Derecho Civil y Comercial II
Derecho Civil y Comercial II
Derecho Civil y Comercial II
Obligaciones
UNIDAD 1
Causa:
Causa final, fin que las partes se propusieron al contratar.
Art. 726.- Causa: No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de
algún hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento
jurídico.
Siempre va a existir la presunción de la causa, que es la fuente de la que va
a surgir la obligación. Tiene que haber un motivo sino no hay obligación.
Sino hay causa se presume que existe.
Art. 727.- Prueba de la existencia de la obligación. Presunción de
fuente legitima: La existencia de la obligación no se presume. La
interpretación respecto de la existencia y extensión de la obligación es
restrictiva. Probada la obligación, se presume que nace de fuente legitima
mientras no se acredite lo contrario.
La finalidad que la persona tuvo es la causa fin, lo que interesa es la causa
fuente que es la que da origen a la obligación.
Art. 281.- Causa: La causa es el fin inmediato autorizado por el
ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También
integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan
sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales
para ambas partes.
Art. 282.- Presunción de causa: Aunque la causa no este expresada en el
acto se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es
válido, aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa
verdadera.
Se presume la existencia y licitud de la causa, pero queda a salvo el
derecho del deudor de demostrar que no es así.
Aunque la causa no este expresada en el acto, se presume que existe,
mientras el deudor no pruebe lo contrario. A su vez, prevé una simulación.
Si en un acto se expresa falsamente una causa, pero en realidad hay oculta
otra causa que es lícita, el acto será válido en razón de la existencia de esa
causa oculta. Lo que interesa es la causa real, no la aparente.
Acto abstracto:
Art. 283.- Acto Abstracto: la inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa
no son discutibles en el acto abstracto mientras no se haya cumplido,
excepto que la ley lo autorice.
Es una obligación que vale por si sola, sin necesidad de exponer la causa.
Pero esto no significa que no tenga causa, la tienen como debe tenerla todo
acto jurídico, solo que no se expresa.
UNIDAD 2:
Astreintes:
Es la imposición judicial de una condena pecuniaria, fijada en tanto por día
(o por otro periodo de tiempo) de retardo en el cumplimiento de la
sentencia o de otra resolución judicial. Es una sanción que afecta al deudor
mientras no cumpla con lo debido, y que por ellos es susceptible de
aumentar indefinidamente.
Naturaleza jurídica: es una medida de coerción patrimonial que persigue
un doble propósito:
- Asegurar el acatamiento de las decisiones judiciales.
- Lograr el cumplimiento especifico de lo adeudado.
No son una indemnización de ds. y pj. porque:
a. La indemnización sustituye la prestación incumplida. Las
astreintes tienden a que dicha prestación se cumpla.
b. La indemnización fija los daños sufridos. Las astreintes son
provisorias, pueden ser alteradas por los jueces.
c. El monto de la indemnización esta dado por la medida del daño. Las
astreintes son conminatorias y por esto es que se fijan en atención a
la fortuna del deudor.
Tampoco son pena civil, porque las penas son sanciones por el
incumplimiento, son sumas fijas. Mientras que las astreintes son un
procedimiento que obliga al deudor a cumplir.
Caracteres:
1. Discrecionales: el juez puede imponerla o no, dejarla sin efecto o
reajustarla.
2. Conminatorias: la astreinte no busca reparar el daño, simplemente
es una medida de coerción para conminar al deudor que cumpla.
3. Pecuniarias/Dinerarias: expresadas en dinero.
4. Ejecutable: acreedor puede ejecutar la deuda por astreintes y
ejecutarla sobre los bienes del deudor.
5. Provisional.
6. Procede a pedido de parte: no se puede pronunciar de oficio,
excepto las obligaciones de alimentos.
7. No es acumulable.
8. Accesoria: es accesoria de una obligación principal.
Beneficiario: es quien la solicito, el acreedor.
Campo de aplicación: se aplican a cualquier deber jurídico que surja de
una resolución judicial.
Modo de computarlas: se computan desde la sentencia firme y de luego
notificado el deudor.
Cesación: cesa con el pago de la obligación principal o el pago de las
astreintes.
Multas civiles:
Son sanciones pecuniarias impuestas por ley a causa de contravenciones al
orden social establecido.
Beneficiario: el Estado.
Fuente:
- Pueden resultar de la ley.
- Las partes pueden fijarlas en caso de incumplimiento del deudor.
- Pueden ser impuestas por el juez.
Diferencia con las astreintes: miran al pasado y tienen carácter
representativo y no conminatorio.
Extensión de la Indemnización:
La indemnización comprende:
- Perdida o disminuidito del patrimonio de la víctima.
- Lucro cesante en el beneficio económico esperado.
- Perdida de chances.
- Consecuencias de la violación de sus derechos personalísimos de la
víctima.
- Integridad personal, salud psicofísica, afecciones espirituales
legitimas.
Fundamento: residiere en el imperativo de justicia que se vería
quebrantado sino se restituyese al damnificado al estado anterior a la
lesión.
Finalidad: tiene la finalidad de colocar al acreedor en una situación
patrimonial equivalente a la que hubiera tenido si la obligación se hubiese
cumplido.
Sus elementos constitutivos son:
- Daño emergente: es la perdida o disminución de valores
económicos ya existentes y que produce el empobrecimiento del
sujeto.
- Lucro cesante: es la frustración de ventajas económicas altamente
probables que representan una perdida de enriquecimiento.
Caracteres:
1. Es subsidiaria.
2. Es pecuniaria.
3. Es resarcitoria y no punitoria.
4. Cuando se trata de la reparación de daños morales, la indemnización
tiene carácter punitorio.
Reparación Plena: tiene que ser plena la reparación del daño. Consiste en
la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al hecho
dañoso.
La victima puede optar por el reintegro especifico, a menos que su
cumplimiento sea parcial/totalmente imposible o excesivamente oneroso o
abusivo, en esos casos, se debe fijar en dinero.
En los casos en que se lesione el honor, intimidad o identidad personal, el
juez puede (a pedido de parte) ordenar que se publique la sentencia o las
partes, a costa del responsable.
Legitimados: esta legitimado para reclamar la indemnización de las
consecuencias no patrimoniales:
- El damnificado directo.
Si del hecho resulta su muerte o sufre su gran discapacidad, tienen
legitimación:
- Ascendientes.
- Descendientes.
- Cónyuge.
- Quienes convivan con el (y que tengan un trato familiar ostensible-
concubina/o).
Presupuestos de la responsabilidad:
Para que el incumplimiento del deudor haga surgir la acción por
indemnización de daños es preciso diferenciar según se trate de un
supuesto de responsabilidad subjetiva o de uno de responsabilidad objetiva:
Responsabilidad subjetiva, es necesario que:
- El deudor se encuentre en mora;
- El incumplimiento le sea imputable, que medio dolo o culpa de su
parte.
La imputabilidad se presume, basta con la mora para admitir la
responsabilidad del deudor, a menos que pruebe que el incumplimiento fue
por caso fortuito o fuerza mayor.
Responsabilidad objetiva, es necesario que:
- El deudor se encuentre en mora;
- Que de las circunstancias de la obligación o de lo convenido por las
partes surja que el deudor deba obtener un resultado determinado.
El deudor solo se libera si demuestra la causa ajena y siempre que no exista
una disposición legal en contrario que haga que asuma el caso fortuito o la
fuerza mayor.
Mora:
El primer factor de la responsabilidad es la antijuricidad. En la
responsabilidad contractual se habla de mora.
Art. 886.- Mora del Deudor. Principio. Mora Automática. Mora del
Acreedor: la mora del deudor se produce por el solo transcurso del tiempo
fijado para el cumplimiento de la obligación.
El acreedor incurre en mora, si el deudor le efectúa una oferta de pago de
conformidad con el articulo 867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo.
La mora del deudor consiste en la falta de cumplimiento de la obligación en
tiempo oportuno.
Este incumplimiento puede ser tardío o total. Tardío es, por ejemplo, pagar
la tarjeta después del vencimiento (no se actúa conforme a los términos de
la obligación).
Art. 887.- Excepciones al principio de la Mora automática: la regla de
la mora automática no rige respecto de las obligaciones:
a. Sujetas a plazo tácito: si el plazo no esta expresamente
determinado, pero resulta tácitamente de la naturaleza y
circunstancias de la obligación, en la fecha que conforme a los usos y
a la buena fe debe cumplirse.
b. Sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho: si no hay
plazo, el juez a pedido de parte, lo debe fijar mediante el
procedimiento mas breve que prevea la ley local, a menos que el
acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y de
cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en mora en
la fecha indicada por la sentencia para el cumplimiento de la
obligación. Por ejemplo: el contrato de transporte cuando no se fijó
un término para su realización, se entiende que deberá ser cumplido
en el plazo necesario para hacer el transporte.
En caso de duda respecto a si el plazo es tácito o indeterminado
propiamente dicho, se considera que es tácito.
- Obligaciones a plazo: si la obligación tiene plazo, la mora se
produce por su solo vencimiento. No importa que el plazo sea cierto o
incierto. Tampoco importa el lugar en el que debe cumplirse la
obligación.
Factores impeditivos de la mora:
1. Quien esta en mora no puede constituir en mora a otro.
2. Falta de colaboración del acreedor
Obligaciones que requieren interpelación:
La interpelación significa requerirle al deudor el cumplimiento. Antes, el
mero incumplimiento no era mora si no se daba la interpelación.
Es el requerimiento claro y conciso a los efectos de que el deudor cumpla
con la obligación. Sera necesaria la interpelación en las obligaciones a
plazo.
a. Si así se pacto en la obligación, ya que está a disposición es
supletoria y puede ser modificada por convenio de las partes.
b. Si la obligación contiene la clausula “cuando el acreedor quiera” u
otras similares, que dejen librado a la expresión de la voluntad del
acreedor el plazo de vencimiento.
c. Si una ley especial exige la interpelación.
Interpelación judicial: resulta de la notificación de la demanda y de la
intimación de pago. Puede resultar también de un embargo preventivo o de
otra intimación de pago hecha en el proceso.
Interpelación extrajudicial: no esta sujeto a forma alguna, puede ser
escrito u verbal, aunque no es aconsejable la forma verbal. La forma
habitual es la carta documento o el telegrama.
Solo debe contener una exigencia clara y concreta del pago y no se puede
intimar al cumplimiento sin dar un plazo razonable para que el deudor
pueda cumplir.
La interpelación debe hacerse una vez vencido el plazo que goza el deudor.
Sin embargo, no hay inconveniente en que la interpelación se haga antes
del vencimiento si se requiere el pago para después de operado dicho
vencimiento.
Otros casos de Mora sin interpelación:
1. Hecho ilícito: el responsable esta incurso en mora desde la comisión
del hecho.
2. Confesión de mora: cuando el deudor reconoce la mora no hace
falta la interpelación. El reconocimiento debe ser explicito.
3. Imposibilidad de interpelar: si el requerimiento de pago se hace
imposible por un hecho imputable al deudor, este queda constituido
en mora.
Mora en las obligaciones reciprocas:
En las obligaciones reciprocas, uno de los obligados no incurre en mora si el
otro no cumple o no se allana a cumplir sus propias obligaciones. Si uno no
esta en mora, no se puede poner en mora al otro.
Dolo:
Art. 271.- Acción y Omisión Dolosa: acción dolosa es toda aserción de lo
falso y disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o
maquinación que se emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa
causa los mismos efectos que la acción dolosa, cuando el acto no se habría
realizado sin la reticencia u ocultación.
Acepciones del Dolo:
a. Como vicio de la voluntad: es el engaño que se emplea para inducir
a alguien a celebrar un acto jurídico.
b. Como elemento del hecho ilícito: consiste en la intención de daños
y justamente sirva para caracterizar al delito y diferenciarlo del
cuasidelito.
c. En el incumplimiento de la obligación: consiste en la intención
deliberada de no cumplir con la obligación. El deudor debe cumplir.
Tipos de Dolo:
- Directo: cuando el sujeto tiene la intención manifiesta de causar
daño.
- Indirecto/Eventual: se produce con la manifiesta indiferencia por
los intereses ajenos. El sujeto no tiene la voluntad concreta de dañar,
pero se representa el resultado e igualmente continua.
Dispensa del Dolo:
En dolo si o si hay responsabilidad, no se puede dispensar. Porque sino
seria repugnante a la moral y las buenas costumbres que el deudor pudiese
quedar exento de responsabilidad habiendo obrado con un comportamiento
reprochable. Y también porque obligarse a algo sin que haya una sanción
para el caso de inejecución, es lo mismo que no obligarse a nada.
Prueba del Dolo:
Incumbe al acreedor probar que el deudor actuó con dolo. Puede valerse
de todo tipo de pruebas.
Si hay duda debe interpretarse a favor del deudor y resolverse en el sentido
de la ausencia del dolo.
Efectos del Dolo:
El deudor es responsable de los daños e intereses que resultasen por
dolo suyo en el cumplimiento de la obligación. El resarcimiento a cargo del
deudor doloso es mas amplio porque no solo comprende los daños e interés,
sino que también comprende los daños que el acreedor sufriere como
consecuencia del incumplimiento.
Culpa:
Omisión de las diligencias necesarias según la naturaleza de la obligación y
las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar.
Es un comportamiento reprochable pero exento de malicia.
Hay una ausencia de intencionalidad de ocasionar un daño, entonces la
responsabilidad es menor.
Integran la culpa dos elementos negativos:
1. Ausencia de la diligencia debida.
2. Ausencia de malicia o intención dañosa.
La culpa comprende:
Imprudencia: cuando el sujeto actúa imprudentemente, obra de
manera precipitada o apresurada, sin prever las consecuencias
posibles.
Negligencia: cuando el sujeto actúa con negligencia, no tiene el
cuidado que habría evitado el resultado dañoso.
Impericia: significa que el sujeto no sabe o no hace lo que debería
saber o hacer en razón de su oficio o profesión.
Clasificación y graduación de la culpa:
Culpa grave: es la omisión de los cuidados mas elementales,
principales o básicos, que como son los mínimos, no se espera que
nadie incumpla.
Culpa leve: es la ausencia de una diligencia calificable como normal,
regular o mediana. Ella debía analizarse de dos maneras diferentes:
a. En abstracto: comparando la conducta del deudor con la de un buen
padre de familia.
b. En concreto: comparando el obrar del deudor con su propia
conducta anterior, siendo culpable solo en caso de que no prestara en
el cuidado de lo ajeno de la misma diligencia que con las propias.
