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Paper - Comunicación

Imaginarios de la vivienda en Summa:


“Viviendas Unifamiliares” 1978
Bril Valeria
arqvaleriabril@gmail.com;
Universidad de Buenos Aires. Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo. Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas
"Mario J. Buschiazzo". Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Argentina.

Palabras clave
Imaginarios, Vivienda, Summa, Instituidos, Arquitectura

Resumen
En el marco de la investigación de los imaginarios
instituidos de la vivienda se propone seguir ampliando
el estudio de los mismos a partir de otros discursos
producidos dentro del campo de la arquitectura.
De este modo, en línea con los trabajos ya efectuados
sobre las revistas Nuestra Arquitectura, Canon y Plot,
se plantea estudiar los imaginarios expresados en la
revista Summa.

Se ha seleccionado por su pertinencia efectuar un


análisis específico sobre la Summa n°. 120 del año 1978,
puesto que el mismo se titula “Viviendas unifamiliares”
y conforma un número especial dedicado exclusivamente
sobre esta tipología. Se efectuará un relevamiento de
las metáforas, imágenes y descripciones que expresan los
diferentes autores. En particular, el foco se centrará en los
debates y posturas expresados en la “Introducción” de
Marina Waisman y dos artículos: “La casa y el movimiento
moderno” de Christian Norberg - Schulz y “Cómo las vimos…”
artículo que reúne breves artículos de diferentes arquitectos
argentinos que revisan ciertas casas reconocidas dentro
de la historia de la arquitectura.

Se buscará seguir explorando en el imaginario instituido para


ver sí es posible identificar y construir otras imágenes que se
sumen a las ya presentadas como imágenes: teóricas,
proyectuales, industrializadas, del entorno, las partes y las
figuras humanas. También se propone como objetivo empezar
a encontrar las imágenes que caracterizaron la década de
los setenta que sirvan como instrumento para delinear y completar
un recorrido temporal más amplio que inicia con las imágenes
recabadas desde 1929 en Nuestra Arquitectura.

Introducción

El objetivo de este trabajo es ampliar el estudio de las imágenes de la vivienda


en fuentes de la arquitectura en el caso particular de la revista Summa. Se
entiende que las revistas son publicaciones que dan cuenta de las posturas,
ideologías y visiones sobre el propio campo y la producción teórica y práctica
de la arquitectura. Sandra Sánchez afirma que: “…las publicaciones, por estar
dirigidas a lectores provenientes de diferentes ámbitos (...), han operado, en su
escenario histórico, generando significaciones y sentidos no siempre
consistentes, y en oportunidades antagónicos” (Sanchez, 2015, p. 164).
También, en cuanto al rol ejercido por las revistas en el campo de la
arquitectura en la primera mitad de siglo XX, Silvia Cirvini (2011, pp.51-52)
enuncia:
Las revistas técnicas constituyen la fuente más adecuada y explicativa del
proceso de constitución del campo disciplinar, por cuanto funcionaron
como lugares desde donde se estatuía la especificidad de la disciplina
como campo intelectual y se ponían en consideración y circulación los
temas de interés de la época. En el desarrollo de la profesión las revistas
sirvieron no sólo para delimitar el perfil del arquitecto y su ubicación en
relación a los otros actores con quienes compartía el campo de la
construcción del hábitat sino que contribuyeron a la construcción de una
identidad grupal tanto de la profesión, como del gremio.
Esta lectura que efectúa la autora puede ser también extendida a la segunda
mitad del siglo XX, más concretamente a las publicaciones locales que
circulaban para la década de los setenta como Nuestra Arquitectura y Summa.
Puesto que en ellas se condensan artículos que reflejan las problemáticas y
debates entre los arquitectos.
Pierre Bourdieu ([1966] 2002, p. 54) en su estudio sobre los campos
intelectuales, reconoce que debe existir: “una institución capaz de producir
actores plenamente dueños de las reglas de juego y decididos a hacer el
propio juego”. Esto permite inferir que no solo existe una institución que define
y controla los códigos y leyes, sino una relación de aceptación específica con
sus actores principales. De este modo profundiza:
…si la afiliación a ciertas revistas y a ciertos periódicos, por la adhesión
incondicional del colaborador permanente y hasta la contribución
ocasional o a la lectura más o menos fiel, es uno de los instrumentos
privilegiados de la identificación recíproca, ello es debido al hecho de que
ninguna de ellas entraña, en todos los campos susceptibles de interés y
de juicio intelectual, si no un sistema coherente de opciones filosóficas,
políticas y estéticas, si al menos una actitud total que se reconoce y se
expresa incluso en un elemento tan imponderable como el estilo y los
modos (Bourdieu, ([1966] 2002), p. 53).

