SACRALIZACIÓN Y
TERRITORIALIDAD
Jesús Alfonso Flórez López
Compilador
Sacralización Y Territorialidad
Primera edición, noviembre 2014
Jesús Alfonso Flórez López
Compilador
Corrección de estilo
Yenny Mercedes Ortiz Heredia
ISBN:
Diseño e impresión:
Litografía Nuevo Milenio
Medellín, Colombia
Contenido
Presentación ................................................5
El simbolismo y lo sagrado
en Mircea Eliade..........................................7
Espiritualidad y territorio .............................41
Sacralización y profanación
del territorio afrocolombiano .......................55
Bien común global ......................................89
El último Tinigua ..........................................109
3
Presentación
La irrupción de la “Modernidad” condujo al núcleo socio-cultural denominado “Occidente”
a hacer una separación de los componentes de
la existencia, de tal manera que la razón impuso una suerte de compartimentos estancos para
poder observar y comprender la realidad, así se
constituyeron los discursos sobre lo político, lo
económico, lo social, lo religioso, entre otros.
A su vez, la modernidad hizo que lo religioso fuera asumido como algo de la vida privada de cada
individuo que no tuviera espacio en las definiciones de lo público; es decir, que lo religioso no
siguiera determinando el ordenamiento político
de las sociedades.
La dinámica del mundo actual nos indica que la
vida es una integralidad, donde lo biológico está
en estrecha relación con lo espiritual y viceversa,
pero de la misma manera hoy se afirma que existe
una interrelación entre lo público y lo privado. En
este contexto la dimensión de lo religioso, o de lo
5
Sacralización y TerriTorialidad
sagrado, se ha tornado objeto de reflexión como
componente del ámbito cultural, que está imbricado en las otras dimensiones del existir.
El Centro de Estudios Étnicos –CEE– ha centrado
su interés en este campo, al ocuparse de manera
específica del estudio de la vivencia de lo sagrado
en los pueblos indígenas y afrocolombianos; pues
se asume que en estos pueblos tal dimensión es
estructurante en la definición de sus identidades
históricas.
En consecuencia, el presente texto es una complicación de algunas reflexiones que se han hecho en torno a los procesos de sacralización y
de construcción de territorialidad en estas comunidades. En primer lugar, hay una aproximación
conceptual al simbolismo de lo sagrado; posteriormente se presentan dos casos concretos de
expresión de sacralización del territorio; en tercera instancia, una reflexión colectiva -en la que
participó un miembro del CEE- sobre el territorio
entendido como “Bien Común Global”; y finalmente, se reseña un trabajo que apoyó el Centro
de Estudios Étnicos para registrar la palabra y la
vida de un último hablante de la lengua Tinigua,
lo cual encarna el desgarrador proceso de extinción de pueblos indígenas que vive el mundo y en
particular Colombia.
Se espera que estas palabras contribuyan a seguir
la reflexión sobre la pervivencia de las sacralidades propias, como expresión de la resistencia cultural de los pueblos indígenas y afrocolombianos.
6
EL SIMBOLISMO Y LO SAGRADO
EN MIRCEA ELIADE1
Jesús Alfonso Flórez López2
Introducción
La observación del hecho religioso como componente de la cultura, ha sido en lo personal –durante el ejercicio profesional e investigativo de antropólogo- de interés, por lo que he ido profundizado en su complejidad desde el punto de vista de
sus múltiples manifestaciones simbólicas, a su rol
en la dialéctica de las relaciones sociales, llegando al establecimiento de conceptos que permiten
la diferenciación de los elementos intrínsecos a
dicho fenómeno socio-cultural.
1
2
Artículo escrito en el contexto de la investigación para el
posdoctorado en Humanidades del Centro de Estudios Avanzados de la Universidad Nacional de Córdoba-Argentina.
Teólogo de la Universidad Javeriana de Bogotá, Antropólogo
de la Universidad Nacional de Bogotá, Doctor en Antropología de la Universidad de Paris VIII y Posdoctorado en Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba-Argentina.
Al momento de escribir este artículo era investigador de la
Fundación Universitaria Claretiana y Director del Centro de
Estudios Étnicos.
7
Sacralización y TerriTorialidad
Al explorar el análisis en varias disciplinas y autores que estudian el “hecho religioso”, caso concreto la Filosofía de la Religión, la Sociología de
la Religión, la Historia de las Religiones, la Teología del Pluralismo Religioso y la Antropología de
lo Sagrado se logra el esclarecimiento de varios
interrogantes, pero a la vez se relanzan nuevas
preguntas y problemas de investigación.
Un balance de dicho ejercicio convoca de manera preferente a profundizar en el carácter de autor
que tiene Mircea Eliade, catalogado como uno de
los grandes historiadores de la religión.
Su aporte al estudio del hecho religioso ha trascendido el registro cronológico de este fenómeno
en la historia de la humanidad, para llegar a construir un discurso que se orienta a los elementos
constitutivos del ser humano, a tal punto que sus
categorías de aproximación al hecho religioso se
tornan a su vez en un instrumento de comprensión del conjunto del comportamiento de los sujetos en todas las sociedades.
Mirar la religión en el presente luego de haber
transcurrido varias décadas de la crítica a dicho
fenómeno, al que incluso se le ha presagiado su
destrucción con el advenimiento del pensamiento
“científico”, nos confronta ante un hecho que se
reedita de múltiples formas, bien sea por las expresiones institucionales, por su articulación al
entramado social, por su estrecha relación con lo
político, pero porque se torna en uno de los elementos definitorios del actual orden internacional.
8
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
Esto último se desenvuelve en gran parte entre el
mito judeo-cristiano y el paradigma musulmán,
que justifica guerras y desarrolla invasiones que
esconden el más puro interés del capital que no
cesa en afianzar su carácter colonialista, y que
hoy, como ayer, se erige como “eje del bien”, llamado a eliminar al que él mismo ha denominado
“eje del mal”.
Desde esta perspectiva, el acercamiento a Eliade
nos conmina a encontrar la permanencia de su
discursividad, que trasciende la noción de la búsqueda de lo arcaico, para comprender el rol que
juega lo religioso en el presente.
1. Breve Reseña del Autor
Sin que la intención de este texto sea hacer una
biografía de Mircea Eliade, se presenta una breve
reseña que permita tener un panorama de su trayectoria de vida.
Nació el 9 de marzo de 1907, en Bucarest (Rumania), y falleció el 22 de abril de 1986, en Chicago
(Estados Unidos).
En octubre de 1928, a los 21 años de edad, concluyó los estudios en filosofía y obtuvo su licencia
con una tesis que realizó sobre filósofos italianos.
Sin embargo, como la filosofía occidental no le
llenaba en la búsqueda de profundidad sobre el
sentido de la existencia, decidió viajar a la India,
más exactamente a Calcuta, para explorar en el
pensamiento oriental. Estuvo tres años dedicado a
9
Sacralización y TerriTorialidad
este conocimiento, donde incluyó la práctica del
Yoga y el aprendizaje del sánscrito.
En 1932, debió regresar a Rumania para prestar
el servicio militar obligatorio, aún así, no cesó en
su labor intelectual, pues estando en el ejército
tradujo al Rumano la tesis que había escrito en
la India sobre el yoga. En este periodo vivió ocho
años más en su ciudad natal, tiempo en el cual
escribió muchos artículos para revistas, al igual
que los dos volúmenes de “Zalmoxis”.
Fue nombrado agregado cultural de la Legación
real de Rumanía en Londres en 1940, a su vez,
trabajó unos meses en Oxford. Al año siguiente le
otorgaron el mismo cargo, pero en esta oportunidad para Lisboa (Portugal), donde residió durante
cuatro años, pues se trasladó por su propia cuenta
a Paris en septiembre de 1945.
La estancia en Lisboa fue muy provechosa en su
producción, pues allí publicó en Rumano cuatro
de sus obras, al igual que escribió en su lengua
nativa los “Prolegómenos a la historia de las religiones”, que fue publicado en 1949 con el nombre de “Tratado de Historia de las Religiones”.
En Paris permaneció desde septiembre de 1945
hasta septiembre de 1956, tiempo en el cual publicó varias de sus obras y se dedicó a la docencia
en la Escuela Práctia de Altos Estudios, entre otras
instituciones. La estancia en esta ciudad concluyó
cuando fue invitado por la Universidad de Chi10
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
cago a dar unas conferencias, pero una vez las
finalizó, le propusieron que se quedara como profesor, oferta que aceptó a partir del año 1957. Allí,
además fungió como director del departamento
de historia de las religiones.
Desde esa época se radicó en Estados Unidos,
hasta cuando murió en abril de 1986. En este
período de casi treinta años, produjo muchas de
sus obras, así como ejerció la docencia y dictó
conferencias en muchas partes de Europa y otras
latitudes.
Si bien su producción académica se centró en
la Historia de las Religiones, también creó en el
género de la novela y de reflexiones filosóficas;
todo lo cual condujo a que se le otorgara en varias universidades diversas distinciones, como se
menciona a continuación:3
• Doctor Honoris Causa en “Human Letters”
por la Universidad de Yale, en el año de
1966.
• Doctor Honoris Causa en Filosofía de las
Religiones por la Universidad de la Plata, en
abril del año de 1969.
• Doctor Honoris Causa en “Sacred Theology” por el Ripon College, en mayo del año
de 1969.
3
Eliade, Mircea. La Prueba del Laberinto. Ediciones Cristiandad. Madrid, 1980.
11
Sacralización y TerriTorialidad
• Doctor Honoris Causa en “Human Letters”
por la Universidad de Loyola (Chicago), en
el año de 1970.
• Doctor Honoris Causa en Ciencias de la Religión por el Boston College, en el año de
1971.
• Doctor Honoris Causa “of Law” por la Salle
College de Filadelfia, en el año de 1972.
• Doctor Honoris Causa “Human Letters” por
el Oberlin College, en el año de 1972.
• Doctor Honoris Causa en “Letters” por la
Universidad de Lancaster, en el año de 1975.
• Doctor Honoris Causa por la Universidad
Sorbona de Paris, en el año de 1976.
A estos reconocimientos se le han de agregar otros
que no tienen dicho rango pero que evidencian el
aporte del autor a las ciencias humanas, y que se
pueden ver en su gran producción, sobre la cual
se hará una breve relación.
2. Breve Reseña de la Obra de Eliade
La producción de Eliade se ha de calificar, tanto
por su cantidad, profundidad, calidad y variedad
como inmensa. Su trayectoria se puede sintetizar
en cuatro grandes campos, que a su vez se desglosan a su interior, los cuales están relacionados
con el Estudio de las Religiones, Estudios Filosóficos, la incursión en la Literatura y en el género de
la Autobiografía. A continuación se hará mención
12
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
de cada uno de ellos, con el propósito de evidenciar la tendencia de su pensamiento.
2.1 Sobre el Estudio de las Religiones
Del trabajo de Eliade, el ángulo de la religión es
sin duda el más conocido. La búsqueda del mundo interior del ser humano lo llevó hasta lo que él
denominó “hombre arcaico”, para encontrar los
orígenes de las manifestaciones religiosas y sus
marcas indelebles a lo largo del proceso evolutivo
de la humanidad.
De ahí que, el considerado en sus estudios hombre moderno “arreligioso”, si bien no llena su vida
del contenido de las imágenes religiosas de antaño, si conserva la estructura del comportamiento
de aquel otro calificado de “homus religiosus” de
la antigüedad, para quien toda la vida es sagrada.
Su acercamiento a este estudio fue fundamentalmente desde el horizonte de la historia, por eso
en muchos escenarios es valorado como el más
influyente de los historiadores contemporáneos
de la religión.
En este campo se encuentran las siguientes obras:
Bajo el signo de Zalmoxis; Historia de las creencias y las ideas religiosas: Volumen I: De la edad
de piedra a los misterios de Eleusis, Volumen II:
De Gautama Buda al triunfo del cristianismo, Volumen III: De Mahoma a la era de las Reformas;
Tratado de historia de las religiones: Morfología y
13
Sacralización y TerriTorialidad
dialéctica de lo sagrado; Metodología de la historia de las religiones; El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis; Dioses, Diosas y Mitos
de la Creación: Volumen I: De los primitivos al
zen, Volumen II: El hombre y lo sagrado, Volumen
III: La muerte, la vida después de la muerte y la
escatología, Volumen IV: De brujos, adivinos y
profetas; Diccionario de las religiones; La isla de
Eutanasius; Herreros y alquimistas; Mefistófeles y
el andrógino; Imágenes y símbolos; La búsqueda,
Historia y sentido de las religiones; Lo sagrado
y lo profano; Initiation, rites, sociétés secrètes;
Ocultismo, brujería y modas culturales; Cosmología y alquimia babilónicas y Alquimia asiática.
2.1.1 Sobre el pensamiento oriental
En el estudio de las religiones el autor dedicó especial atención al conocimiento del pensamiento
oriental, pero de manera particular al hinduismo,
en el sentido más complejo del concepto. Por esta
razón, se consagró por entero durante tres años a
observar, leer y sumergirse en algunas prácticas,
como la del Yoga. De esta abundante reflexión se
destacan las siguientes obras:
La India; Erotismo místico en la India; El Yoga: Inmortalidad y libertad; Patañjali y el yoga y Técnicas del yoga.
2.1.2 Sobre Mitología
Si bien el conocimiento de los Mitos se puede
encuadrar en el campo de los estudios sobre la
14
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
religión, en el caso de Eliade su aproximación
trasciende su función en el desarrollo de las religiones, para llegar al campo de la filosofía y la
etnología.
Se consagró de manera particular a la Mitología para encontrar su rol en cuanto a portadora
de sentido de la existencia humana, a partir de
ejemplos concretos en diversos escenarios culturales a lo largo de la historia de la humanidad,
hasta la modernidad. A tal punto que se llega a
afirmar categóricamente que el ser humano no
puede vivir sin el mito, o que éste es consustancial a aquél.
Sus obras relevantes en este campo son:
Mito y realidad; Mitos, sueños y misterios; Nacimiento y renacimiento y Aspectos del mito; así
como su conocido trabajo denominado El mito
del eterno retorno.
2.2 Obras Literarias
El punto de partida del trabajo de Eliade es el ámbito de la literatura, en la cual dejó fluir su pasión por la ficción. Ahora bien, en ella manifiesta
igualmente, en varios de sus relatos o novelas, sucesos de la vida real que él mismo vivió ya fuera
en su juventud transcurrida en Bucarest o en la
India. Con todo, fuera ficción o realidad, su obra
literaria está impregnada por su doble dimensión:
filosófica y de historiador de las religiones.
15
Sacralización y TerriTorialidad
Esta producción literaria en su gran mayoría fue
escrita originalmente en Rumano; por lo que se
caracteriza por ser uno de los escritores más grandes que haya producido dicha lengua.
Entre dichos textos sobresale “Maitreyi. La noche
Bengalí”; pero es inaplazable mencionar los siguientes:
Cómo encontré la piedra filosofal; La novela del
adolescente miope, Gaudeamus; El burdel de las
gitanas; Isabel y las aguas del Diablo; Tiempo de
un centenario; Diecinueve rosas; A la sombra de
una flor de lis; Relatos fantásticos; La noche de
San Juan; Medianoche en Serampor; Boda en el
cielo; La señorita Cristina; Una nueva filosofía de
la luna; La Serpiente; Fragmentarium; El Viejo y el
Funcionario y En la calle Montuleasa.
2.3 El género autobiográfico
Aunque en muchas de sus obras Eliade deja entrever parte de su propia experiencia de vida, cabe
señalar que desde muy joven detuvo su pluma sobre el género autobiográfico, con en el texto “La
novela del adolescente miope”. Esta inclinación
se plasmó de manera más explícita en sus llamados “Diarios”, de los cuales en el primero sigue el
estilo de “novela indirecta”, como lo consideran
varios analistas. En la madurez de su existencia y
de su producción intelectual, analiza su vida en
la última de estas obras, a partir del formato de
entrevista.
16
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
Tales obras son:
Diario íntimo de la India (1929-1931); Diario
Portugués (1941-1945); Diario (1945-1969) y La
Prueba del Laberinto (1979).
Para una aproximación detallada de la producción del autor conviene tener presente la relación
que elaboró Rocquet, hecha en orden de publicación.4
Como obra póstuma ha de tenerse en cuenta la
bibliografía organizada por Mircea Handoca de
los textos que no se han traducido del Rumano al
español.5
3. Conceptos Inspiradores
Del conjunto de la obra de Eliade, en esta oportunidad, se focaliza el interés en el ámbito del estudio de las religiones. De ahí que, se hace una
aproximación a dicho campo, para contextualizar
la labor del autor y encontrar en él lo específico
de su aporte, que permite identificar en él justamente ese carácter de “autor”.
