Pavajeau Rico Gina 2010

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COMUNIDADES INDGENAS, TIERRA Y RECURSOS NATURALES FRENTE A

LAS POLTICAS PBLICAS DEL ESTADO

GINA BIBIANA PAVAJEAU RICO

UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA


FACULTAD DE DERECHO
INSTITUTO DE POSGRADOS
BOGOT D. C.
2010
1

A ese algo ms maravilloso que nos gua y es la fuerza


ms poderosa que se pueda percibir, a la Sierra Nevada
que tanto me ense y fortaleci cada da. A J, quien me
apoy y a mi Padre quien me mantuvo constante.

AGRADECIMIENTOS

La autora expresa sus agradecimientos a:

La Fundacin Colectivo Talanquera por realizar estos espacios de conversatorios


con los abuelos y mamos de las diferentes comunidades indgenas, apoyando la
tradicin oral ancestral.

Andrs Pardo (fundador de la Fundacin) por su

tiempo, paciencia y observaciones. A Dugunawin por su risa y a Jorge Mauricio,


cmplice en este intento.

Nota de aceptacin
___________________________________
___________________________________
___________________________________
___________________________________

__________________________________
Firma del presidente del jurado

__________________________________
Firma del jurado

__________________________________
Firma del jurado

Bogot D. C. 13 de diciembre de 2010.

AUTORIDADES ACADMICAS

Presidente
Luis Francisco Sierra Reyes
Rector Nacional
Nicols Enrique Zuleta Hincapi
Secretario General
Pablo Emilio Cruz Samboni
Censor Nacional
Benjamn Ochoa Moreno
Presidente Sede Principal
Eurpides de Jess Cuevas Cuevas

Rector Seccional
Fernando Dejanon Rodrguez
Decano Facultad de Derecho
Jess Hernndez lvarez Mora
Secretario Acadmico
lvaro Aljure Moreno

TABLA DE CONTENIDO
Pg.

INTRODUCCIN

10

1.DEFINICIN DEL PROBLEMA

16

1.1.PREGUNTA

16

1.2.HIPTESIS

16

1.3.JUSTIFICACIN

17

1.4.OBJETIVO GENERAL

19

1.5.OBJETIVOS ESPECIFICOS

19

2.MARCO TEORICO

21

2.1.ORIGENES Y FORMAS DE VIDA

23

2.2.A LA LLEGADA DE LOS ESPAOLES

24

2.3.PRIMERA VISIN HUMANSTICA DE LOS INDGENAS. LA COLONIA

25

2.3.1. Las leyes de indias, una tradicin inventada

28

2.3.2. La encomienda, proceso de aculturacin

28

2.3.3. Los resguardos, consolidacin de la conquista

29

3.LA ILUSIN DE LA INDEPENDENCIA

31

3.1.IGUALDAD DE LOS NATIVOS. LEY 11 DE OCTUBRE DE 1821

32

3.2.RESPETO A LA PROPIEDAD INDGENA. LEY 25 DE MAYO DE 1824

34

3.3.DECRETO DEL LIBERTADOR

34

3.4.COMO DEBEN SER GOBERNADOS LOS SALVAJES. LEY 89 DE


1980

35

3.5.EL MOVIMIENTO LAMISTA. PETICIONES INDIGENISTAS

36

3.6.REFORMA AGRARIA Y RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

38

3.7.APROBACIN DEL CONVENIO169DE LA OIT. LEY 21 DE 1991

40

3.8.REPRESENTACIN INDGENA EN LA ASAMBLEA NACIONAL


CONSTITUYENTE

42

3.9.LOS INDGENAS Y LA CONSTITUCIN DE 1991

46

4.MINGA Y ACTUALIDA

48

4.1.MOTIVOS DE LA MOVILIZACIN

48

4.2.REACCIN DEL GOBIERNO

50

4.3.DECLARACIN DE LAS NACIONES UNIDASSOBRE LOS


DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

51

5.TIERRA Y RECURSOS NATURALES. COSMOVISIONES

55

5.1.TIERRA E IDENTIDA

55

5.2.LA MADRE TIERRA

60

6.POLTICAS PBLICASO POLITICAS DE ESTADO

64

6.1.POLTICAS LEGISLATIVAS

66

6.1.1. Ley 99 de 1993

66

6.1.2. Ley 160 de 1994

66

6.1.3. Ley 165 de 1994

66

6.1.4. Ley 191 de 1995

66

6.1.5. Ley 243 de 1995

67

6.1.6. Ley 607 de 2000

67

6.1.7. Ley 617 de 2000

67

6.1.8. Ley 619 de 2000

68

6.1.9. Ley 691 de 2001

68

6.1.10. Ley 685 de 2001

69

6.1.11. Ley 715 de 2002

69

6.1.12. Ley General Forestal

69

6.1.13. Estatuto de Desarrollo Rural

70

6.2.POLTICAS ADNINISTRATIVAS Y EJECUTIVAS

71

6.2.1. Frente Nacional (1958 1974)

71

6.2.2. Julio Cesar Turbay Ayala (1978 1982)

72

6.2.3. Belisario Betancourt (1982 1986)

72

6.2.4. Virgilio Barco (1986 -1990)

73

6.2.5. Cesar Gaviria (1990 1994)

74

6.2.6. Ernesto Samper Pizano (1994- 1998)

74

6.2.7. Andrs Pastrana (1998 2002)

76

6.2.8. lvaro Uribe Vlez (2002 2006) / (2006 2010)

76

7.DERECHOS TNICOS O RESPETO A LA DIFERENCIA

83

7.1.CONSULTA PREVIA

85

7.2.VIOLACIN DE LA CONSULTA PREVIA E INCIDENCIA FCTICA DE


LAS POLTICAS

88

7.3.EL SOFISMA DEL DESARROLLO

96

7.4.VERDAD SENTIDA

104

8.CONCLUSIONES

115

9.RECOMENDACIONES

118

9.1.UNIFICACIN O DESINTEGRACIN

118

9.1.1. Unin de modelos econmicos

120

9.1.2. Tecnologa intermedia

121

9.1.3. La educacin

122

10.BIBLIOGRAFIA

124

10.1.WEBGRAFIA

133

RESUMEN

El objetivo de este estudio se concentro en identificar porque los gobiernos han ignorado
los preceptos constitucionales y las normas supranacionales al expedir polticas de estado
para las comunidades indgenas que menoscaban los derechos que ostentan sobre sus
tierras y recursos naturales, Para tal efecto, se hizo uso del mtodo analtico descriptivo,
arrojando como resultado que en la nacin no existen polticas pblicas indigenistas en
esta materia como tal. Concluyendo que se debe dar aplicacin a la consulta previa, libre
e informada estipulada en el Convenio Internacional 169 de la OIT en la implementacin
de polticas pblicas que los involucren.

Palabras Claves: Comunidades indgenas, polticas pblicas, tierra y recursos naturales.

INTRODUCCIN

Los Pueblos Indgenas en Colombia, que han soportado alrededor de 500 aos de
conquista, usurpacin, ultrajes, explotacin, vejmenes, entre otros, y que
actualmente siguen enfrentando la misma problemtica, deben sobrellevar
adems los efectos negativos de la expedicin de polticas con enfoques
netamente positivistas, racionales y conductuales 1, que se dirigen a la insercin
de los seres humanos dentro de una lgica de concebir el mundo y las relaciones
sociales de manera casi hegemnica en la que no han importado los derechos de
estos ciudadanos 2.
El nfasis de esta documento se centro en un abordamiento crtico de las polticas
pblicas en materia de tierra y recursos naturales en relacin a los pueblos indgenas,
analizando y vinculando los lineamientos de estas con su aplicacin emprica en las
comunidades, identificndose porque no existe en Colombia una real construccin de
polticas pblicas indigenistas y a su vez los gobiernos incurren en dejar plasmado en el
papel los preceptos constitucionales e internacionales que fue el objetivo general de esta
investigacin. Vale la pena aclarar que este intento no es ms que un acercamiento
primario al tema, con el cual fue posible evidenciar, que a pesar de que a Colombia
llegaron en la dcada de los 90 el modelo terico y las herramientas tcnicas de las
polticas pblicas3, algunas veces se cuenta con el criterio de los interesados y en la
mayora de los casos son decisiones que toman los estados ignorando el mandato del
Convenio Internacional 169 de la OIT acerca de la consulta previa, libre e informada.

El mtodo empleado para la evaluacin de las polticas pblicas fue el clnico,


intentando capturar los resultados a travs de los indicadores de impacto y
1

ZAPATA, Carlos. La jurisdiccin Constitucional, anlisis crtico de las polticas para pueblos indgenas en
Colombia. Propuestas de construccin y seguimiento de polticas desde la organizacin social. Centro de
Cooperacin Indgena (CECOIN), Observatorio indgena de polticas pblicas de desarrollo y derechos
tnicos. Indgenas sin derechos. Situacin de los derechos humanos de los pueblos indgenas. Informe 2007.
p. 63-64.
2
Ibd.
3
Ibd.

10

pertinencia, que sirvieron como instrumentos para recolectar los procesos


implementados, resultados, impactos y estructurar la informacin cualitativa frente
a la organizacin social, econmica, ambiental y cultural de estas etnias.
Se vislumbr que los esfuerzos gubernamentales se siguen dirigiendo a hacer
una inclusin forzada de las comunidades, dentro de un desarrollo econmico,
poltico, social y ambiental de una nacin ajena, que carece de los elementos
esenciales que les pertenece como cultura a estos pueblos ancestrales. Debido a
que los modelos bajo los cuales se han construido estas polticas pblicas con
miras a la planificacin social han sido la manifestacin de los paradigmas
polticos.

Bajo estos parmetros, las estrategias tcnicas diseadas para la

elaboracin de estas herramientas se han visto atrapadas en discusiones


accesorias y nada eficientes respecto de su deber ser.
No es aventurado afirmar que en el pas las polticas pblicas buscan privilegiar
y legitimar una especfica ideologa, en muchas ocasiones se ven reflejadas las
prioridades polticas que carecen de soporte tcnico y no se justifica su viabilidad
social y econmica, adecundolas segn los intereses de los grupos del poder
dominante. El Estado no ha sido inocente en el empleo de estos mecanismos de
solucin de conflictos, pues en todos los gobiernos se ha mantenido una clara y
marcada estrategia integracionista y desmovilizadora de estas comunidades, sin
que se promulguen propuestas con soluciones efectivas a los problemas que
enfrentan estas etnias frente a sus tierras y el manejo de sus recursos naturales.
No hay que desconocer que se han realizado intentos por implementar planes con
objetivos claros, marcados con sutiles propuestas reduccionistas de estos
ciudadanos a la sociedad mayoritaria puesto que estn viciados de la
manipulacin de la informacin a favor de los miembros de la gestin poltica, la
limitacin de los recursos con directrices no siempre de orden tcnico y
burocratizacin de los procedimientos.

11

La edificacin de la sociedad moderna se hizo y sigue hacindose bajo


parmetros de funcionamiento, en donde la poblacin se deposita en las manos
del Estado y le entrega la potestad de sus derechos para que sean protegidos y
garantizados.

En este ejercicio de control sobre la interaccin social, las

comunidades indgenas han decidido respetar ese ente colectivo y su forma de


organizacin, acogen y respetan algunas de las normas que ese Estado mantiene,
esto ha llevado a que aparezcan ciertas tensiones, pues como ya se manifest las
polticas expedidas no cumplen con su funcin garantista y proteccionista de los
derechos, sino que por el contrario, vulneran los derechos de estos pueblos,
desconociendo sus modos, las leyes internacionales e incluso la constitucin
poltica vigente.
Ese desconocimiento, esa carencia de la verdadera creacin de polticas pblicas
en donde participen de manera activa estas comunidades, para que efectivamente
les sean reivindicados los derechos de propiedad que ostentan sobre sus tierras y
los recursos naturales contenidos en estas, el uso y manejo que soporte la
pervivencia y organizacin de su modus vivendi de manera que se les asegure no
quedar subsumidas, atrapadas y destruidas por el mercantilismo salvaje que se
impone en estos tiempos, es lo que marca la pauta como objeto de estudio de esta
investigacin.

El sistema econmico y poltico adoptado por el Estado, ha

resultado imponiendo una organizacin de modelos de vida a seguir. De all que


el reconocimiento, proteccin y respeto de los derechos de los nativos
colombianos, dentro del marco jurdico del pas, ha sido un fenmeno social
marcado por el debate que se genera por las diferentes visiones de entender,
comprender e interactuar en la vida de unos y otros.

Lo que fundamenta la

realizacin de esta investigacin socio-jurdica, es la interpretacin legal de una


realidad, la realidad de la diferencia, la realidad de un discurso que sea levantando
en pro de la humanidad y del medio en el que esta se desarrolla.
La investigacin que se llev a cabo es de carcter analtico descriptivo ya que se
explica la relacin entre indigenismo y Polticas pblicas estatales, adems de
12

describir la situacin de los indgenas y su prctica cotidiana dentro de la


tendencia mercantilista neoliberal en el afn por articularse a la globalizacin
negociando las tierras y recursos naturales de estos ciudadanos y como es que
las polticas favorecen la expropiacin, desterritorializacin, desplazamiento,
explotacin y destruccin de estas culturas ancestrales. Sin duda la investigacin
ser reveladora y abrir las puertas a nuevos proyectos e incentivos para las
polticas pblicas elaboradas para estas comunidades y aplicadas a la
inalienabilidad de los territorios indgenas y al uso equilibrado de la naturaleza.
Quedando claro la ausencia de verdaderas polticas pblicas, pues las expedidas
continan ausentes de los elementos esenciales de su definicin y demostrndose
la incongruencia de la realidad jurdica frente a la realidad fctica que viven estas
comunidades,

pues

conocerles

es

una

prioridad

para

poder

trabajar

respetuosamente con ellos y con sus autoridades y entender que estos


colombianos son distintos, porque tienen soluciones, visiones y planes diferentes a
los circunstancias que enfrentan, son perspectivas que deben considerar los
interesados en estas etnias, por lo que esta monografa puede convertirse en un
medio de trabajo para la formulacin de polticas pblicas, que permitan trabajar
mano a mano con los indgenas.
El derecho como tal, los preceptos constitucionales, tienen que trascender, no
pueden quedarse como medio que se mueve, interpreta y utiliza por los intereses
de unos pocos o por cumplir las exigencias internacionales, mientras en la realidad
no contengan sustancia en los ciudadanos. Ahora se debe trascender el papel
para llegar a ser en la conciencia colectiva, como un fenmeno que se dirija ms
que al imaginario a una realidad que sea en la sociedad a la que se dirige. Se
debe hacer el esfuerzo para que brote la verdadera conciencia en la legislacin, la
cual debe estar totalmente equilibrada en el respeto al derecho ajeno. Ms no
sucumbir en postulados contradictorios y/o ambiguos, dejando vacios a la
interpretacin de las conveniencias de unos pocos, ya que precisamente esto ser
lo que se refleje en nuestra sociedad y en el actuar de los seres que la conforman.
13

El fin ltimo entonces de esta monografa es despertar el inters con la intencin


de que se empiecen a formular polticas pblicas frente a los territorios ancestrales
y los recursos naturales de estas comunidades, en donde sean incluidos estos
grupos tnicos y obtengan lo indispensable para el soporte de su pervivencia,
desarrollo de sus economas locales, haciendo un uso equilibrado de los recursos
naturales, promoviendo la tolerancia y el respeto por otras visiones en donde se
abran espacios para que ellos enseen su cultura y participen activamente de las
dinmicas sociales en las que se encuentran inmersos.
Esta investigacin se estructur en nueve ttulos para los cuales fue necesario
hacer uso de mtodos como el histrico lgico, sntesis, anlisis y hermenutico
exegtico, para desarrollar los objetivos especficos que se propusieron en el
proyecto, sumergindose linealmente en los hechos histricos acontecidos,
recopilando los aspectos ms relevantes de las polticas expedidas para las
comunidades indgenas en el tratamiento de la tierra y los recursos naturales, en
donde confluyen tambin los impactos de estas frente a sus cosmogonas,
visiones y sentires. Proponiendo que an se tiene la posibilidad de replantear los
mtodos y modelos y aceptar el aporte

de los conocimientos y prcticas

tradicionales, recuperando la tradicin de un pensamiento ancestral y luchar por


la integracin y unidad de las diferencias, pero no fusionndolas sino por el
contrario promovindolas, apoyndolas y respetndolas. Se investig y efectu
una lectura minuciosa de textos que muestran la descripcin de estudios sobre las
polticas de Estado en tierra y recursos naturales que se han expedido y su
impacto frente a los derechos de estas comunidades, como la realidad de su
aplicacin, ya que es de suma importancia saber que se ha escrito sobre el tema.
Se realiz una revisin conceptual de la documentacin existente en archivos y
libros anlogos sobre la reglamentacin, elaboracin e implementacin de las
polticas a la luz de los textos de la Cecoin, como tambin de los alcances sociales
que arrojo el trabajo de campo con aquellos que son los sujetos fundamentales de

14

esta investigacin, hallazgos que contribuyeron al desarrollo y avance de este


estudio.
En el desarrollo de esta monografa la experiencia personal fue de gran utilidad,
pues el convivir en medio de ellos en la Sierra Nevada de Santa Marta y el
participar de sus crculos de palabra en donde trasmiten su tradicin oral con los
abuelos de las diferentes comunidades, le permite al investigador captar y percibir
sus expectativas, sus visiones y sentires, como recolectar las herramientas
metodolgicas de la informacin cualitativa, este mtodo etnogrfico permite pasar
por encima de las palabras y vivir una realidad en donde los sentimientos,
expresiones, emociones, practicas diarias, enriquecen al investigador para
despus poder analizar e interpretar tericamente lo vivido.

15

1. DEFINICIN DEL PROBLEMA

1.1.

PREGUNTA

Porqu las polticas pblicas concernientes a los derechos que tienen las
comunidades indgenas sobre sus tierras y explotacin de los recursos naturales
contenidos en estas, van en contrava no solo de los preceptos constitucionales,
internacionales sino tambin de la pervivencia de las comunidades y la
conservacin de los ecosistemas?.
1.2.

HIPTESIS

Porque los representantes del estado en su afn del anhelado desarrollo, bajo el
paradigma de la concepcin de progreso occidental y los supuestos parmetros de
civilizacin, se han dedicado a copiar e implementar modelos, polticas pblicas
y mtodos que van en choque directo con nuestra realidad social, no slo en la
explotacin y conservacin de los recursos naturales por parte de las
comunidades indgenas sino tambin de sus cosmogonas y cosmovisiones.
Sumndole a esto el cmulo de intereses particulares de los diferentes gobiernos
de turno que en la mayora de casos van en beneficio de pocos y detrimento de
los ms vulnerables, en este caso las comunidades indgenas, los campesinos, la
actividad agrcola, la tierra, el medio ambiente, de lo cual depende el desarrollo
sostenible de una nacin puesto que sus recursos naturales son los que
abastecen y soportan el ecosistema, para que siga proliferando la vida en todas
sus formas.

16

1.3.

JUSTIFICACIN

Las circunstancias que actualmente se viven en

la sociedad colombina tanto

poltica, administrativa, econmica, social y culturalmente, obligan e incitan a


hacer un pare en el camino y reflexionar sobre la calidad de vida de la comunidad
en general.

Pues los paradigmas que guan cada una de las visiones

mencionadas estn marcados por menoscabar la vida. Pareciera que la sociedad


la conforman una especie de entes durmientes caminado por las calles,
indiferentes al espejismo en el que la dinmica neoliberal de mundo capitalizado,
globalizado y masificado ha inmiscuido a los hombres (en sus diferentes gneros),
sin darse cuenta que poco a poco ese monstruo poderoso est acabando con los
seres que lo hacen poderoso, con los recursos naturales que posee la nacin, con
las posibilidades de que hacia futuro el pas pueda autoabastecerse sus
necesidades bsicas, es decir con la vida misma.

Su direccin apunta a la

dependencia.
Ya es normal ver hoy por hoy desfilar seres de las diferentes tnias indgenas de
diversas zonas del pas tratando de subsistir en la mole de concreto que es
nuestra capital, ya sea por que han venido hasta aqu buscando nuevas formas de
vida, pues el conflicto armado, la guerra civil, la expropiacin, deforestacin,
devastacin de recursos, entre otras, los han desplazado de sus territorios
propios, o por que buscan hacer justicia frente a las barbaries que 500 aos
despus del descubrimiento se siguen cometiendo, ya sea a ellos mismos o a
los sistemas ecolgicos que soportan su subsistencia desde antes del encuentro
de los mundos. Es triste ver como caminamos en medio de la polucin, de la
contaminacin, del trfico, del ruido constante como cucarachas inmunizadas
frente al insecticida que ya no las destruye sino que las reproduce por millones,
envestidos de un mpetu glorioso, orgullosos, erguidos por las calles creyendo que
estamos en una cosmopolita que va en va de desarrollo y que nos dirigimos hacia
el clmax de la sociedad occidental.

17

Con todo, la reflexin no puede slo ir encaminada a ser mera doxa social, el
propsito fundamental de esta investigacin se justifica en brindar una luz de
esperanza como de abrir un camino para las comunidades indgenas hacia el
respeto de los derechos que ostentan desde antes de la existencia del Estado
sobre sus tierras y los recursos naturales contenidos en estas, ya que de esto
dependen sus vidas, pues estos elementos son parte integral de ellos mismos y la
base de donde se soportan sus economas locales, demostrando que no existen
polticas pblicas como tal y que las polticas que existen estn impregnadas de
los intereses particulares de los gobiernos de turno, con la misma marcada
tendencia integracionista, desteritorializadora y dirigidas a la construccin de una
sociedad hegemnica que pueda articularse al mercado global.

Con esta

perspectiva se puede orientar a estas comunidades para que exijan jurdicamente


el derecho a la consulta previa y los dems que les conceden la Carta Poltica y
las normas internacionales.
El territorio llamado Colombia estaba habitado por comunidades indgenas
diferentes, un pas que por naturaleza debe reconocerse como indgena, enfrenta
hoy la devastacin histrica y la decadencia del desarrollo que oprime y erradica lo
que no es benfico desde sus intenciones ticas ego centristas y polticas
neoliberales.

Es hora de aceptar que lo que han vislumbrado en el imaginario

colectivo como desarrollo es tan solo una quimera, pues no hay tal, desarrollo y
evolucin habitan solo en los hombres, pero con este juego de palabras los
grandes imperios capitalistas han atrapado al mundo apoyados por los gobiernos
que pretenden transformar los territorios indgenas en supermercados de materias
primas. Es por esto que la investigacin se hace no slo pertinente sino urgente
tanto para un replanteamiento cientfico de la sociedad y la administracin en
general como para el desarrollo sostenible del ecosistema y de las comunidades
que aun a pesar de todo, subsisten.
Se plantea una alternativa que busca el equilibrio, de la vida entre el hombre y la
naturaleza y el hombre con el hombre. Pero dejando en claro que depende de

18

cada uno de los hombres aportar en la reinterpretacin, claro est, que slo en la
medida en que se exprese la cruda realidad puede quedar un eco en algunos
corazones con intensiones nobles y reales de trabajar por un pueblo y no solo con
la sed de ostentar poder.
Esta investigacin se diferencia de las dems de su gnero principalmente por el
tema que aborda pues hacer una introspeccin socio jurdica de la situacin de las
comunidades indgenas, su tierra y recursos naturales frente a las polticas
pblicas del Estado colombiano es marcar una pauta en el anlisis de la legal
realidad del pas. Y de las de su especie por que busca ms que condenar, crear
nuevas formas de gestin en la administracin pblica y nuevas pticas de tales
polticas.
1.4.

OBJETI|VO GENERAL

Identificar porque los diferentes gobiernos han venido ignorando y dejando solo
plasmado en el papel los preceptos constitucionales, los convenios internacionales
y no se generan verdaderas polticas pblicas en materia de tierra y recursos
naturales para solucionar las tensiones que surgen entre estas comunidades y el
Estado por el desconocimiento de sus derechos.
1.5.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Reconocer histricamente la barbarie, la erradicacin a la que han sido


reducidas las comunidades indgenas y la aplicacin jurdica que se le ha
venido dando a travs de la historia al manejo de sus tierras y recursos
naturales, haciendo un recorrido en las directrices jurdicas aplicadas hasta
nuestros das.

Y aceptar el estado de sometimiento en que fueron

sumergidos estos pueblos por las nuevas formas de vida que demandaban
los espaoles, desprecindose de esta manera los pensamientos, rituales,
saberes y cosmovisiones de una sociedad que ya estaba organizada y que

19

intentaron destruir sin compasin alguna. Lo que en la actualidad sigue


latente, solo que las formas han cambiado.

Demostrar que en Colombia no se han generado polticas pblicas frente a


los temas objeto de estudio sino polticas de gobierno las cuales en la
mayora de los casos menoscaban las formas de vida de esta etnias
enseando que las cosmovisiones indgenas contienen toda una sustancia
especial de ver, sentir e interpretar el mundo y relacionarse con todo su
contenido, las cuales implican diferentes formas de vida que as no sean
semejantes entre s no tienen porque excluirse pues las polticas dirigen
hacia una homogeneidad que pone en riesgo la vida, diversidad y diferencia
misma de las culturas aborgenes y van en contrava de los preceptos
constitucionales y los tratados internacionales.

Realizar anlisis de documentos y experiencias de

investigadores

de

diversas entidades, as como tambin buscar los medios y espacios para


interactuar con miembros de las diferentes comunidades indgenas
asentadas en el distrito capital, para entender desde sus vivencias cmo
han incido las polticas del gobierno en sus modus vivendi y porque razn
terminan convirtindose en un obstculo a las tendencias neoliberales que
orientan al pas, que pretenden vincularse y articularse al mercado global,
ya que el nuevo producto que marca la pauta en este modelo, es la tierra y
sus recursos naturales.

Formular posibles caminos para que se creen polticas pblicas tendientes


al reconocimiento y respeto de los derechos ancestrales de las
comunidades indgenas y sus formas diferenciadas de vida, la proteccin
del ecosistema. En la bsqueda por una sociedad equilibrada en donde
puedan integrarse y unirse todas las diferencias, no para erradicarlas sino
para mantenerlas.
20

2. MARCO TEORICO
Las fuentes consultadas en los diferentes contextos que conforman este medio,
nutren el tema de investigacin puesto que nos permiten zambullirnos en la forma
como a travs del tiempo se vienen desteritorializando a nuestras comunidades
indgenas, agrediendo sus derechos y abusando del ecosistema a pesar de la
legislacin existente. La resistencia de las comunidades indgenas frente a las
propuestas del gobierno continua igual de candente que desde el principio, a
pesar de que se han generado intentos de concertacin, realmente no se han
atendido sus reclamaciones, incluso con todo el cambio de valores positivos que
se dieron en el sistema jurdico colombiano y pese a la concretizacin de derechos
que reconoci la Constitucin Poltica de 1991 a estas comunidades, se observa
en las polticas el mismo ingrediente que se dio en la repblica restringir el
derecho a la autodeterminacin, limitar la propiedad y el derecho de los pueblos a
decidir sobre el territorio y sus recursos naturales, asimilar a los indgenas a la
cultura mayoritaria nacional, principalmente en sus cdigos de conducta, a un
proyecto de desarrollo que libere sus territorios a la acumulacin del capital4
El Estado es comprensible en su forma orgnica y funcional.

Es sencillo

comprender su despliegue poltico, jurdico y econmico; para el caso colombiano,


ese desarrollo histricamente ha estado manchado por aos de regmenes
presidencialistas fundamentados en ideologas dbiles y fcilmente mutables pero
que giran sobre el eje del liberalismo moderno, lo cual constituye la trampa
mercantilista que las grandes potencias le han tendido a las naciones llamadas
subdesarrolladas o tercermundistas.
El fenmeno social que se tratara de permear es de las conciencias colectivas
frente a las polticas impuestas por el Estado, las cuales si bien, no son lo nico
que estructura la forma de vida estatal si son lo que ha permitido siglos de dominio
4

CECOIN 4 CECOIN. OBSERVATORIO INDGENA DE POLTICAS PBLICAS DE DESARROLLO Y


DERECHOS TNICOS, INDGENAS SIN DERECHOS. Situacin de los derechos humanos de los pueblos
indgenas. Ediciones Anthropos. 2007. p. 47

21

y predomino de las concepciones euro-cntricas en la funcin ejecutiva del poder


pblico.
Es importante incorporar a los procedimientos de produccin, culturales, sociales
y econmicos, las costumbres y formas de vida que identifican la diversidad de
cada etnia sin hacer de ellos copias vivientes, que pareciera ser lo que quiere la
modernidad, vernos a todos iguales, NO!. Hay que aprender a respetar la
diferencia, sin nfulas de superioridad, se debe reflexionar en la implementacin de
herramientas externas, observar y reforzar nuestras fortalezas frente a estas, en
aras de un desarrollo sostenible que se articule con el contexto mundial pero que a
su vez no vaya en detrimento del ecosistema, de la cultura

y la autonoma

otorgada por ley a las comunidades indgenas, sino que por el contraro se tenga
en cuenta el conocimiento tradicional indgena; el cual contiene muchos aportes
frente al desarrollo sostenible del pas.
La visin actual sobre ordenamiento de territorio puede considerarse como una
manifestacin metodolgica cuya finalidad persigue el conocimiento de este y su
buen manejo. infortunadamente, la aplicacin del modelo europeo trae sus
dificultades, al no entrar a interpretar el sentir de las comunidades que habitan el
territorio, especialmente las etnias indgenas, quienes ocupan de manera
afortunada gran parte del mismo, que son consideradas reservas eco -sistmicas.
Para los indgenas, particularmente, la ocupacin del territorio no persigue fines de
carcter mercantilista ni econmico, sino una forma de vida de integralidad ser
humano-cosmos. Sin embargo, este derecho de carcter ancestral, se ve afectado
por situaciones de orden pblico, poltico administrativo, estrategias de gobierno,
intervencin extranjera, apertura econmica, globalizacin, entre muchos ms
factores desequilibrantes. Valdra la pena hacer una reflexin sobre el concepto de
tierra y territorio y la interpretacin que dan los pueblos indgenas a ello, y cmo
podra ser un ejemplo de aplicacin en las formulaciones de los planes de
ordenamiento territorial5.

