Cañas

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Revista Comunicación. Volumen 19, año 31, Edición Especial, 2010 (pp.

5-16)

Mora y Cañas:
su vida y destino1
Rafael Obregón Loría

Obregón Loría, Rafael.


Resumen Mora y Cañas: su vida y destino.
Comunicación, 2010.
Se resaltan los vínculos entre Juan Rafael Mora Porras y José María Cañas año/vol. 19, EDICIÓN ESPECIAL.
Instituto Tecnológico de Costa Rica. pp. 5-16
Escamilla, tanto en sus relaciones familiares y comerciales como en su con- ISSN Impresa 0379-3974/ e-ISNN 0379-3974
dición de máximos líderes de la Campaña Nacional contra el ejército filibuste-
ro. Además, víctimas de los mismos enemigos políticos, morirían fusilados en
Puntarenas, Costa Rica, en 1860.

Abstract
Mora and Cañas: their Life and Destiny
Rafael Obregón Loría

This article establishes bonds between Juan Rafael Mora Porras and José María
Cañas Escamilla, in as many family and commercial relations as in their condi-
tion of political leaders of the “Campaña Nacional” (National Campaign) against
the filibuster army. Furthermore, dual victims of the same political adversaries,
they would be executed in Puntarenas Costa Rica, in 1860.

Muy complacido he aceptado la dadanos se olvidan propiamente


invitación de conversar sobre un de su patria y aspiran a llegar a las
tema tan extraordinario y de tanto cumbres por vanidad personal o por
sentido cívico como el relaciona- interés personal, pero ya se les ha
do con Mora y Cañas. Casi no hay ido de la mente a muchos lo que la
necesidad de decir los nombres de patria significa.
ellos. Con sólo decir Mora y Cañas
ya sabemos todos que se trata de las Y, cabalmente, es bueno recor-
más grandes figuras de la historia dar a estos hombres como el ge- Palabras clave:
costarricense. neral José María Cañas y don Juan Juan Rafael Mora, José María Cañas, Moín,
Rafael Mora para tener un modelo café, Campaña Nacional, filibusterismo,
Estos temas de historia deberían de cómo deben ser los ciudadanos, William Walker, José María Montealegre,
Puntarenas, Costa Rica.
divulgarse con frecuencia, porque pues en ellos, sobre sus propios in-
sirven para que nosotros vayamos tereses, conveniencias y afectos, es-
Key words:
queriendo más a nuestra patria. Lo taba siempre el cariño inmenso a la
Juan Rafael Mora, José María Cañas, Moin,
que hace falta en Costa Rica, lo que patria. coffee, National Campaign, filibusterism,
ha decaído notablemente en los úl- William Walker, José María Montealegre,
timos tiempos, es el sentido cívico El tema de Mora y Cañas es su- Puntarenas, Costa Rica.
de todas las cosas. Ya muchos ciu- mamente amplio. Porque sería ne-

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Mora y Cañas: su vida y destino

cesario hablar primero de uno y después del otro. Sin ros antecedentes, de una elevada posición social, que se
embargo, pues..., yo voy a ser tan audaz que voy a hablar llamaba doña Inés Escamilla. Esta señora era la viuda de
de los dos, aunque sea así, por encima. don Juan José de Cañas y Óselo, español dice la partida,
quien, desgraciadamente, había enviudado de manera
Yo creo que, aunque muy difícil, por otro lado la con- muy prematura; no le duró mucho el matrimonio. Quedó
versación se puede facilitar porque son dos hombres tan viuda muy joven, con una niña nada más, llamada Fran-
íntimamente unidos, que bien podemos intentar mencio- cisca Cañas Escamilla.
narlos a los dos, uno al lado del otro; porque así vivieron
y así murieron. Doña Inés era la dama distinguida y respetada en Su-
chitoto. Sucedió que un día de tantos, exactamente el 23
Una amistad íntima, admirable, ejemplar. Desde que de setiembre de 1809, a las puertas de su casa apareció
Cañas llegó a nuestro país estuvo unido con Mora y no un niño que habían colocado allí, con una tarjeta que
diremos que solo la muerte los separó, porque más bien decía que no estaba bautizado y que era noble. Al día
los unió más íntimamente, y, desaparecidos ellos de este siguiente ella llevó al niño a bautizar a la iglesia de Su-
mundo terrenal, todos los costarricenses siguen mencio- chitoto.
nando a Mora y a Cañas, y continuarán citándolos mien-
tras Costa Rica exista. El párroco era el presbítero don José Marcelo Avilés. Le
impuso los óleos, lo bautizó José María y redactó el acta
de bautismo, en la que se lee: “Suchitoto y setiembre 24
JOSÉ MARÍA CAÑAS ESCAMILLA de 1809, yo don José Marcelo Avilés, cura propio de este
beneficiado, bauticé solemnemente a José María, que na-
Del primero que voy a decir algunas cosas es de Cañas,
ció ayer expuesto a las puertas de doña Inés Escamilla con
unos pocos años mayor que don Juan Rafael, unos cinco
cédula que decía no estar bautizado y que era noble. Fue
años no completos.
su madrina la misma doña Inés a quien advertí la obliga-
ción y parentesco y lo firmo. José Marcelo Avilés”.

De manera que la señora Escamilla se entusiasmó con


el niño y le dio su inmenso cariño. Resultó que ese niño
era hijo de su única hija, Francisca. Pero ella también
tendría otros hijos, naturales todos; tenemos una cons-
tancia suscrita por don Rafael Cañas Mora, publicada en
la Revista de los Archivos Nacionales de Costa Rica, que
dice: “El padre de toda esta familia de doña Francisca
Cañas Escamilla fue el cura de Suchitoto, presbítero José
Marcelo Avilés”; don Rafael era hijo del general Cañas
y sobrino del patricio don Juan Rafael, y un hombre de
vida rectilínea, de trabajo y de servicio al país, que llegó
a ocupar puestos también de responsabilidad a la par de
sus labores muy personales.

Tal vez a alguien le sorprenda que un sacerdote pudie-


ra tener una familia, pero esto fue frecuente en aquellos
tiempos y, por cierto, algo que distinguió a algunas de
esas familias de sacerdotes fue que se produjeron hijos
notabilísimos. Tenemos como ejemplos al destacado
presbítero Francisco Calvo, hijo del padre Juan de los
Santos Madriz, una gran figura de la iglesia costarricense;
también, hijo del padre Luis Soto, franciscano de Carta-
go, don Florencio del Castillo, que luego fue sacerdote
eminente y famoso por sus actuaciones hasta en las Cor-
tes de Cádiz, donde representaba a nuestra tierra.

