Manual de Responsabilidad Civil!

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OBLIGACIONES CIVILES Y COMERCIALES

CALVO COSTA– SAGARNA


Nuñez Ostiz-Landó

Primer Cuatrimestre 2024

ACTIVIDAD CORRESPONDIENTE AL
SEGUNDO TRAMO DE LA ASIGNATURA

FECHA LÍMITE DE ENTREGA 07/06/2024

● La entrega deberá formalizarse vía electrónica a los correos:


- agustinlando@derecho.uba.ar
- matiasnunez@derecho.uba.ar

Se deberá enviar UN solo ejemplar por cada grupo. Se requiere que en el Asunto del correo se
identifiquen los nombres de los/las alumnos/as y número de documento de identidad
Consignas:

Luego de leer atentamente la decisión adoptada por la Sala “M” de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, responda a las siguientes preguntas:

1) ¿Frente a qué función de la Responsabilidad Civil nos encontramos en el caso? Fundamente.

2) ¿Cuál es el factor de atribución de la responsabilidad que los jueces consideran aplicable al


caso? ¿Cuál es el subtipo? ¿Qué sujetos pueden ser llamados a responder civilmente en virtud
de dicho factor?

3) ¿Por qué la parte actora pretende que sea el demandado llamado a responder civilmente por
las consecuencias dañosas del hecho?

4) ¿De qué modos podría el demandado en el caso eximirse de responder? ¿Quién se encuentra
a cargo de probar la alegada eximición? En tal caso, ¿qué debería probar?

5) ¿Considera que hubiera modificado la decisión del Tribunal el hecho de que el demandado
hubiese ingresado con anterioridad al cruce de la bocacalle? Justifique.

6) ¿Cómo se encuentra analizado el presupuesto del nexo causal? ¿Bajo qué teoría considera
que el Tribunal interpreta en el caso la existencia de la relación causal?

7) Indique cómo identifican los jueces en el caso el presupuesto de antijuridicidad.

8) ¿Por qué no resulta resarcible el daño moral reclamado por el demandante? ¿De qué
elementos se valen para su rechazo?

9) ¿Dentro de qué clasificación del daño considera que se incluye al rubro “privación de uso”
que se reconoce en la sentencia analizada?

10) Explique cómo se fundamenta la aplicación de una tasa activa de interés sobre el monto de
condena a fin de obtener una “reparación plena”.
Poder Judicial de la Nación
CAMARA CIVIL - SALA M

ACUERDO. En Buenos Aires, a los días 11 del mes de diciembre del año dos mil
veintitrés, hallándose reunidos los señores jueces de la Sala “M” de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, Dres. María Isabel Benavente, Carlos A. Calvo Costa y Guillermo
D. González Zurro, a fin de pronunciarse en los autos “Galván, Nicolás Leonel c/Rojas,
Juan Eduardo y otro s/ daños y perjuicios”, expediente n° 52.840/2019, la Dra.
Benavente dijo:

I.- Nicolás Leonel Galván demandó a Juan Eduardo Rojas por los
daños y perjuicios ocurridos a raíz del siniestro ocurrido el 25 de noviembre de 2017, a las
23:30hs. aproximadamente. Relató que el día y hora señalados, transitaba a bordo de su
vehículo Renault Megane, dominio FRL-819, por la calle 872, de la localidad de Quilmes,
provincia de Buenos Aires. Al arribar a la intersección con la calle 850, luego de verificar
que tenía el paso expedito, emprendió el cruce. En esas circunstancias, fue embestido en la
parte trasera de su lateral derecho por el Fiat Uno, dominio UQG-386, conducido por el
demandado. Solicitó la citación en garantía de “Caledonia Argentina Compañía de Seguros
S.A.”.
El demandado y su seguro -por vía de adhesión- reconocieron la
ocurrencia del siniestro aunque difirieron en la mecánica e invocaron la culpa de la víctima
USO OFICIAL

como causal de exoneración de la responsabilidad. Según su versión, la calle 850 es de


doble sentido de circulación y ambos automotores se desplazaban por esa arteria, pero en
sentido contrario. Al llegar a la intersección con la calle 872, Galván se dispuso a realizar
un giro -antirreglamentario- a la izquierda, interponiéndose así en la línea de marcha de
Rojas y haciendo inevitable el contacto.
La sentencia admitió la demanda e impuso las costas del proceso a
los accionados. Fue apelada por el actor y la compañía aseguradora. El primero expresó sus
agravios el 19-9-2023, los que no fueron contestados. La restante fundó su recurso el 22-9-
2023 y mereció la respuesta del actor.

