Señores: aquí
tocamos con la mano los acontecimientos a que me refiero; aquí oímos aún tronar el cañón que se dispara a la vez en Querétaro y en Puebla, en México y en Veracruz; aquí asistimos a ese último combate, en que nuestra patria obtendrá por fin el complemento indispensable de su independencia, la emancipación de la tutela de todo gobierno extraño.
Gabino Barreda
-Yo qué he de dirme, señor José, sin que me dé usté gusto; ahora mismito, que quiera usté o que no quiera, lo cojo a usté del brazo, nos vamos a ca del Peluso, aonde estará a estas horas mi bato, nos meteremos en ca der Peluso, se tiran pelillos a la mar, nos sentamos, tocamos las palmas, mos pregunta el Cabezota qué es lo que queremos, le peímos tres púrpitos de café con su miajita de lo que arde, dos cortaos, por barba, del que Yunquera y dos libras de buñuelos que los jace la jembra der Peluso, que los jace como los propios ángeles, y en dispués, en dispués...
Y en estas tres cosas que digo no hay falsedad alguna que pueda turbar nuestro entendimiento; porque estas cosas no las atinamos y tocamos con algún sentido corporal como hacemos con las exteriores, como el color con ver, el sonido con oír, el olor con oler, el sabor con gustar, las cosas duras y blandas con tocar; y también las imágenes de estas mismas cosas sensibles, que son muy semejantes a ellas, aunque no son corpóreas, las revolvemos en la imaginación, las conservamos en la memoria y por ellas nos movemos a desearlas, sino que sin ninguna imaginación engañosa de la fantasía, me consta ciertamente que soy, y que eso lo conozco y amo.
Novena : Como el depósito del poder ejecutivo en muchas personas prepara las trabas, entorpecimientos, e inconvenientes que tocamos desde que se sustrajo del presidente Don Cornelio Saavedra, general nombrado por el pueblo para el gobierno de las armas, es su voluntad que se retrovierta a él en toda su plenitud, mediante la suma confianza que le merece, y porque siendo a más una prerrogativa que el pueblo le concedió no hubo facultades para quitársele sin su expreso consentimiento y conocimiento.
Y lo primero que vimos es que nuestro corazón ya no es igual que antes, cuando empezamos nuestra lucha, sino que es más grande porque ya tocamos el corazón de mucha gente buena.
Mas estos otros, que con razón anteponemos a los demás, distinguieron las cosas que vemos con el entendimiento de las que tocamos con los sentidos, no defraudando a los sentidos lo que pueden en virtud de sus facultades, ni dándoles más de lo que pueden; y dijeron que la luz del entendimiento para aprender y saber todas las cosas era el mismo Dios, por quien fueron hechas todas.
Y no es que está herido por el engaño que nos hicieron los malos gobiernos, sino porque cuando tocamos los corazones de otros pues tocamos también sus dolores.
Bufaba el obero viejo con la cola ya sumida, cuando la arena querida tocamos de nuestra banda: Ay no más como Dios manda no recé una Ave María, por lo feliz que me vía en esta tierra adorada: tendí mis pilchas mojada y a soga mi paico até, (que por él, hoy se me ve) sino, ni el polvo siquiera, lo dejé pa que comiera pues venía delgadón, y es justo que ansí lo hiciera dispués de tan gran tirón.
Mucho sufrimos, y escapamos por muy poco de la muerte, pero la fortuna nos favoreció al igual que a nuestros camaradas de la chalupa. Más muertos que vivos, después de cuatro días de horrible angustia, tocamos tierra en la playa opuesta a Roanoke Island.
Sin embargo, esta tercera dimensión ni la vemos ni la tocamos. Encontramos, es cierto, en sus superficies alusiones a algo que yace dentro de ellas; pero este dentro no puede nunca salir afuera y hacerse patente en la misma forma que los haces del objeto.
ANTES FUNCIONABAN BAJO UN REGIMEN SEVERO, PERO JUSTO; LO HEMOS SUSTITUIDO POR LA LIBERALIDAD DESORDENADA. TOCAMOS LA JUSTICIA, LAS ELECCIONES, LA PRENSA, LA LIBERTAD INDIVIDUAL Y, SOBRE TODO, LA INSTRUCCION Y LA EDUCACION, QUE SON EL SOSTEN DE LA EXISTENCIA LIBRE.
La Isis se esconde bajo un velo que renace sin tregua, y nos estremecemos a la idea de que tocamos los despojos de un Carnaval difunto, los restos de un festín olvidado, las cenizas de una fiesta apagada.