Si se intentara buscar el origen del análisis de la
religión, este se podría remontar a los filósofos
clásicos, para encontrar en ellos sus preguntas y
reflexiones sobre la religión, en las que hay un
4
5
Eliade, Mircea. Op cit.Pp.197-198.
Hernandez, José Antonio. Bibliografía comentada de Mircea
Eliade. Revista: Estudios de Asia y África. Vol XXXVIII, número 001.Distrito Federal de México: Colegio de México. 2003.
17
Sacralización y TerriTorialidad
distanciamiento frente a esta dimensión del ser
humano, calificada en no pocas ocasiones como
“irracional” o prefilosófica. También se ha de decir, que la modernidad retoma este análisis desde
la Filosofía de la Religión de Hegel, en su discurso
denominado “El Concepto de Religión”.
Pero, dejando a un lado la evolución de la Filosofía de la Religión, se advierte que el estudio de
las religiones no comienza ni termina con Eliade,
puesto que este fenómeno empezó a formar parte
de los temas o campos de interés de las ciencias
humanas, en cuanto a discurso científico, desde
sus propios inicios hasta el presente en el que ha
tomado un nuevo interés por parte de varias disciplinas, entre las cuales sobresale la Antropología.
Eliade recibió una tradición que se fraguó en las
nacientes antropología o etnología y la sociología. Se puede constatar que desde las dos últimas
décadas del siglo XIX se encuentran trabajos destacados, y aún vigentes, como: la Rama Dorada:
Magia y Religión, de James Georges Frazer, publicado en 1890; los textos de Friedrich Max Müller,
quien desde 1879 empezó sus trabajos con “Los
Libros sagrados orientales” y la “Mitología Comparada”, publicada en 1893.
Así mismo, de otros autores que vivieron parte en
dicho siglo y otra en el siglo XX, tales como Emile Durkheim, quien en 1912 presentó su clásica
obra sobre “Las Formas Elementales de la Vida Religiosa”; Rudolf Otto, quien publicó en 1917 su
18
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
obra “Lo Sagrado”, y Max Weber con “Sociología
de las Religiones”, entre 1910 y 1920. Estas tres
últimas obras vieron la luz durante la infancia de
Eliade.
Durante el siglo XX se encuentran diversos acercamientos al estudio de la religión, en donde Eliade, sin duda, fue un protagonista. Este ejercicio
fue contemporáneo con grandes estudiosos de la
religión como Georges Dumézil, quien empezó a
presentar sus estudios sobre religión en 1924 con
su tesis Le Festin d’immortalité- Étude de mythologie comparée indo-européenne, trabajo que fue
acompañado de una gran diversidad de obras
hasta el final de su vida en 1986, curiosamente el
mismo año de la muerte de Eliade, quien le reconoció su grandeza en la historia de las religiones
y le aceptó su estructuralismo acompañado de la
hermeneútica6; también a quién le tuvo inmensa
gratitud por facilitarle su inicio intelectual en París.
Al igual que Dumézil se destaca en esta tarea Roger Caillois, quién desde 1938 y 1939 publicó trabajos como “El Mito y el Hombre” y “El hombre
y lo sagrado”.
Desde otras perspectivas se encuentran los trabajos de Cliford Geertz con su texto “Ethos, Visión
6
En este campo al mismo tiempo Eliade se distancia del estructuralismo de Levi-Strauss, pues lo considera inútil al no
tener hermenéutica.
19
Sacralización y TerriTorialidad
del Mundo y Análisis de los Símbolos Sagrados”
publicado en 1957; Evans –Prichard con “Las Teorías de la Religión Primitiva” publicada en Oxford
en el año 1965; René Girar con “La Violencia y
lo Sagrado” de 1972; Michael Hill con “Sociología de la Religión” de 1973; “La historia de las
Religiones” dirigida por Henri-Charles Puech; trabajos específicos como los de Oronzo Giordano
con su texto “Religiosidad Popular en la Alta Edad
Media” publicado en 1979 y, finalmente, la obra
también específica de Jacques Le Goff “La naissance du Purgatoire”, publicada en 1981.
En este horizonte de estudios sobre la religión, la
obra de Eliade cobra particular significación por
los conceptos que emplea, pero sobre todo por el
método que desarrolla para el estudio de la historia de las religiones.
El centro del debate del trabajo de Eliade no versará en la veracidad o no de las creencias religiosas, tampoco sobre su pertinencia para la evolución de la humanidad, su esfuerzo consistirá en
hacer una aproximación al fenómeno de la religión como expresión del devenir histórico del ser
humano.
En este sentido, su ángulo de comprensión es la
“fenomenología de las religiones”, en la cual la
observación, descripción y captación de los hechos se tornan en punto de partida para establecer
una conceptualización que, soporte la universalidad de patrones de conducta que se observan en
20
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
la comparación de los mismos hechos en tiempos
y circunstancias culturales muy distantes.
Este ejercicio de comparación será posible gracias
al “objeto” común, a pesar de la disimilitud de sus
manifestaciones, como lo afirma Augé:
“…con este espíritu puede un historiador de
las religiones como Mircea Eliade (1958), por
ejemplo, comparar temas iniciáticos en la India, el cristianismo o la Grecia antigua, temas
que vuelven a encontrarse en sociedades culturalmente heterogéneas y que, bajo formas
diferentes, implicarían, expresarían y suscitarían un retorno generador de la sociedad a la
época mítica de su origen”.7
Dentro de esta aproximación hay dos conceptos
que se constituyen en la clave de interpretación
del hecho religioso:
• El Simbolismo Religioso
• Lo Sagrado
El primero permitió traspasar las fronteras de la
acción descriptiva o etnográfica en la aproximación de las manifestaciones religiosas, para llegar
a comprender el lenguaje propio del hecho religioso, elemento que también Jung desarrolla en
sus trabajos sobre el inconsciente colectivo, pero
que Eliade lo ubica en el conjunto de la experiencia religiosa.
7
Augé, Marc. El Genio del Paganismo. Muchnik Editores. Barcelona, 1993. Pág. 24.
21
Sacralización y TerriTorialidad
De lo anterior se desprendió una suerte de hermenéutica de lo religioso a partir de la construcción de los símbolos que cada cultura hace, en su
tiempo y espacio determinado. Con lo cual emerge con fuerza el historiador que hace análisis diacrónicos que le permiten establecer las obligadas
comparaciones.
El segundo concepto ya lo había planteado con
fuerza Durkheim al encontrar los dos campos de
la realidad enfrentados o separados, es decir, el de
lo sagrado y lo profano. En sus palabras, él mismo
se cuestiona para avanzar en su propia investigación:
“Hay que preguntarse entonces qué ha podido determinar al hombre a ver en el mundo
dos mundos heterogéneos e incompatibles,
mientras que nada en la experiencia sensible
parecería sugerir la idea de una dualidad tan
radical”.8
Sin embargo, Eliade partirá del concepto de lo
Sagrado para encontrar en él la definición del
“Homus Religiosus”; en otras palabras, como el
ámbito que hace de verdad “real” a lo que aparentemente es real, y que esto último es lo que
el hombre no religioso considera como lo único
existente.
8
Texto tomado de Las Formas Elementales de la Vida Religiosa. Citado por Prades, 1996. Pág.69.
22
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
En este sentido lo sagrado tendrá sus múltiples
formas de aparición o de manifestación, con lo
cual se construye el concepto de la “hierofanía”,
del que se desplegarán las diversas figuras como
“teofanías”9 y “epifanías”10 construidas en los discursos y experiencias religiosas, condensadas la
mayoría de las veces en los elementos de la naturaleza.
Entonces, la sacralización del espacio y el tiempo
es la base para que surja el otro concepto caro
a Eliade, el del “centro del mundo”, el cual se
entiende como el punto creado por el hombre religioso en todo lugar donde se desarrolla la experiencia religiosa.
Con estos dos elementos, el del simbolismo y el
de lo sagrado, se tienen las llaves para desentrañar el complejo mundo de los significados de la
fenomenología de las creencias religiosas condensadas en los mitos y los ritos. A través de lo
cual el historiador de las religiones, yendo hacia
los otros finalmente vuelve sobre sí mismo, sobre
el propio conocimiento de occidente, como lo
dirá claramente el mismo Eliade:
“El historiador de las religiones, por tanto, ambiciona conocer y por ello mismo comprender las raíces de su cultura, de su mismo ser.
Al precio de un largo esfuerzo de anamnesis
9
10
Manifestación de Dios
Presencia de Dios
23
Sacralización y TerriTorialidad
deberá terminar por recordar su propia historia, es decir, la historia del espíritu humano.
Mediante la anamnesis, el historiador de las
religiones rehace en cierto modo la Fenomenología del espíritu. Pero Hegel se ocupó únicamente de dos o tres culturas, mientras que
el historiador de las religiones se ve obligado
a estudiar y entender la historia del espíritu en
su totalidad, a partir del Paleolítico”.11
Este esfuerzo del que habla Eliade es lo que hizo
que con él se asumiera el estudio de la religión
más allá del folklore, para encontrar en ese mundo o campo imaginado la realización del espíritu
humano, de tal forma que en cada expresión cultural se ve realizado el conjunto de la humanidad,
sin importar el tiempo en el que se haya realizado.
Con lo anterior, la obra del historiador de las religiones tiene como presupuesto que su objeto de
estudio es justamente lo sagrado, pero donde se
entiende que éste no es una etapa del devenir de
la conciencia, sino un componente de la estructura de la misma, en los términos del mismo Eliade,
cuando explica su método de investigación.
4. Vigencia de Eliade
Partiendo de la última expresión del acápite precedente, se retoma a Eliade para encontrar su vigencia en los procesos de afirmación de ese “Espí11
Eliade, Mircea. Op cit. Pág.117
24
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
ritu Humano”, en todas las expresiones culturales
a partir del hecho religioso, de manera particular,
cuando nos aproximamos al estudio del hecho religioso, o a las manifestaciones del ámbito de lo
sagrado en los pueblos y sociedades que han sido
víctimas del sojuzgamiento, causado por los procesos prolongados de colonización.
Desde el ejercicio personal de antropólogo, en
el análisis de la simbología de lo sagrado en los
pueblos indígenas de América, en particular de
Colombia, considero que los planteamientos de
Eliade contribuyen hoy a que, desde el reconocimiento de la experiencia religiosa de estas sociedades indígenas, se pueda aportar en la superación del colonialismo.
Como bien es sabido, el triunfo de la expansión
europea en América se hizo sobre la destrucción
del Otro, en el cual el dominio cultural se fundamentó en la imposición de una razón religiosa sobre las ruinas religiosas de esos invadidos, a
quienes se ha pretendido eliminar, no sólo en el
plano físico -que sigue siendo una tragedia prolongada- sino sobre todo en la colonización del
pensamiento o colonialismo espiritual.
Por este motivo el acercarse en la actualidad a
desentrañar la fenomenología del “Espacio Sagrado” en estos pueblos, conduce a que se incursione de inmediato en el concepto de territorio o
territorialidad, que hoy, más que ayer, sufre una
nueva ola de colonialismo del capital, que sólo
25
Sacralización y TerriTorialidad
ve en esa espacialidad el oro de antaño traducido
ahora en petróleo, diversidad biológica y minerales requeridos por las tecnologías de punta.
Una vez más dos racionalidades se encuentran
enfrentadas, la del capital que sólo busca inversión para extraer lo que en su lenguaje denomina
“recursos naturales”, y la del pensamiento mítico
de los pueblos indígenas que se fundamenta en la
concepción de la tierra como sagrada, al considerarla como la progenitora, o como lo denominan
en sus múltiples lenguas la “madre tierra”.
La sacralización de la tierra entendida como “madre” es lo que ha llevado a que se presenten casos en los que el racionalismo del capital ha sido
confrontado con los pensamientos religiosos de
tales pueblos. Aunque existen muchos ejemplos
a lo largo del continente acá se hará referencia
de algunos de Colombia, de los que se ha tenido
conocimiento de primera mano.
En Colombia sobreviven ciento dos pueblos indígenas, entre ellos el pueblo U’wa, ubicado en la
zona nororiental del país. En su territorio ancestral
se descubrió un área petrolera, lo que significaba
que los indígenas debían ser desplazados, valga
decir, expoliados de su territorio, para que se diera paso al eufemísticamente denominado “interés
nacional”, que representaba la empresa petrolera
norteamericana “Occidental Petrolium”.
Sin embargo, los U’wa emprendieron una campaña para no dejarse despojar de su territorialidad
26
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
y afirmaban que el petróleo no lo podían sacar,
pues en su pensamiento ancestral éste era considerado como “las venas de la madre tierra”, y
si se daba la extracción moriría la madre, y por
consiguiente sus hijos, es decir, ellos.
Esta referencia a la sacralidad del subsuelo concebida en la mentalidad U’wa, luego de multiples
tropiezos, logró la solidaridad de muchos movimientos sociales y ecologistas en diversas latitudes del planeta, que les representó ganar una demanda jurídica en los mismos estrados judiciales
de los Estados Unidos, por lo que la empresa petrolera no pudo entrar en esa parte específica de
su territorio.
En este ejemplo, como en tantos otros, se ve con
nitidez la existencia del concepto del “centro del
mundo” desarrollado por Eliade a partir del proceso de sacralización del espacio, pues aquél pedazo de tierra no era cualquiera para los U´wa,
no se trataba de irse para otro terruño, sino que se
trataba de su centro de gravedad existencial.
Al igual que esta etnia, el conjunto de los pueblos
aborígenes de Colombia se encuentra afrontando
las nuevas invasiones, con el agravante del contexto de conflicto armado interno que padece el
país. El proceso de reivindicación del derecho a
la autodeterminación o ejercicio de autonomía
a partir del cual han logrado el reconocimiento
constitucional de su existencia en tanto pueblos,
con territorios propios, se ha fundamentado en la
27
Sacralización y TerriTorialidad
demostración de su etnicidad, la cual tiene como
soporte la espiritualidad, cuya principal hierofanía es el territorio.
Con este argumento se está afrontando la agresión
de los ejércitos tanto oficiales como insurgentes,
pues se les considera, en sus palabras, como “profanadores” del territorio, que trae consigo la eliminación física de muchos de sus miembros.
Es de resaltar que los pueblos indígenas en el proceso de resolución del conflicto armado en el que
el Estado definió un marcon juridico para reparar
a las víctimas (a pesar de la pervivencia de la confrontación armada), lograron que se aceptara en
este cuerpo normativo al territorio como víctima,
basados en el mismo argumento de la consideración de sus territorios como “sagrados”.
El decreto ley del que se hace referencia dice explícitamente:
“Para los pueblos indígenas el territorio es víctima, teniendo en cuenta su cosmovisión y el
vínculo especial y colectivo que los une con
la madre tierra. Sin perjuicio de lo anterior, se
entenderá que los titulares de derechos en el
marco del presente decreto son los pueblos y
comunidades indígenas y sus integrantes individualmente considerados”.12
12
Artículo 3 del Decreto 4633 del 9 de diciembre de 2011.
28
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
Con todo lo anterior se puede decir que, el estudio sobre el hecho religioso de estos pueblos aborígenes conmina a hacer un ejercicio intelectual,
que como Eliade, articule la descripción de su fenomenología con la hermeneútica; pero para que
ésta aporte al proceso de descolonización debe
reflejar la interpretación que brota de la misma
voz de sus protagonistas, que son sujetos y no objetos de análisis, por lo que se estima que en este
caso, el estudio de las religiones debe hacerse
desde la noción de la antropología dialógica.
Esta perspectiva conduce a que se avance por los
caminos de la interculturalidad, que en el terreno
específico de estudio (el hecho religioso) pasa por
el diálogo interreligioso que suspenda la óptica
colonialista, según la cual la ideología cristiano-católica se asume como superior al resto de la
manifestaciones religiosas.
El cristianismo católico en América Latina y el
Caribe ha hecho definiciones frente al mundo indígena que hacen vislumbrar un cambio de paradigma; esto es, pasar de la lógica de la negación
de los otros a contribuir en su afirmación. En las
Conferencias generales del Episcopado celebradas en Santo Domingo, en 1992, y en Aparecida-Brasil en 2007, se deja entrever esta perspectiva.
