Oratoria Trabajo Grupo 1 (1)

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Integrantes: Carne:

Darling Anahi Gramajo Morales 2321 086


Melvin José García González 2121076
Gerson Ricardo Santos Zepeda 2321062
Jose Abrahan Gonzalez Martinez 2321078
Maura Yaneth Rodríguez García 2321095
Marcos Ottoniel Roque Morales 2121021
Thomas Joab López López 2321119
María José Vasquez Arévalo 2321057
Gilmor Randol Stywar Marroquin Zambrano 2321 116
Edwin Jose Asturias Membreño 2321 134

Licenciado:
Mario Alvarado

Curso:
Oratoria Forense

Trabajo:

Necesidad de la Oratoria Forense, El Orador, Orador Juridico,


Orador Forense y Comunicación Oral.
Introducción
La oratoria es el arte de hablar en público de manera clara, elocuente y
persuasiva. Desde tiempos antiguos, la oratoria ha sido una habilidad valorada y
respetada, utilizada por líderes, pensadores y figuras públicas para inspirar,
convencer y movilizar a las masas.

En su esencia, la oratoria no se trata solo de hablar bien, sino de conectar con la


audiencia, transmitir ideas con claridad y generar un impacto duradero. Un buen
orador sabe cómo estructurar su discurso, emplear el lenguaje corporal y
modular su voz para mantener la atención y el interés de su audiencia.

En el mundo moderno, la oratoria sigue siendo una herramienta crucial. Ya sea


en reuniones de negocios, conferencias, presentaciones académicas o actos
públicos, la capacidad de comunicarse eficazmente puede marcar la diferencia
entre el éxito y el fracaso. Desarrollar habilidades oratorias no solo mejora la
confianza personal, sino que también abre puertas a nuevas oportunidades y
fortalece la capacidad de liderazgo.

Aprender y perfeccionar el arte de la oratoria es un viaje que implica práctica


constante, autoconocimiento y la disposición para recibir y aplicar feedback
constructivo. Con dedicación y esfuerzo, cualquier persona puede convertirse
en un orador efectivo y persuasivo.
Necesidad de la Oratoria Forense

Su objetivo es que puedan expresar de manera directa y natural los argumentos e


información necesaria en un proceso jurídico. La idea es que los oyentes puedan
entender la interpretación de leyes de manera rápida y efectiva sin caer en malos
entendidos.

Cuando un profesional de la abogacía aprende sobre la oratoria expande su


capacidad comunicativa frente a un juez, institución o cualquier tipo de oyente. Con
estas técnicas se puede tener control del mensaje para captar la atención de la
audiencia y transmitirla para lograr un impacto determinado. Por eso la oratoria es
importante ya que el uso apropiado del lenguaje corporal y la buena dicción
promueve el entendimiento e incrementa las posibilidades de éxito con respecto a
los objetivos planteados.
La oratoria es una habilidad esencial en el ámbito legal, especialmente para los
abogados y otros profesionales del derecho. Aquí hay algunas razones clave por las
que la oratoria forense es necesaria y beneficiosa:

1. Persuasión
- influencia en las decisiones: La habilidad para persuadir a jueces, jurados y
otras partes interesadas puede ser determinante en el resultado de un caso.

- Argumentación efectiva: Presentar argumentos convincentes y bien


fundamentados puede inclinar la balanza a favor del orador.

2. Claridad y Precisión
- Comunicación de conceptos complejos: Explicar términos legales y
conceptos complejos de manera clara y sencilla es esencial para asegurar que
todos los participantes comprendan los argumentos.

- Evitar malentendidos: Una comunicación precisa evita confusiones y


malentendidos que podrían perjudicar el caso.

3. Credibilidad
- Impresión positiva: Una presentación segura y bien estructurada puede
aumentar la credibilidad del abogado ante el tribunal.

- Confianza del cliente: Los clientes confían más en un abogado que comunica
con claridad y confianza.

4. Control de la Narrativa
- Destacar puntos fuertes: La oratoria permite resaltar los aspectos más
favorables del caso.

- Minimizar debilidades: También ayuda a abordar y minimizar las posibles


debilidades del caso.

