Paquete Tecnológico - Maíz-Soya.2012
Paquete Tecnológico - Maíz-Soya.2012
Paquete Tecnológico - Maíz-Soya.2012
Compiladores:
Samuel Caicedo G.1; Luis Fernando Campuzano2; Andrés Camilo Hernández 3;
Herbintoy Alfonso4; Tatiana Paola Olarte5, Sandra Xiomara Pulido C6; César Augusto
Jaramillo Salazar7.
C. I. Tibaitatá
2012
1
I.A. M.Sc. Investigador
2
I.A. Ph.D. Investigador
3
I.A. Asistente de investigación
4
I.A. Asistente de investigación.
5
Economista. Asistente de investigación.
6
I.A. M.Sc. Investigadora –
7
MVZ. M.Sc. Investigador -
TABLA DE CONTENIDO
Épocas de siembra 20
Métodos y densidad de siembra 22
6. Fertilización 23
Efecto de la inoculación en soya 25
7. Control de malezas 28
8. Manejo y control de plagas 28
9. Manejo de enfermedades en soya 30
10. Cosecha 31
Bibliografía 34
2
1. Maíz y soya: contexto internacional
El maíz y la soya, al igual que otros cereales y tuberosas como la yuca, además de
integrar la dieta de la alimentación humana se utilizan como materias primas en la
elaboración de alimentos balanceados para animales, en particular aves y cerdos.
3
2009/2010, se encuentra que nuevos jugadores han entrado al mercado de la soya:
Argentina (16,14%), Brasil (14,62%), la Unión Europea (5,84%) e India (3,29%).
Argentina y Brasil no solo se han constituido en países demandantes sino también en
importantes productores de soya en el mundo
4
buena medida por la diferencia del costo unitario por tonelada del importado frente al
producido en el país; mientras en ese país fue de 96 dólares, en Colombia osciló
entre 114 en Córdoba, y 140 en la sabana nativa del Meta (Observatorio
Agrocadenas, 2004). No obstante, la situación actual demuestra la necesidad de un
fuerte viraje que conduzca a reducir gradualmente las importaciones y sustituirlas por
la producción nacional, fomentando el cultivo en áreas con mayor competitividad.
Esta proyección se asocia directamente al cambio abrupto del precio internacional
como consecuencia de la utilización en Estados Unidos de casi el 20% para la
producción de etanol.
5
Figura 1. Cultivo de soya en la Altillanura
6
El cultivo del maíz en Colombia posee condiciones favorables para su expansión,
debido principalmente al precio internacional asociado a la reducción de los
volúmenes excedentes exportables de Estados Unidos, donde se tiene proyectado
utilizar el grano como principal fuente de biomasa para los procesos de producción
de etanol como biocombustible. El precio internacional actual de 250 dólares, que
tiende a llegar en el futuro cercano a los 252 dólares, representa para Colombia
condiciones de competitividad, pues los precios actuales del producto nacional
oscilan entre 200 y 300 dólares en las dos regiones de mayor competitividad (Caribe
húmedo y Altillanura).
Es de resaltar que los sistemas productivos monovarietales son de alto riesgo por su
vulnerabilidad a factores bióticos y abióticos adversos, como es el caso de la
mencionada soyica P-34, que a pesar de ser una variedad susceptible al aluminio del
suelo se siembra a gran escala en la Altillanura colombiana, como consecuencia de
la falta de disponibilidad de semillas de variedades adaptadas.
7
La utilización de variedades de soya de baja adaptación en zonas productoras o
potenciales y no compatibles con los sistemas de rotación predominantes en cada
región, ha contribuido a la reducción significativa de los beneficios económicos del
sistema productivo y de las áreas de siembra. Esta situación se puede acentuar con
los tratados de libre comercio en los que la apertura y globalización de los mercados
exige altos niveles de competitividad. La tasa de cambio y los altos costos de
producción interna son factores económicos que contribuyen ostensiblemente a la
importación de soya de países como Estados Unidos (soya subsidiada), Brasil,
Argentina, Paraguay y Bolivia, donde prevalece la economía de escala.