Culpa levísima: consiste en la omisión de la diligencia que hubiera
tenido un buen padre de familia.
Dispensa Total de la Culpa:
Estas cláusulas no son válidas por atentar sustancialmente al bien común y
a las buenas costumbres.
Dispensa Parcial de la Culpa:
La limitación puede consistir en excluir la responsabilidad del deudor en
ciertos casos determinados.
La limitación puede consistir en que el deudor responda solo hasta la
concurrencia de cierta suma.
Estas cláusulas son válidas a condición de que no se excluya en forma total
la responsabilidad del deudor que ha incurrido en culpa.
Art. 1743.- Dispensa Anticipada de la Responsabilidad: son invalidas
las cláusulas que eximen o limitan la obligación de indemnizar cuando
afectan derechos indisponibles, atentan contra la buena fe, las buenas
costumbres o leyes imperativas, o son abusivas. Son también invalidas si
liberan anticipadamente en forma total o parcial, del daño sufrido por dolo
del deudor o de las personas por las cuales debe responder.
El acreedor y el deudor pueden convenir que el deudor se libere del deber
indemnizatorio. Es decir, se lo dispensa anticipadamente de responsabilidad
si ocasiona perjuicios por omisión de la diligencia que debía prestar.
Significa, una suerte de perdón anticipado.
Prueba de la Culpa:
Lo único que debe probar el acreedor es el incumplimiento, y con eso
queda acredita la culpa del deudor.
El deudor puede desvirtuar la presunción legal produciendo prueba en
contrario, es decir, acreditando el caso fortuito o fuerza mayor, que lo exime
de responsabilidad.
Si el deudor no cumple, se presume que no adopto las diligencias
apropiadas.
Prohibición Legal de la Dispensa de Responsabilidad:
Hay casos en que la ley prohíbe que se exima o limite la responsabilidad del
deudor. Por ejemplo: responsabilidad de los hoteleros, de los transportistas,
impuestas por leyes de orden público, etc.
Riesgo Creado:
Significa contingencia o proximidad de un daño.
La doctrina del riesgo creado tiene un contenido solidarista, porque
beneficia a numerosas víctimas. Por ejemplo: al presumir la responsabilidad
del dueño y del guardián de la cosa por cuyo riesgo o vicio se causo el daño
y que solo puede ser destruida a través de la demostración del casus.
Es una fuente de obligaciones reconocida por el código, por virtud de la
cual, aquel que hace uso de cosas peligrosas, debe reparar los daños que
cause, aun cuando haya procedido lícitamente.
UNIDAD 3:
Efectos Principales de las Obligaciones:
Inimputabilidad por Incumplimiento del Deudor:
Existe la imputabilidad de primer grado (la actividad voluntaria) y de
segundo grado (la culpabilidad).
Pero puede ocurrir que el incumplimiento le sea impuesto al deudor por un
hecho ajeno a el: caso fortuito o fuerza mayor.
Teoría de la imprevisión:
Se vincula con la teoría del caso fortuito, esta teoría enfrenta hechos que
por su índole (imprevistos e inevitables) son idénticos a los constitutivos de
caso fortuito o fuerza mayor.
o Solo difieren en que mientras estos impiden absolutamente el
cumplimiento de la obligación, los de la teoría de la imprevisión no lo
impiden, pero hacen a la ejecución debida excesivamente onerosa
para el deudor.
El problema que esta teoría intenta resolver es el siguiente: si ulteriormente
a la constitución de una obligación duradera sobreviene un hecho
imprevisible e inevitable, que no impide absolutamente el cumplimiento del
deudor, pero lo torna desmesuradamente oneroso: ¿puede el acreedor
atenerse a los términos originarios de la obligación? ¿Puede el deudor
eximirse del cumplimiento, en tales condiciones, sin incurrir en
responsabilidad?
La teoría de la imprevisión contempla los casos en que el cumplimiento de
la prestación u obligación se vuelve excesivamente oneroso para una de las
partes a raíz de un hecho imprevisible.
Son situaciones en las cuales no hay imposibilidad de pago (como en el
caso fortuito) pero existe una dificultad para hacerlo, ya que se ha tornado
excesivamente oneroso y puede que el deudor caiga en quiebra.
Para estos casos la teoría de la imprevisión sostiene la necesidad de hacer
caer la relación o de reajustar las cláusulas del contrato.
¿Qué se puede hacer en estos casos?:
a) Que el acreedor adecue sus pretensiones y el contrato siga vigente.
b) Que no haya posibilidad de acuerdo (acreedor no acepta). En este
caso el deudor debe iniciar una acción judicial y pedir la recisión del
contrato.
Art. 1090.- Frustración de la finalidad: la frustración definitiva de la
finalidad del contrato autoriza a la parte perjudicada a declarar su
resolución, si tiene su causa en una alteración de carácter extraordinario de
las circunstancias existentes al tiempo de su celebración, ajena a las partes
y que supera el riesgo asumido por la que es afectada. La resolución es
operativa cuando esta parte comunica su declaración extintiva a la otra. Si
la frustración de la finalidad es temporaria, hay derecho a resolución sólo si
se impide el cumplimiento oportuno de una obligación cuyo tiempo de
ejecución es esencial.
Art. 1091.- Imprevisión: si en un contrato conmutativo de ejecución
diferida o permanente, la prestación a cargo de una de las partes se torna
excesivamente onerosa, por una alteración extraordinaria de las
circunstancias existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida por
causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta
tiene derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción
o como excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su
adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le han sido conferidos
derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato; y al contrato
aleatorio si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas
extrañas a su área propia.
Fundamentos de la teoría:
Teoría de la presuposición: siempre hay expectativas o creencias, sin las
cuales el que emite una declaración de voluntad no la hubiera emitido. Se
presupone algo y se cambian las condiciones de una manera imprevista.
Teoría de la buena fe: sostenida por von Tuhr y Alsina Atieza, quienes
piensan que aplicar literalmente el contrato luego de un cambio radical de
las circunstancias originarias atenta contra la buena fe.
Teoría del abuso del derecho: la sostiene Spota, para él el acreedor que
exige el cumplimiento estricto de la prestación incurre en un abuso del
derecho, ya que no lo ejerce en forma funcional.
Daño:
Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el
ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un
derecho de incidencia colectiva.
Art. 1737.- Concepto de daño: hay daño cuando se lesiona un derecho o
un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto
la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva.
Menoscabo que sufre el acreedor como consecuencia del
incumplimiento de deudor.
Requisitos para reclamar un daño (daño resarcible):
Certeza: un daño es cierto cuando su existencia resulta
comprobable. Se le opone el daño “incierto” que es el meramente
hipotético, que puede producirse o no, por lo que no es objeto de
tutela.
Subsistencia: el daño debe subsistir en el momento en que se lo
computa, ya que, si ha desaparecido o ha sido compensado ya, no
existe como daño actual.
Sin embargo, si la reparación fue costeada por el propio damnificado o por
un tercero, debe entenderse que el daño subsiste sin indemnizar. Si el
perjuicio es reparado por quien lo sufre, puede reclamar lo que invirtió.
Personalidad: el daño debe ser “personal” del reclamante y no
ajeno.
Se trata de una aplicación pura y simple del principio según el cual si no hay
interés no hay acción.
Interés legítimo: el daño debe afectar un interés legítimo del
damnificado.
Relación causal: el daño para ser resarcible ha de estar en relación
causal con el hecho imputado al responsable.
Compensación del daño con lucro.
Art. 1739.- Requisitos. para la procedencia de la indemnización debe
existir un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente.
La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su contingencia
sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho
generador.
Prueba del Daño:
Debe ser probado por quien lo invoca, excepto que la ley lo
impute/presuma o que sea notorio de los propios hechos.
Daño que no se demuestra, jurídicamente no existe. Los medios para probar
el daño son todos los del Código Procesal (testimonial, pericial documental,
informativa).
Art. 1744.- Prueba del daño: el daño debe ser acreditado por quien lo
invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los
propios hechos.
Daño del deudor: situación en la que el deudor pretende hacer valer la
responsabilidad del acreedor incurso en mora.
Existencia y prueba del daño:
Un daño improbado no existe para el derecho. La prueba del daño
incumbe al damnificado (acreedor) que pretende hacer valer la
responsabilidad del deudor; por tanto, él debe aportar la demostración "del
hecho constitutivo del derecho cuyo reconocimiento pretende".
La prueba aludida comprende la existencia del daño y la cuantía del mismo.
La existencia del daño es de prueba indispensable, no pudiendo
otorgarse indemnización alguna si falla esa comprobación. En cambio, la
prueba de la cuantía del daño puede ser suplida por la prudente estimación
judicial.
Para la demostración del daño todos los medios de prueba son admisibles.
Avaluación del daño:
Establecida la existencia del daño, se requiere pasar a su valoración
pecuniaria, y hay tres maneras de hacerlo:
a) Forma convencional: aquella que se practica de común acuerdo
por el damnificado y el responsable. Este convenio, por lo general,
importara una transacción.
b) Forma legal: aquella que la propia ley establece. La ley establece la
cuantía de la indemnización debida al acreedor, o el monto máximo o
mínimo de la misma.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en los casos de indemnización por accidentes
de trabajo.
c) Forma judicial: aquella que establece el juez a falta de
determinación por la forma convencional o legal. El valor del daño se
establece a los valores más cercanos al tiempo de la sentencia.
Especies de daños:
Daño compensatorio y moratorio:
El daño compensatorio se configura ante un incumplimiento definitivo,
por lo que el pago de daños sufridos sustituye o reemplaza a la prestación, y
así el interés del acreedor se satisface por equivalente.
El daño moratorio es el que se deriva de la mora del deudor, por lo que
supone la posibilidad de cumplimiento tardío de la prestación que al
acreedor aún le resulta útil, y se acumula a la prestación o a la
indemnización que la reemplaza.
Daño común y propio:
El daño es común si lo hubiera sufrido cualquier acreedor, mientras que es
propio si únicamente lo puede experimentar un acreedor determinado.
Es el caso del préstamo de un libro que el deudor pierde; éste, como regla,
deberá su valor (lo que representa un daño común), pero si se hallaba
autografiado y tenía un significado especial para el acreedor, estamos ante
un daño propio.
Daño mediato e inmediato:
El daño inmediato es el que registra la máxima proximidad causal lógica
con el hecho generador; son los que resultan invariablemente del
incumplimiento del deudor, según el curso natural y ordinario de las cosas.
El daño mediato es el que tiene lugar solamente de la conexión de tal daño
con un acontecimiento distinto.
La distinción no se basa en un orden cronológico-temporal sino lógico (por
ejemplo, la muerte derivada de un accidente violento es una consecuencia
inmediata, aunque transcurra un cierto tiempo entre el suceso y el
resultado).
Daño directo e indirecto:
Es daño directo el que sufre la víctima, a la propia persona o sus bienes. Es
daño indirecto aquel que sufre perjuicios “de rebote” por la lesión
padecida por un tercero, y reclama a título propio
Daño previsto e imprevisto:
Son daños previstos los que de hecho ha contemplado el deudor al tiempo
de contraer la obligación. Son daños imprevistos los que están en la
situación opuesta.
Daño intrínseco y extrínseco:
Son daños intrínsecos los que conciernen a la prestación misma que
constituye el objeto de la obligación. Son daños extrínsecos los que sufre
el acreedor en otros bienes suyos distintos del objeto de la obligación.
Daño actual, futuro y eventual:
Por daño actual se entiende al detrimento patrimonial ya ocurrido que aún
subsiste sin ser reparado.
Daño futuro es aquel que todavía no se ha producido al momento en el que
se dicta la sentencia o se contrae la obligación, pero su acaecimiento es
objetivamente probable.
Daño eventual es el problemático o conjetural, que puede o no ocurrir. Es
por esto que, en principio, no es resarcible, ya que, si se indemnizara y
luego el daño no ocurriese, el damnificado eventual se enriquecería sin
causa a expensas del responsable.
Daño al interés positivo y daño al interés negativo:
El daño al interés positivo engloba las perspectivas favorables que el
acreedor podía legítimamente esperar como resultado del cumplimiento de
la obligación. En su consideración se mira hacia el porvenir, computando
como medio idóneo de incremento patrimonial el título del acreedor que lo
habilita para exigir el cumplimiento de la obligación, y obtener con ello las
ventajas esperadas.
Por ejemplo, si A promete a B la venta de un inmueble y luego no cumple,
pueden entrar en este renglón los siguientes rubros: mayor valor adquirido
por ese inmueble, perdida de una diferencia de precio de reventa ya
convenida, etc.
El daño al interés negativo es la invalidez del acto que habría generado la
obligación. Consiste en el resarcimiento de los daños que no se hubieran
sufrido si no se hubiera constituido la obligación. Se observa al pasado, se
busca reestablecer la situación patrimonial anterior a la constitución de la
obligación desvanecida.
Daño patrimonial y daño moral:
Por daño patrimonial se entiende el menoscabo que alguien sufre,
susceptible de apreciación pecuniaria.
El daño moral es una lesión en los sentimientos, por el sufrimiento o dolor
que padece la persona, insusceptible de apreciación pecuniaria.
Daño emergente y lucro cesante:
El daño emergente es la pérdida o disminución de valores económicos ya
existentes, que produce el empobrecimiento del sujeto, como por ejemplo la
destrucción de su rodado a raíz de un siniestro de tránsito.
El lucro cesante es la frustración de ventajas económicas altamente
probables, que representan una pérdida de enriquecimiento, como ocurre
con el dinero que deja de ganar el taxímetro por no poder trabajar con el
rodado dañado.
Mientras el daño emergente es susceptible de una cuantificación exacta o
muy aproximada (por ejemplo, se prueba a través de facturas), el lucro
cesante no, pues se trata de ganancias razonablemente frustradas.
o El CCyC también admite la indemnización de la llamada pérdida de
chance:
La chance es la oportunidad o posibilidad de conseguir algo, cierta
expectativa que se tiene en torno a determinado acontecimiento futuro.
Para su análisis se ingresa en la "dimensión de lo futuro", de lo que aún no
ha acontecido, se transita desde lo seguro a lo hipotético.
Ejemplos de chances pérdidas son: (i) la de ayuda futura que se produce por
la muerte de un hijo menor de edad, que aún no está en condiciones de
colaborar económicamente con sus padres (art. 1745, inc. c]); o (ii) la de
obtener un buen resultado en un pleito cuando el abogado no apela la
sentencia adversa.
