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Eric Erickson

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Erik Homburger Erikson

Nacido en Fráncfort del Meno, Alemania; 15 de junio de 1902-


Murió en Harwich, Cabo Cod, Massachusetts, Estados Unidos; 12 de mayo de 1994).
Registrado al nacer como Erik Salomonsen, fue un psicólogo y psicoanalista germano-
estadounidense de origen judío reconocido mundialmente, entre otras áreas, por sus
contribuciones en psicología del desarrollo.
Sus teorías acerca de la crisis de identidad de la adolescencia y su correspondiente impacto
sobre la personalidad del individuo, así como su propuesta de que la principal neurosis que
afectaba a los Estados Unidos tras la guerra mundial era el narcisismo, alcanzaron gran
popularidad en los años cincuenta y sesenta. Una encuesta, publicada en la Review of General
Psychology en 2002, situó a Erikson como el duodécimo psicólogo más eminente del siglo XX.
Después de finalizar la secundaria, Erik decidió ser artista. Cuando no asistía a clases de arte,
vagaba por Europa, visitando museos y durmiendo bajo los puentes. Vivió una vida de rebelde
descuidado durante mucho tiempo, justo antes de plantearse seriamente qué hacer con su vida.
Cuando cumplió los 25 años, un amigo suyo, Peter Blos (artista y más tarde psicoanalista), le
sugirió que se presentara para una plaza de maestro en una escuela experimental para
estudiantes estadounidenses dirigida por Dorothy Burlingham, una amiga de Anna Freud.
Además de enseñar arte, logró un certificado en educación Montessori y otro de la Sociedad
Psicoanalítica de Viena. Fue psicoanalizado por la misma Anna Freud.
Mientras estuvo allí, conoció a una profesora de danza teatral en la escuela mencionada.
Tuvieron tres hijos, uno de los cuales más tarde sería sociólogo.
Cuando los nazis tomaron el poder, abandonaron Viena y fueron primero a Copenhague y luego
a Boston. Erikson aceptó un puesto de trabajo en la Escuela de Medicina de Harvard y practicó
psicoanálisis de niños en su consulta privada. En esa época logró codearse con psicólogos de la
talla de Henry Murray y Kurt Lewin, así como los antropólogos Ruth Benedict, Margaret
Mead y Gregory Bateson. Estos autores ejercieron gran influencia sobre la obra de Erikson.
Más tarde enseñó en Yale y luego en la Universidad de California en Berkeley. Fue durante este
período cuando Erik Erikson realizó sus estudios sobre las tribus nativas
americanas lakota y yurok. Cuando obtuvo su ciudadanía estadounidense, adoptó oficialmente
el nombre de Erik Erikson.
En 1950 escribió Childhood and Society (Infancia y sociedad), libro que contenía artículos de sus
estudios de las tribus norteamericanas, análisis de Máximo Gorki y Adolf Hitler, así como una
discusión de la «personalidad estadounidense» y las bases argumentales de su versión sobre la
teoría freudiana.
Erikson pasa 10 años trabajando y enseñando en una clínica de Massachusetts y posteriormente
otros 10 años más de vuelta en Harvard. A partir de su jubilación en 1970, no deja de escribir e
investigar durante el resto de su vida. Muere en 1994.
Teoría psicosocial de Erikson
Discípulo de Freud, discrepó de él, no obstante, en dos aspectos básicos:
1. Que las personas son seres activos, buscando adaptarse a su ambiente, más que pasivos
esclavos de impulsos.
2. En otorgar mayor importancia que Freud a las influencias culturales
Erikson propuso que cada período de la vida tiene un desafío o crisis únicos que una persona
debe enfrentar. Esto se conoce como un desarrollo psicosocial. Según Erikson, el desarrollo
exitoso implica tratar y resolver los objetivos y las demandas de cada una de estas crisis de
manera positiva. Estas crisis generalmente se denominan etapas, aunque ese no es el término
utilizado por Erikson. Si una persona no resuelve una crisis con éxito, puede obstaculizar su
capacidad para hacer frente a crisis posteriores. Por ejemplo, un individuo que no desarrolla un
sentido claro de propósito e identidad (la quinta crisis de Erikson - Identidad vs. Confusión de
roles) puede absorberse a sí mismo y estancarse en lugar de trabajar para el mejoramiento de
los demás (séptima crisis de Erikson - Generatividad vs. Estancamiento). Sin embargo, la mayoría
de los individuos pueden completar con éxito las ocho crisis de su teoría.
La formulación de la teoría Erikson: Reinterpretó las fases psicosexuales elaboradas por Freud
y enfatizó, en los aspectos sociales de cada una de ellas en cuatro aspectos principales:
a) incrementó el entendimiento del ‘yo’ como una fuerza intensa, vital y positiva, como una
capacidad organizadora del individuo con poder de reconciliar las fuerzas sintónicas y las
distónicas, así como de solucionar las crisis que surgen del contexto genético, cultural e histórico
de cada individuo;
b) explicitó profundamente las etapas de desarrollo psicosexual de Freud, integrando la
dimensión social y el desarrollo psicosocial;
c) extendió el concepto de desarrollo de la personalidad para el ciclo completo de la vida, de la
infancia a la vejez;
d) exploró el impacto de la cultura, de la sociedad y de la historia en el desarrollo de la
personalidad, intentando ilustrar este estudio como una presentación de historias de personas
importantes.
Los procesos de organización antropológica.
Basado en la experiencia humana y en los estudios antropológicos, Erikson dice que la existencia
de un ser humano depende, en todos los momentos, de tres procesos de organización
complementarios:
a) el proceso biológico: que envuelve la organización jerárquica de los sistemas biológicos,
orgánicos y el desarrollo fisiológico – el soma;
b) el proceso psíquico: que envuelve las experiencias individuales en síntesis del ‘yo’, los
procesos psíquicos y la experiencia personal y relacional – la psique;
c) el proceso ético-social: que envuelve la organización cultural, ética y espiritual de las
personas y de la, expresadas en principios y valores de orden social – el ethos. En cualquier
abordaje clínico, formativo o educacional, estos procesos están integrados unos con otros,
facilitando que por diferentes métodos puedan ser estudiados como tensión somática,
psíquica o social”.

