asno1

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El burro, asno, jumento, borrico o pollino (Equus africanus asinus)12 es un

animal doméstico de la familia de los équidos. Los ancestros


silvestres africanos de los burros fueron domesticados por primera vez a principios
del VII milenio a. C., dos siglos antes que los caballos de Eurasia, y desde
entonces han sido utilizados por el ser humano como animales de carga y como
cabalgadura. La aparición de la maquinaria agrícola ha supuesto un descenso
considerable en sus poblaciones.

Etimología
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La palabra «asno» procede del término que designa a este animal en latín: asinus,
y que también es la usada en su nombre científico para designar a la subespecie
doméstica. Los términos, también latinos, que designan a su género y
especie, Equus africanus, significan literalmente «caballo africano».

Las palabras «burro» o «borrico» son derivados del latín tardío burricus, que
significaba «caballo pequeño», mientras que caballus era un caballo castrado
usado para tirar o cargar. Desde el siglo I, aunque asinus seguía siendo el nombre
de la especie y del asno garañón para procrear, el asno vulgar de trabajo recibía
normalmente en latín el nombre de asellus.3

Taxonomía
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Relieve de unos burros de la Necrópolis de Guiza, tumba de Seshemnefer IV, del Imperio

Antiguo, Museo Egipcio de Berlín. Los burros domésticos


proceden de los burros africanos.
En un principio los burros domésticos fueron clasificados como una
especie, Equus asinus, y se mantuvo durante mucho tiempo esta clasificación. Al
demostrarse que los asnos domésticos y los salvajes africanos, Equus africanus,
pertenecían a una misma especie, tenían que tener el mismo nombre científico.
Generalmente en casos como este se aplicaría el principio de prioridad usado en
la nomenclatura científica, que establece que debe permanecer como nombre
específico el primero en haber sido registrado, siendo asinus el más antiguo. Pero
la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica determinó en 2003 en
la Opinión 2027 que los asnos domésticos, al igual que otras diecisiete especies
domesticadas, debían nombrarse como su variedad salvaje, Equus africanus, y
por lo tanto los burros domésticos debían nombrarse como la subespecie Equus
africanus asinus.2 Esta decisión se tomó para evitar la paradoja de que linajes
anteriores, los silvestres, fueran nombrados como subespecies de sus
descendientes.

Los asnos se clasifican dentro del orden de los perisodáctilos, perteneciendo a


la familia de los équidos, a la que también pertenecen el caballo (Equus ferus
caballus), el onagro o el kulán (Equus hemionus), el kiang (Equus kiang) y
las cebras, en la que todos están estrechamente emparentados al pertenecer en
su totalidad al único género superviviente, Equus.

Descripción
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Semental de asno de raza andaluza-cordobesa.


Varían considerablemente de tamaño. La mayoría de los burros domésticos tienen
una talla que oscila entre 0,90 y 1,40 m hasta la cruz, aunque hay variedades
mayores como las razas andaluza-cordobesa, y zamorano-leonesa (que puede
superar los 1,60 m), y el burro mamut (cuyo individuo más grande llegó a
medir 1,73 m)4 o el burro catalán (que llega a los 1,65 m). La coloración y longitud
de su pelo también es muy variable. Su color más habitual es el gris en todos sus
tonos, llegando hasta el blanco y el negro, y también son habituales las
tonalidades pardas. A menudo tienen el pelaje de tonos más claros o blanco
alrededor del morro, la zona periocular y el vientre, y con frecuencia presentan dos
franjas oscuras en forma de cruz en su espalda. Sus crines son más cortas que
las de los caballos, por lo que permanecen encrespadas en lugar de caer sobre el
cuello.

Pollino de tres semanas.


Son más longevos que los caballos, llegando a vivir hasta los cuarenta años.
Alcanzan la madurez sexual entre los dos y los dos años y medio. El apareamiento
puede producirse en cualquier época del año, aunque generalmente se produce
durante la primavera. La gestación dura entre doce y catorce meses, y producirá
normalmente una sola cría, raramente dos, que será destetada cuando tenga
entre seis y nueve meses.

