así, por ejemplo, las razas nórdicas estarían entre las menos neoténicas y, por lo tanto, su
comportamiento sería más parecido al de un lobo adulto que el de la mayoría de razas de perros.
La neotenia produce cambios en el desarrollo del perro como un retraso en el período
sensible de sociabilización, y otros morfológicos y fisiológicos que lo hacen distinto del lobo, siendo
los más importantes, los que se refieren a las alteraciones en el color del manto, orejas caídas y la
aparición de dos ciclos estrales al año frente al único que sufre la loba en primavera.
Vale la pena recalcar nuevamente que los cambios morfológicos, fisiológicos y comportamentales
ocurridos durante la domesticación no fueron producto de un cambio individual, sino de un largo
proceso evolutivo en el que se vieron involucrados el hombre, el lobo y el perro.
Por lo tanto, “El perro se asemeja a un lobo que nunca alcanzará la madurez”.

CAMBIOS MORFOLÓGICOS
Los primeros resultados de la domesticación consistieron en la aparición de un tipo de perro de
menor tamaño que el lobo, con dientes más pequeños y mandíbulas menos potentes. La reducción
general del tamaño del cuerpo es una característica de la domesticación y puede estar relacionada
con las carencias dietéticas originadas por el cautiverio al que fueron sometidos estos animales.
Sin embargo, una de las consecuencias más importantes de la domesticación es que los animales
obtenidos por este proceso muestran una gran variabilidad intraespecífica.
Para que se pueda encuadrar la teoría de la domesticación del lobo con la aparición de tantos y tan
variados descendientes, ésta tuvo que llevarse a cabo en varios lugares y al mismo tiempo. Esto
implicaría una variabilidad de morfología, fisiología y comportamiento llevando al “Canis lupus
familiaris” a la diversificación en multitud de razas adaptadas al medio donde se movía su
compañero humano.
Esto permitió que aparecieran razas caninas de tamaños sumamente diversos, a través de un
proceso selectivo que abarcó a numerosas generaciones de perros. Es así que hoy en día podemos
observar desde perros del tamaño de un chihuahua hasta del de un gran danés.
Las diferencias morfológicas también se manifestaron en el sistema nervioso central. El
animal doméstico presentó una disminución del peso del cerebro y una reducción del volumen del
cráneo. Por ejemplo, este cerebro es de 150 a 170 centímetros cúbicos en el lobo y supera en al
menos 30 centímetros cúbicos al de la mayoría de los perros; mientras el tamaño promedio del
cerebro del lobo es al menos un sexto más grande que el de un perro de similar estructura física.
Existen otras diferencias morfológicas: los lobos tienen un hocico más largo que muchas
razas de perros conseguidas por selección artificial, al buscar que la mordida del perro sea más
potente y las mandíbulas hagan más presión. Los lobos adultos no tienen las orejas caídas, tienen
las orejas erguidas, como los perros pastores o los perros nórdicos, sin embargo, los cachorros de
lobo si las tienen caídas, pero en cambio muchos perros empleados en caza tienen las orejas
caídas, lo cual da mayor predisposición a padecer otitis.

