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Un ion es una molécula o átomo que tiene una carga eléctrica positiva o negativa.

Los que
presentan una carga positiva se denominan cationes, mientras que los de carga negativa
son aniones. En el cuerpo humano existen muchas sustancias en forma de iones, como el
calcio, el potasio, el sodio y el bicarbonato. Estos ayudan a que los nutrientes circulen hacia
las células, a eliminar los desechos celulares y a que los músculos, los nervios, el corazón y
el cerebro funcionen correctamente.

Prueba de sodio en sangre

Como su propio nombre lo indica, este análisis mide la cantidad de sodio en la sangre. Este
electrolito es esencial para controlar la presión arterial, el volumen sanguíneo y el
funcionamiento nervioso y muscular. La prueba es de gran utilidad en los siguientes frentes:

Detectar hipernatremia: este cuadro hace referencia a una concentración de sodio en


sangre mayor de 145 mEq/L, es decir, un exceso de este electrolito. Se presenta con
síntomas como vómitos, confusión, excitabilidad neuromuscular, hiperreflexia, diarrea y sed
excesiva.
Detectar hiponatremia: la hiponatremia se produce cuando el sodio en el cuerpo se
encuentra por debajo de 135 mEq/L, así que representa un déficit de este electrolito.
Algunos de sus síntomas son náuseas, vómitos, dolor de cabeza, desorientación, pérdida
de energía, convulsiones y agitación, entre otros.
El rango normal de niveles de sodio en la sangre es de 135 a 145 miliequivalentes por litro
(mEq/L). Un desajuste por encima o por debajo puede ser indicativo de cirrosis hepática,
insuficiencia cardíaca, patologías hepáticas y más.
Prueba de potasio en sangre
El potasio es un electrolito que se requiere para la el funcionamiento de los nervios, la
contracción muscular, el flujo de nutrientes y la expulsión de desechos. Esta prueba permite:

Registrar hiperpotasemia: es una concentración de potasio por encima de los valores


normales, específicamente mayor de 5,5 mEq/L. Este cuadro puede cursar con ritmos
cardíacos irregulares, cansancio, debilidad, parálisis de extremidades y más.
Registrar hipopotasemia: es una condición en la que aparecen niveles de potasio séricos
inferiores a los valores normales, es decir, menores de 3,5 mEq/L. Algunos de sus síntomas
son los calambres y las fasciculaciones musculares, la debilidad, el cansancio, las náuseas
y el estreñimiento.
El rango normal de potasio en sangre es de 3,7 a 5,2 miniequivalentes por litro (mEq/L). La
enfermedad de Addison, las transfusiones sanguíneas, la acidosis metabólica, el síndrome
de Cushing, la estenosis de la arteria renal y otras muchas patologías pueden causar
desequilibrios en este parámetro.

Prueba de cloruro en sangre

El cloruro es un electrolito que trabaja junto al potasio, el sodio y el bicarbonato para regular
la cantidad de líquido en el organismo. También es de utilidad para mantener el nivel
adecuado de volumen de sangre, la presión arterial y el pH de los líquidos del cuerpo. La
prueba de cloruro en sangre es útil en los siguientes escenarios:
Detectar hipercloremia: es una cantidad excesiva de cloruro en sangre y se considera grave
cuando su concentración es mayor de 125 mEq/L. Puede cursar con síntomas como
estreñimiento severo, náuseas muy notables, somnolencia o diarrea que no mejora con
tratamientos convencionales.
Detectar hipocloremia: se define por una cantidad deficiente de cloruro en sangre, con un
valor inferior a 95 mEq/L. Puede cursar con astenia, debilidad generalizada, parestesias
dolorosas, dificultad respiratoria y dolor torácico.
Un rango típico normal de cloruro en sangre oscila entre 96 y 106 miliequivalentes por litro
(mEq/L). Las enfermedades renales, la insuficiencia cardíaca, las patologías pulmonares y
otras enfermedades pueden causar hipercloremia o hipocloremia.

Función

El sodio, el potasio, el calcio, el cloro y el fosfato son ejemplos de iones. Estos iones ayudan
a que los nutrientes circulen hacia las células, ayudan a eliminar los desechos de las células
y ayudan a que los nervios, los músculos, el corazón y el cerebro funcionen correctamente.

Fuente

La química es tan cercana a ti que ni te percatas de cómo sería la vida sin ella. Desde las
culturas prehispánicas eran bien conocidas las propiedades de las sustancias, así como los
procesos químicos que satisfacían diferentes necesidades humanas.

¿Sabías que, sin química no hay cocina? Una reacción de óxido de calcio es la clave de tu
dieta.

En México, uno de los alimentos indispensables es la tortilla, que se elabora con maíz. Para
la obtención de masa de maíz, previamente es necesario llevar a cabo una reacción
química fundamental: la nixtamalización.
Este tratamiento consiste en la cocción en agua de los granos de maíz con óxido de calcio o
cal de piedra.

Es el mismo compuesto que se utiliza para la construcción. El óxido de calcio se combina


con las paredes celulares del maíz, formadas de celulosa, polímero natural que los
humanos no digerimos.

En esta reacción se ablandan las paredes celulares, formando una especie de gelatina, de
manera que los granos son mucho más suaves. Además, se incorpora calcio, por lo que, al
ingerir tortillas o alimentos derivados del maíz, es una fuente de calcio que es necesario
para el buen funcionamiento del organismo, en particular, del sistema óseo.
Gracias a la nixtamalización, puedes disfrutar de las sabrosas tortillas y todos esos platillos
en los que se utiliza el maíz.

La ciencia la practicaban las culturas prehispánicas y se sigue aplicando en la actualidad, y


en algo tan rico como lo es la gastronomía.

Pues bien, las moléculas son como estas partículas o polvo que constituyen a este ladrillo.
Las moléculas están constituidas aproximadamente en 98 por ciento de elementos como C,
H, O, N, P y S, mientras que el otro 2% corresponde a elementos como el hierro, calcio,
sodio, cobre, magnesio, yodo y cloro.

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