A los fines resarcitorios, el análisis que se practica es complejo, debiéndose
ponderar las mayores o menores probabilidades o chances de éxito en
función de parámetros objetivos de persona, tiempo y lugar. Lo que se
resarce es la chance misma, la "oportunidad" que se frustra, no el
beneficio en sí que se esperaba lograr (esto se enmarca en el lucro
cesante).
UNIDAD 4:
EFECTOS AUXILIARES DE LAS OBLIGACIONES
Son virtualidades de la obligación que facilitan la concreción de los
derechos del acreedor, se encaminan a una mejor realización de la
expectativa del acreedor cuando esta se ve amenazada por algún peligro u
obstáculo que es necesario remover.
Es para proteger el crédito del acreedor y los bienes del deudor, evitando
maniobras del deudor para no cumplir.
Podemos enunciarlos como:
Medidas precautorias: embargo, inhibición, derecho de retención,
secuestro, anotación de litis, intervención judicial, prohibición de
innovar, medidas de prueba anticipada, protección de personas, etc.
Intervención en los juicios en los que el deudor es parte.
Derecho de retención.
Acciones de integración.
Deslinde del patrimonio (revocatoria, simulación, subrogatoria,
separación de patrimonios).
Situación jurídica del deudor respecto de sus bienes:
La existencia de una obligación no priva al deudor de sus facultades de
gestión y explotación de sus bienes, siempre que actúe de buena fe.
Principio general: el patrimonio del deudor constituye la garantía común
de los acreedores; es la masa de bienes que responde por las deudas del
titular. Los acreedores tienen el derecho a hacer ejecución de esos bienes y
a cobrarse de ellos, pero el deudor mantiene la libertad para disponer de
ellos en tanto no se inicie un proceso de ejecución y no se trabe por
embargo o inhibición.
Este principio se funda en la circunstancia de que el acreedor ha tenido en
cuenta al contratar la solvencia económica del deudor, es decir, la cuantía y
solidez de su patrimonio.
Se dice que es la prenda común de los acreedores.
Garantía común/colectiva de los acreedores: el art. 743 indica que los
bienes presentes y futuros del deudor constituyen la garantía común de sus
acreedores. El acreedor puede exigir la venta judicial de los bienes del
deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su crédito.
Limitaciones: no todos los acreedores están en pie de igualdad para
el cobro de sus créditos; y no todos los bienes son ejecutables.
Art. 242.- Garantía común. Todos los bienes del deudor están afectados
al cumplimiento de sus obligaciones y constituyen la garantía común de sus
acreedores, con excepción de aquellos que este Código o leyes especiales
declaran inembargables o inejecutables. Los patrimonios especiales
autorizados por la ley sólo tienen por garantía los bienes que los integran.
Bienes excluidos de la garantía colectiva: según el art. 744 quedan
excluidos de la garantía común de los acreedores:
a) las ropas y muebles de uso indispensable del deudor, de su cónyuge
o conviviente, y de sus hijos;
b) los instrumentos necesarios para el ejercicio personal de la profesión,
arte u oficio del deudor;
c) los sepulcros afectados a su destino, excepto que se reclame su
precio de venta, construcción o reparación;
d) los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el Estado;
e) los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las
servidumbres prediales, que sólo pueden ejecutarse en los términos
de los artículos 2144, 2157 y 2178;
f) las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño moral y
por daño material derivado de lesiones a su integridad psicofísica;
g) la indemnización por alimentos que corresponde al cónyuge, al
conviviente y a los hijos con derecho alimentario, en caso de
homicidio;
h) los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras
leyes.
1. Acreedores privilegiados:
Son aquellos cuyo crédito goza de una preferencia para cobrar con
relación a otros (son los primeros en cobrar). Este privilegio nace siempre
de la ley. El deudor no puede crear a favor de un acreedor un derecho para
ser pagado con preferencia a otro, sino del modo como la ley lo establece.
Pueden ser:
- Privilegios generales: Recaen en la totalidad del patrimonio y sólo pueden
ser invocados en procesos universales (sucesiones/quiebras)
- Privilegios especiales: Recaen sobre cosas determinadas
(muebles/inmuebles). Por ejemplo, los gastos hechos para la construcción,
mejora o conservación de una cosa; los créditos por remuneraciones
debidas al trabajador por seis meses y los provenientes de indemnizaciones
por accidentes de trabajo, antigüedad o despido.
2. Acreedores que tienen a su favor un derecho real de garantía:
Son los que carecen de toda preferencia; deben cobrar después de los
privilegiados y de los que tienen a su favor un derecho real de garantía y lo
hacen a prorrata de sus respectivos créditos, si los bienes del deudor no
alcanzan a satisfacerlos en su totalidad.
4. Acreedores subordinados:
Son los últimos en cobrar, son aquellos que convienen con el deudor y
postergan sus derechos respecto de otras deudas presentes o futuras que
tenga el acreedor.
Medidas precautorias
Son las que evitan la salida del patrimonio del deudor. Son dictadas por los
jueces (a pedido del acreedor) para que el deudor no pueda disponer de sus
bienes.
Requisitos para una medida cautelas:
1) Que el derecho invocado exista -verosimilitud-
2) Peligro en la demora
3) Contra cautela/caución (dependiendo de quién sea que solicite la
cautelar, se trata de caución real o juratoria). Es hacerse
responsable por los daños que ocasiona si la medida es rechazada
por el juez.
Cuando se inicia una cautelar la otra parte no se entera en tanto la medida
se dicte (tramita intuito). Esto es para que la parte no se adelante a realizar
o no un hecho. Una vez que el juez dicta la medida cautelar, se le corre
traslado a la otra parte.
Caución juratoria: Es una promesa jurada del imputado a cumplir las
condiciones impuestas por el tribunal/fiscal. Quien presente esta caución se
hace cargo por los daños y perjuicios por una medida cautelar mal
solicitada.
Caución real: se dice que se va a poner “X” cantidad de dinero en caso de
que se demuestre que la medida cautelar fue mal solicitada. Casi nadie
utiliza esta causación.
Requisitos y efectos:
Art. 737.- Requisitos de ejercicio. El ejercicio de la acción directa por el
acreedor requiere el cumplimiento de los siguientes requisitos:
a) un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor;
b) una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del
deudor;
Que el demandado resulte deudor del deudor del demandante. Es el caso de
que B le deba a A $5000, y que C deba devolverle a B $3000. A resulta
acreedor de B y B es acreedor de C.
c) homogeneidad de ambos créditos entre sí;
Es decir, deben ser compatibles, pertenecer a la misma especie de
obligación. En el ejemplo anterior, ambos supuestos tratan de hipótesis de
obligaciones dinerarias.
d) ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo
anterior a la promoción de la acción directa;
Se trata de créditos sobre los cuales no existan trabados embargos, ya que
de lo contrario se vulneraria la prioridad del primer embargante.
e) citación del deudor a juicio.
Así se tutela de manera efectiva su derecho de defensa.
Art. 738.- Efectos. La acción directa produce los siguientes efectos:
a) la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor
del demandante;
b) el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos
obligaciones;
c) el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas
las defensas que tenga contra su propio acreedor y contra el
demandante;
d) el monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio;
e) el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que
corresponda en función del pago efectuado por el demandado.
Entre el acreedor actor y su deudor: Como no pasa el bien por el
patrimonio del sujeto pasivo (el deudor del acreedor), éste no podrá realizar
sobre él actos de conservación y disposición, podrá alegar las defensas que
estén a su alcance.
Como ha sido satisfecho el interés del acreedor demandante, su deudor se
libera en la medida del pago (art. 738, inc. e).
Entre el acreedor actor y los demás acreedores: Estos últimos no
podrán intentar embargar el bien en cuestión una vez que ha ingresado en
el patrimonio del acreedor actor, salvo que ejerzan las acciones pauliana o
de simulación.
No obstante, no existe ningún obstáculo en que traben embargo sobre el
bien durante la tramitación de la acción directa. Operará acá la prioridad del
primer embargante según corresponda.
No debe olvidarse que la notificación de la demanda ocasiona el
embargo del crédito a favor del acreedor actor (art. 738, inc. a).
Entre el acreedor actor y el demandado: El demandado puede invocar a
su favor las mismas defensas que podría haber alegado contra su acreedor
(deudor del demandante). Inclusive podría oponer las defensas que tuviera
contra el actor, por ejemplo, la compensación, pues el bien ingresa
directamente en el patrimonio de este último (art. 738, inc. c).
Por otra parte, debe recordarse que el reclamo del acreedor actor sólo
puede prosperar hasta el monto menor de las obligaciones (art. 738, inc. b).
Una vez notificado el demandado, no podrá pagar a su acreedor (deudor del
actor) para liberarse pues con este acto procesal ha ocurrido el embargo del
crédito a favor de su demandante (art. 738, inc. a).
Entre el deudor del acreedor actor y el demandado: Ya que se exige la
citación del primero, la sentencia que acoge la acción hace cosa juzgada
entre ambos.
Como consecuencia, el deudor (que es a la vez acreedor del demandado) no
podrá interponer similar pretensión si el pago realizado resulta completo. La
cuestión queda concluida finalmente.
Entre el demandado y los demás acreedores del deudor principal:
Solamente podrán impugnar los efectos de una demanda exitosa, si
acreditan el fraude o la simulación entre el actor, su deudor y el
demandado.
Acción revocatoria o pauliana
Los acreedores —y particularmente los comunes y quirografarios— tienen
ligada la suerte de sus créditos al estado de fortuna del deudor. Todo
egreso de bienes supone una disminución de la garantía común; pero
mientras se trate de actos normales de administración o disposición, ellos
deben soportar sus consecuencias y carecen de remedio legal para
impugnarlos. Sólo cuando el acto está encaminado a defraudarlos, la ley
acude en su defensa.
Ocurre a veces que un deudor, que está a punto de caer en
insolvencia o que se encuentra ya en ese estado, enajena algunos de
sus bienes para sustraerlo a la acción de sus acreedores; el dinero o
los valores mobiliarios que recibe a cambio, se sustraen fácilmente al
embargo.
En tal caso, la ley reconoce a los acreedores la acción revocatoria, que
permite a los acreedores hacer ejecución del bien cuya propiedad se había
transmitido a terceros.
Art. 338.- Declaración de inoponibilidad. Todo acreedor puede solicitar
la declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en
fraude de sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o
facultades con los que hubiese podido mejorar o evitado empeorar su
estado de fortuna.
La acción pauliana se funda en una razón de orden moral; el derecho no
puede permanecer impasible ante los actos del deudor consumados para
defraudar a los acreedores.
El deudor puede disponer libremente de su patrimonio en tanto proceda de
buena fe y obre en defensa legítima de sus intereses.
Excediendo esos límites, sus acreedores pueden impedir que
se disponga de lo que constituye su garantía común.
Requisitos:
Art. 339.- Requisitos. Son requisitos de procedencia de la acción de
declaración de inoponibilidad:
a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que
el deudor haya actuado con el propósito de defraudar a futuros
acreedores;
b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;
c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o
debido conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia.
a) La razón que inspira este requisito es que los acreedores cuyo crédito
tiene un origen posterior al acto del deudor, no podrían invocar fraude
en su perjuicio; cuando ellos llegaron a constituirse en acreedores, sea por
contrato/por disposición de la ley, los bienes habían salido ya del patrimonio
del deudor y mal podrían sostener que el acto estaba encaminado a
perjudicarlos.
b) Si ocurriese lo contrario, el actor no podría alegar perjuicio, pues los
bienes de aquél alcanzarían para satisfacer el pago de sus obligaciones.
Se entiende por insolvencia que el activo no alcanza a cubrir el pasivo. Tal
circunstancia debe existir en el momento de la iniciación de la demanda.
Quienes pueden intentarla: cualquier acreedor perjudicado por la
enajenación de los bienes del deudor.
Actos atacables: actos mediante los cuales el deudor se desprende de
bienes y actos mediante los cuales el deudor renuncia a facultades por
cuyo ejercicio hubiese mejorado su fortuna.
Pueden ser atacables todos los actos que signifiquen un perjuicio para el
acreedor, incluyendo los que produzcan un empobrecimiento del deudor
como también así los que impidan su enriquecimiento. No pueden ser objeto
de acción los actos que importen la renuncia expresa o tácita de ejercer
algún derecho personalísimo.
Prueba: a cargo del acreedor, debe tenerse en cuenta las presunciones
contra el deudor fallido y contra el tercer adquiriente a título oneroso si
conocía la insolvencia.
En los actos onerosos, el actor -acreedor- no está obligado a probar la mala
fe o complicidad del subadquirente sino que basta con demostrar que éste
tenía conocimiento o debió tenerlo de que el acto que celebraba
provocaba/agravaba la insolvencia del deudor.
Efectos:
Art. 340.- Efectos frente a terceros. Deber de indemnizar. El fraude
no puede oponerse a los acreedores del adquirente que de buena fe hayan
ejecutado los bienes comprendidos en el acto.
La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos
por el acto impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es
cómplice en el fraude; la complicidad se presume si, al momento de
contratar, conocía el estado de insolvencia.
El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor
responden solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la
acción, si los derechos se transmitieron a un adquirente de buena fe y a
título oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El que
contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la
medida de su enriquecimiento.
La acción tiene como efecto el deber de indemnizar. La acción no beneficia
a todos los acreedores, solo a quien la interpuso.
Efectos:
Art. 337.- Efectos frente a terceros. Deber de indemnizar. La
simulación no puede oponerse a los acreedores del adquirente simulado
que de buena fe hayan ejecutado los bienes comprendidos en el acto.
La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos
por el acto impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es
cómplice en la simulación.
El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor
responden solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la
acción, si los derechos se transmitieron a un adquirente de buena fe y a
título oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El que
contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la
medida de su enriquecimiento.
Efectos entre las partes:
Los actos simulados son nulos de nulidad relativa, pues la sanción está
impuesta sólo en interés de la persona afectada.
El que posee una cosa en virtud de un título aparente declarado nulo, a
instancias de la declaración de simulación, debe restituirla al verdadero
dueño (art. 390), con sus frutos y productos; pero, en cambio, tiene derecho
a que se le paguen los gastos de conservación y a que se le reconozca el
importe de las mejoras necesarias, salvo que se hayan producido por su
propia culpa, y las útiles hasta el mayor valor adquirido por la cosa.
Si se tratase de una simulación relativa queda en pie el acto querido en
la convención oculta. Así, por ejemplo, si se disimula una donación bajo la
apariencia de una venta, quedará en pie la donación.
