Etapa 10
Etapa 10
Etapa 10
Túnica Mucosa
La túnica mucosa se encuentra en contacto con la luz del órgano y se compone principalmente
por un epitelio cilíndrico simple, cuyas células se conocen como células mucosas superficiales. A
lo largo del estómago, esta túnica presenta
plegamientos que se corresponderán a
glándulas tubulares simples, conocidas
clásicamente como glándulas gástricas, que
se extienden hacia la túnica propia de la
mucosa limitando con conductos estrechos,
que reciben el nombre de criptas gástricas.
Este detalle no es menor, puesto que hace de
la túnica mucosa una estructura fundamental
para la protección del órgano cumpliendo un
papel muy importante en la digestión, puesto
que sus principales contribuciones son:
Túnica Submucosa
La túnica submucosa se compone de tejido conectivo laxo que contiene grandes vasos
sanguíneos y vías linfáticas y nervios que nutren e inervan las capas más superficiales y
permitir la distensión (soporte estructural) del estómago.
Túnica Muscular
La túnica mucosa es una capa constituida por tejido muscular liso que, a través de las
secuencias de contracciones, contribuye con la mezcla de las sustancias que darán lugar
al bolo alimenticio (precursor del quimo), la motilidad de este en el órgano el
vaciamiento del estómago que dirigen al quimo hacía la continuación del tracto
gastrointestinal. Cabe resaltar que esta túnica consta de tres capas, a diferencia del
resto de los órganos del tubo digestivo que consta de dos de ellas. En este caso, la tres
capas son de musculo liso y se diferencia de acuerdo a su disposición de las fibras
musculares respecto al eje longitudinal del estómago; estas son la túnica muscular
longitudinal (las fibras musculares se disponen a lo largo del eje longitudinal), la túnica
muscular circular (las fibras forman un anillo alrededor del estómago) y la túnica
muscular oblicua (esta es característica del estómago, dada la morfología del órgano (las
fibras forman un ángulo oblicuó respecto al eje longitudinal del estómago).
Túnica Serosa
La túnica más externa, el mesotelio estomacal, que le proporciones protección y sostén
al estómago, aislándolo de otros órganos, permitiendo su movilidad en la cavidad
abdominal. Además, contiene vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que irrigan e
inervan a las subyacentes túnicas que conforman al órgano.
Túnica mucosa
La túnica mucosa se compone de tres ‘subcapas’. La más próxima a la luz del estómago
es el epitelio de la túnica mucosa, el cual forma el revestimiento y las glándulas. Se
corresponde a un epitelio cilíndrico simple cuyas células que lo componen se
corresponden a las denominadas células mucosas de revestimiento.
Ahora bien, la última capa de la mucosa se corresponde a una capa de tejido muscular.
La capa muscular de la mucosa es una capa compuesta por musculo liso cuya función
principal es permitir el movimiento independiente de la mucosa al aumentar la superficie
de absorción cuando se contrae formando pliegues que maximizando el contacto con el
contenido luminal.
Glándulas corpofúndicas
Las células mucosas superficiales se extienden hacia adentro de la lámina propia, donde se
forman ‘columnas’; a las cuales nos referiremos como criptas, de células secretoras conocidas
como glándulas gástricas. Es importante resaltar que todo el epitelio mucoso se extiende hacia
la lámina propia formando estas criptas, donde encontraremos las glándulas gástricas. Sin
embargo, dependiendo de la porción/región del estómago estas glándulas tomarán nombres
y características diferentes.
Tomando esta última idea, identificamos una
serie de glándulas en el cuerpo y fondo del
estómago del estómago conocido como
glándulas corpofúndicas. Lo que caracteriza
fundamentalmente a estas glándulas respecto
al resto de las glándulas que se desarrollan en
la mucosa estomacal es, no solo en la
localización, sino que estas son secretoras de
HCl y pepsinógeno (pre enzima digestiva,
precursora de la pepsina, una proteína que
cataliza la hidrolisis de los enlaces peptídicos),
esenciales para la descomposición de las
proteínas; mientras que las glándulas cardiales
(región cardial del estómago) secretan moco
alcalino y las glándulas pilóricas (región
pilórica del estómago) secretan moco y
gastrina.
