Guía de estudio Antropología
Guía de estudio Antropología
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IV UNIDAD
Objetivo específico N° 1
Evaluar la pertinencia y alcances del término “acto médico” caracterizar la relación médico
paciente.
Dado su carácter social, la relación médico-paciente lleva la impronta del contexto social
en el que se desarrolle, determinado por el sistema de salud. En la dimensión social, la
relación médico paciente juega un papel dentro de un escenario social específico; los médicos
y los pacientes no están relacionados como átomos separados sino como personas que se
articulan en un complejo de realidades sociales. La enfermedad es social en el sentido de que
existen causas sociales de enfermedad y e incapacidades sociales, y ambas pueden cambiar
de una cultura a otra. La enfermedad en algunos escenarios sociales, convierte a un paciente
en un ser indefenso; por ejemplo, en el hospital moderno, de alta tecnología, donde el
enfermo se siente en un medio extraño, no conoce lo que hay a su alrededor, no conoce los
procedimientos e ignora quien tiene y como se usa el poder. En consecuencia, la relación
médico-paciente hoy en día crea una necesidad de ayuda y protección en el paciente contra
los peores efectos sociales de la enfermedad y posibilita el acceso a la atención y a la ayuda
hospitalaria cuando sea necesaria.
Conceptos básicos:
La relación médico-paciente:
La relación médico-paciente como toda relación interpersonal profesional debe estar regida
por la ética, filosofía y sociología profesional que sirva como base de confianza para la gestión
de salud. Suele darse como un encuentro directo entre dos personas mediante actos
comunicativos y diálogos donde puede o no haber mediación física y acompaña a la persona
en un momento difícil de la vida. La relación médico-paciente es una actividad moral que
surge de la obligación del médico de aliviar el sufrimiento y respetar las creencias y la
autonomía del paciente. Por lo general es iniciada por consentimiento mutuo, expresado o
implicado, para prestar atención médica de calidad.
Rapport:
Es la conexión entre médico y paciente donde el paciente trasmite sus problemas físicos,
psicológicos, emocionales, todo aquello que lo aqueje y que recibe el médico creando un
ambiente de sintonía psicológica y emocional. Esta conexión necesita de empatía, es decir
por parte del médico ponerse en el lugar del paciente a través del respeto y la dignidad
humana con el fin de una comunicación con menos resistencia y más humanidad para obtener
efectos curativos.
El concepto de rapport se refiere a la relación armoniosa y de entendimiento mutuo
entre el profesional de la salud y el paciente. El rapport se basa en la confianza, la empatía
y la comunicación efectiva.
Ética:
Deontología:
La Deontología o teoría deontológica se puede considerar como una teoría ética que se
ocupa de regular los deberes, traduciéndolos en preceptos, normas morales y reglas de
conducta, dejando fuera de su ámbito específico de interés otros aspectos de la moral.
Práctica médica:
Contrato terapéutico:
El Contrato Terapéutico o encuadre analítico hace referencia al conjunto de líneas y
vectores que delimitan las condiciones en que paciente y terapeuta se comprometen a
proceder, en favor de construir y proteger el espacio terapéutico.
La Bioética:
La bioética es una ciencia multidisciplinaria que aborda las cuestiones éticas relacionadas
con la vida y la salud. Esta también es una ciencia conductual que analiza y proporciona
respuestas a los dilemas morales que surgen en los ámbitos de la biomedicina y la tecnología.
En pocas palabras bioética es una actividad analítica basada en principios y criterios éticos
que pretende orientar la práctica en el ámbito de la salud.
1. Autonomía (respeto a las personas): donde las personas son tratados “como agentes
autónomos” donde son reconocen el derecho de las personas a su privacidad,
autodeterminación, deseos y elecciones.
3. Justicia: tratar a cada paciente como le corresponde; esto es, sin más ni menos atributos
que los que su condición amerita.
4. No maleficencia: cualquier acto médico debe pretender el no causar daño de forma directa
o indirecta.