Don José María Cañas tuvo varios hermanos, que se


El general José María Cañas Escamilla. llamaron Francisco, Josefa, Manuel, Ana María, Eduviges,
Fuente: Colección Fernando Leitón Ángela y Joaquín. Sus primeros años los pasó en Suchito-
to; después se trasladó al centro de El Salvador y comen-
Con respecto a Cañas, les diré que en un pueblo de El zó ya su vida activa, pública y política.
Salvador llamado Suchitoto vivía una dama de muy cla-

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Era corriente en aquella época que los hombres, o mu- Se embarcan rumbo al sur. No saben adónde van a ir; a
chos hombres, prestaran sus servicios en el campo mi- algún lugar que les abra las puertas. En abril de 1840 esa
litar. Y a muchos jóvenes les llamaba la atención esto. goleta llega a Puntarenas. Gobierna Costa Rica un gran
Lo que pasa es que en Centro América había grandes hombre, que se llamó Braulio Carrillo, eminente, a quien
conmociones políticas. Había revoluciones, conspira- Costa Rica le debe mucho. Este no ve con simpatía la po-
ciones, golpes de Estado, derrocamientos de gobiernos lítica del gobierno unionista de Morazán, pues considera
continuamente, y guerras entre los estados centroameri- que la Federación ha fallado en todo, que la República
canos. Algunos países no tenían ejércitos bien organiza- Federal ha sido un desastre y que la situación de esta re-
dos. Guatemala tenía un ejército y El Salvador tenía otro. pública había decaído en la anarquía. Carrillo no quiere
Cañas entró muy joven a servir al ejército, y se encariñó que estas gentes entren y se queden en Costa Rica.
con esas lides. Pasó ahí bastante tiempo y tomó parte en
muchas acciones. En los Archivos Nacionales está la lista de las personas
que venían en la goleta Izalco, así como la firma de Ca-
Cañas fue unionista; era una tesis en boga en ese mo- rrillo, por la cual les niega la entrada a Costa Rica. Pero
mento en Centro América. Vivía para entonces el hondu- Carrillo hace una excepción, y dice: no pueden entrar ni
reño Francisco Morazán, que propulsaba esa idea y que mantenerse en este país, y tienen que irse ya Morazán y
llegó a ser el jefe del gran partido unionista centroameri- el ministro Manuel Irungaray y Vigil, y sigue dando nom-
cano. Y Cañas no solamente fue adherente, colaborador bres. A estos no los admite de ninguna manera. Admite
suyo, sino que llegó a ser amigo... y muy estimado del un grupo por si quiere estar por breve tiempo para que
general Morazán. Más tarde, tenemos al general Cañas busquen nuevos horizontes y se vayan. Y Carrillo hace
como actor en varios sucesos de carácter centroamerica- tres excepciones, apenas tres entre 36 personas: permi-
no antes de venir a nuestro país. tió que se quedaran en Costa Rica General Carlos Sala-
zar, que había sido Jefe del Estado de El Salvador, quien
Pero a estas grandes figuras, como Morazán, a los gran- permanecería en nuestro país hasta su muerte, años más
des líderes y caudillos, no los ve siempre la suerte con los tarde; así como don Felipe Molina, ciudadano guatemal-
mismos ojos. Tienen épocas de gran apogeo, de grandes teco que después le va a servir mucho a la República,
triunfos y luego épocas en que la vida los golpea duro. representándonos en Europa y los EE.UU.; y también le
Eso le pasó a él. permitió quedarse al capitán José María Cañas. Las ra-
zones no las conocemos, pero no son de aquel grupo
El poder de Morazán terminó en Guatemala en 1838, que iba buscando una tierra dónde quedarse. Los demás
cuando ocupaba por segunda vez la presidencia de Cen- siguieron rumbo al sur y van a dar a la ciudad de David,
tro América y fue derrocado por las fuerzas que enca- que pertenecía a la república de Nueva Granada, porque
bezaba don Rafael Carrera. Allí cayó el gobierno liberal Panamá era simplemente una provincia de Colombia,
de Guatemala, que permanecería en el suelo por años: que llevaba ese nombre.
porque no podrá recuperar otra vez el poder hasta 1871,
cuando triunfa la revolución de Miguel García Granados De manera que tenemos aquí, a partir de abril de 1840,
y Justo Rufino Barrios. Entonces, Morazán tuvo que sa- a Cañas, que se relaciona con el gobierno de Carrillo. A
lir huyendo de Guatemala. Casi lo fusila Carrera, que lo este, que le debemos mucho, se le presentaba un proble-
buscaba... con gran interés. ma serio; nosotros tenemos un puerto, podemos decir
insignificante, como el puerto de Moín, que era un case-
En su huida, llega el general llega a El Salvador. Allí lo río muy pequeño, con unos cuantos ranchos pajizos, a la
reciben sus amigos. El partido unionista es fuerte en El orilla del mar; ese era nuestro puerto en la zona atlántica,
Salvador, aclaman a Morazán y lo nombran Jefe de Esta- nuestro principal puerto. Allí el gobierno destacaba una
do. Organiza su gobierno y su ejército con sus amigos, autoridad militar siempre. Cambiaban las autoridades
pero la suerte no lo va a favorecer y es entonces cuando militares. Pasaron por ahí varias. Pero en este momento,
los ejércitos guatemaltecos deciden invadir y se le levanta en 1841, Carrillo necesitaba un hombre especial, porque
una parte del pueblo a Morazán. había un grave peligro. En la zona atlántica de Nicaragua
se había desarrollado un pueblo llamado “de los moscos”
Este tiene que huir de El Salvador y se embarca en una
o zambos mosquitos, que eran descendientes de indios
goleta llamada Izalco, pero no se embarca solo: con Mo-
cruzados con negros; era un pueblo indómito, muy difícil
razán lo hacen los hombres que han formado su gobierno
de manejar, muy revoltoso, muy molesto en todo senti-
y los que han dirigido su ejército. Allí viajan los generales
do.
de Morazán y sus ministros y entre ellos viene un capitán
joven que se llama José María Cañas, persona ya muy Pues, como había intereses tanto de los EE.UU. como
conocida y a quien Morazán y los generales Gerardo Ba- de Inglaterra sobre Nicaragua, con el proyecto de la
rrios –que fue íntimo amigo de Cañas–, y Trinidad Caba- construcción de un canal –que era una idea muy anti-
ñas y otros hombres de gran renombre, estiman mucho. gua–, que se lo disputaban estas dos grandes potencias,
entonces las autoridades de Jamaica, que pertenecía des-

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Mora y Cañas: su vida y destino

