Resumen Civilización y Barbarie
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Resumen Civilización y Barbarie
Religión o muerte
Quiroga
Defendía una educación tan contradictoria con el liberalismo porteño como con
las reformas provinciales progresistas. Prohispánico y localista, comparte la
concepción educacional colonial arraigada en el NOA y no se le ocurría dudar
de que el campo de la educación no fuera propiedad natural de la Iglesia
Católica. Se opone a las concepciones pedagógicas modernas, el laicismo
liberal, el protestantismo y los intereses ingleses: todos parecían parte de lo
mismo. Defiende la vieja cultura y la educación tradicionales bajo el lema
“Religión o muerte” y dio cauce a la expresión de la cultura popular de su
provincia, que era muy tradicionalista.
Rosas
Juan Manuel de Rosas establece una dura censura de prensa y quema libros
públicamente, persigue al Salón Literario, expulsa a los intelectuales liberales,
acusándolos de ‘afrancesados’ a la par que defiende la nación contra la
escuadra francesa. Lamentablemente contraponía los valores de democracia
liberal con los de defensa de la Nación.
Con Rosas forma parte de una comisión para la revisión (y censura) de los
libros de texto. Como le gustaba polemizar, asume la defensa de Rosas contra
los intelectuales liberales, como Esteban Echeverría. Imaginativo, aventurero,
culto, impulsivo y oportunista. No pactó con la Iglesia sino con el poder estatal.
Rosas, a su vez, no subordinó su política cultural a la Iglesia, sino que trató de
utilizarla para consolidarse. Cuando se produjo alguna disputa de poderes, dio
más importancia a los terrenales que a los divinos y expulsó a los jesuitas.
Consideraba que había que traer inmigrantes para realizar cambios sociales en
los hábitos y valores. Y que no bastaba con alfabetizar, sino que habpia que
enseñar a trabajar.
Desde su diario ‘El Zonda’ y la Sociedad Literaria provincial de San Juan (filial
de la Asociación de Mayo) critica al rosismo, por lo cual debe emigrar a Chile.
Horace Mann impulsó un sistema educativo que a las escuelas sumó otras
instituciones educacionales de mucho arraigo popular, como las conferencias
públicas y la predicación laica. Mann, en la educación secundaria, propuso
formar ciudadanos integrales y no solamente orientados por necesidades de
las empresas.
Sarmiento creía que la educación puede cambiar las sociedades, pero si los
sujetos son educables. Porque existían muchos bárbaros ineducables.
Sus principales sostenedores fuera del Estado serían las cooperadoras, las
asociaciones de padres, las sociedades populares y las bibliotecas públicas.
“Sarmiento, que admiraba la experiencia norteamericana, no reconocía la
tradición que tenían en nuestro país las asociaciones protectoras de la
educación y las bibliotecas públicas” Creo que este párrafo confuso (pág. 70)
debe interpretarse así: Impulsa las asociaciones protectoras y las bibliotecas
populares con el modelo yanqui sin reconocer que esa tradición ya existía en
nuestro país las asociaciones protectoras de la ducación y las bibliotecas
públicas.