La intimidad del paciente: protección de los datos relativos a la salud del paciente y la
protección de la intimidad personal que tiene su punto de partida en la intimidad corporal,
creencias y valores.
Secreto: El secreto médico es un derecho objetivo del paciente que el profesional está
obligado a respetar en forma absoluta, por ser n derecho natural no prometido ni pactado. El
secreto médico comprende también el nombre del paciente”.
El secreto profesional médico consiste en que médico debe respetar la privacidad del
paciente y tomar todas las medidas necesarias para hacer imposible la divulgación de
toda la información que él o ella ha adquirido en el ejercicio de su profesión.
Aspecto socio-cultural en la relación médico-paciente:
Cultura son conductas compartidas por un grupo social o contexto ambiental en concreto
que son aprendidas mediante el proceso de socialización.
La Vivencia de la enfermedad
Shock cultural
La comunicación es una serie de habilidades aprendidas que tienen como fin el cuidado
del paciente.
Vías de comunicación:
- Verbal
- Extra verbal
- Instrumental
- Táctil
Claridad
Fluidez verbal
Originalidad
Anamnesis. Recolección de datos útiles obtenidos por el especialista mediante preguntas
específicas para diagnosticar y tratar al paciente. Consiste en una conversación que si se
lleva adecuadamente nos llevara a un buen diagnóstico clínico.
1. Datos de identificación
2. Motivo de consulta
3. Enfermedad actual
4. Antecedentes personales
5. Antecedentes familiares
6. Revisión por sistemas
7. Exploración física
Una imagen:
Desde que nacemos, todos contamos con una imagen personal, pues quienes nos
conocen elaboran una representación mental de nosotros (imagen) e, incluso, pueden tener
una opinión sobre nuestra persona, lo que construye la reputación en nuestro entorno, por
ello, cuando el médico es consciente de esto y toma medidas para gestionarla puede llegar a
capitalizarla en su favor. Relacionado a esto, la autoimagen es la imagen o representación
mental que se obtiene de uno mismo, generalmente resistente al cambio, y que no representa
solamente los detalles que pueden estar disponibles a la investigación u observación objetiva
de otros, sino también los elementos propios que se han aprendido acerca de sí mismo, ya
sea por experiencias personales o por la internalización de los juicios de los demás. Mantener
su imagen con los demás y su autoimagen consigo mismo es muy importante para un médico,
pues todo desemboca en lo mismo: la confianza que puede o no haber en las capacidades u
habilidades de un médico.
El paciente debe tener confianza en cuanto a la competencia de su médico y debe sentir
que pueden realizarle confidencias a él. Para la mayoría de los médicos, es importante el
establecer un buen contacto con el paciente. Aunque la imagen personal puede transmitirse
de forma casual, conviene al médico programarla para posicionarse como un verdadero
profesional de la salud en la mente de quienes le rodean, para lo cual tiene que tomar en
cuenta que ésta se proyecta a través de distintos canales:
● Lo que dice Internet de él: Cada vez la red gana más terreno en el mundo, por tanto, si el
médico no tiene presencia en Internet deja de existir para miles de personas que tratan de
contactar con un profesional de la salud para lidiar con sus problemas médicos.
● Mensajes que emite: Este aspecto incluye desde la forma de expresarse “en vivo” hasta el
ejercicio de divulgación que se hace en los entornos digitales, pues como comentamos
anteriormente, quien no tiene presencia en la red deja de existir en una de las plataformas que
más facilita el desarrollo del marketing médico. Por tanto, conviene al galeno no sólo ofrecer
trato de calidad a los pacientes cuidando su comunicación verbal y lenguaje corporal, sino
también difundir información útil a los internautas que representan a los pacientes potenciales.
● Acciones que realiza en general: El médico no es la persona que viste una bata blanca, es
un ser humano que representa a una comunidad con un prestigio determinado, por lo que
cada acción en su vida personal y laboral hablará del tipo de galeno del que se trata.