El documento de Santo Domingo en su número
137, plantea dos desafíos:
29
Sacralización y TerriTorialidad
“-La importancia de profundizar un diálogo
con las religiones no cristianas presentes en
nuestro continente, particularmente las indígenas, afroamericanas durante mucho tiempo
ignoradas o marginadas.
-La existencia de prejuicios e incomprensiones
como obstáculo para el diálogo”.
Por su parte, en la última Asamblea Episcopal celebrada en Aparecida (Brasil), se afirma en el número 239 al respecto:
“El diálogo interreligioso, además de su carácter teológico, tiene un especial significado en
la construcción de la nueva humanidad: abre
caminos inéditos de testimonio cristiano, promueve la libertad y dignidad de los pueblos,
estimula la colaboración por el bien común,
supera la violencia motivada por actitudes religiosas fundamentalistas, educa a la paz y a la
convivencia ciudadana: es un campo de bienaventuranzas que son asumidas por la Doctrina Social de la Iglesia”.
No obstante, tal apertura cae en la lógica inevitable de la asimilación cristiana, puesto que todo
debe tender a la perfección que argumenta el
cristocentrismo. En otras palabras, que será en
la institucionalidad eclesiástica donde finalmente habrán de tender estas formas religiosas, pues
aquella es la garantía de la superación de las imperfecciones. Así lo escribe, a renglón seguido en
su número 259, el documento de Aparecida:
30
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
“Como discípulos de Jesucristo, encarnado en
la vida de todos los pueblos descubrimos y reconocemos desde la fe las “semillas del Verbo” presentes en las tradiciones y culturas de
los pueblos indígenas de América Latina. De
ellos valoramos su profundo aprecio comunitario por la vida, presente en toda la creación,
en la existencia cotidiana y en la milenaria experiencia religiosa, que dinamiza sus culturas,
la que llega a su plenitud en la revelación del
verdadero rostro de Dios por Jesucristo”.13
Alterno a este lenguaje oficial emerge el discurso
de teólogos que interpretan la relación y el diálogo con las otras religiones desde la lógica del
“pluralismo religioso”,14 para quienes la figura de
Cristo no puede ir contra las religiones, ya que
esta posición generó un exclusivismo que negaba el valor de verdad y de salvación de las otras
religiones.
En este orden de ideas, sostienen que tampoco
Cristo debe estar en el centro, puesto que ello
conduce al esquema de la unicidad donde se
acepta que hay salvación en las otras religiones
pero dependiendo de Cristo, lo que significa en
lo concreto dependiendo de la iglesia católica romana. Por lo tanto se continúa en la perspectiva
13
14
El subrayado es mío.
Particularmente, como profesional de la teología, me identifico con esta posición que la desarrollan diversos teólogos
entre ellos Jacques Dupuis, Alosyius Pieris, José María Vigil.
31
Sacralización y TerriTorialidad
colonialista, de donde se ha estructurado el esquema “inclusivista”, a pesar de éste ser un avance de reconocimiento de los Otros, comparado
con el más absoluto esquema colonial que era el
“exclusivismo”, identificado con el secular lema
de “fuera de la Iglesia no hay salvación”.
La teología del pluralismo religioso parte de la
imagen en la que Cristo se encuentra junto a las
demás figuras religiosas, y el diálogo debe ser “inter pares”, de tal forma que el diálogo conduzca
al conocimiento de la humanidad y de la construcción de un proyecto de convivencia a partir
de la diferencia o la diversidad religiosa.
Este planteamiento de la teología pluralista viene
siendo revisado desde hace varios años por el Vaticano, en particular por la Sagrada Congregación
para la Doctrina y la FE, puesto que se le mira con
recelo al calificarla de reduccionista. Inspirados
en esta vigilancia de la doctrina recientemente la
Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de
la Conferencia Episcopal de España, “encargada
de asistir a los Obispos en su tarea de tutelar y
promover la doctrina cristiana”, hizo una nota de
condena a la obra de uno de estos teólogos que
vive en Centro América y que aporta sus reflexiones en este contexto.
Al respecto la nota de condena afirma que los
presupuestos metodológicos del mencionado autor, conducen a hacer afirmaciones “incompatibles con la fe de la Iglesia católica” y subrayan las
siguientes:
32
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
“…la negación del realismo de la Encarnación, presentada como “«teologúmenon»,
metáfora, mito, símbolo” (p. 173), de la Preexistencia del Logos (p. 189) y de la Mediación salvífica única y universal de Cristo y
de la Iglesia; la contraposición entre “el cristianismo del Cristo dogmático” y “el cristianismo del Evangelio del Reino de Dios y del
seguimiento de Jesús” (pp. 171-172); la negación de la voluntad fundacional de Cristo
respecto a la Iglesia (p. 119); la comprensión
inmanentista de la Revelación, entendida
como “un caer en la cuenta” de lo que Dios
va obrando; la consecuente equiparación de
la Revelación sobrenatural a las “revelaciones” de otras tradiciones religiosas (pp. 8191); la ruptura entre el Reino de Dios y la
Iglesia; o, la reducción de la religión a la ética, entendida como justicia y respeto al otro
(pp. 195-209)”.15
La nota es concluyente sobre la “negación de la
verdad sobre Cristo, el Hijo de Dios encarnado, y
de la originalidad del cristianismo” de esta perspectiva teológica de Vigil, llegando finalmente a
decir que,
15
Comisión Episcopal para la Doctrina de la FE, de la Conferencia Episcopal de España. Nota sobre el libro del Rvdo. P.
José María Vigil, CMF. Teología del pluralismo religioso. Curso sistemático de Teología Popular, Ediciones El Almendro,
Córdoba 2005, Madrid 2008. Pp. 389.
33
Sacralización y TerriTorialidad
“…Como consecuencia de todo lo anterior, el
P. Vigil propone una “espiritualidad del pluralismo religioso” caracterizada por reconocer
el “pluralismo de derecho” (la pluralidad de
religiones es querida positivamente por Dios:
p. 319), manifestar gran desconfianza ante las
“actitudes de privilegio o exclusividad” del
cristianismo (pp. 319-321), abrirse a la complementariedad (pp. 321-322) y promover un
nuevo espíritu misionero (pp. 322-324). La misión -según el autor-, debe entenderse como
«un impulso hacia los demás pueblos y religiones, para compartir con ellos -en ambas
direcciones- la búsqueda religiosa» (pp. 323324)”.16
Frente a la teología del pluralismo religioso, en
la cual se propone hacer el diálogo entre cristianismo y religiones indígenas en América Latina,
emerge el miedo institucional, más cuando estos
conceptos se ponen al alcance de la comunidad;
por eso la nota de la referencia concluye:
“La gravedad de los errores contenidos en este
libro, unida a su carácter divulgativo, hacen
de esta obra un instrumento especialmente
dañino…”El fin de la presente Nota es precisamente fortalecer la vida de los fieles en la
confesión gozosa y humilde de Jesucristo, y
rechazar lo que la daña, porque no hay bajo
16
Idem
34
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
el cielo otro nombre dado a los hombres por
el que nosotros debamos salvarnos (Hch. 4,
12)”.17
Como se evidencia, el cristianismo, en este caso
en su expresión católica romana, intenta ponerse
a tono con la realidad contemporánea del diálogo, pero su institucionalidad sigue presa de su
pensamiento colonialista, haciendo de éste un
elemento consustancial a su existencia, lo que
emerge desde el momento de su adhesión al imperio romano, a partir del cual su expansión o
crecimiento se ha caracterizado por ir a la par de
los procesos de invasión de occidente, ya sea en
la conquista de América, o en los repetidos hechos de colonización de África, Oceanía y en los
espacios que ha logrado penetrar en Asia, caso
específico de Filipinas.
Ha encontrado siempre en esta práctica una oposición entre las categorías de la cristiandad y lo
no cristiano, o, como lo ha denominado de antaño la misma institucionalidad católica, lo pagano.
Hecho que enmarca de forma global la manera
como Occidente ha asumido la relación con esos
otros o no occidentales.
En tal sentido, en los últimos tiempos se ha recalcado la idea y la práctica del multiculturalismo que, intenta superar la destrucción de los
otros para pasar a una aceptación de la convi17
Idem
35
Sacralización y TerriTorialidad
vencia mediante la tolerancia, pero donde al
final el modelo a integrarse es la racionalidad
occidental.
En otros términos, emulando el discurso de la
teología católica, lo de los otros ya no es malo o
“demoniaco”, pero si es insuficiente para llegar
a ser verdaderamente humanos, o, dicho de otra
manera, se “salvan” pero por la mediación de la
figura de Cristo; lo que equivale a decir que se
humanizan si finalmente salen de la racionalidad
mítica y pasan a la lógica occidental, la cual encubre finalmente su propia mitología.
En consecuencia, a pesar de lo que Eliade consideraba se había superado de concebir el pensamiento de las llamadas sociedades primitivas
como “prelógico”, este imaginario sigue presente en muchos escenarios, razón por la cual hoy
se hace necesario reafirmar tal convicción, pues
su lenguaje mítico y sus expresiones rituales de
vinculación a la “madre tierra” se tornan en fundamento de una lógica desde el ángulo de lo sagrado, que soporta su existencia como sujeto colectivo en tanto etnias, o pueblos.
Por ello, siguiendo el enfoque de Eliade sobre
la sacralización como afirmación de la realidad
del tiempo y del espacio, hoy más que nunca el
análisis de las manifestaciones de las religiones
propias de los pueblos originarios de América,
se constituye al tiempo que generación de conocimiento sobre estas culturas, en una plataforma
36
El simbolismo y lo sagrado en Mircea Eliade
política para garantizar su pervivencia en cuanto
sujetos colectivos de derecho, pues su perspectiva de lo sagrado engloba la existencia, de tal
manera que allí se ancla su modo de ver el mundo y por consiguiente la matriz de la producción
del conocimiento y de la organización de la sociedad.
En otras palabras, es reafirmar la lógica pagana frente al mundo cristiano-occidental, como
lo plantea Marc Augé, para quien el paganismo
“acoge la novedad con interés y espíritu de tolerancia; siempre dispuesto a prolongar la lista de
sus dioses, concibe la suma y la alternancia, pero
no la síntesis. No hay duda de que ésta es la razón más profunda y duradera de su incompatibilidad con el proselitismo cristiano: nunca ejerció la
práctica misionera”.18
Desde esta clave los conceptos desarrollados por
Eliade para analizar las religiones, concretamente
la noción de lo Sagrado, el Simbolismo Religioso
y su método hermenéutico, adquieren más que
vigencia para hacer este diálogo que, si bien parte
de las manifestaciones religiosas de los pueblos
aborígenes, ellas son al mismo tiempo el espectro
del diálogo intercultural que finalmente ha de ser
un diálogo de saberes en todos los campos del
conocimiento.
18
Augé, Marc. Op. Cit. Pág.17
37
Sacralización y TerriTorialidad
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40
ESPIRITUALIDAD Y TERRITORIO
Martha Janeth Pérez Jiménez1
Para la realización de esta reflexión se hizo un
diálogo con comunidades indígenas de Chocó,
para lo cual se formuló la siguiente pregunta central: ¿Dónde reside la fuerza de los pueblos indígenas Êpera y Cuna Tule del Chocó para defender
el territorio?
“…Cada planta y cada árbol tenía un papel
importante, y todos vistieron con sus mejores diseños y colores a la gran Madre; cada
uno traía sus bastones y collares multicolores
que embellecieron a la Madre Tierra…” (Mito
Creación Cuna Tule)
Los territorios de ocupación ancestral de los pueblos indígenas sufren una continua amenaza,
la cual cambia de responsables según la época
y el contexto y va desde la invasión de los conquistadores procedentes de Europa, quienes “se
1
Estudiante de Antropología de la Fundación Universitaria
Claretiana. Agente de Pastoral Indígena.
41
Sacralización y TerriTorialidad
apoderan del territorio sometiendo a sus dueños
verdaderos”, pasando por la invasión del criollo
quien “depone al europeo y le niega los derechos
especiales a la población indígena”, luego la invasión del Estado colombiano con la “usurpación
de territorios ante la ampliación de la frontera
agrícola”, y actualmente, la invasión del capital
mundial hecha por los europeos y estadounidenses “convirtiendo a los Pueblos Indígenas en
museos vivientes o en guardabosques de reservas
naturales” sin importarles sus proyectos de vida.2
De este actuar se da fe en la mitología Cuna Tule:
“Estos hombres al principio comenzaron a vivir bien y estaban pendientes del cuidado de
la naturaleza, pero poco a poco comenzaron
a desobedecer los mandatos de los creadores,
a competir entre ellos y ver quién era el que
tenía más poder, más sabiduría, más astucia;
comenzaron entonces a maltratar a la Madre
Tierra, a sonrojar su rostro”.
Para hallar elementos que le dan fuerza a los pueblos indígenas del Chocó en la defensa territorial
frente a tantas y continuas agresiones ya sea por
la minería, la tala indiscriminada de los bosques,
2
Las palabras resaltadas en comillas son tomados del documento presentado por Jesús Flórez López en la Audiencia sobre minería ante la Cámara de Representantes de Colombia
en Bogotá, titulado Minería inconsulta en el Chocó en abril
30 de 2009.
42
Espiritualidad y territorio
los cultivos de uso ilícito, la presencia de actores
armados, los bombardeos, la construcción de hidroeléctricas, de carreteras, la instalación de minas explosivas, el derramamiento de sangre sobre
la tierra de “todos”, como ellos la llaman, es necesario partir del sentido que se le da a la tierra.
Para ello me apoyo en las palabras de personas
mayores, líderes de las organizaciones indígenas,
estudiosos de la lengua Êpera y Cuna tule, quienes con sabiduría y producto de procesos de reflexión y de defensa territorial guían este escrito.
La concepción de la tierra como la madre tiene
un significado mayor que el que alcanzamos nosotros a imaginar, porque sobrepasa el sentido y
definición de lo que la palabra madre contiene.
Esto lo podemos apreciar en las palabras de un
integrante del pueblo Cuna Tule:
“la madre tierra nos ama más que nuestras
propias madres, porque mi madre me tuvo en
su vientre y luego muy temprano se marchó a
la morada de los creadores, cuando apenas mi
vida estaba floreciendo; pero la madre tierra
siempre está presente en todo momento: antes de la concepción, en el vientre de nuestras
madres, cuando llegamos a este espacio de la
tierra, y ella nos seguirá acompañando cuando
emprendamos el viaje de regreso a la morada
de nuestros creadores, a nuestra gran casa”.3
3
Abadio Green Escócel, Tesis de Doctorado.
43
Sacralización y TerriTorialidad
Esta visión de madre hace que el territorio habitado y no habitado por los pueblos indígenas tome
el valor de sagrado, de sostén del futuro y fundamento de origen en el que está la esencia de la
vida, el lugar donde se trabaja, se tejen los canastos, se aprende la medicina tradicional, se habla
la lengua materna, se siembra, se caza, se pesca,
se danza, se canta, se cura, se toma la chicha, se
hace la minga y el trueque porque es la casa de
los antepasados, de las generaciones presentes y
futuras.
El aspecto sagrado del territorio echa sus raíces
en el mito de creación del pueblo Êpera, de esta
manera:
“nuestros padres empezaron a construir los
mundos y empezaron por la tierra, pero era
tan complicada que llevo mucho tiempo en
crearla, hasta que de tanto intento, perseverancia, paciencia y esfuerzo se pudo terminar la obra, pero a la obra que creía haber
terminado le faltaba algo que no permitía
parir a la tierra, su proyecto era ver germinar, ver brotar de su cuerpo las diversidad
florística”.4
También se ve reflejado en el pensamiento del
pueblo Cuna Tule:
4
Mito de creación del Êpera, Baltazar Mecha Forastero, Asesor Asociación OREWA
44
Espiritualidad y territorio
“Después del nacimiento de la Madre Tierra,
los creadores se dispusieron a reverdecer su
cuerpo desnudo; todos los árboles, plantas y
flores fueron distribuidos por toda la faz de la
Tierra, que así fue robustecida por la presencia
de estos seres maravillosos y amables. Unos
eran erguidos, otros bajos, algunos robustos,
otros más pequeños”.5
La reflexión lingüística del pueblo Cuna Tule analiza con mayor profundidad el significado de la
tierra, a la que llaman de diversas maneras, entre
ellas Nabba:
“Na significa totuma, pero al duplicar la misma palabra na na significa “madre”; ba (ali)
indica la marca de compañía “vino con alguien”; entonces nabba en términos generales
vendría de las palabras: nanba ali: “vino con
la, claramente que “la Tierra vino de la Madre,
del vientre de su Madre grande, donde nació
y se formó la vida de la tierra, por eso la Tierra
también es Madre”.6
Lo anterior denota que el territorio le fue entregado al pueblo indígena por sus seres creadores para
que en este desarrollaran su vida con libertad. De
aquí se desprende el concepto de territorialidad
5
6
Mito de creación del Cuna tule, Abadio Green Escócel, Estudioso Pueblo Cuna Tule
Abadio Green Escócel, Talleres diplomado lingüística realizados en la FUCLA, Quibdó-Chocó.
