vate


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Sinónimos para vate

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Sinónimos para vate

Ejemplos ?
Surgir delante vi las lúgubres sombras de su Infierno, símbolos tristes de la edad distante. Y ora dulce, ora horrible, en giro alterno sonaba el canto celestial del vate o el gran sollozo del dolor eterno.
Entonces cobró ánimo y dijo el eximio vate: —No está el dios quejoso con motivo de algún voto o hecatombe, sino a causa del ultraje que Agamemnón ha inferido al sacerdote, a quien no devolvió la hija ni admitió el rescate.
Las señoras alargaban la enguantada mano y atrapaban al vuelo los tales papeles; los chicos se entregaban a una verdadera caza para «reunir» toda la colección, que se componía nada menos que de diez hojas volantes, o sea de otras tantas poesías, obra de ingenios de la localidad, entre los cuales se llevaba la palma el acreditado Ciriaco de la Luna, vate oficial en inauguraciones, festejos, entierros, beneficios y días señalados, como, por ejemplo, el Jueves Santo o el de Difuntos.
86 Nestor el antigo se nos demostró, e los oradores mejor resçebidos del fijo de Fauno que non despedidos, el rey que su fijo ya muerto mercó, e Capis, aquél que siempre temió los daños ocultos del Paladión, con el sacro vate de Laocoón, aquél que los dragos de Palas çiñió.
XXX A VENUS ¡0h Venus!, reina de Gnido y Pafos, deja tu querida Chipre y trasládate a la elegante mansión de Glícera, que invoca tu favor, prodigando el incienso, y vengan contigo el ardiente Cupido, las Ninfas, las Gracias con el ceñidor suelto, Mercurio y la diosa de la Juventud, sin ti muy poco adorable. XXXI A APOLO ¿Qué pide el vate a Apolo en el día de la consagración de su templo?
¿Quién sino tú podrá, que al vate Argivo enseñaste otro tiempo las hazañas y los lances con que los muros Ilios las armas griegas de pavor llenaron?
De entonces que es la rosa como el sagrado emblema de toda ambicionada felicidad suprema, de todo inmenso bien; adorno en los festines, ofrenda en los altares, corona con que el vate por premio a sus cantares ciñe la noble sien.
Tomad la triste y fúnebre corona Con que a su hermano coronó Catulo; La cítara del vate de Sulmona Cuando lloró la muerte de Tibulo; Y bañados en llanto nuestros ojos Sobre el sepulcro esparciremos flores, Y en la losa que cubre sus despojos Grabaremos sus ínclitos loores: «Pintó mujer más fuerte y virtuosa Que Andrómaca, que Antígona y Alceste; Su sagrada ceniza aquí reposa; Voló su alma a la mansión celeste.» Santander, 5 de agosto de 1874.
A media noche se le aparece un trasgo, una ninfa, o cualquiera otro personaje alegórico, con gran concurso de geniezuelos alrededor, y este tal personaje reprende al vate su modorra y su pigricia, le manda que se levante inmediatamente y que escriba esto y aquello y lo de más allá, y de este modo le informa de cuanto hay que saber en el caso; de suerte que desaparecer la fantasma, despedirse el poeta del lector pío, y acabarse el poema, todo es a un tiempo.
Que- vedo debio gran parte de su popularidad a sus frecuentes improvisaciones; y lo mismo ha sucedido, en el Peru, con el Cicgo de la Merced apodo con que, desde la infancia, hemos oido hablar de un vate limeiio, cuyo verdadero nombre es solo conocido por los aficionados al estudio serio de nues- tra literarura.
Oye la lira y el cantar sonoro del inmortal Fileno, que la inocencia lamentó perdida; el vuelo enfrena, y al felice vate que admiración inspira, «¿Qué cantas, dice, en la templada lira?
Sin embargo, le repetiré lo que un mi amigo, poeta de Bogotá, dijo á otro mi amigo, poeta de Buenos Aires, que le pedía órdenes para Espafla; ¡Oh distinguido vate!