Salud y enfermedad:
El trabajo médico tradicional es prescribir remedios específicos para cada diagnóstico, el reto
es situarse en una posición más amplia y flexible que permita influenciar realmente las causas
y determinantes de salud-enfermedad. La relación entre el médico y su paciente juega un
papel muy importante en la práctica de la medicina y es esencial para la provisión de
asistencia médica en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. La relación entre
el médico y su paciente es una de las bases del proceso de salud-enfermedad en la ética
médica contemporánea. El papel de los médicos y de las organizaciones de salud es crear
una cultura de salud positiva total más que de enfermedad y curación.
La valoración
La autovaloración
Esta juega un papel muy importante en la percepción acerca de qué problema posee el
enfermo, de su enfrentamiento y algo más complejo: cómo ve la vida y cómo la enfrenta. La
autovaloración es la dimensión valorativa de la autoconsciencia, es decir, la apreciación que
se tiene de uno mismo. Esta imagen repercute en la salud y en la vida del individuo al
interrogar, diagnosticar e indicar un tratamiento.
El que se sobrevalora tiende a pedir poca ayuda, porque se cree con grandes
posibilidades, pero a su vez sufre con frecuencia de estados emocionales negativos por las
frustraciones que tiene al considerar que podrá lograr más y sus posibilidades reales no se lo
permiten. El que se subvalora enfrenta la vida con inseguridad, se propone pobres metas,
cree que no puede y así mismo maneja su enfermedad, lo que provoca que esta, en muchas
ocasiones, le acarree tensiones mantenidas que la agravan al percibir que su enfermedad es
más fuerte y que no puede con ella.
Expectativas:
Desde algunas décadas el modelo biopsicosocial propone dentro de sus principios, que la
atención médica debe centrarse en las necesidades de las personas, considerando sus
conocimientos, creencias y expectativas. Por este motivo y por otro lado, por las influencias
del mercado y la necesidad de mejoras en la gestión, los sistemas de salud han visto
necesaria otra relación con el/la paciente que se distancia del modelo paternalista tradicional
en miras de mejorar la atención y cumplir con las expectativas de los/ las usuarios/as.
OBJETIVO N° 2
La capacidad de prevenir:
El control de los factores de riesgo no solo es difícil, sino que muchos de ellos apenas son
reconocidos y muestran alguna inconsistencia en su vinculación con ciertas enfermedades.
Aun cuando se sepa cómo prevenir enfermedades, muchas personas carecen de la disciplina
o la motivación para seguir los pasos que se requieren para lograrlo. Muchas enfermedades
de hoy en día no son consecuencia de la agresión del medio ambiente o de las características
genéticas de los individuos, sino que tienen que ver con la conducta de las personas, con la
adopción oportuna de ciertos estilos de vida repercuta en la prevención de varias
enfermedades.
Los elementos convencionales del estilo de vida, abarcan desde luego el consumo de
tabaco, alcohol y otras drogas, las variantes de alimentación, el ejercicio, ocio y la distracción,
de tal manera que en este campo caen las enfermedades asociadas con la obesidad, el
tabaquismo, el consumo de alcohol, el sedentarismo y las posturas, la malnutrición, el estrés,
la higiene personal y familiar, el ejercicio de la sexualidad, el manejo del ocio y el descanso, la
automedicación y la auto-prescripción y los patrones de uso de los servicios de salud. En
conjunto, estas enfermedades representan la mayor carga para las sociedades
contemporáneas.
Aunque es esencial que los equipos de atención primaria aspiren a mejorar la salud de las
poblaciones en el ámbito local, esta labor puede ser de escasa utilidad, si a nivel nacional y
mundial, los responsables de las políticas no impulsan medidas de política pública más
generales, fundamentales para modificar los hábitos alimentarios e influir en los determinantes
sociales de la salud.
Debido a las conductas que generan los trastornos antes mencionados (anemia, bulimia,
vigorexia), como el consumo de esteroides, laxantes, diuréticos, dietas especiales, asistencia
a gimnasios, entre otros, al igual que someterse a una operación de cirugía estética,
entendemos que estos desordenes son compatibles con un nivel económico medio-alto.
