24 Algunas Enseñanzas Acerca Del Ayuno

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Evangelio de Lucas, (XXIV)

5:33-39 Algunas enseñanzas acerca del Ayuno

En este pasaje algunos fariseos preguntaron a Cristo acerca de lo poco que ayunaban Sus discípulos. Creo
que esta es una buena pregunta para nosotros, también. El ayuno es uno de los elementos de la vida de
piedad que la Biblia nos enseña, pero puede que esté un tanto olvidado o en desuso. ¿Cuántas veces has
ayunado en tu vida cristiana?, o ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste? Y confieso que mi primera
reacción en estos días al llegar a este pasaje fue pasarlo por alto, unirlo al anterior, que al parecer tiene
cierta relación, y tocar por encima algún punto, y seguir con lo siguiente.
Sin embargo meditando al respecto, me tuve que recordar algo que aprendí bien hace mucho tiempo,
cuando me encontraba con dificultades en las Esc. no es la Palabra de Dios la que se contradice, soy yo
que no entiende, no es la Palabra de Dios que está mal, soy yo el que está planteándolo mal. De igual
manera me pasó aquí, ¿para qué está este asunto aquí ahora? Y pensándolo mejor, gracia a Dios me di
cuenta que hay aspectos importantes que debemos recordar para la fortaleza y el progreso de nuestra
alma y del avance de la verdad, y el provecho de nuestras familia, y de la iglesia.

Se habla de ayuno hoy en diferentes círculos. "Huelgas de hambre", se ayuna para reclamar la atención
ante cierta protesta. En medicina, se oyen voces sobre los efectos saludables de un ayuno controlado,
algunos médicos quieren dar a conocer y convencer a médicos de familia de los beneficios de del ayuno en
ciertas patologías (entendido como la ingesta solo de líquidos).
Por otro lado, prácticamente todas las ramas religiosas tienen el ayuno como un método de purificación y
de espiritualidad. Los seguidores del papa lo enseñan, ahora estamos en " cuaresma" tiempo de ayuno,
que comienza el día siguiente al "martes de carnaval", hasta el Dgo de Ramos, los 40 días de preparación
para la Semana Santa.
Pero en contraste a todo esto, tratemos de mirar lo que la Biblia nos enseña de la práctica del ayuno, y el
ejemplo que los hombres de Dios nos dan en ella. Y veamos luego a donde nos lleva.

1º Qué nos enseña la biblia del ayuno.


Lo haremos preguntando algunas cuestiones y yendo luego a los textos bíblicos que nos hablan de este
tema., con ello obtendremos un panorama adecuado de lo que tenemos que saber y como incluir está
practicar en nuestra vida.

A.- ¿Qué clase de obra es el ayuno?.


Hay obras que son mandadas por Dios, pues forman parte de Sus mandamientos para todos nosotros,
como la oración, el amarnos unos a otros, no vengarnos. Otras obras que son buenas y necesarias, pero
no son mandadas sino dejadas a nuestro criterio, como el comer, el beber, el comparar, vender. Aquí cae
el ayuno. No es mandado, sin embargo las tenemos que hacer. En alguna ocasión vemos como Dios mandó
al pueblo por el profeta a ayunar. Joel 1.14,o en Joel 2.12. Y en la fiesta de la expiación Lv.16:29.
Dios dio ese mandato a Su pueblo del AP para ese día al año, o en condiciones especiales. Vemos que
hombres de Dios ayunan en ciertos momentos, David, Daniel, Esdras, Nehemías, o Ester, incluso Jesús y
los apóstoles, y en la iglesia se hacía tal cosa. Y en nuestro pasaje afirma Cristo que vendrán días que sus
discípulos ayunarán vers.35.
Aunque no está mandado ahora en el NP podemos sacar una regla, "de los ejemplos de los santos
aprobados por las Escrituras, aunque este ayunar no sea un precepto general para la iglesia, tiene la
fuerza de una regla que debe de ser seguida".

