tarro

Desde la última mitad del siglo XX hasta la actualidad, el coa ha trascendido paulatinamente su origen delictual para insertarse profundamente en el habla chilena cotidiana, sobre todo en la de generaciones urbanas más jóvenes, siendo medianamente aceptado por la sociedad. Abrir el tarro: hablar más de la cuenta.

En su centro el tradicional Puente Gerli, y más abajo el Ombú de Preciado (nombre del Paraje en el Siglo XIX donde hoy se alza nuestro pueblo) y el tarro de lecheros, como el principal oficio de los antiguos pobladores gerlianos.

La hierba fresca se puede mantener en el frigorífico durante cortos periodos de tiempo guardada en una bolsa de plástico o durante periodos más largos en el congelador, si se la escalda rápidamente en agua hirviendo. También se pueden mantener las hojas frescas en un tarro con una pizca de sal y cubiertas con aceite de oliva.

En un capítulo del famoso programa Los Simpsons, se muestra una imagen de un tarro con la siguiente frase: «Colombia's Shame, discount coffee», haciendo alusión a que la familia Simpson, se queda sin dinero, y tiene que acudir a comprar el producto en rebaja, lo que produce una cara de vergüenza por parte de Juan Valdez en ésa imagen.

¿Qué moreno no tiene, entre nosotros, algo de blanco? ¿Qué pobre diablo no tiene jaquet, tarro, escarpines, expectativas fundadas y guantes con venas negras?

Después, ve que cada uno solamente toma algunos sorbos con la bombilla y pasa el tarro al vecino, pero ya es tarde para componer la plancha.

Voy a gestionar que la admitan en las Hermanitas de Marineda y desde mañana le enviaré de casa la comida. -Envíale de paso un ramo de flores, un tarro de perfume y dos o tres inutilidades más -advertí-.

Fatal lloraba, y al oírlo, el hacendado preguntó a su mujer por qué le pegaba al chico. -Realmente -dijo ella- es un goloso; lo he visto comerse esta mañana un tarro de nata que yo quería llevar al mercado.

¡Déjame en paz! le decía apartando el tarro de almidón. Vete a machacar almendras; siempre estás husmeando alrededor de las mujeres; para meterte en eso, aguarda a que te salga la barba, travieso chaval.

Carmen corría por candela cada vez que se le apagaba el tabaco; Carmen ayudaba a pilar el maíz y le atizaba el fogón a la vieja; Carmen le traía el tarro de agua, y era de verla con aquella guadua dos veces más alta que ella.

También aprende a comer galleta, lo que nunca le había sucedido, y a chupar con bombilla, en un puesto hospitalario, un gran tarro de café.

Miróme ceñudo, mas no dijo nada, y yo me incliné sobre el tarro de engrudo al tiempo que arreglaba un libro, pensando: va a haber tormenta.