Antropologia - Encefalizacion
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Antropologia - Encefalizacion
TAPIA
-Los últimos cuatro millones de años:
Los fósiles mas tempranos pertenecientes a los homínidos provienen de varios sitios
distribuidos en Africa Oriental. El registro fósil de hace 4 millones de años, comienza a
mostrar una riqueza tal en evidenciass, que nos faculta a elaborar un diseño del proceso
ultimo de la evolución humana
Australopithecus afarensis (Lucy) –
Area de dispersion: Etiopia
Antiguedad: 4 millones años (hay evidencia de un maxilar de australopithecus de 5mill de
años pero es insuficiente para determinar la subespecie)
Características craneales:
La capacidad craneana se ubica entre 400 y 500 cm3
La arcada inferior tiene forma de V muy abierta, no es aun la parabólica que nos caracteriza.
La arcada superior tiene una curiosa forma ovalada, con los segundos y terceros molares
apartsndose de las líneas rectamente divergentes de cada rama, para cerrarse hacia atrás.
Como en otros homínidos, la sinfisis mandibular esta reforzada por dos engrosamientos o
torus, pero sin que el inferior se convierta en plataforma simiana.
Los cráneos muestran fuertes incersiones musculares, e inclusive una cresta temporo-
occipital.
Australopithecus robustus
Antigüedad: 1.500.000 años
Dispersión geográfica : Sur de África (Kromdraii. Swartkrans)
Industria lítica: artefactos con materia prima de lava basáltica o vesicular, andesita, entre
otros. Herramientas: poliedros( utensillos con tres o mas bordes activos que habitualmente se
cortan entre si); discoides (utensillos irregulares con un borde activo bifacialmente tallado ),
lascas con filo, entre otras.
HOMO ERECTUS
Dispersión : este, norte y sur de africa- Europa meridional- China
Antigüedad: 2.000.000 a 1.900.000 años
Capacidad craneana de 1200 a 1600 cm3. Importa destecar que ésta es grande en relación a
la talla total.
Hay dimorfismo sexual en la capacidad craneana a favor del varón. Sin embargo la mujer
presenta mayor capacidad craneana en relación a la estatura total.
La porción cerebral del cráneo es mucho mayor en relación a la facial (relación neurocráneo
esplacnocráneo)
El agujero occipital esta ubicado en el centro de la base del cráneo en consonancia con la
postura bípeda
Los cráneo humanos son lisos, redondeados sin crestas ni rebordes supraorbitarios continuos
Ausencia de prognatismo (El prognatismo es una condición en la que la mandíbula inferior
(o maxilar inferior) se proyecta hacia adelante más de lo normal, haciendo que el mentón
sobresalga. Esto ocurre cuando los dientes no están alineados de manera apropiada debido a
la forma de los huesos de la cara) y presencia de mentón
La dentadura es generalizada
En la parte interna del maxilar inferior, detrás de la región mentoriana hay una pequeña
apófisis , llamada Spina mentalia, en la que se insertan los músculos de la lengua permitiendo
la movilidad adecuada para el lenguaje articulado(otros primates carecen de ella)
La frente es vertical y no huidiza hacia atrás.
