Raquel y Vidas PDF

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RAQUEL E VIDAS

Celebre es el delicioso episodio en que el Poema del Cid, casi al principio, nos narra en versos (78 a 212), llenos de vida, color y movimiento, el ardid de que Martn Antolnez, aconsejado poi Ruy Daz, se vali para lograr un prstamo de 600 marcos (sin contar una propina de 30 al propio gestor) de dos judos burgaleses, que reciben en depsito dos arcas ecubiertas de guadalme e bien enclaveadas,, mas repletas de arena y no del oro eFnerado o fino que se les prometiera.. No vamos a destacar aqu el carcter ficticio del episodio y su posible entronque con uno de I s cuentos de la Disciplina clericalis del judo converso Pedro Alfonso, como defendi Menndez Pidal en el prlogo a su edicin del Poema en Clsicos Castellanos de La Leztura (1). Ni su problemtico engarce con tema de la poesa arbiga que nos narra engaos simi'ales de beduinos a usureros sedentarios, como ha insinuado Emilio Garca Gmez en Esos dos judos de Burgos (2). Ni los primores estilsticos del pasaje, encarecidos por Dmaso Alonso, en Ensayos de poesa espaola (3 Ni siquiera nos detendremos en otros aspectos examinados por Francisco Grandmontagne en El engallo de: Cid a los judos. Vamos a limitarnos a ilustrar y precisar los nombres de ambos judos burgaleses, amigos caros del citado Antolnez y, sin duda, viejos conocidos tambin de Rodrigo de Vivar (cf. verso 155). De aqullos no siempre se ha escrito con acierto, y alguno, cual Garca Gmez, afirma que tales nombres ((sobre todo el de Raquel aplicado a varn)

(1) Madrid, 1913, pgs. 33-37. (2) Art. en A B C- del 8 julio de 1951 y en Al-Andalus, XVI, 1951, 224-227. (3) En 12.ev. de Occidente Argentina , Buenos Aires, 1946, pgs 72-78, 98 Y 101-102. (4) En La Prensa de Buenos Aires, del 28 de junio de 1921 O 1922, si mal no recordamos.

632 son suspectos, a menos de suponer deformaciones grficas. Vemoslo ms de cerca. En cuanto a VIDAS, ya hemos escrito en otra parte (5) que no puede ser tns lgrimo y exacto, ya que en versin fiel y literalsima del hebreo 3-layyitn, plural aparente de tipo similar al betulim (virginidad), y cuyo significado es vida. Ms frecuentes eran Vida! o "Vitalis, pero "Vidas y -Vitas, -Vides y 'Viles, y 'Vives y Vivas son tambin usudes en nuestra documentacin medieval referente a judos, como puede comprobarse y . gr. en Fritz Baer, Die g uden im christeichen Spanien (5); y no es raro tampoco entre judos y moros, segn anota Menndez Pidal (remitiendo a Simonet, p. LIX) en su magna edicin del Cantar de Mio Cid, Madrid, 1911, t. II, p. 897. Algunos eruditos, corno Angel de los Ros y Saroihandy, emitieron la hiptesis de que 'Vidas pudiera ser una errada lectura por ludas. La confusin paleogrfica, corno ha escrito D. Ramn, es fcil, y en ella incurre la edicin de la Tercera Crnica General de Espaa, por Ocam po, que en folio 302c lee Bidas y en fol. 338c 3udas. Sin embargo, segn tambin advierte el mismo ilustre cidfilo, todos los manuscritos de la Crnica leen Vidas, y dicho supuesto de corrupcin de lectura carece del menor fundamento y nos parece debe rechazarse en absoluto. Adems, probablemente no se habra escrito 'Judas, sino ms bien Ybuda, Yuda, Yebuda, 7euda, Yfttda, Talada, o algo similar, corno era usual, siendo ms rara la forma ludas, aunque sepamos de un 3tidas ranco, un judas Abengoyos o un 3udas Abenmenir (7). En cuanto a RAQUEL, el ilustre maestro Menndez Pidal, en el tomo II de su citada magna edicin (p. S18), escribe simplemente: Rachel, judo burgals . Pensar que la frmula invariable en el Poema Rachel e Vidas indique un matrimonio judo no es factible; sera extraa esa intervencin femenina entre judos del siglo XI, y ms el que la mujer recibiera siempre el primer puesto. Raquel, como denominacin masculina de persona, no es verosmil. Nos parece, pues, un tanto sospechosa en el contexto, y hemos barruntado una posible mala sustitucin del nombre de varn Ragel o Roguel. En hebreo existen Ro guel y Reuel, Rehuel o .Ratfliel, el pariente de Tobas. En 1207, en escritura de compra de via en Arcos, firma por la abadesa de las Huelgas

La judera de Burgos en Schund, XII, 1952, pgs. 60-61, y en Alvar Garca dc (5) Santa Mara. Historia de la judera de Burgos y de sus conversos mds egregios, Madrid, 1952, pgina 11. (6) Vol. I, Berlin, 1929, y II2, ibid, 1936.

(7)

Cf. obra cit. de Baer. ndices.

633
de Burgos un Salomn Atrugel, que podemos comparar con el nombre del clebre ju lo traductor de la Bib'ia Harnada de Alba, lr-raguel de Guadalajara. Un joclio pobre elatnado Rogel, figura en Zaragoza por el 1492. Ambos judos, R?quel y Vidas, aparecen en el Poema en perfecta armo )a de vida y relaciones con el Cid y los suyos, sin que se trasluzca en stos el menor rastro de antisemitismo medieval, contra lo que, poco acertadamente, sospecharon Bello y Bertoni. Ya lo advirti atinadamente D. Ramn Menndez Pidal en la pg. 35 de su edicin de La Lectura. Martn Antolnez conoca bien la morada de dichos hebreos, en el circuito fortificado del castillo , a los cualesquiz hermanos o unidos en consorcio comercialsorprende en uno.., en cuenta de sus a y eres. Moraban, pues, en la judera burgalesa superior o de Arriba, subiendo hacia el Castillo, en la parte que comprenda la iglesia de Santa Mara la Blanca y la calle de Armas, con la que estableca contac to, sin rebasar el perfil de dicha calle. Tales judos estaran probablemente comprendidos entre aqullos de quienes Alfonso VI, el 22 de fe brero de 1085, conceda a la alberguera u Hospital de Burgos, la percepcin diaria de dos sueldos y un denario y en la feria quinta una medida de sdl. Sin duda tambin, nuestros dos judos eran acaudalados, y no sera la primera vez que hacan un prstamo similar a cristianos. El Poema no cita el pormenor de cmo se les resarci de sus 600 marcos. Al poeta primitivo le basta con insinurnoslo, cuando, al acudir Minaya Alvar F-ez a Cardefia en busca de la esposa del conquistador de Valenja, caen a los pies del bueno de Minaya (versos '1430 ss.) la citada pareja juda, reclamando, al menos, el cabdal prestado, y obtienen del primo cormano de D. Rodrigo la solemne promesa .iro lo ver con el (A., si Dios inc lieva all Por lo que avedes fecho buen cosiinent y avra. A lo cual los prestamistas litntanse a contestar: el Criador lo mande! Si non, dexaretnos Burgos, ir lo hemos buscar>. Slo el refundidor de la Crnica etzeral se crey en el deber de puntualizar la devolucin por el propio Antolnez de la cantidad que Rache! e Vidas Prestaron. FRANCISCO CANTERA BURGOS
De la Real Academia de la Historia

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