II.- Como bien dijo la a quo, tratándose de daños causados por la


circulación de vehículos, el caso debe juzgarse a la luz de los artículos 1757 del Código
Civil y Comercial, que regula el régimen de responsabilidad por el hecho de las cosas
viciosas o riesgosas, al que remite el art. 1769 del mismo ordenamiento. Dicha disposición
debe ser complementada con la directiva que establece el art. 1758, según el cual, “el
dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado por las cosas. Se
considera guardián a quien ejerce por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control de
la cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si
prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta”. Se trata de un
Fecha de firma: 11/12/2023
Firmado por: MARIA ISABEL BENAVENTE, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: CARLOS ALBERTO CALVO COSTA, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: GUILLERMO GONZALEZ ZURRO, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ADRIAN PABLO RICORDI, SECRETARIO

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supuesto de responsabilidad objetiva, de modo que a la víctima le es suficiente con probar
el contacto entre la cosa y el daño. Será el emplazado, como dueño o guardián quien, para
eximirse de responsabilidad o disminuir la que se le atribuye, deberá demostrar el hecho de
la víctima, de un tercero ajeno, el caso fortuito o fuerza mayor que pongan en evidencia la
ruptura del nexo causal (conf. arts. 1721, 1722, 1729, 1730, 1731 y ccs. del CCyCN) 1. Esta
inversión de la carga probatoria implica que el demandado debe tener un rol activo y
dinámico desde que está precisado a alegar y asumir la prueba de los hechos extintivos,
invalidativos u obstativos2.
Para que pueda tenerse por acreditada la fractura del nexo causal, la
eximente invocada debe revestir las características de imprevisibilidad e inevitabilidad
propias del caso fortuito o fuerza mayor3. Para ello es preciso demostrar que la conducta
que se enrostra al damnificado revela si no una falta de carácter intencional, por lo menos la
certeza de que el perjuicio se ha sufrido como resultado de su comportamiento, pues no es
suficiente una mera imprudencia sino que debe existir previsión concreta y no simple
previsibilidad4. Las excepciones, como todas las de su género, deben ser interpretadas en
forma estricta, de manera que no cabe admitirlas en caso de duda.
En la especie, no es materia de debate la ocurrencia del siniestro en
sus circunstancias de tiempo y lugar. La citada en garantía, en una postura diferente a la
asumida en su primera presentación, pretende que se le atribuya la responsabilidad al actor
por haber violado la prioridad de paso en el ingreso de la encrucijada, de la que que gozaba
su asegurado.
La sentenciante sostuvo que si bien no existe controversia en torno a
quien ingresó desde la derecha, el actor había emprendido el cruce con una antelación
considerable, neutralizando así la prioridad que ostentaba el conductor del Fiat.
Es cierto, como apunta la recurrente, que el art. 41 de la ley 24.449 -a
la que adhirió la provincia de Buenos Aires mediante ley 13.927- establece la prioridad de
quien circula por la derecha. Si bien el texto legal establece en forma terminante que dicha
prioridad es absoluta, ello no significa que se le conceda por imperio legal un bill de
indemnidad que lo autorice a arrasar con todo lo que se interpone en su camino. Antes bien,
como todos los derechos, no debe ser ejercido de manera disfuncional o abusiva.
En un enjundioso pronunciamiento, la Sala II de la Cámara Civil y
Comercial de Azul –con voto preopinante del Dr. Jorge M. Galdós- ha señalado que el art.
41 de la ley 24.449 “debe ser armonizado con el principio cardinal que rige la circulación
vial y que se expresa como mandato abierto e indeterminado”, según el cual todo conductor
1
“Código Civil y Comercial de la Nación y normas complementarias”, (Dir. Alberto J. Bueres), 1ª
edición, Hammurabi, 2018, T 3, F, págs., 612 y 733 y concs.; Wierzba, Sandra M. “Manual de
Obligaciones Civiles y Comerciales”, 2ª edición actualizada, La Ley, 2019; Picasso, Sebastián- Sáenz,
Luis R. “Tratado de derecho de daños”, ed. La Ley, Bs.As. 1° ed., 2019, p.123 ss.
2
SC Justicia Mendoza, sala 1ª, 27-12-91, del voto de la Dra. Kemelmajer de Carlucci, en "Martínez, Jorge c.
Verdaguer Correas, Carlos", JA 1993-I-333.
3
CSJN, del 11-5-93, LL 1993-E, pág. 472.
4
CNCiv., Sala G, del 14-8-84, ED 110, pág. 542; citado en CNCiv., esta Sala, mi voto in re “Gómez Dodero,
Manuel y otro c/ Juan B. Justo S.A.T.C.I. s/ daños y perjuicios, del 16-2-2022.
Fecha de firma: 11/12/2023
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debe circular “…de manera de no dañar a otro, con la máxima cautela y previsión, de modo
que tenga el control de su vehículo sin entorpecer la circulación ni afectar la fluidez del
tránsito”, postulado que se desprende de la conjugación y complementación de las
conductas prescriptas y descriptas por los arts. 39 inc. b), 50, 64 y concs. de la ley 24.449,
norma ésta a la que adhirió la provincia de Buenos Aires por la ley 13.927. Todo ello en el
marco de fuentes plurales del derecho privado (reglas, principios y valores), procurando su
unidad sistémica y su coherencia a posteriori (arts. 1, 2, 3, 7 y concs. CCCN) 5. En función
de este principio, la denominada “regla de oro” -derecha antes que izquierda- ha de ser
interpretada razonablemente, es decir, sin que pierda el carácter de principio general pero
evitando al propio tiempo criterios absolutos, reñidos con el sentido común y el principio
genérico de no dañar a otro, de modo que el juzgador deberá indagar en cada caso concreto
en qué medida aquél debe ceder para evitar que se consagre una manifiesta injusticia6.
En este orden de ideas, la orfandad probatoria resulta insoslayable,
pues solo cuento con el informe pericial mecánico como elemento relevante, el cual se
produjo solo con los puntos propuestos por el actor, pues los emplazados no ofrecieron los
propios.
En ese informe, a cargo del ingeniero Manuel Braunsteni, explicó
que citó a las partes para que concurrieran con sus vehículos, aunque solo se presentó
USO OFICIAL

