Filosofía de la ciencia
Filosofía de la ciencia
Filosofía de la ciencia
CIENTÍFICO
Cómo analiza la filosofía el método científico
1 EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
La ciencia surgió cuando el ser humano descubrió que los fenómenos naturales podían entenderse,
ya que no eran producto del azar. En el siglo VI a. C. nació en Grecia una nueva forma de preguntarse
por la naturaleza: la búsqueda de la explicación racional. La ciencia y la filosofía surgieron de una
misma actitud crítica e indagadora frente a la realidad y, en un principio, eran disciplinas
indistinguibles. La ciencia no se independizó de la filosofía hasta la Revolución Científica (siglos XVI y
XVII), protagonizada por Copérnico (hipótesis heliocéntrica), Galileo (demostración de la hipótesis
heliocéntrica y matematización de la física), Kepler (descubrimiento de que la órbita que describen los
planetas en su movimiento no es circular, sino elíptica) y Newton (teoría de la gravitación universal).
a) Experimentación. Galileo sabía que algunas de sus hipótesis no eran observables, por lo que
sólo podía contrastarlas creando una situación ideal. El experimento permitía aislar el
fenómeno y estudiar sólo las variables consideradas decisivas. También fue el primero en usar
instrumentos, como los telescopios, para realizar sus investigaciones.
b) Matematización. Galileo estaba seguro de que la naturaleza obedece a unas regularidades
expresables matemáticamente. La física anterior estaba dominada por las cualidades ocultas.
La cuantificación, al aportar mayor precisión a las observaciones realizadas, permitió librarse
de la subjetividad y ambigüedad del lenguaje cotidiano.
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La ciencia debe protegerse de la ambigüedad y buscar la exactitud y el rigor. Por ello, ha creado un
lenguaje artificial para garantizar la objetividad y la precisión. Los miembros de la comunidad científica
conocen ese lenguaje y lo comparten sin cuestionarlo. Los componentes de la ciencia, que se expresan
mediante este lenguaje artificial, son:
a) Conceptos. Son los términos específicos de cada ciencia. Deben estar perfectamente definidos.
Por ejemplo, masa, fuerza, volumen, metro…
b) Leyes. Son los enunciados básicos del conocimiento científico. Por ejemplo, la ley de Boyle -
Mariotte: la presión de un gas es inversamente proporcional al volumen que ocupa.
c) Teorías. Conjunto de leyes interconectadas formando un sistema compacto, coherente y
sistemático. Por ejemplo, la teoría de la relatividad.
a) Usar conceptos que han sido definidos previamente de forma precisa. Por ejemplo, presión y
volumen.
b) Determinar de forma universal una regularidad de la naturaleza; esto es, explicar todos los
fenómenos de la misma clase.
a) Empíricas. El término procede del griego empeiría, que significa experiencia. Se ocupan de la
realidad, de los hechos y de sus relaciones. Tienen contenido empírico. Además, sus
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afirmaciones han de ser comprobadas recurriendo a la experiencia. Existen dos tipos de
ciencias empíricas:
1. Naturales. Se ocupan de la realidad natural. A este grupo pertenecen la física, la química,
la biología, la geología…
2. Sociales o humanas. Se ocupan de la realidad social y humana.
2 EL MÉTODO CIENTÍFICO
El método científico es el procedimiento que siguen los científicos para alcanzar el conocimiento. En
el desarrollo de la actividad científica se emplean distintas formas de argumentación, como la
deducción y la inducción. El método que actualmente define de forma más adecuada la actividad
científica es el método hipotético-deductivo.
Sin embargo, en realidad, el método deductivo no permite ampliar el conocimiento, pues se limita a
hacer explícita la información que ya estaba implícita en las premisas. Aunque se utiliza en todas las
ciencias, es empleado, sobre todo, en las formales. Por ejemplo: “Todos los hombres son seres vivos.
Einstein es un hombre. Einstein es un ser vivo”. El concepto de hombre incluye el hecho de que es un
ser vivo. Por tanto, se hace explícito algo que ya está implícito en el concepto de hombre. La
conclusión, decir que Einstein es un ser vivo, no amplía nuestro conocimiento. La deducción no nos
dice nada sobre la realidad, no nos demuestra que existe o existió Einstein, solo afirma que, si existió
y era un hombre, entonces era un ser vivo, cosa que ya estaba implícita en el concepto de hombre.
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1. Observación y posterior clasificación de hechos concretos. Por ejemplo, un astrónomo
observa una supernova, una explosión muy luminosa que constituye el punto final de la
existencia de una estrella. Posteriormente observa más casos de supernovas.