CARDONA AGREDO, Gustavo Adolfo. Sobre el territorio y su significado para los pueblos indgenas. En:
Revista Luna Azul. ISSN: 1909-2474 Universidad de Caldas. Manizales 2006.
http://lunazul.ucaldas.edu.co/index.php?option=content&task=view&id=309

22

2.1.

ORGENES Y FORMAS DE VIDA

A travs de la historia se ha cuestionado, cmo y por dnde entraron o


aparecieron los primeros hombres que poblaron la porcin de tierra designada
como Amrica. Existen muchas teoras e hiptesis, sin que ninguna haya llegado
a establecerse. Cmo ocurri? Sigue siendo una incgnita sin respuesta.
El continente hoy llamado Amrica, se encontraba habitado por varios
asentamientos de personas que fueron llamados indgenas, desde Alaska hasta la
Tierra del Fuego, eran agrupaciones nmadas que subsistan gracias a la caza,
pesca y recoleccin. Ms adelante empiezan a cultivar la tierra y a domesticar
animales, tornndose en agrupaciones sedentarias y dando inicio a lo que hoy se
conoce como organizacin social, econmica, poltica y cultural; es decir, el
desarrollo de sus civilizaciones a travs de actividades como la agricultura,
arquitectura, orfebrera, entre otras; crearon canales de riego, terrazas, sistemas
de recoleccin, levantaron templos, observatorios astronmicos, viviendas6.
Los indgenas fueron y son un todo con la naturaleza; toda circunstancia o
actividad es parte de un todo relacionado con un fenmeno natural. Por esto
existen dioses para todas las cosas, a quienes les ofrecen rituales, danzas y
sacrificios; pues cada acto de sus vidas est conectado con la divinidad.
Todo el ciclo agrcola, desde la siembra hasta la cosecha, est acompaado por
oraciones. Ruegan a los rboles que se dejen talar para dar lugar a la siembra.
Durante la quema cantan al viento que sople suavemente para no distribuir el fuego
por todos lados. Para ganarse las simpatas de (...) un ser divino asociado a la
fertilidad, observan cuidadosamente el cdigo moral que se refiere sobre todo al
comportamiento respetuoso frente a los ancianos, observan la obligacin de
compartir con la comunidad y utilizar los recursos naturales con entendimiento. Se
bendicen los primeros frutos del campo y al cosechar el maz blanco se celebra la
gran fiesta del maz. A lo largo de la primera noche realizan un largo canto ritual y
durante la segunda noche presentan diferentes bailes en crculo (...) tambin las

LAPUENTE RODRGUEZ, Manuel. Historia de Iberoamrica. Barcelona, Editorial Ramn Sopena. S.A.
Provenza 95. http://148.201.94.3:8991/F?func=direct&current_base=ITE01&doc_number=000106474.
Consultada en marzo de 2009

23

plantas medicinales revelan todo su potencial slo cuando se reza debidamente


antes de recogerlas7.

Para las comunidades indgenas debe existir un equilibrio entre el hombre, el


ecosistema y el universo o cosmos. Cuando se rompe ste, devienen
enfermedades, catstrofes, devastacin, etc. Cosas que se estn presentando en
nuestra actualidad debido al abuso desmedido del hombre civilizado frente a los
recursos. Por eso en este trabajo se pretende rescatar, apoyar y dar a conocer,
las cosmovisiones ancestrales indgenas por toda la sabidura y riqueza que
encierran y sobre todo porque la tierra y los recursos naturales son la base de las
economas de auto sustento de estos pueblos y a su vez son unos individuos muy
valiosos dentro de la sociedad para preservar la naturaleza.
2.2.

A LA LLEGADA DE LOS ESPAOLES

Las primeras agrupaciones designadas como tribus, desde la visin de aquellos


europeos que ingresaron por el ro Magdalena, se asentaban en sus alrededores.
Fueron descubiertas civilizaciones como los Muiscas, San Agustn, Tierra Adentro,
Los Quimbayas, Tumaco, Bochalema y Mutiscua, Los Guanes, Los Andaques,
Catos, Pijaos, Panches, Chibchas, entre otros, quienes dejaron algunos de los
primeros vestigios de presencia humana en el territorio hoy conocido como
Colombia8.
Al llegar las primeras noticias de tierra a Espaa, los Europeos depositaron en esa
porcin de tierra a la que llamaron Amrica todas sus fantasas de posesin,
adquisicin, y dominacin de territorios, as como la implementacin del ideal
social cristiano justificndose en concebir y tachar a estas comunidades como

GRUNBERG PAZ, Friedl. La relacin de los indgenas con la naturaleza y los proyectos de cooperacin
internacional.2003. p.5.
http://www.guarani.roguata.com/articles/spa/gruenberg_relacion_indigena_naturaleza_2003.pdf. Consultada
en marzo de 2009.
8
PALACIS, Marcos y SAFFORD, Frank. Colombia pas fragmentado y sociedad dividida. Bogot D. C.,
Editorial Norma. 2002. pp. 37 -65.

24

salvajes, brbaros, primitivos, incluso de animales sumidos en el pecado por lo


cual deban ser sometidos a las leyes de Dios y de Castilla.
Este sometimiento se patrocin en principio por la figura del Repartimiento,
estipulado en un documento llamado las capitulaciones9, en donde el Rey
premiaba la conquista y colonizacin otorgndole a los conquistadores la
propiedad de las tierras, lo cual implicaba de suyo la obligacin de cristianizar a
los indgenas, percibir su tributo, gozar de sus servicios personales y esclavizarlos
desde todo punto de vista a la Corona espaola.
Se dio inicio a la pesadilla indgena: la laceracin de su cultura, la apropiacin de
sus territorios y con ello el desplazamiento forzado de las comunidades, la
trasmisin de enfermedades como la viruela, la difteria, la rubola, la peste
bubnica, la malaria, la fiebre tifoidea, el clera, el dengue, enfermedades
venreas y muchas ms, que acabaron por lo menos con la mitad de la poblacin.
Desde ese entonces y actualmente los indgenas luchan por subsistir, por ser
reconocidos y respetados en sus derechos, costumbres, cultura, por la devolucin
de sus tierras y la inclusin con derecho a la diferencia; vindose sometidos en
todos los aspectos y luchando ante la posicin de los gobiernos de considerarlos
como minoras y externalidad cultural.
2.3.

PRIMERA VISIN HUMANSTICA DE LOS INDGENAS: LA COLONIA

Este perodo se inicia hacia mediados del siglo XVI, inundado de muchos
conflictos debido a la resistencia indgena frente a los forneos. Los europeos se
vieron divididos entre quienes apoyaban los mtodos de conquista y el ejercicio
desmedido del poder y entre quienes cuestionaban la legitimidad del sometimiento
indgena, los abusos cometidos por los espaoles, su bienestar, la esclavitud,
9

ARANGO, Ral y SNCHEZ, Enrique. Los Pueblos Indgenas de Colombia 1997 desarrollo y territorio.
Bogot D. C. TM Editores, 1998. p. 27.

25

entre otras cosas; estos hechos exaltaron los nimos de intelectuales humanistas
que se oponan a las encomiendas, entre ellos Fray Bartolom de las Casas y
Juan del Valle. Lo que dio origen, en 1542, a las llamadas Leyes Nuevas10, en
donde se adoptaba una postura mucho ms benfica para los nativos. Salieron
victoriosos quienes rechazaron de plano estas leyes negndose a cumplirlas
puesto que consideraban que el sometimiento era algo justo por la condicin vil
de los indgenas, solo hasta 1718 se aboli esta institucin11.
El llamado perodo de la Colonia, en el cual se emprenden campaas para reprimir
el levantamiento y la resistencia de muchos pueblos indgenas y se desarrollan
polticas territoriales que llevan a la expropiacin a los indgenas de sus mejores
tierras, a la creacin de los resguardos como medida de proteccin y a la
aculturacin forzada de la poblacin indgena mediante el tributo y la imposicin
religiosa y cultural. La Corona Espaola, al comienzo de la colonizacin, otorg
mercedes reales, una forma jurdica que mediante la asignacin de extensos
territorios pretenda compensar a los conquistadores sus empresas. Los
repartimientos se hacan sobre las personas a las que impona tributo o trabajos
forzados. Ms tarde, con las medidas proteccionistas de la Corona, el repartimiento
dio paso a la encomienda que no era otra cosa que el repartimiento pero con la
obligacin del beneficiario, el encomendero, de proteger a los indgenas y de
evangelizarlos mediante la contratacin o ayuda de un cura doctrinero12.

Es de resaltar que en este perodo la tierra y su explotacin estuvieron en cabeza


del soberano, mientras que las de propiedad particular las poda explotar su dueo
o descubridor con la obligacin de hacer una contribucin al patrimonio real.
El origen de la propiedad sobre las tierras se inicia con el otorgamiento de ttulos
por parte de la iglesia catlica ya que sus miembros eran considerados los
representantes de Dios en la tierra13. Este ttulo de adjudicacin y la explotacin
10

Se deben entender Leyes Nuevas como aquellas que pretendan mejorar las condiciones de los indgenas
de la Amrica espaola, fundamentalmente a travs de la revisin del sistema de la encomienda y brindando
una serie de derechos a los indgenas para que vivan en una condicin mejor. Ver GARCIA ICAZBALCETA,
Joaqun. Leyes y ordenanzas nuevamente hechas por su majestad para la gobernacin de las indias y buen
tratamiento y conservacin de los indios, promulgadas el 20 de noviembre de 1542. Citado en Leyes y
ordenanzas. Coleccin de Documentos para la historia de Mxico. Mxico, Editorial Porra S.A. 1980.
Versin actualizada.
11
ARANGO y SNCHEZ. Op. cit., p. 29-33.
12
Ibd., p. 31.
13
HOLGUN AZUERO, Fernando et. al. Algunos aspectos jurdicos de la propiedad del subsuelo petrolfero
frente a las minoras tnicas. Trabajo de grado Abogado. Bogot D.C. Pontificia Universidad Javeriana.
Facultad de Ciencias Jurdicas. Departamento de Derecho Econmico. p. 85.

26

econmica constituan la prueba para demostrar la propiedad.

Realmente el

nfasis estaba en la explotacin ya que la corona espaola por medio de las


colonias obtena mayor riqueza y, por ende, ms poder. Para obtener ttulos de
propiedad, los indgenas deban llevar a cabo la ocupacin y obviamente la
explotacin econmica14.
Una de las ms trascendentales Bulas15 para la historia de Amrica fue la del 4
de mayo de 1493: Alejandro VI concede a los Reyes de Espaa el dominio de las
tierras firmes que ya se haban descubierto y de las que se descubrieran:
Haca el occidente y medio da, fabricando y componiendo una lnea del Polo
rtico, que es el septentrin Polo Antrtico, que es el medio da, ora que hayan
hallado Islas y tierras firmes, ora que hayan de hallar hacia la India, o hacia otra
cualquier parte la cual lneas diste de cada una de las islas, que vulgarmente dicen
los azores y Cabo Verde, cien lenguas hacia el occidente y medio da. As que
todas sus Islas y tierras firmes halladas y que se hallaren descubiertas desde la
dicha lnea hacia el occidente y medio da, que por otro Rey o Prncipe cristiano no
fueren actualmente posedas hasta el da del nacimiento de Nuestro Seor
Jesucristo, prximo pasado, del cual comienza el ao presente de 1493, cuando
fueren por nuestros mensajeros y capitanes halladas algunas de las dichas islas:
Por la autoridad del Omnipotente Dios, a Nos en San Pedro concedida y de Vicario
de Jesucristo, que ejercemos en las tierras con todos los ores de ellas, ciudades,
fuerzas, lugares, vidas, derechos, jurisdicciones y todas las pertenencias por el
tenor de los presentes, las damos, concedemos y asignamos perpetuamente a vos
y a los Reyes de Castilla y Len, vuestros herederos y sucesores: y hacemos,
constituimos y reputamos a vos, y a los dichos vuestros herederos y sucesores: y
hacemos, constituimos y reputamos a vos, y a los dichos vuestros herederos y
sucesores seores de ellas, con libre lleno, y absoluto poder, con autoridad y
jurisdiccin16.

Por evidentes razones de conquista la colonia estuvo inundada de muchas leyes


espaolas como el fuero viejo de castilla en 1228, las siete partidas en 1256, el
ordenamiento de Alcal en 1348, el ordenamiento de Birbiesca, las Ordenanzas

14

Ibd., p. 85-90.
Se debe entender la acepcin Bula, segn la Real Academia Espaola, como Documento pontificio
relativo a materia de fe o de inters general, concesin de gracias o privilegios o asuntos judiciales o
administrativos, expedido por la Cancillera Apostlica y autorizado por el sello de su nombre u otro parecido
estampado con tinta roja. REAL ACADEMIA ESPAOLA. Diccionario de la Lengua Espaola.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=bula.
16
COLOMBIA, PRESIDENCIA DE LA REPBLICA. Fuero Indgena Colombiano. Santaf de Bogot,
Editorial: Presidencia de la Repblica, p. 667-668 Citado por HOLGN. Op. cit., p. 86.
15

27

Antiguas, las Ordenanzas del Nuevo Cuaderno, la Ley 1 de 1564, la Ley 1 de


1780, la Ley 2 de 1789, la Ley 3 de 1790, la Ley 4 de 1792, la Ley 5 de 1973 y
las Leyes de Indias17.
2.3.1. Las leyes de indias, una tradicin inventada: el 19 de mayo de
1680, por rdenes de Carlos II de Espaa, se expidi el compendio de las leyes de
indias, conformado por 4 tomos, con un total de 8 libros. Cada uno de stos
contiene las leyes que en su momento se dictaron en relacin con la conquista del
territorio Americano y los llamados indios.
El libro IIII contiene las principales leyes que reglamentaron la conquista, la
posesin de tierras, la fundacin de ciudades, villas y pueblos. Igualmente se
refiere al gobierno de la ciudad, la administracin de servicios y la dotacin de
infraestructura. Los ltimos ttulos de este libro 7, contienen lo concerniente a la
parte fiscal, la explotacin y comercio del producto de las minas de Oro y Plata.
En total, este libro cuenta con cuatrocientas diez Leyes18.
2.3.2. La encomienda, proceso de aculturacin:

era una renta que

deban pagar los indgenas a un vasallo por la ocupacin y explotacin de las


tierras; se le entregaba al conquistador un ttulo que le otorgaba un derecho
exclusivo, sin ser en ningn caso traslaticio de dominio, y cierta extensin de
tierra dependiendo de la cantidad de indgenas que

tuviera (cuantos ms

indgenas, tanta ms era la tierra que adquira) para civilizarlos y evangelizarlos


convirtindolos a la religin catlica que fue en principio la razn o justificacin por
la cual se crearon las encomiendas, so pretexto de proteger a los indgenas, ya
que en realidad tuvo otra connotacin diferente puesto que stos fueron reducidos
a esclavos, realizando toda clase de labores, obligados a pagar impuestos y
tributos, cosas muy diferentes a las de permanecer y crecer en sus creencias

17

HOLGUIN. Op. cit., 15-28.


DE AYALA, Joseph Manuel. Las leyes de Indias Occidentales. Panam 2001.
http://www.unalmed.edu.co/~aarango/Seminario_I_01-2003/L-INDIAS.DOC. consultado marzo de 2009.

18

28

religiosas, sumndole a estas encomiendas otros ingredientes en beneficio de los


intereses de la corona19.
Luego que se haya hecho la pacificacin, y sean los naturales reducidos a nuestra
obediencia, como est ordenado por las leyes que de eso tratan, el Adelantado,
Gobernador o Pacificador, en quien esta facultad reside, reparta los indios entre los
pobladores para que cada uno se encargue de los que fueren de su repartimiento y
los defienda y ampare, proveyendo ministro que les ensee la doctrina cristiana, y
administre los sacramentos, guardando nuestro patronazgo, y ensee a vivir en
polica, haciendo lo dems que estn obligados los encomenderos en su
repartimiento, segn se dispone en las leyes de este libro20.

Fue abolida en 1718.


2.3.3. Los resguardos, consolidacin de la conquista: realmente ya
existan antes de la llegada de los espaoles. Era la forma en que los indgenas
se agrupaban como clanes, tribus, comunidades, etc.; pero su reconocimiento
oficial se produce con el derecho indiano. As lo afirma el historiador Guillermo
Hernndez:
Los resguardos no se explican sino sobre la preexistencia de una propiedad
colectiva del clan o de la tribu sobre la tierra. Los resguardos fueron instituciones
indgenas reconocidas por la legislacin indiana y por las Leyes de la Repblica
hasta nuestros das. Al grupo indgena, clan o tribu, corresponde en el resguardo el
derecho de propiedad colectiva de la tierra. Las Cdulas Reales y Leyes
Republicanas reconocen este sistema que tiene su fuente en la organizacin
indgena precolombina {...} Los antecedentes de esta institucin no pueden ser
otros, en el pasado precolombino que la propiedad colectiva de la tierra por el grupo
indgena21.

En la colonia se les da vida a los resguardos territoriales como estrategia para


reducir y someter a los indios nmadas que se negaban y oponan resistencia a
vivir bajo el dominio de los espaoles. Dijo la Corte Suprema de Justicia:

19

HOLGUN. Op. cit., p. 90-96.


COLOMBIA, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia (10, octubre, 1942), p.667. Citado por Ibd.,
p., 93-94.
21
HERNNDEZ RODRGUEZ, Guillermo. De los Chibchas a la Colonia y a la Repblica. Bogot, Instituto
Colombiano de Cultura, 1975. Citado por Ibd., p. 90.
20

29

No eran nada distinto del reconocimiento del derecho de propiedad sobre sus
tierras del grupo indgena, clan o tribu. Los ttulos de propiedad se expedan en
cabeza de los caciques, lo que dio motivo para que algunos jefes indios, bien pronto
contaminados del espritu individualista del derecho pensular alegara su dominio
exclusivo personal sobre las tierras (). Estas adjudicaciones fueron unas en forma
gratuita y otras a ttulo oneroso. El Resguardo ofrece una periferia o aspecto
externo comunitario, pero en su interior se cultiva la tierra por la tcnica de parcelas
familiares con grandes supervivencias de trabajos colectivos, como la minga, por
ejemplo22.

22

COLOMBIA. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. Op. cit., p. 97.

30

3. LA ILUSION DE LA INDEPENDENCIA

La independencia de Simn Bolvar fue en resumidas cuentas un cambio de


poder, ya que ste desplaz a los espaoles por las burguesas criollas, pero
conservando todo el modelo y sistema impuesto por los europeos.

Aunque

elimin los tributos para los pueblos indgenas, en ellos no tuvo mucha
trascendencia ya que su sometimiento y condiciones frente a los dirigentes
siguieron siendo prcticamente las mismas.

En 1821 los indgenas ven

amenazados sus derechos puesto que se decreta la divisin de los resguardos


territoriales sobre las tierras que el libertador Bolvar haba ordenado mediante
decreto devolver a los indgenas, as tambin como la adopcin de medidas para
la civilizacin, sedentarizacin y cristianizacin de los indgenas23.
Por esto se gener y se mantiene hasta hoy una lucha por la tierra entre indgenas
y los rganos que detentan el poder, segn la poca, antiguamente gobiernos,
estados soberanos, provincias o departamentos24. Estas comunidades luchaban
en la defensa de sus resguardos territoriales, y quienes ostentaban el poder, por el
libre comercio de la tierra, que estaba obstruido por las asignaciones hechas a los
indgenas25. Intentando a travs de los Consejos Municipales despojarlos,
rematarles y liquidar sus tierras apoyados en la declaracin arbitraria de territorios
vacos o vacantes RES NULLIUS26. Aqu nace una de las leyes ms importantes
en este perodo: la ley de Tierras Baldas, en donde el Estado reconoce la
propiedad privada del suelo sobre las tierras baldas que enajenaba y se le da vida
a la figura de la accesin27.

23

ARANGO, Op. cit., p. 33.


Ibd., p. 33-35.
25
HOLGUN. Op. cit., p. 100.
26
ARANGO. Op. cit., p. 34.
27
HOLGUIN. Op. cit., p. 31-32.
24

31

3.1.

IGUALDAD DE LOS NATIVOS. LEY 11 DE OCTUBRE DE 1821

El seor Pedro Gual, quien asista a las reuniones del congreso en su doble
condicin de diputado y Ministro de Hacienda, fue el que sustent esta ley, ya que
el problema indgena era netamente econmico.

En junio de 1820, como

gobernador de la provincia de Cartagena, elimin provisionalmente el tributo de


indgenas, que al ao produca al Tesoro Pblico Nacional de ocho a diez mil
pesos, dando paso a que dicha medida se implementara en toda la nacin28.
La ley comenz diciendo los indgenas de Colombia, llamados indios en el cdigo
espaol, no pagaran en lo venidero el impuesto conocido con el degradante
nombre del tributo. Decret abolidos el tributo indgena y los servicios personales
si de antemano no se hubiere convenido o pactado un pago o salario por sus
actividades. Otorgndole a los indgenas que quedaran en todo iguales a los
dems ciudadanos y se regirn por las mismas leyes, orden a su vez que las
tierras de resguardo seran entregadas a los indgenas en pleno dominio y
propiedad, acreditando la explotacin econmica como condicin y exigiendo su
legalizacin mediante los ttulos de propiedad29.
Y no teniendo ttulos, les deber bastar la justificacin que hicieren de aquella
antigua posesin, como ttulo de justa prescripcin: en inteligencia que si no
tuvieren cultivados, laborados los tales realengos, se les debe sealar el trmino de
tres meses, que prescribe la Ley 11 del citado libro. O el que parezca competente
para que lo hagan con apercibimiento, que de lo contrario se har merced de ello
los que denunciaren, con la misma obligacin de cultivarlos30.

Era elemento sine cuanum para la adjudicacin del ttulo demostrar la explotacin
econmica de la tierra. A su vez, con esta ley, se les otorg transitoriamente la
administracin de sus bienes. Fue visto con buenos ojos el hecho de que un
ciudadano se estableciera en las parroquias indgenas pagando un canon de renta
28

MEJIA VELILLA, David. Leyes republicanas de indios. Aportacin de la independencia a la legislacin


civil en pro de los indgenas. Antecedentes y periodo de 1821 a 1843. Universidad de la Sabana,
Departamento de Derecho Cannico. Revista Dikaion, ISSN 0120-8942, No
4, 1995.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2117260. Consultada en marzo de 2009. p. 43.
29
CONGRESO GENERAL DE COLOMBIA. Ley 11 (11, octubre, 1821). Sobre extincin de los tributos de
los indgenas, distribucin de sus resguardos, y exenciones que se les conceden. 1821.
30
COLOMBIA, PRESIDENCIA DE LA REPBLICA. Op. cit., p. 88.

32

por los solares, situacin que contribuy al mestizaje; pero todas estas medidas
integracionistas y proteccionistas tenan su trasfondo, porque realmente lo que se
buscaba era la disolucin de estas comunidades, desaparecer estas culturas31,
solo que se dan cuenta de la importancia del indgena frente a la tierra, de su
mano de obra, puesto que fue evidente la improductividad que se gener con la
divisin de las tierras, entendiendo que necesitaban de la poblacin indgena para
que en realidad stas fueran productivas y as poder obtener mayor riqueza para
la Corona Espaola32. A esto se debi la creacin de las colonias y dado a esta
conveniencia es dictada una de tantas ordenanzas por el presidente Antonio
Gonzlez:
Que se den a los dichos indios las tierras tiles y necesarias para sus labranzas y
cra de ganados y se les sealen sus Resguardos y Comunidad y trminos
competentes para sus labores y pastos, para que los tengan conocidos con sus
linderos y mojones y los amparis en todo ello, as los que se poblaren y redujeren
como a los que ya estuvieren poblados, a todos los cuales daris y sealaris las
dichas tierras segn dicho es, aunque para el dicho efecto se quiten a los dichos
encomenderos y a otros cualquieras personas, sin embargo de que las tengan, las
tierras con ttulos de gobernadores o en otra manera pues los dichos naturales
han de ser preferidos en las dichas tierras33.

An as la burguesa criolla pretendi siempre tener el poder, el control sobre la


mano de obra indgena, intentando apropiarse de las tierras de resguardo y
debilitando poco a poco la autonoma, cultura, idiosincrasia de estas comunidades,
lo que devino en un conflicto y pugna constante entre estos pueblos y los
terratenientes, que perdura hasta hoy.

31

PALACIOS, Op. cit., p. 33-69.


HOLGUN, Op. cit., p. 89.
33
COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPBLICA. Op. cit., p. 89.
32

33

3.2.

RESPETO A LA PROPIEDAD INDIGENA, LEY 25 DE MAYO DE


1824

Su difusin traa como objetivo principal proteger a los indgenas. Entre otras
normas sobre tierras, esta ley contempl, en su artculo 14: Se respetarn todas
las propiedades de los indgenas, se les cumplirn religiosamente los
ofrecimientos que se les hagan a nombre de la Repblica, y se les defender en
cuanto sea posible de las agresiones de sus vecinos, principalmente por
mediaciones y arbitramentos34.
Como medio de persuasin, en este mismo ao se otorga con la Ley 30 una
garanta a los indgenas para que renunciaran a su vida nmada y aceptaran ser
sometidos y adoctrinados por las misiones religiosas. Manifest en su artculo
primero: El poder ejecutivo, de las tierras baldas que pertenecen a la Repblica
distribuir las fanegadas proporcionadas a cada una de las tribus que quieran
abandonar su vida errante y se reduzcan a formales parroquias, regidas y
gobernadas en los trminos que est dispuesto para las dems de la Repblica"35.
3.3.

DECRETO DEL LIBERTADOR

El Reglamento sobre Minas del 24 de octubre de 1829, sostuvo el principio de


propiedad por parte del Estado sobre los recursos naturales no renovables, el
gobierno poda conceder terrenos pero sujetos a la explotacin de recursos y al
pago de un tributo sobre el valor y cantidad del recurso extrado. Se establece en
este decreto que el Estado es el propietario de todos los recursos naturales
renovables y no renovables, aclarando que le pertenece tanto el suelo como el
subsuelo36.

34

ARANGO. Op. cit., p. 33-34.


HOLGUN. Op. cit., p. 98-99.
36
Ibd., p. 32.
35

34

3.4.

COMO DEBEN SER GOBERNADOS LOS SALVAJES, LEY 89 DE


1890

Bajo la presin del latifundio los indgenas se vieron coaccionados a acogerse a


esta ley, promulgada frente a la crisis agraria que surge como resistencia de los
indgenas puesto que se oponan a la abolicin de sus cabildos y a la divisin de
sus resguardos; el Congreso de la Repblica con el objeto de apaciguar los
nimos y amparar los derechos de los indgenas sobre las tierras de los
resguardos, empieza la ley advirtiendo Por la cual se determina la manera como
deben ser gobernados los salvajes que vayan reducindose a la vida civilizada37
atribuyndoles el rgimen comunal de los resguardos territoriales, los pequeos
cabildos que no era otra cosa que el gobierno propio y otorgndoles fuero
especial38. Reza en el artculo 2: las comunidades de indgenas reducidas ya a
la vida civil tampoco se regirn por las leyes generales de la Repblica en asuntos
de resguardos. En tal virtud se gobernarn por las disposiciones consignadas a
continuacin39.
Fomentando el gobierno propio, se estipul que en todos los lugares en que se
encontrara establecida una parcialidad de indgenas debera haber un pequeo
cabildo nombrado por stos, otorgndole funciones al cabildo como las de
censarse, protocolizar ttulos y documentos de la comunidad ante notario,
asignaciones de solares, distribucin de tierras de manera equitativa, velar por el
respeto a la posesin, ejercer el control econmico de la respectiva parcialidad,
realizar prcticamente contratos jurdicos como el arriendo de bosques o frutos
naturales y terrenos, indispensablemente aprobados por la Corporacin Municipal
del Distrito. Se le prohiba al indgena vender, arrendar o hipotecar. Aluda esta
ley en su artculo 4: En todo lo relativo al gobierno econmico de las parcialidades

37

COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 89 (25, noviembre, 1890). Por la cual se determina
la manera como deben ser gobernados los salvajes que vayan reducindose a la vida civilizada. Diario Oficial
N 8263. 1890.
38
ARANGO. Op. cit., pp. 34-35.
39
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 89. Op. cit.