Galván. Con los elementos que pudo verificar en aquella inspección y los incorporados a la
causa -los relatos de las partes y la prueba documental del actor- concluyó en que la versión
de Galván resultaba verosímil, en razón de los daños evidenciados a la altura de su rueda
trasera derecha.
El dictamen no fue cuestionado por las partes. Además, sus
conclusiones parecen suficientemente fundadas, por lo que no encuentro motivos para
apartarme de éstas (art. 477 CPCCN).
En la especie, desde que se encuentra acreditado que el actor ya había
traspuesto prácticamente la totalidad del cruce al momento del impacto, cobra virtualidad,
tal como ya adelanté, el hecho que la prioridad de paso de la que gozaba el demandado no
constituye un bill de indemnidad. Ello es así pues, a pesar de que la violación de aquellas
reglas importa un proceder antijurídico y sirve para fundar una presunción de
responsabilidad en contra del actor7, admite prueba en contrario, tal como se da en el caso,

5
CCivyComAzul, SalaII, del 8/06/2017, “López, Carlos A. c. Esperatti, José O. y otro s/ daños y perjuicios”,
RCyS2017-VIII, 211.
6
Ver argumentos análogos de la CSJN en Fallos: 297:210; 306:198.
7
Pizarro, Ramón D.-Vallespinos, Carlos G., “Instituciones de derecho privado. Obligaciones”, T. 4, p. 625,
Hammurabi, Buenos Aires, 2004; Trigo Represas, Félix A.- Compagnucci de Caso, Rubén H., “Responsabilidad
civil por accidentes de automotores”, T. I, p. 315 ss., Hammurabi, Buenos aires, 2008; CNCiv., Sala A, “S.C., D.J.
Fecha de firma: 11/12/2023 c. J., A. y otros”, del 25-6-2013, La Ley Online.
Firmado por: MARIA ISABEL BENAVENTE, JUEZ DE CAMARA
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ya que -reitero- la prioridad de la que gozaba Rojas no lo habilitaba a arrasar con todo lo
que encuentra en su camino8.
Es pertinente recordar que todo conductor está obligado en todo
momento a permanecer atento a las alternativas del tránsito, a conservar el pleno dominio
del vehículo que conduce, a mantener todas las posibilidades de un correcto obrar, salvando
las contingencias que presenta el tránsito en ese lugar y en ese momento, incluso la de un
frenado oportuno, cuando no su detención total, poniendo a resguardo la seguridad, los
bienes y las personas, aún ante actitudes imprudentes de los demás9.
Esta exigencia no cede en supuestos como el del caso, pues aun
cuando la prioridad de paso ampara al conductor que ingresa a la bocacalle desde la
derecha, no lo libera de las obligaciones básicas de la conducción como las mencionadas
anteriormente, pues el deber de prudencia exige que pueda reaccionar adecuadamente ante
las distintas contingencias u obstáculos que se pudieran presentar y así poder sortearlos
eficazmente, para lo cual debe prestar el máximo de atención y tener completo control de
aquél, a fin de estar en condiciones de realizar maniobras para el mejor desplazamiento10.
Además, cuadra destacar que ambos rodados se desplazaban a baja
velocidad, según el perito ingeniero, Galván a 25km/h y Rojas a 30km/h. En ese contexto,
es evidente que una conducción atenta del demandado hubiera evitado el siniestro. Es que
su detención total no resultaba difícil a esa velocidad, así como tampoco podría
considerarse repentina la aparición de un vehículo que se desplazaba a 25km/h..
A mayor abundamiento, tampoco puedo dejar de señalar que la citada
en garantía, frente a la intimación efectuada el 18-8-2020 bajo apercibimiento de lo
dispuesto por el artículo 388 CPCCN, guardó silencio, lo que genera una presunción en su
contra y termina de sellar la suerte de su recurso.
En síntesis, los emplazados no probaron de manera cabal que la