5. Respuesta a Preguntas y Objeciones


- Agilidad mental: La capacidad de responder rápidamente a preguntas y
objeciones es crucial en el tribunal.

- Defensa de argumentos: Una buena oratoria permite defender eficazmente


los argumentos presentados.
6. Impacto Emocional
- Conexión con el jurado: Apelar a las emociones del jurado puede ser una
estrategia efectiva para ganar su favor.

- Humanización del caso: Presentar el caso de manera emocionalmente


resonante puede humanizar a los clientes y sus situaciones.

7. Organización y Estructura
- Presentación lógica: Organizar los argumentos de manera lógica y coherente
facilita la comprensión del caso.

- Eficiencia en el tiempo: Una estructura clara y


organizada permite una presentación más eficiente y menos propensa
a digresiones.

8. Preparación para el Imprevisto


- Manejo de situaciones inesperadas: La oratoria forense prepara a los
abogados para manejar situaciones imprevistas de manera efectiva.

- Adaptabilidad: Permite adaptar rápidamente la estrategia de presentación en


respuesta a nuevas informaciones o cambios en la dinámica del tribunal.

En resumen, la oratoria forense no solo mejora la efectividad de la presentación de


un caso, sino que también aumenta la credibilidad y persuasión del abogado,
facilitando una comunicación clara y efectiva en el ámbito judicial.

El Orador

El Orador

Tiene por misión hacer un análisis del caso que se le ha confiado, y luego sugerir la
forma en que la ley debe aplicarse actuando sobre los jueces de manera
convincente, por medio de la fuerza lógica de las pruebas.

La Oratoria puede definirse como el arte de hablar con elocuencia, o también como
el arte de hablar en público. La finalidad de la oratoria es apoyar a las personas
para que puedan transmitir un mensaje de forma ordenada con el objetivo de
informar, de persuadir o de conmover a su auditorio.
La Oratoria Forense es el arte de persuadir a los Magistrados en las audiencias o
estrados judiciales, para que las causas se resuelvan con justicia. Ahora más que
nunca se requiere tener una mayor elocuencia porque los procesos judiciales
conceden mayor prevalencia a las exposiciones orales sobre las escritas.

Efectivamente, estas normas y reglas se antojan necesarias puesto que en un foro


en el que prevalezca el principio de oralidad, no solo bastará al abogado conocer a
fondo la materia jurídica y su aplicación a los hechos controvertidos, sino que tendrá
que exponer en las audiencias sus conclusiones hablando de una forma especial,
de cierta manera, en un contexto de debate con otro orador en el que la discusión
profunda sobre la materia va a ser resuelta por una tercera persona o personas con
conocimientos cualificados sobre la materia, personas que deberán ser persuadidas
y convencidas a través de una forma de expresión bien definida.

Expuesto lo anterior, el abogado que dispone de la habilidad oratoria debe estar


revestido de las siguientes cualidades:

Elocuente: Desde una perspectiva general, la oratoria, a través de sus normas y


reglas, será para el abogado un auxiliar poderoso para que el Tribunal acepte sus
ideas y resuelva la controversia.

Argumentativo: Igualmente, continuando en la perspectiva general, a través de la


oratoria, el abogado logrará disminuir o reducir el valor de los argumentos
contrarios.

Pensamiento estratégico: El abogado, a la hora de preparar sus argumentos y la


defensa frente a la refutación de los mismos, desarrollará el pensamiento
estratégico, el cual le será muy útil en su ejercicio profesional, incluso cuando no
intervenga ante los tribunales.

Agilidad mental: Al estar continuamente alerta y preparado para rebatir


argumentos, impugnaciones o cualquier otra cuestión, la oratoria favorecerá su
agilidad mental e intelectual, la cual se mostrará no solo en sala, sino durante la
preparación del juicio. La atención centrada es por tanto consustancial al orador.
Gran comunicador: La oratoria permite al abogado ser un gran comunicador, y ello
a través una exposición más clara, directa y natural que facilita y potencia la
comunicación necesaria entre el abogado y el Juez. Pero esta facilidad de
comunicación no se limita al ámbito forense, sino que lo excede y se desarrolla en
otros ámbitos profesionales y personales.