Declarada la simulación, el vencedor en el juicio tiene derecho a exigir de la
contraparte la indemnización de los daños y perjuicios.
UNIDAD 5, 6 Y 7
CLASIFICACION DE LAS OBLIGACIONES
Las obligaciones pueden clasificarse desde varios puntos de vistas:
Por su interdependencia: obligaciones principales y accesorias.
Por la naturaleza del vínculo y su protección jurídica: civiles y
morales.
En cuanto al objeto: según su naturaleza pueden ser de dar, hacer o
no hacer; según la determinación o indeterminación de las
obligaciones de dar pueden ser de dar cosas ciertas, de género, de
sumas de dinero o de valor; según la complejidad del objeto debido
pueden ser de objeto conjunto o disyuntivo, alternativas y
facultativas.
En cuanto al sujeto: las obligaciones pueden tener un sujeto único o
simple o plural, lo que ocurre cuando son varios los acreedores o los
deudores.
Estas hipótesis de sujeto múltiple o plural permiten clasificar las
obligaciones de la siguiente manera: obligaciones de pluralidad disyunta o
conjunta; obligaciones simplemente mancomunadas, solidarias o
concurrentes; y de prestación divisible o indivisible.
En cuanto a las modalidades: pueden ser puras o modales.
Por el tiempo de cumplimiento de la prestación: de ejecución
inmediata y diferida o de ejecución única y permanente.
De ejecución inmediata y diferida: es diferida cuando la obligación se
encuentra postergada en cuanto a su exigibilidad por un plazo inicial
pendiente, o en cuanto a su existencia por una condición suspensiva
pendiente. Es inmediata cuando sus efectos no se encuentran postergados
por alguna de dichas modalidades.
De ejecución única y permanente: son única o instantánea cuando el
cumplimiento es efectivizado de una sola vez, y de ejecución permanente o
de duración cuando se prolonga en el tiempo.
Obligaciones morales/naturales
Las obligaciones morales eran definidas en el art. 515 del Código Civil
velezano como las que, fundadas sólo en el derecho natural y en la equidad,
no confieren acción para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas por
el deudor, autorizan para retener lo que ha dado por razón de ellas.
En el CCyC está expresado como deber moral en el art 728.
Art. 728.- Deber moral. Lo entregado en cumplimiento de deberes
morales o de conciencia es irrepetible.
Las obligaciones civiles, por otra parte, son obligaciones exigibles.
Caracteres:
No confieren acción, surgen del deber de conciencia, pero a su vez
debe responder a una exigencia de justicia.
Tienen la estructura de toda obligación (sujeto, objeto y causa).
Están fundadas en el derecho natural y la equidad.
Inejecutables, no confieren acción para exigir su cumplimiento
(principal diferencia con las obligaciones civiles).
Son irrepetibles, una vez pagadas no se puede pedir su devolución.
Efectos:
Principales:
o Inejecutabilidad: no confieren acción para exigir su cumplimiento.
o Irrepetibilidad del pago: el pago es definitivo, quedando excluida la
repetición o devolución.
Secundarios: puede haberlos o no
o Conversión de la obligación en civil: cuando el deudor acepta el
carácter de civil de la deuda, se produce la novación de natural a
civil.
o Garantía de la obligación: se pueden afianzar, siempre que al
momento de establecerse, la obligación sea moral y el garante lo
sepa.
En el caso de que sea pago parcial de una obligación moral, importa el
reconocimiento de la misma, pero no importa la exigibilidad.
Comparación de las obligaciones morales con las civiles:
I. En ambas hay un vínculo jurídico, sólo que el que corresponde a las
naturales es menos eficaz, puesto no da acción para hacerlas cumplir,
pero si una excepción para retener el pago por el deudor.
II. En las obligaciones naturales habría una deuda sin
responsabilidad.
III. Cuando se trata de una obligación natural, la ley no obliga a
cumplirla; pero cumplida, protege al que recibió el pago porque la
deuda existía, aunque era inexigible.
Efectos: (Borda)
Pago voluntario: el efecto de las obligaciones naturales es que no
puede reclamarse lo pagado, cuando el pago se ha hecho
voluntariamente, por quien tenía capacidad para disponer.
Pago parcial: la ejecución de una obligación no le da carácter civil;
tampoco el acreedor puede reclamar el pago de lo restante de la
obligación.
El pago parcial es definitivo e irrepetible; pero el acreedor no podría
pretender, fundado en él, que se le pague la totalidad de la deuda.
Conversión en obligación civil: ningún inconveniente hay en que
el deudor convierta una obligación natural en civil.
Garantía de terceros: el art. 518 del CC de Vélez preveía que las
hipotecas, prendas y cláusulas penales constituidas por terceros para
seguridad de las obligaciones naturales eran validas, pudiendo
pedirse el cumplimiento de estas obligaciones accesorias.
Obligaciones de valor
Son aquellas que hacen referencia a un valor inicial y se satisfacen
pagando una suma de dinero equivalente a ese valor. El art. 772 del CCyC
indica que si la deuda consiste en cierto valor, el monto resultante debe
referirse al valor real al momento que corresponda tomar en cuenta para la
evaluación de la deuda.
Casos de las obligaciones de valor:
Las indemnizaciones de daños, la obligación de alimentos, etc.
Diferencia con las obligaciones dinerarias:
En las obligaciones dinerarias se debe una cantidad pecuniaria desde su
constitución; en cambio, en las obligaciones de valor, el dinero entra en
escena posteriormente, ingresa como un subrogado de ese valor en el
momento del cumplimiento, y tiende a satisfacer el equivalente a la ventaja
patrimonial adquirida en el momento del pago
Obligaciones de hacer
Art. 773.- Concepto. La obligación de hacer es aquella cuyo objeto
consiste en la prestación de un servicio o en la realización de un hecho, en
el tiempo, lugar y modo acordados por las partes.
Diferencia con las de dar:
Mientras en las obligaciones de dar el objeto consiste en la entrega de una
cosa, en las de hacer radica en la realización de un hecho o en la
prestación de un servicio; por ejemplo, el contrato de trabajo, el
compromiso adquirido por un médico de prestar su asistencia profesional,
por un artista de realizar un retrato.
Otra diferencia es en cuanto a sus efectos:
Mientras el cumplimiento de las obligaciones de dar puede exigirse
por la fuerza pública, aun cuando para ello sea menester hacer
violencia contra la persona del deudor.
El cumplimiento de las obligaciones de hacer no puede exigirse
coactivamente en ese caso.
Especies:
->Fungibles: una obligación de hacer es fungible cuando la prestación
puede ser cumplida por una persona distinta al deudor, es decir, por un
tercero.
El beneficio o provecho del acreedor queda igualmente satisfecho, si dicha
prestación la realiza el mismo deudor u otro, ya que al acreedor solo le
interesa la realización de la prestación, independientemente de quien
cumpla con la prestación de hacer.
->No fungibles: la obligación de hacer es no fungible cuando la obligación
debe ser cumplida por el mismo deudor, por el deudor originario. No
resulta posible el cumplimiento por un tercero.
->Instantáneas: el cumplimiento se agota en una sola vez.
->Permanentes: la prestación se proyecta durante un lapso de tiempo.
->De servicio: es un compromiso de energía de trabajo físico o intelectual,
independiente del resultado. Se tiene en cuenta la mayor o menor diligencia
del deudor al efectuar la prestación.
->De obra: es una actividad orientada a la obtención de un resultado
material o intelectual. Se tiene en cuenta el resultado final.
Efectos:
Cumplimiento especifico
El obligado a realizar un hecho debe cumplirlo en tiempo y modo
acordes* con la intención de las partes o con la índole de la obligación (art.
775, 1ª parte).
Es una simple aplicación de los principios generales relativos a las
obligaciones. El deudor está obligado a cumplir en especie. Y si no quisiere
cumplir, el acreedor puede exigirle la ejecución forzada, a no ser que sea
necesario hacer violencia contra la persona del deudor.
Se exige el cumplimiento especifico siempre que no sea necesario
compulsar físicamente al deudor.
*Tiempo: debe realizarse dentro del plazo previsto (puede ser expreso o
tácito).
Modo: se debe ejecutar tal cual fue la intención de las partes al contratar.
Ejecución forzada y por otro
El acreedor podrá hacer cumplir la prestación debida por terceros a costa
del deudor (art. 777, inc. b) o reclamar los daños ocasionados (art. 777, inc.
c) (responsabilidad por incumplimiento). Incluso, el acreedor podrá
ejecutar el hecho personalmente a costa de su deudor, aunque esta
posibilidad no esté contemplada expresamente por el CCyC. Ello es así,
porque debe aplicarse la regla de que quién puede lo más (recurrir a un
tercero), puede lo menos (hacerlo de manera personal).
Art. 777.- Ejecución forzada. El incumplimiento imputable de la
prestación le da derecho al acreedor a:
a) exigir el cumplimiento específico;
b) hacerlo cumplir por terceros a costa del deudor;
c) reclamar los daños y perjuicios.
Art. 776.- Incorporación de terceros. La prestación puede ser ejecutada
por persona distinta del deudor, a no ser que de la convención, de la
naturaleza de la obligación o de las circunstancias resulte que éste fue
elegido por sus cualidades para realizarla personalmente. Esta elección se
presume en los contratos que suponen una confianza especial.
El art. 776 permite que terceros se incorporen para que presten el
servicio o realicen el hecho prometido. Ello será posible siempre que sean
servicios o hechos que la doctrina ha calificado como fungibles (aquéllos
que pueden ser realizados por otra persona), porque al contratar no se ha
tenido en mira el arte o la habilidad propios del contratante. Así, por
ejemplo, el blanqueo de una pared, una excavación, pueden ser realizados
tanto por una persona como por otra.
En cambio, si la tarea se ha encargado intuitu personae, es decir,
teniendo en mira principalmente la persona del deudor, el hecho será no
fungible; tal, por ejemplo, el compromiso de un artista de fama de realizar
un retrato. En este caso no se concibe que otra persona pueda hacer por el
deudor lo que éste se comprometió.
Obligaciones de no hacer
Art. 778.- Obligación de no hacer. Es aquella que tiene por objeto una
abstención del deudor o tolerar una actividad ajena. Su incumplimiento
imputable permite reclamar la destrucción física de lo hecho, y los daños y
perjuicios.
Las obligaciones de no hacer se caracterizan por su contenido negativo. Su
objeto consiste en la abstención de algo que normalmente el deudor
habría podido efectuar si no se le impidiera la obligación. Por ejemplo, la
obligación del locador de no perturbar al locatario en el uso y goce de la
cosa locada.
Estas obligaciones no se diferencian sustancialmente en las
obligaciones de hacer, pues su objeto es siempre un hecho de
conducta del deudor, solo que tiene un signo negativo.
Especies:
->In non faciendo: Representa una absoluta abstención, por ejemplo, no
tocar algo histórico.
->In patiendo: Consiste en tolerar que otros hagan algo, por ejemplo, el
tolerar del locador, que el locatario use la cosa.
->Instantáneas: obligan a abstenerse en un sólo acto.
->Permanentes: muestran cierta perdurabilidad, pudiendo ser
continuadas o periódicas.
Ejecución forzada:
El acreedor tiene derecho a exigir la ejecución forzada de la obligación
de no hacer, por ejemplo, solicitando la aplicación de astreintes; más aún,
puede requerir la destrucción física de lo hecho y los daños ocasionados
(art. 778).
Sin embargo, a veces el cumplimiento forzado de la obligación de no hacer
implica una violencia intolerable en la persona del deudor, por lo que no
queda otra solución que la indemnización de los daños. Así ocurriría, por
ejemplo, si un artista que se ha comprometido a actuar exclusivamente en
tal teatro, trabaja en otro. No se le puede impedir que lo haga, pero debe
pagar los daños que causa.
Cumplimiento especifico
El deudor cumple espontáneamente la obligación de no hacer
absteniéndose de realizar el hecho en tiempo propio y del modo que fue
intención de las partes que se llevara a cabo la inactividad.
Imposibilidad de la abstención prometida:
Puede ocurrir que la abstención prometida resulte imposible sin causa
imputable al deudor; por ejemplo, un propietario se ha comprometido con
su vecino a no levantar una pared; más tarde, la municipalidad lo obliga a
cercar. En tal hipótesis, la obligación se extingue sin que el deudor deba
reparar daño alguno.
Si, en cambio, la abstención se hubiera hecho imposible por causa
atribuible al deudor, éste debe los daños causados.
Obligaciones alternativas
Art. 779.- Concepto. La obligación alternativa tiene por objeto una
prestación entre varias que son independientes y distintas entre sí. El
deudor está obligado a cumplir una sola de ellas.
Se llama obligación alternativa aquella que queda cumplida con la ejecución
de cualquiera de las prestaciones que forman su objeto, sea que la
elección esté a cargo del deudor, sea que esté a cargo del acreedor o de un
tercero.
Caracteres:
Su objeto es plural o compuesto.
Las prestaciones son independientes y distintas entre sí.
De acá surgen las siguientes consecuencias: a) si una de las cosas no podía
ser objeto de la obligación o se ha hecho de cumplimiento imposible, se
debe la otra; b) si la obligación comprende prestaciones de distinta
naturaleza, se aplicarán las reglas de las obligaciones de dar, hacer o no
hacer, según corresponda, después de verificada la elección; c) el obligado
alternativamente sólo está obligado a cumplir una de las prestaciones,
pero debe hacerlo íntegramente, por lo que no podría ofrecer el
cumplimiento parcial de varias de ellas.
Involucran un derecho de opción que puede estar a cargo del
deudor o del acreedor o de un tercero (art. 780); mientras este
derecho no haya sido ejercido, está pendiente una incertidumbre
acerca del objeto de la obligación.
Hecha la elección, la obligación se concentra en la prestación
elegida. Este principio de la concentración explica muchos de los
efectos de estas obligaciones.
Elección:
Art. 780.- Elección. Sujetos. Efectos. Excepto estipulación en contrario,
la facultad de elegir corresponde al deudor. La opción que corresponde a
varias personas requiere unanimidad. Si la parte a quien corresponde la
elección no se pronuncia oportunamente, la facultad de opción pasa a la
otra. Si esa facultad se ha deferido a un tercero y éste no opta en el plazo
fijado, corresponde al deudor designar el objeto del pago.
En las obligaciones periódicas, la elección realizada una vez no implica
renuncia a la facultad de optar en lo sucesivo.
La elección es irrevocable desde que se la comunica a la otra parte o desde
que el deudor ejecuta alguna de las prestaciones, aunque sea parcialmente.