8
En el establecimiento de sistemas de producción agrícolas en esa región es
importante el concepto de la “construcción de suelo” mediante un manejo apropiado
que evite su degradación; lo que implica el mejoramiento integral y la corrección de
problemas edafológicos intrínsecos antes de poder implantar sistemas
conservacionistas como la siembra directa.
9
Se debe aplicar la cal con encaladora, incorporarla con el pase de rastra o arado de
cincel rígido, procurando profundizar preferiblemente hasta los primeros 20 cm desde
la superficie (figura 4). En zonas de sabana, con uno o dos años de rotación de
cultivos, se recomienda verificar que el suelo cumpla con la saturación de bases
requerida por el cultivo.
Los sistemas de labranza de conservación disminuyen la intensidad del sobrelaboreo
del suelo, y de esa manera se reducen los costos de producción, se evita la erosión y
se favorece la conservación de las propiedades químicas, físicas y biológicas del
suelo, haciendo más competitiva y sostenible la producción de cultivos anuales.
Menores pérdidas de M. O y
emisión de CO2.
Reducción de costos.
10
La labranza cero o siembra directa
Consiste en sembrar un cultivo sobre el rastrojo de un cultivo anterior, sin una gran
remoción de ese suelo (figura 6). Pero la siembra directa es mucho más que eso: es
una tecnología conservacionista. Básicamente apunta a preservar los componentes
más importantes de los recursos naturales, como son el suelo y los nutrientes
requeridos por las plantas; estos últimos, asociados a moléculas orgánicas, son
liberados o mineralizados a la solución del suelo, y se tornan disponibles mediante
procesos que requieren la participación de agentes descomponedores presentes en
este, como es la microbiota.
11
El nuevo reto está basado en no remover el suelo, y poner mayor énfasis en los
procesos biológicos orientados a aumentar y mantener su productividad. Bajo este
enfoque, el sistema de labranza cero o siembra directa requiere condiciones edáficas
(físicas, químicas y biológicas) óptimas de la capa productiva para la no labranza, lo
que permitirá un excelente crecimiento radicular y, por ende, buenos rendimientos de
grano.
Figura 7. Siembra del nuevo cultivo sobre la soca del cultivo anterior.
12
5. Materiales: variedades o híbridos por sembrar
Caso soya
13
Figura 9. Variedad de soya Corpoica superior 6.
14
Caso maíz
Como resultado del trabajo cooperativo entre el Cimmyt y Corpoica, entre 2000 y
2001 fueron liberados dos híbridos de maíz amarillo: Corpoica H-108 y Corpoica
altillanura H-111, respectivamente, adaptados a las condiciones de suelos ácidos y
con un alto potencial de producción.
Corpoica H-108. Es el primer híbrido triple de maíz en Colombia para suelos ácidos
de la Altillanura plana (Figura 11). Fue desarrollado a partir de tres poblaciones de
maíz del programa suramericano del Cimmyt. El germoplasma derivado de estas
poblaciones fue seleccionado por su tolerancia a suelos ácidos con alta toxicidad de
aluminio, y por su eficiencia en la capacidad de utilizar los bajos niveles de fósforo
disponibles.
15
general, las mayores producciones se han presentado en suelos en donde se han
mejorado las propiedades físicas, químicas y biológicas, mediante la rotación de
cultivos y el manejo eficiente del recurso suelo.
Corpoica H-111. El híbrido de maíz Corpoica altillanura H-111 fue liberado en el año
2001 como un componente importante en los esquemas productivos de la Altillanura,
en la rotación de cultivos (maíz-soya) en los sistemas agroforestales como el caucho
intercalado con cultivos anuales, y en el uso como forraje para el mejoramiento de la
nutrición en la producción pecuaria (figura 12); además es tolerante a enfermedades
foliares como Phyllachora maydis, Helminthosporium maydis y H. Turcicum, Puccinia
polysora y Phaeosphaeria maydis.