Capacidad de improvisación: La seguridad que proporciona el dominio de las


reglas oratorias, consustancial al dominio de la materia tratada, fomenta la
capacidad de improvisación y los reflejos del abogado, lo que le ayudará a
reaccionar en situaciones imprevistas que suelen producirse en los actos judiciales
con ingenio.

Seguridad: El dominio de las técnicas oratorias proporciona la seguridad que


ayudará al abogado a superar el miedo y el temor escénico habitual antes y durante
sus intervenciones en sala y poder así actuar con el aplomo propio de alguien
preparado para convencer a través del uso de la palabra.

Organizado: La oratoria hace al abogado más organizado, pues aquello requiere de


orden, estructura y mucha disciplina a la hora de preparar nuestras intervenciones
(informe oral, interrogatorios, etc…) y, cómo no, durante las mismas.

Conocimiento de otras disciplinas: La oratoria nos permitirá acceder a


conocimientos vastos y profundos de otras disciplinas, ya que los abogados
tratamos con asuntos que no se limitan al conocimiento de la ciencia jurídica, sino
que ésta debe aplicarse a situaciones de la vida real que afectan a todos los
órdenes de la existencia humana (psicología, técnicas de comunicación, lenguaje
verbal, no verbal, gramática, cultura general, etc…)
Autoestima: Y como no, una buena preparación oratoria favorecerá la seguridad y
confianza del abogado en sí mismo, incrementando con ello su autoestima
profesional, muy positiva para disfrutar de los éxitos y afrontar los fracasos.

Por otro lado, un abogado carente de habilidades oratorias:

● Suele ser aburrido en la sala.


● Difícilmente perseguirá.
● Carece de seguridad en los juicios.
● La preparación y argumentación dejará mucho que desear.
● Su comunicación verbal y no verbal será deficiente.
● Se verá superado en el foro por otros abogados.
● Igualmente, a la hora de comunicarse con sus clientes y abogados adversos,
podrá encontrar serias dificultades para transmitir acertadamente su
mensaje.

En definitiva, la oratoria es clave para el abogado, y partiendo de su importancia, en


un próximo post trataremos cómo podemos alcanzarla y mejorarla.

ELORADORFORENSE

En el solemne escenario del tribunal, donde se libra la batalla por la verdad y la


justicia, emerge una figura clave: el orador forense. Maestro de la palabra,
defensor incansable, el orador forense es la voz que articula argumentos, convence
a la razón y conmueve las emociones, con el objetivo de inclinar la balanza a favor
de su causa.

¿Quién es el orador forense?

Es un profesional del derecho que ha perfeccionado el arte de la oratoria para


ejercerla en el ámbito judicial. Su dominio del lenguaje, tanto oral como escrito, le
permite:

● Presentar los hechos del caso de manera clara, precisa y convincente.


● Desarrollar argumentos sólidos y basados en la ley.
● Refutar las alegaciones de la parte contraria.
● Persuadir al juez o jurado de la justicia de su causa.
● Conmover las emociones del público para generar empatía.
¿Cuáles son las cualidades de un orador forense?

Más allá del conocimiento jurídico, el orador forense sobresale por sus habilidades
blandas:

● Comunicación efectiva: Se expresa con claridad, fluidez y naturalidad,


adaptando su lenguaje a la audiencia.
● Elocuencia: Utiliza recursos retóricos y figuras literarias para enriquecer su
discurso y hacerlo más impactante.
● Concisión: Transmite sus ideas de forma breve y directa, sin rodeos
innecesarios.
● Credibilidad: Inspira confianza en el público a través de su honestidad,
seguridad y conocimiento del tema.
● Empatía: Se conecta con las emociones del público para generar
comprensión y apoyo.
● Adaptabilidad: Ajusta su discurso según las circunstancias del caso y la
reacción de la audiencia.

¿Cuál es la importancia de la oratoria forense?

En un mundo donde la justicia depende en gran medida de la interpretación de la ley


y la valoración de las pruebas, la oratoria forense se convierte en una herramienta
indispensable para:

● Defender los derechos de las personas.


● Asegurar un juicio justo e imparcial. ● Alcanzar la verdad y hacer justicia.

