LA HUELGA
TRANQUILA
“Un Camino para Despertar en la
Nueva Consciencia”
) Acu a r io(
2 ª e dición r e visa da ,
a m plia da y gr a t u it a
~1~
)c( Copia abierta: Los derechos de autor de esta obra están abiertos para
usar, copiar y difundir en cualquier medio de reproducción, grabación y
difusión, siempre que se cite el autor y sea sin finalidad publicitaria o
mercantil/comercial de forma directa o indirecta. Se ha registrado así para
evitar restricciones por considerar que es muy beneficioso para todas/os.
ISBN: 978-84-937491-2-5
Depósito legal: SE 4467-2010
1ª edición: 2010 – editada por Ituci Siglo XXI
2ª edición: 2012 – editada por el autor
~2~
SOBRE EL AUTOR
Manuel López Arrabal, nacido en la ciudad de Málaga en diciem bre del año
1967, vive en la provincia de Sevilla desde 1991 y t rabaj a para la
Adm inist ración Pública desde ese m ism o año. Casado y con un hij o, se
aut odescribe com o “ un ser hum ano especialm ent e sensible, buscador
incansable de la Verdad, enam orado de la nat uraleza, la fam ilia, los am igos, el
deport e, la cocina, la lect ura, la escrit ura y la int im idad del hogar” .
Es t am bién coaut or, j unt o a Em ilio Carrillo Benit o, de la obra “ Glocalism o” ,
t am bién edit ada por la edit orial I t uci Siglo XXI en el año 2011 en form at o de
libro elect rónico: w ww.act uaglocalm ent e.blogspot .com
~3~
Í N D I CE
I N TROD UCCI ÓN D EL AUTOR
……………………… 6
PRÓLOGO ( Por Em ilio Ca r r illo) ………………………. 8
AGRAD ECI M I EN TOS
……………………… 1 3
1 ª PARTE:
La Re volu ción Tr a n qu ila a t r a vé s de l Con su m o Con scie n t e
Los recursos de la Tierra son lim it ados
El cam bio del sist em a económ ico act ual es posible
¿Cóm o podem os m ej orar nuest ro m undo?
¿Cóm o pract ico la Huelga Tranquila y hast a cuándo?
Est rat egia para la expansión de la Huelga Tranquila
Plan de acción: “ La cadena de favores”
16
17
18
21
23
23
La Gu ía Ve r de
¿Qué es la Guía Verde?
¿Cóm o pasar a la acción?
En el hogar
Ahorro energét ico
En viaj es, fiest as y ent ret enim ient os
En escuelas y oficinas
Ahorro de agua
25
26
2 ª PARTE:
I n icia ción a la m e dit a ción
Relat o de una ilum inación
La m edit ación nos beneficia a t odos
La m edit ación dism inuye la edad biológica
Cuerpo y Espírit u est án indisolublem ent e unidos
Consideraciones práct icas
Ej ercicios
Medit ación guiada
Los cent ros de fuerza: los chakras
El desarrollo hum ano desde el punt o de vist a de los chakras
La m edit ación grupal
~4~
32
33
34
35
36
38
40
41
51
52
3 ª PARTE:
El fin a l e st á a ú n por e scr ibir
La Verdad nos hará libres
59
El final de los t iem pos
60
La privat ización del agua
64
La salud com o m ercancía
66
El cam bio clim át ico no se debe al CO2
67
Profecías, cam bios t elúricos y energías cósm icas
71
El año 2012 en el calendario Maya
75
El calendario gregoriano y sus alt ernat ivas
79
El nuevo orden m undial
83
Las t ecnologías ocult as y la energía libre
86
No est am os solos y nunca lo hem os est ado
89
Los círculos de las cosechas
93
Lo últ im o sobre el ADN
98
La cuart a dim ensión
102
El salt o dim ensional
111
La Econom ía Cósm ica
117
El Reino de Dios
137
Los Reinos de la Nat uraleza
Los Planos de la exist encia
La exist encia de Dios
La t riple consciencia y la vida et erna
La m uert e del cuerpo físico y la Reencarnación
Algunas pregunt as y respuest as
La Nueva Espirit ualidad Global Sint et izadora
149
Las Verdades universalm ent e acept adas
El Acercam ient o inm inent e de la Herm andad Planet aria
La Ciencia de I nvocación y Evocación
Las Fiest as Espirit uales
El Libro de Urant ia
163
EPÍ LOGO
171
BI BLI OGRAFÍ A
177
CON TRAPORTAD A
180
~5~
I N TROD UCCI ÓN D EL AUTOR
La present e obra se divide claram ent e en t res part es bien diferenciadas. La
prim era, se refiere a qué posibilidades t enem os t odos los ciudadanos de
pract icar un consum o conscient e, para prom over poco a poco el surgim ient o de
un sist em a económ ico sost enible y m ás solidario. En la segunda part e, se
explica de form a m uy sencilla cóm o iniciarse en la práct ica de la m edit ación
individual y grupal, y cóm o su práct ica habit ual la conviert e en una excelent e
herram ient a para m ej orar la salud y alcanzar paz, aut oconocim ient o y
desarrollo espirit ual. Por últ im o, el conocim ient o de la t ercera part e nos dará las
razones y la m ot ivación necesaria para pract icar la Huelga Tranquila y la
m edit ación, en los difíciles t iem pos act uales de t ransición hacia un m undo
m ej or.
Si alguien pregunt ara si en est e libro se encuent ra la Verdad, yo le diría
sinceram ent e que no, pues la Verdad no se encuent ra fuera del ser hum ano,
sino dent ro de él. En la m edida que esa Verdad va floreciendo en nuest ro
int erior, es cuando t am bién la vam os reconociendo fuera de nosot ros, en el
ext erior. Las t res part es de est e libro sólo deben ser t om adas com o una guía
para est im ularnos en la búsqueda de esa Verdad que llevam os dent ro. Est e es
el verdadero espírit u con el que debem os afront ar su lect ura y est udio, siendo
t am bién la verdadera act it ud que adopt aría cualquier cient ífico espirit ual.
I nicialm ent e, la idea del proyect o “ Huelga Tranquila y Guía Verde” , plasm ada en
la prim era part e de est e libro, brot ó de m i m ent e con gran fuerza com o
consecuencia de m i necesidad de respuest as a la act ual crisis económ ica. Una
vez resuelt as m uchas de las dudas que t enía al respect o, sent í el im pulso
profundo de dar a conocer las posibles soluciones que, según m i opinión, est án
a nuest ro alcance para afront ar y superar dicha crisis. Post eriorm ent e y a
pet ición m ía, m i herm ano m enor redact ó el prim er capít ulo t it ulado “ Los
recursos de la Tierra son lim it ados” , al m ism o t iem po que varios am igos m e
aport aban sus valiosísim as ideas para culm inar la redacción de la prim era part e
de est e libro. Por últ im o, ot ro buen am igo m e ayudó en la creación de dos
páginas de int ernet para publicar su cont enido. Es por t odo ello, que la prim era
part e de est a obra la escribo desde el punt o de vist a de varios aut ores
anónim os, que bien podrían pert enecer a cualquier grupo de seres hum anos
com prom et idos en crear un m undo m ej or.
Los m ensaj es de est e libro son de Esperanza, de Cam bio y sobre t odo de
Unidad. En él he pret endido m anifest ar desde m i corazón, que t odos poseem os
una gran pot encialidad creat iva que se expresa a t ravés del Am or y la
Com pasión. Cuando redact é “ La Huelga Tranquila y Guía Verde” , lo hice con la
t ot al convicción de que m uy pront o, un colect ivo suficient em ent e ext enso de
seres hum anos unidos, podría llevar a cabo est e proyect o de cam bio global,
basado en la cooperación, la solidaridad, el com part ir y en unas correct as
~6~
relaciones. Para que ello sea posible, lo prim ero y m ás im port ant e es que
em pecem os a buscar en nuest ro int erior para poder llegar a conocernos a
nosot ros m ism os. El aut oconocim ient o nos perm it irá que poco a poco
descubram os nuest ro Crist o I nt erior ( o Soberanía I ndividual, según analogía
con el m ensaj e cent ral de la “ Huelga Tranquila” ) en nuest ro corazón, y desde
allí acceder a la dim ensión del Am or I ncondicional.
Descubrir y m anifest ar nuest ro Crist o I nt erno, nos perm it irá adquirir la
consciencia com plet a de un proceso espirit ual cada vez m ás elevado, que opera
por det rás de los escenarios en que se desarrolla la vida. A m edida que
ganem os consciencia, dej arem os de ident ificarnos con las m áscaras del ego, y
asim ism o em pezarem os a elim inar las capas de superst iciones, m iedos y
program aciones m ent ales que hast a ahora ocult aban nuest ro Ser Superior. De
est a m anera dej arem os at rás una visión del m undo m at erialist a, que en
m uchas ocasiones reduce la vida a la pura supervivencia y, en ot ras t ant as, a la
m era obt ención de placer, confort y acum ulación de riquezas, prest igio y poder
sobre los dem ás.
Sin em bargo, cuando sabem os que el Poder Soberano reside por igual en cada
uno de nosot ros, ¿por qué esperar a que cam bie el m undo, cuando en realidad
podem os crear el m undo? Est e Poder de nat uraleza espirit ual, hast a ahora
ignorado y desconocido por la gran m ayoría, debería habérsenos enseñado
desde la m ás t em prana infancia. Sin em bargo, nuest ra Soberanía siem pre se
nos ha negado y ocult ado, para de est e m odo cederla inconscient em ent e a las
inst it uciones y “ poderes” exist ent es, generalm ent e dent ro de las sociedades y
civilizaciones alt am ent e j erarquizadas de cualquier época. Por t ant o, si
t om am os consciencia de ello y dirigim os nuest ros pensam ient os, palabras y
acciones en pos de un m undo m ej or y m ás j ust o, adem ás de increm ent ar el
propio aut oconocim ient o, ent onces pront o llegará el día en que realm ent e
lleguem os a ser soberanos únicos de nosot ros m ism os. Ello cont ribuirá
enorm em ent e al despert ar de la consciencia de una Hum anidad hast a ahora
dorm ida; una Hum anidad que anhela un Nuevo Am anecer.
)m(
~7~
PRÓLOGO
La búsqu e da de la Ve r da d, la que t odos lle va m os de nt r o
La Huelga Tranquila no es un libro al uso. De ningún m odo. Tam poco de los que
se publican o leen sabiendo, o int uyendo, que pront o caerán en el olvido
desbordados por la circunst ancias o por la sobreabundancia edit orial, lo que
ocurre con excesiva frecuencia en una época t an t repidant e y, desde m uchas
perspect ivas, “ m asiva” y “ m asificada” com o la que vivim os. Su t em át ica y la
m anera en la que la desarrolla el aut or, sit úan al t ext o lej os de est os avat ares y
por encim a, no es una exageración, del t iem po y el espacio.
Lo que no significa que est em os ant e una obra at em poral. Todo lo cont rario. De
hecho, La Huelga Tranquila t iene com o t elón de fondo de cada una de sus
páginas una cuest ión sum am ent e act ual: la espléndida oport unidad que cada
ser hum ano, la Hum anidad y la Madre Tierra disfrut an en el m om ent o present e
para expandir su consciencia. Es decir, para avanzar t ant o en el
aut oconocim ient o com o en la experiencia de lo que, m ás allá de ilusiones
m ent ales y ficciones generadas por los m iedos y la ignorancia, const it uye lo
“ real” .
Habrá quién leyendo lo ant erior se pregunt ará si est o del aut oconocim ient o y de
la experiencia de lo real no son asunt os excesivam ent e t eóricos. Y,
efect ivam ent e, pueden parecerlo. Pero es sólo eso, apariencia, pues lo ciert o es
que ost ent an una clara dim ensión práct ica, con aplicaciones e im pact os direct os
que afect an a la vida m ism a y a nuest ra cot idianidad.
Así lo ent iendo personalm ent e. Y, lo que es m ás im port ant e, así lo ha ent endido
el aut or, que por ello cent ra su at ención de form a incisiva e int eligent e en
t em as que van desde el consum o responsable al t rabaj o con los chakras, desde
el ahorro de agua y energía a la práct ica personal y grupal de la m edit ación,
desde la salud individual y colect iva al cam bio clim át ico, y un largo et cét era que
en el Í ndice del libro sólo puede at isbarse.
Con t odo lo cual, el t ext o sat isface plenam ent e lo que es su obj et ivo declarado
desde la I nt roducción: poner a disposición del que se pasee por él una guía út il
en la búsqueda de la Verdad, la que t odos llevam os dent ro. Lo consigue
conj ugando la m ism a desde una t riada de crit erios seleccionados con sum o
rigor: Esperanza, Cam bio y Unidad. Y al sit uar la Verdad en m edio del t riángulo
energét ico por ellos configurado, logra que en el int erior del lect or explot e el
gran pot encial creat ivo que t odos at esoram os y que se expresa a t ravés del
Am or y la Com pasión.
Es el m agnífico broche para un herm oso viaj e que, sin em bargo, no ost ent a ni
principio ni final: la avent ura del despert ar de la consciencia
~8~
El de spe r t a r de la conscie ncia : a ut ocon ocim ie nt o y e x pe r ie ncia de lo
real
En el despert ar de la consciencia se funde el aut oconocim ient o y la experiencia
de lo real ant es m encionados. No en balde, la consciencia se relaciona con Ser y
cuent a con dos dim ensiones inseparablem ent e unidas: consciencia de quien
soy, de lo que soy; y consciencia de lo que es, de lo real. Así cont em plada e
int eriorizada, la consciencia es el fundam ent o del aut oconocim ient o ant es
cit ado, ligado al célebre “ conócet e a t i m ism o” que los Sabios de Grecia
colocaron en el front ispicio del Tem plo de Delfos. Conocerm e a m í m ism o
im plica ser conscient e de lo que soy. Y supone sent ir y vivir lo real, sin
fant asías, prej uicios o int erpret aciones sobre m í y lo que m e rodea.
Recuérdese a est e respect o la película The Mat rix. Lo que Neo, el prot agonist a,
logra durant e el argum ent o es, precisam ent e, adquirir consciencia de ser.
Experim ent a un proceso de despert ar que enlaza con la dist inción ent re
aquellos que est ando dorm idos parecen est ar despiert os ( los hum anos que las
m áquinas m ant ienen inconscient es en nichos y enchufados a una realidad
virt ual que consideran su verdadera vida) y los que realm ent e est án despiert os
y pueden com prender ( los hum anos que han escapado del dom inio de las
m áquinas) . Y Neo adquiere consciencia de ser en la doble dim ensión enunciada:
de lo que él es; y de lo que es real, una realidad t an dist int a del iluso m undo
virt ual diseñado por las m áquinas.
Ciert am ent e, cada ser hum ano cuent a con su propio grado de consciencia. Y la
Hum anidad; y la Madre Tierra. Ahora bien, sea cual sea, el m om ent o present e,
supone una colosal ocasión para elevarlo, para am pliarlo, para expandirlo. ¿Por
qué? En est e orden, el aut or nos indica que: “ Aquello que los profet as del final
de los t iem pos habían recibido, era una int uición de que en nuest ra época
act ual se abriría ant e nosot ros dos posibles fut uros diferent es, siendo nosot ros
los hum anos del siglo XXI los que debem os elegir: podem os escoger la vía del
m iedo que nos conduciría irrem ediablem ent e hacia la aut odest rucción, o bien
podem os abrirnos a las vibraciones superiores del Am or, a t ravés de las cuales
escaparíam os del Apocalipsis y ent raríam os en una nueva dim ensión donde
invit aríam os al Espírit u a que crease a t ravés de nosot ros la ut opía que habían
predicho los profet as de las Escrit uras” .
¿Por qué el m om ent o present e const it uye un m om ent o t an especial para el
despert ar de la consciencia? Para com prenderlo hay que m irar al Cosm os.
Via j e a l Ce nt r o Ga lá ct ico y e x pa nsión conscie ncia l
Nuest ro sist em a solar, Oort u Ors, no se halla est át ico en la Vía Láct ea, sino
que viaj a por ella, m oviéndose elípt icam ent e con relación al Cent ro Galáct ico. Y
est e viaj e cósm ico no lo hace en solit ario, sino en com pañía de un pequeño
grupo de sist em as solares, desde Alfa Cent auri a Sirio, con los que conform a un
~9~
“ paquet e” o “ clust er” sist ém ico, cual viaj eros dent ro de un aut om óvil o un t ren.
Todos j unt os y en sint onía orbit an con respect o al Sol Cent ral de las Pléyades
siguiendo idént ica rut a. Y lo m ás im port ant e no son las repercusiones físicas o
ast rofísicas de t al hecho, sino sus im pact os energét icos y espirit uales, pues
t odas las form as de vida que bullen en ese “ clust er” , la infinidad de
m odalidades de exist encia que conviven en los sist em as, ast ros, soles, planet as
y sat élit es que lo configuran, guardan una ínt im a relación, una est rechísim a
int eracción de caráct er consciencial.
Los seres hum anos hem os com enzado a ent ender que hay una int errelación
ent re cada m iem bro de una especie anim al cualquiera y la t ot alidad de sus
com ponent es. La t eoría de los llam ados cam pos m órficos y m orfogenét icos lo
ilust ra m uy bien. I gualm ent e, exist e una int eracción const ant e y perm anent e
ent re cada persona y los dem ás seres hum anos que configuran la Hum anidad.
Es m ás, del m ism o m odo, t am bién hay una est recha int erconexión ent re la
Hum anidad y la Madre Tierra. Y t al int errelación se ext iende desde la Tierra a la
globalidad de Oort y al referido clust er de sist em as solares. Todo est á
espect acularm ent e int erconect ado, com o una gigant esca red de influencias e
int erdependencias m ut uas.
El cit ado clúst er de sist em as solares y t odos los ast ros y m odalidades de vida
que lo pueblan form am os una inm ensa y holíst ica red consciencial. Com o t al,
viaj am os de la m ano por la Vía Láct ea. Y lo que sea de los unos, repercut e en
los ot ros, pues en el Universo rigen dos reglas cosm ogónicas bien conocidas por
los seres de m ayor avance espirit ual: t odo es sum a de part es y form a part e de
una sum a superior, aunque cada part e es a su vez el t odo; y los salt os
evolut ivos conscienciales, de una dim ensión de exist encia a ot ra, no son
individuales, sino grupales, requiriéndose que en el grupo o sum a en cuest ión
se configure una m asa crít ica m ínim a de consciencia para que el salt o sea
fact ible. En nuest ro caso, el grupo no es la Hum anidad, ni Gaia, ni siquiera
Oort , sino el colosal hervidero de vida que const it uye el clúst er de sist em as
solares del que venim os hablando.
Con ést e t elón de fondo, la Hum anidad y el planet a ent ero se hallan en el
present e ant e una bella y form idable oport unidad, un hit o francam ent e
hist órico, que t iene que ver con el t ránsit o del clúst er de sist em as solares por la
Vía Láct ea y con la aplicación analógica del célebre principio herm ét ico de cóm o
es arriba es abaj o, y viceversa.
Se puede t om ar el ej em plo del cuerpo hum ano y proyect ar su funcionam ient o a
escala galáct ica. Y, así com o la sangre en su circulación at raviesa los pulm ones,
que la oxigenan y la lim pian, ese paquet e de sist em as solares pasa,
periódicam ent e, por el Cint urón de Fot ones cada vez que at raviesa el plano
ecuat orial galáct ico, recibiendo de aquél una fenom enal fuerza energét ica
regeneradora de espect ro elect rom agnét ico y vibracional. A su vez, los soles
que se int egran en el clust er dist ribuyen est a fuerza ent re los planet as que
~ 10 ~
giran en sus respect ivos sist em as. Y, por fin, cada planet a im pregna con la
m ism a energía vibracional y frecuencial a los seres que lo habit an.
En el caso de la Tierra, acum ula principalm ent e esa fuerza en la ionosfera. Y los
hum anos la reciben por m edio de la glándula pineal, que es una aut ént ica
ant ena de radiofrecuencia, lo que, en función del grado consciencial y m ayor o
m enor est ado conscient e de cada cual, act iva com ponent es durm ient es del
ADN, concret am ent e de ese 97% del m ism o que algunos genet ist as t ildan de
“ chat arra” y que, en verdad, es un ADN sut il e inefable, deposit ario de
capacidades y facult ades im pensables para la Hum anidad act ual.
Por t ant o, cada paso del clúst er de sist em as solares por el Cent ro Galáct ico
represent a una espléndida ocasión de salt o consciencial para el conj unt o de
m undos y m odalidades de exist encia que lo habit an. Y, en est os m om ent os, el
clust er de sist em as se est á acercando a enorm e velocidad al Cint urón Fot ónico.
Es algo que ocurre cada 12.700 años aproxim adam ent e. Ahora vuelve a
repet irse.
Es e l m om e nt o de Se r y de Am a r I ncondiciona lm e n t e
Es por est o que t ant o la Hum anidad com o el planet a que la acoge se acercan a
una especie de hit o hist órico, a una gran oport unidad de cam bio. No es ya
fut uro, sino present e. Son t iem pos ext raordinarios, cargados de posibilidades
para com prender y descubrir las verdades et ernas que cada uno guarda en su
int erior y act uar en consonancia con ellas. Y el Universo es el cóm plice de los
seres hum anos para que despiert en las consciencias y para que los corazones
se abran hacia una t ransform ación evolut iva superior. Cada persona es un
recept or adecuado para sint onizar con su nueva frecuencia. Debem os abrir
nuest ro corazón hacia est a nueva realidad y, sim plem ent e, ser lo que som os:
es el m om ent o de Ser.
Y Ser es Am ar: Am or I ncondicional. Es la opción, com o Manuel indica, que la
gran m ayoría querem os elegir. Pero para ello, com o t am bién él señala,
debem os em pezar por am arnos a nosot ros m ism os. “ Am a a t u prój im o com o a
t i m ism o” , afirm ó el Maest ro Jesús, afianzando la necesidad de am arse a uno
m ism o com o prem isa ineludible para poder am ar a los dem ás.
Para conseguirlo, la t raba m as not able no es la ignorancia, sino el m iedo y el
falaz sent im ient o de culpa. El Poder de Decisión y el Maest ro est án en cada ser
hum ano. No hay que t ener m iedo a equivocarse. El m iedo frena, inhibe y at a a
lo ya conocido, aunque no nos gust e. El m iedo y el sent im ient o de culpa cierran
los oj os a un present e espléndido, donde t ú, yo y t odos… j unt os, serem os los
hacedores del Milagro. Las personas, cada una, hem os de reinvent arnos. Es
necesario y podem os hacerlo. Es un m om ent o único para conseguirlo. Debem os
ascender sobre la opaca densidad que ha cubiert o al planet a. Acept ar la Luz que
~ 11 ~
est á llegando, vivirla, dej ar que inunde y que conect e con la chispa divina que
t odo ser hum ano at esora.
Al hilo de lo cual, el libro rem arca la necesidad de conocer y reconocer que nos
queda poco t iem po para prepararnos, que finalm ent e nosot ros som os
corresponsables del dest ino de la Hum anidad y que podem os cocrear el Nuevo
Mundo de la Nueva Era, para lo que es im prescindible que cada uno de nosot ros
t engam os una “ Visión del Mundo que Querem os” sim ilar - a ello ayuda, y
m ucho, el t ext o- y la m ant engam os present e hast a que la bella ut opía de un
m undo m ej or se pueda m at erializar.
El despert ar de la consciencia nos posibilit ará que, poco a poco, descubram os
nuest ro Crist o I nt erior y accedam os a la dim ensión del Am or I ncondicional. Y
descubrir y m anifest ar nuest ra Esencia Críst ica nos perm it irá, a la par, adquirir
consciencia com plet a acerca de un proceso espirit ual cada vez m ás elevado,
que opera por det rás de los escenarios en que se desarrolla la Vida.
Est a es la base de la Soberanía I ndividual y la Huelga Tranquila sobre la que
pivot a est a obra. Una Soberanía derivada de nuest ro linaj e divino; un Poder
Soberano que reside por igual en cada uno de nosot ros y que Manuel sint et iza
por m edio de una pregunt a que lleva im plícit a la respuest a: ¿por qué esperar a
que cam bie el m undo cuando, en realidad, podem os crear el m undo? Est á claro,
¿verdad? Pues venga, ¡m anos a la obra!
Em ilio Carrillo - Marzo, 2010.
~ 12 ~
AGRAD ECI M I EN TOS
Con profundo Am or y agradecim ient o hacia ese Ser infinit o que es el “ UniVerso” ( Poesía de la Unidad, Arm onía del Todo, Sinfonía de Dios) .
Est e agradecim ient o universal, bien podría servir para com enzar y finalizar est a
sección, sin em bargo, deseo plasm ar m i m ás sincero agradecim ient o a t odas las
personas que han int ervenido direct a e indirect am ent e en la realización m at erial
de est a obra.
Se que est e proyect o no m e pert enece, pues m uchísim as personas, en lo
esencial, ya lo iniciaron m ucho ant es que yo. Est a obra es de t odos y para
t odos, pues lo que en ella se expresa proviene del conocim ient o, del anhelo y
de la esperanza de t oda la Hum anidad. Por ello, agradezco enorm em ent e a
t odos los seres hum anos por igual, la im port ant e cont ribución que hacia el bien
com ún hayan podido realizar, realicen y a buen seguro realizarán en los años
venideros.
Quiero expresar m i Am or y grat it ud al m ás grande de t odos los gurús: La Vida.
Tam bién doy gracias a t odos los aut ores, que a t ravés de sus libros, m e han
guiado hacia el aut oconocim ient o y m e han recordado que form am os part e de
“ El Plan Divino” . Son m uchos los que m e han t ransm it ido su sabiduría a t ravés
de sus enseñanzas, para em pezar a conocer la Verdad.
De form a m ás direct a, agradezco de corazón el apoyo desint eresado que m e
han brindado varios am igos cercanos aport ándom e sus valiosas ideas; en
especial a la persona que redact ó el prim er capít ulo de la prim era part e de est e
libro, m i querido herm ano Jacint o, que con su ej em plo de generosidad y
ent rega en varios proyect os hum anit arios y en su propia vida, m e ha enseñado
el valor de la palabra Bondad. I gualm ent e, a m is buenos am igos los Fauno, en
especial a Fulvio por su inest im able ayuda, pero sobre t odo por su dem ost ración
de Am or Frat ernal hacia m í y hacia t odos sus sem ej ant es. Tam bién a Maribel
por el gran int erés que ha m ost rado en la lect ura y est udio previo de est a obra,
haciéndom e ver con sus const ruct ivas crít icas, cóm o m ej orar algunas part es del
libro para hacerlo m ás asequible y út il.
Por supuest o, quiero resalt ar m i grat it ud hacia Mila, una bellísim a persona que,
desde su corazón, m e pidió publicar est e proyect o en un libro com part ido, pero
que por circunst ancias aj enas a nuest ra volunt ad no pudo ser. No obst ant e,
buena part e de est e libro est á influenciado por las enseñanzas que de ella
recibí, pero sobre t odo, por el Mensaj e Críst ico que m e t ransm it ió.
Doy un m illón de gracias a José Navaj as, edit or de I t uci siglo XXI , por posibilit ar
que est e proyect o salga a la luz, pero sobre t odo por el apoyo y ánim o que m e
~ 13 ~
ha brindado en m om ent os difíciles, dem ost rándom e que adem ás de buena
persona es un buen am igo en quién poder confiar.
Asim ism o, agradezco enorm em ent e la ayuda valiosísim a y desint eresada de
Em ilio Carrillo al acept ar prologar y present ar est e libro, favoreciendo
not ablem ent e su lanzam ient o y divulgación, siendo adem ás un gran honor para
m í cont ar con su inest im able colaboración.
A m is suegros, Pepi y Juan, a los que considero m is segundos padres; a m i
cuñado Juan Jesús, quién m e inspira con su sabiduría int erna; a m i herm ana
María José, persona de gran corazón, que con su buen hum or y espont aneidad
m e t ransm it e la alegría de vivir; a m i ot ro herm ano, Crist óbal, quién m e ha
dem ost rado en num erosas ocasiones que alberga una gran generosidad y
hum anidad, adem ás de fort aleza y valent ía volcadas hacia su difícil profesión de
salvar vidas; a m i padre, Manuel, quién encarna m ucho de los valores que sus
hij os hem os heredado: perseverancia, opt im ism o, alegría, generosidad, gran
hum or y ext raordinaria sociabilidad, ent ro ot ros; y m ención especial m erece la
m aravillosa persona que m e t raj o al m undo, Josefa ( o Pepit a, com o a ella le
gust aba que la llam aran) , quién procuró que nosot ros, sus hij os, realizáram os
nuest ros sueños, quién con su bondad infinit a lo dio t odo para colm arnos de
dicha y felicidad, quién en sus últ im os años de vida y t ras una larga
enferm edad dem ost ró qué significa Am ar I ncondicionalm ent e, quién t rascendió
ej em plarm ent e el sufrim ient o enorm e de sus dolencias en sus últ im os m eses y
días ant es de part ir. A t odos ellos, m i et erna grat it ud.
Por últ im o, doy gracias infinit as desde lo m ás ínt im o de m i corazón: “ A Silvia,
m i com pañera de viaj e por la vida, a la m ás bella persona que he conocido, a
quién am o con t odo m i ser. Gracias por t u Am or y ent rega incondicional. Y
sobre t odo, gracias a Dios, por habert e puest o en m i cam ino y por habernos
obsequiado con un m aravilloso hij o, frut o de nuest ro Am or” .
Est e, el prim er libro que escribo, se lo dedico a m i hij o Daniel.
~ 14 ~
Pr im e r a Pa r t e
~ 15 ~
N OTA PRELI M I N AR
La idea del proyect o “ Huelga Tranquila y Guía Verde” nació en el verano del año
2008, luego fue desarrollándose hast a la navidad de ese m ism o año y
finalm ent e se dio a conocer públicam ent e en enero- 2009. Adem ás, desde
febrero- 2009 se han publicado los bolet ines inform at ivos de la Huelga Tranquila
con inform ación út il, principalm ent e sobre consum o conscient e, est ilo de vida
saludable, financiación ét ica y com ercio j ust o. Est os bolet ines se han ido
publicando m ensualm ent e ( desde finales del 2010; ant es t rim est ralm ent e)
hast a j unio del año 2012, m om ent o en que el archivo de est e libro ha
com enzado a regalarse. A part ir de aquí los bolet ines inform at ivos vuelven a
publicarse de form a t rim est ral.
La Re volu ción Tr a n qu ila a t r a vé s de l Con sum o
Con scie n t e
LOS RECURSOS D E LA TI ERRA SON LI M I TAD OS
Nuest ro planet a t iene unos recursos lim it ados, sin em bargo, el act ual sist em a
capit alist a neoliberal t iende hacia el infinit o de explot ación de recursos.
Act ualm ent e som os m ás de 6.700 m illones de seres hum anos sobre la Tierra,
con un increm ent o aproxim ado de 70 m illones de personas m ás por cada año.
La conclusión a la que inexorablem ent e llegam os es: est e sist em a económ ico
que nos rige y en el que act ualm ent e nos basam os es t ot alm ent e inviable. Nos
gust e o no, el cam ino por el que vam os no es el adecuado, y cuant o ant es
seam os conscient es de ello y en consecuencia así act uem os, m enos heridas
irreversibles le harem os al planet a y por ende a nosot ros m ism os.
¿Te has parado a pensar alguna vez qué m undo vam os a dej ar a nuest ros hij os
y niet os? Al igual que, cuando un am igo nos prest a su vivienda por unos días y
post eriorm ent e se la devolvem os en las m ism as o m ej ores condiciones que la
recibim os, ¿porqué no deberíam os hacer lo m ism o con nuest ro Hogar- Tierra?
Deberíam os saber, que la Tierra no se nos ha dado, sólo se nos ha prest ado
durant e un breve int ervalo de t iem po para habit arla y disfrut arla j unt o con el
rest o de sus ocupant es, para después ent regarla lim pia y sana a las siguient es
generaciones. En est e sent ido, los indios Hopi creen que en cualquier decisión,
los int ereses de la sépt im a generación han de t enerse en cuent a al igual que los
propios int ereses de los que t om an dicha decisión.
~ 16 ~
EL CAM BI O D EL SI STEM A ECON ÓM I CO ACTUAL ES POSI BLE
Verdaderam ent e, si nos param os a reflexionar, vivim os en una sociedad
t ot alm ent e sect aria que nos aliena, nos condiciona y nos m anipula. Pero com o
sabem os que la sociedad capit alist a en la que vivim os se nut re principalm ent e
del consum o indiscrim inado, sería necesario em pezar cam biando nuest ro punt o
de m ira a la hora de consum ir, haciéndolo de form a select iva y responsable. A
nuest ro m odo de ver, deberíam os aplicar en la m edida de lo posible, eficaces
crit erios de consum o responsable que m ás adelant e det allarem os.
Una vez hayam os adopt ado de form a paulat ina, est os nuevos crit erios de
consum o int eligent e, not arem os que al principio dedicam os algo m ás de t iem po
en consum ir lo necesario, pero que es de sobra com pensado con el ahorro de
t iem po no invert ido en com pras prescindibles. Por ot ra part e, si evit am os los
gast os innecesarios, ahorrarem os dinero y serem os cada vez m ás libres,
liberándonos poco a poco del esclavizador círculo vicioso al que cont inuam ent e
nos invit a est e sist em a capit alist a: “ vivo para t rabaj ar, t rabaj o para consum ir y
consum o para vivir” .
Podríam os decir que, el consum o con consciencia, nos perm it irá rom per ese
círculo vicioso del t rabaj o que nos genera est rés, que a su vez nos genera
im pulsos hacia com pras de com pensación y que, asim ism o, nos obliga a acept ar
t rabaj os o m ant ener el que t enem os, en condiciones de precariedad, para poder
cont inuar pagando una cant idad crecient e de gast os: hipot ecas que en m uchos
casos son m ás alt as de lo que una econom ía fam iliar puede soport ar, crédit os a
veces innecesarios y ot ros m uchos gast os superfluos e inút iles de product os y
servicios que consum im os porque est án rebaj ados o por el sim ple “ placer” de
consum ir.
Básicam ent e, com o consum idores conscient es, podem os part icipar act ivam ent e
en un gran proyect o global que ya est á funcionando, sobre la corrección del
sist em a económ ico act ual, y que posibilit ará su evolución hacia uno nuevo. Est a
nueva alt ernat iva de econom ía global ya est á naciendo, siendo necesario que la
apoyem os m ediant e la búsqueda de fórm ulas de financiación ét icas, que nos
perm it an cubrir necesidades y cum plir proyect os, sin necesidad de caer en las
redes del sist em a financiero. Todos sabem os que las ent idades financieras nos
facilit an dinero a cort o plazo m ediant e prést am os, que a veces pedim os para
poder pagar o cancelar prést am os ant eriores. Con ello, lo único que
conseguim os es perpet uarnos com o et ernos deudores de un sist em a económ ico
y financiero, cont rolado y dirigido por élit es de poder de ám bit o supranacional.
Por ot ra part e, cuando t enem os dinero ahorrado y lo confiam os a una ent idad
financiera para que nos proporcione una buena rent abilidad, est am os
posibilit ando las siguient es dos consecuencias: En prim er lugar, del beneficio
t ot al que obt engan los brokers ( expert os del m ercado de inversiones) del banco
o caj a de ahorros, una pequeña part e revert irá sobre nosot ros y la m ayor part e
irá a parar a las arcas de dichas ent idades, que asim ism o podrán reinvert ir de
~ 17 ~
nuevo en el m ercado especulat ivo, est a vez para su exclusiva rent abilidad. En
segundo lugar, nuest ra inversión y las que realice la propia ent idad financiera
con el beneficio que obt ienen de nuest ro dinero, cot izarán direct am ent e en
bolsa o en cualquier ot ro m ercado especulat ivo según sea el riesgo de la
inversión. Est o alim ent a enorm em ent e al sist em a capit alist a, porque det rás de
la m ayoría de valores que cot izan en las bolsas m undiales est án las em presas
t ransnacionales o m ult inacionales, que harán t odo lo posible por m axim izar
beneficios y m inim izar cost es para que sus acciones cot icen al alza.
El capit alism o salvaj e est á en grave crisis y ello, en est a era de globalización
t ecnológica, propiciará que al fin podam os abordar con éxit o est e am bicioso
proyect o de cam bio global. Pront o, em pezarem os a com prender que el
verdadero poder y la Soberanía no est á en los gobiernos- est ado, ni siquiera en
el pueblo ( est e t érm ino es dem asiado genérico y am biguo) . En últ im a inst ancia,
la verdadera Soberanía reside en cada uno de nosot ros, siendo nuest ra gran
responsabilidad ej ercit arla en m ut uo respet o y apoyo hacia los dem ás, sin
necesidad de int erm ediarios, pero bien enfocada, coordinada y dirigida hacia el
m ás preciado obj et ivo com ún que t odos deseam os: vivir en un m undo donde
reine para t odos el Am or, la Just icia, la Paz, la Libert ad, la Prosperidad, la
I gualdad, la Solidaridad, el Com part ir,…
Por fin ha llegado el m om ent o del cam bio. Por fin ha llegado el m om ent o de
em pezar a gobernarnos a nosot ros m ism os. Por fin llegó la hora de em pezar a
ej ercit ar librem ent e nuest ra Soberanía individual.
¿CÓM O POD EM OS M EJORAR N UESTRO M UN D O?
La t ransición de un sist em a económ ico caduco y viej o hacia ot ro nuevo, no será
nada fácil, pero si m ant enem os la Visión del Mundo que Querem os, t odos los
esfuerzos que hagam os habrán m erecido la pena. Tendrem os el privilegio de
vivir grandes m om ent os hist óricos: verem os com o la brecha ent re ricos y
pobres irá dism inuyendo y com o la dist ribución de la riqueza, por fin será un
hecho que podrem os cont em plar; al m ism o t iem po verem os cóm o
desaparecerán progresivam ent e la pobreza y el ham bre sobre la Tierra. Todo
ello lo podem os conseguir a t ravés de la revolución del consum o conscient e. En
est a revolución podem os part icipar t odos, m ediant e la inst auración en nuest ras
vidas de unos nuevos hábit os de consum o responsable. Sim ult áneam ent e,
podem os m ost rar nuest ro cam bio de act it ud consum ist a, m ediant e un sencillo
sím bolo que nos ident ificará com o part icipant es en la Huelga Tranquila ( HT) .
LA H UELGA TRAN QUI LA consist e en part icipar act ivam ent e en una, dos o t res
de las siguient es huelgas y, asim ism o, darlas a conocer a los dem ás:
La hue lga de publicida d: Cuando vem os t elevisión y cada vez que salga
publicidad, cort arem os el sonido o cam biarem os de canal. Con est e sim ple
act o, im pedirem os que los m ensaj es publicit arios no logren su obj et ivo sobre
~ 18 ~
nosot ros ni sobre nuest ra fam ilia. Aunque no prest em os at ención a los
anuncios, ést os de form a inconscient e ocupan un espacio en nuest ro cerebro
y, en la m ayoría de las ocasiones, t erm inan condicionándonos
inconscient em ent e en m uchas de las elecciones de consum o que hacem os.
Por ot ra part e, privarem os a las grandes em presas de su poder de incit ación
al consum o y pondrem os fin a su capacidad de m anipulación de nuest ros
deseos y necesidades.
Paralelam ent e, int ent arem os no dar audiencia a los program as de TV basura
ni a los not iciarios que difundan principalm ent e calam idades, at ent ados y
crím enes. Tam poco nos ayuda ver películas cuya t ram a se desarrolla j unt o a
escenas violent as y sangrient as. En la m ayoría de los casos, el exceso de
not icias sobre violencia, robos, asesinat os, t ragedias y dest rucción que nos
m uest ran los program as inform at ivos, y sobre t odo la form a en que los
present an, nos producen desasosiego, indignación e im pot encia, pues
generalm ent e nada podem os hacer y de poco nos sirve conocerlos; m ás
bien, nos suelen generar m iedos y preocupaciones. Evident em ent e, no
podem os ni debem os huir o rechazar t ales not icias, pues nos m uest ran el
lado de la nat uraleza hum ana que no querem os conocer, pero busquem os
ot ras vías para inform arnos de las not icias de act ualidad, que nos present en
la realidad que sí nos int eresa conocer y que adem ás nos est im ulen a
part icipar en la creación de un m undo m ej or y m ás j ust o, com o por ej em plo,
haciéndonos ver la raíz de los graves problem as que aquej an a la
hum anidad, para así poder t om ar decisiones cert eras a la hora de act uar.
Veam os únicam ent e em isiones t elevisivas que nos aport en conocim ient os
út iles, que nos hagan m ás despiert os y nos est im ulen int erna y
espirit ualm ent e. Dem os audiencia a las em isiones y publicaciones que nos
t ransm it an esperanza, y a las que nos den conocim ient os que nos sirvan
para ent ender y solucionar los problem as de act ualidad. Prest em os at ención
a la inform ación verdaderam ent e im port ant e para nosot ros a t ravés de la TV
y radio cult ural, m agazines cient íficos, reuniones, cursos, conferencias,
libros, charlas ent re am igos, I nt ernet , et c.
La hue lga ve r de : Ver “ La Guía Verde” ( página nº 25) .
La hue lga de consum o: Harem os lo posible por aplicar los siguient es
crit erios de consum o responsable:
1. Com prar product os locales o regionales elaborados en pequeñas o
m edianas em presas. Nunca consum ir product os procedent es de
grandes com pañías o m ult inacionales que generalm ent e com pran
m at eria prim a y elaborada sin crit erios de com ercio j ust o e incluso, la
m ayoría de las veces, con abuso de m ano de obra infant il o m uy
barat a procedent e del inj ust am ent e llam ado “ t ercer m undo” .
Com prando así, em pezarem os a evit ar que se cont inúe explot ando
laboralm ent e a m illones de seres hum anos.
~ 19 ~
2. Com prar product os que se com ercialicen baj o crit erios de “ com ercio
j ust o” , siendo ést e un sist em a de com ercio alt ernat ivo que favorece el
desarrollo sost enible. El com ercio j ust o se puede definir com o un
m ovim ient o social, int egrado por product ores, com erciant es y
consum idores que t rabaj an por un m odelo m ás j ust o de int ercam bio
com ercial, con pocos o ningún int erm ediario, posibilit ando el acceso al
m ercado de los product ores m ás desfavorecidos.
3. Consum ir product os de alim ent ación ecológicos, o en su defect o,
aquellos que sepam os de alguna form a que proceden de cult ivos o
anim ales no m anipulados genét icam ent e. En est e sent ido, Greenpeace
edit a regularm ent e una guía sobre alim ent os com ercializados no
t ransgénicos.
4. No com prar product os que se hayan t est ado con anim ales. Sobre t odo
en cosm ét ica, com prar sólo product os que lleven el sím bolo de
cert ificación de no t est ado con anim ales o, al m enos, que est én
cert ificados com o cosm ét ica nat ural o ecológica.
5. Com prar sólo lo est rict am ent e necesario.
6. No com prar con t arj et as bancarias. Usarlas sólo en los caj eros
aut om át icos para sacar dinero y para consult as.
7. Confiar nuest ros ahorros a la banca ciudadana ( cooperat ivas de
crédit o) o a inst it uciones solidarias que favorezcan el desarrollo de
países subdesarrollados y/ o de grupos sociales desfavorecidos, com o
por ej em plo a t ravés de la “ banca ét ica” . Est os bancos que apoyan el
com ercio j ust o, cooperan con proyect os de desarrollo sost enible y
suelen part icipar en “ los países del SUR” m ediant e sist em as de
m icrocrédit os.
8. En la m edida de lo posible, donar part e de nuest ros ahorros a personas
o fam ilias necesit adas de nuest ro ent orno, o bien a causas solidarias
que podam os seguir y supervisar.
Al m ism o t iem po, int ent arem os sanear nuest ras econom ías dom ést icas
sim plificando nuest ro est ilo de vida, reduciendo gast os y unificando o
cancelando prést am os. En cuant o a los bienes m at eriales que ya no sean út iles
para nosot ros, los venderem os en el m ercado de segunda m ano, los
cam biarem os m ediant e t rueques o sim plem ent e los donarem os.
De las t res huelgas, la huelga de consum o es posiblem ent e la m ás difícil de
pract icar, sin em bargo, t am bién sería probablem ent e la m ás efect iva. El efect o
colat eral que seguram ent e llevaría aparej ado de m anera t em poral sería el
desem pleo est ruct ural, siendo ent onces necesario apoyar t odas las iniciat ivas y
~ 20 ~
proyect os em presariales que respet en los crit erios j ust icia social ( com ercio
j ust o) y sost enibilidad am bient al ( product os art esanos y ecológicos locales) .
Apoyarem os a t odas las pequeñas y m edianas em presas que surj an com o
consecuencia del m ercado disponible que dej arán las m ult inacionales cuando
com iencen a cerrar sus fact orías y est ablecim ient os.
Com o últ im o apunt e im port ant e para la huelga de consum o, hay que saber que
en España desde hace m ás de 20 años exist en iniciat ivas de ciudadanos que
reúnen sus ahorros, con la form a j urídica de cooperat ivas de crédit o, para
financiar y ayudar a ot ros ciudadanos con dificult ades económ icas y
necesidades de financiación para proyect os solidarios y sost enibles. Los grandes
m edios de com unicación lo ocult an porque no int eresa que la ciudadanía lo
sepa. El 70% de los m edios de com unicación del planet a, al parecer, est án en
m anos de siet e poderosas m ult inacionales que dom inan el m undo edit orial,
producción de program as y series t elevisivas, películas, prensa y por supuest o
radio y t elevisión. A su vez est as m ult inacionales son cont roladas y dirigidas por
influyent es m agnat es de la banca y las finanzas. Por t ant o, es obvio que de
t ales proyect os de banca ciudadana nada se diga, puest o que no int eresa que
los ciudadanos de a pie se puedan convert ir en banqueros y aut ofinanciarse
ent re ellos.
La “ banca ét ica social y ciudadana” , una vez adscrit os a una de ellas, nos
perm it e part icipar act ivam ent e en sus asam bleas e incluso form ar part e de
algunos de sus consej os de gobierno. Sus principios son de coherencia,
t rasparencia, part icipación y dem ocracia. Financian act ividades económ icas que
t engan un im pact o social posit ivo y t ransform ador. Reúnen a personas y
ent idades no int eresadas en m axim izar beneficios económ icos, puest o que su
fin últ im o es la del beneficio social. Y por últ im o, pret enden const it uirse
progresivam ent e com o ent idades financieras significat ivas que puedan
gradualm ent e sust it uir o provocar la t ransform ación de la banca convencional,
ofreciendo paulat inam ent e una m ayor gam a de product os y servicios.
¿CÓM O PRACTI CO LA H UELGA TRAN QUI LA Y H ASTA CUAN D O?
La HT podem os expresarla en la calle a t ravés de un sencillo sím bolo y colores:
el sím bolo es el círculo y los colores son el azul para la huelga de publicidad, el
verde para la huelga verde y el am arillo para la huelga de consum o. Todos los
que part icipem os podem os llevar en un lugar visible de nuest ro vest uario o
indum ent aria, el circulo del color correspondient e a la huelga que pract iquem os
en ese m om ent o. Tam bién sería posit ivo m ost rar el círculo de color, en nuest ro
vehículo, en el ext erior de nuest ra vivienda, y en com plem ent os com o bolsos,
m ochilas o carpet as. El t am año y m at erial con el que se haga será de nuest ra
elección. Si sólo part icipam os en una de las t res huelgas, llevarem os un circulo
con el color que corresponda y si part icipam os en t odas el circulo será blanco.
~ 21 ~
Evident em ent e, las personas que se ident ifiquen con est e proyect o de cam bio,
pero no deseen m ost rarse a los dem ás con el sím bolo correspondient e,
part iciparán de una form a m ás discret a, pero sin lugar a dudas, su cam bio de
consciencia a la hora de consum ir, hará que sirvan de referencia a las personas
de su ent orno. I gualm ent e, los que sí deseam os llevar la sim bología del
consum o conscient e, habrá ocasiones y días en los que quizá no la
enseñarem os, aunque nuest ra conduct a consum ist a seguirá siendo conscient e y
coherent e con nuest ra det erm inación de apoyo al cam bio económ ico global. No
obst ant e, llevar la sim bología de la HT visible, acelerará el proceso de su
divulgación y concienciación, debido a que m uchas personas nos pregunt arán
por su significado. Asim ism o, sería ext raordinario poder ver por la calle, un
núm ero crecient e de personas port ando los círculos de colores, puest o que de
est a form a nos sent iríam os ident ificados con la m ism a causa, sabríam os que no
est am os solos y nos perm it iría int ercam biar ideas, experiencias e inform ación
relevant e sobre consum o responsable y com ercio j ust o, adem ás de conocer
ot ros est ilos de vida saludables y respet uosos con el m edio am bient e.
Com o hay m uchas personas que ya pract ican el consum o responsable, ést as
solo t endrán que m ost rar el círculo correspondient e a la huelga que pract ican.
No obst ant e, pensam os que el orden lógico de adhesión a las huelgas de
consum o sería: em pezar por la m ás fácil de pract icar, y t erm inar con la que
posiblem ent e será la m ás com plicada, es decir, prim ero la huelga de publicidad,
después la huelga verde y por últ im o la huelga de consum o.
Una vez que nos com prom et am os a secundar una de las t res huelgas o las t res
a la vez, t rat arem os de t om ar m ás consciencia a la hora de consum ir y,
t am bién, cuando apliquem os los crit erios ecológicos de la guía verde.
Evident em ent e, si casi nunca hem os pract icado el consum o conscient e, al
principio sólo bast ará con aplicar algunos crit erios de consum o responsable
( p.ej : consum ir m ayorit ariam ent e product os locales y regionales) . Por ot ra
part e, si hast a ahora no reciclábam os, em pezarem os a hacerlo y adem ás
aplicarem os algunos de los enunciados de la guía verde, hast a que
gradualm ent e podam os asum ir la aplicación de la m ayoría de los crit erios t ant o
de consum o, com o los referidos al est ilo de vida “ verde” .
Cuando hayam os int egrado en nuest ros hábit os y conduct as la m ayor part e de
los crit erios de la prim era huelga, pasarem os a pract icar la segunda, m ost rando
ent onces el círculo de color correspondient e, pero sin olvidarnos de la prim era.
Por últ im o, pasarem os al círculo blanco cuando hayam os int egrado la m ayoría
de los crit erios de las dos prim eras huelgas y com encem os a pract icar la
t ercera.
Si vem os, que por las circunst ancias en las que vivim os, no podem os progresar
hast a llegar al círculo blanco, persist irem os en seguir m ost rando el que
corresponda a la huelga que est em os apoyando y así, perm it ir que cont inúe su
difusión dent ro del ent orno social en el que nos m ovem os. El proceso de
aprendizaj e será diferent e para cada persona. Habrá quienes en pocas sem anas
~ 22 ~
habrán int egrado en su est ilo de vida la m ayoría de los crit erios de consum o
responsable, sin em bargo, habrá quienes t ardarán m eses o años, dependiendo
de fact ores t an diversos com o la m ot ivación, la educación, el ent orno laboral y
social, o sim plem ent e, según el t iem po que se dedique a la búsqueda y est udio
de las m últ iples alt ernat ivas al consum o indiscrim inado e irresponsable.
Com o pensam os que est e proyect o de cam bio debe ser global, los que
t engam os el privilegio de iniciar la huelga t ranquila, deberem os secundarla
indefinidam ent e apoyándonos los unos a los ot ros, hast a conocer
fehacient em ent e que est a revolución social que ahora se inicia, se ext iende a la
m ayor part e de los “ pueblos” de nuest ro Hogar- Tierra.
ESTRATEGI A PARA LA EXPAN SI ÓN D E LA H UELGA TRAN QUI LA
Considerando la exact it ud de una fórm ula m at em át ica de progresión
geom ét rica, planeam os que la HT com enzara a funcionar en enero del año 2009
en varios lugares de Sevilla, a t ravés de varios grupos de personas. En t eoría y
según los cálculos m at em át icos, la “ onda expansiva” de la HT se ext endería
lent am ent e al principio, para ir progresando de t al m anera que a finales del año
2011 habría m ás de 40 m illones de personas pract icándola ( por ej em plo, t oda
España) , pero t an sólo 6 m eses después, se habrá podido ext ender a m ás de la
m it ad de la población m undial.
Est e result ado m at em át ico solo sirve de orient ación y aunque en la t eoría pueda
parecer una bella ut opía, en la práct ica podem os int ent arlo, est ableciendo para
ello un plan de acción individual que nos perm it a llevar adelant e est e
esperanzador proyect o. El plan de acción que a cont inuación expondrem os,
perm it irá que la HT sea conocida y pract icada por un núm ero crecient e de
personas hast a llegar a una m asa crít ica de consum idores conscient es, que
posibilit en un poderoso e irreversible efect o de expansión.
PLAN D E ACCI ÓN : “LA CAD EN A D E FAVORES”
La cadena de favores consist e sim plem ent e, en que la persona que t e
proporciona est a inform ación, t e regalará una fot ocopia de t odas las páginas de
est e proyect o. Tam bién t e dará un círculo azul para que, si lo deseas, lo lleves
en t u vest uario hast a que lo cam bies por ot ro color. Por últ im o, t e inform ará de
lo que sepa acerca de est e proyect o y t e hablará de sus conocim ient os y
experiencias acerca de cóm o consum ir conscient em ent e. Si est os conocim ient os
y experiencias fuesen escasos, puedes buscar m ás inform ación a t ravés de
int ernet y cont act ar con personas y grupos que debat en sobre est os t em as. E
incluso, podrías crear o form ar part e de un grupo o asociación de consum idores
conscient es que se reúna periódicam ent e.
~ 23 ~
Pues bien, cuando recibas las fot ocopias ant edichas y el círculo de color azul
( que com o sabes corresponde a la huelga de publicidad, que en principio es la
m ás fácil para em pezar) , com enzará t u est im ada labor de pract icar y dar a
conocer la HT de la siguient e m anera: las fot ocopias que recibist e, las volverás
a fot ocopiar por duplicado y j unt o a dos nuevos círculos de color azul, las
regalarás a ot ras dos personas dent ro del m es siguient e a cuando t e hicieron el
regalo. Por supuest o, sería convenient e y necesario crear y m ant ener vínculos
de agradecim ient o, apoyo y diálogo, con la persona que t e regaló y con las
personas a las que t ú regalas.
Por últ im o, deciros que el esfuerzo que despleguem os en est a “ nuest ra gran
causa com ún” , repercut irá direct am ent e en nuest ra t ransform ación int erior a
t odos los niveles y en la m edida que nos im pliquem os int ernam ent e, así lo
verem os reflej ado en el m undo ext erior. Por t ant o, el cam bio individual y global
com ienza a part ir de que recibes y acept as com o regalo est e proyect o cargado
de ilusión y esperanza. Asim ism o, t u part icipación t e perm it irá ser un
im port ant ísim o eslabón de la que podría ser la m ayor cadena social que nunca
ant es haya conocido la Hum anidad.
De t odos hacia t i, seis m il set ecient os m illones de gracias.
En cualquier lugar, a 11 de enero de 2009.
UN GRUPO CUALQUI ERA DE SERES HUMANOS
“La im a gin a ción lo e s t odo.
Es e l a va n ce de lo sigu ie n t e qu e a t r a e r á la vida ”
- Albe r t Einst e in -
~ 24 ~
LA GUÍ A VERD E
¿QUÉ ES LA GUÍ A VERD E?
La guía verde fue creada en 1994 por Wendy Gordon, invest igadora cient ífica
que t rabaj ó para la defensa de los recursos nat urales de EEUU. Ella pensó que
para pract icar el ecologism o personal, sería necesario inform ar a los ciudadanos
de los perj uicios de un consum o y unas conduct as no ecológicas y al m ism o
t iem po m ost rar ot ras alt ernat ivas viables de consum o y act it udes responsables.
En el año 2007, la guía verde se int egró en la Nat ional Geographic Societ y para
cont ribuir al desem peño de su m isión: inspirar la preocupación m edioam bient al
y alent ar el cuidado del planet a ent re t odos. Baj o la supervisión de Gordon, la
guía verde siem pre ha sido práct ica, sencilla y con una sólida base cient ífica.
Debem os saber que, la act ividad individual a gran escala puede im plicar
inm ensos cam bios a nivel global. De hecho, cada persona adopt a a diario
decisiones que em peoran o alivian la presión sobre el planet a.
Tam bién debem os conocer que t odos los product os que com pram os y usam os,
desde la com ida que ingerim os, hast a los coches que conducim os, o la energía
que necesit am os para calent ar e ilum inar nuest ras casas, t ienen su propio ciclo
vit al. Todos proceden de recursos nat urales, que una vez dent ro del proceso
indust rial consum en energía y generan residuos.
Afort unadam ent e, ya son m illones de personas en t odo el m undo, las que est án
sensibilizadas y com prom et idas con un est ilo de vida verde, y cada vez som os
m ás los que buscam os nuevas form as de aliviar la presión que ej ercem os sobre
el planet a.
Por últ im o, hay que decir que abundan los m it os sobre lo difícil que es llevar un
est ilo de vida verde:
• Se piensa que es necesario hacer m uchos sacrificios, aunque en realidad,
sólo se precisa dedicar m ás t iem po al principio, hast a que lleguem os a
conocer las consecuencias de nuest ros act os y las alt ernat ivas que
t enem os, para inst aurar en nuest ras vidas unos nuevos hábit os
saludables para nosot ros y para el planet a.
• Se piensa que el est ilo de vida verde es m uy caro. Pero en casi t odos los
casos, vivir ecológicam ent e significará vivir ahorrando.
• Tam bién exist e la creencia de que opt ar por una vida ecológicam ent e
responsable es asum ir una t endencia polít ica. Sin em bargo, es obvio que
~ 25 ~
t odos los organism os de la Tierra, t ienen int erés en conservar su
ecosist em a y el ser hum ano no es una excepción.
¿CÓM O PASAR A LA ACCI ÓN ?
EN EL H OGAR:
Com prar m uebles de m adera de segunda m ano o nuevos que t engan la
cert ificación FSC o PEFC ( son los sist em as de acredit ación forest al m ás
independient es y fiables a escala m undial; con est as cert ificaciones se
garant iza la t ala select iva y sost enible de los bosques) . Com o alt ernat iva
m ás ecológica t enem os los m uebles de bam bú, m et al, crist al o de
cualquier ot ro m at erial ( siem pre que su obt ención y fabricación sea
sost enible y saludable para nosot ros y el m edio am bient e) .
Elegir t apicerías de t ej idos nat urales y t ext iles con t int es veget ales.
Para em papelar, evit ar los papeles pint ados de vinilo y usar colas
fabricadas con alm idón veget al.
Com prar cort inas confeccionadas con m at eriales nat urales sin t rat ar,
com o el algodón orgánico.
I nst alar persianas fabricadas con m adera cert ificada o bam bú en lugar de
las de PVC.
Poner plant as de int erior para que elim inen los cont am inant es quím icos
dom ést icos, com o los helechos, pot hos, orquídeas, cint as, arecas o
dracaenas.
Sust it uir las bom billas incandescent es por lám paras fluorescent es
com pact as de baj o consum o.
Elegir los colchones fabricados con t ej idos de algodón orgánico y
acolchado de lát ex nat ural o pura lana.
Usar alm ohadas rellenas de lana, capoc o cáscaras de alforfón, en lugar
de las de fibra sint ét ica.
Escoger ropa de cam a de lino o algodón orgánico en lugar de los t ej idos
acrílicos y de poliést er.
No com prar product os de lim pieza ni det ergent es con com ponent es
t óxicos. Los que cont ienen la palabra “ peligro” o “ t óxico” o su sím bolo
correspondient e son los m ás peligrosos. Conviene buscar t érm inos com o
“ sin disolvent es” , “ de origen veget al” , “ sin fosfat os” y “ sin ingredient es
derivados del pet róleo” .
Elaborar lim piadores caseros con ingredient es nat urales, com o vinagre,
lim ón o bicarbonat o.
Ut ilizar det ergent es para la ropa sin perfum es y de base veget al o usar la
“ Eco Bola de Lavar” sin det ergent es.
Evit ar los am bient adores art ificiales.
~ 26 ~
Para lim piar opt ar por los t ext iles ( paños y t rapos) que pueden lavarse y
reut ilizarse. Si se ut iliza papel, que sea reciclado y procesado sin cloro ni
derivados.
Para las com pras de alim ent os, usar bolsas resist ent es y reut ilizables, y
aprovechar al m áxim o las bolsas desechables.
Com prar la m ayor part e de nuest ros alim ent os frescos y a ser posible sin
envasar o con los m enos envolt orios posibles.
AH ORRO EN ERGÉTI CO:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Elegir aparat os elect rónicos y elect rodom ést icos de baj o consum o
energét ico y, en el caso de lavadoras y lavavaj illas, de baj o consum o de
agua. Hay que usarlos de form a responsable y m ant enerlos siem pre en
buen est ado para m axim izar su eficiencia energét ica. Tam bién hay que
desecharlos correct am ent e para que se puedan reciclar t odos sus
com ponent es y se t rat en adecuadam ent e las sust ancias t óxicas que
cont ienen.
Cocinar con eficacia: usar el recipient e m ás pequeño posible y adecuar la
llam a o placa para que no supere la base del m ism o. Tapar ollas y
sart enes. Ut ilizar la m enor cant idad posible de agua o aceit e para hervir o
freir.
Reducir el uso del horno y ut ilizar aparat os de cocina m ás pequeños.
Hacer la colada con program as de lavado en frío y secar la ropa en un
t endedero. En caso de usar secadora, que disponga de un sensor de
hum edad o de un sist em a de aire seco.
Evit ar, en lo posible, el consum o de aire acondicionado inst alando
vent iladores. I gualm ent e, evit arem os usar la calefacción cent ral para t odo
el hogar, opt ando por los pequeños calefact ores y por la ropa de abrigo.
Tener un frigorífico con congelador int egrado, de t am año apropiado a
nuest ras necesidades. Los sist em as “ no frost ” consum en m ás energía.
Mant enerlo siem pre suficient em ent e lleno ( si nos vam os de vacaciones y
no podem os desconect arlos, dej arem os dent ro de la nevera recipient es
con agua) . No int roducir nunca com ida calient e. Descongelar la com ida
dent ro de la nevera y abrir la puert a el m enor t iem po posible,
asegurándonos después que queda bien cerrada.
Desenchufar los aparat os eléct ricos cuando no se ut ilizan.
Elegir pant allas de t elevisor y ordenador pequeñas, puest o que consum en
m ucha m enos energía que las de m ayor t am año.
Usar pilas recargables y reciclar las pilas usadas.
Conservar el m ism o t eléfono m óvil y el m ism o ordenador el m ayor t iem po
posible ant es de com prar ot ro nuevo. Muchas veces, ciert os cam bios en
los ordenadores son del t odo suficient es para cubrir las nuevas
necesidades. Los port át iles consum en m enos elect ricidad que los m odelos
de sobrem esa.
~ 27 ~
EN VI AJES, FI ESTAS Y EN TRETEN I M I EN TOS:
Al com prar un vehículo a m ot or, considerar la posibilidad de adquirir uno
m ás ecológico que funcione con energía m ás lim pia que la derivada del
pet róleo. Tam bién podem os ahorrar com bust ible haciendo una conducción
m ás ecológica. Est arem os al día en su m ant enim ient o para m axim izar su
rendim ient o.
Ut ilizar el t ransport e público y reducir el uso del vehículo part icular
cam inando m ás, yendo en bici o com part iendo coche, agrupando recados
y gest iones.
Elegir, para pasar las vacaciones, viaj es con dest inos no m uy lej anos. Si
viaj am os en vehículo propio, podem os opt ar por disfrut ar de breves
est ancias en lugares que se encuent ren de cam ino a nuest ro dest ino final
y regresar de la m ism a form a. Si viaj am os en avión, podem os com prar
crédit os de carbono para com pensar las em isiones de CO2.
Escoger regalos que sean duraderos y respet uosos con el planet a, es
decir, sin pilas y que no sean de plást ico o sint ét icos ( com o los
procedent es de com ercio j ust o) . Opt ar por j uguet es de m adera m aciza
con acabados nat urales y recurrir a las m anualidades caseras.
Envolver los regalos con alt ernat ivas que ahorren past a de papel virgen:
com o el papel reciclado o los m at eriales no arbóreos.
Reut ilizar caj as, present aciones, cint as y envolt orios de regalos.
Dar preferencia a los recipient es de crist al, gres, cerám ica, m et al y
envases biodegradables. Si son de plást ico, que sean biodegradables,
reciclables y seguros con códigos 2, 4 ó 5. Los dist int os t ipos de plást ico
se codifican con núm eros del 1 al 7, según la resina con la que se
elaboren: el 2 corresponde al poliet ileno de alt a densidad ( PEAD o HDPE) ,
el 4 al poliet ileno de baj a densidad ( PEBD o LDPE) y el 5 al polipropileno
( PP) . Evit ar en lo posible el 1 ( PET o PETE) , el 3 ( PVC) , el 6 ( PS) y el 7
( policarbonat os) .
Escoger inst rum ent os m usicales de segunda m ano o fabricados con
m adera sost enible ( se usan m ás de 200 especies de árboles para fabricar
ést os inst rum ent os, de los que 70 est án am enazadas de ext inción) y
apoyar a grupos m usicales y conciert os que sean respet uosos con el
m edio am bient e ( se suelen consum ir cant idades ingent es de energía y
m uchas veces se generan m ont añas de residuos) .
EN ESCUELAS Y OFI CI N AS:
o Reducir el consum o de papel y reciclar t odo el papel que se desecha.
o Elegir siem pre papel ecológico, o papel reciclado fabricado con el m ayor
porcent aj e posible de residuos posconsum o.
o Usar siem pre las dos caras del papel.
o Aprovechar las hoj as o papeles suelt os para hacer libret as y blocs de
not as.
o Ut ilizar papel de colores claros, pues puede reciclarse con m ayor facilidad.
~ 28 ~
o Reciclar los cart uchos de t int a vacíos de im presoras, faxes y
fot ocopiadoras.
o I m prim ir las publicaciones laborales o escolares con t int as veget ales.
o I nst aurar un program a de reciclado en la escuela u oficina donde se
t rabaj a.
o Elegir art ículos de escrit orio ( lápices, bolígrafos, clips, et c.) fabricados a
part ir de m at eriales reciclados.
o Usar grapadoras sin grapas ( perforan y unen los papeles) .
o No usar vasos desechables de plást ico: llevar al t rabaj o o escuela un vaso
de crist al o t aza resist ent e.
o Llevar el desayuno o la com ida de casa en recipient es reut ilizables. Usar
servillet as de t ela o papel reciclado y t ener en la escuela o t rabaj o un
j uego de cubiert os.
AH ORRO D E AGUA:
El ahorro de agua lleva consigo ot ros ahorros energét icos: los lit ros de agua no
consum idos suponen, a su vez, un ahorro de gasóleo y elect ricidad que perm it e
dism inuir el nº de t oneladas de CO2 em it idas a la at m ósfera. Adem ás, com o el
agua consum ida sigue su cam ino para com plet ar su ciclo, int ent arem os no
cont am inarla evit ando vert er en el fregadero o inodoro: aceit es, disolvent es,
pint uras, product os t óxicos, residuos sólidos, et c.
⇒ I nst alem os disposit ivos ahorradores de agua en los grifos, duchas y cist ernas
de los baños, aseos, lavaderos y cocinas.
⇒ Cont rolem os el buen est ado de las t uberías e inst alaciones para la det ección
de posibles fugas de agua. Es im port ant e reparar inm ediat am ent e las fugas,
pues 10 got as de agua por m inut o, suponen 2.000 lit ros de agua
desperdiciada al año.
⇒ Los disposit ivos de ahorro en las cist ernas consiguen un ahorro de m ás de
7.600 lit ros de agua por persona y año.
⇒ Ut ilizar la ducha en lugar del baño ahorra 7.300 lit ros de agua por persona y
año. Si adem ás inst alam os cabezales de ducha eficient es o reduct ores de
caudal, el ahorro sería de 14.600 lit ros anuales.
⇒ Mant ener la ducha abiert a m ient ras nos enj abonam os supone m algast ar 30
lit ros por ducha. Dej ar el grifo abiert o m ient ras nos afeit am os o lavam os los
dient es, supone una pérdida de 20 lit ros. Usar el inodoro com o papelera o
com o cenicero: 9 lit ros cada vez.
⇒ Exist en en el m ercado elect rodom ést icos eficient es que, si se ut ilizan sólo
cuando est án com plet am ent e llenos, consiguen im port ant es ahorros de agua
y energía.
⇒ Trat arem os de usar det ergent es y j abones ecológicos.
⇒ Ant es de t irar el agua de la bañera, o el prim er agua fría que sale de la
ducha, la podem os aprovechar para regar plant as o para los cubos de fregar.
~ 29 ~
⇒ Para j ardines, inst alarem os sist em as de riego eficient es, dot ándolos
preferent em ent e de especies aut óct onas, que requieren baj o consum o de
agua.
⇒ En operaciones de lim pieza en ext eriores, podem os em plear sist em as
m ecánicos de lim pieza en seco, com o barredores, cepillos y escobas, en
lugar de los baldeos con cubos o m angueras que consum en gran cant idad de
agua.
En resum en, la revist a Guía Verde de Nat ional Geographic, ofrece consej os
sencillos y m uchos ej em plos práct icos que inducen al cam bio de hábit os
inconscient es y perj udiciales, por ot ros que result an m ucho m ás asequibles
para las econom ías dom ést icas y por supuest o m ucho m ás saludables para las
fam ilias y para el planet a.
Pr opue st a de l a ut or :
Para est im ular la cadena de favores, podem os regalar a dos personas allegadas,
las fot ocopias de las páginas correspondient es a “ La revolución t ranquila a
t ravés del consum o conscient e” y “ La guía verde” , o bien, un ej em plar de est e
libro una vez que lo hayam os leído com plet o y considerem os que será út il e
int eresant e para quién lo reciba com o regalo. Eso sí, en am bos casos sería
convenient e acom pañarlo del círculo azul t al y com o se explica en el capít ulo
“ Plan de acción: la cadena de favores” .