Desde esta mirada, se pretende reconstruir las representaciones que se


expresaron en Summa y que aportan a seguir profundizando en los imaginarios
instituidos de la vivienda.

Imaginarios e imagen

Aunque en este contexto, no se profundizará en los aspectos conceptuales que


sustentan la investigación general, sí es pertinente aclarar los significados
otorgados a dos términos claves: “imaginarios” e “imagen”. Se entiende
“imaginarios” bajo la definición de Mario Sabugo: (2015b, p. 107) “los
imaginarios están constituidos por la totalidad de las representaciones en sus
diferentes formas y géneros, entre ellos la ciencia, el arte, la filosofía, la
ideología, la utopía, el mito, la poesía, etc.” Y se distinguen dos conjuntos: los
“instituidos” y los “alternativos”. Sabugo (2015 a) sostiene que los imaginarios
instituidos podrían ser asimilados a un conjunto de significaciones que
legitiman y rigen el conglomerado de instituciones que constituyen la realidad
social. Mientras que los alternativos expresan significaciones
inconmensurables con los primeros.
En cuanto a la noción de imagen y su riqueza para explorar la casa este escrito
se alínea a lo postulado por Gastón Bachelard en su texto La poética del
espacio, en el cual dice que “de los valores de intimidad del espacio interior, la
casa, sin duda alguna, es un ser privilegiado” siempre que se la considere en
“su unidad y su complejidad”. En sintonía con esta visión, entiende que la casa
ofrece imágenes dispersas y un cuerpo de imágenes, y que para poder abordar
esas imágenes de la intimidad no sería suficiente pensar la casa como un
“objeto” sino que hay que superar los límites de la descripción. Bachelard
explica la casa como “nuestro rincón en el mundo”, “nuestro primer universo”
“un cosmos”. (Bachelard ([1957] 2011), pp. 33 a 35).

Revista Summa

El primer número de Summa fue publicado en abril de 1963, su director general


fue Carlos A. Méndez Mosquera. En este primer número Méndez Mosquera
incluye una carta editorial en la cual presenta el enfoque de la revista y el por
qué de su aparición. A continuación se enumeran algunas de las ideas
principales expresadas en dicha nota editorial.

1. Que en la Argentina y Latinoamérica se carece de un medio de


comunicación que muestre un alto grado de calidad en temas de
arquitectura, tecnología y diseño.
2. Se plantean como lectores principales: arquitectos, ingenieros, técnicos
y diseñadores gráficos.
3. Summa pretende mostrar el quehacer latinoamericano.
4. Se reconoce el papel de latinoamérica como espacio de pensamiento y
construcción y su papel a nivel mundial. Summa como lugar para
mostrar la producción latinoamericana.
5. No buscan competir con revistas internacionales, pero sí mostrar obras
de otros lugares.
6. Se convoca a los lectores a enviar material.

En su cierre Méndez Mosquera (1963, p.11) postula:

Summa está abierta a todos los aportes progresistas y actuales que


signifiquen una justa utilización de los medios contemporáneos.
Summa está en contra de todo lo regresivo, lo pasatista.
Summa cree que existe un vasto sector que trabaja por la concreción de
un mundo futuro mejor.
Summa quiere ayudar a su construcción.