35

tienen los pequeos cabildos todas las facultades que les hayan trasmitido sus
usos y estatutos particulares, con tal que no se opongan a lo que previenen las
leyes, ni violen las garantas de que disfrutan los miembros de la parcialidad en su
calidad de ciudadanos40.
La competencia que les fue otorgada para conocer de sus asuntos tena sus
limitantes, por ejemplo si se presentaba una situacin en que los cabildos no
pudieran avenirse, deban acudir al Alcalde del Distrito para que decidiera o en
caso de controversias entre una parcialidad con otras o de la comunidad con
personas o asociaciones no indgenas, en controversias entre miembros de una
misma comunidad, o contra los cabildos. Y en asuntos de resguardos fueron
declarados como pobres de solemnidad41.
Entre otras cosas esta ley estableci tambin algo que se llam protectores de
indios, mecanismos para declarar ejidos los resguardos, dividirlos y reivindicar los
derechos; podan promover la nulidad o recisin de los negocios realizados que
estuvieran en contra de las leyes preexistentes, como la potestad de imponer
sanciones correccionales a los miembros de la comunidad y llevar la
representacin judicial y extrajudicial de los asuntos del resguardo42.
3.5.

EL MOVIMIENTO LAMISTA, PETICIONES INDIGENISTAS

Este fue uno de los movimientos reaccionarios ms trascendentales para estas


comunidades en Colombia, liderado en 1916 por Manuel Quintn Lame, indgena
Pez nacido en Popayn en 1880, en el departamento del Cauca. Surgi como
reaccin de los indgenas frente a quienes no estuvieron de acuerdo con las
medidas proteccionistas que les fueron otorgadas por la Ley 89 de 1890, crearon
un sector de oposicin que derrumbara esta proteccin, apoyados por un grupo de
polticos con conocimiento de causa y con la perspectiva de la explotacin de
40

Ibd.
ARANGO. Op. cit., pp. 34-35.
42
HOLGIN. Op. cit., pp. 100-103.
41

36

recursos sobre todo del oro negro; lograron que se promulgaran algunas leyes y
decretos que perjudicaban arbitrariamente a los indgenas, entre stas la Ley 55
de 1905 que promova la disolucin de resguardos donde no existan indios e
invalidar los ttulos de resguardo.
Por la cual se ratifica la venta de varios bienes nacionales y se hace cesin de
otros". Esta ley tendra muy poco tiempo despus una gran importancia en la
contratacin petrolera en la Costa Atlntica. Segn sus disposiciones, la Nacin
ratific y confirm las declaratorias hechas tanto legal como judicialmente de estar
vacantes los globos de terrenos conocidos como resguardos de indgenas;
igualmente, reconoci las ventas de ellos, siempre que hubieran sido efectuadas en
subasta pblica. La ley cedi a los municipios los terrenos de resguardos de
indgenas ubicados dentro de su jurisdiccin; a cargo de los distritos agraciados
qued la obligacin de respetar los derechos de los indios residentes en ellos.
Finalmente la ley fue clara en indicar que sus disposiciones no alteraban lo
dispuesto en la ley 89 de 1890 para defensa de los derechos de los indgenas,
"asimilados a menores de edad por el artculo 40 de dicha ley43.

Quintn Lame realiz una propuesta en donde trataba de reivindicar los derechos
de los indgenas, estudi las leyes, busc ttulos de los resguardos en los
archivos, argument demandas, solicitudes, present memoriales en donde
pretenda la devolucin de las tierras, una autoridad propia de los indgenas, un
gobierno autnomo, la liberacin de los indgenas exigiendo respeto de su cultura,
de sus costumbres, de su idioma.

A su vez, peda tambin que se le diera

aplicacin a la legislacin de los indgenas, que se acabara el terraje, que se


protegiera a los indgenas ms pobres que se vean obligados a trabajar en las
haciendas, el no pago de arriendos, ni trabajar para personas que no eran
legtimos propietarios de las tierras puesto que stas les pertenecan ya que
siempre las haban habitado y cuidado hasta que les fueron arrebatadas a la
fuerza en la conquista afirmando los blancos invadieron a los indgenas

43

MAYORGA GARCIA, Fernando. Los resguardos indgenas y el petrleo, orgenes y perspectivas del oro
negro en Colombia. Biblioteca virtual del Banco de la Repblica. Edicin 2005. En: Revista Credencial.
Enero, 1994. Edicin 49.
http://www.lablaa.org/blaavirtual/revistas/credencial/enero94/enero1.htm
(consultado en mayo de 2009)

37

usurpando sus tierras ... solo los indios somos los verdaderos dueos de esta
tierra de Colombia, porque toda Amrica es balda44.
Pero toda esta lucha propuesta por Quintn Lame no tuvo frutos, todo fue intil
ante el gobierno, pero de un modo u otro aliment y cultiv en las almas de los
indgenas la semilla para seguir luchando por sus derechos y comprendi
entonces que la ley es ilegal y clasista afirm que las leyes son el fundamento de
la injusticia, que los jueces, tribunales, abogados y todo el aparato legal estaban a
favor de los terratenientes y en contra de los indios45. Quintn Lame manifest:
Hoy no tengo opiniones polticas, ningn indgena puede tenerlas, ahora la
bandera ni es roja ni azul: es blanca, muy blanca, como debe ser la justicia y como
es la paz (...) Maana puede que nos hagamos a la sombra de alguna bandera
que nos ampare46
3.6.

REFORMA AGRARIA Y RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

Esta ley de Reforma Agraria es expedida a raz de que continan los problemas
con los resguardos, como la doble titularidad originada en la superposicin de
ttulos y el deterioro en la calidad de la tierra debido al excesivo uso de la misma
que llev a la destruccin de bosques, suelos y fuentes de agua.

Entre sus

objetivos estaban la redistribucin de la tierra, la modernizacin productiva


agrcola junto con la explotacin de las tierras en condiciones de razonable
eficiencia para una adecuada utilizacin de los recursos naturales y el bienestar
econmico y social. Crea el Incora como ente administrativo para su ejecucin,
busc fortalecer la propiedad privada y transformar en hacienda capitalista el

44

VASCO URIBE, Luis G. Quintn Lame: resistencia y liberacin.


http://www.luguiva.net/articulos/detalle.aspx?id=68). (consultado mayo 2009)
45
Ibd.
46
GALINDO CARDONA, Yamid. Ensayo sobre tierra y piel en el ser Indio de Quintin Lame.
http://historiayespacio.com/rev31/pdf/Rev%2031%20%20Tierra%20y%20piel%20en%20el%20ser%20indio
%20de%20Quintin%20Lame%20Chantre.pdf.p1. Consultado mayo 2009.

38

latifundio improductivo titulando unidades familiares mediante el reparto de tierras


y la colonizacin de baldos. Para los pueblos indgenas contempl:
Artculo 29: ... no podrn hacerse adjudicaciones de baldos que estn ocupados
por indgenas o que constituyan su hbitat, si no con el concepto favorable de la
Divisin de Asuntos Indgenas y nicamente con destino a la constitucin de
resguardos indgenas.
Artculo 94: El instituto de la Reforma Agraria (Incora) constituir, previa consulta
con el Ministerio de Gobierno, resguardos de tierras, en beneficio de los grupos o
tribus indgenas que no las posean47.

Con el Decreto 2117 de 1969 surgen las Unidades Agrcolas Familiares, regulando
la divisin de los resguardos48, la parcelacin y creacin de las Reservas
Indgenas para la asignacin legal en usufructo de baldos nacionales a favor de
estas comunidades, dado que el dominio se mantena en poder del Estado. Pero
con el fin de que todos los indgenas se redujeran a los resguardos, tener mano de
obra productiva y evitar los movimientos reaccionarios, este decreto, en su artculo
11, le da la calidad de personas tanto a hombres como mujeres que se hallaren
inscritos en el ltimo censo y que tuviesen sentido de pertenencia hacia la
parcialidad, identificacin con su cultura, que habitaran dentro del resguardo y
explotaran la tierra. Excluyendo a los indgenas que hubieran permanecido por 10
aos o ms fuera del resguardo49.
La Ley 31 de 1967 ratific el Convenio 107 sobre abolicin de las sanciones
penales por incumplimiento de contratos de trabajo de parte de los indgenas50,
adoptado por la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT) en 1957
prcticamente la primera vez que internacionalmente se ponen en mesa de
discusin los derechos de estas comunidades. Y se reconoce el derecho de los
indgenas a la asignacin de tierras en forma colectiva, entregndoles bajo el
rgimen de resguardo los ttulos de estas. El convenio dispuso en su artculo 11 la
47

ARANGO. Op. cit., p. 41.


Ibd., pp. 41-42.
49
COLOMBIA. PRESIDENCIA DE LA REPBLICA. Decreto 2117 (6, diciembre, 1969). Por el cual se
reglamenta parcialmente la Ley 135 de 1961 para la dotacin de tierras, divisin y distribucin de los
resguardos e integracin de las parcialidades indgenas a los beneficios de la Reforma Social Agraria. 1969.
50
HOLGUN. Op. cit., p. 107.
48

39

obligacin de: reconocer el derecho de propiedad, colectivo e individual, a favor


de los miembros de las poblaciones en cuestin (indgenas) sobre las tierras
tradicionalmente ocupadas por ellas51.
Esto implic un paso grande en el ordenamiento legal para los indgenas y sirvi
como punto de partida en la recuperacin de sus derechos territoriales. Para
1980, las reservas, en su mayora, fueron convertidas en resguardos52 y hasta hoy
casi en su totalidad los territorios han sido legalizados. Estas comunidades se
aferraron indiscutiblemente a estas disposiciones legales, sin renunciar en su
lucha a que se les reconozca su condicin de dueos plenos de sus tierras.
3.7.

APROBACIN DEL CONVENIO 169 DE LA OIT, LEY 21 DE 1991

Ratific el Convenio 169 de 1989 de la Organizacin Internacional del Trabajo


(OIT) que remplaz al 107. En la motivacin establece las polticas que debern
ser adoptadas para los pueblos indgenas y tribales, basados en sus propias
costumbres y tradiciones. Contempl:
Reconociendo las aspiraciones de esos pueblos a asumir el control de sus
propias instituciones y formas de vida y de su desarrollo econmico y a mantener y
fortalecer sus identidades, lenguas y religiones, dentro del marco de los Estados en
que viven; () Observando que en muchas partes del mundo esos pueblos no
pueden gozar de los derechos humanos fundamentales en el mismo grado que el
resto de la poblacin de los Estados en que viven y que sus leyes, valores,
costumbres y perspectivas han sufrido a menudo una erosin; () Recordando la
particular contribucin de los pueblos indgenas y tribales a la diversidad cultural, a
la armona social y ecolgica de la humanidad y a la cooperacin y comprensin
internacionales53.

Por primera vez en la historia se le da importancia a los modelos de vida y


organizaciones indgenas como una gran contribucin en convivencia social y
convivencia con el medio ambiente, contempla que los gobiernos debern evaluar
51

ORGANIZACIN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT). Convenio 107 relativo a la Proteccin e


Integracin de las Poblaciones Indgenas y de otras Poblaciones Tribales y Semitribales en los Pases
Independientes. 1957
52
ARANGO. Op. cit., p. 42.
53
ORGANIZACIN INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT). Convenio 169 sobre pueblos indgenas y
tribales. 1989

40

de la mano con los pueblos indgenas el impacto de las actividades de desarrollo


en la vida social, econmica, cultural y espiritual, dndole importancia y respeto a
la integridad de sus valores, como la obligacin de tomar precauciones para la
proteccin del medio ambiente, teniendo en cuenta la participacin de estas
comunidades a travs de instituciones electivas y organismos administrativos en
todas las decisiones que los afectan para as facilitar su aplicacin. Se les otorg
libertad para decidir sobre sus propios asuntos en la medida en que se viera
afectada su vida econmica, social y espiritual, decidirn sus prioridades y
participarn en la elaboracin de planes y programas de desarrollo nacional y
regional, en donde el gobierno evale por medio de la consulta a las comunidades
y estudios previos la incidencia social, espiritual, cultural de estas actividades
encaminadas al desarrollo y el impacto ambiental cuando se trate de explotacin
de recursos.
Establece que no se utilizar la fuerza o coercin que viole los derechos humanos
y libertades de las comunidades indgenas, se asegura el impedimento al traslado
forzoso de sus tierras y a los actos ilegales de despojo, fortaleciendo sus derechos
territoriales entre ellos la permanencia en sus tierras argumentando la posesin
histrica, ancestral, como elemento esencial para su supervivencia54, por lo cual
ser indispensable la participacin indgena en la administracin, uso y
conservacin de los recursos naturales, entregndoles el dominio sobre stos para
su subsistencia dejando en claro que los recursos del subsuelo pertenecen al
Estado, el cual est en la obligacin de consultarles en qu medida sus intereses
se veran afectados antes de seguir adelante con programas de explotacin o
prospeccin, teniendo en cuenta que sern parte activa de los beneficios que se
generen o de otro lado de indemnizaciones si se les perjudica. Contempla el
artculo 15:
Los derechos de los pueblos interesados (pueblos indgenas) a los recursos
naturales existentes en sus tierras debern protegerse especialmente. Estos
derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilizacin,
54

HOLGUN. Op. cit., p. 116.

41

administracin y conservacin de dichos recursos. Y agrega que: {...} en caso de


que pertenezca al Estado la propiedad de los recursos minerales o recursos del
subsuelo, o tenga derechos sobre otros recursos existentes en las tierras, los
gobiernos debern establecer o mantener procedimientos con miras a consultar a
los pueblos interesados, a fin de determinar si los intereses de esos pueblos seran
perjudicados y en que medida, antes de emprender o autorizar cualquier programa
de prospeccin o explotacin de los recursos existentes en sus tierras. Los pueblos
interesados debern participar siempre que sea posible en los beneficios que
reporten tales actividades, y percibir una indemnizacin equitativa por cualquier
dao que puedan sufrir como resultado de esas actividades55.

Se contemplan medidas especiales para el acceso al empleo y la remuneracin


con los derechos y garantas de todos los trabajadores, la asistencia mdica y el
derecho de asociacin.
Estipula la elaboracin de programas de educacin para que estos pueblos
accedan a medios de formacin profesional teniendo en cuenta su entorno
econmico y condiciones socioculturales en aras de un desarrollo sostenible y
equitativo tomando las medidas necesarias para la preservacin de sus lenguas y
la educacin a los dems entes de la sociedad sobre estas comunidades con el fin
de evitar la discriminacin y prejuicios.
3.8.

REPRESENTACIN INDGENA EN LA ASAMBLEA NACIONAL


CONSTITUYENTE

Por primera vez en la historia poltica de Colombia se rompen los paradigmas y


son invitados a participar en un evento trascendental para la nacin las
comunidades indgenas; y los miembros de los grupos guerrilleros EPL, PRT y
Quintn Lame, que vieron una razn fundamental que motiv a estos grupos a
desmovilizarse y no continuar al margen de la ley, pasando de un sistema blico a
buscar polticamente integrarse al sistema democrtico.

55

ARANGO. Op. cit., pp. 44-45.

42

Como delegados para hacer parte de las mesas de trabajo en las comisiones
segunda y primera fueron elegidos dos representantes de las organizaciones de
grupos indgenas y uno por el grupo guerrillero indgena Quintn Lame, el cual no
tena poder de voto.
Las propuestas presentadas por Francisco Rojas Birry, Lorenzo Muelas y Alfonso
Pea a la Asamblea Constituyente orientaron la discusin sobre el reconocimiento
e inclusin de la diferencia cultural, encaminando su propuesta en dos direcciones
opuestas igualdad y unidad poltica, por una parte, y diferencia y autonoma
poltica por otra como afirma el Doctor Maldonado Bonilla56.
Basados en los principios de igualdad y libertad de todos los seres humanos
exigieron su aplicacin, denunciaron la discriminacin que histricamente han
sufrido las minoras culturales en Colombia por el solo hecho de ser diferentes,
ante lo cual propusieron:

Implementar una variedad de derechos humanos de primera y segunda

generacin para proteger la dignidad igual de todos los colombianos, a los


individuos del abuso de poder de las autoridades y para brindar a los
ciudadanos las condiciones materiales necesarias para llevar una vida rica y
productiva57 .

Abrir el sistema democrtico, declarar que la soberana reside en el

pueblo y no en la nacin y conceder autonoma a los diversos entes


territoriales en los que se encuentra dividido el pas58.

En la segunda seccin, se analizan las circunstancias que hacen la diferencia


cultural entre estas comunidades y la mayora, que siguen el sistema neoliberal
56

MALDONADO BONILLA, Daniel. La Constitucin Multicultural. Bogot D. C., Siglo Del hombre
editores. 2006. p. 127.
57
PEA y MUELAS. Proyecto de Reforma Constitucional. Citado por MALDONADO. Ibd., p. 128.
58
Ibd., p. 128.

43

impuesto por el gobierno y solicitan en virtud de sus derechos su reconocimiento e


inclusin, rechazando la discriminacin, maltrato, menoscabo, explotacin, abusos
y marginacin de las cuales han sido objeto por el simple hecho de ser diferentes.
Critican las polticas del gobierno encaminadas a la desaparicin de su cultura y
justificadas en la firme creencia de que los modelos neoliberales estn por encima
de los de estas etnias.
Sufrimos la discriminacin por ser distintos a los dems, porque hablamos
diferente, pensamos diferente, sentimos diferente, actuamos diferente. Por eso
reclamamos el reconocimiento de la diversidad; y no se trata de una simple
diversidad tnica, cultural, geogrfica, psicolgica, o de costumbres, sino de algo
ms profundo, de una diferencia humana en trminos reales, histricos, lingsticos
y de pensamiento; diversidad hasta en la concepcin del mundo59

Para lograr el reconocimiento y acomodamiento de la diferencia cultural, proponen


los representantes:

Que se reconozca constitucionalmente el carcter multicultural de


Colombia.

El reconocimiento de derechos de autogobierno para las minoras


culturales

El reconocimiento de la propiedad colectiva de los territorios ancestrales de


los grupos minoritarios y la creacin de una jurisdiccin indgena

La creacin de un distrito electoral especial para permitir a las minoras


participar en la vida poltica nacional.

La proteccin y reproduccin de sus tradiciones culturales, concedindoles


derechos lingsticos y culturales.

Estos representantes dejan en claro que sus propuestas no estn dirigidas a


disgregar ni dividir el Estado, sino que por el contrario, como parte del pas, en
concordancia con la democracia y en aras de una unidad nacional, quieren ser
59

Ibd., p. 129 .

44

miembros activos en la construccin, conformacin y desarrollo de los entes


institucionales que dirigen el Estado.
Sostuvieron que darle a Colombia el carcter de multicultural y reconocer los
derechos de las minoras, era la nica va para corregir una historia marcada por
la violencia, explotacin y marginacin tanto fsica como jurdica encaminada a la
destruccin de estas comunidades.
Por qu los derechos indios deben ser incorporados en la nueva constitucin? ()
Para permitir que los pueblos indgenas, una vez liberados de las amarras y
opresiones que nos atan, podamos reanudar con empeo el camino del desarrollo
que nos fue truncado () Para reconciliar los distintos pueblos y culturas de
Colombia, despus de 500 aos de confrontacin, y echar las bases de un futuro en
solidaridad y mutua colaboracin60.

De la propuesta indgena en la Constituyente surgi un conflicto de valores el cual


sigue an sin resolverse, puesto que si se le da prevalencia a la igualdad se
dejara de lado la diferencia, o al contrario. Y lo mismo sucede con los principios
de unidad y autonoma poltica; planteados por los representantes indgenas
puesto que en ocasiones afirman que se deben privilegiar la diferencia cultural y la
autonoma poltica argumentando que el permitir que cada cultura viva segn sus
tradiciones es el nico camino para incluir y reconocer la diversidad cultural y
darle el carcter multicultural al pas; y en otros le dan prioridad a la igualdad y la
unidad poltica, justificndose en el principio de igual dignidad donde los seres
humanos por pertenecer a la misma especie presuntamente comparten
caractersticas bsicas y por lo tanto deben tener prioridad sobre aquello que los
diferencia.

60

MUELAS. Proyecto de Acto Reformatorio. Ibd., p., 131.

45

3.9.

LOS INDGENAS Y LA CONSTITUCION DE 1991

En la nueva Constitucin Poltica de la nacin se proclama a Colombia como un


Estado

multitnico,

pluricultural,

multilinge

pluralista

como

principio

constitucional, lo cual llev a reconocer derechos dirigidos a los grupos tnicos y a


su relacin con el Estado. Surgiendo as otra connotacin de la realidad de las
comunidades indgenas, en palabras del Antroplogo Triana Antrovez61: pasan de
una poltica de integracin a una poltica de institucionalizacin
Se les da una participacin activa en el mbito poltico, 2 miembros de las
comunidades indgenas, elegidos por circunscripcin especial harn parte del
senado, se les hace parte en los ingresos corrientes de la nacin, se les delegan
facultades en donde puedan velar directamente por sus intereses a travs de la
creacin de las Entidades Territoriales Indgenas (ETIS), que entran a formar parte
de la estructura poltico-administrativa del Estado, reconocindoles autonoma a
estas comunidades y a sus formas propias de gobierno tanto administrativamente
como de manejo fiscal, pueden contar con autoridades propias, establecer
tributos, participar de las rentas de la nacin, administrar sus propios recursos y
prestar los servicios pblicos propios de los entes territoriales.
A su vez les reconoce jurisdiccin propia con el ejercicio del autogobierno y de los
poderes judiciales con la salvedad que no deben violar nunca la Carta Poltica ni
las Leyes de la Repblica.

Lo que significa que los derechos de estas

comunidades, afirma Bonilla Maldonado62: Estarn siempre subordinados a los


valores liberales () que se consideran son el corazn del sistema jurdico de
Colombia. Los representantes de estas minoras manifestaron en la Asamblea
Constituyente que reconocan la autoridad del gobierno nacional ejercido a travs
de sus entes institucionales y que en ningn momento su pretensin era
convertirse en entidades polticas independientes, pero s exigan el poder
61

TRIANA ANTROVEZ, Adolfo. Grupos tnicos, nueva Constitucin en Colombia. Santaf de Bogot,
Ediciones Anthropos Ltda. 1992. p. 113.
62
MALDONADO. Op. cit., p. 137.

46

participar haciendo uso de la democracia y ejerciendo su derecho de igualdad en


la edificacin del Estado.
Le concede un carcter especial a la propiedad indgena como inalienable,
imprescriptible e inembargable, haciendo nfasis en que los resguardos son
propiedad colectiva y no enajenable, se consagra la proteccin de los recursos
naturales en donde tendrn participacin estas comunidades en la explotacin
dentro de sus tierras ya que debe hacerse sin afectar negativamente la integridad
social, econmica y cultural de las mismas; se da origen a la accin popular entre
otros mecanismos de participacin ciudadana que sirven de gran ayuda para estas
comunidades puesto que estn encaminadas a defender los derechos colectivos.
Les otorga la calidad de guardianes de la naturaleza, concedindoles la potestad
de manejar sus recursos de acuerdo con sus planes de de vida y bajo los
principios que rigen sus cosmovisiones de desarrollo; como tambin de
autoridades de la repblica.
Protege la diversidad tnica y cultural, estableciendo sus lenguas y dialectos como
idiomas oficiales en sus territorios, defiende la igualdad ante la ley aclarando el
derecho de todos a gozar de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin
ninguna discriminacin por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar,
lengua, religin, opinin poltica o filosfica.

47

4. MINGA Y ACTUALIDAD

A partir de septiembre de 2004 en la vereda de la Mara Piendam Cauca se da


inicio a la movilizacin del movimiento nacional de resistencia indgena y popular
Minga, que surge como reaccin de estas comunidades contra los homicidios,
desapariciones, secuestros, masacres y persecuciones de sus miembros, el
desalojo y destruccin de sus territorios ancestrales, el menoscabo a sus recursos
naturales, el desplazamiento forzado, la vulneracin a su autonoma, como para
exigirle al gobierno su derecho a participar en las decisiones que los afecten y el
respeto de sus derechos fundamentales; y advertir la hecatombe que se vendra
con las negociaciones del Alca y el TLC.

4.1.

MOTIVOS DE LA MOVILIZACIN

El seor Gabriel Bustamante Pea expone los motivos de la movilizacin indgena


contra la guerra y la represin. Los indgenas rechazan:

La implementacin de la Poltica de Seguridad Democrtica en su territorio.

Los atropellos y las violaciones a los derechos humanos y al Derecho


Internacional Humanitario que vienen cometindose de manera sistemtica
y creciente contra su pueblo.

La presin por parte del Presidente y del Gobierno para involucrar su


organizacin, sus lderes y a la Guardia Indgena en el conflicto armado.

El uso de la poblacin civil como escudo en zonas de conflicto y la


transformacin de pueblos y veredas en escenarios de combate.

La intimidacin, las amenazas, el irrespeto, la intromisin en sus asuntos


internos y a sus autoridades, lderes y comuneros por parte de la polica y
de las fuerzas armadas, incluyendo amenazas permanentes con los
paramilitares.

48

Las acusaciones falsas a su organizacin, lderes y comuneros de


responder rdenes y colaborar con la insurgencia.

El desmantelamiento progresivo por parte del Gobierno de programas y


polticas necesarias para la proteccin de la vida y la realizacin de sus
derechos colectivos y de los derechos humanos.

El desarrollo e imposicin de polticas y proyectos econmicos y


productivos que amenazan con destruir la naturaleza y la vida en sus
territorios.
Contra la Reforma Constitucional

Defender la tutela como defensa de derechos y garantas de los pueblos


indgenas y evitar que sea reducida a un instrumento para la proteccin de
comerciantes, empresas y mercaderes.

Negarse a aceptar el Estatuto Antiterrorista devuelto por la Corte


Constitucional.

Ante la Modificacin del artculo 286 de la Constitucin para quitarles el


derecho ancestral al territorio.

Oponerse a la re-eleccin por considerar que el Presidente es un agente de


la muerte y quiere completar el trabajo de someterlos.

En contra de la ley de Alternatividad Penal que garantiza la impunidad de

los paramilitares y los remunera por sus crmenes.


Contra los Tratados de Libre Comercio y el rea de Libre Comercio de las
Amricas.

Evitar las negociaciones a espaldas del pueblo.

Impedir que se convierta Colombia en un componente de la mquina


productiva de las multinacionales.

49

Rechazar el proyecto de patentar toda la vida en este pas para hacer


negocio con ella63.

4.2.

REACCIN DEL GOBIERNO

El Presidente en ese momento, lvaro Uribe Vlez, se opuso rotundamente a la


movilizacin tratando de obstaculizar de cualquier forma la marcha pacfica de los
indgenas, siendo arbitrista quiso darle otra connotacin diferente a la del
pacifismo a la movilizacin, se atrevi a tachar a estas comunidades de terroristas,
politiqueros

mentirosos,

intentando

coaccionarlos

bajo

amenazas

de

intervencin de la fuerza pblica si daban inicio a la marcha sobre la carretera,


violando el derecho a la libre expresin pacfica. Es claro que esta movilizacin
haya alterado al gobierno, ya que sus intereses frente a lo que estas comunidades
exigen se ven claramente afectados al reconocer que los indgenas tienen un
gran legado para el pas, la construccin, diseo y puesta en prctica de procesos
comunitarios capaces de estimular la convivencia, la paz y el buen manejo de los
recursos naturales64 lo que choca con las polticas encaminadas a que la nacin
penda del juego del capitalismo, la globalizacin, el desplazamiento de la pequea
industria por las multinacionales a las que les entregan la explotacin desmedida
de los recursos, la construccin de megaproyectos sin tener en cuenta las
medidas necesarias para la preservacin y proteccin de la naturaleza. Lo que
haca futuro dirige al pas a depender cada da ms, porque si las cosas continan
as no habr alimentos suficientes para abastecer a la nacin. Resulto molesto
tambin para el gobierno uribista el hecho que los indgenas se mantuvieran
neutrales, organizados e independientes frente a todos los actores del conflicto
armado rechazando las polticas de seguridad democrtica del presidente Uribe,
como su propuesta de hacer parte de su red de informantes, sus soldados

63

BUSTAMANTE PEA, Gabriel. Crnica de una marcha anunciada. Bogot D. C., MP Medios Para la Paz.
Septiembre 16 de 2004. http://www.mediosparalapaz.org/index.php?idcategoria=1868. consultado en mayo
2009.
64
Ibd.

50

campesinos, sus familias guardabosques y el integrar las guardias indgenas con


la fuerza pblica65.
4.3.

DECLARACIN

DE

LAS

NACIONES

UNIDAS

SOBRE

LOS

DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDGENAS


En Resolucin aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre
los Derechos de los Pueblos Indgenas el 13 de septiembre de 2007, basados en
la historia dolorosa e injusta que han sufrido estos pueblos producto de la
conquista y la colonizacin, en donde se les neg el camino del crecimiento
conforme a sus propias formas de vida, los miembros que preceden esta
organizacin se concientizaron de lo indispensable que se hace la proteccin,
respeto, promocin y reconocimiento de los derechos y libertades de estas
comunidades a nivel mundial en los diferentes Estados, marcando como punto
final

cualquier

acto

de

discriminacin,

hostigacin,

opresin,

barbarie,

desplazamiento, genocidio, agresin, etc., y promulgando disposiciones bsicas


para el bienestar de una vida digna de los pueblos indgenas. Reconocindoles
sus derechos y libertades para alcanzar su desarrollo econmico, poltico, social y
cultural. Apoyados en la libre determinacin que tienen todos los pueblos les
otorg derecho de autonoma y de autogobierno.
Entre los reconocimientos que contempla el decreto, se encuentran:

Igualdad y diferencia. Afirma que los pueblos indgenas son iguales a todos
los dems pueblos y al mismo tiempo se les reconoce su derecho a ser
diferentes; contribuyendo en la riqueza y diversidad de las civilizaciones y
culturas y en este ejercicio de sus derechos deben estar a salvo de
cualquier acto de discriminacin.