CAMBIOS FISIOLÓGICOS
Las diferencias más importantes entre lobos y perros respecto a la fisiología tiene relación con la
reproducción, en parte por la selección de animales con caracteres juveniles de poca agresividad y
mayor tolerancia hacia el hombre.
La madurez sexual, los lobos por norma general es a los 22 meses de edad, el 2º año.
Mientras que en el perro la madurez sexual se suele alcanzar el primer año de edad. En cuanto al
tiempo entre estros, las lobas entran en celo 1 vez al año y los perros suelen entrar 2 veces al año.
Las lobas en cuanto al celo tienen un ajuste muy importante con el fotoperiodo, suelen entrar en
invierno todas, mientras que en los perros hay una asincronia total, pueden criar o tener el celo en
cualquier época del año.
La duración del celo es mayor en los lobos que en los perros. Por ejemplo, el proestro en
cautividad en los lobos viene a durar 15 días y en libertad puede durar 45 días, entre 15 y 45 días
Mientras que la duración media para las perras es de 9 días.
El estro es cuando las hembras están receptivas. En los lobos dura un tiempo medio de 9-15 días,
mientras que en las perras es una media de 7 días En una población el estro puede durar un mes,
en la población, no en cada individuo.
Y por último el diestro es igual en lobos y perros, 60 días
Tanto en hembras de lobo como de perro que entran en diestro pero no se quedan preñadas pueden
padecer una pseudogestacion (embarazo psicológico). Las lobas pseudogestantes pueden tener
leche en las mamas pero esta leche no es funcional.
También hay diferencias en el celo de los machos. Los lobos machos entran en celo en sincronía
con las hembras, en invierno, una vez al año. Los perros machos prácticamente están en celo todo
el año. Hay estudios donde se han medido varios parámetros biológicos como el nivel de
testosterona, el peso testicular y del epidídimo de lobos y perros machos y se comprobó que en los
lobos alcanzan un valor máximo en los meses de invierno pero en los perros eran valores altos de
estos 3 parámetros durante todo el año.
La gestación dura como media tanto en lobas como perras 63 días.
Ya que hablamos de celo y gestación, aprovechamos para decir que el comportamiento sexual
también presentó algunos cambios de importancia. Los componentes iniciales del cortejo, que
constituyen una parte muy importante del comportamiento sexual del lobo, muchas veces son más
reducidos o incluso inexistentes en el perro. Otra característica que presentan los lobos es la
monogamia. Aunque los perros muestran preferencias en el momento de la elección de la pareja
sexual, resulta muy frecuente observar animales que muestran una mínima selectividad en este
aspecto. Todas estas modificaciones en el comportamiento sexual han traído como consecuencia
más relevante un incremento de la actividad sexual durante el proceso de domesticación.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
También hay diferencias en cuanto a la organización social.
En cuanto a la unidad social, los lobos viven en manadas y estas manadas son unidades
familiares. La estructura básica de una manada es un lobo, una loba y sus hijos descendientes de
varios años. A veces puede producirse la incorporación de un individuo no emparentado
genéticamente pero son casos puntuales, lo normal es que sea una unidad familiar, padre, madre y
los hijos de varios años.
Nosotros tenemos perros como mascotas y no tienen una estructura social porque vive el perro con
la persona. Pero en casos en los que se forman grupos de perros, perros asilvestrados o perros
vagabundos se ha visto que no es una estructura social igual son grupos de perros y perras que se
juntan sin relación de parentesco y no forman una unidad familiar como las manadas de los lobos.
En cuanto a la reproducción, partimos de la base que una manada de lobos, es una pareja con sus
crías. Solamente se reproduce la pareja alfa, es decir, la pareja dominante. Mientras que en los
perros todas las hembras crían y se forman distintas parejas.
En las manadas de lobos todos los individuos participan en el cuidado de los cachorros, mientras
que en los perros, cada perra cuida de sus cachorros y no se produce este cuidado cooperativo,
realmente en la domesticación lo que hace el hombre es hacerse cargo, cuidar de esos cachorros
entonces esta cualidad de cuidado cooperativo desaparece porque no tiene sentido en los perros.
Cuando se forma un grupo de perros salvajes al criar todas las hembras y criar dos veces al año se
podría pensar que sacaran muchos mas cachorros adelante que una manada de lobos pero
realmente el éxito reproductivo de las manadas de lobos es mayor porque en la de perros al no
haber sincronía con el fotoperiodo muchas de las camadas de perros se producen en circunstancias
climatológicas muy adversas y al no haber ese cuidado cooperativo al final por termino medio, la
productividad de esos grupos de perros es menor que en las manadas de lobos.
En cuanto la estructura social hablamos de la jerarquía que existe en las manadas. Uno de los
inconvenientes que conlleva la vida en grupo es la aparición de conflictos por la posesión de un
recurso, especialmente cuando éste es escaso. Los lobos acostumbran a competir por recursos
como el alimento o la posibilidad de aparearse con un animal en concreto. Si cada vez que dos
miembros de la manada entrasen en competencia tuvieran que luchar para elegir un ganador, las
peleas serían continuas, con los inconvenientes obvios que tal situación supondría.
La jerarquía es un sistema de organización social por el que se establece un orden de prioridad a la
hora de acceder a un recurso, evitando con ello la utilización continua e innecesaria de la violencia.
La jerarquía o poder dentro de la manada está definida por el macho alfa. En los perros esta
jerarquía se ha rebajado ya que se ha perdido esa estructura social.

