0% encontró este documento útil (0 votos)
2 vistas7 páginas

7 RELIGIÓN.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 7

Unidad Didáctica del segundo periodo

Colegio Cundinamarca
Asignatura de religión
Grados 701 y 702
Docente: Susan Higuera

El primer material que se desarrollará en la clase será el siguiente video

La evolución de Dios

A continuación la transcripción del guion, que deberá ser leídos por los estudiantes:

¿Qué te viene a la mente si digo la palabra... “Dios”? ¿Una entidad abstracta e


incomprensible o un ser específico? ¿Qué apariencia tiene? ¿Tiene forma humana o animal,
es hombre o mujer? ¿Cuáles son sus características y su poder? ¿Es el único dios o es uno de
muchos? Ahora pregúntate: “¿por qué tengo este concepto de Dios? ¿De dónde viene?”
La idea que tenemos de la divinidad está formada por nuestra cultura. Y si las culturas
han ido cambiando con el tiempo, se podría decir que Dios ha ido evolucionando. Prepárate
para descubrir… La evolución de Dios
Casi todas las sociedades humanas han concebido seres espirituales que de alguna manera
influyen en nuestra vida. Pero ¿por qué? ¿Estas ideas cumplen algún propósito? En su libro
Clarity, Daniel San Martín propone una explicación basada en las propuestas de varios
autores.
Por ejemplo, para el psicólogo Paul Bloom, Dios tiene su origen en la teoría de la mente:
la capacidad que tenemos como individuos de atribuirle pensamientos e intenciones a los
demás: si yo camino, es porque así lo deseo; por lo tanto si veo a otra persona moverse,
también debe tener una mente como la mía. Y si ya no se mueve es que esa mente, ese
espíritu, abandonó el cuerpo. Bloom llama “dualismo” a esa creencia de que cuerpo y espíritu
son cosas diferentes y que esa alma puede sobrevivir aún sin el cuerpo. Y si eso es válido
para las personas, también deben tener mente los animales, las plantas e incluso los ríos, las
nubes, el sol y otros objetos. Justin Berret llama “detección de agentes” a este fenómeno.
Mira esta pequeña animación, similar a la usada en un experimento que se realizó en 1944.
Aunque se trate de simples figuras geométricas, automáticamente les atribuimos agencia:
intenciones, capacidad de acción y hasta personalidades. La teoría de la mente y la detección
de agentes triunfaron evolutivamente porque nos permiten anticipar las acciones de los demás
seres vivos y fue fácil aplicarla incluso a los no vivos. Se le llama “animismo”
A esta primera forma de religión: la idea de que los seres y fenómenos de la naturaleza
y el cosmos poseen un ánima y un numen, o sea un poder más allá de su existencia corpórea.
Así, un río que genera vida podría ser una divinidad a la que hay que venerar, el sol y la luna
regirían los ciclos cósmicos y hasta un conejo capturado para comerlo requeriría reverencia.
Y los cuerpos de los familiares muertos, cercanos a nuestros sentimientos, debían ser tratados
con respeto o incluso conservados. Y sus espíritus también serían objeto de veneración. ¿A
dónde se iban las almas? En este momento surge la idea de un “más allá” y de que ciertas
personas (quizá neurológicamente atípicas) eran capaces de conectar con ese mundo de los
espíritus humanos y animales.
A estas personas se les llama “chamanes” y a esta forma de religión “chamanismo”. Las
primeras divinidades. También surge en esta etapa el culto a los antepasados, sobre todo a
aquellos y aquellas que fueron importantes por su legado. Después de varias generaciones
algunos de estos ancestros y ancestras pudieron volverse figuras míticas, incluso mezclándose
con los poderes animales o naturales. “Anoche el abuelo venado me habló”, diría un chamán.
Sin historia escrita, es muy difícil saber con precisión cuál fue la primera divinidad.
En algún momento del paleolítico la gente se empezó a preguntar ¿quién creó el mundo?
¿De dónde salió? Por mucho tiempo los seres humanos sólo representaron animales en su
arte, pero hace 30 mil años se empezaron a representar formas humanas: como muchas de las
figuras más antiguas encontradas son de mujeres de formas exhuberantes, existe la hipótesis
de que las primeras divinidades fueron femeninas. Tiene mucho sentido, ya que las
sociedades en ese entonces tendían a ser más igualitarias y el principio femenino, con su
capacidad de generar vida y de alimentar, cuidar y nutrir, era visto como sumamente
poderoso. Así, quizá Dios nació como la Gran Diosa: si de las mujeres surgen las personas,
entonces de ella nació el mundo y todas sus criaturas.
En ese entonces no había religión organizada, así que cada tribu tendría sus variantes:
en esta sería la diosa de la fertilidad y de la siembra, en esta, la diosa de la luna y de los ríos,
siempre asociada con los lugares húmedos, la tierra, los manantiales y las cuevas. Se piensa
que diosas como la cananea Astarté, la babilonia Ishtar o la griega Démeter y la romana
Ceres son descendientes de la Gran Diosa. Incluso la diosa china Guanyin y la Virgen María
conservan atributos de este arquetipo: su papel maternal como protectoras y su asociación
con cuevas, como la aparición de la Virgen de Fátima.
¡Pero volvamos a la edad de piedra! Se ha probado que el cerebro humano tiene capacidad
para convivir en comunidades de hasta 150 personas. Pero el culto a ancestros y divinidades
comunes permitió la cooperación entre las sociedades humanas: ya no estaban unidas sólo
por el parentesco, sino por mitos y rituales compartidos. Se sabe que los sacerdotes o
sacerdotisas de diferentes tribus se reunían para compartir sus visiones y ritos. Esto
permitió que las comunidades crecieran y se formaran las primeras ciudades con población
considerable, hace unos 10 mil años. Entre el neolítico y la edad de bronce la religión
empieza a organizarse y a asociarse con el poder: sacerdotes y reyes son siervos de los
dioses, pero gobernantes de los mortales. Estamos en plena etapa del “politeísmo”.
El politeísmo
Al organizarse la sociedad de manera jerárquica y patriarcal, las diosas van perdiendo
importancia y los dioses varones se vuelven importantes. Es el caso del Zeus griego y de
Odín, de la mitología nórdica, ambos denominados “Padre de todos”.
En el politeísmo se reconocen muchos dioses, cada uno con atributos y áreas de acción
diferentes. Los dioses del olimpo griego, con sus áreas de dominio, sus reyertas y
mitos, son de esta etapa. Y también los dioses del hinduísmo, como Shiva y Visnú. En
Mesoamérica, Aztecas, Incas y Mayas también eran politeístas. Y, si te fijas, todas estas
sociedades tenían jerarquías bastante rígidas. Pero no todo eran grandes dioses: mucho del
animismo aún sobrevivía. Los antiguos latinos, por ejemplo, tenían sus “penates”: humildes
dioses del hogar y de las despensas, propios de cada familia.

