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CASTILLO:

Noble y antiguo linaje de la montaña de Santander.


Tiene su origen en la casa de Venero. Algunos de los
Castillo radicados en Vizcaya procedieron directamente
de los solares del mismo apellido en la provincia de
Santander, y fundaron nueva casa en el Valle de Arcentales,
del partido de Valmaseda. Otra casa vizcaína de Castillo
dimanó del solar de Zumelzu, en Arratia. Así lo aseguran
algunos tratadistas, y añaden que fue su progenitor
Fortún de Zumelzu, hijo primogénito del Señor de Zumelzu,
en Yurre, el cual casó con la heredera de la torre
de Elejabeitia y fundó con su mujer el castillo sito
en Elejabeitia, que dio origen al apellido de esa casa,
con ramas en otros puntos de Vizcaya, entre ellos Abadiano.
En Navarra moraron varias y distintas líneas de Castillo
en la ciudad de Tudela. Una dimanó directamente de
la casa santanderina del lugar de Castillo; otra de
la casa aragonesa de Jaca; otra de la también casa
aragonesa de la villa de Tauste (Zaragoza), que tuvo
igualmente rama en Corella, y otra de la casa de Castillo
del lugar de Lubia (Soria). Esta última línea moró
principalmente en la villa de Valtierra, del partido
de Tudela. En Álava radicaron familias Castillo en
Vitoria y en Alegría de Álava.
En Valencia y su provincia radicaron dos líneas
de este linaje: la de los marqueses de Valera, de Fuente
Hermosa y de Llanera, y la de los marqueses de Jura
Real y Villatoya, vizcondes del Castillo. La de los
marqueses de Valera, etc., procedía de Madrid.
I. Jean Francisco del Castillo, natural de Madrid,
y marqués de Varela, casó con doña Ana Francisca de
Arce, de igual naturaleza, y fueron padres de
II. Juan Francisco del Castillo y Arce, natural
de Madrid y marqués de Valera y de Fuente Hermosa,
que contrajo matrimonio con doña Leonor de Fenollet,
natural de Genovés, lugar del partido judicial de Játiva
(Valencia). Se establecieron estos esposos en la ciudad
de Valencia.
Los miembros del apellido Castillo probaron repetidas
veces su nobleza en las Ordenes de Calatrava, Santiago,
Alcántara, Montesa y Carlos III así como en la Real
Compañía de Guardias Marinas. Los títulos que este
linaje lleva son los siguientes: Don Rodrigo de Castillo
y Torres, fue creado Marqués de Casa Castillo, en 1.761;
don Fernando del Castillo y Ruiz de Vergara, Conde
de la Vega Grande de Guadalupe en 1.777 y don Ignacio
del Castillo y Gil de la Torre, Conde de Bilbao con
Grandeza de España, en 1.887.
Como tantos apellidos, la base de este ha sido bastante
discutida por los tratadistas. Algunos sostienen que
se apoya precisamente en las construcciones que así
se denominaron y que alcanzaron su mayor apogeo durante
la Edad Media. Por lo que se sabe el origen de los
castillos como fortalezas de defensa ya se conocía
en la más remota antiguedad empleándose en tiempos
de los asirios y fue precisamente el rey Argón (siglo
VIII antes de Cristo) quien mayor impulso dio a este
tipo de recintos amurallados. En Roma, el emperador
Diocleciano hizo edificar en Dalmacia un castillo que
era tan grande como una ciudad entera. Este tipo de
fortalezas en latín se denominó "castellun" y en ello
es lo que algunos han creído ver el origen del apellido.
Otros alegan al nombre propio de Castillo, también
romano atribuyéndole los antecedentes de Castillo.
En realidad, nada de todo
lo anterior puede asegurarse, ya que no existen las
más elementales garantías para poder afirmarlo con
la debida autenticidad.
Existe también la versión de que el apellido se
originó cuando a determinado
señor feudal, tuviera el nombre que tuviera, los villanos,
o sea el pueblo llano, se referían a él denominándolo
simplemente como "el Señor del Castillo", dada la clase
de vivienda donde el noble vivía.

