Teoria Constitucional
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I. Introducción
jurídico”, en Díaz Müller, Luis (coord.), Memoria del Seminario Permanente de Derechos Humanos V
Jornadas: Crisis y derechos humanos, Seminario organizado en el IIJ-UNAM el 30 de octubre de
2009, México, UNAM, 2010.
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Instituto de Investigaciones Juri d
́ icas
Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
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2 Picciotto, Sol, “Fragmented States and International Rules of Law”, Social and Legal
scends the more traditionally conceived private/public divide and which challenges previous
(even if misplaced) assumptions about the locus of political and economic authority”. Búrca,
Gráinne de, Reappraising Subsidiarity’s Significance After Amsterdam, Harvard Jean Monnet Work-
ing Paper 7/99, Harvard Law School, pp. 2 y 3.
Ahora bien, si en verdad estamos ante lo que puede llamarse una espe-
cie de reconfiguración de la esfera de ‘lo público’ y del ‘poder’, resulta per-
tinente plantear una serie de interrogantes sobre la adecuación del derecho
a las nuevas circunstancias desde la perspectiva del derecho público, tanto
administrativo como constitucional.
Y esto es así, debido a que a nivel interno, el derecho público ha cum-
plido diversas funciones como conformador, legitimador y controlador del
ejercicio del poder. Sin embargo, el paradigma tradicional y aún dominante
limita el alcance de dichas funciones al ámbito de las instituciones estatales.
El hecho de que en la era de la llamada globalización el poder se está re-
configurado o, en otras palabras, que de alguna forma se está relocalizando, de
manera tal que se le puede encontrar no nada más en el Estado sino en otras
instancias, invita (exige) a hacer una revisión del paradigma dominante.
En el presente ensayo nos proponemos reflexionar sobre la medida en
que los fenómenos y procesos asociados a la ‘gobernanza global’ han afec-
tado no solamente al Estado y su entorno, sino también al derecho consti-
tucional como disciplina, en sus vertientes de teoría de la Constitución, la
dogmática constitucional y el derecho constitucional comparado. Partien-
do de la base de que el reconocimiento de que “algo” está pasando con el
“poder” y con el “Estado” en el contexto de la globalización (expresado,
por ejemplo, en lo que Picciotto denomina la transición del “gobierno” a la
“gobernanza”),4 puede tener algún efecto en relación con las Constitucio-
nes nacionales y nuestra forma de pensar y concebir al constitucionalismo.
Y esto es totalmente lógico, por las siguientes razones: el derecho constitu-
cional moderno tiene como objeto primordial el control del poder político
(localizado en el Estado). Toda la teoría y la dogmática constitucionales
de la modernidad se han construido alrededor de este presupuesto. Ello, no
obstante, si el poder político (estatal) se está transformando de manera rele-
vante como lo manifiesta el análisis del concepto de gobernanza, entonces
es lógico y natural que surjan cuestionamientos y discusiones alrededor de
conceptos teóricos y dogmáticos (tradicionales) del derecho constitucional.
1. El concepto de Constitución
las Casas’, Madrid, Dykinson, 2004, p. 18. A diferencia de una teoría política de la Cons-
titución, que pretende comprender la ordenación constitucional de lo político, a través del
análisis, discusión y crítica de la fuerza normativa, posibilidades y limites del derecho consti-
tucional. Idem.
6 García Pelayo, Manuel, Derecho constitucional comparado, México, Alianza Editorial,
8 Ibidem, p. 42.
9 Ibidem, pp. 46-53.
10 Keck, Margaret y Sikkink, Kathryn, Activists Beyond Borders: Advocacy Networks in Inter-
nacional Politics, Ithaca, Cornell University Press, 1998; Koh, Harold Hongju, “International
Legal Process”, Nebraska Law Review, vol. 75, 1996; Koh, Harold Hongju, “Transnational
Public Law Litigation”, Yale Law Journal, vol. 100, núm. 98, 1991.
dro, La democracia constitucional. Una radiografía teórica, México, Fondo de Cultura Económica-
UNAM, 2006, pp. 72 y ss.; Díaz, Elías, Estado de derecho y sociedad democrática, Madrid, Taurus,
1998, pp. 35-55; Gustiani, Riccardo, Estudios de teoría constitucional, México, Fontamara, 2001,
pp. 30 y ss.
14 Aguiló Regla, Josep, “Sobre la Constitución del Estado constitucional”, Doxa, núm.
constitucional, sino también, por habilitación del propio texto, los derechos
humanos contenidos en los tratados.
