Ensayo

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La violencia no es solo matar a

otro. Hay violencia cuando usamos una

palabra denigrante, cuando hacemos

gestos para despreciar a otra persona,

cuando obedecemos porque hay miedo.

La violencia es mucho más sutil, mucho

más profunda.

LA LUCHA
CONTRA LA
VIOLENCIA HACIA
LA MUJER EN EL
PERÚ
(Heridas Invisibles)

Ramos Poma Leydi Nikol


“AÑO DEL BICENTENARIO, DE LA CONSOLIDACIÓN DE NUESTRA INDEPENDENCIA, Y DE LA

CONMEMORACIÓN DE LAS HEROICAS BATALLAS DE JUNÍN Y AYACUCHO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE HUANCAVELICA

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ESCUELA PROFESIONAL DE ECONOMÍA

HERIDAS INVISIBLES: LA LUCHA

CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER

EN EL PERÚ

Cátedra : Metodología de Trabajo Universitario

Catedrático(a) : SILLO SILLO, ANGELA

Ciclo : II

Alumna : RAMOS POMA, Leydi Nikol

HUANCAVELICA-PERÚ

2024
HERIDAS INVISIBLES: LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA

MUJER EN EL PERÚ

La violencia contra la mujer en el Perú es un problema estructural que afecta a todas las

regiones, clases sociales y generaciones. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática

(INEI), más del 70% de las mujeres han sufrido violencia psicológica, física o sexual en algún

momento de sus vidas. Este flagelo no solo destruye vidas individuales, sino que también tiene

un impacto profundo en las familias, las comunidades y el país, perpetuando ciclos de

desigualdad y exclusión.

A pesar de los esfuerzos realizados en las últimas décadas, los avances han sido

insuficientes frente a la magnitud del problema. Es necesario reconocer que la erradicación de la

violencia hacia la mujer requiere un enfoque integral que contemple tres aspectos clave. Primero,

la educación debe ser una herramienta de prevención que fomente el respeto y la igualdad desde

la niñez. Segundo, el fortalecimiento de la justicia es crucial para proteger a las víctimas y

garantizar que los agresores enfrenten las consecuencias de sus actos. Finalmente, es

fundamental una transformación cultural que desafíe los estereotipos de género y promueva una

sociedad basada en la equidad.

Solo mediante la combinación de estos elementos podremos abordar las raíces profundas

de la violencia de género y garantizar un futuro más seguro y digno para todas las mujeres en el

Perú.

1. Educación como herramienta de prevención:

La educación es esencial para erradicar la violencia hacia la mujer, ya que enfrenta las

causas estructurales del problema: los prejuicios de género y las actitudes machistas. En

numerosas comunidades peruanas, las niñas crecen bajo un modelo de subordinación femenina,
mientras los niños son formados para dominar. Esto perpetúa patrones de desigualdad desde la

infancia.

Programas como "Escuelas sin Violencia" han demostrado que la enseñanza de valores

de respeto e igualdad desde la educación básica puede reducir actitudes violentas en los jóvenes.

Sin embargo, estas iniciativas carecen de cobertura nacional y recursos adecuados. Según el

Ministerio de Educación, solo un 15% de las escuelas han integrado el enfoque de género en sus

currículos. Además, los docentes requieren formación para abordar actitudes machistas en el

aula. Un estudio de UNICEF en 2023 reveló que el 40% de los maestros no se siente preparado

para tratar temas de género, lo que refleja una brecha crítica en el sistema educativo.

Finlandia es un claro ejemplo de un país muy reconocido por tener uno de los sistemas

educativos más inclusivos del mundo. El currículo escolar incorpora desde las primeras etapas

contenidos sobre igualdad de género, respeto mutuo y habilidades sociales, los estudios muestran

que la promoción de estos valores ha reducido significativamente la aceptación de conductas

violentas y ha mejorado las relaciones interpersonales entre estudiantes. Además de ello

Programas como KiVa, diseñados para prevenir el acoso escolar, también han reducido actitudes

sexistas y violentas al enseñar a los niños a intervenir cuando son testigos de maltratos.