Tomar en cuenta el aporte de estos pueblos, puesto que su cultura,


conocimientos, formas de vida y organizacin contribuyen al desarrollo
sostenible y equitativo como a la preservacin del medio ambiente.

65

Ibd.

51

El derecho a la autonoma y al autogobierno

El Estado debe implementar mecanismos encaminados a la prevencin de


actos lesivos a su integridad, valores, identidad, enajenacin de sus tierras,
recursos naturales, territorios, actos de integracin o desplazamiento
forzado o de discriminacin.

El Estado debe buscar medios encaminados a la proteccin, divulgacin y


trasmisin de su legado cultural, idioma, tradiciones, creencias entre ellos
mismos generacin tras generacin, como en la educacin pblica y
medios de comunicacin.

Reafirma la participacin a travs de la consulta cuando el Estado pretenda


adoptar medidas en donde puedan verse afectados los derechos de estas
comunidades para poder decidir.

Prohbe el desarrollo de actividades militares en los territorios indgenas,


excepto que sea estrictamente necesario por una razn de inters pblico,
por acuerdo previo con las comunidades o por peticin de estos pueblos.
Nuevamente se har uso de la consulta en caso de que el Estado llegare a
necesitar sus tierras para estas actividades.

El Estado deber consultar tambin en cuanto al manejo y explotacin de


sus recursos naturales, para la conservacin y proteccin del medio
ambiente en sus tierras.

El respeto y reconocimiento de sus conocimientos intelectuales.

El derecho de estos pueblos a gozar y acceder de los servicios sociales, de


salud, los derechos de la familia, la mujer, los nios y los ancianos.

Como lo afirm el Doctor John Jairo Gutirrez Berro en su ponencia: Tambin


seguramente la declaracin se convierta en una herramienta ms para la
exigibilidad de sus derechos, podramos decir que es otro instrumento que viene a

52

fortalecer a todos los pueblos y a sugerir acciones a los propios Estados para el
pleno reconocimiento y respeto de los derechos ancestrales66,
El Estado colombiano se abstuvo de votar la declaracin. El presidente de La
Organizacin Indgena de Colombia sostuvo: es una muestra de que al Estado
Colombiano le falta voluntad poltica para materializar los derechos indgenas
establecidos en la Constitucin y en los distintos Convenios internacionales que ha
ratificado el mismo Estado67. Argument el gobierno que son inconstitucionales
los siguientes puntos que contempla la declaracin:

Realizar consultas eficaces con las comunidades indgenas antes de utilizar


sus tierras o territorios para actividades militares. Segn el gobierno, la
Fuerza Pblica est en la obligacin de hacer presencia en cualquier lugar
del territorio nacional para brindar y garantizar a todos los habitantes la
proteccin y respeto a su vida, honra y bienes tanto individuales como
colectivos. Tambin sostiene el Gobierno que la proteccin de los derechos
de las comunidades indgenas y su integridad dependen en gran medida de
la seguridad en sus territorios.

Ejercer la consulta para la realizacin de megaproyectos que de un modo u


otro afecten los recursos y tierras de las comunidades indgenas. Derecho
reconocido en nuestra Carta Poltica y en el Convenio 169 de OIT.
Antepone el gobierno que este derecho de consulta para estas
comunidades no es absoluto, puesto que esto podra bloquear la
explotacin de recursos en territorios indgenas, lo que estancara
actividades encaminadas al desarrollo en pro del inters general.

La declaracin sostiene que los pueblos indgenas tienen el derecho a


poseer, desarrollar y controlar territorios de la propiedad tradicional y los

66

GUTIRREZ BERRO, John Jairo. Los pueblos indgenas de Colombia en la perspectiva de los derechos
humanos. Bogot D. C. Universidad Libre. Diplomado multiculturalismo y derechos humanos. 2009.
Ponencia No.4. Marzo 28 de 2009.
67
MARCOS MATIAS, Alonso. El Palacio de Mxico y la declaracin de la ONU.
http://www.redindigena.info/sitio.shtml?apc=K1--1362862-1362862&x=1362903.

53

recursos

naturales

subyacentes.

El

gobierno

replica

que

constitucionalmente el subsuelo y los recursos naturales no renovables son


propiedad del Estado con el fin de preservarlos y utilizarlos en beneficio de
toda la sociedad.
Ante los argumentos del gobierno sostienen los miembros de la Organizacin
Nacional Indgena de Colombia ONIC, en palabras del Licenciado en filosofa e
Historia Poltica Gutirrez Berro:
En este sentido, despus de haber recorrido muchos territorios indgenas, he
evidenciado que la presencia militar en territorios solo est conducida a la
desproteccin de los derechos fundamentales y el involucrarnos en el conflicto
armado interno de la poblacin indgena. A la vez que la poltica de Seguridad
Democrtica se basa en el principio de copar cualquier territorio militarmente, ha
significado la violacin del Derecho Internacional Humanitario por parte del Estado
en el sentido de: ocupar escuelas militarmente, bases militares en los cabildos
indgenas. Todo esto est generando un gran desplazamiento de la poblacin
indgena, se genera confinamiento, estigmatizacin y hasta la muerte de nuestras
hermanas y hermanos indgenas. {...} El Gobierno lleva informes a la comunidad
internacional, en los que sostiene que respeta el Convenio 169 de la OIT, pero en la
prctica est violando constantemente este derecho consagrado bajo la Ley de
Colombia. Los pueblos indgenas son reconocidos como gobiernos en la
Constitucin colombiana, ese derecho jurdico permite a los indgenas vetar
proyectos que vayan en contrava de la pervivencia fsica y cultural o que afecten la
vida de la poblacin indgena. {...} lo cual no es ms que un pretexto para permitir el
saqueo y explotacin de estos recursos en sus territorios, por parte de las
multinacionales. Por la misma razn el Gobierno y el Congreso han pretendido
llevar a cabo una contra-reforma legislativa a la constitucin que les permita violar
los derechos territoriales, como por ejemplo el Estatuto de Desarrollo Rural y la Ley
Forestal, que fue derogada por la Corte Constitucional68.

68

GUTIERREZ. Op. cit.

54

5. TIERRA Y RECURSOS NATURALES. COSMOVISIONES

5.1.

TIERRA E IDENTIDAD

En todas las partes del mundo desde el siglo XVI a los indgenas se les despoj
de sus tierras, debido al sistema religioso, a las necesidades que implicaron el
progreso de la conquista y la gobernabilidad.

En el mundo actual sigue tan

vigente como cuando se inicio; pero ms galopante y violenta. Argumentando la


clase dirigente orbital, la prioridad habitacional, el crecimiento, el desarrollo
urbano, la inclusin a la economa internacional, entre otras.

En Colombia la

situacin, no es diferente, la trama que manifiestan los dueos del poder para
seguir apoderndose de los suelos habitados por los indios son: las doctrinas
progresistas, la exploracin, explotacin y extraccin de recursos naturales, la
prospeccin petrolfera, los desechos txicos contaminantes, la elaboracin de
magaproyectos violando el derecho de consulta y concertacin estipulado en la
ley, desconociendo e ignorando sus sistemas, los cuales nunca florecieron puesto
que les fue truncado el camino hacia el desarrollo de sus civilizaciones.
Deplorablemente nuestra visin etnocntrica occidental nos ha conducido a una
subvaloracin por todos aquellos sistemas culturales, concepciones, tecnologas
tradicionales, usos y prcticas en el manejo de los bosques, las aguas y sus
recursos, efecto de seculares procesos adaptativos y de manejo autosostenido en
trminos de autosubsistencia de las etnias nativas. Aquellas actitudes, tan
tradicionales como discriminatorias, han favorecido la toma de decisiones a
espaldas de los propios afectados, excluidos de todo el proceso de negociacin o
planificacin, salvo su registro censal en documentos de sustentacin ante los
organismos reguladores de los recursos ambientales que se vern afectados o de
simblicas indemnizaciones.69

Indistintamente de las diferentes implicaciones que le han dado a la palabra tierra,


si por un momento se aparta a la humanidad de la totalidad de academias que han
nacido a travs de los tiempos y se regresa al principio en donde solo existan
69

ONIC, CECOIN y GhK. Tierra profanada, grandes proyectos en territorios indgenas de Colombia.
Presentacin. Ed. Bogot D. C. Disloque Editores. 1995. p. 2.

55

extensiones de agua, de tierra y los seres vivos, quedara al descubierto que no se


puede colocar a uno por encima del otro, sino a todo como parte de un todo. El
hombre aparece sobre la tierra rodeado de ecosistemas que se soportan los unos
con los otros, lo que es prcticamente el significado de los indgenas frente a la
tierra, el hombre como parte de esta, no como la concepcin egocentrista dejada
por Europa en donde el hombre es dueo del territorio. Los pueblos indgenas no
suelen hacer una separacin tajante entre el suelo y sus recursos, tal como lo
hace el derecho occidental. La tierra y sus recursos constituyen una unidad. En
algunas cosmologas se considera que existe un continuo entre la sociedad, la
naturaleza y el mundo espiritual. El territorio es lugar de los ancestros y morada
de los sueos o amos de las plantas y de los animales70.
El concepto de tierra como Madre Tierra y manifestacin de la feminidad
csmica para las comunidades indgenas, es lo que marca la diferencia
fundamental con las sociedades modernas basadas en el desarrollo tecnolgico y
quienes conciben que estn por encima de la tierra, que son superiores a ella y
por lo tanto est al servicio del hombre, por ello pueden venderla, arrendarla,
sobre explotarla; tratarla como mercanca y apreciarla solo en trminos de
rentabilidad econmica. El sentido de la tierra para los pueblos ancestrales va
ms all de un pedazo donde sembrar o dormir, es el espacio donde habitan vivos
y muertos, el lugar donde se recrea el cuerpo y as mismo el espritu, en donde
estn los mensajes y enseanzas de sus antepasados y en donde se desarrollo su
cultura71. Sienten la tierra y los recursos que esta posee como un elemento ms,
al igual que ellos, es decir ellos y la tierra son una unidad que conforma y
constituye su cosmovisin y su identidad cultural.
En esta contienda de las comunidades contra las concepciones dejadas por los
europeos, en la lucha por la Liberacin de la Madre Tierra, se han visto obligados
a integrarse en actividades que no hacen parte de su modus vivendi, la Corte
70
71

ARANGO. Op. cit., p. 201.


ONIC, CECOIN y GhK. Op. cit., pp. 1-212.

56

Interamericana ha sealado: la cultura de los miembros de las comunidades


indgenas corresponde a una forma de vida particular de ser, ver y actuar en el
mundo constituido a partir de su estrecha relacin con sus territorios tradicionales
y los recursos que all se encuentran, no slo por ser estos su principal medio de
subsistencia sino adems porque constituyen un elemento integrante de su
cosmovisin, religiosidad y, por ende, de su identidad cultural; pero estos, al
verse coaccionados a entrar a un mundo al que no pertenecen estn lesionando
sus cosmogonas, pasando por alto sus principios culturales y espirituales que son
la base de su ley de origen; para sumirse en la batalla de las leyes creadas por los
hombres que cambian en un abrir y cerrar de ojos, segn los intereses del
gobierno de turno, y todo para tener herramientas para que les sean reivindicados
y reconocidos sus derechos, utilizando las estrategias del Estado y dejando de
lado las propias.
Esto como resultado de que han comprendido que su batalla no es solo por
recuperar esos espacios de tierra en los cuales transcurre su subsistencia fsica,
social y cultural, sino que sumado a esto hay un ingrediente importantsimo en la
gran contienda que libran los indgenas, que es rescatar su realidad territorial en
donde se desarrollan y confluyen los factores inherentes de su identidad,
autonoma, territorialidad y gobierno propio.
La Corte indic con firmeza que la propiedad sobre la tierra garantiza que los
miembros de las comunidades indgenas conserven su patrimonio cultural. Por
consiguiente, el fallo considera que al desconocerse el derecho ancestral de los
miembros de las comunidades indgenas sobre sus territorios, se podran estar
afectando otros derechos bsicos, como el derecho a la identidad cultural y a la
supervivencia misma de las comunidades indgenas y sus miembros72.

72

CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (CIDH). Caso de la comunidad indgena


Yakye Axa, Sentencia 17 de junio de 2005. Citado por PARRA VERA, Oscar. La influencia de la Visin del
Mundo de los Pueblos Indgenas en la determinacin de Reparaciones por parte de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. En: Etnias y Polticas. Bogot D.C. Vol. Verdad Histrica, justicia propia y reparacin
colectiva. No. 8, octubre, 2008. Ediciones Anthropos. p. 99.

57

El reconocimiento que trajo la constitucin poltica de 1991 sobre la diversidad


tnica y cultural (articulo 7 CP) y la igualdad y dignidad de todas las culturas
(articulo 70 CP), conlleva de suyo la aceptacin y proteccin por parte del Estado
de otras formas de vida y cosmovisiones del mundo, diferentes a los de la cultura
occidental, a su vez que se garantiza el derecho a la propiedad privada (articulo
58 CP) ordenndole a el Estado proteger y promover las formas solidarias y
asociativas de propiedad, en donde el inters particular debe ceder al general; y
como funcin social se le asigna a la propiedad una funcin ecolgica; consagra la
libertad econmica dentro del bien comn (articulo 333 CP) lo que significa que
nuestra carta magna permite diferentes modelos econmicos.

Caso de las

comunidades indgenas que no estn obligadas a sumirse en el sistema


capitalista, pueden determinar sus modelos econmicos sobre sus territorios que
son inalienables, inembargables e imprescriptibles (articulo 63 CP)73.
Pese a lo anterior, el neoliberalismo considera que debe imponer la
mercantilizacin de la tierra y los recursos naturales en todas las esferas de la
nacin. Buscando echar atrs la inalienabilidad de los territorios indgenas, ya que
ven truncada su visin de lo que para ellos implica el fundamento econmico,
poltico y social del pas, a travs de la inversin transnacional en megaproyectos.
En el artculo 21 de la Convencin Americana, la Corte interamericana de
derechos humanos afirma: el significado especial de la propiedad colectiva sobre
territorios ancestrales para los pueblos indgenas, incluyendo la preservacin de
su identidad cultural y de su capacidad para trasmitirla a generaciones futuras74 .
La garanta del derecho a la propiedad comunitaria de los pueblos indgenas debe
tomar en cuenta que la tierra est estrechamente relacionada con sus tradiciones y
expresiones orales, sus costumbres y lenguas, sus artes
y rituales, sus
conocimientos y usos relacionados con la naturaleza, sus artes culinarias, el
derecho consuetudinario, su vestimenta, filosofa y valores. En funcin de su
entorno, su integracin con la naturaleza y su historia, los miembros de las
comunidades indgenas trasmiten de generacin en generacin este patrimonio
73

COLOMBIA, ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE. Constitucin Poltica de Colombia, 1991.


CIDH. Citado por DIAZ, Catalina. La reparacin Colectiva en el Marco del Arreglo de Justicia y Paz en
Colombia. En: Etnias y Polticas. Op. cit., p. 77.
74

58

cultural inmaterial, que es recreado constantemente


comunidades y grupos indgenas75.

por los miembros de las

As, la lucha milenaria que han librado los indgenas por conservar sus tradiciones,
recuperar sus tierras, ser respectados como personas; an no termina, sus tierras
que son la base de la pervivencia de su cultura y del desarrollo de sus economas
locales, actualmente al igual que ayer se ven enfrentadas a la invasin,
colonizacin, despojo, conquista, desalojo, contaminacin, sobreexplotacin,
vejmenes y violaciones; por parte del narcotrfico, guerrillas, fuerza pblica,
multinacionales, caprichos de los gobiernos, que utilizan su desconocimiento, las
armas y otros mtodos adoptados por occidente en su contienda por el poder;
desde la conquista.
El despojo de los territorios indgenas fue parte de una poltica del Estado fundada
en el desconocimiento de los indgenas, como personas y como pueblos,
negndoseles no solo el derecho de propiedad sobre sus tierras y territorios sino
adems derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la identidad, a la
libertad e integridad personales. No existen espacios adecuados de participacin
indgena en distintos niveles de gestin y decisin estatal, ni en la elaboracin de
polticas pblicas76.

Se debe intentar ensear a las esferas poltico-administrativas en el camino hacia


la globalizacin, el lenguaje de COMPARTIR, para que no se evaporen las
diferencias que existen entre unas comunidades y otras con relacin a un territorio
determinado que lo hace nico, particular y distinto. Al observar todos los modelos
predominantes en la cultura contempornea ninguno se ubica por encima de otro,
simplemente son cosmovisiones culturales diferentes y por ende respetables, lo
cual no est en contrava de que la cultura indgena ancestral como la del
neoliberalismo que gobierna a la mayora puedan ser participes de los avances
mundiales, de la ciencia y la tecnologa, eso s y solo si, sin que se d el abuso
predominante del poder sino unificando modelos para el bienestar del entorno y de
todos los seres, conservando y respetando la diferencia y brindando la
oportunidad de intentar otras formas de vida; no solo encasillar a la sociedad para
75

CIDH. Caso de la comunidad indgena Yakye Axa. Op. cit., p. 104.


HAGUA OIKO, Anive. Conclusiones de la Comisin de Verdad y Justicia del Paraguay sobre pueblos
indgenas. En: Etnias y Polticas. Op. cit., p. 161.

76

59

que asuma las impuestas por los pases que han acaparado y concentrado el
capital.

5.2.

LA MADRE TIERRA

En el imperio neoliberal, las polticas gubernamentales en recursos naturales


estn encaminadas a la inversin extranjera. Es por esto que solo las dirigen en
torno a los intereses del mercado en aras de la transnacionalizacin de la
economa.

Con esta visin los derechos reconocidos por el Estado a las

comunidades indgenas se convierten en una piedra en el camino, pues la


inalienabilidad, la propiedad colectiva y comunitaria, la territorialidad indgena
como proteccin en la explotacin de recursos naturales y el medio ambiente, son
disposiciones que truncan los planes de la transnacionalizacin de la economa,
pues estos abogan por el libre comercio de la tierra, por imponer la propiedad
intelectual con el fin de utilizarlas en sus proyectos de inversin. Vulnerando los
derechos reconocidos a las comunidades; reduciendo, restringiendo y expropiando
sus derechos sobre los territorios ancestrales.
A su vez, el Estado pretende olvidando la realidad nacional implementar la copia
de una poltica forestal, la cual ha sido utilizada como un medio en la lucha
internacional por el acceso a los recursos, esta regulara el sistema de
plantaciones forestales y bosques naturales, intentando convertir los bosques
(recursos naturales) donde se concentran la mayor parte de las riquezas naturales
y los que soportan la subsistencia de las comunidades indgenas, que han sido
declarados por la OTI guardianes de la naturaleza. En mercanca. Legislando en
detrimento de los derechos reconocidos no solo a estas comunidades sino en
contra de la nacin ya que el proyecto no contempla medios para la conservacin,
manejo y aprovechamiento sustentable de los bosques naturales, quedando al

60

descubierto el inters comercial a la proteccin de los recursos, el ecosistema y el


medio ambiente77.
El capital transnacional disfrazado de desarrollo intenta centrar todo su apoyo en
procesos socioeconmicos alrededor de una actividad principal en la cual toda la
poblacin se vea obligada a integrarse a las empresas reguladoras78.
La patente colombiana de este procedimiento capitalista burocrtico la tiene el olivo
del trpico, la palma africana. El negocio para el empresario es ideal: no tiene
obligaciones laborales porque los trabajadores son socios; incluso si los
trabajadores campesinos han recibido tierra o si han entregado su tierra, tampoco
tendr el empresario que pagar impuesto predial; y para completar, como el precio
internacional del aceite tiene una tendencia a la baja, el socio campesino corre
con las perdidas, incluido el grave deterioro del suelo, esta es la experiencia de
Malasia. Finalmente, el pequeo pierde una tierra que ya no valdr para la
agricultura ni para l, pero si para los proyectos de inversin no agrcolas de los
socios mayores79.

Por esto y ms los indgenas se oponen a la nueva conquista neoliberal que


pretende patentar la vida, privatizando el agua, la fauna, flora, las semillas.
Antiguamente fueron engaados por los espaoles que privatizaron la tierra pero
ahora comprenden perfectamente el fundamento de su resistencia.
Los miembros de estas comunidades se preguntan a quien pertenecen las
plantas, los ros, la sabidura y les resulta extrao que elementos que hacen parte
del ecosistema al igual que los seres humanos, en donde es necesario el equilibrio
entre todos estos, para la subsistencia de la humanidad se puedan tratar como
productos comercializables.
En el contexto de transnacionalizacin de la economa los derechos indgenas
se tornan en obstculo. Las transnacionales quieren implantar sus normas de
propiedad intelectual desconociendo la propiedad colectiva y comunitaria. Pero
adems las transnacionales necesitan que la tierra sea una mercanca de libre
traspaso con el fin de utilizarla para sus proyectos e inversiones. Por lo mismo
necesitan que las tierras indgenas dejen de ser inalienables y que la
territorialidad indgena no obstaculice la explotacin de los recursos naturales, as
77

CARTA DE ORGANIZACIONES SOCIALES AL CONGRESO DE LA REPBLICA SOBRE LA LEY


FORESTAL. Expropiacin de bosques a comunidades negras e indgenas. En: Etnias y Polticas. La Poltica
Forestal en Colombia: expropiacin y despojo territorial No 1. Bogot D.C. Junio, 2005. p. 102.
78
MONDRAGON, Hctor. La Institucionalizacin del Despojo. En: Etnias y Polticas. No. 8. Op. cit., p. 53.
79
Ibd., p. 52.

61

sea petrleo y los minerales o la biodiversidad. Por ello exigieron a Mxico


derogar la inalienabilidad de las tierras comunales como condicin para la firma
del tratado de libre comercio y el gobierno y el congreso mexicanos accedieron,
provocando el levantamiento zapatista80.

Sus vidas estn unidas a la naturaleza, esta es el eje de su existencia y la


implementacin de mega proyectos ha generado un deterioro ecolgico el cual ha
provocado un impacto en sus vidas, ya que su integridad como pueblos se ve
amenazada por la globalizacin neoliberal que persigue el oro mas anhelado de
nuestro siglo, Los recursos naturales. Esta batalla global por apoderarse de los
territorios ha generado desplazamientos masivos y no existen soluciones efectivas
que se dirijan a frenar este flagelo, la sentencia de la Corte Constitucional T-025
de 2004, aboga por el desarrollo de polticas y programas adecuados para la
atencin de este fenmeno, ya que todo esto constituye una vulneracin al
derecho fundamental de la vida y la salud.
El artculo 79 de la Constitucin Poltica se refiere a la participacin de las
comunidades en las decisiones que tienen que ver con el medio ambiente, en lo
que tiene que ver con el uso de los recursos naturales, su manejo y explotacin,
pero lo que impera en las polticas del Estado y en su visin para el uso y manejo
de estos, es beneficiar a las empresas transnacionales privatizando los recursos a
su favor y permitiendo que estas logren imponerse en varios pases
simultneamente; impulsando la mono produccin de productos sin importar la
realidad y necesidad del lugar a donde vayan. Simplemente el Estado como afirma
el Magistrado Luis Ernesto Vargas Silva: adopta una posicin paternalista,
ofreciendo dadivas monetarias a los sectores afectados e incentivando a los
actores de esta situacin81.
No existe una poltica estatal para apoyar los procesos de ordenamiento y manejo
de los territorios colectivos, con consecuencias que se expresan en la continuidad
de las prcticas econmicas de naturaleza extractiva que aparentemente el nuevo
80

MONDRAGN, Hctor. Disuasin y corrosin, la poltica del gobierno de lvaro Uribe Vlez para los
pueblos indgenas. En: Etnias y Polticas. No. 1. Op. cit., p. 20.
81
SILVA VARGAS, Luis Ernesto. Conferencia garanta constitucional de los derechos humanos de la
poblacin desplazada. En el II Congreso Internacional de Derecho Constitucional. Constitucin,
Globalizacin y Libertad. Bogot D.C., 15, octubre, 2010. Facultad de Derecho Universidad Libre.

62

ordenamiento trataba de limitar. Es factible de afirmar que, a pesar de la titulacin


colectiva, sigue vigente un modelo de saqueo de los recursos naturales y de
sistemtica degradacin de la base ambiental definida por su riqueza en
biodiversidad. La continuidad de tales prcticas econmicas y productivas permite
deducir que los Consejos Comunitarios no se constituyen en autoridad ambiental
real y las fuerzas econmicas que histricamente han controlado la regin siguen
asumiendo el dominio del territorio y sus recursos82.

82

VILLA, William. Reforma y contrarreforma agraria en el pacfico colombiano. En: Etnias y Polticas No. 1.
Op. cit., p.57

63

6. POLTICAS PBLICAS O POLTICAS DE ESTADO

En este aparte se pretende echar un vistazo crtico a las polticas pblicas


adoptadas en Colombia para los pueblos indgenas, haciendo nfasis en lo
concerniente a tierra y recursos naturales.
Hablar de polticas pblicas como tal frente a las comunidades indgenas en
Colombia, es un desatino, en el pas se debe hacer referencia a las polticas
tecnocrticas de gobierno o por decirlo mejor a lo reglamentado por cada
gobierno, que es lo que se ha desarrollado en nuestro contexto nacional, el
Magistrado Vargas Silva infiere al referirse a polticas pblicas las polticas de
Estado83. Las tendencias administrativas y de gobierno, han sido la base en la
construccin de polticas, lejos se encuentra Colombia de adoptar una corriente
de pensamiento acadmico sobre estas84, o de efectivamente presentar
propuestas de solucin en relacin a los derechos reclamados por las
comunidades y ms lejos an de haber contado con la participacin directa y
soberana de la ciudadana85 y menos de la comunidad directamente afectada, por
lo tanto, no se ha garantizado un dialogo equilibrado con la organizacin social,
poblacional, sectorial o gremial86, lo cual se supone va de suyo implcito en la
formulacin de las polticas pblicas.
Realmente no se ha dado un pronunciamiento frente a los derechos reclamados
por las comunidades indgenas como propios, definitivamente hay que aceptar que
en Colombia no han existido polticas pblicas para estos pueblos, solo se han
implementado, se reitera, polticas administrativas y de gobierno. Nunca se han
tenido en cuenta los elementos reclamados por las comunidades como propios, la

83

SILVA. Op. cit.


CECOIN. OBSERVATORIO INDGENA DE POLTICAS PBLICAS DE DESARROLLO Y
DERECHOS TNICOS, INDGENAS SIN DERECHOS. Situacin de los derechos humanos de los pueblos
indgenas. Ediciones Anthropos. 2007. pp. 11-14
85
Ibd.
86
Ibd.
84

64

autonoma, el etnodesarrollo o las corrientes alternativas al desarrollo concebido


por el neoliberalismo y los planes de vida como instrumentos para que estos
postulados sean posibles87.
Lo anterior arroja desde ya como conclusin de este recorrido el gran desaguisado
que han tenido las polticas adoptadas para estas comunidades, en casi 2 siglos la
tendencia que ha gobernado el escenario en la construccin de polticas pblicas
es la misma reduccionista e integracionista de las comunidades indgenas a la
sociedad mayoritaria y desconocedoras de derechos territoriales adquiridos desde
antes de la configuracin de la repblica88. Es decir conquista, colonia, repblica,
democracia, neoliberalismo y todos los gobiernos, han tendido todas al mismo
proceso de adhesin e insercin.
El punto lgido de la discusin entre estas comunidades y los gobiernos siempre
ha sido todos los derechos que se desprenden del carcter colectivo de los
territorios, presentndose una tensin en donde el Estado reconoce los derechos
a las comunidades indgenas, pero en el desarrollo de sus polticas restringe y
limita el ejercicio del control del territorio y sus recursos, de su autonoma,
ignorando lo que reclaman los indgenas.
Se han expedido algunas pocas normas en base a los derechos reconocidos a los
pueblos indgenas, pero que a la larga quedan en letra muerta porque no los
desarrollan, no pasan de ser reglamentos que con los cambios de gobierno las
quitan, las ponen, las mueven y acomodan, sin que se genere una poltica efectiva
y real frente a los derechos que le corresponden a los indgenas y que no solo
constitucionalmente el Estado reconoce; la ley internacional los apoya por medio
de tratados ratificados por la repblica de Colombia
Pero La positivizacin constitucional no es suficiente para que un derecho se haga
efectivo en su ejercicio. Precisamente las Polticas Pblicas han sido planteadas
como el instrumento para que dicho derecho se pueda ejercer de manera efectiva.
87
88

Ibd., pp. 13-14.


Ibd., p. 14.

65

A pesar de que el movimiento indgena cuenta con los instrumentos internacionales


y constitucionales para la proteccin y el restablecimiento de sus derechos, las
polticas legislativas y administrativas desarrolladas han sido restrictivas a sus
intereses, incluso a los mandatos de normas superiores y principios jurdicamente
constitutivos de la pluralidad y diversidad de la nacin89.

6.1.