Una vez realizada, la prestación escogida se considera única desde su
origen, y se aplican las reglas de las obligaciones de dar, de hacer o de no
hacer, según corresponda.
Como la obligación se cumple con la ejecución de cualquiera de las
prestaciones, llegado el momento de pagar, será necesario elegir alguna de
ellas. El principio es que la elección corresponde al deudor; pero las partes
pueden convenir dejarla librada al acreedor e, inclusive, que sea hecha por
un tercero.
Obligaciones facultativas
Art. 786.- Concepto. La obligación facultativa tiene una prestación
principal y otra accesoria. El acreedor solo puede exigir la principal, pero el
deudor puede liberarse cumpliendo la accesoria. El deudor dispone hasta el
momento del pago para ejercitar la facultad de optar.
La obligación se llama facultativa cuando, teniendo por objeto una sola
prestación principal, confiere al deudor la posibilidad de liberarse de ella
mediante el pago de otra prestación prevista en el contrato con carácter
subsidiario.
Por ejemplo: el vendedor se compromete a entregar diez toros de pedigree;
pero en el contrato se admite la posibilidad de liberarse de esa obligación
entregando cincuenta vaquillonas puras por cruza.
En estas obligaciones hay una prestación principal, que constituye el
verdadero objeto de la obligación, y una accesoria o subsidiaria. Esta
segunda prestación constituye un medio de liberación reconocido de
manera exclusiva al deudor en el contrato.
Si la obligación principal es nula, queda sin efecto la obligación
accesoria. Pero la nulidad de la prestación accesoria no tiene ninguna
influencia sobre la principal. (art. 787)
Caracteres:
Son obligaciones de objeto plural o compuesto.
Las prestaciones tienen una relación de dependencia
correspondiente al concepto principal y accesorio.
Entrañan un derecho de opción en beneficio del obligado.
El acreedor sólo puede exigir el cumplimiento de la principal.
Fuente:
Las obligaciones facultativas pueden tener su origen en la voluntad de las
partes, que así lo convienen en sus contratos o en la ley.
Art. 788.- Caso de duda. En caso de duda respecto a si la
obligación es alternativa o facultativa, se la tiene por alternativa.
Efectos:
Los efectos legales de estas obligaciones derivan del carácter principal y
accesorio de las dos prestaciones. Asienta el art. 787: La obligación
facultativa se extingue si la prestación principal resulta imposible, sin
perjuicio de la responsabilidad que pueda corresponder.
a) Si la imposibilidad de cumplimiento de la prestación principal —por
pérdida de la cosa— ha ocurrido sin causa atribuible al deudor, se
extingue la obligación.
Si la imposibilidad de cumplir ha sucedido después de la mora, el acreedor
podrá reclamar los daños y perjuicios, pero no el pago de la obligación
accesoria (art. 786).
b) Si la imposibilidad de cumplir ha ocurrido por una causa atribuible al
deudor, se extingue la obligación.
El acreedor podrá reclamar los daños ocasionados pero no se encuentra
legitimado para solicitar el cumplimiento de la obligación accesoria (art.
786). Se advierte la subsistencia del principio de que la opción sólo
corresponde al deudor en los supuestos de obligaciones facultativas.
c) La nulidad de la obligación principal extingue también la accesoria.
d) En cambio, la pérdida o deterioro de la cosa que constituye la
obligación accesoria, el hecho de que esta prestación se haya hecho
imposible, con o sin causa imputable al deudor y, finalmente, la
nulidad de la obligación accesoria, no ejercen ninguna influencia
sobre la obligación principal, que mantiene todos sus efectos (art.
787).
Obligaciones modales
Son aquellas que dependen de ciertos elementos accidentales que alteran
los efectos del acto. Dichos elementos son: la condición, el plazo o el cargo.
Obligaciones condicionales:
Art. 343 – Alcance y especies. Se denomina condición a la cláusula de
los actos jurídicos por la cual las partes subordinan su plena eficacia o
resolución a un hecho futuro e incierto.
Las disposiciones de este capítulo son aplicables, en cuanto fueran
compatibles, a la cláusula por la cual las partes sujetan la adquisición o
extinción de un derecho a hechos presentes o pasados ignorados.
Condición: La condición es una cláusula por medio de la cual las partes
subordinan la eficacia del acto jurídico a un hecho futuro e incierto.
Al ser una cláusula, la condición es expresa. Se sabe expresamente cual es
la condición.
Caracteres:
El hecho debe ser incierto, puede ocurrir o no.
Esta es la característica esencial que distingue a la condición del plazo. El
plazo, aunque incierto, es siempre fatal; en cambio el hecho condicional es
siempre contingente. De modo que si la condición impuesta por las partes
del acto se refiere a un hecho que ocurrirá con certeza, será plazo y no
condición.
El hecho debe ser futuro.
El hecho al que se sujeta la adquisición o extinción del derecho, debe ser
futuro. Esta exigencia garantiza la incertidumbre objetiva de la condición.
De ahí que un acontecimiento pasado o presente desconocido por las partes
no sería idóneo como hecho condicional porque carecería de la
incertidumbre propia de la especie.
El hecho debe ser incoercible, no susceptible de compulsión mediante
acción judicial.
A diferencia del cargo.
Función de la condición:
-suspensiva: el nacimiento de la obligación está supeditado al
acaecimiento de un hecho futuro e incierto.
-resolutoria: lo subordinado a dicho evento es la extinción de la obligación.
Comparación con otras figuras:
Plazo: ambas modalidades están referidas al acaecimiento de un
hecho futuro, pero mientras en la condición ese hecho futuro es
incierto, en el plazo es cierto o fatal.
La condición afecta la existencia misma de la obligación, mientras que el
plazo atañe únicamente a su exigibilidad, pues la obligación ya existe. En
otras palabras el plazo siempre se refiere a un hecho futuro y necesario y la
condición a un hecho futuro pero contingente, que no se sabe si ocurrirá o
no.
Cargo: el cargo es coercible, por cuanto se trata de una obligación
impuesta al adquirente de un derecho, en cambio la condición no lo
es porque su cumplimiento resulta ajeno a la voluntad de las partes.
La condición suspende o resuelve la adquisición de un derecho, en cambio
el derecho con cargo es firme, ya se encuentra adquirido; en caso de que no
se cumpla, el acreedor puede ejecutar a su deudor.
Clases:
Positivas y negativas:
La condición positiva consiste en la realización de un hecho, por ejemplo,
el pago de una suma en caso de siniestro. La condición negativa consiste
en la ausencia de realización de un hecho. Así, el pago de una renta
vitalicia, en cuyo caso la prestación está supeditada al hecho de que no
muera la persona designada en el contrato.
Efectos:
Antes del vencimiento: obligación es inexigible; se pueden solicitar
medidas conservatorias de sus derechos y se pueden transmitir esos
derechos por acto entre vivos o mortis causa. El deudor que paga no puede
repetir el pago.
Después del vencimiento: la obligación se convierte en pura y simple, es
exigible y demandable judicialmente.
Pago anticipado y caducidad del plazo:
Art. 352.- Pago anticipado. El obligado que cumple o restituye antes del
plazo no puede repetir lo pagado.
Quien paga antes no puede pedir repetición de lo pagado.
Art. 353.- Caducidad del plazo. El obligado a cumplir no puede invocar la
pendencia del plazo si se ha declarado su quiebra, si disminuye por acto
propio las seguridades otorgadas al acreedor para el cumplimiento de la
obligación, o si no ha constituido las garantías prometidas, entre otros
supuestos relevantes. La apertura del concurso del obligado al pago no
hace caducar el plazo, sin perjuicio del derecho del acreedor a verificar su
crédito, y a todas las consecuencias previstas en la legislación concursal.
Existen distintos supuestos en que el beneficio del plazo caduca, el CCyC
prevé que en algunas circunstancias el deudor pierda el beneficio del plazo:
La declaración de quiebra del deudor.
La disminución de las seguridades otorgadas al acreedor para el
cumplimiento de la obligación.
No haber constituido las garantías prometidas.
Obligaciones con cargo:
Art. 354.- Cargo. Especies. Presunción. El cargo es una obligación
accesoria impuesta al adquirente de un derecho. No impide los efectos del
acto, excepto que su cumplimiento se haya previsto como condición
suspensiva, ni los resuelve, excepto que su cumplimiento se haya
estipulado como condición resolutoria. En caso de duda, se entiende que tal
condición no existe.
Es una obligación accesoria y excepcional que se impone al adquiriente
de un derecho.
El clásico ejemplo que proporciona la doctrina es el legado de una cosa
mueble o inmueble que deja el causante en su testamento con imposición
de que se hagan celebrar oficios religiosos por su alma luego de su muerte.
Caracteres:
Es una obligación.
Es una modalidad que grava a una de las partes, por lo tanto es susceptible
de ser ejecutada en caso de que el sujeto no cumpla con la prestación.
Es accesorio a la adquisición de un derecho.
Es excepcional, no deriva del acto jurídico realizado, solo de la
voluntad del enajenante de ese derecho, establece el vínculo entre el
mismo y el cargo.
o Caso de duda: si hay duda sobre si el hecho previsto constituye
condición o cargo, se está por el cargo, por favorecer más la situación
del titular del derecho.
Cumplimiento:
->Quien: el que ha sido gravado con dicha obligación, o sea el adquiriente
del derecho.
->Cuando: en el plazo señalado, si no hay plazo, lo determinará el juez.
->Como: conforme lo convenido, si hay duda, lo determina el juez.
Transmisibilidad:
Art. 356.- Transmisibilidad. El derecho adquirido es transmisible por
actos entre vivos o por causa de muerte y con él se traspasa la obligación
de cumplir el cargo, excepto que sólo pueda ser ejecutado por quien se
obligó inicialmente a cumplirlo. Si el cumplimiento del cargo es inherente a
la persona y ésta muere sin cumplirlo, la adquisición del derecho principal
queda sin efecto, volviendo los bienes al titular originario o a sus herederos.
La reversión no afecta a los terceros sino en cuanto pudiese afectarlos la
condición resolutoria.
El cargo es transmisible por acto entre vivos o por causa de muerte,
excepto que sea inherente al obligado (intuitu personae).
Cuando la transmisión de los cargos se produce por muerte del obligado,
sus herederos deben cumplir con aquellos que no hubieren sido ejecutados.
En caso de que el cargo se hubiere transmitido por acto entre vivos, el
sucesor singular encuentra obligado siempre que cuente con la conformidad
del acreedor. Rigen los principios generales sobre cesión de deudas.
Cargo intransmisible: cuando el cargo es inherente a la persona, si el
obligado muere sin haberlo ejecutado, el derecho principal queda sin
efecto. En este caso, los bienes vuelven al patrimonio del titular originario o
al de sus herederos. Esta solución se aplica a los cargos resolutorios -que
son siempre intransmisibles- y no a los impuestos como condición
suspensiva, en cuyo caso el derecho no se reputará como adquirido.
Cargo imposible, ilícito o inmoral:
Art. 357.- Cargo prohibido. La estipulación como cargo en los actos
jurídicos de hechos que no pueden serlo como condición, se tiene por no
escrita, pero no provoca la nulidad del acto.
El acto jurídico que contiene un cargo prohibido no es inválido. Simplemente
se tiene por no escrita la cláusula y, en consecuencia, la obligación se
considera pura y simple.
Especies:
Cargo simple: no supeditado a condición alguna.
Cargo condicional: supeditado a alguna condición.
Cuando es supeditado a una condición suspensiva, el inicio de la
producción de los efectos propios o normales del acto se subordina a la
ejecución del mismo.
Cuando fue impuesto el cargo como condición resolutoria, si el
adquirente del derecho no cumple con la obligación accesoria, también le
será cancelada la adquisición del derecho principal.
Obligaciones de resultado y de medios
En las obligaciones de medios se procura que el deudor se comprometa a
llevar a cabo una conducta diligente, dirigida a un resultado querido por
el acreedor, pero que no es garantizado.
La ocurrencia del resultado depende en mayor o menor medida de hechos
contingentes. El ejemplo típico es la curación de un enfermo, situación que
el médico que lo trata no puede prometer.
En la obligación de medio el deudor solo se obliga a la realización de una
actividad que normalmente conduce al resultado esperado por el
acreedor, si bien tal resultado es extrínseco a la obligación y no integra su
objeto. La persona se obliga a brindar los medios técnicos para lograr un
resultado.
En las obligaciones de resultado se busca la satisfacción del acreedor a
través de la consecución de un fin; hay incumplimiento si no se obtiene
cierto opus. Se configura la expectativa de un resultado exitoso.
Encontramos un ejemplo cabal en las obligaciones de dar donde el interés
del acreedor se cumple a través de la entrega del objeto prometido.
La obligación de resultado consiste en el compromiso asumido por el
deudor de conseguir un objetivo o efecto determinado: es el resultado que
espera obtener el acreedor.
Pautas de distinción:
El encuadre como obligación de medio o resultado dependerá muchas veces
de la calificación que hagan las partes al ejercer la autonomía de la
voluntad.
Otras veces será la ley o los usos y costumbres quienes indicarán en
que categoría se encuentran.
En ausencia de previsión legal y normativa, se torna menester recurrir a
parámetros tales como la aleatoriedad del resultado, el riesgo contractual,
la buena fe, la confianza, etc.
Ámbito probatorio:
Hay factores subjetivos y factores objetivos de la responsabilidad (ver los
artículos).
El acreedor debía probar el incumplimiento y la culpa de la contraparte. En
cambio, al deudor le bastaba acreditar haber desplegado una conducta
diligente para eximirse de responsabilidad Se postuló que primaban los
factores de atribución subjetiva en las obligaciones de medios.
Por su parte operaban factores de atribución objetivos en el campo de
las obligaciones de resultado. Resultaba suficiente al acreedor acreditar el
incumplimiento. El deudor se exime:
El hecho de la víctima.
El hecho de un tercero.
Caso fortuito.
Incumplimiento sin culpa: En opinión de Llambías, la diferencia entre ambos
tipos de obligaciones no es de derecho, sino de hecho. En este sentido,
siempre al acreedor le basta demostrar el incumplimiento del deudor y
frente a este incumplimiento la ley presume la culpa del obligado. Lo que
ocurre, es que en las obligaciones de resultado puede escindirse el
incumplimiento de la culpa; en cambio en las obligaciones de medio el
incumplimiento consiste en la culpa del deudor, esto es, en la omisión de
las diligencias debidas (que es a lo único a que él se obligó); por lo tanto en
este caso especial para demostrar el incumplimiento es forzoso demostrar
la culpa. Es una imposición de los hechos y no una exigencia del régimen
jurídico.