conducta de Galván hubiera revestido la entidad suficiente para fracturar el nexo causal, y
no cuadra -por tanto- tener por acreditada la causal de exoneración invocada para repeler la
acción.
Por lo expuesto, propongo al Acuerdo rechazar los agravios y
confirmar este punto medular de la sentencia.
III.- Daños reclamados.
a) Daño moral
En cada oportunidad dejé aclarado que, entre las distintas posturas
que existen al respecto, participo de la corriente que asigna al daño moral carácter
resarcitorio11, postura que finalmente fue recibida en el art. 1741 del Código Civil y
Comercial, ya que busca en definitiva contribuir a compensar la conmoción que el
8
CNCiv., esta Sala, mi voto in re “Guilarducci, Esmeraldo Jorge c/ Morello, Emiliano Agustín s/ daños y
perjuicios”, Expte. Nro. 82.199/2018, del 7-6-2023.
9
CNCiv., Sala G, voto de la Dra. Areán, “P. C. A. c/ E. G. M. y otro s/ daños y perjuicios”, Expte. Nro.
88.761/2008, del 2-7-2014, citado en CNCiv., esta Sala, mi voto in re “Rande José c/ Godoy Darío”, Expte.
36.264/2015, del 3-6-2022.
10
CNCiv., Sala E, voto de la Dra. Sorini in re “Sanz Laura Cecilia c/ Argenta Mario y otros s/ Daños y
Fecha de firma: 11/12/2023 Expte. Nro. 33.024/2016, del 14-12-2022.
perjuicios”,
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padecimiento genera mediante el alivio que puede importar la suma que se otorga 12. No
queda reducido, sin embargo, al clásico "pretium doloris" (sufrimiento, dolor,
desesperanza, aflicción, etc.), sino que además de ello, apunta a toda lesión del espíritu que
se traduce en alteraciones desfavorables para las capacidades del individuo de sentir -"lato
sensu"-, de querer y de entender13. Por tanto, de lo que se trata es de proporcionar a la
víctima recursos para mitigar el detrimento causado, de modo que pueda acceder a
gratificaciones viable para superar el padecimiento14.
Por otra parte, el daño moral, como todo menoscabo, debe ser
acreditado (art. 1741 CCyCN), aunque cuando el daño es causado a bienes de la
personalidad -integridad psicofísica- puede inferirse por la naturaleza del bien afectado 15.
Entonces, cuando en un accidente de tránsito no se comprueban más que lesiones a los
bienes materiales no existe ningún indicio que lleve a presumir con cierto grado de certeza
su configuración16.
En la especie, no solo no se han acreditado secuelas incapacitantes de
carácter permanente o transitorias, sino que tampoco se han aportado elementos que
permitan corroborar que Galván concurrió a algún establecimiento médico como refirió. No
pierdo de vista que como prueba documental se acompañó una copia de un certificado de
atención que data del 27 de noviembre del 2017. No obstante aun cuando a aquella pieza
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-que no fue ratificada por su emisor- correspondiera asignarle algún valor indiciario, allí
solo se describen dolores manifestados por el paciente, mas no se efectuaron estudios a fin
de verificar la gravedad de las lesiones ni se acreditó alguna atención posterior para
demostrar su persistencia.
En tales condiciones, entiendo que corresponde acceder a las quejas
de la citada y rechazar la pretensión indemnizatoria en este acápite. Nótese que sólo se han
producido daños materiales -leves- a un vehículo y felizmente no se ocasionaron daños a la
integridad psicofísica del actor. Recuérdese que para que proceda el daño no patrimonial en
estos casos, es preciso que se lleve al ánimo del juzgador la convicción de que la alteración
de la vida cotidiana tiene una entidad suficiente como para provocar detrimento a un valor