Los t e x t os de la pr im e r a pa r t e de e st e libr o los pue de s e ncont r a r e n los
siguie nt e s e nla ce s pa r a que pue da s r e e nvia r los a t us con t a ct os:
w w w .la hue lga t r a nquila .blogspot .com
w w w .la guia ve r de .blogspot .com
~ 30 ~
Se gu n da Pa r t e
~ 31 ~
I N I CI ACI ÓN A LA M ED I TACI ÓN
RELATO D E UN A I LUM I N ACI ÓN
Hace m ás de dos m il quinient os años, un hom bre que llevaba m uchísim as
exist encias buscando la Verdad, llegó a un lugar t ranquilo del nort e de la I ndia
y se sent ó baj o un árbol. Siguió sent ado baj o el árbol con gran resolución y
prom et ió no levant arse de allí hast a que encont rara la Verdad.
Cuent an que al anochecer había vencido a t odas las fuerzas oscuras del
engaño; y al día siguient e por la m añana t em prano, cuando apareció en el cielo
el lucero del alba, el hom bre vio recom pensada su paciencia, su disciplina y su
concent ración im pecable, porque alcanzó el obj et ivo últ im o de la exist encia
hum ana: la ilum inación. En aquel m om ent o sagrado, hast a la propia Tierra
est rem eció. A est e hom bre llam ado Gaut am a, se le conocería com o el Buda. He
aquí la bella descripción que hace el m aest ro viet nam it a Thich Nhat Hanh de la
ilum inación de Buda:
“ Gaut am a sint ió com o si se hubiese abiert o de pront o una prisión en la que
había perm anecido encerrado m iles de exist encias. El carcelero era la
ignorancia. La ignorancia había ocult ado su m ent e com o los nubarrones ocult an
la luna y las est rellas. Nublada por olas infinit as de pensam ient os ilusorios, la
m ent e había dividido la realidad en suj et o y obj et o, yo y los dem ás, exist encia y
no exist encia, nacim ient o y m uert e; y est as diferenciaciones habían generado
ideas erróneas. Los sufrim ient os del nacim ient o, la vej ez, la enferm edad y la
m uert e no hacían m ás que ensanchar los m uros de la prisión. Solo había que
agarrar al carcelero y ver su verdadero rost ro. El carcelero era la ignorancia y
en cuant o desapareciera, t am bién desaparecería la cárcel para nunca m ás
reconst ruirse” .
Buda vio que la ignorancia de nuest ra verdadera nat uraleza es la raíz de t odo el
t orm ent o causado por el “ sam sara” ( ciclo incont rolable de nacim ient os y
m uert es en el que se perpet úa el sufrim ient o) , y que la raíz de esa ignorancia
es nuest ra t endencia a la dist racción m ent al. Poniendo fin a la dist racción
m ent al, se pondría fin al propio “ sam sara” ; Buda com prendió que la clave para
conseguirlo era recoger la m ent e, llevarla a casa, a su verdadera esencia,
m ediant e la práct ica de la m edit ación.
El Buda siguió sent ado en el suelo con dignidad hum ilde y serena, con el cielo a
su alrededor, enseñándonos que para m edit ar hay que sent arse con una act it ud
abiert a y celest ial, pero m ant eniéndose aquí, realist a y firm e. El cielo es nuest ra
nat uraleza absolut a, sin barreras ni confines, y el suelo es nuest ra realidad,
nuest ra condición ordinaria y relat iva. La post ura que adopt am os cuando
m edit am os significa que adopt am os lo absolut o y lo relat ivo, el cielo y el suelo,
el firm am ent o y la t ierra; int egrando la nat uraleza celest e e inm ort al de la
m ent e y el suelo de nuest ra nat uraleza m ort al perecedera.
~ 32 ~
Aprender a m edit ar es el m ej or regalo que puedes hacert e en est a vida, porque
sólo m ediant e la m edit ación podrás em prender el viaj e que lleva al
descubrim ient o de t u verdadera nat uraleza, y conseguir la est abilidad y
confianza necesarias para vivir y m orir bien. La m edit ación es el cam ino que
conduce a la ilum inación.
LA M ED I TACI ÓN N OS BEN EFI CI A A TOD OS
Habit ualm ent e nos afligim os por sufrim ient os, angust ias y num erosos m iedos
que som os incapaces de evit ar. La m edit ación t iene com o fin elim inar est as
angust ias, m iedos y sufrim ient os.
Generalm ent e pensam os que la felicidad y el sufrim ient o vienen de las
circunst ancias ext ernas. Est am os cont inuam ent e ocupados, de una form a u
ot ra, en arreglar nuest ro m undo. Trat am os de quit ar un poco de sufrim ient o por
aquí y de obt ener un poco de felicidad por allá, sin conseguir nunca el result ado
que esperábam os. I gualm ent e, vivim os fragm ent ados en m uchos aspect os
dist int os, no sabem os quiénes som os en realidad, ni con qué aspect os de
nosot ros deberíam os ident ificarnos. Hay t ant os sent im ient os que luchan por el
cont rol de nuest ra vida int erior, t ant as voces y dict ados cont radict orios, que nos
dispersam os por t odas part es y en t odas direcciones, alej ándonos cada vez m ás
de casa. Por t ant o, m edit ar sim plem ent e consist e en recoger la m ent e y llevarla
a casa. Llevar la m ent e a casa significa sit uarse m ent alm ent e en un est ado de
at ención serena y de plena consciencia; se t rat a pues, de volverla hacia el
int erior y reposar en su nat uraleza.
Por ot ra part e, las personas que m edit an adem ás de salud, t am bién buscan
aut ocont rol, poder int erno, serenidad y silencio, pero de t odas las razones, la
que m ás suele m anifest arse es la paz, pues el verdadero lugar donde reposa la
m ent e es la gran paz nat ural.
Hay una hist oria hindú acerca de una reina que perdió su valioso collar de
perlas. Angust iada, lo buscó por t odas part es, y cuando est aba a punt o de
abandonar t oda esperanza de recuperarlo, se det uvo y se dio cuent a de que lo
t enía alrededor de su cuello. La paz se parece m ucho a est a hist oria. Si la busco
fuera de m is lím it es físicos o en ot ras personas siem pre acabaré decepcionado,
pero si aprendo donde y com o buscarla en m í m ism o, ent onces m e daré cuent a
de que siem pre ha est ado ahí.
La m edit ación puede considerarse com o un proceso de curación, t ant o
em ocional, com o m ent al e incluso físico. La definición m ás sim ple de m edit ación
podría ser: el uso correct o de la m ent e o del pensam ient o posit ivo. No se t rat a
de negar los pensam ient os, sino de ut ilizarlos correct am ent e.
~ 33 ~
LA M ED I TACI ÓN D I SM I N UYE LA ED AD BI OLÓGI CA
Uno de los m ayores enem igos que t iene nuest ra salud y que adem ás acelera el
proceso de envej ecim ient o es el est rés. Los endocrinólogos aseguran que una
persona som et ida al est rés, segrega por las glándulas suprarrenales los
llam ados glucocort icoides, t am bién llam adas horm onas del est rés. Est as
horm onas act ivan el cam bio del m et abolism o anabólico en cat abólico, es decir,
propician que el cuerpo consum a sus propios m úsculos a fin de m ant ener el
azúcar en la sangre. Por t ant o, si no aprendem os a m anej ar el est rés, los
glucocort icoides pueden llegar a desencadenar los siguient es procesos
aut odest ruct ivos: el desgast e m uscular, la diabet es, la fat iga, la ost eoporosis, la
redist ribución de la grasa corporal, problem as en la piel, fragilidad de los vasos
sanguíneos, hipert ensión, ret ención de líquidos, supresión del sist em a
inm unológico y alt eración en las funciones m ent ales.
Com o la reacción al est rés se act iva en una fracción de segundo y sin aviso
previo, nos result a im posible cont rolar los perniciosos efect os de los
glucocort icoides cuando ést os se m ant ienen en el t orrent e sanguíneo durant e
prolongados periodos de t iem po. Sin em bargo, exist e una t écnica de cuerpom ent e que va direct am ent e a la raíz de la respuest a al est rés: la m edit ación. Se
ha com probado que los niveles de cort isol y adrenalina son m uy inferiores en
quienes m edit an desde hace m ucho t iem po.
El Dr. R. Keit h Wallace, com o part e de una t esis doct oral a finales de los años
60, invest igó en profundidad los efect os fisiológicos de la m edit ación con
dist int os grupos de volunt arios que pract icaban m edit ación. Dem ost ró que, m ás
allá de sus im plicaciones espirit uales, la m edit ación t enía profundos efect os en
el cuerpo. Él fue el prim ero en dem ost rar que perm anecer sent ado en
m edit ación con los oj os cerrados, induce al sist em a nervioso a ent rar en un
est ado de “ alert a en reposo” , es decir, la m ent e se m ant iene despiert a m ient ras
el cuerpo ent ra en una relaj ación profunda. A est e proceso lo llam ó “ vigilia
hipom et abólica” para indicar que el m et abolism o del suj et o decrecía, aunque se
m ant uviera la consciencia de vigilia.
Est e descubrim ient o despert ó gran int erés en la profesión m édica, que hast a
ent onces había considerado com o opuest os el descanso y la alert a. Wallace
descubrió que se unían est os opuest os, pero no fue hast a 1978 cuando él
m ism o invest igó los efect os de la m edit ación en el envej ecim ient o hum ano.
Ut ilizó t res m arcadores de la edad biológica com o resum en del proceso de
envej ecim ient o en su t ot alidad: la presión sanguínea, la visión y el um bral de
audición; pues t odos ellos declinan con el paso de los años. Pudo dem ost rar que
t odos est os m arcadores m ej oraban con las práct icas m edit at ivas a largo plazo y
que en verdad, la edad biológica se revert ía. En sus invest igaciones descubrió
que los m edit adores que pract icaban la t écnica regularm ent e desde hacía
m enos de cinco años, t enían una edad biológica en t érm ino m edio cinco años
~ 34 ~
inferior a su edad cronológica. Sorprendent em ent e, los que m edit aban desde
hacía m ás de cinco años ( m uchos llevaban m edit ando m ás de 10 años y
algunos m ás de 15 ó 20 años) , eran, en prom edio, doce años m ás j óvenes de lo
que indicaban sus edades cronológicas. Est os result ados eran t an válidos ent re
los suj et os m ás j óvenes com o ent re los de m ayor edad.
CUERPO Y ESPÍ RI TU ESTÁN I N D I SOLUBLEM EN TE UN I D OS
La m edit ación es una práct ica espirit ual. Esa es su finalidad en la I ndia y en
t odo Orient e. Millones de occident ales suponen, equivocadam ent e, que est o
hace de la m edit ación algo no físico, algo que se hace dent ro de la cabeza. En
verdad nada est á solo en la cabeza ni solo en el cuerpo.
En t odas las et apas del crecim ient o espirit ual, el m ayor aliado es el cuerpo. Casi
t odos suponem os que cuerpo y espírit u ocupan los ext rem os opuest os del
espect ro, pues cuando experim ent am os sensaciones cent radas en el cuerpo,
com o el ham bre, la sed, el dolor y el placer, no las consideram os experiencias
espirit uales. Nada m ás lej os de la realidad, ya que la espirit ualidad t am bién se
sirve de los sent idos para vivir en plenit ud el m om ent o present e, y eso significa
vivir plenam ent e en el cuerpo.
Por desgracia, nuest ra cult ura ha com et ido el error de decidir que el cuerpo
hum ano es una m áquina que funciona sin int eligencia propia. Est e erróneo
concept o llevó a una segunda equivocación: que las personas m ás espirit uales
son las que renuncian al cuerpo, niegan sus pasiones y t rat an de cont rolar sus
deseos. Est e t ipo de prej uicios cont ra el cuerpo es cont rario a la m anera en que
nos creó la Nat uraleza.
Las personas de nuest ra sociedad sufren por la sensación de que el Espírit u est á
básicam ent e separado de sus cuerpos o m ent es. Pensam os que el cuerpo
procesa com ida, agua y aire a la perfección sin necesidad del Espírit u, y que la
m ent e piensa en un m illón de cosas sin t ocarlo. La Nat uraleza equilibró cuerpo,
m ent e y Espírit u com o cocreadores de nuest ra realidad personal. El cuerpo es la
plat aform a que perm it e que t oda experiencia surj a y vea la luz del día; es una
proyección t ridim ensional de m illones de procesos que se producen en cualquier
m om ent o, incluyendo un proceso t an profundo com o llegar a conocer la realidad
de Dios. Cuando se ponen en equilibrio las dim ensiones de lo m at erial, lo
psicológico y lo espirit ual, la vida se conviert e en un t odo y esa unión provoca
sent im ient os de consuelo y seguridad.
~ 35 ~
CON SI D ERACI ON ES PRÁCTI CAS
Una vez pract icada la m edit ación con asiduidad y habiéndose com probado sus
efect os benéficos sobre la salud física y m ent al, será fácil convert ir en hábit o su
práct ica diaria, aunque se le pueda dedicar poco t iem po en cualquier m om ent o
t ranquilo del día. Tam bién es m uy recom endable m edit ar en grupo
periódicam ent e, aunque sea sólo una vez al m es. Coincidiendo con los
plenilunios se form an num erosos grupos para m edit ar, por los posit ivos efect os
que produce su práct ica en esos m om ent os.
Ant es de em pezar a m edit ar, es esencial crear un ent orno int erior y ext erior
adecuado para la m ent e. Es necesario desapegarse de los problem as y
preocupaciones m undanos, dej ando que los pensam ient os y em ociones vayan
calm ándose, hast a sent irnos holgados. Cuando sent im os que el ent orno y el
hum or son los adecuados, la m edit ación se produce verdaderam ent e y surge sin
esfuerzo.
Si cream os unas condiciones físicas y am bient ales propicias, será m ucho m ás
fácil m edit ar. Exist e una gran relación ent re la post ura física y la act it ud m ent al,
de m anera que la correct a int errelación del cuerpo y la m ent e perm it en que la
m edit ación surj a de m anera nat ural. Por t ant o, debem os elegir un lugar
t ranquilo, donde sepam os que no vam os a est ar dist raídos, ni ser int errum pidos
m ient ras dure la m edit ación. Nos sit uarem os cóm odam ent e sent ados con la
espalda rect a, con los oj os cerrados y sin t ensión.
Exist en m últ iples escuelas y t radiciones que recom iendan det erm inadas t écnicas
o disciplinas para la práct ica de la m edit ación, pero en est e capít ulo nos vam os
a ceñir a una sencilla t écnica que se divide en t res fases: relaj ar el cuerpo,
sosegar las em ociones y observar los pensam ient os.
El t iem po que dedicarem os a m edit ar dependerá de la disponibilidad de t iem po
que t engam os y de la práct ica que hayam os adquirido. Sería aconsej able la
práct ica m edit at iva a prim era hora de la m añana. Para ello, podem os
levant arnos 20 m inut os ant es de lo habit ual, ganándole al día ese precioso
t iem po que nos beneficiará durant e el rest o del día. Para em pezar, podem os
dedicar 5 m inut os a la relaj ación del cuerpo, m ás 5 m inut os a calm ar las
em ociones y ot ros 5 m inut os para observar la m ent e. Est a últ im a part e es la
que podríam os prolongar hast a 15- 20 m inut os, pues es la que m ás beneficio
nos report ará. En resum en, de 15 a 20 m inut os diarios sería lo recom endable
com o práct ica diaria para em pezar.
Re la j a r e l cue r po:
Respiram os lent a y profundam ent e, pero sin forzar. Después de varias
respiraciones llevarem os nuest ra at ención a las part es del cuerpo que vam os a
relaj ar. Em pezarem os por los pies y t erm inarem os por la cabeza, visualizando y
~ 36 ~
sint iendo las zonas que focalizam os, al t iem po que vam os disolviendo las
t ensiones que hubieran en ellas.
Por ej em plo, em pezam os concent rándonos en el pie derecho, lo visualizam os
int ernam ent e y lo sent im os físicam ent e. Lo relaj am os y disolvem os las
t ensiones que hay en él. A cont inuación subim os por la pant orrilla derecha y
repet im os el proceso. Seguim os con el m uslo de la pierna derecha, para
después em pezar por el pie izquierdo y cont inuar hacia arriba. Tras relaj ar
am bas piernas podem os cont inuar con el m ism o procedim ient o a t ravés del
t ronco ( abdom en, pechos, espalda baj a, m edia y alt a y órganos int ernos) ,
después seguim os con los brazos en la siguient e secuencia: hom bros, bícepst ríceps, ant ebrazos y m anos ( prim ero un brazo y luego el ot ro) . Por últ im o la
cabeza en est a secuencia: cuello, nuca, cuero cabelludo, cara y m andíbula.
Ca lm a r la s e m ocione s:
Aunque no lo parezca, esa especie de “ m ent e int erna” sin cont rol, que son las
em ociones ¡nos obedece! con un sencillo t rabaj o de nuest ra volunt ad. En prim er
lugar, hazt e la afirm ación m ent al de que dej as t ot alm ent e a un lado t odos los
asunt os pendient es, quehaceres diarios, preocupaciones, et c. ESTE MOMENTO,
ES SÓLO PARA TI .
Para relaj ar las em ociones hay que saber dónde se som at izan. La zona de
donde surgen se localiza en el área del plexo solar ( part e alt a del abdom en) .
Focalizam os nuest ra at ención en ese lugar y nos cent ram os en el suave vaivén
del abdom en con una respiración nat ural, relaj ando esa zona con la int ención
de calm ar las em ociones. Al principio puede cost ar un poco, pero con la práct ica
se consigue acallar y disolver las em ociones en su origen. ES MUY I MPORTANTE
ser conscient es de nuest ro poder sobre las em ociones y de ESTAR PRESENTES
EN EL AQUÍ Y AHORA.
Obse r va r los pe n sa m ie nt os:
Est a es quizá la part e m ás difícil. No t e preocupes si no lo consigues al principio,
puest o que sosegar y dist anciar los pensam ient os requiere de m ucha práct ica.
No obst ant e, lo m ás im port ant e es m ant enerse com o un m ero espect ador que
observa los pensam ient os que van apareciendo en la m ent e, pero sin
ident ificarse con ellos, dej ándolos pasar. Con la práct ica debem os com prender
que nosot ros no som os el pensador que se ident ifica con sus pensam ient os y
los hace suyos o se responsabiliza de ellos, sino que som os el observador que
observa esos pensam ient os. Realm ent e som os el que est á ent re pensam ient o y
pensam ient o. Cuando nos dam os cuent a de ello la dist ancia o el t iem po ent re
pensam ient os aum ent a y nuest ro verdadero Ser se m anifiest a.
~ 37 ~
EJERCI CI OS
Hay infinidad de ej ercicios que se pueden pract icar durant e la m edit ación, pero
solam ent e voy a explicar algunos m uy sencillos para que t ú, querido lect or,
puedas experim ent arlos y fam iliarizart e con ellos. Una vez puest os en práct ica
durant e algún t iem po, podrás elegir aquellos con los que t e sient as m ás
cóm odo.
Com o prim er ej ercicio aconsej o el de la at ención en la respiración. Para iniciarse
en la m edit ación, es el ej ercicio m ás aconsej able por su sencillez, nat uralidad y
eficacia. Se t rat a de un m ét odo m ilenario, usado por t odas las escuelas de
budism o y se usa, al m enos, en el inicio de cualquier t ipo de m edit ación.
Sim plem ent e consist e en deposit ar la at ención ligera y at ent am ent e en la
respiración.
La respiración es vida, la expresión m ás básica y fundam ent al de nuest ra
exist encia. En el j udaísm o, es el alient o y significa el Espírit u de Dios que
inspira la creación; en el crist ianism o exist e t am bién una vinculación profunda
ent re la respiración y el Espírit u Sant o, sin el cual no exist iría nada; en el
budism o se la conoce com o “ prana” y es considerada “ el vehículo de la m ent e” .
Cuando serenas la m ent e ut ilizando de form a adecuada la respiración, est ás
dom ándola y adiest rándola. ¿Quién no ha experim ent ado lo relaj ant e que es
quedarse solo unos m om ent os inspirando y espirando profunda y
sosegadam ent e? Est e ej ercicio t an sim ple, com o es la respiración conscient e,
nos puede ayudar m ucho en la vida diaria.
Cuando m edit es respira de form a nat ural, concent rándot e ligeram ent e en la
espiración. Al espirar déj at e fluir hacia fuera al expulsar el aire, y al m ism o
t iem po dej a que se deshagan y liberen las t ensiones. Tam bién descubrirás que
cada vez que t erm inas de espirar y ant es de la siguient e inspiración, hay un
int ervalo de t iem po nat ural de paz y quiet ud. Reposa en ese int ervalo, en ese
espacio abiert o. No t e concent res dem asiado en la respiración, sim plem ent e hay
que est ar m uy at ent o, en presencia pura y m uy relaj ado. Con la práct ica
puedes pasar de observar la respiración, a ident ificart e gradualm ent e con ella,
com o si fueras convirt iéndot e en ella. Poco a poco, el que respira y el act o de
respirar se hacen uno; desaparece pues la dualidad y la división. Tam bién
descubrirás que est e proceso t an sim ple de plena consciencia filt ra t us
pensam ient os y em ociones; t am bién percibirás que algo se desprende y se
libera, com o si est uvieras m udando una piel viej a.
Com o segundo ej ercicio que nos perm it a ej ercit ar la at ención plena en el AQUÍ
Y AHORA, propongo m ant ener una respiración fluida y nat ural, cent rando
nuest ra at ención en un obj et o de m edit ación. Exist en infinit os posibles obj et os
( m at eriales o no) de m edit ación, pero voy a recom endar solo t res, apart e de la
t écnica de respiración ant es explicada: at ención enfocada en el ent recej o, en
una vela o en los lat idos del corazón. Una vez sit uados allí, lo m ás probable es
~ 38 ~
que aparezcan en poco t iem po pensam ient os ( parlot eo int erno, recuerdos,
im ágenes, fant asías, et c.) , em ociones y sent im ient os que nos dispersen y
dist raigan. Cuando seam os conscient es de ellos, volverem os inm ediat am ent e al
obj et o de m edit ación sin ent rar en valoraciones ni j uicios.
Realm ent e, lo m ás im port ant e no es pensar lo m enos posible, sino darse cuent a
de que hay pensam ient os que de form a inconscient e nos ret ira de nuest ro
obj et o de m edit ación, y que t ras t om ar consciencia de ellos volvem os a
conect ar con nuest ro verdadero Ser; volvem os a nuest ro verdadero hogar: el
AQUÍ Y AHORA.
Ot ros ej ercicios m uy recom endables para pract icar la at ención plena y serena,
sería cent rándonos en la percepción de nuest ros cinco sent idos:
LA VI STA: Al igual que en el ej ercicio ant erior y t ras la relaj ación previa,
respiram os de form a nat ural y fluida, abrim os los oj os y enfocam os nuest ra
m irada en un obj et o de m edit ación de reducido t am año, que est é sit uado frent e
a nosot ros. Para que no nos genere t ensión en el cuello conviene que el obj et o
nos perm it a inclinar levem ent e la cabeza hacia delant e, sit uando el obj et o
aproxim adam ent e un m et ro por debaj o del nivel de nuest ros oj os y a no m enos
de dos m et ros delant e de nosot ros. Los obj et os podrían ser, un m ineral, una
pequeña plant a, una flor, un vaso con o sin agua, et c. Una variant e m uy
int eresant e es la de m edit ar sin obj et o de visualización, es decir, con los oj os
abiert os t rat arem os de no enfocar la vist a en ningún obj et o en part icular, pero
int ent arem os ser conscient es de t odo el cam po de visión que abarca nuest ro
sent ido visual. Para ello m edit arem os con los oj os bien abiert os, observando
t odo lo que hay en nuest ro cam po de visión, abarcando al m ism o t iem po t odo lo
que t enem os enfrent e y t oda nuest ra visión periférica.
EL OI DO: Quizás el ej ercicio del sent ido de la vist a sea el m ás difícil de
pract icar, pues la at ención hacia el ext erior con los oj os abiert os nos dispersa
m ás fácilm ent e que usando la “ m irada int erior” con los oj os cerrados, t al y
com o pract icarem os con el rest o de los sent idos. El sent ido del oído nos perm it e
oír y escuchar. Oím os cuando percibim os sonidos de cualquier clase y no les
prest am os dem asiada at ención porque est am os dispersos en pensam ient os
diversos, sin em bargo, escucham os cuando nos focalizam os en el origen y
cont enido del sonido, ya sea en la at ent a escucha de la persona que nos habla o
en la bella m elodía del cant o de un páj aro. Com o ej ercicio práct ico y t ras la
previa relaj ación, podem os cent rar nuest ra at ención en t odos los sonidos que
vayan surgiendo en el lugar donde est em os m edit ando. Si hay un gran silencio,
podem os escuchar con gran at ención el suave sonido de la respiración y el
palpit ant e lat ir de nuest ro corazón. I gualm ent e, podem os ut ilizar m úsica
relaj ant e que no evoque en nosot ros recuerdos del pasado. Tam poco dej arem os
que nuest ra im aginación vuele con ella, sino m ás bien, procurarem os dist inguir
y separar los diferent es inst rum ent os o sonidos que com ponen la m úsica, para
luego escucharla com o un t odo arm ónico.
~ 39 ~
EL TACTO: Est e ej ercicio puede consist ir sim plem ent e en percibir la presión de
cont act o de alguna part e de nuest ro cuerpo en la posición que t engam os
durant e la m edit ación. Por ej em plo, podem os sent ir el t act o de nuest ros pies
en cont act o con los calcet ines, las zapat illas o con el suelo; el cont act o de
nuest ras m anos sobre las piernas; de la espalda con el respaldo de la silla; de
las nalgas con el asient o o de la ropa en cont act o con cualquier part e de
nuest ro cuerpo.
EL GUSTO Y EL OLFATO: Est os dos sent idos, pueden experim ent arse de form a
nat ural o est im ulada. De form a nat ural, podem os cent rarnos en nuest ro paladar
y en el sabor de la boca vacía, sint iendo solam ent e el grado de hum edad o
sequedad de la m ism a y la t ext ura de la saliva. En cuant o al olfat o,
sim plem ent e t rat arem os de dist inguir si el aire que inspiram os lleva algún
arom a por t enue que sea y cent rarnos en él. De form a est im ulada, podríam os
provocar dist int os sabores y olores con sust ancias dulces o saladas que se
disuelvan en la boca, o con arom as que provengan de inciensos o perfum es.
M ED I TACI ÓN GUI AD A:
Para que surt a m ayor efect o en nosot ros y en nuest ro planet a, recom iendo que
est a m edit ación se haga en grupo. Después de unos 5 a 10 m inut os de
relaj ación del cuerpo y t ras calm ar las em ociones, sugiero que alguien del grupo
lea lent am ent e el siguient e t ext o haciendo pausas de aproxim adam ent e 5
segundos ent re párrafos. Si la pract icam os solos, sería convenient e m em orizar
de form a genérica el cont enido del t ext o, o bien grabarlo con nuest ra voz para
poder reproducirlo t ras la relaj ación:
“ Visualicem os que nos encont ram os inm ersos en un paisaj e de gran belleza
nat ural que ya conocem os. Puede ser ese lugar que t ant o nos gust a para
veranear, un bosque que alguna vez visit am os y nos enam oró o sim plem ent e
algún parque o rincón nat ural cercano al lugar donde est am os ahora, pero en su
m áxim a expresión de belleza y frondosidad t ras las lluvias prim averales.
Para que nuest ras visualizaciones t engan m ás poder, las acom pañam os de las
em ociones que generalm ent e asociam os a la nat uraleza, com o son LA ALEGRI A,
LA PAZ, LA ARMONI A, EL AMOR,…
Usando nuest ra im aginación creat iva, percibim os a t ravés de nuest ros sent idos
la sut ileza y la calidez de la energía que m ana del herm oso lugar que est am os
visualizando. Not am os que el paraj e en el que nos encont ram os est á t ot alm ent e
lim pio. El aire que respiram os es de gran pureza. La suave brisa que nos
acaricia, nos em barga de suaves arom as at erciopelados. La t em perat ura es
m uy agradable y los sonidos del lugar deleit an nuest ros oídos. Todo ello nos
~ 40 ~
sum erge en una m aravillosa experiencia de Unidad con el ent orno que nos
rodea.
Esa fabulosa sensación de arm onía, de abundancia y de nat uraleza pura, la
llevam os a nuest ra ciudad o localidad. Sea cual sea y est é en el est ado que
est é, la visualizam os replet a de riqueza nat ural, sin ningún t ipo de
cont am inación y con las personas que habit an en ella, respet ándola y am ándola
en sus corazones com o nosot ros lo est am os haciendo en est e m om ent o.
Ahora, cont inuando con la grat a em oción que produce en nosot ros la nat uraleza
viva, am pliam os y ext endem os nuest ra visualización de belleza y arm onía a
t odo nuest ro país, al m ism o t iem po percibim os com o una lum inosa energía
sanadora que nace de nuest ra ciudad o localidad, se expande por t odo el país y
alcanza a t odos los seres vivos que se encuent ran en él. Vem os t am bién, com o
t odas las personas que lo pueblan viven en arm onía y equilibrio, gozando de la
vida y am ando a la Madre Tierra t al y com o nosot ros lo hacem os.
Seguim os con esa m aravillosa em oción que nos t ransm it e la nat uraleza y a
cont inuación visualizam os nuest ro cont inent e. Volvem os a percibir com o la
energía sanadora de nuest ro país se expande a t odo el cont inent e, dej ándolo
com plet am ent e lim pio, con aire puro y aguas crist alinas. I gualm ent e, vem os
com o t odos los seres vivos que lo habit an viven en perfect a arm onía y
equilibrio.
Ahora, repet im os la visualización con t odo el planet a. Volvem os a percibir com o
la energía sanadora de nuest ro cont inent e se ext iende y envuelve a t oda
nuest ra Madre Tierra. La visualizam os t ot alm ent e lim pia, con selvas, m ont añas,
desiert os, ríos, lagos, m ares, océanos y aire sin rast ro alguno de
cont am inación.
Por últ im o, visualizam os nuest ro bello planet a rodeado de un herm oso aura
blanca, resplandecient e, que lo envuelve, lo inunda, lo lim pia y lo sana.”
Para t erm inar est a m edit ación o cualquiera de las propuest as ant eriorm ent e,
regresam os nuest ra at ención a nuest ro cuerpo. Tom am os consciencia de
nuest ra respiración y del lugar donde est am os. Muy lent am ent e nos
em pezam os a m over y abrim os los oj os. Para finalizar, sería m uy convenient e,
t om ar consciencia del est ado de paz y equilibrio en que nos encont ram os t ras
finalizar la m edit ación. Trat arem os de m ant enerlo durant e el rest o del día.
LOS CEN TROS D E FUERZA: LOS CH AKRAS
Durant e las m edit aciones se m ovilizan energías de m uy diversa índole y de
cualidades m uy diferent es, pero sin duda, es durant e las m edit aciones grupales
~ 41 ~
cuando las cant idades de dichas energías aum ent an exponencialm ent e, en
función del núm ero de personas que int egren el grupo. Para ent ender est o un
poco m ej or, es necesario explicar ant es qué son los chakras, donde se
encuent ran y para qué sirven.
Un chakra es un vórt ice o cent ro de fuerza. Nuest ro sist em a solar es un cent ro
de fuerza a t ravés del cual puede t ransm it irse energía de la galaxia. Nuest ro
planet a es un chakra en el cuerpo cósm ico del sist em a solar. Los chakras se
originan por la int eracción de energías en los planos et éricos de la m at eria.
Nosot ros reconocem os t res est ados de la m at eria: sólido, líquido y gaseoso. Sin
em bargo los cient íficos m odernos, pero sobre t odo los cient íficos esot erist as,
reconocen ot ros cuat ro est ados de m at eria sut il m ás fina que el gas: et érico,
superet érico, at óm ico y subat óm ico.
Vivim os en un océano de energías et éricas. Todos nosot ros t enem os un cuerpo
et érico hom ólogo que sust ent a nuest ro cuerpo físico denso, siendo una réplica
exact a del m ism o. El m ovim ient o const ant e del océano de energía et érica, crea
vórt ices donde las energías se ent recruzan con m ás frecuencia. Cada vórt ice es
un chakra, o lo que es lo m ism o, una apert ura de ent rada y salida del cuerpo
et érico por donde fluyen t odas las energías que en él inciden.
En el ser hum ano exist en siet e chakras principales a lo largo de la colum na
vert ebral y en la cabeza. La lum inosidad y el aura de los chakras pueden ser
vist os por personas clarivident es y, cient íficam ent e para el rest o, a t ravés de las
fot ografías Kirlian. Est os se localizan en los siguient es lugares: en la base de la
colum na, en el sacro, en el plexo solar, en el corazón, en la gargant a, en el
ent recej o y en la coronilla. Est os son los siet e cent ros principales. Exist en 42
cent ros de fuerza m enores y ot ros m uchos subsidiarios. A t ravés de est os
cent ros las energías fluyen con m ás pot encia. Durant e la m edit ación, sobre t odo
grupal, la act ividad de est os cent ros se est im ula e int ensifica sobrem anera.
A cont inuación voy a describir cada uno de los siet e chakras principales,
recom endando al final de cada uno de ellos las experiencias nat urales que los
act ivan y desarrollan. Adem ás de la experiencia nat ural, exist en m uchas
t erapias alt ernat ivas para desbloquear los chakras, equilibrarlos y purificarlos,
com o son la crom ot erapia, la gem ot erapia, la arom at erapia, la t erapia del
sonido, el yoga, la m edit ación, el reiki…
EL CH AKRA RAI Z: Tam bién llam ado chakra base, se encuent ra ent re el ano y
los genit ales, est á unido con el hueso coxal y se abre hacia abaj o. Su color,
cuando est á act ivo es el roj o fuego. Su elem ent o de correspondencia es la
Tierra. Su función sensorial es el olfat o y est á relacionado con las glándulas
suprarrenales.
Cuando est e chakra est á abiert o y funciona arm ónicam ent e, t e perm it e
experim ent ar una profunda y personal unión con la Tierra y sus criat uras. Es la
fuent e de la energía vit al para los chakras superiores, pues aquí est am os unidos
~ 42 ~
con la reserva inagot able de la energía Kundalini. Debería de est ar com pensado
con el sépt im o chakra, para m ant ener el equilibrio del ser hum ano.
Cuando exist e una disfunción de est e prim er chakra, el pensam ient o y la acción
dan vuelt as predom inant em ent e en t orno a la posesión y la seguridad
m at eriales, así com o en t orno a los est ím ulos y placeres sensoriales derivados
de la com ida, las bebidas alcohólicas, el sexo o las drogas.
El chakra raíz se purifica y act iva cont em plando serenam ent e una am anecer o
una puest a de Sol, t um bándose o sent ándose sobre la t ierra nat ural, respirando
conscient em ent e su olor y andando descalzos por la nat uraleza.
EL CH AKRA SACRO: Se encuent ra encim a de los genit ales, est á ligado al
hueso sacro y se abre hacia delant e. Su color es el naranj a. Su elem ent o de
correspondencia es el agua. Su función sensorial es el gust o y se relaciona con
las glándulas sexuales: ovarios, próst at a y t est ículos.
El segundo chakra es el cent ro de las em ociones originales, las energías
sexuales y las fuerzas creat ivas. Cuando funciona arm ónicam ent e, t u
com port am ient o con los dem ás es nat ural y en especial con el sexo cont rario.
La unión sexual con una persona am ada t e perm it e el abandono del ego y la
vivencia de una gran unidad que int egra int eriorm ent e las energías m asculinas
y fem eninas de la creación. Su desarrollo t e hace experim ent ar la vida con
asom bro y ent usiasm o, part icipas en la honda alegría de la creación y t us
sent im ient os originales posibilit an que t us acciones sean m uy creat ivas.
La disfunción del chakra sacro t iene frecuent em ent e su origen en la pubert ad.
Las fuerzas sexuales en crecim ient o provocan inseguridad, puest o que los
padres y educadores raram ent e est án en condiciones de proporcionar al
adolescent e un m anej o correct o de est as energías. A m enudo su disfunción
t am bién se debe a que en la m ás t ierna infancia ha falt ado delicadeza y
cercanía por part e de sus cuidadores. Est o puede provocar una negación y
rechazo de la sexualidad. Se suele present ar inseguridad y t ensiones frent e al
ot ro sexo o, por el cont rario, en las relaciones sexuales la percepción sensorial
es relat ivam ent e grosera y se ant eponen las sat isfacciones propias a las de la
parej a. Tal vez se viva en una cont inua añoranza de una relación sexual
sat isfact oria, sin darse cuent a de que la causa que perm it e la realización de
est e deseo radica en uno m ism o. Tam poco se expresan espont áneam ent e las
fuerzas creat ivas, perdiéndose la capacidad infant il por el m ilagro de la vida.
Est e chakra se act iva con la luz de la luna y a t ravés del cont act o con el agua
lim pia y t rasparent e de la nat uraleza. La cont em plación de la luna llena
est im ula t us sent im ient os y t e hace recept ivo para los m ensaj es de t u Alm a. La
cont em plación calm ada de un curso de agua nat ural, un baño en ellas o unos
sorbos de agua pura de m anant ial t e ayudan a purificar t u Alm a y a liberart e de
bloqueos y est ancam ient os em ocionales.
~ 43 ~
EL CH AKRA D EL PLEXO SOLAR: Tam bién llam ado cent ro um bilical, se
encuent ra aproxim adam ent e dos dedos por encim a del om bligo y se abre hacia
delant e. Su color va del am arillo al dorado. Su elem ent o de correspondencia es
el fuego. Su función sensorial es la vist a y se relaciona con la glándula del
páncreas.
Al t ercer chakra le corresponde un com plej o ám bit o de funciones. Represent a
nuest ro Sol int erno, nuest ro cent ro de energías. Aquí es donde absorbem os la
energía del Sol, que ent re ot ras funciones t iene la de alim ent ar nuest ro cuerpo
et érico, nut riendo t am bién de vit alidad nuest ro cuerpo físico y sost eniéndolo. Es
la zona desde la que fluye hacia fuera nuest ra energía em ocional. Nuest ras
relaciones int erpersonales, sim pat ías y ant ipat ías, y la capacidad de est ablecer
vínculos em ocionales duraderos, son am pliam ent e gobernadas desde est e
cent ro. Se encuent ra en unión direct a con el cuerpo ast ral, t am bién
denom inado cuerpo del deseo, siendo el port ador de nuest ras em ociones.
La afirm ación y la int egración conscient e de los sent im ient os, deseos y
experiencias vit ales, conduce a la dist ensión y apert ura del t ercer chakra, con lo
cual la luz crece cont inuam ent e en nosot ros y en nuest ra vida, ilum inándose
nuest ro m undo cada vez m ás. Nuest ro est ado de ánim o general depende en
gran m edida de cuant a luz dej em os ent rar en nosot ros. Nos sent im os
ilum inados, alegres y sat isfechos int eriorm ent e cuando el t ercer chakra est á
abiert o; por el cont rario, nuest ro est ado de ánim o es desequilibrado y som brío
cuando est á bloqueado o t rast ornado. Est a sensación la proyect am os
cont inuam ent e hacia el m undo ext erno, de form a que t oda la vida nos puede
parecer oscura o ilum inada. La cant idad de luz dent ro de nosot ros det erm ina la
claridad de nuest ra visión y cualidad de aquello que cont em plam os.
Con el chakra del plexo solar, t am bién percibim os direct am ent e las vibraciones
de ot ras personas, reaccionando consecuent em ent e a la cualidad de dichas
vibraciones. Cuando nos enfrent am os a vibraciones negat ivas, experim ent am os
la sensación de un peligro inm inent e. Lo reconocem os porque el t ercer chakra
se cont rae y repliega involunt ariam ent e. Sin em bargo, la reacción de est e es
superflua cuando la luz dent ro de nosot ros es t an grande, que t am bién irradia
int ensam ent e hacia fuera, rodeando su aura lum inosa nuest ro cuerpo com o si
fuese una envolt ura prot ect ora. La crecient e int egración de nuest ra Vida int erior
hace que la luz am arilla de la com prensión int elect ual se t ransform e
paulat inam ent e en la luz dorada de la sabiduría y la plenit ud.
Cuando exist e un funcionam ient o deficient e de est e chakra, podem os sent irnos
a m enudo derrot ados y sin ánim o. Vem os por t odas part es obst áculos que se
oponen al cum plim ient o de nuest ros deseos. El libre desarrollo de la
personalidad probablem ent e est uvo fuert em ent e obst aculizado desde niño. Por
m iedo a perder el reconocim ient o de los padres o educadores, el niño ret rae
casi com plet am ent e la m anifest ación de sus sent im ient os, t ragándose las
m uchas cosas que no fue capaz de digerir, y acum ulándolas perniciosam ent e
hast a la edad adult a. Así se form an “ escorias em ocionales” que m it igan la
~ 44 ~
energía fogosa del t ercer chakra y quit an la espont aneidad y la fuerza de t us
deseos y acciones. En sit uaciones difíciles t e invade una lánguida sensación en
el est óm ago o t e pones t an nervioso, que t us acciones se vuelven volubles y
descoordinadas.
Com o experiencia nat ural para purificar y act ivar est e cent ro de energía,
podem os observar en un día soleado un cam po de cereal m aduro y
resplandecient e, el cual nos t ransm it irá una vivencia de plenit ud m anifest ada
com o consecuencia del calor y la fuerza lum inosa del Sol. Una t écnica m uy
poderosa para sanar nuest ro cuerpo em ocional consist e en m irar direct am ent e
al Sol, j ust o cuando sale o cuando est e est á a punt o de desaparecer. Si est o se
hace diariam ent e y a ser posible con los pies descalzos sobre t ierra o arena, los
result ados son realm ent e espect aculares, no solo a nivel em ocional, sino
t am bién física y m ent alm ent e. A est a t écnica se la conoce com o “ Sun Gazing” .
EL CH AKRA D EL CORAZÓN : t am bién llam ado cent ro cordial, se encuent ra a la
alt ura del corazón, en el cent ro del pecho y se abre hacia delant e. Su color es
verde, pero t am bién rosa y dorado. Su elem ent o correspondient e es el aire. Su
función sensorial es el t act o y su glándula correspondient e es el t im o.
El cuart o chakra conform a el punt o cent ral del sist em a de chakras. En él se
unen los t res cent ros inferiores físico- em ocionales con los t res cent ros
superiores psíquico- espirit uales.
Encont rarem os aquí la capacidad de “ sent ir con el corazón” , de com pat ibilizar y
t rascender est ados de ánim o, y por t ant o, ent rar en resonancia con las
diferent es vibraciones de la m at eria y del Espírit u. Mediant e est e cent ro,
t am bién percibim os la belleza de la nat uraleza, la arm onía de la m úsica, del
art e gráfico y plást ico, y de la poesía. Aquí se t ransform an en sent im ient os las
im ágenes, el t act o, los olores, los sabores, los sonidos y las palabras. La m isión
del chakra corazón es la unión por puro Am or. Toda fuerza m agnét ica o de
at racción que nos lleva al cont act o ínt im o, a la unidad, a la arm onía y al Am or,
nace de est e poderoso cent ro energét ico. Est a fuerza t am bién se m anifiest a, y
no por ello t iene que ser negat ivo, en form a de t rist eza, m elancolía y dolor ant e
la “ separación o pérdida” t em poral del Am or. Realm ent e, el Am or siem pre est á
en nosot ros, pues de Am or est am os hechos, pero con frecuencia nos
desconect am os u olvidam os de Él.
En su form a purificada y com plet am ent e abiert a, el chakra cordial es el cent ro
del Am or verdadero e incondicional, un Am or que sólo exist e por sí m ism o, que
no se puede t ener o perder. En com binación con los chakras superiores, est e
Am or se conviert e en Am or Divino, y conduce al conocim ient o de la presencia
divina en t oda la creación.
Cuando padecem os ant e el sufrim ient o físico o la enferm edad, podem os
observar que m ediant e una am orosa dedicación al órgano enferm o o a la part e
del cuerpo que nos duele, conseguim os acelerar enorm em ent e la sanación. De
~ 45 ~
est a form a, y a t ravés de est e chakra, disponem os de un gran pot encial de
t ransform ación y de curación, t ant o para nosot ros m ism os com o para los
dem ás. El Am or hacia nosot ros m ism os y la acept ación de nuest ra esencia
ent era desde lo m ás profundo del corazón, puede definit ivam ent e curarnos y
asim ism o dest apar el Poder Divino que t odos albergam os dent ro.
Cuando un vident e percibe el aura del chakra cordial en un color verde
lum inoso, es un indicat ivo de una capacidad curat iva m uy m arcada. Un aura
dorada o con irisaciones rosas, indica que la persona vive en el Am or puro y
plenam ent e ent regado a lo divino.
El funcionam ient o deficient e del cuart o chakra hace a la persona fácilm ent e
vulnerable y dependient e del querer y la sim pat ía de ot ros. Cuando la persona
es rechazada socialm ent e, se produce un hondo dolor en ella. Est o provoca un
ret raim ient o t ras su “ caparazón” , llevándola a la t rist eza e incluso a la
depresión. Es ciert o que querría dar Am or, pero por m iedo a un nuevo rechazo
no encuent ra la form a correct a de hacerlo, lo que confirm a una y ot ra vez su
“ incapacidad para dar Am or” . Cuando est e im port ant ísim o cent ro de fuerza est á
cerrado, la persona se m anifiest a con gran sequedad y desint erés, llegando
hast a la “ frialdad de corazón” , que ext ernam ent e se expresa con fuert es
descom pensaciones em ocionales, angust ias, ansiedad y cont inúas depresiones.
Est as personas sufren enorm em ent e y para sent ir algo de corazón, necesit an de
un pot ent e est ím ulo ext erior.
Com o experiencia nat ural, est im ulant e y purificant e para el corazón, se
recom ienda un paseo silencioso por la nat uraleza verde e int act a,
arm onizándose con los m ensaj es de Am or que nos t ransm it e por ej em plo una
flor, un páj aro o una m ariposa. Est as bellezas nat urales, por afinidad hacen que
florezcan en nuest ro corazón sus m ism as cualidades de Am or y alegría. Las
flores roj as o un cielo con nubes t eñidas de rosa en el ocaso del Sol, son
part icularm ent e adecuadas para act ivar y equilibrar suavem ent e las energías de
est e chakra.
EL CH AKRA D E LA GARGAN TA: t am bién llam ado cent ro de la com unicación,
se encuent ra ent re la nuez y la laringe, nace de la colum na vert ebral cervical y
se abre hacia delant e. Su color es el azul claro, t am bién argent a y verde
azulado. Su elem ent o de correspondencia es el ét er. Se asocia a la función
sensorial del oído y le corresponde la glándula t iroides.
En el chakra del cuello encont ram os el cent ro de la capacidad de expresión
hum ana, la com unicación y la inspiración. Tam bién se abre hacia delant e, pero
est á unido con un chakra secundario m enor, sit uado en la nuca y que se abre
hacia at rás. Est os chakras, uno principal y el ot ro secundario, suelen
considerarse a m enudo com o un único cent ro de fuerza por la fuert e
int errelación ent re am bos.
~ 46 ~
El quint o chakra conform a t am bién una unión im port ant e de los chakras
inferiores con los cent ros de la cabeza. Sirve com o puent e ent re nuest ros
pensam ient os y nuest ros sent im ient os, ent re nuest ros im pulsos y las reacciones
que t enem os a los m ism os, y t ransm it e sim ult áneam ent e los cont enidos, con
sus diferent es int ensidades, de t odos los chakras al m undo ext erior. A t ravés
del chakra de la gargant a m anifest am os t odo lo que vive en nosot ros, nuest ra
risa, nuest ro llant o, nuest ros sent im ient os de Am or, de alegría, de angust ia, de
ira, nuest ras int enciones y deseos, así com o nuest ras ideas, int uiciones y las
percepciones de nuest ro m undo int erior.
Así, la com unicación de nuest ra vida int erior hacia el ext erior se produce
principalm ent e a t ravés de la palabra hablada, pero t am bién a t ravés del
lenguaj e corporal y de m anifest aciones creat ivas com o la m úsica, la pint ura, la
escrit ura, la danza, la int erpret ación, et c. Por supuest o, la escucha at ent a de las
palabras de ot ros con el corazón y su com prensión, adem ás de saber callar y
guardar silencio en los m om ent os oport unos, indican un funcionam ient o
arm ónico de est e chakra.
Cuando buscam os el silencio para escuchar at ent am ent e nuest ro espacio
int erior, podem os percibir nuest ra propia voz int erna, la de nuest ra Alm a, la
que nos pone en cont act o con nuest ro Espírit u, aport ándonos su inspiración.
Cuando las energías del quint o chakra est án bloqueadas, se alt era el
ent endim ient o ent re la cabeza y el cuerpo, es decir, ent re lo m ent al- espirit ual y
lo físico- em ocional. En caso de hipofunción de est e cent ro energét ico, el
lenguaj e es poco elaborado, grosero y frío; posiblem ent e surj a con frecuencia el
t art am udeo y las palabras no t ienen profundidad de cont enido. Asim ism o,
cuando se debe ext eriorizar algo que se piensa y se sient e en lo m ás ínt im o, se
form a un “ nudo” en la gargant a y la voz suena coaccionada. A las personas que
así se expresan se las califica com o t ím idas, calladas y ret raídas.
Su funcionam ient o inarm ónico se encuent ra t am bién en las personas que
abusan de la palabra y de su capacidad de expresión para m anipular a sus
congéneres. I gualm ent e en aquellas que m ediant e la charlat anería y locuacidad
inint errum pida, pret enden at raer hacia sí la at ención. En general, las personas
cuyas energías est án est ancadas en el cent ro energét ico del cuello, no t ienen
acceso a las dim ensiones no m at eriales del Ser, puest o que les falt a la
franqueza, la am plit ud int erior y la independencia propias para la percepción de
esos ám bit os int ernos. Sin em bargo, aquí t am bién exist e la posibilidad de t ener
profundos conocim ient os int eriores, pero que por m iedo al j uicio de los dem ás o
por la angust ia ant e el aislam ient o, no se exprese abiert am ent e y por t ant o no
se vivan ni experim ent en. Dado que t ales conocim ient os pugnan por
m anifest arse, pueden surgir espont áneas poesías, dibuj os, escrit os u ot ras
fórm ulas de expresión, que a pesar de la inseguridad y m iedo al rechazo, se
m uest ran a los dem ás, siendo est e un valient e paso que ayuda a la act ivación
del chakra de la com unicación.
~ 47 ~
Com o experiencia nat ural para act ivar y pot enciar el quint o chakra, se
recom ienda cont em plar un cielo azul claro, t ransparent e y despej ado, para
evocar una resonancia arm ónica sobre dicho cent ro de fuerza. Lo m ej or sería
t um barse relaj ado al aire libre y abrirse plenam ent e a la am plit ud infinit a de la
bóveda celest e. Adem ás, el reflej o del cielo azul sobre agua crist alina, los
suaves m urm ullos de las pequeñas olas del m ar o el ligero sonido del curso de
un riachuelo, t ienen adem ás el efect o de am pliar y liberar em ociones y
sent im ient os.
EL CH AKRA D EL EN TRECEJO: t am bién llam ado cent ro Aj na o t ercer oj o, est á
sit uado un dedo por encim a de la base de la nariz, en el cent ro de la frent e y se
abre hacia delant e. Su color es el añil o índigo. Su función sensorial abarca
globalm ent e t odos los sent idos, t am bién en form a de percepción ext rasensorial.
Su glándula correspondient e es la pit uit aria, t am bién llam ada hipófisis o
“ glándula m aest ra” .
Su aut ént ico color es el añil claro, pero t am bién pueden det ect arse m at ices
am arillos y violet as. Est os colores indican sus dist int as form as de
funcionam ient o en diferent es planos de consciencia.
A t ravés del cent ro Aj na est am os unidos con el proceso de m anifest ación
m ediant e la fuerza del pensam ient o. Todo saber que se m anifiest a en la
creación exist e en form a pura y no m anifest ada, de form a sim ilar a com o una
sem illa en est ado lat ent e cont iene t oda la inform ación de la que surgirá el árbol
o la plant a. La física cuánt ica llam a a est e ám bit o el cam po unificado o ám bit o
de la m enor excit ación de la m at eria.
Com o el t ercer oj o sirve de asient o a t odos los procesos de conscienciación,
aquí obt enem os la facult ad de la m anifest ación, hast a poder llegar incluso a la
m at erialización, t ransm ut ación y desm at erialización alquím ica de la propia
m at eria. Tam bién aquí podem os crear nuevas realidades en los planos ast ral y
m ent al. Sin em bargo, en general est os procesos no se producen de form a
espont ánea, sino sólo desde una act it ud am orosa, serena y perseverant em ent e
enfocada.
Con el desarrollo de nuest ra consciencia y la crecient e apert ura del chakra del
ent recej o, la fuerza de nuest ra im aginación genera la energía necesaria para
cum plir una idea o un deseo. Junt o con un chakra cordial abiert o, t am bién
podem os em it ir energías curat ivas para sanar a dist ancia. I gualm ent e, podem os
acceder a t odos los planos de la creación que se encuent ran det rás de la
realidad física. El conocim ient o de los m ism os nos llega en form a de int uición, a
t ravés de la clarividencia, de la clariaudiencia o desde ot ras percepciones
ext rasensoriales. Lo que ant es t al vez sólo int uíam os, ahora se conviert e en una
nít ida percepción. Adem ás de t odo est o, con el sext o chakra plenam ent e
desarrollado percibirás el m undo de una form a t ot alm ent e nueva. Los lím it es de
t u com prensión racional habrán sido am pliam ent e superados. Tu pensam ient o
es holográfico y el descubrim ient o de la t elepat ía t e abre sorprendent es
~ 48 ~
posibilidades de com unicación. Tam bién int egrarás espont áneam ent e en el
proceso de conocim ient o t odas las inform aciones que llegan a t i desde los
diferent es ám bit os de la creación. Podrás acceder a los Regist ros Akáshicos
donde se regist ra t oda la hist oria de nuest ro planet a y de cada uno de nosot ros;
en él se graban t odos los pensam ient os, em ociones y acciones de cualquier Ser.
El m undo m at erial se present a ant e t i com o si fuese t ransparent e. Tu int uición y
visión int erior t e abren el cam ino hacia t odos los planos m ás sut iles de la
realidad. Sabes que ent re el plano de la creación m at erial y el plano del espírit u
divino, exist en infinit os m undos habit ados por las esencias m ás diversas.
La repercusión m ás frecuent e de su funcionam ient o inarm ónico, es en est e caso
la “ pesadez de cabeza” . Est o ocurre cuando se vive casi exclusivam ent e a
t ravés del int elect o y la razón. Al int ent ar regular t odo m ediant e el
ent endim ient o, sólo se da validez a las “ verdades” que t e t ransm it e el
pensam ient o racional. Las capacidades int elect uales est án posiblem ent e m uy
m arcadas y se basan en fríos y sagaces análisis, pero con falt a de visión
holíst ica y de capacidad de int egración. Solo se da validez a cuant o es capt able
por el ent endim ient o y verificable con m ét odos cient íficos. Se rechaza el
conocim ient o espirit ual por acient ífico e irrealist a.
En los casos en que el fluj o de energías del sext o chakra est é m uy obst ruido, la
única realidad será siem pre el m undo palpable y visible del ext erior. La vida
est ará det erm inada casi exclusivam ent e por deseos m at eriales, necesidades
corporales y em ociones no reflexivas. Las disput as int elect uales serán
est resant es e inút iles, y habrá siem pre rechazo a las verdades espirit uales que
se considerarán im aginaciones o ensoñaciones insensat as. En casos ext rem os,
los pensam ient os llegan a ser confusos y poco claros, gobernados por pat rones
em ocionales no liberados, adem ás de experim ent ar frecuent es y cont inuos
olvidos, por no hablar de ot ras pert urbaciones del sist em a nervioso cent ral.
La experiencia nat ural que m ás puede est im ular el cent ro Aj na, es la
cont em plación serena de un cielo noct urno profundam ent e azul oscuro o negro
y plagado de est rellas. Est a experiencia nos cont act a con el Espírit u a t ravés de
la inm ensidad y la infinit a hondura de la creación con sus inconm ensurables y
variadas form as de m anifest ación, adem ás de perm it irnos vislum brar la
exist encia de fuerzas sut iles y leyes universales, que im pulsan a los cuerpos
celest es en su danza cósm ica por la inm ensidad del espacio.
EL CH AKRA CORON A: t am bién llam ado cent ro de la coronilla o chakra
suprem o, se ubica en el punt o suprem o, encim a de la cabeza y j ust o en su
cent ro, abriéndose hacia arriba. Su color es el violet a, aunque t am bién el blanco
y el oro. La glándula que le corresponde es la pineal, t am bién conocida com o
epífisis, que influye sobre la hipófisis en part icular y sobre t odo el organism o en
general.
El chakra corona es donde se asient a la perfección suprem a del hom bre. Brilla
con t odos los colores del arco iris, pero el color predom inant e es el violet a. De
~ 49 ~
form a sim ilar a com o la luz incolora reúne t odos los colores del espect ro, en el
chakra suprem o se reúnen t odas las energías de los chakras inferiores. Aquí
est am os unidos con el Ser Divino sin at ribut os y am orfo, pero que cont iene en
sí t odas las form as y at ribut os no m anifest ados. En est e lugar nos encont ram os
com o en casa. En él vivim os y nos experim ent am os a nosot ros en Dios, pues es
donde nos hacem os Uno con el origen divino del que procedem os. Nuest ro
cam po energét ico personal est á fundido con el cam po energét ico universal.
Todo cuant o capt am os, prim ero int elect ualm ent e y después int uit ivam ent e,
adquiere ahora una com prensión com plet a. El conocim ient o que obt enem os a
t ravés del sépt im o chakra, va m ás allá aún del que nos proporciona el chakra
del ent recej o, puest o que ya no est aríam os separados del obj et o de la
percepción. En él vivim os las diferent es m anifest aciones de la creación, ent re
las que t am bién se encuent ra nuest ro cuerpo, com o un j uego de la Consciencia
Divina con la que nos hem os unificado.
Mient ras que en la act ivación de los seis cent ros energét icos inferiores
podíam os influir de form a concret a y direct a, aquí sólo podem os abrirnos y
convert irnos en recept áculos. Mediant e el despliegue del chakra superior se
disuelven t am bién los últ im os bloqueos lim it adores de los rest ant es chakras,
com enzando ent onces las energías a vibrar en ellos con las frecuencias m ás
alt as posibles, convirt iéndose cada uno en un espej o del Ser Divino en su plano
correspondient e, expresándose así plenam ent e el pot encial suprem o.
Tan pront o com o el chakra de la coronilla est á com plet am ent e despiert o, su
m isión de recibir energías cósm icas ha concluido. A part ir de ese m om ent o
cam bia su polaridad y com ienza a em it ir energías. Para ello el “ cáliz de la flor”
se abom ba hacia fuera y conform a una corona sobre la cabeza. En est e chakra
no hay bloqueos en sent ido aut ént ico, pues únicam ent e puede est ar m ás o
m enos desarrollado.
La arm onización y apert ura de los seis prim eros chakras pueden t ransm it irnos
una gran plenit ud de conocim ient os, experiencias y capacidades, pero sin la
apert ura del sépt im o no se conseguirá la plenit ud del Ser ni la Consciencia de
Unidad. Los chakras no podrán, por t ant o, desplegar t oda la am plit ud de sus
posibilidades y las energías individuales no vibrarán en perfect a consonancia
con la int ención del Creador.
La experiencia nat ural m ás indicada para abrir est e superior cent ro de energía
divina, es la que se puede experim ent ar en la cim a solit aria de una m ont aña
elevada, donde la proxim idad al cielo y la cont em plación de la am plit ud e
inm ensidad de la creación, nos libera de la personalidad y nos eleva
espirit ualm ent e.
~ 50 ~
EL D ESARROLLO H UM AN O D ESD E EL PUN TO D E VI STA D E LOS CH AKRAS
En el Universo t odo est á suj et o a rit m os y ciclos claram ent e específicos. Est os
afect an por igual a t odas las form as de vida, así com o en t odos los planos de la
exist encia, a t oda la creación ent era. Es evident e que el ser hum ano t am bién ha
evolucionado según ciert as leyes cíclicas y periódicas. No solo envej ece y se
hace m ás sabio cada día al aum ent ar sus capacidades y experiencias, sino que
su evolución en el t ranscurso de una vida, se consum a en ciclos evolut ivos
m ent ales y espirit uales m uy especiales. No en t odas las épocas de la vida t odos
los t em as y experiencias t ienen la m ism a im port ancia. Si observam os est e
hecho con m ás det enim ient o, nos darem os cuent a que la m adre nat uraleza nos
enfrent a a t areas m uy específicas en épocas m uy concret as, t areas que hay que
resolver en esos m om ent os exact os. Si bien la realización de est as t areas nos
puede result ar m ás o m enos difícil según el m om ent o en que se present en, de
su resolución depende nuest ra com plet a evolución int egral siem pre que se
superen en cada et apa de la vida.
En la ant ropología ant roposófica, se reconoce un cam ino vit al que t ranscurre en
fases rít m icas claram ent e art iculadas y divididas en ciclos de siet e años. Es
evident e que en det erm inadas épocas de la vida, el hom bre o m uj er est á
abiert o de form a diferent e a las diversas influencias y experiencias, y por t ant o
m aduro para progresos evolut ivos t ot alm ent e específicos. Result a int eresant e
que est e conocim ient o se int egra sin fisuras, en el conocim ient o de las
funciones de nuest ro sist em a de chakras. De est e m odo, y part iendo del chakra
raíz, pasam os cada siet e años a la especial influencia y desarrollo del chakra
inm ediat am ent e superior, y cuyas cualidades const it uyen el aspect o
fundam ent al de nuest ra vida durant e ese t iem po. Sim ult áneam ent e, ese
periodo se subdivide en siet e t em as adicionales, cada uno de ellos de un año de
duración y que igualm ent e com ienza en el prim er chakra, para recorrer años
t ras año cada uno de ellos. Después com ienza un nuevo ciclo de ot ros siet e
años, pero est a vez con el pat rón fundam ent al del segundo chakra. Después de
siet e por siet e años de vida t erm inam os un ciclo com plet o de 49 años, de form a
que al ent rar en el quincuagésim o año de vida com ienza una et apa t ot alm ent e
nueva, con la oport unidad de com enzar ot ra vez desde el principio, pero est a
vez en una “ oct ava superior” de evolución. Tam bién después de los cincuent a
años de edad nos esperan et apas de aprendizaj e t ot alm ent e especiales, que
igualm ent e hay que consum ar.
El conocim ient o del significado y la función de cada chakra nos indican el
cam ino para aprovechar de form a ópt im a cada et apa concret a en beneficio de
nuest ra evolución. Adem ás, nos perm it e com prender con m ayor profundidad la
evolución de nuest ros hij os y así darles en t odo m om ent o el t ipo de est ím ulos y
dedicación que les sea m ás favorable según la edad que t engan.
Tam bién en el plano m at erial se consum a una t ransform ación con un rit m o
cíclico de siet e años. Exist en pruebas biológicas que dem uest ran que nuest ro
cuerpo se renueva com plet am ent e en m enos de siet e años. En est e periodo
~ 51 ~
t odas las células corporales han sido sust it uidas por ot ras nuevas, lo que nos
hace ser personas com plet am ent e nuevas desde el punt o de vist a físico. En el
plano m ent al, sin em bargo, parece com o si en esos siet e años poco hubiese
cam biado en realidad. Est o es así porque nuest ro cuerpo em ocional est á
cargado de pat rones sim ilares a los del inicio del período de siet e años, que si
no se superan nos est ancan m ent al y em ocionalm ent e. Pero un cam bio
fundam ent al a t odos los niveles es absolut am ent e posible cada siet e años.
Es int eresant e saber que ant es de nuest ro nacim ient o at ravesam os los
diferent es siet e est adios de nuest ros chakras pero en sent ido inverso. Desde el
m om ent o de la concepción, el chakra coronal que act úa com o vórt ice
energét ico, at rae hacia el em brión la inform ación precisa que aport a nuest ro
Ser Superior en form a de lum inosos fluj os energét icos y cont inúa durant e t odo
el em barazo. Una vez que se han generado los chakras del ent recej o, de la
gargant a, del corazón, del plexo solar y el sacro, se desarrollará por últ im o el
chakra raíz al final del em barazo. En los m om ent os previos al part o, el nuevo
ser hum ano recibe su vínculo t errenal, su sist em a de chakras se com plet a y
queda preparado para salir a nuest ra at m ósfera. A part ir de ahí, sus prim eros
siet e años t ranscurrirán aprendiendo a m anej arse en el m undo m at erial que le
envuelve, adapt ándose a las personas y acont ecim ient os que le rodean, y
perm it iéndole enraizarse en nuest ra Madre Tierra.
Tant o si acept as est as leyes regulares com o si no, las fuerzas universales que
est án t ras ellas no se verán influidas. Nosot ros poseem os el libre albedrío y
podem os decidir sobre nuest ras acciones, pero t odos est am os suj et os a las
m ism as leyes universales.
LA M ED I TACI ÓN GRUPAL
Act ualm ent e, m ient ras que num erosos individuos de t odas part es del m undo
est án conociendo a fondo, a t ravés de la experiencia, el valor de la m edit ación,
se est á produciendo t am bién un crecient e reconocim ient o de la pot encia de la
m edit ación grupal. Los grupos de personas que m edit an j unt as com o un act o de
servicio, pueden m ovilizar grandes cant idades de energías espirit uales en
beneficio de la Vida en la Tierra en general y de la Hum anidad en part icular.
Las energías procedent es del Universo ( a algunas se las llam a Luz, a ot ras
Am or, a ot ras Volunt ad, a ot ras Conocim ient o,…) siem pre est án disponibles
para quienes las cont act an en m edit ación; pero exist en ciclos en el fluj o y
refluj o de las energías espirit uales con los que los grupos, así com o los
individuos, pueden cooperar conscient em ent e. Uno de los principales ciclos de
energía coincide con las fases de la luna, alcanzando su m om ent o cum bre en el
t iem po de la luna llena. Por lo t ant o, se t rat a de un t iem po durant e el cual la
canalización de energía a t ravés de la m edit ación grupal puede ser
especialm ent e efect iva.
~ 52 ~
Exist en m uchos grupos de m edit ación en el m undo que, aunque con diferent es
m ét odos, en su m ayoría persiguen beneficiar a la Hum anidad y al planet a de
form a desint eresada. Evident em ent e, los efect os de la m edit ación grupal para
las personas que m edit an j unt as con claras int enciones de servicio, cont ribuye
al desarrollo espirit ual individual de cada int egrant e del grupo. Exist en m uchos
rit uales, t écnicas y m ét odos para las m edit aciones grupales, pero en est e
capít ulo solo voy a exponer un t ipo de m edit ación de grupo m uy efect iva y a la
vez m uy fácil de pract icar. Se t rat a de la Medit ación de Servicio.
La Medit ación de Servicio es una form a de m edit ación, y al m ism o t iem po un
eficaz m ét odo de t ransm isión de energías. Est as energías de origen cósm ico
siem pre han influenciado sobre la vida de nuest ro planet a. En la act ualidad, casi
t odos hem os oído hablar sobre el am anecer de una Nueva Era, pero
relat ivam ent e pocos com prenden qué significa y cóm o t iene lugar. La
em ergent e Era de Acuario conlleva la ent rada de nuevas energías cósm icas, que
de form a crecient e influirán sobre la vida y la consciencia de nuest ro planet a.
En t érm inos cient íficos se explica a t ravés del m ovim ient o de la precesión de los
equinoccios. En lenguaj e llano, se explica com o el result ado del m ovim ient o de
nuest ro sist em a solar alrededor de los cielos en relación a las const elaciones del
zodíaco. El ciclo com plet o dura aproxim adam ent e 26.000 años, y cada 2.160
años m ás o m enos, nuest ro Sol se alinea con cada const elación por t urno.
Cuando est o ocurre, nuest ro sist em a solar y, por supuest o, nuest ro planet a
reciben un gran influj o de energías de la const elación correspondient e.
El reino hum ano, al igual que los dem ás reinos, t ransm it e las energías de form a
única. Tant o si lo sabem os com o si no, som os t ransm isores de las energías
recibidas de los reinos m ás elevados que el nuest ro. Est as energías son
t ransform adas al pasar a t ravés nuest ro, influyendo sobre nuest ro propio reino
y sobre los inferiores. Cada reino evoluciona com o result ado del est ím ulo del
reino que est á inm ediat am ent e encim a de él. La form a física proviene de abaj o
y el est ím ulo espirit ual hacia la evolución llega desde arriba. El reino veget al
surgió del reino m ineral, del prim er reino en est ablecerse y el m ás inert e. Del
reino veget al ha surgido el reino anim al; del anim al, el reino hum ano; y del
reino hum ano ha surgido, y est á en pleno desarrollo, el Reino Espirit ual o Reino
de las Alm as, t am bién llam ado en t erm inología crist iana, el Reino de Dios.
El Reino Espirit ual, no es un est ado bendit o que t iene que descender del cielo
cuando la Hum anidad sea lo suficient em ent e buena o est é lo suficient em ent e
desarrollada para recibirlo. Es algo que, desconocido para la m ayoría de
nosot ros, siem pre ha exist ido det rás de la escena de nuest ra vida. Est á
const it uido por los, llam ém osles Seres Celest iales, ent re los que se encuent ran
nuest ros herm anos m ayores los Maest ros e I niciados de la Sabiduría: ese grupo
de hom bres y m uj eres que han ido por delant e de nosot ros, han evolucionado
ant es que nosot ros y, en el caso de los Maest ros, han llegado a ascender hast a
lograr la perfección divina. Muchos Seres Celest iales, ent re ellos los Maest ros,
~ 53 ~
sirven al plan de evolución de los dist int os reinos de la nat uraleza en la Tierra.
Ellos son los Cust odios de t odas las energías que ent ran en nuest ro planet a.
Poderosas energías cósm icas inciden en est e planet a desde t odos los sit ios del
espacio. No sabem os casi nada de ellas, pero sin em bargo podem os canalizarlas
de form a efect iva est ando abiert os a ellas desde el Am or. Con ayuda de los
Seres Celest iales que sí las conocen y dom inan, ést as son conducidas allí donde
m ás falt a hacen. Ellos t rabaj an con esas energías, equilibrándolas y enviándolas
cient íficam ent e al m undo para ayudar en la evolución de la Tierra y la
Hum anidad. Ést as evolucionan a t ravés de la correct a absorción de las energías
cósm icas provenient es en su m ayor part e del corazón de nuest ra galaxia.