Los burros se adaptaron para vivir en los márgenes de los desiertos, y como
resultado de ello tienen características únicas entre los équidos. Los asnos
salvajes viven separados unos de otros al contrario que los caballos y cebras, que
viven en manadas. Los burros son capaces de emitir rebuznos a un volumen muy
alto que les permite mantenerse en contacto a distancias de hasta tres kilómetros.
Sus largas orejas le sirven tanto para percibir mejor los sonidos como para poder
disipar mejor su calor corporal.

Se defienden dando fuertes coces con sus patas traseras, cosa que siguen
haciendo los domésticos cuando son importunados, y también pueden golpear con
las patas delanteras y dar mordiscos.

Alimentación
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Burro alimentándose.
Los burros tienen un sistema digestivo resistente, menos propenso a
los cólicos que el de los caballos, lo que les permite consumir mayor diversidad de
plantas y extraer agua del alimento de forma muy eficiente. En promedio los
burros necesitan menor cantidad de alimento que los caballos de tamaño y peso
equivalente; todo ello les permite vivir en zonas inaccesibles para sus parientes de
nutrición más exigente.

Su dieta se compone de pastos, alfalfa, arbustos y variedades de plantas


desérticas. Esto representa una alimentación herbívora muy rica en fibra.5

Historia
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Burro en una pintura egipcia datada entre 1298-


1235 a. C.
Los ancestros de los burros domésticos son las subespecies de asnos salvajes
africanos nubia y somalí.67 Los asnos salvajes se domesticaron alrededor del 7000
a. C.8 Los burros se convirtieron en importantes animales de carga para la gente
que vivía en las regiones de Egipto y Nubia, ya que son capaces de acarrear entre
el 20 % y el 30 % de su peso corporal, y también se usaron para arar y para ser
ordeñados. Para 1800 a. C. los burros ya se habían extendido a Oriente
Medio y Próximo, donde la ciudad comercial de Damasco es denominada la
«ciudad de los asnos» en textos cuneiformes.

Cílica griega con un sátiro sobre un burro, datado alrededor del 510 a. C.
Los antiguos griegos asociaron los burros al dios Dioniso. Los romanos también
usaron los burros como animal de carga en todo su imperio y además estaba
consagrado a Príapo, por las dimensiones de su falo, a quien era ofrecido en
sacrificio, porque según la leyenda este dios había matado uno en la expedición
de Baco a las Indias por haber tenido la insolencia de disputarle el premio de la
fuerza.

Los équidos se habían extinguido en el continente americano al final de la


última glaciación. Los caballos y los burros fueron introducidos en América por los
conquistadores españoles. La primera aparición del burro en el Nuevo Mundo se
produjo en 1495, cuando Colón llevó en su expedición cuatro machos y dos
hembras. Posteriormente los colonos europeos fueron importando burros de
diversas variedades tanto de España como de Francia, principalmente con el
cometido de ser usados para producir mulas. Además de su uso tradicional en la
agricultura y el transporte, los burros fueron usados a partir del siglo XIX en la
minería.

Con la aparición de la maquinaria agrícola y los medios de transporte modernos


los burros empezaron a usarse cada vez menos desde comienzos del siglo XX en
los países ricos, aunque empezaron a usarse para el turismo y como mascotas, y
siguen siendo usados como animales de trabajo en los países en desarrollo. Las
razas miniatura son las más apreciadas como mascotas.

Mitología y simbología
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Burros en la localidad argentina de Tilcara.


El asno fue un animal consagrado a Príapo y que se le ofrecía en sacrificio desde
que este dios mató a uno en la expedición de Baco a las Indias por haber tenido la
audacia de disputarle el premio de la fuerza. Fue admitido en los misterios
de Vesta en recompensa por haber descubierto a esta diosa con sus rebuznos la
violencia que intentaba hacerle Príapo mientras dormía.

Los egipcios consideraban en el asno un símbolo de Tifón y trazaban su figura


sobre las tortas que ofrecían a este dios del mal. El asno era muy mal tratado
en Coptos. Los habitantes de Busiris, de Abidos y Licópolis tocaban la trompeta
imitando el rebuzno del asno. Entre los egipcios se representaba a la ignorancia
con una cabeza de este animal. Cuando querían designar una obra de poca
duración, figuraban un asno a gran galope a causa de que cuando galopa, no es
más que por un instante, volviendo a tomar muy pronto su paso natural.