POLTICAS LEGISLATIVAS

6.1.1. Ley 99 de 1993: crea el Sistema Nacional Ambiental (SINA), que


limita la jurisdiccin ambiental de los cabildos en territorios sobrepuestos con
Parques Nacionales y, en general, desconoce las funciones de autoridad
ambiental de los gobiernos indgenas90.
6.1.2. Ley 160 de 1994, o de Reforma Agraria, reglamentada por el
Decreto 2164 de 1995, en donde el gobierno se arroga la competencia de
decidir quin es indgena y a quien le titulara territorio, contrariando el principio
de auto reconocimiento consagrado en el Convenio 169 de 198991.
6.1.3. Ley 165 de 1994, ratifica el Convenio De las Naciones Unidas sobre
Diversidad Biolgica. (CDB)92.
6.1.4. Ley 191 de 1995, ley de fronteras, el articulo 5 estipula que el
gobierno Nacional determinara las zonas de frontera, las Unidades Especiales
de Desarrollo Fronterizo y, por convenio con otros pases las Zonas de
Integracin Fronteriza y en el caso de los Territorios Indgenas la determinacin
se tomara previa concertacin con las autoridades propias de las comunidades
y en concordancia con lo dispuesto en la ley 21 de 1991.

El Articulo 7,

pargrafo 2, Dentro de los convenios de cooperacin e integracin, se le dar


especial atencin a las solicitudes presentadas por las autoridades de las
comunidades indgenas y entre ellas podrn celebrar los convenios que
consideren del caso dentro del mbito de las competencias.
89

El Estado

Ibd., p. 39.
Ibd., p. 45.
91
Ibd., p. 45.
92
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 165 (9, noviembre, 1994). Por medio de la cual se
aprueba el Convenio sobre la Diversidad Biolgica. Diario Oficial N 41.859. 1994.
90

66

proteger el conocimiento tradicional asociado a los recursos genticos que las


comunidades indgenas y locales hayan desarrollado en las Zonas de Frontera.
Igualmente cualquier utilizacin que se haga de ellos, se realizar con el
consentimiento previo de dichas comunidades y deber incluir una retribucin
equitativa de beneficios que redunden en el fortalecimiento de los pueblos
indgenas, artculo 8. Ver artculos 9, 10, 12, 13 y 4093.
6.1.5. Ley 243 de 1995, Ratifica el Acta 1978 de la Organizacin Mundial
para la Proteccin de Obtencin de Variedades Vegetales. UPOV94.
6.1.6. Ley 607 de 2000, modifica la creacin, funcionamiento y operacin
de la Umata y reglamenta la asistencia tcnica directa rural en consonancia con el
Sistema Nacional de Ciencia y Tecnologa.

Los territorios Indgenas podrn

constituir las unidades de Asistencia Tcnica Agropecuaria, Umatas segn los


usos y costumbres de las comunidades. Artculo primero95.
6.1.7. Ley 617 de 2000, reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, las
Asambleas Departamentales podrn crear Municipios cuando, previo a la
presentacin del Proyecto de Ordenanza, el Presidente de la Repblica considere
su creacin como de conveniencia nacional, por tratarse de una zona de frontera o
de colonizacin o por razones de defensa nacional, siempre y cuando no se trate
de Territorio Indgenas, salvo que mediare acuerdo previo con las autoridades
indgenas96.

Dejando abierta la posibilidad que en nombre de la mayora, se

decida sobre sus territorios inalienables constitucionalmente.

93

COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 191 (23, junio, 1995). Por medio de la cual se
dictan disposiciones sobre Zonas de Frontera. 1995.
94
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 243 (28, diciembre, 1995). Por medio de la cual se
aprueba el Convenio Internacional para la Proteccin de las Obtenciones Vegetales, UPOV, del 2 de
diciembre de 1961, revisado en Ginebra el 10 de noviembre de 1972 y el 23 de octubre de 1978. Diario
Oficial N 42.171. 1995.
95
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 607 (2, agosto, 2000). Por medio de la cual se
modifica la creacin, funcionamiento y operacin de las Unidades Municipales de Asistencia Tcnica
Agropecuaria, UMATA, y se reglamenta la asistencia tcnica directa rural en consonancia con el Sistema
Nacional de Ciencia y Tecnologa. 2000.
96
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 617 (6, octubre, 2000). Por la cual se reforma
parcialmente la Ley 136 de 1994, el Decreto Extraordinario 1222 de 1986, se adiciona la Ley Orgnica de
Presupuesto, el Decreto 1421 de 1993, se dictan otras normas tendientes a fortalecer la descentralizacin, y se
dictan normas para la racionalizacin del gasto pblico nacional.

67

6.1.8. Ley 619 de 2000, modifica la Ley 141 de 1994, sobre regalas y
establece criterios de distribucin. Cuando en un resguardo indgena o en un
punto ubicado a no ms de cinco kilmetros de la zona del resguardo indgena, se
exploten recursos naturales no renovables, el cinco por ciento del valor de las
regalas correspondientes al departamento por esa explotacin, y el veinte por
ciento de los correspondientes al municipio, se asignaran a inversin en las zonas
donde estn asentadas las comunidades indgenas. Cuando el resguardo indgena
sea una entidad territorial, podr recibir y ejecutar los recursos directamente, en
caso diferente, los recursos sern recibidos por los municipios y ejecutados en
concertacin con las autoridades indgenas por el respectivo municipio.

La

Direccin de Minas, cumplir adems de las funciones previstas en el artculo 64


de la Ley 489 de 1998 las siguientes: coordinar las consultas previas que deban
adelantarse con los grupos tnicos cuando los proyectos en el subsector de minas
se pretendan desarrollar en reas donde se encuentren ubicadas comunidades
negras e indgenas97.
6.1.9. Ley 691 de 2001, regula la afiliacin y prestacin del sistema general
de seguridad social para grupos tnicos. Pretendiendo su vinculacin al sistema
en los trminos de la Ley 100 de 1993; hace alusin a la diversidad tnica y
cultural como principio de aplicacin, y en este sentido habla de la concertacin de
las acciones en salud con las autoridades indgenas, pero esta regulacin no ha
permitido a las administradoras indgenas de salud el desarrollo de la medicina
tradicional y el uso de los medicamentos propios con los recursos del sistema,
primando el enfoque occidental para la atencin de los indgenas. Se desconoce
tambin los avances del Decreto 1811 de 1990 que establece la gratuidad en la
prestacin del servicio de salud sin necesidad de afiliacin al sistema. Y el
nombramiento y la formacin de promotores de salud indgenas encargados de
mediar entre la medicina occidental y la propia98.
97

COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPBLICA. Ley 619 (20, octubre, 2000). Por la cual se modifica la
Ley 141 de 1994, se establecen criterios de distribucin y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial N
44.200. 2000.
98
CECOIN. OBSERVATORIO. Op. cit., p. 45.

68

6.1.10.

Ley 685 de 2001, define las zonas mineras indgenas,

establece como obligacin para terceros explotar las minas sin desmedro de los
valores de los grupos tnicos, consagra la prelacin de las comunidades indgenas
para la concesin sobre yacimientos y depsitos mineros, y da la posibilidad de
sealar dentro de la zona minera indgena las reas indgenas restringidas que no
podrn ser objeto de explotacin; sin embargo, esta norma es clara en su objetivo
de explotacin de recursos naturales en manos indgenas o de forneos, con lo
cual siempre habr detrimento de la integridad social, econmica y cultural de los
pueblos afectando su pervivencia; la nica opcin de las comunidades para
oponerse a esto es solicitar que se declare el rea indgena restringida por tener
especial significado cultural, social y econmico para la comunidad, lo cual no es
difcil, sino imposible de obtener99.
6.1.11.

Ley 715 de 2002, reglament el sistema actual de

participacin de las entidades territoriales descentralizadas en los ingresos


corrientes de la nacin, desconociendo la autonoma territorial que tienen los
resguardos indgenas en la administracin de los recursos. No solo les sealo los
rubros de inversin, sino que el dinero es trasladado a las Alcaldas para que
estas lo administren100.
6.1.12.

Ley General Forestal de 2006, con un enfoque netamente

extractivista de los bosques naturales y de explotacin comercial de las


plantaciones forestales. Las comunidades indgenas no estn exentas de ello, en
el artculo 19 se plantea el derecho de las comunidades indgenas y afrodescendientes a explotar los recursos forestales de sus territorios, algo reconocido
por la constitucin Poltica, pero que interesa especialmente a esta norma que se
complementa con las disposiciones de productividad planteadas por el Estatuto de
Desarrollo Rural en el marco de la adecuacin normativa emprendida por el
Estado para promover la inversin de grandes capitales101. Afortunadamente la
sentencia de la Corte Constitucional C- 030 de 2008 la declar inexequible al
99

Ibd., p.46.
Ibd., p. 45.
101
Ibd., p. 46.
100

69

considerar que su contenido y alcance atropellaba y vulneraba directamente a las


comunidades indgenas y afrocolombianas.
6.1.13.

Estatuto de Desarrollo Rural, las poblaciones indgenas

mostraron que dificulta las posibilidades de la constitucin, ampliacin

saneamiento de los resguardos. Modific los trminos de la Ley 160 de 1994 que
sealaba como criterio para las solicitudes de constitucin la necesidad de las
comunidades; el Estatuto establece que las solicitudes de constitucin,
saneamiento, reestructuracin o ampliacin de resguardos debern articularse
obligatoriamente a los procesos y decisiones de Ordenamiento Territorial con el fin
de cumplir con la funcin social y ecolgica de la propiedad, lo anterior podr
articularse a los planes de vida que formulen las autoridades indgenas.

Se

plantea una subordinacin total a los criterios de ordenamiento territorial del


Estado, se excluye de plano el estudio de las necesidades de las comunidades
indgenas y sus planes de vida que en la mayora de los casos plantean su
oposicin a esos modelos de desarrollo, por ello son considerados como su
principal forma de resistencia poltica y de pervivencia como sociedades
diferentes. Pretende la expansin de la frontera agrcola, el desarrollo productivo
del campo con la implementacin de tecnologa, megaproyectos y monocultivos
principalmente hacia los biocombustibles con el incentivo a los grandes capitales,
subordinando a estos criterios la posibilidad de acceso a la tierra y a subsidios, sin
importar sus implicaciones sociales en un pas que est muy lejos de conseguir la
seguridad alimentaria de todos sus ciudadanos102. El 18 de marzo de 2009
mediante sentencia C- 175 de la Corte Constitucional fue declarada inexequible
en su totalidad.

102

Ibd., pp. 46-47.

70

6.2.

POLTICAS ADMINISTRATIVAS Y EJECUTIVAS

En Colombia el poder ha estado concentrado en la rama ejecutiva, la Constitucin


Poltica de 1991 contempla El Presidente acta como jefe de Estado, jefe de
gobierno y suprema autoridad administrativa en donde ha imperado un sistema
de gobierno presidencialista.
El concepto Estado en la nacin ha perdido fuerza y veracidad, ya que en los
gobiernos han imperado en la mayora de los casos las polticas proteccionistas
de los intereses particulares de las minoras selectas del pas, dejando de lado los
de la poblacin en general. Desde el Frente Nacional quienes han ostentado el
poder en el pas han monopolizado una poltica clientelista, a la cual las clases
media y baja le han dado soporte y continuidad ya que es el nico medio que
encuentran para obtener garantas laborales, sociales y econmicas103.
As las cosas, el Estado no se ha personalizado en la elaboracin de polticas
pblicas directas en la solucin de los diferentes conflictos poblacionales de la
nacin

La

poltica

del

Estado

colombiano

de

delegar

sus

funciones

administrativas ha sido una justificacin para no generar polticas directas para


grupos poblacionales104; en el caso de las comunidades indgenas, sus tierras y
recursos, que es el objeto de este estudio.
Entregar competencias jurisdiccionales a las autoridades indgenas le ahorraba al
Estado el nombramiento de funcionarios y con ello las responsabilidades de
relacionamiento directo con las comunidades. De esta forma la poltica
administrativa fue la de delegar el proceso de asimilacin a las misiones religiosas y
las funciones de polica a los arreglos internos de las comunidades, con lo cual el
gobierno rechazaba implcitamente la construccin de una poltica propia para
indgenas, dejndole esa responsabilidad a la misin o a los cabildos; en otras
palabras, a los gobiernos no les importo esta poblacin, la dejaron al lado del
camino de la evangelizacin105.

6.2.1. Frente Nacional (1958 1974): el Decreto 1126 del 2 de junio


de1941 crea el Instituto Etnolgico Nacional, el cual no crea en s mismo una
103

Ibd., p. 47
Ibd., p. 47.
105
Ibd., p. 47.
104

71

poltica indigenista del Estado. En 1970 los indgenas comienzan a participar en la


vida poltica con una gran capacidad organizativa y de movilizacin y una alta
beligerancia frente al Estado y a la sociedad106.
Bajo el gobierno de Misael Pastrana Borrero y mediante Decreto 2122 de 1971 se
crea el consejo nacional de poltica indigenista, el cual no funciono para estos,
pues la poltica devena en lo mismo, divisin de resguardos, a finales del frente
nacional se expide el primer cdigo sobre recursos naturales y proteccin del
medio ambiente, ya que se dan cuenta de la importancia de los recursos para el
desarrollo de la economa nacional107.
6.2.2. Julio Cesar Turbay Ayala (1978 - 1982): bajo la Ley 135 de 1961 y
el Decreto reglamentario 2117 de 1969 se constituyeron cerca de 80 reservas con
ttulos precarios de posesin y se ordeno dotar de tierras a las comunidades
indgenas. En el mbito territorial empez a restringirse la declaracin de reservas
a cambio del retorno de la titulacin de resguardos, esta poltica fue prcticamente
el primer paso en la elaboracin de polticas para las comunidades indgenas, la
creacin del primer documento conpes el 1726 del 24 de noviembre de 1980; este
aprob una partida trienal por ms de 1000 millones de pesos con la cual se
crearon 69 reservas indgenas en los llanos y la amazonia, reservando cerca de 4
millones de hectreas para la poblacin indgena. Este documento parti de un
diagnostico sobre la situacin indgena y se propuso como objetivo solucionar sus
problemas ms urgentes y disminuir la brecha existente entre el desarrollo del pas
y el de este sector de la poblacin, pero el resultado no fue el esperado, por el
contrario se cre el aislamiento y resistencia de los indgenas frente al Estado y la
sociedad mayor en vez de fomentar la integracin cultural que era el supuesto
objetivo108.
6.2.3. Belisario Betancourt (1982 1986): marco hasta hoy la
Constitucin de Polticas administrativas para pueblos indgenas, ya que trajo
106

Ibd., pp. 47-49.


Ibd., pp. 47-49.
108
Ibd., pp. 49.
107

72

diferencias significativas en la implementacin de estas y en las relaciones de este


sector con el Estado.
Se adopt el Programa Nacional de Desarrollo de las Poblaciones Indgenas
(PRODEIN) mediante documento conpes 2082 de marzo 15 de 1984, la poltica
del programa era la de titular resguardos con pleno dominio de propiedad de las
comunidades anteriormente constituidas.

Al final del periodo del gobierno en

1986, haba ms de 12 millones de hectreas en posesin de comunidades


indgenas ya sea en calidad de resguardo o reserva en 181 parcialidades109.
6.2.4. Virgilio Barco (1986 1990): dio continuidad a la poltica de
gobierno anterior en el reconocimiento de los derechos fundamentales, sentando
bases solidas de inclusin y respeto por estas comunidades, se titularon
resguardos en tierras selvticas que tenan como fin la conservacin y proteccin
de la biodiversidad. Iniciando como tal el proceso de constitucin del resguardo,
se estimul la figura organizativa del cabildo como autoridad responsable de las
competencias que deba ejercer un gobierno propio que ha reclamado autonoma.
En materia de territorio se constituyeron 101 resguardos, siendo el cuatrienio que
ms titulo extensin de tierra para estas comunidades.

Utilizando esta figura

como un elemento de contencin ante la expansin colonizadora.


La poltica de Barco era conservar la selva amaznica y estimular el crecimiento
de los recursos de biodiversidad, en un momento en que se comienza a expandir
la conciencia sobre el dao irreparable que el proceso de revolucin industrial le
ha causado al planeta110. se titularon tierras a los indgenas con la particular
misin de que fueran los custodios de la riqueza natural que posee la nacin.
Pero esta poltica de exploracin y reserva de los recursos naturales, sus bosques;
rpidamente se convirti en un tema de negociacin con repercusiones mundiales,

109
110

Ibd., p. 50.
Ibd., pp. 50-52.

73

porque en los 90 se desarrollo la presin del capital privado por la investigacin y


la patente de los descubrimientos generados sobre la biodiversidad111.
6.2.5. Cesar Gaviria Trujillo (1990 1994): se contempl la poltica
indigenista en el rango constitucional, por lo tanto a este gobierno le correspondi
iniciar el proceso de reglamentacin de varias disposiciones constitucionales que
afectaban la estructura del Estado y en la que los indgenas aparecan
expresamente con una serie de nuevos derechos colectivos.

Se promulgo el

Decreto 1088 de 1993 que reglamenta la creacin de asociaciones de cabildos o


de autoridades tradicionales amparado en el art 56 de la Constitucin Poltica.
Este gobierno comenz a reglamentar las disposiciones constitucionales sobre
entidades territoriales de la nacin en lo relacionado con los mecanismos para la
participacin de los resguardos indgenas en los ingresos corrientes de la nacin
(PICN)112.
El Decreto 1809 de 1993, equiparo los resguardos a municipios para efectos de
determinar sus transferencias, posteriormente el decreto 1386 de 1994 que
finalmente defini los criterios para la administracin y la inversin de los recursos
del PICN, al final del cuatrienio Gaviria dejando las reglas del juego en materia de
transferencias de recursos de la nacin a los resguardos para la prxima
administracin113.
Aun as este gobierno no ajusto sus polticas a los nuevos imperativos
constitucionales,

ni

internacionales,

simplemente

se

ejecutaron

administrativamente los lineamientos de programas anteriores.


6.2.6. Ernesto Samper Pizano (1994 1998): elabor un nuevo
documento Conpes, el 2773 del 5 de abril de 1995, adopt el Programa de Apoyo
y Fortalecimiento tnico de los Pueblos Indgenas de Colombia 1995/1998 y el
primer programa de desarrollo indgena aprobado por la ley del plan de desarrollo
111

Ibd., pp. 50-52.


Ibd., pp. 52-53.
113
Ibd., pp. 52-53.
112

74

el salto social y de inversiones 1995 -1998.

Fueron las primeras leyes en

determinar partidas fijas para la inversin en los sectores indgenas destinadas a


reforma agraria, programas sociales y programas de medioambiente.
El Conpes planteaba como objetivos especficos: 1. El apoyo a los sistemas
sociales, econmicos, culturales y polticos de los pueblos indgenas, y la
adecuacin y el mejoramiento de su articulacin con la sociedad nacional.; 2.
Diversificacin cultural e institucional para la poltica indgena.; 3. La consulta
previa y la participacin de los pueblos indgenas en los programas que los
involucren.; 4. Proteccin, promocin y defensa de los derechos humanos,
individuales y colectivos de los pueblos indgenas.; 5. Divulgacin y capacitacin
de la diversidad tnica e intercultural en relacin con los pueblos indgenas.
Como temas de desarrollo particular el Conpes determino los siguientes temas:
1.educacion.; 2. Salud y atencin integral a los pueblos y comunidades indgenas.;
3. Tierras y reforma agraria.; 4. Produccin y calidad de vida.; 5. Jurisdiccin
especial indgena.; 6. Apoyo a la proteccin de ecosistemas y bosques naturales
en los territorios indgenas.; 7. Desarrollo institucional y participacin de los
resguardos indgenas en los ingresos corrientes de la nacin.; 8. Conformacin de
las entidades territoriales indgenas.; 9. Zonas de frontera114.
Se expidi el Decreto 2164 de 1995, que reglamento la Ley 160. Sobre territorio,
imponiendo nuevos tramites como la certificacin de pertenencia tnica otorgada
por el Ministerio del Interior, certificacin de la funcin social y ecolgica de la
propiedad; lo cual dificulto el acceso al territorio a muchas comunidades debido a
que estos requisitos dilatan la titulacin debido a la falta de disposicin de
recursos del gobierno para la realizacin de estos estudios115.
Se cre la Comisin Nacional de territorios indgenas y la Mesa permanente de
concertacin mediante el Decreto 1397 de 1996, cuyo propsito fue la intervencin
114
115

Ibd., pp. 53-55.


Ibd., pp. 53-55.

75

directa para acabar la titulacin de resguardos y desarrollar mecanismos de


consulta, concertacin, conciliacin y consenso en el relacionamiento de las
comunidades con el Estado.
Pese a las circunstancias se constituyeron 128 resguardos, beneficiando a 47.619
personas ms116.
6.2.7. Andrs Pastrana (1998 2002): la Poltica est contemplada en el
Plan de desarrollo Cambio para construir la Paz, las lneas de desarrollo de la
poltica administrativa son bsicamente las mismas del conpes aprobado por el
gobierno anterior en materia de titulacin de tierras, continuaron igual, se titularon
mas resguardos, se beneficio mas poblacin

y se adjudico mas extensin

territorial. Para el 2001 ms de 50 millones de hectreas estaban constituidas


como resguardos. El punto de discusin de las comunidades y este gobierno se
centro en la propuesta de modificar el sistema de participacin en los ingresos
corrientes de la nacin, y la poltica de explotacin de los recursos.

Pues la

reduccin de recursos no solo los afectaba sino que limitaba su autonoma, porque
limitaba la disponibilidad de inversin de los mismos. El congreso de la repblica
mediante el acto legislativo 01 de 2001, posteriormente a la Ley 715 de 2001 se
modifica el rgimen de transferencia, el efecto fundamental sobre los resguardos
fue la disminucin de recursos117.
6.2.8. lvaro Uribe Vlez (2002 2006) / (2006 2010): su primer
gobierno inicia con la poltica del plan de desarrollo Hacia un Estado Comunitario
el cual fue aprobado por la Ley 812 de 2003, se enfatizo por debilitar la
institucionalidad oficial sobre asuntos indgenas, limitar la autonoma y la
autodeterminacin sobre el territorio, buscando los medios para permitir la
explotacin de los recursos naturales de los mismos y congelar la titulacin de los
resguardos.
116
117

Ibd., pp. 53-55.


Ibd., pp. 55-56.

76

En este plan, desarroll una lnea de accin llamada Fortalecimiento tnico


prometiendo concertacin, respeto y promocin a los planes de vida, ampliacin y
saneamiento de resguardos, derechos humanos, entre otras cosas.
Contempl tres elementos nuevos, que no se haban tenido en cuenta en los
anteriores:

La creacin de una Consejera Presidencial para asuntos tnicos


La disminucin del Presupuesto para la legalizacin y ampliacin de los
resguardos.
La creacin de los Consejos Municipales de Planeacin, evadiendo
principios internacionales y constitucionales como el derecho de
concertacin y consulta de las autoridades indgenas, entregndole la
facultad de decidir a estos consejos sobre proyectos de infraestructuras
sobre sus territorios118.

Ante todo lo anterior las organizaciones indgenas reaccionaron y no aceptaron la


propuesta del presidente, pues era un medio para liderar los movimientos sociales
tnicos desconociendo la autonoma y debilitando sus organizaciones.
El instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA) paso a denominarse
Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), el cual se fusiono con 4
instituciones ms adscritas al Ministerio de agricultura, renunciando a la reforma
agraria y recortando el presupuesto, para sanear el dficit territorial de los
indgenas en la nacin.

El presupuesto para comprar mejoras y sanear

resguardos quedo supeditado a ser una caja disponible para negociar con los
pueblos que tengan territorios susceptibles de la instalacin de proyectos119.

118

ARANGO, Ral y SANCHEZ, Enrique. Los pueblos indgenas de Colombia en el umbral del milenio.
Bogot, Departamento Nacional de Planeacin (DNP). 2004. p. 172. Citado por CECOIN. Op. cit., p. 56.
119
MONDRAGN, Hctor. 2005. Citado por Ibd., p. 57.

77

Este gobierno considero que los indgenas son los grandes terratenientes del pas,
por poseer muchas tierras, sealando que ocupan cerca del 30 % del territorio
nacional y que por esto no se debe resguardar una hectrea ms120.
Lo que omiti el gobierno Uribe al declarar que estos ocupan la tercera parte del
territorio nacional, es que el 41% de la poblacin indgena del pas vive en la
regin andina y slo dispone del 2.25 del total del territorio resguardado de la
nacin121.
Debido a que las reas forestales se han ido extinguiendo en la nacin, se les han
titulado y devuelto el 80% de los territorios a la poblacin indgena para que las
protejan de la explotacin, puesto que son las nicas zonas verdes que quedan en
la nacin y ya que el 20% de estas etnias habita en las selvas.
Intent este gobierno impulsar un proyecto de ley orgnica territorial al que se
opusieron las organizaciones nacionales por considerarlo un nuevo intento de
limitar la autonoma de los pueblos y los derechos consagrados en la Carta
Poltica para que puedan constituir entidades territoriales indgenas122.

Pues

limitara tambin la conformacin de organizaciones indgenas, la posibilidad de


ejercer pleno dominio sobre los recursos naturales y ejercer el derecho a una
consulta previa que respete la autodeterminacin de las comunidades. Ante la
negativa el gobierno opto por seguir con el Decreto 1320 de 1998, impulsando la
inversin del capital privado o estatal en el usufructo del territorio indgena, as las
comunidades se hallaran en desacuerdo, lo cual desconoci la Corte que entendi
la autonoma en un sentido restrictivo y hizo de la consulta previa un trmite ms y
no un derecho123.
Obviamente los indgenas no aceptaron estos proyectos, pues la constitucin en el
artculo 286 establece que los territorios indgenas son entidades territoriales de
120

ORGANIZACIN DE LAS NACIONES UNIDAS (ONU). 2004. Citado por Ibd. p. 57.
ARANGO. DNP. Op. cit., p. 131.
122
CECOIN. Op. cit., p. 57.
123
Ibd., p., 57.
121

78

la repblica, y los proyectos de los gobiernos pretenden que para alcanzar la


categora de entidad territorial se debe seguir un determinado procedimiento y una
aprobacin gubernamental.

Lo que ira en contrava del gobierno autnomo,

estipulado en el artculo 287 e ignorando lo consagrado en la constitucin


poltica124.
La inconformidad no fue solo de las organizaciones indgenas, los organismos
internacionales reiteraron en varias ocasiones a este gobierno su desconcierto
entre el desfase de los mandatos constitucionales y legislativos, y las respuestas
gubernamentales frente a esos derechos consagrados.
Lo que evidenci que en Colombia estos derechos no tengan soporte legal, ni el
compromiso de los gobiernos por formular polticas pblicas reales y efectivas
frente a las dilaciones o restricciones que se han interpuesto frente a la autonoma
y al territorio125.
Para el segundo periodo de Uribe Vlez, se expidi la ley 1151 de 2007 Plan
Nacional de Desarrollo que contena varios puntos delicados, se le dio
prevalencia a proyectos agroindustriales frente a las economas locales de las
comunidades indgenas, afrodecendientes y campesinos, lo cual quedo vigente
una vez proferida la inexequibilidad de gran parte de esta ley. La sentencia C-461
de 2008 cancelo la puesta en marcha de los proyectos, programas y presupuestos
estipulados en este plan hasta que se realice de manera clara, completa, integra,
transparente la consulta previa en los asuntos que afecten a los pueblos indgenas
y comunidades afrocolombianas126.
Se vivieron crisis humanitarias, siendo los grandes afectados los campesinos,
afrodecendientes y las comunidades indgenas, en donde confluyeron varios
124

MONDRAGN. Op. cit., p. 57.


CECOIN, Op. cit., p. 56-58.
126
GRUPO SEMILLAS. Estatuto rural , inconstitucional. Cay la Ley de Contrareforma Agraria. La
consulta previa a pueblos indgenas y afrocolombianos. Punto de cada de las normas inconstitucionales. En:
Revista Semillas No. 38/39, Conservacin y uso sostenible de la biodiversidad, derechos colectivos y
soberana alimentaria. Editorial: Grupo Semillas. Enero 2009.
125

79

factores de orden econmico, social, demogrfico, ambiental, militar y poltico, lo


que devino en enfermedades, hambrunas y un abrumador, impactante y desolador
escenario de desplazamientos forzados, ante lo cual se puede inferir que la
poltica de seguridad democrtica y el giro social para combatir la pobreza no
tuvieron ningn xito, por el contrario el pas incurri en una reiterada violacin a
los derechos humanos y al derecho internacional humanitario127.
Con el lema todo el mundo es sospechoso y bajo el argumento de que luchan
contra el terrorismo le dio bros a la fuerza pblica y privada para transgredir y
vulnerar los derechos.
Con el fin de mantenerse firme en la abstencin de firmar la declaracin de las
Naciones Unidas de proteccin de los pueblos indgenas, lvaro Uribe insisti en
excusarse con que la constitucin colombiana no permite ciertos puntos.
Ante la comparecencia de fuerzas militares en territorios indgenas propuso crear
enlaces constructores de confianza entre las comunidades indgenas y las fuerzas
armadas de Colombia, en todos los lugares donde haya presencia de estas
comunidades. Frente a la consulta previa para la elaboracin de cualquier tipo de
proyectos, antepuso el progreso soportndose en el derecho general de todos los
ciudadanos sobre los derechos colectivos y fundamentales de las comunidades
indgenas. Con respecto a entregarles la propiedad del subsuelo simplemente dijo:
es de la nacin Colombiana128.
Se expidieron leyes las cuales en su mayora vulneraban los derechos de los
pueblos indgenas y sobre todo la consulta previa, el estatuto Rural de desarrollo
que representaba la mas regresiva ley agraria en toda la historia de Colombia y
conllevaba efectos terribles sobre la tenencia de la tierra y los modelos
127

CEBALLOS, Marcela y SUAREZ Harvey. Percepciones y Dimensiones de la Crisis Humanitaria y de


Derechos Humanos en Colombia. En: Revista Colombia Internacional No. 60, Percepciones Hemisfricas
sobre la crisis Colombiana. Julio Diciembre de 2004. Editor Felipe Botero, Universidad de los AndesColombia.
128
COLOMBIA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA, Secretaria de prensa SP- Noticias. Noviembre 2 de
2008. Web.presidencia.gov.co/sp/2008/noviembre/02/14022008.html

80

econmicos y productivos en el sector rural; la ley general forestal orientado a


privatizar el patrimonio ambiental y a enajenar el territorio de las comunidades de
la pequea minera y el ambiente. La ley de transferencias y de presupuesto
intentando reducir las participaciones o transferencias a los resguardos
indgenas129.
El estatuto de desarrollo rural fue declarado inexequible en la sentencia C-175 de
2009 por la Corte Constitucional argumentando que viola los derechos
fundamentales de los pueblos indgenas a ser consultados previamente en el
proceso de formulacin y aprobacin de la ley. La ley general forestal corri la
misma suerte la sentencia C-030 de 2008 de la corte constitucional la declar
inexequible,

pues

se

debi

consultar

previamente

todo

su

articulado,

independientemente que su efecto fuera positivo o negativo; esto en contra de la


opinin del gobierno de que la consulta slo deba realizarse acerca de los
artculos explcitamente asociados a indgenas y afrocolombianos, los cuales
haban sido excluidos por la presin de las organizaciones sociales.
Hay que anotar que se destapo el escndalo de la parapoltica, y que no es algo
causal que estas leyes declaradas inexequibles y suspendidas como por ejemplo
el estatuto rural fueron defendidas contra viento y marea por el exministro de
agricultura Andrs Felipe Arias y por los senadores uribistas de la comisin V del
senado. La mayora de estos personajes del congreso resultaron en la crcel o
estn siendo investigados por sus vnculos con los paramilitares. Saliendo a flote
la corrupcin y el cumulo de intereses particulares que vician la verdadera
creacin de polticas pblicas130.