de esos tiempos a Inglaterra, escogieron un indio en el superior, con gentes tratables, más distinguidas y no lejos
reino mosquitio, lo coronaron y lo hicieron rey, y enton- de la capital.
ces Inglaterra nombró un cónsul ante el rey de la Mos-
quitia. Este cónsul manejaba la Mosquitia y a su gobier- Cañas empieza a viajar a la capital. Tenía una persona-
no, e hizo públicas las pretensiones que ese reino tenía lidad tan notable, que se conectó en San José con las per-
sobre toda la costa atlántica de Centro América, y sobre sonas de mayor influencia política, económica y social,
todo la de Costa Rica. Este gobierno mosquitio exigió que una de las cuales fue don Juan Rafael Mora. Desde que se
nuestro gobierno le pagara tributos. Por temor, en alguna conocieron, se comprendieron, y mantendrían una amis-
oportunidad se le pagaron tributos, pero Carrillo no era tad íntima y ejemplar. En uno de sus viajes él visita la
de los que se dejaba manejar por un indio coronado; y casa de don Juan Rafael y allí comienza su noviazgo con
entonces se negó a que se pagaran más tributos. Claro su hermana Guadalupe, a quien llamaban Lupita.
que el rey mosquito hizo un escándalo y amenazó di-
ciendo que el aliado del reino mosquito era el reino de Cañas era una persona muy sociable. Se siente solo,
la Gran Bretaña. porque aquí no tiene familia; posteriormente vinieron
dos hermanos y un cuñado, pero esto sería más tarde.
Famosa es la respuesta de Carrillo, quien se dirigió en- Aunque estaba solo, la gente lo apreciaba mucho, por-
tonces al superintendente de la colonia inglesa de Belice, que caía bien a todo el mundo por su don de gentes y
don Alexander McDonald, que era una autoridad que in- su conversación interesante, además de ser sumamente
fluía sobre el gobierno mosquitio, en la que le contestó simpático, bondadoso y generoso, lo cual aumentó en
una carta que este comisionado, agregándose a las pre- mucho el número de sus relaciones.
tensiones del gobierno de Mosquitia, le había enviado
al presidente de Costa Rica y en la que le dijo a Carrillo Se enamoró de Lupita Mora y decidió casarse, contra-
que tuviera cuidado con el gobierno del reino mosquito yendo nupcias el 6 de diciembre de 1843. Fundó una
porque el gobierno de la Gran Bretaña era su aliado. familia muy notable, procreando a Francisco, Mercedes,
Rosalía, Elena, José María, Ángela, Ana María, Rafael,
Carrillo le contestó diciendo que C­­­­osta Rica no preten- Juan José y Adela. Así se completaba su felicidad, con
día apropiarse ni ocupar un territorio ajeno, sino tan solo seres muy queridos que viven con él, además de sus ami-
conservar lo suyo; que esta era la primera noticia cierta gos, entre los que sobresalía don Juan Rafael. Otra her-
que tenía de la alianza de sus majestades británicas y mana de este, Ana María, estaba casada con el Dr. José
la mosquitia, porque aun cuando así lo habían dicho ya María Montealegre, quien era un capitalista, una figura
personas interesadas en la costa de Moín, no podía con- notable en el campo económico del país y quien va a ser
cebirse que la dignidad de la reina de la Gran Bretaña se en esa época gran amigo de Cañas.
prestara a tratar con un pueblo sin relaciones políticas,
sin prestigio ni poder; que, tal vez, lo había tomado el Don Juan Rafael va a casar años más tarde, en 1847.
gobierno bajo su protección para salvarlo de la barbarie Él, que era una persona muy ordenada, apenas ha con-
y hacerlo útil a sí mismo y a los demás, más no para traído matrimonio, redacta un testamento, en el que se
despojar a Costa Rica y a los estados vecinos; porque si percibe su gran cariño, aprecio y amistad hacia Cañas.
lo primero era digno de una gran nación, lo segundo iría En el punto cuarto, en la cláusula cuarta del testamento,
en mengua de su fama y de la real magnanimidad de su dice que nombra a su esposa como tutora legítima de los
soberana. hijos que puedan tener, y agrega: “Y usando el derecho
que me confiere la ley le nombro por asociado al señor
El historiador don Ricardo Fernández Guardia dice: “La José María Cañas, mi hermano político, comerciante, hijo
respuesta era digna de Carrillo, y no es remoto que abo- del Estado del Salvador”. Asimismo, en la cláusula 13
chornara a los funcionarios ingleses que la leyeron”. Y, dice: “nombro por mi albacea a mi ya dicha esposa Inés
como Carrillo no solía hablar en vano, mandó una guar- Aguilar y en su falta al señor don José María Cañas, mi
nición a Moín a las órdenes del capitán Cañas, quien lle- hermano político”.
vaba instrucciones terminantes de repeler con las armas
cualquier agresión de los mosquitos o de los ingleses. Y Y recordemos que don Juan Rafael tenía otros herma-
por un momento se creyó que el conflicto era inevitable. nos y cuñados, que también estimaba mucho, pero entre
todos escoge a Cañas, porque la amistad entre ellos fue
Allí, en Moín, Cañas permanecería cerca de tres lar- íntima desde el primer momento. Realmente, pues, no se
gos años, viniendo al interior del país muy pocas veces. veían como cuñados, sino como verdaderos hermanos.
En un sitio inhóspito y peligroso, donde eran endémicas
la fiebre amarilla, la fiebre de aguas negras y las fiebres De Cartago, en 1844 Cañas es trasladado al cargo de
violentas, pasó él tan largo tiempo y, afortunadamente, se administrador en la Aduana de Puntarenas. Allí comien-
salvó de esos peligros. Después de servir al país en esa za sus actividades, pero realmente él ve que el estímulo
zona, es trasladado a Cartago, un lugar bueno, de clima es poco. Gana 50 pesos menos y tiene molestias, pues
hay gente que reclama ahí cosas de la Aduana. Decide

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renunciar, pero el gobierno se niega a aceptarle la re- Así que las actividades de Cañas fueron múltiples. Se
nuncia. Esta renuncia la presenta tres veces, hasta que al distinguió, pues, como un hombre de empresa de gran
fin el gobierno se la acepta, y entonces Cañas se dice a inteligencia y mucho espíritu de servicio, por lo que el
sí mismo: “Me quedo en Puntarenas, que es un campo gobierno quiere atraerlo hacia San José. Lo insta mucho.
interesante para los negocios, y voy a dedicarme a los
negocios personales”. Al final del segundo gobierno de don José María Alfa-
ro, acepta por un tiempo el cargo de Intendente General
Allí instala un comercio de abarrotes y telas, y también del Estado. En ese gobierno, el Ministro General –el que
obtiene la representación de una casa extranjera de li- manejaba todo– era un joven político llamado José María
cores finos, que él va a distribuir. Se asocia en negocios Castro Madriz, y este se hizo íntimo de Cañas y de don
de exportación de café con su cuñado Juan Rafael y su Juan Rafael Mora, y ellos le correspondieron en sus afec-
concuño José María, así como con su hermano Manuel, tos. Durante un tiempo fueron íntimos amigos.
porque al año se intensifica más la exportación de café
a Europa, que es un mercado importantísimo que se ha Desgraciadamente, la política nuestra es tan apasiona-
abierto. El principal exportador durante un tiempo fue da que, así como une hombres, también los separa, por lo
don Juan Rafael. El único camino bueno, transitable, era que unos años más tarde van a ser adversarios políticos.
de San José a Puntarenas, de manera que el café había que Pero en ese momento son tan íntimos, y el Dr. Castro
embarcarlo todo en Puntarenas. Cañas estaba situado en aprecia tanto a Cañas, que él fue el que insistió en que
un lugar estratégico y, además de ser muy apreciado por desempeñara el cargo de Intendente.
la gente local, conocía muy bien el ambiente del puerto
y ya tenía intereses allí. Sus dos parientes prácticamente Luego Castro llega a la presidencia del Estado –que
lo hicieron socio en sus negocios de exportación de café. después va a ser presidencia de la República–, y Cañas va
Montealegre establece en Puntarenas una empresa en so- a ser un colaborador muy importante; lo nombra Minis-
ciedad con él, llamada la Casa Cañas y Montealegre, que tro de Hacienda y Guerra. Le encarga una gestión diplo-
va a funcionar allí durante un tiempo, y que no se dedica mática importantísima para la época, porque en octubre
solamente a la exportación de café, sino que también trae y noviembre de 1848 se pusieron tan difíciles las relacio-
productos del exterior. nes entre Costa Rica y Nicaragua que había amenaza de
guerra.
Pero Cañas es un exportador múltiple. No descansa
un momento. Aprovecha todo el tiempo; es hombre de El gobierno de Costa Rica estaba muy preocupado y
iniciativa. No le bastan los grandes negocios en que está se sospechaba que el gobierno de Nicaragua iba a so-
involucrado en exportación de café con sus familiares y licitar la ayuda al de El Salvador. Ante esto, Castro ideó
su casa de comercio, sino que compra un terreno al otro algo muy original y especial, que fue exhumar los huesos
lado del golfo de Nicoya y forma una hacienda que va de Morazán, que había sido fusilado y enterrado en Cos-
a ser muy importante, llamada Hacienda Lepanto, en la ta Rica, y enviar esos restos a El Salvador. Pero, ¿quién
cual tendrá principalmente caña de azúcar, plátanos y iba a llevarlos? Tenía que ser una persona que conociera
madera. Se convertirá en uno de los agricultores y empre- muy bien a todas las gentes de esos lugares. Por tanto,
sarios de Costa Rica que por primera vez traen maquina- Cañas fue nombrado Ministro Plenipotenciario y fue en
ria para meterla en una finca. 1849 a llevar los restos del caudillo unionista, que tan-
to admiraban en El Salvador. Él los entregó allá, con lo
Y, no contento con esas cosas, compra un barco de que ganó muchas simpatías y comprometió al gobierno
vela que llama El Chambón, y decide que ese barco vi- de El Salvador, que ya desde ese momento dijo que no
site los puertos centroamericanos; va a estar subiendo, ayudaría a Nicaragua en su intento contra Costa Rica.
yendo al norte, y bajando al sur, continuamente. Hizo Después Cañas visita Guatemala, con el mismo cargo de
continuos viajes. Las gentes de los puertos de El Realejo, Ministro Plenipotenciario, y finalmente hace un viaje a
La Libertad, La Unión y San José de Guatemala se fueron Honduras.
haciendo amigas de Cañas. Después el barco fue mane-
jado por su hermano Joaquín, que era el capitán; este Cuando Castro cae, el 16 de noviembre de 1849, Ca-
estuvo en eso una larga temporada, pero después se hace ñas aún funge como Ministro de Hacienda y Guerra. Su
sacerdote y se radica en El Salvador. sucesor es don Juan Rafael Mora, por lo que Cañas con-
tinúa en su puesto, pero a mediados de 1850, su cuñado
En El Chambón viajaron los estudiantes costarricenses decide que Cañas debe volver a Puntarenas, donde lo
que fueron a estudiar Derecho a Guatemala, y en él tam- nombra Gobernador y Comandante de Puerto.
bién regresaron. Entre ellos figuraban don Julián Volio,
don Juan José Ulloa, don José Antonio Pinto y don Ani- Allí realizaría una labor destacadísima: el hospital lo-
ceto Esquivel. También en ese barco vino al país el Dr. cal fue fundado por él, el faro que distinguía el puerto
Lorenzo Montúfar, exilado político de Guatemala. fue levantado por gestiones suyas, arregló las calles e
impulsó con vigor el progreso de Puntarenas. Los locales