Todo cam bio, t ant o a nivel individual com o m undial, es el result ado de nuest ra
respuest a a grandes fuerzas espirit uales. No vem os est as energías, pero no
obst ant e exist en, y algunas de ellas nuest ra ciencia las puede m edir. Las
energías son de t ipos y cualidades m uy diferent es, y por t ant o t ienen nom bres
diversos. A una de ellas se la llam a Am or. Pensam os en el Am or com o un t ipo
de em oción que las personas sient en ent re ellas. Generalm ent e confundim os
Am or con “ querer” , siendo el prim ero t ot alm ent e alt ruist a e incondicional y el
segundo egoíst a y posesivo. Por supuest o que la em oción t iene algo que ver
con el Am or, pero a un nivel inferior del provenient e de la gran energía
cósm ica. La energía del Am or I ncondicional que logram os canalizar hacia
nosot ros m ism os y hacia los dem ás, o bien en m edit ación profunda u oración
sincera, los Seres Celest iales la envían al m undo en su form a m ás pura, siendo
la m ism a fuerza cohesiva y m agnét ica que m ant iene unidos y en perfect o
equilibrio, a los át om os de la m at eria. El obj et ivo evolut ivo es que t am bién
nosot ros los seres hum anos, nos unam os por la energía del Am or y lo
dem ost rem os en nuest ras vidas. Desafort unadam ent e, la Hum anidad en su
conj unt o no hace est o aún, pero en la Era de Acuario ent rant e, m anifest arem os
la cualidad del Am or de form a t an poderosa, clara y correct a, t al y com o
act ualm ent e dem ost ram os con ot ra de las energías llam ada Conocim ient o.
Nuest ra ciencia y t ecnología son el result ado direct o de nuest ra capacidad
act ual de m anifest ar la energía del Conocim ient o, cosa que hace dos m il años
no podíam os hacer. Crist o vino a Palest ina para m ost rarnos el Am or, para
m ost rarnos que la nat uraleza de la divinidad es Am or, y Él dem ost ró Am or
perfect o en un ser hum ano por prim era vez. En los próxim os 2.000 años, t odos
llegarem os a m anifest ar de form a m uy pura esa cualidad que Él liberó en el
m undo. Por supuest o, m uchos hom bres y m uj eres han realizado
individualm ent e, dent ro de ellos m ism os, la cualidad del Am or, han ascendido
hast a el Padre Universal y se han convert ido en Maest ros de Sabiduría. A t ravés
de la dem ost ración cont inua del m ás elevado Am or, Ellos han alcanzado la
perfección divina siguiendo el m andat o de “ Sed perfect os com o vuest ro Padre
Celest ial es perfect o” , una perfección que un día será nuest ro dest ino
m anifest ar. La prom esa de est a Era de Acuario venidera es que, por prim era
vez en la hist oria regist rada del hom bre, la Hum anidad se volverá Una y
dem ost rará com o pasar de la dualidad y separat ividad, a la Unidad com o
~ 54 ~
m áxim a expresión del Am or. Reflej ará en el plano físico el hecho de que com o
Hij os de Dios som os Uno. Realm ent e un Fragm ent o del Padre Universal m ora en
cada uno de nosot ros. Esa Chispa Divina com ún en cada ser hum ano, nos
configura com o part es individualizadas com plet am ent e enlazadas ent re sí,
procedent es t odas ellas del Creador de Todo lo que Es, para experim ent ar la
creación a t ravés de cada uno de nosot ros.
La m edit ación proporciona un m edio m ás o m enos cient ífico, dependiendo del
t ipo de m edit ación, de cont act ar con nuest ro Fragm ent o Divino y gradualm ent e
alinearse con Él ( hacer su Volunt ad) , para que pueda m anifest arse clara y
poderosam ent e en el plano físico. Cuando vem os a personas que han
cont act ado con su Chispa Divina, las percibim os com o radiant es y llenas de
propósit o en sus vidas. Tales personas, de form a bast ant e obvia, est án
gobernadas por una fuerza t ot alm ent e diferent e a la norm a. Es la energía de la
Divinidad Resident e la que est á fluyendo a t ravés de ellos, convirt iéndolos en
seres creat ivos que enriquecen nuest ra cult ura y civilización.
Si la energía de nuest ro Fragm ent o Divino, cuya nat uraleza es I nt eligencia,
Am or y Volunt ad, no es ut ilizada correct am ent e, puede m anifest arse en
nosot ros una enferm edad física, pert urbación em ocional y/ o inest abilidad
m ent al. Si se pract ica cualquier t ipo de m edit ación de form a correct a, adem ás
de un servicio desint eresado al m undo, ent onces la enferm edad no t endrá
lugar, y si se enferm a será por una deuda kárm ica, por algo del pasado que se
ha de afront ar.
La Medit ación de Servicio es un m ét odo sim ple para lograr est e cont act o con el
Dios I nt erior. Muchas m edit aciones requieren que el individuo dom ine una
poderosa act ividad m ent al concent rada, que es m ás de lo que la m ayoría puede
hacer. Lo que m uchas personas denom inan m edit ación a m enudo no lo es, pues
sim plem ent e son pura concent ración o incluso sólo ensueño. Realm ent e,
exist en cuat ro fases durant e la m edit ación y cada una conduce gradualm ent e a
la siguient e: concent ración, m edit ación, cont em plación e inspiraciónilum inación. La Medit ación de Servicio puede realizarlas y realzarlas
plenam ent e.
Dent ro de un grupo de Servicio, t e conviert es en un valioso “ inst rum ent o” de
canalización de energías, que los Seres Celest iales m anej an a t ravés de t us
chakras, para t ransform arlas en energía aprovechable y válida para enviar e
incluso alm acenar. Act úas com o un canal a t ravés del cual la energía es
t ransm it ida de una m anera alt am ent e cient ífica. Dicha energía es dirigida por
Ellos allí donde sea m ás út il y necesaria.
Para form ar un grupo de Medit ación de Servicio, t odo lo que necesit as es la
int ención y el deseo de servir, y dos personas m ás que est én de acuerdo en
m edit ar cont igo. Por supuest o, cuant as m ás personas m ej or, pero t res ya
conform an un grupo. La m edit ación ut ilizada es m uy sim ple y no requiere
ninguna habilidad ext raordinaria. Es una m edit ación de alineam ient o sencilla,
~ 55 ~
donde nuest ra m ent e y el Espírit u Divino Resident e se alinean por el sim ple act o
de m ant ener la at ención en el cent ro de fuerza “ cordial” ( chakra del corazón) .
La Hum anidad ha recibido una herram ient a ext raordinariam ent e poderosa, con
la cual se puede invocar grandes cant idades de energía cósm ica a volunt ad. Se
t rat a de una bella oración llam ada “ La Gran I nvocación” , que de form a
adapt ada he denom inado “ La Gran Oración” ( la encont raréis al final de est e
capít ulo j unt o a la explicación del porqué la he m odificado en part e) .
Para la t ransm isión de energías m ediant e la Medit ación de Servicio, lo m ás
im port ant e es la regularidad. Lo único que se requiere es que el grupo se reúna
regularm ent e, a ser posible una vez a la sem ana en el m ism o día y a la m ism a
hora, o cada dos sem anas, o bien una vez al m es coincidiendo con el plenilunio.
De est a m anera los Seres Celest iales pueden cont ar con un grupo de personas
que est é físicam ent e present es en ese m om ent o.
El m ét odo que se ut iliza para est a clase de m edit ación grupal es m uy sencillo.
Después de unos 5 m inut os de relaj ación previa, una persona del grupo recit ará
en voz alt a “ La Gran Oración” . A cont inuación visualizas com o consum ado t odo
lo que expresa “ La Gran Oración” y, dando las Gracias por ello, llevas la
at ención al chakra del corazón; a cont inuación sólo t ienes que m ant ener la
at ención en ese lugar. Con ello las energías del Universo serán canalizadas
( desde la Tierra ent ran por el chakra raíz y desde el Cielo ent ran por el chakra
corona) para producir los efect os descrit os en “ La Gran Oración” , em anando
desde t u corazón para dirigirse allá donde m ás se necesit e en nuest ro planet a.
En la práct ica descubrirás que la at ención no perm anece est able en el chakra
del corazón. Tan pront o com o la at ención dism inuye y t e haces conscient e de
ello, t ienes que hacerla volver al cent ro cordial. Una vez cent rado en dicho lugar
puedes ayudart e visualizando, t am bién, com o ent ra la energía por los chakras
raíz y corona, y t ras pasar por el rest o de chakras, confluyen y se expanden
hacia el m undo desde el chakra corazón. Sería convenient e m ant ener est e t ipo
de m edit ación durant e al m enos m edia hora.
La form a m ás sencilla de hacer Medit ación de Servicio es unirse a un grupo que
pract ique m edit ación grupal de form a regular, e invit arles a probar est e t ipo de
m edit ación. Si no exist e ningún grupo en t u zona dent ro de una dist ancia
razonable, puedes form ar t u propio grupo uniéndot e a ot ras dos personas. Más
personas son m ás út iles y m ás poderosa es la t ransm isión de energías del
grupo, pero un grupo básico de t res es un grupo de t rabaj o suficient e. Si no
encuent ras un grupo ni puedes form arlo, puedes em pezar por m edit ar t ú solo
de est a m anera, siendo t am bién m uy efect iva la Medit ación de Servicio de
m anera individual.
Por últ im o os copio la poderosa y bella Gran I nvocación ( a la que he llam ado la
Gran Oración) , m odificada de la original, por sent ir que de est a m anera es m ás
efect iva, o por lo m enos lo es para m í. Est o no quiere decir que la Gran
I nvocación original ( la podéis leer a t ravés de int ernet ) sea peor o m enos
~ 56 ~
efect iva que la Gran Oración que os propongo. Ni m ucho m enos. Seguram ent e,
la m ej or oración para cada uno es la que cada cual sient a com o suya, pudiendo
ser cada una diferent e de las dem ás. El caso es que nos sint am os elevados
espirit ualm ent e y en est ado de Am or cada vez que recit em os la Gran
I nvocación, la Gran Oración, el Padre Nuest ro, o cualquier ot ra plegaria u
oración que nosot ros m ism os creem os o adapt em os para acercarnos a Dios.
LA GRAN ORACI ÓN:
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Afluye Luz a las Mentes de los Hombres,
Y la Luz desciende a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Afluye Amor a los Corazones de los Hombres,
Y Cristo está en la Tierra.
Desde el Centro conocido como la Voluntad de Dios,
El Propósito guía a las pequeñas voluntades de los Hombres.
El Propósito que los Seres Celestiales conocen y sirven.
Desde el Centro que llamamos la Raza de los Hombres,
Se ha realizado el Plan de Amor y de Luz,
Y se ha sellado la puerta donde se halla el Mal.
Y la Luz, el Amor, la Armonía y la Paz reinan en toda la Tierra.
A cont inuación os dej o con algunas de las explicaciones que he encont rado
sobre la conveniencia de uso, así com o sobre la m anera de ut ilización, de la
Gran I nvocación, t ot alm ent e aplicables a la adapt ada Gran Oración:
• La Gran I nvocación ( o la Gran Oración) es una plegaria m undial, que no
pert enece a ninguna religión ni a ningún grupo hum ano en part icular.
• Su belleza y fuerza reside en su sencillez y en la expresión de ciert as
verdades esenciales que t odo ser hum ano acept a innat a y norm alm ent e.
• Es una t écnica de alineam ient o de cuerpo, m ent e y Espírit u. Es una
fórm ula de m edit ación y una invocación m ánt rica por Luz y Am or que
evoca una respuest a.
• Se debe usar para el servicio a la Raza Hum ana, de form a desapegada,
con act it ud im parcial, en Am or puro y pensam ient o enfocado.
~ 57 ~
Te r ce r a Pa r t e
~ 58 ~
EL FI N AL ESTÁ AÚN POR ESCRI BI R
LA VERD AD N OS H ARÁ LI BRES
En est a t ercera part e del libro, he pret endido encaj ar el puzzle de
conocim ient os que t engo sobre las diferent es m at erias que se narran en los
dist int os capít ulos. En ellos, expreso m i necesidad de ordenar una hist oria que
de sent ido a los acont ecim ient os m undiales act uales; que adem ás explique el
fenóm eno del “ final de est os t iem pos” y el com ienzo de la Nueva Era. Me he
servido de abundant e bibliografía y de num erosos dat os obt enidos a t ravés de
int ernet , cot ej ándolos en m uchos casos con dist int as fuent es de inform ación,
pero sobre t odo m e he dej ado guiar por m i int uición. No pret endo ni m ucho
m enos convencer a nadie de lo que a part ir de ahora se relat a, pero sí deseo
que el lect or encuent re en ést os capít ulos, inform ación suficient e para que
conozca ciert as int erpret aciones de la “ realidad” del m undo que nos rodea,
ignoradas por la m ayoría y rechazadas por m uchos. Buena part e de lo que
desde aquí en adelant e expongo proviene de int erpret aciones, t ant o propias
com o aj enas, carent es en m uchos casos de respaldo cient ífico por t rat arse de
hipót esis surgidas del análisis de lo subj et ivo. Aún así, he decidido at reverm e a
exponer m is ideas, m is creencias y, sobre t odo, m i gran esperanza de const ruir
j unt o a vosot ros un m undo m ej or, con el ansia exclusiva de que m i esfuerzo
pueda servir para una m ej or y m ayor com prensión del m undo en que vivim os y
del fut uro, difícil y a la vez prom et edor, que posiblem ent e nos espera. Nada de
lo expuest o en est a part e del libro es nuevo. Exist e y siem pre ha exist ido una
gran ocult ación de hechos y dat os m uy relevant es que benefician solo a unos
pocos, pero est oy seguro de que si ést os van saliendo a la luz pública, irán
beneficiando a la sociedad hum ana en part icular y al planet a en general. Lo
único que he pret endido aquí es recrear, en part e, una realidad ocult a, sin
t rat ar de resolver los grandes m ist erios del pasado, present e y fut uro de la
hum anidad, sino sim plem ent e haciendo una reflexiva aproxim ación a los
diversos t em as aquí t rat ados para am pliar nuest ro ent endim ient o.
Tras finalizar la lect ura de est a part e, quizá surj a el int erés de buscar m ás
inform ación relacionada con algún capít ulo, o sim plem ent e se acept e o rechace
ciert as part es de la m ism a. Pero al final, lo m ás im port ant e será que t ras las
m uchas dudas que puedan surgir, cada uno aplique su int uición y
discernim ient o hast a llegar a una conclusión final coherent e. Seguro que
surgirán m uchas dudas e incluso podría no ent enderse alguna part e, sobre t odo
de los últ im os capít ulos, pero no obst ant e anim o al lect or a que llegue hast a el
final, pues con la sim ple lect ura y conocim ient o de t odo lo aquí expuest o,
pueden surgir respuest as y conclusiones a las grandes cuest iones que a t odos
nos afect an. Sobre t odo os anim o a leer hast a el final del libro, porque en el
epílogo se encuent ra, en m i opinión, un bello dest ino al que dirigirnos, al que
llegarem os sim plem ent e dej ándonos guiar por la sabia brúj ula de nuest ro
corazón, solt ando por el cam ino los last res que nos im piden avanzar.
~ 59 ~
Exist en don clases de verdad: la que dice por ej em plo “ quién t iene la verdad
t iene el poder” o la que expresó el Maest ro Jesús cuando dij o: “ Conoced la
Verdad y ella os hará libres” . La prim era, que bien podría t raducirse por “ quién
t iene t oda la inform ación t iene el poder” , est á fuera de nosot ros; su sim ple
conocim ient o global y sin fragm ent ar perm it e a un núm ero reducido de
personas obt ener gran poder y cont rol sobre las dem ás. Cuando llegue el día en
que esa inform ación sea recibida por un núm ero suficient e de personas de t odo
el m undo, que a su vez sean honest as y sobre t odo que est én com prom et idas
int eriorm ent e para realm ent e resolver los graves problem as que act ualm ent e
acechan a la Hum anidad, ent onces dicha inform ación t am bién nos ayudará a
ser m ás libres. Pero donde r e a lm e nt e pode m os ha lla r la Ve r da d que nos
perm it a sent irnos t ot alm ent e libres, e s e n nue st r o int e r ior . Sin em bargo, la
m ayoría de nosot ros desea conocer y sient e curiosidad por la “ verdad” del
m undo ext erno, lo que nos hace vivir en la ignorancia e im pide que veam os la
única Verdad que exist e, la que m ora dent ro de cada uno de nosot ros. No
obst ant e, m uchas veces ocurre que det erm inadas sit uaciones de peligro, de
pérdida o de am enaza, inducen a m uchas personas hacia una búsqueda en su
int erior, para encont rar al fin una solución definit iva para t odos y cada uno de
los obst áculos y problem as de su m undo ext erior. No esperem os a que ocurran
t ales sit uaciones de peligro, pérdida o am enaza en nuest ras vidas;
e m pe ce m os a busca r de nt r o de nosot r os, sobr e t odo cua ndo no nos
gust e lo que ha y fue r a .
En est a últ im a part e del libro, voy a int ent ar dar a conocer las diferent es
“ verdades” que configura y da sent ido a la realidad m undial act ual desde m uy
diversos punt os de vist a, para que nos perm it a com prender lo que ocurre
afuera y t am bién vislum brar lo que est á dent ro de nosot ros. Realidad que
afect a a t odos los habit ant es del planet a Tierra; realidad que nos puede hacer
com prender la problem át ica hist órica y act ual del ser hum ano; realidad que
puede hacernos despert ar del sueño o ilusión en la que vivim os; realidad que
puede em puj arnos a la búsqueda int erna, que se t raducirá sim ult áneam ent e en
acción ext erna.
Los diferent es punt os de vist a desde los que explico la problem át ica act ual del
ser hum ano y su m undo, provienen de áreas del conocim ient o t an diversas
com o la filosofía, la hist oria, la polít ica, la ciencia, la religión, el periodism o de
invest igación, la ast ronom ía, la ufología y la ciencia espirit ual, t am bién llam ada
esot érica. Est a últ im a es en m i opinión y según m is experiencias, la principal
área del conocim ient o que nos puede guiar hacia el descubrim ient o int erior y la
aut oconsciencia.
EL FI N AL D E LOS TI EM POS
Con el cam bio de m ilenio, nuest ra cult ura occident al especuló sobre grandes
cam bios en nuest ra civilización, e incluso en ciert os sect ores de la sociedad, se
~ 60 ~
habló del posible “ fin del m undo” . En ot ras cult uras y en casi t odas las
religiones, t am bién se anuncian desenlaces finales sobre la Tierra y la
Hum anidad. La m ayoría de est as creencias provienen de m últ iples profecías que
anuncian el fin de un ciclo y el com ienzo de ot ro. Llegados a est e punt o, es
convenient e reflexionar sobre las dist int as concepciones que sobre el fact or
t iem po t ienen las dist int as cult uras y escuelas de pensam ient o, y de est a
m anera, poder explicar el polém ico y m uchas veces t em ido acont ecim ient o del
“ final de los t iem pos” .
En cuant o al pensam ient o cient ífico, el fact or t iem po se inicia con el conocido
Big Bang que originó nuest ro Universo. De la m ism a form a, finalizaría cuando el
m ism o ret rocediera y colapsara en un Big Crunch. Por t ant o, la flecha del
t iem po lineal avanzará en una dirección m ient ras el Universo se expanda, pero
cam biaría de sent ido, si en algún m om ent o llegara a cont raerse. Para la ciencia,
“ el fin de los t iem pos” ya t uvo lugar m uchísim as veces, es decir, ocurrió en
cada ocasión en que una gran cat ást rofe asoló el planet a, siendo los seres
hum anos j unt o a ot ras especies, los beneficiarios de esas m agnas ext inciones.
Debem os nuest ra exist encia a esos fines del m undo que han j alonado la hist oria
de los seres vivos. No sólo la desaparición de los dinosaurios hace 65 m illones
de años, sino por ej em plo, la del fin del periodo Pérm ico, que borró el 95% de
las especies de la faz de la Tierra… Y si las cosas hubiesen sucedido de ot ra
m anera, sencillam ent e no est aríam os aquí para cont arlo.
Según el pensam ient o j udeocrist iano, el t em a del “ fin de los t iem pos” proviene
direct am ent e de la Biblia, que invent ó el concept o del t iem po lineal, con un
principio conocido y un fin desconocido. Est a concepción del t iem po ha influido
en t odo el desarrollo del pensam ient o occident al, pues cada época agit ada
creaba sus propios m iedos de dest rucción definit iva. Si el libro del Génesis se
propone explicar el origen del m undo, los dist int os relat os escat ológicos de la
Biblia se esfuerzan en describir el “ fin de los t iem pos” . Sin proporcionar ninguna
fecha, el Apocalipsis de San Juan anuncia un ciert o núm ero de acont ecim ient os,
en su m ayor part e dram át icos, que deben m arcar la hist oria de la Hum anidad
hast a el día del Juicio Final, en el que Dios int errum pirá el t rascurso de la
hist oria y j uzgará a t odas las criat uras según sus act os. Est e libro habla
asim ism o de un periodo de m il años, en el que el Diablo será encadenado y
verá el t riunfo de Crist o sobre la Tierra.
En relación al pensam ient o orient al, el hinduism o y el budism o consideran que
el Universo en general y el ser hum ano en part icular, est án influenciados por
una concepción del t iem po cíclico o redondo, donde finalm ent e y al cabo de
ciert os períodos de t iem po se regresa al punt o de part ida. En m ayor o m enor
m edida, albergan un conocim ient o que les perm it e predecir la finalización de un
ciclo y el com ienzo de ot ro. Las civilizaciones griegas, sum erias, egipcias y
Mayas, adem ás de la m ayoría de cult uras indígenas, t am bién part icipan de est a
concepción. Sin em bargo hay que m at izar que en el t iem po cíclico realm ent e no
volvem os exact am ent e al m ism o punt o de part ida, puest o que en ese caso no
exist iría avance ni evolución. Realm ent e habría que definir al t iem po cíclico
~ 61 ~
com o elípt ico y de rot ación en form a de espiral. Al igual que nuest ro Universo
visible se expande en el espacio y así com o los planet as orbit an elípt icam ent e
alrededor de una est rella, el t iem po cíclico cuando t iende a regresar a su punt o
de part ida, lo hace en un punt o m ás int erior al de su coordenada ant erior, y
asim ism o dent ro de cada ciclo experim ent a cont racciones y expansiones al igual
que un planet a cuando por su órbit a experim ent a un acercam ient o o
alej am ient o con respect o a su est rella. En resum idas cuent as, podríam os decir
que el Universo que conocem os se expande en el espacio y se cont rae en el
t iem po.
Y desde el punt o de vist a del pensam ient o t eosófico, la concepción del t iem po
es sim ilar a la del pensam ient o orient al, que se explica a t ravés de una Ley
Universal conocida com o Principio del Rit m o. Est e Gran Principio Herm ét ico,
considera que t odo se m anifiest a en un m ovim ient o sem ej ant e al de un
péndulo, t odo va y viene, fluye y refluye, asciende y desciende. La m edida de
dicho m ovim ient o hacia un ext rem o, es la m ism a que hacia el ot ro ext rem o. Por
analogía con el Principio del Rit m o, se puede cit ar la conocida Ley de At racción
que nos explica que t odo acont ecim ient o, sent im ient o o em oción que nos
sucede lo at raem os en la m ism a m edida que lo deseam os, rechazam os o
pensam os. Dicho de ot ro m odo, lo sem ej ant e at rae a lo sem ej ant e, es decir,
cuando t enem os un t ipo de pensam ient o, at raem os pensam ient os sem ej ant es.
Todo lo que em it im os, ya sean pensam ient os, palabras o acciones, en algún
m om ent o post erior regresan con la m ism a int ensidad a su origen, al em isor. De
est o últ im o, puedo deducir que m is pensam ient os act uales crean m i vida fut ura,
m anifest ándose en ella t odo aquello en lo que m ás enfoco m is pensam ient os. La
Ley de At racción, al igual que el Principio del Rit m o son Leyes Universales t an
im parciales e im personales com o la propia Ley de la Gravedad, siendo am bas
absolut am ent e precisas y exact as.
Para finalizar est e capít ulo sobre el final de los t iem pos voy a describir la Teoría
de Callem an, pues en ella se explica de m anera fácil el porqué de la aceleración
del t iem po y hast a cuándo.
Carl Johan Callem an, biólogo sueco, considera que el t iem po se est á acelerando
en ciclos repet it ivos en form a de espiral, sim ilar a com o lo hace un t ornado,
m oviéndose en círculos cada vez m ás pequeños y dirigiéndose hacia un punt o
final cada vez m ás rápido. Según su t eoría, el t iem po no es lineal, sino fract al y
variable ( se fracciona y repit e de form a irregular pero siguiendo un pat rón
geom ét rico fij o) .
Lo que ant es ocurría en cient os o m iles de años, ahora ocurre en pocos años. A
nivel de la Hum anidad, cada día se avanza m ás en t odos los cam pos del
conocim ient o hum ano gracias a las nuevas t ecnologías, pero t am bién som os
arrast rados cada vez m ás por la vorágine de nuest ra civilización act ual. Est o es
debido principalm ent e al aum ent o exponencial en la creación y dist ribución de
la inform ación, a t ravés de los diferent es m edios de com unicación,
principalm ent e a t ravés de int ernet . A nivel individual est o lo percibim os, sobre
~ 62 ~
t odo en Occident e, com o que cada vez t enem os m enos t iem po para hacer las
m ism as cosas que ant es, se nos acum ulan t areas y quehaceres, vam os
est resados de aquí para allá, en definit iva, parece que el t iem po vuela.
Coincidiendo con Callem an, el escrit or y filósofo Terence Mackenna t eorizó
sobre est e asunt o y percibió un final en la curva del t iem po, cuya culm inación
sería el m íst ico m om ent o conocido com o el Escat ón ( finalización de nuest ra
act ual civilización) , sit uándolo Callem an a finales del año 2012, coincidiendo con
el fin del calendario Maya.
Callem an, gran conocedor de la ciencia de los Mayas, t om ó en consideración las
cuent as que est os usaban para m edir el t iem po, y de est a m anera, dividió la
exist encia del t iem po desde el fam oso Big Bang, hast a el últ im o cam bio de
consciencia que pront o t odos vam os a vivir. Est ableció nueve niveles, donde
cada uno de ellos es un grado de consciencia evolut iva que avanza veint e veces
m ás rápido que el nivel ant erior. Cada nivel necesit a del ant erior a m odo de
cim ient o, creándose una est ruct ura j erárquica donde el nivel de consciencia
nuevo depende del nivel de consciencia ant erior. Los niveles serían los
siguient es:
1. Desde el origen del Universo hast a la aparición de la vida a nivel celular
en nuest ro planet a.
2. Desde hace 820 m illones de años hast a que la flora y la fauna se
desarrolló y pobló t oda la Tierra.
3. Desde hace 41 m illones de años hast a el desarrollo de los diferent es
prim at es ant ecesores del Hom o Sapiens.
4. Desde hace 2 m illones de años hast a los inicios de los idiom as hablados
por los seres hum anos.
5. Desde hace unos 100.000 años hast a el año 3113 a/ c, m om ent o en que
se sit úa por los Mayas los com ienzos de la act ual civilización pat riarcal de
nuest ro planet a.
6. Desde hace 5123 años hast a el año 1755 d/ c., donde se desarrollan las
diferent es cult uras, aparecen las grandes religiones y proliferan las
guerras, conquist as y descubrim ient os generadores de grandes im perios.
7. Desde hace 255 años hast a el año 1999, periodo en el que se desarrolla
la indust ria, la elect ricidad, las t ecnologías, los viaj es espaciales y la
energía at óm ica.
8. Desde hace 11 años hast a abril del 2012, donde la revolución elect rónica
y la globalización de la inform ación a t ravés de int ernet hacen de est e
periodo el m ás crucial para el t rem endo salt o evolut ivo que a t odos nos
espera.
9. Y desde el 4 de abril de 2012 hast a el 21 de diciem bre de ese m ism o año,
donde t rascurren 260 días, el equivalent e a un año de los Mayas. En ese
breve periodo de t iem po, posiblem ent e se habrá alcanzado la m asa crít ica
de un elevado núm ero de seres hum anos, sint onizados con la Nueva
Consciencia. Todos ellos supedit arán sus int ereses individuales a los de la
Hum anidad en general, y unidos, t om arán el t im ón de la nueva
~ 63 ~
civilización em ergent e para guiarla rum bo a la Nueva Tierra.
Según Callem an, al finalizar est os nueve periodos o niveles de consciencia, la
percepción act ual que t enem os del t iem po habrá cam biado sust ancialm ent e,
puest o que para ent onces la Hum anidad en su conj unt o habrá accedido a un
nivel espirit ual m ás elevado, donde t odos finalm ent e nos conect arem os a la
Nueva Consciencia de nat uraleza Cósm ica.
En m i opinión, de aquí en adelant e, el cont enido de t odos los capít ulos que
siguen hast a llegar al epílogo, nos m uest ra el porqué est á t an cerca el final de
los t iem pos, que no el fin del m undo.
LA PRI V ATI ZACI ÓN D EL AGUA
La m ayor part e del agua se encuent ra en los m ares, pero la concent ración
salina no la hace apt a para el consum o. Tan sólo el 3% del agua del planet a es
dulce, est ando el 99% en los glaciares o en las capas profundas de la Tierra. Así
que solo t enem os acceso al 1% de las reservas acuát icas dulces. No obst ant e,
est a cant idad sería suficient e para cubrir las necesidades de agua de m ás del
doble de la población m undial act ual. El problem a es que no est á disponible de
m anera uniform e.
La cant idad t ot al de agua en la Tierra no aum ent a ni dism inuye, sino que circula
sin cesar, t ransform ándose de un est ado a ot ro. El agua posee un ciclo nat ural
inint errum pido; así, la que consum im os hoy día es t an ant igua com o el planet a
m ism o.
Sin em bargo, los cam bios que el hom bre inflige en est e ciclo nat ural son
preocupant es, así com o la cont am inación provocada por las indust rias y los
est ablecim ient os hum anos. El agua ha sido un elem ent o const ant e en la hist oria
de la Hum anidad, asent ándose j unt o a los ríos m uchos pueblos, grandes
ciudades e incluso im port ant es civilizaciones, hast a el punt o de poder hablar de
sociedades hidráulicas. Pero act ualm ent e, con la explosión dem ográfica m undial
y los efect os en el m edio am bient e de la civilización m oderna, hacen que el
problem a global del agua sea alt am ent e preocupant e.
Hast a ahora hem os hablado de m anera global, pero la realidad nos lleva a las
diferent es naciones que usan y abusan de est e recurso en los lím it es de sus
front eras, sin preocuparse de los efect os que eso pueda t ener en los países
vecinos. En algunos países el agua es abundant e, m ient ras que ot ros viven
graves problem as de escasez. La delicada sit uación act ual pone en evidencia la
falt a de una visión global.
Los pobres del m undo t ienen m enos acceso que los ricos al agua necesaria para
su consum o e higiene, y pagan hast a doce veces m ás que las poblaciones
~ 64 ~
conect adas a redes de agua corrient e. Est o es lo que afirm a la Com isión
Mundial del Agua, creada por el Banco Mundial. Adem ás, los pobres y
desfavorecidos del m undo ( que llegan a ser casi la m it ad de la población
m undial) , ut ilizan agua que est á, la m ayoría de las veces, sucia y cont am inada.
La m ayoría de los expert os coinciden al decir que la escasez de agua en m uchos
lugares del m undo, es consecuencia de la int ervención del hom bre y de su
sist em a económ ico y polít ico. Efect ivam ent e, la sociedad indust rial consum e
280.000 lit ros de agua para producir una t onelada de acero. Las fábricas de
papel ut ilizan hast a 700 lit ros de agua por kilo de papel. Y el agua para fabricar
un aut om óvil puede ascender a cincuent a veces su peso.
Durant e los últ im os veint e años el poder de las em presas m ult inacionales ha
aum ent ado considerablem ent e, al t iem po que se han m ult iplicado las indust rias,
las cult uras y ot ras práct icas que cont am inan el agua, t odo ello en el m arco de
una lógica del beneficio que no m uest ra la m ás m ínim a preocupación por la
dest rucción de la nat uraleza.
En cuant o a las m ult inacionales de la alim ent ación, se puede decir que
cont am inan enorm em ent e pot enciando la agricult ura int ensiva, debido a la
ut ilización de abonos quím icos, t am bién procedent es de m ult inacionales
pet roquím icas. Est as sust ancias, se infilt ran en el suelo en un alt o nivel de
concent ración, volviéndose m uchas aguas subt erráneas inut ilizables para el
consum o hum ano.
El agua em bot ellada, es sobre t odo en los países del Nort e donde el consum o
de est e product o ha alcanzado grandes proporciones. Com o de cost um bre,
det rás de est e negocio que no respet a el ciclo nat ural del agua y cont ribuye a
cont am inar el m edio am bient e ( principalm ent e por la producción y post erior
desecho de los envases) , se encuent ran de nuevo las em presas
t ransnacionales. Com o dat o anecdót ico, se puede asegurar que m ás de la m it ad
del m ercado de bebidas no alcohólicas que se producen en el m undo, est á
cont rolado por la m ult inacional Coca- cola, que ut iliza el agua com o base de sus
bebidas. Su rival Pepsi, claram ent e perdedora en est e cam po, ha t om ado el
cont rol en ot ros sect ores del m ercado agroalim ent ario. Pero las em presas
m ult inacionales y las de EEUU a la cabeza, han rechazado t odo t ipo de
regulación en est e t erreno.
Cada vez m ás, el agua se conviert e en una m ercancía, de m anera que ent ra a
form ar part e de una econom ía capit alist a globalizada. En est e sent ido, la
prioridad no es responder a una necesidad, sino obt ener rent abilidad. La
problem át ica del agua ent re los países del Nort e y los del Sur, bien podría
desencadenar graves conflict os durant e el siglo XXI .
Cada año, m ás de t res m illones de personas m ueren por enferm edades
relacionadas con el agua, ya sea direct am ent e por su m ala calidad y por la
cont am inación con ella de los alim ent os, o bien, indirect am ent e a t ravés de
~ 65 ~
organism os port adores de enferm edades que se reproducen en el agua. Est as
enferm edades, ent re ellas la m alaria, que producen diarreas, deshidrat ación y
t erm inan con la vida de hast a dos m illones de personas al año, bien podrían
curarse con m enos de dos dólares por persona. Sin em bargo, en esos lugares lo
que han aum ent ado son los gast os m ilit ares en hast a 144 dólares por persona.
Ent re las num erosas soluciones propuest as para resolver los problem as del
agua, algunas de ellas son t écnicas, com o la const rucción de presas o las
nuevas m aneras de irrigar. Tam bién se pueden aplicar innovadores m ét odos de
reciclaj e del agua, aum ent ar los sist em as de agricult ura biológica y la ut ilización
ópt im a del agua en los procesos indust riales. Ot ras soluciones serían m ás bien
cuest iones de principios, com o por ej em plo, declarándose el agua com o
pat rim onio universal de la Hum anidad.
LA SALUD COM O M ERCAN CÍ A
Los progresos en el cam po de la salud son espect aculares, las enferm edades
que m at aban a m illones de personas han sido erradicadas y las enferm edades
m ás graves cont roladas. La cirugía hace posible salvar y prolongar m uchas
vidas y el conocim ient o del genom a hum ano anuncia result ados aún m ás
asom brosos en los próxim os años. Sin em bargo, y según la Organización
Mundial de la Salud, la m it ad de la Hum anidad no puede beneficiarse de los
avances m édicos ant es m encionados.
Bast a con referirse a algunas cifras para aclarar t al cuest ión: los gast os de
salud en el Nort e ( países desarrollados) ofrecen un m ercado de m ás de t res m il
m illones de dólares anuales, m ient ras que en los países subdesarrollados o en
vías de desarrollo, est a cifra es de solo veint icinco m illones, es decir, cient o
veint e veces m enos, a pesar de que la población es bast ant e m ayor.
La afirm ación que asem ej a la salud a una m ercancía puede parecer brut al, pues
para incluir la salud en la cat egoría de m ercancía es preciso ent enderla com o la
capacidad de acceso a ella según el poder de com pra.
El m ercado de la salud no es solam ent e im port ant e, sino uno de los m ás
rent ables del sect or indust rial, en part e gracias t am bién a la est abilización de
las pat ent es llevadas a cabo por la Organización Mundial del Com ercio. La
cuest ión de las pat ent es consist e en el derecho de apropiarse del cont rol de la
producción y de la com ercialización de un product o por el aut or int elect ual.
Para la indust ria farm acéut ica, la lógica est á clara. Operar en un m ercado
m undial, exige un sist em a de pat ent es y una polít ica única de precios. Una
decisión así provoca consecuencias nefast as en cuant o al acceso a los
m edicam ent os y servicios de salud, pues el propio m ercado excluye a los m ás
pobres y desfavorecidos de una asist encia de calidad.
~ 66 ~
Según Médicos del Mundo: “ El m edicam ent o es considerado un product o
com ercial com o los dem ás, som et ido por t ant o a las leyes de la ofert a y la
dem anda. En est as condiciones, el m ercado farm acéut ico se guía por los
int ereses financieros y no por los de los enferm os” . I gualm ent e, Win
Dierckxsens, filósofo de la econom ía, concluye: “ Curar las enferm edades es
lucrat ivo, m ient ras que evit arlas gracias a la invest igación pública, no da lugar a
ningún t ipo de beneficio y por lo t ant o se considera im product ivo” .
Est am os pues, ant e un sist em a m undial de especulación sobre la salud que,
según diferent es fuent es de inform ación, fom ent a y crea enferm edades para
acrecent ar el negocio de la salud y al m ism o t iem po, perpet uar det erm inadas
pat ologías de la población por ser alt am ent e lucrat ivas. En est e sent ido, la
indust ria farm acéut ica con ayuda de la OMS, se beneficia t rem endam ent e del
calendario vacunal im plant ado en la t ot alidad de los países occident ales con el
pret ext o de la prevención de enferm edades, m uchas de ellas erradicadas.
Asim ism o, los países del Sur reciben enorm es cant idades de vacunas, m uchas
veces innecesarias, com pradas y donadas por los países del Nort e. Exist en
m uchos est udios rigurosos e invest igaciones que nos inform an, no solo de la
inut ilidad de m uchas vacunas, sino del grave riesgo a padecer ciert as
reacciones adversas e incluso fut uras enferm edades aut oinm unes, que afect an
al sist em a nervioso de m uchos niños y adult os especialm ent e sensibles a los
coadyuvant es que acom pañan a las vacunas, com o son por ej em plo el
m ercurio, el alum inio y ot ras sust ancias quím icas.
EL CAM BI O CLI M ÁTI CO N O SE D EBE AL CO2
La polém ica levant ada a finales de noviem bre de 2009, conocida com o
“ clim at egat e” , pocos días ant es de la cum bre de Copenhague sobre el cam bio
clim át ico, surgió debido a unos polém icos e- m ails “ hackeados” de cient íficos
int ernacionales de la CRU ( Unidad para la I nvest igación del Clim a) , que adm it en
las m ent iras, m anipulación y fraude que validaron el act ual m odelo clim át ico y
el supuest o calent am ient o global debido a la act ividad hum ana.
Desde hace m uchos años, se acusa a la civilización act ual de ser la causant e de
la aceleración del calent am ient o del planet a, aunque su origen se ret rot raiga a
la época de la revolución indust rial, siendo la em isión excesiva de CO2 el
principal o único agent e responsable. Tam bién se nos responsabiliza a t odos los
ciudadanos de a pie, de que en gran part e est á en nuest ras m anos la
posibilidad de reducir el fam oso efect o invernadero.
Desde hace m ás de dos décadas, el verdadero m ovim ient o ecologist a que
perseguía una m ej ora en la educación am bient al, el respet o a la nat uraleza y la
reparación de daños causados a nuest ro planet a, fue eclipsado por int ereses
polít icos, al reducirse la problem át ica del cam bio clim át ico únicam ent e a los
~ 67 ~
efect os producidos por las em isiones de dióxido de carbono. Est o provocó que
se desvirt uara el verdadero m ovim ient o m edioam bient al, t rasladándose el foco
de at ención y la supuest a solución del calent am ient o global a la reducción de
em isiones de CO2.
La prim era cum bre sobre el cam bio clim át ico celebrada en Kiot o, finalizó sin la
obt ención de com prom isos esenciales por part e de varios países m uy
indust rializados. Los que si pact aron, en su m ayoría, no han podido reducir sus
em isiones a los niveles requeridos. Por ot ra part e, la cum bre de Copenhague
finalizó con un fracaso absolut o. Según lo pact ado, cada país hará lo que le
venga en gana, pues los obj et ivos de reducción de em isiones serán volunt arios
y la m edición, declaración y verificación las realizará cada nación sobre sí
m ism a.
Ahora bien, en la capit al danesa no sólo se ha cerrado la puert a a cualquier
int ent o m ínim am ent e serio de coordinar act uaciones ant e el cam bio clim át ico a
escala m undial. Junt o a ello, ha sucedido algo sum am ent e im port ant e de lo que
se habla m enos: ha t om ado cuerpo un nuevo m odelo de relaciones
int ernacionales, un nuevo sist em a geopolít ico y de repart o de poder m undial
que sust it uye al que venía m ant eniéndose desde la segunda guerra m undial. Se
t rat a de un m odelo m ás acorde y aj ust ado a los deseos de la “ élit e financiera
global” .
Naciones Unidas, m aniat ada por los poderes fáct icos y los int ereses creados, ha
dado el vist o bueno y refrendado lo pact ado en una reunión cerrada, donde no
est uvieron present es, ent re ot ros m uchos, los represent ant es europeos. EEUU y
China llevaron la voz cant ant e del pésim o “ Acuerdo de Copenhague” redact ado
en t res folios, vacíos de cont enido y com prom isos.
Com o ya hem os dicho, la cort ina de hum o del CO2, ocult ó el verdadero
m ovim ient o de los ecologist as y act ivist as de los derechos hum anos, que
defienden a ult ranza obj et ivos realm ent e válidos para hacer m ás habit able
nuest ro planet a. Est os obj et ivos son: la reducción de vert idos t óxicos, la
reducción y correct a elim inación del uranio em pobrecido, la lim it ación y
reparación de daños a causa de la deforest ación, la defensa del equilibrio de los
ecosist em as, la preservación de las especies en peligro de ext inción, la
educación y concienciación m edioam bient al de los ciudadanos, la ut ilización de
energías lim pias y renovables, …
Frent e a lo que defiende la t eoría oficial sobre el cam bio clim át ico, la Tierra no
es el único planet a que se est á calent ando, sino que lo m ism o est á sucediendo
con los dem ás planet as del sist em a solar. Por t ant o, si buscam os inform ación
derivada de est udios cient íficos, llegarem os a com probar que las verdaderas
causas del cam bio clim át ico hay que buscarlas en las influencias cósm icas. De
est o, nos vienen inform ando sobre t odo los cient íficos rusos, y ent re ellos el Dr.
Alexey Dim it riev, m iem bro de la Academ ia Rusa de las Ciencias y expert o en
ecología global, que en 1997 publica un ensayo t it ulado “ Est ado Planet ofísico de
~ 68 ~
la Tierra y la Vida” , en el que anuncia t ransform aciones de alt a velocidad en la
Tierra a nivel geológico, geofísico y clim at ológico, siendo la causa: “ m at eriales
alt am ent e cargados…, que han penet rado en las áreas int erplanet arias de
nuest ro sist em a solar. Est a donación de energía est á produciendo procesos
híbridos y est ados excit ados de energía en el Sol y en t odos los planet as” . El Dr.
Dim it riev, en est e gran ensayo t am bién nos relat a que “ las alt eraciones
geológicas, geofísicas y clim át icas de la Tierra se est án volviendo cada vez m ás
irreversibles” . Tam bién dice que “ …no sólo el clim a est á cam biando, los cam bios
elect rom agnét icos t errest res van a exigir un exam en o cont rol de calidad en
cada ser vivient e del planet a, para det erm inar su habilidad en el cum plim ient o
de est as nuevas condiciones y su capacidad de adapt ación” .
Com o sabem os, los acont ecim ient os cíclicos que afect an a nuest ro planet a y a
nosot ros m ism os es un hecho indiscut ible, pero sólo conocem os aquellos que
t ienen una duración relat ivam ent e cort a y que podem os observar ( el día y la
noche, las est aciones del año, las m areas y su relación con la luna, et c.) . Sin
em bargo exist en ot ros ciclos que igualm ent e nos afect an, pero que la m ayoría
de nosot ros desconocem os por ser m uy prolongados en el t iem po en relación
con la vida hum ana. Vam os a cent rarnos en t res fenóm enos cíclicos que según
la ciencia act ual pueden est ar influyendo enorm em ent e en el cam bio clim át ico
que sufrim os:
1. Los polos m agnét icos del Sol cam bian cada 11,2 años, o lo que es lo
m ism o, la act ividad solar aum ent a o dism inuye cada 11 años
aproxim adam ent e. Últ im am ent e, se est á com probando que est os picos de
act ividad est án por encim a del nivel de ciclos ant eriores y siguen en
crecient e aum ent o. En est os ciclos hay periodos donde el Sol lanza
fot ones de alt a energía y m at eria alt am ent e cargada hacia la Tierra,
sacudiendo la ionosfera del planet a y su cam po geom agnét ico. Fuent es de
la NASA y ot ros organism os privados con inform ación sat elit al, coinciden
en que el Sol ent rará en un período de explosiones que t endrá su punt o
álgido en el año 2012. Est os fenóm enos afect an m uy seriam ent e a las
cent rales de energía eléct rica y a los sat élit es que orbit an alrededor
nuest ro. Un inform e, frut o de una m esa redonda ent re expert os de
com pañías de t elecom unicaciones y de la NASA, nos adviert e de los
seguros efect os que para el fluido eléct rico y las com unicaciones van a
t ener esas form idables explosiones solares.
2. Las glaciaciones de nuest ro planet a ocurren cíclicam ent e en períodos de
decenas de m iles de años. La últ im a glaciación alcanzó su m áxim a
ext ensión hace unos 18.000 años, para em pezar a ret roceder unos 8.000
años después, es decir, hace t an sólo 10.000 años. En ese período las
grandes m asas de hielo llegaron a cubrir un t ercio de las Tierras
em ergidas, o lo que es lo m ism o, m ás de t res veces la ext ensión de los
glaciales de hoy día. Act ualm ent e, seguim os en una fase m uy avanzada
de la post glaciación, donde la dism inución de los hielos ocurre de form a
cada vez m ás acelerada, siendo est o el paso previo del com ienzo de una
~ 69 ~
nueva glaciación.
3. Desde que se form ó la Tierra hace unos 4.500 m illones de años, se ha
podido leer por los cient íficos la hist oria geológica del planet a, y
com probar que en al m enos quince ocasiones ha ocurrido la inversión de
los polos m agnét icos, es decir, el polo nort e m agnét ico que act ualm ent e
se encuent ra en el nort e geográfico, en ot ros t iem pos est uvo en el sur
geográfico y viceversa. Según m ediciones y observaciones cient íficas, los
cam bios de polos parecen coincidir con grandes cat aclism os nat urales y
con la ext inción de m uchas especies anim ales. Tam bién se ha podido
com probar que desde hace unos 2.000 años, el cam po m agnét ico de la
Tierra ha ido debilit ándose en progresión geom ét rica. En relación a est o
últ im o, hay que decir que exist en ciclos galáct icos que la ciencia act ual
est á m idiendo, y que adem ás coincide con algunas de las m ediciones de
la ant igua y sorprendent e civilización Maya ( que se exponen con m ás
det alle en el siguient e capít ulo) . La ciencia de los Mayas conocía el
m ovim ient o de precesión equinoccial, que se debe a que la Tierra no es
esférica sino achat ada por los polos, y cuyo ciclo com plet o dura
aproxim adam ent e 26.000 años. Al finalizar dicho ciclo los ej es m agnét icos
de la Tierra se alinean con el cent ro de nuest ra galaxia, pasando por lo
que la ciencia llam a “ una región de im pulsos elect rom agnét icos
escalares” , o lo que es lo m ism o, un área del espacio donde las
polaridades del cam po elect rom agnét ico se debilit an.
Por últ im o, y en relación al calent am ient o global que est án sufriendo t odos los
planet as del sist em a solar, quiero explicar brevem ent e qué est á pasando con
Júpit er. Muchas profecías de varios pueblos am erindios, ent re ellas las de los
Mayas, hablan del nacim ient o de un nuevo Sol en el final de los t iem pos.
Tam bién, la película “ 2010: odisea dos” , basada en el libro que con el m ism o
t ít ulo escribió Art hur C. Clarke en 1982, es bast ant e significat iva a est e
respect o. Pues bien, he buscado dat os cient íficos que avalen est a posibilidad y
est o es lo que he encont rado: Júpit er com o ya sabem os es el m ayor planet a de
nuest ro sist em a, est á com puest o en un 80% de hidrógeno, un 17% de helio,
adem ás de ot ros com puest os quím icos present es en el Sol. En t eoría las
circunst ancias que deben de darse para que Júpit er se encienda, al igual que
ocurriría con una prot oest rella, son rem ot as pero fact ibles, es decir, si el
hidrógeno y el helio se cont raen por la alt a gravedad del planet a y el núcleo
com ienza a subir la t em perat ura por la crecient e presión, podrían t erm inar
desencadenando unos procesos t erm onucleares sim ilares a los del Sol.
Por ot ra part e, t ras escuchar una de las m uchas conferencias int eresant es del
prest igioso físico suizo Nassim Haram ein, m e quedó m uy claro que ést e t eórico
suceso de ignición de Júpit er sí que puede producirse, y según él, podría ocurrir
m uy pront o. Haram ein, m uest ra fot ografías sat elit ales de Júpit er donde se
observan m ayor act ividad y t em perat ura, no solo en la “ gran m ancha roj a” de
t am año t res veces superior a la Tierra, sino en ot ras m anchas sim ilares de
m enor t am año y form adas recient em ent e. Y t eniendo aún m is dudas, después
~ 70 ~
de buscar t oda la inform ación posible al respect o, accedí a una página de la
NASA, concret am ent e a la del sat élit e de observación espacial “ St ereo” , donde
se pueden ver im ágenes de Júpit er en febrero del año 2010, en las que se
observan ext raños brillos pulsant es y fuert es dest ellos que parecen provenir de
explosiones int ernas del planet a. Act ualm ent e, en m arzo de 2010 que es
cuando escribo est o, Júpit er est á saliendo de det rás del Sol y pront o será visible
desde la Tierra. ¿Serem os los hum anos de est os t iem pos t est igos del
nacim ient o de la segunda est rella de nuest ro sist em a solar? ¿O quizás las
profecías se refieren a que el segundo Sol sea nuest ro m ism o Sol, pero
evolucionado y t rasform ado en una diferent e est rella em isora de nuevas
energías? Mirem os al cielo y pront o t endrem os respuest as.
PROFECÍ AS, CAM BI OS TELÚRI COS Y EN ERGÍ AS CÓSM I CAS
Hay m uchas profecías que nos adviert en para est os t iem pos, grandes cam bios
en nuest ro planet a y en el sist em a solar. De hecho, buena part e de la
com unidad cient ífica est á com probando los sorprendent es cam bios, que de
form a acelerada est án ocurriendo en nuest ra at m ósfera y en el m agnet ism o de
la Tierra. Tam bién se est án det ect ando cam bios en las radiaciones y energías
que recibim os desde nuest ro Sol e incluso desde el corazón de nuest ra galaxia.
El desenlace de ést os acont ecim ient os cósm icos y t elúricos aún nos son
desconocidos y en absolut o deben preocuparnos, pues form an part e de grandes
ciclos evolut ivos por los que los seres hum anos ya hem os pasado en m últ iples
ocasiones, experim ent ando en esos t iem pos pret érit os grandes avances
evolut ivos com o especie.
De lo que t am poco debem os preocuparnos, aunque sí deberíam os ocuparnos,
es de evit ar que se cum plan ciert as profecías, que nos adviert en de la pront a
venida de grandes calam idades sobre t oda la faz de la Tierra a causa del
inconscient e colect ivo hum ano. En cuant o a las posibles cat ást rofes nat urales
que se predicen, sólo podem os ser caut os en su int erpret ación y no t em er a lo
que de form a nat ural sobrevenga, puest o que el Plan Divino sólo puede albergar
los m ej ores propósit os para nuest ra bendit a Tierra y para la Sagrada Vida que
en Ella se m anifiest a.
Los ext raordinarios cam bios que est am os viviendo en nuest ro sist em a
económ ico y de creencias, profet izado por las principales religiones, por
ant iguas civilizaciones y por algunas cult uras indígenas, bien podrían ser
consecuencia del previsible im pact o que sobre nuest ro planet a, t endrían las
em ulsiones energét icas llegadas desde nuest ro Sol y desde los confines de
nuest ra galaxia, según los dat os que est án recabando t odos nuest ros
observat orios y sat élit es ast ronóm icos. Est o es lo que la t radición crist iana
conoce com o el Apocalipsis o la t radición Maya com o el final de los t iem pos.
Todos los sist em as de creencias act uales del planet a, desde los hindúes y
t ibet anos a los indígenas Hoppis, Aym aras o Mayas, y por supuest o las
~ 71 ~
religiones, anuncian que algo sucederá en relación al cam bio de consciencia que
la Hum anidad deberá afront ar para superar su act ual crisis evolut iva.
Exist en num erosas profecías que se han cum plido a lo largo de la hist oria. Las
m ás conocidas pudieran ser las del m édico y ast rólogo de origen j udío
Nost radam us, en su obra “ Las verdaderas cent urias ast rológicas y profecías” .
En relación a las profecías crist ianas, dest acan las de San Malaquías con sus
“ Profecías de los Papas” que predice com o últ im o Papa a Pedro I I “ El Rom ano” ,
sucesor del act ual Benedict o XVI , est ando direct am ent e relacionado con el fin
de los t iem pos y la segunda venida de Crist o. Por ot ra part e, m erecen m ención
especial el “ Apocalipsis” bíblico de Juan el Evangelist a, y el “ Prot ocolo secret o
de las profecías” de Juan de Jerusalén.
El evangelist a San Juan escribió el Apocalipsis hacia el año 95 de nuest ra era.
Apocalipsis es una palabra griega que significa “ revelación” ; en est e libro, el
últ im o de la Biblia, se nos revelan los j uicios de Dios sobre el m undo y sobre la
iglesia, y se nos habla t am bién de la últ im a venida gloriosa de Crist o en t oda su
m aj est ad y t riunfo sobre las fuerzas del m al. Adem ás se nos dice com o se
realizará esa venida, que cosas la precederán, la acom pañarán y la seguirán.
Habrá m uchas calam idades y luchas, pero t odo t erm inará con el t riunfo
definit ivo de Crist o. En el capít ulo veint e dice: “ Vi a un ángel que descendía del
cielo, con la llave del abism o y una gran cadena en la m ano. Y prendió al
dragón, la serpient e ant igua, que es el diablo y Sat anás, y lo at ó por m il años;
y lo arroj ó al abism o, y lo encerró, y puso su sello sobre él para que no
engañase m ás a las naciones… y vi t ronos, y se sent aron sobre ellos los que
recibieron facult ad de j uzgar… y vivieron y reinaron con Crist o m il años.” Sin
em bargo, las predicciones cat ast rofist as previas a la segunda venida de Crist o,
m arcó a los crist ianos durant e casi dos m il años. Los m ayores m iedos y
previsiones del fin del m undo, se produj eron sobre t odo en el Renacim ient o,
período de angust ia, en el que cada acont ecim ient o dest acado era int erpret ado
com o una señal del cum plim ient o de una profecía Apocalípt ica.
Juan de Jerusalén que vivió ent re los siglos XI y XI I , fue el fundador de la orden
de los Caballeros Tem plarios. En sus 30 prim eras profecías nos narra
cat ást rofes, la m ayoría reconocibles act ualm ent e, y en las 10 siguient es habla
de las razones para la esperanza y de nuest ro dest ino. En la profecía XI I dice:
“ Cuando em piece el año m il que sigue al año m il ( t erm inado el segundo m ileno
e iniciado el t ercero, donde ahora est am os) , la Hum anidad habrá cam biado el
planet a y reinará sobre t odo él. Habrá surcado el espacio y los cielos, y habrá
abiert o rut as en ríos y m ares. Pero la Tierra se est ará quedando est éril. El aire
será ácido y las aguas serán sucias. La Hum anidad agot ará los recursos del
planet a y la Tierra se hará un desiert o. En el odio a sí m ism o, el hom bre será
un lobo para el hom bre” . Sin em bargo la cosa cam bia a part ir de la profecía
XXXI donde dice: “ Llegados plenam ent e al año m il que sigue al año m il ( en
algún m om ent o m ás avanzado del t ercer m ilenio) , por fin los hom bres habrán
abiert o los oj os y ya no est arán encerrados en sus ciudades ni en sus propias
m ent es. Se podrán ver y oír de un confín a ot ro de la Tierra, y sabrán que lo
~ 72 ~
que golpea a uno hiere a t odos. Serán, por fin, una única cosa t odos los
hum anos, y cada uno será la part e de un t odo. Const ruirán j unt os el corazón
único y una única form a de hablar para t odos. Y nacerá el nuevo gran ser
hum ano.”
A finales del siglo XX, m uchos invest igadores se int eresaron en est udiar a fondo
la cult ura indígena am ericana a t ravés de libros sagrados com o el Pool Vuh, el
Chilaam Balaam o los códices Mayas. En esas páginas escrit as en lenguaj e
crípt ico se anuncian acont ecim ient os referidos a un t iem po alej ado, hoy
present e, que daría lugar al final de los t iem pos y al inicio de ot ros nuevos. En
ellos se habla de cam bios clim at ológicos y del final de las est ruct uras
ideológicas de nuest ra civilización act ual. La base de esos conocim ient os reside
en el conocim ient o que t enían de los ciclos del t iem po asociados al planet a
Venus y a la const elación de las Pléyades. Lo curioso es que las cuent as que
usaban en relación a los ciclos de Venus y las Pléyades, se pueden encont rar
t am bién en los códigos inscrit os en algunos m onum ent os del ant iguo Egipt o y
en el zodiaco egipcio de Dendera.
En relación a las profecías Mayas, se puede afirm ar que la ciencia m oderna
confirm a la gran exact it ud de las predicciones cíclicas cont em pladas en el
calendario Maya. Su sist em a num érico era vigesim al, siendo sus t écnicas de
observación ast ronóm ica m uy avanzadas para su época. La civilización Maya se
desarrolló en el surest e de México y part e de Cent roam érica, alcanzando su
m áxim o esplendor en el siglo VI I I d/ c y que t ras una lent a desint egración en
siglos post eriores, al parecer a causa de grandes sequías, desapareció
m ist eriosam ent e ant es de la llegada de los conquist adores españoles. Los
Mayas t uvieron una gran preocupación por m edir el paso del t iem po y
elaboraron un com plej o y preciso calendario que finaliza el 21 de diciem bre del
año 2012. Para ellos el t iem po es cíclico, pues com probaron que cada ciert o
periodo de t iem po, se repet ían det erm inados acont ecim ient os ast ronóm icos que
afect aban a la Tierra, a su at m ósfera, a su clim a y por supuest o a la vida en el
planet a. Tam bién observaron com o cíclicam ent e surgían, se t ransform aban o
desaparecían ciert as cult uras o civilizaciones en relación a dichas influencias
ast ronóm icas.
El calendario Maya se inicia en lo que para ellos es el día cero, es decir, el 12 de
agost o de 3113 a/ c, lo que significa que, hast a el solst icio de invierno del año
2012, t ranscurren 5.125 años. Est e ciclo m enor, est á int egrado dent ro de un
ciclo galáct ico m ayor de aproxim adam ent e 26.000 años t errest res ( lo que
equivale a un año solar) , que es el t iem po que t arda nuest ro sist em a solar en
dar una vuelt a com plet a alrededor de Alción ( el Sol cent ral de la const elación de
las Pléyades, sit uado a 440 años luz de la Tierra) , de la m ism a m anera que
nuest ro planet a t arda 365 días en dar una vuelt a al Sol. Y es precisam ent e en
diciem bre del año 2012, cuando am bos ciclos finalizan y la Tierra queda
perfect am ent e alineada en el plano ecuat orial galáct ico con respect o al cent ro
de nuest ra galaxia. Est os ciclos t am bién eran conocidos por los ant iguos
egipcios que orient aron sus pirám ides en relación a la const elación de Orión por
~ 73 ~
est e hecho.
Cient íficam ent e se ha com probado, que desde el cent ro de la Vía Láct ea llegan
fuert es em isiones energét icas y elect rom agnét icas que est án afect ando
enorm em ent e al com port am ient o de nuest ro Sol desde hace pocas décadas,
que adem ás est á sufriendo t am bién alt eraciones cíclicas de crecient e int ensidad
en cuant o a la aparición de enorm es m anchas y fuert es t orm ent as solares.
Según la ciencia Maya, el cenit energét ico que afect ará a nuest ro sist em a solar
se alcanzará el 21 de diciem bre del 2012, m om ent o en que com enzará el
am anecer de un nuevo año solar, que t am bién coincide con el final de una era
zodiacal ( de 2.160 años de duración cada una) y el com ienzo de ot ra, dent ro
del ciclo de las 12 eras zodiacales. Term ina la era de Piscis y com ienza la era de
Acuario. Pero conviene aclarar que las m enguant es energías provenient es de la
const elación de Piscis no dej arán de act uar precisam ent e ese día del año 2012,
ni que en ese día em piecen a ent rar las energía de Acuario, sino que am bas
ej ercen y seguirán ej erciendo su influencia, décadas ant es y después de esa
fecha m arcada por los Mayas; las de Piscis irán dism inuyendo y las de Acuario
seguirán creciendo.
Debido a que nuest ro cuerpo, y en especial nuest ro cerebro, es un organism o
elect rom agnét ico, est á siendo cada vez m ás afect ado por las em ulsiones de
rayos gam m a procedent es de nuest ra galaxia, que adem ás posibilit an un
cam bio en la consciencia hum ana com o consecuencia de la adapt ación a esas
descom unales em isiones energét icas que afect an al nivel de resonancia
Schum ann. La frecuencia de Schum ann que m ide el cam po elect rom agnét ico de
la Tierra, posee una resonancia const ant e de 7,83 Hert z por segundo. Dicho
cam po funciona com o una especie de m arcapasos del planet a, responsable del
equilibrio de la biosfera, condición com ún de t odas las form as de vida. Se ha
verificado que nuest ro cerebro est á dot ado de la m ism a frecuencia. Por m illares
de años los lat idos de la Tierra resonaron con esa frecuencia, pero a part ir de
los años 80 y m ás acent uadam ent e en los 90, la frecuencia aum ent ó a 11 y 13
Hert z por segundo respect ivam ent e. Est o adem ás de afect ar a la biosfera y al
clim a planet ario, nos afect a significat ivam ent e a nivel m ent al- em ocional y nos
facilit ará el Despert ar en la Nueva Consciencia.
Desde el punt o de vist a ast ronóm ico, los cient íficos predicen ciert os
alineam ient os y conj unciones especiales dent ro y fuera de nuest ro sist em a solar
durant e el año 2012. Habrá un alineam ient o del Sol con respect o al plano
ecuat orial galáct ico. Se dará una alineación perfect a de t odos los planet as del
sist em a solar. El ej e de la Tierra se alineará con la est rella Sirio. Será el
m om ent o de m ayor cercanía con respect o a las Pléyades. Y experim ent arem os
dos eclipses de Sol en la Tierra: uno anular en m ayo y el ot ro t ot al en
noviem bre del 2012.
Todos est os event os galáct icos de caráct er cíclico est án afect ando y seguirán
afect ando cada vez m ás a nuest ro Sol y a nuest ro planet a, pudiendo provocar
en nuest ra frágil est ruct ura t ecnológica, económ ica y social grandes cam bios
~ 74 ~
que aún no podem os det erm inar, pero que por supuest o t ransform ará
enorm em ent e a los seres hum anos. Desde la perspect iva Maya, la Tierra est á
act ualm ent e dirigiéndose hacia la Consciencia Críst ica o Noosfera ( m ent e de la
Tierra) , a t ravés de los seres hum anos que vayan int egrando el Principio
Críst ico. A est e proceso de t ransform ación hum ana, t am bién se le conoce com o
proceso de Ascensión.
En definit iva, t odas est as profecías sabiam ent e int erpret adas, nos avisan de la
gran crisis que precede al Gran Salt o Evolut ivo de nuest ra Raza Hum ana. A
nosot ros nos t oca decidir si querem os dar el Gran Salt o hacia arriba, abriendo
nuest ro corazón al Am or y descubriendo nuest ro Crist o I nt erno, o bien
decidim os quedarnos abaj o anclados en nuest ros m iedos, prej uicios y viej os
esquem as m ent ales con cuya carga no podrem os ascender.
EL AÑ O 2 0 1 2 EN EL CALEN D ARI O M AYA
Las im port ant es reflexiones volcadas en est e capít ulo han sido efect uadas por el
hist oriador y ant ropólogo Carlos Barrios, nacido en una fam ilia española en el
alt iplano de Guat em ala. Durant e m ucho t iem po su hogar est uvo en
Huehuet enango, lugar habit ado por la t ribu Maya Mam , que m ant iene part e de
las viej as cost um bres de la cult ura Maya. Después de est udiar con los ancianos
Mayas t radicionales durant e 25 años, se convirt ió en un Aj q'ij Maya, sacerdot e
cerem onial y guía espirit ual del Clan del Águila. Hace años, j unt o a su herm ano
Gerardo, inició una invest igación de los diferent es calendarios Mayas. Est udió
con m uchos m aest ros. Cuent a que su herm ano ent revist ó a cerca de 600
ancianos Mayas para am pliar su esfera de conocim ient o. Lo que a cont inuación
relat a Carlos Barrios nos puede ayudar a ent ender un poco m ás los difíciles
t iem pos por los que la Hum anidad est á pasando. Desde m i punt o de vist a,
Carlos Barrios nos invit a a prepararnos y a t om ar consciencia de que hay que
decidirse a act uar, porque cada act o que nace del corazón t iene m ucho m ás
poder del que nos podam os im aginar:
“ Muchos ant ropólogos visit an los lugares donde se levant an los t em plos
de los Mayas, leen sus inscripciones e invent an sus hist orias, pero no
int erpret an correct am ent e los signos. Ot ros escriben e int erpret an las profecías
en nom bre de los Mayas. Dicen que el m undo se acabará en diciem bre del
2012. Los ancianos Mayas est án furiosos con est o. El m undo no se va a acabar.
Será t ransform ado. Los indígenas t ienen los calendarios y saben cóm o
int erpret arlos acert adam ent e, no los ot ros.
La com prensión del t iem po, las est aciones y los ciclos en los calendarios
Mayas ha probado ser vast a y sofist icada. Los Mayas ent ienden 17 calendarios
diferent es, algunos de los cuales t razan precisos esquem as del t iem po
abarcando incluso períodos de m ás de diez m illones de años. El calendario que
m ás ha llam ado la at ención es el Tzolk'in o Cholq'ij . Calculado hace m ilenios y
~ 75 ~
basado en el ciclo de las Pléyades, aún se le considera sagrado. Con sus
calendarios nat ivos, los Mayas se han m ant enido inform ados sobre im port ant es
m om ent os de cam bio en la hist oria de la Tierra y la Hum anidad.
Los “ Guardianes del Día” Mayas ven la fecha del 21 de diciem bre del 2012
com o un renacim ient o, el com ienzo del Mundo del Quint o Sol. Será el inicio de
una Nueva Era que result ará t ras el cruce del ecuador galáct ico por el sist em a
solar. Mom ent o en que la Tierra se alineará con el cent ro de la galaxia.
Al am anecer del 21 de diciem bre del 2012, el Sol se elevará para coincidir
con la int ersección de la Vía Láct ea y el plano de la elípt ica. Est a cruz cósm ica
es considerada com o la represent ación del Árbol Sagrado, el Árbol de la Vida, el
Árbol recordado en t odas las t radiciones espirit uales del m undo. Algunos
observadores dicen que est a alineación con el corazón de la galaxia en el 2012
abrirá un canal espiral para que la energía cósm ica fluya a t ravés de la Tierra,
purificándola y elevando t odo lo que m ore sobre Ella a un nivel superior de
vibración.
El cam bio se est á acelerando ahora y cont inuará acelerándose. Si la gent e
de la Tierra puede llegar a est a fecha de 2012 en buen est ado, sin haber
dest ruido dem asiado del planet a, ascenderem os a un nivel nuevo, superior. Mas
para llegar allí, debem os t ransform ar las fuerzas enorm em ent e poderosas que
buscan bloquear el cam ino.
La t radición Maya y de los calendarios ofrece un cuadro del punt o en que
nos encont ram os y de lo que nos espera m ás adelant e por el cam ino. La fecha
especificada en el calendario, el solst icio de I nvierno del 2012, no m arca el fin
del m undo. Muchos aficionados que escriben sobre el calendario Maya,
sensacionalizan est a fecha, pero est á claro que no saben. Aquellos que sí saben
son los ancianos indígenas a quienes se les ha confiado conservar la t radición
Maya.
La hum anidad va a cont inuar, aunque de una m anera diferent e. Las
est ruct uras m at eriales cam biarán. Gracias a eso t endrem os la oport unidad de
ser m ás hum anos. Est am os viviendo en la Era m ás im port ant e de los
calendarios y profecías Mayas. Todas las profecías del m undo, t odas las
t radiciones, est án convergiendo ahora. No queda t iem po para j uegos. El ideal
espirit ual de est a Nueva Era es la acción. Muchas Alm as poderosas han
reencarnado en est os cruciales t iem pos con una gran cant idad de poder. Est o
vale para am bos lados, el de la Luz y el de la Oscuridad.
Hem os progresado profundam ent e en est a fase de t ransición, pero
m uchas de las llam adas fuent es de est abilidad financiera son, de hecho,
vacuas. Los bancos son débiles. Est e es un m om ent o delicado para los bancos.
Si est os quebraran, est aríam os forzados a depender de la Tierra y de nuest ras
capacidades. Los sist em as m onet arios se derrum barían y nosot ros t endríam os
que depender de nuest ra relación direct a con la Tierra para nuest ra
~ 76 ~
alim ent ación y cobij o. Tant o el Polo Nort e com o el Sur se est án desm em brando.
El nivel de las aguas en los océanos va a elevarse. Sin em bargo, al m ism o
t iem po, se elevarán t errit orios desde el océano, en especial cerca de Cuba.
Un respet ado anciano, que vive t odo el año en una solit aria caverna en la
m ont aña, viaj ó hast a Chichicast enango para hablar ant e los asist ent es de una
im port ant e cerem onia. El anciano ent regó un sim ple y direct o m ensaj e. Llam ó a
los seres hum anos a unirse en apoyo de la Vida y la Luz. Act ualm ent e, cada
persona o grupo van por su propio cam ino. El anciano de las m ont añas dij o que
habrá esperanza si las gent es de la Luz pueden unirse o conect arse de algún
m odo.