Obligaciones disyuntivas
Son aquéllas que pueden ser exigidas por uno de varios acreedores o
cumplidas por uno de varios deudores.
Caracteres:
Las obligaciones disyuntivas tienen los siguientes caracteres.
o Indeterminación provisional de sujetos: inicialmente se presenta
una pluralidad de personas en alguno de los polos de la obligación (ya
sea deudores o acreedores).
Esta pluralidad de sujetos están vinculados por el “o”, es decir que se
excluyen entre sí.
Se torna provisoria dado que al llevarse a cabo la elección, quedan
excluidos de la relación jurídica todos aquellos sujetos que no fueron
seleccionados.
o Identidad en el objeto: la prestación debida resulta ser la misma,
cualquiera sea el acreedor o deudor seleccionado.
o Identidad de causa.
o Condicionalidad: opera una condición resolutoria respecto a la
pluralidad inicial de sujetos.
Consiste el hecho condicionante en que un acreedor sea elegido o un
deudor sea seleccionado, para que el resto quede marginado de la relación
jurídica.
No está determinado el sujeto en estas obligaciones (hasta el
momento de ser elegido).
Especies:
Dependiendo del polo en el que concurra la pluralidad de sujetos,
encontramos obligaciones disyuntivas pasivas (más de un deudor), y
obligaciones disyuntivas activas (más de un acreedor).
Obligaciones disyuntivas pasivas:
Art. 853.- Alcances. Si la obligación debe ser cumplida por uno de varios
sujetos, excepto estipulación en contrario, el acreedor elige cuál de ellos
debe realizar el pago. Mientras el acreedor no demande a uno de los
sujetos, cualquiera de ellos tiene derecho de pagar. El que paga no tiene
derecho de exigir contribución o reembolso de los otros sujetos obligados.
-En cuanto a la elección: el acreedor indica cuál de los sujetos debe realizar
el pago, salvo que mediante una estipulación expresa se haya decidido que
la labor de selección será realizada por un deudor, la pluralidad de deudores
o un tercero.
Una vez llevada a cabo la elección por parte del acreedor, el deudor
señalado resulta ser el sujeto que debe pagar.
Sin embargo, como todos los deudores gozan del ius solvendi, sus
miembros poseen el derecho de cumplir la prestación debida, si antes el
acreedor no procedió a interponer la demanda contra alguno de ellos (art.
853, 2ª parte).
Obligaciones disyuntivas activas:
Art. 854.- Disyunción activa. Si la obligación debe ser cumplida a favor
de uno de varios sujetos, excepto estipulación en contrario, el deudor elige
a cuál de éstos realiza el pago. La demanda de uno de los acreedores al
deudor no extingue el derecho de éste a pagar a cualquiera de ellos. El que
recibe el pago no está obligado a participarlo con los demás.
-En cuanto a la elección: en principio, le compete al deudor elegir a quien
le realizará el pago. A través de una estipulación en contrario, la selección
puede recaer en un acreedor, pluralidad de acreedores o un tercero.
Régimen legal:
Art. 855.- Reglas aplicables. Se aplican, subsidiariamente, las reglas de
las obligaciones simplemente mancomunadas.
Inexistencia del principio de repetición o contribución:
La falsa pluralidad que elimina la elección explica la razón por la que no se
aplican las pautas de participación o contribución que han sido objeto de
estudio en las obligaciones mancomunadas y en las solidarias.
En la obligación disyuntiva pasiva, el deudor que paga no puede solicitar
reembolso alguno a los otros coobligados(art. 853). En la obligación
disyuntiva activa, el acreedor que recibe la prestación debida no está
obligado a repetirla con los que integraron inicialmente la pluralidad (art.
854).
->repetir: devolver lo que se pagó.
Concepto de mancomunación:
Se llama obligación simplemente mancomunada a aquella en la que el
crédito o la deuda se fracción en tantas relaciones particulares
independientes entre sí como acreedores o deudores haya.
Es decir, es un caso de obligaciones de sujeto plural en donde la nota
particular se encuentra dada por la presencia de vínculos disociados: cada
cuota, activa o pasiva, se considera distinta de las demás
Art. 825.- Concepto. La obligación simplemente mancomunada es aquella
en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas relaciones particulares
independientes entre sí como acreedores o deudores haya. Las cuotas
respectivas se consideran deudas o créditos distintos los unos de los otros.
Art. 826.- Efectos. Los efectos de la obligación simplemente
mancomunada se rigen por lo dispuesto en la Sección 6a de este Capítulo,
según que su objeto sea divisible o indivisible.
Puede ser de objeto divisible o indivisible:
-En la primera, la prestación se divide en tal forma que cada uno de los
deudores debe pagar su cuota parte y cada uno de los acreedores tiene
derecho a la suya.
-En la segunda, cualquiera de los acreedores puede reclamar de
cualquiera de los deudores la totalidad de la deuda ante la imposibilidad
de fraccionamiento.
Obligaciones solidarias
La obligación es solidaria cuando el cumplimiento total de la prestación
puede exigirse a cualquiera de los deudores por cualquiera de los
acreedores.
Art. 827.- Concepto. Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de
sujetos y originadas en una causa única cuando, en razón del título
constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede exigirse a cualquiera
de los deudores, por cualquiera de los acreedores.
Debe haber una pluralidad de sujetos y una causa única. El efecto
fundamental es el mismo que en las obligaciones indivisibles; pero en este
caso, la posibilidad de reclamar la totalidad no deriva de la naturaleza de la
prestación, sino de la voluntad de las partes o de la ley.
Art. 828.- Fuentes. La solidaridad no se presume y debe surgir
inequívocamente de la ley o del título constitutivo de la obligación.
Caracteres:
Unidad de prestación.— Cualquiera sea el número de acreedores o
deudores, lo debido es una sola cosa.
Pluralidad e independencia de vínculos.— La unidad de
prestación no impide que los vínculos que unen a acreedores y
deudores sean distintos e independientes.
Esta independencia de vínculos da lugar a las siguientes consecuencias:
1º) La obligación puede ser pura y simple para alguno de los deudores y
sujeta a condición (plazo o cargo) para los otros (art. 830).
2º) Si una obligación es nula respecto de uno de los acreedores -por
ejemplo, porque es incapaz o por su capacidad restringida-, conserva su
validez respecto de los demás (art. 830). 3º) Uno de los
deudores puede ser exonerado de su parte en la deuda, manteniéndose la
obligación para los restantes (art. 837). Sin embargo, no se trata de una
independencia total de vínculos (como ocurre en las obligaciones
simplemente mancomunadas), pues hay efectos que trascienden de unos
deudores o acreedores a otros.
Suele resaltarse este aspecto cuando se habla de vínculos coligados.
Art. 829.- Criterio de aplicación. Con sujeción a lo dispuesto en este
Parágrafo y en los dos siguientes, se considera que cada uno de los
codeudores solidarios, en la solidaridad pasiva, y cada uno de los
coacreedores, en la solidaridad activa, representa a los demás en los actos
que realiza como tal. Consecuencias de la pluralidad de vinculo
Unidad de causa.— La unidad de causa constituye un carácter
esencial de las obligaciones solidarias.
De lo contrario (y aun en la hipótesis de que los deudores estuvieren
obligados por el todo) nos encontraríamos en presencia de obligaciones
concurrentes, otra categoría.
Es de carácter excepcional.— El régimen normal es la simple
mancomunación; para que haya solidaridad ella debe estar
expresamente contenida en el título constitutivo de la obligación o
surgir inequívocamente de la ley (art. 828).
Fundamento y finalidad:
La explicación clásica que se da en los efectos de la solidaridad es que los
codeudores solidarios actúan con una representación reciproca, en virtud
de la cual los actos de cada uno de ellos se consideran hechos por los
demás. Otros autores repudian esta idea, sustituyéndola con la noción de la
garantía recíproca o sosteniendo que no hay pluralidad sino unidad de
vínculos, lo que explicaría todos estos efectos sin necesidad de recurrir a la
representación
El código civil y comercial dispone el art 829: Se considera que cada uno de
los codeudores solidarios, en la solidaridad pasiva, y cada uno de los
coacreedores, en la solidaridad activa, representa a los demás en los actos
que realiza como tal.
Prueba y extinción de la solidaridad:
Puesto que la solidaridad no se presume (art. 828), quien alega la que
tiene su origen en el título constitutivo de la obligación, tal como el contrato
o el testamento, debe probarla.
La que surge de la ley no requiere prueba, puesto que el derecho se
invoca, no se prueba.
La solidaridad puede probarse por testigos, a menos que una disposición
legal establezca un medio especial (art. 1019).
Art. 836.- Extinción absoluta de la solidaridad. Si el acreedor, sin
renunciar al crédito, renuncia expresamente a la solidaridad en beneficio de
todos los deudores solidarios, consintiendo la división de la deuda, ésta se
transforma en simplemente mancomunada.
Art. 837.- Extinción relativa de la solidaridad. Si el acreedor, sin
renunciar al crédito, renuncia expresa o tácitamente a la solidaridad en
beneficio de uno solo de los deudores solidarios, la deuda continúa siendo
solidaria respecto de los demás, con deducción de la cuota correspondiente
al deudor beneficiario.
La solidaridad se extingue por renuncia del acreedor (no al crédito). Puede
ser expresa o tacita.
Solidaridad pasiva:
La solidaridad pasiva es la que obliga a todos los codeudores al pago total
de la deuda.
Art. 833.- Derecho a cobrar. El acreedor tiene derecho a requerir el pago
a uno, a varios o a todos los codeudores, simultánea o sucesivamente.
Su importancia es enorme en la vida de los negocios porque importa un
eficacísimo medio de garantía: para que el acreedor quede impago es
preciso que todos los codeudores caigan en insolvencia, como además
permite reclamar toda la deuda de una misma persona sin necesidad de
dividir la acción, facilita extraordinariamente la acción del acreedor, que
puede elegir el deudor que mejor le acomode.
Efectos entre las partes:
->Efectos principales:
Son los que hacen a la esencia misma de la solidaridad, que quedaría
desvirtuada si no ocurriera.
o Derecho a cobrar.— El único acreedor tiene derecho a reclamar de
cualquiera de los deudores la totalidad de la deuda; más aún, goza de
la facultad de requerir el pago a uno, a varios o, a todos los
codeudores, de manera simultánea o sucesiva (art. 833).
El art. 833 se torna claro al respecto: el acreedor posee la potestad de
requerir a los codeudores el cumplimiento de la prestación debida de
manera simultánea o sucesiva.
o Extinción de la deuda.— Cabe distinguir entre la extinción total y
parcial de la obligación.
Produce lo primero, el pago hecho por uno de los deudores (art. 835, inc. a),
la novación, la compensación, la dación en pago y la renuncia o remisión de
deuda en favor de cualquiera de los deudores (art. 835, inc. b). Aquí la
extinción de la deuda operada en favor de alguno de los deudores
beneficia a los demás.
Sucede lo segundo, es decir, la extinción solamente de la cuota de alguno
de los integrantes del polo pasivo, en los siguientes casos: 1º) La confusión
entre el acreedor y uno de los codeudores solidarios, que sólo extingue la
obligación correspondiente a ese deudor, su cuota, y no las partes de las
deudas de los restantes deudores; incluso, la obligación subsistente
conserva el carácter solidario (art. 835, inc. c). 2º) La transacción hecha con
uno de los codeudores, que aprovecha a los restantes pero no puede serles
opuesta (art. 835, inc. d).
Art. 835.- Modos extintivos. Con sujeción a disposiciones especiales, los
modos extintivos inciden, según el caso, sobre la obligación, o sobre la
cuota de algún deudor solidario, conforme a las siguientes reglas:
a) la obligación se extingue en el todo cuando uno de los deudores
solidarios paga la deuda;
b) la obligación también se extingue en el todo si el acreedor renuncia a
su crédito a favor de uno de los deudores solidarios, o si se produce
novación, dación en pago o compensación entre el acreedor y uno de
los deudores solidarios;
c) la confusión entre el acreedor y uno de los deudores solidarios sólo
extingue la cuota de la deuda que corresponde a éste. La obligación
subsistente conserva el carácter solidario;
d) la transacción hecha con uno de los codeudores solidarios, aprovecha
a los otros, pero no puede serles opuesta.
Cosa juzgada:
Art. 832.- Cosa juzgada. La sentencia dictada contra uno de los
codeudores no es oponible a los demás, pero éstos pueden invocarla
cuando no se funda en circunstancias personales del codeudor demandado.
El deudor no puede oponer a los demás coacreedores la sentencia obtenida
contra uno de ellos; pero los coacreedores pueden oponerla al deudor, sin
perjuicio de las excepciones personales que éste tenga frente a cada uno de
ellos.
Solidaridad activa:
Hay solidaridad activa cuando cada uno de los acreedores puede reclamar
del deudor la totalidad de la deuda.
Su importancia practica es escasa, porque no tiene otra utilidad que servir
como mandato para percibir el pago de un crédito común, efecto jurídico
que se puede lograr mediante el otorgamiento de un poder.
Nunca tiene su origen en la ley; su única fuente es la voluntad de
las partes plasmada en el título constitutivo de la obligación, ya sea
un contrato, ya sea un testamento.
Efectos:
Principales:
o Cobro: cada acreedor, o todos ellos conjuntamente, pueden reclamar
de cualquiera de los deudores la totalidad del crédito (art. 844).
o Modos de extinción: debemos distinguir entre la extinción absoluta
y la parcial.
Art. 846.- Modos extintivos. Sujeto a disposiciones especiales, los modos
extintivos inciden, según el caso, sobre la obligación, o sobre la cuota de
algún acreedor solidario, conforme a las siguientes reglas:
a) la obligación se extingue en el todo cuando uno de los acreedores
solidarios recibe el pago del crédito; pago hecho a uno de los
coacreedores extinción absoluta
b) en tanto alguno de los acreedores solidarios no haya demandado el pago
al deudor, la obligación también se extingue en el todo si uno de ellos
renuncia a su crédito a favor del deudor, o si se produce novación,
dación en pago o compensación entre uno de ellos y el deudor;
extinción absoluta
c) la confusión entre el deudor y uno de los acreedores solidarios sólo
extingue la cuota del crédito que corresponde a éste;
extinción parcial
d) la transacción hecha por uno de los coacreedores solidarios con el
deudor no es oponible a los otros acreedores, excepto que éstos quieran
aprovecharse de ésta. extinción parcial
Pero el derecho del deudor de pagar a cualquiera de los acreedores tiene
una limitación: si uno de ellos hubiere demandado, sólo se le podrá pagar a
él (art. 845). Es el llamado principio de la prevención.