B.- ¿En qué consiste el ayuno?


a.- primeramente, consiste en abstenerse de comer y de beber. Ester ante el peligro en el que estaba
pidió a Mardoqueo Est 4.16. O David ante la enfermedad de su recién nacido, 2º Sam 12.16-17.
Puede ser un día o varios días y el asunto era no comer y depende de lo que dure, beber. No da

b.- Ese tiempo de ayuno al dejar los alimentos, era propicio para apartarse de distracciones y disfrutes
de las cosas normales y habituales de la vida, Neh. 9.1; Dan.10.3; Joel 2.15,16. Porque en ese tiempo
se ponía la mente y el corazón en los intereses espirituales, dejando disfrutes lícitos de las cosas.

c.- El ayuno así se volvía en un periodo de más intensa reflexión, donde uno se humilla y busca de Dios. ”
1º Reyes 21.27-28. Nuestro Señor estuvo ayunando 40 días en el desierto sin comer aquellos días,
Lc.4:2, ayunó, Mat.4:2. ¿Qué disposición mantenía? Iba a empezar Su ministerio. O Pablo, aquellos
tres días ayunando, Hech.9:9. Estaba ciego, había conocido a Cristo, estaba en oración, vers11 y como
de humillado se vería, dándose cuenta por donde había andado, y como había hecho tanto mal, que vida
más errada había llevado.
En el ayuno no damos a nuestro cuerpo los alimentos ordinarios, sometemos nuestro cuerpo, y lo
sujetamos, y dejamos una serie de cosas a un lado, y queremos acercarnos más a Dios, recordando qué
indignos somos, y qué grandes necesidades tenemos. Sujetando nuestros cuerpos, preparamos mejor
nuestras almas para Dios.

C.- Qué nos debe mover a ayunar.


Otro punto importante a deducir de los ejemplos que nos enseña la Biblia.
.- Jonás fue a Nínive a predicar la PD, y el anuncio del juicio afectó a todos en la ciudad, incluso al rey,
quien mandó ayunar ¿por qué?, tal cosa implicaba humillar sus cuerpos, ,y facilitar que sus almas fueran
también humillada para acercarse a Dios. Este ayuno tenía el objetivo de facilitar la disposición para
arrepentirse y pedir a Dios el perdón. Jonás 3.7–8.
¿No sería la misma razón por la que Pablo ayunó esos tres días en Damasco? ¿O cuando el profeta Joel
llamó y convocó al pueblo en 2:12? El humillar sus almas está en sintonía con humillar el cuerpo. Y de esa
manera puedes dedicarte a buscar el favor de Dios. El ayuno entonces venia, surgía de una conciencia
de necesidad de buscar de Dios Su favor y bendición. " No has visto como Acab se ha humillado delante
de mí", esto es lo que queremos, que podamos llegar Dios, nos escuche, nos atienda.

.- El ayuno considerado de esta manera, nos facilita y dispone mejor para orar, como que hay menos
dificultades en nuestra mente para entrar ante Dios para dedicarnos a la oración. No estamos
preocupados por las cosas normales y naturales de nuestros cuidados, ni siquiera por la comida. Liberar
os nuestra mente de todas esas ocupaciones nos predispone para orar.
Esto es lo que podía estar detrás de la petición de Ester en 4:16, ¿por qué ayuno esos días?, como les
pidió. Pues porque esa era una manera de intensificar sus peticiones a Dios y buscar Su ayuda en ese
momento, cuando el decreto de exterminio contra todos los judíos en ese imperio estaba ya firmado.

Recuerden hay una conexión entre cuerpo y alma, cosas del cuerpo afectan nuestra alma, y de nuestra
alma afectan al cuerpo. Las preocupaciones cierran el estómago, y males en nuestro cuerpo afectan
nuestra mente. Así no comer podrá ayudarnos a centrarnos en las cosas espirituales.

