7. La necesidad de la aplicacion
7. La necesidad de la aplicacion
7. La necesidad de la aplicacion
RESUMEN
En el presente artículo el autor pretende brindar una nueva perspectiva en cuanto a cuál
tipo de responsabilidad, contractual o extracontractual, es la que debe aplicarse al
momento de ocurrir un rompimiento injustificado de las tratativas, cuando mediante su
comportamiento una parte ha generado confianza razonable en la otra, respecto a que se
iba a celebrar un contrato.
Abstract
In this article the author seeks to provide a new perspective as to what kind of
responsibility, contractual or tort, is to be applied when an unjustified breach of the talks
occur when by their behavior a party has generated reasonable confidence the other, who
was about to conclude a contract.
The aim of this investigation is to prevent before the start of court proceedings concerning
this issue, the parties choose according to your convenience by either type of
responsibility, so as not to create ambiguities, for example, the statute of limitations.
To this basic legal concepts and perfecting a contract, good faith in the talks and the
differences between contract and tort, based on the regulation of Civil Code and
background developed by the operators of law will be analyzed.
As a result of the analysis, the author proposes a solution view from another angle,
different from the proposal of the national law that is in favor of contractual liability, the
tort liability being applied in an unjustified departure from the talks, let him a coherent
sense to the decisions of the judges.
I. Introducción
Por otro lado, dentro del tercer capítulo se verá lo concerniente a las tratativas, es
decir, aspectos relativos a su concepto y en qué momento ocurren; de tal forma
que ello enlazará con el principio de la buena fe, la cual si bien está mencionada
en el artículo 1362° del Código Civil vigente, no está del todo configurada y
requiere de ciertas determinaciones. Cerrando dicho capítulo se analizará el
apartamiento injustificado de las tratativas, el cual para su relevancia dentro del
Derecho de Daños, tiene que estar vinculado con la libertad de contratar y el haber
generado una confianza razonable sobre la celebración del contrato.
Como punto de partida, para llevar a cabo el análisis, es necesario tener presente
definiciones de ciertas figuras jurídicas que guardan relación con la problemática
planteada, tal es el caso del contrato.
Asimismo, según la Teoría del Acto Jurídico los actos jurídicos se clasifican en
unilaterales y plurilaterales, en los primeros una sola parte es la que declara su
voluntad para producir efectos jurídicos deseados por el emisor mientras que en
los segundos confluyen dos o más manifestaciones de voluntad para generar los
efectos mencionados. Es así que de una lectura del artículo 1351° del Código
Civil, se puede afirmar que el contrato es un acto jurídico plurilateral (de por sí
bilateral).
En suma, una definición acertada del contrato para los fines del presente artículo
es la de Manuel de la Puente (Op. Cit.:38), para quien el contrato es: “La
declaración de voluntad común de dos o más partes que, por permitirlo el
ordenamiento jurídico, tiene por efecto crear, regular, modificar o extinguir entre
sí obligaciones lícitas de carácter patrimonial”.
Pues bien, las fases del contrato están constituidas por: la negociación (donde
encontramos a la oferta y la aceptación), la celebración y la ejecución; empero,
la celebración y la ejecución del contrato están inmersas en la etapa contractual
(cuando ya se ha perfeccionado el mismo) mientras que la negociación forma
parte de la etapa precontractual (cuando aún no es posible hablar de la existencia
de un contrato).
A todo esto, la oferta, según De la Puente (Op. Cit.: 480-481): “es una declaración
de voluntad mediante la cual el declarante propone al destinatario la celebración
de un determinado contrato. La finalidad de esta declaración es, pues, que
mediante la aceptación de la oferta se celebre el proyectado contrato”, En otras
palabras, la oferta consiste en una declaración de voluntad unilateral por parte del
oferente, a través de la cual le manifiesta al destinatario una propuesta, con
determinadas condiciones, para contratar con él.