En cuanto al perfil y desarrollo a lo largo de los años de la revista, Laura Corti


(2012) identifica que la misma fue efectuando cambios en la organización de
los contenidos en forma de secciones editoriales, y que tuvo una constante
significativa que refiere al lugar preponderante que ocupó la arquitectura en
relación con las temática de tecnología y de diseño. En este sentido afirma:
…este protagonismo es indiscutido, existen tensiones permanentes entre
estas áreas que se traducen no sólo en una mayor o menor atención por
parte de los editores a alguna de ellas, sino también, en una mayor o
menor intensión de cruce interdisciplinar a nivel teórico. Se hace evidente
así, que esas tensiones vinculadas a una búsqueda de legitimaciones y
de límites de incumbencia de los distintos campos, no sólo tiene que ver
con las diferencias temporales en lo que respecta a la consolidación de
las disciplinas sino, también, y por sobre todo, por las relaciones que
estas prácticas guardan con la realidad socio-política y económica
nacional e internacional. (Corti, 2012, p. 10).

Y en cuanto al tipo de arquitectura que se mostraban en sus páginas Corti


(2012) explica:

Se puede decir, en relación con los contenidos generales, que a lo largo


de sus páginas siempre estuvieron presentes obras y proyectos de
arquitectos argentinos y extranjeros considerados figuras relevantes para
la época y que, en la mayoría de los casos, eran identificados como
creadores o seguidores del movimiento moderno internacional (MM).
(Corti, 2012, p. 10)
Esta identificación y alineación con las ideas del movimiento moderno podrá
verse en el número especial seleccionado para profundizar.

Summa n°. 120

Este número especial de la revista dedicado a viviendas unifamiliares reúne


diferentes tipos de artículos. En particular en este trabajo se han seleccionado
para su estudio, por su pertinencia, tres artículos. El primero a revisar es
“Introducción” de Waisman, el segundo “La casa y el movimiento Moderno” de
Norberg - Schulz y el último “Cómo las vimos...” que compila artículos de
arquitectos argentinos que analizan casas reconocidas. En este caso y por
primera vez se fusionarán en este estudio lecturas locales e internacionales,
con obras reconocidas a nivel internacional. Esto resulta quizás en un desafío
puesto que se cruzarán las imágenes de obras inscriptas en un período de
ejecución, las imágenes que se retoman desde la historiografía y las imágenes
que producen aquellos que escriben los artículos.
Figura 1: Portada de la revista Summa n°120.

Fuente: fotografía de la autora.


La aparición de este número dedicado a la vivienda no fue algo aislado, en
esos años se publicaron varios números sobre esta temática. Corti identifica en
la década del setenta un foco en determinadas problemáticas de las cuales el
número elegido no es ajeno: vivienda, ciudad y entorno. Corti (2012, p.18)
marca un momento de cambio, caracteriza este periodo de Summa de la
siguiente forma:
Un cambio importante que marca una inflexión con respecto al período
precedente, es el alejamiento a mediados del año 1968 de Carlos A.
Méndez Mosquera y su reemplazo, en primer término, por el arquitecto
Leonardo Aizenberg quien se desempeñará como editor responsable
hasta abril de 1971, y luego, por la arquitecta Alcira González Malleville
que ocupará ese mismo cargo hasta noviembre de 1979. Lo que puede
parecer a simple vista una cambio de nombres dentro de la secretaría de
redacción de la revista, se traduce en un evidente giro editorial que llevó a
Summa a destinar el noventa por ciento de sus páginas a temas
vinculados con la vivienda, la planificación urbana, la industrialización de
la construcción, el patrimonio histórico y, en general, a problemas
relacionados con la arquitectura nacional y su entorno (Corti, 2012, p. 18).