45
Sacralización y TerriTorialidad
como una construcción cultural y espacio de comunicación entre los distintos mundos, tal como
lo señala la mitología propia y de manera particular el Mito de Creación Êpera:
“nuestros padres creadores de los mundos se
convirtieron en sol y luna y se completo la
creación de los cinco mundos: donde vivirán
los seres integrante del ser Êpera.
El mundo de los Êpera = mundo de gente
El mundo de los Chiambera = mundo de la
espiritualidad, de conversión
El mundo de los Ãgosothorro = mundo de las aves
El mundo de los Amuqararã = mundo de los
sin ano
El mundo de los Pido = mundo de los animales
cuadrúpedos
Tachi ãqore, tse tse, tata y phapha o nana =
son los dueños de los mundos de la totalidad,
el poder energético de nuestros creadores atraviesa todos los mundos y por ende una comunicación con todos los seres de los mundos”.
En consecuencia, el territorio para los pueblos indígenas del Chocó “es el soporte existencial de la
vida y enmarca los contenidos de la política de
identidad cultural”.7
7
Tomado del libro Autonomía Indígena en Chocó de Jesús
Flórez López, publicado en 2007.
46
Espiritualidad y territorio
Estos pueblos tienen elementos fuertes y claros
para significar y simbolizar la tierra como el territorio tanto a partir de sus construcciones simbólicas como en su construcción organizacional. Así
mismo, elementos y herramientas de poder a la
hora de realizar la ancestral defensa y exigibilidad
de sus derechos como pueblos milenarios ante las
sociedades no indígenas.
A partir de las voces de los líderes y defensores de
los derechos de las comunidades, se puede corroborar e identificar los elementos en los que reside
la fuerza de cada pueblo indígena para permanecer en el territorio y defenderlo:
“es en la Unidad con la naturaleza, las plantas,
las montañas, el aire, el viento de los árboles,
el sonido del agua y del río, el silbido de las
aves, el canto de los animales como el mono,
el mico, en los diferentes animales diurnos y
nocturnos donde hallamos la fuerza. Esta unidad no es solo de personas”. “También en la
Organización, si todos tienen buenos líderes
de corazón, pensando en que todos somos seres vivo, con derecho a vivir en paz, en tranquilidad, si esto falta, todos estamos preocupados”. “Unidad es que todos nos sintamos
como iguales, que nadie se sienta más que el
otro porque genera debilidad. Un líder que
piensa en lo originario, en los principios del
Êpera, no tiene debilidad, pero si piensa en lo
ajeno, si piensa como humano se pierde. Si
47
Sacralización y TerriTorialidad
todos pensamos en el mismo camino y en defender lo nuestro no nos perdemos”.8
La convicción del mencionado lider es fruto del
arduo trabajo de resistencia frente a megaproyectos de la zona Norte, como carreteras e hidroeléctricas, que originaron su desplazamiento fuera de
su comunidad de origen.
El tomar como apoyo las reflexiones de los ancianos Cuna Tule permite interpretar más profundamente acerca de aquellos seres vivos de los cuales
habla Carupia en su aporte: “el papel del agua
sigue siendo fundamental, pues es a través de ella
fluye la vida como en la placenta”, así mismo, reafirmar la entrañable relación no solo durante la
vida sino posterior a ella entre el Pueblo Indígena
y la naturaleza:
“cuando uno siembra más árboles de distintas
especies, uno está asegurando muchos protectores, defensores que nos ayudarán cuando
lleguemos al reino de Nana y Baba, porque
ellos y ellas facilitarán que podamos entrar a
la morada de los creadores”.9 Porque como lo
afirma el investigador “la referencia al territorio y control, no está limitada a la propiedad
reconocida por el estado, sino que incluye
los otros lugares de posesión y uso ancestral;
8
9
Palabras del líder Êpera Ea pida OscarAlberto Carupia Domicó de la comunidad Chidima, Unguía.
Palabras del Sagla Ospino Pérez de la comunidad Cuna Tule
de la comunidad de Muladubbu
48
Espiritualidad y territorio
resguardos, áreas poseídas en forma regular
y permanente por una comunidad que forma
parte de su hábitat y en la cual desarrolla su
vida social, económica y cultural. Todos los
campos donde estén viviendo los pueblos pertenecientes a la organización indígena”.10
También lo ratifica un sociólogo del Pueblo Embera Do pida, estudioso del tema de territorio,
quién en diálogo indicó:
“Lo fundamental para realizar la defensa territorial, es la autonomía, el control social, el
conocimiento y los valores ancestrales que las
comunidades tienen para hacerlo. La autonomía porque es la que le permite a las comunidades hacer el control y la defensa del territorio. Este territorio, no es visto solamente como
la esfera terráquea, sino que implica valores
ancestrales que allí están contenidos. Por esto
es que se le llama madre tierra, porque para
que haya pervivencia o supervivencia de los
pueblos indígenas, tiene que haber una conexión entre el hombre y la naturaleza. Esto
ayuda a tener establecer lazos o apego fuerte
al territorio. A nivel jurídico para la defensa
territorial, existen convenios, la ley de origen,
el derecho mayor, la construcción de conocimiento propio, los saberes, sitios sagrados, el
jaibanismo, los valores que culturalmente y
10
Flórez López Jesús Alfonso, Op cit.
49
Sacralización y TerriTorialidad
socialmente tienen mucho significado para los
pueblos. También desde la constitución política de Colombia existen artículos a favor para
esta defensa, los resientes Autos donde se privilegia la protección a estos pueblos con enfoque diferencial. Estos convenios y leyes sirven
de apoyo para la defensa de la ley de origen
y el derecho mayor. La gobernabilidad de los
pueblos indígenas está sustentada en cómo las
Autoridades propias, las organizaciones, los
cabildos mayores, asumen una responsabilidad amparados en la ley de origen. El derecho
mayor y la constitución para la defensa de los
derechos colectivos. La gobernabilidad y el
control social se hacen desde la autonomía,
les da a los pueblos los elementos y la fuerza
para su defensa”.11
En otras palabras:
“Con dolor y con miedo, con vida y esperanza,
los pueblos del Chocó enfrentan y resisten a las
fuerzas de la muerte. Por los ríos y por los montes se multiplican las comunidades que apoyadas
en sus espiritualidades y ancestros, deciden permanecer en el territorio y fortalecer sus procesos
organizativos. La resistencia se hace perceptible a
través de: La memoria de los hombres, las mujeres
y los niños, indígenas, negros y mestizos que han
11
Palabras de Omer Andrade Casamá, Embera Do pida de Riosucio Chocó.
50
Espiritualidad y territorio
dado su vida en defensa del territorio. El ejercicio
del gobierno propio, control social y el control
territorial como práctica de poder popular y formación de autónoma de auto gobierno los hace
fuerte e invencibles.” (Moncada. 1986, pág. 40).12
Es en estos espacios sagrados donde según el pensamiento Êpera la vida nace, crece, se reproduce
y no muere sino que se transforma; es donde beben la sabiduría de la naturaleza para afirmar que:
“Después de las plantas y de los árboles, vinieron distintas especies de animales a la tierra; cuando llegaron, los creadores ya habían
mandado todo tipo de alimentos para que no
pudieran pasar hambre, todo lo habían hecho
con perfección y establecieron normas para
que pudieran vivir en armonía con la Madre
Tierra. Las plantas de la naturaleza son nuestras hermanas y hermanos; todos nosotros dependemos de ellas, son quienes nos dan fuerza
y tranquilidad; sabemos que sin las plantas, la
vida en el planeta tierra sería la muerte, futuras
generaciones pudieran aprender el equilibrio,
el respeto y la armonía de estos seres, pero sobre todo su amor hacia ella”.
12
Tomado de Convenio entre Pastoral Social Diocesis de Quibdó y Departamento de Sociología de la Universidad de Antioquia, Sistematización de la experiencia e impactos de la
minería en Territorios de las organizaciones: Cocomopoca y
Asociación Orewa en el Alto Atrato, (Omer Andrade Casamá,
2012).
51
Sacralización y TerriTorialidad
Y son cada uno de los elementos explícitos e implícitos -unos se deducen con la razón y la reflexión, otros con la fuerza del espíritu o del corazón- los que entrelazan la vida de los Pueblos
Indígenas con la naturaleza, el territorio, la madre
tierra y cada uno de los seres vivos y humanos
que la habitan, porque su lucha milenaria se centra en la recuperación, defensa, reivindicación,
sanación, armonización y respeto. Es esta la razón fundamental de la organización y es a través de ella que se defiende la vida, la cultura y la
identidad como Pueblo.
De ahí la gran responsabilidad que asumen como
cuidadores y guerreros milenarios en la defensa
y protección de cada ser vivo y de cada espacio
vital, sin considerarse más que cada elemento de
la naturaleza sino parte de ella:
“Después de haber creado a los árboles, las
plantas y todos los animales, Baba y Nana enviaron a los primeros hombres y a las primeras
mujeres a esta tierra, con el mandato de cuidar toda la creación. Ello no significaba que
deberían sentirse por encima de otras criaturas, ni sentirse más poderosos que la naturaleza, al contrario, debían ser humildes y que
su sabiduría la emplearan para defender todo
lo que existe sobre la tierra; que sintieran que
son parte de ella, que son sus hijas e hijos.
Sobre todo se les recordó que las plantas y los
animales fueron los primeros en llegar, por lo
52
Espiritualidad y territorio
tanto eran sus hermanas y hermanos mayores,
a quienes les deberían respeto y obediencia”.
Así fue que la tierra fue poblada, su rostro
de madre mostraba la alegría y su corazón se llenaba de satisfacción. Junto con
los vientos y las nubes todos danzaron de
satisfacción ya que estaban inaugurando
la vida en la tierra con los olores y colores
de la madre naturaleza; de esta forma ya
estaban listos para recibir a los primeros
seres humanos que cuidarían a este bello
lugar, a nuestra morada, la Madre Tierra.
(Mito de creación Cuna Tule)
53
SACRALIZACIÓN Y
PROFANACIÓN DEL TERRITORIO
AFROCOLOMBIANO
PERITAZGO ANTROPOLÓGICO1
Jesús Alfonso Flórez López
Introducción
El caso Marino López y Otros (Operación Génesis)
acontecido entre el 24 y 27 de febrero de 1997 en
la denominada “Cuenca del río Cacarica”, perteneciente al municipio de Riosucio, ubicado en el
norte del departamento de Chocó-Colombia, ha
exigido el levantamiento de algunas pruebas de
tipo pericial, una de las cuales se presenta a continuación, desde el ángulo de la antropología.
De acuerdo a lo solicitado por los representantes
del presente caso, este peritazgo tiene como objeto “un estudio antropológico, de las comunidades
desplazadas de la cuenca del río Cacarica sobre
las especial relación que tiene para ellas el territorio, y sobre las afectaciones colectivas que el
1
Investigación hecha como peritazgo antropológico presentado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el
11 de febrero de 2013, en la Audiencia de la demanda contra
el Estado Colombiano por el caso de Marino López y Otros
(Operación Génesis).
55
Sacralización y TerriTorialidad
conflicto armado y el desplazamiento forzado ha
ocasionado a las víctimas del presente caso y sobre las reparaciones necesarias para reparar este
daño”.
Para el logro del referido propósito se hizo un trabajo de campo que consitió en visitar los asentamientos de “Nueva Vida” y “Nueva Esperanza en
Dios”, al igual que se realizaron recorridos por los
ríos que conforman la mencionada Cuenca del
Cacarica. Lo propio se hizo en asentamientos de
población desplazada provenientes de la misma
cuenca, así como de otros afluentes del río Atrato
pertenecientes al municipio de Riosucio, localizadas en la ciudad de Turbo (Antioquia).
La observación de tales comunidades, las entrevistas y la cartografía comunitaria, fueron las
herramientas empleadas para la obtención de la
información.
Previo a este estudio local se tiene la experiencia
personal de trabajo con las comunidades afrochocoanas y pueblos indígenas de la gran cuenca del
Atrato -a la cual pertenece la cuenca del río Cacarica- desde el año 1989 hasta el presente, tiempo
en el cual he podido observar los procesos de la
afirmación del derecho de autodeterminación de
los nombrados sujetos colectivos, así como sus
transformaciones por efecto del conflicto armado
que, desde el año 1996, se ha agudizado en el
departamento de Chocó y en la región de la costa
Pacífica en general.
56
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
1. El Sujeto
Las comunidades asentadas a lo largo y ancho
de la cuenca del río Cacarica se autoidentifican
como “Afrodescendientes”, sin tener en cuenta
que la pigmentación de su piel sea el factor determinante en dicha definición, sino en tanto se
sienten partícipes de una historia común vinculada, de diversas formas, al proceso de esclavización de la colonia europea.
Al margen de las discusiones académicas que produjo el surgimiento de dicho concepto propuesto por la socióloga brasileña Sueli Carneiro, en
1996, en este informe se parte de lo que asumió
la Conferencia de los Estados de América contra
la el racismo, realizada en Santiago de Chile en
el año 2000, según la cual el “afrodescendiente
es aquella persona de origen africano que vive en
las Américas y en todas las zonas de la diáspora
africana por consecuencia de la esclavitud”.2
Esta población de origen africano fue llevada en
condición de esclavitud al departamento de Chocó, ubicado en la costa Pacífica de Colombia, fundamentalmente para la explotación minera.
La proyección del poblamiento del Pacífico estuvo asociada al declive de la minería en la re-
2
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La situación de las personas Afrodescendientes en las Américas. OEA
/Ser L/V/II. Doc. 62 5 diciembre 2011. Versión Digital. Párrafo 19.
57
Sacralización y TerriTorialidad
gión fronteriza de carácter montañoso, Antioquia,
como lo afirma claramente el historiador Germán
Colmenares:
“El período de la conquista, entre 1536 y 1550,
estableció una primera frontera y varios distritos mineros en su interior cuyo agotamiento,
asociado a la extinción de los habitantes indígenas, se produjo hacia 1570. Las conquistas
de Gaspar de Rodas abrieron un nuevo horizonte a partir de 1580 con el hallazgo de los
yacimientos de Cáceres y Zaragoza. Las riquezas de los aluviones del Río Nechí atrajo a los
habitantes de Remedios quienes hacia 1590
mudaron la ciudad hacia esa zona y tropezaron con filones excepcionalmente ricos. Unos
cuarenta años más tarde, cuando la decadencia de estos yacimientos era ya indudable, se
emprendió la apertura de la frontera del Pacífico”.3
Esta apertura estuvo acompañada de un largo proceso de “pacificación” o sometimiento de los indígenas citaraes y noanamaes, con lo cual implicó hacer reiterados intentos de ocupación militar:
“Los gobernadores de Popayán asociaban sus
funciones administrativas a la gestión de negocios mercantiles y a la explotación de minas.
3
Colmenares Germán. Historia Económica y Social de Colombia. 1537-1719. Editorial la Carreta. Bogotá 1978. Pág.
252
58
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
En compañía de notables de Cali y de Popayán
buscaron varias veces ocupar militarmente el
Chocó. Este interés condujo una vez más, en
1628, al gobernante Bermúdez de Castro a intentar una guerra de conquista y a propender
capitulaciones a la Corona”.4
Este intento no logró tener éxito y el dominio territorial se concretó hacia 1670, año en el cual ya
se pudo implantar el poblamiento de africanos.
Desde aquel entonces empezaron los asentamientos de población africana en una doble dirección:
de una parte del sur hacia el norte, dirigido por
la gobernación de Popayán, fundando el poblado
de Nóvita en la cuenca del río San Juan, y desde
Antioquia en dirección oriente-occidente en la región media del río Atrato y de allí hacia el norte.
Así, las cuencas de estos ríos se constituyeron en
las líneas de mayor poblamiento de origen africano en Chocó.