Un rasgo muy característico de los lobos es la agresión ritualizada.


Cuando se produce una situación de conflicto, el individuo dominante demuestra su estatus ante el
sumiso a través de toda una serie de señales comunicativas, fundamentalmente de tipo visual. Ante
estas manifestaciones de poder, el otro animal reacciona dando gestos de sumisión, quedando
resuelta la disputa.
El proceso de formación de jerarquías se basa en la existencia de un lenguaje ritualizado.
Los rituales de agresión, juego, y jerarquía se aprenden durante las primeras fases de vida y durante
este tiempo aprenden a comportarse y a controlarse. La agresión está ritualizada con el fin de evitar
que las agresiones sean graves, ya que un animal herido no es útil para la manada.

Como hemos dicho la agresión ritualizada está muy marcada y definida en los lobos, sin embargo en
los perros se ha rebajado mucho porque el hombre interviene en los conflictos. Cuando se produce
un conflicto entre perros, no solo el hombre interviene durante el conflicto también interviene antes y
después, esto provoca que se relajen esas pautas de comportamiento y desaparezcan en los
perros.

Territorialidad

Antes de hablar de las señales visuales en cuanto el marcaje territorial, definir la


territorialidad como una forma de agresión, pautas de comportamiento agonísticos a nivel de
manada en la que se defiende el territorio frente a otros congéneres que puedan competir con ellos
por los recursos existentes en la región La defensa raramente es de lucha real, normalmente los
limites se fijan por marcas o señales visuales, olfativas o acústicas
El marcaje territorial cumple determinados fines: defensa del territorio, orientación,
identificación del estatus del individuo, reconocimiento y comunicación sexual, utilizándose para ello
señales tanto de tipo químico como de tipo visual, siendo ésta últimas un refuerzo de las primeras.

COMUNICACION VISUAL
Los lobos tienen un repertorio de señales visuales para transmitir información Y la expresión facial
de los lobos transmite mucha información, en los perros no transmite exactamente la misma
información esa expresión facial. Y en cuanto las señales visuales las diferencias más importantes
entre lobos y perros es que mientras que en los lobos esas señales que indican dominancia las
exhiben generalmente los individuos dominantes en los perros las exhiben prácticamente todos
porque todos en cierta manera se sienten dominantes.
En cuanto al marcaje territorial, las señales visuales más destacadas son las posturas que
hacen los individuos al orinar, es una señal del estatus social del individuo dentro de la manada.
Cuando ves a los perros machos levantar la pata para orinar, esa postura es una señal visual de
dominancia. Los machos lo hacen erguidos y las hembras en cuclillas pero también levantan un
poco la pata. El objetivo de esto es dejar la señal porque aparte de ser una señal visual que los otros
individuos de la manada saben y entienden que esos individuos son dominantes, también
levantando la pata dejan la señal a la mayor altura posible para que un posible rival o un intruso se
dé cuenta del tamaño del individuo por la altura a la que deposita esa señal.
Otra señal importante de marcaje territorial es cuando hacen rascaduras, habréis visto a los
perros que después de orinar rascan el suelo, eso es una señal, funciona como señal visual, si ves a
un perro haciendo eso sabes que es dominante y si ves las marcas en el suelo también, pero no
solo señal visual también es señal olorosa porque dejan sustancias que tienen las glándulas
interdigitales. En cuanto a las señales visuales se realizó un estudio para ver este repertorio de
señales que exhiben los lobos y compararlas con los perros, que señales retienen los perros y si
todos los perros retienen las mismas señales. Se comparó las señales visuales de los lobos con 10
razas de perros y se comprobó que los perros que físicamente se parecen más a los lobos retienen
muchas mas señales visuales que los perros de razas que se parecen menos. Los autores de este
estudio sugieren que rasgos físicos de fenotipo están estrechamente ligados a rasgos
comportamentales como son la emisión de señales visuales.