11
CSJN, del 24-8-95, “Pérez, Fredy c/ Ferrocarriles Argentinos”, JA 1997-III, síntesis; CNCiv., Sala A, del 1-10-
85, LL 1986-B, pág. 258; ídem, Sala C, del 8-6-93, JA 1994-IV-síntesis; ídem, Sala F, JA 1988-IV, pág. 651.
12
Bustamante Alsina, Jorge, "Teoría Gral. de la Responsabilidad Civil", Buenos Aires, 1989, p. 179 y sigtes.,
Cazeaux, Pedro N. y Trigo Represas, F.A., "Derecho de Obligaciones", La Plata, 1969, t. I, p. 251 y sigtes.;
Iribarne, Héctor P., “De los daños a la persona”, ed. Ediar, p.s 143 concs.
13
Bueres, Alberto J., "El daño moral y su conexión con las lesiones a la estética, a la psique, a la vida de relación y
a la persona en general", en Revista de Derecho Privado y Comunitario", Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, Nº 1, 1992,
pág. 237 a 259; Pizarro, Ramón Daniel, "Reflexiones en torno al daño moral y su reparación", JA, 1986-III- 902 y
903; Zavala de González, Matilde, "El concepto de daño moral", JA, 1985-I- 727 a 732.
14
Iribarne, op.cit., Galdós en Lorenzetti (dir), “Código Civil y Comercial de la Nación Comentado”, ed. Rubinzal
Culzoni, t. VII, p. 503 ss.
15
CNCiv., esta Sala, mi voto in re “Bellido, Susana del Carmen c/Argos Mutual de Seguros del Transporte Público
de Pasajeros y otros s/ daños y perjuicios”, Expte. Nro. 1.692/2016, del 23-5-2022.
16
CNCiv., esta Sala, mi disidencia in re “Ramírez, Jorge Fabián c/ Chaca, Mateo Elmer s/ daños y perjuicios”,
Fecha de firma: 11/12/2023 Expte. Nro. 57.184/2021, del 20-10-2023.
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de afección, tal como un desequilibrio emocional que afecta la vida de relación, la
tranquilidad espiritual por ejemplo. Son insuficientes a mi juicio los pequeños desagrados o
molestias que pueda haber sufrido el damnificado. En este supuesto el resarcimiento
material agota el crédito. Es decir, no cualquier inconveniente, perturbación o molestia lo
justifica17.
En tales condiciones, toda vez que no se ha probado que el hecho
tuviera una proyección moral que autorice a tener por configurado este menoscabo,
propongo rechazar las quejas del actor, admitir las de la citada en garantía y revocar el fallo
apelado en este aspecto.