2. Generalización de leyes mediante la inducción. Siguiendo con el ejemplo, a partir de aquí, el
astrónomo realiza una generalización: todas las estrellas terminan su existencia con una
explosión y se convierten en supernovas.
3. Formulación de predicciones que confirmen la teoría. La predicción que se realiza en nuestro
ejemplo es: una estrella determinada que los astrónomos han observado que se halla en su
fase final, acabará explotando y se convertirá en supernova.
Si existen dos teorías en disputa para explicar los mismos fenómenos, los inductivistas argumentan
que puede diseñarse un experimento o realizarse una observación que haga decantarse por una u otra
opción de forma objetiva. El inductivismo defiende que los hechos preceden a las teorías: percibimos
los hechos y, a partir de ellos, elaboramos teorías. También defiende que los científicos pueden captar
los hechos mediante los sentidos de forma precisa y objetiva. Todo ello, a lo que se suma que la
inducción amplía el conocimiento, ocasionó que durante siglos se creyera que era el método adecuado
para la ciencia. Pero hay dos aspectos en ella que generan problemas:
a) No hay observación sin teoría: si el científico no partiera de una idea previa sobre a qué debe
prestar atención, la fase de recogida de datos se volvería inabordable. La observación nunca
es neutra, sino que el científico suele fijarse en los fenómenos que cree que van a demostrar
lo que intuye que ocurre. Así, la observación viene guiada por una idea o teoría previa.
b) La inducción no es formalmente válida: a partir de premisas verdaderas, la inducción nos
puede conducir a una conclusión falsa. Si, por definición, las afirmaciones generales se aplican
a una infinidad de casos, esto supone que nunca será posible comprobar todos los casos para
decidir si una teoría científica es realmente verdadera.
1. Definición del problema. Por ejemplo, los astrónomos Adams y Le Verrier descubrieron en el
siglo XIX que el planeta Urano no seguía la órbita prevista por las leyes de Newton.
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2. Formulación de hipótesis. Adams y Le Verrier supusieron la existencia de otro planeta en una
órbita más exterior que con su atracción produjera las irregularidades observadas.
3. Deducción de consecuencias. En el ejemplo que mostramos, si existiera tal planeta, debería
tener tal masa y encontrarse en tal punto del cielo, lo que debería ser observable.
4. Contrastación de la hipótesis: observación del espacio con un telescopio de mayor potencia.
5. Refutación de hipótesis. Si no se hubiera observado la presencia de ningún planeta en el lugar
y en el momento esperado, se hubiese rechazado la hipótesis y deberíamos comenzar el
proceso formulando una nueva hipótesis.
6. Confirmación de hipótesis. Si se cumplen las consecuencias previstas, la hipótesis queda
confirmada: "Se observa la presencia del supuesto planeta al que llamaron Neptuno,
quedando la hipótesis confirmada".
7. Obtención de resultados. Se formula una nueva ley o teoría o, como en el ejemplo, se confirma
una teoría existente: "Nuevo descubrimiento y confirmación de la teoría de la gravedad de
Newton".
La actividad científica está dirigida a producir un conocimiento seguro sobre la realidad. Pero… ¿qué
garantiza la fiabilidad del conocimiento científico, el lenguaje que emplea, su método? ¿Realmente es
tan fiable como creemos? Veremos en este apartado que la filosofía ha cuestionado la pretendida
objetividad de la ciencia.
Mientras la astronomía es considerada una ciencia, la astrología no lo es. ¿Por qué? ¿Qué diferencia
existe entre un conocimiento científico y otro que no lo es? Los filósofos han ofrecido diversas
respuestas. Dos de las más importantes son:
a) Verificacionismo. Esta posición es defendida por los filósofos, científicos y matemáticos del
Círculo de Viena, organismo fundado en 1921 por Moritz Schlick. Según estos pensadores, el
objetivo de la filosofía es determinar qué es ciencia y qué no lo es. Su doctrina es denominada
empirismo lógico, positivismo lógico o neopositivismo. Inspirados por Comte, defendieron
que para que una teoría sea considerada científica, ha de ser verificable empíricamente. A
pesar de sus inconvenientes, consideraban la inducción como el genuino método científico.