Vivim os en un m undo de polaridades: día y noche, hom bre y m uj er,
posit ivo y negat ivo. La Luz y la Oscuridad se necesit an m ut uam ent e. Ellas
j unt as, son un equilibrio. En est os m om ent os el lado oscuro es m uy fuert e y
t iene m uy claro lo que quiere. Tienen sus visiones y prioridades claram ent e
est ablecidas. Tam bién su j erarquía. Est án t rabaj ando de m uchas m aneras para
que seam os incapaces de conect arnos con la espiral del Quint o Mundo en el
2012.
Al lado oscuro le gust a la energía del Cuart o Mundo m at erialist a y
decadent e. Quieren m ant enerse en est e nivel, pues le t em en al próxim o. El
oscuro poder del decadent e Cuart o Mundo no puede ser dest ruido ni vencido. Es
dem asiado fuert e. Enfrent arse a él es una est rat egia errada. Lo oscuro sólo
puede ser t ransform ado cuando se le confront a con la sim plicidad y la abiert a
cordialidad. Est o es lo que lleva a la fusión, un concept o clave para el Mundo del
Quint o Sol.
La em ergent e Era del Quint o Sol, pondrá la at ención sobre un descuidado
elem ent o. Mient ras los cuat ro elem ent os t radicionales de t ierra, aire, fuego y
agua han sido la base de t odo lo creado en m uchas épocas del pasado, habrá
un quint o elem ent o que considerar en la era del Quint o Sol: el ét er. El
diccionario define al ét er com o el rarificado elem ent o de los cielos. El ét er es un
m edio. Llena t odo el espacio y t ransm it e ondas de energía en una am plia gam a
de frecuencias, desde los t eléfonos m óviles hast a las auras hum anas.
El ét er, el elem ent o del Quint o Sol, es celest ial y carece de sust ancia
m at erial, aunque no es m enos real que la m adera, la piedra o la carne. Dent ro
del cont ext o del ét er se puede dar una fusión de las polaridades. Ya no m ás
Oscuridad o Luz en las gent es, sino una fusión elevada por encim a de ellas.
Mas en est os m om ent os, el ám bit o de la Oscuridad no est á int eresado en
ello. Est á organizado para bloquearlo. Busca desest abilizar la Tierra y su
m edioam bient e para que no est em os preparados en la alineación del solst icio
de invierno del año 2012. Necesit am os t rabaj ar j unt os por la paz y el equilibrio
con el ot ro lado. Necesit am os cuidar de la Tierra que nos alim ent a y nos cobij a.
Necesit am os poner t oda nuest ra m ent e y corazón en buscar la unidad y la
~ 77 ~
fusión ahora, para preservar la vida, para est ar preparados en est e Gran
Mom ent o de la Hist oria Universal.
Act ualm ent e, nos hallam os en un m om ent o crít ico. Est am os
desequilibrados. No podem os seguir j ugando. Nuest ro planet a puede ser
renovado o devast ado. Ahora es el m om ent o para Despert ar y ent rar en acción.
Todos y cada uno de nosot ros som os necesarios para el proceso de la
Ascensión. No est am os aquí sin una razón. Todos los que est am os ahora aquí
en la Tierra t enem os un propósit o im port ant e. Est os son t iem pos duros, pero
especiales. Tenem os la oport unidad para crecer, pero debem os est ar list os para
est e m om ent o crucial de la hist oria.
Los cam bios profet izados se producirán, m as nuest ras act it udes y
acciones det erm inarán cuan rigurosos o suaves sean. Necesit am os act uar,
int roducir cam bios y elegir gent es que nos represent en, que ent iendan y que
vayan a decidir acciones polít icas para respet ar la Tierra. Desarróllense de
acuerdo a sus propias t radiciones y al llam ado de su corazón. Mas recuerden la
enorm e im port ancia que t iene el respet ar las diferencias y esforzarse por la
unidad. Com an sabiam ent e. Una gran cant idad de alim ent os est án corrom pidos
ya sea en lo sut il o lo denso. Prest en at ención a lo que pongan dent ro de sus
cuerpos. Aprendan a conservar alim ent os y a conservar energía. Aprendan
algunas buenas t écnicas respirat orias para m ant ener un dom inio sobre su
respiración. Sean claros. At énganse a alguna t radición con raíces profundas. No
im port a cual t radición sea, su corazón se los dirá, pero t iene que t ener grandes
raíces.
Vivim os en un m undo de energía. Una im port ant e t area en est os t iem pos
es aprender a percibir o ver la energía en cada cual y en t odo: gent es, plant as,
anim ales. Est o será cada vez m ás im port ant e a m edida que nos vayam os
acercando al Mundo del Quint o Sol, porque est á asociado al elem ent o ét er ( el
ám bit o en que vive y se ent relaza la energía) . Diríj anse a sit ios sagrados para
orar por la paz y m ant engan el respet o por la Tierra que nos da alim ent o,
vest ido y cobij o. Necesit am os react ivar la energía de esos lugares sagrados. Esa
es nuest ra t area.
Una sim ple aunque eficaz t écnica de oración, es la de encender una vela
de color blanco o azul pálido. Medit en un m om ent o en paz. Exprésenle su
int ención a la llam a y envíen esa luz hacia los líderes que t engan poder de
declarar la guerra o la paz. Todos t enem os una im port ant e t area que cum plir.
Est os son unos m om ent os t rem endam ent e im port ant es para la hum anidad y
para la Tierra. Cada persona es im port ant e. Si han encarnado en est a era,
t ienen un t rabaj o espirit ual que llevar a cabo para el equilibrio del planet a.
La m ayor sabiduría reside en la sim plicidad. Vivir desde el Am or, la
Com pasión, el Respet o, la Tolerancia, el Com part ir, la Grat it ud y el Perdón, no
es com plej o ni elaborado. La Verdad que nos hará libres es grat uit a y est á
dent ro de cada cual. Est á codificado en el ADN de ust edes. Todo lo que
~ 78 ~
necesit an est á dent ro de ust edes. Grandes m aest ros lo han dicho desde un
principio. Encuent ren su corazón y encont rarán su cam ino.”
EL CALEN D ARI O GREGORI AN O Y SUS ALTERN ATI V AS
Para los pueblos prim it ivos el t iem po era una sucesión confusa de días y
noches, pero a m edida que el hom bre evolucionó, apareció la necesidad de
m edirlo. Por ello, a lo largo de la hist oria se han creado diversos t ipos de
calendarios así com o dist int as form as de m edirlo. Act ualm ent e, exist en m ult it ud
de calendarios com o son el hebreo, el m usulm án, el chino, el t ibet ano, el hindú
y ot ros m uchos, siendo el gregoriano el m ás ext endido en países y t errit orios.
A cont inuación vam os a conocer los orígenes del calendario gregoriano, sus
irregularidades y los perj uicios que ocasiona, para pasar luego a explicar las
vent aj as de m edir el t iem po con ot ros calendarios que funcionan en arm onía
con nuest ra galaxia.
Ant es del prim er calendario solar, los ant iguos egipcios y la m ayoría de pueblos
y civilizaciones que m edían el t iem po, usaban calendarios basados en los ciclos
de la luna. Hacia el t ercer m ilenio A.C., los egipcios invent aron el calendario
solar de doce m eses de t reint a días, m ás cinco días adicionales. Est e fue
adopt ado por los rom anos a part ir de la fundación de Rom a en el año 753 A.C.
Luego, el año rom ano se reduj o a 10 m eses, com enzando su año en m arzo y
t erm inando en diciem bre ( Mart ius, Aprilis, Maius, I unius, Quint ilis, Sext ilis,
Sept em ber, Oct ober, Novem ber y Decem ber) . Post eriorm ent e, se añadiría al
calendario dos m eses m ás después de diciem bre ( I anuarius y Februarius) ,
t erm inando el año en febrero. En el año 153 A.C. se adelant a el inicio del año a
principios de enero, y m ás t arde, Julio César y August o César cam biarían
“ Quint ilis” y “ Sext ilis” por “ Julius” y “ August us” .
En el año 46 A.C. Julio César reform ó el calendario rom ano, pasando a llam arse
ent onces calendario j uliano. Est e calendario, a su vez, fue adopt ado por el
crist ianism o no ort odoxo a part ir del Concilio de Nicea en el año 325 de nuest ra
era, en el que se fij ó el m om ent o en que debía celebrarse la Pascua y en
relación con est a las dem ás fiest as religiosas m óviles. En los países de religión
ort odoxa el calendario j uliano se m ant endría hast a principios del siglo XX.
Cabe dest acar que el inicio del año en el ant iguo calendario rom ano, se
est ableció en el m es de m arzo, coincidiendo con el inicio de la prim avera, que
es cuando se decidían las cam pañas m ilit ares del año. Marzo deriva de
“ Márt ius” , m es de Mart e, el Dios de la guerra. Cuando se adelant a el inicio del
año a enero, se hace t am bién para planificar las cam pañas m ilit ares debido a
las guerras celt ibéricas y a los problem as derivados de la conquist a y asedio de
Num ancia.
~ 79 ~
En el siglo VI , el Papa Juan I pidió al m onj e Dionisio el Exiguo que elaborara
una cronología crist iana de la hist oria hum ana, basada en la fecha de la llegada
de Jesucrist o. Hast a ent onces los acont ecim ient os se fechaban a part ir de la
fundación de Rom a, “ ab urbe condit a” ( a.u.c.) . Dionisio sit uó la fecha del
nacim ient o de Jesús de Nazaret , el 25 de diciem bre del 753 a.u.c. A
cont inuación fij a el com ienzo de la era crist iana ocho días m ás t arde, es decir el
1 de enero del 754 a.u.c., cuando supuest am ent e el Mesías t enía 8 días. Est o se
debe a que en el calendario j uliano el año com enzaba el día uno del m es enero.
Al t om arse com o referencia ese prim er día del año 754 a.u.c., se com et e un
error arit m ét ico al considerarlo equivalent e al 1 de enero del año uno. Est o es lo
que provoca que los siglos com iencen por 01 y no por 00. Si se hubiera llam ado
a est a fecha fundadora 1 de enero del año cero, t odas las polém icas sobre el
principio de los siglos y m ilenios no habrían t enido razón de ser.
Asim ism o, Dionisio se equivocó con respect o a la fecha del nacim ient o del niño
Jesús. Por falt a de inform ación, sit uó su venida al m undo cuat ro años después
de la m uert e del rey Herodes, lo que no cuadra con el relat o de los Evangelios.
No poseem os fuent es hist óricas precisas sobre su nacim ient o, pero sí
conocem os la fecha de la m uert e del fam oso Herodes en el año 750 a.u.c. Por
t ant o Jesucrist o nació en el año 4 A.C. o ant es, y según m últ iples
invest igaciones al respect o t uvo que ser en verano. Varias t eorías sit úan el día
de su nacim ient o en el 21 de agost o.
En el año 1582, el Papa Gregorio XI I I int roduj o ot ra reform a al observarse el
desfase ent re el año civil y el año t rópico, siendo est e últ im o el período que
t iene ver con el inicio de las est aciones. Pero al no t om ar t ot alm ent e en cuent a
el m ovim ient o designado com o precesión de los equinoccios, t enem os
act ualm ent e un desfase de aproxim adam ent e 78 días, con lo que el inicio de
cada año no ocurre el prim ero de enero, sino el 20 de m arzo del año
gregoriano. Ya en el año 125 A.C., Hiparco, llam ado el gran observador,
descubrió que la posición de los equinoccios y los solst icios no perm anecían
invariables con respect o a las est rellas y logro m edir est a variación con
bast ant e exact it ud para los m edios que se disponían en esa época.
En est os m om ent os es im port ant e señalar, que para m edir las horas, los
rom anos usaron reloj es de Sol y dividieron el día en 12 horas. Post eriorm ent e,
la división del día se duplicó al aum ent arse el núm ero de horas diarias a 24.
Más t arde, t ras la invención de los reloj es m ecánicos cont inuó la división del
t iem po, est ableciéndose fracciones de est e cada vez m ás pequeñas con los
m inut os y los segundos. La base de división de los días en 12- 24 horas, y de las
horas en 60 m inut os y 60 segundos respect ivam ent e, se t om ó de los sist em as
duodecim al y sexagesim al de raíces com unes, posiblem ent e babilónicas, y que
post eriorm ent e fueron usados por los árabes.
El problem a que han t enido t odas las civilizaciones a la hora de m edir el t iem po,
es debido a que la nat uraleza no produce regularidades ast ronóm icas que
perm it an est ablecer ciclos num éricos sim ples. La Tierra no gira alrededor del
~ 80 ~
Sol en 365 días, ni en 365 días y un cuart o, sino en 365 días, 5 horas, 48
m inut os y 45,967… segundos.
Las sem anas no corresponden a ningún ciclo nat ural. La rot ación de la Tierra
nos dict a una división del t iem po en días, pero la clasificación de esos días en
grupos de siet e es una decisión de ciert as cult uras. En la m edida en que 365 no
es divisible por 52, hay t odos los años un día adicional que desplaza a las
sem anas, salvo en los años bisiest os. El origen de los años bisiest os se debe a
Julio Cesar, quién reform a el calendario rom ano y lo basa en años de 365 días y
un cuart o. César no t iene en cuent a las horas y m inut os adicionales y
rest ablece los t res cuart os del día que falt a con un año de 366 días ( bisiest o por
sus dos núm eros seis) , cada período de cuat ro. El sist em a funciona m ás o
m enos bien, pero añade t iem po ext ra a la duración de cada año. Est o causó que
en el curso de los siglos ese t iem po com plem ent ario sum ara nuevos días,
provocando un desfase con respect o al inicio de las est aciones.
En cuant o a la precesión equinoccial, t am bién llam ada ret rogradación de los
equinoccios, est a se produce porque la Tierra gira diariam ent e sobre un ej e que
est á som et ido a diversas fuerzas cent rípet as, cent rífugas y ot ras com o
consecuencia de aceleraciones y desaceleraciones, las cuales provocan que el
planet a no gire de form a est able sobre su ej e, sino sobre un punt o del m ism o.
Est as fuerzas generan un balanceo o m ovim ient o de cabeceo del planet a,
sim ilar a lo que ocurre cuando hacem os girar un t rom po. La Tierra t arda
aproxim adam ent e 26.000 años en com plet ar los 360 grados de su m ovim ient o
precesional.
Por t odo lo ant erior, podem os concluir el aspect o hist órico y ast ronóm ico de
est e capít ulo y explicar brevem ent e dos calendarios m uy t enidos en cuent a a
nivel m undial, aunque no reconocidos oficialm ent e.
El calendario precesional t iene t am bién doce m eses al año, pero no necesit a ser
corregido m ediant e años bisiest os, ni ningún t ipo de aj ust e. Todos los años
com ienzan el prim er día de Aries, es decir, el 20 de m arzo del calendario
gregoriano y t erm inan el últ im o día de Piscis, pasando por el rest o de m eses,
cuyos nom bres coinciden con los asignados a los signos del zodiaco. Est os
m eses est án sincronizados y en arm onía con las energías de las doce
const elaciones zodiacales, est ando adem ás aj ust ados al año t rópico y por t ant o
al referido m ovim ient o de la precesión de los equinoccios.
Est e calendario es de origen esot érico y se usa act ualm ent e por num erosos
grupos de seres hum anos en t odo el planet a. Com ienza su cuent a a part ir del
gran ciclo de t iem po llam ado Kali Yuga ( período de 432.000 años que aparece
en las escrit uras hinduist as) . Según las escrit uras védicas y coincidiendo con el
ast rónom o Aria Bhat t a ( 476- 550 D.C.) , est e ciclo com enzó en el año 3102 A.C.,
cuando Krishna est aba present e en la Tierra, casi coincident e con el inicio del
calendario Maya.
~ 81 ~
El año precesional, al igual que el año del ant iguo calendario rom ano, com ienza
con el inicio de la prim avera. Todos los ciclos de la nat uraleza, com ienzan por el
nacim ient o o principio de algo y t erm inan en su m uert e o final. Por sim ple
sent ido com ún, no puede ser que el nacim ient o de un año ast ronóm ico t errest re
com ience en pleno invierno, sin ni siquiera coincidir con el solst icio, donde las
horas de luz solar escasean y la vida se inhibe o hiberna. Sin em bargo, la razón
nos dice que el inicio o nacim ient o del ciclo anual debe coincidir con el inicio de
la prim avera ( m arzo en el hem isferio nort e del planet a y sept iem bre en el
hem isferio sur) , m om ent o en el que brot a la vida, para luego llegar a su
m áxim o esplendor con la llegada de los días de m ás luz en verano.
Post eriorm ent e, con la dism inución de las horas de Sol en ot oño, se va
reduciendo el t ono vit al de la nat uraleza, hast a llegar a su m ínim a expresión
con la llegada del invierno.
Adem ás de no ser enero el m es en que com ienza el año ast ronóm ico t errest re,
hay que t ener en cuent a que en dicho m es sit uó el I m perio Rom ano el inicio del
año por puros int ereses bélicos. Por t ant o, podem os concluir que el calendario
gregoriano es inapropiado para la Hum anidad act ual, siendo los calendarios
precesional y el que a cont inuación expondré, unas alt ernat ivas m uy válidas
para m edir el t iem po de m anera m ás acorde con las necesidades hum anas.
Exist e ot ro calendario, cada vez m ás t enido en cuent a a nivel m undial, basado
en la sabiduría de los Mayas: el calendario de las t rece lunas. Est e calendario
t am bién llam ado lunar fue apoyado act ivam ent e por la Cám ara I nt ernacional de
Com ercio en 1931 y por personas com o East m an Kodak y Mahat m a Gandhi. Es
un calendario de base lunar, que t iene m uy en cuent a el aspect o fem enino por
coincidir con el ciclo de m enst ruación de la m uj er: se com pone de 13 m eses de
28 días. Est o lo diferencia enorm em ent e del calendario gregoriano que es de
base solar y que fue im puest o por un m odelo de sociedad t ot alm ent e pat riarcal
o m asculina.
El calendario de 28 días hace m ás fácil la cont abilidad, y perm it e que cualquier
día caiga año t ras año en el m ism o lugar de la sem ana. Com ienza el día 26 de
j ulio del calendario gregoriano y t erm ina el 24 del m ism o m es. El día núm ero
365 es el 25 de j ulio, t am bién llam ado Día Fuera de Tiem po, pues no se int egra
en ninguna sem ana del año. Est e día era considerado sagrado por los Mayas, al
sincronizarse el Sol con la est rella Sirio. En él se celebraba el t érm ino de un
ciclo anual y el com ienzo de ot ro, m ediant e m edit aciones, rit uales y
celebraciones dest inadas a la lim pieza de las im purezas acum uladas, y t am bién,
a la absorción de energías purificadoras para el nuevo año.
El calendario 13 lunas/ 28 días, no es una nueva idea. Adem ás de los Mayas, los
Druidas ut ilizaban el calendario árbol con una cuent a de 13 por 28 m ás 1, al
igual que lo hacían los I ncas, los ant iguos Egipcios, los Et ruscos, los Polinesios y
ot ras m uchas cult uras ancest rales.
La perfección m at em át ica del calendario t rece lunas puede ser exhibida por la
~ 82 ~
ecuación: 1 + 2 + 3 + 4 + 5 + 6 + 7 = 28. La sincronización del Día Fuera de
Tiem po, se corresponde con un event o ast ronóm ico regular relacionado con la
est rella Sirio, que nos arm oniza con nuest ra galaxia. En su esencia, est e
calendario expresa el fact or t iem po com o una frecuencia const ant e 13: 20. El 13
se corresponde con el núm ero de ciclos lunares anual, con el núm ero de ciclos
de m enst ruación de la m uj er al año, con el núm ero de “ t onos” del Tzolkin Maya
y adem ás con el núm ero de art iculaciones principales del ser hum ano. El 20 se
relaciona con el avanzado sist em a m at em át ico vigesim al de los Mayas, con los
20 sellos o glifos del Tzolkin, y con los 20 dedos del ser hum ano. Est a const ant e
define un nuevo reino de la realidad, el orden sincrónico, donde la sincronicidad
es la norm a y puede ser m apeado por códigos m at em át icos.
Sin em bargo, el calendario gregoriano se expresa a t ravés de la frecuencia
12: 60, que hace del t iem po una frecuencia m ecánica e irregular. Est a
frecuencia se corresponde con la división del año en 12 m eses, del día en 24
horas y de la hora y m inut os en 60 m inut os y 60 segundos respect ivam ent e.
Est o provoca en los seres hum anos aceleración, est rés, m ayor com pet it ividad,
alienación, depresión y esclavit ud. La com binación del calendario gregoriano y
del reloj m ecánico, produce una frecuencia art ificial cuya acept ación
inconscient e causa la separación de los hum anos del orden biosférico nat ural.
Tras el calendario gregoriano subyace la m áxim a de “ el t iem po es oro” . En base
a est e lem a la Hum anidad ha sido program ada para la com pet it ividad, es est rés
y la desesperación. Sin em bargo, con el calendario t rece lunas se considera que
“ el t iem po es art e” , pues nos perm it e adent rarnos en ot ra dim ensión, donde se
expresa plenam ent e la creat ividad y la espirit ualidad del ser hum ano en
perfect a arm onía con la Nat uraleza.
EL N UEVO ORD EN M UN D I AL
Est e capít ulo puede parecer ciencia ficción, pero las num erosísim as pruebas,
denuncias, filt raciones, declaraciones y la evident e realidad que nos rodea, nos
adviert en que se acercan m om ent os m uy difíciles por los que pront o pasará la
Hum anidad. Sin em bargo, la siguient e inform ación debe ser t om ada con
caut ela, puest o que aunque de ella nada nos digan los principales m edios de
com unicación, no por ello dej a de ser verdad, pero cada cual en su libre
albedrío puede indagar o invest igar sobre la m ism a y aplicar su int uición y
discernim ient o.
El concept o de “ La Huelga Tranquila” que da t ít ulo a est e libro y que llena de
cont enido la prim era part e del m ism o, nació com o consecuencia del
conocim ient o por quién les escribe est as palabras, de la exist encia de un plan
eugenésico, elaborado y auspiciado por “ grandes personalidades” de las
finanzas, de la polít ica, m ilit ares e incluso de la cult ura y la ciencia ( m uchas son
conocidas y ot ras no) . Pues bien, a dicho plan se le adj udicó el t ít ulo de “ guerra
~ 83 ~
t ranquila” , t érm ino que según m uy diversas fuent es, fue acuñado por el núcleo
duro de t ales “ personalidades” e im plem ent ado t ras la segunda guerra m undial,
con el pret ext o de evit ar una posible t ercera guerra que pudiera t erm inar con la
especie hum ana. Por t al m ot ivo, diseñaron un proyect o que hiciera posible el
cont rol y dirección de las m asas hum anas hacia lo que ellos llam an el “ nuevo
orden m undial” .
Pero ant es de proseguir con el cont enido de t an sorprendent e plan, es necesario
aclarar que la exist encia de t ales grupos de poder planet ario se rem ont an a
t iem pos rem ot os. Afort unadam ent e, una crecient e m inoría de la Hum anidad
est á despert ando, est á siendo conscient e de la “ realidad” en la que vivim os, y
est á conociendo y recordando que la especie hum ana ha est ado som et ida por
m ilenios a los int ereses de un select o grupo de poder. I ncluso hoy día cont inúa
ej erciendo su influencia con un m ayor grado de eficacia, m ediant e las nuevas
t ecnologías y desde el act ual sist em a económ ico capit alist a que recient em ent e
crearon.
Act ualm ent e, en est e escenario m undial est án por un lado, una m uy pequeña
fracción de la Hum anidad, t errenalm ent e m uy poderosos y que hist óricam ent e
han creído que son los “ am os del m undo” , a los que algunos llam an “ la élit e
financiera global” . Por ot ro lado est án el rest o de herm anos hum anos que
saben, sean conscient es de ello o no, que t odos los seres hum anos som os por
igual los legít im os herederos de la Nueva Tierra. Pero la m ayoría de la
Hum anidad aún no lo sabe. Ent re ést os dos bandos, est á ocurriendo una
“ guerra” de la oscuridad cont ra la Luz. Una bat alla absurda, pues com o bien
sabem os, la oscuridad sólo t iene exist encia relat iva ya que en realidad solo es
ausencia t em poral de Luz. Sólo puede exist ir en la ilusión del t iem po.
Pero en est e caso, son una oscuridad despiert a, preparada y m uy int eligent e,
que posee un gran conocim ient o t ecnológico, que usa a espaldas y en cont ra de
una “ Hum anidad t em poralm ent e dorm ida” , a la que se le sum inist ra abundancia
de inform ación dist orsionada y de poca relevancia, que la m ayoría de las veces
provoca m iedo en la población. Cont rolan la m ayoría de organism os
int ernacionales de form a sut il y desde la som bra. Dirigen la banca int ernacional
y la m ayoría de las grandes m ult inacionales. Tam bién deciden, casi en
exclusiva, sobre las em presas relacionadas con la indust ria farm acéut ica y las
de fabricación de arm as. I ncluso, sus t ent áculos de poder, les perm it e cont rolar
el m ercado de las drogas. En últ im a inst ancia, pret enden inst aurar un nuevo
orden m undial cont rolado por ellos, para som et er y dirigir a los seres hum anos
a su volunt ad, y llegado el m om ent o, incluso est arían dispuest os a reducir
drást icam ent e la población m undial.
“ La élit e financiera global” , se est ruct ura a nivel planet ario sobre un gran
organigram a de clubs, logias y corporaciones, en los que sus int egrant es son,
principalm ent e, varias decenas de fam ilias dinást icas, cuyos m iem bros son en la
m ayoría de los casos poderosos m agnat es de las finanzas, que cont rolan desde
“ det rás del t elón” grandes inst it uciones int ernacionales ( FMI , BANCO MUNDI AL,
~ 84 ~
OMS,
llega
com o
com o
OMC, OTAN,…) , e influyen direct am ent e en la desinform ación que nos
a t ravés de los m edios de com unicación. Ellos t am bién son conocidos
los I llum inat is, y son los principales int egrant es de clubs y organizaciones
el Club de Rom a, la Com isión Trilat eral y el Club Bilderberg.
Com o prueba cont undent e cit aré un libro, un aut or y una hist oria real. “ Hist oria
de un econom ist a: un consult or se enfrent a al ham bre y al Banco Mundial” , ha
sido escrit a con hechos, personaj es, fechas, inform es del Banco Mundial,
ent revist as e int ervenciones realizadas en Sierra Leona, t odo ello para im pedir
una supuest a ham bruna inm inent e. Pues bien, el aut or Pet er Griffit hs es un
dest acado econom ist a que ha cooperado en t reint a países diferent es con
organizaciones de ayuda hum anit aria, adem ás de t rabaj ar en varias ocasiones
para el Banco Mundial, la UE, el PNUD y la FAO. En su libro Griffit hs cuent a que
t rabaj ó durant e cuat ro m eses para el Banco Mundial, con la m isión de im pedir
una ham bruna en Sierra Leona. Su experiencia lo m arcó de t al m odo que
decidió escribir sobre ello para cont ar com o se vio enfrent ado a la perversión de
una de las m ás poderosas inst it uciones económ icas de nuest ro m undo. “ Hist oria
de un econom ist a” explica las presiones que desde arriba sufrieron polít icos,
funcionarios y asesores colaboradores en ayuda hum anit aria, por el Banco
Mundial para im pedir que int ervinieran en una crisis que int eresaba t ransform ar
en una ham bruna, que a la post re, lucraría sólo a unos pocos. El prot agonist a
nos cuent a “ he t rabaj ado en crisis que han sido provocadas por las
int ervenciones del FMI y del Banco Mundial” , y t am bién nos dice “ est e libro
m uest ra que son personas individuales las que provocan la pobreza, el
subdesarrollo y el ham bre a t ravés de sus act uaciones incom pet ent es,
deshonest as y en algunos casos m alvadas” .
Una vez descrit a la denuncia que descubre cuales son los verdaderos int ereses
y al servicio de quienes est án el Banco Mundial y el FMI , volvam os al núcleo de
est e capít ulo: el escenario donde se desarrollará la Nueva Tierra que anhela la
Hum anidad en general.
Act ualm ent e, el escenario m undial est á cam biando, porque vam os conociendo
la esencia del “ adversario” ; ellos m ism os se est án desenm ascarando y nos
est án dej ando ver claram ent e sus absurdos int ereses de poder y cont rol sobre
la Hum anidad. En realidad, ellos nos est án dando la oport unidad de despert ar y
evolucionar hacia un est ado de consciencia superior. Ellos, sin querer, est án
acelerando nuest ra evolución colect iva y asim ism o propiciando que nos
vayam os uniendo m asivam ent e para la const rucción de la Nueva Tierra, donde
ya hem os em pezado a est ablecer las reglas de j uego de la nueva Sociedad
Frat ernal que la Hum anidad se m erece. El Nuevo Mundo result ant e se
desarrollará en base a grandes valores com o son: la Just icia, la Paz, el
Com part ir, la Cooperación, la Frat ernidad, la Libert ad, el Perdón y por supuest o
el Am or y la Com pasión.
Por t ant o, no debem os luchar, ni ir en cont ra de t al “ adversario” , m ás bien
debem os perdonarlos y desear que salgan de la oscuridad lo ant es posible; la
~ 85 ~
Just icia y Misericordia divinas se encargarán del rest o. No debem os alim ent ar
nuest ra curiosidad por conocer cuales son los crueles planes que quieren
im poner sobre la Hum anidad, puest o que ello puede t raducirse en m iedos y
t em ores que en nada nos beneficia a nivel individual o colect ivo. Lo realm ent e
efect ivo es que nos enfoquem os en const ruir un Nuevo Hogar Planet ario y no
luchar cont ra nada ni nadie.
Tenem os a nuest ro favor, que som os m uchos m ás, que est am os despert ando y
que un gran núm ero de personas m uy cualificadas y com prom et idas con el bien
com ún, est án t rabaj ando diplom át icam ent e en la alt a polít ica y en las cúpulas
de la m ayoría de inst it uciones que “ los oscuros” dom inan. Trabaj an
pacient em ent e y de form a coordinada, hast a que llegado el m om ent o, puedan
dar el salt o que les perm it a t om ar los principales puest os de responsabilidad
polít ica, económ ica, religiosa y social. Por lo t ant o, debem os t ener paciencia y
act uar sólo desde nuest ro Cent ro en nuest ros respect ivos ent ornos sociales, sin
m iedo, y llegado el m om ent o, uniéndonos y cooperando para est ablecer las
firm es bases de la Nueva Tierra em ergent e, que a su vez im pedirá y
desm oronará el inviable plan que desea im plant ar “ la élit e financiera global” .
En definit iva, som os cada uno de nosot ros los que debem os discernir y decidir
qué hacer al respect o, con la t ranquilidad de que nuest ra Sabiduría I nt erna nos
guiará por el buen cam ino.
LAS TECN OLOGÍ AS OCULTAS Y LA EN ERGÍ A LI BRE
La energía es un t em a de seguridad para las personas que realm ent e gobiernan
el planet a, a las que no les int eresa que sepam os de la exist encia de avanzadas
t ecnologías secret as, que liberarían a la Hum anidad de su esclavit ud energét ica
y que podrían solucionar problem as com o el ham bre y la pobreza en el m undo.
La disposición secret a cont enida en el Tít ulo 25, secciones 181- 188 del Unit ed
St at es Code de 1952, j ust ifica est a censura en aras de la seguridad nacional. En
pocas palabras, la cit ada ley del gobierno secret o de los Est ados Unidos,
j ust ifica el secuest ro de las pat ent es que at añen a la energía, usando com o
excusa preservar la seguridad del país. No habrá de ext rañar, por t ant o, que
sólo gracias a int ernet nos hayam os ent erado de la vida y obra de alguno de los
m ás grandes genios de la hist oria del ser hum ano.
En fechas t an lej anas com o 1890, Nikola Tesla t rabaj aba con la energía
elect rom agnét ica y la elect ricidad sin hilos sobre unas bases parecidas a lo que
hoy conocem os com o t ransm isión inalám brica y sist em as de cont rol rem ot o.
Am bos son sin duda, herederos de Tesla. En 1899, el serbocroat a t rabaj ó en su
laborat orio de Colorado en una t orre de t ransm isión de energía de 60 m et ros de
alt ura, a la que llam ó “ bobina de Tesla” y con la que t ransm it ía una onda de
frecuencia para hacer llegar la energía a lám paras sit uadas a 40 kilóm et ros de
la t orre. Con ella, pret endió dem ost rar que podía proveer de elect ricidad a una
~ 86 ~
gran cant idad de aparat os sin necesidad de cables t ransm isores. Su prim er
experim ent o fue un éxit o: doscient as lám paras de luz se encendieron a ciert a
dist ancia de la t orre. En 1906 present ó est e proyect o ya desarrollado, al
banquero J.P. Morgan, que accedió a financiarle unos años hast a que en una
cena con unas copas de m ás dij o: “ con ese sist em a se podría dar elect ricidad
grat uit a a t oda la población” . El razonam ient o del banquero fue aut om át ico: “ si
es grat is, ¿de dónde voy a ganar yo el dinero?” A part ir de ahí, no sólo se acabó
la financiación del genio Tesla, sino que su laborat orio em pezó a t ener una serie
de ext raños accident es.
Las pat ent es de Tesla fueron a parar a un caj ón, y un siglo después los
hum anos seguim os enganchados a los hilos para obt ener elect ricidad; una
evidencia con m uchas connot aciones sobre el verdadero caráct er de nuest ra
libert ad. A día de hoy, los papeles de Tesla se encuent ran oficialm ent e
desaparecidos, pero parece claro para t odos los cient íficos que los proyect os
HAARP y “ la guerra de las galaxias” son direct os herederos de sus invent os.
En m ayo del 2004, m uere en ext rañas circunst ancias el cient ífico Mallowe,
codescubridor de la energía de fusión at óm ica que, a diferencia de la fisión hoy
em pleada, no produce residuos. Profesor del I nst it ut o Tecnológico de
Massachuset s, Mallowe fue presionado para abandonar el prest igioso cent ro de
invest igación, después de publicar “ Fuego del hielo. En busca de la verdad de la
fusión fría” , en el que abundaba sobre la viabilidad de est a energía. Después de
m ucho t iem po t rabaj ando en ello, pocos m eses ant es de m orir, vio com o el
Depart am ent o de Energía de los Est ados Unidos com isionaba a un grupo de
cient íficos para revisar su m at erial publicado sobre la fusión fría. Tal era su
prest igio, que en el m es de m ayo, la com isión le había encargado un últ im o
inform e sobre la viabilidad de la cit ada fuent e energét ica. El inform e que
redact ó incluía pruebas concluyent es de que est ábam os ant e una fuent e de
energía lim pia e ilim it ada.
Desde Tesla hast a hoy, las desapariciones de cient íficos e invent ores, que han
desarrollado ingenios para liberar la energía, han sido const ant es.
La energía es un concept o que, a día de hoy, nadie puede explicar
com plet am ent e y los m ét odos para obt enerla parecen ser m uchos m ás que los
ya conocidos de las energías fósiles, el vient o o el Sol. I nt ernet se ha convert ido
en un hervidero de debat e ent re cient íficos sobre el concept o m ism o de la
energía y su posibilidad com o energía libre ( accesible y grat uit a) . En esencia los
defensores de la “ energía punt o cero” argum ent an, apoyándose en los
fundam ent os de la física cuánt ica, que el espacio no es vacío, sino que est á
sum ergido en un cam po m agnét ico m uy concent rado, com puest o de part ículas
que se m ueven m ás rápido que la luz y que const it uyen una fuent e de energía
libre, sit uada fuera del cam po elect rom agnét ico e independient e de la luz y el
Sol.
~ 87 ~
Los experim ent os con aceleradores de part ículas y el descubrim ient o de la
ant im at eria han t endido un puent e hacia la t esis, que el budism o Zen ya
ant icipó, que sost iene que “ la nat uraleza últ im a es vacío y el t odo est á
cont enido en la nada” . Todo ello desem boca en varias pregunt as filosóficas que
hoy día divide a los propios cient íficos, com o por ej em plo: ¿es el vacío ausencia
de m at eria y energía?
La viabilidad t eórica de la energía libre se funda en la exist encia del vacío
cuánt ico, un espacio cuasi espirit ual que est aría replet o de part ículas o plasm a,
de donde se podría ext raer unas cant idades ilim it adas de energía. A est e
respect o, durant e el siglo XX, cient íficos com o Lam b, Casim ir, Boyer o Dirac
realizaron experim ent os que validaban la hipót esis de Henry Moray, y que un
día se dio a conocer com o “ Los m ares de energía” . Moray form ulaba el concept o
sobre el que se asient a su hipót esis y que t iene m uchas sim ilit udes con lo que
en el m undo espirit ual se llam ó Ét er o Prana. I nspirado en est a t eoría, logró
desarrollar un convert idor que, con apenas 28 kilogram os, lograba generar 50
kilowat ios sin ninguna fuent e de energía aparent e.
Mient ras la barrera ent re la ciencia y la m agia se difum ina, los defensores de la
“ t eoría de la conspiración” afirm an que desde hace m ás de cien años se han
realizado experim ent os con est as energías, pero los éxit os de cient íficos com o
el propio Nikola Tesla o Eugene Malowe, habrían sido silenciados por los que
cont rolan la indust ria energét ica. Para corroborarlo, la prim era pat ent e de est e
t ipo de la que se t iene const ancia es la nº 60.986 y dat a del prim ero de enero
de 1867 en Francia, a cargo de un t al Mart in Ziegler. El invent o es un
acum ulador de una energía viva, no eléct rica.
Con m at ices m uy sut iles, la energía cósm ica de Tesla ha sido rebaut izada
post eriorm ent e com o energía t aquiónica o cam po de Feinberg, definido por ést e
en 1966 a part ir de la exist encia de una part ícula subat óm ica m ás rápida que la
luz. Siguiendo a Feinberg, el invest igador David Wagner ha desarrollado un
prot ot ipo que t rabaj a con est a energía y que lo define com o “ un regalo para el
planet a que ha cam biado a t odos aquellos que lo han conocido y les ha ayudado
en su evolución y curación. Crea el orden a part ir del desorden y t iene el
pot encial de devolver a la Tierra y a sus habit ant es la salud, la arm onía y la
unidad” .
Durant e el siglo XX, la física cuánt ica volvió a em parent ar a la ciencia con la
alquim ia. Mient ras t ant o, la ciencia oficial replica que t ant o en los espacios
vacíos del int erior del át om o com o del cosm os, donde no hay m at eria, sólo
exist e vacío. En est a cont inua vuelt a at rás de la ciencia m oderna para encont rar
los secret os del cosm os, la m ás m oderna ast ronom ía especula con que sólo
conocem os el cuat ro por cient o de lo que exist e en el Universo, siendo dos de
esas colosales desconocidas, las que la ciencia denom ina m at eria oscura y
energía oscura.
~ 88 ~
Los invent os suprim idos que gracias a int ernet est án saliendo a la luz, nos
ocuparían un libro ent ero aunque los resum iéram os. La figura del gran Nikola
Tesla ( hoy recuperada oport unam ent e por la oficialidad) , ej em plifica com o
ninguna ot ra cóm o nos han negado la m em oria de los grandes invent ores de la
Hum anidad. Únicam ent e podem os reseñar a algunos de ellos y apunt ar a que
num erosas personas de t odo el m undo est án sacando energía libre de los
im anes, e incluso consiguiendo la levit ación com o en el caso del invest igador
canadiense John Hut chinson a t ravés del “ levit rón” .
La em presa alem ana Perendev ha desarrollado un m ot or m agnét ico a part ir de
im anes, que es capaz de aut ogenerarse creando m ovim ient o perpet uo m ediant e
la at racción- repulsión de los propios im anes. Los planos det allados y con
esquem as para const ruir m ot ores de agua apt os para propulsar vehículos, est án
circulando discret am ent e por int ernet , pero en el caso de conseguirse aplicar en
nuest ros vehículos, t endrían que enfrent arse a las revisiones I TV y a las leyes
de hom ologación que nos im piden liberarnos de los com bust ibles fósiles. Sólo
una acción coordinada de t oda la población podrá hacer que t odos est os
invent os y m uchos ot ros salgan a la luz.
La est ruct ura de pat ent es y derechos de aut or han sido pensados para
obst aculizar que t odo est e conocim ient o llegue a los ciudadanos. De ahí
t am bién, la furibunda persecución de ent idades com o las sociedades de aut ores
cont ra la com part ición de archivos por int ernet .
Com o dij im os al principio, la energía es un asunt o de seguridad para las
personas que gobiernan el planet a y sólo perm it en que sepam os una pequeña
part e sobre ella. La razón es bien sencilla: m ant ener el poder evit ando que el
conocim ient o llegue a ser pat rim onio de la Hum anidad, pues si la energía se
libera, nosot ros t am bién.
N O ESTAM OS SOLOS Y N UN CA LO H EM OS ESTAD O
Si dirigim os la m irada hacia los num erosos fenóm enos de “ crop circles”
( enorm es “ círculos de las cosechas” que cont inuam ent e aparecen en m ult it ud
de lugares del m undo) , o hacia las gigant escas figuras de Nazca dibuj adas hace
m iles de años, o las lit ografías, grabados, escult uras y pint uras con m ot ivos de
naves voladoras o ast ronaut as, dat adas en m illares de años, deducirem os que
han sido m ot ivados probablem ent e por Seres de ot ros m undos.
I gualm ent e, en m uchas cult uras indígenas del planet a se repit e la m ism a
leyenda: “ los creadores vinieron de las est rellas” . Dichas cult uras ancest rales
han hablado del origen ext rat errest re del ser hum ano. El pueblo Dogón, perdido
en la falla de Bandiagara ( Mali) , afirm a provenir de la est rella Sirio. Fue
descubiert o al m undo occident al por el ant ropólogo francés Marcel Griaulle a
m ediados del siglo XX, quien reparó en que, en una de sus danzas dedicada a la
~ 89 ~
est rella Sirio, la m ost raban con una est rella gem ela, algo que no casaba con el
conocim ient o del que se disponía en la época. Solo hace pocos años, los
ast rónom os descubrieron que Sirio ( ahora Sirio A) t enía una est rella gem ela
( Sirio B) . Cóm o poseían los Dogón est e conocim ient o es algo que escapa a la
com prensión de los cient íficos. Según los hechiceros de est a t ribu, la explicación
es sencilla: provienen de allí.
Pero no son los únicos que afirm an sem ej ant e cosa. En África, los Hut us de
Ruanda y los Zulúes de Sudáfrica t ienen leyendas sim ilares y se consideran
descendient es de una raza de seres de las est rellas llam ada “ I m anuj ela” , es
decir, los señores que han venido. Ent re los Bam bara de Mali la hist oria se
repit e aunque cam bie el nom bre: a los visit ant es se los conoce com o
“ Zishwezi” . Los papiros egipcios relat an que, durant e el reinado de Tut m osis I I I
hace 3.500 años, el país del Nilo fue invadido por esferas de luz, descrit as com o
círculos de fuego.
En Colom bia, los indios Mam os de la Sierra Nevada de Sant a Mart a poseen unos
ext raños discos con unas inscripciones grabadas que hablan de su origen
ext rat errest re. Ellos m ism os se consideran herederos de una sabiduría est elar.
Est e inexplicable fenóm eno de las inscripciones con inform aciones est elares se
repit e a m iles de kilóm et ros de allí, en el cont inent e asiát ico. Los pueblos Dropa
y Ham de las est ribaciones del Him alaya, t ienen unas ext rañas singularidades
que com ienzan con su aspect o. Am bos son de m uy pequeña est at ura ( un m et ro
y
veint icinco
cent ím et ros
de
adult o) ;
de
piel
am arilla,
cabezas
desproporcionadam ent e grandes y casi calvas y de oj os grandes azulados. Una
expedición china a com ienzos de 1938 encont ró en unas cuevas del área que
habit aban ést os pueblos, 716 discos de 30 cent ím et ros de diám et ro y uno de
grosor con unas ext rañas inscripciones. En 1958, un ant ropólogo de la
Academ ia de Prehist oria de la Universidad de Pekín logró descifrarlas, llegando
a dos conclusiones ext raordinarias: de acuerdo a la dat ación de los fragm ent os,
los discos t enían una ant igüedad de unos 12.000 años. Todavía m ás
im presionant e fue conocer que los signos hablaban de naves espaciales.
Si nos rem it im os a la hist oria, t am bién sabem os que los pret endidos “ am os del
m undo” han robado y elim inado m ult it ud de pruebas arqueológicas que
evidencian la exist encia ext rat errest re en la Tierra desde t iem pos m uy rem ot os.
Para m uest ra, el recient e saqueo del legado sum erio. Los sum erios est aban
asent ados ent re el río Tigris y el Eufrat es, el act ual sur de I rak. La ocupación
m ilit ar de I rak t uvo ent re ot ros fines, el saqueo y dest rucción de obj et os
alm acenados en m useos y bibliot ecas. Del m useo nacional de Bagdag
desapareció m ás del 80% de sus obj et os, considerado el m ás grande alm acén
de rest os de las ant iguas civilizaciones de Mesopot am ia, Sum eria, Akadia,
Babilonia, Asiria y Caldea.
En las t ablillas Sum erias, escrit as en cuneiform e hace m ás de 5.000 años, se
describen, así com o en el Bahavad Guit a de los Vedas, los “ dioses” que
veneraban sus civilizaciones. Muchos invest igadores y en especial el
~ 90 ~
ast roarqueólogo Zecharia Sit chin, nos revelan en base a num erosas pruebas
arqueológicas, que t ales “ dioses” eran realm ent e seres m uy int eligent es y de
apariencia m uy sim ilares a nosot ros, procedent es de un planet a que orbit a
alrededor del Sol dándole una vuelt a cada 3.600 años. Según la inform ación
obt enida de las t ablillas, los annunakis ( hij os de An) llegaron a nuest ro planet a
hace varios cient os de m iles de años por dist int os m ot ivos que afirm an los
invest igadores, siendo descrit os por los sum erios com o seres de gran
int eligencia, m uy longevos y con una avanzada t ecnología.
El planet a llam ado Nibiru por los sum erios, de órbit a elípt ica parecida a la de un
com et a, t am bién conocido com o planet a “ X” por los cient íficos, Hercólobus por
el Vat icano o Aj enj o según el Apocalipsis, ha sido avist ado por nuest ros
cient íficos disident es, aunque la ciencia oficial nada dice de ello. Según se
describe en los regist ros sum erios y según ciert as profecías, la llegada del
planet a Nibiru t am bién est aría asociada al final de los t iem pos. Est o es así,
porque se t rat a de un planet a de gran t am año y su paso por nuest ro sist em a
solar podría ocasionar a nuest ro planet a, grandes pert urbaciones geofísicas y
clim at ológicas siem pre que su t rayect oria orbit al lo acercara a la Tierra. Según
nos dice el prest igioso cient ífico Nassim Haram ein, el planet a “ X” ya pasó por
nuest ro sist em a solar en el invierno del año 2003. En febrero de ese año, desde
el sat élit e de observación espacial SOHO se pudo observar y fot ografiar un
com et a de t am año superior al planet a Júpit er, que t ransit aba a gran velocidad
m uy cerca del Sol, pasando por el int erior de la órbit a de Mercurio. Est e hecho,
en absolut o pasó desapercibido a los oj os de la com unidad cient ífica, pero fue
deliberadam ent e ocult ado al considerarse que su paso podría haber provocado
grandes cat ást rofes nat urales sobre nuest ro planet a. Al parecer, Nibiru llegó
dos sem anas ant es de lo previst o y sorprendent em ent e, a pesar de ser un
com et a t an m asivo, no afect ó a la t rayect oria orbit al de ningún planet a de
nuest ro sist em a solar, hecho ést e que, según Haram ein, no cuadra con los
cálculos que se hicieron al respect o, pues si se hubiesen cum plido, quizás ahora
no exist iría ningún ser hum ano sobre la Tierra. En palabras de Nassim ,
“ realm ent e hay Alguien que nos prot ege y se preocupa por nosot ros” .
En lo referent e al m ayor de los secret os de est ado, el “ gobierno m undial”
t am bién nos ha ocult ado siem pre la inform ación que poseen sobre la exist encia
de ot ras civilizaciones en el Universo, haciendo creer a la Hum anidad que vive
en un planet a- prisión. En est e sent ido, cada vez hay m ás filt raciones y
declaraciones sobre los secret os de est ado de m uchos gobiernos en t odo el
m undo, que cont ienen inform ación sobre el fenóm eno o.v.n.i y la act ividad
ext rat errest re en nuest ro planet a. Recient es declaraciones de cent enares de
personalidades de los servicios secret os, aviación civil y m ilit ar, NASA,
ast ronaut as y polít icos, est án com enzando a cont ar lo que siem pre les han
obligado a callar: el secret o m ej or guardado sobre la exist encia de ot ros seres
no t errest res cerca de nosot ros.
Aunque est a hist oria viene de lej os, la era m oderna de est a ocult ación com ienza
en 1947, cuando los m edios de com unicación del est ado de Nuevo México
~ 91 ~
( EEUU) inform an de la caída de un plat illo volant e de t ecnología no hum ana en
Roswell. En un principio la prensa y radio de Alburquerque inform a que el
plat illo volant e ha caído en un bosque, pero pocos días después, la versión
ofrecida por los m ilit ares cam bia radicalm ent e, y com o será norm a a part ir de
ahí, se define al obj et o com o globo m et eorológico. Desde ent onces, se pone en
m archa una operación de desinform ación dirigida a confundir a la opinión
pública sobre est e t em a, m ediant e la desacredit ación y el acoso a los t est igos.
En dicho año 1947, en Nuevo México se llevaban a cabo pruebas nucleares.
Est o, unido a los recient es bom bardeos at óm icos de Hiroshim a y Nagasaki al
finalizar la 2ª guerra m undial, provocó que desde ese año hast a 1952 se
avist asen num erosas naves ext rat errest res sobre Nuevo México, posiblem ent e
para vigilar y cont rolar nuest ro poder dest ruct or con energía nuclear.
Todas las hist orias oficiales sobre est as ent idades, se recopilarán en el
“ Proyect o Libro Azul” . En Est ados Unidos, el cont rol de est a inform ación lo
llevará el grupo denom inado “ Maj est ic Jehová 12” y a su cargo t endrá unas
fuerzas especiales, los Blue Team s. En el MJ- 12 part iciparán financieros com o
Nelson Rockefeller, cient íficos com o Werner Vom Braum y Carl Sagan, y
polít icos com o George Busch padre y Henry Kissinger. A finales de los años 40,
se form ó un gobierno secret o en los Est ados Unidos form ado t am bién por
cient íficos que no t enían porqué inform ar al president e de sus asunt os. Por
aquella época, el m inist ro de defensa Jam es Forrest al fue el único que se
enfrent ó a la gran conspiración que se em pezó a t ej er por aquellos años; la
respuest a del president e Trum an fue que no t irara de la m ant a. Forrest al, un
hom bre de grandes convicciones religiosas, no le hizo caso y unos m eses
después fue ingresado en un hospit al de la m arina víct im a de una crisis
nerviosa. El 22 de m ayo de 1949, agent es de la CI A lo asesinaron sim ulando
que fue un accident e. Forrest al fue el prim ero de decenas de asesinados por
int ent ar desvelar est e secret o, ent re los que se cont arían John Fizgerald
Kennedy y su am ant e, Marilyn Monroe.
La desclasificación de est e secret o de est ado com enzó en el año 2001 con la
puest a en m archa del “ Disclosure Proj et ” , donde se logra reunir a m ás de 400
personas de t odos los ej ércit os nort eam ericanos, de la NASA y de los servicios
secret os. La ya m ít ica prim era conferencia, censurada por t odos los m edios
m asivos de com unicación, pone sobre la m esa la exist encia de un gobierno
secret o que ha ocult ado est a realidad a los seres hum anos. I gualm ent e, al
am paro de la censura ext rat errest re, se han ocult ado num erosas form as de
obt ención de energía, así com o ot ros m ét odos de navegación por el espacio.
Alfred Webre, asesor del expresident e Cart er sobre est as cuest iones, present ó
hace bast ant es años la propuest a de “ la década del Prim er Cont act o” ,
est ableciendo el período de una década para preparar a los seres hum anos
sobre las bondades de un event ual encuent ro con Seres de ot ras Civilizaciones.
El prim er paso sería la apert ura de los archivos secret os de cada uno de los
países im plicados, cosa que ya se ha hecho en los casos de Gran Bret aña,
Rusia, Francia y Brasil ent re ot ros. El siguient e paso sería la aparición gradual
~ 92 ~
de naves ext rat errest res que irían preparando a la Hum anidad para el gran
m om ent o. Posiblem ent e, en los próxim os años podam os ser t est igos de ést os
event os que m arcarían el com ienzo de una Nueva Era donde la Hum anidad
pasaría a form ar part e de la Gran Fam ilia Galáct ica.
LOS CÍ RCULOS D E LAS COSECH AS
Est os “ círculos” t am bién llam ados crop circles o agrogram as, son diseños que
aparecen im presos sobre cult ivos por lo general de t ipo gram íneo en el t érm ino
de una noche. Los dibuj os est án definidos por la posición de las plant as
ubicadas dent ro de la circunferencia, quedando los t allos m uy prolij am ent e
doblados y paralelos al suelo.
Quizás se generen varios m iles de est os agrogram as cada año y aunque hay
m uchas personas y organizaciones en t odo el m undo que se est án ocupando de
regist rar la aparición de est as form aciones en los cult ivos, es probable que la
gran m ayoría quede sin det ect ar o sim plem ent e no sean inform adas por los
granj eros.
A m enudo los crop circles se generan siem pre año t ras año en las m ism as
zonas, aunque frecuent em ent e van apareciendo t am bién en nuevos lugares.
Principalm ent e aparecen en los países del nort e de Europa, en EEUU, Canadá y
Aust ralia.
A finales de los años 70, en el sur de Gran Bret aña, aparecieron
num erosos círculos en las cosechas de cereales que llam aron la at ención de
m uchas personas y de num erosos m edios de com unicación no est at ales, hast a
el punt o de propagarse est a inform ación por t odo el m undo. Est os círculos
aparecían espont áneam ent e, no sólo en el sur de I nglat erra sino en Am érica y
ot ros cont inent es, sin que se conociese quién o quiénes eran sus aut ores y cual
su significado. Durant e aquellos años se especuló m ucho sobre ellos, su
procedencia y su m ensaj e, sin obt enerse result ados convincent es.
Los círculos com enzaron a t ener prensa y a ser conocidos m ás o m enos a part ir
de 1975, aunque el auge de las apariciones y la discusión pública se produce en
las décadas de los 80 y 90. Ya adent rada la década de los 80 aum ent aron
progresivam ent e su núm ero. Ent onces la prensa dio am plia difusión de t ales
event os y en 1989, dada la enorm e cant idad regist rada ese año, se produj o un
int erés m asivo por part e de la gent e, llegando incluso a int eresar a la Reina de
I nglat erra, quien se ocupó personalm ent e de exam inar la docum ent ación
obt enida relat iva a los hallazgos. Se dice que num erosos círculos aparecieron en
los cam pos de la fam ilia real y que el príncipe Carlos y la propia prim era
m inist ra, Margaret That cher, encargaron invest igaciones.
Exist e la idea de que en los cam pos de I nglat erra se descubren con m ás
facilidad est as form aciones, porque el t errit orio no es m uy ext enso y porque la
~ 93 ~
m ayoría de los invest igadores del fenóm eno, se dirigen allí cada verano para
llevar a cabo sus est udios personales. Hay regiones del planet a donde las
apariciones regist radas son ext rem adam ent e esporádicas, pero est o no es
significat ivo, porque puede t rat arse m ás de una falt a de det ección, e incluso de
falt a de int erés por inform arlas, que de la verdadera inexist encia del fenóm eno.
Aunque el fenóm eno de los círculos de los cult ivos parece act ual, hay t am bién
m uchos regist ros de la ant igüedad. La figura m ás ant igua de la que se t iene
not icia apareció en I nglat erra en 1647. Aparent em ent e, hay pocos regist ros
post eriores de agrogram as hast a bien ent rado el siglo XX. Ello es debido
principalm ent e a que su det ección se hace principalm ent e desde el cielo, siendo
precisam ent e en el siglo pasado cuando han proliferado las líneas aéreas y
sobre t odo los aviones privados para fum igaciones y ot ros usos sobre los
cam pos de cult ivo. A principios de los años 70, se em pezaron a det ect ar círculos
individuales de perfect os y sencillos dibuj os de figuras geom ét ricas en los que
las plant as aparecían aplast adas, t ant o en dirección de las aguj as del reloj com o
a la inversa. A part ir de 1990 ocurrió una gran t ransform ación, ya que los
dibuj os de los cult ivos com enzaron a m ost rar pict ogram as m ás com plej os
com binando dist int as figuras geom ét ricas con líneas rect as, com plej os ángulos
y anillos en espiral, adem ás de plasm arse a veces en las m ism as áreas m ás de
un círculo.
Act ualm ent e los m edios m asivos de com unicación han t rat ado de convencer a la
m ayor part e del m undo de que los círculos son un fraude y que han sido
realizados por seres hum anos. El sent ido com ún nos dice que unos pocos
grupos de personas no pueden haber hecho círculos enorm es, con com plicados
dibuj os m at em át icos y de perfect a geom et ría, por m uchos lugares dist ant es del
m undo a razón de m ás de 700 al año, t al y com o sucedió en 1984. La
explicación no est á clara y las hipót esis son m uchas y variadas. Lo que sí queda
claro es que la plasm ación de los dibuj os es inst ant ánea. A veces, en un
det erm inado lugar han aparecido unos dibuj os donde pocos m inut os u horas
ant es los granj eros no habían vist o nada. Si fuese acción del hom bre, se
t ardaría en la m ayoría de los casos varios días en realizarlo, o bien se
necesit aría de una gran cant idad de gent e t rabaj ando de form a m uy
coordinada, para poder realizarlos en pocas horas. Hay que m encionar el hecho
de que se han realizado algunos círculos de m odo fraudulent o por diferent es
personas o grupos, pero los invest igadores del fenóm eno saben dist inguirlos
com o hum anos, ya que no present an las caract eríst icas ant es m encionadas.
Adem ás, el fenóm eno es m uy frecuent e, sucede desde hace m uchos años en
m uchos países, incluso a veces en los m ism os días.
Los invest igadores coinciden en señalar que se necesit a de conocim ient os m uy
avanzados en m at em át icas y geom et ría para poder realizar t ales diseños y
luego poder plasm arlos en los cam pos a gran escala, por lo que se descart a que
puedan ser hechos por personas com unes sin est os conocim ient os.
Exist en algunas grabaciones que enseñan cóm o se realizan est os perfect os
dibuj os, ya que las personas que invest igan est e fenóm eno han sit uado
~ 94 ~
cám aras perm anent es en los cam pos donde frecuent em ent e se m at erializan
est os
dibuj os
cada
año,
pudiéndose
por
t ant o
capt ar
t odo
el
proceso. I nicialm ent e, se puede ver com o desde diferent es lugares, llegan unas
luces que se sit úan sobre el lugar donde se va a generar el dibuj o y t ras
diversos m ovim ient os y desplazam ient os de las luces sobre la zona, en cuest ión
de m enos de un m inut o, se m at erializa el dibuj o por acción de una fuerza
desconocida e invisible a la cám ara. Así por ej em plo, en las zonas donde cada
año se m at erializan est os círculos, algunos agricult ores han dicho que con
frecuencia ven luces ext rañas sobrevolando sus cam pos.
Los invest igadores de est e fenóm eno coinciden en señalar que después de
m uchos años de invest igación, t odavía no est á claro quién los hace ni cóm o se
realizan y por los dat os obt enidos se piensa que pueden ser de origen
ext rat errest re, dado que im plican una t ecnología e int eligencia que no parece
t errest re si se analizan t odos los aspect os im plicados. El caso es que hoy día no
t enem os ninguna explicación coherent e de cóm o se realiza est o.
Hay un colect ivo de personas int eresadas en los crop circles, a los que se llam a
“ croppies” . Est as personas siguen el fenóm eno de cerca por las excelent es
propiedades t erapéut icas que les aport an los círculos ya que, según la opinión
de ellos, la sensación de paz y arm onía que se experim ent a dent ro de uno de
esos círculos es enorm e, así com o el significat ivo aum ent o del nivel energét ico
y la vit alidad. El rest o de personas que visit a est os cam pos dibuj ados,
experim ent a la energía de est os círculos y dicen que en ellos se sient e algo
ext raordinario y fuera de lo com ún. Hay quienes acuden a ellos solo para
m edit ar, puest o que sus alt as energías les perm it en alcanzar grandes avances
espirit uales. No obst ant e, no se recom ienda perm anecer m ucho t iem po en ellos
por posible sat uración de nuest ro sist em a energét ico, provocando incluso en
algunos casos efect os indeseados sobre la salud.
Según diversas fuent es esot éricas, est os círculos de las cosechas son enorm es
dibuj os geom ét ricos que realizan nuest ros " herm anos del espacio"
ext rat errest res, sobre grandes ext ensiones de cult ivos de cereales. Y lo hacen
de form a casi inst ant ánea m ediant e m áquinas de " t ecnología de luz" que
responden al pensam ient o. Ellos piensan un dibuj o geom ét rico en part icular y
m ediant e est as m áquinas de m at eria “ et érica” , el dibuj o se plasm a en unos
pocos inst ant es en el lugar elegido.
Según el esot erist a brit ánico Benj am in Crem e, los dibuj os se realizan siem pre
sobre det erm inados punt os energét icos exist ent es en la red et érica del planet a.
Est os punt os son fuert em ent e vit alizados de algún m odo por nuest ros
" herm anos del espacio" . Ellos est án ayudándonos a pot enciar dicha red et érica
del planet a, m ovilizando pot ent es energías a t ravés de los diversos vórt ices
energét icos que exist en. Los dibuj os de las cosechas indican precisam ent e
donde se encuent ran est os vórt ices planet arios. Est os vórt ices energét icos de la
red et érica planet aria exist en por t odo el planet a desde siem pre com o part e de
la gran est ruct ura energét ica de la Tierra. Tam bién afirm a el Sr. Crem e, que el
m ot ivo de que los herm anos del espacio hagan est os círculos, es para decirle a
~ 95 ~
la Hum anidad act ual que Ellos est án aquí. Los dibuj os geom ét ricos en sí no
quieren significar nada en part icular, aunque ellos cont engan ciert os m ensaj es
para descifrar. Realm ent e se t rat a de herm osas señales que nos dej an para que
sepam os de su exist encia y de su presencia en la Tierra. Ellos no pueden
present arse abiert am ent e a la Hum anidad t odavía, pues aún no est am os
preparados para recibirlos. Algún día, quizás pront o, cuando la Hum anidad en
general confíe y desee el cont act o con Ellos, se abra el “ velo” que los haga
visibles a nuest ros oj os. Para ello deberíam os adopt ar act it udes favorables
hacia Ellos para que puedan darse a conocer e incluso nos puedan ayudar, pero
ant es deben desaparecer m uchos m iedos y t em ores al respect o.
Las caract eríst icas m ás int eresant es observadas durant e
invest igación en la form ación de los círculos de las cosechas son:
décadas
de
• Fueron hallados principalm ent e en cult ivos de cebada y t rigo, pero han
aparecido t am bién en plant aciones de m aíz, girasol y avena; t am bién en
cañaverales, past izales, arrozales, arboledas, arena e incluso en la nieve.
• En los círculos de las cosechas, el cereal sobre el que se plasm a el dibuj o
nunca est á segado ni rot o, sino que sorprendent em ent e las espigas de
cereal quedan curvadas y t renzadas ent re ellas. La plant a no m uere e
incluso los agricult ores llegan a decir que est as espigas dan un grano m ás
gordo y en general de m ayor calidad.
• La m ayoría de las form aciones t ienen com plej as paut as de ondulación en
los dibuj os m arcados. Las plant as de la form ación no sólo est án
arrem olinadas en dirección de las aguj as del reloj o en dirección opuest a,
sino que a veces algunas secciones aparecen por capas, con plant as
dobladas en una dirección y encim a una capa orient ada en form a opuest a.
Algunas veces present an varias capas con diferent es orient aciones.
• La curvat ura o doblez de los t allos de las espigas, dej an la part e superior
de las m ism as paralelas al suelo, o lo que es lo m ism o, en ángulos casi
perfect os de 90 grados con respect o al t allo vert ical. Algunos est udios
m ost raron que el doblez de los t allos se produj o en t odas las plant as
exact am ent e a la m ism a alt ura.
• Hay num erosos inform es sobre fallos en el funcionam ient o de equipos
elect rónicos y de brúj ulas que giran fuera de cont rol en el int erior de los
círculos y t am bién por encim a cuando pasa cualquier aeronave volando
sobre ellos. Tam bién son afect ados los reloj es, t eléfonos m óviles,
bat erías, cám aras... Los invest igadores han m edido diferent es em isiones
de energía sonora de 5 KHz em anando de círculos recient em ent e
form ados, incluso hast a unos días después. Est as m ediciones se
corresponden con los t est im onios de personas que oyeron sonidos
chirriant es dent ro o cerca de los círculos. No exist e aún ninguna
explicación para est os sucesos, salvo que se t rat a de fuert es dist orsiones
en el cam po elect rom agnét ico.
• Se ha inform ado sobre la aparición de num erosos círculos dent ro de
inst alaciones m ilit ares que est án cerradas a la circulación por sist em as
~ 96 ~
est rict os de seguridad. El caso m ás not able es en Wilt shire, a lo largo de
Salisbury Plain ( I nglat erra) .
• Según el invest igador St eve Page, uno de los denom inadores com unes es
que la m ayoría de las form aciones se producen sobre depósit os de agua
subt erránea y t errenos ubicados sobre basam ent os de greda. El agua es
un buen conduct or de corrient e eléct rica y podría ayudar a conducir
corrient es elect rom agnét icas del planet a. Est a observación podría t ener
algo que ver con la form ación de los círculos.
• Asim ism o, por las caract eríst icas ant es m encionadas, los invest igadores
adviert en que la realización de t ales dibuj os debe hacerse desde arriba.
Adem ás, ot ro aspect o im port ant e a t ener en cuent a es que no se adviert e
en ningún lugar cercano ni dent ro del dibuj o, m arcas sobre el suelo que
indique la aproxim ación de m aquinaria, ni siquiera posándose desde
arriba.
Aunque en España no es un fenóm eno m uy conocido sí lo es en el m undo
anglosaj ón, especialm ent e en I nglat erra donde lit eralm ent e hay m iles de
seguidores de est e fenóm eno. Allí cada año los crop circles “ visit an” los m ism os
lugares, pero t am bién aparecen en lugares nuevos, aunque generalm ent e
suelen est ar m uy próxim os a lugares sagrados: t em plos, círculos de piedras,
dólm enes, et c., lo cual im plica que sus creadores nos pueden est ar señalando
lugares m uy especiales de energía sut il t errest re. Los dibuj os que son cada vez
m ás bellos y de m ayor com plej idad denot a, a t ravés del uso de la geom et ría
sagrada, una profunda com prensión de la sim bología m ult icult ural. Ent re ot ros
m uchos ej em plos, aparecen dibuj ados en los cult ivos sím bolos com o la Cábala,
sím bolos celt as, crist ianos y orient ales, m andalas, et c.
A pesar de t odas las pruebas sobre avist am ient os de “ ovnis” y de ot ras señales
com o los crop circles, los gobiernos de los principales países del m undo que los
conocen, los ocult an al conocim ient o general para m ant ener el " st at us quo" del
m undo. El reconocim ient o abiert o de nuest ros " herm anos del espacio"
supondría que las élit es m undiales m ás poderosas e influyent es, así com o sus
naciones, ya no serían m ás el referent e de la Hum anidad; sería el principio del
fin del viej o orden económ ico, social y m ilit ar que unos pocos m anej an y que
asim ism o les sost iene en el poder.
De t odas form as, algo herm oso est á sucediendo en nuest ras cosechas. Nuest ro
planet a est á siendo bendecido con herm osos pict ogram as realizados por Seres
de elevada int eligencia y espirit ualidad, que int ent an com unicarse con nosot ros,
y est a es una increíble y herm osa form a de hacerlo.
Est os preciosos dibuj os son un regalo para los sent idos y el int elect o, y la
belleza que t ransm it en no puede dej ar im pasible a nadie. Sabem os que se
avecinan im port ant es cam bios en la Tierra y quizás los art ífices de los crop
circles est én aquí para avisarnos y ayudarnos. Para cont act ar con ellos debem os
abrir nuest ras m ent es y preparar nuest ro corazón, para cuando llegue el
m om ent o poder recibirlos desde nuest ro int erior.
~ 97 ~
LO ÚLTI M O SOBRE EL AD N
El ADN hum ano es un int ernet biológico, m uy superior en m uchos aspect os al
art ificial. Las últ im as invest igaciones de los cient íficos rusos explican de form a
direct a e indirect a, fenóm enos com o la clarividencia, int uición, act os de
sanación espont ánea y rem ot a, aut osanación, t écnicas de afirm ación, auras de
luz inusuales alrededor de las personas, influencia de la m ent e en los pat rones
del clim a y m ucho m ás. Adem ás, exist en evidencias cient íficas sobre una nueva
form a de m edicina en la que el ADN puede ser influenciado y reprogram ado con
palabras y frecuencias sin sacar o rem plazar genes individuales.
Solo un 3% de nuest ro ADN se usa para crear prot eínas. Est e es el grupo de
genes del ADN que hast a ahora ha sido del int erés de los invest igadores
occident ales, y el único que ha sido cat egorizado y exam inado. El ot ro 97% ha
sido considerado " ADN chat arra" . Los invest igadores rusos por el cont rario,
convencidos de que la nat uraleza es pura int eligencia organizada, han unido la
genét ica y la lingüíst ica para explorar ese 97% del " ADN basura" . Sus
result ados, descubrim ient os y conclusiones son sim plem ent e revolucionarios.
Una subst ancia viva de ADN, reacciona siem pre al lenguaj e m odulado del rayo
laser e inclusive a las ondas de radio, t oda vez que se ut ilicen las frecuencias
adecuadas. Est o finalm ent e y según la ciencia, explica porqué las afirm aciones,
el ent renam ient o aut ógeno, la hipnosis y sim ilares, t ienen un efect o t an fuert e
sobre los hum anos y en sus cuerpos. Es t ot alm ent e norm al y nat ural para
nuest ro ADN la reacción al lenguaj e. Mient ras los invest igadores occident ales
cort an genes concret os de las cadenas de ADN y los insert an en algún ot ro
lugar, los rusos de form a ent usiast a, han t rabaj ado en aparat os que pueden
influenciar el m et abolism o celular por m edio de frecuencias de radio, m oduladas
convenient em ent e, y con frecuencias lum ínicas para así reparar defect os
genét icos.