b) Privación de uso
La privación de la cosa, importa un daño resarcible. Se trata de una
lesión a un derecho propio -el de usar o gozar la cosa, o disponer de ella según arbitrio del
dueño- la que configura el daño personal y cierto que da sustento a la pretensión
indemnizatoria18.
Comparto lo expresado por la a quo en cuanto a que la privación del
uso del automotor también conlleva la eliminación de gastos de combustible, lubricantes,
estacionamiento, desgaste de neumáticos, de piezas mecánicas, etc., todo lo cual determina
una compensatio lucri cum damno que no puede dejar de ser apreciada para no gravar
indebidamente la situación del responsable, quien debe pagar sólo por el “perjuicio
efectivamente sufrido” por el damnificado 19. Esta circunstancia no puede ser considerada
con el alcance que se pretende en los agravios, los cuales tampoco se especifican, desde que
no encuentra respaldo probatorio.
Por otra parte, el monto de la reparación por este concepto debe
guardar relación con el lapso prudencial que puedan demandar las reparaciones, no
pudiendo imputarse al responsable del pago de la indemnización ni el atraso injustificado
en llevar el rodado al taller ni la negligencia del mecánico por no hacer en tiempo el
arreglo20. Ese “tiempo prudencial” no puede ser estimado de forma tal que se vea agravada
la responsabilidad del deudor por la demora incurrida por el damnificado para llevar a cabo
esa tarea, aun cuando ella provenga de una supuesta falta de fondos, pues no existe al
respecto una relación de causalidad adecuada21.
En razón de todo lo expuesto, y teniendo especialmente en cuenta
que la compañía aseguradora no cuestionó el lapso de 7 días considerado como pauta para

17
CNCiv., esta Sala, mi voto in re “Schamas, Juan Manuel y otro c/Fennema Saverio, Miguel Ángel y otros
s/daños y perjuicios”, Expte. Nro. 90.603/2014, del 5-6-2018.
18
Zannoni, Eduardo A., "El daño en la responsabilidad civil", pág. 40; CNCiv., Sala G, L. 17.746, del 11-11-85;
ídem, íd., del 5-3-85, JA 1985-IV, pág. 5/7.
19
CNCiv., esta Sala, voto de la Dra. Iturbide in re “Marengo, Pablo Martín c/Jara, Antonio Abelardo y otros
s/ daños y perjuicios”, Expte. Nro. 73.681/2012, del 7-2-2020.
20
Areán, Beatriz, Juicio por accidentes de tránsito T. 4 A, pág.107 y jurisprudencia citada; citado en CNCiv., Sala
H, “Hagelin, Adrián Matías C/ Línea 71 S.A. S/ Daños y Perjuicios”, del 25/06/2019; id. Ídem Sala C, “García
Inés Mirta y otros c/ Cañete Rubén Darío y otro s/ daños y perjuicios”, del 15/03/2021.
21 11/12/2023
Fecha de firma: CNCiv., Sala F, “García Sandra Marisa c/ Rizzo Fabiana Elizabeth s/ daños y perjuicios”, del 13/04/2021.
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la cuantificación, el monto reconocido en la sentencia resulta -a mi juicio- reducido y


propongo elevarlo a la suma de $14.000 (art. 165 CPCCN).

IV.- Tasa de interés


Se dispuso que los intereses por todas las partidas se liquiden a la tasa
activa del Banco Nación desde la fecha del siniestro hasta su efectivo pago.
Un antiguo plenario del fuero -cuya doctrina comparto- establece que
"los intereses correspondientes a indemnizaciones derivadas de delitos o cuasidelitos se
liquidarán desde el día en que se produce cada perjuicio objeto de la reparación"22.
Resulta admisible la tasa activa fijada en la sentencia a partir de la
fecha del hecho y hasta su efectivo pago pues esta tasa –decidida en el plenario de la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil en “Samudio de Martínez Ladislaa c/
Transporte 270 S.A.”23, del 20/04/2009– resulta la más adecuada para mantener intangible
el capital de condena en protección del principio de la reparación plena (art. 1740 CCCN).
Al respecto, ha sostenido recientemente esta Sala que en el contexto económico vigente, de
marcada inestabilidad económica y constante erosión del poder adquisitivo de la moneda,
no solo no se verifica la salvedad que contempla el fallo plenario si se determina la
indemnización a valores actuales, sino que se advierte que la tasa del 8% anual compromete
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el principio de reparación plena del daño (art. 1740 CCC)24.