La prevención de la violencia debe convertirse en un compromiso de toda la sociedad,

trascendiendo las aulas para tocar el corazón de los hogares y las comunidades. No basta con

enseñar a los niños valores como el respeto y la empatía en las escuelas; es necesario que estos

principios también sean vividos y reforzados por sus familias y su entorno cotidiano. Cada gesto

en casa, cada palabra de aliento y cada ejemplo de convivencia pacífica tiene el poder de

moldear una mentalidad que rechace la violencia y valore las relaciones igualitarias.
El hogar es más que un refugio; es el primer espacio donde los niños aprenden a entender

el mundo. Cuando los padres y cuidadores practican valores como la igualdad y la solidaridad,

los niños los asimilan como algo natural y los reflejan en sus interacciones. Al mismo tiempo, las

comunidades pueden ser motores de cambio al promover iniciativas que celebren la diversidad y

fortalezcan los lazos sociales. Espacios como bibliotecas, parques y centros comunitarios pueden

transformarse en escenarios donde se cultiven la tolerancia y la cooperación.

2. Fortalecimiento de la legislación y acceso a la justicia:

Aunque el Perú ha avanzado en la promulgación de leyes como la Ley N° 30364 para

prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres, su implementación es limitada. La falta de

recursos, la corrupción y la insensibilidad de algunos operadores de justicia alimentan un entorno

de impunidad que desanima a las mujeres a denunciar.

Según el Observatorio Nacional de la Violencia contra las Mujeres, más del 70% de las

denuncias no culminan en juicio. Las víctimas enfrentan procesos revictimizantes y, muchas

veces, el sistema judicial no actúa con la celeridad necesaria, perpetuando la desprotección.

Un ejemplo a seguir es el país de España que promulgo la ``Ley Integral contra la

Violencia de Género`` en el 2004. El cual es una ley que aborda la violencia de género de

manera integral, incluyendo medidas de prevención, protección y sanción. La ley creó juzgados

específicos de violencia contra la mujer, asegurando un tratamiento especializado de los casos.

Los resultados que se obtuvieron fueron la mejora del acceso a la justicia para las víctimas, y los

procesos judiciales son más rápidos y sensibles. También se implementaron programas de

protección para víctimas, reduciendo significativamente el riesgo de revictimización.


Para garantizar una justicia efectiva frente a la violencia de género, es fundamental que

los Centros de Emergencia Mujer (CEM) se conviertan en verdaderos espacios de apoyo y

protección para las víctimas. Estos centros, especialmente en zonas rurales, enfrentan desafíos

como la falta de recursos, personal capacitado y la lejanía de las comunidades, lo que dificulta el

acceso oportuno para muchas mujeres. Es indispensable fortalecer su infraestructura, garantizar

su funcionamiento continuo y dotarlos de equipos multidisciplinarios que incluyan psicólogos,

trabajadores sociales y abogados especializados en derechos humanos.

La capacitación de policías, fiscales y jueces en enfoque de género y derechos humanos

no solo es una necesidad, sino una obligación para asegurar que cada caso sea tratado con

sensibilidad, respeto y justicia. Muchas víctimas enfrentan revictimización en el sistema judicial

debido a prejuicios o desconocimiento de las particularidades de los casos de violencia de

género. Es crucial que estos actores entiendan el impacto emocional y psicológico que atraviesan

las víctimas, y que actúen con firmeza para proteger sus derechos, evitando dilaciones o

negligencias que puedan ponerlas en mayor peligro.

Impulsar la denuncia de casos de violencia implica crear un entorno de confianza y

seguridad para las víctimas. Esto incluye campañas de sensibilización en las comunidades,

asegurando que las mujeres sepan a dónde acudir y qué recursos están disponibles para ellas.

Pero no basta con promover la denuncia; es esencial ofrecer protección inmediata y efectiva para

evitar represalias. Esto puede incluir medidas como órdenes de alejamiento, refugios seguros y

redes de apoyo comunitario que brinden acompañamiento emocional y práctico.

3. Cambio cultural y sensibilización social:

El cambio cultural es crucial para erradicar la violencia hacia la mujer. En el Perú, las

normas sociales siguen justificando o minimizando las agresiones, perpetuando el machismo y


ciclos de abuso. Estas actitudes a menudo se disfrazan de "tradiciones" o "costumbres",

dificultando su cuestionamiento.

