Estrategias de MotivaciÓn A Inicio o Durante La Clase
Estrategias de MotivaciÓn A Inicio o Durante La Clase
Estrategias de MotivaciÓn A Inicio o Durante La Clase
Las pruebas pueden contener unos cuantos ítems de selección múltiple o de cierto
y falso,
derivados de las preguntas guía. Estas pruebas cortas motivan al estudiante a
repasar
sus notas de clase y mantenerse al día en las tareas asignadas. Los estudiantes,
entre
ellos mismos y por su cuenta, se plantean las preguntas guía con el objetivo de
prepararse para los exámenes.
¿Ha notado usted que cuando hace preguntas a la clase, siempre quieren
responder los
mismos estudiantes? Si usted mira al resto de la clase y escoge los menos activos
y les
hace una pregunta, sentirán que usted quiere mostrar lo ignorantes que son, y en
consecuencia se van a resentir. Para evitar esta situación escriba los nombres de
todos
los estudiantes en tarjetas, mézclelas y hágales las preguntas al azar. De esta
manera,
todos pondrán atención a todas sus preguntas y todos las contestarán
activamente. Esta
técnica sencilla evita el problema común de que cuatro o cinco estudiantes
monopolicen la
discusión.
Seleccione con frecuencia estudiantes para que resuman con sus propias palabras
lo que
dijo otro estudiante. Esto estimula a los estudiantes a escuchar activamente a los
demás
y les ayuda a darse cuenta que pueden aprender de los otros. Además, sirve para
disminuir la dependencia del maestro. Escuchar los comentarios y las preguntas de
otros
estudiantes puede ser bastante educativo.
Una manera de lograrlo es pedirle con frecuencia a algún estudiante que repita lo
que otro
estudiante acabó de decir. esto los mantendrá alertas! Otra táctica que
fomentamos para
promover la escucha cuidadosa consiste en dividir la clase en parejas y hacer una
pregunta controversial. Los miembros de la pareja comparten sus opiniones con su
compañero y justifican sus posiciones. Los dos escuchan con cuidado y luego
repiten,
pero en sus propias palabras.
Piense en voz alta frente a sus estudiantes. Deje que ellos le escuchen descifrar
lentamente los problemas de la materia. Trate de pensar en voz alta al nivel de los
estudiantes de la clase. Si su pensamiento es muy avanzado o procede muy
rápidamente, ellos no podrán entenderlo ni asimilarlo.
8) FOMENTE LA COLABORACIÓN
Con frecuencia, divida la clase en grupos pequeños (de dos, tres o cuatro
estudiantes),
asígneles tareas específicas y límites de tiempo. Luego, pídales que informen qué
parte
de la tarea completaron, qué problemas tuvieron y cómo los resolvieron. Esto
provee una
excelente manera para que los estudiantes realicen tareas difíciles y logren una
mejor
calidad de trabajo que cuando trabajan solos.
Los estudiantes que a menudo tienen que explicar o argumentar sus ideas de
estos,
pueden lograr un progreso significativo en mejorar la calidad de su forma de
pensar.
Pida que los estudiantes discutan una pregunta o problema en parejas para llegar a
un
consenso. Luego pida a cada pareja que se junte con otra hasta llegar a un
consenso.
Entonces dos grupos de cuatro se junta y así sucesivamente. Esta es una técnica
excelente y desarrolla su confianza para exponer sus ideas a sus pares. No es difícil
para
ellos hablar con otro estudiante, y una vez que han expresado y aclarado sus
ideas, no es
tan difícil hablar en grupos de cuatro, ocho o dieciséis
Antes de dar la conferencia o que sus estudiantes lean sobre un tema, pídales que,
en
cinco minutos, escriban unas notas preliminares, personales, sobre el tema que se
va a
tratar. Pueden usarlas luego como en grupos pequeños.
Cuando los estudiantes piensan sobre el material y anotan sus ideas, podrán
contribuir
más efectivamente a las discusiones del grupo o de la clase.
En ocasiones estimule a sus estudiantes para que realicen debates sobre asuntos
controversiales. Por ejemplo, pregunte cuántos en la clase piensan que la
educación física
debe ser requisito para todos los estudiantes de la escuela. Cuando alcen la mano
para
responder, escoja dos o tres estudiantes que piensan que debe ser requisito.
Pídales que
se junten y desarrollen sus argumentos. Haga lo mismo con aquellos que creen que
la
educación física no debe ser requisito. Los grupos utilizan parte del tiempo de la
clase
para desarrollar sus estrategias y presentan sus debates al día siguiente.
Terminando
este, pregunte a los estudiantes que inicialmente no opinaron: ¿qué argumento los
convenció y por qué?.
Asigne a sus estudiantes una tarea escrita en la que exponga diálogos imaginarios
entre
personas con perspectivas diferentes sobre algún asunto de actualidad como las
células
madre o el aborto. Los diálogos también pueden versar sobre los distintos puntos
de vista
de partes opuestas en una disputa internacional. O podría generarse un diálogo
entre una
persona liberal y una conservadora. Se dice a los estudiantes que las personas
involucradas en el diálogo deben ser inteligentes, racionales y sin prejuicios.
Para que los estudiantes redacten un diálogo, se requiere que piensen desde dos
perspectivas diferentes. Escribirlo les facilita ver el punto de vista de una persona
con
quien no están de acuerdo y hacerlo sin prejuicios. También los obliga a posibilitar
que
personas con perspectivas diferentes se comuniquen entre sí, que presenten
objeciones y
preguntas y propongan alternativas. Los estudiantes deben decidir entonces cómo
responderlas. Esto los obliga a desarrollar aún más su comprensión de cada
perspectiva y
las fortalezas y debilidades de ésta.
Anime a los estudiantes a que expliquen la tarea; les ayuda a aclarar cualquier
malentendido antes de comenzarla. Después que explique con sus propias
palabras el
propósito de una tarea; los estudiantes podrán enfocarse mejor en ese fin y seguir
trabajando en mayor armonía con el propósito planteado, en lugar de irse por las
ramas.
Diseñe actividades para que los estudiantes descubran por sí mismo los conceptos,
los
principios y las técnicas antes de presentar el material en una conferencia o
lectura.
Promover en la clase una discusión para buscar respuesta a un problema, facilita
tales
descubrimientos. Por lo general estas actividades son más efectivas si se realizan
en
grupos pequeños y no de manera individual.
Los estudiantes entenderán mejor cualquier cosa si la descubren ellos mismos.
Aprenderán no sólo que así es, sino que entenderán por qué es así. De esta
manera los
estudiantes adquieren práctica en descifrar cosas y resolver problemas ellos
mismos, en
vez de tener que buscar instrucciones del maestro acerca de qué hacer y cómo
hacerlo.
Además, mientras más experiencias personales tengan descubriendo conocimiento
importante, más confianza desarrollarán en sus propias habilidades de
pensamiento.