Armas de CASTILLO
En campo de gules, un castillo de plata, surmontado
de una flor de lis del mismo metal y, tapando la puerta
del castillo, un árbol de sinople y dos perros de plata
atados a su tronco con cadenas.
En Cataluña, usan: De oro, con un castillo de sinople
partido de oro, con los palos de Aragón de gules.
Las ramas establecidas en Valencia llevan: De azur,
con un castillo de plata sobre peña o roca de este
metal, lleva en el jefe un creciente de plata.
Los Marqueses de Jura Real traen: De plata, con
un castillo de gules, y brochante sobre el todo una
banda de sable. Bordura de gules, con ocho bezantes
de oro. Estas armas figuran en el primer cuartel del
escudo, que contiene un expediente de pruebas de Montesa,
relativo a los Castillo, marqueses de Jura Real, que
radicaron en Sueca, Gandía y Valencia.
La casa de Arratia: De oro, con cuatro bandas de
azur perfiladas de sable.
Los Castillo de Elejabeitia, también en Arratia:
De gules, con un castillo de plata, y dos perros de
este metal, atados a la puerta. El Doctor Labayru acrecienta
este escudo (que sólo se diferencia del que usaron
los Castillo de la Merindad de Trasmiera y de Álava,
en que su campo es de gules, en vez de sinople, y en
que carece de una flor de lis de oro que surmonta el
castillo en las armas de aquéllos) con "una orla con
doce fajas azules y doce aspas en campo redondo", orla
que no es fácil interpretar acertadamente a base de
términos tan confusos.
Los Castillo de Elejabeitia: De sinople, con un
castillo de oro cercado de llamas, y un perro de su
color atado con cadena de plata a una columna de la
puerta del castillo. Bordura de gules con ocho sotueres
de oro. Este mismo escudo traen los apellidados Castillo-Beitia,
en Abadiano.
Otros, también en Vizcaya: Sólo el castillo de plata
en campo de sinople. Certificado en 1734.
Otros, igualmente en Vizcaya: De gules, con un castillo
de plata, y dos leones de su color empinados a sus
muros y afrontados. Bordura de gules con ocho sotueres
de oro, alternando con dos fajas ondeadas de azur y
plata.
Otros en las Encartaciones: De gules, con un castillo
de plata, acompañado de cuatro cabezas de moros.
Los establecidos en Tudela y Corella (Navarra),
originarios de la casa aragonesa de Tauste: De oro,
con un águila de su color, coronada de sable.
Otros Castillo de la ciudad de Tudela, dimanados
de la también casa aragonesa de la ciudad de Jaca:
Partido: 1º, de oro, con un castillo de sinople, y
2º, igualmente de oro, con los palos de Aragón, de
gules.
Según la Nobleza Executoriada de Navarra, algunos
Castillo navarros, ostentaron: Cuartelado: 1º y 4º,
de plata, con una cruz de gules, y bordura para estos
cuarteles, de azur, con siete castillos de oro, y 2º
y 3º, de azur, con un castillo de oro, y alrededor
de éste, siete estrellas de oro.
Otros traen: en campo de azur, un castillo de
plata sobre peñas de este metal.

Simbología de las Armas:


Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media
vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada,
etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario
buscar un método de identificación y distinción entre
los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido
a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de
exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que
los diferenciase de forma inequívoca y singular en
el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica,
en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios
y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe
de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos
autores de dar significado o contenido a todos los
emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos,
aún así hay varios tratados que estudian la simbología
de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos:
"Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725;
y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma
y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro
en sus escudos están obligados a hacer el bien a los
pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos
hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el
topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol",
en las de los nobles con título de Duque, Marqués,
Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general
"oro". En su relación con los astros el oro es el Sol;
de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos,
el fuego; de los días de la semana, el domingo; de
los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés
y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo;
de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.