El cráneo es mas ancho a la altura de los parietales
Rasgos culturales: es el autor de los logros culturales desde el Paleolitico superior (técnica de
hojas , arte parietal y movilidad, caceria especializada, etc) hasta la actualidad
Extrema variabilidad de conducta individual y social
ACOSTA
Evidencias fósiles y arqueológicas Si por un momento jugáramos con la idea de convertirnos
en investigadores del pasado de nuestra especie, intuitivamente, se nos presentarían una
serie de preguntas básicas. Como paleoantropólogos, sabríamos que poseemos un
antepasado en común con los primates superiores del cual ambos derivamos. Posiblemente,
nos llamarían la atención aquellos rasgos que nos diferencian de nuestros parientes
evolutivos cercanos: el caminar erguido, el tamaño del cerebro, la capacidad de lenguaje
articulado y la amplia dispersión de nuestra especie por todo el planeta y en todo tipo de
ambiente. Establecer el cuándo y el por qué de estas diferencias es lo que ha guiado
tradicionalmente la investigación de nuestros orígenes
A simple vista, el tamaño del cerebro es uno de los rasgos más notables que nos diferencian
de nuestros parientes los simios. Los chimpancés presentan una capacidad craneana
promedio de 390 cm3 frente a los 1350 cm3 de los seres humanos modernos
El tamaño del cerebro y su desarrollo, también llamado encefalización, ha sido uno de los
temas más investigados del proceso de hominización. Parte de su atractivo reside en que,
desde el sentido común, la idea de un cerebro más grande y una mayor inteligencia se adapta
a la concepción de progreso y a la inevitabilidad de la evolución humana. Como hemos
discutido anteriormente la evolución no tiene dirección y al igual que cualquier otra
característica biológica, de no mediar ciertas condiciones particulares, entre las que debemos
contar una buena dosis de azar, es muy probable que este rasgo no se hubiera seleccionado
ni perdurado a lo largo de generaciones. El aumento de la capacidad craneana, el desarrollo
de ciertas áreas del cerebro y la mayor complejidad de las conexiones interneuronales han
sido relacionadas con la aparición de las capacidades que nos definen como seres humanos:
el lenguaje, la confección de herramientas, el pensamiento abstracto, etc.
ARSUAGA Y MARTINEZ
Los seres humanos nos caracterizamos por poseer una inteligencia mucho más desarrollada
que el resto de los animales. Hasta la fecha, ningún otro animal ha sido capaz de escribir un
libro componer una sinfonía, viajar a la luna, preguntarse sobre su origen y destino. Etcétera.
La región de nuestro organismo encargada de realizar estas funciones es el encéfalo, que está
enojado en el interior de la cavidad craneal y se compone de 3 órganos, el cerebro, cerebelo y
el bulbo raquídeo.
De una manera muy general se puede decir que las funciones superiores relacionadas con
inteligencia se llevan a cabo en el cerebro (como por ejemplo, la capacidad de abstracción, la
asociación de la información o la habilidad para codificar y decodificar información en un
lenguaje) . El cerebro está dividido en dos hemisferios, derecho e izquierdo. El cerebelo se
encarga de la coordinación motora general y del equilibrio del cuerpo, mientras que el bulbo
raquídeo constituye un auténtico piloto automático encargado de regular funciones tales
como ritmo respiratorio y el latido cardíaco.
Las investigaciones dedicadas a estudiar la evolución del encéfalo en los homínidos se han
enfocado en dos aspectos básicos: cuantificar el aumento de tamaño del propio encéfalo a lo
largo de la evolución de los homínidos o proceso de encefalización, y analizar la morfología de
sus órganos, especialmente la de uno de ellos, el cerebro.
Hoy, el tamaño promedio del encéfalo humano está en torno a los 1250 gr. Y aunque es
superior al de cualquier otra especie de primate (Por ejemplo, los chimpancés y gorilas
presentan un promedio cercano a los 400 y 500 gr) o al de la mayoría de los animales es
claramente inferior al de los grandes mamíferos cuyo encéfalo son mucho mayores que el
nuestro, el de la ballena azul, el animal más grande que haya existido ronda los 6800 G y el
del elefante africano está en torno a los 5700 gr .
Esto no quiere decir que las ballenas azules y los elefantes están más encefalización. Y por lo
tanto, son más inteligentes que los humanos. Lo que sucede es que como el trabajo del
encéfalo consiste en. Coordinar el funcionamiento del resto del cuerpo, es previsible que los
cuerpos más grandes requieran encéfalos también mayores para su adecuada coordinación.
Hoy el tamaño del encéfalo aumenta más despacio que el tamaño del cuerpo, o dicho de otro
modo, el encéfalo se va haciendo proporcionalmente menor al aumentar el tamaño de los
mamíferos. Este fenómeno, el cambio en las proporciones entre los órganos al aumentar el
tamaño corporal es muy común en los seres vivos. Y fue descubierto durante los años 20 de
nuestro siglo, recibiendo el nombre de Alometría o ley de la Disarmonía.
Pero el tipo de alometría que más nos interesa es el que tiene lugar entre especies del mismo
grupo. Este es el caso de la variación del tamaño del encéfalo en relación con el tamaño
corporal en los mamíferos, que como ya hemos comentado, se va haciendo
proporcionalmente menor al aumentar el peso corporal.