16
Altillanura plana se busca lograr la mayor expresión genética de los materiales y
maximizar los beneficios económicos.
En el primer semestre, los genotipos de ciclo corto o medio y hábito de crecimiento
determinado, siempre y cuando sean sembrados en la época adecuada, constituyen
la mejor oferta varietal para la obtención de altos rendimientos. Los materiales de
crecimiento tardío y hábito indeterminado son afectados por los excesos de
humedad, que conllevan a retención de las hojas. Sin embargo, con variedades
precoces esta fecha se puede ampliar unos días más, e inclusive se pueden realizar
siembras en días posteriores; de esta manera las precipitaciones en las etapas
iniciales suplirían los requerimientos hídricos para la germinación y favorecerían la
asociación con la bacteria fijadora de nitrógeno Bradyrizobium japonicum, en el caso
de la soya.
En el segundo semestre, la siembra del maíz se efectúa desde inicio del mes de
agosto bajo el sistema de siembra directa, y su cosecha se realiza a partir del mes de
diciembre, que corresponde a la época de verano.
ESQUEMA PROPUESTO EN SISTEMAS DE ROTACIÓN DE SOYA-MAÍZ CON
LA VARIEDAD CORPOICA SUPERIOR 6 PARA LA ALTILLANURA
400,0
350,0
300,0
250,0
mm
200,0
SEMESTRE A SEMESTRE B
150,0
100,0
50,0 SOYA
Corpoica Superior 6 MAÍZ
95 días 120 días
0,0
Sep
Sep
Sep
Mar
May
May
May
Oct
Oct
Oct
Jul 15
Jul 25
Ene
Feb
Jun
Jun
Jun
Jul
Ago 05
Ago
Ago 15
Nov
Nov
Nov
Abr 15
Abr 25
Dic 05
Dic 15
Al igual que la rotación soya/maíz, la variedad de soya Corpoica superior 6 puede ser
utilizada en la rotación del sistema arroz-soya; las variedades de arroz precoces (90-
115 días) se complementan muy bien en este sistema rotacional (figura 14).
17
Figura 14. Característica del híbrido de maíz H 111.
350,0
300,0
250,0
mm
200,0
100,0
SOYA
50,0
ARROZ Corpoica Superior 6
90-115 días 90 días
0,0
May
May
May
Jul
Feb
Jun
Jun
Jun
Sep
Sep
Nov
Nov
Nov
Sep 05
Oct
Oct
Oct
Mar
Abr 15
Abr 25
Dic 05
Dic 15
Ene
Ago 05
Ago 15
Ago 25
Jul 15
Jul 25
18
La variedad de soya Corpoica superior 6 por su alta precocidad, uniformidad, calidad
y rendimiento de grano, se constituye en una excelente alternativa de rotación con
gramíneas para los sistemas de producción actual y potencial para la Altillanura
colombiana. Uno de estos esquemas involucra la rotación con maíz. La rotación
maíz/soya tiene un comportamiento similar al sistema rotacional arroz/soya.
En el primer semestre se realizan siembras de maíz en los inicios de abril, para
favorecer el aprovechamiento de la oferta hídrica del primer semestre. La
disminución de las lluvias después de julio permite que la cosecha se realice en los
primeros días de agosto; a finales de este mismo mes, mediante siembra directa, se
establece la soya y así se ajusta el ciclo del cultivo similar al sistema de rotación
arroz/soya.
En la Altillanura plana colombiana las siembras tempranas realizadas en la primera
semana de abril permiten que la soya exprese en mayor proporción su potencial
genético, de manera que se obtienen los más altos rendimientos; sin embargo se
requiere tener genotipos mejorados y adaptados a esas condiciones, con
características de uniformidad a cosecha, que presenten tolerancia a las
enfermedades y plagas más limitantes y buena calidad de grano.