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Mora y Cañas: su vida y destino

quisieron a Cañas como a ninguno y, estando él presen-


te, le levantaron un monumento en la plaza central, que
era un obelisco de madera al cual le pusieron una gran
leyenda en su honor; se cuenta con un dibujo de dicho
monumento gracias a un viajero extranjero que llegó al
país e hizo un relato interesante al respecto.

Cañas estará allí hasta 1855, cuando viene la amenaza


filibustera y don Juan Rafael lo nombra Comandante del
Departamento de Moracia, que era el nombre que tenía
Guanacaste entonces. Don Juan Rafael, con esa intuición
que le fue característica, preveía que sobrevendría una
gran tragedia próximamente y por ello quería tener a Ca-
ñas en Guanacaste para sacar de allí tropas en el momen-
to que se necesitara.

JUAN RAFAEL MORA PORRAS

Ahora me referiré a don Juan Rafael, para vincular a


ambos. Él era de San José, nacido el 8 de febrero de 1814.
Hijo de don Camilo Mora y doña Ana Benita Porras, fue
llevado a la pila de bautismo por don José Rafael de Ga-
llegos y su primera esposa, doña Teresa Ramó, de manera
que su padrino fue nuestro segundo Jefe de Estado.

Don Juan Rafael era el hermano mayor de una familia


más o menos numerosa. Había dos varones más, Miguel
y José Joaquín, más seis mujeres: Ana María, Heliodora,
Rosa, Guadalupe, Virginia y Juana. Como hijo mayor, se
hace muy responsable desde que es adolescente. Es el
principal colaborador de su padre, quien es comerciante El presidente Juan Rafael Mora Porras.
y agricultor, y está metido en empresas grandes. Se con- Óleo sobre tela de Gonzalo Morales (padre).
vierte en su mano derecha. Fuente: La Tribuna (1929).

Muere la madre en 1833 y tres años más tarde don


con una garantía de don José Rafael Gallegos. Trabaja en
Camilo. Se encuentra entonces la familia huérfana, y don
la tienda, en el comercio, en la calle, toma su caballo y se
Juan Rafael con grandes responsabilidades. Una de sus
va para Pavas para levantar la finca, dirigir los peones, en
características es el cariño a su familia. Generoso con
fin, a levantar la hacienda. La suerte lo ayuda, y entonces
toda la gente, lo era más con sus hermanos. Se convierte
va formando su capital, que va creciendo gracias a su
en el segundo padre de sus hermanos y hermanas, quie-
propio esfuerzo. No solo paga las deudas, sino que man-
nes lo llegan a venerar, porque veían en él al padre que
tiene a toda la familia y luego forma su capital, que más
habían perdido.
adelante sería uno de los más fuertes en Costa Rica.
Decide entonces trabajar intensamente para mantener
Una hermana de él quedó viuda muy jovencita, y él
su familia, que ha quedado en pésima condición econó-
adopta a sus tres hijos, Manuel, David y Dorila Argüello,
mica. A los comerciantes y empresarios les sucede que
quienes se convertirán en hijos suyos. En medio de todas
tienen épocas difíciles. En el momento en que don Cami-
esas responsabilidades, se mantiene soltero, porque él
lo enfermó, su situación económica era mala, de manera
dice que no puede casarse, pues tiene enormes deberes,
que cuando muere sus acreedores están pensando ya en
y que más adelante habrá oportunidad de hacerlo. De
cómo subastar la tienda que tiene cerca de la Plaza Ma-
estos sobrinos, David murió muy niño.
yor, así como la finca que tiene por el lado de Pavas, más
la casa de la familia. Sus negocios van prosperando. Su comercio tiene gran
prestigio en la capital. La finca de Pavas crece, no sola-
Don Juan Rafael se enfrenta a ellos y les dice que esas
mente en territorio, porque compra y le agrega tierras ve-
deudas son sagradas para él, por ser las de su padre, y les
cinas, sino también porque crece en lo que produce, que
ofrece pagar hasta el último centavo, pero que le den la
es café de primera calidad. Compra una finca en Los Ojos
oportunidad. Los acreedores aceptan su oferta, por cierto
de Agua, en San Rafael de Alajuela, que dedica principal-

