Antología Poética - Palabras y Poesía

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Antología poética

DOS PALABRAS – ALFONSINA STORNI


DE «EL DULCE DAÑO» PALABRAS PARA REGALAR
Esta noche al oído me has dicho dos palabras
Te regalo una palabra
Comunes. Dos palabras cansadas
con cinta y moño
de ser dichas. Palabras
de estas que se desatan
que de viejas son nuevas. cualquier otoño.
Una palabra blanda
Dos palabras tan dulces que la luna que andaba con piel de espuma
Filtrando entre las ramas para soplarle al viento
Se detuvo en mi boca. Tan dulces dos palabras y llenar la luna.
Que una hormiga pasea por mi cuello y no intento Luna de una palabra
Moverme para echarla. que, soñadora,
vive cuando se duerme
Tan dulces dos palabras y muere con la aurora.
¿Qué digo sin quererlo? ¡oh, qué bella, la vida!
Tan dulces y tan mansas Te regalo una palabra
Que aceites olorosos sobre el cuerpo derraman. sin decir nada
porque la traigo escrita
Tan dulces y tan bellas en tu mirada.
Que nerviosos, mis dedos, Una palabra enorme
Se mueven hacia el cielo imitando tijeras. con nuez y ruido
Oh, mis dedos quisieran de las que no se pierden

Cortar estrellas. cuando se han ido.


Te la regalo ahora
porque es urgente
que te des vuelta y veas
que estoy enfrente.

Silvia Schujer
Pablo Neruda. Las palabras

Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y
bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito…
Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se escuchan,
hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como
platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras…

Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando
van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento
cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas,
como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las
emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera
bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra…
Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como
una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…

Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue
agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son
antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada…
Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos
andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando
patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que
nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus,
idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba
arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de
las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí
resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro y nos
dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras.

Pablo Neruda, Confieso que he vivido, Seix Barral,1974.- p. 77-78.


5 - Veinte poemas de amor y una canción desesperada

Para que tú me oigas


mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas. Neruda por Grau Santos
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.
“PALABRAS"
de Liliana Cinetto.
Escribo palabras,
Escribo palabras, palabras con brillo
palabras de tiza que viajan contentas
que a los pizarrones dentro de un bolsillo.
les hacen cosquillas.
Escribo palabras,
Escribo palabras, palabras de arena
palabras traviesas que hilvanan consuelos
que llegan y borran para cada pena.
todas las tristezas.
Escribo palabras,
Escribo palabras, palabras sin dueño
palabras de luna que esconden secretos
que cantan de noche y tejen los sueños.
mi canción de cuna.
Y escribo palabras,
palabras tan mías
que nacen y crecen
en mi poesía.
"

Palabras"
de Gianni Rodari

DIABLOS Y MARIPOSAS
Escribo palabras,
palabras con brillo
que viajan contentas —Hay cosas que no se pueden contar así, con
dentro de un bolsillo. la boca. Por eso quizás se escriben— piensa
Escribo palabras, Sidonia.
palabras de arena Abre la libreta.
que hilvanan consuelos
para cada pena.
Diablos, escribe.
Mariposas, escribe.
Escribo palabras, Las palabras quedan allí, encendidas,
palabras sin dueño
que esconden secretos combinándose, armando rompecabezas en la
y tejen los sueños. arena de la libreta.
Y escribo palabras,
Diablos y mariposas, de Laura Devetach, il. Istvansch
palabras tan mías
(Ediciones del Eclipse, 2005
que nacen y crecen
en mi poesía.
Palabras para consolar un cuaderno (Laura Devetach)

Hola cuaderno.
Ya sé que se marchitan tus hojas en verano
que te arrinconan cuando estás escrito
y te prefieren
con hojas en blanco.
Aquí voy flotando en un día largo
viento a favor
cabeza con pájaros.
Y escribo en vos como en la arena
cuaderno
silenciosa alcancía
de todo lo que canto.

Vicente Huidobro, Altazor , canto 1

Hay palabras que tienen sombra de árbol


Otras que tienen atmósfera de astros
Hay vocablos que tienen fuego de rayos
Y que incendian donde caen
Otros que se congelan en la lengua y se rompen al salir
Como esos cristales alados y fatídicos
Hay palabras como imanes que atraen los tesoros del abismo
Otras que se descargan como vagones sobre el alma.
Milonga de la palabrota- Silvia Schujer
Abrapalabra
Una palabra
Planté una birome palabritera
creció una palabra
floreció la tarde
despalabrábase
¡Abracadabra! por la escalera.

La regué con agua ¡Pobre palabra!


de mi regadera
desbordaba tinta
se apalabró
como enredadera. palabrincando
cada escalón
Fue un día de otoño
que se deshojó
un abracadabra Cayó de cola
de este corazón. la palabrisa y
palabrochóse
Y empecé de nuevo
con la lapicera
flor de paliza.
a escarbar la tierra
de mi primavera. Despalabra
pala que brota
Silvia Schujer
de ser palabra
ya es palabrota.
Alberto Espinosa
Arte poética-
Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave


que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede
temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu


palabra;
el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.


El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos
fuerza:
el vigor verdadero
reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!


hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros


viven todas las cosas bajo el sol.

El poeta es un pequeño Dios.

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