llana


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Sinónimos para llana

plana

Sinónimos

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Sinónimos para llana

grave

Ejemplos ?
esta Junta es una cosa de que no se habla en ningún libro, y si fuera materia tan llana como usted dice, estarían dadas disposiciones para hacerla, así como lo demás, y esto lo he oído decir a varios doctores y a buenos abogados.
quiero e mando que mi cuerpo sea sepultado en el Monasterio de San Francisco, que es en la Alhambra de la Cibdad de Granada, siendo Religiosos o Religiosas de la dicha Orden, vestido en el hábito del bienaventurado Pobre de Jesu Christo San Francisco, en una sepultura baxa que no tenga bulto aguno, salvo una losa baxa en el suelo, llana, con sus letras esculpidas en ella; pero quiero e mando que si el Rey mi señor eligiese sepultura en cualquier otra parte o lugar destos mis Reynos, que mi cuerpo sea allí trasladado e sepultado, junto al cuerpo de su Señoría, porque el ayuntamiento que tuvimos viviendo y en nuestros ánimos, espero, en la misericordia de Dios, tornar a que en el Cielo lo tengan e represenen nuestros cuerpos en el suelo.
Y el pobre tío Mariano, con la anguarina calada, bajo un brazo la aguijada y en la mancera una mano, arando estaba en tal día por no perder una huebra, donde diz que el viento quiebra cosa que él solo diría, pues en aquella desnuda tierra llana sin abrigo le flagelaba el hostigo la cara con saña cruda.
Su asesinato, además de ser un golpe que me devastó personalmente, en los hechos impactaba precisamente aquello en lo que yo estaba más concentrado: la paz y la estabilidad del país, así como la conducción de la economía, todo ello afectado por los hechos de violencia provocados por el levantamiento guerrillero en Chiapas. La verdad simple y llana es que su muerte fue un golpe tremendo contra mí, en lo personal y en lo político.
Es algo eminente y su cumbre llana, desde la cual toda la isla se descubre; sus faldas son muy escabrosas, por lo ceñido que le tienen infinidad de rocas inaccesibles, de manera que la subida es muy difícil y siempre lo fuera si los españoles no hubieran tomado el trabajoso afán de hacer dicha senda, como ahora contaré.
Al volver, que volvió, Monipodio, entraron con él dos mozas, afeitados los rostros, llenos de color los labios y de albayalde los pechos, cubiertas con medios mantos de anascote, llenas de desenfado y desvergüenza: señales claras por donde, en viéndolas Rinconete y Cortadillo, conocieron que eran de la casa llana; y no se engañaron en nada.
Siglos y siglos hace que a la pobre Eva le estamos echando en cara la curiosidad de haberle pegado un mordisco a la consabida manzana, como si no hubiera estado en manos de Adán, que era a la postre un pobrete educado muy a la pata la llana, devolver el recurso por improcedente, y eso que, en Dios y en mi ánima, declaro que la golosina era tentadora para quien siente rebullirse una alma en su almario.
Íbase a sus negocios, que eran pocos, y con brevedad daba la vuelta; y, encerrándose, se entretenía en regalar a su esposa y acariciar a sus criadas, que todas le querían bien, por ser de condición llana y agradable, y, sobre todo, por mostrarse tan liberal con todas.
-Dices muy bien, señora -respondió Ricardo-, y agradézcote infinito el desengaño que me has dado, que le estimo en tanto como la merced que me haces en dejar verte; y, como tú dices, quizá la experiencia te dará a entender cuán llana es mi condición y cuán humilde, especialmente para adorarte; y sin que tú pusieras término ni raya a mi trato, fuera él tan honesto para contigo que no acertaras a desearle mejor.
Torna al peñón (que parece una colosal fantasma con un turbante de nubes, de nieblas con una faja) la vista otra vez. La extiende por la mar, que, muerta y llana, fundido oro se diría del sol poniente en la fragua.
Acampados ejércitos formidables de maíz, que le dan nombre, del río la separan. Bordea el maizal llana y polvorienta carretera, que limita por el otro lado con alegres colinas.
2Y andando el tiempo mudaron los señores reyes el modo en las personas y formaron este Consejo de cierto número de caballeros de capa y espada y cierto número de letrados hasta que los señores Reyes Católicos, a quien debe esta Corona lo que se sabe, excluyeron los de capa y espada y le formaron como hoy está de un presidente y diez y seis letrados, gente mediana entre los grandes y pequeños, sin ofensa de los unos ni celos de los otros; cuya profesión son letras legales, comedimiento, secreto, verdad, vida llana y sin corrupción de costumbres, no visitar, no recibir dones, no profesar estrecheza de amistades, no vestir ni gastar suntuosamente; y en su trato blandura, espera y urbanidad.