La Noche de Los Bastones Largos4
La Noche de Los Bastones Largos4
La Noche de Los Bastones Largos4
En el año 1957 asumió al frente de la Universidad de Buenos Aires Risieri Frondizi, que se
convirtió en el primer rector elegido en el marco de la aplicación plena de los principios de la
Reforma Universitaria. En ese mismo año, en Exactas, Rolando García llegó al decanato. Fue el
inicio de una recordada etapa.
Aca “La noche de los bastones largos fue para mi una noche inolvidable en el peor de los
sentidos, esa noche yo estaba justamente caminando en el hall principal y se abre una puerta y
aparece un oficial de policía. Se abre otra puerta y aparecen una docena de policías. Me
acerqué a presentarme y a preguntar qué pasaba, me miró, levantó el fusil y gritó ¡ataquen!”
Carlos Mendez Mosquera, Vice Decano (1966)
En el año 1955 las fuerzas armadas consuman un nuevo Golpe de Estado, la autodenominada
“Revolución Libertadora” abre un nuevo capítulo en la historia trágica de la Argentina.
Una de las facultades que lidera este período de transformación es la de Ciencias Exactas y
Ciencias Naturalez, instaurando los conceptos que habrán de regir en la Universidad en los
planes técnico, científico e ideológico por los próximos diez años.
Es asi, como frente a la vieja universidad profesionalista surge una nueva, orientada a la
biología, la bioquímica, la física, la agronomía y la computación.
Las universidades se equipan con nuevos laboratorios, la ciencia debe convertirse en motor de
la economía.
“Esos 10 años del 1955 a 1966 de facultad y universidad eran años de respeto, de democracia”
“Lo mejor que se hizo fue crear una atmósfera de trabajo, una atmósfera de discusión y un
deseo permanente de hacer cosas, y estamos aprendiendo como hacer las cosas, hicimos
cosas mal claro que sí, pero nadie nos enseñó a hacerlas mejor”
“Lo importante es que nosotros estábamos viviendo una experiencia muy interesante de
transformación de un país, queríamos tener un país mas moderno que el que nosotros
habíamos conocido” Dr. Manuel Sadosky, Vice Decano (1957-1966)
Se instala por primera vez una computadora en América Latina, adquirida por la Universidad
de Buenos Aires para la Facultad de Ciencias Exactas es utilizada con intensidad en primer
lugar por el instituto de cálculo, allí se estudia la trayectoria del cometa Halley, se diseñan
modelos para la resolución de problemas matemáticos, idéologicos y econométricos.
En el año 1958, al asumir como presidente Arturo Frondizi se propone reglamentar el Decreto
Ley 6403, que además de referirse a la recuperación de la autonomía, incorpora el polémico
artículo 28 que autoriza a la creación de universidades privadas. En septiembre de ese año,
una multitudinaria movilización a favor de la enseñanza laica no alcanza para contrarestar la
fuerte influencia de los sectores católicos y finalmente se establece el marco legal para el
establecimiento de estas nuevas universidades.
El 12 de octubre de 1963, asume a la presidencia el doctor Arturo Illia. Es otro gobierno civil
débil, condicionado desde su origen por fuertes presiones militares, sindicales y sociales de
distinto signo.
En Abril de 1965, el ejército de Estados Unidos invade Santo Domingo. En Buenos Aires en una
marcha de protesta contra ese ataque, muere un joven universitario. Meses mas tarde,
durante un acto realizado en homenaje al General Roca un grupo de estudiantes arroja
monedas desde la terraza de la facultad de Ciencias Exactas a los uniformados allí presentes.
Estos hechos sentarán un peligroso presedente en la ya tensa relación entre la policía y los
universitarios. En ese mismo año, en la Universidad de Buenos Aires después de una reñida
elección en la que participa el doctor Rolando García por el reformismo, el decano de la
facultad de ingeniería y representante del humanismo Hilario Fernandez Long se convierte en
el nuevo rector.
Entre tanto, en el país se estaba viviendo un momento de indefinición. A tres años de asumir,
desgastado por una fuerte campaña de los medios de prensa y ante la indiferencia de la
sociedad en su conjunto, el gobierno de Illia tiene los días contados.
En los últimos días de la tarde del día 27 de junio se agravó la tensa situación existente desde
tiempo atrás en las tres armas que había dado motivo a varias reuniones de los altos mandos
militares y del poder Ejecutivo. La grave crisis institucional culminó con la separación del
doctor Arturo Illia del cargo de presidente de la nación. Mientras esto ocurría las tropas fueron
ocupando los lugares claves de la ciudad para mantener un orden que en ningún momento fue
alterado. Los ministros que habían sido llamados con urgencia llegaron a la casa de gobierno
para realizar una reunión de gabinete a cuyo final todos presentaron su renuncia.
Pocas horas despúes, los tres comandantes en jefe asumieron la conducción temporaria del
gobierno. En esa oportunidad se anunció que la presidencia de la Nación sería asumida por el
teniente general Juan Carlos Onganía.
“Estabamos claramente identificados como foco comunista, petardista, etc. Nos hicieron esa
fama, entonces era el centro que había que destruir” Dr. R Garcia
“Las únicas dos entidades del país que sacaron declaraciones públicas condenado el golpe
fueron por razones obvias la Union Civica Radical y la Universidad de buenos Aires”
“Cuando se produjo el golpe casi todos esperábamos que rápidamente se iba a producir la
intervención” Dr. Félix Schuster, Decano (2002) Facultad de Filosofías y Letras
“Y esos 30 días después del golpe y la noche de los bastones largos, y fueron 30 días de temor,
desesperación, rumores, agresiones”
Entre los objetivos del gobierno de Onganía en lo referente a la política educativa, se destacan
la necesidad de neutralizar la infiltración marxista y radicar la acción del comunismo.
La noche del 29 de julio la guardia de infantería rodeó la facultad de Ciencias Exactas y ordena
el deshalojo inmediato del edificio. Estudiantes y docentes salen con los brazos en alto,
algunos entonan las estrofas del himno nacional y ninguno opone resistencia. Pero dos hileras
de policías los reciben a golpes con palo y machete. La represión fue feroz.
Finalmente es designado como interventor el doctor Luis Potet, quien asumir anuncia que el
principio de autoridad establecido en todos los ordenes del país regirá también para la
educación. Se propone controlar la Universidad mediante la aprobación de sus estatutos,
designación de autoridades y prohibición de toda expresión política. En caso de que se
produzcan desordenes en las casas de estudio, las fuerzas policiales quedan autorizadas para
intervenir. Se inicia para la universidad un período caracterizado por la disgregación, la
decadencia y la destrucción de equipos de trabajo y centros de investigación. En ciencias
exactas se desmantelan valiosos laboratorios, entre otros, los que trabajan para la
industrialización de la pesca atlántica sobre el control de granizo y producción de lluvia
artificial en Mendoza y en la explotación regional del Bosque Chaqueño. Además se suspende
los programas de cálculos para YPF, gas del estado y Agua y energía. La universidad no
recuperara su autonomía por lo próximos 18 años.
“El proyecto de universidad que teníamos si era para un país que se indusgtrializara, que
emepzara a trabajar en tecnología, a desarrollar una industria para el país, no una industria
para la exportación. Y eso fracasó, pero no fracasamos nostros, fracasron los proyectos de
país, dentro de los cuales estábamos enganchados”
Aunque las heridas de la represión sanaron con el tiempo, el daño producido a la educación
aquella noche bautizada tristemente como la noche de los bastones largos fue y sigue siendo
irreparable.