Las sentencias de la Corte Constitucional C-461 de 2008, C-030 de 2008 y la C175 de 2009 decretan la suspensin e inexequibilidad de la Ley 1151 de 2007
129
130

GRUPO SEMILLAS. Op., Cit.


Ibd.

81

(Plan Nacional de Desarrollo), Ley 1021 de 2006 (Ley General Forestal), Ley 1152
de 2006) Estatuto de Desarrollo Rural) en su orden y todas sealan la violacin
de los derechos de los pueblos indgenas a ser consultados en el proceso de
formulacin y aprobacin de las leyes, dejando al descubierto la no participacin
de

estos

ciudadanos

en los

asuntos que

les

ataen

directamente

Demostrndose claramente que en nuestro pas es una necedad hablar de la


implementacin de la herramienta de las polticas pblicas como tal frente a las
problemticas que viven

los pueblos indgenas en relacin a la tierra y los

recursos naturales.
Estos fallos abren una puerta en el camino de estas etnias frente a sus derechos
y vuelven a darle sentido a la consulta previa, con todo y esto las comunidades y
organizaciones sociales deben permanecer atentos ya que est claro que las
polticas del gobierno estn encaminadas y dirigidas a la privatizacin, apropiacin
de los territorios y bienes colectivos. Hay que seguir resistindose y perseverando
ante polticas funestas en la defensa y reivindicacin de los territorios ancestrales,
proteccin de los recursos naturales y por la soberana alimentaria.

82

7. DERECHOS ETNICOS O RESPETO A LA DIFERENCIA

En este acpite, el anlisis documental de la incidencia que han ocasionado


algunas polticas frente al impacto que han vivido las comunidades indgenas,
junto a la experiencia directa y vivencial con miembros de estas poblaciones, va a
marcar la pauta de su desarrollo, intentando aportar lo que la aplicacin de este
mtodo ha dejado. Si bien es cierto que este mtodo como herramienta para la
etnografa penetra mejor en aquello que debe alcanzar, cuando siendo fiel a la
vida real por la cual se pregunta, a esa misma vida se amolda como uno de sus
fenmenos buscando comprender al otro, haciendo un esfuerzo por hallar en la
diversidad, lo nico y en la similitud humana la diferencia en sus modos de
vida131.
Se persigue como fin ltimo, darle a la verdad la oportunidad que reclama, dejar
que influya en la sociedad y debido a esto logre ensear su autonoma, como la
existencia en la mayora de unos preceptos impuestos frente a otras
cosmovisiones de vida. Toda esta alteridad es la que le brinda al ser humano la
oportunidad de ver lo real, lo que realmente es y lograr ser objetivo132.
Las polticas de integracin nacional divulgadas y promovidas en todos los
discursos de las esferas polticas, tratan de darle un matiz diferente a la
asimilacin forzada que se pretende y oculta en fundamentos tales como el
reivindicar, reconocer y otorgar derechos a los pueblos indgenas, lo cual lleva
implcito una clara exclusin justificada en circunstancias jurdicas, multiculturales
y progresistas, argumentos en los que se esconde el etnocentrismo utilizado en
todas las retahlas de los polticos para imponer as en nombre de la civilizacin
los mitos de integracin, progreso y desarrollo.

131

ARCE SANMARTIN, Ricardo. La entrevista en el trabajo de campo. Universidad Complutense de


Madrid.
En:
Antropologa
Social
2000,
9:
105-126.
ISSN:1132-508X.
http://revistas.ucm.es/cps/1131558x/articulos/RASO0000110105A.PDF. p. 106.
132
Ibd., p.110.

83

No es posible tener siempre el control de las personas como lo era hace 500 aos,
actualmente las formas de doblegar y administrar totalmente las vidas de los seres
humanos son mas sutiles; como por ejemplo para el caso que aqu atae, los
gobernantes escogidos por la mayora promueven y patrocinan tratados de libre
comercio permitiendo la apropiacin de los territorios y recursos naturales en
todas sus formas, parques naturales, bosques, medio ambiente, recursos hdricos
y energticos, biodiversidad, salud y medicamentos.

Todo por un beneficio

econmico, sacrificando a las personas por papel y tinta, disfrazando todo de


desarrollo sostenible, cuando en realidad lo que prima son los intereses
comerciales sobre todos los recursos.
Los gobiernos neoliberales, la capitalizacin y la globalizacin ven el territorio y
los recursos naturales en tres aspectos fundamentalmente: como bienes
econmicos comercializables, como servicios que pueden incluir en los acuerdos
que realicen y como reas de inversin del sector privado. Es decir, los bienes
comunes de la humanidad reducidos a mercancas, un elemento ms de todo el
ecosistema al igual que el hombre, necesario para la subsistencia y preservacin
de la vida en todas sus formas, transformado en negocio. Evidenciando esto que
las buenas intensiones de los gobernantes de prestar mejores servicios
ambientales, de desarrollo sostenible, de progreso, de integracin, conservacin,
etc., son el eufemismo con que el Estado le otorga a los grupos empresariales el
derecho legal de depredar los recursos y el ropaje conceptual para la privatizacin
y mercantilizacin de estos y la tierra.
As las cosas, el multiculturalismo y la pluralidad jurdica que tanto se han
galardonado en la constitucin de 1991 tienen sus bases y sus cimientos en
concepciones liberales de la prctica poltica.

Hablar de la multiplicidad de

culturas, es hablar de un contrapunteo, de una contienda, no de un bello


encuentro entre dos amantes.

Las prcticas sociales han tenido siempre dos

polos, el que las gua y el que es guiado, en Colombia desde 1492 han guiado las

84

concepciones tradas de otros mares y han convencido a millones de personas a


pesar de sus miles de maltratos de la necesidad de su superioridad.
En lo referente a la vida cotidiana del presente, las tendencias indianistas brindan,
as mismo, una visin unilateral y apologtica de los valores de orientacin
indgenas: la solidaridad, el respeto, la honradez, la sobriedad y el amor
constituiran los valores centrales, piedras fundadoras de la civilizacin india,
mientras que las normativas de la civilizacin occidental son descritas como
egosmo, engao, desengao, apetito insaciable de bienes materiales, odio, todo
lo cual prueba la historia y lo comprueba la observacin diaria de la vida urbana
reducto y fortaleza de la invasin occidental. La miseria, el hambre, la
enfermedad y las conductas antisociales no son herencia de la civilizacin india,
sino productos directos de la dominacin. Forman parte de una circunstancia
temporal (la invasin), pero no cuentan como rasgos constitutivos de la civilizacin
india133.

7.1.

CONSULTA PREVIA

El mecanismo de la consulta previa promulgado en el convenio internacional 169


de la OIT de 1989, como un derecho fundamental para la proteccin de la
cohesin social, de las comunidades indgenas, y a su vez ratificado en Colombia
y reconocido por nuestra constitucin poltica, fue reglamentado por el gobierno
nacional mediante el Decreto 1320 del 13 de julio de 1998, el cual arbitrariamente
y en aras de la transnacionalizacin de la economa sin lmites, lo reduce en un
trmite formal para obtener un requisito en el que la autoridad ambiental (el
Estado) otorga licencias bajo un proyecto que contenga un plan de manejo
ambiental o estrategias para prevenir, modificar o compensar los impactos. Bajo
la excusa de la implementacin de megaproyectos econmicos para el adelanto y
desarrollo del pas, negndole de tajo un carcter vinculante a la voluntad de la
comunidad, sus acuerdos sociales o por el dao al sistema de valores
133

BONFIL BATALLA, Guillermo. Utopa y revolucin. El pensamiento poltico y contemporneo de


los indios en Amrica Latina. Mxico D.F.: Nueva Imagen. 1990. Citado por: MANSILLA H.C.F.
Los procesos de la globalizacin en el rea andina, los fenmenos de interculturalidad y la influencia
normativa de la modernidad. En: HURTADO POZO, Jos. (Director) Derecho Penal y Pluralidad
Cultural, Anuario de derecho penal 2006, Doctrina, Jurisprudencia, legislacin, bibliografa. Fondo
editorial Pontificia Universidad Catlica del Per, 90 aos. Universidad de Friburgo Suiza. 2007. p.
197-199.

85

tradicionales de un territorio que ancestral y legalmente les pertenece134 y


restringiendo sus derechos sobre sus territorios135.
De esta forma, en el escenario de las polticas pblicas no ha habido una incidencia
de los actores destinatarios de las mismas, mostrando as el poco efecto de la
participacin directa de la sociedad y, por el contrario, se ha aprovechado esta
coyuntura para instalar el relato de la corresponsabilidad y la auto gestin del
desarrollo, elementos que a la postre han contribuido a la despolitizacin y a la
fragmentacin del movimiento social en la pugna por los escasos recursos136.

Convirtindose este mecanismo en el enemigo nmero uno de la visin neoliberal


de la transnacionalizacin de la economa, ya que las cosmogonas y planes de
vida de las comunidades van en contrava de las polticas econmicas
encaminadas a la globalizacin y los megaproyectos de las transnacionales,
principalmente cuando se trata de recursos forestales y mineros.
La promulgacin de este decreto, ignorando la participacin y consenso con las
comunidades indgenas, poco antes de iniciar las negociaciones del rea de libre
comercio de las Amricas (ALCA) evidencia la falta de inters y mala fe por parte
del gobierno en permitir que los pueblos indgenas se autodeterminen y se
autogobiernen limitando el ejercicio de la autonoma al obstaculizar el desarrollo
de la jurisdiccin especial indgena en el control de los recursos naturales, el
territorio y sus dinmicas econmicas137. Siendo los directamente afectados con
estas medidas, violando como seala el artculo 7 del Convenio 169 de la OIT: el
derecho que tienen los pueblos de decidir sus propias prioridades en lo que atae
al proceso de desarrollo, en la medida en que ste afecte a sus vidas, creencias,
instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna
manera, como tambin de controlar, en la medida de lo posible, su propio
desarrollo econmico, social y cultural. Adems, en el derecho de dichos pueblos
de participar en la formulacin, aplicacin y evaluacin de los planes y programas
134

CECOIN. Op. Cit., p. 55.


Ibd.
136
Ibd., p. 36.
137
Ibd., p. 55.
135

86

de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente y


dndole el Estado prioridad a la accin de las transnacionales en sus territorios138.
Pero la proteccin al principio de autonoma se ha quedado corta cuando se busca
la proteccin frente al modelo de desarrollo neoliberal impuesto; en este sentido,
cuando los pueblos indgenas han pedido aplicar el derecho de consulta previa en
concordancia con la autonoma o autodeterminacin como forma de resistir a la
ejecucin de mega proyectos y medidas adversas a su pervivencia, la Corte ha
optado en los ltimos fallos por definir que en ultimas es el Estado el llamado a
determinar el modelo de desarrollo nacional, y como tal puede decidir frente a la
ejecucin de medidas a las que se oponen los pueblos indgenas. El fallo mas
garantista que en materia de consulta previa se ha proferido es la sentencia 039 de
1997139.

Esta normatividad deja a las comunidades indgenas sin piso jurdico frente a los
megaproyectos de desarrollo impuesto por el capital transnacional, que afectan
su espacio, su cultura y sus creencias. El consejo de Administracin de la OIT
solicito al gobierno Colombiano su inaplicacin, pero este aun continua vigente140.
Este convenio integra el bloque constitucional de los derechos humanos de los
pueblos indgenas como lo ha sostenido reiteradamente la Corte Constitucional.
El Convenio 169 en su artculo 6 dispone que los gobiernos debern consultar a
los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a
travs de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas
susceptibles de afectarles directamente. Adems, deben establecer los medios a
travs de los cuales los pueblos puedan participar libremente y las consultas
debern efectuarse de buena fe y de una manera apropiada a las circunstancias,
con la finalidad de llegar a un acuerdo o lograr el consentimiento acerca de las
medidas propuestas141.

138

OIT. Convenio 169. Op. cit.


CECOIN. Op. Cit., p. 63.
140
Ibd., p. 55.
141
OIT. Convenio 169. Op. cit.
139

87

7.2.

VIOLACIN DE LA CONSULTA PREVIA E INCIDENCIA FCTICA DE


LAS POLTICAS

El modelo actual de desarrollo implica una nueva conquista de los territorios


indgenas.

En los ltimos aos se han utilizado mtodos como expropiacin,

sobre explotacin, desplazamientos forzados, despojos, incluso la violencia, entre


otros; como caminos del desarrollo, lo ms aterrador es que esta nueva conquista
es apoyada por el gobierno con la expedicin de polticas encaminadas a debilitar
la oposicin indgena, a la explotacin de los recursos naturales y a las agresiones
a la Madre Tierra, las cuales se convierten en los ejes fundamentales de acelerar
los procesos de maduracin de los ciclos vitales por las exigencias competitivas
que exige el mercado. Se promueven tratados de libre comercio, concesiones,
privatizaciones, zonas francas, en donde los grandes monopolios de la industria
buscan nuevos espacios de acumulacin de capital142, sin que se vean las
ganancias que ayudan a los pases del tercer mundo a pagar la deuda externa,
sino que por el contrario no les queda otra salida que la concertacin adaptada a
las disposiciones de los acreedores y el remate de sus bienes pblicos;
imponindose poco a poco la privatizacin de los servicios pblicos, sistemas de
seguridad social y de las estructuras de subsidio al mercado interno. En el anhelo
de expandir los mercados y las fuentes de acumulacin143.
Como lo manifiesta Rosemberg 2004, se abre as paso a la desterritorializacin,
la disolucin de las soberanas y los accesos no localizados al mercado y a la
poltica144, que son las caractersticas principales de la globalizacin, lo cual
significa que la humanidad se haya frente a un nuevo orden territorial donde el
capital es absorbido mas no juega un papel determinante; pues la globalizacin en
realidad abarca y subsume las soberanas nacionales, implantando la idea en el
142

HOUGHTON, Juan. Desterritorializacin y Pueblos Indgenas. En: observatorio Indgena de Polticas


Pblicas de Desarrollo y Derechos tnicos. La Tierra Contra la Muerte, conflictos territoriales de los Pueblos
Indgenas en Colombia. Ediciones Anthropos. 2008. p. 20.
143
Ibd., p.20.
144
ROSENBERG, J. Contra la retorica de la Globalizacin: Ensayos Polmicos. 2004. Bogot, El Ancora
Editores. Citado por: Ibd., p.17.

88

imaginario colectivo de que el mercado global pretende un intercambio no


localizado de productos145.
Esta nueva financiarizacin de la economa consiste en tomar prestado
ganancias posibles y futuras controlando las fuentes de valor, esencialmente
recursos naturales, tierra y mano de obra como medio de asegurar la produccin
futura y sostener la tasa de ganancia. Mostrando esto que las teoras de la
globalizacin y mundializacin solo apuntan a la privatizacin territorial y que esta
desterritorializacin significa depositar la territorialidad en cabeza del imperialismo
y colonialismo moderno146.
La dimensin de estos planes de desarrollo en territorios indgenas presenta todo
un mapa de sectores para excavacin, extraccin, con los que se niegan los
derechos

territoriales indgenas147,

transformando

lo

que

eran

derechos

fundamentales inherentes al hombre en focos de produccin, lo que eran bienes


no transables entran en el mercado, lo que eran dimensiones sagradas se
convierten en fuentes de negocios148.
Los derechos que ostentan los pueblos indgenas reconocidos constitucional e
internacionalmente sobre su tierra, recursos naturales y a decidir sus planes de
vida; el carcter inalienable, imprescriptible e inembargable de sus territorios, la
integridad de los mismos es decir su intangibilidad y su indivisibilidad149 van en
contrava de los intereses separatistas y consumistas del nuevo modelo
econmico. Esta articulacin al mercado global, conlleva de suyo para los pueblos
indgenas una ruptura total con su entorno, su territorio, con la naturaleza, con su
modus vivendi y los nexos que guardan con estos elementos, que componen su
territorialidad; y es en ltimas esta territorialidad lo que representa una verdadera

145

Ibd., p. 17-18.
HOUGHTON, Desterritoriaizacin. Op. cit., pp. 19-20.
147
TASCN, Guillermo. Presentacin. En: La Tierra Contra la Muerte. Op. cit., p. 10.
148
HOUGHTON, Desterritorializacin. Op. cit., p. 20.
149
Ibd., p. 35.
146

89

barrera a la expansin capitalista y para ellos el nico modo de subsistencia pues


la tierra es la base de su produccin econmica.
Al parecer el objetivo es traspasar esta barrera, dividiendo los territorios a travs
de la creacin de figuras legales que permiten la comercializacin de las partes
que lo conforman, ya que no pueden lograr integrarlos totalmente por su carcter
inalienable, imprescriptible e inembargable, ocultan que en suma los desarticulan
totalmente, haciendo creer que estas estrategias de apropiacin y negociacin de
los recursos y la tierra no rompen la integridad del territorio, pero en la realidad
violan la Constitucin Poltica, los convenios internacionales, los derechos
territoriales indgenas y destruyen la Madre Tierra150.
Se pretende reducir los derechos territoriales indgenas, incentivando polticas
destinadas a la anteposicin de jurisdicciones sobre las autoridades indgenas,
por organismos controlados por el Estado a nivel nacional. Ocasionando que las
autoridades indgenas en materia ambiental sean sustituidas total o parcialmente
por autoridades administrativas de los parques nacionales y corporaciones
autnomas regionales, delegndole funciones a estos entes territoriales que no
profesan ningn respeto por las autoridades indgenas, por el contrario los miran
con desdn, ignorando que constitucionalmente son declaradas autoridades de la
repblica y tambin guardianes de la naturaleza. Otorgndose la potestad para
distribuir los territorios indgenas en bloques petroleros, ttulos mineros,
contrataciones para la construccin de carreteras. Adjudicndolos sin ninguna
consulta previa, ni el consentimiento libre e informado de estas comunidades, que
son los instrumentos destinados a garantizar y proteger el derecho al territorio, el
acceso a sus recursos y su integridad. Desentendindose de las autoridades
representativas, negando la titularidad del territorio en cabeza del pueblo.

Se

excluye aqu, a estos seres que hacindose llamar indgenas se sientan en


puestos del congreso jugando a ser muequitos de papel seducidos por dinero y
se prestan para parodias polticas, se hace referencia aqu, a la no participacin
150

Ibd., pp. 35-36.

90

del verdadero indgena, el que se siente orgulloso de serlo, el que en l ve a todos


y as mismo, el que siente la tierra y la naturaleza como sangre que corre por sus
venas y es uno con ellas151.
El Decreto 1320 de 1998, estipula que la consulta previa solamente operara
cuando se trate de territorios titulados con lo cual se pasa por alto este mecanismo
y se violan estas normas internacionales y constitucionales que obligan a que se
lleve a cabo cuando se trate de territorios indgenas.
La sentencia T-382 de 2006 de la Corte Constitucional, seala que el derecho de
consulta previa tiene carcter fundamental y debe Aplicarse, conforme a los usos y
costumbres de cada etnia, no solo a los trmites administrativos, sino tambin al
procedimiento legislativo152.
Sumndose a esto, para privilegiar la inversin extranjera se derogan las normas
nacionales por la adopcin de normas internacionales, como sucedi con la
legislacin ambiental remplazada por las llamadas licencias ambientales por
paquetes o closter, que expiden todo tipo de licencias abiertas para acceder a los
territorios. Permitindole a las empresas explotar, explorar, construir, y realizar
cualquier tipo de actividades, sin someterse a ninguna clase de estudio153. Esta
desestructuracin del territorio est enfocada a encajarlo con el nuevo modelo
econmico, cuando en verdad estos proyectos sobrepasan la dimensin de las
necesidades locales, rompen las formas econmicas que sustentan a la regin y
generan impactos socio-ambientales que es casi imposible recuperar154.
El Plan Visin 2019, documento estratgico que impulso el gobierno colombiano,
no vinculante pero indicativo de los acuerdos del Estado con los empresarios,
aparece este elemento con claridad. Dice el Plan:

151

Ibd., pp. 37-38.


ESTATUTO DE DESARROLLO RURAL CONTRA LOS PUEBLOS INDGENAS (LEY 1152 DE
2007). Citado por Observatorio Indgena. Op. cit., p. 147.
153
HOUGHTON. Desterritorializacin. Op. cit., p. 37.
154
Ibd., p. 38.
152

91

Su localizacin {de Colombia}, su condicin tropical, las distancias de las ciudades


al mar, los ros, las caractersticas geogrficas, el subsuelo, los mares, la variedad
de climas, la localizacin de la poblacin, entre otras, son variables que conviene
aprehender crecientemente en la definicin del proceso de desarrollo, en general, y
en la estructura productiva, en particular. Ese territorio ofrece ventajas, pero
tambin desventajas, que se deben asimilar al estar cada vez ms integrados al
mundo. La provisin de bienes pblicos, como seguridad, es una funcin
creciente de las complejidades geogrficas, razn por la cual Colombia debe invertir
por habitante en seguridad en la lucha contra el terrorismo y el narcotrfico, una
de las industrias ms transables que existen- ms que otros pases con condiciones
geogrficas ms elementales.155

Las polticas adoptadas vislumbran el modelo de desarrollo que se impone


dcadas atrs en el pas, conculcando y violando la territorialidad, la autonoma,
los derechos humanos de las comunidades indgenas con estas decisiones que
desconocen que los conocimientos, experiencias, prcticas tradicionales que
tienen estos ciudadanos se han aceptado que juegan un papel importante en la
conservacin del medio ambiente para un desarrollo sostenible, por lo tanto
deberan tenerse en cuenta en la planificacin, tanto en los terrenos donde se
asientan, como en el resto del pas156.

Y no apropiarse de sus territorios,

sobreexplotar sus recursos naturales, comercializar su arte y aprovecharse de sus


conocimientos tradicionales; con la imposicin de los mltiples megaproyectos de
desarrollo afectndolos en su integridad familiar, cultural, social y econmica como
ellos lo manifiestan, reordenndoles sus modos de vida e involucrndolos a
actividades netamente mercantilistas157.
El artculo 330 de la Constitucin Poltica estipula que La explotacin de los
recursos naturales en los territorios indgenas debe hacerse compatible con la
proteccin que el Estado debe dispensar a la integridad social, cultural y
econmica de las comunidades indgenas, integridad que configura un derecho

155

DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACION. Visin Colombia. II Centenario 2019. 2007. p.


105. Citado por Ibd., p. 39.
156
RODRGUEZ, Gloria A. La autonoma y los conflictos ambientales en territorios indgenas. En: La Tierra
Contra la Muerte, conflictos territoriales de los Pueblos Indgenas en Colombia. Observatorio Indgena de
Polticas Pblicas de Desarrollo y Derechos tnicos. Ediciones Anthropos.2008. p. 61.
157
HOUGHTON, Juan. Legalizacin de los territorios indgenas en Colombia. En: La Tierra contra la Muerte.
Op. cit., p. 114.

92

fundamental para la comunidad por estar ligada a su subsistencia como grupo


humano y como cultura158.
La Constitucin y la Ley 21 de 1991, deberan ser presupuestos suficientes para
una poltica de reconocimiento pleno territorial159, ya que integran el bloque de
constitucionalidad y se imponen frente a los decretos reglamentarios que
transgreden los principios constitucionales, producen falta de seguridad jurdica y
restringen los derechos de los pueblos indgenas a la participacin y a la consulta
previa160.
El Decreto 1320 de 1998, seala que la consulta previa solo se realizar cuando el
proyecto, obra o actividad se pretenda realizar en zonas de resguardo o reservas
indgenas, es decir cuando se trate de territorios titulados o dados por el Estado a
los pueblos indgenas161.

Negando la Ley 135 de 1961, que estableca en el

artculo 29: que no podrn hacerse adjudicaciones de baldos que estn


ocupados por comunidades indgenas o que constituyan su hbitat, sino
nicamente y con destino a la constitucin de resguardos indgenas. El Convenio
169 dejo ratificado que en Colombia el Estado debe reconocer los territorios
ancestrales y la Constitucin de 1991 reafirmo el derecho, asignndoles el
carcter de entidad territorial a los territorios indgenas que se presumen
anteriores al Estado162.

Confirmando que estas comunidades tienen derechos

sobre las tierras y territorios indgenas ancestrales, que aun se encuentran en su


poder como los que les fueron expropiados en la colonia.

Los gobiernos

Colombianos han querido ver este derecho como algo mas bien simblico,
reconocindolo a travs de la titulacin de tierras, legitimando la arbitraria
desposesin que se dio en la colonia y sumiendo a estas comunidades en una
tramitologa que ellos no entienden, irrumpiendo la sublime conexin que tienen
158

COLOMBIA, CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia SU-039/97, Magistrado Ponente Dr. Antonio


Barrera Carbonell.
159
HOUGHTON. Legalizacin. Op, cit., pp. 112-113.
160
RODRGUEZ. Op. cit., p. 68.
161
Ibd., p. 67.
162
HOUGHTON, Legalizacin. Op. Cit., pp. 112-113.

93

estos pueblos con sus tierras e implantando abruptamente conceptos que en ellos
no tienen ni sustancia, ni contenido, ni mucho menos realidad163.
La resolucin No. 0002 del 4 de enero de 1973, declara: los lmites de la reserva
simblica en la lnea negra y se autoriza el acceso de los mamos a sitios que
hacan parte de la propiedad indgena para realizar los pagamentos
tradicionales164.
El Cdigo de Minas derogo las normas que protegan los derechos de prelacin de
los indgenas en relacin a sus recursos naturales, lacerando el derecho de estas
comunidades a oponerse a la prospeccin minera en sus territorios porque cierra
toda posibilidad de estos pueblos para exigir la consulta previa, declarando la
minera como de inters pblico y social, colocando el derecho minero por encima
de cualquier derecho particular. Estipula tambin una coaccin o una articulacin
obligatoria a involucrarse con esta industria165.
El artculo 21 da por supuesta la explotacin con la sola condicin de que las
actividades no vayan en desmedro de los valores culturales, sociales y
econmicos

de

las

comunidades

grupos

tnicos

ocupantes

real

tradicionalmente del rea. La aparente sensibilidad frente a los valores culturales


de los pueblos es inmediatamente desvirtuada con la diferencia a la ocupacin
real, que para los intrpretes del gobierno y las empresas no significa otra cosa
que una ocupacin material permanente; con ello elimina todo derecho territorial
de los indgenas a sus recursos naturales y tierras que como es obvio incluye
formas de apropiacin espiritual, simblica y poltica, lo que se hace aun ms
perverso para los derechos de los pueblos nmadas166.
Violndose abiertamente el bloque que integran del Convenio 169 de la OIT, la
Constitucin Poltica, el pacto internacional de los derechos econmicos, sociales
163

Ibd.
Ibd., p. 113.
165
OBSERVATORIO INDGENA DE SEGUIMIENTO A POLTICAS PBLICAS Y DERECHOS
TNICOS. La nueva conquista: minera en territorios indgenas. En: La Tierra. Op. cit., p. 348.
166
Ibd., pp. 347-348.
164

94

y culturales y la ltima declaracin de las Naciones Unidas sobre los derechos


humanos de los Pueblos indgenas167.
Sumen al ser humano en un juego de palabras y de conceptos para poder hacer y
deshacer en determinados momentos, quienes crean la ilegalidad son los que
hacen la legalidad, para aplicarla como ms les convenga; Porque en nombre de
lo legal le dan vida a lo ilegal, para cuando les favorezca hacerlo legal. Por estos
supuestos es que los mismos indgenas no entienden estas posiciones del Estado
y de lo que son las leyes puesto que su realidad parte de la sustancia de todo y
este juego de conceptos solo aplica a la sostenibilidad de un sistema encaminado
al poder, a la divisin de los seres humanos y a la progresin acelerada de la
destruccin de los recursos naturales.
En una reciente publicacin del profesor Manuel Fernando Quinche se describe la
figura de la elusin constitucional como una maniobra sofisticada y eficaz que
consiste en adoptar un texto normativo concreto y usarlo de modo tal, que
contenga dentro de l enunciados que logran escapar al control constitucional
(Quinche, 2006)168.
Es hora de entablar polticas encaminadas a unificar el modelo actual de
desarrollo con la visin de desarrollo de los pueblos indgenas, que no se
estructura solamente por el factor econmico, sino por el respeto, equilibrio de la
naturaleza y la tierra. Sus planes de vida visualizan su futuro, el entorno, la
proteccin tnica y cultural, y su idea de territorio169.
No queremos tampoco comunidades cruzadas por ros contaminados o rodeados
por cultivos ilcitos. Es por eso que su gobierno no puede perder de vista el carcter
diverso, multitnico y pluricultural de la nacin Colombiana. Esto significa que los
planes de desarrollo que se promuevan desde el nivel nacional, deben tener la
capacidad de adeudarse y aplicarse segn las particularidades culturales, sociales
y ambientales de cada regin y de cada comunidad. Pues solo con planes que se
167

OBSERVATORIA INDIGENA. Estatuto de Desarrollo Rural. En: La tierra. Op.cit., p. 145.