En resumen, el orador forense es un pilar fundamental del sistema judicial, un


profesional que combina su conocimiento jurídico con el dominio de la palabra para
luchar por la justicia en un escenario donde cada palabra cuenta.

Si estás interesado en profundizar en el fascinante mundo de la oratoria


forense, te invito a explorar los siguientes recursos:

● Cursos y talleres de oratoria forense: impartidos por profesionales


experimentados que te guiarán en el desarrollo de las habilidades necesarias
para convertirte en un orador forense de éxito.
● Libros y artículos sobre oratoria forense: donde encontrarás valiosos
consejos y técnicas para mejorar tu capacidad de comunicación y persuasión
en el ámbito judicial.
● Observar a oradores forenses reconocidos: asiste a juicios o busca
grabaciones de discursos para analizar su estilo, estrategias y técnicas.
Recuerda, la oratoria forense es un arte que se perfecciona con la práctica y la
dedicación. Con esfuerzo y pasión, puedes convertirte en una voz poderosa que
defienda la justicia en los tribunales.

¿Quién es el padre de la oratoria forense?

Demóstenes, el famoso orador de la antigua Grecia, es considerado el padre de la


oratoria forense. Conocido por su habilidad excepcional para hablar en público,
Demóstenes se destacó en la argumentación persuasiva y la defensa de casos en
los tribunales de Atenas. A través de una dedicada práctica y superación de
desafíos personales, como su dificultad inicial en el habla, Demóstenes perfeccionó
su técnica oratoria. Sus discursos, elocuentes y poderosos, capturaban la atención
de las audiencias y dejaban una huella duradera en la historia de la oratoria. El
legado de Demóstenes perdura como inspiración para los oradores y abogados de
hoy en día.

¿Qué aporta la oratoria al abogado?

La oratoria aporta numerosos beneficios al abogado en su práctica profesional.


Algunas de las principales contribuciones son:

1. Comunicación efectiva: La oratoria desarrolla habilidades de comunicación


verbal y no verbal, permitiendo al abogado expresar sus ideas de manera
clara, persuasiva y convincente ante jueces, jurados, clientes y otros
profesionales legales.

2. Argumentación persuasiva: La oratoria capacita al abogado para construir


y presentar argumentos sólidos, utilizando técnicas retóricas y estrategias
persuasivas para influir en la opinión de los demás y lograr resultados
favorables en casos legales.

3. Confianza y presencia: La oratoria fortalece la confianza del abogado al


hablar en público, permitiéndole enfrentar con seguridad audiencias, juicios y
representaciones legales. Además, mejora la presencia y el impacto del
abogado en el tribunal y en cualquier entorno legal.
4. Capacidad de persuasión: La oratoria brinda al abogado herramientas para
persuadir y convencer a jueces, jurados y otros actores legales, ayudándoles
a obtener resultados favorables en litigios, negociaciones y resoluciones
legales.

5. Dominio de la retórica: La oratoria enseña al abogado a utilizar técnicas


retóricas como la estructura lógica de los discursos, el uso efectivo de
ejemplos y la persuasión emocional, mejorando la calidad de sus
presentaciones legales y argumentos.