Células Mucosas
del cuello
Itsmo
Células Parietales
Cuello
Fondo
Células Principales
A lo largo de la túnica mucosa distinguimos, a través del microscopio óptico y tiñendo con HE,
cinco tipos de células:
Células Mucosas del Cuello
Estas células secretan un moco más fluido que el que secretan las células del epitelio.
Se caracterizan por detectarse en el cuello, cercano al istmo de la glándula como
células cilíndricas bajas cuyo citoplasma, que contiene mucina, se ve desteñido, a
menos con la coloración con HE, y su núcleo es basófilo, aproximadamente esférico, y
central.
Células Parietales
Estas células secretan HCl y factor intrínseco, este último una glucoproteína que
facilita la absorción de la vitamina B12. Son células grandes y redondeadas con
núcleos redondeados y oscuros de localización central, predominan en el cuello de la
glándula y se observan como células eosinófilas dada la gran cantidad de
mitocondrias que se requieren para síntesis del ácido.
Células Principales
Estas células son las más abundantes, en especial en el fondo de la glándula, y son de
tipo seroso por lo que presentan una intensa basofilia en la porción basal y la
distinción de gránulos en la zona apical desteñidos. Además, estas secretan
pepsinógeno, contenido los gránulos, un precursor de la enzima proteolítica pepsina,
catalizador de la hidrólisis de enlaces peptídicos.
Células Enteroendrócrinas
Las células enteroendócrinas de la mucosa del estómago pertenecen al sistema
enteroendócrino que incluye células aisladas, por lo general solitarias, productoras
de hormonas, que se encuentran en el epitelio de todo el tracto gastrointestinal. En Ia
membrana mucosa del estómago humano, Ios tipos celulares enteroendócrinos mejor
definidos son las células ‘G’ (productoras de gastrina), Ias células ‘D’ (productoras de
somatostatina), y Ias células ‘ECL’.
Sistema nervioso entérico (SNE)
El tracto gastrointestinal está regulado por una red neural intrínseca conocida como sistema
nervioso entérico y por una red extrínseca que forma parte del sistema nervio autónomo. Se
conoce al sistema nervioso entérico como el ‘cerebro digestivo’; este consiste en millones de
neuronas distribuidas desde el esófago hasta el ano, las cuales se organizan en plexos. Por un
lado, el plexo mientérico que inerva entre las túnicas musculares lisas circulares y longitudinales
controlando la motilidad (movimiento peristáltico) del estómago, particularmente la frecuencia
y fuerza de la contracción de la capa muscular. Por otro lado, el plexo submucoso cuyas
motoneuronas inervan las células secretoras de la mucosa epitelial y controlan de tal modo las
secreciones de los órganos del tubo digestivo. Una interneurona conecta las neuronas de ambos
plexos, y aunque estas neuronas del SNE pueden funcionar independientemente, dependen de
la regulación del sistema nervioso autónomo (SNA).
El nervio vago (X par craneal) tiene su origen en el bulbo raquídeo, desde ahí desciende hacia el
cuello envuelto en la vaina carotidea; ya en el tórax atraviesa el diafragma por el agujero
esofágico llegando al abdomen, ahí lleva fibras parasimpáticas hacia el estómago, intestino
delgado e intestino grueso (hasta la flexura cólica izquierda), hígado y vesícula biliar. Las fibras
nerviosas que no son del nervio vago, provienen de la porción sacra de la médula espinal, estas
emergen a la altura de S2 a S4, inervando principalmente el colon descendente, el colon
sigmoides y el recto. De esta forma, la estimulación de los nervios parasimpáticos que inervan el
tracto gastrointestinal suelen aumentar la secreción y motilidad por el incremento de la actividad
de las neuronas del SNE.
Por su parte, los nervios simpáticos destinados al tubo digestivo proceden de las regiones
torácicas y lumbares de la médula, en particular estas fibras emergen a la altura de la T5 a la L2,
dando lugar a conexiones con el SNE que causan una disminución de la secreción y motilidad por
inhibición de las neuronas del SNE. Diversas emociones como la cólera, el miedo o la ansiedad
pueden retardar la digestión por la estimulación de los nervios simpáticos del tracto
gastrointestinal.