Los romanos conservaron mucha parte de esta aversión contra el asno y


encontrarse con uno se consideraba como mal presagio. Se ha conservado una
fábula singular donde el asno hace un papel de bastante importancia. Luego de
que Júpiter hubo tomado posesión del imperio del mundo y los mortales
concurrieron en tropel a ofrecer incienso en sus altares, movido el dios de su
piedad les prometió atender al deseo que ellos formasen. Los hombres pidieron el
don de una eterna juventud sin pasar jamás al triste estado de la vejez. Júpiter
encargó al asno llevar este don inestimable, pero sintiéndose fatigado se acercó a
una fuente para refrescarse. La serpiente que la guardaba dio a entender al asno
que para beber, era necesario que le cediese antes el tesoro que llevaba. El
estúpido animal no tuvo dificultad en cambiar por algunos sorbos de agua un licor
más precioso que el néctar. Desde entonces tienen las serpientes el privilegio de
cambiar de piel y de volver a tomar toda la frescura y vigor de la juventud, al
tiempo que los mortales están sujetos como antes a la vejez y la muerte.9

Aprovechamiento económico
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Burro con serón transportado rocas de yeso.

Burro usado como animal de tiro, Marruecos.

Burro usado como animal de carga, México.


Según relación de Galeno, Mecenas fue el primero que puso en uso la carne de
este animal entre los romanos. Los persas han comido esta carne prefiriéndola a
la de la gacela, gusto que era también el de sus antepasados. Oleario dice que en
un gran festín dado en 1656 por Cha-Abbas a los embajadores, se mataron treinta
y dos asnos salvajes, que su carne era exquisita y ordinariamente se reservaba
para la mesa del monarca; y añade también que el rey de Persia se complacía en
esta caza y que enviaba los asnos que había muerto a Isfahán a la cocina de su
corte. Hipócrates y Galeno miraban esta carne como indigesta y aun peligrosa, lo
que no impidió que Plinio y otros preconizasen su eficacia contra la tisis, las
enfermedades cutáneas, etc.; al menos parece que es dura e insípida. Con todo,
ha servido con frecuencia en tiempo de carestía y también se dice que algunas
veces ha sustituido a la de ternera en ciertas localidades de Francia; por último,
fue la base de los salchichones de Bolonia, buscados por los golosos; la del
borriquillo, sobre todo salvaje, se asegura que es mucho mejor.
Antiguamente se usaban en terapéutica la sangre, la hiel, la grasa, el bazo,
los riñones, los testículos, los pelos, los cascos y hasta la orina y los excrementos
de asno contra un sinnúmero de enfermedades, tales como las calenturas,
la ictericia, la parálisis y la epilepsia. En cuanto a las Tablillas de hokiak, que los
chinos llaman Ngo-kiaeo o Hoki-hao, que preparan según se dice, con la piel de
asno, no son otra cosa que gelatina muy aromatizada. Con esta piel se
hacen tambores. El ejercicio del asno o aselación ofrece, con un poco menos de
actividad, las mismas ventajas que la equitación.10

Desde comienzos de la historia, los burros han sido utilizados


en Europa, Asia y África para transportar cargas, tirar de carros y trasladar
personas. A pesar de no ser tan rápidos y fuertes como los caballos, su
mantenimiento es menos costoso, tienen una gran resistencia y una larga vida, y
son más ágiles en terrenos abruptos e irregulares que los caballos. Continúan
siendo de crucial importancia económica en muchos países en vías de desarrollo.

Los burros tienen una larga reputación por su terquedad, pero esto se debe a la
mala interpretación de algunas personas de su instinto de conservación altamente
desarrollado. Es difícil forzar a un burro a hacer algo que contradiga sus propios
intereses. Son animales inteligentes, cautelosos, amistosos, juguetones e
interesados en aprender. Una vez que se haya ganado su confianza pueden ser
buenos compañeros en trabajo y recreación; por esta razón ahora son
comúnmente conservados como mascotas en algunos países, en donde su uso
como animales de carga ha desaparecido. También son populares por pasear
niños en algunos lugares turísticos y de recreo.