Orador Jurídico

El orador jurídico encuentra personificación en el abogado y por tanto este el


encargado de ejecutar de la ORATORIA jurídica, que en el ejercicio de sus
funciones deberá de maximizar dichas cualidades; orientadas a mejorar su
participación frente a los tribunales, así mismo denotar en todo momento su alto
grado de académico en la formulación de sus argumentos jurídicos tendientes a
persuadir a la autoridad jurisdiccional, debe sumar a esto la elocuencia en su
discurso y concretización amparado en la ley, doctrina y jurisprudencia, y de esta
manera arribar en una correcta aplicación de justicia. Una de las habilidades que
debe poseer un abogado a la hora de ejercer su profesión es la oratoria, una
demostración de seguridad, liderazgo y formación. Los profesionales de la abogacía
deben ser capaces de persuadir, callar, escuchar, liderar y trabajar en equipo,
cualidades todas ellas dignas de un buen orador. La oratoria pretende dar a los
abogados los recursos necesarios para conseguir demostrar una mejor capacidad
de expresión, un lenguaje más rico, con reflejos a la hora de argumentar, y con la
capacidad de adaptar el registro o la seguridad en el habla. En definitiva, se puede
decir que aporta fortaleza y seguridad al abogado, a la hora del juicio y tiene por
objeto ilustrar la inteligencia y mover la voluntad de los jueces para decidir si un
hecho se ha realizado o no, si una persona es o no culpable, si ha de aplicarse tal o
cual regla jurídica o si ésta ha de interpretarse en uno u otro sentido insertando
elocuencia y concreta ante la autoridad jurisdiccional, con la finalidad de coadyuvar
en la aplicación y susceptible de poder perfeccionarse mediante el estudio del
ejercicio. En esa acción, el orador nace -como dicen los idealistas- y se hace, según
el materialista.
El ORADOR, como sostenían los clásicos, su arte no es pues enteramente liberal- lo
que se presume si era antes-es hoy una mezcla entre lo útil y lo dulce. Esto es, lo
real y lo ideal. Es sugerente, que el ORADOR debiera disponer de una voz
agradable, haciendo uso de una mínima adecuación; ayuda a la expresividad y
sugestión del discurso que en todas las circunstancias hace mucha falta. Según el
pensamiento idealista, el ORADOR requiere tener cualidades físicas, porque el
público asentado en el auditorio necesita verlo en el proceso discursar que realiza.
Sin embargo, lo determinante en el ORADOR de hoy-consideramos nosotros-es
ostentar las cualidades intelectuales que no deben de faltar en el discursista u
orador. Si se cumple con esa propuesta determinante, no hay ninguna duda, que el
ORADOR logrará penetrar hondamente en el asunto que desarrolla y expone, no
solo con criticidad, sino haciéndolo descollante e interesante. Para ningún
intelectual y académico, la capacidad de razonamiento y la disposición didáctica no
deja de ser primordial: es relevante en todo orden de aspectos. La regulación de
todas esas cualidades está orientada por la inteligencia. Si el orador carece de
conocimientos, se convierte en una persona no apta para la oratoria. Algo similar
sucedería cuando no tiene dominio de las ideas que las decodifica progresivamente
ante el respetable público. Este se convierte en necesario e imprescindible, porque
en él se concentra precisamente el discurso, que debe llegar con seguridad y
elocuencia. Y estamos convencidos, que el orador poseedor de conocimientos tiene
(y tendrá) algo y muchas cosas que decir ante la concurrencia; y el tiempo le será
escaso, cuando su oratoria versa sobre temas relevantes y específicos. Si el orador
es específico, es profundo, sistemático y original, entonces el éxito está en sus
manos, y la respetable audiencia tiende a quedarse satisfecha de la sapiencia
demostrada. ¿Las cualidades morales ayudan al conocimiento del orador?
Quintiliano manifiesta la importancia que tiene la virtud moral, y está en un nivel
superior que el conocimiento y la inteligencia. Si el orador es moral en su actitud, es
apto para adquirir conocimientos, y sobre todo hábil para procesarlos con
inteligencia. Los griegos no conferían autoridad de orador, a aquel ciudadano que
no poseía cualidades morales., Hoy, también debería ser lo mismo. La valentía para
estar frente al público es una actitud noble, siempre que el discurso está orientado
en aras de la verdad y la justicia. Estas, no deben disminuir ni siquiera en un ápice,
de hacerlo, se estaría incurriendo en contra de los intereses de la digna audiencia,
que se presume haya asistido con esperanza de aprehender algo, que otros les
hayan negado o defraudado. La audiencia es la merecedora de la virtud que a priori
posee el orador en condición de cualidad.

● ¿Qué es la oratoria jurídica?

La oratoria jurídica se refiere al conjunto de habilidades comunicativas utilizadas por


los profesionales del derecho en diversas situaciones legales, como presentaciones
en tribunales, argumentación en juicios, negociaciones y mediaciones legales. Se
centra en la capacidad de expresarse de manera clara, persuasiva y convincente
dentro del contexto jurídico, utilizando técnicas retóricas, argumentativas y una
estructura legal adecuada.

● ¿Qué aporta la oratoria al abogado?

La oratoria aporta numerosos beneficios al abogado en su práctica profesional.