Estadío psicosocial
La perspectiva de Erikson fue organizar una visión del desarrollo del ciclo completo de la vida
de la persona humana, -extendiéndolo en el tiempo, de la infancia a la vejez, y en los
contenidos, el psicosexual y el psicosocial-, organizados en ocho estadíos. Cada estadío
integra el nivel somático, psíquico y ético-social y el principio epigenético; comprende un
conjunto integrado de estructuras operacionales que constituyen los procesos psicosexuales
y psicosociales de una persona en un momento dado. Los estadíos son jerárquicos, esto es,
integran las cualidades y las limitaciones de los estadíos anteriores; el modelo epigenético de
Erikson es también un modelo ontogenético.
Los estadíos son procesales y en continuo desarrollo, implicando la transformación de las
estructuras operacionales como un todo, en la dirección de la mayor diferenciación interna,
complejidad, flexibilidad y estabilidad.
Crisis.
La crisis según Erikson comprende el paso de un estadío a otro, como un proceso progresivo
de cambio de las estructuras operacionales, o un proceso de estancamiento (o regresivo) en
el mismo, manteniendo las estructuras operacionales. Comprende, también, la relación
dialéctica entre las fuerzas sintónicas (virtudes o potencialidades) y las distónicas (defectos o
vulnerabilidad) de cada estadío.
De la resolución positiva de la crisis dialéctica emerge una fuerza, virtud o potencialidad,
específica para aquella fase. De su no resolución emerge una patología, un defecto o
fragilidad específica para aquel estadío. Las fuerzas sintónicas y distónicas pasan a hacer
parte de la vida de la persona, influenciando la formación de los principios de orden social y
las ritualizaciones (vinculantes o desvinculantes) así como todos los contenidos y procesos
afectivos, cognitivos y comportamentales de la persona, asociados a su interacción social y
profesional.
Teoría psicosocial
Elaboró una teoría del desarrollo de la personalidad a la que denominó teoría psicosocial. En
ella describe ocho etapas del ciclo vital o estadios psicosociales (crisis o conflictos en el
desarrollo de la vida, a las que han de enfrentarse las personas):