COMUNICACION OLOROSA
Los lobos para marcar su territorio, utilizan tanto el marcaje oloroso como el visual: marcaje
con la orina, las rascadas en el suelo y secreciones de las glándulas anales, generalmente
depositadas sobre las heces
Hemos comentado ya las señales visuales relacionadas con el marcaje oloroso, los lobos
utilizan tanto el marcaje visual como el oloroso: marcaje con la orina, las rascadas en el suelo,
levantar pata, también secreciones de las glándulas anales, generalmente depositadas sobre las
heces.
Pero no todas las veces que los perros o los lobos hacen sus necesidades, orinan o defecan
están emitiendo señales olorosas. También hacen sus necesidades simplemente para liberar la
vejiga, siendo considerado una simple micción o excreción. El marcaje oloroso es solo si
previamente hay una inspección olfativa del terreno o si estas señales se depositan en sitios
elevados, caminos al borde del territorio, en puntos estratégicos del territorio (cruces de caminos)
donde la probabilidad de ser detectados por otros congéneres es mayor.
Al igual que en las señales visuales, en las manadas de lobos este marcaje oloroso lo realiza la
pareja dominante, la pareja alfa, mientras que los perros, todos los perros marcan el territorio en su
condición de individuos dominantes.
COMUNICACION ACÚSTICA
En cuanto la comunicación acústica, el repertorio vocal de una especie es el numero de señales, de
tipos definidos de señales que emite esa especie.
Básicamente se pueden agrupar las señales acústicas que emiten los lobos en 4 grandes tipos, los
aullidos, los ladridos, los gruñidos y los gemidos-quejidos que son vocalizaciones afiliativas de tipo
armónico Los lobos y los perros tienen el mismo repertorio en cuanto a número de señales, lo que si
hay diferencia es en la frecuencia con la que emiten esas señales y fundamentalmente en dos tipos
de vocalizaciones, los aullidos y los ladridos.
En cuanto a los aullidos, los lobos por norma general aúllan más que los perros. Los lobos
viven en estado salvaje, viven libres, en grupos, no están siempre juntos, entonces es una señal
idónea para transmitir información a larga distancia.
Tienen dos funciones básicas los aullidos, una es la de evitar que se aproximen lobos de distintas
manadas, separación de individuos de distintas manadas, defensa del territorio y la otra es la de
juntarse, reunirse los individuos de la misma manada, estas son las dos principales funciones que
tienen los aullidos. En los perros evidentemente al vivir en nuestra casa con nosotros han perdidos
esa función
Dentro de los aullidos, un tipo de vocalización es el coro de aullidos, esto es cuando un individuo de
la manada empieza a aullar y a emitir otro tipo de vocalizaciones y al final se forma un característico
coro de aullidos. No hay estudios para ver si perros que vivan salvajes emitan coros o no, aunque
hay determinadas razas como los perros de trineo, los esquimales que emiten bastantes coros de
aullidos.
Y el otro tipo de vocalización por la que identificamos a los perros es el ladrido. Los perros
por norma general ladran más que los lobos. Mientras que en los perros se ha seleccionado desde
el principio de la domesticación para que ladraran, es una carácter que se ha exagerado para que
avisaran al hombre de que llegaban otros hombres o incluso otros animales que pudieran ser
peligrosos, eso hace que los perros ladren mucho más que las especies de cánidos salvajes, por
eso en un carácter hipertrofiado (que se ha desarrollado mucho)
Los perros tienen una gran variabilidad en cuanto la estructura acústica de los ladridos y emiten
ladridos en muchos contextos diferentes. Se han realizado estudios para ver si los ladridos pueden
servir como señales referenciales, es decir, hay distintos ladridos, con distintos parámetros
acústicos, en función en el contexto en el que se emiten y de esta forma servir no solo para la
comunicación para la que están “seleccionados” los perros que es comunicarse con el humano sino
también para comunicarse entre perros y actuar como señales referenciales.
En cuanto a los lobos ladran mucho menos pero hay dos tipos de ladridos descritos. Uno que
actúa como una función de alarma para alertar a los otros individuos de la manada de un peligro o
de algo que quieren que el resto de individuos estén pendientes, en la literatura científica se llama
woof, es un ladrido de alarma y son cortos y los emiten todos los individuos de la manada,
indistintamente si son dominantes o no. Y luego está el ladrido de amenaza que se ha descrito
cuando por ejemplo los lobos de otras manadas se acercan a un cubil donde están los cachorros en
estado salvaje, es un ladrido de amenaza para advertir al otro de que esta metiéndose en un
territorio que no le corresponde.