En países prósperos el bienestar de los burros, tanto en su casa como en el


exterior, se ha vuelto recientemente una preocupación y se han instalado algunos
refugios para burros veteranos.11

Otra aplicación recuperada del asno es su uso como animal vigía frente
a lobos y cimarrones.12 El burro, capaz de detectar la presencia de depredadores
con mayor facilidad que el ganado, alerta con rebuznos de su presencia sirviendo
de aviso tanto a ganaderos como a los propios animales con los que convive; tal
es el caso de las vacas, las cuales protegerán mejor a sus terneros.

Los burros también son criados para consumir su carne, que forma parte de la
gastronomía de algunas regiones de España y países como China.

Situación actual
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Población mundial del burro doméstico en 2003,
expresada como porcentaje de su mayor población nacional (China, con 8 499 000

ejemplares). Burro majorero, raza española


Actualmente hay unos 44 000 000 (cuarenta y cuatro millones) de burros. La
población de estos animales ha crecido desde mediados del siglo XX: de 1961 a
1980 pasó de 37 000 000 (treinta y siete millones) a 40 000 000 (cuarenta
millones), manteniéndose estable hasta un rápido crecimiento en la segunda mitad
de la década de los 80.

En África la población de esta especie creció de 8 500 000 a 13 700 000 entre
1949 y 1997. Actualmente, hay 5 000 000 (cinco millones) de asnos en Etiopía,
1 690 000 (un millón seiscientos noventa mil) en Egipto, 1 000 000 (un millón)
en Nigeria, 678 000 en Sudán, 611 000 en Malí, 455 000 en Burkina Faso,
450 000 en Níger y 300 000 en Kenia.

En América Latina hay 7 700 000 (siete millones setecientas mil) cabezas
actualmente, principalmente
en México (3 250 000), Colombia (710 000), Bolivia (720 000), Perú (520 000)
y Venezuela (440 000).

En Asia hay más de 20 000 000 (veinte millones) de burros, de los cuales, hay
unos 11 000 000 (once millones) en China; el resto está, en su mayoría,
en Pakistán (3 900 000) e India (1 600 000).

Hay países donde la población se ha reducido en gran medida hasta 1996, por
diversas causas, como la modernización de los medios de transporte; ejemplos
son Irán (que pasó de 2 160 000 a 1 400 000 desde 1976), Irak (que pasó en tres
décadas de 530 000 a 145 000), Turquía (que decreció de 1 970 000 en 1966 a
800 000), Yemen (790 000 en 1976 a 500 000), Marruecos (1 200 000 en 1976 a
880 000), Sudáfrica (de 310 000 a 100 000 cabezas en solo 10 años) y Brasil (de
1 460 000 a 1 370 000 desde 1976). Otra razón de esta reducción son hambrunas,
sequías, malas condiciones de vida y guerras civiles como la de Afganistán, que
pasó de 1 325 000 cabezas en la década de 1980 a 1 160 000 actualmente.
Pero la reducción más drástica se ha dado en Europa. Los burros pasaron de dos
millones de cabezas a medio millón en tres décadas.13 Las varias razas
autóctonas españolas se encuentran en peligro de extinción, en especial la raza
zamorano-leonesa y la catalana. Esto ha propiciado la aparición de iniciativas14
para su defensa,15 llegando incluso a usarlo para fines dedicados, en principio,
a caballos.16 También se ha empezado a desarrollar la burroterapia para
niños discapacitados.17

El asno en la literatura y en la cultura


popular
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Estatua de Sancho Panza y su rucio en Madrid.