Art. 845.- Prevención de un acreedor. Si uno de los acreedores
solidarios ha demandado judicialmente el cobro al deudor, el pago sólo
puede ser hecho por éste al acreedor demandante.
o Mora.— La constitución en mora hecha por uno de los coacreedores
favorece a todos los restantes (art. 838).
o Prescripción.— Los arts. 2540 y 2549 establecen que la suspensión
y la interrupción de la prescripción propagan sus efectos en el ámbito
de las obligaciones solidarias.
Por lo tanto, la interrupción de la prescripción lograda por uno de los
acreedores beneficia a los restantes. Lo mismo sucede en los supuestos de
suspensión de la prescripción que afecten a uno de los acreedores solidarios
o que haya sido impulsado por uno de éstos.
Efectos en la relación interna:
Cobrado el crédito, se plantea el problema de la participación entre los
miembros que integran el polo activo. Su respuesta se encuentra en el art.
847, debiendo distinguirse dos situaciones:
1) Si un coacreedor ha recibido la totalidad del pago o de la reparación
de los daños ocasionados o algo mayor a su proporción, debe
practicarse la distribución de lo recibido entre los coacreedores en
mérito a la cuota de participación de cada uno de ellos (art. 847, inc.
a).
2) Si se trata de los casos del inc. b) del art. 846, los demás acreedores
solidarios tienen derecho a la participación, si hubo renuncia al
crédito o compensación legal por la cuota de cada uno en el crédito
original; y si hubo compensación convencional o facultativa,
novación, dación en pago o transacción, por la cuota de cada uno en
el crédito original, o por la que correspondería a cada uno conforme
lo resultante de los actos extintivos, a su elección (art. 847, inc. b).
El art. 848 se encarga de señalar que las cuotas de participación se calculan
teniendo en cuenta las reglas del art. 841, previamente ponderadas.
Art. 847.- Participación. Los acreedores solidarios tienen derecho a la
participación con los siguientes alcances:
a) si uno de los acreedores solidarios recibe la totalidad del crédito o de
la reparación del daño, o más que su cuota, los demás tienen
derecho a que les pague el valor de lo que les corresponde conforme
a la cuota de participación de cada uno;
b) en los casos del inciso b) del artículo 846, los demás acreedores
solidarios tienen derecho a la participación, si hubo renuncia al
crédito o compensación legal por la cuota de cada uno en el crédito
original; y si hubo compensación convencional o facultativa,
novación, dación en pago o transacción, por la cuota de cada uno en
el crédito original, o por la que correspondería a cada uno conforme
lo resultante de los actos extintivos, a su elección;
c) el acreedor solidario que realiza gastos razonables en interés común
tiene derecho a reclamar a los demás la participación en el
reembolso de su valor.
Art. 848.- Cuotas de participación. Las cuotas de participación de los
acreedores solidarios se determinan conforme lo dispuesto en el artículo
841.
Muerte del acreedor:
Art. 849.- Muerte de un acreedor. Si muere uno de los acreedores
solidarios, el crédito se divide entre sus herederos en proporción a su
participación en la herencia. Después de la partición, cada heredero tiene
derecho a percibir según la cuota que le corresponde en el haber
hereditario.
El conjunto de los herederos seguirán siendo acreedores de la totalidad del
crédito, como lo era el causante en su calidad de coacreedor solidario. Pero
cada heredero no podrá reclamar la totalidad del crédito sino sólo la
parte proporcional que ese heredero tiene en el crédito que —por el total—
tenía el causante.
Obligaciones concurrentes
Art. 850.- Concepto. Obligaciones concurrentes son aquellas en las que
varios deudores deben el mismo objeto en razón de causas diferentes.
Existen situaciones en donde varios deudores aparecen debiendo la
totalidad de la deuda, en virtud de causas diferentes, sin ser por ello
obligados solidarios.
Por ejemplo, un automóvil embiste a una persona en la vía pública y la
lesiona. Surge del hecho una doble responsabilidad: la del conductor del
vehículo (que debe responder por su cualidad de guardián) y la del
propietario del automóvil (por ser el titular del derecho de dominio). Ambos
están obligados por la totalidad.
Lo mismo ocurre en el caso de un incendio, atribuible a un tercero: la
compañía aseguradora y el autor del incendio deben al damnificado la
totalidad del perjuicio. La víctima puede reclamar la indemnización de
cualquiera de ellos indistintamente; y el pago efectuado por uno libera al
otro deudor respecto de su acreedor.
No hay solidaridad porque sus deudas no tienen una fuente común, se
originan por causas diferentes. En el supuesto del accidente callejero, la
responsabilidad del conductor se funda en su rol de guardián; la del
propietario en la circunstancia de ser el dueño del vehículo, con
independencia de toda culpa. En el caso del incendio, la responsabilidad de
la compañía de seguros tiene por fuente el contrato, en tanto que la del
incendiario la tiene por ser el autor del hecho ilícito.
Caracteres:
Pluralidad necesaria de deudores: constituye un presupuesto
insoslayable la existencia de mas de un miembro en el polo pasivo al
presentar mas de una causa que justifican diversos vínculos.
Identidad en el objeto: la prestación debida resulta ser la misma,
cualquiera sea el deudor que la cumpla.
Diversidad de causas: esta nota primordial es la que explica todos
los rasgos destacados de las obligaciones concurrentes.
Efectos:
Art. 851.- Efectos. Excepto disposición especial en contrario, las
obligaciones concurrentes se rigen por las siguientes reglas:
a) el acreedor tiene derecho a requerir el pago a uno, a varios o a todos
los codeudores, simultánea o sucesivamente;
b) el pago realizado por uno de los deudores extingue la obligación de
los otros obligados concurrentes;
c) la dación en pago, la transacción, la novación y la compensación
realizadas con uno de los deudores concurrentes, en tanto satisfagan
íntegramente el interés del acreedor, extinguen la obligación de los
otros obligados concurrentes o, en su caso, la extinguen parcialmente
en la medida de lo satisfecho;
d) la confusión entre el acreedor y uno de los deudores concurrentes y
la renuncia al crédito a favor de uno de los deudores no extingue la
deuda de los otros obligados concurrentes;
e) la prescripción cumplida y la interrupción y suspensión de su curso no
producen efectos expansivos respecto de los otros obligados
concurrentes;
f) la mora de uno de los deudores no produce efectos expansivos con
respecto a los otros codeudores;
g) la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada dictada contra uno
de los codeudores no es oponible a los demás, pero éstos pueden
invocarla cuando no se funda en circunstancias personales del
codeudor demandado;
h) la acción de contribución del deudor que paga la deuda contra los
otros obligados concurrentes se rige por las relaciones causales que
originan la concurrencia.
Normas subsidiarias:
Art. 852.- Normas subsidiarias. Las normas relativas a las obligaciones
solidarias son subsidiariamente aplicables a las obligaciones concurrentes.
Diferencia entre las obligaciones concurrentes y las solidarias:
La principal semejanza consiste en que ambas son obligaciones que
requieren pluralidad de sujetos. Sin embargo en este punto, cabe señalar
que tal fenómeno puede presentarse en las obligaciones solidarias en
cuanto a los acreedores , deudores o en ambos; pero solamente
encontraremos en las obligaciones concurrentes pluralidad de sujetos
pasivos.
La principal distinción radica en que en las obligaciones
concurrentes hay pluralidad de causas y en las solidarias existe una
sola.
Consecuentemente no coinciden en sus efectos:
I. La prescripción operada en favor de un codeudor concurrente no
beneficia a la otra, y a la inversa, la interrupción de la prescripción
respecto de uno de ellos no perjudica al otro; por el contrario, tales
contingencias se propagan en las obligaciones solidarias.
II. Los factores de atribución se tornan personales en las obligaciones
concurrentes.
Por ejemplo, la culpa de uno de los obligados en la perdida de la cosa
debida no compromete la responsabilidad de los restantes; ocurre lo
opuesto en el ámbito de las obligaciones solidarias.
III. La mora de uno de los deudores concurrentes no constituye en tal
estado a los otros, por el contrario, la mora de un codeudor solidario
se propaga hacia los demás.
IV. Se extingue total o parcialmente la obligación concurrente
dependiendo si se ha satisfecho de manera acabada el interés del
acreedor o no, por ejemplo, la renuncia al crédito a favor de uno de
los codeudores no hace desaparecer la obligación concurrente.
En las obligaciones solidarias, los medios extintivos comunican sus efectos,
sin necesidad de que se vea satisfecho el interés del acreedor, al existir la
regla de la representación, por ejemplo la renuncia realizada a favor de un
codeudor provoca la desaparición de la obligación.
V. Mientras en las obligaciones solidarias la deuda es soportada, salvo
pacto en contrario, por partes iguales entre todos los codeudores; en
las obligaciones concurrentes no ocurre ello y por lo general es uno
solo de los deudores el que en definitiva soporta el peso de la deuda.
Así por ejemplo si la víctima del incendio hubiera dirigido su acción contra la
compañía aseguradora, esta puede luego reclamar todo lo pagado al autor
del hecho ilícito; si el damnificado por accidente de tránsito hubiera dirigido
su acción contra el propietario del vehículo, este puede repetir toda la
indemnización del conductor que ha provocado el accidente.
UNIDAD 8
TRANSMISION Y RECONOCIMIENTO DE OBLIGACIONES
Transmisión de derechos
Hay transmisión de un derecho cuando una persona sucede a otra como
titular de él. El acreedor o deudor ha cambiado, pero el derecho en sí
mismo permanece idéntico.
Esa transmisión puede ocurrir por actos entre vivos o por muerte del
titular del derecho u obligación:
->La transmisión por actos entre vivos puede originarse en un contrato
(compraventa, donación) o en una disposición de la ley (quiebra). En
nuestro derecho, la transmisión por contrato siempre tiene carácter
singular, y aun en el caso del desapoderamiento del deudor por quiebra, no
pasan a los acreedores todos sus bienes, ya que muchos de ellos tienen
carácter de inembargables (art.108 de la ley 24.522).
->En cambio en la transmisión mortis causa puede ser a título universal o
singular. Será lo primero siempre que el sucesor sea heredero del causante,
pero el legatario o el beneficiario de un cargo son sucesores singulares,
pues solo suceden al causante en determinados bienes o derechos.
Principio general y limitaciones:
Art. 398.- Transmisibilidad. Todos los derechos son transmisibles
excepto estipulación válida de las partes o que ello resulte de una
prohibición legal o que importe trasgresión a la buena fe, a la moral o a las
buenas costumbres.
El principio general es que todos los derechos pueden ser cedidos o
transferidos (art. 398). Sin embargo, esta regla no es absoluta y esta
sujeta a distintas limitaciones. La imposibilidad de transmitir un derecho
puede derivar:
De la naturaleza misma del derecho, pues importaría —en términos
del art. 398— una transgresión a la buena fe, a la moral y a las buenas
costumbres; así, por ejemplo, no se concibe la transmisión de derechos
extrapatrimoniales.
Por ello, no pueden transmitirse los llamados derechos inherentes a la
persona humana (art. 1617), como el derecho a la vida, al honor, a la
libertad, etc., o los derechos de familia (por ej., los derechos y obligaciones
que surgen del matrimonio).
De una prohibición de la ley (arts. 398 y 1616); como ocurre con el
derecho a alimentos futuros, con la mayor parte de los beneficios de
carácter social (jubilaciones y pensiones, indemnización por accidentes
del trabajo, por maternidad, etc.), y con el derecho de habitación, entre
otros.
De la voluntad de las partes expresada en el título de la obligación
(art. 1616), o por estipulación válida entre partes (art. 398); así, por
ejemplo, el locatario no puede transferir la locación si el contrato se lo
prohíbe.
Art. 399.- Regla general. Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor
o más extenso que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente
dispuestas.
Art. 400.- Sucesores. Sucesor universal es el que recibe todo o una parte
indivisa del patrimonio de otro; sucesor singular el que recibe un derecho
en particular.
Cesión de créditos
Art. 1614.- Definición. Hay contrato de cesión cuando una de las partes
transfiere a la otra un derecho. Se aplican a la cesión de derechos las reglas
de la compraventa, de la permuta o de la donación, según que se haya
realizado con la contraprestación de un precio en dinero, de la transmisión
de la propiedad de un bien, o sin contraprestación, respectivamente, en
tanto no estén modificadas por las de este Capítulo.
Cuando opera la transferencia del crédito cedido, a partir de ese momento
el cedente deja de ser el acreedor de la obligación para investir esa calidad
el cesionario. A su vez, el deudor deja de estar ligado con el acreedor
primitivo para pasar a quedar vinculado con el cesionario.
¿Quiénes son parte en el contrato? Las partes en el contrato son el
cedente y el cesionario.
Caracteres:
o Consensual: supone un contrato que se perfecciona con el
acuerdo de voluntades de las partes (cedente y cesionario).
Resulta trascendente la notificación al deudor cedido, pero tal notificación
es un requisito necesario para que la cesión produzca efectos respecto a
dicho deudor y a terceros, no así entre los contratantes.
o Formal: la cesión debe hacerse por escrito como principio, aunque
se admiten otras formas de instrumentación tradicionales (por
ejemplo, endoso o entrega manual) y se exige escritura pública para
la cesión de derechos hereditarios; para la cesión de derechos
derivados de un acto instrumentado en escritura pública; y para la
cesión de derechos litigiosos.
o Bilateral en los casos en que se pacte una contraprestación – cesión
venta o cesión permuta- o unilateral en el caso de cesión donación
donde la obligación es solo para el cedente.
Es un contrato a título oneroso en los casos de cesión compraventa y
cesión permuta, y a título gratuito en el caso de la cesión donación.
Objeto: principio y excepciones
Art. 1616.- Derechos que pueden ser cedidos. Todo derecho puede ser
cedido, excepto que lo contrario resulte de la ley, de la convención que lo
origina, o de la naturaleza del derecho.
Art. 1617.- Prohibición. No pueden cederse los derechos inherentes a la
persona humana.
La restricción se refiere a los derechos personalísimos, pero cabe considerar
también contenidos en el concepto: los derechos cuya acción surge de
determinadas condiciones personales del titular, como los determinados
por obligaciones en los que la persona es esencial – intuitu personae- o
dependen de la posición del sujeto en una relación de parentesco.