En una región de medio oriente llamada Canaán sí se adoraba a un gran dios: el dios El,
padre y jefe de otros 77 dioses. En esa región vivieron los primeros hebreos, que también
adoraban al dios, Él, junto con otros dioses, como Baal. Al parecer se concentraron en uno
de los nombres de Él: “Yahweh”, “el que sopla”. Poco a poco empezaron a hacer
una distinción entre su Yahvé y El, el dios original. Al principio los hebreos eran henoteístas:
creían que los demás dioses también eran dignos de adorarse, pero no eran tan buenos
como el suyo, y luego se hicieron monolatristas: el suyo era el único dios digno de adoración.
El judaísmo fue influído por dos religiones: el culto a Atón, el dios solar que el faraón
egipcio Akenatón afirmaba que era el único dios, y el Zoroastrismo, religión de la antigua
Persia que adoraba a Ahura Mazda, el Dios Creador que otorgaba premios y castigos según
como te hubieras portado en la vida y que tenía a sus órdenes ejércitos de ángeles.
La noción de un espíritu que encarnaba el mal, enemigo de Dios y de que un día vendría
un mesías y habría un Juicio Final también son zoroastrianas. El judaísmo así entró en la
etapa monoteísta, afirmando que el suyo era el único dios verdadero, al grado de juzgar como
idólatras a quienes adoraban a otros dioses y hacerles la guerra.
Del judaísmo surgen las otras dos grandes religiones monoteístas: primero el cristianismo,
con influencia del mitraísmo y el gnosticismo y después el Islam. Ambos se expanden por
el mundo. El cristianismo recibe mucha influencia de los filósofos griegos, especialmente
Platón y Aristóteles, y buena parte de la imagen del cielo y de Dios que tenemos actualmente
proviene de esas fuentes. El cristianismo se separa en el occidental y el oriental y finalmente
el occidental se divide en catolicismo y una variedad de denominaciones protestantes.
Así, Dios empezó siendo los espíritus de la naturaleza, unos más poderosos que otros con los
que había que convivir, y luego una multiplicidad de personas con caprichos y emociones
humanas a los que había que mantener contentos a ser uno sólo, con reglas morales que había
que seguir. Pero esta evolución de Dios no ha sido lineal, sino que, como la evolución
biológica o la de las lenguas, se ha ramificado, produciendo una gran diversidad de ideas,
mitos, y prácticas religiosas: aunque 8 de cada diez personas son budistas, musulmanas,
hinduistas o de alguna denominación cristiana, actualmente hay más de 4 mil religiones
animistas, chamanistas, politeístas y monoteístas que conviven hoy en el mundo. ¡Cada una
con sus fascinantes mitos y rituales y sus dioses, tan importantes para sus creyentes como lo
es tu idea de Dios para tí! Ojalá este video alcanzara para mencionar aunque sea a una
fracción de ellos... La noción de Dios ha ido cambiando, pero siempre ha servido para
moderar nuestros impulsos egoístas y guiar nuestra ética, también para crear comunidades
que se apoyan y comparten creencias y costumbres, pero también ha sido pretexto para
agredirnos y excluirnos unos a otros, ¿será posible coexistir en paz? Y tú ¿cómo piensas que
evolucionará la idea de Dios en el futuro?
Del anterior video y su guion se llevará a cabo un proceso de lectura crítica, que incluya
reconocimiento de nuevo vocabulario, comprensión literal e inferencial y finalmente
posiciones y reflexiones y una actividad con uso de TIC.

