Expo Mañana
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Es este sentido también el que aparece, hoy día, en autores como Rawls
cuando aspiran a una geometría moral.
Al lado de ese sentido más bien débil -de un casi inexistente compromiso
ontológico- existe, sin embargo, un sentido fuerte de la "matematización".
Este sentido más fuerte no alude, simplemente, al modo de demostrar, sino
a algo todavía de mayores resonancias: al hecho de que la naturaleza se
hace cuantificable, mensurable, mediante el experimento9. El mensurar la
naturaleza -cuestión que el experimento hace posible- es propio del modelo
matemático que se expresa por antonomasia en el experimento de Galileo.
La medida de la naturaleza -impuesta mediante el experimento- y no la
observación, es lo que permite la fijación de leyes universalmente válidas.
En este sentido de matematización existe, como se ve, un mayor
compromiso ontológico: matematizar ya no consiste solamente en aspirar a
una demostración lógicamente compulsiva, sino a un modo de estar en el
mundo, a una manera de concebirse el hombre a sí mismo y a su entorno.
Uno de quienes han llamado la atención acerca de este sentido fuerte que
cabe asignar a la voz "matematización" es Heidegger:
Ahora bien, el examen del status que Locke atribuye al lenguaje normativo -
al lenguaje de la obligación que la filosofía política está condenada a utilizar-
muestra, como dije al inicio, que Locke matematiza, en el sentido fuerte que
acabo de distinguir, ese tipo de lenguaje (y, por extensión, la dimensión
normativa del lenguaje de la política). No es del todo difícil encontrar en su
obra sobre el entendimiento alguna evidencia que apoya lo que digo.
Existe, como es sabido, una muy estrecha vinculación, según Locke, entre
ideas y esencias y es famosa su vacilación intelectual en torno al tema -
aristotélico- de la sustancia. Es imprescindible revisar esas vinculaciones
para identificar el sentido de la expresión "esencia real". Locke utiliza con
cierta ambigüedad la palabra idea -a veces parece referirse a lo que
llamaríamos un concepto, en otras parece referirse, más bien, a un dato
sensorial-; pero, así y todo, lo que parece querer decir es que ideas como
bueno, correcto o justo aluden no a cosas particulares, sino a cosas
generales que poseen una mismidad irreductible a las cosas que suscitan en
nosotros la experiencia moral.
Ese problema el problema que plantea este sujeto provisto de una radical
subjetividad- no aparece, por supuesto, sólo en su obra.
iii. La respuesta de Locke, respuesta que, como ustedes saben, hizo fama,
es que ese tránsito, que funda la propiedad y la coacción, es el trabajo. Uno
es dueño o dueña de lo que logra con su trabajo y todo lo que lo excede es
de nadie o, lo que es igual, una propiedad común, algo que no ha salido del
estado de naturaleza.
Por otro lado, hacia la filosofía de Thomas Hobbes sintió cierto rechazo, pues
sostuvo “que la naturaleza aporta un canon de justicia absoluta anterior al
derecho positivo”.
El filósofo francés propuso que esta diversidad no es caos. Para él, la clave
para entender las diferentes leyes y sistemas sociales era reconocer que
éstos fueron adaptados en función de factores concretos y no pueden ser
entendidos a menos que se les considere bajo esta luz. Al implementar su
método, encontró que sistemas legales e instituciones que fueron
consideradas perversas son, de hecho, comprensibles. Además, entender
nuestras leyes ayuda a ver qué aspectos suyos genuinamente necesitan ser
reformados y cómo estas reformas pudieran ser realizadas. Así, sistemas
legales en los que es legítima la persecución religiosa o la esclavitud
pueden ser reformados para, en lugar de ello, fortalecer las relaciones
comerciales (Shackleton, 2020).
Con relación a los derechos del hombre fue partidario de que existieran
naciones en las que se respetara la convivencia social y el respeto. Así como
también que predominara la justicia. En ese sentido, Rousseau en su obra El
Origen de las Desigualdades entre los Hombres (2006a), indica: “Yo habría
escogido un país en donde el derecho de legislación fuese común a todos
los ciudadanos, por qué, ¿quién puede saber mejor que ellos, en qué
condiciones les conviene vivir reunidos en una misma sociedad?” (pág. 10).
Interpretando al autor, se puede decir que los habitantes de una sociedad
están en su derecho de implementar o contribuir en el desarrollo político,
económico y social de la nación.
Por su parte, Rousseau fue defensor del derecho a la vida parte del principio
de que no hay derecho alguno para quitar la existencia de personas que
hayan sido sometidas en combate. Consideraba que era preferible
convertirlo en esclavo mientras este se libera. Por otro lado, ese
planteamiento fue acogido en la revolución francesa en la proclama sobre el
primer derecho fundamental del hombre, ese derecho es el de la vida. En
igual forma, el autor del Emilio fue amante del estado natural del ser
humano y como tal amaba la paz siguiendo a Fukuyama (1992), indica:
Rousseau postula un estado de naturaleza pacífico. Niega que la vanidad o
el amor propio sea natural en el hombre, y sostiene que el hombre natural
temeroso y solitario, es esencialmente pacifico, porque sus pocas
necesidades egoístas se satisfacen fácilmente .
Frente a este escenario, defendió los pactos sociales como una manera
existencial de los seres humanos. Por lo tanto, en la sociedad deben existir
pactos políticos, económicos, sociales en donde la libertad sea un referente.
También consideró las relaciones diplomáticas como parte esencial de un
país. Al respecto, Rousseau (1959c), Manifiesta: Encontrar una forma de
asociación que defienda y proteja con la fuerza común la persona y los
bienes de cada asociado, y por la cual cada uno, uniéndose a todos, no
obedezca sino así mismo y permanezca tan libre como antes.
Cabe destacar, que Rousseau plantea un Estado que sea gobernable y para
cumplir ese objetivo este no debe ser ni muy grande o muy pequeño. En
este sentido, el primero de estos exige muchos recursos económicos y
también un elevado número de hombres al servicio del Estado para poder
contener las revueltas o rebeliones. También es indispensable contratar
mano de obra con salarios elevados para los asuntos de gobierno. En
consecuencia, un Estado gigante en extensiones territoriales se mantiene
solo con el recargo de los impuestos al pueblo lo que genera decadencia en
su calidad de vida.
Cabe señalar, que todo lo relativo a los eventos que puedan influir en la vida
de las personas tienen que ser consultados a la población. Rousseau fue
partidario de tomar en consideración para la ejecución de normativas o
instrumentos de tipo jurídico a la voz de pueblo. Un mecanismo para eso es
el voto de manera libre y voluntaria, a la vez, planteaba que la expresión
popular ha de considerase y respetarse sin colocar objeciones a la misma.
Asimismo, Rousseau , indica: “el simple derecho de votar en todo acto de
soberanía, derecho que nadie puede arrebatar a los ciudadanos, y sobre el
de opinar, proponer, dividir y discutir” (pág. 935). Siguiendo la idea del
autor, el voto es la vía para expresar los acuerdos desacuerdos con los
gobernantes.
3. Reflexión final