«Murcia. Del mercado». Por Medina Vera (Blanco y Negro,


1907).
La larga historia del uso de burros por los humanos significa que hay multitud de
referencias culturales a este.18
 En las fábulas de Esopo la figura del burro representa el papel de los humildes
en diversas situaciones: algunas veces se cree importante y los poderosos le
ponen en su lugar como en el asno y el león o el asno y la imagen, aunque
también el humilde asno da alguna lección a los poderosos y los arrogantes
como en el asno y el lobo o en el caballo y el asno. Además representa al
compañero confiado que es traicionado por un amigo malintencionado como
en el burro y la cabra o la zorra y el burro.
 Los romanos tomaban el encuentro con un asno como presagio de
calamidades.
 En el cuento Los músicos de Bremen es el burro quien comienza el grupo de
músicos.
 El asno de oro o Asinus aureus es una ingeniosa novela escrita por el autor
latino Lucio Apuleyo donde se encuentra el célebre episodio de Psiquis.
 En el folclore europeo encontramos referencias al poder curativo de la cola de
burro en casos de tos ferina y picaduras de escorpión.
 El burro ha sido por mucho tiempo símbolo de ignorancia. Un ejemplo se
pueden encontrar en Sueño de una noche de verano de Shakespeare y en la
fábula de el burro flautista de Iriarte. Pinocho es otro ejemplo claro, en donde
los niños que visitaban la "isla de los juegos" se convertían en asnos por dejar
los estudios por la diversión y la holganza. Por este motivo se le da el
calificativo peyorativo de burro o asno a una persona ignorante o de poca
inteligencia. Ello también ha llevado a que en los colegios durante mucho
tiempo se usara un accesorio en forma de las orejas de este animal (las
llamadas «orejas de burro») como castigo hacia los malos estudiantes; si bien
esto se ha ido erradicando por ser motivo de humillación, burla y
discriminación.
 El burro protagoniza o aparece como fiel compañero del protagonista en
muchas obras literarias:
 En la obra maestra de literatura española El ingenioso hidalgo don Quijote
de La Mancha, Sancho Panza designa a su burro como «el Rucio» o «mi
Rucio», en una referencia elegante a la textura de su piel.19
 Es famoso el burro Platero, de la obra de Juan Ramón Jiménez Platero y
yo.
 En su poema The Donkey (en español: El burro) G. K. Chesterton describe
la opinión de la gente sobre este animal desde la óptica del propio burro.20
 En el Libro de 1945 Rebelión en la granja de George Orwell, el burro
Benjamín representa a la clase intelectual, consciente de la manipulación
del cerdo Napoleón, pero que no se hace partícipe de la crítica,
manifestando que los burros viven muchos años.
 Aparece en la novela de 1953 Brighty of the Grand Canyon (Lucero del
Gran Cañón) de Marguerite Henry.21
 Aparece repetidas veces en la iconografía cristiana.
Ya desde el nacimiento en Belén donde Jesús de Nazaret recién nacido
está escoltado por un asno y por un buey acorde a lo dicho por antiguas
profecías.
Durante la Celebración del Domingo de Ramos, se rememora la llegada
a Jerusalén de Jesús de Nazaret montado sobre de un burro y recibido por
la multitud con hojas de palma, cuyas estatuas procesionales son
conocidas popularmente en Andalucía como la borriquita. La huida a
Egipto también se representa a lomos de un burro y los asnos aparecen
mencionados muchas veces en la Biblia hebrea. La creencia de que
una quijada de este animal fue el arma homicida de Abel es, sin embargo,
falsa. El Génesis no aclara el medio utilizado por Caín para dar muerte a su
hermano. Probablemente se deba a una confusión con el pasaje bíblico
donde Sansón acaba con un ejército filisteo armado con una quijada de ese
animal.

 El asno es el animal que simboliza al Partido Demócrata de los Estados


Unidos (frente al elefante del Partido Republicano).
 Ya en el cine y en la televisión, hay ejemplos de personajes populares
que son asnos: Igor, de Winnie the Pooh, Pequeño, del corto The Small
One, Donkey, de la franquicia Shrek, y Bo de The Star,.
Híbridos
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Mulo, híbrido entre burro y yegua.