1. Confianza básica vs. desconfianza (desde el nacimiento hasta aproximadamente


los 18 meses). Es la sensación física de confianza. El bebé recibe el calor del cuerpo
de la madre y sus cuidados amorosos. Se desarrolla el vínculo que será la base de
sus futuras relaciones con otras personas importantes; es receptivo a los estímulos
ambientales y por ello sensible y vulnerable a las experiencias de frustración que
son las experiencias más tempranas que proveen aceptación, seguridad y
satisfacción emocional y están en la base del desarrollo de la individualidad.
Depende entonces del sentimiento de confianza que tengan los padres en sí
mismos y en los demás el que lo puedan reflejar en sus hijos.
2. Autonomía vs. vergüenza y duda (desde los 18 meses hasta los 3 años
aproximadamente). Esta etapa está ligada al desarrollo muscular y de control de
las eliminaciones del cuerpo. Este desarrollo es lento y progresivo y no siempre es
consistente y estable; por ello el bebé pasa por momentos de vergüenza y duda. El
bebé inicia a controlar una creciente sensación de afirmación de la propia voluntad
de un yo naciente; se afirma muchas veces oponiéndose a los demás. El niño
empieza a experimentar su propia voluntad autónoma experimentando fuerzas
impulsivas que se establecen en diversas formas en la conducta del niño y se dan
oscilando entre la cooperación y la terquedad; las actitudes de los padres y su
propio sentimiento de autonomía son fundamentales en el desarrollo de la
autonomía del niño. Este establece su primera emancipación de forma tal que en
posteriores etapas repetirá esta emancipación de muchas maneras.
3. Iniciativa vs. culpa (desde los 3 hasta los 5 años aproximadamente). La tercera
etapa de la Iniciativa se da en la edad del juego. El niño desarrolla actividad e
imaginación y es más enérgico y locuaz, aprende a moverse más libre y
violentamente, su conocimiento del lenguaje se perfecciona, comprende mejor y
hace preguntas constantemente; todo esto le permite expandir su imaginación y
adquirir un sentimiento de iniciativa que constituye la base realista de un sentido
de ambición y de propósito. Se da una crisis que se resuelve con un incremento de
su sensación de ser él mismo. Es más activo y está provisto de un cierto excedente
de energía, identifica qué es lo que se puede hacer con la acción; descubre lo que
puede hacer junto con lo que es capaz de hacer. Son características de esta etapa:
1. La intrusión en el espacio mediante una locomoción vigorosa.
2. La intrusión en lo desconocido por medio de una curiosidad grande.
3. La intrusión en el campo perceptual de los demás.
4. Fantasías sexuales (los juegos en esta edad tienen especiales
connotaciones simbólicas sobre aspectos sexuales). Respecto de esto
último, el niño posee una genitalidad rudimentaria y tiene muchas
veces sentimientos de culpa y temores asociados a ello.
4. Laboriosidad vs. inferioridad (desde los 5 hasta los 13 años aproximadamente). Es
la etapa en la que el niño comienza su instrucción preescolar y escolar; el niño está
ansioso por hacer cosas junto con otros, de compartir tareas, de hacer cosas o de
planearlas, y ya no obliga a los demás niños ni provoca su restricción. Posee una
manera infantil de dominar la experiencia social experimentando, planificando,
compartiendo. Llega a sentirse insatisfecho y descontento con la sensación de no
ser capaz de hacer cosas y de no hacerlas bien y aún perfectas; el sentimiento de
inferioridad puede hacerlo sentirse inferior psicológicamente, ya sea por su
situación económico-social o por su condición "racial" o debido a una deficiente
estimulación escolar pues es, precisamente, la institución escolar la que debe velar
por el establecimiento del sentimiento de laboriosidad.