El ayuno no es un fin, no tiene más valor o mérito ante Dios para oír y atender la oración. No, sino que
esto, como hemos resaltado en estos ejemplos bíblicos, es una ayuda para centrar nuestra alma en esos
asuntos espirituales, para humillar nuestro corazón ante Dios, para dedicarnos con más libertad a la
oración Hech.14:23, Necesitaban asegurar un tiempo intenso de oración, y encontrar la voluntad de Dios
¿qué podía ayudarles a ello? El ayuno. Pues eso es lo que hicieron.

.- Ayunar hace que no proveamos para los deseos de la carne, sujetemos tales cosas. El rey David, en
2Sam.12:16-17, quería orar por su hijo recién nacido y enfermo, ¿cómo podría estar más centrado en eso,
como insistir mejor ante Dios para pedir por la vida? El ayuno le facilitaba tal cosa.

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No es que así tu tienes con qué presionar más a Dios como mayor mérito, no, es una ayuda en momento de
necesidad.

D.- Que objetivo buscar por el ayuno.


.- El haber caído en ciertos pecados, cuando nuestra conciencia nos acusa, nos podemos ver bajo la
necesidad del perdón de Dios, la búsqueda de la limpieza de tales males puede llevar a ayunar, para poder
pedirlo de una manera más intensa. 1Sam.7:6.
.- El objetivo puede ser tener la amenaza de un juicio de Dios sobre su pueblo, lo que dice Joel.1:14.
Antes que llegase ese ejército que acabaría con la cosecha del pueblo, vayan a clamar a Dios, les dice el
profeta, pero con ayuno, eso les hará que no se entretengan, y le agradará a Dios ver a su pueblo
buscando Su favor intensa y verdaderamente.

.- Sal.35:13 nos muestra al rey David ayunando para buscar el bien de otros, estos estaban en peligro..
El ayuno era buscar el bien de Dios sobre otro, aunque él mismo esté libre de tal cosa. En este caso
estos por quien ayunaba le estaban dando mal por bien. El ayuno nos indica que esas oración no era un
formalismo, para quedar bien, sino una búsqueda verdadera y sincera del bien de esos que le hacían mal.

.- Hech.13:2,3 El ayuno en estos ministros de la iglesia de Antioquía era para intensificar sus
oraciones para el progreso del ministerio de la palabra de Dios entre ellos. Y Dios contestó.
.- Hech.14:23, ellos ayunaban para buscar la bendición de Dios específica en necesidades específicas.
Es una forma de buscar la guía de Dios, sobre un asunto importante, que requiere asegurar que Dios
ponga su mano. Y de esta forma individuos, o familias o iglesia puede dedicarse en tiempos especial a la
práctica del ayuno para buscar tales cosas de Dios.

2º. Implicaciones de las enseñanzas acerca del ayuno cristiano.


Todos estos textos e ideas que hemos expuesto acerca del ayuno, estos ejemplos con sus necesidad y
luchas que hemos señalado detrás de sus ayunos, nos debe de llevar a resaltar una importante verdad
para cada uno: Detrás de nuestra vida familiar, con todo el tiempo y el esfuerzo que esto requiere
atender el hogar, los hijos el matrimonio, y todo el trabajo que demanda; Detrás de nuestro trabajo o
diarios que debemos realizar, con toda esa presión que produce, con el cansancio que se agolpa en
nuestro cuerpo. Detrás de nuestra vida de en la iglesia, nuestras responsabilidades y tareas que
tenemos. Detrás de todo esto debe de haber una verdadera, cercana y fortalecedora comunión con Dios.