“Introducción” Marina Waisman


Waisman (1978) explica en esta introducción el enfoque del número. De su
análisis se desprenden algunas nociones específicas sobre la vivienda. La
autora inicia con la siguiente reflexión: “La vivienda es un problema siempre y
vivo y presente, aunque haya habido que esperar hasta el Movimiento Moderno
para que le fuera asignado el valor central que hoy ostenta” (Waisman, 1979, p.
21). Esta afirmación permite entender el rol que se le reconoce a los
arquitectos del movimiento moderno, la jerarquía institucional otorgada a la
vivienda y su impacto en la disciplina.
De la justificación expresada por Waisman en cuanto a la estructura del número
se resaltan dos aspectos fundamentales que permiten esbozar
conceptualmente su punto de vista y construir un acercamiento a las formas de
pensar la vivienda. Los términos empleados por la autora son: tipología y
metodología. Bajo el subtítulo “Metodología versus tipología” Waisman (1978,
p. 21) explica que en el número se han separado dos situaciones “tipologías
básicas”, las viviendas que se desarrollan en terrenos amplios y las que se
realizan entre medianeras. Reconoce como variable clave las restricciones del
espacio. En cuanto a las propuestas arquitectónicas distingue dos tipos de
respuestas por parte de los proyectistas “actitudes tipológicas y actitudes no
tipológicas”. El papel que le atribuye a la resolución tipológica es fundamental,
porque reconoce que esta tuvo impacto en la pérdida de unidad en las
ciudades, bajo las intenciones proyectuales de diferenciarse. Este vínculo entre
vivienda y ciudad no lo hemos detectado en otros discursos previos.
En la confrontación conceptual metodología y tipología Waisman enuncia:
Metodología versus Tipología, entonces, tal como lo ha planteado
Bohigas, entre otros, implicaría la contraposición entre un tipo de proceso
basado en datos extra-arquitectónicos (...) y otro tipo que se afirma en la
preeminencia del dato intra-arquitectura, esto es, en el precedente
tipológico, y que, por esta vía, proclama la autonomía de la arquitectura.
Waisman (1978, p. 21)

La autora justifica que la búsqueda de construir una metodología condujo a un


descrédito del trabajo con la tipología y a una tabla rasa con el pasado. Por ello
propone un estudio de las obras desde las propuestas tipológicas con el
objetivo de entender las ideologías arquitectónicas por detrás de las obras. La
autora deja abierta las siguientes preguntas:
¿Qué significa, pues la actitud tipológica? Es necesaria y únicamente una
apelación al acervo de un específico campo de saber profesional -en este
caso la vivienda- y por tanto un intento de consolidar sus límites?
No es acaso una actitud anti-histórica la de permanecer en un ámbito tan
acotado -el de la tipologías consagradas- sin admitir “intrusos” como los
que acabamos de mencionar?
¿O es que será necesario esperar cada vez la aparición de arquitectos
excepcionales para que se produzca la incorporación de nuevos tipos,
como los que se comentan en la última parte de este número? Waisman
(1978, p. 22).

En esta dimensión la visión de Waisman permite consolidar la noción de


imaginario instituido y la necesidad de la propia disciplina de constituir un
campo de ideas consolidado bajo determinados códigos. Es así que la autora
no sólo enuncia la idea de “tipologías funcionales” referidas al uso del edificio,
sino también define el concepto de “tipologías edilicias” como “conformaciones
volumétrico/espaciales de los edificios, de formas de organización de sus
elementos, decantadas a través del tiempo y de la práctica arquitectónica”
Waisman (1978, p. 22).
En las presentaciones que efectúa de los casos, se emplea el concepto de
tipología también como una herramienta para explicar los orígenes o
influencias detrás de las propuestas proyectuales. En algunos casos se
entablan vínculos con tipologías existentes, entre las que se destacan:
“tipología de patio central”, “ tipología de la vivienda racionalista”, “tipología
´galpón´”, etc. Waisman (1978, p. 22). Del discurso se desprenden dos ejes: la
historia y el entorno, conceptos abordados con mayor profundidad en otros
escritos de la autora.