ACTIVIDAD DE LIBRO SAGRADO


Objetivo. revisión del concepto de los SAGRADO, que no necesariamente se construye
desde el discurso y la práctica religiosa.
Se plantea la actividad dada la necesidad de proponer actividades que involucren actividades
concretas y kinéticas, que permitan un desarrollo de la clase, ya que al ser estudiantes muy
activos, es menester formular ejercicios que involucren movimiento y favorezcan la
concentración.
MATERIALES
Cartulina
Colores
Un gancho legajador de plástico
Regla
Marcadores
Portada

Para la parte interior se hará una mandala, y con hojas recicladas se contestarán algunas
preguntas y actividades

¿Crees que existe un Dios?


¿Cómo crees que es Dios? Físicamente y espiritualmente
¿Qué pregunta le harías a Dios?
¿Cómo crees que te ve Dios a ti?
¿Dios es una entidad abstracta e incomprensible o un ser específico?
¿Qué apariencia tiene?
¿Tiene forma humana o animal, es hombre o mujer?
¿Cuáles son sus características y su poder?
¿Es el único dios o es uno de
muchos?
¿Por qué tienes ese concepto de Dios? ¿De dónde viene ese concepto?

Además se indagará por el concepto de lo sagrado en un sentido No confesional, con la


siguiente lectura:

La palabra sagrado hace referencia a todo aquello que un grupo humano considera digno de
veneración y a lo que le tiene un respeto inconmensurable, puesto que lo relaciona
intrínsecamente con la divinidad.

Durante toda la historia, los hombres fueron rindiéndole culto a diferentes dioses, con el fin de
encontrar respuesta a algunas inquietudes existenciales, y en casi todos los casos la figura en la
que creían no era algo que podían ver ni con la que podían hablar: se trataba, justamente, de un
acto de fe.

Por lo tanto, la existencia de objetos o lugares vinculados con la divinidad siempre fue un asunto
de interés que motivó respeto en las personas. Los templos y ciertas escrituras milenarias son
los elementos más sagrados que tienen todos los credos más importantes, pero también lo son
algunas costumbres, y las interpretaciones han extendido el concepto de sagrado y han incluido
animales, ríos, montes, fechas y ciudades.

Lo sagrado, hoy
La pluralidad de credos que existen es una prueba cabal de que lo que se considera como sagrado
ha sido definido un tanto arbitrariamente, respondiendo a los distintos tiempos y diferentes
características de los grupos humanos.

En la mayoría de los casos se postulan como sagrados los elementos primigenios en el tiempo.
Muy lejos de esos tiempos, se suele afirmar que las sociedades actuales han transformado al
dinero en algo sagrado, dado el tiempo que muchos dedican a conseguirlo: a veces, la vida
entera.

Esto se trata, de todos modos, de una simple concepción filosófica moderna que busca desafiar a
lo sagrado, puesto que el dinero no provee una felicidad basada en la fe ni en la creencia.

Lo profano versus lo sagrado


El antónimo de la palabra sagrado lo representa el término profano. Con variantes según la
cultura que se considere, las personas transitan su vida alternando entre lo sagrado y lo profano.
En la Antigüedad, un mayor número de personas tenían contacto con lo sagrado.

Quienes hoy dedican sus días al estudio de las sagradas escrituras, por ejemplo, en verdad son
más bien pocos; la mayoría de las personas dedican su vida a asuntos mundanos (trabajar,
comprar lo necesario para el hogar, etc.), alejados de lo espiritual, propio de lo sagrado.

La capital de lo sagrado
En lo que a lugares sagrados se refiere, en el mundo existe un lugar sagrado por excelencia: la
ciudad de Jerusalén. Esta es considerada una ciudad sagrada para las tres religiones
monoteístas más importantes del mundo: el catolicismo, el judaísmo y el islam.

Cada una de ellas tiene motivos para considerarla uno de los lugares donde las páginas más
importantes de su historia han sido escritas. Allí se estableció la capital del Reino de Israel; allí
tuvo lugar la prédica, muerte y resurrección de Jesús y se encuentra el Santo Sepulcro, y fue
esta la primera ciudad a la que los musulmanes dirigían sus miradas para rezar, como lo
hacen hoy en día con La Meca, otra ciudad sagrada.

Los lugares sagrados para los tres credos se distribuyen sobre todo en toda la denominada Vieja
Jerusalén, lo que motiva un importante flujo de turistas hacia esa ciudad casi todo el año, que
llegan hasta allí para conocer la capital de lo sagrado en el mundo. El Ganges es un río sagrado
en el hinduismo, y la vaca es su animal sagrado. El olivo es un árbol sagrado presente en el huerto
de Getsemaní. Es símbolo de inmortalidad, resurrección y esperanza.

Recuperado de: https://significado.net/sagrado/

También podría gustarte