Movimientos como "Ni Una Menos" han jugado un papel vital en visibilizar la

problemática y generar espacios de diálogo. Sin embargo, el cambio de mentalidad colectiva

requiere campañas de sensibilización continuas y profundas. Estas deben desmontar creencias

dañinas, como la culpabilización de las víctimas o la idea de que los problemas de violencia

deben permanecer privados.

Un ejemplo a seguir es el país de Suecia que ha sido pionero en la implementación de

políticas de igualdad de género que no solo se centran en la legislación, sino también en la

educación y la sensibilización social. La política de igualdad de género en Suecia ha sido

adoptada de manera integral, desde el sistema educativo hasta el entorno laboral. La educación

sobre igualdad de género comienza desde la infancia, promoviendo valores como el respeto

mutuo, la cooperación y la no violencia. Además, se realizan campañas públicas para sensibilizar

a la población sobre el consentimiento, la violencia doméstica y las desigualdades de género.

Los medios de comunicación también desempeñan un papel clave en la construcción de

una sociedad más justa y equitativa. A través de sus mensajes, tienen el poder de influir en las

percepciones, actitudes y comportamientos de la población. Por ello, es fundamental que

promuevan contenidos que refuercen la igualdad de género, desmitifiquen los roles tradicionales

y eviten reproducir estereotipos que perpetúan la discriminación y la subordinación de las

mujeres.

Un informe de la Defensoría del Pueblo en 2023 señaló que el 60% de los programas

televisivos analizados reforzaban roles tradicionales que limitan la participación de las mujeres

en espacios de decisión y liderazgo. Estos datos reflejan la urgencia de revisar los contenidos
emitidos en los medios y trabajar en la creación de narrativas que valoren a las mujeres por su

capacidad, talento y diversidad, en lugar de encasillarlas en papeles subordinados o roles

exclusivamente asociados al cuidado del hogar.

La transformación cultural debe ser un esfuerzo conjunto que involucre al gobierno, la

sociedad civil y los medios de comunicación. Los gobiernos pueden implementar políticas

públicas que incentiven la producción de contenidos igualitarios y sancionen la difusión de

mensajes sexistas. Por su parte, la sociedad civil juega un rol crucial al exigir mayor

responsabilidad a los medios y promover espacios de diálogo sobre la igualdad de género.

Conclusión:

La violencia hacia la mujer en el Perú es una crisis que exige atención urgente y acciones

contundentes. La educación, el fortalecimiento de la justicia y el cambio cultural son tres pilares

fundamentales que, trabajando de manera conjunta, pueden transformar la realidad de millones

de mujeres.

Esta lucha no solo beneficia a las mujeres, sino que también contribuye al desarrollo de

una sociedad más equitativa y justa. Como ciudadanos, tenemos la responsabilidad de ser

agentes de cambio, desde cuestionar nuestras propias actitudes hasta exigir políticas públicas

efectivas.

Es tiempo de cerrar las heridas invisibles que la violencia ha dejado en nuestra sociedad y

construir un futuro donde cada mujer pueda vivir sin miedo, con dignidad y libertad. La

erradicación de la violencia no es un sueño inalcanzable; es una meta posible si trabajamos

unidos.
Referencias:

 Unesco. (2018, 17 abril). Igualdad de género a través de la escuela: proporcionar un entorno de

aprendizaje seguro e inclusivo - Unesco. https://gem-report-

2017.unesco.org/es/chapter/igualdad-de-genero-a-traves-de-la-escuela-proporcionar-un-entorno-

de-aprendizaje-seguro-e-inclusivo/

 Cifras Estadísticas de la Violencia de Género en el Perú. (s. f.). Informes y Publicaciones -

Ministerio Público Fiscalía de la Nación - Plataforma del Estado Peruano.

https://www.gob.pe/institucion/mpfn/informes-publicaciones/2803691-cifras-estadisticas-de-la-

violencia-de-genero-en-el-peru

 Vigésimo séptimo Informe anual 2023. (s. f.). Informes y Publicaciones - Defensoría del Pueblo -

Plataforma del Estado Peruano. https://www.gob.pe/institucion/defensoria/informes-

publicaciones/5625892-vigesimo-septimo-informe-anual-2023

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