QUINCHE, M. F. La Elusin Constitucional. Una poltica de Evasin del Control Constitucional en
Colombia. 2006. Bogot: Ediciones Doctrina y Ley. Citado por RODRGUEZ. Op. cit., p. 71.
169
RODRIGUEZ. Ibd., p. 62.
168

95

parezcan a la regin y a sus gentes, se puede garantizar su sostenibilidad


econmica, poltica y cultural170.

7.3.

EL SOFISMA DEL DESARROLLO

Con la Constitucin de 1991, las sentencias expedidas con el papel progresista de


la Corte Constitucional sobre los derechos indgenas, la invencin de las entidades
territoriales indgenas, se vislumbraba un plano de seguridad normativa y
jurisprudencial en el avance hacia el reconocimiento de los derechos que les
fueron conculcados a estas comunidades a la llegada de los espaoles; con lo que
no se contaba era con los ideales econmicos que pretende el neoliberalismo, en
donde las normas apuntan a la apropiacin y privatizacin de la tierra y los
recursos naturales con el fin de adaptar la nacin a las imposiciones mercantilistas
trazadas por la Organizacin Mundial del Comercio (OMC)171.

Estas polticas

encaminadas a traspasar los espacios fsicos y lo que estos comprenden


conllevan de suyo implcito un efecto desterritorializador o como lo diran algunos
autores como Daniel Mato (2001) transterritorialidad, multiterritorialidad o
desterritorializacin.
Esta sublimacin a los fundamentos de la globalizacin ha vislumbrado los
manifiestos de un gran equivoco al permitir la succin devastadora de las
economas forneas, la apropiacin poltica del territorio, la ordenacin,
privatizacin, expropiacin, desposesin, la financiarizacin de la tierra y sus
recursos, los procesos de acumulacin y concentracin del capital, los trastornos
fronterizos, el control de los recursos naturales por va de desposesin y el cambio
en las dinmicas de explotacin por el endeudamiento pblico172. Imponindose
todo un juego de polticas inspiradas en modelos exteriores de articulacin e
ignorando que toda poltica pblica debe insertarse en una determinada y concreta
170

CARTA DE LOS PUEBLOS INDGENAS DE COLOMBIA AL PRESIDENTE LVARO URIBE


VLEZ. INIPU, No.2. 2002. Julio, 26, 2006. Citado por: RODRIGUEZ, Op. cit., p. 61
171
HOUGHTON. Desterritorializacin. Op. cit., p. 16.
172
Ibd., pp.. 17-19.

96

dinmica social la cual pretende afianzar o modificar las bases tericas en que se
apoya no pueden en ningn caso ignorar los rasgos inherentes de la sociedad en
que se ha forjado y afirmado a lo largo de su proceso de formacin histrica. Ya
sea para conservar o modificar, resulta fundamental, indispensable y necesario
desarrollarlas teniendo presentes esos condicionamientos, as como las
mutaciones que se van presentado en el trascurrir de la sociedad frente a todas
las circunstancias de tiempo, modo y lugar que definen y enmarcan el sistema.
As las cosas, se infiere que en Colombia el verdadero inters del gobierno se
refleja en la proyeccin de las polticas publicas en materia de tierra y recursos
naturales que apunta a la inclusin acelerada a la economa internacional por
medio del control e incorporacin del territorio como el instrumento clave para la
ampliacin de los mercados y las exportaciones. Pues esta unin maquiavlica
del capitalismo y los que internamente ostentan el poder (polticos y latifundistas) y
se mueven bajo los intereses de esta alianza no permiten que se lleve a cabo una
verdadera reforma agraria en Colombia.173
Las transnacionales petroleras y mineras, las grandes obras de infraestructura
construidas con crditos, las cadenas madereras y ahora las plantaciones
forestales, no pueden pensarse sino estn insertas en relaciones diseadas para
garantizar que los crditos (corrientes o especulativos) efectivamente sern
pagados. Por ello la necesidad del control a todo trance; sin control sobre los
procesos productivos no hay confianza, sin confianza no hay inversin, sin ella no
hay especulacin. Mediante la alianza financiera y latifundista armada, los territorios
y recursos son controlados a travs de concesiones estatales y de alianzas
empresariales (redes y cadenas productivas); y las transnacionales realzan los
procesos de valorizacin mediante la titularizacin de los territorios (bonos,
acciones) o su incorporacin en redes empresariales174.

Esta financiacin fundamentada en la especulacin como forma de controlar y


apropiarse de los territorios y sus recursos, no fsicamente sino a travs de la
emisin de bonos y acciones en los mercados capitales, resulta ms atrayente que
la propiedad o posesin fsica de los mismos, figuras como la hipoteca,

173

HOUGHTON. Desterritorializacin. Op. cit., pp. 22-24.


GIRALDO, C. Las finanzas pblicas en Amrica Latina. 2001. Bogot, Ediciones Desde Abajo. Citado
por: Ibd., pp. 25-26.
174

97

encadenamientos productivos y alianzas estratgicas fomentan los cultivos de


tardo rendimiento, las patentes, las concesiones, la concentracin de la tierra y
generan que poco a poco las naciones en toda su integridad queden subsumidas
en la transnacionalizacin.
Los derechos sociales necesarios para llevar una vida digna e inherentes al
Estado Social de Derecho, se han convertido en dinero; los gobernantes se ven
obligados a entregar las fuentes que los soportan para poder cumplir las polticas
del Banco Mundial, lo que se refleja claramente en el actual cdigo de minas, en
polticas como la ley general forestal, el estatuto de desarrollo rural, que fueron
declaradas inexequibles.175.
La defensora de pueblo considera importante que toda reforma a la normatividad
nacional vigente relacionada con el tema del desarrollo rural, debe ser garantista de
los derechos fundamentales y colectivos de las familias y comunidades que viven
de las labores de este sector; desarrollo que no afecte ni agote los recursos
estratgicos indispensables para la pervivencia de las presentes y futuras
generaciones; que garantice la proteccin de la funcin social y ecolgica de la
propiedad; que contribuya efectivamente a corregir la inequitativa distribucin de la
propiedad agraria, en particular que corrija la reconcentracin que se produjo en los
ltimos aos y que promueva el derecho a la seguridad alimentaria de los propios
campesinos, colonos, indgenas, afrocolombianos y raizales. En general, que
aplique efectivamente los principios de equidad, solidaridad, y de justicia social;
postulados bsicos del Estado Social de Derecho176.

En el caso especifico de los indgenas como sus resguardos y tierras comunales


no pueden ser hipotecados, se les coacciona para que se agrupen y hagan parte
de organizaciones locales, comunitarias, rurales o populares que fomentan metas
econmicas especulativas, para que a travs de estas figuras legales sucumban
en el juego de la financiarizacin sometindose a contrataciones leoninas donde
las comunidades asumen los riesgos y perdidas del negocio y en los cuales por
medio de un juego de palabras no se estipula de manera clara que quedan sujetas

175

HOUGHTON. Desterritorializacin. Op.cit., pp. 26-29.


PALOMINO, Hernando. Comentarios al Proyecto de Ley No. 030/06, Senado, 210/07, Cmara, Estatuto
de Desarrollo Rural y Reforma del INCODER Bogot D.C. 27, Marzo, 2007.
http://www.defensoria.org.co/pdf/desarrollo_rural.pdf.

176

98

por dcadas a las transnacionales y que como prendas de garanta estn sus
tierras y recursos naturales177.
Las polticas actualmente apuntan a la privatizacin de la funcin que debe
desempear el Estado, entregndole la funcin de control y vigilancia a las
empresas, en donde ellas no se van a clavar el pual frente a todas los daos
ambientales, econmicos, sociales, polticos y culturales en los que estn
incurriendo y agrediendo a los propietarios de estas tierras.

Convirtiendo los

territorios en zonas francas y de desarrollo empresarial en donde rigen las normas


privadas de las multinacionales y no la legislacin nacional. Se promulga toda una
normatividad especfica para la inversin de capital y la incorporacin de
tecnologa, para la creacin de zonas de desarrollo en territorios baldos; se
conceden grandes plantaciones forestales con exenciones de impuestos
promoviendo la modernizacin del vasallaje y la esclavitud a travs de los
encadenamientos productivos178.
Estas concesiones en usufructo otorgan a las empresas el derecho a demandar
derechos de propiedad sobre las tierras demostradas del Estado, las de los
desplazados, campesinos, afrodecendientes y territorios indgenas no legalizados,
como si fueran baldas. Como tambin pueden disponer de varias adjudicaciones
de tierra si demuestran que las destinaran a la produccin para la exportacin179,
por el contrario a los campesinos se les exige produccin estable del suelo y se
les niega toda posibilidad de acceder a ms de un predio180.
Pues las Polticas Pblicas estn destinadas al gobierno de la legislacin privada
y a que los entes territoriales locales creados con la constitucin de 1991
promuevan el endeudamiento pblico, lo que fue visto como descentralizacin
administrativa en verdad lo que pretenda era incorporar los presupuestos pblicos
en el mercado de valores y crditos bancarios que conllevaban la aceptacin de la
177

HOUGHTON, Desterritorializacin, Op. cit., p. 28.


Ibd., pp. 30-31.
179
Ibd., pp. 32-33
180
Ibd.
178

99

vigencia de las leyes privadas.

Dejando de ser el territorio un bien pblico

intangible y los gobiernos pasando a ser como empleados de los grandes


megaproyectos, dejando de lado su funcin de gobernar. Mostrando que esta
nueva organizacin del territorio en forma corporativa es la manifestacin ms
clara del nuevo feudalismo181, en donde el propietario es el gobernante y el
ciudadano siervo del patrn, generndose una relacin tributaria entre el capital
rentista y el ciudadano182.
El imperialismo ambiental, la definicin de inmensas reas del globo como
patrimonio de la humanidad, la incorporacin al mercado de bosques y paramos,
la declaracin de zonas sin soberana, resultan urgencias vitales para la
expansin, como seala Wallerstein183.
Actualmente existen un sinnmero de caminos para apropiarse de la tierra, por un
lado el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (incoder) legaliza las tierras
adquiridas por medios ilcitos y violentos. Otro camino es la titulacin de tierras
que decretan como baldas por no estar tituladas y corresponden a territorios
indgenas. Aadiendo a esto la corrupcin que impera en las esferas
gubernamentales que son los caminos para la vinculacin obligada en las cadenas
productivas.
Hay una norma que faculta al Incoder y a la Unidad de Tierras la discusin de los
ttulos otorgados a los resguardos en la colonia basados en legitimar a terceros
poseedores de buena fe, se aprueba la prescripcin adquisitiva de dominio a los 5
aos, as estn comprometidos predios de territorios tradicionales indgenas.
Todo con el fin de reducir los territorios indgenas184.
Estas empresas que conforman el monstruo capitalista apoyadas por el gobierno
intimidan con transformar el territorio en un supermercado de materias primas
181

Ibd., pp. 31-32


Ibd.
183
WALLERSTEIN, I. La Restructuracin capitalista y el sistema-mundo. XX Congreso de la Asociacin
Latinoamericana de Sociologa, Mxico, 2 al 6 de octubre de 1995. Citado Ibd., p.32.
184
HOUGHTON, Desterritorializacin, Op. cit., pp. 33-34.
182

100

violando la consulta previa a que estn obligadas, puesto que la Direccin de


Asuntos tnicos del Ministerio del Interior encargado de la realizacin de la
consulta, acepta sin reparo supuestos procesos de consulta que se les puede
llamar ms bien reuniones informales, intercambios privados, en donde no hay
presencia gubernamental y las empresas aprovechan todo su poder econmico
para engaar y lograr acordar con grupos desarticulados de las comunidades;
conforman grupos de trabajo en donde participan profesionales indgenas para
analizar desde su ptica los impactos de la industria extractiva pero en realidad su
funcin es ser utilizados como figuritas representativas y conciliadoras de la
respuesta indgena chantajeados con el cuento barato de oportunidades y
beneficios para hacer legal las acciones de las empresas185.
Todos estos proyectos han generado impactos negativos en las comunidades
indgenas, tanto ambientales, sociales, culturales, econmicos y polticos.
Violando sus derechos fundamentales, especialmente los derechos a la autonoma
y a la territorialidad.
El derecho a la autonoma, y a sus valores y prcticas sociales, religiosas y
culturales; al territorio a travs del reconocimiento del derecho de la propiedad y de
posesin de las tierras que tradicionalmente han ocupado; a la integridad cultural,
las normas e instituciones propias; a la participacin y a la consulta con sus lderes,
comunidades, instituciones y organizaciones representativas, mediante
procedimientos apropiados, cada vez que se prevean medidas susceptibles de
afectarles; al desarrollo propio de acuerdo con sus usos, costumbres y tradiciones,
y al derecho a usar sus recursos naturales186.

La tierra y el territorio para las comunidades indgenas como fue dicho antes es el
lugar donde se recrea su modus vivendi, su conocimiento, su economa de
autosustento y sus derechos. Pero es evidente que los objetivos gubernamentales
se encaminan principalmente a intereses comerciales, mercantiles, monetarios.
Mas no a favorecer los derechos sociales, ambientales o culturales. Bajo esta
ptica netamente capitalista se viene vulnerando el ejercicio de su territorialidad
que es el que les da la potestad de acceder colectivamente a sus recursos
185
186

Ibd., pp. 42-45.


RODRIGUEZ, Op. cit., p. 58

101

naturales, desarrollar sus procesos sociales, culturales, polticos y econmicos,


que se dan solamente dentro de su espacialidad, es decir su tierra187.
Las acciones emprendidas por los organismos internacionales y apoyadas por los
gobiernos para impulsar el libre comercio camino a la globalizacin van en
contrava de las cosmovisiones de los pueblos indgenas, ya que estas estrategias
globales de controlar mercados, recursos naturales, diversidad gentica y
apropiarse de sus conocimientos tradicionales en el manejo de plantas y recursos
naturales188 terminan por generar conflictos ambientales con las prcticas
tradicionales, los derechos territoriales y los recursos naturales.
Trasgrediendo
Internacionales

en

caso

de

las

comunidades

indgenas

los

Convenios

y la Constitucin Poltica de 1991, el 80% de los territorios

indgenas fueron titulados antes de la Constitucin, solo un 20.42% de los


territorios indgenas fueron legalizados despus de la expedicin de la constitucin
poltica de 1991189, lo que genera una contradiccin ya que es a partir de aqu que
se reconocen muchos derechos a estas comunidades pero en la aplicacin directa
frente a las acciones de estas comunidades dirigidas a la titulacin de la propiedad
no han surtido efecto, pues la promulgacin de polticas en materia territorial no ha
implicado acciones directas en la titulacin de tierras190.
Por el contrario se puede ver como el Estado ha bloqueado las solicitudes de tierra
de los indgenas negando todos los derechos territoriales y el derecho a la
consulta previa, en casos especficos como los indgenas Mokana del Atlntico,
los pueblos del Putumayo y el Pijao del Tolima que son regiones prometedoras en
explotacin petrolera. La constitucin poltica de 1991 en sus artculos 63, 64 y 65
contempla la proteccin a la imprescriptibilidad e inembargabilidad de los

187

Ibd., pp. 58-73.


Ibd., p.73.
189
INCODER. Sistema de Informacin. CECOIN. Op. cit.
190
HOUGHTON, Legalizacin. Op. cit., pp. 86-90.
188

102

territorios tnicos191.

Incentivando la produccin de alimentos al darles

accequibilidad a los campesinos e indgenas a la tierra.


Las transnacionales presentan cifras especulativas de sus inversiones y los que
ostentan el poder obtienen una renta multiplicada tanto por las mega inversiones
como por sus maniobras especulativas192 Colombia hace parte de los grandes
megaproyectos como el Plan Puebla Panam (PPP), el canal Atrato Truando, la
Iniciativa de Integracin de la Infraestructura Regional de Sur Amrica (IIRSA).
Pero esta entrega de los suelos y recursos naturales, solo conduce a la nacin a
la dependencia alimenticia, pues estas multinacionales dibujan productos y
alimentos muy econmicos, pero cuando ya hayan arrasado con la produccin
nacional, subirn los precios y pedirn por la comida precios impagables, como
sucedi con Mxico. La gran prioridad actualmente es la produccin de energa,
por esto explotan y exploran yacimientos de petrleo y gas, amplan grandes
minas de carbn, construyen represas hidroelctricas, extienden en los territorios
colombianos las plantaciones de palma aceitera, promulgan leyes para garantizar
burocrticamente el mercado y las ganancias a los monopolistas, derogan otras
que protegen sus derechos, intentando apropiarse de las tierras de los pueblos
indgenas, pero todo esto solo ha mostrado lo inverso al desarrollo al no pensar en
las generaciones futuras ya que se afectan las aguas, daan los ecosistemas,
reducen o exterminan la pesca, cacera, ganadera y otras fuentes de vida y
subsistencia. No solo para los pueblos indgenas, sino para toda la ciudadana.
Al parecer eso es lo que quieren quienes apoyan estos procesos de destruccin
para los pueblos indgenas, desarticulando sus economas y apoyando el
desconocimiento

de

sus

derechos

fundamentales

actualmente

el

no

reconocimiento por el Estado de la Declaracin de a Naciones Unidas sobre los


pueblos indgenas.

191
192

Ibd., pp. 93-115.


MONDRAGN Hctor. Megaproyectos y territorios indgenas. En: La Tierra. Op. cit., p. 225.

103

7.4.

VERDAD SENTIDA

Se apropian de las tierras como si fueran baldas, arrebatndoles el alma a estas


comunidades, pues los desplazan a la fuerza, los obligan a negociar con un fusil
apuntndoles las entraas o de igual a igual ante los que manejan todo con
montaas de plata y no entienden su lenguaje, ni sus cosmovisiones, seores del
dinero y la guerra que van imponiendo las suyas, realizan proyectos y
planeaciones sobre sus territorios y recursos, excluyndolos puesto que no
aparecen en ellos, cuando se les ha manifestado siempre que el territorio y la
naturaleza son la nica posibilidad de existir de estas comunidades y todo para
poder agredir y herir abiertamente la Madre Tierra; las tierras con las que ellos son
uno y en donde no podan hallarlos ahora se encuentran cercadas por satlites,
desangradas por los rotos de exploracin, subastadas a los monstruos de la
biodiversidad, del turismo, la biotecnologa, que dirigen los proyectos de la
muerte193.
A pesar de los intentos del Estado por evadir las connotaciones y la falta de
titulaciones de resguardos, de las consecuencias catrticas en derechos
territoriales que trajo la constitucin de 1991, el reconocimiento de los territorios
indgenas como Entidades Territoriales de la Repblica, el derecho a autoridades
propias y a la jurisdiccin especial indgena, reafirmaron y fortalecieron
jurdicamente los procesos de unidad colectiva de estas comunidades. Frente a
estas intensiones de los gobiernos por revertir y desconocer este reconocimiento
formal de la territorialidad indgena, ya que no se permite el ejercicio del control y
apropiacin sobre el territorio desde la cosmovisin indgena, lo que en la
aplicacin fctica de los presupuestos constitucionales no se puede llamar
reconocimiento, y es precisamente ese desconocimiento lo que genera el conflicto
entre ellos y el Estado por las agresiones sufridas por estas comunidades en sus

193

TASCON. Op. cit., pp. 7-10.

104

cosmogonas, ante la clara pero disimulada imposicin de una inclusin forzada a


la sociedad mayoritaria, disfrazada de multiculturalismo, etnicidad y pluralidad194.
Para los indgenas la tierra y el significado de territorio lo es todo, es su vida
misma por lo tanto la concepcin y el derecho a ejercer esta cosmovisin sobre
sus territorios comprende el significado de toda su existencia bajo sus
cosmogonas de vida, para poder entenderlo hay que estudiar sus planes de vida.
En Tierra adentro (Surrlles y Garca Hierro, 2004, pag.289) aparecen igualmente
diversas aproximaciones a espacialidades indgenas que tienen como eje las
cosmologas, el parentesco, las percepciones del bosque, el cuerpo humano,
ordenes totmicos, etc., en cada una de las cuales el territorio entendido en clave
geopoltica aparece ordenado desde principios articuladores diversos. Es obvio que
la territorialidad no puede entenderse sino aceptando estas formas de organizacin,
representacin y manejo del espacio, pues de lo contrario estaramos frente a una
conculcacin del derecho195.

El territorio indgena no es la suma de los recursos que contiene y que son


susceptibles de apropiacin y de relaciones econmicas, su naturaleza se basa en
la integracin de elementos fsicos y espirituales que vincula un espacio de la
naturaleza con un pueblo determinado y cualquier alteracin de la integridad
modifica la naturaleza propia del territorio196. Franky y Mahecha (2000) sostienen
que la territorialidad no se limita a la ocupacin y apropiacin del bosque y sus
recursos en trminos materiales, pues las tcnicas y estrategias de manejo del
medio ambiente no se pueden entender sin los aspectos simblicos a los que
estn asociadas197.
Los pueblos indgenas accionan ante el Estado por la reivindicacin de sus
derechos, formulando argumentos dirigidos a la creacin de una normatividad
propia, que les brinde la posibilidad de desarrollar su derecho a la autonoma, se
194

HOUGHTON. Desterritorializacin. Op. cit., p. 47.


GARCA HIERRO, Pedro. Territorios Indgenas: tocando a las puertas del derecho. 2004. Tierra Adentro.
Territorio Indgena y percepcin del entorno. IWGIA. p. 289. Citado por, Ibd., p. 48
196
Ibd.
197
FRANKY, C. y MAECHA, D. Territorialidad Indgena y Ordenamiento de la Amazonia. Bogot:
Universidad Nacional de Colombia, Fundacin GAIA Amazonas. 2000. Citado por HOUGHTON.
Desterritorializacin. Op. cit., p. 48.
195

105

resisten con todo derecho, por la titulacin de sus territorios, el respeto a su


cultura, el derecho a utilizar y disponer de sus recursos naturales, el
fortalecimiento de sus instituciones y formas de control. Esta autonoma conlleva
implcito la capacidad y el derecho que tienen para decidir sobre todos los asuntos
de su inters, siendo obligacin del Estado protegerlo y no contribuir con todos los
medios de despojo territorial que se han propiciado a travs de estas decisiones
estatales que violan todos los derechos territoriales de estas comunidades, tales
como no llevar a cabo la consulta previa, otorgar permisos y licencias ambientales
para el desarrollo de megaproyectos y actividades en sus territorios, avalar el uso
y abuso de los recursos naturales ocasionando severos impactos sociales,
econmicos, ambientales y culturales198. Seremos autnomos en la medida en
que seamos los constructores de nuestra propia historia la autonoma tambin
es la posibilidad de relacionarnos e intercambiar con otros, sobre la base del
respeto, la tolerancia y la convivencia pacfica199.
La Declaracin de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos
Indgenas los reconoce como comunidades polticas de pleno derecho con
personalidad jurdica en el plano internacional. Obliga a los estados a proteger y
respetar la territorialidad indgena, ratifica el derecho de estos pueblos a definir las
prioridades en el uso y manejo del territorio y los recursos naturales, estipula que
la presencia armada solo debe ocurrir en situaciones de grave amenaza y afirma
sobre el despojo territorial histricamente denunciado por los pueblos indgenas,
que se configura una deuda histrica la cual debe ser resarcida materialmente200.
Las autoridades indgenas aseguran ostentar todo el poder legitimo sobre sus
territorios estn titulados o no, aunque el Estado solo les reconozca funciones
ambientales, tienen gobierno sobre los miembros de sus comunidades y de los

198

RODRGUEZ, Op. cit., pp. 59-60.


ONIC. 1999. Derechos Territoriales de los pueblos Indgenas. Obras-proyectos-explotacion de recursos
naturales consulta y concertacin. Material Guia. Borrador elaborado por Ana Cecilia Betancour (indito.)
Citado por Ibd., p. 59.
200
HOUGHTON. Desterritorializacin. Op.cit., p. 49.

199

106

que no perteneciendo a esta, hacen presencia en sus jurisdicciones.


exigen plenamente sobre el territorio,
territorio queda

Ellos lo

Pues el ejercicio del gobierno sobre el

sujeto a la promulgacin y desarrollo de los Planes de

Ordenamiento Territorial (POT), estos POT se expiden ignorando y dejando de


lado los intereses y visiones indgenas por parte de los POT municipales, este
control territorial culmina en la promulgacin de leyes paralelas en cuestin de
territorios y recursos naturales201.
Los indgenas se han pronunciado un sinnmero de veces ante el gobierno sobre
estos ejercicios de control, ya que implican impactos muy agresivos en sus formas
de vida, pues debido a las maniobras invasivas del Estado y las empresas, se ven
involucradas familias indgenas o las comunidades vecinas que son ms
vulnerables y dbiles ante las ofertas econmicas, debido a que vienen siendo
empobrecidas, resultan haciendo parte de negocios en donde se altera su
economa local y se abren paso a las ofertas de las grandes corporaciones. Las
comunidades indgenas no se han quedado dormidas en sus laureles, han
realizado actividades de propietarios y gobernantes adelantando la recuperacin y
ocupacin de pozos petroleros, desarrollando obras de limpieza espiritual y
reconquistando sus territorios invadidos por terceros o sin titulacin.

Dejando

claro los derechos que les corresponden y su presencia en los territorios, lo que el
Estado incurre en ignorar al promover apreciaciones legales sobre la presencia
indgena en algn territorio para favorecer a las grandes multinacionales202.
Para las comunidades indgenas el crecimiento econmico y la preservacin del
medio ambiente no van de la mano, ya que en ellos prevalece el aspecto social,
ambiental y cultural que el econmico203 han planteado: No es que estemos en
contra del desarrollo, sino que estamos en contra de los procedimientos y mtodos

201

Ibd., pp. 50-51.


Ibd., p. 52.
203
RODRGUEZ, Op. cit., p. 62.
202

107

que utilizan en nombre del desarrollo. (Green, 2004)204. Aun as, En junio de
2007, sesiono en la sede del congreso de la Repblica, un parlamento indgena
constituido mayoritariamente por una delegacin de autoridades indgenas del
Cauca; este espacio, al cual se sumaron la ONIC y otras organizaciones
regionales, culmino con la declaracin indgena de la desobediencia al Estatuto de
Desarrollo Rural205.
Estos megaproyectos mineros, elctricos, petroleros, forestales, madereros en
aras del desarrollo y los diferentes intereses que se tienen sobre sus territorios
han perjudicado inmensamente a los pueblos indgenas y son los parmetros que
determinan la expropiacin legal o por vas de hecho de sus territorios206, La
supervivencia tnica y cultural de las comunidades humanas asentadas en
territorios declarados de conservacin o proteccin por su diversidad biolgica, no
solo depende de sus recursos adaptativos sino tambin de las polticas globales
de desarrollo econmico y social que la sociedad nacional a travs de los
estamentos gubernamentales les impone207
El gobierno ve la tierra como una mercanca, mas para los indgenas es parte de
su existencia, es su base de produccin, el fundamento de su economa es decir
de su sustento diario, por esto mismo demandan que se respeten sus territorios y
los derechos a explotar de manera sostenible los recursos naturales existentes en
sus tierras. Hay que entender y comprender que a pesar de que han pasado 200
aos de agresiones a las comunidades indgenas, estas se han mantenido y
persisten, aceptando que se puede aprender de ellos y unificar las nuevas
tendencias de desarrollo a las formas de supervivencia, sostenibilidad y proteccin
de recursos naturales que ellos realizan fortaleciendo y apoyando el crecimiento
de sus economas.
204

GREEN A. El aporte de los pueblos indgenas a un pas diverso. Citado por FUNDACIN HEMERA
OIA. En: Para que la casa no caiga. Bogot, Fundacin Hemera, Paz Televisin, OIA, Direccin para la
Reinsercin, noviembre. Citado por Ibd., p. 66.
205
HOUGHTON, Desterritorializacin Op. cit., p. 54.
206
RODRGUEZ, Op. cit., p. 63.
207
ONIC, CECOIN Y GHK. Op. cit., p. 63.