Los cient íficos rusos t am bién han encont rado que nuest ro ADN at rae hacia sí
grandes cant idades de “ bit es” de inform ación provenient es de diferent es áreas
del Universo, y que recibim os com o paquet es de inform ación en función de
nuest ro est ado de consciencia. Est e proceso llam ado hipercom unicación, es m ás
efect ivo en est ado de relaj ación. El est rés, las preocupaciones, el m iedo, la ira y
un int elect o hiperact ivo im piden una exit osa hipercom unicación. En la
nat uraleza, est a form a de com unicación cósm ica ha t enido lugar exit osam ent e
por m illones de años. El fluj o de la vida organizada com o en el caso de los
insect os, nos lo dem uest ra de form a fehacient e. En el hom bre, la
hipercom unicación sucede usualm ent e cuando alguien accede a esa inform ación
que est á fuera de su base de conocim ient os, siendo ent onces experim ent ada
com o inspiración. El hom bre avanzado lo sabe a un nivel m uy sut il y lo llam a
~ 98 ~
int uición. Todos nosot ros, en realidad, podem os desarrollar y alcanzar un uso
com plet o de la int uición o inspiración.
Un ej em plo en la nat uraleza: cuando una horm iga reina es separada
espacialm ent e de su colonia, la const rucción cont inúa fervient em ent e de
acuerdo a un plan. Pero si la reina m uere, t odo el t rabaj o de la colonia se para
y ninguna horm iga sabe qué hacer. Aparent em ent e la reina envía los " planes de
const rucción" , incluso desde m ucha dist ancia, a la consciencia grupal.
En su libro “ I nt eligencia en el sist em a de redes” , Grazyna Gosar y Franz Bludorf
explican la conexión del ADN con la consciencia colect iva. Est os aut ores cit an
diversas fuent es donde se explica que en épocas ant iguas la Hum anidad se
com port aba com o los anim ales, es decir, m uy conect ados a la consciencia de
grupo y act uando com o grupo. Para desarrollar una experiencia individual
nosot ros los hum anos, hem os olvidado casi por com plet o la hipercom unicación.
Ahora que est am os j ust am ent e est ables en nuest ra consciencia individual,
debem os regresar a una nueva form a de consciencia grupal.
La hipercom unicación en el nuevo m ilenio significa algo m uy diferent e. Los
invest igadores piensan que si los hum anos alcanzan la consciencia grupal con
t ot al individualidad, podrían t ener un enorm e poder para crear, alt erar y darle
form a a las cosas en la Tierra. El ADN de la Hum anidad est á colect ivam ent e
cam biando hacia esa nueva form a de consciencia grupal. Com o ej em plo,
podem os ver que al m enos el cincuent a por cient o de los niños t iene problem as
de diversa índole en las escuelas. El sist em a los am ont ona a t odos j unt os y les
exige que se adapt en. Pero la individualidad de los niños de ahora es t an fuert e
que ellos se niegan a esa adapt ación, que para ellos significa dej ar sus diversas
idiosincrasias individuales. Asim ism o, est án naciendo cada vez m ás niños
clarivident es y con ot ras facult ades ext rasensoriales. Est o nos dice que esos
niños t an especiales, est án aquí para ayudarnos en nuest ra aproxim ación hacia
la nueva form a de consciencia de grupo, no pudiendo ser por m ás t iem po
reprim idos.
Los nuevos niños t raen, al igual que nosot ros cuando llegam os a est e m undo,
una Misión de Vida que desarrollar, pero que el act ual sist em a educat ivo
occident al im pide realizar, siendo preciso que los padres act uales procuren
cam biarlo ya. El hist órico y sabio pueblo Esenio, sabía perfect am ent e cóm o
educar a sus niños y com o guiarlos en el cum plim ient o de la Misión de Vida que
cada uno int ernam ent e poseía. Lo único que hacían los niños hast a los seis años
era j ugar y j ugar, diversión e im aginación. Y lo único que hacían sus adult os
cuidadores era prot egerlos, guiarlos, pero sobre t odo “ o b s e r v a r l o s” , pues
la única form a de det ect ar en qué virt udes y dones sobresalían cada uno de los
infant es, era a t ravés de la at ent a observación no sólo por part e de sus padres
o cuidadores, sino de t odos los adult os de la com unidad. Una vez det ect ada la
m ej or cualidad del niño, se le educaba y pot enciaba en su don especial por uno
o varios experim ent ados adult os, que en su m om ent o t am bién desarrollaron su
virt ud individual.
~ 99 ~
En cuant o al clim a t errest re, es m uy difícil que un solo ser hum ano pueda
influenciar sobre él, pero una consciencia de grupo sí que podría; de hecho
algunas t ribus at raen nubes y provocan lluvias a t ravés de sus rit os y danzas. El
clim a est á fuert em ent e influenciado por la resonancia de las frecuencias de la
Tierra, las llam adas frecuencias Schum ann, que adem ás son las m ism as
frecuencias que produce nuest ro cerebro. Por t ant o, cuando m ucha gent e
sincroniza sus m ent es, enfocando sus pensam ient os y sent im ient os en form a
parecida a com o se proyect a un rayo láser, ent onces se puede influenciar sobre
el clim a t al y com o avalan algunos experim ent os cient íficos.
Los invest igadores de consciencia grupal han form ulado la t eoría de las
civilizaciones Tipo I . Una Hum anidad que desarrolla una consciencia de grupo
de est e t ipo, no t endría problem as am bient ales ni de escasez de energía,
porque si usara su poder m ent al com o una civilización unificada, obt endría el
cont rol de las energías del planet a com o una consecuencia nat ural. Y eso
incluye la prevención o m inim ización de los desast res nat urales.
Cuando una gran cant idad de personas enfoca su at ención en algo conocido a
nivel global com o por ej em plo, unas olim piadas, un cam peonat o m undial de
fut bol, el funeral de Diana de Gales en I nglat erra o el at ent ado t errorist a del
11- S de las t orres gem elas, ent onces ciert os generadores de núm eros
aleat orios de una supercom put adora em piezan a enviar núm eros ordenados en
vez de aleat orios. Un grupo de consciencia ordenado crea orden a su alrededor.
Est o se basa en un experim ent o cient ífico llam ado “ The Global Consciousness
Proj ect ” y represent a el prim er esfuerzo int ernacional para explorar la at ención
social que com part en m illones de personas cuando ocurren det erm inados
acont ecim ient os relevant es, pudiéndose m edir y validar cient íficam ent e.
I gualm ent e, se ha com probado que cuando un gran núm ero de personas se
reúne am orosam ent e, el pot encial de violencia t am bién se disuelve.
El ADN t am bién se com port a com o un superconduct or que funciona a la
t em perat ura norm al del cuerpo hum ano. Sin em bargo, los superconduct ores
art ificiales requieren para funcionar de t em perat uras ext rem adam ent e baj as
ent re - 200 y - 273º C.
Según descubrim ient os recient es, los superconduct ores son capaces de
alm acenar luz y por lo t ant o inform ación. Hay ot ro fenóm eno que relaciona el
ADN con pequeños “ aguj eros de gusano” alt am ent e inest ables, y que se
m ant ienen solo por una m ínim a fracción de segundo. Baj o ciert as
circunst ancias, los aguj eros de gusano est ables se pueden organizar ent re ellos
de igual m anera que lo hacen los “ cam pos vacíos” . Est os cam pos vacíos pueden
t ransform ar la gravedad en elect ricidad y cuando se pueden ver, lo hacen com o
esferas lum inosas. En realidad son esferas aut orradiant es de gas ionizado y
cont ienen una cant idad considerable de energía. Exist en regiones en Rusia
donde est as burbuj as radiant es aparecen m uy a m enudo. Debido a la confusión
generada por ést as, los rusos com enzaron un program a de invest igación m asivo
que llevó a algunos de los descubrim ient os m encionados ant eriorm ent e. Muchas
~ 100 ~
personas han vist o los cam pos vacíos com o burbuj as brillant es en el cielo,
t am bién llam adas ORBS. Ahora los rusos han descubiert o en las regiones donde
aparecen a m enudo los cam pos vacíos, com o ést os m anifest ados en form a de
esferas de luz, vuelan desde el suelo hacia el cielo y com o, adem ás, pueden ser
guiadas por el pensam ient o. Tam bién se ha descubiert o que los cam pos vacíos
em it en ondas de baj a frecuencia, al igual que las producidas por nuest ros
cerebros.
Muchos m aest ros espirit uales producen visiblem ent e est as burbuj as de energía
cuando est án en m edit ación profunda o durant e t rabaj os de energía. En esos
m om ent os pueden at raer, acum ular y m ovilizar conscient em ent e considerables
cant idades de energías que irradian hacia fuera de ellos y que adem ás, pueden
dirigirlas con la volunt ad enfocada hacia donde ellos elij an.
Generaciones ant eriores a la nuest ra, supieron experim ent ar grupalm ent e con
los cam pos de vacío visibles m ediant e la hipercom unicación, con el
convencim ient o de t ener com o aliados a m uchas Ent idades Celest es para la
m ej or consecución de sus benéficos planes.
Por ot ra part e, debido al cam bio dim ensional, t am bién conocido com o salt o
cuánt ico, que el ser hum ano va a experim ent ar ( m uchos ya han em pezado a
experim ent arlo) en los próxim os años, el ADN en base al elem ent o carbono
m ut ará hacia la base del elem ent o silicio, o lo que es lo m ism o, m ut ará hacia el
ADN “ crist al” . En relación a est o, se puede com probar en la t abla periódica de
los elem ent os quím icos, com o del elem ent o carbono al silicio hay ocho pasos,
es decir, una oct ava m ás alt a. El carbono t iene 6 elect rones orbit ando alrededor
del núcleo at óm ico y el silicio dispone de 8 elect rones m ás, es decir 14.
Un salt o cuánt ico sucede cuando los át om os sufren una m odificación debido a
energías ext ernas, que los " obligan" a m ut ar int ernam ent e y los m odifican
est ruct uralm ent e, cam biando su m orfología hacia ot ros elem ent os. Las
part ículas de luz, denom inadas fot ones, serán las causant es de ese cam bio en
los át om os de la m at eria de t ercera dim ensión, haciéndolos vibrar en una
oct ava de frecuencia superior, “ llevándolos” hacia una dim ensión m ás sut il
donde podrán equilibrar su est ado con el nivel de resonancia de la nueva
dim ensión. Es por ello, que la m orfología del ser hum ano m ut ará hacia la base
quím ica del silicio, que com o sabem os t am bién es la base del crist al de cuarzo.
Adem ás ést e elem ent o es un sem iconduct or m uy abundant e en la cort eza
t errest re, siendo fundam ent al en la indust ria de la m icroelect rónica com o
m at erial básico en la creación de chips. Cient íficam ent e hablando, el silicio es
un m at erial que perm it e el alm acenam ient o y la creación de nueva inform ación,
lo que supone una considerable vent aj a para la int eligencia hum ana, en relación
al carbono.
~ 101 ~
LA CUARTA D I M EN SI ÓN
La ciencia reconoce oficialm ent e los t res aspect os de la dim ensión en la que nos
m ovem os: ancho, largo y alt o. Pero esa es “ nuest ra” realidad, la que
conocem os y vivim os t odos los días en est e m undo, sin em bargo, no es la
única. El espacio en sí m ism o, considerado en form a abst ract a com o una m at riz
de creación, es capaz de cont ener infinit as dim ensiones. Paralelam ent e a est a
dim ensión t ridim ensional, t am bién exist en ot ras, donde hay m ucho m ás que
largo, alt o y profundidad. Exist en varios m odelos m ult idim ensionales, al igual
que exist en dist int as int eligencias que perciben el Universo de diferent es
m aneras. Un m odelo m ult idim ensional es un m apa concept ual que sirve com o
m odelo para t rat ar de explicar cosas acerca de la realidad del Universo, y así
poder t rascender las lim it aciones de nuest ra m ent e y nuest ros sent idos físicos.
Tenem os varios m odelos cient íficos que explican la exist encia de siet e o m ás
dim ensiones. Cada dim ensión sería com o los peldaños de una escalera siem pre
ascendent e, donde se desenvuelven infinidad de esencias superiores, t am bién
en est ado evolut ivo, com o Ángeles y Maest ros Ascendidos, hast a llegar a Dios,
la Consciencia Absolut a.
Part iendo de est a base, queda claro que no sólo exist e lo que percibim os con
nuest ros cinco sent idos. Así com o exist e est a dim ensión donde lo “ real” es lo
t angible, lo que se ve, se huele, se oye y se saborea, t am bién exist en ot ras
dim ensiones o planos paralelos, donde lo físico no es lo predom inant e, donde
los cuerpos m at eriales no exist en, y obviam ent e no podem os esperar percibir
esos m undos inm at eriales con sent idos m at eriales; sería cont radict orio. Esas
m últ iples dim ensiones son los dom inios de la m ent e, de la consciencia y del
espírit u, expresándose cada uno com o frecuencias de energías de m uy elevada
vibración. Por t ant o solo se pueden aprehender a t ravés de m edios m ent ales,
conscienciales y espirit uales. En esos reinos, por ej em plo, se m ueven las Alm as
de personas desencarnadas que ya no pert enecen al m undo físico y por t ant o,
no las podem os ver ni percibir con nuest ros sent idos, pero no por eso han
dej ado de exist ir, de Ser. Sim plem ent e, han cam biado de dim ensión; han
pasado del plano m at erial de t res dim ensiones a uno superior, donde el cuerpo
ya no es sinónim o de Ser.
La creencia universal acept ada por t odas las religiones, cada una a su m anera,
es que el Alm a hum ana debe avanzar, evolucionar e ir ascendiendo a esas
dim ensiones superiores en pos de su perfección espirit ual. Cada dim ensión es
un grado m ás de avance, un peldaño que nos acerca m ás a Dios, luego de
superar diversas pruebas en cada uno de los planos precedent es.
Para ent ender el m undo de las dim ensiones paralelas hay que t ener clara ot ra
cosa; que en el Universo t odo es energía, t odo palpit a, vibra, se m ueve y
cam bia. Desde los cuerpos m ás pesados, com o las rocas, hast a los m ás sut iles
y et éreos, com o el Alm a y el Espírit u.
~ 102 ~
Los cuerpos sólidos com o los nuest ros, vibran en una frecuencia densa, pesada,
baj a. En cam bio, el Alm a, la m ent e y la consciencia, libres ya del peso del
cuerpo, vibran, se m ueven y exist en en una frecuencia superior, o lo que es lo
m ism o, se m anifiest an y desenvuelven en planos o dim ensiones superiores. Por
eso se dice que las Alm as ascienden, porque en verdad se elevan a una
dim ensión superior a la de la m at eria sólida.
Las dist int as dim ensiones est án separadas por una oct ava de vibración; la de
arriba vibra una oct ava m ás alt o que la precedent e, siendo m ás sut il y liviana,
al est ar conform ada por cuerpos cada vez m ás et éreos que vibran en
frecuencias cada vez m ás alt as.
No podem os pedirle a la ciencia m oderna, basada sólo en lo t angible y m edible,
que nos ayude a desvelar lo que sucede en las im percept ibles dim ensiones
superiores a la nuest ra. Nuest ra ciencia solo valida los fenóm enos suscept ibles
de ser repet idos y com probados em píricam ent e, en definit iva, los percept ibles
por nuest ros sent idos, ya sea direct am ent e o a t ravés de avanzados
inst rum ent os cient íficos. Quizás no sea esa su t area, pero t am poco es su t area
negar la exist encia de lo que no puede com probar por sus propios m ét odos
m at eriales.
Afort unadam ent e, ha sido est e m ism o crit erio est recho de t ant os cient íficos lo
que m ás ha ayudado a la com prensión de la exist encia de dim ensiones
superiores; gracias a la búsqueda de respuest as, por part e de m uchísim as
personas, para explicar m uchos fenóm enos que la ciencia no puede ni siquiera
aclarar, el m undo ha ido saliendo de la ignorancia y evolucionado hacia est e
nuevo t ipo de conocim ient o.
Hast a hace algunos años, la exist encia de ot ras dim ensiones era cosa de ciencia
ficción, m íst ica o charlat anería. Pero desde que se elaboró la t eoría cient ífica de
cuerdas o supercuerdas, la visión ha cam biado. Según est a perspect iva t eórica,
el Universo est aría com puest o por cuerdas de energía en vibración, y ubicadas
en un espacio/ t iem po de 6 ó 7 dim ensiones m ás allá de la t ercera que
conocem os. Est as dim ensiones ext ras est arían com pact adas, enrolladas sobre sí
m ism as y por ello, m uy difíciles de com probar.
Act ualm ent e, en los laborat orios de física y en los aceleradores de part ículas, se
busca un m ét odo para det ect ar las t razas de ot ras dim ensiones. Ya nos
sorprendim os cuando la ciencia dem ost ró que som os en un 99% espacio vacío.
¿Est am os preparados para un nuevo cam bio de perspect iva? Y m ás im port ant e
aún: ¿est án nuest ros cient íficos preparados para dicho descubrim ient o?
Cient íficam ent e, la cuart a dim ensión se asocia al espacio/ t iem po int angible,
absolut o e inconm ensurable, es decir, no suscept ible de ser m edido. Sin
em bargo, las m at em át icas ayudan a ent ender lo ant erior. En la geom et ría del
espacio, un punt o carece de definición, y solo im plica una localización en el
plano, por lo t ant o represent a cero dim ensiones. Una sucesión de punt os en
~ 103 ~
una m ism a dirección, en cam bio, represent a una rect a, que si la segm ent am os
nos daría la longit ud, lo cual dem uest ra la exist encia de la prim era dim ensión
en el espacio: el largo. Cuando dibuj am os un rect ángulo o un cuadrado,
obt enem os una figura geom ét rica en virt ud de la exist encia de una segunda
dim ensión: el alt o. En cam bio, el cuerpo geom ét rico que caract eriza a nuest ra
dim ensión t iene ot ro aspect o adem ás del largo y el alt o: el ancho o
profundidad, siendo est e últ im o el que caract eriza a la t ercera dim ensión.
Podem os t om ar el siguient e ej em plo: en una hoj a de papel apreciam os las t res
dim ensiones: largo, alt o y espesor. Podem os verla y t ocarla. Pero ¿qué pasaría
si el espesor desaparece? Sencillam ent e, no veríam os la hoj a, ni la podríam os
t ocar. Pasaría a ot ra dim ensión, im percept ible por nuest ros sent idos, pero real.
Ot ro ej em plo sería el de las ondas de radio y t elevisión, que com o sabem os,
t am poco las podem os percibir con nuest ros cincos sent idos, pero es obvio que
exist en, de lo cont rario no podríam os escuchar radio ni ver t elevisión. Lo que
ocurre es que vibran a una velocidad t an alt a y rápida, que las hacen im posible
de det ect ar con nuest ros sent idos físicos.
A cont inuación, voy a describir uno de los varios m odelos m ult idim ensionales
que exist en y lo haré solo hast a la quint a dim ensión, pues m ás allá de ést a m uy
poco se puede decir.
La pr im e r a dim e nsión es la encargada de convert ir la energía en m at eria, es
la frecuencia básica de los át om os y las m oléculas, por lo t ant o es la dim ensión
del m icrocosm os, es la frecuencia vibrat oria de act ivación del ADN. Se puede
decir que m anej a un nivel de consciencia elem ent al referido al cum plim ient o de
funciones, es decir, se t rat aría de una consciencia punt ual que sabe cóm o
dirigirse de un punt o a ot ro. Los m inerales y el agua vibran en est a frecuencia.
Se encuent ra en los fluidos y en las corrient es eléct ricas del cuerpo hum ano,
act iva el código genét ico e im pulsa energét icam ent e el sist em a celular. Si
t om áram os com o m et áfora al ser hum ano para describir las dim ensiones,
podríam os decir que la prim era dim ensión la experim ent am os en la et apa
prefet al, donde som os un conj unt o de pot encialidades con un program a de
división celular y m ant enim ient o de funciones. Todas las dim ensiones funcionan
a t odas las escalas y las de est a oct ava son las m ism as en t odo el Universo.
La se gunda dim e nsión es la frecuencia donde exist en la m ayoría de los
anim ales y las plant as. Es t am bién física e im pulsa la ident idad biológica. Es la
vibración que m ant iene la unión ent re las especies, lo que se ha llam ado el
inconscient e colect ivo de las especies, es decir, la form a en que se reconocen
los anim ales de una m ism a especie para cum plir con sus funciones
reproduct oras. Los seres de segunda dim ensión, no poseen consciencia
individual ni aut o reconocim ient o. En est e nivel de consciencia no hay referencia
t em poral/ espacial. La consciencia es lineal, bidim ensional. A nivel geom ét rico se
corresponde con las form as planas com o el círculo, el cuadrado et c. Es la
responsable de la variedad biológica y de t odas las energías que se encargan de
propiciarla, com o son las fuerzas elem ent ales de la nat uraleza. Podem os t om ar
~ 104 ~
com o ej em plo las bandadas de páj aros que act úan coordinadam ent e com o un
t odo, o los cardúm enes de sardinas; am bos han sido obj et o de m últ iples
est udios donde se ha com probado que act úan com o un cuerpo conscient e, y
donde se ha m edido que cada uno de sus m iem bros m ant iene una dist ancia
m at em át ica ent re ellos. Siguiendo la m et áfora del ser hum ano, la segunda
dim ensión se podría com parar con la et apa fet al, donde flot am os siendo uno
con el ent orno, en un est ado no egóico, sin referencias t em poral/ espacial.
La t e r ce r a dim e nsión es donde exist im os los seres hum anos, t am bién es
física y el t ipo de consciencia es volum ét rica o t ridim ensional. A nivel
geom ét rico se perciben form as com o el cubo y la esfera. Hay una percepción
lineal del t iem po y el espacio, con la capacidad de recordar el pasado y
proyect ar el fut uro est ando en el present e. Se basa en la polaridad, en la ilusión
de la separación, en el desarrollo de la ident idad individual y en la pérdida del
sent ido grupal. Est a es la frecuencia donde nos hacem os conscient es de
nosot ros m ism os, desarrollam os el ego y creem os que est am os separados del
Todo. Es en est a dim ensión donde se percibe la m áxim a separación con
respect o al Todo, por lo t ant o es aquí donde al Ser individual se le present an los
m ayores ret os de int egración y crecim ient o. En el ser hum ano su percepción
conscient e com ienza a part ir del segundo año de vida, es decir, cuando el niño
em pieza a diferenciarse del ent orno com o individuo, a expresar sus deseos y a
form ar su ego. Es una et apa de aprendizaj e m uy im port ant e, pues en ella
com ienza la fragm ent ación. En t ercera dim ensión experim ent am os un proceso
de división del Ser que produce lo que llam am os personalidad. Por t ant o, en ella
t enem os la difícil t area evolut iva de buscar, recoger y unir t odas las part es.
La cua r t a dim e nsión es la frecuencia donde regresam os a la consciencia de
int egración grupal, sin pérdida de la individualidad. Est a frecuencia ha sido
llam ada zona arquet ipal o inconscient e colect ivo hum ano. Es el lugar donde
residen los sent im ient os, las em ociones y los sueños. En est a dim ensión
percibim os el t iem po en oleadas cíclicas o en form a de espiral. Exist e en un
cam po cuánt ico donde se present an sim ult áneam ent e t odas las alt ernat ivas y
posibilidades. Es la frecuencia de la sincronicidad, la em pat ía y la t elepat ía. Es
la últ im a dim ensión donde experim ent am os con el cuerpo físico com o vehículo
de aprendizaj e. En est a frecuencia percibim os la m ult idim ensionalidad y nos
dam os cuent a de nuest ra responsabilidad, al hacernos conscient es de que cada
una de nuest ras acciones afect a al Todo. En est os m om ent os est am os
despert ando a la consciencia de cuart a, percibiéndola sobrepuest a sobre la
t ercera. Es por ello, que a nivel hum ano est am os pasando por la necesidad de
com part ir con grupos, revisar nuest ras relaciones, buscar sanación y
crecim ient o con t erapias alt ernat ivas. La ent rada en est a cuart a dim ensión,
t am bién es la causa del desm oronam ient o de las rígidas est ruct uras físicas,
económ icas y polít icas de nuest ra act ual civilización hum ana, est ablecida y
m ant enida desde hace dem asiado t iem po, y que ya no se corresponden con
est a nueva vibración. Por t ant o, vam os a ser t est igos, nos gust e o no, de
progresivos cam bios a t odos los niveles, de t odo aquello que no se corresponda
con la nueva energía.
~ 105 ~
El cam bio dim ensional se m anifiest a en t odas las escalas, no solo lo est am os
experim ent ando los seres hum anos, sino t am bién la Madre Tierra y a una
escala m ayor t oda la galaxia. El cam bio dim ensional no sucede de un día para
ot ro, sino que ocurre por et apas paulat inas de expansión y ascensión. Una vez
int egrados plenam ent e en la cuart a dim ensión, se abrirán suavem ent e las
puert as de la quint a. Acept ar la consciencia de cuart a dim ensión es lo que se ha
llam ado el salt o cuánt ico, siendo el paso m ás difícil en cuant o a cam bio
dim ensional, ya que est e im plica un profundo cam bio de creencias. La cuart a
dim ensión es el port al hacia la Consciencia Críst ica, y ést a es la consciencia
colect iva que se reconoce a sí m ism a com o Unidad.
La quint a dim e nsión es la frecuencia de la sabiduría y es t ot alm ent e pura
energía. Es donde se encuent ran los Maest ros Ascendidos y los Espírit us Guías.
En quint a experim ent am os la fusión con el grupo de Alm as al que pert enecem os
vibracionalm ent e. Es la dim ensión donde recordam os realm ent e quiénes som os,
donde t om am os consciencia de t odas nuest ras vidas pasadas, y donde
desarrollam os plenam ent e nuest ra sabiduría int erna. Es en est a dim ensión
donde se experim ent a la consciencia grupal a un nivel parecido al de cuart a,
pero a m ayor escala. Es una frecuencia energét ica, no física. El t iem po es un
cont inuo, solo exist e el ahora et erno. Muchos de los Seres que est án en esa
dim ensión al cont act arse con su sabiduría, escogen ser los guías espirit uales de
los que est am os en la dim ensión física, com o part e de su servicio en el proceso
de evolución. Muchos de los Seres canalizados hoy en día, que se present an
com o una consciencia de grupo, est án en quint a dim ensión. Asim ism o cuando
cont act am os con nuest ro Yo Superior, est am os viviendo una experiencia de 5D.
Com o es una dim ensión de luz, la percepción es holográfica, en form as
lum inosas, m uchas veces geom ét ricas, y de una gran int ensidad. La diferencia
ent re cuart a y quint a, así com o ent re quint a y sext a o ent re dim ensiones
superiores, no es t an evident e com o ent re t ercera y cuart a. A part ir de la
quint a, las dim ensiones se encuent ran solapadas o fundidas y sus front eras son
difusas. Est o es debido a que est am os hablando de energía y no de m at eria.
El despert ar a 4D por lo t ant o no es algo que ocurra de form a inm ediat a, es
pues un proceso paulat ino que se superpone con la 3D. Habrá m om ent os en los
cuales funcionem os con la conj unción de est os dos sist em as y ot ras donde
prevalezca uno o el ot ro.
En est os m om ent os a pesar de que la Tierra ya ha cam biado de frecuencia,
nuest ra consciencia no est á sincronizada t odavía con la nueva energía. Est e es
un proceso delicado, puest o que al no est ar sincronizadas la frecuencia t errest re
con la consciencia colect iva hum ana, se produce una fricción t em poraria que de
alguna m anera explica los cam bios bruscos que est am os viviendo a nivel global.
Sin em bargo, es solam ent e cuest ión de t iem po que el cam bio ocurra, ya que
est e se encuent ra program ado genét icam ent e y la m em oria celular conect ada a
la consciencia est á a la espera.
~ 106 ~
Est a t ransform ación de la cual est am os hablando t am bién se ha llam ado
proceso de ascensión, siendo ést a básicam ent e un cam bio de una realidad a
ot ra. Tiem po at rás el fenóm eno de la ascensión elevaba individualm ent e a unos
pocos seres hum anos m uy avanzados espirit ualm ent e. Lo m ism o ocurrió con
algunos pueblos e incluso con alguna civilización m uy evolucionada. Pero est a
vez, la ascensión será planet aria y la Tierra ent era cam biará de dim ensión. La
ascensión no es algo que se pueda det ener, ni t am poco algo que se deba t em er
y ni siquiera algo que sea obligat orio asum ir, puest o que el libre albedrío
hum ano seguirá perm it iéndonos elegir, pero lo que sí est á claro, es que t odos la
vam os a experim ent ar y sent ir.
La ascensión es un proceso cósm ico de caráct er cíclico, que siem pre ha venido
sucediendo en cada región, lugar, espacio y t iem po del Universo. Nada escapa a
la ascensión, pues t odos los seres, obj et os, y las m últ iples energías exist ent es,
son elevadas en un m ovim ient o cíclico de espiral ascendent e, basado en
oct avas arm ónicas y en secuencias lum ínicas. La ascensión es el principal
Sendero de la evolución conscient e que nos eleva y acerca cada vez m ás a la
m ism ísim a Fuent e de la que t odos procedem os, nuest ro verdadero Hogar.
La ascensión no se iniciará en el año 2012, ni en su solst icio de invierno del 21
de diciem bre de ese año, pues la ascensión est á present e, aquí y ahora, en la
Tierra. Ést a se inició hace eones de t iem po at rás en t odo el Universo, pero se
aceleró exponencialm ent e cuando se gest ó la vida en t odo lugar, al igual que
acont eció aquí en la Tierra. La ascensión est á com puest a de infinit os
m ovim ient os en espiral ascendent e, y cada ciclo culm ina en la m ism a posición
de su ant erior espiral, pero una oct ava m ás alt a. En la ascensión que nos
corresponde a nosot ros, cada ciclo t erm ina su periplo cada 26.000 años
aproxim adam ent e, recorriendo nuest ro sist em a solar las doce const elaciones
zodiacales. Ent onces, es cuando se configura una nueva espiral evolut iva, solo
que en una oct ava de frecuencia vibrat oria m ás alt a que la ant erior, es decir,
una frecuencia que perm it e a la Madre Tierra elevar su Consciencia, com puest a
no solo por la consciencia de los seres hum anos, sino t am bién por la de t odos
los seres que en Ella m oran.
No es lo m ism o ascensión, que una nueva espiral ascendent e, pues la ascensión
es la sum a del t ot al de t odas las espirales ascendent es ant eriores. Est a
ascensión de los casi 7.000 m illones de seres hum anos que act ualm ent e
est am os encarnados sobre la Tierra, se inició hace m iles de m illones de años.
Por t ant o, si cada 26.000 años se ha form ado una nueva espiral ascendent e,
act ualm ent e acum ulam os decenas de m iles de espirales evolut ivas dent ro de
nuest ra galaxia.
Ent onces, ¿por qué t ant a expect ación por est a nueva espiral evolut iva que se
aproxim a? Pues sim plem ent e, porque cada vez son m ás breves los periodos de
t iem po que el ser hum ano necesit a para evolucionar de un est adio a ot ro. En
t odo caso, siem pre hay una m ej ora sust ancial de los aspect os físicos,
~ 107 ~
em ocionales, m ent ales y espirit uales de t odo ser hum ano, cada vez que el salt o
cuánt ico se realiza.
Hay por lo m enos t res escenarios posibles descrit os para experim ent ar la
“ inm inent e” ascensión planet aria.
Un escenario es el que dice que durant e la ascensión el cuerpo físico se hará
cada vez m ás lum inoso y et éreo hast a disolverse en la nueva realidad, una
suert e de nacim ient o pero a la inversa. Al llegar a esa nueva dim ensión
serem os recibidos por nuest ros herm anos m ayores de cuart a, que serán
nuest ros guías.
Ot ro escenario posible es el de experim ent ar la resurrección, algo parecido a lo
vivido por el Maest ro Jesús, es decir, que t odos m oriríam os para después
resucit ar con una versión m enos densa del cuerpo físico.
Por últ im o, hay quienes sost ienen que vam os a ser evacuados por Seres
ext rat errest res o por Seres int rat errenos, para librarnos de las grandes
calam idades y cat ást rofes que sufrirá la Tierra, y que nos guiarán hast a la
nueva dim ensión.
Aunque los t res son escenarios posibles, yo personalm ent e, pienso que el
cam bio a 4D lo experim ent arem os t odos y cada uno de nosot ros de una form a
progresiva, m ás o m enos dolorosa, en m ás o m enos t iem po.. Est o lo digo
porque si som os t ot alm ent e conscient es de est e cam bio y volunt ariam ent e
accedem os a la nueva vibración, est a posibilit ará nuest ra t ot al sanación a t odos
los niveles, perm it iéndonos disfrut ar de una plena y larga vida. La nueva
vibración, perm it irá que el cuerpo físico del nuevo ser hum ano viva felizm ent e
m ucho m ás allá de los 100 años de edad. Por el cont rario, quién est ando
act ualm ent e “ sano” físicam ent e, pero pesado em ocionalm ent e y apegado a lo
m at erial m ent alm ent e, sufrirá de enferm edades que le acort arán su vida
t errenal en 3D. Una vez haya abandonado el cuerpo físico y t ras un largo
proceso de purificación espirit ual, el Alm a posiblem ent e resurgirá cuando est é
preparada en la nueva dim ensión, t odo ello según sean los designios divinos.
Por t ant o, pienso que est e proceso de t ransición de t oda la Hum anidad hacia la
4D ocurrirá, según el nivel de preparación que hayam os conseguido, con m iedo
y dolor o con gozo y plenit ud, pero no en un día, un m es o un año, sino en
décadas. En est e, m i escenario part icular, t arde o t em prano t odos los seres
hum anos pasarem os de form a conscient e a la 4D, hast a que llegue el día en
que ningún ser hum ano act ual vibre en la 3D. En t al caso, m uchos seres vivos
del reino anim al accederían a la 3D, alcanzarían la aut oconsciencia.
Sim ult áneam ent e, el m ism o proceso de ascensión ocurriría, gradual e
irreversiblem ent e, en el gran m arco de nuest ra galaxia, en t odos los reinos, en
t odos los planos y en cada una de las dim ensiones de la exist encia.
La perm anencia en la 4D será relat ivam ent e cort a, m uy breve si la com param os
con el t iem po que hem os necesit ado para experim ent ar y aprender en la
~ 108 ~
escuela de la m at eria 3D ( en la m ayoría de los casos m iles de encarnaciones) .
La est ancia en 4D será cort a, puest o que el aprendizaj e y la preparación para el
salt o a 5D precisarán de m ucho m enos “ t iem po” .
Puede ser que nadie t enga la m ism a experiencia y que sea cada cual quién
escoj a su propia y única fórm ula de t ransm ut ación y ascensión, de acuerdo a
sus creencias y a su nivel de consciencia. Lo que sí es ciert o, es que el proceso
de ascensión supone una verdadera m et am orfosis.
Mucho se ha hablado de los sínt om as físicos que acom pañan est a
t ransform ación y de las m ás variadas alt eraciones que desafían los diagnóst icos
m édicos. Lo ciert o, es que cada cual elige según sus creencias lo que le t oca
vivir. Mient ras m ás resist encia opongam os y m ás ocult em os nuest ro lado
oscuro, así proporcionalm ent e será nuest ra dificult ad de adapt ación a las
nuevas frecuencias vibrat orias.
Hoy en día nos encont ram os realm ent e con un pie en t ercera y ot ro en cuart a.
Pero ¿cuáles son las señales que nos dicen que est am os adent rándonos en esa
t ransform ación?
Una de las señales m ás frecuent es, es la t om a de consciencia de la
sincronicidad o causalidad de ciert os acont ecim ient os de nuest ra vida. Deepak
Chopra lo llam a “ pequeños m ilagros” . En realidad t odo sucede en el present e,
t odo es sincrónico, pero exist en ciert os event os m ás resalt ables que ot ros, que
no ocurren por casualidad. Si est am os at ent os, los det ect arem os y los
relacionarem os con ot ros event os. Observarem os con asom bro al principio,
cóm o se int erconect an los m ás variados asunt os, personas y acont ecim ient os
de nuest ra vida. Est o ocurre por ej em plo, cuando pensam os en alguien y est a
persona “ casualm ent e” nos llam a por t eléfono o bien aparece de visit a
inesperadam ent e.
Ot ra señal sería la de percibir de m anera diferent e el fact or t iem po, que lo
sent irem os com o si t uviese una fluidez dist int a. En est e caso est aríam os
hablando del t iem po fluido o circular, es decir, un t iem po no lineal. Podríam os
describirlo com o cuando sent im os consecut ivos dos event os dist anciados en el
t iem po.
Ot ras señales son: sent irnos con la necesidad de reunirnos con personas afines
a nuest ro sent ir, la búsqueda de sanación física y m ent al m ediant e t erapias
alt ernat ivas, la asist encia a cursos y conferencias sobre t em as t rascendent es, el
int erés por libros de cont enido espirit ual, sent irnos at raídos hacia la práct ica de
la m edit ación; aspect os t odos ellos que nunca ant es nos habríam os plant eado.
Una señal im port ant e sería la de sent ir m enos necesidad de com er, de hacer
frecuent es ayunos e, incluso, dej ar de necesit ar de t om ar cualquier clase de
alim ent o, pasando a nut rirnos únicam ent e con la luz del Sol y el aire, buscando
cada vez m ás, el cont act o con la Nat uraleza y frecuent es m om ent os para
m edit ar y orar cada día. Todo ello es part e de la energía de unión propia de la
~ 109 ~
Consciencia Críst ica. La búsqueda int erna, la exploración de nuest ra razón de
ser y el conocer cuál es nuest ro propósit o en la vida, t am bién son señales de
que est am os viviendo el cam bio.
A m edida que las dim ensiones se solapen y vayan fusionándose, nuest ra
percepción de la realidad cam biará y el cont act o con Seres que habit an en ot ras
dim ensiones se hará cada vez m ás frecuent e. Es part e de la Consciencia de
Unidad.
Un ej em plo herm oso y m ilenario es el que se refiere a la form a de com unicación
int erdim ensional usada por nuest ros ant epasados aborígenes y por algunas
cult uras indígenas act uales. Ellos se com unican con los elem ent ales de la
nat uraleza que est án det rás de las fuerzas nat urales, com o son el vient o o la
lluvia. Tam bién son capaces de est ablecer com unicación con los reinos m ineral,
veget al y anim al.
I gualm ent e, cada vez hay m ás personas que se sient en at raídas por los
crist ales y m inerales, descubriendo sus cualidades y sim bología. Asim ism o,
cada vez som os m ás los que sent im os gran em pat ía y responsabilidad hacia
alguna plant a, flor o anim al. En el Universo de la cuart a dim ensión, las especies
m inerales, veget ales y anim ales, t ienen connot aciones sim bólicas que nos
enseñan cualidades de nosot ros m ism os. El m ot ivo de dicha at racción especial o
em pat ía, se debe a que cada ser t iene una frecuencia afín o disonant e con
nosot ros, que nos m uest ra algún aspect o de nuest ra m ult idim ensionalidad. El
reconocim ient o de est a vibración es part e de la sincronicidad posit iva propia de
la nueva dim ensión.
Ot ra form a de com unicación int erdim ensional es la que ocurre cuando se
canaliza inform ación procedent e de Seres de Luz: Ángeles, Arcángeles,
Maest ros de Sabiduría, int rat errenos, ext rat errest res com o los Pleyadianos,
Arct urianos o los j uguet ones Essassani, et cét era. Tam bién hay quienes
canalizan inform ación de seres que nos at em orizan, m ás que nada por su form a
física, com o son los Rept oides. Mención apart e m erecen los t em idos Zet a
Ret iculi, t am bién conocidos com o los Grises, por sus fam osas abducciones.
Est as dos últ im as especies m uy avanzadas t ecnológicam ent e, t am bién
pert enecen a nuest ra fam ilia galáct ica y al igual que nosot ros est án siendo
im pulsados hacia la cuart a dim ensión.
Los Zet a Ret iculi o Grises son seres que han est ado por diversas razones
vinculados a nuest ra evolución. Una de ellas es que com part im os un m ism o
origen genét ico hum ano y eso nos hace afines. Ha llegado el m om ent o de dej ar
de ver a est os seres com o enem igos y saber que com part im os con ellos una
m isión com ún en la evolución com o especies. A part ir de la década de los años
cincuent a del siglo pasado, com enzam os a t ener not icias de abducciones y
m anipulación genét ica sobre nuest ra especie, por part e de ellos. El result ado de
est as experiencias t raum at izant es para los hum anos fue m iedo y rechazo a los
m ism os, por un lado perfect am ent e j ust ificado, pero sin t om ar en consideración
~ 110 ~
que est e cont act o form aba part e del cont rat o de evolución previam ent e
com part ido. Esos experim ent os supuso para los Zet as la posibilidad de
reconect arse con las em ociones a nivel de su especie, y la creación de un nuevo
ser híbrido que conj ugó sus m ej ores cualidades ( int eligencia, precisión y
t ecnología) con las m ej ores nuest ras ( Am or, creat ividad, sensibilidad) . De esa
unión surgieron los Essassanis. En los últ im os t iem pos y com o apoyo a nuest ro
cam bio dim ensional, un grupo de Essassanis que habit an en una banda de
t iem po que se correspondería con nuest ro fut uro, nos est án enseñando de qué
form a cream os nuest ra realidad. Act ualm ent e, est os am orosos seres est án
pasando de la 4D a la 5D, est án guiándonos y t am bién com part iendo sus
experiencias con nosot ros. Ellos dicen: “ El present e no es el result ado del
pasado, sino del AQUÍ Y AHORA” . Dej em os est e pensam ient o com o una
reflexión.
EL SALTO D I M EN SI ON AL
A cont inuación voy a t ranscribir del libro I de la obra “ Glocalism o” , un t ext o de
m i buen am igo Em ilio Carrillo Benit o ( prologuist a de est e libro) sobre la gran
oport unidad que act ualm ent e t iene la Hum anidad para dar, j unt o a la Tierra y el
Sol, el salt o dim ensional:
Dent ro de la Tierra, aut ént ico ser vivient e, la Hum anidad y cada ser hum ano
desarrollan sus experiencias exist enciales, reproduciendo escalarm ent e el
m odelo de la sum a y sus part es. Com o dem uest ra la t eoría y práct ica de los
denom inados cam pos m orfogenét icos, el m iem bro de cualquier especie veget al
o anim al form a part e de una sum a superior ( la especie a la que pert enece) ,
aunque cada m iem bro es a su vez la especie m ism a. El ser hum ano, sum a de
part es, form a part e de una sum a superior ( la Hum anidad) , aunque cada ser
hum ano es a su vez la Hum anidad. Y no sólo en el plano físico, sino t am bién
t rascendent e, espirit ual. Y lo m ism o se repit e en lo relat ivo a la Hum anidad con
relación a la Madre Tierra; y ést a en el cont ext o del sist em a solar de Ors; y Ors
en el ám bit o del Clust er de sist em as solares en el que se int egra; y est e Clúst er
en el seno de la Vía Láct ea; y ést a en el Cúm ulo Galáct ico al que pert enece;
et cét era.
Cent rándonos en la Madre Tierra y la Hum anidad, el m om ent o en el que el salt o
dim ensional es posible viene m arcado por el discurrir del cit ado Clúst er
sist ém ico en el seno de la Vía Láct ea. Específicam ent e, t al m om ent o se repit e
cada vez que el Clúst er at raviesa el plano ecuat orial galáct ico, lo que ocurre,
com o ya se ha recogido, cada 12.700 años. Ent onces se produce la “ alineación”
con el Cent ro de la Galaxia, en lo que la Tierra se ve plenam ent e int egrada,
afect ando y alt erando sensiblem ent e sus com ponent es vibracionales
( Resonancia Shum ann) y elect rom agnét icos.
~ 111 ~
Al igual que la sangre en su circulación at raviesa los pulm ones, que la oxigenan
y la lim pian, cuando ret orna al corazón para volver a ser bom beada, el Clúst er
cruza ent onces un cam po especialm ent e energet izado o Cint urón Fot ónico
sit uado en el plano ecuat orial galáct ico, lo que desencadena un vast o proceso
vibracional y elect rom agnét ico que hace que el Clúst er en su int egridad se
int roduzca en un aguj ero de gusano o Puent e de Einst ein- Rosen ( caract eríst ica
t opológica del espacio- t iem po descrit a por la Teoría de la Relat ividad General) .
Est o supone que el Clúst er ent ra por uno de sus ext rem os, recorre el aguj ero a
enorm e velocidad y, finalm ent e, sale im pulsado por el ot ro para com enzar un
nuevo periplo en t orno a Alcyón ( el Sol Cent ral de las Pléyades) . Y en ese
preciso m om ent o de “ salir despedido” del aguj ero, el salt o dim ensional se hace
posible, abriéndose un haz de posibilidades frecuenciales y dim ensionales para
que cada “ com ponent e” del Clúst er pase a la Dim ensión que por arm onía y
resonancia vibrat oria le corresponda. El t iem po que t arda el sist em a solar en
dar una vuelt a com plet a alrededor de Alcyón ( un año solar) , es de unos 25.400
años t errest res. Est e m ovim ient o cíclico ocurre de form a perpendicular al plano
del ecuador galáct ico, de m anera que el Clúst er t endrá que at ravesarlo, en cada
vuelt a com plet a, por dos veces ( cada 12.700 años) . De igual m anera el Clúst er
donde viaj a el Sist em a Solar, se circunscribe dent ro del m ovim ient o de
t raslación de las Pléyades por la Galaxia en t orno al ej e cent ral de la Vía Láct ea.
Est e m ovim ient o de t raslación se ha m edido en unos 220 m illones de años de
duración, t iem po que precisaría nuest ro sist em a solar para dar una vuelt a
com plet a alrededor del Cent ro Galáct ico. Nót ese que el Sol y sus planet as
viaj arían por la Galaxia avanzando con un m ovim ient o en form a de espiral
hast a com plet ar una circunvalación galáct ica com plet a después de m ás de
8.600 años solares ( 220.000.000 dividido ent re 25.400) , eso sí, com enzando la
siguient e vuelt a galáct ica en una posición del espacio t ot alm ent e dist int a a
cuando la iniciaron la ant erior vez, ya que la Vía Láct ea t am bién se desplaza
dent ro del Grupo Local ( Cúm ulo de unas 30 Galaxias) y ést e a su vez dent ro de
un Supercúm ulo de Cúm ulos Galáct icos que a su vez se m ueve por el
Universo...
Por t ant o, el m om ent o cosm ogónico y cíclico del salt o dim ensional no est á
referido al hecho ciert o de que se produzca, sino a la posibilidad de que el salt o
acont ezca. Met afóricam ent e expresado, en t al m om ent o se abre una puert a
( Port al I nt erdim ensional) que conduce a un cruce ( haz) de cam inos
( Dim ensiones) . Sin em bargo, cada “ com ponent e” del Clúst er t om ará el cam ino
que energét icam ent e sint oniza y sea coherent e con su propia vibración, por lo
que es posible t ant o que salt e a ot ra Dim ensión com o que cont inúe en la que ya
est aba. Veam os cóm o.
Por lo que se acaba de exponer, para que cada “ com ponent e” del Clúst er salt e
realm ent e de Dim ensión es preciso que vibre ya en sint onía con la Dim ensión a
la que va a pasar. ¿Qué significa est o?
Ret om ando nuevam ent e el principio de que t odo es sum a de part es y, a su vez,
ese t odo form a part e de una sum a superior, aunque cada part e es a su vez el
~ 112 ~
t odo, para que el salt o se haga realidad se requiere que en el m om ent o cíclico
en el que el salt o es fact ible, se haya configurado en la “ sum a” una “ m asa
crít ica de consciencia” cuya vibración sea arm oniosa con la nueva Dim ensión a
la que se va a t ransit ar; y esa configuración de m asa crít ica dependerá de la
evolución consciencial y vibracional de las “ part es” que conform an la “ sum a” .
¿Difícil de ent ender? No t ant o. En realidad se t rat a de un sencillo proceso
int eract ivo: la sum a, para salt ar dim ensionalm ent e, no requiere que la t ot alidad
de sus part es vibren en la nueva Dim ensión, pero sí que conj unt am ent e aport en
t al m asa crít ica; y, una vez lograda ést a y llegado el m om ent o cosm ogónico del
posible salt o, la “ sum a” t irará dim ensionalm ent e de las “ part es” que la
const it uyen, aunque no t odas hayan alcanzado el nivel energét ico, vibracional y
consciencial. Y abiert o el Port al I nt erdim ensional, la “ sum a” y cada una de sus
“ part es” t om arán el cam ino ( Dim ensión) en consonancia con su grado
vibracional y consciencial.
Puede com prenderse m ej or aplicándolo al caso del sist em a solar de Ors, la
Tierra y la Hum anidad. Un escenario en el que Ors es la “ sum a” ; la Tierra es
t ant o una de las “ part es” de Ors com o “ sum a” a la que pert enece la
Hum anidad; y la Hum anidad es una de las “ part es” de la Tierra y “ sum a” en la
que se int egra cada ser hum ano. Sobre est as bases, llegado el m om ent o cíclico
oport uno, la plasm ación efect iva del salt o dim ensional puede visualizarse com o
una herm osa cadena o escalera consciencial int eract iva:
+ Prim eram ent e, Ors debe cont ar con la m asa crít ica consciencial necesaria para
salt ar, aport ada por el conj unt o de sus “ part es” ( Sol, planet as, sat élit es,
com et as...) .
+ Cum plido lo precedent e, cada una de las “ part es” de Ors salt ará o no en
función de que t enga o no la m asa crít ica consciencial pert inent e. En el caso de
la Tierra, su salt o dependerá de que sus “ part es” , incluida la Hum anidad, le
proporcionen t al m asa crít ica.
+ Si así fuera, la Hum anidad dará o no el salt o dim ensional según disponga o no
de la m asa crít ica consciencial requerida, lo que est ará condicionado a que el
conj unt o de sus “ part es” –los seres hum anos- se la sum inist ren.
+ Finalm ent e, si la Hum anidad salt a dim ensionalm ent e, ant e cada ser hum ano
se abrirá una haz de posibilidades vibracionales y dim ensionales y cada cual
seguirá el cam ino acorde con su propia frecuencia vibracional y evolución
consciencial.
Los hechos resum idos en los párrafos ant eriores se repit en cíclicam ent e. En
t iem pos pasados, han sido el “ t ram polín” ut ilizado por ot ros m undos y
m odalidades de vida insert os en el Clúst er sist ém ico en el que Ors se int egra
para salt ar a Dim ensiones m ás allá de la Tercera en la que se halla la
Hum anidad. Y, de hecho, fue así com o la Tierra pasó de la Prim era Dim ensión a
~ 113 ~
la Segunda y de ést a a la Tercera. Pero hast a ahora no había podido pasar a la
Cuart a.
Ors, encabezado por el Padre Sol, y la Madre Tierra est uvieron a punt o de
conseguirlo hace 12.700 años, pero ocurrió una pérdida de energía ( una
absorción energét ica y consciencial cuyo análisis escapa a est as páginas) que
im pidió el salt o y originó lo que, en los Archivos Akáshicos de la Hum anidad y
en la m em oria t rascendent e de m uchos seres hum anos, se recuerda por su
m anifest ación m at erial y geofísica m ás not able: el hundim ient o de la gran isla
cent ral de la At lánt ida.
Pero anot a bien est o: aquí y ahora, 12.700 años después, el Padre Sol, la
Madre Tierra y la Hum anidad van a salt ar de Dim ensión y t ransit ar de la Tercera
a la Cuart a. No es frut o de la casualidad, sino de un t rabaj o energét ico en el
que t ú t am bién has sido part ícipe. ¡Est á hecho! , ¡est á cum plido! En el solst icio
de invierno de 2012, o quizá aún ant es, el Clúst er sist ém ico en el que Ors se
int egra se adent rará en el Cint urón Fot ónico y el aguj ero de gusano ant es
m encionado. Y en el m om ent o present e t ant o la Madre Tierra com o el Padre Sol
at esoran la fuerza vibracional y consciencial necesaria y suficient e com o para
poder asegurar que, cuando se llegue al ot ro ext rem o del aguj ero, el salt o
dim ensional será una realidad. Y no hay, en est a ocasión, m archa at rás. Tan
act ivada y energet izada est á ya, por ej em plo, la Tierra que las sondas
espaciales enviadas por la NASA a los confines de nuest ro sist em a solar, al
efect uar fot ografías del conj unt o de los planet as que lo conform an, no logran
divisar el nuest ro con nit idez, que bien aparece envuelt o en una especie de luz
resplandecient e o bien, sim plem ent e, ya no es visible para inst rum ent os
cient íficos que operan y son sensibles exclusivam ent e para la Tercera
Dim ensión.
Si ese hecho acont ece, ant e cada ser hum ano se abrirá un haz de posibilidades:
cada cual, en su dim ensión espirit ual, ha de elegir el cam ino que desea seguir,
el m undo en el que quiere vivir, la Dim ensión en la que desea encarnar y
desarrollar sus nuevas experiencias conscienciales. En est e m arco, la Nueva
Tierra será el hábit at de una Nueva Hum anidad conform ada por aquellos seres
hum anos que ínt im am ent e vibren y sient an en las nuevas claves y frecuencias
vibracionales del planet a. Y ést as no son ot ras que las de Am or, la Consciencia
de Unidad y el Reconocim ient o ( “ conocim ient o de uno m ism o” ) t ant o de la
Divinidad de nuest ra Esencia com o de la Capacidad Creadora que t odos
at esoram os. En el ahora, es crucial que la Hum anidad refuerce sus lazos de
unidad para apoyar que sea el m áxim o núm ero posible de seres hum anos los
que salt en, j unt o a la Tierra, de Dim ensión.
Sobre la est im ación t em poral del t ránsit o del Clúst er sist ém ico ( y, dent ro de él,
de Ors, el Sol, la Tierra y la Hum anidad) a lo largo del Cint urón Fot ónico, si se
realizara a la velocidad “ norm al” con la que ést e se ha venido desplazando
durant e los últ im os m ilenios por la Vía Láct ea, duraría unos 2.000 años
t errest res. Sin em bargo, el acercam ient o al plano ecuat orial galáct ico m odifica
~ 114 ~
por com plet o el escenario y genera el cit ado aguj ero de gusano o Puent e de
Einst ein- Rosen. En su int erior, el Clúst er at ravesará el Cint urón y llegará de un
ext rem o al ot ro del aguj ero a una velocidad en const ant e aceleración. Com o
m edia, ent re 10 y 13 veces superior a la “ norm al” , si bien t al velocidad puede
increm ent arse espect acularm ent e com o consecuencia de la act uación
conscient e de la cit ada m asa crít ica de seres hum anos.
Est o represent a que, en t érm inos lineales y t em porales de Tercera Dim ensión,
el t ránsit o durará el t iem po preciso para que las dim ensiones espirit uales
encarnadas en seres hum anos que así lo deseen puedan experim ent ar t odavía
una o dos nuevas reencarnaciones en est e plano.
Ant iguas cult uras com o la m aya vat icinaron el m om ent o present e ( los años
inm ediat am ent e ant eriores a la ent rada en el aguj ero de gusano) baj o la
descripción de la Sala de los Espej os. Con ello querían explicar que los hechos
del ahora colocan ant e el espej o de la realidad t ant o a la Hum anidad com o a
cada ser hum ano, experim ent ándose acont ecim ient os y vivencias personales y
colect ivas que obligan a cada cual a opt ar, a elegir, sin am bages ni disim ulos.
Cada vez con m ás claridad y fuerza, ant e un gran núm ero de sucesos
individuales y sociales que se acum ularán ant e nuest ros oj os, cada ser hum ano
deberé elegir ent re dos cam inos: A y B. Es decir, no ent re A, B, C, D, E,
et cét era, com o ha ocurrido t ant as veces hast a ahora en la hist oria de la
Hum anidad y en nuest ra pequeña hist oria personal, sino ent re A o B. Negro o
blanco. No gris, negro m edio clarit o, o… Negro o blanco. O lo que es lo m ism o:
que nuest ra Volunt ad siga baj o paut as de Tercera Dim ensión o em piece a
funcionar plenam ent e con crit erios de Cuart a y Quint a. Y la Volunt ad no son los
pensam ient os, ni las int enciones, no es aquello que nos gust aría hacer, pero…
La Volunt ad es la int ención plasm ada en acción. La elección acerca de a dónde
dirigir y hacia dónde encauzar esa Volunt ad es nuest ra, de cada uno, pero no se
podrá esquivar ni valdrán paños calient es.
Debido a lo ant erior, cuando ent rem os en el aguj ero de gusano, cada ser
hum ano, su dim ensión espirit ual, habrá ya t om ado una opción. Y aún dent ro del
m ism o y de m anera cada vez m ás int ensa en la m edida que avancem os en el
puent e de Einst ein- Rosen, se m ult iplicarán lo hechos y experiencias individuales
y colect ivas que obligarán a elegir el cam ino A o B, si bien, por las propias
caract eríst icas de t ales hechos y experiencias, cada vez será m ás difícil, en
t érm inos energét icos y espirit uales, que quien haya opt ado por la vía del
m at erialism o egóico pueda m ut ar hacia el cam ino alt ruist a y espirit ual.
Ent re esas caract eríst icas hay que resalt ar la aceleración del t iem po. No es que
las m anecillas del reloj vayan a ir m ás rápidas. Es algo m ucho m ás im port ant e:
las sit uaciones y experiencias se m ult iplicarán de t al m odo que si ant es nos
veíam os forzado a t om ar decisiones ( opt ar por un cam ino u ot ro) sólo de vez en
cuando, ahora se m ult iplicará la frecuencia y la int ensidad con la que nos
encont rarem os ant es hechos personales y colect ivos que nos obligarán a sit uar
~ 115 ~
nuest ra Volunt ad ant e el cam ino A o el B, seguir en Tercera o salt ar de
Dim ensión. Se m ult iplicarán las ocasiones para opt ar ent re uno u ot ro cam ino y,
en paralelo, cada vez será m ás difícil cam biar de cam ino.
Lo que cada cual haga a part ir de ahora a nivel de crecim ient o personal
generará un puent e energét ico que cohesionará y am plificará las radiaciones
cósm icas que im pact an en el sist em a solar y en nuest ro planet a. Para los que
vibren en la nueva frecuencia vibrat oria, experim ent arán una t ransform ación
int egral en sus cuerpos inferiores y una expansión de la consciencia cósm icaespirit ual. Es im port ant e que se com prenda que la Hum anidad y la Madre Tierra
est án ent rando en un nuevo ciclo evolut ivo que supondrá una t ransform ación
profunda de los paradigm as exist enciales hum anos. La era del aislam ient o y
confinam ient o evolut ivo ha finalizado, dando paso a un nuevo capít ulo en la
evolución e int egración de la Tierra en los planet as de evolución superior.
Por t ant o, el proceso cosm ogónico descrit o aport a ya un suplem ent o energét ico
al sist em a solar, a la Tierra ( con im pact os en el cam bio clim át ico) , a la
hum anidad y a cada persona; una sobrecarga de energía vibrat oria y
elect rom agnét ica que coadyuva a act ivar com ponent es durm ient es o sem idurm ient es del ADN hum ano y planet ario. Pero ¡oj o! , t al suplem ent o de nada
servirá si cada uno no realiza un t rabaj o propio e int erior que eleve su grado de
consciencia y posibilit e que el Yo verdadero, nuest ro Ser divinal, coj a las
riendas de nuest ra vida. Est a es la clave: un t rabaj o ínt im o que nos perm it a
com prender, acept ar y asum ir nuest ra condición y dim ensión divinal, así com o
la Unidad de cuant o exist e. Y que abra las puert as a un Am or I ncondicional que
nos vuelque en el am or al prój im o.
Que nadie espere que est e t rabaj o lo haga alguien por nosot ros. Ni alienígenas,
ni ángeles, ni fuerzas cosm ogónicas son responsables de nuest ras vidas. Que
cada cual asum a la responsabilidad de la suya. Por algo som os Hij os de Dios no
porque nos haya creado Él, sino porque som os Él. Lo t enéis escrit o en vuest ro
corazón: som os Todo y Uno; Creación&Creador; Creador&Creación. El t an
cont rovert ido 2012 será la plat aform a de iniciación a una nueva consciencia
espirit ual que cont ribuirá a la t ransform ación del ser hum ano y de la Tierra.
Conform e dent ro del Clúst er, Ors se vaya alineando con el Cent ro Galáct ico, las
crisis colect ivas e individuales se int ensificarán en t odos los ám bit os. Es un
part o, lleno de gozo, de esperanza ciert a en la Nueva Tierra y la Nueva
Hum anidad; y t am bién de cont racciones y dolor. Así pues, es un im perat ivo que
se sea conscient e de la im port ancia que supone la colaboración e int ensificación
del crecim ient o espirit ual y la necesidad de elegir ent re el cam ino A y B, y de
hacerlo sin m iedos.
No hay que confundir el m iedo con reacciones derivadas de la condición física
del ser hum ano en su condición de anim al m am ífero. Verbigracia, una cosa es
el m iedo y ot ra el inst int o de conservación. El m iedo es algo m ás profundo, m ás
denso, m ás ext enso. Algo que im pregna nuest ra vida y nuest ro día a día. Nos
~ 116 ~
llena de dudas, de int errogant es, de suposiciones,
prej uicios,… ¡hast a se m anifiest a en el t em or a Dios!
de
conj et uras,
de
Pero lo ciert o es que no hay ningún m ot ivo para sent ir m iedo a nada ni a nadie.
Nuest ro Yo Verdadero es divino y et erno. Y el Diseño I nt eligent e del Universo
crist aliza, ent re ot ras cosas, en una Providencia que nos hace fluir en Am or y
nos at iende y cuida am orosam ent e, com o t odos los grandes Maest ros siem pre
han enseñado y Crist o- Jesús resum ió hablando del Am or del Padre y poniendo
el ej em plo de los lirios del cam po y las aves del cielo.
La m uert e no exist e. Y nadie nos puede quit ar nada porque t oda la Creación es
nuest ra y nosot ros m ism os som os creadores. ¿Miedo a qué? Civilizaciones
ent eras de ot ros m undos int egrados en el Clúst er sist ém ico al que se viene
haciendo m ención desconocen el m iedo. Y les result a curioso que los seres
hum anos lo sient an, aunque saben el por qué. Conocen com o, con ocasión de la
absorción energét ica ant es cit ada de pasada a propósit o del hundim ient o de la
At lánt ida, las m ism as ent idades que llevaron a cabo t al absorción im pidiendo el
salt o dim ensional de la Tierra, im plant aron el sent im ient o del m iedo en la
dim ensión energét ica de las personas. ¿Cóm o? A t ravés de la red m ent al que
enlaza y conexiona a t odos los seres hum anos ( valga el ej em plo de los
ordenadores, que est án hoy t odos conect ados por m edio de I nt ernet ) y cuya
exist encia ha sido descubiert a por la ciencia m erced al avance de los
denom inados cam pos m órficos o m orfogénet icos. Esa red m ent al es m aravillosa
y ayuda a la evolución de la Hum anidad de m anera cooperat iva. Pero t am bién
puede ser ut ilizada para int roducir ideas y pensam ient os aj enos a la propia
nat uraleza hum ana, de m odo sem ej ant e a com o los hackers infect an con virus
I nt ernet .
Y ha llegado el m om ent o de que el ser hum ano se quit e t al im plant e: la clave es
el Am or. El Am or disuelve el m iedo. El Am or a uno m ism o es la llave del
conocim ient o int erior que nos m uest ra nuest ra esencia divina y et erna y la
capacidad que poseem os com o co- creadores de una Creación que es nuest ra y
est á a nuest ra disposición. Y el Am or a uno m ism o se proyect a hacia el Am or a
los dem ás, derribando prej uicios, dudas, suposiciones.
¡Ut iliza
tu
Volunt ad,
enfócala
hacia
el
salt o
dim ensional,
Am a
incondicionalm ent e y elim ina el im plant e del m iedo de t u esencia energét ica y
vibracional!
LA ECON OM Í A CÓSM I CA
Est e capít ulo, incorporado en la segunda edición de est e libro, es para m í de
vit al im port ancia conocerlo para poder llevar a cabo lo que en él se dice en
relación a una m aravillosa ( o t errible si se ignora) Ley Universal que a t odos
nos rige por igual, lo sepam os o no. Su aut or, Mart ín Traverso, de nacionalidad
~ 117 ~
argent ina dice: “ En los últ im os t res años, t ras una int ensa búsqueda int erior,
com binada con crisis exist enciales, salí m uy fort alecido. En una de esas crisis
t om é papel y bolígrafo y dej é salir t odo; allí em pezó a fluir una conferencia en
m i cabeza, donde yo hacía pregunt as y t am bién encont raba las respuest as…
dej é salir t odo… no dej é nada sin pregunt ar ni sin responder… y eso fui
t ranscribiendo” . Desde el siguient e párrafo a ést e hast a el final del capít ulo, es
t odo frut o del j oven Mart ín Traverso. Que lo disfrut éis y sobre t odo que lo
pract iquéis.
La m anera en que se organiza el universo para que t odos los seres se
relacionen ent re sí, es a t ravés de una gran “ Ley Cósm ica” que regula t odo lo
que recibim os en nuest ra vida. Es la “ j ust icia divina” que m uchas religiones
nom bran, que hace que recibam os t odo lo que nos m erecem os. Así com o se
ent iende en el capit alism o que el m ercado regula los precios y la producción, a
nivel cósm ico, exist e una ley que regula t odo lo que recibim os en nuest ras
vidas, m ás allá de los sim ples bienes m at eriales y el dinero. El t em a es que, a
su vez, lo que recibim os solo en concept o de bienes m at eriales y dinero ( com o
part e de t odo lo que recibim os en nuest ra vida) , no es una excepción a est a
gran organización cósm ica, pues t odo obedece a una m ism a ley y t odo t iene
una causa, nada es por casualidad. Lo int eresant e es que, queram os o no,
t odos form am os part e de esa gran Econom ía Cósm ica, nadie puede salir de ella,
y por ignorancia de su funcionam ient o caem os en una vida de carencias y
sufrim ient os t ot alm ent e evit ables, aunque t am bién, m uy út iles para nuest ro
aprendizaj e.
Le y cósm ica : D a r = Re cibir
Es la ley que hace que t odos obt engan lo que se m erecen. Es la fam osa frase:
“ uno cosecha lo que siem bra” . Es por ello que m uchas religiones acept an la
frase “ no hagas a los dem ás lo que no t e gust aría que t e hicieran a t i” . Aquí
descubrim os que la ley de la física de “ acción y reacción” que descubrió Newt on
es t ot alm ent e ciert a y que va m ás allá del cam po de las fuerzas de la física.
Pero para quienes no lo ent iendan de esa m anera, y necesit en una t eoría,
podríam os est udiar la siguient e igualdad m at em át ica: Dar = recibir. Esa es la
gran Ley Cósm ica. Cuando alguien “ da” , en el universo se genera un vacío que
debe ser rellenado, ent onces debe “ recibir” , y ese m ecanism o opera
independient em ent e de que nosot ros lo conozcam os o queram os int ervenir. Es
m ás, opera a cada m inut o y segundo de nuest ras vidas. Cada día que
despert am os podem os sonreír y decir: ¿qué será lo que t iene el universo
preparado hoy para m í?
Lo que r e cibim os: n ue st r o “ha be r cósm ico”
Los orient ales lo suelen llam ar “ karm a” , palabra que significa “ acción” , y
represent a t odo lo que nos corresponde com o result ado de nuest ras “ acciones” .
En t érm inos sim ples, es nuest ro haber cósm ico. Es decir, lo que recibim os
~ 118 ~
const ant em ent e día a día en nuest ras vidas no es m ás que el result ado
m at em át ico de esa ley: “ dar = recibir” .
A veces nos quej am os porque no nos gust a lo que recibim os de la vida.
Est am os disconform es con el t rat o de ot ras personas hacia nosot ros, con alguna
enferm edad que nos ha t ocado vivir, con alguna sit uación difícil que debem os
afront ar, con el desem pleo no deseado o el salario insuficient e que obt enem os
por nuest ro t rabaj o, con el escaso am or y com prensión que recibim os de ot ros,
et c. Lo que sucede a fin de cuent as es que “ ignoram os” que t odo ello es el
result ado de lo que “ nosot ros m ism os hem os generado” . Som os responsables al
100% de lo que nos ocurre en la vida y est o, lej os de desanim arnos, es una
gran not icia, pues con el conocim ient o necesario y la int ención apropiada
podem os t om ar las riendas de nuest ra vida para dirigirla hacia dónde
queram os.
Todas las cosas buenas y m alas que nos pasan, el t rat o que recibim os de los
dem ás, el am or que recibim os, los bienes m at eriales y com odidades, son t odos
result ado exclusivam ent e de lo que nosot ros “ dim os en el pasado” al universo.
O de nuest ras “ acciones del pasado” com o dicen los orient ales en su concepción
del karm a.
Reflexión personal: Est a sit uación que rechazo, ¿ocurrió por casualidad? ¿Puedo
encont rar su raíz en alguna acción m ía del pasado? O bien, est a sit uación que
m e gust a, ¿ocurrió por casualidad? ¿o soy yo m ism o el responsable de ella?
Nosot ros m ism os podem os com prender la Ley Cósm ica con el solo hecho de
observar nuest ro pasado y nuest ro present e, solo debem os observar.
¿Qué e s da r ?
El “ dar” , es el prim er lado de la igualdad m at em át ica. El “ dar” es lo que los
orient ales llam an “ acción” . Son t odas las acciones que cont rolam os nosot ros y
“ dam os” al universo, dirigiéndolas a cualquiera de los seres que lo int egran,
incluso a nosot ros m ism os.
El “ dar” , m at em át icam ent e va agrandando nuest ro haber cósm ico. En la
“ cont abilidad cósm ica” que t odo lo regist ra y nada se escapa, cada cosa que
dam os, se encuent ra del lado del debe. De esa m anera, t am bién aum ent a
nuest ro “ haber cósm ico” , que es lo que el universo t iene para darnos com o
result ado de nuest ros pensam ient os, palabras y acciones que dam os.
Podríam os decir que Fray Luca Paccioli descubrió en la cont abilidad com ercial y
la part ida doble algo que en verdad exist e a nivel cósm ico.