A ello se suma que a partir de la vigencia del Código Civil y
Comercial, la libertad de los jueces para determinar la tasa de interés no puede exorbitar el
límite establecido por el art. 768 inc. c) del Cód. Civil y Comercial, pues los réditos deben
ser fijados “según las reglamentaciones del Banco Central”. Ello quiere decir que la
facultad para determinar los intereses moratorios, en los casos en que no exista acuerdo de
partes ni ley especial que los establezca, los jueces deben de elegir entre las opciones
proporcionadas por el Banco Central, aquella tasa que sea más apropiada al caso
particular25. Precisamente, la tasa fijada en la doctrina plenaria -que es obligatoria para este
fuero en razón de lo previsto por el art. 303 del Código Procesal y en el art. 3º de la ley
27.500- no se aparta de lo dispuesto por el referido art. 768, inc. c del CCyC26.
En consecuencia, propongo a mis distinguidos colegas confirmar este
punto de la sentencia.

22
CNCiv., en pleno, “Gómez c/Empresa Nacional de Transportes", 16/12/58, L.L. 93-667.
23
CNCiv. en pleno, “Samudio de Martínez, Ladislaa c/ Transportes Doscientos Setenta SA s/ daños y perjuicios”
del día 20 de abril de 2009.
24
CNCiv., esta Sala, “Lencinas c/ Crucero del Norte s/ daños y perjuicios”, Expte. Nro. 78.498/2017, del 13-6-
2022.
25
SCBA, 15/06/2016, “Cabrera, Pablo David c. Ferrari, Adrián Rubén s/ daños y perjuicios”, La Ley, TR
LALEY AR/JUR/44032/2016.
26
CNCiv. Sala F, agosto 9/2016, “Graziano Jorge Daniel Alberto c/ Aybar Lucas y otro s/ daños y perjuicios”
Fecha de firma: 11/12/2023 Expte. Nº 12.380/2009).
Firmado por: MARIA ISABEL BENAVENTE, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: CARLOS ALBERTO CALVO COSTA, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: GUILLERMO GONZALEZ ZURRO, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ADRIAN PABLO RICORDI, SECRETARIO

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V.- En síntesis. Por lo expuesto propongo al Acuerdo modificar la
sentencia apelada y aumentar la suma reconocida por privación de uso a $14.000. También
postulo revocar el fallo apelado en cuando admite el daño moral y rechazar esa pretensión
indemnizatoria. En todo lo demás, propicio confirmar el pronunciamiento en cuanto fue
materia de agravio.
De compartirse, propongo que las costas de Alzada se impongan a los
emplazados, sustancialmente vencidos (art. 68 del CCCN).

A la misma cuestión, el Dr. Carlos A. Calvo Costa dijo:

Por compartir la solución a la que ha arribado, adhiero al voto de mi


distinguida colega Dra. María Isabel Benavente.

El Dr. Guillermo González Zurro dijo:


Adhiero por análogas consideraciones al voto de la Dra. Benavente.

Con lo que terminó el acto, firmando electrónicamente los señores


jueces. Fdo.: María Isabel Benavente, Carlos A. Calvo Costa y Guillermo D. González
Zurro. Doy fe, Adrián Pablo Ricordi (Secretario).

ADRIAN PABLO RICORDI

///nos Aires, diciembre 11 de 2023.-

Y Visto:

Lo deliberado y conclusiones establecidas en el Acuerdo precedente,


el Tribunal Resuelve: 1) Modificar la sentencia apelada y aumentar la suma reconocida en
concepto de privación de uso a $14.000. 2) Revocar lo resuelto respecto al daño moral, que
se rechaza. 3) Confirmar el pronunciamiento en todo lo demás que fue materia de agravio.
4) Imponer las costas de Alzada se impongan a los accionados, sustancialmente vencidos
(art. 68 del CCCN). 5) En atención a la forma en que se resuelve, que modifica la base
regulatoria, se dejan sin efecto las regulaciones de honorarios practicadas en la sentencia de
Fecha de firma: 11/12/2023
Firmado por: MARIA ISABEL BENAVENTE, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: CARLOS ALBERTO CALVO COSTA, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: GUILLERMO GONZALEZ ZURRO, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ADRIAN PABLO RICORDI, SECRETARIO