Desde el punto de vista de la identificación de las normas para ejercer
el control, podría parecer que la situación no causa mayor problema para la
operación: o están en la Constitución o están en los tratados. Sin embargo,
consideramos que se ha abierto una ventana problemática en este tema, si
nos preguntamos ¿en qué tratados?, ¿solamente los tratados de derechos hu-
manos aplicables en el ámbito del sistema interamericano?, ¿cabría también
incluir cualquier otro tipo de tratado que pudiera contener algún derecho
que pueda calificarse de ‘derecho humano’; por ejemplo, los relativos a la
protección de derechos de propiedad contenidos en el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN)? En este sentido, si el criterio
formal de identificación del parámetro de control nos daba certeza (en tan-
to que constitucional para efectos del control lo era nada más lo que esté
incorporado en el texto constitucional), la nueva fórmula abre un ámbito
de incertidumbre.
Por otro lado, hay otras consecuencias que deben ser apuntadas y exa-
minadas. Una de ellas tiene que ver con la siguiente pregunta: ¿que las nor-
mas sobre derechos humanos previstas en la Constitución y en los tratados
sean del mismo rango constitucional, las hace iguales en todo?, o bien ¿hay
diferencias entre unas normas y otras? Y si las hay ¿qué consecuencias prác-
ticas pueden derivarse de ello?
Por nuestra parte, consideramos que el mismo rango no las hace iguales
en todo. Hay diferencias en cuanto a su mecanismo de creación y reforma,
y en cuanto a su órgano ‘natural’ de interpretación. De esta suerte, las nor-
mas relativas a derechos humanos contenidas en el texto constitucional se
crean y reforman por el procedimiento que la Constitución prevé para tal
efecto, en el caso mexicano, el procedimiento previsto en el artículo 135 de
nuestra norma fundamental. Por su parte, las normas relativas a derechos
humanos contenidas en los tratados se crean y reforman a través del proce-
dimiento para la aprobación (y en su caso denuncia) de los tratados.
Y en el tema del órgano ‘natural’ de interpretación de los dos conjuntos
de normas, en el caso de las contenidas en el texto constitucional, lo es el
juez constitucional nacional respectivo, mientras que el de las otras normas,
en el caso de los países miembros del sistema interamericano, lo es la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CrIDH).
Por ello, podríamos decir, como lo han dicho ya en Argentina, que los
derechos humanos de los tratados no han sido incorporados en la Constitu-
ción, sino que se les ha incorporado en el derecho interno con rango consti-
Por otra parte, también se puede afirmar, como lo ha hecho Manili, que
la supremacía de la Constitución
que los instrumentos internacionales han pasado a ocupar ese lugar, es ella la que desde su
supremacía los trajo a compartirla, como demostración de la importancia de los derechos
humanos para el derecho y pueblo argentinos. Por ello es que el autor pugna por una visión
mitigada de supremacía constitucional. Manili, Pablo Luis, El bloque de constitucionalidad. La
recepción del derecho internacional de los derechos humanos en el derecho constitucional argentino, Buenos
Aires, La Ley, 2003, pp. 259-261.
factores políticos, económicos, sociales y de técnica jurídica que han sido canalizados por
medio de normas de carácter fundamental e incorporados a los documentos constitucionales
con el propósito de limitar el poder y lograr que sus titulares se sometan a los lineamientos
establecidos en la propia carta fundamental. Fix-Zamudio, Héctor, Introducción al estudio de la
defensa de la Constitución en el ordenamiento mexicano. Cuadernos Constitucionales México-Centroamérica,
núm. 12, México, UNAM, 1994, pp. 17-19.
19 Ibidem, pp. 17-19.
poder del Estado (y no nada más del Estado, según se ha ido consolidando
la idea de los ‘efectos horizontales’ de los derechos humanos).20
4. El poder constituyente
20 Bidart, Germán, Tratado elemental de derecho constitucional argentino, tomo VI, La reforma
citos e implícitos (o tácitos) en las Constituciones nacionales, y cuáles son éstos. Para una re-
visión de este debate, veáse Serna, José Ma., “Los límites del poder constituyente y el control
de constitucionalidad en México”, en Astudillo, César y Córdova, Lorenzo, Reforma y control
de la Constitución, México, UNAM, 2011, pp. 203-211.
22 Recordemos el principio pacta sunt servanda del artículo 26 de la Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados y el artículo 27 de la propia Convención, por el cual los
Estados parte no podrán invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación
del incumplimiento de un tratado.
26 Para una revisión de las distintas posturas en este debate se puede consultar Steffek,
Jens y Nanz, Patrizia, “Emergent Patterns of Civil Society participation in Global and Eu-
ropean Governance”, en Steffek, Jens, Kissling, Claudia y Nanz, Patrizia (eds.), Civil Society
Participation in European and Global Governance, A Cure for the Democratic Deficit?, Gran Bretaña,
Palgrave-MacMillan, 2008, pp. 1-29.
27 Held, David, La democracia y el orden global, Barcelona, Paidós, 1997.
28 Stahn, Carsten, “Governance Beyond the State”, International Organizations Law Review,
vol. 2, 2005, p. 46. Este autor habla de un criterio funcionalista de legitimidad; es decir, fac-
tores funcionales para legitimar la autoridad de agencias internacionales y su impacto en los
sistemas jurídicos domésticos. Y apunta a dos criterios funcionales: expertise e independencia
y neutralidad. Ibidem, pp. 47 y 48.