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mente al ganado, aunque también a la caña de azúcar. tro es vicejefe de Estado y don José María Alfaro tiene
Además, tiene varias casas en San José. que retirarse del poder, por razones personales, durante
dos semanas, del 1º al 15 de diciembre de 1846. Enton-
Para facilitar su negocio de exportación de café, realiza ces Castro lo llama para que desempeñe el Ministerio de
viajes a Panamá, Perú, Chile y Jamaica, llega a EE.UU. y Relaciones Exteriores y Gobernación, que estaba a car-
hace un viaje a Francia. En cuestión de negocios, todo go suyo. Ahí se va dando a conocer don Juan Rafael en
le irá muy bien, se convierte en un hombre sumamente el campo de la política, para lo cual mostraría después
rico. grandes capacidades.
Hay una persona de un gran capital y mucho talento, Al gobierno de Castro se le presentan problemas serios
llamado don Vicente Aguilar. Como ve que don Juan Ra- en 1847, por lo que el vicepresidente Alfaro tiene que re-
fael es un hombre tan entendido en negocios y de tanto nunciar. Castro se empeña en que los diputados nombren
prestigio, le propone una sociedad y fundan la Casa Agui- vicepresidente de Estado a don Juan Rafael, quien aceptó
lar y Mora, que llegaría a ser la más fuerte de San José y el cargo; incluso en dos oportunidades ejerció el poder,
con una sucursal en Puntarenas. Ellos son los principales ante la ausencia temporal de Castro.
exportadores de café.
El 7 de junio de 1847 contrae matrimonio con doña
Para entonces el café ha causado una enorme revolu- Inés Aguilar Cueto: él de 33 y ella de apenas 17 años de
ción social en el país, porque estos exportadores –ellos edad. Procrearían 7 hijos: Elena, Teresa, Alberto, Amelia,
y los demás– deciden invertir el dinero que les produ- Juan de Dios, Camilo y Juanita.
ce la exportación del café para traer enseres que el país
no produce: esas casas importan de todo. El barco del Dos años después, el 16 de noviembre de 1849, se
capitán William Le Lacheur llevaba el café a Inglaterra, acaba el gobierno de Castro: en esa fecha el Congreso
pero volvía cargado de múltiples cosas que estos estable- acepta su renuncia y el mismo Congreso nombra a don
cimientos vendían aquí. Juan Rafael para que se haga cargo del poder. Pocos días
después, el Congreso convoca a elecciones y Mora es
Traen muebles de toda clase: de dormitorio, de come- elegido presidente de la República. Para entonces tiene
dor, de sala; cuadros, lámparas; bueno…, todo lo que 35 años de edad. Nótese que, siendo un hombre bastante
tiene que ver con la casa. Traen un montón de enseres joven, ya tiene una brillante hoja de vida.
que se necesitaban en el país. Traen ropa y así vemos que
los hombres de San José y de las principales ciudades ya Hablar de las administraciones de don Juan Rafael se-
aparecen vistiendo igual a los “gentlemen” de Inglaterra, ría extenso, porque fue elegido para completar la admi-
con vestidos como los que usan los jóvenes ingleses, y nistración de Castro, que terminaba en mayo de 1853,
de las damas… ni se diga: vestidos de mujeres, se puede y reelegido de 1853 a 1859; de acuerdo con la Carta
decir que iguales a los de las niñas y señoras de Londres Fundamental de la época, el período presidencial era de
y París. seis años. Además, en 1859 sería reelegido para un tercer
período. Tal vez fue un error de él aceptar eso, porque ha-
De manera que la casa Aguilar y Mora es sumamente bía fuertes intereses de otros grupos que querían el poder,
fuerte. Pero después hubo desacuerdo entre ambos. Se y claro que no les gustaba que estuviera gobernando el
disolvió la sociedad y don Vicente se convirtió tal vez en país por tanto tiempo.
el principal enemigo político de don Juan Rafael.

Entonces se invita a don Juan Rafael a entrar en la


política. ¿Quién lo mete en la política? Su amigo el Dr.
Castro. Este es ministro y hombre de gran influencia en
la política, porque se ha dedicado casi solo a eso, aun-
que también se dedicó a cultivar una hacienda grande de
café. Castro invita a don Juan Rafael para que acepte el
cargo de diputado, y en 1846 tenemos a este de diputa-
do. Tal vez no le gustó mucho, porque su permanencia
en el Congreso fue breve: apenas por ese año. Viene la
Asamblea Constituyente de 1847 y don Juan Rafael es
nombrado diputado por San José. Es uno de los que firmó
la Constitución Política de 1847. Después de eso se retira
de las labores legislativas.

Castro quiere atraerlo, pero don Juan Rafael está meti- El Palacio Nacional, donde hoy está el Banco Central.
do en grandes negocios. Sin embargo, lo complace. Cas- Fuente: Archivos MHCJS. Dibujo de Ramón Páez (1858),
en Fernández Guardia (1985).

11
Mora y Cañas: su vida y destino

Sin referirme a sus administraciones, que fueron de


tanto progreso, sí destacaré que el acontecimiento más
trascendental que ocurrió durante su gobierno fue la gue-
rra contra los filibusteros. En esto, que no vamos a relatar
en detalle porque sería un tema largo de tratar, deseo re-
saltar la visión de don Juan Rafael.

Los filibusteros habían invadido Nicaragua. No llega-


ron ahí por su propio gusto o por su iniciativa personal:
fueron llamados por los nicaragüenses, porque su país es-
taba azotado por la rivalidad de dos partidos, el Conser-
vador y el Liberal, cosa que ha ocurrido en muchos otros
países de América Latina. En Costa Rica nunca hubo ni
lo uno ni lo otro; estos partidos siempre se han disputado
el poder en los países donde se han organizado, y han
propiciado revoluciones y guerras civiles. En Nicaragua
sucedió eso. Desde el año 1854 comenzó ahí una guerra
civil, que se hizo muy seria. Ambos partidos eran más
o menos del mismo tamaño y el mismo poder, con su
asiento en las ciudades de Granada y León, respectiva-
mente. Un día la lucha la ganaba uno y otro día el otro, y
la situación continuaba así, sin trazas de terminar.

Aparece en Nicaragua, no sabemos ni por qué, un nor-


teamericano llamado Byron Cole, que andaba tomando
notas periodísticas. Él conversa con los de León y les dice
que les puede traer un grupo de hombres, bien equipa- El jefe filibustero William Walker. Fuente: Archivos MHCJS.
dos, bien armados, que los ayuden para que resuelvan
ese problema, liquidando a los adversarios. Este grupo Él adivinó que ese grupo de filibusteros, que ya había
cometió el error de suscribir un contrato con Cole. Entre hecho sus correrías en otros lugares –favorecido por la
ellos estuvo el general Máximo Jerez, quien después sería política que existía los EE.UU., que tal vez no era general
uno de los que más se distinguirían en combatir a los pero sí de un gran sector, para tratar de dominar todos
filibusteros. Cole se va a California, se encuentra con un estos pueblos pequeños–, representaba el mayor peligro
aventurero llamado William Walker, le pasa el contrato y en nuestra historia. Es en este momento que empieza sus
Walker se viene a Nicaragua en 1855 con el primer gru- gestiones para tratar de neutralizarlos y expulsarlos de
po de filibusteros, que él llamó la Falange. Centro América.
Hay un lema que conocían los filósofos de la anti- Pero Costa Rica es pequeña y no tiene un gran ejér-
güedad, que dice “divide y vencerás”. Walker encontró cito; aquí la gente labora los campos. Por tanto, él ve
aquel país dividido, con grandes odios y rencores. Él, difícil enfrentarse a los filibusteros, por lo que contacta
que era muy inteligente, así como muy ambicioso, pensó a los gobiernos centroamericanos y los compromete: el
que con un poco de habilidad se podría apoderar del de Guatemala se puso seriamente de acuerdo con él para
país, lo cual hizo con mucha facilidad. Pero su ambición atacar a los filibusteros y también el de El Salvador. Tenía
era muy grande y, después de dominar Nicaragua, pensó la seguridad absoluta de que si él invadía Nicaragua por
en hacerlo mismo con toda Centro América. Se trataba el sur, estos lo harían por la frontera norte o por la costa
de territorios pequeños, desorganizados, que no tenían del Pacífico. Estaba muy seguro de ello. Además, él era
ejércitos fuertes, por lo que era fácil tomarlos. Entonces amante de la libertad y pensaba que si los nicaragüenses
comenzó a preparar su trabajo próximo, que era dominar en ese momento estaban dóciles y callados era por temor,
estos territorios. pero que cuando vieran que allí se les presentaban los
ejércitos de países hermanos, se iban a levantar y a luchar
Los centroamericanos estaban dormidos. Los nicara-
contra los filibusteros.
güenses cayeron fácilmente y no hicieron ninguna opo-
sición, y durante un tiempo más bien cooperaron con Ante estas circunstancias, don Juan Rafael prepara el
Walker. Los demás centroamericanos no se dieron cuenta país para la guerra. Ustedes las conocen, porque son de
del peligro. No hubo en ese momento más que un hom- las páginas más lindas de nuestra historia. Él prepara el
bre en toda Centro América que vio con claridad el peli- espíritu del pueblo costarricense y de esta “partida de
gro, y ese hombre fue don Juan Rafael Mora. ovejas”, como decía un escritor, va a sacar una “partida