La elección oportuna de la época de siembra en la Altillanura plana determina el
potencial productivo del cultivo en el primer semestre por la influencia de las
condiciones ambientales sobre los materiales; a medida que se postergan las
siembras, se disminuyen los rendimientos. No obstante, variedades precoces pueden
ofrecer una ampliación en las fechas de siembra. Los cultivos de soya establecidos
en el mes de mayo son afectados por las altas precipitaciones que se presentan en
el momento de la siembra y la germinación, disminuyendo el número de plantas
establecidas por hectárea y ocasionando finalmente la caída de los rendimientos.
Deben emplearse variedades resistentes a enfermedades fungosas de inicio y final
de ciclo, e incorporarse prácticas de rotación de cultivos con variedades precoces
que permitan romper ciclos de las enfermedades y plagas más importantes en el
cultivo de soya.
En el segundo semestre, en la zona de piedemonte y Altillanura, los mayores
rendimientos se registran en la primera época, que es la más adecuada para el
cultivo, mientras que la tercera es la menos favorable. Sin embargo, en ensayos
comerciales, la variedad de soya Corpoica superior 6 ha demostrado que se puede
sembrar en las últimas semanas de agosto y las primeras de septiembre, más
específicamente para la Altillanura plana colombiana.
19
Épocas de siembra
Las épocas de siembra están definidas por un conjunto de factores ambientales que
se rigen entre sí y se integran con la planta produciendo variaciones en la producción
y afectando otras características agronómicas. Al sembrar en diferentes épocas, los
cultivares expresan sus potencialidades en relación con las condiciones del ambiente
que cambian en espacio y tiempo. Como los genotipos pueden responder en forma
diferente al ambiente, las recomendaciones de la mejor época para cada variedad
deben ser determinadas en ensayos regionales, realizados durante un considerable
número de años (Urben et al., 1993).
El llenado del grano es la etapa más crítica para la soya en relación con el déficit
hídrico, porque limita la permanencia del área foliar, induce al aborto de las vainas,
20
acelera la dehiscencia de las hojas y, como consecuencia, afecta el número y peso
de los granos.
__ P. Histórico
__ Evapotranspiración
S1: Siembra primer semestre. S2: Siembra segundo semestre. Rn: Estados
fenológicos.
Figura 16. Esquema de siembras de soya sugerido para el primer semestre del año para la
Altillanura plana colombiana, y de maíz para el segundo semestre
21
(11 y 27 de mayo), afectando en mayor grado los materiales que no presentan
resistencia o adaptabilidad a esas condiciones. Este problema se agudiza por el uso
de materiales no adaptados, uso de variedades tardías y hábito de crecimiento
indeterminado, y como consecuencia se presentan pérdidas en los potenciales de
rendimiento de hasta 2.000 kg/ha (de 2.600 a 800).
22
Tabla 1. Recomendaciones de siembra de maíz para las condiciones de Altillanura
6. Fertilización
Los híbridos de maíz Corpoica H-108 y Corpoica altillanura H-111 requieren una
fertilización de 100-120 kg de N/ha; 90 kg de P2O5/ha; 90 kg de K2O/ha y
aplicaciones de boro, cobre y zinc (0,5; 0,1 y 6 kg/ha, respectivamente) en suelos de
sabana nativa. En suelos de sabana mejorada se recomienda incrementar la dosis
de nitrógeno hasta 150 kg/ha, y revisar los contenidos de los elementos mayores y
menores para ajustar la fertilización y obtener una mayor producción.
23
En el momento de la siembra del maíz se debe aplicar todo el fósforo y la mitad de
potasio. El nitrógeno se fracciona, se aplica una fracción con el resto del potasio a los
15 días y la última aplicación de nitrógeno a los 30 días de edad del cultivo; se
recomienda utilizar fertilizantes fosfatados.
Las fuentes de alta solubilidad de fósforo, como los compuestos, se deben aplicar en
el momento de la siembra en banda o surco. No se deben mezclar con cales, que
deben aplicarse por separado.