La posibilidad de esta apertura hacia Chocó reactivó la comercialización de la gente sometida a
la esclavitud, y ya para principios del siglo XVIII
se constata que en el Chocó la población negra
alcanzó los setecientos, la mayor parte de ellos
distribuidos por pequeños propietarios. De acuerdo con los reportes de la compañía inglesa de los
Mares del Sur, que comercializaba esclavos, estos
llegaron a 3.000 entre los años de 1727 y 1730.
4
Idem. Pág. 263
59
Sacralización y TerriTorialidad
Tan sólo siete años después, para 1740, el número
reportado fue de 10.000.5
Este largo camino de esclavización se dió hasta
mediados del siglo XIX, cuando el 21 de mayo de
1851 se decretó la abolición de la esclavitud, momento a partir del cual se crearon nuevos asentamientos de forma autónoma, por lo que llegaron
a habitar otros escenarios a lo largo de las tres
grandes cuencas hidrográficas del departamento
de Chocó: San Juan, Baudó y Atrato. En esta nueva condición se desarrolló una mayor apropiación de este territorio de bosque húmedo tropical,
se establecieron intercambios culturales con los
pueblos indígenas, quienes, según lo reflejan los
vestigios arqueológicos, habitan este espacio desde hace 3000 años antes del presente.6
A mediados del siglo XX los afrodescendientes de
Chocó consolidaron el poblamiento del departamento, siguiendo la tradición de construcción
de asentamientos por troncos familiares. Este es
el caso de grupos de parientes que salieron de la
zona del río Baudó y se fueron a instalar en el
cauce bajo del río Atrato y en la frontera con Panamá, como lo testimonian muchas personas, en
todos los afluentes, como acontece con las cuencas de los ríos Salaquí, Truandó y Cacarica.
5
6
Idem. Pp. 290-291
De acuerdo a las investigaciones realizadas por el antropólogo Reichel Doltatoff.
60
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
Posteriormente, hacia los años sesenta y setenta
del siglo XX llegaron a esta misma área del bajo
Atrato, específicamente a la cuenca del río Cacarica, grupos de familias procedentes de la región
vecina del departamento de Córdoba, quienes se
integraron en la convivencia con los afrodescendientes que ya habían poblado dicha subregión, a
tal punto de que todos se indentifican en la actualidad como afrodescendientes de la cuenca del
Cacarica.
2. El Territorio
La subregión del bajo Atrato, en donde se encuentra la cuenca del Cacarica, hace parte de la gran
región de la costa Pacífica denominada también
Chocó Biogeográfico o Biopacífico, dado que sus
características biofísicas son similares en el litoral
Pacífico de los departamentos de Nariño, Cauca,
Valle y Chocó, incluyendo sectores de los departamentos de Córdoba, Antioquia y Risaralda. Más
aún esta formación geofísica es compartida por
una porción de Panamá, en el Darién, y por el
Noroeste de Ecuador.
Este amplio territorio habitado mayoritariamente
por Afrodescendientes y pueblos indígenas, se
caracteriza por ser de tierras bajas en las que se
concentra un bosque húmedo tropical, considerado por diversos autores como la región de más
alta biodiversidad del planeta por unidad de Área,
en razón de “la diversidad de paisajes y de for61
Sacralización y TerriTorialidad
maciones vegetales incluye desde las estuarinas
con varios tipos de manglares, pasando por las
extensas zonas dominadas por guandales, hasta el
bosque de colinas bajas y medias que constituyen
la expresión forestal”.7
En su interior confluye la existencia de minerales tales como oro, bausita, platino, cobre y
las denominadas “tierras raras”, como las que
se encuentran en el Batolito de Mandé Norte;
junto a lo cual emerge la variedad de flora y
fauna, con una considerable cantidad de especies endémicas. En la flora se constatan 4.525
especies con más de 30 géneros; en la fauna
el Chocó Biogeográfico contiene, con relación
a Colombia, el 41 % de mamíferos, el 43% de
aves, 38% de reptiles, 21% de anfibios, 19% de
los peces de agua dulce8, sin hacer referencia a
los invertebrados.
A lo anterior se le suma la alta pluviosidad concentrada en el centro de Chocó, considerada
la más alta del mundo, llegando a registros de
13.300 mm anuales, lo cual alimenta la red hidrográfica compuesta en este departamento por
tres grandes cuencas, como se anotó antes, los
ríos San Juan y Baudó que vierten sus aguas al
7
8
Rangel-Ch J Orlando. La biodiversidad en Colombia. Revista
PALIMPSESTO. De la Facultad de Ciencias Humanas de la
Universidad Nacional de Colombia. Pág. 298.
Idem Pág. 300.
62
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
océano Pacífico y el Atrato que hace lo propio
al oceáno Atlántico en el denominado “Golfo de
Urabá”. Por lo tanto, esta zona del Bajo Atrato es
un área de gran valor geoestratégico al servir de
puente natural entre los dos océanos, Atlántico
y Pacífico.
La importancia y el valor de esta biodiversidad es
reconocida por el mismo Estado colombiano, tal
como se constanta en la resolución que otorgó el
título colectivo a los 23 asentamientos o comunidades de afrodescendientes -conocidos por la ley
70 de 1993 como “Comunidades Negras”- en la
cual se afirmó:
“El área donde se ubica el territorio objeto de
la solicitud de titulación es la región del Choco Biogeográfico, específicamente la cuenca
del bajo Atrato Chocoano, considerada dentro de la política ambiental nacional como un
ecosistema estratégico que debe ser conservado, porque los valiosos recursos genéticos y
de Biodiversidad que hoy existen en esta zona
constituyen bienes públicos vitales para el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades allí asentadas, para el desarrollo del
país y del futuro de la humanidad”.9
9
Instituto Colombiano de la Reforma Agraria. Resolución
00841 del 26 de abril de 1999, con el cual se otorga el Título
Colectivo al Consejo Comunitario de la Cuenca del Río Cacarica. Bogotá. Pág. 7.
63
SACRALIZACIÓN Y TERRITORIALIDAD
Cartografía del territorio
Ubicación de las comunidades antes del
desplazamiento10
10
Mapa publicado en: CAVIDA. SOMOS TIERRA DE ESTA TIERRA. Memorias de una resistencia civil, noviembre de 2002
64
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
Territorios étnicos del Choco biogeográfico
65
Sacralización y TerriTorialidad
Ubicación actual de las zonas humanitarias11
3. Cultura y Territorio
El presente informe parte de la definición de Cultura como el proceso de humanización de nuestra
especie, en tanto que es el proceso de construcción de sentido de cada colectivo en su respectivo
contexto histórico.
Este proceso transcurre en las relaciones establecidas entre los sujetos, el espacio y el tiempo; de
ahí que este reporte se centrará en el rol que tiene
la variable Espacio para la cultura de la población
afrodescendiente de la cuenca del río Cacarica.
Como ya se ha expuesto, el origen de estas comunidades es el fruto de un hecho violento, es decir,
el rapto masivo de África que hicieron los colo11
Mapa elaborado por Fidel Mingorance.
66
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
nizadores europeos en el siglo XVI, por lo que su
ubicación en el espacio hoy denominado Chocó
Biogeográfico no fue el resultado de una decisión
propia, sino la imposición de unos mercaderes de
humanos que buscaban el capital de aquel entonces, representado en el oro. Sin embargo, una vez
se estabiliza su estancia en esta región, emerge
un proceso de adaptación a este medio, con el
inevitable acervo cultural que traían de sus territorios originarios, pues, como lo afirman diversas
investigaciones,
“Un análisis de los lugares de procedencia de
los negros de cuadrillas del Chocó, en 1759,
permite deducir que el origen del mayor número de los esclavos procedía, en primera
instancia, de la confederación de los Ashanti
(28,7%) y, probablemente, gente de los grupos Akn y Fanti, de los grupos Ewe-Fon del
Dahomey y Yoruba de Benín (19%), y de los
reinos Bantúes del Congo y Angola (16,3%).
Otros esclavos procedían, en menor escala, de
los territorios de los antiguos reinos de Malí
(4,1%).12
Este proceso de adaptabilidad condujo a la apropiación de dicho espacio para afianzar su poste-
12
Enrique Sánchez, Roque Roldán y María Fernanda Sánchez.
Derechos e identidad. Los pueblos indígenas y negros en
la Constitución política de Colombia de 1991. Capítulo II.
Antecedentes históricos de poblamiento. Santafé de Bogotá:
Disloque Editores, 1993, pp. 141-142.
67
Sacralización y TerriTorialidad
rior poblamiento autónomo, el cual se ha caracterizado por las diversas estrategias de su uso así
como de formas de representación.
En efecto, en el proceso de apropiación del espacio han estado presentes las relaciones interculturales con los pueblos indígenas, que han posibilitado el intercambio de conocimientos sobre el
territorio y de prácticas rituales, así como también
han surgido tensiones que han configurado prejuicios y desconfianzas mutuas.
En los múltiples diálogos sostenidos con afrodescendientes del río Atrato, y en particular con los
habitantes de la cuenca del río Cacarica, se puede
apreciar que para ellos el entorno es considerado
como un “Territorio”, en tanto en él encuentran el
conjunto de elementos que hacen posible la pervivencia y el crecimiento como grupo humano.
La interacción con dicho espacio los ha llevado a
entender que en él están presentes las condiciones para constituirse como sujetos.
De acuerdo al pensamiento de ellos el territorio
es un ser vivo, que siente como los humanos, en
donde están presentes múltiples seres espirituales
que en ocasiones generan temor y en otros momentos proveen protección. Por esta razón el territorio se comunica permanentemente, a través
de los “avisos” que envía por medio de múltiples
señales, antes las cuales la comunidad afrodescendiente está atenta para interpretar qué está
comunicando, para responder mediante la utili68
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
zación adecuada del mismo, incluso identificar
los momentos y circunstancias en que no se debe
trabajar. Esta percepción hace que el conjunto del
espacio sea visto como un territorio cargado de
sacralidad, con el cual se establece una relación
mediada por el ritual.
3.1 Territorio Sacralizado y Ritual
De la tradición cultural compartida con los indígenas Embera, se encuentra en los afrodescendientes de Chocó dos rituales que ponen de
manifiesto su vinculación ancestral y filial con el
territorio, los cuales se describen a continuación:
• Enterrar el Ombligo
Una vez se presenta el parto, se procede a enterrar el ombligo del neonato, con lo cual se pone
de manifiesto que el ser humano es una prolongación del territorio, y al mismo tiempo se marca
el origen de cada sujeto, que señala a su vez el
regreso a ese mismo lugar una vez se muera la
persona, generando así el vínculo entre ser humano y territorio a lo largo del ciclo vital.
• La Ombligada
Después de cortar el ombligo, se procede a curar
dicha herida, para lo cual se emplea un elemento
de la flora, de la fauna o elemento mineral presente en el territorio, cuya propiedad quieren los
padres que caracterice al neonato, de tal manera
que, por ejemplo, pueda tener la fuerza, o la astu69
Sacralización y TerriTorialidad
cia, la pericia o sabiduría del animal, la planta o
mineral con la cual se le “ombligó”.
Junto a estos rituales compartidos con los Embera
se encuentran otras expresiones ceremoniales de
los Afrodescendientes de Chocó, que igualmente
se reflejan en los habitantes de la cuenca de Cacarica, que ponen de manifiesto su conocimiento
y capacidad de control del territorio. Brevemente
se hace mención de algunos de ellos:
• Los Secretos
Al interior de las comunidades se ha cultivado un
saber que se transmite de manera oral y generacional, respecto a prácticas vinculadas con el restablecimiento de la armonía. Esta es la función de
quien aprende a hacer “Secretos”, para procurar
la sanación de un enfermo, ya sea humano o animal, lo mismo para el control de plagas que puedan afectar los cultivos.
• Los Rezos
Si bien tienen cierta similitud con los secretos,
con el “Rezo” se busca controlar los imponderables que presenta la naturaleza, para poder avanzar en el cumplimiento de los propósitos de uso
de la misma.
• La Limpieza
El conocimiento minucioso del bosque húmedo
tropical se pone de manifiesto en la distinción y
clasificación de plantas cuyas propiedades están
70
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
vinculadas a la medicina preventiva, por ello se
usan en un contexto ceremonial, a fin de proteger
al individuo que se enfrenta a los múltiples riesgos en sus labores cotidianas.
• El Ritual Mortuorio
Así como al nacer se le ofrenda a la tierra el ombligo del recién nacido, de igual manera con la
muerte se llega el momento del regreso definitivo al corazón de la misma tierra, para ello la
población afrodescendiente de la región que nos
ocupa, ha generado un complejo patrón funerario que involucra una fuerte organización de
la comunidad, mediante las juntas mortuorias, el
ciclo de rezos durante los nueve días posteriores al entierro con el propósito de garantizar la
partida del difunto al momento de levantar el altar, de tal manera que se convierta en un espíritu
protector y no quede divagando en el territorio
como un espíritu potencialmente entorpecedor
de las labores cotidianas.
3.2 El uso del Territorio
Si bien se expuso antes que el territorio de la
cuenca del río Cacarica comparte las características de biodiversidad del Chocó Biogeografico,
es pertinente indicar que debido a la alta pluviosidad que tiende a lavar el sotobosque, y los altos niveles de humedad, hacen que estos suelos
tengan limitaciones para la producción agrícola
intensiva y prolongada, según lo referencian las
71
Sacralización y TerriTorialidad
instituciones especializadas.13 Esta circunstancia ha sido identificada desde siglos atrás por los
moradores de esta región, motivo por el cual han
sabido crear un sistema de adaptabilidad que se
refleja en el multiuso o pluri-aprovechamiento del
territorio, el cual se describe de forma sintética
a continuación según las actividades productivas
que allí desarrollan los afrodescendientes.
• Agricultura
Esta actividad se caracteriza por la rotación de
suelos para que se puedan conservar los nutrientes de los mismos y así no agotar la tierra. Diversas técnicas son utilizadas, de las cuales sobresale
el modelo de “Tumba y Pudre” en el que la misma
vegetación se constituye en el abono principal.
La agricultura está destinada de forma tradicional a la producción de los elementos propios del
autoconsumo, dejando un remanente para la comercialización, según lo permitan las circunstancias. En el caso de la cuenca del río Cacarica, sus
habitantes aprovechaban la ventaja de estar relativamente cerca de un punto de comercio como es
el puerto de Turbo, ubicado en el golfo de Urabá,
a donde suelen llevar el excedente de la producción, en particular de maíz.
13
Entre las instituciones que presentan estas caracterizaciones
se encuentran el Instituto Geográfico Agustín Codazzi y el
Instituto de Hidrología y Meteorología y Estudios Ambientales-IDEAM-.
72
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
Los productos que más se cultivan son el plátano
en sus diversas variedades, el arroz, el maíz y la
yuca.
• Horticultura
Actividad que desarrollan principalmente las
mujeres, para la cual emplean las denominadas
“Asoteas”, que son cultivos hechos sobre plataformas elevadas de madera, de igual forma en
muchas ocasiones emplean las embarcaciones
(canoas o champas) que ya no sirven para su uso
original; allí se cultivan las hortalizas de la región,
tales como cebolla, tomate, cilantro chocoano,
especias propias, denominadas localmente “verduras”.
• Cría de Especies Menores
Para complementar la alimentación las unidades
familiares crían especies menores como aves de
corral y cerdos. Esta actividad también la realizan
principalmente las mujeres.
• Pesca
Es una de las labores que les permite obtener la
proteína animal, aunque se practica con asiduidad, sobresale en la época de subienda en la que
los peces son abudantes. De manera permanente
se puede obtener este recurso en las ciénagas, las
cuales abundan en el Atrato, como lo ejemplifica
la cuenca del Cacarica. De acuerdo a la tradición
se puede observar que esta actividad se practica
en horas diurnas y nocturnas.
73
Sacralización y TerriTorialidad
• Caza
El territorio de esta región al ser pródigo en diversas especies faunísticas ofrece una variedad de
elementos silvestres que son propicios para cazarlos, con lo cual, también se obtiene proteína
animal. Los hombres ayudados de perros cazadores salen días enteros y noches a buscar su presa,
para compartirla con su grupo de parientes.
Hoy en día, por efecto de la penetración de las
empresas extractoras del bosque y de la minería
a gran escala se ha reducido notablemente esta
oferta, aunque aún es posible obtener sobre todo
los denominados “cerdos de monte” y roedores,
nombrados en la región como “guagua”, entre
otros.