Tal es así, que el perfeccionamiento del contrato está regulado en los artículos
1373° y 1374° del Código Civil, el primero dispone que: “El contrato queda
perfeccionado en el momento y lugar en que la aceptación es conocida por el
oferente”. Mientras que en el segundo se presume conocimiento del contrato con
la recepción del mismo al indicar que:
Por añadidura, en cuanto a lo necesarias que resultan ser las tratativas antes de
celebrar un contrato, Juan José Haro Seijas (2002:126) afirma lo siguiente:
A todo esto, conviene determinar cuál de los dos sentidos que tiene la buena
fe, subjetivo y objetivo, es el que debe seguirse para efectos de la aplicación
del artículo 1362° del Código Civil. En ese orden, Mario Castillo Freyre
(2012:118) señala que:
Es por ello, que el citado Chan Arellano (Op. Cit.: 56) indica que una de las
reglas básicas teniendo en cuenta a la buena fe en las tratativas es que:
“Se deben proteger las promesas efectuadas por las partes que ha generado
confianza razonable. Si bien es cierto que durante la etapa de las tratativas
no existe un contrato entre las partes, la conducta desarrollada por éstas sí
puede generar una confianza o expectativa razonable cuya falta de
cumplimiento puede producir daños”.
Una vez esclarecidas las nociones previas, ahora es turno de desarrollar el tema
central, el cual como ya se había anunciado, va dirigido a determinar el tipo de
responsabilidad (contractual o extracontractual) que ha de ser aplicado en la
interrupción injustificada e inoportuna de las tratativas. Es de notar, que el tema
materia de investigación es prioritario puesto que a partir de su desarrollo es
donde se pueden analizar los temas secundarios afines al mismo.
Como nexo a las subsiguientes ideas principales, Rómulo Morales Hervias (Op.
Cit.: 306) hace notar que cierto sector doctrinario nacional pretende una
unificación entre los dos tipos de responsabilidad. Aun así, el autor se adhiere a
la tesis de unicidad, que entre sus principales defensores tiene a Bustamante
Alsina (1997: 97-98), dicha tesis propone una concepción unitaria genérica
consistente en que si bien la responsabilidad civil es una sola también es cierto
que existen los dos regímenes de responsabilidad mencionados, los cuales como
se verá continuación presentan diferencias que hay que tener en cuenta.
Pues bien, el referenciado Morales Hervias citando León (Op. Cit.: 318) acerca
de la responsabilidad contractual dice que: “es la situación asumida por el deudor
ante el incumplimiento, a él imputable, de una obligación, es decir, ante la
inejecución o ejecución parcial o tardía de la prestación comprometida”; mientras
sobre la responsabilidad aquiliana menciona que: “es el sometimiento a la
sanción que el ordenamiento jurídico prevé contra los actos civiles, lesivos de los
intereses de las personas, y más específicamente, lesivos de la integridad de las
situaciones subjetivas protegidas erga omnes por el ordenamiento”.
- Daño que debe ser indemnizado: Acorde a los artículos 1321° y 1322° del
Código Civil, en la responsabilidad contractual, el daño emergente, el lucro
cesante y el daño moral deben ser indemnizados. En la responsabilidad
extracontractual es casi parecido ya que también se hace mención al daño
emergente, lucro cesante y el daño moral pero con la diferencia que se añade
el daño a la persona, esto según el artículo 1985° del mencionado cuerpo
legal.
Asimismo, se hace mención que la base legal es el artículo 1969° del Código
Civil, en virtud del cual: “Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro está
obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o culpa corresponde a
su autor”.
Por otro lado, el lector debe tener presente que el autor considera que en vez de
entrar en debates y análisis sobre las definiciones y la funcionalidad del daño
moral y el daño a la persona, considera pragmático dar una definición acorde a
los fines de este artículo sobre los mismos puesto que están contemplados en el
Código Civil.
En virtud del caso Hoffman vs. Red Owl Stores, el daño emergente para
Hoffman se da en el empobrecimiento al que llegó tras el dinero que gastó en las
tratativas que no pudo ser recuperado al no darse la celebración del contrato así
como el esfuerzo de desprenderse de su panadería. El lucro cesante se manifiesta
con el impedimento de que Hoffman se enriquezca legítimamente al no llegar a
celebrar el contrato que le hubiera permitido conseguir beneficios económicos
tras establecer la franquicia.
VI. Conclusiones
5. Durante las tratativas las partes pueden ejercer su libertad de contratar, la cual
en su acepción negativa implica el derecho a no contratar. Sin embargo, si
bien dicha libertad se encuentra reconocida constitucionalmente también se
encuentra limitada por la confianza razonable generada en la celebración de
un contrato.