Programa Santificacion Del Hogar
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PROGRAMACIÓN
TEMA 1: DESCUBRIR LA ORACIÓN
TEMA 2: COMPRENSIÓN Y ACEPTACIÓN MUTUA
TEMA 3: EDIFICAR LA VIDA DE PAREJA
TEMA 4: EL MATRIMONIO: UNA LARGA MISA
TEMA 5: EL PROYECTO DE PAREJA
TEMA 6: FE CRISTIANA Y MATRIMONIO
TEMA 7: LAS 7 REGLAS DEL DIALOGO CONYUGAL
TEMA 8: 10 CONSEJOS PARA VIVIR EN PAREJA FELIZMENTE
TEMA 9: LA FAMILIA DE NAZARETH REFLEJO DE LA FAMILIA CRISTIANA
TEMA 10: 12 MALOS HÁBITOS EN EL MATRIMONIO QUE CONDUCEN AL DIVORCIO
TEMA 11: INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO
TEMA 12: RETIRO PRE-SACRAMENTAL: PARTES DE LA MISA, POSTURAS CORPORALES
Y LOS SACRAMENTOS
Todos muy en el fondo sentimos la necesidad de orar. A veces la dejamos a un lado, puesto que
podemos sentir que no necesitamos orar ya que la tecnología, la ciencia moderna nos aseguran y nos
hacen ver una vida feliz y cómoda. Si nos angustia algo acudimos a la vecina (o), o a algún medico
psicólogo o psiquiatra, si tenemos alguna necesidad pedimos la caridad de incluso desconocidos, entre
otros, pero como última opción es que muchas veces recurrimos al Señor por medio de la oración
íntima con él.
El amor, la paz, la libertad, la dignidad, no las podemos comprar con dinero, todo ello viene de Dios y
se obtiene por medio de la oración.
Todos rezamos en los momentos desesperados, igual que corremos en una carrera para no perder, o
cuando nos deja el transporte corremos para no quedarnos. Pero si queremos que nuestra amistad
con Dios se forje y se construya sobre bases firmes y sólidas, tenemos que prestarle mayor atención y
mayor dedicación a nuestra conversación con el, por medio de la oración.
La oración no es un método, es un estilo de vida.
Descubrir a Dios
Para descubrir la oración, primero debes descubrir a Dios. ¿Qué quiere decir esto? Vaciarnos de
nosotros mismos. Tenemos que dejar que Dios sea nuestro Señor, no solo el Dueño y señor del
universo sino de nuestras vidas, de nuestro día a día. Hacer de nuestro corazón un verdadero trono
real.
¿Quién es Dios?
Dios nos conoce y nos ama. Y Nosotros debemos quererlo y amarlo cada dia mas. Pero….¿Cómo
podemos llamarle?
1. Él es nuestro creador; sin el amor creativo y poderoso de Dios no habríamos podido existir
nunca. Todo lo que somos y tenemos viene de Dios.
2. Es distinto de nosotros; podemos descubrir y admirar la creación de Dios, pero nunca
podremos ver a Dios. La biblia nos revela que Dios es Santo, es decir, totalmente diferente a
nosotros en su absoluta pureza e infinito poder, sin embargo somos semejantes a Él. Si nos
ponemos en camino de Dios y dejamos que ponga sus manos en nuestra vida, entonces nos
sentiremos protegidos, cuidados, poseídos por Él.
3. Es nuestro Padre: Jesús nos enseñó que Dios es Padre, es decir capaz de crear, cuidar,
proteger, y amar.
Si Dios es tan real y la oración es un privilegio tan grande del cual gozamos tu y yo ¿Qué nos impide
rezar? La respuesta es simple: No queremos empezar. Hay algo en el fondo de nuestro ser que nos
impide orar. La presencia de Dios en nuestra vida es algo maravilloso, pero lamentablemente no le
damos cabida para que esté y se quede con nosotros. ¿Por qué nos alejamos de Dios? ¿Por qué no
rezamos? Porque tenemos mil cosas que hacer (Lc 10, 38-42) y tenemos miedo de que nos pida que
cambiemos. Tenemos mil secretos misteriosos que esconder y sabemos que a Dios no le podemos
ocultar nada. Pidamos al Señor con un corazón humilde. “Señor ayúdame, quiero orar”
1. ACEPTACIÓN:
La intima comunidad de vida y amor a que aspira toda pareja desde su noviazgo y con el
matrimonio como horizonte, se irá alcanzando progresivamente, a lo largo de su existencia, con
el empeño y el esfuerzo que ambos aporten. Convivir es difícil. La adaptación y búsqueda de la
complementariedad de dos seres únicos, diferentes, e irrepetibles, requiere hacer vida, día a día,
todo cuanto conlleva el amor. Jamás podrá marchar bien un matrimonio si en la base de su escala
de valores no está la aceptación del otro tal cual es, con su propio carácter, cualidades y defectos.