“La casa y el Movimiento Moderno” Christian Norberg-Schulz

El autor inicia su trabajo con una lectura del movimiento moderno y el aporte
específico de Le Corbusier al espíritu nuevo. Norberg-Schulz resalta que las
problemáticas eran existentes pero que Le Corbusier contribuyó a una
interpretación polémica. Así rescata la idea de estos arquitectos “cómo los
pioneros del Movimiento incluían entre los puntos fundamentales de su
búsqueda el concepto de una nueva manera de vivir y en especial, de habitar”
Norberg-Schulz (1978, p. 23).
Para Norberg-Schulz (1978, p. 23) el Movimiento Moderno quería resolver el
problema de la casa no solo en un sentido cuantitativo sino de forma más
completa. Para él “El “espíritu nuevo” implica una nueva imagen de la vivienda
y la fe de todos en esta imagen hizo de la arquitectura moderna un
movimiento”. Reconoce como central el tema de la vivienda para el
movimiento, y para entender las transformaciones de manera más profunda
retoma el concepto esprit nouveau o “nueva sensibilidad”. Al respecto explica:
“La nueva sensibilidad y la nueva manera de vivir como su resultante se
relacionaban con la exigencia de"libertad" e "identidad" humanas (...) Los
pioneros de la arquitectura moderna intuyeron la relación fundamental entre
libertad y vivienda”. Esta interpretación sobre la imagen de libertad conduce al
autor a afirmar que esta se relaciona “acertadamente con la imagen del espacio
“abierto”” Norberg-Schulz (1978, p. 23).
Esta posición inicial más reivindicadora del movimiento moderno, es luego
revisada por el mismo autor al abordar ciertas críticas efectuadas a lo largo de
los años. SObre la corriente funcionalista del movimiento dice:
Los defectos del primer funcionalismo consistieron esencialmente en la
interpretación muy limitada de la vivienda, como un fenómeno privado o
semiprivado, y en una orientación muy abstracta en la búsqueda de lo
esencial Así, el espacio público se convirtió en una función de las alegrías
esenciales de Le Corbusier, sin constituir un medio urbano, el carácter
arquitectónico se redujo a un purismo riguroso. (Norberg-Schulz, 1978, p.
28).
Adicionalmente Norberg-Schulz reconoce la imposibilidad de entender las
propuestas como un todo consolidado. Así enuncia actitudes y respuestas
particularidades de diferentes arquitectos en diversas localización, reforzando
el concepto de lugar.
Por lo tanto la arquitectura pluralista implica que el concepto de lugar
reconquiste su función fundamental. Es decir, habitar ya no se define
simplemente en términos de casa, sino que se interpreta como
pertenencia a un ambiente social, que tiene correspondencia física en
asentamientos densos caracterizados individualmente. (Norberg-Schulz,
1978, p. 28).
La imagen que vincula la casa y una escala más urbana, será una constante
que se observará con matices a lo largo de las descripciones de las casas
presentadas en este número.

“Cómo las vimos…”

Este texto reúne breves artículos de arquitectos argentinos que desde un


enfoque personal analizan casas reconocidas dentro de la historia de la
arquitectura. Como corpus concreto se han seleccionado los textos que
introducen casas producidas por arquitectos del movimiento moderno
internacional. Entre estas se destacan casas de: Le Corbusier, Frank L. Wright,
Walter Gropius y Alvar Aalto. Este recorte particular permite abordar tres
esferas concretas de estudio:
- Las visiones locales sobre las casas del movimiento moderno.
- Los debates y problemáticas propuestas sobre la vivienda.
- Las imágenes de la vivienda.

Casa Robie por Eduardo Gaggiano


En este texto titulado “Vida privada privada de vida” el autor entrelaza las
descripciones de la casa con la historia de personajes y las posibles formas en
que fue habitada. El artículo aunque se presenta sin un objetivo claro parte de
intentar entender el por qué de su valoración. En las descripciones que efectúa
sobre sus ambientes y espacios, emplea determinadas metáforas:

La casa como prisión


¿Casa prisión, casa fortaleza, o trampolín impulsor para saltos
acrobáticos en el ámbito de los sueños? (...) la casa Robie, ¿en qué
paisajes mentales se desplaza? (Gaggiano, 1978, p. 79).