La limitación también puede originarse en la prohibición de la ley (alimentos
futuros, beneficios previsionales, etc.) o en la voluntad de las partes (alquilo
un local y se convienen que no puedo transferir mis derechos a otro).
Capacidad: el contrato de cesión requiere capacidad de hecho y
de derecho, cuando la cesión es onerosa se aplican las reglas de la
compraventa y se requiere capacidad para comprar y vender; si la
cesión es gratuita, se aplican las reglas de la donación y se requiere
capacidad para ser donante y donatario.
Forma: la cesión de crédito debe hacerse por escrito, cualquiera sea
su monto, ya sea por instrumento público o privado, bajo pena de
nulidad.
Por excepción en algunos casos se requiere instrumento público.
Art. 1618.- Forma. La cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los
casos en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega
manual.
Deben otorgarse por escritura pública:
a) la cesión de derechos hereditarios;
b) la cesión de derechos litigiosos. Si no involucran derechos reales
sobre inmuebles, también puede hacerse por acta judicial, siempre
que el sistema informático asegure la inalterabilidad del instrumento;
c) la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por
escritura pública.
Efectos entre las partes:
Art. 1619.- Obligaciones del cedente. El cedente debe entregar al
cesionario los documentos probatorios del derecho cedido que se
encuentren en su poder. Si la cesión es parcial, el cedente debe entregar al
cesionario una copia certificada de dichos documentos.
La aceptación o consentimiento previo del deudor cedido no es un
requisito de validez para que la cesión tenga efectos. Pero respecto de
terceros y especialmente respecto del deudor cedido, la cesión tiene
efectos desde su notificación al cedido por instrumento público o
privado de fecha cierta (art.1620).
La aceptación del deudor es tan solo la manifestación suya en el sentido
de estar informado de la cesión; no implica conformidad ni mucho menos
autorización, porque la voluntad del deudor acá es irrelevante: la cesión
produce sus efectos aunque el deudor no la consienta.
La notificación que menciona la norma es la comunicación dirigida al
deudor haciéndole saber a este la transmisión del crédito. De este modo,
antes de la notificación o aceptación la cesión carece de efectos respecto
del deudor cedido y si este hubiera pagado antes de ello al cedente, el pago
se considera correcto y el deudor quedara liberado.
Si el cedente garantiza la solvencia del deudor cedido, se aplican las reglas
de la fianza, con sujeción a lo que las partes hayan convenido. En caso de
insolvencia del deudor, el cesionario solo puede recurrir contra el cedente
después de haber excluido los bienes del deudor, excepto que este se halle
concursado o quebrado (art.1630). Su la cesión de créditos es onerosa
conlleva la garantía de evicción (art.1628)
Quienes son parte: en el acto jurídico por el cual el cedente conviene con
el cesionario transmitirle el crédito, solo ellos son parte.
Resultan terceros todos los ajenos a ese acto, incluido el deudor cedido,
pues hasta la notificación o aceptación de la cesión está comprendido en el
concepto de terceros.
Luego de la notificación o la aceptación, el cedido queda involucrado por
la transmisión del crédito, desde que debe pagar al cesionario, no obstante
lo cual puede plantearle ciertas defensas concernientes al crédito.
Garantías. El cedente garantiza al cesionario por evicción solo en el
caso en que la cesión es onerosa.
->Obligaciones del cesionario:
Son correlativas a las del cedente:
1. Deben pagar la contraprestación a su cargo cuando la cesión fue
onerosa.
2. Debe pagar los gastos de la cesión.
3. Debe notificar al deudor cedido.
Efectos entre terceros:
Art. 1620.- Efectos respecto de terceros. La cesión tiene efectos
respecto de terceros desde su notificación al cedido por instrumento público
o privado de fecha cierta, sin perjuicio de las reglas especiales relativas a
los bienes registrables.
Entre el cesionario y el cedido:
La notificación o la aceptación. Cuando el deudor es notificado de la cesión
del crédito, o la acepta, se produce el embargo del crédito a favor del
cesionario. Por la notificación se le comunica al deudor la convención
misma de la cesión o la sustancia de ella, su aceptación produce igual
efecto. Esta aceptación solo significa tomar comunicación de la cesión del
crédito, pero de ninguna manera implica que el cedido este de acuerdo con
dicha cesión.
El conocimiento indirecto que adquiera el deudor de la existencia de la
cesión no equivale a la notificación ni a la
aceptación.
Respecto de los demás terceros, para que la transferencia del crédito sea
oponible es menester que haya habido notificación hecha por un acto
público (instrumento público).
Tratándose del deudor cedido la notificación es eficaz, cualquiera sea la
forma que revista, mediante comunicación escrita o verbal, pues lo que
importa es llevar a su conocimiento la transmisión; el medio empleado debe
dar al deudor un conocimiento seguro de la cesión.
-Cualquiera de las partes puede practicar eficazmente la notificación de la
cesión. Por lo general quien notifica es el cesionario, pues es quien tiene
interés en que se perfeccione el acto frente a terceros. La notificación puede
hacerse también por un representante de las partes.
Desde luego la notificación de la cesión debe dirigirse al deudor o a su
representante que estuviera habilitado para pagar en su nombre. Si el
deudor fuese incapaz o se tratase de una persona jurídica, la notificación
deberá hacerse a su representante legal.
Si los deudores son varios y la obligación es divisible, es necesario notificar
a todos para que la cesión produzca efecto.
Si la obligación es solidaria basta la notificación a uno de los deudores para
que la cesión se perfeccione con respecto a todos. Sin embargo, el deudor
que pagase al acreedor cedente, antes de recibir la notificación, haría un
pago valido, pues sería hecho a quien está en posesión del crédito.
Concurrencia de cesionarios y embargantes:
Art. 1622.- Concurrencia de cesionarios. En la concurrencia entre
cesionarios sucesivos, la preferencia corresponde al primero que ha
notificado la transferencia al deudor, aunque ésta sea posterior en fecha.
1. Prevalece el derecho del cesionario que primeramente ha notificado
la cesión al deudor, o ha obtenido su aceptación autentica, aunque su
traspaso sea posterior en fecha.
2. Si hay varias notificaciones de una cesión en el mismo día los diferentes
cesionarios quedan en igual línea, aunque las cesiones se hubiesen
hecho en diversas horas.
3. Si concurren cesionario y embargantes, el embargo anterior a la
notificación o a la aceptación por parte del cedido, imposibilita la
cesión.
4. Si el embargo es posterior a la cesión, pero anterior a la notificación o
a la aceptación, el embargante y el cesionario concurren a prorrata.
5. El embargo posterior a la notificación o aceptación carece de virtualidad.
6. Si hay cesión parcial del crédito, el cesionario no goza de ninguna
preferencia sobre el cedente, a no ser que este le haya acordado
expresamente la prioridad, o le haya de otra manera garantizado el
cobro de su crédito; en caso de cesión parcial, el cedente y el cesionario
cobran a prorrata, pues hay mancomunación simple.
Cesión en garantía y prenda del crédito:
Art. 1625.- Cesión de crédito prendario. La cesión de un crédito
garantizado con una prenda no autoriza al cedente o a quien tenga la cosa
prendada en su poder a entregarla al cesionario.
Según lo establecido en el artículo, en el caso de cesión de un crédito
garantizado con una prenda, ni el cedente, ni el depositario ni el propio
deudor, quien quiera que tenga la cosa gravada en su poder, deberá
entregarla al cesionario con fundamento en la cesión realizada.
Cesión impropia “pro soluto” y “pro solvendo”:
Art. 1630.- Garantía de la solvencia del deudor. Si el cedente
garantiza la solvencia del deudor cedido, se aplican las reglas de la fianza,
con sujeción a lo que las partes hayan convenido.
El cesionario sólo puede recurrir contra el cedente después de haber
excutido los bienes del deudor, excepto que éste se halle concursado o
quebrado.
Beneficio de excusión: es el derecho que tiene el fiador de oponerse a
hacer efectiva la fianza en tanto el acreedor no haya ejecutado todos los
bienes del deudor. Mediante el uso de este derecho el fiador le dice al
acreedor que se dirija en primer término contra los bienes del deudor
principal antes de dirigirse contra él.
La norma regula el supuesto de asunción del riesgo de incobrabilidad
por el cedente, lo que se da cuando este garantiza al cesionario la solvencia
del deudor. Ello importa establecer que, en caso de no resultar solvente el
cedido, el cedente pagara al cesionario el monto del crédito que este
debería haber percibido del deudor.
Cesión impropia concepto: en tanto la cesión propia implica en si la
mera transferencia del crédito, con la cual agota su finalidad, la cesión
impropia es un acto causal, toda vez que la transferencia del crédito es
realizada para extinguir una obligación anterior.
Cesión pro soluto. Cuando la cesión impropia es pro soluto (como
pago), el cedente solo responde de la existencia y la legitimidad del
crédito, pero no de la solvencia del cedido.
Cesión pro solvendo. En la cesión impropia pro solvendo (para pagar),
el deudor cedente asume el área de la insolvencia del cedido, con el
efecto de que , si aquel no paga, su deuda originaria renace.
Transmisión de deudas
Art. 1632.- Cesión de deuda. Hay cesión de deuda si el acreedor, el
deudor y un tercero, acuerdan que éste debe pagar la deuda, sin que haya
novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, el
tercero queda como codeudor subsidiario.
En caso de que el deudor ceda su deuda a otra persona será necesario el
consentimiento expreso y categórico del acreedor, a fin de proteger a
este del peligro de que el nuevo deudor sea insolvente.
En la cesión de deuda se transmite el carácter de deudor a un sujeto
distinto de las partes, quien toma a su cargo el deber de
realizar el pago de la prestación de la que se
trate, quedando intacta la estructura de la obligación.
Aparece aquí, como elemento necesario, la intervención del acreedor
cedido. Dicha intervención debe ser requerida y de la actitud que asuma el
acreedor cedido se pueden derivar dos situaciones diversas: 1) si presta su
conformidad, se libera al deudor original, quedan obligado solo el cesionario
de deuda; 2) si la rehúsa, el cesionario se convertirá en un codeudor
solidario, quien deberá responder junto con el obligado original.
Importancia: la cesión de deudas puede ser de gran utilidad como
mecanismo de simplificación de las relaciones jurídicas, por ejemplo: si A
es acreedor de B y a su vez deudor de C puede consultar la conveniencia de
todos que mediante el traspaso de la deuda, B le pague directamente a C,
con lo que cancelara la deuda de A, evitando un doble traspaso de bienes
que puede ser innecesario y oneroso.
Especies:
La cesión de deudas se puede dar de diferentes formas:
Cesión de deuda propiamente dicha (stricto sensu): se origina en
un convenio triangular entre el deudor (cedente), un tercero
(cesionario) y el acreedor, el cual acepta al cesionario como deudor.
Asunción privativa de la deuda: es la traslación de deuda que
resulta de un contrato celebrado entre el deudor y un tercero, por el
cual este se compromete a satisfacer la obligación en reemplazo del
deudor primitivo.
Tal convenio queda subordinado en su plena eficacia a la aprobación del
acreedor, pudiendo las partes mientras tanto revocar o alterar lo
convenido.
Si el acreedor rehúsa su aprobación, la cesión de deuda no funciona
respecto de él, pero si entre las partes, por lo cual el cesionario queda
obligado a satisfacer la deuda, a menos que se hubiese convenido lo
contrario.
Asunción acumulativa de la deuda: es el convenio entre el deudor
y el tercero, acerca del traslado de la deuda, haciendo abstracción
de lo que decida el acreedor.
Hay aquí un desdoblamiento: para el acreedor nada ha cambiado; entre las
partes de la cesión esta produce todos sus efectos; el carácter de deudor
pasa al cesionario, quien debe pagar al acreedor, y ante la negativa de este
debe consignar judicialmente el pago como tercero interesado.
El deudor retiene su calidad de tal frente al acreedor, pero si se viera
forzado a pagarle, puede accionar contra el cesionario para que este le
indemnice el perjuicio que su incumplimiento le ha causado.
Art. 1633.- Asunción de deuda. Hay asunción de deuda si un tercero
acuerda con el acreedor pagar la deuda de su deudor, sin que haya
novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, la
asunción se tiene por rechazada.
Promesa de liberación: es un convenio paralelo a una obligación
existente por el cual un tercero se compromete a liberar al deudor
oportunamente, sin quedar obligado a hacerlo frente al acreedor.
Esta figura también se denomina en doctrina asunción de cumplimiento,
alcanza resultado semejantes a la asunción acumulativa de deuda, con la
que tiene las siguientes diferencias:
a. En la promesa de liberación no hay transmisión de deuda ni
incorporación del tercero en la obligación; en la asunción acumulativa
hay transmisión de deuda.
b. La promesa de liberación es un acto paralelo a la obligación
primordial; la asunción acumulativa es un acto modificatorio de esa
obligación primordial.
c. En la promesa de liberación el promitente queda ajeno a la obligación
y el acreedor no podría exigirle el pago; en la asunción acumulativa el
acreedor puede exigir el pago al promitente.
Art. 1635.- Promesa de liberación. Hay promesa de liberación si el
tercero se obliga frente al deudor a cumplir la deuda en su lugar. Esta
promesa sólo vincula al tercero con el deudor, excepto que haya sido
pactada como estipulación a favor de tercero.
Expromision: es un convenio celebrado por el acreedor con un
tercero, por el cual este se compromete a satisfacer la obligación
ajena a que dicho convenio se refiere.
Cesión de patrimonios especiales:
Un supuesto peculiar de traslación de deudas se presenta cuando se
transmite un patrimonio especial, que como el fondo de comercio engloba
un activo y un pasivo. No es admisible que el dueño del fondo de comercio
pueda enajenar sólo el activo, dejando sin respaldo a sus acreedores. Pero
para evitar esa contingencia no es justo llegar a la inhibición del
comerciante, ni impedirle que pueda beneficiarse con la enajenación del
negocio. Por ello la mayoría de las legislaciones, permiten la enajenación de
fondos de comercio, que, al comprender el activo y el pasivo, incluye
una transmisión de deudas.
En suma, cuando se enajena un fondo de comercio se da oportunidad a los
acreedores del enajenante para optar por el cobro inmediato de su crédito o
aceptar la cesión de la deuda, que pasa al adquirente. El adquirente sólo
asume las deudas manifestadas por el enajenante. El enajenante no queda
liberado con relación a los acreedores omitidos.