¿Cuá le s son la s for m a s e n que da m os a l u nive r so?
Los orient ales, al concebir el karm a, hablan de “ acciones” que dam os y que son
de t res t ipos ( m ent ales, verbales y físicas) . Podem os sim plificar que cuando
~ 119 ~
dam os algo al universo ( a una persona, a la nat uraleza o a nosot ros m ism os)
puede ser alguna de est as t res cosas:
• Pensam ient os
• Palabras
• Acciones
Todas t ienen un result ado equivalent e de ret orno para nosot ros. Pero com o
podem os apreciar, det rás de t oda palabra y de t oda acción, exist e prim ero “ un
pensam ient o” , y m uy im port ant e de dest acar, “ con una int ención de quién lo
crea” . Por t ant o, ot ra m anera de ver lo que dam os es que, siem pre dam os
“ int enciones” y “ pensam ient os” . A veces m at erializados en palabras o acciones
y a veces no m at erializados, quedando com o sim ples pensam ient os. Y lo que el
universo realm ent e t om a en cuent a es eso: “ la int ención del pensam ient o” m ás
que la “ cáscara que vem os” que es la palabra y la acción.
Observem os nuest ras últ im as palabras y acciones del día: ¿de qué int enciones
est uvieron im pregnadas?, ¿qué result ados produj eron? Puedo hacer el siguient e
experim ent o: hacer una “ m ism a acción” pero con diferent es int enciones, com o
por ej em plo, darle un abrazo a alguien sint iendo ( con la int ención) que la
querem os m ucho, y luego, dar un abrazo a ot ra persona sint iendo que la
despreciam os, pero deseam os que piense que la querem os… ¿qué conclusiones
saco? Cuando probam os est os experim ent os, nos volvem os verdaderos
cient íficos de nosot ros m ism os, al igual que hacía uno de los m ayores cient íficos
de sí m ism o que ha t enido la hum anidad: el buda.
Un “da r invisible ”, pe r o pode r oso
Adem ás, a veces podem os no dar algo visible o apreciable com o son las
palabras y las acciones, y sin em bargo podem os est ar dando algo m ás
poderoso: pensam ient os. Si sim plem ent e dam os “ pensam ient os am orosos” ,
est o const it uye la form a m ás poderosa de dar que t enem os com o seres
hum anos. Adem ás es el em brión de t oda fut ura “ palabra o acción am orosa” .
Algunos ej em plos podrían ser: cuando vem os un niño pidiendo m onedas en la
calle y en vez de j uzgarlo, solo lo m iram os con am or y le “ deseam os” lo m ej or
para su vida. O podem os hacer una “ m edit ación” , visualizando que dam os am or
a algún ser hum ano ( o a t oda la hum anidad) que lo necesit a, o salud, o fuerza
para que resuelva su difícil sit uación, o bien enviam os luz y am or al planet a
ent ero. Ot ros lo podem os hacer desde “ la oración” , no im port a la religión o la
creencia, solo im port a los pensam ient os am orosos que dam os al universo.
Podem os t ener diferent es religiones o no t ener ninguna, ser at eos o agnóst icos,
creer en m uchas o pocas cosas, pero hay algo que ningún ser hum ano
desconoce: ¡¡¡el poder del am or! ! !
Y t odo ello es un “ dar ext rem adam ent e poderoso” que el universo ret ribuye de
m anera m uy generosa. Pero no t enem os que pensar en la ret ribución para no
~ 120 ~
t eñir nuest ra int ención con algo m enos elevado, sino solo disfrut ar el dar pues
lo dem ás ocurre solo.
El ve r da de r o da r : “e l da r vir t u oso”
¿Cóm o m e doy cuent a que est oy dando de m anera virt uosa? Pues m uy sim ple.
El dar de est a m anera, nos hace felices, nos da alegría. Es com o pensar: que
alegría sient o al ver que pude dar est o que est á a m i alcance para est e ser que
lo recibe y que para él es t an im port ant e. ¡Qué alegría m e produce su alegría!
Por el cont rario, si no som os felices al dar, es un sínt om a de que est am os con
m iedos y enfocados en el recibir. Nos dam os cuent a de est o cuando nos
hacem os la pregunt a: ¿Qué sent í al dar? Y quizás la respuest a puede ser: sent í
que la persona fue ingrat a, no m e dio ni las gracias ( esperé la grat it ud) , o no
m e pagó lo suficient e; en fin, que “ no recibí lo que yo esperaba” . Y si esperaba
“ recibir” , ent onces m i foco de at ención no est aba en el dar, sino en el recibir.
Solo iba a ser feliz dando si adem ás recibía aquello que esperaba, por t ant o, no
disfrut é del act o de dar.
Y para saber si t uve un act o de dar virt uoso, puedo pregunt arm e luego de cada
acción, palabra o pensam ient o que di: ¿qué m e hizo sent ir? ¿m e sent í feliz al
hacerlo? ¿disfrut é del act o? ¿sent í que no necesit é nada a cam bio? ¿que sólo la
felicidad de ese act o fue j ust ificat ivo de hacerlo? Si la respuest a es sí,
¡¡¡felicidades! ! ! Has hecho un act o de dar de m anera virt uosa. Fue un dar que
has disfrut ado de m anera desint eresada y por t ant o fue un act o de am or. ¡Has
aum ent ado enorm em ent e t u haber cósm ico! Pero lo m ás im port ant e, es que
¡¡¡has sido feliz! ! ! al dar. Doble alegría: feliz en el present e y feliz en el fut uro
( que t e depara com o result ado de ese dar virt uoso) .
Cuando descubrim os que som os felices al dar, en ese inst ant e em pieza a
cam biar nuest ra vida. Es m ás, quizás hayas est ado en el “ círculo vicioso del
dar” que generalm ent e funciona de m anera m ás m iedosa, m ás m ezquina,
esperando siem pre algo a cam bio, pero cuando experim ent as una prim era
acción desint eresada de dar, de dar virt uoso, puedes em ocionart e, sent ir algo
fuert e en el corazón y hast a llorar por haber descubiert o est a nueva form a de
dar.
En la I ndia es bast ant e com ún ver est o y ellos lo ven de la siguient e m anera:
“ nuest ra vida es un servicio para los dem ás” . Y podríam os pensar en nuest ros
t érm inos: “ nuest ra vida es un const ant e dar al universo” . Aunque no queram os,
aunque nos propusiéram os no dar nada a nadie, invit o a la reflexión personal:
¿alguien puede est ar en est ado de “ no hacer, no hablar y no pensar” ? o sea,
¿en est ado de “ no dar nada al universo” ?
En est e m om ent o ya nos habrem os dado cuent a que nuest ra vida es un “ dar
cont inuo de pensam ient os, palabras y acciones” , solo que no lo habíam os vist o
ant es de ese m odo, y quizás al pensar en “ dar” , solo im aginábam os “ acciones”
~ 121 ~
com o dar lim osnas o regalar cosas m at eriales sin siquiera observar la int ención.
Solo debem os cam biar el viej o enfoque que t eníam os cent rado en el recibir y
pasarlo a ot ro cent rado en disfrut ar lo que est am os dando, ya que adem ás no
nos queda ot ra opción si querem os ser felices. ¿Quieren ej em plos? Digo solo
algunos, el rest o se les ocurrirá a ust edes:
Me propongo disfrut ar cuando m e lavo la cara y los dient es por la m añana
o cuando m e peino. Me est oy dando higiene a m í m ism o, y por t ant o, al
universo, y ¡disfrut o al hacerlo! Lo hago cont ent o. ¡Qué herm oso es asearm e y
cuidarm e! ¡Qué alegría!
Si t rabaj o de m añana y t engo que pagar para desplazarm e, pago
disfrut ando, sabiendo que est oy dando dinero a alguien ( a un t axist a o a quién
carga com bust ible a nuest ro m edio de t ransport e) y ese dinero, le perm it e vivir.
No le est oy dando dinero, le est oy dando una int ención am orosa que dice: “ m e
encant a colaborar en t u sust ent am ient o y el de t u fam ilia, lo hago con m ucha
sat isfacción” . Es im posible no sonreír cuando se sient e esa sat isfacción desde el
corazón, y por supuest o, le regalo esa sonrisa t am bién.
En m i t rabaj o, disfrut o al t rabaj ar, y ¿cóm o lo hago?, com o los hindúes,
sabiendo que lo que yo hago ( ya sea barrer la oficina, cocinar, lim piar,
organizar papeles, dirigir una em presa o a un equipo de personas,...) , es
“ sum am ent e necesario” y cont ribuye a aliviarle problem as a ot ros. Todo t rabaj o
es im port ant e, ya que es necesario. No hay t rabaj o indigno o no im port ant e.
Cuando com prendo est o, disfrut o de cont ribuir a aliviarles los problem as a los
dem ás a t ravés de m i t rabaj o.
Cuando com pro cosas con dinero, disfrut o de “ fom ent ar” que las personas
vivan de su t rabaj o. Si es una em presa, de cont ribuir a que favorezca el em pleo
de m uchas fam ilias. Si es una persona individual, de cont ribuir a su
sust ent am ient o y al de su fam ilia. En ese m om ent o que est oy dándole el pago
en dinero, lo m iro a los oj os con m ucha sat isfacción, sabiendo que soy uno de
los que le perm it e sust ent arse m at erialm ent e en est e m undo. Es m uy
grat ificant e pagar con dinero de est a form a. ¿Lo sint ieron alguna vez?
¿Sint ieron la alegría de pagar sabiendo que est án cont ribuyendo al
sust ent am ient o de ese ser hum ano?
Encont ré en m i arm ario una prenda de vest ir m uy linda que nunca la he
usado ni la pret endo usar, pero conozco un chico necesit ado de la calle al que
acost um bro a ver y es de m i m ism a t alla. ¡Qué alegría al ver sus oj os cuando
recibe su nueva prenda de vest ir! No espero ni las gracias, ¡su m irada de am or
es un regalo para m í! ¡Realm ent e, soy yo el agradecido!
Qué alegría es darle una cont ribución a ese chico que lim pió el parabrisas
de m i aut o, que no sabe sust ent arse de ot ra form a, y yo, con m i abundancia,
t engo el privilegio de cont ribuir con su sust ent am ient o. ¡Qué alegría la de ver su
rost ro y m irarlo a los oj os en el m om ent o de darle esa cont ribución!
~ 122 ~
En m i casa, con las personas que vivo, sient o ganas de cocinar y agasaj ar
a t odos con una rica com ida. Disfrut o al lavar las verduras, picar la cebolla y
hervir unas past as. Seguram ent e m e escucharán cant ando o silbando. Mient ras
lo hago sé que est oy “ dando” algo a ot ros y a m í m ism o. Com o no voy a
disfrut ar de cocinar sabiendo que gracias a que yo cociné en m i casa van a
disfrut ar de una deliciosa com ida y, adem ás, ¡la disfrut aré yo m ism o! Disfrut é
del m om ent o present e al cocinar, pero t am bién disfrut é al com er. Esa es una
acción poderosa, desint eresada, cargada de am or, que el universo la prem ia de
la m ism a m anera. Y apart e, para m í ¡fue un m om ent o de m ucha felicidad!
Un am igo m e llam a llorando porque una persona m uy querida de él ha
fallecido y yo descubro que t engo el sábado libre para est ar con él. ¡Qué alegría
es poder darle ese abrazo y consuelo que t ant o necesit a en ese m om ent o! ¡Qué
grat ificación su rost ro y su sensación de calm a al verm e! Est oy yo agradecido
de t ener el honor de darle ese m om ent o t an agradable que es en verdad
m ut uo.
Recuerdo que alguien de m i fam ilia est á m uy enferm o y, en m om ent os de
t ranquilidad que m e sient o t an bien conm igo m ism o y con la vida que llevo,
puedo det enerm e un rat o y pensar en algo lindo para esa persona. Le envío un
pensam ient o am oroso con int ención de ayudarle en su sanación. O desde m i
religión, le hago una oración, o una m edit ación dirigida a él. Qué bien m e hace
sent ir que desde la dist ancia lo est oy abrazando con m is pensam ient os dándole
una energía posit iva para su vida.
Y cuánt os ej em plos m ás podrían venir a nuest ras m ent es. Cada uno de
nosot ros, una vida dist int a, un t rabaj o dist int o, cost um bres dist int as, creencias
dist int as, pero t odos t enem os algo en com ún: t odos querem os est ar en paz, ser
felices y disfrut ar del am or en nuest ras vidas. En nuest ro vivir, t odos vivim os en
est ado de “ dar” , sólo que m uchos hast a ahora no com prendíam os porqué el
universo no era generoso con nosot ros. Era sim plem ent e por nuest ra
ignorancia, est ábam os dorm idos, girando en una rueda, com o un pequeño
hám st er en su rueda girat oria...
M e cue st a da r de m a ne r a de sint e r e sa da ¿cóm o pue do ha ce r lo?
Pr im e r pa so: Abr o los oj os y com pr e ndo la Le y Cósm ica .
El prim er paso es “ haberse dado cuent a de ello” y t ener la “ int ención de salir”
de la ignorancia. Est e es un paso de sabiduría: reconocim os nuest ra ignorancia
respect o a la Ley Cósm ica. No debem os sent ir culpa, solo fuim os ignorant es, y
por ello sufrim os con nuest ra propia ignorancia, pero hoy algo cam bió en
nosot ros. Ahora que salim os de la ignorancia podem os hacer algo: t ener la
int ención de cam biar nuest ra vida a t ravés de nuest ros pensam ient os, palabras
y acciones, pero sobre t odo, siendo conscient es del poder de nuest ros
pensam ient os.
~ 123 ~
Recordem os que la Ley Cósm ica de “ dar = recibir” es m at em át ica y al universo
nada se le escapa en su cont abilidad cósm ica. O sea, no puedo disfrazar
acciones y palabras con int enciones negat ivas para que parezcan am orosas. Ni
t am poco puedo esconder m is pensam ient os que no se han m at erializado en
acciones y palabras m ías. Todo est o t iene un result ado cósm ico para m i vida.
Recordem os la frase: “ Sonríe, Dios ( o el universo) t e est á film ando” .
Para quien le gust a las m at em át icas: Podem os crear unas equivalencias de
concept os: “ pensam ient o, palabra o acción = dar” , “ dar = recibir” , “ acción =
reacción” , “ lo que uno siem bra = lo que uno cosecha” , ent onces “ reacción =
recibir = lo que uno cosecha” . Finalm ent e las ecuaciones serían: “ acción ( de
newt on) = dar ( pensam ient os, palabras o acciones) = lo que uno siem bra= debe
cósm ico” es el prim er lado de la igualdad; y por el ot ro lado t enem os “ el recibir
( haber cósm ico) = karm a ( budist a) = reacción ( newt on) = lo que uno cosecha” .
De alguna de est as m aneras, o de t odas, debo com prender la Ley Cósm ica.
Aunque lo m ás im port ant e es la experim ent ación, sin ella, solo la
com prenderem os de m anera int elect ual. Por ello, debem os dar el siguient e
paso.
Se gundo pa so: Bor r ón y cue nt a n u e va .
Una vez que com prendim os est a ley, nos decidim os int ernam ent e a hacer un
borrón y cuent a nueva. O sea, acept am os los result ados buenos y m alos de
nuest ro “ dar” del pasado y em pezam os “ ahora m ism o” a sem brar nuest ro
nuevo fut uro, para nosot ros y para los dem ás seres. Est o es algo que cuando
em pezam os a aplicar, nuest ra vida em pieza a cam biar en el m ism o m om ent o
present e, sin enfocarnos en los result ados del fut uro; eso ocurre cuando
em pezam os a disfrut ar el proceso del “ dar cósm ico” .
Es im port ant e en el “ borrón” el hecho de “ no quej arnos” ni
result ados desagradables del pasado, porque recordem os que
est am os dando “ un nuevo pensam ient o negat ivo al universo” y
una rueda que se ret roalim ent a a sí m ism a. Por ello es necesario
“ rechazar” los
si lo hacem os,
seguirem os en
el borrón.
Y “ cuent a nueva” , son los nuevos pensam ient os, palabras y acciones que
cam biarán nuest ra vida ahora m ism o en el present e y, t am bién, en el fut uro. Ya
no im port a el pasado, solo im port a el present e.
Te r ce r pa so: Sa lga m os de l cír culo vicioso y e nt r e m os e n e l “cír culo
vir t u oso”.
Generalm ent e la t raba que t enem os para dar de m anera desint eresada, es que
nuest ro foco de at ención suele est ar en “ lo que vam os a recibir a cam bio”
( dinero, reconocim ient o, et c.) , en vez de solo disfrut arlo y nada m ás, sabiendo
que el recibir es algo que escapa a nosot ros. Si lo analizam os, nuest ro foco de
at ención est á exact am ent e en el lado cont rario de la ecuación: en el recibir. Lo
~ 124 ~
podem os ver hast a en acciones m uy sim ples. Pensem os cuando dam os una
pequeña lim osna a alguien en la calle, ¿lo hacem os disfrut ando? ¿nos
ofendem os si no nos lo agradecen? ¿lo hacem os solo cuando hay alguien cerca
que puede vernos? Así com prenderem os uno de los t ant os ej em plos de
nuest ros “ dar enfocados en el recibir” .
Y ¿qué nos lleva a enfocarnos en el “ recibir” ? El m iedo. Es m iedo a la carencia,
a no t ener en el fut uro. Cuando com prendem os la Ley Cósm ica del dar y recibir,
com prendem os que debem os dej ar de preocuparnos por el “ recibir” , ya que ello
vendrá solo, según lo que el universo nos asigne. Nuest ro foco debe est ar solo
en el “ dar” . Para quien est á con m uchos m iedos, cuest a que de un día para ot ro
logre ver su vida de est e m odo y suelt e esos m iedos, pero seguro que si lo
int ent a poco a poco lo irá logrando; cada uno a su t iem po.
Alguno leerá el párrafo ant erior y se asust ará pensando: “ est o m e recuerda a la
Madre Teresa y eso parece m uy lej ano para m í” . Y la respuest a sería: querer
parecerse a la Madre Teresa de Calcut a es una m et a int eresant e, aunque
am biciosa. Eso, realm ent e no se busca, sino que llega solo com o part e de la
evolución personal espirit ual. Querer ser com o ella, cuando recién est am os
aprendiendo nuest ros prim eros pasos de “ dar de m anera desint eresada” , sería
com o quien no puede correr un km y pret ende correr una m arat ón de 42 km s.
Seguram ent e se frust raría bast ant e rápido y pensaría que no puede...
Debem os saber t am bién que cuando nuest ra vida se vuelva un const ant e “ dar
am or” incluso a seres desconocidos, es porque realm ent e hem os ent rado en la
verdadera abundancia cósm ica, nos hem os convert ido en “ m illonarios
cósm icos” . Es m at em át ico: si nuest ro dar es abundant e, desint eresado y
am oroso, ent onces, nuest ro recibir t am bién es abundant e, desint eresado y
am oroso, aunque no nos lo propongam os; t odo ocurre debido a esa gran Ley
Cósm ica.
Ent onces, para ent rar en el “ círculo virt uoso” debem os hacerlo aprendiendo a
“ dar disfrut ando al dar” , que sería el “ dar de m anera virt uosa” . O sea, nos
enfocam os solo en esa part e de la igualdad: “ dar” . Y, a pesar de saber que el
universo siem pre nos va a prem iar, “ no enfocar nuest ro dar en ello” porque
caeríam os en lo m ism o: “ enfocarnos en el recibir” y por t ant o volveríam os al
círculo vicioso y seguirem os sint iendo m iedo a la carencia. En vez de sent irnos
abundant es y com plet os, seguirem os vacíos y carent es.
Suena redundant e, pero esa frase encierra una gran verdad: “ dar disfrut ando al
dar” . Es m uy sim ple dar, para ello lo único que necesit o es recordar lo
abundant e que soy y cuando se present a una sit uación en la que puedo
com part ir m i abundancia, m e engrandezco por t ener el honor de hacerlo. Sin
esperar nada a cam bio, ni las gracias. No im port a lo que di: desde un abrazo,
una acción gent il, una sonrisa, unas palabras bondadosas, m i t rabaj o, dinero en
pago por un t rabaj o de ot ra persona, dinero en donación o un sim ple
~ 125 ~
pensam ient o posit ivo. Todo lo que debem os hacer es dar, disfrut ando del hecho
de dar y sin pensar en el recibir.
La nue va e conom ía conscie nt e
Vivim os en un m undo de m at eria, donde t enem os un cuerpo, vivim os en la
t ierra y nos alim ent am os de ella. En fin, m ient ras est am os en est e m undo de
m at eria, necesit am os de la m at eria, es algo que t odos sabem os com o seres
hum anos.
Y en esa necesidad de la m at eria, nos vim os obligados a organizarnos en
sociedades, organizam os la producción y dist ribución de lo que necesit ábam os
para vivir: alim ent os, vest im ent a, viviendas, et c. ¿Qué hicim os com o civilización
a lo largo de nuest ra hist oria? “ Organizar nuest ra casa” . De ahí la palabra
“ econom ía” que viene del griego: “ oikos nom os” que significa “ organización de
la casa” .
Pero algo nos ocurrió y perdim os el enfoque. Nos olvidam os de que éram os
abundant es. Nuest ra casa, nuest ro planet a, es abundant e. El universo es
abundant e. Som os seres abundant es. Pero nos perdim os en el m iedo y t oda
nuest ra vida se enfocó de esa m anera. Cada ser hum ano del planet a est á
afect ado por nuest ro sist em a económ ico y polít ico basado en el m iedo.
Afort unadam ent e, t engo una buena not icia: podem os salir de la vibración del
m iedo y la carencia, siguiendo en el m ism o lugar que est am os, sin necesidad de
ninguna guerra cont ra ningún sist em a, sin necesidad de discut ir con nadie, de
m anera t ot alm ent e pacífica, siendo dueños de nuest ra propia volunt ad. Lo único
que necesit am os hacer es conect arnos a la verdadera Econom ía Cósm ica, una
econom ía conscient e, una form a de relacionarnos ent re nosot ros ( seres
hum anos, anim ales, veget ales, m inerales y ot ros seres) de m anera am orosa y
pacífica, siendo felices a cada inst ant e de nuest ras vidas. Est a es la verdadera
revolución en nuest ro planet a: una revolución silenciosa, de am or y paz en cada
ser del planet a. Com o dij o el Dalai Lam a: “ la paz no es un cam ino, es el único
cam ino” .
A cont inuación vam os a analizar los dist int os aspect os de nuest ro sist em a
act ual que pueden generarnos cont radicciones en relación a nuest ra esencia de
am or y de paz, y paralelo a ello, conozcam os un poco sobre la sabiduría de
nuest ra Econom ía Cósm ica, para darnos cuent a que “ t odo t iene solución” , son
solo sugerencias, guías, pero luego cada uno podrá encont rar su propia m anera
de superar sus cont radicciones provenient es de la vida m at erial.
¿El dine r o e s m a lo?
Nada es bueno ni m alo en verdad. La bondad o la m aldad son la int ención con
que im pregnam os nuest ro cont inuo “ dar” . Cuando som os inconscient es y
t enem os m iedo a la carencia, im pregnam os nuest ros act os de ese m iedo.
Som os m ás m ezquinos, no a propósit o, sino por nuest ro propio m iedo.
~ 126 ~
Ent onces el dinero no es m alo.
“ organización de la casa act ual” ,
para int ercam biarlo por bienes
im port ancia de ese dinero en
responsabilidad.
El dinero es solo un elem ent o de nuest ra
una m oneda o papel que decidim os acept ar
o servicios, nada m ás. El significado y la
nuest ras vidas será de nuest ra exclusiva
El dinero ent ra en nuest ras vidas y se va. Pasa por m uchas m anos. Pasa con
m uchas int enciones, generalm ent e de m iedo a la carencia. Y en algún m om ent o
llega a nosot ros para que se lo dem os a ot ras personas, t am bién con ot ra
int ención. Por t ant o, t enem os los dos grandes m om ent os en relación con el
dinero: cuando lo recibim os y cuando lo dam os.
Cuando lo recibim os, podem os ver de quien viene y sent ir su int ención. Si no es
am orosa, podrem os lim piarlo con una nueva int ención, solo t ocándolo y
deseando que a part ir de ahora solo t enga im pregnado int enciones posit ivas y
beneficie a t odos los fut uros seres que lo reciban. Recordem os que el dinero
viene y luego se va, su función es el int ercam bio. No vale por sí m ism o, sino
por las cosas que con él se adquiere.
Cuando lo dam os, ya sea en pago de algo que hem os com prado o en donación,
lo darem os con una int ención virt uosa, ent onces est arem os haciendo nuest ro
act o de “ dar virt uoso” y serem os felices en ese inst ant e, sin preocuparnos por
nuest ro m erecido haber cósm ico que est ará esperándonos para darnos felicidad
en nuest ro fut uro, adem ás.
¿Cóm o pue do se n t ir m e bie n e n un m undo que se m a ne j a con dine r o y
con m ie dos?
1 ) Sa lie ndo de l sist e m a e conóm ico a ct ua l:
Siem pre es una opción salir del sist em a m onet ario y generarse una econom ía
de “ aut o- abast ecim ient o” , donde uno pueda fabricar su propia ropa, su
alim ent o, su vivienda y no t ener que relacionarse a t ravés del dinero con nadie.
Tam bién podem os pensar en vivir en un m onast erio donde no t oquem os el
dinero, solo dedicando nuest ra vida a la espirit ualidad, o sea, a dar
pensam ient os, palabras y acciones posit ivas al m undo para ayudar al rest o de
los seres hum anos a salir del sufrim ient o, lo cual t am bién es m uy necesario. Y
es una de las ayudas m ás poderosas que podríam os brindar a la hum anidad.
Pero en verdad, t odos podem os ayudar, aunque no salgam os del sist em a,
desde donde est em os, solo cam biando el enfoque de nuest ro “ dar” .
2 ) D e cidie ndo pe r m a ne ce r e n e l sist e m a e conóm ico a ct ua l
r e solvie ndo la s cont r a diccione s:
En est e sent ido, podem os pensar que m ient ras aún persist a el sist em a
económ ico que t enem os en el planet a, basado en el m iedo, que se m anej a con
dinero, nosot ros podem os insert arnos pero “ baj o nuest ros propios principios” ,
~ 127 ~
no baj o los principios del sist em a. O sea, “ com o verdaderos int egrant es de la
Econom ía Cósm ica” , m ucho m ayor que la pequeña econom ía capit alist a
t errest re.
En la pr oducción: e l t r a ba j o que nos pe r m it e sust e nt a r nos
Aquí pasarem os de ser m eros t rabaj adores a ser verdaderos t rabaj adores
cósm icos, donde dej arem os que fluya el am or en nosot ros. ¿Y cóm o lo
lograrem os? Com o decíam os ant es: disfrut ando de “ hacer lo que hacem os” ,
sabiendo que es una t area m uy im port ant e para el rest o de la sociedad ( y para
el universo) .Y debem os recordar de no est ar enfocados en nuest ra ret ribución
económ ica ( el recibir) porque ello nos im pediría disfrut ar el dar.
Est e const it uye un cam bio m uy revolucionario y cada caso individual present a
sus part icularidades y dificult ades. Es im port ant e no frust rarnos si no podem os
lograrlo de un día para ot ro, lo im port ant e es “ t ener la int ención de lograrlo” .
Est o es posible en t odos los ám bit os de nuest ra econom ía act ual: desde el que
act ualm ent e es dueño de una em presa con em pleados, com o el que es
em pleado de una em presa, o t rabaj a para el est ado, o es t rabaj ador por cuent a
propia. Todos pueden enfocar su t rabaj o com o “ un dar acciones que ot ros
necesit an” . Sería bueno pensar lo siguient e: “ ya que est oy t rabaj ando, puedo
hacerlo de la m ej or m anera y adem ás disfrut ando” .
En est e ám bit o lo im port ant e es ser pacient es y no olvidarnos que est am os
funcionando dent ro de una Econom ía Cósm ica m ucho m ayor que la econom ía
m eram ent e t errest re y m at erial. Debem os m ant ener nuest ro enfoque en el
“ dar” y no perderlo al ver el m iedo de las dem ás personas que siguen enfocadas
en el “ recibir” . De ese m odo, nosot ros t am bién serem os el ej em plo de que una
econom ía m ej or es posible, sin ninguna revolución con arm as, sim plem ent e
m ediant e una revolución int erior, basada en la paz y el am or.
La cont r a dicción de quie n e s son e m ple a dos
Lam ent ablem ent e, sabem os que cualquier persona que t rabaj e com o em pleado
de cualquier em presa, no recibe el t ot al del valor de su t rabaj o, por el sim ple
hecho de que exist e “ la ganancia del em presario” . Ni t am poco es dueño de su
t iem po, al no t ener la opción de no ir a t rabaj ar un día que se sient a sin
energías o sin ganas, ni de est ablecer sus vacaciones con t ot al flexibilidad, et c.
En fin, si t odo est o no represent a cont radicciones a la persona, est á bien que
siga allí t rabaj ando. Pero, si solo lo m ant iene “ el m iedo a la carencia” , quizás
sea el m om ent o de iniciar cam bios. Los cam bios serán de acuerdo a la persona,
desde renunciar y dedicarse a algún t rabaj o por cuent a propia, o form ar part e
de algún ot ro t rabaj o por cuent a aj ena sost enible y solidario, o donde no
exist an dueños com o por ej em plo un t rabaj o t ipo cooperat iva, et c.
De t odos m odos, no t odos los t rabaj adores t endrán la m ism a m anera de act uar
para int egrar la Econom ía Cósm ica. A pesar de que el sist em a económ ico
~ 128 ~
capit alist a es explot ador, en el sent ido de “ ext raer” al t rabaj ador part e del valor
de su t rabaj o t ransform ándolo en ganancias del em presario, t am bién exist en
em presas que son m uy j ust as y m uy flexibles, conocedoras de la realidad del
m ercado capit alist a. Em presas con depart am ent os de recursos hum anos m uy
desarrollados, que dan m ás flexibilidad de horarios a sus em pleados, m ás
servicios, m ej ores t rat os, salarios j ust os, m ás dem ocrát icas,…
La cont r a dicción de quie n e s son e m ple a dor e s
Est e quizás sea uno de los casos m ás difíciles. Quien es em pleador, es decir,
quien es em presario y da t rabaj o a m uchas personas, por lo general vive en un
cúm ulo de problem as que ello genera. La gran m ayoría de los problem as
derivan de su “ dar enfocado en el recibir” ( paga a los em pleados o les da
condiciones de t rabaj o a cam bio de que produzcan m ucho) , generando est o en
m uchas ocasiones su propia desconfianza hacia ellos o la falt a de est im a de los
t rabaj adores hacia él. En fin, generando al fin y al cabo un clim a de t rabaj o en
desarm onía, de no- paz y de no- am or.
Est e caso part icular, en el que el em presario se ha dado cuent a de que “ ext rae
el valor del t rabaj o de los dem ás” y que eso le genera cont radicción en su vida,
le hace com prender que “ no est á dando de m anera virt uosa” y por ello desea
salir de ese círculo vicioso que ya ha com prendido com o funciona. Exist en
m uchas soluciones. El prim er paso es “ querer cam biar” . Para ello es necesario
“ no t ener m iedo” , no t em er a lo desconocido, al fut uro, al cam bio. Debe t ener
m ucha seguridad en sí m ism o y en lo que busca: la paz y el am or en su
em presa. Para ello debe recordar que som os seres abundant es, int egrant es de
la Econom ía Cósm ica abundant e, y que podem os proponernos un cam bio
radical. Los em presarios que decidan cam biar la realidad de sus em presas para
que est én en sint onía con la Econom ía Cósm ica, volviéndolas m ás
dem ocrát icas, pacíficas y am orosas, serán grandes ej em plos a seguir por
m uchos. Siem pre exist irán pioneros de est e t ipo de cam bios a quienes les
podrem os consult ar sobre sus experiencias. El t erm óm et ro para m edir esos
cam bios será infalible: “ la nueva vibración o arm onía que exist irá en esos
lugares de t rabaj o” ; con solo ir a conocerlos, nos darem os cuent a de ello.
Por t odo ello, hay una buena not icia para el em presario que t enga alguna
cont radicción int erna y no lo dej e dorm ir: “ calm a, t odo t iene solución” . Si ust ed
est á leyendo est o, es porque ya ha ent rado en un sendero de evolución hacia la
nueva econom ía. Las respuest as, finalm ent e serán encont radas por ust ed
m ism o, pero puedo sugerirle a m odo de ej em plo los siguient es:
Hablar de m anera sincera con t odos sus em pleados, haciéndolos
part ícipes de t oda la em presa, iniciando un proceso de cam bios graduales
donde t odos puedan opinar, est ando dispuest o a abrir un debat e part icipat ivo,
convirt iendo la em presa en relación a las decisiones m ás im port ant es que
afect en a los t rabaj adores en una verdadera dem ocracia, donde ent re t odos
( em presario y t rabaj adores) decidir t am bién la rem uneración de cada
~ 129 ~
int egrant e. Est o podría parecer m uy difícil de realizar al principio, pero una vez
iniciado el proceso evolut ivo de cam bios graduales, t odo irá rodando por sí solo.
Ot ra solución podría ser convert ir su em presa en una organización
solidaria, com o una cooperat iva. Donde se im plant en leyes int ernas que
cont em plen m ecanism os de decisión dem ocrát ica, t ransform ándola en una
organización donde nadie es dueño y t odos son socios, siendo el em presario el
coordinador y port avoz de la m ism a.
Si no se sient e preparado para com andar est a nueva form a de
organización dem ocrát ica y est o le va a generar m ás desarm onía en su vida,
puede “ pasar la pelot a a ot ro” t raspasando la em presa y esperando que ot ro
pueda resolver esa cont radicción. No im port a que le paguen m enos de lo que
vale su em presa, ya que lo im port ant e es poder llegar a ser el dueño de su
t iem po com plet o para disfrut ar de su vida plenam ent e en la nueva sint onía que
est á com enzando a vibrar la hum anidad: la paz y el am or.
Finalm ent e, m i m ensaj e para ust ed es: “ se puede” , no t em a. Ust ed quiere
ent rar en la nueva vibración de la paz y el am or, y puede hacerlo ¡ahora
m ism o! En est a t ransición hacia la nueva hum anidad ( que ya exist e
act ualm ent e en el t odo el planet a) , ot ros seguirán viviendo aún con los viej os
pat rones y seguirán siendo víct im as de su propio “ dar vicioso” , pero ello no
debe frenar su decisión firm e de conect arse a la Econom ía Cósm ica,
relacionándose en arm onía con t odos los seres que le rodean. Lo im port ant e es
que ant e lo desconocido, “ no t em er” , t ener en claro el obj et ivo de querer ent rar
en la nueva vibración, sin dar excesiva im port ancia al “ cóm o” .
¿Cóm o e st a ble zco e l pr e cio de m i t r a ba j o?
Est a es una gran inquiet ud de m uchos, seguram ent e de quienes el dinero les
genera gran cont radicción en sus vidas, ¿no es ciert o? Yo diría que es una de
las pregunt as del m illón. ¿Por qué? Porque al poner un precio a nuest ro t rabaj o
al final caem os en la cuent a de que “ en verdad algo nos int eresa del recibir” y
de ese m odo nos alej am os del enfoque en el “ dar” . Es allí donde se genera la
cont radicción. Sent im os algo de m iedo por si es poco lo que vam os a recibir,
t enem os m iedo de que “ no sea suficient e” , ent onces querem os asegurarnos un
“ m ínim o” y eso lo hacem os fij ando un precio a nuest ro t rabaj o.
Una enseñanza que dej ó el buda t iene que ver con nuest ras acciones, en
definit iva, con nuest ro dar: “ palabra rect a, acciones rect as y rect o
sust ent am ient o” . El dice que debem os vivir de la caridad, est o quiere decir, “ de
lo que los dem ás volunt ariam ent e quieran darnos” .
Ahora podem os repasar un poco. Recordem os siem pre lo m ás im port ant e en
nuest ros act os: “ la int ención” . Esa es la gran sabiduría que no debem os olvidar
para ser seres felices y abundant es, nuest ro dar depende de ella. Cuando
t engam os alguna duda de la rect it ud de cualquier cosa que hagam os,
~ 130 ~
observem os sólo la int ención, y la respuest a aparecerá en nosot ros m ism os.
Dij o el Buda t am bién: “ no necesit am os que nadie nos diga qué est á bien y qué
est á m al, sim plem ent e debem os saber que cualquier acción nuest ra que
perj udique o pert urbe la paz o arm onía de ot ros, es una acción pecam inosa y,
por el cont rario, cualquier acción que ayude a ot ros o cont ribuya a su paz y su
arm onía, es una acción virt uosa” .
Quizás la m ej or m anera de sent irnos bien y de quit arnos de encim a la
necesidad de est ablecer un precio y cobrar, sería t ener una caj it a de
colaboraciones volunt arias, donde quien quiera pagarnos por nuest ro t rabaj o lo
haga de m anera volunt aria y con am or. De esa m anera la cont radicción en
nosot ros no exist irá. Esa caj it a podría cont ener una leyenda explicando su
función o lo que sint am os escribir para que el “ com prador o colaborador
conscient e” cont ribuya. Para quienes no sient an hacerlo de esa m anera, podrían
experim ent ar poniendo “ precios conscient es” , es decir, poniendo un precio
t ransparent e, donde el que com pra pueda conocer el cost o y elegir el precio a
pagar, a su discreción, en función de sum arle un adicional al cost o. Y
cont em plando t am bién que si alguien llegara a necesit ar el product o y no puede
pagar ni siquiera su cost o, podríam os vendérselo por debaj o del m ism o o
incluso regalárselo, ya que nuest ra int ención es “ dar nuest ro t rabaj o de m anera
virt uosa” . En est e caso podrían aparecer m uchos que nos paguen m ucho, ot ros
que nos paguen poco y ot ros a quienes les regalem os el product o. Pero
nosot ros solo debem os pensar en “ dar nuest ro t rabaj o” , el recibir no lo
m anej am os nosot ros.
En fin, la cont radicción de “ est ablecer un precio y cobrar” se irá resolviendo de
m anera “ evolut iva” y cada uno irá encont rando su m anera. Las que nom bré son
grandes ej em plos, pero exist en m uchos int erm edios que cada cual los irá
encont rando para no enfocar su t rabaj o en el recibir. Lo que de verdad im port a
no es cuánt o nos pagarán por nuest ro t rabaj o, pues ello nos haría perder el
obj et ivo de “ disfrut ar el hacer nuest ro t rabaj o de m anera desint eresada” , m ás
bien sería recordar el hecho de que lo que recibam os es el universo quién nos lo
asigna.
En e l con sum o: a l com pr a r los bie n e s y se r vicios pa r a nue st r a vida
Aquí hay dos grandes sabidurías que com prender.
1 ) ¿Qué ne ce sit a m os r e a lm e nt e pa r a vivir ?
Prim ero la aut o- observación personal de las necesidades. Es un proceso que
lleva un t iem po de m aduración diferent e en cada uno, pero debe ser realizado.
Cada cosa que “ sent im os que necesit am os” debe ser som et ida al siguient e
análisis: “ ¿realm ent e necesit o est o? ¿para qué lo necesit o? ¿puedo prescindir de
ello?” Nosot ros m ism os al hacernos est as pregunt as descubrirem os nuest ras
verdaderas necesidades.
~ 131 ~
Es im port ant e no com prar basados en el m iedo, por ej em plo: el creer que
necesit am os una vest im ent a de una m arca prest igiosa solo para sent irnos m ás
im port ant es ant e los dem ás, eso habla de nuest ro m iedo a no ser acept ado por
los ot ros. Quizás cuando solt em os ese m iedo, ya no necesit em os com prar cosas
por ese m ot ivo. Y así m uchos ej em plos de m uchas cosas que creíam os que
necesit ábam os y en verdad nos dam os cuent a que no las necesit am os.
Pensem os adem ás que “ cuant as m ás cosas cream os que necesit am os, pues
m ás dinero necesit arem os para com prarlas y finalm ent e m ás deberem os
t rabaj ar para ello” , o sea, serem os m ás esclavos aún del sist em a de producción
m at erial. Est á en cada uno de nosot ros el ir encont rando ese punt o de equilibrio
personal.
2 ) N os volve m os consum idor e s conscie nt e s, consum idor e s con a m or :
Al com pr a r
¿Nos hem os puest o a pensar alguna vez que nosot ros al com prar cosas som os
los que generam os t oda la producción? Si decidim os dej ar de com prar algún
bien, y m uchos siguen la m ism a conduct a, luego ese bien dej ará de ser
producido. Así funciona nuest ro sist em a de producción y consum o act ual.
Ent onces, por ej em plo, quizás puedo est ar com prando un calzado, que para ser
producido, t uvo que ser baj o condiciones m uy indignas para m uchos seres
hum anos que lo han producido en algún lugar lej ano del planet a, y t odo para
que yo lo pague m ás barat o que ot ros calzados producidos de m anera local con
salarios j ust os, pero sobre t odo, para que una o varias personas, dueños de una
gran em presa, t engan m ucho m ás dinero. Podem os t am bién ver el caso de que
un product o que yo com pro, se produce cont am inando el planet a, o bien, el
caso de alim ent os m uy barat os a razón de t ener elem ent os m uy nocivos para
nuest ra salud. O puede ser que por pagar m ás barat o el paquet e de arroz, voy
a un hiperm ercado que concent ra las ganancias en una sola persona, en vez de
ir a la t ienda del barrio, que perm it e que una fam ilia viva dignam ent e de ello. Y
así sucesivam ent e…
Ent onces debem os saber, que con nuest ro act o de com pra est am os diciendo:
“ yo est oy de acuerdo con est a form a de producción y por eso elij o com prar est e
bien o servicio” .
Al pa ga r
Por ot ro lado, al pagar est am os haciendo nuest ro act o de “ dar” . Esa es una
acción que t iene una int ención, com o t odas. Y aquí es donde nos volvem os
verdaderos consum idores cósm icos. ¿Cóm o lo hacem os? Muy sencillo, al
m om ent o de hacer ese act o t an bello, cont ribuim os con esa persona que recibe
el pago para su propio sust ent o, la m irarem os a los oj os ( seguram ent e
est arem os sonrient es, si lo est am os disfrut ando) y sim plem ent e t endrem os la
siguient e int ención: “ deseo que con est a sum a de dinero que t e ot orgo a
cam bio del bien o servicio que m e has brindado, puedas vivir plenam ent e y
~ 132 ~
feliz, porque t u felicidad cont ribuye t am bién a m i felicidad” . ¡Cuant os m ás seres
hum anos felices exist an, m ás feliz seré yo t am bién!
Si e st a m os fue r a de l sist e m a : los de se m ple a dos
Los desem pleados debem os com prender que som os seres abundant es y
debem os recordar que t enem os algo m uy privilegiado que las personas que
t rabaj an no t ienen: la disponibilidad t ot al de nuest ro t iem po. Eso significa que
podem os hacer lo que queram os. Sólo debem os ver qué es lo que nos hace m ás
felices, haciendo t odo aquello que est é a nuest ro alcance y que adem ás
podam os dárselo a ot ros. Ese hacer puede t ener que ver con alguna habilidad
m anual, con algo que podem os fabricar nosot ros m ism os, o con alguna
capacidad que t engam os de ofrecer algún servicio de cualquier t ipo.
Hoy en día, ya se puede ver cada vez m ás algo de lo que est á de m oda hablar:
los “ m icroem prendim ient os” . Ést os no son m ás que el result ado de algunas
personas que no t enían nada de dinero y querían vivir de algo en nuest ra
econom ía act ual. De esa m anera uno puede encont rar m uchos art esanos hoy
que exponen sus art esanías en ferias, personas que fabrican algo en su casa
( com idas, ropa, com plem ent os, j uguet es,…) y lo venden a ot ros, personas que
hacen algún servicio para ot ros ( dom ést ico, arreglar j ardines, enseñar algo, …) ,
quienes encuent ran y desarrollan algún t alent o art íst ico que se at reven a
expresar, adem ás de ot ros posibles ej em plos.
Lo im port ant e aquí es no perder de vist a el enfoque de nuest ro t rabaj o:
“ enfocarnos en dar de m anera virt uosa” . Hacer nuest ro t rabaj o con am or,
sabiendo que ot ros lo valoran y/ o lo necesit an. Las abuelas siem pre fueron m uy
sabias en afirm ar cual era el secret o de sus com idas: “ las hacían con am or” .
Com o t odo est o que cuent o es t ot alm ent e experim ent able, aquí propongo un
pequeño experim ent o para el lect or:
1) Pruebe a cocinar algo apurado y con m al hum or, no disfrut ando del act o de
cocinar. Si ya lo ha hecho est o ant es, est e experim ent o debe est ar en su
m em oria. Lo int eresant e es responder a est a pregunt a: ¿cuán rica ha salido la
com ida?
2) Ahora pruebe el caso cont rario: cocine algo, no im port a lo sencillo que sea, pero
hágalo disfrut ando de cada act o, siendo feliz. Por ej em plo: supongam os que
harem os un arroz hervido con algunos condim ent os y algo m ás, por nom brar
alguna com ida sencilla, pero puede ser cualquier ot ra com ida dulce o salada. Lo
im port ant e es disfrut ar cada act o, cuando hiervo el agua, cuando la rem uevo
con la cuchara, cuando pruebo el sabor y le agrego condim ent os, cuando sirvo
la com ida en el plat o, et c. Al final vuelvo a hacer la siguient e pregunt a: ¿cuán
deliciosa ha salido est a ot ra com ida?
~ 133 ~
Si fuim os buenos cient íficos de nosot ros m ism os y probam os am bas
experiencias, ent onces habrem os descubiert o en cuál de los dos casos nos
sent im os m ej or. Ent onces, habrem os aprendido la m anera de hacer el t rabaj o
que deseam os hacer: ¡¡¡Disfrut ándolo! ! !
Si que r e m os a yuda r a la s pe r sona s sin ingr e so de dine r o, los lla m a dos
“e x cluídos de l sist e m a ”
La realidad act ual es que exist en personas que viven en la carencia ext rem a.
Lam ent ablem ent e, ellas siguen regenerando su carencia por una sencilla razón:
su ignorancia. Y lo hacen con un “ dar carent e” , un “ dar enfocado en el recibir” ,
puest o que est án con m uchos m iedos. Observaron m ucha carencia en sus vidas
y la siguen observando. Al observarla, la siguen pensando y reproduciendo en
su fut uro ( recuerden que los pensam ient os son part e de lo que dam os al
universo) . ¡Pero sus vidas pueden cam biar! Ellos ignoran que son part e de una
Econom ía Cósm ica abundant e, de que no necesit am os pedir perm iso a nadie
para int egrarla y ser abundant es, est á en nuest ra propia nat uraleza: ¡Nacem os
con ese privilegio!
En principio nuest ra form a de ayudarlas son varias, por nom brar algunas:
Dándoles una donación conscient e: lo que queram os donarles ( dinero,
com ida, vest im ent a, et c) , pero m ás im port ant e que la donación, es la
“ int ención” . Debe ser una acción de dar virt uosa, est o es, sin esperar las
gracias. Sabrem os que lo hem os logrado si nos sent im os felices sim plem ent e al
ver a la ot ra persona que recoge y recibe nuest ra ayuda. Y en ese m ism o
m om ent o, si logram os un dar virt uoso, quizás sint am os: “ el universo es t an
generoso conm igo, soy un ser t an abundant e, que m e sient o privilegiado de
poder com part ir m i abundancia con est e ot ro ser. ¡Qué felicidad es para m í
sat isfacer su necesidad! y ¡qué alegría en poder cont ribuir con su felicidad! ”
Dándoles un pago conscient e: en el caso de personas que int ent an vender
algo para salir de su sit uación de carencia, podem os hacerles un pago virt uoso.
Recordem os que el pago de dinero, es un act o de dar com o t odos, lo im port ant e
es su int ención. Ent onces pensem os al pagar: “ ¡Qué alegría es poder cont ribuir
con t u sust ent am ient o y perm it ir que salgas de la carencia, t e ent rego est e
dinero con m ucha alegría! ” .
Act os sin dinero: A veces est as personas se sient en excluidas, sient en que
uno pasa y no las m ira, nadie quiere conversar con ellas y nosot ros som os
seres abundant es, que podem os “ darles un m om ent o de felicidad” , podem os
darles “ palabras am orosas” , podem os conocer un poco de sus vidas y sent ir la
alegría de haberlos hecho sent ir herm anos nuest ros, iguales a nosot ros. Est e es
un act o t ant o o m ás poderoso que cualquier donación que les hagam os.
¿Alguien experim ent ó est o alguna vez?
~ 134 ~
Pensam ient os posit ivos: Com o decíam os ant es, la ayuda m ás poderosa al
final, es el pensam ient o. Es lo que est á det rás de t odas nuest ras palabras y
acciones. Y aquí t am bién, puede ser que no les dem os ni digam os nada. Solo
pensem os “ algo lindo para ellos” . Los visualizam os “ sonrient es, felices, saliendo
de sus m iedos, de sus carencias” . O hacem os una oración o m edit ación para
ellos. De est a m anera est am os dando una cont ribución m uy posit iva que se
regist ra en el universo. I nvit o a experim ent arlo.
Palabras de sabiduría: Una vez que nos volvem os “ seres cósm icos
conscient es” , que sabem os int egrar est a Econom ía Cósm ica de am or y que
som os seres felices que viven siem pre en la abundancia del universo, ent onces
ya est arem os en condiciones de t ransm it írselo t am bién a ellos. Nuest ras
palabras saldrán solas y los ayudarán a salir de su ignorancia y del m iedo a la
carencia, para ser verdaderos seres cósm icos com o nosot ros. ¡Qué alegría t ener
un herm ano m ás despiert o! ¡¡¡Que inm ensa alegría m e da! ! !
Y una buena not icia para quienes sient en pena al ver a las personas que vibran
en el m iedo. ¡Ust edes ya los est án ayudando! ¿No se dieron cuent a? Lo único
que necesit an ust edes es ¡¡¡ser felices! ! ! y aplicar en sus vidas las leyes de la
Econom ía Cósm ica. Con ello las ayudan a salir de la ignorancia y les est án
dando el m ej or ej em plo.
“ Seam os el cam bio que querem os ver en el m undo” - Mahat m a Ghandi.
Ca m ino a la civiliza ción pla ne t a r ia
Vam os cam ino de una nueva civilización planet aria, elevada espirit ualm ent e,
relacionada en arm onía y vibrando en la paz y el am or. Por t ant o, una
com unidad de seres felices en sint onía con t odo el cosm os. Quizás m uchos
piensen en John Lennon y sient an que est o es una ut opía, pero no im port a. Ya
los cam bios no dependen de que alguien los crea o no los crea, pues la fuerza
del cam bio es m ucho m ayor en est e m om ent o. Así que los invit o a vivir est e
nuevo m undo de paz y am or que ya est á aquí.
Nuest ro fut uro va a ser m uy parecido a lo que describió el pensador Marx, lo
que el vio realm ent e fue “ nuest ro fut uro” , el problem a que t uvim os es que
quisim os llegar a él de m anera violent a, lo cual es una verdadera cont radicción:
buscar la paz a t ravés de la “ no- paz” . Esa form a de organización de nuest ra
casa ( econom ía) va a llegar de m odo nat ural, cuando espirit ualm ent e una m asa
crít ica de seres hum anos est é en esa sint onía; va a ser algo m uy nat ural para
nosot ros. Cuando digo de m anera “ nat ural” , m e refiero específicam ent e, de
m anera “ dem ocrát ica” , sin guerras, sin pelearnos con nadie y sin siquiera
enoj arnos con nadie… ¿alguien puede ver est o en su m ent e y sent irlo en su
corazón?
Una vez que hayam os recuperado la confianza en nosot ros m ism os y nuest ros
m iedos hayan desaparecido, volverem os a disfrut ar de nuest ra abundancia, por
~ 135 ~
lo que no necesit arem os t ít ulos de propiedad, dinero o ganancias, y ya no
exist irá m ás pobreza, ni depresión, ni nada relacionado con la ant igua
vibración: el m iedo. Llegarem os a vivir t odos en est e planet a abundant e de
m anera arm oniosa.
La t r a nsición
Sin em bargo, la arm oniosa civilización planet aria llegará de m anera evolut iva.
Hacia eso vam os. Pero en m edio, hay una t ransición que es la que est am os
viviendo en est e m om ent o: m uchas realidades diferent es.
Es nat ural que el proceso de liberación de cada ser hum ano, de sus propios
m iedos, para int egrarse en arm onía a la Econom ía Cósm ica, llevará un t iem po
diferent e en cada uno de nosot ros. Por t ant o, exist irán m uchas realidades en
nuest ra “ casa” hast a llegar a la civilización planet aria. Lo bueno, es que cada
uno est ará “ en la pist a de baile según la m úsica que est é bailando” . O sea,
quienes est én m ás m iedosos, est arán j unt os con los seres que est én en esa
realidad, quienes est én m ás libres del m iedo, o sea, que est én viviendo en
est ado m ás pacífico y de am or, est arán en esa ot ra realidad. Y la buena not icia,
es que la realidad de la vibración de paz y de am or es m ucho m ás pot ent e que
la vibración del m iedo, por t ant o ¡el efect o de cont agio es inevit able! Cada vez
habrá m enos realidades de m iedo en el planet a.
Por consiguient e, es “ fundam ent al” com prender que coexist irán las diferent es
realidades en est a t ransición. Y no debem os “ j uzgar” a los que est én con m ás
m iedos, debem os com prender que aún no han com prendido la Ley Cósm ica y
por eso, sum idos en su ignorancia, cont inúan sufriendo. Nosot ros, com o seres
m ás libres y sabios, podrem os com prenderlos. Eso nos perm it irá no baj ar
nuest ra vibración de am or y de paz, y de esa m anera, siem pre los ayudarem os.
Podrem os ayudarlos con “ acciones y palabras” cuando ellos nos lo pidan y si no,
solo con nuest ros pensam ient os y nuest ra vibración ya los est arem os
ayudando. Est o es lo que est á ocurriendo ahora m ism o en t odo el planet a.
Podem os im aginar nuest ro planet a hoy com o una discot eca con m uchas pist as
de baile, con una m úsica diferent e en cada una. Algunas m ás t endient es al
am or y ot ras al m iedo. Hay m uchas pist as de baile. ¿En qué pist a est ás
bailando? ¿Est ás cont ent o con t u m úsica?
La conclusión final es: “ No necesit am os esperar que el rest o cam bie su
vibración. Nosot ros podem os cam biar la nuest ra a pesar de que a nuest ro
alrededor aún exist a la vibración del m iedo. Así ingresam os en nuest ra nueva
pist a de baile: la de la paz y el am or. Nuest ra realidad, ent onces será la de ser
seres felices y plenos” .
Y com o resum en, debem os recordar que lo im port ant e siem pre es “ la int ención”
de nuest ro dar. No im port a a quien dem os: un client e, un j efe, un chico en la
~ 136 ~
calle, un fam iliar, un am igo… Y no im port a qué dem os: pensam ient os, palabras
o acciones.
“ Yo decidí cam biar el m undo, y decidí em pezar por m í m ism o” - Mahat m a
Ghandi.
EL REI N O D E D I OS
Los conocim ient os espirit uales que se t rat an en est e y en el siguient e capít ulo,
así com o la t erm inología esot érica a veces em pleada, hacen im prescindible para
el profano en la m at eria, que abra su m ent e y su corazón a la sabiduría
im perecedera que ést os cont ienen; sabiduría que nos ha sido t ransm it ida por
Grandes Maest ros espirit uales de t odos los t iem pos para ayudarnos a lograr el
aut oconocim ient o y la aut oconsciencia. Para ello, he t rat ado de explicar con
sum o cuidado y de la form a m ás clara y sencilla posible, una pincelada de la
esencia de una m inúscula part e de las “ Enseñanzas de la Sabiduría Et erna” .
Est e capít ulo, añadido al libro con razonadas dudas sobre la conveniencia o no
de su divulgación, no enseña conocim ient os de religión, ni de filosofía, ni de
ninguna t radición o doct rina sect aria. Lo que debaj o de est e párrafo se expresa,
es la m ás pura y alt a espirit ualidad que im prim ió al ser hum ano su razón de Ser
desde que dio sus prim eros pasos en est e planet a. En realidad la m ayoría de las
religiones, filosofías, logias y t radiciones sect arias se han nut rido de las
enseñanzas esot éricas, pero por desgracia han sido en la m ayoría de los casos
m al int erpret adas, m anipuladas o dist orsionadas. No obst ant e, el esot erism o
reconoce que en el int erior de t odas las grandes religiones del m undo, palpit a
int ensam ent e el Corazón de lo Divino.
Ant es de explicar sucint am ent e y de la form a m ás clara posible ciert os
conocim ient os espirit uales, considero necesario definir el t érm ino esot erism o.
Est a palabra es int erpret ada por la gran m ayoría de form a incorrect a y se le
suele at ribuir connot aciones negat ivas. Pues bien, el esot erism o, conocido
t am bién com o Ciencia Sagrada, cont iene las “ Enseñanzas de la Sabiduría
Et erna” que son t an ant iguas com o la m ism a Hum anidad. Est as enseñanzas se
han t ransm it ido generación t ras generación, de Maest ro a discípulo, por un
grupo de hom bres que han superado el nivel est rict am ent e hum ano y han
ent rado en el siguient e reino, el reino espirit ual o “ Reino de Dios” . El esot erism o
alberga un vast o conocim ient o de las Grandes Verdades Universales, reservado
a unos pocos y siem pre velado a la gran m ayoría, puest o que el m al uso de
est e conocim ient o en personas no preparadas, ha dado lugar a graves conflict os
hum anos y violent as disput as para la obt ención de poder sobre los dem ás. Por
t ant o, se puede t erm inar definiendo la ciencia esot érica com o el recept áculo de
t odos los conocim ient os que m anan de la Fuent e Única, y que al m ism o t iem po
est udia la realidad int erna que es invisible y no percept ible por los sent idos
físicos de la m ayoría ( el Alm a, el Espírit u, los cuerpos sut iles, los chakras, los
~ 137 ~
Ángeles, la m ent e, la consciencia,…) . Est o lo diferencia del exot erism o, que
abarca las doct rinas filosóficas y religiosas enseñadas públicam ent e, acogiendo
adem ás el est udio de la realidad ext erna percept ible por los sent idos hum anos.
Act ualm ent e, y desde hace poco m ás de un siglo, algunos conocim ient os
esot éricos est án al alcance de cualquiera ( aunque no su com prensión) a t ravés
de las obras de varios Maest ros de Sabiduría e I niciados. Est os conocim ient os
dados a la Hum anidad, al hacerse públicos se vuelven exot éricos. Helena
Blavat sky, fundadora de la sociedad t eosófica, dio a conocer la m agna obra “ La
Doct rina Secret a” , dada por su Maest ro y que fue escrit a desde 1875 a 1890.
Post eriorm ent e y t am bién a t ravés de sus Maest ros, Alice A. Bailey, Helena
Roerich y act ualm ent e Benj am ín Crem e, ent re ot ros, han publicado y divulgado
grandes enseñanzas esot éricas para su est udio por los discípulos del m undo y
para su general conocim ient o por la Hum anidad act ual. Tam bién disponem os de
un com plet o legado espirit ual que nos dej ó el t eósofo español Vicent e Belt rán
Anglada en su ext ensa obra, que escribió durant e su vida hast a que en 1988
abandonó est e plano físico. La obra escrit a de Vicent e, j unt o a las enseñanzas
que im part ió en sus m últ iples conferencias por el m undo, abarca grandes
parcelas de conocim ient os esot éricos recibidos en el Ashram a de su Maest ro,
adem ás de sus experiencias vividas.
A cont inuación, y según algunas escuelas esot éricas, describiré las diez buenas
razones para est udiar Esot erism o:
I.
Resuelve el enigm a del Universo, arm onizando los hechos de la ciencia
con las verdades fundam ent ales de la religión.
II.
Afirm a que vale la pena vivir la vida y explica porqué las dificult ades y
sufrim ient os que ella brinda, solo son oport unidades que el ser hum ano
t iene para acelerar su evolución.
III.
Quit a t odo el t em or a la m uert e y m ucha de su t rist eza, reconociendo que
vida y m uert e, gozo y pesar, son breves ciclos que se alt ernan dent ro un
m ayor ciclo de ilim it ado progreso.
I V.
I nsist e en el lado opt im ist a de la vida, proclam ando y dem ost rando que el
hom bre es el arquet ipo de su propio dest ino; criat ura de su pasado y
padre de su fut uro.
V.
Dem uest ra el poder, la sabiduría y el inm enso Am or de Dios, a pesar de
t oda la t rist eza e infelicidad en el m undo.
VI .
Trae confianza al desesperado y al perdido, enseñando que ningún
esfuerzo hacia el bien se pierde, y ningún error es irreparable.
VI I .
Proclam a la Pat ernidad- Mat ernidad del Creador- a y por ende que el
hom bre y la m uj er son sus hij os, que t ienen com o m et a final la
~ 138 ~
perfección.
VI I I .
Declara la universalización de la Ley de Causación, m ant eniendo que
“ cualquier cosa que el hom bre sem brare, eso cosechará” .
I X.
Considera al m undo com o una escuela a la que el hom bre volverá una y
ot ra vez, hast a que aprenda t odas las lecciones.
X.
Afirm a la Frat ernidad de los hom bres y da una base de unión para t odos
los que desearen t rabaj ar por realizarla.
Los Re in os de la N a t u r a le za
En la escuela nos han enseñado que en la Tierra exist en t res reinos: el m ineral,
el veget al y el anim al. Al parecer, gracias a nuest ra “ int eligencia” y capacidad
de crear t ecnología, nosot ros los seres hum anos est aríam os sit uados en la
cúspide del reino anim al. Considero que es t ot alm ent e incorrect o y m uy
arrogant e por nuest ra part e, pensar que nosot ros som os superiores al rest o de
seres sint ient es del reino anim al, pues ello ha dado lugar a no respet arlos, a
explot arlos e incluso en m uchos casos a ext erm inarlos. El ser hum ano debería
t om ar consciencia urgent em ent e de t an t am año error y aprender a convivir en
arm onía con el rest o de seres vivos de los diferent es reinos, respet ándolos,
aprendiendo de ellos y perm it iendo su nat ural evolución.
Según la ciencia esot érica, son siet e los Reinos de la Nat uraleza. Todos ellos
est án int erconect ados y som et idos a ciert as leyes evolut ivas que perm it en el
avance y progreso de los Seres que los int egran. Pues bien, apart e de los t res
reinos ya m encionados, est arían del cuart o al sépt im o respect ivam ent e: el reino
hum ano, el reino superhum ano, el reino de vidas planet arias y el reino de
vidas solares. Del prim ero al cuart o se les puede llam ar, el “ Reino Terrenal” y
del quint o al sépt im o, el “ Reino Espirit ual” , t am bién llam ado por las dist int as
religiones “ El Reino de Dios” . Todos los reinos est án int erpenet rados por la Gran
I nt eligencia o Energía Divina, a la que t am bién se llam a Dios. En realidad, t odo
el Universo es una Magna Obra que responde a un Propósit o conocido sólo
desde el Reino Espirit ual. A dicho Propósit o t am bién se le conoce com o Plan
Divino.
Los Pla n os de la e x ist e n cia
La ciencia act ual nos dice que vivim os en una realidad m ult idim ensional, donde
los seres hum anos sólo perciben t res dim ensiones espaciales m ás una referida
al t iem po. En relación a ello, la ciencia esot érica nos enseña que exist en siet e
Planos o Mundos que se int erpenet ran: el Plano Físico, el Plano Ast ral, el
~ 139 ~
Ment al, el Búdhico, el Nirvánico, el Monádico y el Ádico. Cada Plano es una
región m uy concret a de la exist encia, aunque est recham ent e relacionada con la
región ant erior y post erior inm ediat a. Est o es posible debido a que cada Plano
est á subdividido a su vez en siet e subplanos. El Plano Físico, es el único que
nuest ros sent idos físicos percibe y sólo en part e. La subdivisión del Plano Físico
se hace en relación a la densidad- vibración de la m at eria y según los siguient es
est ados: sólido, líquido, gaseoso, et érico, superet érico, at óm ico y subat óm ico.
Los cuat ro últ im os subplanos son los m ás rápidos a nivel vibrat orio, no
percept ibles por nuest ros cinco sent idos. I ncluso la ciencia act ual, sólo conoce y
est udia una part e de ellos.
La e x ist e n cia de D ios
Después de int roducir est e capít ulo con la definición de la palabra esot erism o y
t ras la breve reseña de dos de sus cam pos de est udio, he considerado
im port ant e y necesario abordar dos grandes t em as espirit uales m uy
relacionados ent re sí y de gran t rascendencia para t odos nosot ros: la exist encia
de Dios y la Vida después de la “ m uert e” .
En cuant o a Dios ¿qué podem os decir que no se haya dicho acerca de Él? En la
act ualidad observam os que hay m ucha gent e que no cree en Dios. Alegan que,
si Dios exist e y es Just o, ¿por qué hay t ant a inj ust icia en el m undo?, ¿por qué
un niño nace en cuna rica y ot ro en la m ás absolut a pobreza?, ¿por qué unos
son m uy at ract ivos e int eligent es y ot ros feos y cort os de int eligencia?, ¿por
qué un hom bre ha de nacer ciego o m ut ilado?, ¿por qué y por qué de t oda est a
aparent e sinrazón?
Ciert am ent e si pensam os que Dios exist e y es Just o, a t odas las pregunt as
ant eriores nos cost ará darles respuest a. Ant e est as pregunt as podem os adopt ar
t res post uras bien definidas:
1. Dios no exist e, por lo t ant o nada im port a y t odo sucede por azar.
2. El Creador, es un Dios cruel, inj ust o y caprichoso, que j uega con las vidas
inocent es de los hom bres, bendiciendo a unos y cast igando a ot ros sin
ningún sent ido.
3. O quizás no com prendem os t odavía la form a en que nuest ro Creador ha
dispuest o las Leyes Divinas que rigen nuest ro m undo y nuest ras vidas,
pero sent im os que es un Dios Just o y Misericordioso que repart e a cada
cual según sus propios m erecim ient os.
Yo personalm ent e m e inclino por la t ercera opción, pues ent iendo que el
hom bre o m uj er recoge el frut o de sus acciones u om isiones sem bradas en
~ 140 ~
cualquiera de sus vidas. Es por t ant o la Ley de Causa y Efect o la que rige sobre
nuest ros m erecim ient os present es según hayan sido nuest ros pensam ient os,
palabras, acciones u om isiones en est a vida o en las ant eriores. Est a Ley se
describe perfect am ent e en la frase: “ recogerem os t odo aquello que hayam os
sem brado” . Com o prolongación de la Ley de Causa y Efect o, Crist o t am bién nos
dij o: “ No hagam os al prój im o lo que no deseam os que nos hagan a nosot ros” .
Aunque no cream os en Dios, no podem os dej ar de reconocer la exist encia de un
orden en la naturaleza, lo cual im plica la exist encia necesaria de una I nt eligencia
creadora de ese orden. Pensem os por un inst ant e sobre la cantidad de leyes
nat urales que deben exist ir y han exist ido para perm itir la creación de nuest ro
Universo, de nuest ro planet a, o sim plem ente de nuest ro cuerpo tan sum am ente
com plicado e int eligent e. Asim ism o, la int eligencia del hom bre debe ser un
subproduct o de las Leyes I nteligentes de la naturaleza. Y llegados a est e punt o,
¿Quién program a esas Leyes para que ej ecut en su sabia labor evolut iva, de
crecim iento y adaptación incesant e? Evident em ent e habría de ser un Ser Superior
aún m ás I nt eligent e que dichas Leyes; un Ser o Seres capaces de “ program ar” y
regular una serie de Leyes que propicien la evolución de t odo lo creado. Por t odo
ello, es fácil deducir que hay un Propósit o, un Orden y un Plan para nosot ros los
seres hum anos y para t odas las criaturas de la creación; t odo lo creado sigue un
arquetipo cósm ico a alcanzar y las Leyes Cósm icas no son m ás que las
herram ient as de t rabaj o que Dios usa para cum plir con Su Trabaj o.
La t r iple con scie n cia y la vida e t e r n a
En est a part e m e voy a lim it ar a t ranscribir unos párrafos de Juan de Zebedeo,
el Evangelist a, que en los días post reros de su larga vida dej ó escrit a a sus
seguidores una últ im a epíst ola, inspirada en una revelación de origen divino,
ignorada y silenciada por la iglesia. El apóst ol recibe est a herm osa revelación
sobre la nat uraleza de nuest ra consciencia, donde nos perm it e ver que con el
t ranscurso del t iem po y con nuest ra férrea volunt ad de búsqueda de la Verdad,
hallarem os algún día el cam ino de la Vida Suprem a y et erna que a t odos y a
cada uno de nosot ros se nos ha reservado:
“ La consciencia m ent al apenas com prende a Dios. El pensam ient o hum ano es
t an lim it ado que ni siquiera se com prende a sí m ism o. La consciencia m ent al de
los m ort ales del t iem po y del espacio es com o un niño recién nacido: ve,
escucha y sient e, pero no puede asim ilar aún las realidades que le envuelven.
Dale t iem po. Aquellos que se em peñan en dibuj ar a Dios en su pensam ient o
fracasan ant es de int ent arlo. Algunos a lo sum o, en un alarde de volunt ad e
im aginación consiguen esbozar los rasgos de un Dios hum ano. Pero el Padre es
el Absolut o y lo Absolut o no t iene form a” .
“ La consciencia del Alm a t am poco com prende a Dios, pero lo int uye. El Alm a
hum ana procede del Padre, pero inicialm ent e se hallaba vacía. Se llenará por la
experiencia, por el dolor y por la alegría, por la t rist eza y por la belleza. Se
~ 141 ~
llenará finalm ent e a t ravés de la avent ura de la religión de la revelación. El
Alm a hum ana lleva im presa los at ribut os y excelencias del Padre. Por ello, sin
saberlo, t iende a Él. Es el Alm a la et erna insat isfecha. La et erna curiosa. La
perm anent e buscadora. Es el Alm a la que añora la felicidad y la perfección, la
que j am ás descansa y la que t em e. Ella lleva la sem illa del ideal divino que
algún día verá brot ar y m adurar. Dale t iem po. El Alm a hum ana est á preparada
para fundirse con el Padre, pero dej a que cam ine. No se alcanza la m et a en el
prim er paso. Aquellos que se em peñan en idealizar a Dios en los m undos del
t iem po y del espacio, corren el riesgo de confundir al Padre con cualquiera de
sus at ribut os. Dios no es sólo Belleza. Dios no es sólo Am or, o Bondad, o
Misericordia, o Poder, o Rect it ud, o Et ernidad; Dios lo es t odo” .