Rhizobiol soya ICA J-96 es un biofertilizante sólido, que tiene más de 108 unidades
formadoras de colonia (UFC) de la bacteria simbiótica fijadora de nitrógeno
Bradyrhizobium japonicum, de la cepa ICA J-96 la cual es específica para el cultivo de
soya.
24
Los biofertilizantes preparados con bacterias fijadoras simbióticas de nitrógeno,
“rizobios”, ofrecen grandes ventajas para los productores, debido principalmente a
que permiten:
La soya presenta una alta acumulación de proteínas (35 a 50%) en las semillas, lo
cual la convierte en el cultivo con la mayor demanda de nitrógeno (N); se estima que
un 50% del nitrógeno total requerido por la planta es adsorbido entre la floración y el
inicio del llenado de las vainas. Al ser una leguminosa, la soya puede cubrir sus
requerimientos de nitrógeno a partir de la fijación biológica de este elemento
mediante el uso de bacterias específicas, para su caso de Bradyrhizobium
japonicum, que remplazan las fuentes inorgánicas, que son costosas y limitan la
rentabilidad del cultivo.
25
El procedimiento consiste en inocular las semillas con la cepa J-96, desarrollada para
las condiciones y variedades que se siembran en la Orinoquía, la cual aportará
alrededor del 93% del nitrógeno requerido por la planta, con lo que se obtendrá un
buen follaje y un óptimo rendimiento de grano (figura 18). La cepa J-96 es un
producto que ha sido seleccionado por su capacidad infectiva y su alta eficiencia.
26
¿Cómo inocular?
Para obtener los beneficios del uso de Rhizobiol soya J-96 se deben tener en cuenta
todas las prácticas de manejo del cultivo de soya.
Para inocular la semilla de soya se deben tener en cuenta y seguir los siguientes
pasos:
1. Inocular en un lugar sombreado, para evitar que los rayos del sol afecten a las
bacterias.
2. Preparar una solución de agua con azúcar al 10% (10 g de azúcar en 100 ml de
agua). Sirve para que el inoculante se pegue a la semilla.
3. Colocar la semilla en un recipiente limpio (balde, bolsa plástica, lona, caneca
mezcladora, etc.).
4. Agregar 5 g de inoculante por cada kilo de semilla.
5. Agregar 500 ml de la solución de agua con azúcar al inoculante y mezclar bien con la
semilla. Se debe verificar que todas semillas queden recubiertas con el inóculo.
6. Dejar secar la semilla a la sombra por unos pocos minutos.
7. Sembrar el mismo día de la inoculación y tapar la semilla (Ramírez, M. et al., 2011).
Los suelos deben ser de textura franca o moderadamente finos, con buenas
condiciones de drenaje y contenidos medios de materia orgánica, donde no existan
limitantes de tipo químico. La soya es sensible a niveles altos de aluminio (Al),
manganeso (Mn), sodio (Na) o de sales, y se comporta bien en niveles balanceados
de fósforo (P), calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K) y azufre (S).
27
7. Control de malezas
El manejo integral de malezas comprende utilizar semilla certificada, seleccionar
adecuadamente los lotes, realizar rotación de cultivos, usar la densidad de siembra
adecuada, utilizar maquinaria limpia y realizar las labores de fertilización de tal
manera que estimulen el crecimiento del cultivo y no de las malezas.
El monitoreo semanal en lotes, durante las primeras semanas del crecimiento del
cultivo, que es fundamental para el manejo integrado de plagas.
Trozadores o tierreros: trozador negro (Agotis ipsilon) y las larvas del complejo
Spodoptera. Se recomienda destruir los residuos de cosecha antes de preparar el
suelo, y realizar control de malezas. El monitoreo del daño de trozadores debe
hacerse desde el momento de la siembra y durante los primeros 25 días de edad del
cultivo; si se presenta entre 5 y 10% de plantas trozadas y más de una larva por
metro lineal, se debe aplicar control a los focos de ataque de la plaga, y usar cebos
28
tóxicos, manualmente o con tractor con voleadora, según el área de tratamiento; esta
última labor debe realizarse en horas de la tarde.