• Recolección
La oferta del bosque húmedo tropical de esta región es muy variada en especies florísticas que
crecen de forma silvestre, las cuales son aptas
para el consumo humano, ya sea para la alimentación, para el uso medicinal o para la fabricación manual o artesanal de implementos de uso
doméstico.
Según los moradores nativos las raíces, hierbas
y frutas están en la nombrada “montaña”, que
es el lugar en donde el bosque es más tupido
y alejado de los lugares de residencia de la comunidad, y a la que se accede para practicar la
recolección.
74
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
• Aprovechamiento Forestal
Los árboles maderables constituyen uno de los recursos más preciados de la región, su variedad es
inocultable, al igual que su cantidad es generosa.
Los afrodescendientes de los cuales se ocupa este
informe, han sabido hacer, a lo largo de este tiempo secular, un aprovechamiento para uso doméstico destinado a la fabricación de sus viviendas,
de las embarcaciones, herramientas, muebles y
otros enseres de uso cotidiano.
Entrado el siglo XX se empezó a dar su aprovechamiento con fines comerciales, de bajo rango, actividad que aún permanece en estas comunidades.
Este uso tradicional se ha visto contrastado en la
segunda mitad del siglo XX con la penetración
de grandes empresas extractoras del bosque, un
ejemplo se da en el bajo Atrato donde ha estado
funcionando por décadas la empresa “Maderas
del Darién”, que con el respaldo del Estado ha
generado una gran deforestación, con su consecuente impacto ambiental y social.
• Minería
Como ya se mencionó, esta actividad fue la motivación fundamental de introducir la población de
origen africano a esta región, para que se encargara de la extracción minera de la corona española.
Una vez concluido el período de la colonización
española esta actividad siguió siendo de uso común de la población afordescendiente en los lu75
Sacralización y TerriTorialidad
gares donde están identificado el “nacimiento de
oro y platino”, la mayor parte de ellas son de aluvión, en los cauces de ríos y riachuelos.
Los troncos familiares que poblaron la cuenca del
río Cacarica son originariamente mineros, al proceder del alto Baudó, no obstante, en este territorio específico no se registra actividad minera. Sin
embargo, en la actualidad el estado colombiano
ha estado otorgando títulos de extracción minera
a empresas extranjeras en el municipio vecino de
Acandí.
3.3 Control del Territorio
El poblamiento de la cuenca del río Cacarica da
cuenta de una red de parentesco localizada al
rimo de la red fluvial, de tal manera que los ríos
que conforman este territorio, tales como Cacarica, Perancho, Peranchito, Limón, Cirilo, La Raya
y sus respectivos pequeños afluentes, han servido de soporte para la ubicación de los 23 asentamientos o comunidades, las cuales fueron reconocidas por el estado colombiano al momento de
otorgar el título colectivo.14
14
Según la resolución 00841 del 26 de abril de 1999, estas
23 comunidades son: Balsagira, Balsita, Bocachica, Bendito
Bocachico, Bogotá, Bocas del Limón Peranchito, Quebrada
Bonita, Quebrada del Medio, la Honda, Las Mercedes Barranquilla, La Virginia Perancho, Las Pajas, Montañita Cirilo,
Puente América (Travesía), Puerto Berlín, Puerto Nuevo, San
Higinio, San José de Balsa, Santa Lucía, Teguerré Medio, Varsovia, Vijao Cacarica y Villa Hermosa la Raya.
76
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
Reconocimiento que quebrantó la consideración
que tenía el Estado Colombiano sobre estas tierras
de Chocó Biogeográfico, al catalogarlas de “Tierras Baldías”, solo previstas como “Reserva Forestal” según la ley 2 de 1959.
Estas 710 familias y 3.840 personas que fueron
registradas en julio de 1998, cuando se hizo la visita oficial para la titulación colectiva, generaron
formas de asociación tales como las Juntas de Acción Comunal o Cooperativas, luego constituidas
en Consejos Comunitarios en desarrollo de la ley
70 de 1993, que les permitieron ejercer un control sobre el territorio.
Estas formas asociativas organizaban actividades
de intercambio de diverso orden, como en lo
productivo a través de la práctica del trabajo solidario denominado “mano cambiada” o “minga”
o “convite”; al igual que actividades deportivas,
ejemplificadas en los campeonatos de fútbol; actividades recreativas como fiestas comunitarias.
En todo esto, como lo afirman los numerosos testimonios recogidos, la población tenía, antes del
desplazamiento forzado, una libre circulación en
el territorio a cualquier hora del día y de la noche,
sin ningún temor, pues todos se conocían.
4. Impactos de la violencia en este
Territorio
El conflicto armado interno que se desarrolla en
Colombia desde hace cerca de seis décadas se
ha ido extendiendo a toda la geografía nacional;
77
Sacralización y TerriTorialidad
en este contexto la región del Chocó Biogeográfico ha visto el escalamiento de las acciones militares contra la población civil a partir del año
1996. Esta situación tuvo su escenario inicial en
la subregión del bajo Atrato con la toma paramilitar al casco urbano del municipio de Riosucio el
20 de diciembre del mencionado año, la cual se
consumó en febrero de 1997 con la realización
de la Operación Génesis, que según lo referencian los múltiples testimonios recibidos, fue una
operación conjunta entre el Ejército Nacional y
los paramilitares autondemoinados Autodefensas
Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU).
El marco de actuación de la referida Operación
Génesis se realizó en la cuenca del Cacarica, a
partir del 24 de febrero de 1997. En estos hechos
se consuma la decapitación de uno de los miembros de los afrodescendientes de esta cuenca, el
ciudadano Marino López, cuya cabeza dieron
puntapiés simulando un partido de fútbol, delante de miembros de la comunidad. Hecho éste que
sembró el terror de la población, pues a él se sumaron más asesinatos, desapariciones y amenazas, lo que condujo al desplazamiento masivo de
los habitantes de esta cuenca, un grupo numeroso
hacia el puerto de Turbo, otros en el caserío de
Bocas de Atrato y otras personas se desplazaron
hacia la república de Panamá.
Con estos hechos la comunidad local que tenía
una escasa relación con la instituciones públicas
78
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
ante la ausencia inveterada de la acción social del
Estado, se encontró de frente con la presencia de
éste, pero con su cara represiva, pues estos habitantes fueron vistos siempre bajo sospecha de
ser auxiliadores del actor armado contrario y por
tanto fueron objeto continuo de atropellos, condensados en el desplazamiento forzado.
Este desplazamiento en los lugares antes mencionados duró cuatro años para un numeroso grupo de personas, que luego decidieron empezar
un proceso de retorno, aun no concluido, por lo
cual lo denominan “regreso”, y la continuidad del
mismo para un grupo de familias que en la actualidad permanecen en Turbo y en otros lugares de
la región y del país. Todo lo cual en su conjunto
indica que el desplazamiento forzado para estas
personas no ha concluido.
Los pobladores de las comunidades organizadas
en CAVIDA, que fueron objeto de este informe,
dan testimonio de la continuidad de las acciones
bélicas dentro de su territorio, concretamente la
persistente confrontación armada entre el Ejército
Nacional y la guerrilla, como personalmente se
pudo constatar al momento de hacer las entrevistas y observaciones para este peritazgo en el
mes de septiembre de 2012. Además del continuo
asedio de los paramilitares asentados en el paso
obligado sobre el río Atrato para ir hasta Turbo,
denominado Tumaradó, lo cual también se pudo
constatar durante la visita al territorio, tiempo en
79
Sacralización y TerriTorialidad
el cual detuvieron una embarcación comunitaria
de estos asentamientos que se encuentran dentro
del territorio, para robarle combustible e intimidar a sus navegantes.
Estos hechos de violencia, aun latentes, configuraron una “Geografía del Terror”, en el lenguaje de
un estudioso15, con los correspondientes impactos sobre el medio ambiente y sobre la población,
lo que en su conjunto se puede calificar como un
etnocidio.
Se entiende en este informe el término “Etnocidio” como el proceso de destrucción de la cultura
de un grupo humano, con lo cual si bien no hay
una eliminación física, si se procede a una lenta
o rápida, según el caso, pérdida de elementos de
la cultura.16
En el presente caso se ha estado explicando el rol
que juega el territorio en la cultura de los afrodescendientes del Chocó Biogeográfico, de manera
particular en la cuenca del río Cacarica. Por eso
se puede colegir que es en este campo, de manera específica, donde se ha configurado el referido
Etnocidio. A continuación se hace una breve presentación de este fenómeno con sus características.
15
16
Oslender, Ullrich.
Concepto propuesto por el antropólogo francés Albert Jaulin
y desarrollado por Piérre Clastres.
80
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
4.1 Etnocidio por la Profanación del Territorio
Lo primero que se ha de señalar de los impactos de la violencia es que ella en sí misma ha
generado una alteración en la comprensión del
Territorio, pues, como ya se expuso, este es concebido como un espacio cargado de sacralidad,
y la Operación Génesis, con sus bombardeos, y
de manera particular con los asesinatos de afrodescendientes, que en el caso emblemático de
Marino López produjo terror (pues el hecho de
la decapitación y el posterior juego de fútbol con
su cabeza delante de miembros de la comunidad,
ha generado un impacto emocional que perdura
en la mente de todos los miembros de las comunidades, pues estas poblaciones no tenían tradición guerrerista), significó al tiempo una ruptura
con las normas del respeto al territorio, pues lo
constituyeron en escenario de ultraje de los seres
humanos.
De ahí en adelante el espacio que era asumido
siempre como fuente de vida, se tornó en un lugar
expuesto para la destrucción, para la muerte.
La mediación ritual entre los afrodescendientes
y el territorio fue quebrantada y fraccionada por
el desplazamiento forzado. De tal manera que el
territorio no pudo ser la fuente para enterrar los
ombligos de los renacientes, ni para ombligar a
los mismos, no solamente durante el tiempo que
estuvieron fuera del territorio sino que esta situación perdura, pues aún no se puede acceder a los
81
Sacralización y TerriTorialidad
lugares donde el bosque provee los elementos
propios para dicho ritual.
En este orden de ideas, se ha roto el vínculo fundante de los individuos con la tierra, con lo cual
en su conciencia emerge una sensación de estar
incompletos, de no ser la prolongación del territorio, que le inocula al neonato las capacidades
para afrontar la vida.
Otra expresión de esta profanación del territorio
ha sido la imposibilidad de haber hecho en el momento, lugar y forma indicada el ritual mortuorio de todas las personas que fueron asesinadas
durante este tiempo de violencia, pues ya fuera
por prohibición expresa de los actores armados, o
por no poder acceder a sus cuerpos, los espíritus
de tales personas han quedado suspendidos entre
este mundo y su partida al más allá, con lo cual
sus energías se han convertido en expresiones espirituales que generan temor entre sus familiares
y vecinos, por lo que la comunidad ha quedado
inmersa en una ambiente de terror que no le permite acceder al territorio con la tranquilidad de
otros tiempos.
4.2 Etnocidio por la transformación del uso
del Territorio
De acuerdo a la explicación hecha arriba, la comunidad afrodescendiente ha logrado un uso adecuado a este espacio de bosque húmedo tropical,
que de igual manera fue interrumpido y transfor82
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
mado por los hechos violentos de los cuales se
ocupa este caso.
En primer lugar, las comunidades se encuentran
desmotivadas para cultivar los productos de la comida diaria o “pancoger”, dado que, como lo referencian muchos testimonios recibidos, no vale
la pena sembrar comida porque los armados los
arrancan y se los comen, lo mismo ocurre con la
cría de animales que se los roban para comérselos, dejando en un estado de indefensión alimentaria a la comunidad.
Esta misma situación se repite al no poder practicar las actividades de caza, pesca y recolección
de frutos para alimentación o curación, pues el el
Ejército Nacional y los paramilitares han prohibido el acceso a los lugares propios para realizar
dichas actividades, al decirles que no responden
por lo que pueda pasar si se presenta una eventual confrontación. También porque los armados
han sembrado minas antipersonales, a esto se le
agrega la prohibición expresa de no transitar en
las noches, tiempo que para estas comunidades
es propicio para la cacería y la pesca.
Todo lo anterior ha hecho que se haya roto estas
otras formas de relacionamiento con el territorio,
y que las comunidades afrodescendientes hayan
quedado en una crisis humanitaria que no se ha
podido superar y que atenta directamente contra
su dignidad.
83
Sacralización y TerriTorialidad
Igualmente el rompimiento en el uso tradicional
del territorio se ha consumado con el acrecentamiento inusitado de la extracción del recurso forestal por parte de las empresas madereras,
quienes acompañadas por los paramilitares han
aprovechado el estado de indefensión de las comunidades afrodescendientes para hacer esta
explotación forestal. Hecho que ha traído como
consecuencia daños irreparables en el ecosistema, que se refleja en diversas manifestaciones
como el taponamiento de los ríos y la desaparición de especies de flora y fauna, con lo cual también se puede decir que se presenta un ecocidio.
4.3 Etnocidio por la pérdida de Control del
Territorio
Como ya se ha venido señalando, la invasión armada de todos los grupos armados -Fuerza Pública, Paramilitares, Guerrilla- que operan como
“ejércitos de ocupación”, ha hecho que se transforme el uso del territorio, pero también ha impuesto un control militar que debilitó y, en no pocas ocasiones, eliminó el control tradicional que
las comunidades afrodescendientes habían hecho
del territorio.
Esto se manifiesta en la imposibilidad de tener
libre locomoción por las 103.024 hectáreas y
3.202 metros cuadrados que constituyen el título
colectivo de la cuenca del río Cacarica. Las prohibiciones en tiempos y lugares para transitar, pero
al mismo tiempo las autoprohibiciones que la me84
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
moria del terror le ha impuesto a estas personas,
hace que se haya perdido un auténtico control sobre este territorio.
Este escenario rompió el intercambio recreativo,
laboral, económico y deportivo que tenían las 23
comunidades de este territorio; el temor ha invadido a estos afrodescendientes al tiempo que ha
generado rupturas al interior de las comunidades
originarias de la Cuenca del Cacarica. Tal como
se pudo constatar en la visita realizada en septiembre para este informe, los actores armados,
incluyendo la Fuerza Pública, han logrado sembrar la desconfianza entre los propios afrodescendientes, lo cual ha generado que el territorio no
sea la casa sino un lugar de peligros latentes ante
los cuales hay que protegerse.
5. Reparación
Los daños ocasionados en las comunidades afrodescendientes de la cuenca de Cacarica, a causa
de la violencia que desató la Operación Génesis
contra tales poblaciones, son de diverso orden y
por lo tanto connotan una multiplicidad de respuestas de reparación.
Dado que estas comunidades forman parte del
colectivo definido como afrodescendiente, la reparación debe ser establecida primordialmente
como grupo étnico, lo que implica medidas que
cobijen a la totalidad de los habitantes de la cuenca del río Cacarica, incluso teniendo en cuenta
85
Sacralización y TerriTorialidad
a los indígenas que tienen resguardos en dicha
área, como los de Perancho y la Raya. Simultáneamente las acciones de reparación individual
a las que tienen derecho, aunque es preciso tener
presente que el universo de víctimas presentado
por los demandantes es de 531 personas.
Desde el ángulo de este informe sobre los impactos en la cultura, desde el horizonte de la relación
con el territorio, se hacen las siguientes recomendaciones para posibles medidas de reparación.
5.1 Garantizar el ejercicio de la autonomía
territorial: cese de la militarización de estos
territorios
Los territorios étnicos, como el título colectivo de
la cuenca de Cacarica, al ser reconocidos por el
Convenio 169 de la OIT, la Constitución Nacional y la Ley como entes autónomos, donde existe
una autoridad propia, con competencias de gobernabilidad local, deben estar exentos de toda
confrontación militar.
La actuación de la Fuerza Pública y de la Guerrilla
debe transitar desde la aplicación de las normas
del Derecho Internacional Humanitario, hasta la
finalización de la confrontación armada, para poner fin a la ocupación militar de estos territorios y
poder generar una reparación que parta de la no
repetición de los hechos violatorios de los Derechos Humanos y de las Infracciones al Derecho
Internacional Humanitario.
86
Sacralización y profanación del territorio afrocolombiano
5.2 Recuperar el Control del Territorio
Para que el territorio pueda ser controlado de nuevo por las comunidades, se debe propiciar el fortalecimiento de los Consejos Comunitarios, de las
diversas expresiones organizativas, para que sea
mediante el consenso de las comunidades que se
define el uso del territorio, partiendo de un plan
de ordenamiento territorial autónomo.