La casa como escenario

Equilibrio basculante entre la casa y la calle, alternativamente escenario y


platea de un mismo teatro que trueca el punto donde se sitúa la mirada y
el espectáculo observado, sucesivamente objeto contemplado o palco de
observación en la curiosidad recíproca de una por otra (Gaggiano, 1978,
p. 79).

La inmensidad de la casa
Microcosmos de armonía, metáfora laboriosa que erige la casa como una
ciudad pequeña, atada con piolines al mito de la ciudad como una casa
inmensa. (Gaggiano, 1978, p. 79).

La casa como refugio


La casa, ¿no es entonces ese refugio, seguro contra las fricciones del
mundo, si las salpicaduras de un crimen crapuloso vienen a enturbiar las
cortinas y la conciencia? (Gaggiano, 1978, p. 79).
Alrededor de un gran fuego central, el presente se funde en el tejido de
los mitos. Una interioridad confortable de alfombras espesas y de colores
cálidos, protegen de un afuera hostil. (Gaggiano, 1978, p. 79).
La casa como símbolo
La “casa individual”, obsesión de una cultura, fija en la casa Robie los
signos de un modelo. Inventario minucioso de respuestas casi todas las
respuestas, el objeto se hace símbolo. (Gaggiano, 1978, p. 79).

Casa La Roche por César Naselli


Naselli en su trabajo recorre las casas en vinculación con las ideas de Le
Corbusier. El autor resalta algunas dimensiones específicas de la casas que
permiten inferir las siguientes imágenes:

La casa, entorno y dimensión pública

Las casas dan la espalda a las calles circundantes, pero comunicándose


con ellas como lo manda el espíritu demócratico francés: diferenciar y
escalonar, sí…pero ¡en continuidad! . (Naselli, 1978, p. 80).

La casa como nido

El terreno desciende hacia el río y permite la creación de este nido


arquitectural donde dos espléndidas máquinas de habitar empollan aún
los sueños del Movimiento Moderno... (Naselli, 1978, p. 81).

La casa como paseo

… la casa La Roche es un paseo arquitectural, como afirma Le Corbusier.


Paseo que puede realizarse… si el paseante ha practicado algo de
alpinismo. Hay un tramo difícil en este camino arquitectural: la rampa.
(Naselli, 1978, p. 81).

Villa Mairea por Alberto Bellucci


El autor plantea desde un enfoque positivo una lectura de la casa, en sus
descripciones e ideas esboza diferentes imágenes para pensar esta obra.
La casa única
Por más que el proyecto intentó constituir “el reflejo de la época!, ese
reflejo fue lo suficientemente global y comprensivo como para que Mairea
no sea hoy una “anécdota 1937” sino una magnífica lección de sentido
común (...) En plena época de casas-tipo y obras-mensaje, Mairea fue
nada más y nada menos que una casa única, exquisita, irrepetible.
(Bellucci, 1978, p. 83).
La casa y la música

Sin embargo no creo que sea adecuado imaginar analogías con ninguna
música de cámara específica sino más bien, en todo caso, con una
partitura de orquesta plena, refinada, alegre y brillante. (Bellucci, 1978, p.
83).

La casa y el paisaje

Mairea no es la “máquina para vivir”, sino un canto a la alegría de vivir, y


de vivir en la naturaleza. No se contrapone (Corbusier), no se mimetiza
(Wright), simplemente dialoga con el paisaje. (Bellucci, 1978, p. 83).

La casa y sus metáforas

… no evade el riesgo de las metáforas como la prolongación del bosque


en el muro-baranda de la escalera y en la pérgola posterior, o el living
diseñado como “corazón que late”. (Bellucci, 1978, p. 83).