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de leones”, porque el costarricense pacífico, el labriego El triunfo va acompañando al ejército costarricense.


sencillo, se va a convertir en un soldado denodado, por- Don Juan Rafael encuentra que ha sido justificada su em-
que no hay nada como el ejemplo. A un caudillo valien- presa. Pero, desgraciadamente, aparece algo que lo va a
te, sus hombres lo siguen y lo imitan. detener y que lo va a echar atrás: la epidemia del cólera.
Inmediatamente empiezan a aparecer los casos del cóle-
Entonces don Juan Rafael lleva su ejército hacia el norte ra, gravísimos. El cólera no se podía combatir, porque ni
y obtiene el primer triunfo en Santa Rosa, que es un triun- siquiera sabían los hombres en ese momento qué era lo
fo magnífico. No digamos desde el punto de vista militar que lo producía.
–que sí lo fue–, sino un combate rápido, de apenas 14
minutos, en que los filibusteros que estaban allí salieron Pensaban que era algo que infectaba la atmósfera y en-
huyendo. Pero no es eso lo principal. Lo principal es que tonces se da la orden de regreso al ejército costarricense,
levantó el ánimo, el espíritu y el entusiasmo de los costa- para huir de los aires de Nicaragua, que se cree que están
rricenses, porque se habían oído hablar tantas cosas aquí viciados. Pero no hay nada que se contagie tanto como
del poder de los filibusteros que, cuando los nuestros los el pánico, y entonces crece el terror a la epidemia, que
vieron correr en las tierras de Guanacaste huyendo, se di- empieza a matar gente. El ejército emprende su marcha
jeron: “pues estos no eran tan fieros como los pintaban”, hacia Costa Rica, pero son apenas 2000 hombres a la
y entonces aumentó su entusiasmo, y siguieron hasta la orden del coronel Lorenzo Salazar, que va adelante; atrás
frontera norte. viene, de último y con los últimos, el general Cañas.

Al llegar a la frontera, don Juan Rafael, que iba lleno de El Estado Mayor se trasladó a Liberia y va a esperar el
ilusiones por el apoyo de los demás, lanza su proclama a ejército ahí, pero la marcha del ejército es lenta. Movili-
los nicaragüenses, cuando cruza el río Sapoá. Se llama la zar 2000 hombres, unos de manera apresurada, otros lo
“proclama de Sapoá”, y en ella llama a los nicaragüenses más rápido que pueden, y otros ya no pueden porque es-
a las armas, diciéndoles que él ha escuchado su llama- tán enfermos; van cayendo en el camino en gran número.
do y que viene a ayudarlos y a pelear por devolverles la Entre los oficiales que vienen con ellos, alentándolos, se
libertad. distingue el general Cañas. A muchos los juntan muertos
y los medio entierran a orillas del camino. El Dr. Andrés
Pero lo grande, lo hermoso, lo extraordinario en esta Sáenz Llorente y el capellán Francisco Calvo no aban-
empresa de don Juan Rafael es el significado de la guerra. donan a los soldados. Vienen con ellos, y es una marcha
Él no va a pelear por tierras ni tesoros, como hacía Napo- trágica, porque de aquellos 2000 hombres que salieron
león Bonaparte. Él va a pelear por la libertad y, más que de Rivas, llegaron apenas 800 hombres a Sapoá, pues los
por la libertad de su país, por la de un país hermano; va a demás quedaron en el camino. Y cuando llegaron a Libe-
pelear para que le den a Nicaragua y a los nicaragüenses ria, eran apenas 400 hombres.
la libertad que han perdido. Por eso la guerra emprendida
por don Juan Rafael es una guerra grande, enorme, idea- Esos soldados propagan la enfermedad en el centro del
lista, una “guerra santa”, que indudablemente tenía que país. La población de Costa Rica en esa época era de
conducir al triunfo. 100.000 habitantes y por la peste murieron 10.000 per-
sonas. No ha habido cosa más terrible en este aspecto en
Llega el ejército costarricense a la ciudad de Rivas, que la historia de nuestro país. Después cesa la epidemia del
está desocupada porque los filibusteros que estaban allí cólera, no sabemos bien por qué, ya que no se le pudo
se habían ido hacía dos o tres días. Entonces don Juan combatir bien; simplemente cesó.
Rafael se da cuenta de algo que lo que lo entristece: no
aparecen por ningún lado los ejércitos de Guatemala ni El país estaba en una situación tremenda, con las con-
El Salvador, ya que habían cambiado de opinión. secuencias de la guerra y del cólera, y viene algo extraor-
dinario por parte de don Juan Rafael, que lo describe
Hay un documento de don Juan Rafael que dice que maravillosamente como un verdadero caudillo, como
el convenio con Guatemala era tan serio, que tenían que líder del pueblo costarricense. Ante esas circunstancias,
apresurarse para llegar de primeros. Pero, al llegar, el en que el pueblo ha perdido gente en la guerra, en que
ejército costarricense se encontró completamente solo: han venido muchos problemas como consecuencia de la
no llegaron los ejércitos de los países hermanos, ni se guerra, en que han muerto 10.000 personas, él tiene tal
levantaron los nicaragüenses tampoco, por el momento. poder sobre el pueblo costarricense que logra volverlo a
Entonces, viene la lucha de Rivas, donde hay grandes organizar para iniciar la segunda campaña, que va a ser
actos de heroísmo, donde aparece el soldado Juan San- definitiva.
tamaría y hay gestos notables del general Cañas en este
combate, que va a durar todo el día 11 de abril. Es muy Yo siempre me pregunto: ¿cómo hizo don Juan Rafael,
sangriento y con muchas bajas, pero los resultados son después de todas esas tragedias, para convencer a los
buenos, porque los filibusteros tienen que abandonar Ri- costarricenses para que volvieran a la guerra?
vas. Esto es así, por encima, sin entrar en detalles.

13
Mora y Cañas: su vida y destino

enseñaron a los salvadoreños a sembrar café y a trabajar


el café, y los ayudaron en otras cosas, también.