Un burro puede fecundar una yegua; su descendiente se llama mula
o mulo. Un caballo puede ser cruzado con una burra, en este caso el
descendiente se denomina burdégano. Ambos híbridos son casi siempre
estériles porque los burros tienen sesenta y dos cromosomas mientras que
los caballos tienen sesenta y cuatro, por lo que los descendientes tienen un
número impar, sesenta y tres, lo que dificulta la formación
de gametos funcionales.
Cebrasno: híbrido entre burro y cebra, en el
zoológico de Colchester, Inglaterra.
Históricamente se ha preferido criar más mulos que burdéganos, porque al
ser las yeguas de mayor tamaño que las burras sus hijos son mayores y
más fuertes.

Los mulos son fuertes y resistentes, por lo que desde la antigüedad el ser
humano los ha considerado especialmente útiles a la hora de llevar cargas
pesadas a largas distancias y en terrenos montañosos. A esta
característica, que hace a los descendientes cruzados más resistentes que
sus progenitores, se la denomina vigor híbrido.

También se han conseguido híbridos de asnos domésticos y varias


especies de cebras, conocidos como ceburros o cebrasnos.

Burros de raza catalana.


Refranes relacionados con el burro
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 A asno lerdo, arriero loco; remolón que se hace el tonto, castigándose


irá pronto.
 Al asno muerto, la cebada al rabo; suele llegar el remedio cuando ya no
es tiempo de ello.
 Asno con oro, alcánzalo todo; ¿qué no alcanza el hombre rico, aun
cuando sea un borrico?
 Asno de Arcadia, lleno de oro, y come paja; ¿de qué le sirve su riqueza
al que se da un trato mísero, como los avaros?
 Asno de muchos, lobos lo comen; cosa al cuidado de muchos, está
como al de ninguno.
 Asno lerdo, tú dirás lo tuyo y lo ajeno; ni aun saben los indiscretos
guardar sus propios secretos.
 Asno que entra en dehesa ajena, volverá cargado de leña; el que entra
en lugar vedado, se expone a ser apaleado.
 Asno sea quien asno batea; reprende a los que dan empleos a
personas incapaces de desempeñarlos.
 Bien sabe el asno en cuya cara o casa rebuzna; la demasiada
familiaridad con inferiores, suele dar motivo a libertades o llanezas.
 Burlas con el asno, daros ha en la barba con el rabo; chanzas gastar no
conviene, con quien finura no tiene.
 Burro cargado de letras; se dice del que ha estudiado mucho y no tiene
discernimiento, ingenio ni travesura, especialmente para los negocios y
necesidades de la vida.
 Cada asno con su tamaño; cada cual con su igual.
 Caerse de un burro o de un asno; reconocer un error, convencerse de
lo contrario que se impugnaba.
 Do vino el asno vendrá la albarda; con lo principal va comúnmente lo
accesorio.
 El asno que no está hecho a la albarda, muerde la atafarra; los que no
están acostumbrados a privaciones, suelen llevarlas muy mal.
 Es un borrico; frase con que se denota que alguno es de mucho
aguante o sufrimiento en el trabajo. Se usa más en la acepción de ser
un tonto, un idiota, un estúpido.
 Mas quiero asno que me lleve, que caballo que me derrueque; mejor es
contentarse con un mediano estado, que aspirar al peligro de los
grandes puestos.
 No compres asno de recuero, ni te cases con hija de mesonero; está
muy expuesto a salir burlado el que toma una de estas dos cosas, por
lo andadas que se suponen.
 No se hizo la miel para la boca del asno; las cosas delicadas solo
pueden ser debidamente apreciadas por los que tienen gusto.
 No ver siete sobre un asno o tres en un burro; ser cortísimo de vista.
 Poner a alguien a caer de un burro; insultarlo o reprenderlo con dureza.
 Poner a alguno sobre un borrico; frase usada para amenazar con el
castigo de azotes o afrenta pública.
 Por dar en el asno, dar en la albarda; confundir las cosas sin saber lo
que se hace.
 Puesto en el borrico, igual da ciento que ciento y pico; dado el primer
paso en alguna resolución arriesgada, vencido el obstáculo que más
cuesta, lo demás se hace menos difícil.22
 Quien no puede dar en el asno, da en la albarda; hay sujetos que, no
pudiendo vengarse en la persona de su enemigo, se vengan en las
cosas de su pertenencia.

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