No puedes cambiar a tu pareja, es así tal cual te enamoraste de él o ella. No lo olvides.
2. PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO. EMPATÍA. COMPRENSIÓN
El amor empieza a conocer a la persona amada y aceptada, para con ella deja de ser un “tu” o un
“yo” y aspira a un “nosotros” en toda su plenitud. Para conocer a nuestra pareja más allá de lo
externo es preciso alcanzar un nivel profundo (motivaciones, actitudes, sentimientos). Abrirse al
otro desde la confianza y amor que le inspira, para mostrarse tal como es, sin máscaras, con
autenticidad y ponerse en su lugar para captar su verdad, sus valores, su singularidad.
3. POTENCIAR LA PERSONALIDAD DEL OTRO
El “nosotros” no es la suma del yo y del tú., sino la expresión de la relación humana que tiene su
comienzo en el encuentro amoroso y va adquiriendo cuerpo a lo largo de toda una vida común.
El “nosotros” lo constituyen dos personas, varón y mujer. Asi los creó Dios para procrear y
multiplicarse. (Ecle 4, 9-10) Cada uno es corresponsable de la evolución personal del otro, y desde
el amor que los une está llamado a ayudarle a potenciar su personalidad, a desarrollar todos sus
talentos.
Recordemos que ya no son uno, sino que pasaron a formar una sola carne.
TEMA 3: EDIFICAR LA VIDA DE PAREJA
LA PAREJA FUSIÓN
El amor romántico como bien sabemos, inspira a los creadores, basta pensar en los protagonistas
de las novelas, es estupendo vivir ese amor. ¡Dichosos aquellos que lo experimentan! Pero la
realidad se encarga de cortarles las alas a los enamorados, ese amor es una etapa que se tiene
que superar para pasar a otro nivel de amor.
El amor romántico engendra la pareja fusión. Lo que cuenta es el nosotros, se aspira a formar un
solo ser, una sola persona, a suprimir toda distancia. La pareja se asegura de evitar toda clase de
conflictos, la magia de esta fusión disipa toda diferencia, pero solo por algún tiempo.
El amor de fusión se rehúsa a la ausencia, quiere la proximidad a toda costa. Hay pérdida de
identidad y de autonomía porque el uno se pierde en el otro. <<Los dos serán una sola carne>>
Gen 2,24. Significa que el hombre y mujer aunque son diferentes poseen una misma naturaleza
humana creada por Dios, fuente de todo amor. Los dos no forman más que una carne en el amor
pero siguen siendo siempre dos, con sus diferencias. La unidad en una sola carne solo es posible
cuando las diferencias son superadas por el amor.
LA PAREJA COMPLEMENTARIA
La gente se casa para ser feliz. En esta búsqueda de la felicidad el amor es la senda por excelencia.
Pero cada uno tiene su historia personal. Al vivir en común es cuando los cónyuges se percatan de
las diferencias que los separan “Me parece que has cambiado mucho” ¿No es más bien la imagen
idealizada que me había forjado del otro lo que ha cambiado? ¿Qué hacer con las diferencias
posibles fuentes de conflictos? ¿Evitarlas, asumirlas, superarlas, respetarlas?
La pareja complementaria es una alianza de dos insuficiencias: uno se convierte en el
complemento de la insuficiencia del otro, se toma del otro lo que nos falta. El otro nunca está
entero.
LA PAREJA ALTERIDAD
Desde la fusión y la complementariedad a menudo es largo el camino que conduce a las orillas de
la alteridad, donde el otro es reconocido y amado en cuanto al otro. La pareja tiene más
posibilidad de durar si opta por la alteridad porque renuncia a la ilusión de la semejanza por la
diferencia. Para vivir esta alteridad en el matrimonio, es importante que ambos cónyuges estén
de acuerdo, de lo contrario uno se sentirá abandonado por el otro. Si los dos aceptan sus
diferencias se abrirán más al otro. Reconociendo sus diferencias los cónyuges viven en una mayor
intimidad. No tienen nada que perder y todo que ganar: El amor
ALTERIDAD EN LA TRINIDAD
La relación amorosa de la pareja también se traslada a la relación con Dios ¿Qué pareja formamos
con Dios? ¿Una pareja que espera todo de Dios sin hacer nada? El Dios de los cristianos es el Dios
trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, el Dios abierto a la diferencia y la relación (Jn 1,18)
La misión de la pareja y de la familia cristiana es mostrar que el amor que viven los humanos,
revela la unidad de amor de la trinidad.