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Poder Judicial de la Nación
CAMARA CIVIL - SALA M

primera instancia (conf. art. 279 del CPCCN y art. 30, segundo párrafo de la ley 27.423) y,
en consecuencia, se procede a adecuarlas de conformidad a la normativa mencionada.
Los trabajos se valorarán con arreglo a las pautas contenidas en el
artículo 16 de la ley 27.423, las que permitirán un examen razonable a los fines de
determinar la retribución de los profesionales intervinientes.
Para ello, se considerará el monto del asunto, el valor, motivo,
extensión y calidad jurídica de la labor desarrollada; la complejidad; la responsabilidad que
de las particularidades del caso pudiera derivarse para el profesional; el resultado obtenido;
la trascendencia de la resolución a que se llegare para futuros casos; la trascendencia
económica y moral que para el interesado revista la cuestión en debate y pautas legales de
los artículos 1, 3, 14, 15, 16, 19, 20, 21, 22, 24, 26, 29, 51, 54, 58 y c.c. de la ley 27.423.
En cuanto a los auxiliares de justicia, se evaluará la labor efectuada
con arreglo a las pautas subjetivas del artículo 16 de la ley 27.423, en cuanto resultan
aplicables a la actividad prestada en el expediente, apreciada por su valor, motivo, calidad,
complejidad y extensión, su mérito técnico-científico, entre otros elementos; así como lo
dispuesto por el artículo 21, 4to y 6to párrafo de la citada ley y pautas del art. 478 del
Código Procesal.
En consecuencia, se regulan los honorarios del Dr. Diego Fernando
USO OFICIAL

Vitor, abogado apoderado del accionante en las tres etapas, en la cantidad de 9,52 UMA
equivalente a la suma de $106.967. Los honorarios del Dr. Carlos Alberto Liberman,
abogado patrocinante en la primera etapa se fijan en la cantidad de 2 UMA equivalente a la
suma de $61.124.
Al abogado apoderado de la demandada y la citada en garantía,
Dr. Agustín Morgan se regulan en la cantidad de 10,46 UMA, equivalente a la suma de
$319.679.
Respecto de los auxiliares de justicia, se fijan los honorarios del
médico Lucas Gerardo Savino, psicóloga Mariana Cecilia Mansilla e ingeniero Manuel
Braunsteni, por sus informes presentados y demás presentaciones, en la cantidad de 1,5
UMA, equivalentes a la suma de $45.843, para cada uno.
Con respecto a los honorarios del mediador Eduardo Sergio Fuks,
se considerará el monto económico comprometido y pautas del Decreto Reglamentario
2536/2015 (art. 1 y 2, anexo I y art. 2, incs. “d” del Anexo III), razón por la cual se regulan
en la suma de $65.160.
Por los trabajos realizados en esta instancia se regulan los honorarios
del Dr. Diego Fernando Vitor en la cantidad de 3,45 UMA, equivalentes a $105.439 y los
del Dr. Agustín Morgan, en la cantidad de 3,13 UMA equivalentes a $95.660 (conf. art.

Fecha de firma: 11/12/2023


30 de la ley 27.423).
Firmado por: MARIA ISABEL BENAVENTE, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: CARLOS ALBERTO CALVO COSTA, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: GUILLERMO GONZALEZ ZURRO, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ADRIAN PABLO RICORDI, SECRETARIO

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La equivalencia de la unidad de medida arancelaria (UMA) que se
expresó es la establecida en la Res. SGA N°3369/23 CSJN
Regístrese, notifíquese y devuélvase.-

MARIA I. BENAVENTE

CARLOS A. CALVO COSTA GUILLERMO D. GONZALEZ ZURRO

ADRIAN PABLO RICORDI

Fecha de firma: 11/12/2023


Firmado por: MARIA ISABEL BENAVENTE, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: CARLOS ALBERTO CALVO COSTA, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: GUILLERMO GONZALEZ ZURRO, JUEZ DE CAMARA
Firmado por: ADRIAN PABLO RICORDI, SECRETARIO

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