La casa y la libertad

… Villa Mairea permanece tan joven y con su espíritu tan libre como hace
cuarenta años, y también tan inasible como entonces para la crítica
ortodoxa. (Bellucci, 1978, p. 83).

Casa Gropius por Raúl Bulgheroni


Bulgheroni en su texto titulado “La casa Gropius o cuando la vida determina la
arquitectura”, inicia con una consideración personal y reflexiva sobre la
consolidación de los casos paradigmáticos en las publicaciones. Es así que
resalta la casa Lincoln de Gropius como aquella que pudo visitar y descubrir sin
que fuera lo suficientemente llamativa para ser “publicable” (Bulgheroni, 1978,
p. 85). En su recorrido de la casa presenta diferentes imágenes que permiten
entender la lectura de la misma.

La casa y su historia

… de una adecuación de discreta presencia en el emplazamiento, de una


actualizada interpretación de la tradición y de una mayor madurez de su
sensibilidad y capacidad creativa, Gropius reitera el clima hogareño y
familiar de su vieja casa en Dessau. (Bulgheroni, 1978, p. 85).

La casa y el entorno
En el entorno inmediato, las flores, el vegetal tratado como objeto, el ritmo
triple que brindan la escalera caracol, la escultura de Moore y el árbol de
estructura definida. Más allá, continúa el paisaje prestado, la colina y los
bosques donde la vista descansa y se recrea. (Bulgheroni, 1978, p. 85).

La casa y la vida
...la casa resum[e] de tal manera vida, recuerdos y resonancias de
momentos gratos, que nos hace acordar totalmente con ARgan cuando
dice que no es la arquitectura la que planifica la vida, sino la vida quien
determina la arquitectura. (Bulgheroni, 1978, p. 85).}

Villa Shodhan por Miguel Angel Roca


Roca (1978) en el estudio de esta obra incluye un breve texto manuscrito en el
cual representa dos imágenes de la casa.

La casa como universo

… la casa es un universo, el urbano de plazas, (...), esquinas, rincones de


miles de encuentros y desencuentros, de lo individual y lo colectivo.
(Roca, 1978, p. 87).

La casa y entorno

Una persona es la inmensa mayoría de una y este habitante sin familia


pensó que merecía (y podía) ese mundo como entorno propio. (Roca,
1978, p. 87).

Reflexiones finales

Finalmente a modo de conclusiones se esbozan algunas ideas sobre los tres


ejes propuestos: lecturas de las casas del movimiento moderno, los debates
sobre la vivienda y las imágenes que en ella se condensan.
En cuanto a las posturas sobre el movimiento moderno, se reconoce el espacio
que se le da en el número. Aunque hay diferentes posturas entre los autores
hay una clara aceptación de sus discursos y de las obras efectuadas durante
ese periodo. En ese sentido se reproducen desde la revista ideas y proyectos
de forma instituida y como fuentes de posible inspiración para los lectores.
Sobre las problemáticas de la vivienda, se identifican ejes que en fuentes de
los sesenta no se identificaron como ser: la vinculación entre vivienda y ciudad,
el foco en la idea de “entorno” y el debate “tipológico”. Estas dimensiones se
visibilizan en las imágenes parcialmente.
Sobre las imágenes se observa un corpus disperso sin consolidación pero sí
con apertura a la creación de nuevas imágenes. Se emplean imágenes
“clásicas” como la del refugio, la prisión o el universo. Y en contraste se dan
imágenes en relación a la casa y el entorno que no se identificaron en estudios
previos sobre décadas anteriores en el siglo XX y que sí se detectaron en
revistas del siglo XXI como en revista Plot. La aparición de estás imágenes del
entorno no es algo del azar, sino que valida como las problemáticas que se
debaten en la época se traducen en la formulación de representaciones
específicas para la casa. Finalmente, en este número se emplean imágenes
para la vivienda que han perdurado a lo largo del tiempo, están presentes
temporalmente desde Nuestra Arquitectura de 1929 hasta en Plot de 2021.

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