yugo


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Sinónimos para yugo

velo

Sinónimos

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Sinónimos para yugo

Ejemplos ?
Muchachitos idiotas que aspiran a liberarse del yugo (papá y mamá) por medio de grupillos eufóricos que les respalden su miedo (papá le pega a mamá o...
Pero tu alto amor, que el báratro fue más alto aquel, el que, aunque indómita, a llevar el yugo te enseñó, pues ni tan querida es la cabeza, para un padre agotado por la edad, de un tardío nieto que su única hija alimenta: 120 el cual, cuando, apenas al fin siendo encontrado para las riquezas del abuelo, su nombre éste ha inscrito en las testadas tablillas, y los impíos goces de un burlado pariente evitando, ahuyenta de su cana cabeza un buitre; ni tanto se regocijó en su níveo palomo ninguna 125 collera suya, de la que, se dice, mucho más ímprobamente besos con su mordiente pico siempre arranca que la que principalmente muy deseosa es, la mujer.
Además, aun cuando así no hubiera sido, ¿por qué el apuro de uncirnos a un yugo que, aparte de probadamente intolerable para los orientales, había sido ya repudiado por la mayoría de los pueblos hermanos, con lo cual quedaba descartada la organización próxima de la República Argentina?
Acuérdese que el africano dominio la impuso 27 tributos, y que nuestros mayores, con la sangre que gloriosamente derramaron, sacudieron el yugo de la sarracena sujeción, la redimieron de dura esclavitud.
Y ya que el actual Presidente de la República ha sacudido el yugo del imperialismo de las compañías petroleras, hagamos que el propio Primer Magistrado, oyendo el clamor del pueblo a través del Poder Legislativo, fije su atención en los demás ramos.
Y como he dicho, que Dios nos perdone pues, pero no había otra, no había otra, las circunstancias nos obligaron a la rebelión del 4 de febrero sobre todo después de la masacre de El Caracazo, un pueblo pasando hambre, un pueblo explotado, dominado, saqueado y luego masacrado, algo tenía que ocurrir, bueno ya estaba ocurriendo, el pueblo venezolano, ese heroico pueblo fue el primero en este planeta que se alzó contra las doctrinas neoliberales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, el primero. —Aplausos. ¡Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó! Pueblo bravo, pueblo bravío, pueblo heroico, pueblo de Bolívar.
En presençia de my gonçalo diaz scriuano de su magestad e scriuano publico y del conçejo desta dicha cibdad el dicho señor mariscal dixo que por quanto el en nonbre de su magestad e del dicho señor gouernador en su rreal nonbre A conquystado e pacificado esta probinçia de Quyto e otras a ella comarcanas e a plazido a nuestro señor que los mas señores e prençipales e yndios dellas están paçifficos e debaxo del yugo e obediençia de su magestad y para que mas verdaderamente vengan a las pazes y se conbiertan a nuestra santa ffe catolyca con la conversaçion e buen enjenplo e dotrina de los españoles basallos de su magestad que en estas partes poblaren.
Si la anarquía nos hizo gemir bajo el yugo de la tiranía doméstica, si ella despobló nuestra tierra (¡Todo un proceso a Artigas!) y sirvió de pretexto a un extranjero astuto (inducido y atraído a la usurpación por los unitarios argentinos y… orientales), que nos hizo arrastrar sus cadenas por diez años (lo sirvieron a sueldo alguno de los firmantes del manifiesto), los principios de orden (unitario) que hoy practicamos contribuirán sin duda a constituir el país y a cerrar para siempre la revolución” .
Era una vergüenza, un oprobio lo que pasaba entre nosotros; todas nuestras glorias estaban eclipsadas; nuestras nobles tradiciones, olvidadas; nuestro culto, bastardeado; nuestro templo empezaba a desplomarse, y, señores, ya parecía que íbamos resignados a inclinar la cerviz al yugo infame y ruinoso; apenas si algunos nos sonrojábamos de tanto oprobio.
Se aproxima el instante de la libertad. El yugo se desgarra y nada puede contener el torrente que brota de sus heridas. ¡Al fin unos días de alivio!
La necesidad de la emancipación no entraba entre las que pudieran catalogarse como locales. El yugo español, fuera o no pesado, y nos inclinamos resueltamente a creer que no lo era, se sobrellevaba sin protestas.
Mientras el hombre vaga en los remotos siglos prehistóricos sobre la tierra cubierta de matorrales, aprovechando sus frutos espontáneos, como un parásito inútil, no existen sociedad, historia ni familia; el día en que, bajando los ojos al suelo, piensa por primera vez en los pechos inagotables de la gran madre y araña su superficie en busca del yugo de sus entrañas, empieza la gran epopeya de la bestia convertida en ser humano.