bofetón

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Sinónimos para bofetón

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Sinónimos para bofetón

bofetada

Ejemplos ?
Llegó el molinero y se admiró de hallarle vivo todavía. -Me he regalado bien, dijo el gigante: he recibido bofetones, pero también los he dado.
Ya, con veloz corrida, daba esperanza vana al mísero animal; ya le volvía; ya le arrojaba en alto, mojado de temor, de aliento falto, y en medio del camino le cogía, como quien tira al vuelo, diciendo: "Tente", como al agua el hielo; ya con las manos mizas le daba por los lados algunos bofetones regalados, cuando llegó Tomizas, Tomizas, su escudero, y sin aliento le dijo el casamiento concertado de Micifuf y Zapaquilda ingrata; y sintiendo perder su dulce gata, dejó el pobre animal, que, desmayado, apenas acertaba con la vida, mas, puesto en fuga, la libró perdida: que quien no ha de morir si la fortuna revoca la sentencia, nunca le falta diversión alguna En aquella dichosa intercadencia.
Parece que doña Francisca no aguantaba muchas pulgas; pues es fama que cuando la mostaza se le subía a las narices, repartía bofetones y chicotillazos entre los militares insubordinados, o hacía aplicar palizas de padre y muy señor mío, a los periodistas que osaban decir, ¡habrá desvergüenza!, en letras de molde: La mujer sólo manda en la cocina.
Los dos campeones se limitaron á escribir: se esperaba que se dieran de bofetones, como Sedekia aplicó uno á Miqueas diciéndole: Adivina como el divino espíritu ha pasado de mi mano á tu carrillo, literalmente: ¿"Como el espíritu ha pasado de ti á mi?" Pero el público no tuvo esta satisfaccion, lo que es gran lástima.
Con miedo no tan grande como el que al principio tuvo, llevó Juana el papel y la gargantilla a su ama, y dando a entender le arrojava en el texado, se assomó a una ventana que caía al corral, donde estavan unas gallinas, de cuya puerta tenía la llave, y, dexándole caer en él, alqó la mano como que le echava en el texado; y dando a Juana unos blandos bofetones, la mandó bolver la gargantilla y la dixo viniesse luego para llevarla en casa de una su prima, secretaria que fue de los amores de don Rodrigo, porque estava su madre de un dolor de costado muy al cabo.
El Marrano medianín presumía de saltarín y lanzaba tales saltos que en realidad no eran altos, pero si alguien criticaba la pesadez que saltaba mordiscos y bofetones recibían los criticones.
También me entusiasmaron los relatos de viajes y aventuras (no recuerdo ahora cuáles) que había en aquella biblioteca, y durante días y días recuerdo haber recorrido mis regiones armado con un trozo de horma de zapatos y creyéndome la más perfecta encarnación del capitán Fulano, de la marina real inglesa, en peligro de ser atacado por los salvajes y resuelto a vender cara su vida. El capitán nunca perdía su dignidad aunque recibiera bofetones por culpa de la gramática latina.
Recibió sin embargo un segundo y correspondió entonces. Los bofetones dados y devueltos continuaron toda la noche, y el joven gigante no se quedó atrás en el juego.
Al oír esto Janet subió de la cocina como si hubiera fuego en la casa y se precipitó a un pequeño prado que había delante del jardín y arrojó de allí a dos burros que habían tenido el atrevimiento de meterse en él montados por dos señoras, mientras que mi tía, saliendo también apresuradamente y cogiendo por la brida a un tercer animal, montado por un niño, lo alejó de aquel lugar respetable dando un par de bofetones al desgraciado chico, que era el encargado de conducir los burros y se había atrevido a profanar el lugar consagrado.
Después del vino se rompen las puertas y llueven bofetones y pedradas, y al día siguiente, cuando se han dormido los tragos, se encuentra uno que hay que pagar los excesos de la víspera.
Dixeron nos tambien si queriamos ver aquellos tres christianos que de ay a dos dias los indios que los tenian venian a comer nuezes una legua de alli a la vera de aquel rio : y porque viessemos que lo que nos avian dicho del mal tratamiento de los otros era verdad, estando con ellos dieron al compañero mio de bofetones y palos, y yo no quede sin mi parte : y de muchos pellazos de lodo que nos tiravan, y nos ponian cada dia las flechas al coraçon, diziendo que nos querian matar como a los otros nuestros compañeros.
Enrique era el menor de sus dos hijos (ambos siguiendo la carrera militar), era pendenciero y algo bravucón y, al igual que su hermano, no se libró del arresto por dar sablazos, bofetones, o por hablar mal de un superior.