Por tanto, la ciencia debe partir de la observación, ya sea de la realidad o creando situaciones
artificiales, para llegar a la generalización expresada en leyes.
b) Falsacionismo. Esta posición fue la defendida por Karl Popper (1902-1994): para que una
teoría pueda considerarse científica ha de ser falsable, es decir, ha de exponerse a quedar
refutada. Según Popper, lo que caracteriza a la ciencia es su capacidad de realizar predicciones
arriesgadas, asumiendo el riesgo de que, si no sucede lo esperado, entonces la teoría queda
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falsada o refutada. Para Popper, la metafísica o la religión no son científicas según este
criterio, al no existir ninguna posible observación que las pudiera refutar. Por el contrario, por
ejemplo, la teoría de la relatividad de Einstein permitió hacer una predicción acerca de la
curvatura de la luz que debía observarse cuando tuviera lugar el eclipse de Sol del 29 de mayo
de 1919. Esta predicción se cumplió. Para el falsacionismo, que la predicción se cumpliera no
probaba que la teoría fuera cierta. Lo que Popper quería resaltar era la capacidad de la teoría
para formar predicciones arriesgadas y comprobables que, en el caso de haber fallado habrían
obligado a desestimar la teoría.
Según, Kuhn, podemos distinguir diferentes fases en el desarrollo histórico de la ciencia. Hay
momentos revolucionarios en que las ideas científicas son sustituidas por otras. La revolución
copernicana es un ejemplo de ello. Estas etapas revolucionarias están seguidas de largos periodos en
los que se desarrolla la “ciencia normal”. En estos periodos se despliega un paradigma científico, un
modelo explicativo compuesto por concepciones teóricas, valores y creencias compartidos por los
miembros de la comunidad científica. Así, el desarrollo científico se produciría de la siguiente forma:
Sin embargo, según Kuhn, los científicos no adoptan un paradigma por cuestiones exclusivamente
objetivas, sino que existen numerosos componentes de fe e irracionalidad en la ciencia. Además, los
paradigmas son, según Kuhn, inconmensurables, esto es, la verdad de una teoría que forma parte de
un paradigma científico no se puede valorar desde lo asumido por otro paradigma. Las teorías hay que
juzgarlas desde el propio paradigma. La inconmensurabilidad pone en cuestión el propio progreso
científico.
La crítica a la idea de progreso en ciencia será rechazada por Imre Lakatos, matemático y filósofo de
origen húngaro que trató de mejorar las posiciones de Popper, que califica de “falsacionismo
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ingenuo”. Lakatos propone un “falsacionismo sofisticado”: dado que las teorías científicas están en
relación y mutua dependencia las unas de las otras, cuando a partir de una de ellas elaboramos una
predicción y esta no se cumple, los científicos no descartan automáticamente la teoría en cuestión,
pues quizá el fallo esté en alguna de las que están en conexión con ella y se había dado por válida.
Lakatos defiende que las teorías constituyen programas de investigación científica (PIC) donde hay un
núcleo firme o duro (NF) que consiste en un conjunto de proposiciones que se dan por válidas y no se
cuestionan por mucho que puedan fallar determinadas predicciones. Envolviendo este núcleo firme
se halla un círculo protector (CP) que recoge todo el conjunto de hipótesis auxiliares que sí van a ser
modificadas, eliminadas o reemplazadas si las predicciones no se cumplen. De este modo, el núcleo
firme queda a salvo. Este procedimiento sirve para garantizar la estabilidad de la ciencia y, con ello,
asegurar su progreso.
Actualmente abundan los estudios de sociología de la ciencia. En esta disciplina destaca el británico
Steve Woolgar, quien cuestiona la objetividad de la ciencia. Según Woolgar, la ciencia no es una
actividad que se desarrolle al margen de la influencia del resto de instituciones de la sociedad. Las
convicciones ideológicas, los intereses económicos y las motivaciones de los gobiernos y las empresas
privadas que pagan los programas de investigación interfieren en la dirección que toma la ciencia, e
incluso en qué teorías obtienen reconocimiento y cuáles no. Esta interferencia ha existido siempre.
Los filósofos denominan cientificismo ingenuo a la idea, muy presente en buena parte de la sociedad,
de que la ciencia es un tipo de saber objetivo y moralmente neutro que va descubriendo cada vez más
verdades sobre la realidad, con la promesa implícita de que algún día la ciencia dará respuesta a todas
las preguntas, gracias a que aplica un método riguroso y eficaz que le permite demostrar todo lo que
afirma. Según el cientificismo ingenuo, el mundo es tal como nos lo representamos, y la ciencia nos
enseña cómo funciona.
El filósofo austríaco Paul Feyerabend (1924-1994) cuestionó el método científico. En su obra Contra el
método, Feyerabend defiende que no existe realmente un único método científico que sirva como
criterio para decidir qué es ciencia y qué no lo es. En las distintas ciencias se emplean distintos
métodos. Por ejemplo, en un laboratorio de química se puede repetir un experimento, pero no sucede
lo mismo en el caso de la psicología. Feyerabend alude a un anarquismo epistemológico y rechaza que
podamos hablar de reglas metodológicas universales.