En sí el llamado “culto al cuerpo” no es tan malo, siempre que el individuo mantenga sus
características únicas, por el lado blanco de la publicidad al culto del cuerpo, se pueden
apreciar movimientos para cambiar la vida de una persona al bienestar físico, como el fitness,
que se trata de llevar una vida mucho más saludable, cambiar el estilo de vida con dieta y
ejercicios, lo que por el contrario de un desorden alimenticio, en vez de dañarte, te lleva a
estar sano, viéndolo a simple vista, pero más a profundidad están los adictos al gimnasio,
llevan esto al extremo y en su hambre de crecer su musculatura se encuentran con problemas
serios como una distrofia muscular.
El bienestar y la salud:
Salud y bienestar es el proceso de optimización del estilo de vida de las personas en todos
sus aspectos. Bienestar son las actitudes y comportamientos que mejoran la calidad de vida y
resultan en una buena salud.
Las cuatro enfermedades en las que influyen las malas condiciones ambientales son: la
diarrea, las infecciones de las vías respiratorias inferiores, diversas formas de traumatismos
involuntarios y la malaria, pero todas podrían ser controlables.
Aspectos éticos:
La conducta ética tiene como virtud fundamental la fortaleza, que se determina como
firmeza cuando va orientada a la vida del propio sujeto, y como generosidad cuando va
orientada a la vida de los demás individuos humanos. La cuestión originaria y radical es la
muerte misma, ¿Qué es una buena muerte? Y ¿Qué es una buena vida? Los problemas
éticos no conciernen sólo al momento de la muerte, sino todo lo que procede.
Aspectos morales:
La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en
concordancia con la sociedad y consigo mismo. La moral se relaciona con el estudio de la
libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.
Las muertes ocurren dentro de un orden social, los pensamientos, intereses, actividades,
proyectos, planes y esperanzas de los otros están más o menos vinculadas a la persona que
muere y al hecho de su muerte. El carácter de este vínculo está dado en parte por la
ubicación de la persona en una diversidad de estructuras sociales, es decir, la familia, el
hospital, las carreras ocupacionalmente estructuradas de la sociedad, sistemas de edades,
entre otros; y proporciona a su vez variados grados de importancia a la anticipación de la
muerte y al establecimiento de cursos de acción sobre la base de la anticipación.
Aspectos Axiológicos
Dentro del pensamiento filosófico existe un punto central que es cómo queremos llegar a
ser en el futuro, en un estado mejor. Para poder pasar de un estado actual a un mejor estado
es necesario que se comprenda primero que para hacer mejoras tenemos que fundarlas en
ciertos puntos clave. En el pensamiento los hemos llamado siempre la axiología filosófica o
axiología existencial, es decir, los valores, que son aquellos fundamentados de la acción que
nos pueden llevar a un estado mejor el día de mañana, esto se debe a que los valores dan
sentido y coherencia a nuestras acciones.
El ideal de trascendencia:
El deber de cada ser consiste en lo que éste puede; el ideal es sencillamente la verdad de
cada vida, y no lo es en absoluto superior. El ideal es sencillamente la verdadera
trascendencia; está antes y dentro de cada ser. Lo que entendemos como trascender es que
algo nuestro perdure más allá de nuestra existencia actual. Podemos verlo de dos formas:
como trascendencia de la esencia o como trascendencia de la pertinencia.
Como gran parte de la filosofía occidental, la trascendencia se puede ver desde el lado
materialista más absoluto, siempre se trasciende. La materia con la que estamos hechos
siempre perdura, la energía también lo hace. La forma ideal de trascendencia sería que más
allá de la muerte, seguiríamos en esencia, existiendo. Dejando claro que no seríamos
nosotros, sino que trascenderíamos a través de nuestras obras, de nuestras creaciones, a
través de la materia que toma forma a partir de la energía. Tal vez de ahí el ideal del cristiano
en la reencarnación.