108

Los pueblos indgenas estamos siendo afectados de manera integral por el modelo
neoliberal y las polticas sociales, econmicas y culturales aplicadas por los
gobiernos de turno, las cuales impactan negativamente la vida y territorios de los
pueblos indgenas y colocan en riesgo la pervivencia misma de nuestros pueblos y
sus derechos (y para enfrentar esta problemtica plantean que) los procesos de
resistencia de los pueblos indgenas, pensados desde distintas cosmovisiones,
fortalecen la unidad, la autonoma, territorio y las culturas indgenas208.

Segn la Constitucin Poltica y el Convenio 169 consideran territorios indgenas


no solo las tierras tituladas, sino las habitadas, explotadas donde desarrollan sus
actividades econmicas y culturales. Pero todo esto se pasa por alto expiden
leyes, polticas, decretos ignorando lo que estas normas supranacionales
estipulan.
El proyecto de acto legislativo 3 de 2003, pretenda acabar con la condicin de
entidad territorial de los territorios indgenas que contempla la constitucin de
1991, intentaron tambin reformar la tutela, as como las leyes expedidas sobre
paramos y aguas, afortunadamente se lograron parar esta clase de reformas
lesivas, regresivas y agresivas, con las manifestaciones realizadas por los
indgenas; aun as no corrieron la misma suerte con leyes como las modificaciones
a la legislacin petrolera, la Ley 963 de 2005 de estabilidad jurdica, la Ley 1032
de 2006 sobre propiedad intelectual que penaliza a quienes violen las patentes de
las transnacionales, la ley 812 de 2003 que contiene aspectos regresivos en
materia de tierra e incentiva los modelos productivos agroexportadores209.
El Cdigo de Minas incurre macabramente en estipular el principio segn el cual
el primero en el tiempo en realizar una solicitud de contrato de concesin, es el
primero en el derecho210 a raz de lo cual se limita la legalizacin de la pequea
minera realizada por campesinos y mineros locales, desplazando a estas
comunidades locales por privilegiar a las multinacionales que presentan solicitudes
sobre extensas reas del territorio donde se realizaba la minera local.
208

Esta

INIPU, No.10, 2004. Citado por, Ibd., p. 63


MONDRAGN. Megaproyectos y Territorios Indigenas. Op. cit., pp. 228-229.
210
MOLANO, Jorge E. Anglo Gold Ashanti: la voracidad de las transnacionales de la muerte y el saqueo. En:
La Tierra. Op. cit., p. 387.
209

109

usurpacin del territorio disfrazada de legalidad conforma un desconociendo al


derecho de autodeterminacin exclusivo sobre sus riquezas y recursos naturales
que tienen estas comunidades211. Como tambin en ser un medio violatorio de la
consulta previa que debe realizarse a las comunidades indgenas, y esta consulta
se ha de basar en darle primaca a los intereses y derechos colectivos de las
comunidades directamente afectadas, ya que se encuentran por encima de los
interese individuales y privados de las empresas multinacionales212.
Se favorece el capital transnacional, sobre los derechos humanos, colectivos e
individuales, reconocidos por los convenios internacionales y postulados
constitucionales, el captulo 10 del TLC con EEUU,
Acuerda que en los litigios entre los colombianos y los inversionistas extranjeros
ser posible sustituir la jurisdiccin de la justicia nacional sobre los principales
asuntos econmicos por tribunales internacionales privados o arbitrajes en los que
haya menor intervencin posible por parte de los jueces nacionales, se elimine la
jurisdiccin indgena y se apliquen legislaciones del pas de origen del inversionista
y el derecho internacional consuetudinario , o sea las costumbres del comercio
internacional sobre los derechos colectivos; se eliminara as la garanta de que la
ley suprema que determina la solucin de controversias sea la Constitucin, y
quedaran en la prctica subordinados los convenios internacionales que no estn
firmados por Estados Unidos, como el 169 de la OIT sobre pueblos indgenas, as
como los convenios ambientales213. . Si en el futuro triunfa un gobierno que
defienda los intereses nacionales y los derechos indgenas, deber indemnizar a las
transnacionales cada vez que quiera cambiar una ley; deber pagarles lo que se
hubiera ganado si no se hubiera cambiado la ley. Es por ello que los polticos
neoliberales se han apresurado a presentar y aprobar leyes antes de que sea
ratificado el TLC214.

Todas estas polticas son el argumento actual con el que se valen los gobiernos
para expropiarles sus derechos a las comunidades indgenas y cederlos a manos
privadas de las transnacionales. El fin ltimo de estos desplazamientos forzados,
violaciones de derechos humanos, fundamentales, territoriales, conlleva la
apropiacin directa e indirecta de sus territorios para la realizacin de proyectos y
211

Ibd., pp. 387-400.


ARANGO A. Nury y BETANCUR, Adriana. Megaproyectos mineros en territorios de comunidades
negras e indgenas del bajo y medio Atrato. El proyecto minero Mande Norte. En: La Tierra. Op. cit., p. 377.
213
MONDRAGN. Megaproyectos., Op. Cit., p. 228.
214
Ibd.
212

110

explotaciones.

Y es aqu donde radica el gran temor de las comunidades

indgenas frente a las estrategias adoptadas por el Estado para articularse al


mercado global, debido a que todo esto derrumba los modos de preservacin y del
uso equilibrado de los recursos naturales que utilizan las comunidades indgenas
como soporte de sus economas, lo cual traer a sus comunidades ms pobreza,
hambre, privatizacin del agua, enfermedades y la total destruccin de sus
culturas y de los valores que an subsisten.
El gobierno de Colombia se abstuvo de votar la Declaracin sobre los derechos de
los pueblos indgenas de las Naciones Unidas, como si la poltica gubernamental
estuviese encaminada a no tener en cuenta los derechos colectivos, y por el
contrario apoyar los derechos de los inversionistas para imponer finalmente los
megaproyectos215 aferrndose ya dos dcadas atrs a la especulacin financiera y
a las exportaciones dadas en los sectores econmicos que dejan atrs el modelo
de integracin nacional por una nueva estrategia fijada en el territorio y dirigida al
mercado global. En este nuevo modelo de ordenamiento territorial, entra a jugar
un papel crucial como elemento esencial de la infraestructura los recursos
naturales, encaminan la tierra a la captura de las fuentes energticas, dando vida
a los territorios corporativos, pretenden una interconexin vial, fluvial, elctrica,
petrolera y gasifica; subrogando leyes nacionales, pasando por encima de la
poblacin, economa y ambiente en esos territorios y originando una ruptura con
las dinmicas sociales y econmicas tradicionales216.
Una vez, ya articulados al mercado global, las normas se subordinan a los
contratos civiles y a las estrategias de abuso empresarial, entregando ms de la
tercera parte de los territorios indgenas a las empresas privadas, pasando a ser
las naciones supermercados y proveedoras de materias primas, privadas de las
multinacionales, como si se tratara de zonas francas de recursos nacionales
215

Ibd., p. 229.
MARTNEZ, Geovanny y HOUGHTON, Juan. La Iirsa: o el mega-ordenamiento de los territorios
indgenas. En: Observatorio Indgena de Polticas Pblicas de Desarrollo y Derechos tnicos. La Tierra. Op.
cit., pp. 231-266.

216

111

donde las naciones ignoran sus legislaciones para dar paso a la gran
productividad transnacional, es decir territorios sin soberana. Con este ideal de
hacer parte integral de la globalizacin ya se desarrollan en el pas megaproyectos
como la integracin de la infraestructura regional de Sudamrica (IIRSA), EL Plan
Visin Colombia II Centenario 2019, el Plan 2500 Vas, La Agenda Interna de
Productividad y Competitividad, entre otros, que aparecen como prioridad en las
agendas de gobierno217.

Zibechi (2006) destaca que:


Un aspecto clave de la IIRSA consiste en considerar que el principal problema
para posibilitar la integracin fsica, y por lo tanto para mejorar el flujo de
mercaderas, son las formidables barreras naturales tales como la Cordillera de los
Andes, la selva Amaznica y la Cuenca del Orinoco. Esa misma concepcin es
sustentada por el ex presidente del BNDS, Carlos Lessa, quien sealo: la
Cordillera de los Andes es ciertamente una belleza, pero es un terrible problema de
ingeniera. Esa lgica de la naturaleza como barrera o como recurso, est
presente en todos los aspectos del plan218

A las comunidades indgenas les inquieta la destruccin total de sus ECONOMIAS


ANCESTRALES porque sera acabar con su existencia, en estas no existe un
mercado de trabajo asalariado. Es decir los hombres no venden su fuerza de
trabajo por dinero219 se realiza bajo principios y reglas de supervivencia del
bienestar colectivo, de la tierra y la naturaleza que son las que les proporcionan su
sustento. Estas comunidades en la dinmica social intentan que corra cada vez
menos plata y cada vez ms productos, el trueque220.

Sus viviendas son

construidas con materiales del lugar donde se encuentren asentados, que no sean
nocivos para la salud, ni para la naturaleza o la tierra, sus vestimentas tambin
estn confeccionadas bajo el principio de armonizacin con el medio ambiente, los
217

Ibd., p. 232.
ZIBECHI, R. IIRSA: la integracin a la medida de los mercados. Programa de las Amricas. 2006. Citado
por, Ibd., p. 239.
219
ARISPE, S., Lourdes. Parentesco y Economa en una sociedad Nahua. Nican Pechua Zacatipan. Instituto
Nacional Indigenista y Secretaria de Educacin Pblica. Mxico. Primera Edicin. 1973. p. 114.
220
SERRANO, Vladimir Comp. Economa de Solidaridad y Cosmovisin Indgena. Ediciones ABYAYALA. 1993. p. 170.
218

112

bordados, los colores, formas geomtricas, motivos de cada traje reflejan las
caractersticas del lugar donde se confecciono, de la persona que lo viste, sus
conocimientos, aptitudes, su aporte a los dems, a la sociedad y a la naturaleza.
Los utensilios del hogar los realizan con la misin de trasmitir la sabidura, de
servir, de crear cosas tiles, para construirse espiritualmente y soportarse en la
materia. En palabras de Vladimir Serrano: guardan la caracterstica de juzgar lo
econmico como un hecho sujeto al propio desarrollo del hombre en conjuncin
con la manifestacin de la vida en el planeta, su evolucin, limitaciones y
facilidades221. Su economa es el fundamento y la base del sostn de sus
culturas.
Los indgenas reiteran que somos hijos de la Pacha Mama, no sus dueos,
menos sus dominadores, vendedores y destructores, por lo cual nuestra vida
depende totalmente de ella y por ello desde milenios atrs construimos
nuestras propias formas del mal llamado desarrollo, es decir nuestro Sumaq
Kawsay\Sumaq Qamaa, que debe ser respetado. Nuestro buen vivir como
alternativa legitima de bienestar en equilibrio con la naturaleza y espiritualidad,
est muy lejos de la IIRSA, que nos quiere convertir en territorios de transito
de mercancas, de huecos mineros y ros muertos de petrleo222.

Pero la gran realidad es que todo el modelo econmico est diseado hacia la
extraccin de recursos naturales, concentracin de la tierra, endeudamiento
externo, conservacin del poder de las masas corruptas que dirigen el pas y
destinado a acabar los modelos de vida indgenas.

Lo que se viene es la

desarticulacin de los pueblos indgenas, afros, campesinos y el propio territorio


nacional, corporativizado el espacio, cedida la soberana a las multinacionales,
expropiadas las comunidades, dominado el pas por el capital transnacional223.
Lo que impera en la sociedad mayoritaria es una economa de adquisicin, del
tener, del poseer, separada de tajo del crecimiento humano; en todas las pocas,
en todas las sociedades, en todo el mundo, los santos y sabios han advertido
221

Ibd., p. 4.
COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDGENAS. Resolucin de Pueblos Indgenas
sobre la iirsa (CAOI), La Paz, 19, enero, 2008. Citado por, MARTNEZ y HOUGHTON. Op. cit., p. 261.
223
MARTINEZ y HOUGHTON, p. 271.

222

113

respecto al materialismo y alegado por un orden de prioridades ms sensato.


determina correctamente tus prioridades224. Eric Fritz Schumacher, pens en
una economa en la que importa la gente incentivando las tecnologas intermedias
y apropiadas, la agricultura orgnica y las fuentes alternativas de la energa.
sealo que lo pequeo es hermoso y lo contrapuso al paradigma del gigantismo,
que ha informado la gran industrializacin de occidente225.
La ecologa es la economa permanente, puesto que para que exista economa
permanente es necesario que el capital aumente. Y el capital lo constituyen la tierra
y el agua. Es una locura considerar como beneficio la disminucin de este capital.
Hay que darse cuenta de que la naturaleza nos brinda los medios fundamentales de
vida. Y hoy, para obtener rpidas ganancias, destruimos la naturaleza.226

224

SERRANO. Op. cit., p. 17.


SCHUMACHER. Erich Fritz. Citado por Ibd., pp. 4-5.
226
BAHAGUNA. Sunderial. Citado por Ibd.
225

114

8. CONCLUSIONES

La llegada de los espaoles ocasiono una ruptura del desarrollo de las


civilizaciones ancestrales, dando inicio a la desarticulacin de sus ciclos de
vida, organizacin cultural, prdida de identidad y despojo de grandes
extensiones de tierra ancestral. Lo que despus de 500 aos continua
porque sus territorios, vidas y personas estn siendo invadidos y
determinados por decisiones e intereses ajenos, basados sobre una
ideologa de rentabilidad, que desconoce los valores culturales, territoriales,
la importancia de los recursos naturales y de la produccin domestica de
alimentos. Es triste aceptar que la conquista no ha terminado seguimos en
lo mismo, manejados por un sistema neoliberal basado en el clientelismo
poltico, gamonalismo y una especie de feudalismo que no pasa.

Se ha ignorado por completo la consulta previa en la formulacin de


polticas, ya que no se promueve la participacin de estas comunidades
pues los procesos carecen de claridad, transparencia y puntos de
informacin en donde la poblacin implicada

tenga acceso a los

procedimientos jurdicos y administrativos que van a seguirse, para


realmente proponer verdaderas polticas pblicas que generen seguridad y
preserven la integridad social, cultural, ambiental y econmica de esta
etnias.

El estado garantiza y protege la diversidad nacional, tnica y cultural de la


nacin, reconoce los derechos territoriales, ambientales, econmicos,
jurdicos y concede autonoma a las comunidades indgenas, lo que se
proyecta en sus planes de vida, en sus economas tradicionales ancestrales
que son la base de su subsistencia.

Pero cuando se promueven

actividades encaminadas al progreso en sus territorios estos preceptos


quedan en el papel y se pisotean los conocimientos, vivencias y prcticas
tradicionales de estas comunidades.

115

Se puede inferir que en cuestin de tierras y recursos naturales, en


Colombia no existen polticas pblicas como tal, por el contrario leyes de
gobierno que intentan de un modo u otro hacer una inclusin forzada de
estas etnias a la sociedad mayoritaria, derrumbando los soportes jurdicos
que tienen las comunidades en la defensa de sus derechos; a ms que
presentan muchas ambigedades y lagunas que se interpretan en
detrimento de los pueblos indgenas, favoreciendo normalmente los
intereses externos de las elites que ostentan el poder e ignorando por
completo los preceptos constitucionales y los convenios internacionales.

Los proyectos que se planean no representan para los pueblos indgenas ni


comunicacin entre las comunidades ni creacin de economas locales que
resuelvan sus demandas histricas, por el contrario, significa la ms grande
incomunicacin entre las comunidades rurales y la expoliacin de la
naturaleza a tasas nunca vistas. Un desafo como este obliga a la ms
grande intervencin de las organizaciones indgenas y sus aliados para
detener lo que ser el plan de reordenamiento territorial del capital contra la
Madre Tierra.227

El medio fundamental del avance empresarial es la renuncia a la soberana


territorial del Estado, las autoridades y organizaciones indgenas han
relanzado diversas acciones polticas de resistencia para preservar su
patrimonio natural y su espacialidad; la aplicacin de estas acciones ha
tenido a su vez una profunda implicacin en la propia conciencia territorial,
pues ha logrado ejemplificar en los hechos las concepciones y las practicas
de una nueva forma de gobernar y de relacionarse con la naturaleza, y
sobre todo, ha permitido desplegar el potencial alternativo de las
comunidades polticas indgenas228.

Proponer Polticas Publicas indigenistas que impliquen soluciones reales


ante el desplazamiento forzado, la expropiacin de sus territorios, la sobre

227
228

MARTINEZ y HOUGHTON. Op. cit., p. 273.


HOUGHTON. Desterritorializacion. Op. cit., p. 54.

116

explotacin de sus recursos naturales, la implementacin de mega


proyectos, la destruccin de sus formas de vida, la ruptura con su entorno y
dems; como resultado del neoliberalismo que se mantiene y erige sobre
intereses

netamente

mercantilistas,

econmicos,

guerras

civiles,

narcotrfico y el conflicto armado. En donde no se intenta permear estos


fenmenos sociales mirando nuestra realidad histrica, jurdica, social,
geogrfica, climtica.

Para lograr vivir de una manera ms real, verdadera, sana, sabia y humana,
se debe tomar ejemplo de las comunidades indgenas, que cada actividad
que realizan en sus vidas tiene un significado divino, estn relacionados
todo el tiempo con esa divinidad, ellos le brindan al mundo una conciencia y
gran sabidura en el sostenimiento del planeta.

117

9. RECOMENDACIONES

9.1.

UNIFICACIN O DESINTEGRACIN

Es tiempo de que todos los sistemas y los seres que los conforman se unifiquen,
se integren o se desintegren totalmente, pues en trminos generales da lo mismo.
De un modo u otro termina todo en una partcula, es decir en uno. Lleg el
momento de que la ciencia, la tecnologa, la economa, los hombres y sus razones
caminen juntos de la mano, de relacionarse conscientemente, en donde cada uno
trate de dar lo mejor a los otros y no de tener poder, control, ambicin sobre los
otros, es decir, evolucionar a s mismos, abandonando las carencias, dramas,
posturas, dogmas, paradigmas, fronteras, banderas, regionalismos, patriotismos
asumidos y despojarse de lo adquirido. Este rencuentro, conducir a que fluya la
conciencia individual y esto a su vez ser lo que genere la gran conciencia
colectiva, para poder concentrarse en esa unidad, que comprende el amor, el
bienestar, la paz, la equidad y empieza por el respeto al derecho ajeno, aceptar
otras formas de vida, de organizaciones y gobiernos.
Las palabras fueron creadas para darle a cada cosa el significado que tienen, ms
no para definir lo que representan para cada corriente, teora, dogma, tendencia,
sentir o implicacin partidista. Estas diferentes connotaciones que le han dado a
las cosas solo han llevado a que la humanidad en vez de trabajar en la unidad de
las cosas se haya ido dividiendo, fraccionando y generando conflicto, puesto que
los intereses estn puestos sobre la produccin econmica en atencin a sus
propios intereses y no en el camino del equilibrio natural de las cosas y la armona
para todos.
Si en todas las ciencias del conocimiento y actividades no primara la ganancia
econmica, la ambicin de poder y el ansia por controlarlo todo; en la lucha por la
subsistencia de lo propio y lo que hace parte de cada uno, sino por el contrario se

118

desempearan partiendo del ser humano para todos los hombres como para s
mismo, la ficcin que han creado como verdad funcionaria en el bienestar general
puesto que el individual estara dado en que todos son parte de ese todo y ese
todo es cada uno, pues el ser humano para perfeccionarse precisa una actividad
til segn aquel antiguo mandato: cualquiera de los dones que cada uno de
vosotros habis recibido, usadlo para serviros los unos a los otros, como buenos
administradores de la gracia de Dios en sus diversas formas229. De lo cual se
derivan: 1.Proporcionarnos bienes y servicios necesarios y tiles. 2. Permitirnos a
todos utilizar y con ello perfeccionar, como buenos administradores nuestros
talentos naturales y 3. Hacerlo sirviendo a los dems y cooperando con ellos para
liberarnos de nuestro innato egocentrismo.230.
Si antiguamente esas

comunidades que habitaban en esta tierra llamada

Colombia tenan la capacidad de auto abastecer las necesidades para la


conservacin de su especie y de los elementos que se las proporcionaban y a las
cuales les fue truncado el camino hacia el desarrollo de sus civilizaciones, porque
en la actualidad los sistemas de gobierno solo han llevado a la sociedad a la
dependencia, a que los estndares de vida sean cada vez ms bajos, a que cada
da ms muera un ecosistema y a la bsqueda diaria, no por vivir, sino por
conseguir dinero para poder intentar vivir? Se convirti la moneda acaso en un
elemento ms de la naturaleza para la conservacin de la especie? Cuando los
elementos para la subsistencia vinieron con el homo sapiens, no fueron creados
por la mente humana, pues a lo largo del transcurso de la historia, de seguir los
modelos de desarrollo implantados por las grandes potencias, se demuestra que
se ha fracasado puesto que las condiciones de vida cada da son peores, la
pobreza y el hambre aumentan, los ndices de vida decaen, se propagan mas
enfermedades, los recursos cada vez se deterioran ms,
Hoy, el mismo mensaje nos llega del propio universo. Habla en trminos de
agotamiento, contaminacin, derrumbe, superpoblacin, guerras, y tambin
229
230

SERRANO. Op, cit., p. 24.


Ibd., p. 24.

119

genocidio, terrorismo, drogadiccin, prostitucin. Es imposible que las fuerzas


destructivas desatadas por la filosofa materialista puedan ser puestas bajo control
simplemente movilizando ms recursos-econmicos, educativos o de investigacinpara contrarrestar la contaminacin, preservar la vida silvestre, descubrir nuevas
fuentes energticas y llegar a ms efectivos acuerdos de coexistencia pacfica.
Todo indica que lo ms necesario hoy es una revisin de los fines hacia los que se
encaminan nuestros esfuerzos. Esto implica que, por encima de todo, necesitamos
desarrollar un estilo de vida que le otorgue a las cosas materiales su lugar
apropiado y legtimo, el cual es secundario y no primario.231

Fue tal el desengao y sin sabor que dejo la iglesia, que la humanidad se aferro a
la ciencia, la tecnologa, al consumismo; lo que tampoco logro darle claridad a los
seres y ya se estn viendo sus impactos.

Al darle la espalda a todo, el ser

humano se sumi en la dinmica de los roles, los afanes, las preocupaciones, el


trabajo, la competencia y el dinero, que lo apartan de tajo de esa divinidad, del
sentir, percibir, escuchar, lo que brota como una cascada desde el interior. El
sabio Abu Said b. Abill-Khayr dej dicho: El hombre (verdadero) es aquel que se
sienta y se levanta junto a los dems, duerme y come, se relaciona con los dems,
compra y vende, y se mezcla con la gente, pero en ni un solo momento olvida a la
Divinidad en su corazn232.
No todo est perdido, se puede intentar:
9.1.1. Unin de modelos econmicos: Unificar el modelo econmico neoliberal y
las economas ecolgicas ancestrales, dejando atrs los intereses particulares que
las separan y contraponen, fomentando la estrecha relacin entre economa,
ecologa, tecnologa, que es de tal envergadura que en los trminos ms estrictos
del tratamiento cientfico no se les puede separar, sino por el contrario estudiarlas
integralmente para observar los efectos de cada una sobre la otra. Economa y
ecologa provienen del griego OIKOS, traducido como ambiente, casa u hogar233,
entendiendo esto, se comprender que la organizacin, funcionamiento,
administracin de la casa deben articularse y unirse integralmente como una, para
231

SERRANO. Op. cit., p. 17.


ECOLOGA PROFUNDA. Julio 1 de 2008. En: The Ecologist. Consultado en agosto de 2010.
http://www.theecologist.net/files/articulos/34_art4.asp
233
Ibd., p. 235.
232

120

que todo funcione, pues la tecnologa no es ms que el arte que media entre las
dos ciencias 234
9.1.2. Tecnologa intermedia: Incentivar la agricultura, la ganadera, el campo,
las economas ancestrales; en donde el hombre produzca en armona con la tierra
y la naturaleza, mas no pretender que esta, est al servicio del hombre, en
palabras de E. F. Schumacher la sabidura requiere una nueva orientacin de la
ciencia y la tecnologa hacia lo orgnico, lo amable, lo no violento, lo elegante y lo
hermoso.235 Concibe una tecnologa intermedia o de rostro humano a la cual
todo el mundo podra tener acceso y no se queda encajonada, ni subsumida
solamente en las barreras del capitalismo, sino que abre las puertas a la
conservacin de las culturas, las especies, el medio ambiente, sustentando as
verdaderamente la produccin de las masas la cual se halla realmente sujeta a
las necesidades del hombre236.
Lo cual no significa que el paso a seguir sea retornar al principio e ignorar la
ciencia y la tecnologa, no!; por el contrario es replantear y cuestionar su
aplicacin y el enfoque que se le est dando, los impactos que se han generado
primordialmente en el mbito humano, social y ambiental.

Lo que realmente

conlleva una tecnologa intermedia es un genuino avance entre nuevos territorios


donde los enormes costos y complicaciones de los medios de produccin por
causa del ahorro, mano de obra y de la eliminacin del trabajo se evitan y la
tecnologa a emplear es la apropiada para las sociedades con excedentes de
trabajo.237
Ivn Illich, ha apelado a la convivencialidad, es decir, que el hombre no se
encuentre bajo la sujecin de la maquina, sino que sta sea la que le ayude a

234

Ibd.
SCHUMACHER, E.F. Lo pequeo es Hermoso, el problema de la Produccion.:Herman Blum, Crticas
Alternativas, 1986. Citado por Ibd., p. 233.
236
Ibd., p. 263.
237
DE FIGUEREIDO, Nuo. Notes on Latin American Industrial Development. p. 162. Citado por
SCHUMACHER. Op. cit. En: SERRANO, Op. cit., p. 265.
235

121

desarrollar su vida pero como algo natural, ligado a la necesidad y no a la


dominacin. Es la libertad individual, realizada dentro del proceso de produccin,
en el seno de una sociedad equipada con herramientas eficaces, lo cual entre
otras cosas permite el retorno a la integracin personal y tambin a la relacin
comunitaria-social.238
9.1.3. La educacin: como medio restaurativo de la sociedad, es la que llevara a
incentivar los reales valores y la verdadera sustancia que contiene la vida como el
amor, la comunin, el respeto, la paz, unidad, equidad, solidaridad.

Debe

construirse y fundamentarse en el fortalecer los dones que habitan en cada uno de


los seres, a canalizar las realidades propias adquiridas desarrollando espacios de
reflexin, para lograr internarlos en su propio conocimiento y realmente dirigirlos
hacia su crecimiento, hacia su propia unidad, totalidad e integridad, ms no, para
implantar conceptos, dogmas o doctrinas; estos se pueden abordar, pero no como
forma nica e insustituible de conocimiento, sino como opciones de este; y menos
an extraviarlos solamente en la adquisicin de logros fsicos y materiales. Como
predico Jesucristo no solo de pan vive el hombre. Herbert Marcuse, afirmo:
Hay algo as como un raz instintiva de libertad en el individuo mismo y si esta raz
instintiva no puede crecer, la nueva sociedad no ser libre, independientemente
de las instituciones que ponga en marcha. La raz instintiva de libertad en el
individuo, por ejemplo, generar una necesidad biolgica de silencio, soledad,
paz; una necesidad de belleza y de placer, no como momentos pasajeros de
relajacin, sino como cualidades de la vida, que sern incorporadas al espacio
mental y fsico239.

La educacin es la tabla de salvacin, elaborar polticas pblicas que apunten a


forjar o tejer una realidad con miras a la destruccin de los problemas que
afectan, a lo profundo de las cosas y no se agote a s misma en una batalla cada
238

MORTIZ, Joaqun. IVAN, Illich. La Convivencialidad. Planeta 1985. Citado por SERRANO. Op. cit., p.
265.
239
MARCUSE, Herbert. La esfera de la libertad y la Esfera de la necesidad: Una reconsideracin. En:
Youlaki, Revista critica de las Artes y el pensamiento. ISSN: 1885- 477= www.youkali.net/2emarcuse.pdf-.
p. 179.

122

vez ms extensa contra los sntomas240. En definitiva, es claro que la educacin


est dada para reconstruir las visiones, perspectivas y aspiraciones de los seres
con el objetivo de evitar claras circunstancias que entorpecen el espacio vital y la
vida misma como tal.
Finalmente, si hay objetividad y honestidad, es fcil aceptar que los tres puntos
que se plantean aqu como posibles caminos, confluyen y estn contenidos en
gran parte en las cosmogonas indgenas. Evidentemente en la realidad inmediata
en donde se conduce a los seres en esta dinmica social, necesitan de la ayuda
del modelo occidental, pero no para aniquilarlos, suprimirlos y destruirlos.

La

cuestin es que el gobierno sea claro y transparente y propicie un verdadero


encuentro, en aras de unificar modos de vida los grandes cambios se proponen a
partir del encuentro con sus races culturales, su pasado reivindicado y al mismo
tiempo proyectndose hacia el futuro, en funcin de cambios cualitativos muy
importantes que involucren entre otras cosas el forjar un nuevo ser cultural, en el
cual la ciencia y la tecnologa tienen un papel fundamental241.

240
241

SERRANO. Op. cit., p. 16.


Ibd., p. 266.

123

10.BIBLIOGRAFIA

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cual
se
reforma
parcialmente
la
Ley 136 de
1994,
el
Decreto
Extraordinario 1222 de 1986, se adiciona la Ley Orgnica de Presupuesto, el
Decreto 1421 de 1993, se dictan otras normas tendientes a fortalecer la
descentralizacin, y se dictan normas para la racionalizacin del gasto pblico
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cual se modifica la Ley 141 de 1994, se establecen criterios de distribucin y se
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