“ En la consciencia del Espírit u descansa el don divino que t e fue asignado en el
m om ent o de t u creación. En ella vive Dios. He aquí la part e m ás sagrada de t u
yo. ¡Dichoso aquél que se sabe habit ado por el Padre! Ant es de est e hist órico
hallazgo, el m ás t rascendent al de vuest ras vidas encarnadas, el Espírit u del
hom bre se sient e huérfano y desam parado. Una ext raña e incom prensible
fuerza im pulsa al hom bre hacia las realidades espirit uales. Su Espírit u est á
creado para eso. Dale t iem po. Aquellos que se em peñan en part icipar de las
verdades espirit uales sin haber descubiert o prim ero que Dios est á en ellos,
quem arán inút ilm ent e sus energías y correrán el riesgo del desánim o y de la
incredulidad. Pero algún día se abrirán sus oj os. En el hist órico m om ent o en que
un ser hum ano decide abandonarse en las m anos del Padre de los Cielos y
hacer en t odo Su Volunt ad, ese día, ese hom bre habrá abiert o la consciencia de
su Espírit u” .
“ Y ese día, Juan, la m ent e, el Alm a y el Espírit u hum anos unirán sus fuerzas y
la idea de la Personalidad de Dios brillará con claridad en la criat ura
evolucionaria del t iem po y del espacio. Y la consciencia m ent al dibuj ará a Dios
com o Padre. Y la consciencia del Alm a reconocerá a Dios com o Padre. Y la
consciencia del Espírit u se hará una con el Padre. Y el hom bre sabrá ent onces
que por encim a de t odos sus at ribut os y excelencias, la verdadera Personalidad
de Dios es la de Padre Universal. Y a part ir de ese m em orable inst ant e, ese hij o
de Dios, conscient e ya de su origen y nat uraleza, será un nuevo j inet e del alba.
Su peregrinaj e no t endrá ret orno. En ello reconoceréis lo que fue escrit o: Y el
hom bre fue hecho a su im agen y sem ej anza. Será en ese hist órico m om ent o,
cuando la m ent e cree en Dios, cuando el Alm a le reconoce y cuando el Espírit u
le desea, cuando realm ent e habréis apost ado por la inm ort alidad. Será
ent onces cuando la criat ura evolucionaría adquirirá plena consciencia de su gran
pat rim onio: la vida et erna. I nclinaos por t ant o ant e el generoso sacrificio del
Hij o del Hom bre, que no dudó en alej arse t em poralm ent e de su gloria para
recordaros la gran verdad de la vida et erna y de lo afort unados que sois por ser
hij os de un Dios que os regaló la inm ort alidad. ¿Es que cabe m ayor honor y
m ayor alegría? Ni las lim it aciones del int elect o, ni las rest ricciones sociales, ni la
carencia de poder o de fort una, ni siquiera la ausencia en vida de los m ínim os
privilegios educat ivos o m orales, os invalidarán para disfrut ar de la vida
et erna” .
~ 142 ~
“ Vuest ra vida et erna no est á supedit ada al prem io o al cast igo de la Divinidad.
Sois et ernos, aunque seáis presa del error o de la confusión. Ese es vuest ro
gran pat rim onio y ningún poder sobre el m undo podrá negaros lo que es
vuest ro por decisión del Padre. Dej ad a un lado las pueriles int erpret aciones
religiosas sobre la salvación y la condenación. Son los hom bres en su t orpeza y
lim it ación quienes se afanan y em peñan en salvar y condenar. Dios solo puede
sonreír con benevolencia ant e sem ej ant e act it ud. Si Dios hubiera creado un
infierno, t oda nuest ra fe sería vana. El Padre Universal es el suprem o Am or. Y el
Am or no sabe de venganzas. El Am or no conoce la iniquidad. El Am or se
ent rega. El Am or no guarda rencor. El Am or no cast iga ni salva. El Am or espera
y vela. El Am or busca. El Am or es paz. Si vosot ros no buscáis el m al para
vuest ros hij os ¿por qué m alt rat áis la im agen de vuest ro Padre, haciéndole
responsable de lo que ni siquiera es digno del hom bre? El infierno del que
hablan vuest ras iglesias est á en aquellos que aún no han descubiert o su origen,
nat uraleza y dest ino divinos. No hay m ayor infierno que la ceguera espirit ual, ni
peor cast igo que sent irse huérfano de Dios. Mirad a los que t odavía no se han
decidido a buscar a Dios. Se debat en en la infelicidad. Nunca poseen lo
suficient e y no confían. No saben de la generosidad por la generosidad. Huyen
de sí m ism os. La soledad del Alm a les espant a. No conocen el color de la
serenidad. Nunca escucharon la voz de su don divino. Pero a ellos t am bién les
llegará el gran m om ent o” .
La m u e r t e de l cu e r po físico y la Re e n ca r n a ción
Voy a com enzar plant eando la cuest ión de la m uert e con unas sabias frases de
Osho, un gurú espirit ual de la I ndia m uy conocido y leído act ualm ent e en
Occident e:
“ En realidad, Dios no es el cent ro de la búsqueda religiosa, el cent ro es la
m uert e. Sin la m uert e no exist iría la religión. La m uert e es la que hace que el
hom bre busque e indague m ás allá, en lo et erno. El día en que seas conscient e
de que vas a m orir, de que t u m uert e es una cert eza absolut a, ent onces sabrás
que la única cert eza en la vida es precisam ent e la m uert e. Nada es t an
absolut am ent e ciert o. Pero no obst ant e seguim os evit ando la cuest ión de la
m uert e. A veces hablam os de grandes t em as com o Dios, el cielo y el infierno,
sólo para evit ar la aut ént ica cuest ión. La aut ént ica cuest ión no es Dios, pues las
gent es que van por ahí pregunt ando sobre Dios nunca acaban de encont rarle,
m ient ras que quienes pregunt an sobre la m uert e est án dest inados a encont rar
a Dios, porque han plant eado la aut ént ica cuest ión, la m ás im port ant e de la
vida,… porque la cuest ión de la m uert e, una vez que surj a en t u corazón,
cam biará t u m anera de vivir” .
Ment alm ent e es im posible concebir que después de la m uert e no haya nada,
pues la nada no exist e, y donde ha habido exist encia y vida no puede
sobrevenir la “ nada” . La nada es nada, y donde hubo algo cont inúa algo, ese
~ 143 ~
algo es energía que no puede desaparecer así com o así, com o por art e de
m agia. Com probado est á por la ciencia y m ucho ant es por los I niciados, que
t odo es energía y que “ la energía ni se crea ni se dest ruye, solo se t ransform a” .
Desde el punt o de vist a cient ífico, en cuant o a la cont inuidad de la energía
según sus diversos est ados, t am poco exist e la m uert e.
Luego la t an t em ida m uert e es sólo una ilusión, un espej ism o creado por la
ignorancia hum ana. La Vida t ras la “ m uert e” no est á dem ost rada
cient íficam ent e, siendo sólo un vacío act ual en el conocim ient o cient ífico.
Tras lo dicho ant eriorm ent e, result a fácil com prender que la m uert e ent endida
com o elim inación t ot al de la vida, no exist e. Desde el punt o de vist a esot érico,
la m uert e es una puert a que se abre t ras un breve periodo de aprendizaj e en la
escuela de la vida t errenal, y nos perm it e regresar t em poralm ent e a la Fuent e
de la que t odos procedem os. Si vam os aprendiendo las lecciones que nos
brindan t odas las experiencias de cada vida, volverem os a la siguient e en
m ej ores condiciones y con m ás sabiduría int erior. Pero si regresam os con
m uchas lecciones sin aprender, deberem os “ repet ir curso” las veces que haga
falt a para seguir avanzando en nuest ra necesaria evolución. Por t ant o, desde el
punt o de vist a esot érico, no puede haber ret rocesos en nuest ro desarrollo
espirit ual, sino m ás bien est ancam ient os t em porales.
Ni siquiera nuest ro cuerpo físico m uere realm ent e en el sent ido est rict o de la
palabra. El cuerpo no es una ent idad, sino un agregado de células que sirven de
vehículo a ciert as m odalidades de energía que la vit alizan. Cuando el Alm a dej a
el cuerpo, las células se disgregan. La unificadora fuerza que las m ant enía
agregadas ret ira su poder y se m anifiest a la act ividad inversa. Cuando esa vida
ya no anim a al cuerpo, est e se descom pone nat uralm ent e y cada uno de los
elem ent os del m ism o com o el calcio, el fósforo, el m agnesio, el carbono, el
hierro, et c., regresan de nuevo a su verdadero hogar, a la Madre Tierra de
donde part ieron. Así, de est a m anera, podem os com prender ahora la sabia
frase que dice: " Nunca est á el cuerpo m ás vivo que cuando m uere" .
Del m ism o m odo que nuest ro coche es un vehículo que ut ilizam os para
desplazarnos de un lugar a ot ro, t am bién nuest ro cuerpo físico es ot ro vehículo,
m ucho m ás preciso y funcional, que ut ilizam os para m overnos por el Plano
Físico durant e el t iem po de perm anencia en la vida t errenal. El cuerpo hum ano
es una m áquina y nosot ros el que la conduce. Ahí est á la clave, debem os
reconocernos com o conduct ores y no com o el vehículo conducido. Cuando
sepam os hacer est a separación con claridad, debido al frut o de la experiencia
espirit ual, el t em or a la m uert e desaparecerá, al igual que lo hace la oscuridad
con la luz del am anecer.
El m iedo a la m uert e suele est ar basado en:
1. El t error a lo desconocido y a lo indefinido t ras la m uert e.
~ 144 ~
2. El t errible sent im ient o de dej ar de exist ir una vez finalizada est a “ única
vida” .
3. La duda respect o a la inm ort alidad.
4. La am arga pena de t ener que abandonar a los seres queridos o el
angust ioso pesar de ser abandonados por ellos.
5. Las ant iguas reacciones a las m uert es violent as de vidas pasadas,
arraigadas profundam ent e en el subconscient e.
6. El aferrarse a la vida de la m at eria, por apego a ést a y por est ar
principalm ent e ident ificados con ella.
7. Las viej as y erróneas enseñanzas referent es al cielo y al infierno.
Por ello, solo la práct ica espirit ual es lo que dará sent ido a nuest ra vida, y si la
m anifest am os en el m om ent o de la m uert e, m orirem os de m anera gozosa,
perm it iéndonos disfrut ar de gran felicidad y de m ayor desarrollo espirit ual en
las vidas fut uras.
Si durant e la vida no recordam os ni asum im os la cert eza de nuest ra m uert e,
cuando vayam os a m orir descubrirem os de repent e, que ni nuest ras riquezas y
posesiones, ni nuest ros am igos y fam iliares podrán acom pañarnos ni
ayudarnos. Si no nos hem os adiest rado en el cam ino espirit ual, sent irem os un
int enso arrepent im ient o por haber desperdiciado nuest ra vida y t endrem os
m iedo a lo que ocurra durant e la m uert e y después de ella. Para evit ar que
nuest ra vida t erm ine de un m odo t an t rist e y carent e de sent ido, es necesario
recordar en t odo m om ent o que nosot ros t am bién vam os a m orir. Cont em plar
nuest ra propia m uert e nos anim ará a ut ilizar nuest ra vida con sabiduría,
cult ivando el refugio int erno de las realizaciones espirit uales. Adem ás, cuando
alguien cercano a nosot ros se est é m uriendo, com o alguno de nuest ros padres,
herm anos o am igos, no sabrem os cóm o ayudarlo y sent irem os t rist eza y
frust ración debido a nuest ra incapacidad para result arles de verdadera ut ilidad.
Prepararnos para la m uert e es una de las t areas m ás fruct íferas e int eligent es
que podem os realizar, t ant o por nosot ros m ism os com o por los dem ás.
San Juan Evangelist a, en su últ im a epíst ola reconoce am argam ent e los errores
com et idos por él y sus condiscípulos al prom ulgar m ensaj es inexact os, no
nacidos del Maest ro Jesús. Uno de ellos, y que la nueva iglesia de Jesucrist o
llegaría a perpet uar, es el referent e a la salvación t ras la m uert e solo para los
j ust os. Al respect o dice el apóst ol: “ …Jesús el Just o, recordadlo, vino al m undo
para proclam ar lo cont rario. Jesucrist o no t raj o la salvación. El Engendrado de
Dios se lim it ó a descubrir a los m ort ales que, por el m ero hecho de ser creados,
ya gozan de la salvación. Est a es nuest ra gloria y el inm enso y generoso regalo
de Dios, nuest ro Padre. La salvación no es un prem io. La salvación, hij os m íos,
es un derecho. Volved los oj os hacia el Resucit ado. Tem éis la m uert e porque no
la conocéis. Él os ha m ost rado la Verdad: una realidad gozosa. La m uert e ha
sido dispuest a por el Padre, no com o un final, sino com o un principio. Tem er a
la m uert e es t em er a Dios. ¿Es que podéis esperar algo indigno del que os ha
regalado la vida y la inm ort alidad? No j uzguéis con vuest ra lim it ada m ent e. La
m uert e es un sueño del que despert aréis resucit ados en un Nuevo Mundo. Pero
~ 145 ~
ese será solo el com ienzo de la larga m archa fuera de la m at eria. Y ot ras
m uert es os saldrán al paso, siem pre m ás allá. Todas han sido calculadas para
vuest ro bien, de la m ism a form a que cada am anecer represent a una nueva y
apasionant e apuest a por la vida” .
El Gran Yogui Ram acharaka hace una reflexión profunda cuando com ent a: “ La
Hum anidad, por lo general, est á hipnot izada por la idea de la m uert e. El vulgar
em pleo de est a palabra denot a la ilusión y el espej ism o exist ent e en las m ent es
m at erialist as y superficiales de nuest ra enferm a civilización occident al. Si los
crist ianos creyeran sinceram ent e lo que su religión les enseña y prom et e, en
vez de lam ent arse am argam ent e y vest irse de lut o cuando alguno de sus
deudos y allegados m uere con las debidas disposiciones, deberían de ent onar
cánt icos de j úbilo y engalanarse floridam ent e, com o hacen algunas de las
religiones de Orient e” .
En cuant o al budism o, quisiera m ost raros unos breves fragm ent os de “ El libro
t ibet ano de la vida y de la m uert e” de Sogyal Rim poché, quien sabiam ent e nos
explica que para aprender a vivir, prim ero hay que “ aprender a m orir” ,
conociendo y acept ando la m uert e com o el divino port al que nos devuelve a
nuest ra esencia y que se m anifiest a a cada inst ant e en t odos los rincones de la
nat uraleza y en t odos los confines del Universo:
“ Llegué a Occident e por prim era vez a principios de la década de los años
set ent a, y algo que m e t rast ornó profundam ent e fue conocer la casi com plet a
ausencia de ayuda espirit ual a los m oribundos en est a cult ura m oderna. En
Tíbet , nadie m uere sin ser at endido por la com unidad, t ant o en lo superficial
com o en lo profundo. En Occident e m e han cont ado m uchos casos de personas
que m urieron solas, con gran angust ia y decepción y sin ninguna ayuda
espirit ual; una de m is principales m ot ivaciones para escribir est e libro, es la de
ext ender a t odos los hom bres y m uj eres, la sabiduría curat iva del m undo en
que m e crié… La at ención espirit ual en el m om ent o de la m uert e, no es un luj o
reservado a unos pocos. Es el derecho esencial de t odos los seres hum anos, t an
esencial com o la libert ad polít ica, la asist encia m édica y la igualdad de
oport unidades. Un aut ént ico ideal dem ocrát ico t endría que incluir la at ención
espirit ual para el bien m orir de t odos, com o una de sus verdades m ás
esenciales… En el m om ent o de la m uert e hay dos cosas que cuent an: lo que
hayam os hecho en la vida y el est ado m ent al en que nos hallem os ent onces.
Aunque hayam os acum ulado m ucho karm a negat ivo, si realm ent e som os
capaces de efect uar un cam bio de corazón en el m om ent o de la m uert e,
podem os influir decisivam ent e en nuest ro fut uro, pues ese m om ent o es una
oport unidad excepcionalm ent e poderosa para purificar nuest ro karm a” .
En cuant o a la doct rina de la reencarnación, su est udio nos sugiere la
posibilidad m aravillosa de poder t om ar t ant os cuerpos físicos com o vidas son
necesarias para poder ir perfeccionándonos, vida t ras vida, hast a alcanzar la
m aest ría. Una vez alcanzada la liberación, t ras haber aprendido t odas las
lecciones de est a m aravillosa escuela t errest re, el ser hum ano ya no necesit a
~ 146 ~
volver a reencarnar, y si lo hace será volunt ariam ent e, aunque eso sí, en
condiciones m uy diferent es.
Hast a el siglo I V los crist ianos creían en la reencarnación, al igual que los
j udíos, los egipcios, los hindúes, los budist as, et c., pero los padres de la iglesia
decidieron que est a creencia no haría m ás que ret rasar y alargar el desarrollo
espirit ual; puest o que los hom bres y m uj eres no t endrían prisa en m ej orarse;
creyeron que suprim iendo el conocim ient o de la reencarnación, em puj arían a la
gent e a perfeccionarse en una sola vida. Obviam ent e se equivocaron y, con la
negación y ocult ación de la reencarnación, ahogaron m ás al hom bre en su
ignorancia. Sobre reencarnación podem os encont rar inform ación en m uchos
pasaj es y versículos de las Sagradas Escrit uras, siendo la Biblia una de ellas.
Cuando Crist o dij o “ Sed perfect os com o vuest ro Padre Celest ial es perfect o” , no
se refería a que los hom bres im perfect os pudieran elevarse hast a la perfección
del Padre, en los pocos años de una sola vida. En t an sim ple frase, Jesucrist o
afirm aba la realidad de la reencarnación, pues sabía que el hom bre y la m uj er
en la m edida que anhelase est a perfección y t rabaj ase para obt enerla, la
lograría después de m últ iples encarnaciones. Asim ism o dij o: “ No es superior el
discípulo a su Maest ro, pero cada uno, cuando llegue a la perfección, será com o
un Maest ro” ( Lucas VI , 40) . I gualm ent e, se puede com probar en el Evangelio
de San Mat eo, las frases donde Jesús considera a Juan Baut ist a com o la
reencarnación de Elías ( Mat eo XVI I ) .
Por últ im o, en el sagrado libro hindú “ El Bhagavad Git a” reza lo siguient e:
“ Nunca nació el Espírit u, ni nunca dej ará de ser. Nunca hubo t iem po en que no
fuera, pues sueños son el principio y el fin. Sin nacim ient o ni m uert es ni
m udanzas perm anece el Espírit u por siem pre. La m uert e no lo t oca, aunque
parezca m uert a la casa en que m ora” .
“ Siem pre hem os exist ido: t ant o yo, com o t ú, com o esos reyes. Y exist irem os
por siem pre y para siem pre”
“ I nvisibles a nuest ros oj os son t odos los seres ant es de su nacim ient o e
invisibles volverán a ser después de su m uert e. Sólo en el t ranscurso ent re
est os dos est ados invisibles, result a posible que los podam os ver. Siendo est o
verdad ¿por qué afligirse?”
Algu n a s Pr e gu n t a s y Re spu e st a s:
Ést as son algunas de las respuest as dadas por un I niciado, a propósit o de
algunas pregunt as que le son form uladas acerca de la m uert e:
PREG.- ¿Tienen algún valor las plegarias por los difunt os?, sí es así ¿cóm o
deberían ofrecerse?
~ 147 ~
RESP.- Las plegarias siem pre t ienen valor t ant o para los vivient es com o para
los m uert os, cuando est as son dict adas desde el Am or; pero una plegaria será
eficaz en proporción a la int ensidad del pensam ient o expresado por ella; de la
pureza y fuerza de volunt ad con la cual se dirige hacia la persona en cuest ión, y
del conocim ient o que posea el que la conduce. Por t ant o, es posible auxiliar y
prot eger a un “ m uert o” con t ales form as m ent ales m ient ras él perm anezca en
el m undo ast ral.
PREG.- ¿Encont rarem os a los seres queridos que nos han precedido en la
m uert e?
RESP.- Sí, pues la at racción act uará com o un im án y nos reunirá. Si el ser
am ado m urió recient em ent e, lo encont rarem os en el plano ast ral, pero si
abandonó la Tierra hace m ucho t iem po, es posible que haya pasado ya del
ast ral al m undo celest ial; y cuando nosot ros lleguem os hast a aquel m undo, lo
t endrem os de nuevo a nuest ro lado en su m ej or condición posible, m ediant e
nuest ra form a o im agen m ent al que de él t enem os. No hem os perdido a
aquellos a quienes am am os; cuando el afect o exist e, la reunión es segura, ya
que el Am or es el m ayor de los poderes del Universo, sea en vida o t ras la
“ m uert e” .
PREG.- ¿Por qué es preferible la crem ación al ent erram ient o?
RESP.- El Maest ro Tibet ano, Dj whal Khul, da varias razones para ello: “ La
incineración libra al hom bre de algunos t irones que pueden ret enerlo al plano
denso ya que cuando su cuerpo ha sido desint egrado de esa m anera, sus naves
fueron, lit eralm ent e, quem adas t ras de sí, y su poder de ret roceso dism inuyó
grandem ent e.
Una de las grandes vent aj as de la incineración, apart e de las condiciones
sanit arias not ables, consist e en la pront a devolución de sus com ponent es a la
m adre nat uraleza, por m edio del fuego, de los elem ent os m at eriales que
com ponen el cadáver físico y el et éreo. En lugar de una descom posición lent a y
gradual, t iene lugar una rápida y deseada desint egración sin que queden rest os
físicos ni et éreos que puedan producir posibles perj uicios y ret rasos en la
ascensión del Ser int erno. Una vez que ést e se ha desligado definit ivam ent e de
su cuerpo físico y et éreo, el proceso de rest it ución ha concluido; el ser est á
libre, t em poralm ent e al m enos, de t oda reacción física; y perm anece en sus
cuerpos sut iles preparándose para el Gran Act o que se ha denom inado " El Art e
de la Elim inación" .
Por ot ra part e, el proceso de m om ificación, t al com o se pract icó en Egipt o, y el
em balsam ient o, t al com o se pract ica en occident e, han sido responsables de la
perpet uación del cuerpo et érico, a veces durant e siglos. Est o es part icularm ent e
así cuando la m om ia o la persona em balsam ada fue un m al individuo durant e
su vida. Est a es la causa de los at aques y desast res que frecuent em ent e
~ 148 ~
persiguen a quienes descubren ant iguas t um bas con cuerpos m om ificados o
em balsam ados. Donde se pract ica la crem ación no sólo se logra la inm ediat a
dest rucción del cuerpo físico y su rest it ución a la fuent e de sust ancia, sino que
el cuerpo vit al o et érico t am bién rápidam ent e se disuelve y sus fuerzas son
arrast radas por la corrient e ígnea al depósit o de energías vit ales.”
Pe n sa m ie n t o fin a l sobr e la m u e r t e
" Cuando el labrador ha arado y sem brado la Tierra, est e se encuent ra cansado
y espera ansioso la t ranquila noche para descansar y recuperar fuerzas. Y al
igual que el fat igado labrador, el Alm a t am bién se cansa y necesit a reposar
t ranquila y largam ent e. La m uert e es para el Alm a, lo que la noche para el
labrador. La diferencia consist e, en que el Alm a necesit a m orir t res veces, una
en cada plano, despoj ándose gradualm ent e de sus vest iduras inferiores, para
así desnuda, poder descansar t ranquila y librem ent e de cualquier ruido o
m urm ullo de la carne, deseos o pensam ient os m undanos que la envolvió.”
LA N UEVA ESPI RI TUALI D AD GLOBAL SI N TETI ZAD ORA
El t ít ulo de est e capít ulo señala la em ergent e Nueva Religión Mundial que en los
próxim os t iem pos sint et izará y unificará la gran m ayoría de t endencias
espirit uales, perm it iendo igualm ent e el acercam ient o y la convergencia
progresiva de t odas las religiones act uales. El t érm ino “ religión” proviene de la
palabra lat ina “ re- ligere” que lit eralm ent e significa “ unión” . El m ilenario t érm ino
“ yoga” , cada vez m ás usado en Occident e es equivalent e al t érm ino religión,
por cuant o su fin t am bién es la unión con la Realidad Últ im a. La religión y el
yoga, aunque se diferencian en cuant o a sus m ét odos, t ienden a aproxim arse
hast a que, llegado el m om ent o, converj an en el m ism o Sendero, el que nos
conducirá a t odos hacia lo Absolut o, el que nos guiará sin desvíos hacia La
Fuent e y el que, al m ism o t iem po, posibilit ará que El Reino de Dios descienda a
la Tierra. Se t rat aría pues de una nueva religión del corazón, sin dogm as de fe,
abiert a a t odos los seres hum anos por igual.
A part ir de ahora, casi t odo lo que se dice hast a el final de est e capít ulo ha sido
ext raído de dos páginas de int ernet , de cont enido esot érico. Part e del cont enido
se basa en las declaraciones del escrit or y educador Walt er Maverino, t am bién
consult or en t ransm ut ación hum ana, organizacional y social, y el rest o, la
m ayor part e, se basa en algunos fragm ent os del enorm e legado de Sabiduría
Suprem a que el Maest ro Dj whal Khul, ha dej ado a la Hum anidad a t ravés de las
obras de Alice A. Bailey. La divulgación de t ales afirm aciones la realizan los
discípulos del m undo ( o Precursores del Nuevo Mundo, según se les denom ina
en el cam pus virt ual UMCI T.net ) int egrados en m últ iples asociaciones y grupos.
Una de ellas es la llam ada Buena Volunt ad Mundial, un “ m ovim ient o fundado en
1932 para est ablecer rect as relaciones hum anas y aport ar una solución a los
problem as de la Hum anidad por m edio del poder const ruct ivo de la buena
~ 149 ~
volunt ad, esencialm ent e a t ravés de la educación” . Buena Volunt ad Mundial es
una asociación no gubernam ent al, libre y abiert a de hom bres y m uj eres de
buena volunt ad, acredit ada en la Oficina de I nform ación Pública de las Naciones
Unidas. Su program a es form ulado a nivel int ernacional por varios grupos
est ablecidos en las sedes cent rales de Nueva York, Londres y Ginebra.
En palabras de Walt er Maverino, “ la evolución espirit ual individual aplicada a la
realidad grupal de la fam ilia, t rabaj o, com unidad, nación, civilización, y
Hum anidad en general, es decir, aplicada a la vida real de cada día en t odas sus
expresiones y dim ensiones ( por encim a de los cult os a las t eologías de orient e y
occident e, y por encim a de las religiones t radicionales convert idas en cent ros de
poder económ ico y financiero) , es irreversible y su consolidación inevit able. Por
t ant o no hay ningún discurso a realizar, ninguna arenga a ut ilizar, ni ninguna
cam paña de adoct rinam ient o a em prender. La Nueva Religión Mundial ni se
podrá vender ni com prar, sim plem ent e se podrá experim ent ar” .
La idea de una única religión m undial y la fusión de las diversas creencias
form an part e de los debat es act uales. En el m undo fut uro, t odos los hom bres
de inclinación espirit ual y de buena volunt ad, celebrarán las m ism as fiest as
religiosas y aunarán sus recursos espirit uales dando lugar a una invocación
espirit ual unánim e y sim ult ánea.
El program a universal de la Nueva Religión Mundial será est ablecido dest acando
la Unidad del Espírit u com ún a t odos los herm anos hum anos. Se art iculará
sobre la base de unas doct rinas esenciales, algunas ya reveladas en las act uales
religiones, que perm it irán al ser hum ano cont act ar con su Alm a y a t ravés de
ella conocer el Espírit u divino que realm ent e es. Será por t ant o una religión
práct ica, donde no solo la fe nos hará avanzar por el Sendero de Dios, sino que
serem os fuert em ent e im pulsados por el Cam ino a t ravés de la experiencia de
las revelaciones espirit uales.
Las agit aciones y conflict os que conm ueven al m undo han alcanzado a la
iglesia. Algunos eclesiást icos y los ilum inados pensadores religiosos t rat an de
poner fin a los seculares problem as exist ent es ent re las diferent es t radiciones
religiosas, buscando hallar la Verdad vivient e que exist e det rás de las form as
ext ernas. Asim ism o, las grandes religiones m undiales est án siendo relegadas
rápidam ent e a un segundo plano en la m ent e de los hom bres, al t iem po que
ést os se aproxim an a la realidad cent ral espirit ual. Tal acont ecer act ual da lugar
a la form ulación de grandes int errogant es, provocando que nuest ras m ent es
est én preocupadas por profundas y pert urbadoras dudas.
Algunas de las pregunt as plant eadas por personas de inclinación espirit ual,
eclesiást icas o laicas, pert enecient es a t odos los credos, pueden expresarse de
la siguient e m anera:
¿Por qué la iglesia no ha podido det ener la abrum adora expresión del m al
evidenciado en la últ im a guerra m undial?
~ 150 ~
¿Por qué la religión se ha m ost rado incapaz de sat isfacer las necesidades
de la Hum anidad?
¿Porqué t ant os guías espirit uales del m undo han sido incapaces de ayudar
a solucionar los problem as del m undo?
¿Por qué los inst ruct ores crist ianos, com o exponent es del Dios del Am or,
han sido incapaces de det ener el acrecent am ient o sin parangón del odio en el
m undo?
¿Por qué los inst ruct ores religiosos de Orient e, cust odios de una psicología
espirit ual y de un art e del desarrollo individual, han sido incapaces de ut ilizar su
sabiduría para sacar a su pueblo del ham bre, de la pobreza y de las condiciones
de vida degradant es?
¿Por qué la j uvent ud rehusa acudir a la iglesia y no dem uest ra int erés en
acept ar las doct rinas que se les present an?
¿Por qué surgen t ant os nuevos cult os que desvían a la gent e de las
organizaciones ort odoxas de caráct er religioso?
¿Por qué hay, en Occident e, un crecient e int erés en las t eologías
orient ales, los diversos yogas, las enseñanzas budist as y los credos orient ales?
¿Qué hay pues de erróneo en nuest ra present ación de las realidades
espirit uales y las verdades et ernas?
Podrían darse m uchas respuest as. La m ás im port ant e es que la present ación de
la Verdad divina, t al com o ha sido im part ida por las iglesias de Occident e y los
inst ruct ores de Orient e no ha evolucionado al m ism o t iem po que lo ha hecho el
int elect o hum ano. Al buscador t odavía se le enseña las m ism as viej as palabras
espirit uales, lo cual m ent alm ent e no le sat isface ni t am poco responden a su
necesidad de ayuda práct ica en un m undo t an difícil. Se le pide que crea y que
no dude, pero no se le pide que com prenda; se le dice que él es incapaz de
com prender pero se le pide que acept e las int erpret aciones y afirm aciones de
ot ras m ent es hum anas que pret enden poseer y com prender la Verdad. Por
t ant o, el buscador espirit ual no cree que las m ent es de sus inst ruct ores y sus
int erpret aciones sean m ej ores que las suyas.
No es el m al que prevalece hoy en el m undo lo que const it uye el obst áculo
principal para la revelación y el desarrollo de la vida espirit ual. Las dist int as
organizaciones religiosas de t odo el m undo, consideran que las diferent es
int erpret aciones que cada una t iene de la Verdad, deben ser necesariam ent e las
únicas correct as. Por ello, no han conseguido preservar la Verdad en su pureza,
ni han podido evit ar la idea de que un individuo cualquiera puede int erpret ar la
Verdad.
~ 151 ~
Las iglesias se han expuest o am pliam ent e a la crít ica; la m ayoría de la gent e
reflexiva se ha dado cuent a de ello, aunque lam ent ablem ent e, esas personas
reflexivas const it uyen t odavía una m inoría dent ro de las iglesias. Cuando esa
m inoría pensant e llegue a ser m ayoría, det erm inará la elim inación de la iglesia
y garant izará la difusión de la verdadera enseñanza de Crist o.
Surge aquí el int errogant e de si Crist o se sent iría cóm odo en las act uales
iglesias si est uviera nuevam ent e ent re los hom bres. Los rit uales, las
cerem onias, la pom pa, los ornam ent os, los candelabros, el oropel y las dist int as
j erarquías: papas, cardenales, arzobispos, canónigos, curas, past ores y clérigos
serían probablem ent e de poco int erés para el Hij o de Dios, quién en su
sim plicidad, hacía de la Tierra su hogar y su t em plo, com part iéndola con t odos
sus herm anos hum anos, t am bién hij os del m ism o Dios.
¿Cóm o puede socorrerse a los niños que m ueren de ham bre en t odo el m undo,
cuando se recolect a el dinero para erigir m ás iglesias, cuando al m ism o t iem po
exist en m uchas de ellas que perm anecen a m enudo casi vacías? ¿Cóm o puede
hacerse frent e a las necesidades espirit uales e int elect uales de la gent e, si los
j óvenes que salen de los sem inarios para orient ar a la Hum anidad, est án
form ados a la luz de int erpret aciones que pert enecen al pasado? Es m uy posible
que Crist o hoy día considerase errónea e indeseable la vida separat ist a de las
iglesias y la arrogancia de los t eólogos, quienes por ciert o han dividido al
m undo ent re creyent es y no creyent es, crist ianos y paganos, pseudo ilum inados
y pseudo ignorant es, considerando Él t odo est o com o opuest o a lo que Él
m ism o creía y predicaba cuando decía: “ Tam bién t engo ot ras ovej as que no son
de est e redil” ( Juan X, 16) .
La present ación de la verdad religiosa en el pasado ha im pedido el crecim ient o
espirit ual del hom bre; la t eología ha llevado a la Hum anidad a las puert as de la
desesperación; la delicada flor de la Vida Críst ica se ha m archit ado en los
oscuros m eandros del pensam ient o hum ano; la adhesión fanát ica a las
int erpret aciones hum anas ocupó el lugar del verdadero m ensaj e crist iano;
m illones de libros han deform ado y oscurecido las vivient es palabras de Crist o;
los argum ent os y las discusiones de los sacerdot es han apagado la Luz que
t raj o Buda y el Am or que Crist o nos reveló, m ient ras los hom bres se
querellaban acerca de los significados de frases y palabras. Ent ret ant o los
hom bres agonizaban, m orían de ham bre, sufrían, pedían ayuda y enseñanza, y
al no verse sat isfechos, perdieron la fe.
Hoy día, hay personas en t odo el m undo que est án en condiciones de recibir la
Luz; esperan una nueva revelación y una nueva dispensación. La Hum anidad ha
avanzado t ant o en el sendero de evolución, que est as dem andas y expect at ivas
ya no se plant ean únicam ent e en t érm inos de m ej oram ient o m at erial, en
valores o en rect as relaciones hum anas, sino en t érm inos de visión espirit ual.
Piden enseñanza y ayuda espirit ual j unt o con el alim ent o, ropa y el hogar
necesarios, adem ás de la oport unidad de t rabaj ar y vivir en paz y libert ad; hoy
~ 152 ~
día siguen habiendo m illones de personas que se enfrent an al ham bre en
grandes zonas del m undo y, con igual congoj a, experim ent an t am bién el
ham bre del Alm a.
La súplica del crist iano pidiendo ayuda espirit ual, la del budist a pidiendo
ilum inación, y la del hindú pidiendo com prensión espirit ual, unidas a la pet ición
de t odos los que profesan o no alguna fe, deben ser sat isfechas. Todas las
dem andas de la Hum anidad se elevan hast a Dios, y Él en su infinit a
m isericordia y sabiduría las recibe, sat isfaciendo nuest ras necesidades
espirit uales a t ravés de Crist o y de Sus Herm anos, los Maest ros de Com pasión y
Sabiduría. Es im posible creer que Dios se int erese por los punt os de vist a de los
fundam ent alist as, o por las t eorías de los t eólogos acerca del nacim ient o
virginal o la infalibilidad del Papa. La Hum anidad experim ent a necesidades
aprem iant es y est as deben ser sat isfechas; sólo los grandes y fundam ent ales
principios de vida, que abarquen el pasado, el present e y provean un program a
para el fut uro, podrán sat isfacer realm ent e est a invocación hum ana. Crist o y
Sus Herm anos de la Jerarquía Espirit ual, no vendrán a dest ruir t odo lo que
hast a ahora fue considerado “ necesario para la salvación de la Hum anidad” , ni
lo que sat isfizo su dem anda espirit ual. Con la reaparición de Crist o,
seguram ent e desaparecerá lo no esencial. Perm anecerán los fundam ent os de la
fe sobre los cuales Él, con nuest ros t am bién Herm anos Mayores, los Maest ros
de Sabiduría, y j unt o a nosot ros, podrá erigir la Nueva Religión Mundial que
t odos los hom bres esperan. Est a nueva religión debe est ar basada sobre las
Verdades que soport aron la prueba del t iem po y t raj eron bienest ar y seguridad
a los hom bres y m uj eres de t odas part es.
La s Ve r da de s unive r sa lm e nt e a ce pt a da s
Sólo los grandes principios fundam ent ales pueden sat isfacer realm ent e las
necesidades de la Hum anidad. En la Nueva Era, la Nueva Religión Mundial
deberá basarse en las Verdades universalm ent e acept adas. Est as son:
1.
La realidad de Dios, es t rascendent e e inm anent e a la vez.
2.
La relación del hom bre con Dios, donde t odos los hom bres som os “ hij os del
Único Padre”
3.
La realidad de la inm ort alidad y de la supervivencia et erna, que provienen
de la divinidad esencial del hom bre.
4.
La cont inuidad de la Revelación y los Acercam ient os divinos; Dios j am ás ha
cesado de enviarnos a Sus Mensaj eros.
5.
La realidad de nuest ra m ut ua relación; la frat ernidad hum ana.
6.
La realidad del Sendero que conduce a Dios, hollado a t ravés de las edades
por los m íst icos y sant os de t odas las creencias.
~ 153 ~
1 . La Re a lida d de D ios
Una vez reconocida la exist encia de Dios, esa Realidad Divina puede ser
denom inada com o el hom bre quiera, de acuerdo con su inclinación m ent al o
em ocional y conform e a su t radición racial y heredit aria, pues realm ent e no hay
nom bre que pueda definirla, lim it arla ni condicionarla. Los seres hum anos se
ven obligados a denom inarla de alguna m anera a fin de expresar lo que sient en,
perciben y conocen, t ant o en el m undo m at erial com o en lo int angible.
Conscient e o inconscient em ent e, t odos los hom bres reconocen a Dios
Trascendent e y a Dios I nm anent e. Sient en a Dios com o el Creador y el
I nspirador de t odo lo que exist e.
Los credos orient ales siem pre han puest o de relieve a Dios I nm anent e, ubicado
en lo m ás profundo del corazón hum ano. Las creencias occident ales han
present ado a Dios Trascendent e, sit uado fuera de Su Universo, com o
Observador. La noción de Dios Trascendent e fue al principio predom inant e
porque la acción de ese Dios ext erno aparecía en t oda la creación y en la
evolución de la nat uraleza. Luego, en la Ley de Moisés, Dios aparece com o el
Jehová t ribal, com o el Alm a de una nación. Después Dios fue considerado com o
el hom bre perfect o, el divino Hom bre- Dios que cam inó sobre la Tierra en la
persona de Crist o. Hoy se pone el énfasis sobre el Dios I nm anent e en t odo ser
hum ano y en t oda form a creada.
Dios es m ás grande que t odo lo creado, y sin em bargo, est á present e en t odas
sus part es m ás pequeñas; Dios Trascendent e garant iza el Plan Divino en
nuest ro m undo y const it uye el propósit o que condiciona t odas las form as de
vida, desde el m ás dim inut o át om o, pasando por t odos los reinos de la
nat uraleza, hast a llegar al hom bre.
2 . La Re la ción de l H om br e con D ios
La segunda verdad que t odos acept an, no im port a cuál sea la creencia, es la
relación esencial del hom bre con Dios. “ Todos som os Hij os de Dios y Uno es
nuest ro Padre” , repit en Crist o y t odos los I nst ruct ores y Avat ares en el
t ranscurso de t odas las épocas, pues “ com o Él es, así som os nosot ros en est e
m undo” , dice el Nuevo Test am ent o ( I Juan I V, 17) . “ Él est á m ás cerca que el
alient o, m ás cerca que las m anos y los pies” , cant an los hindúes. “ Crist o en
nosot ros, esperanza es de Gloria” , es la t riunfant e afirm ación de San Pablo.
3 . La Re a lida d de la I nm or t a lida d y la Supe r vive ncia Et e r na
Tenem os en t ercer lugar el sent ido de la vida et erna o inm ort alidad. Su
reconocim ient o es inevit able pues es part e de la búsqueda de la Hum anidad,
com o lo es el inst int o de la aut oconservación. Con est a convicción int erna
enfrent am os la m uert e y sabem os que volverem os a vivir, que vam os y
venim os, porque som os divinos y regim os nuest ro propio dest ino. Sabem os que
~ 154 ~
nos hem os propuest o alcanzar una m et a y ella es “ la vida m ás abundant e” , aquí
o allá y, event ualm ent e, en t odas part es.
El Espírit u del hom bre es inm ort al; perdura et ernam ent e y progresa de un
punt o a ot ro y de una et apa a ot ra en el Sendero de la Evolución, desarrollando
de form a const ant e y secuencial los at ribut os y aspect os divinos. Est a Verdad
im plica necesariam ent e el reconocim ient o de dos grandes leyes nat urales: La
Ley de Renacim ient o y la Ley de Causa y Efect o. Las iglesias de Occident e se
han negado oficialm ent e a reconocer la Ley de Renacim ient o, y por t al razón
han llegado a una encrucij ada t eológica y a un callej ón sin salida posible. Las
iglesias de Orient e han puest o excesivo énfasis sobre est as leyes, de m anera
que los pueblos est án regidos por una act it ud negat iva y sum isa hacia la vida y
sus procesos, basada en una oport unidad que se renueva const ant em ent e. EL
crist ianism o acent uó la inm ort alidad, pero hizo depender la felicidad et erna de
la acept ación de un dogm a t eológico: o bien pract icas verdaderam ent e la
religión crist iana, lo que t e perm it irá vivir en el Cielo, o bien t e niegas a ser un
crist iano pract icant e, cayendo ent onces en un infierno absurdo. Am bos
concept os son hoy repudiados por t oda persona reflexiva, sensat a y sincera. La
Verdad esencial se encuent ra en ot ra part e. “ Lo que un hom bre siem bra, eso
cosechará” , es una gran Verdad sobre la que es preciso insist ir de nuevo. Con
est as palabras, San Pablo expone la ant igua y verdadera enseñanza de la Ley
de Causa y Efect o, llam ada en Orient e Ley del Karm a.
Ningún hom bre o m uj er puede evadir la Ley de Renacim ient o en respuest a a la
Ley de Causa y Efect o, pues est as lo condicionan en t odo m om ent o, hast a que
ha logrado la perfección asignada y deseada, m anifest ándose en la Tierra com o
un Hij o de Dios que act úa correct am ent e.
4 . La con t inu ida d de la Re ve la ción y los Ace r ca m ie nt os D ivin os
Ot ra Verdad esencial, y que aclara el t rabaj o planeado por Crist o, est á
relacionada con la revelación espirit ual y la necesidad que el hom bre t iene de
Dios, así com o Dios del hom bre. Jam ás la Deidad ha dej ado a los hom bres
privados de Su t est im onio. Siem pre que el hom bre ha dem andado Luz, la Luz
ha llegado. Nunca exist ió época, ciclo o período m undial en los que no se haya
im part ido la enseñanza, dándose t oda la ayuda espirit ual que la necesidad
hum ana dem andó. Siem pre que el corazón y la m ent e del hom bre buscaron a
Dios, la divinidad se acercó al hom bre. La hist oria del género hum ano es, en
realidad, la hist oria de la súplica del hom bre por m ayor Luz y cont act o con Dios,
pero t am bién la llegada de la Luz y el Acercam ient o de Dios al hom bre. El
Salvador, el Avat ar o el I nst ruct or del Mundo siem pre han venido del Reino del
Alt ísim o, t rayendo al hom bre una nueva revelación, una nueva esperanza y un
nuevo incent ivo para vivir una vida espirit ual m ás plena.
Algunos de est os Acercam ient os han sido de capit al im port ancia, afect ando a la
Hum anidad en su t ot alidad; ot ros de m enor t rascendencia afect aron sólo una
part e relat ivam ent e pequeña de la Hum anidad, una nación o un grupo. Aquellos
~ 155 ~
que vienen com o Reveladores del Am or de Dios, proceden de ese Cent ro
Espirit ual al que Crist o dio el nom bre de “ Reino de Dios” . Allí m oran “ los
Espírit us de los hom bres j ust os, hechos perfect os” ; allí residen los Guías
Espirit uales de la raza; allí viven, t rabaj an y supervisan los asunt os hum anos y
planet arios los Ej ecut ores del Plan Divino. Se les denom ina de dist int as
m aneras: la Jerarquía Espirit ual, la Morada de la Luz o el Cent ro Divino; son el
Cent ro espirit ual de nuest ro planet a conform ado, ent re ot ros, por nuest ros
Herm anos Mayores los Maest ros de Com pasión y Sabiduría. Ellos son seres
hum anos que a nivel evolut ivo, est án un escalón por encim a de nosot ros,
siendo su m isión la de t endernos la m ano para que subam os el peldaño que nos
separa de Ellos. Ellos son los Mensaj eros de la Sabiduría divina, pues t am bién
son los Cust odios de la Verdad, cuya t area consist e en servir al m undo, enseñar
la fut ura revelación y dem ost rar la divinidad en t odo y en t odos.
Una nueva definición de Dios nos fue dada cuando Buda enseñó que Dios es Luz
y nos m ost ró el cam ino de la I lum inación, pero t am bién cuando Crist o nos
reveló que Dios es Am or, por m edio de su vida y servicio en la Tierra. Hoy se va
com prendiendo el concept o de la I lum inación com o Conocim ient o, pero el
significado int erno del Am or sólo es t enuem ent e percibido. Sin em bargo, la Luz
y el Am or han sido revelados al m undo por dos grandes Hij os de Dios.
Todas las escrit uras del m undo at est iguan la exist encia de ese Cent ro de
energía espirit ual. La Jerarquía Espirit ual, se ha acercado const ant em ent e a la
Hum anidad, a m edida que el hom bre va siendo m ás conscient e de la divinidad
que él es, siendo pues m ás apt o para ent rar en cont act o con lo divino.
5 . La Re a lida d de nue st r a m ut ua r e la ción
Est a es una realidad espirit ual fundam ent al com o lo es Dios m ism o, pues est á
vinculada al conocim ient o que t enem os de Dios com o Padre. A est a relación la
denom inam os Frat ernidad y se expresa, o finalm ent e se expresará, por m edio
de la com unidad hum ana y las correct as relaciones ent re las m uj eres y los
hom bres de buena volunt ad.
Mucho se ha escrit o y dicho, predicado y hablado, sobre la Herm andad ent re los
seres hum anos. Tant o se ha dicho sobre ella y t an poco se ha pract icado que
est e t érm ino est á algo desacredit ado y, sin em bargo, es la afirm ación del origen
subyacent e y la m et a de la Hum anidad, pero t am bién el principio fundam ent al
del cuart o Reino de la Nat uraleza: el Reino Hum ano.
La Herm andad es una gran realidad nat ural; t odos los hom bres y m uj eres son
herm anos; baj o la diversidad del color, el credo, la cult ura y la civilización
exist e sólo una Hum anidad, sin dist inciones ni diferencias en su nat uraleza
esencial, con un m ism o origen y un m ism o dest ino. Para est o hem os venido;
est am os aquí para lograr que la Hum anidad avance hacia el est ablecim ient o de
est a sagrada m ut ua relación.
6 . La Re a lida d de l Se nde r o ha cia D ios
~ 156 ~
El conocim ient o del Sendero de Dios fue garant izado para nosot ros por quienes
conocieron a Dios y a los que el m undo llam ó sabios, m aest ros, m íst icos,
esot erist as, t eósofos y sant os. Ant e los hom bres que buscan y aspiran se abre
el Cam ino hacia Dios. La hist oria del Alm a hum ana es la hist oria de la búsqueda
de ese Cam ino y de su descubrim ient o por aquellos que saben persist ir.
En cada raza y nación, en cada part e del m undo y en cada clim a, durant e el
int erm inable t ranscurrir del t iem po, hay hom bres y m uj eres que encont raron el
Sendero que conduce a Dios; lo hollaron y acept aron sus condiciones,
soport aron sus disciplinas, confiaron en sus realidades, recibieron sus
recom pensas y hallaron su m et a. Llegados allí, “ penet raron en el gozo del
Señor” , part iciparon en el Reino de los Cielos, m oraron en la gloria de la
Presencia divina y luego, ret ornaron a los cam inos del ser hum ano para servir.
El t est im onio de la exist encia de ese Sendero es el t esoro inapreciable de t odas
las grandes religiones, y son t est igos aquellos que t rascendieron t odas las
form as y t odas las t eologías, penet rando en el Reino de Dios.
Hoy es posible ot ro gran Acercam ient o a la divinidad y a una nueva revelación
espirit ual; revelación que se cierne sobre el género hum ano, siendo quién la
t raerá el m ism o Crist o que, j unt o a nuest ros Herm anos Mayores los Maest ros de
Sabiduría, se est á aproxim ando a nosot ros. I gnoram os aún que revelación
t raerá a la Hum anidad est e Acercam ient o. Con t oda seguridad producirá
result ados t an definidos com o las precedent es m isiones y revelaciones de
Aquellos que vinieron en respuest a a los ant eriores requerim ient os de la
Hum anidad. Un nuevo Cielo y una nueva Tierra est án en cam ino. Aquel que
viene, ¿no t raerá una nueva revelación acerca de la propia nat uraleza de Dios?
¿Conocem os t odo lo que se puede saber acerca de Dios? Si es así, Dios es m uy
lim it ado. ¿No será posible que nuest ras ideas act uales acerca de Dios,
considerado com o Ment e Universal, Am or y Volunt ad, sean enriquecidas por
alguna nueva idea o cualidad, para la que t odavía no t enem os nom bre, ni
palabras, ni la m ás rem ot a noción? Cada uno de los t res concept os act uales de
la divinidad, la Trinidad, eran com plet am ent e nuevos cuando fueron expuest os
por prim era vez a la m ent e o a la consciencia del hom bre.
El Ace r ca m ie nt o inm ine nt e de la H e r m a nda d Pla ne t a r ia
Desde hace algunos decenios los Herm anos Mayores de la Hum anidad, los
Maest ros de Com pasión y Sabiduría, se est án aproxim ando cada vez m ás a
nosot ros. El sueño de la frat ernidad hum ana, la cooperación int ernacional y la
paz, basado en las rect as relaciones hum anas, es cada vez m ás real. La iglesia
ha acent uado la t rascendencia de Dios, proclam ando la exist encia de un Dios
creador que sost iene act ivam ent e su creación, pero que perm anece ext erior a
ella com o un observador insondable. Se debe dem ost rar que ese t ipo de
creador t rascendent e es falso, y esa doct rina ha de cont rarrest arse m ediant e la
m anifest ación de Dios en el hom bre. Est o es lo que dem ost rará el Acercam ient o
inm inent e de nuest ros Herm anos Mayores, haciéndonos ver la ínt im a relación
~ 157 ~
que exist e ent re Dios Trascendent e y “ Aquel en Quien vivim os, nos m ovem os y
t enem os el Ser” , porque “ habiendo com penet rado el ent ero Universo con un
fragm ent o de Sí Mism o, Él perm anece” . Dios es inm anent e en t oda form a
creada.
La nueva religión m undial est ará basada en la exist encia de Dios, en la relación
del hom bre con lo divino, en la realidad de la inm ort alidad y en la cont inuidad
de la revelación divina. Tam bién será consolidada por la const ant e llegada de
Mensaj eros provenient es del Cent ro Divino. A est os hechos debe agregarse el
com probado conocim ient o inst int ivo del hom bre de que exist e el Sendero hacia
Dios, de su capacidad de hollarlo cuando el proceso evolut ivo lo conduzca a
ent rever una nueva concepción de la divinidad y cuando haya acept ado el hecho
de Dios Trascendent e e I nm anent e en cada form a de vida.
Cuando m iram os hacia el m undo de m añana y em pezam os a pregunt arnos qué
form a deberá asum ir la fe de la Hum anidad y qué nueva iglesia nacerá para
albergar al Espírit u religioso del hom bre, aparecen t res verdades fundam ent ales
com o agregados necesarios al grupo de verdades reveladas:
I.
La dem ost rada exist encia de una Jerarquía Espirit ual, cuya vida est á
consagrada al bien de la Hum anidad. Sus Miem bros son los Cust odios del
Plan Divino e igualm ent e son expresiones del Am or de Dios.
II.
El desarrollo de la Ciencia de la I nvocación y Evocación, com o m edio y
m ét odo de Acercam ient o a la divinidad.
III.
La com prensión de que los cielos est rellados, el sist em a solar y los
planet as, son m anifest aciones de elevadas Vidas Espirit uales, y que la
int errelación ent re esas Vidas es t an real y efect iva com o lo es la relación
ent re los m iem bros de la Fam ilia Hum ana.
Est a nueva iglesia residirá en el corazón de cada ser hum ano, no siendo
necesario erigir ningún t em plo de cult o para m anifest ar nuest ra divinidad. La
nueva religión se expresará librem ent e, int erna y ext ernam ent e, individual y
colect ivam ent e, en el hogar y en cualquier ot ro lugar de nuest ra Madre Tierra.
Hoy es posible ot ro gran Acercam ient o a nuest ra divinidad m ediant e una nueva
revelación espirit ual. La Hum anidad espera la reaparición del Avat ar de la
Nueva Era, el nuevo I nst ruct or del m undo. Cada vez que lo divino t om a form a
corporal, se dice que ha descendido un Avat ar, siendo su propósit o com o
encarnación divina el proporcionar al hom bre o m uj er el Conocim ient o,
ayudándole a salir del error y la ignorancia, para elevarlo a pensam ient os y
conduct as superiores. Hoy día, las principales religiones esperan la venida del
nuevo I nst ruct or del m undo: los crist ianos esperan a Crist o, los hindúes
esperan a Krishna, los j udíos al Mesías, los m usulm anes al I m án Mahdi y los
budist as al Bodhisat va o Mait reya Buda. En realidad, t odos est os nom bres se
~ 158 ~
refieren a una sola personalidad; t odos señalan al próxim o I nst ruct or del
m undo, el Avat ar de Sínt esis de la Nueva Era.
Act ualm ent e, la Hum anidad est á cerrando un ciclo cósm ico, det erm inado est e
por las diferent es energías cósm icas que nuest ro sist em a solar recibe
provenient es de una det erm inada const elación de nuest ra galaxia. Durant e los
últ im os 2.200 años, nuest ro sist em a solar ha est ado som et ido a las poderosas
energías provenient es de la const elación de Piscis. Desde hace algunas décadas
est am os saliendo del influj o de esa era, que fue inaugurada por Crist o hace algo
m ás de 2.000 años. Es por est a razón que el pez, el sím bolo de Piscis, fuera
adopt ado por los prim eros grupos crist ianos. Act ualm ent e nuest ro sist em a solar
se encuent ra en el inicio del alineam ient o con la const elación de Acuario. Las
nuevas y t ot alm ent e diferent es energías de Acuario, est án creciendo a diario en
pot encia e im pact an en nuest ras vidas. Las graves crisis de t oda índole que
vivim os act ualm ent e, son result ado de la confront ación a t odos los niveles,
ent re las energías en ret roceso de Piscis y las ent rant es fuerzas de Acuario.
Cada nuevo ciclo cósm ico int roduce en el m undo uno o varios avat ares o
inst ruct ores provenient es del “ Reino de Dios” . Ciclos ant eriores fueron iniciados
con inst ruct ores t an conocidos com o Herm es, Hércules, Ram a, Ram akrisna,
Marpa, Mit ra, Vyasa, Milarepa, Moisés, Aurobindo, Sivananda, Confucio,
Zoroast ro, Krishna, Sócrat es, Buda o Jesús.
Crist o es el Avat ar que est ará con nosot ros durant e la era de Acuario; de hecho,
según algunas fuent es esot éricas, ya est á ent re nosot ros t rabaj ando desde hace
años para em erger públicam ent e ant e la Hum anidad. Pero Él no viene solo,
pues le acom pañan m uchos de sus Herm anos, nuest ros Herm anos Mayores, los
Maest ros de Com pasión y Sabiduría. Crist o es el corazón de la Jerarquía
Espirit ual de nuest ro planet a. Él pert enece a t oda la Hum anidad, y no sólo a las
iglesias y credos religiosos del m undo. Trabaj a para t odos sin dist inción de fe
religiosa. No pert enece al m undo crist iano m ás que al budist a, j udío, m usulm án
o hindú. En realidad, el t érm ino “ Crist o” es em pleado en la Jerarquía Espirit ual
com o el elevado “ st at us” espirit ual que ost ent a Aquél que encarna las m áxim as
cualidades del Am or y la Sabiduría en nuest ro planet a. Él viene com o el nuevo
I nst ruct or del m undo, siendo su principal función la de Educador de la
Hum anidad en el m ás am plio sent ido de la palabra, y ej ercerá su labor en los
principales sect ores hum anos y sociales: gobierno, educación, art e, cult ura,
ciencia, j ust icia, filosofía, psicología y religión.
La Cie ncia de la I nvoca ción y Evoca ción
Est as son las verdades fundam ent ales sobre las que descansará la fut ura
religión m undial. La not a clave será el Acercam ient o divino. “ Acerquém onos a
Dios y Él se acercará a nosot ros” , es la gran exclam ación de Crist o y de la
Jerarquía Espirit ual que surge en t onos nuevos y claros.
El t em a principal de la nueva religión lo const it uirá el reconocim ient o de los
dist int os Acercam ient os divinos y la cont inuidad de la revelación que en cada
~ 159 ~
uno de ellos se im part ió; la t area que t ienen hoy por delant e las personas
espirit ualm ent e orient adas, es preparar a la Hum anidad para el inm inent e y,
quizás, el m ayor de t odos los Acercam ient os que hast a ahora la Hum anidad
haya experim ent ado. El m ét odo a seguir consist irá en el em pleo int eligent e y
cient ífico de la Ciencia de la I nvocación y Evocación y el reconocim ient o de su
ext raordinaria pot encia.
El hom bre invoca el Acercam ient o divino de diferent es form as: por el
incipient e y silencioso llam ado individual, o por el clam or invocador de las
m asas. Tam bién por la invocación planeada y definida del aspirant e
espirit ualm ent e orient ado, del discípulo o del I niciado sabiam ent e convencido,
es decir, por t odos aquellos seres hum anos que pert enecen al Nuevo Grupo de
Servidores del Mundo. Est e grupo est á vinculado por lazos subj et ivos y es quien
conduce a la Hum anidad hacia una nueva y m ej or civilización.
En la Nueva Religión Mundial que t oda la Hum anidad algún día acept ará, la
Ciencia de la I nvocación y Evocación t om ará el lugar de lo que ahora llam am os
" plegaria" y “ adoración” . Cada período de luna llena o Fest ival Espirit ual será un
m om ent o definido de invocación grupal enfocada. En est e sent ido la palabra
ciencia no se define com o la fría int elect ualidad que conocem os act ualm ent e,
sino com o la int eligent e organización de la energía espirit ual y de las fuerzas
del Am or, que cuando sean t rat adas de form a efect iva, evocaran la respuest a
de los Seres espirit uales que se encuent ran ent re nosot ros, est ableciendo una
ínt im a relación y const ant e com unicación ent re la Hum anidad y la Jerarquía
Espirit ual de la Tierra. Por invocación podem os ent ender, la fórm ula por la que
pedim os conscient e o inconscient em ent e auxilio y prot ección, siendo la
evocación la respuest a o consecuencia que se hace act ual y nos llega de form a
m anifiest a.
La invocación puede ser de t res t ipos. Tenem os en prim er lugar la dem anda
m asiva inconscient e que brot a del corazón de buena part e de la Hum anidad, la
que m ás sufre, sobre t odo a causa de las graves inj ust icias act uales com o son
el ham bre y la guerra. Est e llam ado invocador lo elevan incesant em ent e t odos
aquellos que viven en m edio del desast re, dirigiéndose a Dios. Est a clam orosa
gran invocación surge hoy por t odas part es. En segundo lugar, t enem os el
Espírit u de invocación de los hom bres sinceros, cuando part icipan en los rit os de
su religión y usan la oración y la adoración de form a conj unt a. Est e grupo, j unt o
con la m asa de hom bres y m uj eres que m ás sufren, const it uyen un grupo
inm enso de seres que invocan. Su int ención unánim e asum e grandes
proporciones en la act ualidad y su invocación se eleva hast a el Alt ísim o.
Finalm ent e est án los Maest ros, los I niciados, los discípulos y los aspirant es
ent renados, quienes ut ilizan algunas fórm ulas verbales y ciert as invocaciones
cuidadosam ent e definidas, para enfocar el llam ado invocador y la dem anda de
los ot ros dos grupos. Los t res grupos, conscient e o inconscient em ent e, est án
generando una gran act ividad invocat iva y su esfuerzo unificado garant iza la
evocación result ant e.
~ 160 ~
El nuevo t rabaj o invocador será la not a clave de la fut ura religión m undial y se
dividirá en dos part es. Por un lado, est ará el t rabaj o invocador de las personas
espirit ualm ent e orient adas y que t rabaj an en las iglesias baj o la dirección de un
clero ilum inado. Por el ot ro lado, t am bién exist irá un eficaz t rabaj o de
invocación por quienes han ent renado sus m ent es m ediant e la correct a
m edit ación, conociendo el poder de los m ant ras, fórm ulas e invocaciones, y
t rabaj an conscient em ent e. Est os últ im os, usarán con m ayor frecuencia ciert as
grandes fórm ulas verbales, así com o nosot ros usam os hoy día la oración del
Padre Nuest ro que nos fue dada por Crist o en los com ienzos de la Era de Piscis.
Para la nacient e Era de Acuario, la Jerarquía Espirit ual de nuest ro planet a nos
ha proporcionado la poderosa Gran I nvocación.
Evident em ent e, ahora solo es posible indicar las líneas generales de la
inm inent e Nueva Religión Mundial. La expansión de la consciencia hum ana, que
t endrá lugar com o result ado del inm inent e gran Acercam ient o, capacit ará a la
Hum anidad para capt ar no sólo su relación, con “ Aquel en Quien vivim os, nos
m ovem os y t enem os el Ser” , sino que proporcionará t am bién una vislum bre de
la relación que t iene nuest ro planet a con el círculo de vidas planet arias que se
m ueven alrededor del Sol y del círculo aún m ayor de influencias espirit uales que
hacen cont act o con nuest ro sist em a solar, a m edida que est e recorre su órbit a
en el firm am ent o, a t ravés de las doce const elaciones del Zodíaco, durant e los
26.000 años de t raslación de nuest ro sist em a solar alrededor de las Pléyades.
La invest igación ast ronóm ica y ast rológica ha puest o de relieve est a relación y
las influencias que ej erce. Adem ás, la iglesia siem pre lo ha reconocido y la
Biblia lo at est igua: “ ¿Anudas t ú los lazos de las Pléyades o desat as las cuerdas
de Orión?” ( Job- 38,31) . Ot ros pasaj es confirm an t am bién est a afirm ación y,
adem ás, m uchas fiest as eclesiást icas fueron fij adas en relación con la luna o
una const elación zodiacal. La invest igación dem ost rará que ello es verdad, y
cuando la Nueva Religión Mundial est é universalm ent e est ablecida, la vida
espirit ual ext raplanet aria const it uirá uno de los fact ores im port ant es que se
deberá t ener en cuent a.
La s Fie st a s Espir it ua le s
El est ablecim ient o de ciert as Fiest as im port ant es en relación con la luna, y en
m enor grado con el zodíaco, reforzará el Espírit u de invocación con la result ant e
respuest a de evocación. El pensam ient o invocador unificado de las m ult it udes y
el pensam ient o enfocado y dirigido del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo,
m ovilizará una poderosa corrient e ascendent e de energía. Est a llegará
t elepát icam ent e hast a los Seres espirit uales que son sensibles a t ales
influencias y responden a ellas. Su evocada respuest a, em it ida com o energía
espirit ual, llegará a su vez hast a la Hum anidad, t ras haber sido reducida a
energía m ent al, y de est a form a dej ará su im pront a en la m ent e de los
hom bres, im part iéndoles convicción, inspiración y revelación. Est o ha ocurrido
en t oda la hist oria del desarrollo espirit ual del m undo y adem ás ha sido el
procedim ient o adopt ado al redact arse las Sagradas Escrit uras del m undo.
~ 161 ~
El m ant enim ient o de ciert a uniform idad en los rit uales religiosos ayudará a los
hom bres a reforzar el t rabaj o m ut uo y a aum ent ar poderosam ent e las
corrient es m ent ales dirigidas hacia el expect ant e Reino de Dios. En la act ualidad
la religión crist iana t iene sus grandes fiest as; el budism o conserva ot ra serie de
celebraciones espirit uales, y el hinduism o t am bién t iene ot ras fechas sagradas.
Cuando el m undo del fut uro est é organizado, t odos los hom bres y m uj eres de
t endencia y orient ación espirit ual guardarán las m ism as fiest as sagradas, dando
com o result ado en esas fechas, una sim ult ánea invocación que fusionará
grandes recursos espirit uales, que elevarán enorm em ent e su pot encia.
Hoy día, cient os de grupos de servicio de t odo el m undo se reúnen con
regularidad cada m es en el m om ent o de la luna llena para t rabaj ar en
m edit ación. Hay doce oport unidades de est e t ipo para la m edit ación grupal
durant e el curso del ciclo anual. Tras años de t rabaj o, realizado por un núm ero
crecient e de grupos e individuos, est as oport unidades m ensuales, para la
realización de un t rabaj o especial con est as corrient es de energía, han
em pezado a reconocerse com o “ Fest ivales” ; cada uno con su cualidad y efect o
part icular, dependiendo del signo del zodíaco por el que at raviese el Sol.
La luna en sí m ism a no ej erce ninguna influencia sobre el t rabaj o, pero la órbit a
t ot alm ent e ilum inada de la luna indica un alineam ient o libre y sin im pedim ent os
ent re nuest ro planet a y el Sol. El Sol es la fuent e de energía de t oda la vida en
la Tierra. En t ales m om ent os, la Hum anidad puede realizar un claro
acercam ient o a Dios.
De los doce Fest ivales, t res se consideran com o Fest ivales principales,
form ando los pináculos del ciclo anual. Est os t res son: el Fest ival de Pascua ( en
la luna llena de Aries) , el Fest ival de Wesak ( en la luna llena de Tauro) , y el
Fest ival de Buena Volunt ad ( en la luna llena de Gém inis) . Est án concent rados
en t res m eses consecut ivos y conducen a un prolongado esfuerzo espirit ual
anual, que afect a al rest o del año y a los nueve Fest ivales m enores.
Mediant e un t rabaj o de m edit ación regular y persist ent e, a lo largo de
num erosos años, est os Fest ivales est án consiguiendo crear un anclaj e subj et ivo
en la consciencia hum ana. Encarnan un propósit o básico divino que em pezará a
est ablecer sus obj et ivos a m edida que las diferent es inst it uciones religiosas
reconozcan y celebren sim ult áneam ent e, cada una a su m anera, el singular
Acercam ient o de la Hum anidad a Dios y de Dios a la Hum anidad.
En el fut uro, t odas las personas de inclinación espirit ual celebrarán los m ism os
días de fiest a. Est o producirá la creación de un fondo com ún de recursos
espirit uales a t ravés de la unidad de esfuerzos, propiciando adem ás una
invocación sim ult ánea.
En el pasado la religión t uvo un at ract ivo t ot alm ent e em ocional. Se ocupaba de
la relación del individuo con el m undo de la realidad y de im pulsarle hacia la
búsqueda divina. Sus m ét odos consist ían en capacit arlo para obt ener la
~ 162 ~
revelación de esa divinidad y en acrecent arle su anhelo de alcanzar el grado de
perfección necesario que t al revelación exige; t odo ello m ediant e el desarrollo
de la sensibilidad y la respuest a am orosa hacia Crist o, que es el Hom bre I deal
para la act ual Hum anidad. Él vino para poner fin a est e ciclo de acercam ient o
religioso em ocional, exist ent e desde t iem pos rem ot os. Dem ost ró en sí m ism o el
ideal de perfección y dio a la Hum anidad un ej em plo, m anifest ado plenam ent e,
de t odas las posibilidades lat ent es en el hom bre hast a esa época. La obt ención
de la perfección de la Consciencia Críst ica se convirt ió ent onces en una m et a
reit erada para la Hum anidad.
Hoy el concept o de una religión m undial y la necesidad de que est a aparezca
pront o para unir en lugar de separar, son m uy deseados. Para que nazca dicha
religión unificadora ya se est á t rabaj ando int ensam ent e, y la unión de los
credos es hoy un im port ant e cam po de debat e. Pront o, los t rabaj adores del
sect or religioso form ularán el program a universal de la nueva religión. Est e
t rabaj o de sínt esis am orosa, pondrá el énfasis en la unidad y la frat ernidad del
Espírit u. Est e grupo, de form a m uy especial, const it uye un canal para las
act ividades del I nst ruct or del m undo, El Crist o. El program a de la Nueva
Religión Mundial será est ruct urado por innum erables grupos de seres hum anos
que t rabaj an inspirados por Él.
Los eclesiást icos deben recordar que el Espírit u hum ano es m ás grande que
t odas las iglesias y sus enseñanzas. Con el t iem po ese Espírit u t riunfará sobre
ellas y ent rará t riunfalm ent e en el Reino de Dios, dej ando rezagados a los
clérigos, iglesias y sus enseñanzas, a no ser que est os ent ren hum ildem ent e
com o part e de la raza hum ana en su largo peregrinaj e de la oscuridad a la Luz,
de lo irreal a lo real y de la ignorancia a la sabiduría. Si las grandes religiones
organizadas y las iglesias de t odos los países no ofrecen guía y ayuda
espirit uales, la Hum anidad hallará ot ro cam ino. Nada puede evit ar que el
Espírit u del hom bre llegue a Dios.