5. Búsqueda de identidad vs. difusión de identidad (desde los 13 hasta los 21 años
aproximadamente). Se experimentan tanto búsqueda de identidad como crisis de
identidad que reavivarán los conflictos de cada una de las etapas anteriores. Los
padres de los adolescentes enfrentan situaciones nuevas que significan un nuevo
reto para su misión orientadora. Son características de identidad del adolescente
o La perspectiva temporal, orientación en el tiempo y en el espacio.
o La seguridad en sí mismo.
o La experimentación con el rol, énfasis en la acción.
o El aprendizaje, interés por el contacto con el medio ambiente y una
estrategia del aprendizaje vital.
o Polarización sexual: adecuado grado de desarrollo del propio interés
sexual.
o Liderazgo y adhesión: adecuada integración al grupo de "pares".
o El compromiso ideológico, la orientación valorativa y participación en el
ambiente.
6. Intimidad frente a aislamiento (desde los 21 hasta los 40 años aproximadamente).
La intimidad supone la posibilidad de estar cerca de otros ya que el sujeto posee
un sentimiento de saber quién es, no tiene miedo a “perderse” a sí mismo; al
contrario que como muchos adolescentes, el joven adulto ya no tiene que probarse
a sí mismo. Pero a esto se añade que nuestra sociedad tampoco ha hecho mucho
por los adultos jóvenes; la tendencia maladaptativa, que Erikson llama
"promiscuidad", se refiere particularmente a volverse demasiado abierto, muy
fácilmente, sin apenas esfuerzo y sin ninguna profundidad o respeto por la
intimidad. Esta tendencia se puede dar tanto con amantes como con amigos,
compañeros y vecinos.
7. Generatividad frente a estancamiento (desde los 40 hasta los 60 años
aproximadamente). Periodo generalmente dedicado a la crianza de los niños. La
tarea fundamental de esta etapa es lograr un equilibrio apropiado entre la
productividad y el estancamiento. La productividad es una extensión del amor
hacia el futuro; tiene que ver con una preocupación sobre la siguiente generación
y todas las demás futuras.14 Tanto el tener y criar los hijos como así también
realizar tareas vinculadas a la enseñanza, la escritura, la inventiva, las ciencias, las
artes y el activismo social complementan la tarea de productividad; en definitiva,
cualquier cosa que llene esa “vieja necesidad de ser necesitado”. El estancamiento,
por otro lado, es la “auto-absorción”: cuidar de nadie; las personas tratan de ser
tan productivas que llega un momento en que no se pueden permitir nada de
tiempo para sí mismos, para relajarse y descansar. Al final, estas personas tampoco
logran contribuir algo a la sociedad. Esta es la etapa de la “crisis de la mediana edad
”se pregunta “¿qué estoy haciendo aquí?”.
8. Integridad frente a desesperación (desde aproximadamente los 60 años hasta la
muerte). Esta es la última etapa. En la delicada adultez tardía, o madurez, la tarea
primordial es lograr una integridad con un mínimo de desesperanza. Primero
ocurre un distanciamiento social. Desde un sentimiento de inutilidad existe un
sentido de inutilidad biológica debido a que el cuerpo ya no responde como antes;
junto a las enfermedades aparecen las preocupaciones relativas a la muerte. Los
amigos mueren, los familiares también, y ello contribuye a la aparición de un
sentimiento de desesperanza. Como respuesta a esta desesperanza algunos
mayores se empiezan a preocupar con el pasado. La integridad yoica significa llegar
a los términos de la vida y por tanto llegar a los términos del final de tu vida. La
tendencia mal adaptativa es llamada presunción; cuando la persona “presume” de
una integridad yoica sin afrontar de hecho las dificultades de la senectud.

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