29 Orakhelashvili, Alexander, “The World Bank Inspection Panel in Context”, Interna-
6. La interpretación constitucional
30 Steffek, Jens y Hahn, Kristina (eds.), Evaluating Transnational NGOs, Legitimacy, Accounta-
teóricos y doctrinales”, Revista General de Derecho Europeo, núm. 22, noviembre de 2010.
32 Choudhry, Suji, “Globalization in Search of Justification: Toward a Theory of Com-
parative Constitutional Interpretation”, Indiana Law Review, vol. 74, 1999, p. 826.
bien tiende a haber conflicto. Por otra parte, según Sacco, las afirmaciones
de qué son y qué no son legal formants del sistema pueden no ser jurídicas en
estricto sentido. Pueden ser proposiciones sobre filosofía, política, ideología
o religión, pero que tienen un impacto sobre las reglas operativas (jurídicas)
del sistema: “Whatever influences interpretation is a source of law”.33
Pues bien, lo que deseamos proponer aquí es que en el mundo actual,
los legal formants que influyen en la formación de las reglas operativas de los
sistemas constitucionales contemporáneos van más allá del texto de la Cons-
titución nacional. Y en este nuevo cuadro entran, por lo menos, los tratados
internacionales de derechos humanos, por un lado, e instrumentos de soft
law que dan color al discurso normativo en determinados temas, por el otro
lado, como lo ilustra, por ejemplo, el caso de Colombia.34
Asimismo, debemos apuntar que en relación con la construcción de
legitimidad, el juez constitucional, como todo juez, decide a través de téc-
nicas de argumentación que, insertas en un contexto psicosocial dado, van
dirigidas a un auditorio, que es el destinatario del esfuerzo de persuasión.
De este modo, la búsqueda del consenso de auditorios diferentes da lugar
a una dialéctica que se manifiesta mediante justificaciones de todo tipo.
Como se puede observar, el presupuesto de este esquema es que el esfuerzo
de persuasión de los jueces se ha de dirigir hacia los auditorios nacionales.35
American Journal of Comparative Law, vol. 39, núm. 1, Winter, 1991, p. 21, y Sacco, Rodolfo,
“Legal Formants: A Dynamic Approach To Comparative Law (Installment II of II)”, The
American Journal of Comparative Law, vol. 39, núm. 2, Spring, 1992, p. 344.
34 Recordamos aquí el uso que la Corte Constitucional colombiana y la CrIDH han he-
cho de estándares de las Naciones Unidas; por ejemplo, acudiendo esta última a la Declaración
de las Naciones Unidas sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de De-
litos y del Abuso de Poder (en relación con delitos de dimensión nacional) para el desarrollo del
concepto de víctima; o bien el uso que la propia CrIDH hecho de la Resolución de 2005/35,
que establece los Principios y Directrices Básicos de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la
Reparación (en relación con delitos internacionales), así como de los Principios Rectores de los
Desplazamientos Internos (citados en los casos Mapiripán e Ituango), la Declaración sobre la
Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas (citada en 19 Comercian-
tes) y el Manual sobre la Prevención e Investigación Efectiva de Ejecuciones Extrajudiciales,
Arbitrarias y Sumarias de las Naciones Unidas (citado en los casos Mapiripán e Ituango), entre
otros. Góngora Mera, Manuel Eduardo, “Diálogos jurisprudenciales entre la Corte Interame-
ricana de Derechos Humanos y la Corte Constitucional de Colombia. Una visión coevolutiva
de la convergencia de estándares sobre derechos de las víctimas”, en Bogdandy, Armin von et
al., La justicia constitucional y su internacionalización. ¿Hacia un ius constitucionale commune en Amé-
rica Latina?, tomo II, México, UNAM, 2010, pp. 424 y 425.
35 Véase capítulo II, donde hemos citado a Perelman, Ch., La lógica jurídica y la nueva
36 Gomes Canotilho, José Joaquim, Teoría de la Constitución, Madrid, Dykinson, 2004, p. 18.
mas de operación del sistema jurídico. Sin embargo, esa labor ya no se basa
nada más en el texto de la Constitución nacional.
tutional cultures”, International Journal of Constitutional Law, vol. 4, núm. 2, April, 2006, p. 384.
42 Reimann, op. cit., p. 1108, y Choudhry, Suji, “Globalization in Search of Justification:
V. Conclusión
Humanos Bartolomé de las Casas, Universidad Carlos III de Madrid-Dykinson, 2004, p. 93.
44 Ibidem, p. 94.
45 Cottier, Thomas y Hertig, Maya, “The Prospects of 21st Century Constitutionalism”,
Max Planck Yearbook of United Nations Law, vol. 7, 2003, pp. 262-264.
VI. Bibliografía