No hablaremos de eso ahora, sino del último capítu-


lo de la vida de ambos, que en Costa Rica tenían sus
seguidores, sus partidarios fervientes. Estos hombres, sin
consultarles, porque en aquel entonces las comunicacio-
nes eran muy difíciles, planearon una “gran revolución”,
según ellos. Consistía en tomar el cuartel de Puntarenas,
hacerse fuertes en ahí, y esperar la llegada de Mora y
Cañas. Ese es el plan que concibieron y, como había un
barco que recorría los puertos del Pacífico centroame-
ricano, le enviaron una carta a ambos diciéndoles que
el 15 de setiembre tomarían el cuartel de Puntarenas y
que ellos tenían que estar allí; si no, sus partidarios se
exponían a ser sacrificados. Esa carta se ha reproducido
Walker pasando revista a sus tropas en la plaza principal de Granada, varias veces.
Nicaragua. Fuente: Archivos MHCJS. Frank Leslie’s Illustrated
Newspaper (21-6-56).
Entonces don Juan Rafael y Cañas resolvieron que no
había más remedio que embarcarse, porque el citado bar-
Los costarricenses organizan muy bien esta segunda co llegaba a San José de Guatemala y se devolvía hacia el
Campaña. Durante el tiempo anterior habían peleado sur. Así, el 17 de setiembre desembarcaron en Puntarenas
con verdadero heroísmo, con mucha valentía, pero su ellos dos, junto con don José Joaquín Mora, don Manuel
sacrificio era bastante inútil porque los filibusteros reci- Argüello y don Francisco Sáenz.
bían ayuda, hombres, armas y dinero por el río San Juan.
Por tanto, el plan militar de don Juan Rafael Mora es to- Allí comienza aquella empresa desgraciada de Punta-
mar el río. Viene la empresa heroica de la toma del río, renas, que tuvo tan malos resultados. Lo más trágico de
que es fantástica. Es una aventura que entusiasma, hecha todo esto fue que el gobierno se había enterado de todos
con mucha audacia y Costa Rica logra darle el golpe de los detalles de la revolución porque, como decía don Ma-
muerte a los filibusteros. Desde ese momento se acabó el nuel Argüello, siempre hay un Judas. Uno de esos moris-
poder de Walkery poco después se acaba el peligro. tas, enterado de todos los detalles, se dirigió al Ministro
de Hacienda y Guerra, que era don Vicente Aguilar, ene-
Estos son así, a grandes rasgos, los grandes méritos de migo tanto político como personal de don Juan Rafael, y
Mora y Cañas. le comunicó todos los detalles del plan.

En 1860, don Juan Rafael es víctima de un golpe de Entonces el gobierno del Dr. Montealegre –cuñado de
Estado y es expulsado del país. En el decreto respectivo don Juan Rafael–, que buscaba la aniquilación de ambos
se dice que se le expulsa junto con el general Cañas, y líderes porque consideraba que no podía subsistir ante
se agrega el nombre del joven abogado Manuel Argüe- la amenaza que representaban, dentro o fuera del país,
llo Mora, sobrino predilecto de don Juan Rafael; era un aprovechó lo que sabía del plan militar para tenderles
muchacho muy inteligente, que lo ayudaba mucho y le una trampa. Y ellos cayeron en la trampa. El gobierno
tenían odio porque le redactaba muchos documentos y dejó pasar apenas unos cuantos moristas hacia Punta-
discutía muchas cosas con don Juan Rafael. Por disposi- renas, pero luego cerró el camino con su ejército, im-
ción del gobierno fueron expulsados otros, porque ya en pidiendo que pasaran más. Y cuando don Juan Rafael y
Puntarenas estaba su hermano José Joaquín, más tarde es- Cañas llegaron a la angosta Puntarenas, se encontraron
tuvo don Miguel Mora y después salieron otros moristas; allí como en una ratonera.
también en Puntarenas estaba don Rafael García Escalan-
te que era el vicepresidente de la República. Los revolucionarios habían construido una trinchera
en el estrecho sitio de La Angostura, de cuya defensa se
De ellos, la mayoría va a El Salvador, donde gobierna el encargó el general Cañas. Esta es una larga historia a la
general Gerardo Barrios, quien quiere a Cañas como a un cual no me voy a referir. Pero, claro que las fuerzas del
hermano; de hecho, hay cartas suyas en que llama a Ca- gobierno dominaron. El gobierno había tenido tiempo
ñas “mi querido hermano”. Lo quiere tanto que, apenas de preparar el ejército que iba a tomar Puntarenas, mil
llega Cañas allí, lo nombra Comandante en Jefe del ejér- hombres bien equipados, al mando del general Máximo
cito salvadoreño. Lo acoge junto con don Juan Rafael, en Blanco, muy diestro, pero a quien el gobierno no le tenía
quien sigue viendo al presidente de Costa Rica. Entonces total confianza.
ambos viven su temporada en El Salvador, donde se les
debe agradecer que impulsaran el cultivo del café: ellos

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Revista Comunicación. Volumen 19, año 31, Edición Especial, 2010 (pp. 5-16)

Había corrido el rumor de que este, cuando llegara como otra de despedida a su esposa doña Inés, en la que
a Puntarenas, iba a apoyar a Mora. Como el gobierno le decía:
conocía ese rumor, se dispuso que lo acompañaran don
Francisco Montealegre, vicepresidente de la República y “Te dirijo esta despedida en los últimos momentos de
hermano del presidente, así como don Francisco María la vida: son terribles, pero nada temo; solo me inquie-
Iglesias, el Ministro de Relaciones Exteriores y enemigo ta la triste situación en que quedas, viuda, pobre, en el
personal de Mora. Blanco no podía hacer nada sin la destierro y cargada de hijos. […] Cuida de nuestros hijos
aprobación de ellos, por lo que el ejército debía obede- y háblales de su desgraciado padre, para que jamás se
cer las órdenes de un triunvirato. mezclen en la política, porque ella es un verdugo que
destroza a sus servidores. […] Recordarás que yo tenía
Dicho ejército cae sobre Puntarenas, logra dominar el mis motivos para tener tanta repugnancia para invadir
paso de La Angostura y persigue a los moristas; don Ma- este ingrato país, y que lo hice instigado por los que me
nuel Argüello narra que los capturaban y los fusilaban y han sacrificado; Dios los perdone como yo los perdono.
él mismo estuvo a punto de ser fusilado. Hubo muchas […] Cañas y José Joaquín no corren peligro, a lo menos
víctimas y al final fueron arrestados don Juan Rafael y así me lo han asegurado. […] Con mi muerte, creo que
Cañas. En realidad, don Juan Rafael se entregó y antes no podrán remediar nada, pues la complicación que ha
lo había hecho Cañas, sobre todo para defender a sus engendrado la revolución del 14 de agosto, será fecunda
compañeros. en desgracias para la República. […] Dios quiera que yo
esté equivocado, y que con mi sacrificio todo se acabe,
Cuando Iglesias supo que don Juan Rafael se encontra- y vuelva la paz y el progreso para estos pueblos desgra-
ba escondido en la casa del cónsul inglés Richard Farrer, ciados. […] No puedes figurarte lo indiferente que me es
que era su amigo personal, le envió una nota diciéndole: morir, sólo siento la muerte por ti y por mis hijos; Dios los
“Don Juan: con dolor cumplo un deber terrible. Acabo de protegerá y la patria, aunque cruel conmigo, tal vez más
demorar con instancias la ejecución de dos personas. La tarde no será lo mismo con mis hijos, pues vendrá tiempo
vida de usted salva de la muerte a muchos de los suyos. en que valgan algo los pocos servicios que he prestado en
Si usted se presentara o es descubierto será ejecutado tres casi la mitad de mi vida. […] Ahora voy a ocuparme de lo
horas después, los demás se salvarán y tendrán gracia”. espiritual, muero como cristiano y confío en Dios que me
perdonará mis culpas, y que cuidará de ti y de mis hijos.
Al recibir don Juan Rafael esta cruel comunicación, […] Somos mortales, y tarde o temprano se muere; esta-
pensando en la suerte de sus compañeros en desgracia, mos en este mundo engañoso de paso, y así debemos ver
ahora en manos de gentes sedientas de venganza, consi- los acontecimientos ya sean prósperos o adversos”.
deró el enorme peligro que corrían y decidió entregarse
para salvarles la vida. Estaba seguro de que con su sacri- A don Juan Rafael no se le permitió hablar con nadie,
ficio no habrían de correr peligro, porque esa era la pro- excepto con Iglesias, y muy brevemente con su herma-
mesa formal que le había hecho Iglesias, alto personero no José Joaquín, cuando se dirigía al lugar de ejecución.
del gobierno. Tampoco se le permitió hablar al momento de su muerte.
Ese 30 de setiembre de 1860, a las tres de la tarde, en un
Sublime y noble actitud la suya al entregarse, a sa- sitio denominado Los Jobos, se cumplió la sentencia: fue
biendas de que le esperaba el patíbulo. Sin embargo, la fusilado don Juan Rafael Mora. Mantuvo gran serenidad
muerte del expresidente estaba decidida desde muchos hasta el final. Lamentablemente, la promesa que se le ha-
días antes, exactamente desde que el gobierno, enterado bía hecho, de respetar la vida de sus demás compañeros,
del plan revolucionario, había adquirido la seguridad de no fue cumplida.
que, con las medidas tomadas, aquel había de caer en
sus manos. Por correo expreso, el general Blanco informó al se-
ñor Aguilar, Ministro de Guerra, que habían sido fusila-
Para llenar las apariencias, se constituyó en Puntare- dos don Juan Rafael y don Ignacio Arancibia –líder del
nas un Tribunal Militar para juzgarlo, integrado por las alzamiento militar–, y que iban a deportar a Cañas y a
siguientes personas: don Francisco Montealegre Fernán- otras personas importantes que tenían en prisión. Aguilar
dez, Francisco María Iglesias Llorente, general Máximo contestó de inmediato, indicando que el presidente Mon-
Blanco Rodríguez, general Florentino Alfaro Zamora y tealegre aprobaba todo lo que se había hecho, pero que
general Pedro García Oreamuno. Reunido el domingo 30 un Consejo de Gobierno había dispuesto que también se
de setiembre, este Consejo de Guerra condenó a muerte pasase por las armas a Cañas.
a don Juan Rafael. Sería fusilado en término de tres ho-
ras. El general Cañas, al sin inmutarse recibió la noticia. Sin
perder el buen humor que lo caracterizaba, escribió a su
Don Juan Rafael escribió entonces una carta a sus her- amigo don Eduardo Beeche, diciéndole: “Si me hubieran
manos, encomendándoles a su esposa y a sus hijos, así juzgado, no me fusilan, porque las leyes son más cuerdas
que los hombres. Mas no me quejo, porque el tal mundo

