24 Algunas Enseñanzas Acerca Del Ayuno
24 Algunas Enseñanzas Acerca Del Ayuno
24 Algunas Enseñanzas Acerca Del Ayuno
En este pasaje algunos fariseos preguntaron a Cristo acerca de lo poco que ayunaban Sus discípulos. Creo
que esta es una buena pregunta para nosotros, también. El ayuno es uno de los elementos de la vida de
piedad que la Biblia nos enseña, pero puede que esté un tanto olvidado o en desuso. ¿Cuántas veces has
ayunado en tu vida cristiana?, o ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste? Y confieso que mi primera
reacción en estos días al llegar a este pasaje fue pasarlo por alto, unirlo al anterior, que al parecer tiene
cierta relación, y tocar por encima algún punto, y seguir con lo siguiente.
Sin embargo meditando al respecto, me tuve que recordar algo que aprendí bien hace mucho tiempo,
cuando me encontraba con dificultades en las Esc. no es la Palabra de Dios la que se contradice, soy yo
que no entiende, no es la Palabra de Dios que está mal, soy yo el que está planteándolo mal. De igual
manera me pasó aquí, ¿para qué está este asunto aquí ahora? Y pensándolo mejor, gracia a Dios me di
cuenta que hay aspectos importantes que debemos recordar para la fortaleza y el progreso de nuestra
alma y del avance de la verdad, y el provecho de nuestras familia, y de la iglesia.
Se habla de ayuno hoy en diferentes círculos. "Huelgas de hambre", se ayuna para reclamar la atención
ante cierta protesta. En medicina, se oyen voces sobre los efectos saludables de un ayuno controlado,
algunos médicos quieren dar a conocer y convencer a médicos de familia de los beneficios de del ayuno en
ciertas patologías (entendido como la ingesta solo de líquidos).
Por otro lado, prácticamente todas las ramas religiosas tienen el ayuno como un método de purificación y
de espiritualidad. Los seguidores del papa lo enseñan, ahora estamos en " cuaresma" tiempo de ayuno,
que comienza el día siguiente al "martes de carnaval", hasta el Dgo de Ramos, los 40 días de preparación
para la Semana Santa.
Pero en contraste a todo esto, tratemos de mirar lo que la Biblia nos enseña de la práctica del ayuno, y el
ejemplo que los hombres de Dios nos dan en ella. Y veamos luego a donde nos lleva.
b.- Ese tiempo de ayuno al dejar los alimentos, era propicio para apartarse de distracciones y disfrutes
de las cosas normales y habituales de la vida, Neh. 9.1; Dan.10.3; Joel 2.15,16. Porque en ese tiempo
se ponía la mente y el corazón en los intereses espirituales, dejando disfrutes lícitos de las cosas.
c.- El ayuno así se volvía en un periodo de más intensa reflexión, donde uno se humilla y busca de Dios. ”
1º Reyes 21.27-28. Nuestro Señor estuvo ayunando 40 días en el desierto sin comer aquellos días,
Lc.4:2, ayunó, Mat.4:2. ¿Qué disposición mantenía? Iba a empezar Su ministerio. O Pablo, aquellos
tres días ayunando, Hech.9:9. Estaba ciego, había conocido a Cristo, estaba en oración, vers11 y como
de humillado se vería, dándose cuenta por donde había andado, y como había hecho tanto mal, que vida
más errada había llevado.
En el ayuno no damos a nuestro cuerpo los alimentos ordinarios, sometemos nuestro cuerpo, y lo
sujetamos, y dejamos una serie de cosas a un lado, y queremos acercarnos más a Dios, recordando qué
indignos somos, y qué grandes necesidades tenemos. Sujetando nuestros cuerpos, preparamos mejor
nuestras almas para Dios.
.- El ayuno considerado de esta manera, nos facilita y dispone mejor para orar, como que hay menos
dificultades en nuestra mente para entrar ante Dios para dedicarnos a la oración. No estamos
preocupados por las cosas normales y naturales de nuestros cuidados, ni siquiera por la comida. Liberar
os nuestra mente de todas esas ocupaciones nos predispone para orar.
Esto es lo que podía estar detrás de la petición de Ester en 4:16, ¿por qué ayuno esos días?, como les
pidió. Pues porque esa era una manera de intensificar sus peticiones a Dios y buscar Su ayuda en ese
momento, cuando el decreto de exterminio contra todos los judíos en ese imperio estaba ya firmado.
Recuerden hay una conexión entre cuerpo y alma, cosas del cuerpo afectan nuestra alma, y de nuestra
alma afectan al cuerpo. Las preocupaciones cierran el estómago, y males en nuestro cuerpo afectan
nuestra mente. Así no comer podrá ayudarnos a centrarnos en las cosas espirituales.
El ayuno no es un fin, no tiene más valor o mérito ante Dios para oír y atender la oración. No, sino que
esto, como hemos resaltado en estos ejemplos bíblicos, es una ayuda para centrar nuestra alma en esos
asuntos espirituales, para humillar nuestro corazón ante Dios, para dedicarnos con más libertad a la
oración Hech.14:23, Necesitaban asegurar un tiempo intenso de oración, y encontrar la voluntad de Dios
¿qué podía ayudarles a ello? El ayuno. Pues eso es lo que hicieron.