EL LI BRO D E URAN TI A
De ent rada he de decir que est e capít ulo, el últ im o que int egro en la segunda
edición de est e libro, es de especial t rascendencia, al m enos para m í. Es m ás,
no puedo dej ar de decir que desde que leí en su t ot alidad El Libro de Urant ia,
t am bién conocido com o “ la quint a revelación de t odos los t iem pos” , ha pasado
a ser el principal alim ent o espirit ual que, en form a de lect ura, he encont rado en
m i vida. Me llegó a t ravés de alguien que m e regaló un CD con m ás de m il
libros, quién adem ás m e advirt ió que el m ej or de t odos ellos, por su
t rascendent al cont enido, era sin duda el t it ulado con el nom bre que encabeza
est e capít ulo. Se t rat a de un libro revelado de m ás de 2.000 páginas, donde
Urant ia es el nom bre por el que se conoce a nuest ro planet a desde ot ros
m undos habit ados. El libro com plet o se subdivide en cuat ro part es:
~ 163 ~
PARTE I : El Universo Cent ral y los Superuniversos
PARTE I I : El Universo Local
PARTE I I I : La Hist oria de Urant ia
PARTE I V: La Vida y Enseñanzas de Jesús
Una t ercera part e del libro, cerca de 800 páginas, la com pone la part e I V del
libro, siendo baj o m i punt o de vist a la part e m ás reveladora y t rascendent al de
t oda la obra. Realm ent e no llegué a confiar plenam ent e en la veracidad de las
revelaciones que cont iene El Libro de Urant ia hast a que leí La Vida y
Enseñanzas de Jesús. Ent onces llegué al com plet o convencim ient o de que el
cont enido de la part e I V t enía que ser la m ás profunda e inspiradora Vida y
Enseñanzas de Jesús j am ás ant es publicada.
Tras los seis m eses que t ardé en leer los 196 escrit os que conform an la obra
com plet a, disfrut ando ent re t ant o de su lect ura y t om ando en consideración de
form a progresiva la posibilidad de su inequívoca cert idum bre, llegué a la m ism a
conclusión a la que en 1956 llegó el reverendo nort eam ericano Just in Sprunger
una vez que él t am bién leyó El Libro de Urant ia en su prim era edición de 1955:
“ ¡Desde luego que si est o no es una exact a descripción de la realidad, así es
com o debería de ser! ”
Al finalizar la lect ura de El Libro de Urant ia, decidí invest igar sobre los orígenes
del libro, sobre quiénes fueron los reveladores ( los seres que ent regaron a los
hum anos los 196 escrit os m ás el prólogo) , en qué fechas se revelaron y en qué
lugar se m at erializaron. Pues bien, encont ré en int ernet un libro grat uit o escrit o
por el sevillano Ángel F. Sánchez Escobar en el año 2.000, t it ulado Hist oria de
los Escrit os de Urant ia. Sánchez Escobar hace una gran labor de invest igación
m ediant e la recopilación y ordenación de dat os, así com o por las ent revist as
que m ant uvo con Just in Sprunger, quién llegó a conocer en vida a t res de las
seis personas que com ponían la llam ada “ com isión de cont act o” . Adem ás, en
los apéndices de Hist oria de los Escrit os de Urant ia hay num erosos docum ent os
y dat os de gran valor hist órico en relación a los orígenes de El Libro de Urant ia.
Del libro de Sánchez Escobar os copio a cont inuación dist int os párrafos que
aclaran bast ant e sobre las cuest iones que decidí invest igar:
“ Ent re 1906 y 1955, seres no m at eriales con una int eligencia y una m adurez
sobrenat ural m ant uvieron, de form a regular, cont act os con un grupo de seis
m ort ales, con el propósit o de proporcionar al m undo una revelación espirit ual
de gran t rascendencia” .
“ Aunque los escrit os de Urant ia no t ienen aut oría hum ana, sí hubo una sépt im a
persona con un papel relevant e. Se le ha llam ado el suj et o dorm ido o la
persona de cont act o. Todo indica que era una persona com ún que, de alguna
m anera, se vio envuelt a en la m at erialización de los escrit os.”
~ 164 ~
“ Seguram ent e que los invisibles reveladores no t enían la int ención de que
surgieran m ist erios, sino est ablecer un m arco en el que los escrit os t uviesen
validez por sí m ism os. Al parecer, era necesario que los lect ores basasen su
valoración sólo en el cont enido y no en ninguna fuent e supuest am ent e
m ilagrosa; por t ant o, nunca se llegó a desvelar ni la ident idad del suj et o
dorm ido ni lo que el pequeño grupo de seis personas sabía sobre la m encionada
m at erialización. No obst ant e, siendo com o es el ser hum ano, para llenar ese
vacío de inform ación, no se han dej ado de hacer especulaciones sobre la
ident idad de la persona de cont act o y sobre los procedim ient os y circunst ancias
que dieron origen a los escrit os de Urant ia.”
“ El m illón de palabras aproxim ado de los escrit os de Urant ia const it uye un
int ent o sin precedent es de form ular una ext raordinaria int egración de t res
núcleos de conocim ient o ( hechos cient íficos, realidades espirit uales y verdades
filosóficas) que t radicionalm ent e se habían t rat ado de form a separada, com o si
form aran com part im ent os est ancos.”
“ Los escrit os de Urant ia hacen uso del m ás profundo conocim ient o disponible de
la época en que se escribieron para est ablecer ent re la ciencia, la religión y la
filosofía una relación ext raordinariam ent e novedosa. Al hacerlo no sólo
posibilit an nuevas conexiones ent re ellas, sino que, con la aport ación de un
m at erial de caráct er revelado, se engrandecen concept ualm ent e. El result ado
para la hum anidad es una perspect iva int egrada y enalt ecida sin paralelo o
precedent e alguno.”
“ Est os escrit os son, sin lugar a dudas, profundam ent e religiosos, sin em bargo,
no t rat an de est ablecer una nueva religión, sino que int ent an int egrar de
m anera filosófica el conocim ient o cient ífico evolut ivo y la verdad espirit ual. Los
escrit os son en esencia una exposición y una expansión de la vida y obras de
Jesús de Nazaret dent ro de un cont ext o cosm ológico m agnífico. Si nos
acercam os a ellos con una m ent a abiert a, descubrirem os concept os t an nuevos
y significat ivos que nos harán descart ar la idea de que est am os ant e una obra
esot érica.”
“ Las prim eras 1.300 páginas de The Urant ia Book son un preám bulo a las
últ im as 800 páginas, las m ás im port ant es que se han im preso sobre la Tierra:
La Vida y Enseñanzas de Jesús. Tales prim eras 1.300 páginas est án para
proporcionar un inconm ensurable t elón de fondo cósm ico, un escenario infinit o
y un gran apoyo para el Creador de nuest ro Universo: Crist o Miguel de
Nebadón, conocido por Jesús de Nazaret m ient ras vivió en Urant ia” .
“ De t odo el conocim ient o hum ano, lo que t iene m ás valor es conocer la Vida de
Jesús y com o Él la vivió” .
Hast a aquí algunos fragm ent os que he elegido del libro Hist oria de los Escrit os
de Urant ia. Llegado est e punt o, puedo decir que para m í lo m ás relevant e de El
~ 165 ~
Libro de Urant ia es la m aravillosa sensación adem ás de la indeleble huella que
ha dej ado en m i int erior. Es un libro que aport a cuant iosos conocim ient os
perfect am ent e ent relazados en un cont ext o de gran cohesión y coherencia,
abarcando disciplinas t an dispares com o son la ciencia, la filosofía, la religión y
la hist oria. En definit iva, es para m í un libro t rem endam ent e enriquecedor que
t ransm it e grandes dosis de esperanza y una guía para nuest ro cam inar por la
Vida.
Hay que decir t am bién que dada la com plej idad de m uchos pasaj es de El Libro
de Urant ia por sus novedosos concept os, nunca ant es em pleados en ot ros
libros, es convenient e est udiarlo regularm ent e en com pañía de ot ros lect ores.
Es por ello que desde que su prim era publicación en 1955 hast a hoy día, se han
form ado varios m iles de grupos de est udio de El Libro de Urant ia en t odo el
m undo. I gualm ent e se puede com probar a t ravés de int ernet , que se ha creado
una Fundación y una Asociación I nt ernacional de El Libro de Urant ia adem ás de
num erosas asociaciones nacionales y alguna que ot ra asociación cont inent al.
Est o ha dado lugar a que se celebren periódicam ent e reuniones nacionales,
cont inent ales y m undiales de lect ores de El Libro de Urant ia.
A cont inuación, de El Libro de Urant ia, voy a t rat ar de sint et izar lo m ej or posible
t odo lo relacionado con la Geografía de la Creación, la Adm inist ración Celest ial y
la sit uación de nuest ro planet a, Urant ia, en relación con el rest o de m undos
habit ados. Em pezaré diciendo que t oda la Creación est á cont enida en lo que se
podría llam ar el Universo Mat riz y que el Universo Mat riz es t oda la Creación
m ism a. De form a genérica podríam os decir que la I sla Et erna del Paraíso, el
Universo Cent ral de Havona, los 7 Superuniversos y los Espacios Ext eriores no
creados, conform an el Universo Mat riz.
La I sla Et e r na de l Pa r a íso, t am bién conocida com o I sla Nuclear de Luz y
Vida, es el “ lugar” donde se encuent ran el Padre Universal, el Hij o Et erno y el
Espírit u I nfinit o j unt o a sus divinos coiguales y colaboradores. La I sla Et erna del
Paraíso no es esférica, sino elipsoide. Exist e sin t iem po y no t iene ubicación en
el espacio. El espacio se origina apenas debaj o del “ Paraíso Baj o” y el t iem po
apenas encim a del “ Paraiso Superior” .
Orbit ando alrededor de la I sla del Paraíso exist en 21 Esferas Sagradas: Los
siet e sat élit es m ás próxim os al Paraíso son las 7 Esferas Secret as del Padre
Universal. Lo siet e sat élit es int erm edios son los 7 Mundos Lum inosos del Hij o
Et erno. Y los siet e sat élit es m ás ext ernos y m ás próxim os a Havona son las 7
inm ensas Esferas del Espírit u I nfinit o, sede ej ecut iva de los 7 Espírit us Mayores.
El Un ive r so Ce nt r a l de H a vona , que de alguna m anera envuelve a la I sla del
Paraíso, est á a su vez rodeada de enorm es cuerpos oscuros de gravedad. Es un
inm enso Universo com puest o por m il m illones de Esferas Perfect as. Podría
decirse que Havona sí t iene una ubicación en el espacio pero que, sin em bargo,
carece del t iem po que conocem os en Urant ia ya que Havona es un lugar Et erno
sin principio ni fin t em poral. Alrededor de Havona orbit an los siet e
~ 166 ~
Superuniversos donde se encuent ran los siet e billones de m undos evolut ivos del
t iem po y del espacio, siendo Urant ia uno de ellos. Precisam ent e Urant ia es uno
de los m undos m ás j óvenes del j oven Universo Local llam ado Nebadón que se
encuent ra a su vez en el m ás j oven de los siet e Superuniversos, conocido ést e
por Orvont ón. Los m il m illones de m undos de Havona est án dispuest os en siet e
circuit os concént ricos rodeando a la I sla del Paraíso. Tales m undos perfect os
son reales y m at eriales, gobernados t odos y cada uno de ellos por unos seres
perfect os llam ados los Et ernos de Días. En Havona se encuent ran t ant o los
Hij os Perfect os que descienden del Paraíso com o los seres perfect os
evolucionados ascendent es que provienen de los m undos evolut ivos del t iem po
y del espacio de cualquiera de los siet e Superuniversos. Los nat ivos de Havona
son vást agos de la Trinidad del Paraíso que sirven t ant o a los que descienden
de la I sla Et erna del Paraíso com o a los que ascienden desde los m undos de los
7 Superuniversos.
Los sie t e Supe r u n ive r sos, conocidos inicialm ent e com o el Gran Universo, son
la prim era creación post - Havona, dividiéndose post eriorm ent e dicho Gran
Universo en siet e grandes segm ent os m ediant e la asignación de una Sede
Cent ral a cada uno de los siet e Superuniversos. Los siet e m undos Sede Cent ral
son en realidad siet e Esferas Arquit ect ónicas creadas para servir de sede
adm inist rat iva y de gobierno a los Ancianos de Días, los gobernant es suprem os
de los Superuniversos.
Para ent ender m ej or cóm o se organiza un Superuniverso voy a subdividirlo
hast a llegar a su m ás básica expresión: la de los m undos habit ados com o el
nuest ro. La m ayoría de ellos est án habit ados por seres hum anos en m uy
variados niveles de evolución y m uy parecidos físicam ent e a nosot ros ( la ley
evolut iva dirige la vida en t odos los m undos hacia la vida int eligent e,
culm inando en seres evolut ivos ascendent es, m ort ales del t iem po y del espacio,
a im agen y sem ej anza del Padre Universal) . Por ot ro lado, una buena part e del
rest o de planet as albergan infinidad de clases de vida en dist int os est adios
evolut ivos sin que hayan aparecido aún los seres hum anos volit ivos,
conscient es de sí m ism os y de sus acciones. Y por últ im o, ot ra part e de dichos
planet as se encuent ra en un nivel geocronológico que aún no ha perm it ido el
acercam ient o de los Port adores de Vida, quienes van sem brando la vida en
t odas las esferas planet arias en las que se van dando las condiciones ópt im as
para recibirla.
1
1
1
1
1
1
Superuniverso
Sect or Mayor
Sect or Menor
Universo Local
Const elación
Sist em a
= 10 Sect ores Mayores
= 100 Sect ores Menores
= 100 Universos Locales
= 100 Const elaciones
= 100 Sist em as
= aproxim adam dent e 1.000 m undos habit ados
Traduciendo est os dat os en m undos habit ados, desde las Const elaciones hast a
los Superuniversos, quedarían aproxim adam ent e de la siguient e m anera:
~ 167 ~
1
1
1
1
1
7
Const elación = 100.000 m undos habit ados ( MH)
Universo Local = 10.000.000 MH
Sect or Menor = 1.000.000.000 MH
Sect or Mayor = 100.000.000.000 MH
Superuniverso = 1.000.000.000.000 MH ( un billón)
Superuniversos = 7 billones de m undos habit ados, aproxim adam ent e.
Apart e de est os m undos habit ados, hay que sum ar las Esferas Arquit ect ónicas
con sus correspondient es Sat élit es Arquit ect ónicos habit ados ( sedes cent rales
de gobierno y adm inist ración) de cada uno de los Sist em as, Const elaciones,
Universos Locales, Sect ores Menores, Sect ores Mayores y Superuniversos.
Nuest ro pequeño y, a la vez, único y m aravilloso planet a Urant ia, se encuent ra
dent ro del Sist em a de Sat ania, que est á dent ro de la Const elación de
Norlat iadec, a su vez insert ada en el Universo Local de Nebadon, a su vez
dent ro del Sect or Menor de Ensa, a su vez dent ro del Sect or Mayor de
Esplandon y a su vez dent ro del m ás j oven de los siet e Superuniversos: el de
Orvont ón.
Cada Sede Cent ral o Esfera Arquit ect ónica o Capit al de cada subsect or t iene su
propio nom bre, com o por ej em plo: Jerusem es la capit al del Sist em a de
Sat ania, Edent ia es la capit al de la Const elación de Norlat iadec, Salvint on es la
capit al del Universo Local de Nebadon y así hast a Uversa que es la capit al de
Orvont ón.
En cuant o a los gobernant es suprem os de t odos los subsect ores de cualquiera
de los siet e Superuniversos, hay que decir que est os se m ueven librem ent e
dent ro y fuera de sus respect ivas áreas que est án baj o su influencia, pero
perm anecen la m ayor part e del t iem po en la Sede Cent ral que les corresponde.
Los gobernant es de los Superuniversos, de los Sect ores Mayores y Menores y
los Creadores de los Universos Locales, son Hij os Paradisíacos, es decir, son
Hij os Perfect os Descendent es originarios de la I sla del Paraíso. Podríam os decir
que el punt o de inflexión principal dent ro de un Superuniverso es el Universo
Local, creado ést e por un Hij o Creador en com binación del Espírit u Mat erno que
le acom paña y ayudados ést os, fundam ent alm ent e, por m ult it ud de seres
descendent es del Paraíso y de Havona. La gran m ayoría de los habit ant es de los
m undos evolut ivos de los Sist em as Planet arios y de las Esferas Arquit ect ónicas
de los Sist em as, Const elaciones y del propio Universo Local son criat uras
evolut ivas originarias o nacidas dent ro de un Universo Local, cuyos principales y
originarios Creadores, el Hij o Creador Paradisíaco y el Espírit u Mat erno
Universal, respect ivam ent e, podrían considerarse los Padres de t odos ellos.
El Hij o Creador de nuest ro Universo Local, el Universo de Nebadón, es Crist o
Miguel, t am bién llam ado Miguel de Nebadón, quién desde su cuerpo espirit ual o
m oront ial ( cuerpos m ás sut iles que el de la carne) t ras 6 efusiones ( t écnicas
especiales para la m at erialización de un cuerpo m ás denso) en 6 de sus m undos
~ 168 ~
creados dent ro de Nebadón ( en donde hay aproxim adam ent e 10 m illones de
m undos con vida) , encarnó por prim era vez com o Hij o de Prom esa ( com o
cualquier hum ano nacido de padre y m adre m ort al) en Urant ia hace m ás de dos
m il años. Su últ im a efusión, la sépt im a y la m ás m ist eriosa, se produj o en un
m undo poco evolucionado y lleno de confusión, para sem brar con su Vida y
Obra un cam ino de perfección para ser conocido y seguido no solo por los
urant ianos, sino por cualquiera de los m ort ales del t iem po y del espacio de
cualquier m undo de Nebadón. Las siet e efusiones de un Hij o Creador son
necesarias para obt ener del Padre Universal la soberanía absolut a sobre su
ent era co- creación.
Urant ia es el planet a núm ero 606 de Sat ania, en Norlat iadec de Nebadón, en
Ensa de Esplandón en Orvont ón. Act ualm ent e, Sat ania es un Sist em a no
t erm inado con 619 m undos habit ados por criat uras volit ivas hum anas. En
Sat ania exist en, adem ás, 36 planet as que se acercan a la Dot ación de Vida
( cuando aparecen por vez prim era los hum anos volit ivos) , y algunos m ás que
se est án preparando para recibir a los Port adores de Vida. Por últ im o, en
nuest ro Sist em a hay m ás de 200 planet as evolucionando para recibir la
im plant ación de vida dent ro de pocos m illones de años.
De los 10.000 Sist em as de m undos habit ados en Nebadón, solo han habido en
la hist oria de nuest ro Universo Local t res Soberanos de Sist em as que se han
rebelado cont ra el gobierno del Hij o Creador: Crist o Miguel. Lucifer ( el Soberano
del Sist em a) y su prim er asist ent e, Sat anás, grandes seres espirit uales con una
gran t rayect oria evolut iva en sus respect ivas y ej em plares vidas hast a el
m om ent o de la Rebelión del prim ero de ellos, habían reinado en Jerusem por
m ás de 500.000 de nuest ros años cuando em pezaron a desviarse de sus
im port ant es obligaciones hará unos 200.000 años. La rebelión abarcó t odo el
Sist em a, afect ando principalm ent e a 37 m undos que se rebelaron a t ravés de
sus Príncipes Planet arios. Todos est os m undos, ent re ellos Urant ia, se
desconect aron del circuit o espirit ual de Nebadón y de Orvont ón, pasando a una
especie de cuarent ena de incom unicación hast a que se rest ablezca el orden,
que aún hoy día en Urant ia no se ha rest ablecido, pero que m uy probablem ent e
se conseguirá pront o. En Urant ia est uvo gobernando correct am ent e durant e
300.000 años el Príncipe Planet ario Caligast ia, hast a que se unió a Lucifer. Fue
Sat anás quién inform ó hace unos 200.000 años a Caligast ia de la “ Declaración
de Libert ad de Lucifer.”
Debido a las t erribles consecuencias de la Rebelión de Lucifer en Urant ia, hubo
que enviar a nuest ro planet a hace 37.848 años cont ando hacia at rás desde el
año 1934 ( año en que se reveló est e escrit o) , a un Adán y Eva planet arios,
t am bién conocidos com o Hij os Mat eriales. Llegaron am bos a Urant ia, a t ravés
de los t ransport es seráficos, a un ext enso y bellísim o lugar conocido por el
nom bre de Jardín del Edén, lugar expresam ent e preparado com o hogar para
Adán, Eva y t oda su com it iva.
~ 169 ~
“ El Adán y la Eva del planet a Urant ia form aron part e del cuerpo decano de Hij os
Mat eriales en Jerusem ; a los dos se les había asignado el núm ero 14.311.
Pert enecían a la t ercera serie física y m edían alrededor de dos m et ros y
m edio…” Pero est a es una bellísim a y, al m ism o t iem po, t rist e hist oria que
recom iendo conocer a t ravés de su lect ura en la Part e I I I del Libro de Urant ia.
El prólogo y los 196 escrit os de El Libro de Urant ia se pueden leer o descargar
grat uit am ent e a t ravés de la web: www.urant ia.es ( El LU – edición europea) .
I gualm ent e se puede com prar en las principales librerías y en La Casa del Libro.
~ 170 ~
EPÍ LOGO
Aquello que los profet as del final de los t iem pos habían recibido, era una
int uición de que en nuest ra época act ual se abriría ant e nosot ros dos posibles
fut uros diferent es, siendo nosot ros los hum anos del siglo XXI los que debem os
elegir: podem os escoger la vía del m iedo que nos conduciría irrem ediablem ent e
hacia la aut odest rucción, o bien podem os abrirnos a las vibraciones superiores
del Am or, a t ravés de las cuales escaparíam os del Apocalipsis y ent raríam os en
una nueva dim ensión donde invit aríam os al Espírit u a que crease a t ravés de
nosot ros la ut opía que habían predicho los profet as de las Escrit uras.
Evident em ent e, la gran m ayoría querem os elegir la opción del Am or, pero para
ello, ant es debem os em pezar por am arnos a nosot ros m ism os. Para poder
elegir, t am bién se necesit a conocer que sólo t enem os dos opciones, que nos
queda poco t iem po para prepararnos, y que finalm ent e nosot ros som os
corresponsables del dest ino de la Hum anidad. I gualm ent e, es necesario saber
de qué m odo podem os cocrear el Nuevo Mundo de la Nueva Era, y para est o es
im prescindible que cada uno de nosot ros t enga una “ Visión del Mundo que
Querem os” m uy sim ilar y la m ant engam os present e hast a que la bella ut opía de
un m undo m ej or finalm ent e se m at erialice.
A cont inuación, y com o colofón a est e libro em inent em ent e práct ico, m e
gust aría concluir con los enunciados de m i part icular Visión del Mundo, que bien
podría hacerse realidad, con la necesaria part icipación de t odos nosot ros. Para
ello, es preciso que la “ Visión del Mundo que Querem os” se visualice com o
posible de alcanzar.
Ant es de pasar a enum erar t ales enunciados, debem os saber que para crear el
Nuevo Mundo, prim ero debem os sanarlo. Y que para Sanar al Mundo, t am bién
debem os ser capaces de sanarnos a nosot ros m ism os. Sabem os que nuest ro
cuerpo es capaz de regeneraciones m ilagrosas en cuest ión de poco t iem po;
pues lo m ism o podría decirse del Gran Cuerpo: la Madre Tierra. Si en el pasado
las part es del cuerpo se consideraban sólidas, hoy se las considera verdaderos
sist em as de energía suscept ibles de rápidas t ransform aciones. Se ha llegado a
com probar cient íficam ent e que la oración y la m edit ación produce cam bios
sobre nuest ro cuerpo e incluso sobre el de ot ros. Por sim ple deducción,
igualm ent e los produciría sobre nuest ro planet a si a m ayor escala, gran núm ero
de seres hum anos rezaran o m edit aran para su sanación, adem ás de respet arlo
y cuidarlo en el día a día, sobre t odo con nuest ros act os cot idianos de consum o
y de relación con el m edio am bient e.
El prim er paso hacia la verdadera curación debe ser el de ident ificar qué clase
de m iedo puede est ar vinculado a la dolencia en cuest ión. Ello perm it e que el
bloqueo de la energía en el cuerpo se abra a la curación conscient e. El siguient e
paso sería acum ular t ant a energía com o fuera posible y concent rarla en el
punt o exact o del bloqueo. I gualm ent e, el hecho de recordar cuál es nuest ra
~ 171 ~
Misión de Vida, t am bién nos perm it e recuperar la salud. Es im port ant e descubrir
cuales son las pot encialidades creat ivas con las que hem os venido a la Tierra y
desarrollarlas en la m edida de lo posible; de est a m anera nuest ra Misión de
Vida se irá expresando int erna y ext ernam ent e y nos perm it irá vivir una vida
m ás plena, una vida con significado.
Pasem os ahora a conocer m i part icular Visión del Mundo. Sabem os que
m ient ras est am os encarnados, nuest ro Hogar es sólo uno: la Tierra. Tam bién
sabem os que nuest ra evolución espirit ual nos lleva hacia la Unidad. Por t ant o,
es fácil int uir que nuest ro m undo t enderá a evolucionar hacia el siguient e
m odelo:
I.
A nivel de econom ía, cuando nos concienciem os en pract icar un consum o
responsable y apoyem os un com ercio m ás j ust o y solidario,
conseguirem os que finalm ent e se est ablezcan las bases del nuevo
m ercado económ ico m undial. Mercado que funcionaría inicialm ent e con
decenas o cient os de m iles de m onedas sociales que reforzarían las
econom ías locales en t odo el planet a, hast a que pasado un t iem po se
creasen, de form a paralela a las m onedas locales, varias m onedas
cont inent ales ( desapareciendo las m onedas nacionales) y finalm ent e en
sust it ución de ést as ( una vez redist ribuida la riqueza a nivel m undial) , se
crease una m oneda única para t odo el planet a, siendo est a en m uchos
casos incluso innecesaria.
II.
A nivel polít ico, t enem os dem asiados represent ant es, excesivas
inst it uciones y gran núm ero de front eras t errit oriales, cuando t odo podría
sim plificarse enorm em ent e. Est o solo ocurrirá cuando decidam os ser m ás
act ivos polít icam ent e en nuest ras com unidades respect ivas ( barrios,
aldeas, m unicipios…) . Ent onces, dej arem os de vot ar en los act uales
sist em as dem ocrát icos, pidiendo alt ernat ivam ent e un nuevo sist em a de
represent ación m ás abiert o, flexible, libre, direct o, sim ple y efect ivo.
Finalm ent e, t odas las front eras polít icas irán desapareciendo hast a no
quedar ninguna, siendo ent onces la única “ nación” que quedará la que se
podría llam ar Hum anidad. Hum anidad podría t ener un consej o de sabios
que guiara y represent ara al colect ivo hum ano. La elección de t ales guíassabios se haría dem ocrát icam ent e desde las nuevas plat aform as y
confederaciones que j ust am ent e se const it uyan a nivel planet ario.
III.
A nivel de la salud, cada vez m ás seres hum anos disfrut arán de una
excelent e salud, y en caso de enferm edad, nos aut osanarem os cuando
cream os realm ent e en ello, ayudados por el conocim ient o de nuest ro
cuerpo físico en relación a nuest ros cuerpos sut iles. Adem ás de confiar
plenam ent e en el poder de la aut ocuración y en la eficacia de las t erapias
y m edicinas alt ernat ivas, t am bién sent irem os que podem os ayudar en la
sanación de los dem ás. En est os casos, act uarem os com o canales de la
energía cósm ica, que siem pre est á disponible para ser dirigida hacia
dent ro y hacia fuera de nosot ros.
~ 172 ~
I V.
A nivel espirit ual, t odos t enem os cont act o direct o con nuest ro Creador a
t ravés de nosot ros m ism os, porque en esencia t odos som os hij os de Él;
som os Dioses encarnados. En cuant o a las religiones, t odas se irán
abriendo y al m ism o t iem po acercando e int egrando, hast a que se
unifiquen y t ransciendan hacia una Espirit ualidad Global Sint et izadora.
V.
Para la m edición del t iem po, se puede est ablecer un único calendario
global de base lunar- solar, que nos sincronice con los ciclos cósm icos de
form a arm ónica.
VI .
Para com unicarnos, t odos los herm anos hum anos aprenderem os un
idiom a com ún y al m ism o t iem po, conservarem os nuest ros idiom as de
origen. Asim ism o, se desarrollarán y ext enderán ot ras form as de
com unicación com o la t elepat ía, las canalizaciones y las invocaciones
espirit uales.
VI I .
Tras la creación del nuevo m odelo económ ico y social, t odos los
ciudadanos del m undo dispondrán de los recursos necesarios para vivir
dignam ent e. El exceso de horas de t rabaj o que soport an un enorm e
núm ero de t rabaj adores, se podría repart ir ent re los desem pleados
cualificados y ent re aquellos t rabaj adores a t iem po parcial con j ornadas
m uy reducidas. Por t ant o, t odos podríam os disponer de t rabaj o suficient e,
salarios dignos para subsist ir y j ornadas m ás reducidas, lo que finalm ent e
nos perm it iría disfrut ar de m ás t iem po libre; es ent onces cuando
podríam os abordar de form a eficaz el nuevo m odelo polít ico global, que se
creará a part ir de los pequeños sist em as polít icos dem ocrát icos de las
fut uras com unidades aut osuficient es, de funcionam ient o sim ilar a los de
la ant igua Grecia y auxiliados por las nuevas t ecnologías. Por t ant o, para
afianzar los logros del nuevo sist em a económ ico, podríam os dedicar part e
de nuest ro t iem po libre a la polít ica de nuest ra com unidad local, en base
a crit erios com o el alt ruism o, el apoyo, la confianza, la t ransparencia, el
dialogo, la solidaridad y por supuest o el Am or y la Com pasión.
VI I I .
En t odo el planet a se desarrollará el “ Movim ient o de la Aut osuficiencia
Unida” , que apoyará la aut osuficiencia cooperat iva de los individuos en
arm onía con la nat uraleza, siguiendo la m áxim a de “ servir ant es de
servirse” , ent endiendo que si t odos dam os ant es de recibir, finalm ent e
t odos quedarem os servidos. La const rucción del Nuevo Mundo requiere
t odo nuest ro esfuerzo y em peño, pues cada persona deberá procurarse su
propia aut osuficiencia, si bien será ayudada por el rest o para conseguir
los m edios que necesit e para alcanzarla.
I X.
La est ruct ura de la nueva sociedad global se basará en el ópt im o
funcionam ient o de las ecoaldeas y ecociudades aut osuficient es, en
arm onía con la nat uraleza y abast ecidas energét icam ent e por fuent es de
energía libre. Exist irán grem ios de t rabaj o en los que se agrupen las
~ 173 ~
personas en función de su oficio para dar servicio, en prim era inst ancia, a
la com unidad a la que pert enecen y después a las ot ras com unidades
vecinas. Las relaciones ext eriores de las ecoaldeas serán delegadas a los
represent ant es de los diferent es grem ios, así com o a los represent ant es
del consej o de gobierno de las m ism as.
X.
Se creará un t ribunal ét ico de j ust icia que se encargue de solucionar las
disput as ent re personas. Est e órgano no se regirá por leyes sino por ét ica,
procurándose el m ayor bien posible o en su defect o, el m enor m al ent re
las part es im plicadas. Ant e las adversidades que puedan surgir en nuest ra
com unidad o com unidades vecinas, nos unirem os t odos y cooperarem os
t rabaj ando en equipo.
XI .
En la Nueva Tierra los ej ércit os y las cárceles no exist irán puest o que no
t endrían razón de ser. En cuant o a los servicios de em ergencias y
seguridad locales que se puedan librem ent e const it uir en cada
com unidad, no precisarán de arm as let ales, puest o que sus funciones
serían exclusivam ent e de servicio a la com unidad, salvam ent o y
m ant enim ient o del orden. Solo en det erm inados casos m uy punt uales, los
“ servidores locales” podrían usar en últ im a inst ancia, m ét odos o t écnicas
inocuas que les perm it an reducir a la persona que se m uest re violent a. En
cualquier caso, la persona que así se com port ara no será rechazada ni
m arginada por sus congéneres, m ás bien será auxiliada para det ect ar y
solucionar las causas de su com port am ient o agresivo, hast a que recupere
su est ado nat ural de paz y equilibrio em ocional.
XI I .
En cuant o a la educación, al igual que hacían los ant iguos sabios esenios,
se observará por t oda la com unidad a los niños con edades inferiores a
los seis años, para det ect ar los dones y habilidades en las que cada uno
dest aca. De est a m anera, los niños j ugarían y aprenderían guiados por
volunt arios vocacionales que enseñarían m uy básicam ent e t odo lo
relacionado con la vida m ineral, veget al, anim al, hum ana y espirit ual, el
respet o y la veneración a la nat uraleza, el conocim ient o del ent orno social
de la ecoaldea donde viven y su relación con las aldeas vecinas, adem ás
de experiencias que guíen a los niños hacia el m undo int erior. Los niños
hast a los t res años serán guiados y cuidados casi en exclusiva por sus
padres. La lact ancia se prolongará de form a nat ural m ás allá de los dos o
t res años de edad según sea su dem anda, quedando la m adre exent a de
ot ras responsabilidades incom pat ibles con su m at ernal función. Una vez
det ect ada la especial habilidad o dones en que el niño dest aca, a part ir de
los 6 ó 7 años se cult ivará y desarrollará sus cualidades con los m aest ros
especializados de su ent orno, aunque seguirá vinculado al rest o de los
niños de edades sim ilares para aprender las enseñanzas com unes,
m uchas de ellas práct icas: lect o- escrit ura, ast ronom ía, art esanía,
hort icult ura, m ecánica, t ecnologías, ét ica, idiom as, rem edios caseros para
la salud, alim ent ación, conocim ient o y m anej o de ciert as energías a
t ravés de la m edit ación, el reiki o la radiest esia, y por supuest o,
~ 174 ~
conocerán progresivam ent e las Enseñanzas Espirit uales de la Sabiduría
Et erna.
XI I I .
Las t ecnologías y las energías libres pasarán a ser part e del pat rim onio de
la Hum anidad, siem pre al servicio de los t odos los seres hum anos por
igual. Las pat ent es y derechos de aut or dej arán de exist ir, pues t odos
desearem os com part ir cualquier descubrim ient o, t ecnológico o sobre la
obt ención de energías, que beneficie a nuest ros coiguales y rest o de seres
vivos con los que com part im os el planet a.
Para com plet ar est a Visión del Mundo quiero aport ar, adem ás, unos principios
rect ores para la Nueva Hum anidad que surj a com o consecuencia de la caída de
los viej os paradigm as, que bien podrían com plet ar la act ual declaración
universal de derechos hum anos:
1. Todos los hom bres y m uj eres t ienen el derecho a respirar aire puro, a
t om ar alim ent os sanos y a disfrut ar de un m edioam bient e nat ural y
preservado.
2. Todos los seres hum anos t ienen derecho a la abundancia y a la
prosperidad en t odos los niveles: a nivel de salud, espirit ual, em ocional,
int elect ual y económ ico. Se valorarán las sit uaciones de escasez de las
fam ilias que t em poralm ent e no prosperen, por sus respect ivas
com unidades, para poderlas ayudar en la subsanación de sus errores o
problem as raíces.
3. Se respet arán las diferencias cult urales de t odos los pueblos del m undo,
así com o las dist int as cost um bres y com port am ient os ent re hom bres y
m uj eres, com o expresiones de la diversidad derivada del libre albedrío del
ser hum ano. Las personas m ás desarrolladas espirit ualm ent e del planet a
o herm anos m ayores, servirán de referencia y guía a sus herm anos
m enores en sus respect ivas com unidades. Los sabios herm anos m ayores
no necesit aran ser elegidos ni nom brados, pues ellos dest acarán por su
valía y por su ej em plo de vida ant e los dem ás.
4. La econom ía y la t ecnología est arán siem pre al servicio del ser hum ano.
5. Todo t rabaj o será rem unerado con un salario j ust o, en función al t iem po y
al esfuerzo desplegado, así com o por la calidad del servicio prest ado o el
valor añadido del product o realizado.
6. La econom ía est ará siem pre al servicio del hom bre. Para ello podrá
ut ilizarse una m oneda única llam ada “ t em p” , cuyo valor será el de una
hora de producción efect iva. Podrían funcionar en lugar de los bancos, las
cooperat ivas ét icas de crédit o, gest ionadas en cada com unidad por sus
habit ant es de form a dem ocrát ica, para prest ar servicios a la com unidad
en lugar de la búsqueda de rent abilidad económ ica. Asim ism o se
~ 175 ~
fom ent ará y apoyará a las econom ías que se basen en los sist em as de
t rueques, m onedas sociales y bancos del t iem po, valorándose en gran
m edida los t rabaj os, donaciones y servicios realizados de form a alt ruist a
en beneficio de la com unidad.
7. Toda la nat uraleza será respet ada y cuidada por t odos, por ser pat rim onio
com ún de t odas las criat uras vivient es del planet a Tierra. Por t ant o, el
respet o y Am or hacia t oda clase de vida será nuest ra principal
responsabilidad.
Todos deberíam os experim ent ar la Visión del Mundo que Querem os,
m ant eniéndola present e en t odo m om ent o, ya sea la que acabo de enunciar o
cualquier ot ra en aras del bien com ún. Est a Visión nos perm it irá recordar de
dónde venim os, adem ás de saber hacia dónde vam os.
Dios nos inspira a act uar en su lugar para que represent em os su Volunt ad en la
Tierra. Som os em isarios de lo Divino en el planet a. La Visión del Mundo es en
realidad una plegaria, un m ét odo que Dios nos da para llegar a discernir Su
Volunt ad e inst aurarla en la dim ensión física. De est a form a “ Su Reino viene y
Su Volunt ad se hace, así en la Tierra com o en el Cielo” . En est e sent ido, cada
pensam ient o, cada expect at iva y t odo aquello que visualizam os com o ciert o
para el fut uro, es una plegaria, y com o t al t iende a posibilit ar que se cum pla
ese fut uro visualizado. Opuest am ent e, no exist e pensam ient o, deseo, ni m iedo
t an fuert e que pueda superar la Visión de lo Divino. Por eso es im port ant e
penet rar en la Visión del Mundo y m ant enerla, ya que de est e m odo sabrem os
por qué rezar y qué fut uro visualizar.
M a nue l Lópe z Ar r a ba l
~ 176 ~
BI BLI OGRAFI A:
Be llo, W a lde n
“D e sgloba liza ción ”
I ca r ia e dit or ia l, 2 0 0 4
N a t iona l Ge ogr a phic Espa ña
Re vist a “Guía Ve r de ”
Edición e spe cia l 2 0 0 8
Rim poch é , Bok a r
“La m e dit a ción: conse j o a los pr incipia nt e s”
Edicione s D ha r m a , 2 0 0 0
Asocia ción e spir it ua l m un dia l Br a h m a Kum a r is
“M e dit a ción pr á ct ica ”
Br a hm a Kum a r is, 2 0 0 0
Rim poch é , Sogya l
“M e dit a ción ”
Jose J. de Ola ñe t a , e dit or , 2 0 0 5
Sha r a m on, Sha ila – J.Ba gim sk i, Bodo
“El gr a n libr o de los cha k r a s”
Edit or ia l Sa lva t , 2 0 0 8
Chopr a , D e e pa k
“Cue r pos sin e da d, m e nt e s sin t ie m po”
Edicione s B, 2 0 0 7
Cr e m e , Be nj a m ín
“M e dit a ción de Tr a nsm isión: una m e dit a ción pa r a la N ue va Er a ”
Sha r e e dicione s, 2 0 0 8
Je a n Cla ude Ca r r ie r e , Je a n D e lum e a u, Um be r t o Eco, St e ph e n Ja y Gould
“El fin de los t ie m pos”
Edit or ia l Ana gr a m a , 1 9 9 9
Byr ne , Rhonda
“El Se cr e t o”
Edicione s Ur a no, 2 0 0 8
H out a r t , Fr a nÇois
“D e sle git im a r e l ca pit a lism o: Re const r u ir la e spe r a nza ”
Rut ch ca sa e dit or ia l, 2 0 0 7
~ 177 ~
Alé Jim e ne z, Ra fa e l
“Pr ofe cía s”
I t uci siglo XXI , 2 0 0 5
M a r t ín Sá nche z, Be nj a m ín
“N ue vo Te st a m e nt o”
Apost ola do M a r ia no, 1 9 9 1
Gr iffit hs, Pe t e r
“H ist or ia de un e conom ist a : un consult or se e nfr e n t a a l ha m br e y a l
Ba nco M undia l”
I nt e r m on Ox fa m , 2 0 0 4
Pa la cios, Ra fa e l
“El Ja qu e M a t e : e l fina l de los se cr e t os de Est a do”
Publica ción e n for m a t o pe r iódico, m a yo- 2 0 0 9
Ve r sip, Te r e sa
“La dim e nsión cu á nt ica ”
Ca r gr a phics, 2 0 0 7
Enciclope dia libr e “W ik ipe dia ”
I nfor m a ción libr e y gr a t u it a a t r a vé s de I nt e r ne t
Re dondo, Fr a ncisco
“La Luz D ia m a nt ina : e nse ña nza s e sot é r ica s pa r a la N ue va Er a ”
Libr o gr a t uit o por int e r ne t ( no disponible e n libr e r ía s) .
Cr e m e , Be nj a m in
“La s Ense ña nza s de la Sa bidur ía Et e r na ”
Sha r e e dicione s, 2 0 0 8
Be lt r á n Angla da , Vice nt e
“La j e r a r quía , los Ange le s Sola r e s y la H um a nida d”
Edición e le ct r ónica , 2 0 0 8 ( w w w .a socia cion vice nt e be lt r a na n gla da .or g)
Be nit e z, Jua n José
“El Te st a m e nt o de Sa n Ju a n”
Cír culo de le ct or e s, 1 9 8 8
Rim poch é , Sogya l
“El libr o t ibe t a no de la vida y de la m ue r t e ”
Edicione s Ur a no, 2 0 0 6
Ke lsa ng Gya t so, Gue she
“Una vida con significa do, una m u e r t e gozosa ”
~ 178 ~
Edit or ia l Tha r pa , 2 0 0 4
Osho
“Ce le br a ndo la vida , ce le br a ndo la m ue r t e ”
Edit or ia l Ka ir ós, 2 0 0 7
Pa r dilla , Julio
“El Bha ga va d Git a ” ( Ca nt o de l Se ñor )
Edición e le ct r ónica , 2 0 0 8
Ba ile y, Alice A.
“La r e a pa r ición de Cr ist o y la e x t e r ior iza ción de la Je r a r quía ”
Edicione s Lucis – Ar ge nt ina .e
Bue na V olu nt a d M undia l
w w w .sa bidur ia r ca na .or g
Unida de s de se r vicio de bue na volunt a d e n I be r oa m é r ica
M a ve r ino, W a lt e r
w w w .um cit .ne t
El ca m pus vir t ua l de los pr e cur sor e s de l N u e vo M un do
Ca r r illo Be nit o, Em ilio y Lópe z Ar r a ba l, M a nue l
“Gloca lism o”
I t uci Siglo XXI , 2 0 1 1
Com isión de Re ve la dor e s Ce le st ia le s
“El Libr o de Ur a n t ia ”
Ur a nia , 2 0 1 0
~ 179 ~
CON TRAPORTAD A
La present e obra se divide claram ent e en t res part es bien diferenciadas: La
prim era, se refiere a qué posibilidades t enem os t odos los ciudadanos de
pract icar un consum o conscient e, para prom over poco a poco el surgim ient o de
un sist em a económ ico sost enible y m ás solidario. En la segunda part e, se
explica de form a m uy sencilla cóm o iniciarse en la práct ica de la m edit ación
individual y grupal, y cóm o su práct ica habit ual la conviert e en una excelent e
herram ient a para m ej orar la salud y alcanzar paz, aut oconocim ient o y
desarrollo espirit ual. Por últ im o, el cont enido de la t ercera part e, donde se
aborda la problem át ica hist órica y act ual del ser hum ano y su m undo, se explica
desde diferent es punt os de vist a procedent es de áreas del conocim ient o t an
diversos com o son la hist oria, la ciencia, la filosofía, la econom ía, la polít ica, la
religión, la ast ronom ía, la ufología y el esot erism o o Ciencia Sagrada. Est a
t ercera part e, nos dará las razones y la m ot ivación necesaria para pract icar la
Huelga Tranquila y la m edit ación, así com o para m ant ener la Visión del Mundo
que Querem os en los difíciles t iem pos act uales de t ransición hacia un m undo
m ej or.
D e sca r ga gr a t uit a de l libr o “La H u e lga Tr a nquila ”:
www.librolahuelgat ranquila.blogspot .com
~ 180 ~
SOBRE LA OBRA “GLOCALI SM O”
“ Glocalism o” se com pone de dos libros. El libro I de Em ilio Carrillo y el libro I I
de Manuel López se pueden descargar grat uit am ent e en:
www.act uaglocalm ent e.blogspot .com
I n t r odu cción ge n e r a l
Apart ándom e del prot ocolo lit erario y de lo “ edit orialm ent e correct o” , voy a
com enzar est a int roducción general de Glocalism o por lo que considero, sin
duda, m ás relevant e e im port ant e de t ransm it ir en est os m om ent os a cada uno
de vosot ros. Dej aré, por t ant o, para el final de est a int roducción lo que
inicialm ent e t enía pensado explicar con m ayor det alle: definir y explicar los
concept os y las im plicaciones de la globalización y la glocalización.
¿Quiénes son los verdaderos héroes que pueden salvar nuest ro m undo? Est a es
la pregunt a que hace bast ant e t iem po m e hice, t ras t om ar consciencia del
porqué de la act ual crisis planet aria que t odos est am os viviendo y que, t ras un
t iem po, la supe responder escuchando m i propio corazón: “ El VERDADERO
HÉROE QUE NECESI TA LA TI ERRA Y LA HUMANI DAD ERES TÚ” , fue la respuest a
que recibí de m i Maest ro I nt erior. Ant es de “ revest irm e int ernam ent e” com o
héroe debía reconocer que m i principal enem igo era yo m ism o y que la principal
bat alla debía librarla dent ro de m í. Me di cuent a de que si m e posicionaba en el
lugar del “ héroe para el m undo” , ent onces t endría que enfrent arm e t am bién a
t odos los “ ant ihéroes” que exist en en t odo el planet a. Dado que en la realidad
de m i vida cot idiana solo conocía a unos pocos y célebres “ héroes” de la hist oria
de la hum anidad y a m uchísim os “ ant ihéroes” que m e rodeaban por t odas
part es, llegué a la conclusión de que, o bien, m e revest ía ext ernam ent e de
ciert os poderes ext raordinarios que m e diesen a conocer com o el esperado
“ salvador del m undo” , o bien, debería encont rar los poderes int ernos que t odos
at esoram os dent ro. No sabía cóm o hacerlo ni por dónde em pezar, pero lo que sí
t enía claro era que debía iniciar un cam ino iniciát ico de salvación propia y
aj ena, m ediant e una búsqueda hum ilde y discret a, que influyera
poderosam ent e en la m ej ora de las condiciones para la Vida sobre la Tierra.
Em pecé t rabaj ando fundam ent alm ent e sobre m í ( aprendiendo a am arm e cada
vez m ás) , para pasar, poco a poco, a increm ent ar el cuidado ( t rat ando de poner
en práct ica el Am or I ncondicional) del m undo ext erno a m i alcance: m i parej a e
hij o, el rest o de m i fam ilia, los am igos, vecinos, com pañeros de t rabaj o y rest o
de personas con las que diariam ent e m e relaciono, sin olvidar a los anim ales y
el m edio am bient e, ni desat enderm e a m í m ism o, anclado siem pre en m i
Corazón. Por m i insaciable sed de conocim ient os y m i capacidad de
observación, m e daba cuent a, cada vez m ás, del acelerado rit m o de dest rucción
que sufría la Tierra, principalm ent e m ot ivado por la ignorancia de la gran
~ 181 ~
m ayoría de m is herm anos hum anos que se dej an arrast rar de form a
inconscient e por la avidez de unos pocos herm anos ricos y poderosos. Fue
precisam ent e en el verano del año 2008, t ras conocer part e de la “ agenda
secret a” del “ gobierno secret o de la Tierra” , cuando reaccioné definit ivam ent e y
m e at reví, a asum ir m i Gran Responsabilidad ( a la que llam o t am bién m i Misión
de Vida) “ revist iéndom e int ernam ent e de héroe” para la Tierra y la Hum anidad.
En esos m om ent os era t ot alm ent e conscient e de lo que hacía, y sabía que ya no
había m archa at rás. Poco después nació el proyect o “ La Huelga Tranquila” , que
ideé para neut ralizar ( sin prisas y de form a t ranquila) , el devast ador efect o del
concept o “ la guerra t ranquila” , acuñado por el “ gobierno secret o m undial”
( según una inform ación que recibí por e- m ail en j unio de 2008) . Desde
ent onces hast a hoy los únicos obst áculos que se han present ado en m i cam ino
de “ salvador” han sido m is m iedos, a los que poco a poco m e he ido
enfrent ando o, m ás bien, los he ido sacando a la luz para afront arlos, acept arlos
y, de de est a m anera, t am bién superarlos. El m ayor de m is m iedos, el m iedo a
la m uert e, desapareció t ot alm ent e cuando, a finales de 2007, experim ent é en
m is propias “ carnes” ( com o una especie de regalo del Cielo) el “ sabor” de la
Vida Et erna, que a t odos los seres hum anos nos corresponde. Desde esos
m om ent os em pecé a ser t ot alm ent e conscient e de que est aba conduciendo un
“ vehículo sagrado” ( m i cuerpo) para cum plir alguna Misión, que yo m ism o debía
averiguar. Desde ent onces, t am bién fui conscient e de las sincronicidades o
señales que la Providencia divina ponía cont inuam ent e en m i cam ino y, solo
cuando est aba preparado, iba recibiendo la inform ación que necesit aba
int eriorizar para cada paso im port ant e de m i cam ino. Por eso, m ient ras
ext eriorizo lo que ahora est oy cont ando, se que de est a m anera est oy solt ando
last res ( m iedos) para poder seguir avanzando en m i Misión m ej or y m ás rápido.
Y t e pregunt arás, ¿cóm o he descubiert o los poderes que t ant o t ú com o yo
t enem os dent ro? Pues m uy sencillo, re- conociéndolos a t ravés de la vida y obra
de ot ros “ héroes” que cam inaron sobre la Tierra ( Jesús, Buda, Khrisna, Teresa
de Calcut a, Gandhi, Mart in Lut her King, Nelson Mandela,…) y, luego,
pract icándolos conm igo m ism o y con los dem ás, para darm e cuent a enseguida
de que adem ás de “ ant ihéroes” ( ya eran cada vez m enos los que re- conocía) ,
est aba rodeado de ot r@s m uch@s héroes, que, sin re- conocerse ellos com o
t ales a sí m ism os ( o quizás sí, pero no necesit an decirlo) , act uaban de la m ism a
form a que yo est aba em pezando a hacer t am bién: con Am or I ncondicional. La
única diferencia, quizás, ent re ell@s y yo radicaba en el com prom iso int erno
adquirido, ya sea dirigiendo ese Am or ( que t odos at esoram os en igual m edida)
con int ención y at ención, hacia un anim al de com pañía, una persona, un
pueblo, un proyect o, una em presa, una causa, un país, un cont inent e, la
hum anidad, la biodiversidad sobre la Tierra, o bien, hacia algunos de ellos o
t odos a la vez. Me di cuent a ent onces, que est aba rodeado en m i vida de
m uchísim os “ héroes anónim os” , que al igual que yo, no se vanagloriaban de
ello, m ás bien sufrían en soledad la incom prensión e inj ust icias de ot ros m uchos
“ ant ihéroes m at erialist as” . Ést os últ im os son los m ás valiosos hoy día, si se
t iene en cuent a que su t ransform ación en héroes repercut iría m uy
favorablem ent e sobre la sociedad y el planet a por part ida t riple: por una part e
re- conocerían y valorarían por prim era vez a los m uchos héroes que ant es les
~ 182 ~
est orbaban o m olest aban ( ya sean personas o cualquier ot ro ser vivo) ; por ot ra
part e, favorecerían m uchísim o la Vida m ism a con su recién descubiert o poder
int erno del verdadero Am or hacia sí m ism o y hacia Todo y Todos; y por ot ro
lado, cesarían t ot alm ent e en la em isión de la energía dañina, pesada y densa,
que ant es proyect aban a su alrededor, perm it iendo de est a m anera una
liberación ext raordinaria de las energías am orosas, ant es reprim idas por ellos,
en sus ent ornos vit ales m ás inm ediat os.
Dicho est o, voy a nom brar a t res héroes ( de ent re los m illones que pueblan la
Tierra) que viven hum ildem ent e ent re nosot ros, por considerarlos en est os
m om ent os m is m odelos arquet ípicos a seguir, pues los t res t ienen dist int os
“ proyect os”
m aravillosos para la Tierra y la Hum anidad, aunque
sust ancialm ent e diferent es en la form a de lograrlos. Est o es así, porque
providencialm ent e son únicos en su form a de ent ender los problem as que
aquej an al m undo y sus posibles soluciones, com o así lo sois t am bién cada uno
de vosot ros, m is am ados lect ores. Ant es que a ellos, he t om ado com o
referencia a m uchos ot ros Maest ros que m e han servido de guía y apoyo,
em pezando por m is padres al principio de m is días. Aunque, com o digo y diré
siem pre, el Único y Verdadero Maest ro al que debem os seguir sin t em or a
equivocarnos j am ás est á en nuest ro int erior: en nuest ro Corazón. Sin em bargo,
a est as alt uras de m i vida, he aprendido a re- conocer a quienes t am bién siguen
a su Maest ro I nt erior y, com o sient o que Todos som os Uno, t am bién re- conozco
en los dem ás corazones al m ism o Maest ro que m ora en m í. Sin em bargo, com o
venía diciendo, las olas de m i vida m e han llevado a re- conocer a t res bellísim os
seres hum anos, t res Héroes de la Vida, a los que honro y de los que hablo en
est e libro. Ellos son: Em ilio Carrillo Benit o, Jesús Hidalgo Álvarez y Robinson
Alexander Devia González.
Em ilio Carrillo ha escrit o para Glocalism o, en el Libro I , lo siguient e:
< < Lo esencial es seguirse a uno m ism o. Todos t enem os una voz int erior, a
m enudo silenciada, que sabe por dónde nos conviene ir y que a m enudo nos
orient a a t om ar una decisión que desde fuera podría parecer errónea. Es esa
int uición que en un m om ent o dado nos lleva a abandonar un em pleo que
parecía m uy convenient e, a t rasladarnos a ot ro lugar o a t om ar cualquier
decisión que a prim era vist a podría parecer poco sensat a pero que a larga
result a acert ada. Si prest am os m ás at ención a nuest ras int uiciones, a nuest ros
sent im ient os y no sólo a la racionalidad abst ract a, nos pueden llevar a conect ar
m ucho m ás a fondo con nosot ros m ism os, con la Nat uraleza y con el
Universo.> >
De Jesús Hidalgo, aut or del libro grat uit o “ El libro de la vida” su com pañera
Aire, quién com part e t odo con él, ha escrit o en el prólogo de dicho libro lo
siguient e acerca del aut or:
< < Las frases m ás conocidas de est a persona real y j ust a son t res: “ Con " V" de
Verdad y " V" de Valent ía se escribe siem pre Vict oria" ; ot ra es: " Mient ras que no
~ 183 ~
se com part e t odo se t ienen ilegít im os privilegios" y la que ut iliza com o firm a
para la m ayoría de sus escrit os y que pongo com o final de est a present ación es:
“ Rom pam os la ilógica del capit alism o con el sent im ient o. Sent ir con los dem ás
es com part ir t odo con ellas/ ellos." > >
Y de Robinson Devia, he de decir que est a im provisada int roducción sobre los
“ héroes anónim os” y sobre m i abiert a declaración de cóm o m e at reví a
“ revest irm e int ernam ent e cóm o héroe para la Tierra y la Hum anidad” , la decidí
est a m ism a m añana t ras leer un bello t ext o escrit o por él, t it ulado “ Manifiest o
de consciencia al líder no conocido” , que él m ism o m e envió pocas horas ant es.
Copio a cont inuación un fragm ent o suyo:
< < Est e es el m anifiest o de la int eligencia que llega al oído del que sabe
escuchar, es un llam ado a las m uj eres y hom bres, lideres no conocidos,
ignorados por los m edios de com unicación, engañados y ot ras veces
m anipulados por los polít icos y poderosos. Es para aquellos a cuyas ideas y
propuest as nunca se le han dado espacio ni han sido t enidas en cuent a. Sin
em bargo, sus acciones perduran m ult iplicándose en silencio, en favor de las
causas hum anas, espirit uales, am bient ales y sociales, siem pre al servicio de los
dem ás… > >
Adem ás, gracias a m i herm ano de Colom bia, Robinson, he podido re- conocer y
escuchar durant e una hora, t am bién est a m añana, a ot ro “ héroe” no t an
anónim o, a t ravés de un vídeo que m e recom endó ver. En ese vídeo, Manfred
Max- Neef, econom ist a- am bient alist a nacido en Chile en 1932, cuent a al final del
m ism o que alberga la fundada esperanza de que cualquier persona desconocida
( t al y com o ocurrió con Ghandi y ot ros grandes personaj es de la Hum anidad
cuando aún eran “ nadies” ) , t iene en sí m ism o el enorm e pot encial de cam biar el
rum bo de la hist oria de la hum anidad, sim plem ent e, siendo coherent e consigo
m ism o y haciendo lo que t enga que hacer, en lugar de hacer lo que m ás le
convenga. El señor Manfred nos dice en la m agist ral conferencia que im part ió
en Huelva en diciem bre de 2009, t it ulada “ El m undo en rum bo de colisión” , que
debem os fluir por la vida sin una m et a concret a, sim plem ent e disfrut ando del
cam ino com o el surfist a que se dej a llevar por las olas del m ar, a sabiendas de
que en algún m om ent o ést as le llevarán a algún punt o concret o del dest ino
final: la orilla. Él nos dice de una form a m uy bella cóm o debem os fluir por la
vida: “ Aprende a derivar en est ado de alert a” .
Cont inuando con el “ héroe” chileno Manfred Max- Neef, t ranscribo sus cinco
post ulados para una nueva econom ía alt ernat iva m undial m ás su principio
valórico fundam ent al, por parecerm e t rem endam ent e út iles, claros y sencillos:
1. La econom ía est á para servir a las personas y no las personas para servir
a la econom ía.
2. El desarrollo t iene que ver con personas y no con obj et os.
~ 184 ~
3. El crecim ient o no es lo m ism o que el desarrollo y el desarrollo no precisa
necesariam ent e de crecim ient o ( el crecim ient o es hacia afuera, es
t angible, m ient ras que el desarrollo, una vez se ha parado de crecer, es
int erior y no t angible) .
4. Ninguna econom ía es posible al m argen de los servicios que prest an los
ecosist em as ( p.ej .: la fot osínt esis en el reino veget al o la polinización de
las abej as) .
5. La econom ía es un subsist em a de un sist em a m ayor que es finit o, la
biosfera, y por t ant o el crecim ient o perm anent e es im posible.
Principio Valórico Fundam ent al:
” Ningún int erés económ ico, baj o ninguna circunst ancia, puede ni debe est ar por
sobre la reverencia a la Vida” .
Ahora voy a t ransm it iros, a t ravés de las palabras de ot ro “ héroe” , unas bellas
frases acerca de la Esperanza, escrit as por Vaclav Havel después de haber
pasado largos años en prisión com o disident e polít ico:
“ No soy opt im ist a porque no est oy seguro de que t odo t erm ina bien. Ni soy
pesim ist a porque no est oy seguro de que t odo t erm ina m al. Solo llevo la
esperanza en m i corazón. La esperanza es el sent im ient o de que la vida y el
t rabaj o t ienen significado. Y se puede t enerla con independencia de la sit uación
del m undo que nos rodea. La vida sin esperanza es vacía, aburrida e inút il. No
puedo im aginar que pueda luchar por algo si no llevara la esperanza en m í. Es
un don t an grande com o la propia vida.”
Paso ahora, por fin, a definir brevem ent e los concept os de globalización y
glocalización, haciendo uso de varios t ext os que han llegado a m í de ot r@s
herm an@s “ héroes” y de m i especial don para la sínt esis.
Según m i “ viej o” diccionario m anual de la lengua española, globalización
significa: “ Acción y efect o de present ar algo de form a global” . Com o la palabra
Gloca liza ción no aparece en m i diccionario, m e at revo a definirla
escuet am ent e de la siguient e m anera: “Acción y e fe ct o de pr e se r va r lo
loca l de t odo a que llo que pr ove nga de for m a globa l y no se a be ne ficioso
pa r a la biodive r sida d que lo r e cibe ”.
Susan George, en su m agnífico libro “ Ot ro m undo es posible si…” , define la
globalización, desde una perspect iva económ ica, de la siguient e m anera:
“ Por un lado, la globalización est á dirigida por las em presas…, las gigant escas
t ransnacionales que operan con independencia de las front eras… part icipan en
la redacción de las direct ivas de la Com isión Europea y en los acuerdos
adopt ados baj o los auspicios de la Organización Mundial del Com ercio, e
incluso, en gran part e de los t ext os finales de las conferencias de las Naciones
Unidas. Muchas de ellas t ienen cifras de vent as anuales m uy superiores al
~ 185 ~
product o int erior brut o de la m ayoría de los est ados. Por ot ro lado, la
globalización est á im pulsada por las finanzas… A finales de los años 80, los
países occident ales habían abolido la m ayor part e de las barreras para los
m ovim ient os de capit al, pero con la caída del Muro de Berlín est os m ovim ient os
se aceleraron aún m ás, t am bién en los países del Sur y del Est e… La
im aginación sin lím it es de banqueros y agent es, ha puest o en el m ercado un
núm ero m areant e de product os financieros que van m ucho m ás allá de las
acciones y bonos m ás conocidos.”
FranÇois Hout art , en su brillant e obra “ Deslegit im ar el capit alism o. Reconst ruir
la esperanza” define globalización, t am bién desde el punt o de vist a económ ico,
de la siguient e m anera:
“ En el present e, la globalización significa la universalización de las relaciones
m ercant iles capit alist as donde el m ás fuert e gana, la rent abilidad es la lógica
dom inant e, los int ereses de los accionist as prim an sobre las necesidades vit ales
de la hum anidad, la función de la econom ía se ha desviado de su sent ido –el de
proporcionar la base necesaria para la vida física, cult ural y espirit ual de t odos
los seres hum anos del m undo- para convert irse únicam ent e en la producción de
un valor añadido y, finalm ent e, donde una m inoría absorbe m ás del 80% de los
ingresos m undiales, m ient ras que cient os de m illones de personas viven en la
m iseria” .
En el polo opuest o, para evit ar los perniciosos efect os de la globalización ( que
sin em bargo, t am bién t rae consigo el m aravilloso pot encial de la Unión) , se
sit úa la glocalización. Est e t érm ino, según he podido com probar por int ernet , lo
int roduj o, com o no podía ser de ot ro m odo, ot ro “ héroe” , nacido en Polonia en
1925. El sociólogo Zygm unt Baum an, de origen j udío, que ha vivido la m ayor
part e del t iem po en I nglat erra, int roduj o a finales del siglo XX el t érm ino
glocalización para aj ust ar la vist a de la globalización a los ent ornos locales.
Según Wikipedia, el t érm ino globalización es considerado am biguo y
cont radict orio en su universo sem ánt ico, por uso y por abuso, m ot ivo por el que
Baum an int roduj o el concept o de glocalización, sin pret ender encont rar un
sent ido de oposición polít ica a la globalización ( com o ocurre con lo
ant iglobalización) :
“ El nivel global y local puede ser vist o com o dos caras de una m ism a m oneda.
Una organización puede ser m ej or ent endida por el análisis de la nat uraleza
dual de la glocalización. A m enudo se ignora lo local a causa del dem asiado
énfasis en la globalización. Por ot ra part e, en m uchos casos, las fuerzas locales
se esfuerzan const ant em ent e para m it igar el im pact o de los procesos
m undiales. Est as fuerzas pueden ser reconocidas por los esfuerzos realizados
para prevenir o m odificar los planes de las organizaciones m ult inacionales” .
Por últ im o, quiero finalizar est a int roducción definiendo som eram ent e lo que
ent iendo por Modelo de Sent i- pensam ient o y por Suficiencia. Hace pocos días,
t uve la oport unidad de asist ir al Encuent ro sobre Ecología, Espirit ualidades y
~ 186 ~
Ét icas celebrado en Granada ( España) y organizado por la Red del Foro Social
Español de Espirit ualidades y Ét icas. En él, apart e de com part ir vivencias
ext raordinarias con m uchas personas, especialm ent e con m i herm ano Jacint o y
con Jesús Hidalgo, asist í a varias m esas redondas m uy int eresant es en las que
com prendí fundam ent alm ent e dos cosas:
1. Todos los Modelos de Pensam ient o est án agot ados y la t endencia,
est rem ecedora, a la que int ent an arrast rarnos desde la Dem ocraciaMonárquico- Dict at orial Planet aria, es llegar al Modelo de Pensam ient o
Único, para ej ercer desde el “ poder absolut o” un ópt im o cont rol sobre la
sociedad y un eficaz som et im ient o y dirección de las m asas hum anas. Por
t ant o, sient o con gran fuerza, que el único Modelo Hum ano que realm ent e
nos perm it irá preservar la Tierra y, al m ism o t iem po, sobrevivir y
desarrollarnos com o especie, es el Modelo de Sent i- pensam ient o
Universal, absolut am ent e abiert o a t odas las m uj eres y hom bres del
m undo que deseen part icipar en su const rucción, ya sea individualm ent e
o a t ravés de un colect ivo. No es t area fácil est o que propongo, pero
seguro que algún día llegará.
2. Suficie ncia , com o ca m ino m e dio ( el m ism o que finalm ent e encont ró
Buda y le llevó a la ilum inación) e nt r e la a bun da ncia y la pr e ca r ie da d
( ent endiéndolas
ést as
com o
acum ulación
y
escasez
m at erial,
respect ivam ent e) . Tras m ucho com part ir inform ación y sent im ient os con
Jesús Hidalgo ( que defiende a ult ranza a los Precarios de la Tierra) y
sent ir que, por un lado, a la m ayoría de los que vivim os holgadam ent e no
nos apet ece decrecer y, por ot ro, a ot ros m uchos escucho decir que hay
abundancia para t odos ( sobre t odo en el “ m ercado espirit ual New Age” ) ,
personalm ent e, pienso y sient o que no m erecem os buscar la abundancia
para t odos m ient ras haya un solo ser hum ano sobre la Tierra que de
form a involunt aria viva por debaj o del Nivel de Suficiencia ( suficient e
agua, com ida, abrigo y hogar) . Después, ya habrá t iem po para que t odos
los que lo deseen, crezcan y se desarrollen librem ent e en la abundancia,
eso sí, con respet o y en plena arm onía con los dem ás y la Nat uraleza. Por
t ant o, vayam os t odos hacia la suficiencia volunt aria, t om ando de la
abundancia de recursos que provee la Tierra únicam ent e lo suficient e
para vivir dignam ent e, en lugar de vernos forzados, t arde o t em prano, a
vivir la gran m ayoría de nosot ros en la precariedad. Si aprendem os a
reducir y a com part ir en lugar de acum ular y t irar, orient ándonos hacia la
suficiencia personal prim ero y colect iva después, perm it irem os que
rápidam ent e crezcan hacia el Nivel de Suficiencia la gran m ayoría de
herm anos hum anos que no han elegido ser pobres en un planet a de
abundancia. Podem os hacerlo. Y ellos t am bién podrán. De est o, t am bién
est oy seguro.
Una cosa m ás. Sient o profundam ent e que he logrado alcanzar un Modelo del
Todo, con la inest im able ayuda de Em ilio Carrillo, siendo est a obra, Glocalism o,
una buena prueba de ello. Modelo del Todo que nos podría servir a t odos de
plat aform a sobre la que const ruir el prim er Modelo de Sent i- pensam ient o
~ 187 ~
Universal. Muchos cient íficos en la hist oria de la Hum anidad han int ent ado
alcanzar la Teoría del Todo, la t eoría que explique t odas las Leyes que rigen en
el Universo conocido ( con sus t res dim ensiones espaciales m ás el t iem po) , t ant o
en el m icrocosm os com o en el m acrocosm os, sin em bargo, solo conozco a un
cient ífico que haya dicho públicam ent e que ha logrado const ruir la ansiada
Teoría del Todo. Seguram ent e, a lo largo de la hist oria, t am bién habrán sido
m uchos los que la hayan logrado, pero al igual que le ha pasado al j oven
cient ífico disident e Nassim Haram ein, t odas sus “ t eorías absolut as”
( posiblem ent e válidas t odas ellas aunque fuesen dist int as) seguram ent e habrán
sido rechazadas por la com unidad cient ífica ort odoxa int ernacional, t achándose
a sus creadores de locos ( t al y com o dice Haram ein que hicieron con él) . Al
igual que Nassim , m e at revo a decir públicam ent e que soy uno de los m uchos
que ha logrado int eriorizar un Modelo del Todo hecho con el lenguaj e del
Corazón. Est e Modelo del Todo, seguram ent e no será el único en est os
m aravillosos t iem pos de grandes avances y t ransform aciones por los que
discurre la act ual Hum anidad. Al igual que la Teoría del Todo del ” héroe” suizo
Nassim Haram ein, que seguram ent e no será t am poco la única act ualm ent e, el
Modelo de Sent i- pensam ient o Universal que propongo para las buenas
relaciones ent re los seres hum anos de t odo el m undo, t am bién será rechazada
por m uchos de m is herm anos. En realidad, lo m aravilloso de t odo est o es que
finalm ent e, t odos y cada uno de nosot ros podría int eriorizar su propia Teoría o
Modelo del Todo y ofrecerla a la Hum anidad cuando est uviese preparad@ para
ello. Tam bién est oy seguro de que cuando cualquiera de est as Teorías o
Modelos se hayan ext eriorizado desde el Corazón, aún siendo t odas ellas
dist int as en cuant o a cont enidos e ideas, y sean conocidas por m uchos a la vez
que acept adas y asum idas por una m asa crít ica de seres hum anos, al final
lograrán su principal obj et ivo: la Unión de Todo por t odos. Yo, gracias a m i
Maest ro I nt erior, he logrado unir t odos los fragm ent os de m i pequeño universo
conocido hast a ahora, en m i m ent e y en m i corazón. Ahora m e t oca present aros
m i Modelo del Todo y llevarlo a la práct ica j unt o a t od@s vost r@s. ¿Me
acom pañáis?
Desde m i Consciencia de Unidad
Con t odo m i Am or
En Mairena del Alj arafe, a 26 de febrero de 2011
)m(
~ 188 ~