Algunas de las principales contribuciones son:

● Comunicación efectiva: La oratoria desarrolla habilidades de comunicación


verbal y no verbal, permitiendo al abogado expresar sus ideas de manera
clara, persuasiva y convincente ante jueces, jurados, clientes y otros
profesionales legales.3
● Argumentación persuasiva: La oratoria capacita al abogado para construir
y presentar argumentos sólidos, utilizando técnicas retóricas y estrategias
persuasivas para influir en la opinión de los demás y lograr resultados
favorables en casos legales.
● Confianza y presencia: La oratoria fortalece la confianza del abogado al
hablar en público, permitiéndole enfrentar con seguridad audiencias, juicios y
representaciones legales. Además, mejora la presencia y el impacto del
abogado en el tribunal y en cualquier entorno legal.
● Capacidad de persuasión: La oratoria brinda al abogado herramientas para
persuadir y convencer a jueces, jurados y otros actores legales, ayudándoles

a obtener resultados favorables en litigios, negociaciones y resoluciones


legales.
● Dominio de la retórica: La oratoria enseña al abogado a utilizar técnicas
retóricas como la estructura lógica de los discursos, el uso efectivo de
ejemplos y la persuasión emocional, mejorando la calidad de sus
presentaciones legales y argumentos.

Para finalizar, la oratoria potencia las habilidades de comunicación, argumentación,


persuasión y confianza del abogado, brindándole una ventaja competitiva en su
práctica legal y permitiéndole influir en la toma de decisiones y alcanzar resultados
exitosos en el ámbito jurídico.
La Comunicación Oral

Principios básicos en las comunicaciones orales

La comunicación oral debe constar de una emisión de información o mensaje, por


medio de un comunicador/a (emisor), y una reacción/respuesta al mensaje o
información recibida por parte del comunicado (receptor), como puedes ver en el
siguiente gráfico:

Si queremos conseguir que nuestro discurso, mensaje o exposición sea


comprendido de una forma sencilla por nuestros/as interlocutores, debemos tener
en cuenta una serie de principios:

• Definición. Debemos indicar brevemente el motivo de nuestra exposición antes de


comenzar, lo que pretendemos conseguir con ella, las razones que nos llevan a
intervenir, etcétera.

• Estructura. Tenemos que procurar en todo momento que el mensaje que tratamos
de emitir esté bien ordenado por etapas y de una forma coherente.

• Énfasis. Trataremos de ensalzar aquellas palabras o frases que refuerzan nuestra


exposición, aplicando estrategias como elevar un poco más el tono de voz o
realizar pequeñas pausas.

• Repetición. Conviene ahondar y repetir todas aquellas palabras y frases que nos
ayuden a captar la atención de nuestro interlocutor, y así posibilitar una mejor
comprensión de nuestro mensaje.

• Sencillez. Procuraremos exponer nuestras ideas de la forma más clara y sencilla y


utilizar el vocabulario más accesible para nuestro interlocutor. Además de los
principios anteriormente señalados, debemos intentar que el mensaje que
tratamos de emitir posea las siguientes características:

• Claridad. Evitar palabras rimbombantes, expresiones técnicas, etc., y emplear


párrafos y frases cortas.

• Brevedad. Es importante centrarse en el tema.

• Cortesía. Hay que saludar y presentarse antes de comenzar a hablar, mantener


una actitud positiva durante la exposición, etcétera.

Cercanía. Se debe utilizar expresiones en primera persona y evitar el tratamiento


impersonal del receptor.
Modelo de expresión oral

Según Bygate podemos distinguir dos aspectos en las comunicaciones plurales:

• Conocimientos. Son las informaciones que tenemos memorizadas, que para ser
expresadas exigen el dominio de la lengua. También intervienen aspectos
relacionados con la cultura, como por ejemplo modelos culturales o estructura de
las comunicaciones.

• Habilidades. Son los comportamientos que mantenemos en las comunicaciones


orales, tales como la habilidad para adaptarnos al tema, para adecuar el lenguaje,
etcétera.

Clases de comunicación oral

Las comunicaciones orales, según J. Badía, se pueden clasificar del siguiente modo
atendiendo al número de participantes:

• Singulares. Un receptor o más no tienen la posibilidad inmediata de responder y,


por tanto, de ejercer el papel de emisor, como sucede en el discurso político, la
exposición magistral o la canción grabada.