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4 CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
Hacia mediados del siglo XX, la Escuela de Frankfurt propuso contraponer al uso de la razón
instrumental, que solo atiende a la rentabilidad económica según la lógica de la utilidad, el concepto
de racionalidad crítica, que valora la acción en la medida que contribuye a la mejora de las condiciones
de vida. Pensadores como Horkheimer o Adorno denuncian que la tecnología se basa en una razón
que solo tiene en cuenta los medios más eficaces para obtener ciertos fines, pero no la conveniencia
de estos fines.
5 LAS COSMOVISIONES
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1. Región sublunar: desde el centro del cosmos, donde está la Tierra, hasta la esfera de la
Luna. Está formada por los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego), cuyos
movimientos naturales son hacia arriba o hacia abajo.
2. Región supralunar: desde la esfera de la luna a la de las estrellas fijas. Está formada por
éter (quintaesencia). En esta región sólo existe el movimiento circular, uniforme y eterno.
a) Epiciclos. Son las órbitas en las que giran los planetas y sirven para explicar sus variaciones de
velocidad y dirección.
c) Ecuante. Es el punto, distinto de la Tierra y del centro del deferente, respecto del cual el
movimiento del planeta permanece constante a lo largo de su trayectoria.
El modelo de universo propuesto por Ptolomeo constituye la más grande obra de astronomía de la
Antigüedad, y sus conclusiones fueron aceptadas y constituyeron la base de las investigaciones
astronómicas durante mil cuatrocientos años. La física aristotélica y la astronomía ptolemaica
dominaron la ciencia europea hasta que comenzaron a detectarse anomalías que prepararon el
terreno para la revolución que se produjo en la física y la astronomía con la llegada del Renacimiento.
5.4.1 COPÉRNICO
En 1543 se publicó el libro de Copérnico Sobre la revolución de los orbes celestes. Esta obra presentaba
un modelo del universo con el Sol estático en el centro. Alrededor del Sol giraban los planetas
describiendo órbitas circulares. El universo copernicano estaba encerrado por las estrellas fijas. La
Luna giraba alrededor de la Tierra en un ciclo de 28 días. La Tierra realizaba tres movimientos:
rotación, traslación y oscilación de su inclinación.
5.4.2 KEPLER
Fue el primero en dar prioridad a la observación. Gracias a esto, logró acabar con el llamado “hechizo
de la circularidad”. Hasta entonces, se daba por hecho que los planetas giraban describiendo órbitas
circulares, y se intentaba que los modelos astronómicos se adaptasen a ese prejuicio. Sin embargo, la
observación mostraba que el movimiento de los planetas no era circular, pues unas veces se veían
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más cerca del observador y otras más lejos. Kepler desarrollo tres leyes, la primera de las cuales
establecía que los planetas no se mueven describiendo órbitas circulares, sino elípticas, lo que hacía
innecesario el complejo sistema ptolemaico de epiciclos y deferentes.
5.4.3 GALILEO
Proporcionó un soporte físico a la astronomía copernicana. Según Galileo, la investigación debe
limitarse a lo comprobable mediante la experiencia. Solo deben ser tomadas en consideración las
propiedades que puedan tratarse matemáticamente. Además, Galileo diseñó y perfeccionó
instrumentos útiles para mejorar las observaciones, como el telescopio. Con todo ello, puso fin a la
física aristotélica y allanó el camino a Newton.
a) Termodinámica. Se opone al principio de la física clásica según el cual todos los procesos
físicos son reversibles.
b) Óptica. Diversos experimentos mostraban que la luz se comportaba como una onda, mientras
que otros parecían dar la razón a Newton, que defendía que se comporta como una partícula.
c) Electricidad y magnetismo. Maxwell sostuvo que la fuerza actúa en una dirección distinta a la
recta, contradiciendo así la tesis de Newton que establecía que las fuerzas siempre actúan en
línea recta.
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La acumulación de anomalías acabó provocando que se propusieran concepciones alternativas. Tres
modelos sustituyeron al de la física clásica: la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica y la teoría
del caos.
b) La luz se propaga en el vacío a una velocidad que es constante e independiente del estado en
que se encuentra el cuerpo que la emite.
En 1919, Einstein propone su teoría de la relatividad general, que incluye la anterior y añade el campo
gravitatorio como factor para tener en cuenta. La gravedad es un efecto de la forma curvada del
espacio-tiempo.
a) Teoría del caos. Propuesta por el matemático estadounidense Edward Lorenz: en un sistema
físico, cualquier pequeña variación puede ocasionar enormes cambios. Es el llamado “efecto
mariposa”.
b) Teoría del Big Bang. El universo no es estático, sino que se expande ininterrumpidamente.
Retrocediendo en el tiempo, hubo un momento en que toda la materia del universo estuvo
concentrada en un punto de una densidad inimaginable.
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