La plata en las armerías recibe el nombre de Luna,


en lo que se refiere a las de los soberanos; en las
de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles,
plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan
en sus armas están obligados a defender a las doncellas
y amparar a los huérfanos. La plata significa en su
correspondencia con las piedras preciosas la perla.
De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco,
Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de
la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero
y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores,
la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales,
el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza
el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que
llevan este color en sus blasones tienen la obligación
de socorrer, amparar y defender, a los injustamente
oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere
a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries
y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes
y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol,
el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde
al pelícano. El gules en las armerías de los reyes
y príncipes se llama Marte; en las de los títulos,
rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad
y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están
obligados a socorrer a los fieles servidores de sus
príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios".
En las piedras preciosas representa al zafiro y en
los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son
Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el
acero; el día de la semana, el viernes; los meses,
abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la
violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real.
El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro
en las de los títulos y azur en la nobleza.
El esmalte sinople es el verde. Su significado es
la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos
llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a
socorrer a los labradores en general y a los huerfanos
y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal
corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el
día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal,
el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva
y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes
recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los
títulos y sinople en los de la nobleza en general.

El águila se concede en los blasones a los hombres


que exceden en valor, generosidad y braveza a los demas
hombres.
El ala representa a las alas del águila, simbolizando
la libertad, dada sus ansias de volar y surcar los
cielos.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas
por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el
día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma
de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.

El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas


por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el
día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma
de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.

La banda significa el tahalí del caballero, y la banda


que traían atravesada del hombro diestro al flanco
siniestro, y por eso se expresa en esta situación en
el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los
que fueron a las cruzadas, según el color con que se
distinguian las naciones.
"Los bezantes son figuras redondas, llanas y macizas,
siempre de metal porque son una especie de moneda griega,
llamada en latin Bizantius, que hoy es la ciudad de
Constantinopla, de donde la tomaron por armas los que
fueron a la conquista de la Tierra Santa."
La bordura simboliza protección, favor y recompensa;
así mismo la cota que vestían los caballeros para la
guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada
de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de
la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura
también se usa para combinar armerías, con la particularidad
que las armas situadas en la bordura tienen siempre
carácter secundario.
La cabeza significa trofeo, valor, superioridad y despojo
sangriento.
Las familias españolas, que traen cadenas en su blasón,
es por la batalla de las Navas, en la que se rompió
el palenque de Miramomelín, guarnecido de gruesas estacas
y cadenas muy fuertes
Los castillos son geroglífico de grandeza, y de elevación,
porque ellos exceden en hermosura, en fortaleza, y
en magnitud a todos los demas edificios: denota también
el asilo, y la salvaguardia.
La luna o creciente, en las armerías, se ha tenido
por buen agüero, y presagio de grandeza, como se dice
del sueño de Milon, hijo de Guillermo, Conde de Borgoña,
a quien la noche antes de ser electo Papa, con el nombre
de Calixto II, en el año 1119, se le representó en
sueños un ángel, que le ponía una luna (creciente)
baxo de sus rodillas, advirtiéndole, como sucedió después,
que sería el Jefe de la Iglesia Universal. Los hebreos
celebran las fiestas que llamaron Neomenías (en recuerdo
de su pasado pastoril), y entre los árabes es distintivo
de poder y de nobleza. Carlos I instituyó, en la ciudad
de Mesina, la Orden Militar del Creciente, y sus caballeros
y algunos de sus descendientes cargaron los crecientes
en sus armas.
La cruz es una pieza honorable, que representa la espada
del caballero, dándose en Armería al combatiente que
sacaba la espada teñida de sangre de sus enemigos.
Del tiempo de las cruzadas quedaron algunas familias
con la cruz por armas, para denotar que habían estado
en ellas.
La casa solariega, también llamada solar, casa fuerte,
casa palacio, casa torre, casona, casal, etc., es el
símbolo de las antiguas libertades de los nobles, caballeros
e hidalgos, notoriedad y nobleza.

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