caco


También se encuentra en: Sinónimos.

caco

1. s. m. coloquial Ladrón que roba con destreza los cacos les desvalijaron la casa este verano. chorizo, ratero
2. Hombre tímido y cobarde.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

caco

 
m. fig.Ladrón que roba con destreza.
fig. y fam.Hombre muy tímido, cobarde y de poca resolución.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

caco

('kako)
sustantivo masculino
persona que roba La policía atrapó a los cacos.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

caco

nombre masculino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

caco:

tímidocorto, irresuelto, apocado, irresoluto, pusilánime,
Traducciones

caco

SM
1. (= ladrón) → thief; (= carterista) → pickpocket; (= criminal) → crook
2. (= cobarde) → coward
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Minos también, y Caco, y Radamante, alcaldes infernales, a las tres viejas Furias entre tanto atacaban iguales, y Diógenes a todos, satisfecho, al pasar les decía: -i Buen provecho!
Radegundo dio con su humanidad en Cochabamba, donde, agobiado por el remordimiento y la miseria, murió en un hospital a fines de 1842. «Conózcase en Ayacucho que si gran ladrón fue Caco, no sirve ni para taco, comparado con Perucho».
Entonces por primera vez nuestros mayores vieron a Caco trémulo y turbados los ojos; huye más rápido que el euro y se encamina a su cueva; el miedo le pone alas a los pies.
En esto aparecieron descubiertos el antro y el inmenso palacio de Caco, y se vieron patentes sus tenebrosas cavernas; no de otra suerte que si entreabriéndose la tierra a impulso de poderoso empuje, nos descubriese las infernales moradas y los pálidos reinos, aborrecidos de los dioses, veríamos el horrendo báratro, y a la súbita irrupción de la luz se estremecerían los manes.
Cada dos o tres noches se realizaba algún robo de magnitud, y según los cronistas de esos tiempos, tales delitos salían, en la forma, de las prácticas hasta entonces usadas por los discípulos de Caco.
Una, pues, desta nación, gitana vieja, que podía ser jubilada en la ciencia de Caco, crió una muchacha en nombre de nieta suya, a quien puso nombre Preciosa, y a quien enseñó todas sus gitanerías y modos de embelecos y trazas de hurtar.
Donde un cartel anunciaba una propiedad en alquiler, nos dirigíamos a solicitar referencias; compuestos los modales y compungido el rostro. Parecíamos los monaguillos de Caco.
Mira primeramente esa roca suspendida de esos riscos, mira esas moles dispersas en una vasta extensión, esa desierta cueva en el monte y ese gran hacinamiento de derruidos peñascos; allí hubo una espaciosa caverna, inaccesible a los rayos del sol, en que habitaba el horrible monstruo Caco, medio hombre y medio fiera; su suelo estaba siempre empapado de caliente sangre; en sus odiosas puertas pendían clavadas multitud de pálidas y sangrientas cabezas.
Por fin, el tiempo concedió a nuestras súplicas que acudiese una divinidad en nuestro auxilio, y, en efecto, el gran vengador Alcides, soberbio con la muerte y los despojos del triple Gerión, vino aquí vencedor, pastoreando sus enormes toros, que ocupaban todo el valle y las márgenes del río. Caco entonces, excitado por las Furias y para que nada hubiese que no intentase en punto a maldad y dolo, sustrajo de la majada cuatro excelentes toros y otras tantas hermosísimas becerras, y para que sus pisadas no dieran indicios del robo, se los llevaba a su cueva, tirándolos de la cola, con lo que desaparecía todo rastro del hurto, y los escondía bajo una opaca peña; ninguna señal podía guiar a la cueva para buscarlos.
La noticia del mal fin de la pendencia, ilustrada con la descripción del negro trashumante a quien se pintaba como asesino, caco y brujo, se difundió eléctricamente por el pueblo, suscitando en los corazones el deseo de venganza de aquel extraño que era a la vez caco, brujo y asesino.
Porque si no cargaran tanto la mano en encarecer y exagerar la malicia de Caco, fuera poca la alabanza que le cupiera a Hércules.
Fue uno de los tres capitanes niños que mandaban las compañías de muchachos en las carreras descritas en la Eneida. POTICIO, fundador de las fiestas instituidas en honor de Hércules, por la muerte dada a Caco.