CAMBIOS CONDUCTUALES
Son notables también los cambios conductuales, su carácter difiere en cómo actúan ante
situaciones desconocidas, ante las actividades lúdicas y en su predisposición a ser
adiestrados por el hombre, debido a lo que se denomina neotenia: la persistencia de un carácter
infantil o comportamientos juveniles una vez alcanzada la edad adulta, lo que hace que el perro
acepte nuestra autoridad y pueda ser adiestrado mediante juegos.
a) En primer término, disminuyeron la agresividad y las reacciones de escape y de defensa
que se observan en los animales salvajes. Como consecuencia, se produjo un aumento de la
docilidad, imprescindible para facilitar el manejo de los animales
b) La diferencia que en buena parte marca que las demás sean posibles, es la pérdida del
carácter desconfiado por parte del perro. El lobo es extremadamente tímido y asustadizo ante las
situaciones desconocidas, miedo ante estímulos nuevos, mientras que el perro es una especie muy
confiada y con facilidad para asumir nuevas situaciones. Muchos perros podrían irse con un
desconocido que los acaricie y les dé algo de comida, mientras que un lobo que se encuentre con el
hombre en el bosque lo evitará. Esto se debe a que los animales excesivamente alertas o
hiperactivos que exploraban absolutamente todo lo que acontecía a su alrededor o que se
escapaban ante el más mínimo estímulo desconocido, no eran adecuados para el tipo de
convivencia que necesitaba el ser humano con un animal doméstico.

c) Capacidad/necesidad de establecer vínculos afectivos con los humanos y con otros


animales: El perro tiene la capacidad de establecer vínculos afectivos y, de hecho, necesita hacerlo
para completar su desarrollo emocional. Esta capacidad afectiva no termina con la sociabilización
del cachorro sino que se mantiene a lo largo de toda su vida.

d) La forma de aprender, entiendo aprendizaje como adquisición de conocimientos y como


