Ilusiones...
Pocas veces he intentado ser un tanto objetivo y ver las cosas con una claridad incomparable. Ante todo, me he convertido en un ser suceptible, que vuelve suyas las emociones que rodean a los ambientes llenos con inelocuencia. Ciertamente me he dado cuenta de una verdad, verdad profunda que acaba con la ilusión que hace tiempo rondaba en mi aburrida faz. Dicho descubrimiento causa una sensación arremolinada en mi pecho, justo entre mi corazón y estómago; ridículamente intenté ver las maneras positivas, en un efímero vaivén de la vida, esperando que (por mera casualidad o triunfo) alguna de ellas pertenecieran a mis sucias y estiradas manos. Cuán equivocado estaba. Creo ahora que no podré obtener algo así, eso ha quedado relegado a aquellos que saben cómo poseerlo, aquellos que se valen de cualquier cúmulo de poder para satisfacerse (tema muy abordado en este, su vacío blog). No obstante, intentaba con ahínco creer que yo podría ser alguna excepción a esa regla creada por una persona s...