5.3 Recuperación de las prácticas
tradicionales de producción
Se debe superar el estado de “Crisis Humanitaria”,
para ello es necesario que las comunidades puedan hacer efectivo el retorno a sus asentamientos
de origen, en los que la actividad productiva vuelva a su desarrollo normal, con medidas de recuperación del ecosistema, lo que implica un asesoramiento técnico y tecnológico que dialogue
con las condiciones propias de bosque húmedo
tropical afectado y en gran parte acabado.
5.4 Garantizar el destaponamiento de los ríos
La circulación o tránsito por el territorio no se podrá recuperar sin el destaponamiento de los ríos,
daño causado por las empresas explotadoras del
bosque, a quienes les cabe mucha responsabilidad en este trabajo.
5.5 Formación de las nuevas generaciones
Durante este largo período de 16 años de intensificación de la violencia y de desplazamiento for87
Sacralización y TerriTorialidad
zado, han crecido y nacido nuevas generaciones,
quienes no han vivido otra cosa que la permanente zozobra y no tienen una visión de futuro que
les permita afirmar un proyecto de vida. Por este
motivo, es necesario que se establezcan procesos
educativos, que den continuidad a las iniciativas
de educación que se han hecho en medio de esta
situación, y que además permita avanzar en la
formación técnica, tecnológica y profesional con
pertinencia para hacer un uso del territorio coherente con la tradición de la comunidad.
5.6 Afirmación de la memoria ancestral
sobre las relaciones con el territorio para
recuperar el arraigo territorial.
La memoria que se ha fijado sobre el territorio en
estos largos años de violencia ha sido de terror,
por este motivo se requiere hacer un proceso de
reencuentro con la memoria ancestral que permita sanar esta situación, para reafirmar su relación
con el territorio. Esto supondrá facilitar intercambios con otras comunidades afines, para que se
reviva la dimensión ritual que permita restablecer
la armonía con el mundo espiritual que guía y da
sentido al bosque.
88
BIEN COMÚN GLOBAL
Documento de Reflexión
I. Introducción, antecedentes y propósito
del documento
En el marco del proyecto de investigación intercultural “El Desarrollo sirviendo al Bien Común
Global” el Instituto de Estudios Sociales y de Desarrollo (Institut für Gesellschaftspolitik - IGP) de
la Universidad de Filosofía SJ de Múnich, con el
apoyo de Misereor, dichas instituciones convocaron al foro de diálogo, BIEN COMÚN GLOBAL,
que se llevó a cabo en Chosica, Perú (24-28 de
marzo, 2014).
La dinámica de este proyecto ha consistido en
que, primero, por cada continente, se seleccionaron dos investigadores de países diferentes que
adelantan un estudio y escriben un artículo sobre
una experiencia positiva relacionada con el Bien
Común en su propio país. Dado que además se
considera indispensable captar las percepciones
y debates que existen –sobre el tema del Desarrollo como dinámica favorable o desfavorable al
Bien Común Global– en el nivel regional, en se89
Sacralización y TerriTorialidad
gunda instancia, se previeron foros supranacionales; el Foro de Lima es, por lo tanto, la primera
experiencia conjunta regional, que responde a
dicha necesidad. Foros regionales, similares al
de Chosica van a ser realizados durante 2014
/15 tanto en América Latina (Uruguay) como en
África y Asia.
El foro de Lima estuvo conformado por participantes de Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina,
Alemania y Perú, representando a redes y ONG,
instituciones de la iglesia y universidades, con el
fin de adelantar tres tareas sustantivas:
1. Revisar las repercusiones en las dimensiones
económicas, sociopolíticas, culturales y ambientales del modelo de desarrollo imperante en nuestros países. Al identificar como sus características
más relevantes: ser individualista, inhumano y depredador, hemos reconocido las hondas y mortales heridas que deja a través de prácticas comunes
en todos los países latinoamericanos.
2. Revisar de manera conjunta las propuestas
conceptuales y las perspectivas que encierra el
Bien Común Global, como referente sustancial
para comprender y actuar en el mundo desde
otras perspectivas; buscamos que el re-conocimiento y la re-construcción de este concepto se
caracterice por una visión intercultural, desde
una perspectiva de derechos, atendiendo distintas espiritualidades, y con un profundo compromiso con los bienes que ofrece el planeta (inclu90
Bien común global
yendo a seres humanos dignos), tan devastados y
menoscabados por el modelo económico, cuyo
interés primario es el lucro económico de unos
pocos grupos.
3. En el proceso de revisar las repercusiones de
la implementación planetaria del modelo económico vigente y en el intento de una formulación
particular desde nuestras procedencias sobre el
Bien Común Global, se evidencia la urgencia
para responder a la situación de crisis en que
encontramos. Se evidencia también la necesidad
de compartir estas búsquedas con otras personas e iniciativas en los diferentes países, con el
propósito de tener una mirada regional a través
de quehaceres sencillos, pero con alta repercusión en las diversas dimensiones de las sociedades humanas.
Al final del Foro y a la luz de lo reflexionado y
analizado, se acordó llevar adelante algunas iniciativas que permitan la continuidad del proceso
de reflexión en torno al Bien Común Global. Este
documento es producto de esta dinámica de sinergia
Para adelantar la tarea de redactar un documento
de reflexión, apoyando al debate y a procesos de
incidencia de diferente índole, se plantean cuatro
ejes claves y sobre los que giran las reflexiones:
dimensión económica, socio-política, ambiental
y cultural.
91
Sacralización y TerriTorialidad
II. Repercusiones del modelo actual en
nuestros países
De manera conjunta y desde nuestro quehacer
diario en las instituciones con las que trabajamos,
especialmente en los procesos de acompañamiento a diversas poblaciones dentro de la región
andina, visibilizamos las repercusiones del modelo actual en sus diferentes expresiones, económicas, sociopolíticas, ambientales y culturales, que
se sintetizan enseguida:
2.1 Dimensión Económica
Hay una constatación generalizada que las leyes vigentes del mercado, cuyo fin primario es
el lucro económico, prima sobre todas las otras
dimensiones de las sociedades humanas (sociales, políticas, ambientales y culturales); el énfasis
por una economía cuya meta es el crecimiento
y el lucro económico, convierte, no solo a los
bienes, sino también a los derechos en servicios como una mercancía que se compra y se
vende según el precio que establezca la oferta y
la demanda. Una de las consecuencias de este
hecho es una mayor desigualdad en el acceso
a las riquezas de todo orden (monetaria, tierra,
agua, educación, etc.), lo que conlleva también
a una mayor concentración en manos de unos
pocos grupos de dichas riquezas y a un tipo de
“competencia individualista” que prima sobre la
solidaridad y el respeto. Se extiende, además, la
92
Bien común global
convicción, no solo, de que desde la gran mayoría de los gobernantes, el crecimiento económico se comprende como el único equivalente
válido de “desarrollo”, sino, además, que dicho
crecimiento económico no está acompañado de
una justa distribución, ni redistribución entre la
población en general. Este hecho se expresa a
través de diversos mecanismos, tales como la
privatización y venta como servicios, de lo que
antes se consideraban derechos, entre ellos, educación, salud, administración de pensiones para
la época del retiro laboral; los sistemas tributarios también se diseñan fuera de los principios
de equidad y progresividad; además el acceso
a las condiciones básicas para un nivel de vida
digno tales como a la electricidad, al agua potable e infraestructura de saneamiento, entre otras,
hacen parte de esta lógica.
Se constató además que una de las expresiones
más recientes –y a la vez más agresivas– en la
búsqueda de este desarrollo (entendido como
crecimiento económico) es lo que se conoce
como extractivismo, es decir, cuando las economías de los países generan una alta dependencia de la extracción en grandes cantidades de
los bienes que ofrece el medio natural, los que
con muy bajos o inexistentes niveles de procesamiento están destinados a la exportación, práctica que ha sido heredada de las épocas de la colonización española o portuguesa en los países
93
Sacralización y TerriTorialidad
latinoamericanos, pero que actualmente tiene
otras características:1
• Están presentes en todos los países latinoamericanos, desde México hasta la Argentina, incluso en varios países con procesos
de consolidación de gobiernos progresistas,
críticos de las prácticas neoliberales. Sin
embargo, se han validado dichas actividades extractivas que destruyen el medio natural, sin considerar los enormes impactos
negativos sobre numerosas comunidades, ni
los conflictos socioambientales que se generan.
• Dichos gobiernos parecen aceptar las actividades extractivistas y el papel de proveedores de materias primas, como un destino
signado del cual no sólo no hay escapatoria,
sino que en últimas rendirán sus frutos en
términos del crecimiento económico, medio
a través del cual se atenderían las necesidades de la población.
• El nivel de dependencia en el que nos deja
el extractivismo en términos de ser solamente proveedores de materias primas, sin que
1
Tomadas de Svampa, M (2011) Extractivismo Desarrollista
y Movimientos Sociales ¿Un giro ecoterritorial hacia nuevas
alternativas? En Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo (Eds.) Más allá del Desarrollo, Fundación
Rosa Luxemburg, Abya-Yala y Universidad Politécnica Salesiana.
94
Bien común global
se consoliden procesos de industrialización
nacionales, refuerzan y amplía las asimetrías entre el Norte y el Sur global.
• De allí, que los incipientes (y no tan incipientes) procesos de industrialización de
varios países latinoamericanos, han dado
marcha atrás, para terminar en lo que se ha
llamado la reprimarización de la economía.
• Finalmente, y en palabras de Svampa (2011)
queremos resaltar “La explosión de conflictos socioambientales, visibles en la potenciación de las luchas ancestrales por la tierra
de la mano de los movimientos indígenas y
campesinos, así como en el surgimiento de
nuevas formas de movilización y participación ciudadana centradas en la defensa de
los recursos naturales (definidos como ‘bienes comunes’) la biodiversidad y el ambiente.” (pp. 186)
Sin duda, estos procesos extractivistas conllevan a que nuestros países queden en una mayor situación de vulnerabilidad, en términos de
las relaciones de poder que se establecen en el
concierto internacional, situación que a su vez
afecta de forma negativa y directa a todas los
ciudadanos de los países de donde se extraen
las materias primas; sin embargo, como sucede
con frecuencia, los mayores impactos negativos,
recaen sobres las poblaciones más pobres que
habitan los territorios y ecosistemas en los estos
95
Sacralización y TerriTorialidad
conglomerados transnacionales, establecen sus
actividades en connivencia con los gobiernos de
turno.
2.2 Dimensión Sociopolítica
Se considera que, también en la búsqueda de este
desarrollo (entendido como crecimiento económico), los procesos democráticos terminan girando en torno a la agenda económica. Cuando se
antepone el lucro económico en favor de unos
pocos grupos, a los procesos políticos transparentes e inclusivos, mientras que a la vez se evidencian características autoritarias y debilitamiento
de la democracia participativa, se pierde la credibilidad por la institucionalidad democrática. De
hecho, una de las consecuencias de este modelo
de desarrollo es que prioriza los intereses individuales sobre los colectivos –en contravía clara
con el Bien Común– lo que se puede verificar a
través de una enorme incoherencia entre los discursos institucionales de “desarrollo” y las políticas públicas que se ejecutan, característica por
demás presente en toda la región.
La política, que tradicionalmente se ha entendido
como el medio por excelencia para la búsqueda
del Bien Común, a través de acuerdos basados en
el consenso o en el reconocimiento de disensos,
se ha convertido en un medio para el beneficio
personal, el clientelismo, la manipulación y la
corrupción. En la medida en que los gobiernos
96
Bien común global
y las corporaciones se van apropiando solo del
discurso social, pero sin atender sus reivindicaciones y/o exigencias, la democracia se diluye en
la apatía y la desconfianza hacia las instituciones
del Estado.
Por otro lado, y de forma positiva, se evidencia
una participación cada vez más efectiva y autentica de la sociedad civil como “contrapeso” a los
intereses particulares que existen a nivel global.
Dicha participación permite identificar la existencia de brechas entre las aspiraciones de vida y las
lógicas económicas y políticas de los ciudadanos
de la región, especialmente cuando se las compara con las ofertas gubernamentales.
2.3 Dimensión Ambiental
Las dinámicas del mercado vigente (que convierten en mercancía, los bienes, servicios y también
los derechos de las personas) incluyen en esto
proceso de mercantilización a todos los elementos del medio natural, como objetos de lucro y ganancia, lo que produce a su vez un desequilibrio
ecológico que se agudiza con la concentración
de tierras (ahora también en manos de las corporaciones transnacionales), la cada vez más difícil
y costosa producción de energía fósil, contrastada
con su incesante y siempre creciente consumo,
el cambio climático, la deforestación, la contaminación de la atmósfera y fuentes de agua, y, en
general la depredación del medio natural.
97
Sacralización y TerriTorialidad
A pesar de lo que se pregona en los discursos
aparentemente ambientalistas y “sostenibles” de
las grandes instituciones tomadoras de decisiones
a nivel internacional, por la vía de la insistencia
en el crecimiento económico como la meta a seguir, se promueven el consumo y el desperdicio;
la publicidad, y en general los medios de comunicación masivos, como uno de los mecanismo
indispensable de un sistema que se fundamenta
en el consumo de lo que producen las industrias,
independientemente de que se necesite o no, es
altamente eficiente en incitar a la adquisición y
cada vez más pronto cambio y re-cambio de múltiples artículos que se vende como “necesidad”
o como objetos que garantizan la movilidad de
social o la “felicidad” en el peor de lo casos.
Justamente bajo esta lógica del consumo, se da
una explotación irracional e insostenible que
pone en cuestión la sobrevivencia misma de la
especie humana –aunque no necesariamente la
del planeta– y en primer término la de la población vulnerable. Enfrentamos un desequilibrio
ecológico, que acompañado por la una falta de
ética ambiental, se expresa, entre otros hechos,
en el acaparamiento de tierras y agua, la invasión
constante de territorios colectivos e individuales
y también de aquellos con una alta valoración
simbólica debido a prácticas culturales ancestrales, en una agroindustria a gran escala, que en
muchas ocasiones pone en alto riesgo o elimina
otros sistemas productivos y sistemas biodiversos
98
Bien común global
presentes, generando en cambio, grandes niveles
de contaminación ambiental. En la medida en
que se han ido mercantilizando los derechos de
las personas, también se han mercantilizado los
derechos de la naturaleza.
2.4 Dimensión Cultural
El modelo de desarrollo actual, se fundamenta en
prácticas de apropiación agresivas de los bienes
que nos ofrece el medio natural, y sin ninguna
contemplación por los ritmos posibles para su recuperación. Pero adicionalmente, dicha apropiación se hace sobrepasando con creces los requerimientos que genéticamente, y como organismos
vivos, necesitamos para vivir, debido a que nuestra relación con la naturaleza no se da solamente por vía de la apropiación material, sino sobre
todo debido a la apropiación cultural.
Dicha apropiación cultural está mediada por
creencias tales como que somos la especie superior, llamada a dominar a las restantes; por ende,
no somos una parte más de la naturaleza, sino
que esta se entiende como un depósito de bienes que están disponibles para ser usados como
commodities y que son transables en el mercado
en la búsqueda de la satisfacción de una serie de
deseos convertidos en “necesidades humanas”.
Tal como se mencionó antes, esta incitación al
consumo responde a una propuesta del estilo de
vida deseable (altos niveles de “desarrollo”), lo
99
Sacralización y TerriTorialidad
que trae aparejados procesos de “homogenización” y “universalización” de un único modo de
vida, condenando o subvalorando y marginando
propuestas de vida diferentes o alternativas, lo
que implica la pérdida de identidad y autenticidad. De allí que en términos culturales esta visión
del mundo y del papel que jugamos en él, promuevan una ética basada en la competencia en
vez de la solidaridad, la homogenización cultural
en vez de la diversidad cultural de los pueblos, la
cosificación de la naturaleza en vez del respeto y
la integración a ella y la pérdida de la espiritualidad de los pueblos y comunidades.
III. Reflexión compartida en torno al
concepto de Bien Común Global (BCG)
Dado que el Foro es parte de un proceso de mayor
aliento, al compartir los avances del grupo de Investigadores (académicos), se infirieron una serie
de puntos para la discusión y también de posibles
preceptos que caracterizarían una noción deseable del Bien Común:
¿Qué implicaciones positivas y negativas tiene
que el adjetivo “Global” haga parte de una propuesta de Bien Común, refiriéndonos entonces a
Bien Común Global?