Hormigas: las hay cortadoras y arrieras del género Atta sp. Para hormigueros
pequeños, antes de la siembra deben destruirse mediante la preparación del suelo
con arado de cincel el mayor número de ellos. Para los de mayor tamaño, insuflar
dentro insecticidas en polvo (formulados con base en Fipronil, Sulfluramida,
29
Clorpirifos o Diflubenzuron) o utilizar cebos granulados en los caminos y cerca de la
entrada de los hormigueros.
Para el control del cogollero se utilizan estrategias que van desde el uso de trampas
de monitoreo con melaza, para la captura del adulto (mariposa), hasta la liberación
de la avispa Telenomus remus, que parasita los huevos de Spodoptera spp. Se
puede utilizar biopesticidas con ingrediente activo como el Bacillus thuringiensis,
sobre larvas hasta de tercer estado. Si fuera necesario aplicar insecticidas químicos,
usar algunos de baja toxicidad, y específicos como los simuladores hormonales y los
inhibidores de quitina.
Gusano barrenador del tallo (Diatrae spp). Su manejo y control deben ser de tipo
cultural y biológico, con base en prácticas de siembra oportunas en el primer
semestre y liberaciones de la avispa Trichogramma exigunn, a partir de los 15 días
de emergencia del cultivo; en promedio se utilizan 5 liberaciones de 40 pulgadas por
hectárea cada una, procurando cubrir todo el ciclo vegetativo del cultivo.
30
fungicidas protectantes; para las del periodo de floración, productos sistémicos y
asegurarse de que alcancen las hojas del tercio inferior de la planta, donde se
concentra la infección. Entre las prácticas culturales se suele utilizar variedades
productivas, con ciclos vegetativos cortos, la eliminación de hospederos alternativos
y la selección de parcelas de monitoreo de la infección.
10. Cosecha
La recolección se programa con anticipación y se sincroniza con la siembra del
cultivo de rotación. La cosecha se realiza aprovechando el tiempo seco, para que el
grano alcance los niveles de humedad más bajos. Las condiciones de recibo son de
14% de humedad y 3% de impurezas. La cosecha del maíz híbrido Corpoica H-108
se realiza a los 120 días después de sembrado.
Colombia es uno de los pocos países en el mundo donde aún se hace la recolección
de cultivos como la soya, el maíz y el arroz en bultos, práctica a todas luces
ineficiente y costosa, que genera un retraso tecnológico (tabla 2, figura 19); por ello
es necesario cambiar a modelos adecuados, como el uso de combinadas modernas
(figura 20). Para minimizar las pérdidas en cosecha, debe utilizarse la tecnología de
cosecha a granel con combinadas modernas, que representan pérdidas inferiores a
1,43% y reducción de los costos de recolección de entre 23 y 30%, debido a la
disminución de mano de obra, empaque, zorreo y manipulación del grano.
31
Tabla 2. Comparación de costos de recolección (en porcentaje) de los sistemas de recolección
a bulto versus sistema a granel en el piedemonte y la Altillanura
Zorreo 11 0 7,8
Empaque 7,3 0 0
Combinada 59 55 55
La recolección a granel de soya debe ser adoptada con combinadas con aditamentos
apropiados, como la plataforma flexible y el cilindro de barras. No es suficiente
convertir una combinada de bultos a granel si se continúa con la plataforma rígida y
el sistema de trilla de dientes.
32
Figura 19. Cosecha a granel de grano de soya.
La época recomendada para cosechar los híbridos de maíz está entre los 110 y 120
días, considerando que la fecha se ajusta al verano en la Altillanura. La recolección a
granel es un sistema muy eficiente, que requiere un flujo de granos continuo y no
permite fallas en la planificación en el transporte interno de cosecha y el transporte al
centro de acopio.
33
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