En otras palabras, nuestra vida y relación personal con Dios tiene que ser el terreo sobre el cual
hacemos cada día nuestros deberes de la familia, en casa o en el trabajo... Porque será con esa comunión
con Dios como podremos hacer lo que Dios quiere en casa, en el trabajo, en la iglesia, y es de esa manera
que podemos esperar la bendición y aprobación de Dios en ello, y es así como podremos saber lo que Dios
quiere en cada una de esas áreas de mi vida.
Si detrás de lo que hacemos en el día a día no hay una comunión verdadera, cercana y fortalecedora con
Cristo, ¿qué estamos haciendo, por donde estamos corriendo? No es que yo me entrego a todo eso y
después a ver si me queda un ratito para el Señor. No, eso no es así.
Nuestra comunión real con Dios debe de ser el paño donde entretejemos los hilos de nuestra vida.
Llegan días de dificultades más notorias, o necesidades más estrenas, esa comunión con Cristo necesita
ser intensificada, dejamos a un lado hasta la comida para buscar el favor de Cristo y Su bendición. Esto
en el plano personal, o familiar o de la iglesia.

Esto era lo que Hageo reprendía a este pueblo 1:6 “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os
saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su
jornal en saco roto.” vers.9 "Buscáis mucho y halláis poco". Vers.7 "Meditad sobre vuestros caminos..."
Si, Mucha actividad laboral, muy ocupados en las cosas y tareas de sus casas... " Y mi casa desierta" Poca

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comunión con Dios. Y Dios no bendecía ni sus trabajos ni sus casas. Porque eso no es fruto de tus
fuerzas, y tu empeño y sabiduría, sino del favor y la bendición de Dios. Y ellos no la buscaban, la pasaban
por alto, lo que importaba era lo que ellos pensaban y podían hacer y querían. Meditad les dice Dios.
Es lo que nos afirma Salm.127:1-2. “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y
vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño. ”
Así es como algunos pueden pasar los días, en sus asuntos lícitos, esforzándose desde la madrugada
hasta bien entrada la noche, haciendo muchas cosas. ¿Y dónde está la comunión con Dios de día a día?
Piensan que Cristo ya les bendecirá. No, el ayuno nos recuerda que la bendición de Dios hay que
buscarla, y a veces pedirla más intensamente dejando incluso de comer para estar más cerca de Dios.

Jesús nos lo recuerda en Lc.5: 15-16"Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se
congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares
solitarios y oraba.” Las demandas y tareas se multiplicaban, gente demandaba su atención y tiempo,
pero Él aseguraba una comunión con Dios real y viva, para hacer Su voluntad, y para buscar Su bendición.
Si hay alguien que podía decir, "mira tengo mucho que hacer y poco tiempo, y yo sé lo que hay que hacer
y sé cómo hacerlo, y conozco cómo, y tengo la bendición de Dios... Si hay alguien que pudiera decir eso,
ese era Jesús. Pero no se atrevía, sino que todas sus cosas y responsabilidades las asumía cuidando la
comunión viva y cercana y fortalecedora con Dios Su Padre, como este pasaje nos lo muestra. Mira a
Jesús retirándose solo vez tras vez, para estar cerca de Dios, pese a las grandes demandas de las
tareas del día.
Somos instrumentos, no los protagonistas en nuestras casas, trabajos y la iglesia, pero seremos
"instrumentos útiles" si guardamos día a día una comunión viva, cercana y fortalecedora con Cristo.
Fácilmente podemos llenarnos de nosotros mismos y andar como aquellos a quienes Hageo reprendía, muy
activos en el trabajo, en la iglesia, en las cosas de su casa, según sus planes y deseos, y poca comunión
con Cristo. Porque confía en sí mismo. No, tenemos que retirarnos con más frecuencia para estar en
comunión con Cristo, para llenarse de Dios y menos de uno mismo. Para poder hacer la obra de Dios y no
la mía, para buscar la bendición de Dios, y no suponerla, sin buscarla.

El ayuno nos recuerda, entonces que necesitamos a Dios cada día para hacer la voluntad de Dios y
entender Su Palabra y obedecer Sus mandatos, y encontrar Su bendición, en casa, en el trabajo y en la
iglesia. El ayuno nos recuerda que situaciones especiales que no las resolveremos a menos que más
intensamente busquemos la guía, la luz y la mano de Dios. Cristo decía "Este género no sale sino con
oración y ayuno" Mat.17:21.

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