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Mora y Cañas: su vida y destino

del que me van, no es tan buena cosa”. Su espíritu supe-


rior, noble, exento de rencores y otros, queda retratado
en estas frases de la última carta que escribió a su esposa
Lupita: “Voy a ser fusilado dentro de dos horas. A nadie
culpes en tu dolor por semejante suceso; y esto hazlo en
memoria mía...”.

El 2 de octubre, a las nueve de la mañana, en el mis-


mo sitio de Los Jobos fue fusilado Cañas, el más notable
y generoso soldado de la Campaña Nacional. La orden
dada por el Consejo de Gobierno para que lo fusilaran se
debió al temor que había en el gobierno: se pensó que si
a Cañas se le desterraba volvería enseguida con fuerzas
militares a cobrar la muerte de don Juan Rafael. Se sabía
lo valiente y decidido que era, su popularidad y el apo-
yo con el que podría contar, por eso se decidió fusilarlo, Escena de la batalla del 11 de abril, en Rivas. Fuente: Archivos
porque sus enemigos temblaban de temor ante la idea de MHCJS. Frank Leslie’s Illustrated Newspaper (17-5-56).
que regresase a hacer justicia.

La carta que Iglesias envió desde Puntarenas a Aguilar Este Tribunal condenó a muerte a don Guillermo Nan-
retrata muy bien el estado de ánimo de aquellos hom- ne, al presbítero Antonio del Carmen Zamora, a don
bres. Veamos algunos de sus conceptos: Crisanto Medina hijo, a don Salvador Mora, a don Anto-
nio Argüello y al militar don Francisco Sáenz, así como
“Ni tiempo ni necesidad tengo de hacer a usted un a otras personas a quienes se acusó de estar muy com-
minucioso detalle de lo ocurrido en el corto espacio de prometidas en el movimiento revolucionario. Más tarde,
cuarenta y ocho horas. Opiné y aconsejé la ejecución de esa pena fue conmutada por otras. Entre los desterrados
Manuel Argüello, que consideraba necesario para la futu- estuvieron don Manuel Mora Fernández, el médico San-
ra seguridad del país. Los verdaderos y grandes culpables tiago Hogan, don Domingo Mattey, don José Mendoza y
de la rebelión han pagado con su vida. Ojalá que esto algunos más, y entre los sancionados con multas estuvie-
se considere como suficiente expiación. Yo no imploro ron, entre otros, el presbítero don Joaquín García y don
perdón ni castigo para los demás culpables; yo no quie- Alejandro Aguilar Castillo.
ro mezclarme en esto; el gobierno decidirá lo que crea
conveniente. […] Si juzgan necesario que haya otro ejem- Tales son, en síntesis, los sucesos ocurridos en setiem-
plo más, estoy listo a apoyarlos. […] Don Vicente, nuestra bre y octubre de 1860, cuando hubo desbordamiento de
vida y nuestros bienes y familias han pendido de un hilo, pasiones y, puede decirse, mucho más de fondo.
y la muerte o la miseria y el destierro, eran nuestro norte. El licenciado Cleto González Víquez, que fue toda una
En acción de gracias por el inmenso favor que Dios nos autoridad en cuanto al conocimiento de nuestra historia,
ha acordado, debemos hacer privadamente alguna obra afirma que la muerte de don Juan Rafael obedeció, en
meritoria ante sus ojos, y como la caridad es la fuente de mucho, más que a conveniencias del Estado y a las nece-
todas las virtudes y méritos, yo le suplico que no se le sidades del gobierno, a venganza de agravios personales.
olvide de hacerla ocultamente como mejor convenga”. Esto hace todavía más lamentables y graves aquellos do-
El mismo día 2 de octubre, a las seis de la tarde, fueron lorosos sucesos.
conducidos a un barco y expulsados del país el general En todo caso, podemos afirmar que la muerte de los
José Joaquín Mora, don Manuel Argüello, don Manuel próceres don Juan Rafael Mora y el general José María
Cañas y don Leonidas Orozco. Dos meses después, el 17 Cañas no se podrá justificar nunca y constituye un crimen
de diciembre, habría de morir en El Salvador, agobiado de lesa patria.
por la tristeza, el general Mora.
Así terminamos este recuento de la vida de estos próce-
Pero no todo terminó allí. Los presos políticos tomados res. Tal es la página más triste y sangrienta de la historia
en Puntarenas fueron traídos a la capital, amarrados y a de Costa Rica.
pie, y de inmediato se instaló un tribunal especial para
juzgarlos y averiguar quiénes eran los demás compro-
metidos en la revolución. El coronel Tomás Guardia fue NOTAS
designado presidente del Tribunal, el licenciado Antonio
1 Este texto es una transcripción de la conferencia dictada el 11
Álvarez actuó como fiscal específico y el licenciado Fer- de mayo de 2004 en el Auditorio Juan Rafael Mora Porras, del
nando Estreber como procurador general. Museo Histórico Cultural Juan Santamaría.

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