• Duales. Dos interlocutores pueden adoptar alternativamente los papeles de emisor


y receptor. Son de este tipo las llamadas telefónicas, las entrevistas y el diálogo
entre amigos.

• Plurales. Tres o más interlocutores pueden adoptar alternativamente los papeles


de emisor y de receptor. Esta clase de comunicación oral se da en situaciones
como una reunión de vecinos, un debate en clase o una conversación entre varios
amigos. COMUNICACIÓN ORAL

La comunicación oral es la habilidad de elaborar, enviar y recibir información a


través de la palabra hablada. Esta es una habilidad crítica de éxito no solamente en
el mundo de la consultoría de negocios sino en la vida. La capacidad de
comunicarnos oralmente de manera clara y asertiva marca sin duda la forma como
nos interrelacionamos, promovemos acuerdos y resolvemos diferencias.

“Ser consultor es uno de los oficios más apasionantes y más difíciles que existen
(...) porque se sustenta en gran medida en la confianza” (Jordana, 2008). La
comunicación oral es la habilidad que define el camino de la confianza y del
entendimiento entre las personas. De la manera como el consultor gestione su
relación personal y profesional con los involucrados, depende en gran medida el
éxito del proyecto y que el cliente siga las recomendaciones y soluciones que se le
propongan.
En la comunicación oral hay dos componentes muy importantes: el mensaje verbal y
la comunicación no verbal. Recuerde que no solamente es importante lo que
decimos sino también cómo lo decimos, al punto que algunos especialistas en
comunicación manifiestan que el mensaje verbal representa aproximadamente un
30% de lo comunicamos, mientras que el otro 70% hace referencia a la
comunicación no verbal. El mensaje verbal está compuesto por los mensajes orales
y por otros elementos como el timbre, el tono, la dicción y la velocidad de la voz. La
comunicación no verbal, por su parte, incluye la postura corporal, la gestualidad y
hasta la forma de mirar. Podemos dejar de hablar, pero no podemos dejar de
comunicarnos, ya que el lenguaje no verbal seguirá comunicándose.

Un buen comunicador es un buen escucha, no interrumpe, es un buen observador y


también elige el momento adecuado para comunicar, sabiendo que entre más corta,
concreta, sencilla y precisa sea la comunicación, será mucho mejor. Una regla de
oro que no debemos olvidar es que una comunicación efectiva no está ́ dada sólo
por la calidad del mensaje que envía el emisor, sino también por la interpretación del
mensaje que hace el receptor. Por esto, un buen comunicador también valida con
frecuencia lo que el receptor está entendiendo sobre el mensaje enviado,
permitiendo que la comunicación sea bidireccional.

En la consultoría, resulta fundamental aplicar la comunicación oral en las siguientes


situaciones:

Saber preguntar: Habilidad interpersonal que nos permite conocer y descubrir cosas
nuevas; Sócrates afirmaba que lo más importante que había hecho en su vida era
enseñar a los hombres a preguntar; más adelante hablaremos de la metodología
que permite sondear e indagar para conocer los problemas y necesidades del
cliente.

Escucha empática: Existe una gran diferencia entre oír y escuchar, la última implica
involucrar todos los sentidos; el arte de la buena convivencia parte de la disposición
de escuchar, se trata de encontrar aquellas razones del corazón que la razón no
entiende.

Retroalimentación: También llamada realimentación, es un sistema de conversación


que permite brindar y conseguir información sobre el desempeño o resultados de
una actividad con el objeto de identificar lo que funcionó y las oportunidades de
mejora en cualquier actividad.
Conclusión General

En resumen, la oratoria, ya sea en contextos generales o específicos como la


oratoria forense y jurídica, es una herramienta poderosa para influir, persuadir y
comunicar efectivamente. Los oradores hábiles, especialmente en el campo legal,
no solo transmiten información, sino que también tienen el poder de transformar
percepciones y decisiones. La capacitación continua y la práctica en oratoria son
esenciales para cualquier profesional que busque tener un impacto significativo en
su audiencia y lograr sus objetivos comunicativos y persuasivos.

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