Hay al menos cuatro argumentos diferentes (aunque los tres últimos están estrechamente relaciones) que estarían en contra de incluir el adjetivo
Global:
100
Bien común global
a. Si la noción Bien está acompañada de Común, la palabra Global, estaría de más ya
que la noción de Común comprende e incluye per se a toda la comunidad humana
(entendida como com-unidad).
b. Otra razón para poner en cuestión la palabra de Global, es que hay varias discusiones que demuestran que la ideas de Global
(y por ende de Globalización), en realidad
terminan siendo una reacomodo de las
relaciones de poder entre los poderosos
y los débiles. Históricamente las sociedades humanas pertenecientes a los países,
han sido categorizadas como parte de uno
de los dos grupos nombrados a través de
una serie de dicotomías que se refieren a
la misma división (pero cada cual con su
particularidades) tales como los del Centro
y la Periferia, los del Norte y los del Sur, los
países industrializados y los que no lo son,
los pobres y los ricos y por supuesto, los
países desarrollados y los sub-desarrollados (o cualquiera de las otras expresiones
que sea menos inconveniente políticamente hablando).
Sin embargo, si actualmente se busca
identificar con mayor precisión quienes
están actualmente en el grupo de los poderosos o de los débiles, la evidencia parece demostrar que ya no es cuestión de
101
Sacralización y TerriTorialidad
unos países sobre otros, sino de unos grupos que pueden ser financieros, industriales, económicos o políticos, establecidos a lo largo de mundo (global players,
empresas transnacionales) vs millones de
individuos que no hacen parte de dichos
grupos.
De allí que el reacomodamiento de las relaciones de poder a nivel global ya mencionadas, parece entonces querer incluir en
la noción de Global a todas las sociedades
humanas en una misma categoría que invisibiliza las múltiples inequidades, injusticias, diversidad y diferencias de todo orden,
incluyendo las de las expectativas que los
individuos o pueblos enteros tienen sobre
qué consideran que debe ser su bienestar y
cuáles las formas posibles de acceder de él
y que termina por actuar a favor de la homogenización y hegemonización de las sociedades humanas.
c. Consecuentemente y ante la pregunta planteada, se considera que Bien Común (sin
más adjetivos) sí recoge a la colectividad.
Pero, se identifica con frecuencia y como
instancia normativa y responsable al Estado, mientras al mismo tiempo, en nuestras
percepciones logramos reconocer la influencia y hasta el dominio de actores transnacionales. De allí que surja el problema
102
Bien común global
de que reclamamos ante los gobiernos nacionales velar por el Bien Común cuando,
de hecho cada vez más todo depende de la
gobernanza de dichos actores transnacionales. Pero esta gobernanza “global” y su
respectiva normativa vinculante, además
de ser bastante incompleta, genera variados cuestionamientos sobre la autonomía y
gobernabilidad de los territorios nacionales
(ampliamente entendidos desde una perspectiva geográfica, administrativa, política,
social, cultural, ambiental y, por supuesto,
económica).
d. Ahora bien, si el análisis se hace en dirección contraria, es decir, no de lo común
hacia lo global, sino de lo global hacia lo
común, lo global, interpretado desde las
consecuencias y bien secuelas de la globalización no recoge la dimensión de lo
común, o dicho de otra forma: la globalización abrió el espacio transaccional en lo supranacional, escapando de las limitaciones
que imponen las regulaciones y normativas
nacionales, generando en cambio, vacios
de gobernanza, cada vez más grandes, que
los mismos que han generado los marcos
nacionales. Esta lectura muestra, entonces,
una constatación de que mientras más se
incursiona en lo global, hay menos promoción por lo común.
103
Sacralización y TerriTorialidad
Desde esta reflexión, el término Bien Común Global no es satisfactorio.
Pero a la vez se requiere algo indicativo en torno
a la diferencia entre lo nacional y lo supranacional. En el intento de evitar el término global surgen alternativas, p. ej. Bien Común y Gobernanza Global Responsable. Pero allí surgen también
mensajes implícitos porque parecen invitar (sin
derecho a la reflexión, discusión y resistencia) a
abandonar dócilmente las fronteras nacionales
y las implicaciones que en la vida práctica tiene
una noción como la de Estado/Nación; y además,
para depositar la esperanza en una gobernanza
global responsable: ¿De quién vendría? ¿Acaso
de los global players y las empresas transnacionales? Posiblemente son menos minados los términos Bien Común Universal o Cambio Civilizatorio
y Bien Común. En todo caso seguimos en la reflexión y análisis.
IV. Pasos pendientes y exploratorios para
un mayor acercamiento al Bien Común
Global (BCG)
El BC(G) nos compete a todos los habitantes del
planeta, si bien hay una responsabilidad mayor en
los gobiernos y en los actores económicos, debe
ser asumido e impulsado también por líderes sociales, políticos, académicos y la población en su
conjunto, teniendo en cuenta que la prioridad son
las mayorías.
104
Bien común global
Siguiendo la dinámica anterior, e intentando
una perspectiva holística, las siguientes ideas –
todas relacionadas entre sí– buscan contribuir a
la construcción del concepto del Bien Común
(Global):
• Es de mucha importancia un proceso de debates y reflexión sobre:
· la necesidad o no de una gobernanza global
· la reconversión de los servicios en derechos y
· la necesidad de un supuesto modelo de
desarrollo
• Partiendo de las lógicas de los modelos de
desarrollo (por lo menos dar a conocer los
diferentes enfoques existentes) es importante definir con mucha nitidez y exactitud
nuestra aproximación en cuanto al rol, papel, derecho de la naturaleza – madre tierra
– medioambiente – creación.
• A nuestro modo de ver, para acercase más
al Bien Común, está pendiente esclarecer el
trato a la naturaleza, o dicho de otra forma:
¿De qué cosmovisión partimos? O donde le
corresponde a la naturaleza:
· el papel de objeto o sujeto,
· ser tomado en cuenta desde la lógica economicista, contemplando uso y depredación medioambiental calculado e incorporado en el proceso de facturación,
105
Sacralización y TerriTorialidad
· opción entre a) horizontalidad absoluta ser
humano/sociedad – naturaleza, o b) mayor
sensibilidad ser humano / sociedad ante naturaleza, su uso su depredación, desde un
concepto de dominio.
Tanto en lo común como en lo global es necesario avanzar en la identificación de posibles escenarios para una cosmovisión futura y necesaria.
Para esta tarea va a ser necesario sondear sobre
la existencia de cosmovisiones variadas, quizás
no percibidas y llamadas de esta forma, pero posiblemente asociadas a los valores civilizatorios
en relación a la naturaleza. En este sentido será
de relevancia analizar diferentes enfoques entre
“radicales” como el enfoque holístico hasta otros
más “moderados” como la biocivilización.
Es indispensable asumir una nueva cosmovisión
que supere la visión antropocéntrica dominante
del cosmos, hacia una visión de interdependencia con el mismo. Dado que se re-conoce que la
naturaleza y la humanidad son partes de un todo
(el cosmos) no se concibe una separación entre
la naturaleza y los seres humanos (y mucho menos las sociedades humanas como las llamadas
a dominar a la naturaleza, cosa que por cierto,
se nos ha demostrado imposible hasta ahora). De
allí que esta propuesta del Bien Común incluya
no solo a las comunidades humanas, sino también al mundo natural y a todos los seres que lo
habitan.
106
Bien común global
A través de dicho reconocimiento se hace necesario rescatar la memoria, los saberes tradicionales,
la identidad y la espiritualidad de los pueblos en
relación con el medio natural y educarnos en la
conciencia que somos los administradores de los
bienes de la creación y no sus expoliadores.
La relación armoniosa entre las personas y la naturaleza, supone cuidar la vida como valor supremo. Esto requiere respetar las leyes naturales y
asumir, tanto en lo local como en lo global, como
bienes comunes, la tierra, el agua y el aire, accediendo responsablemente a ellos.
Esta nueva cosmovisión implica asumir a la economía (incluyendo al sistema financiero) como
un medio y no como un fin que está al servicio
de las personas y del planeta, respetando los derechos de la naturaleza, basada en la solidaridad,
la cooperación y la reciprocidad. De allí, que sea
indispensable partir del requisito de satisfacer las
necesidades fundamentales (tales como alimento, cobijo, salud, afecto y educación) de todas las
personas.
Se requiere una re-significación de la democracia
(participativa y equitativa por definición) que a través de una relación de igualdad y reciprocidad entre el Estado y la Sociedad Civil, vele para que primen los intereses colectivos sobre los individuales.
Se requiere repensar las estructuras “macro” de
dominación, existentes, para desmontarlas y pro107
Sacralización y TerriTorialidad
mover la generación de marcos normativos para
una coexistencia justa y armoniosa tanto entre
todos los seres humanos, como entre estos y la
naturaleza. Es necesario recordar la necesidad del
resarcimiento y la compensación a las comunidades afectadas por el deterioro ambiental actual
por el que atravesamos, de los países industrializados, de los global players y de las empresas
responsables.
En el nivel “micro” esta cosmovisión implica un
cambio en los estilos de vida y en las expectativas
de progreso y bienestar.
Reflexionar en torno al BCG nos obliga a trascender la mirada del espacio concreto en el que nos
desenvolvemos en la acción social y política y
proyectarnos a todos los niveles: local, nacional
y global. Esta reflexión nos interpela para actuar
ahora, antes que sea demasiado tarde y la crisis
en sus diferentes expresiones nos obliga a ser
creativos imaginando otras posibilidades; otras,
no otra, no un modelo, sino otras varias posibilidades interculturales e incluyentes de formas de
vida, que dejen atrás la búsqueda de un único y
supuesto modelo de desarrollo, que ha demostrado ser fallido.
108
EL ÚLTIMO TINIGUA1
Juan Pablo Tobal2
Sixto Muñoz tiene unos 80 años y vive alejado
de la civilización en lo más profundo de la selva
de la serranía de La Macarena (Meta). Es el único
miembro vivo del pueblo Tinigua y el último hablante de su lengua. La última vez que lo vieron
hablar animadamente fue hace unos ocho años,
cuando departía con su hermano mayor, Criterio.
Pero este falleció al poco tiempo de una enfermedad tropical.
Hoy Sixto vive en su pequeña casa de madera,
que algunos campesinos de veredas cercanas
levantaron por solidaridad luego de que se derrumbaron las chozas originarias de palma, que él
mismo había construido. Solo quedó una de ellas,
que llama Tiguana: en ella atiende a las personas
que vienen de otras comunidades para curar sus
1
2
Este texto fue publicado originalmente en: http://www.semana.com//especiales/articulo/el-ultimo-tinigua/340475-3.
Productor y director. Creador del documental ‘La última palabra’.
109
Sacralización y TerriTorialidad
males. Y todo porque Jizityu (nombre de Sixto en
tinigua) es un reconocido especialista en medicina natural, una tradición heredada de los hombres de esta etnia.
El anciano dice que habla la lengua con su dios
Tinigua Janiniye y con sus gallinas para no olvidarlo. Sus fuerzas no le permiten ir de cacería
como lo hacía antes, ni pescar con su arco y sus
flechas. Sixto Muñoz es, ni más ni menos, el último heredero de una cultura, de una visión del
mundo, de una lengua única. Solo él tiene los
conocimientos medicinales, las tradiciones de un
pueblo desaparecido.
Los Tinigua habitaban las cuencas de los ríos Yarí,
Caguán y Guayabero, en Caquetá. Este pueblo
sufrió diversos traspiés que mermaron su población: la explotación del caucho, enfrentamientos
con otras tribus y la llegada de los colonos. Pero
el acontecimiento que marcó definitivamente el
destino de esta etnia ocurrió en 1949. Un sanguinario bandolero, Hernando Palma, acabó con
todas las mujeres fértiles y los hombres jóvenes
porque no le dejaron llevarse a la fuerza a una de
ellas.
Don Adriano, uno de los Fundadores de La Macarena (Meta), recuerda la tragedia: “Los encerró a
todos en un rancho, los ató y los mató uno a uno
haciendo tiro al blanco, quemándolos vivos y asesinando a las mujeres embarazadas y los bebés
que tenían en su panza. Fue desgarrador”.
110
El último Tinigua
Sixto se encontraba en ese momento en San José
del Guaviare. Gracias a ello fue de los pocos supervivientes de una masacre que fue el principio
del fin para su etnia, su familia y su lengua. Un fin
que se aceleró por vivir en una zona que se convirtió en un escenario de guerra entre los colonos,
los militares, los paramilitares y la guerrilla. Frente
a este panorama las posibilidades de los indígenas eran escasas: desplazarse o morir.
El anciano vive sus últimos momentos retirado de
la civilización con problemas de salud y sin ningún tipo de asistencia. Aunque cada 21 de febrero
algunos lo recuerdan en el Día Internacional de la
Lengua Materna, por ser el único hablante de una
lengua, poco ha hecho el Estado para brindarle un
fin digno, a pesar de que existen leyes para proteger estas comunidades. El sabio anciano tinigua
está a punto de decir adiós y llevarse con él toda
su historia.
Proyecto Tinigua3
Proyecto Tinigua es un espacio antropológico audiovisual de registro y promoción de la memoria
del pueblo Tinígua mediante la creación de una
plataforma multimedia. Esta, englobará la información existente en torno dicha etnia a través de
3
Esta segunda parte del texto fue publicado en: http://www.
lavoz.com.ar/ciudadanos/proyecto-tinigua-documental-ultima-palabra.
111
Sacralización y TerriTorialidad
diferentes formatos: escritos, orales, fotográficos y
audiovisuales.
Nuestra meta es centralizar en una sola plataforma interactiva todo el conocimiento existente
sobre dicha etnia, para conservarlo organizado y
difundirlo de manera pública, usando como canal
de divulgación internet. Para ello venimos registrando hace más de tres años audiovisualmente a
su último miembro: Sixto Muñoz y a sus descendientes.
Además dicha plataforma incluirá una película
documental de largometraje sobre Sixto Muñoz,
el último de los Tinigua: “La Última Palabra” que
ha resultado ganadora del fondo nacional del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) de Argentina.
El Proyecto Tinígua, pretende ser una vía útil de
información y concienciación ante el drama humanitario que supone el desplazamiento y exterminio que vienen sufriendo los pueblos originarios y otras comunidades en el mundo. Los usuarios de la plataforma descubrirán, a través de su
uso, la gran riqueza en conocimientos del pueblo
Tinígua, así como sus costumbres y cosmología,
valorando la perdida que supone su desaparición
definitiva.
Proyecto Tinígua ha sido declarado de interés por
Miguel Ángel Estrella y forma parte del Programa
UNESCO de LA VOZ DE LOS SIN VOZ. A su vez,
112
El último Tinigua
ha sido declarado y apoyado por la Dirección
de Comunicaciones del Ministerio de Cultura de
Colombia, La Fundación América, La Fundación
FUCLA, el Centro de Estudios Étnicos y ACNUR,
entre otros.
Documental La Última Palabra
La última palabra buscará narrar de modo observacional la vida de Sixto Muñoz y a través del
personaje contar la historia de su etnia. Dicho
documental ha resultado ganador de la 5ta vía
del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y se encuentra en etapa de desarrollo
avanzado (cuenta con dos instancias de rodaje).
Nuestro personaje vive en medio de la selva, sin
ningún tipo de comunicación, con lo cual hace
realmente difícil el rodaje A su vez, el personaje
se encuentra en medio del fuego cruzado entre
la guerrilla y los militares implicando un riesgo
para cualquier persona que se mete en esta zona.
Rodar en zonas de conflicto supone al documentalista el desafío de adaptarse a las circunstancias
del momento y saber cuándo se puede rodar y
cuándo volver.
En un primer rodaje tuvimos la suerte de poder
filmarlo en su contexto, pero hace unos meses (en
el año 2012) y con un equipo profesional sufrimos la presión de militares de La Macarena que
no nos permitieron movernos del pueblo, imposibilitándonos hacer nuestro trabajo tal como se
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Sacralización y TerriTorialidad
había planteado. Pusieron un operativo militar de
12 soldados para no permitirnos circular por tierra
o agua presionándonos para salir del lugar. Fueron 12 días realmente muy duros de muchísima
presión y estrés.
De alguna manera ésta película intentara ser un
homenaje no solo a Sixto y los Tinígua, sino a todos indígenas y pretende ser una vía útil de concienciación en la necesidad de protección de los
pueblos originarios de cara al futuro.
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