modificación de la conducta en función de los cambios en el entorno, es muy diferente en ambos
animales., mientras los perros tienen formas de aprendizaje conductista:
Los lobos tienen formas de aprendizaje cognitivas tienen una mayor capacidad para aprender
por observación, imitación, por descubrimientos espontáneos, y desarrollan estrategias de
afrontamiento mediante la comprensión del problema. Muestran más facilidad para el aprendizaje
cognitivo que los perros, por contra, apenas son animales adiestrables mediante sistemas
operantes. El lobo es mucho menos adaptativo a los cambios de su medio que el perro
Los perros tienen formas de aprendizaje conductista tienen una mayor capacidad de
aprendizaje por condicionamiento, mediante refuerzos, su forma de actuar ante problemas es
mucho menos cognitiva, por ello los perros son menos resolutivos. Los perros pueden cambiar su
conducta y desarrollar prácticas nuevas imitando tanto a pequeños como a mayores en edad, tanto
en tareas que el hombre considera útiles como haciendo travesuras. Aún su capacidad imitativa el
perro aprende mucho más vinculándose afectivamente a un individuo y con recompensas. Esta
diferencia está determinada por la pérdida de la timidez por parte del perro doméstico.
Esto sucede porque cuando una especie es tímida, como el lobo su principal interés en una
situación nueva es salir del problema, buscar la seguridad, esto afina las capacidades de
comprensión de dichas situaciones. Si por el contrario la nueva situación no es percibida como
potencialmente peligrosa el animal será capaz optimizar el entorno adaptando y creando nuevas. Si
una especie aprende nuevas conductas por condicionamiento operante puede adaptarse y hacer
viables muchos más entornos. La cognición de los lobos era sustituida por plasticidad conductual en
el perro, una de las mayores capacidades del perro y prácticamente su seña de identidad: la
plasticidad.

e) El perro y el lobo difieren también en la plasticidad de las conductas instintivas o


innatas, en el lobo son muy fijas y poco moldeables pero en el perro la práctica totalidad de ellas
son adaptables hasta límites impresionables según lo que el dueño quiera enseñar, entre estas
conductas están la caza, la guardia y las jerarquías sociales. Un lobo no jugará a coger la pelota ni
preferirá cazar una manga de protección frente a irse en manada a cazar presas en el bosque, un
perro si. Las conductas instintivas en el perro vienen muy abiertas al moldeado.
Las plasticidad conductual es tal en los perros adiestrados que un perro pastor estará entusiasmado
por ayudar conduciendo el rebaño sin querer perseguir a ningún animal del ganado.
Lo más interesante de este tipo de conducta es son autosatisfactorias: no se necesita más
recompensa que estar haciéndolas. Si estás conductas no generaran una sensación placentera
sencillamente dejarían de hacerse, sin embargo los perros se muestran entusiasmados ante la
perspectiva de poder realizarlas.

f) Lo anterior nos lleva directamente a un punto delicado: la organización social. Si todas


las conductas instintivas complejas del perro son moldeables y la conducta social es una de ellas el
silogismo es evidente: la conducta social del perro también es muy plástica. Frente a la muy
normalizada sociabilización del lobo, el perro puede desarrollar diferentes formas de relación para la
convivencia. De hecho el periodo crítico de sociabilización se alarga de la tercera semana del lobo
hasta la semana doce del perro.
Los lobos sociabilizados aceptan a las personas dentro de su grupo en tanto estas sigan fielmente
las normas de dicho grupo, la incompetencia social del humano puede traerle consecuencias serias.
Los perros tienen muy pocas normas de sociabilización en comparación con los lobos y aún estas
son mucho más adaptables. El perro por su plasticidad adaptará su forma social (dentro de unos
límites) a la que le ofrezcamos, eso le dará la oportunidad de optimizar su ambiente e integrarse en
él.

Para acabar comentar que durante el proceso de domesticación, los perros se han seleccionado
para tener una serie de habilidades cognitivas sociales y estrechos vínculos que les permiten
comunicarse con los humanos de una forma única. Los perros tienen la habilidad de interpretar el
comportamiento social y comunicativo del hombre. Los estudios realizados sugieren que esta
habilidad tiene un componente hereditario y evolucionó inicialmente durante la domesticación.

“Todas las virtudes del perro, la fidelidad, la nobleza, la alegría, el altruismo, la


inteligencia, la sensibilidad, están acrecentadas y acrisoladas en sus
tatarabuelos, los lobos.”
Félix Rodríguez de la Fuente

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