.- Ayunar hace que no proveamos para los deseos de la carne, sujetemos tales cosas. El rey David, en
2Sam.12:16-17, quería orar por su hijo recién nacido y enfermo, ¿cómo podría estar más centrado en eso,
como insistir mejor ante Dios para pedir por la vida? El ayuno le facilitaba tal cosa.
.- Sal.35:13 nos muestra al rey David ayunando para buscar el bien de otros, estos estaban en peligro..
El ayuno era buscar el bien de Dios sobre otro, aunque él mismo esté libre de tal cosa. En este caso
estos por quien ayunaba le estaban dando mal por bien. El ayuno nos indica que esas oración no era un
formalismo, para quedar bien, sino una búsqueda verdadera y sincera del bien de esos que le hacían mal.
.- Hech.13:2,3 El ayuno en estos ministros de la iglesia de Antioquía era para intensificar sus
oraciones para el progreso del ministerio de la palabra de Dios entre ellos. Y Dios contestó.
.- Hech.14:23, ellos ayunaban para buscar la bendición de Dios específica en necesidades específicas.
Es una forma de buscar la guía de Dios, sobre un asunto importante, que requiere asegurar que Dios
ponga su mano. Y de esta forma individuos, o familias o iglesia puede dedicarse en tiempos especial a la
práctica del ayuno para buscar tales cosas de Dios.
En otras palabras, nuestra vida y relación personal con Dios tiene que ser el terreo sobre el cual
hacemos cada día nuestros deberes de la familia, en casa o en el trabajo... Porque será con esa comunión
con Dios como podremos hacer lo que Dios quiere en casa, en el trabajo, en la iglesia, y es de esa manera
que podemos esperar la bendición y aprobación de Dios en ello, y es así como podremos saber lo que Dios
quiere en cada una de esas áreas de mi vida.
Si detrás de lo que hacemos en el día a día no hay una comunión verdadera, cercana y fortalecedora con
Cristo, ¿qué estamos haciendo, por donde estamos corriendo? No es que yo me entrego a todo eso y
después a ver si me queda un ratito para el Señor. No, eso no es así.
Nuestra comunión real con Dios debe de ser el paño donde entretejemos los hilos de nuestra vida.
Llegan días de dificultades más notorias, o necesidades más estrenas, esa comunión con Cristo necesita
ser intensificada, dejamos a un lado hasta la comida para buscar el favor de Cristo y Su bendición. Esto
en el plano personal, o familiar o de la iglesia.
Esto era lo que Hageo reprendía a este pueblo 1:6 “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os
saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su
jornal en saco roto.” vers.9 "Buscáis mucho y halláis poco". Vers.7 "Meditad sobre vuestros caminos..."
Si, Mucha actividad laboral, muy ocupados en las cosas y tareas de sus casas... " Y mi casa desierta" Poca
Jesús nos lo recuerda en Lc.5: 15-16"Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se
congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. Pero con frecuencia Él se retiraba a lugares
solitarios y oraba.” Las demandas y tareas se multiplicaban, gente demandaba su atención y tiempo,
pero Él aseguraba una comunión con Dios real y viva, para hacer Su voluntad, y para buscar Su bendición.
Si hay alguien que podía decir, "mira tengo mucho que hacer y poco tiempo, y yo sé lo que hay que hacer
y sé cómo hacerlo, y conozco cómo, y tengo la bendición de Dios... Si hay alguien que pudiera decir eso,
ese era Jesús. Pero no se atrevía, sino que todas sus cosas y responsabilidades las asumía cuidando la
comunión viva y cercana y fortalecedora con Dios Su Padre, como este pasaje nos lo muestra. Mira a
Jesús retirándose solo vez tras vez, para estar cerca de Dios, pese a las grandes demandas de las
tareas del día.
Somos instrumentos, no los protagonistas en nuestras casas, trabajos y la iglesia, pero seremos
"instrumentos útiles" si guardamos día a día una comunión viva, cercana y fortalecedora con Cristo.
Fácilmente podemos llenarnos de nosotros mismos y andar como aquellos a quienes Hageo reprendía, muy
activos en el trabajo, en la iglesia, en las cosas de su casa, según sus planes y deseos, y poca comunión
con Cristo. Porque confía en sí mismo. No, tenemos que retirarnos con más frecuencia para estar en
comunión con Cristo, para llenarse de Dios y menos de uno mismo. Para poder hacer la obra de Dios y no
la mía, para buscar la bendición de Dios, y no suponerla, sin buscarla.
El ayuno nos recuerda, entonces que necesitamos a Dios cada día para hacer la voluntad de Dios y
entender Su Palabra y obedecer Sus mandatos, y encontrar Su bendición, en casa, en el trabajo y en la
iglesia. El ayuno nos recuerda que situaciones especiales que no las resolveremos a menos que más
intensamente busquemos la guía, la luz y la mano de Dios. Cristo decía "Este género no sale sino con
oración y ayuno" Mat.17:21.