Camino A La Siembra
Camino A La Siembra
Camino A La Siembra
En su artculo 14, la Convencin sobre los Derechos del Nio establece la libertad de pensamiento, conciencia y
religin. UNICEF respeta este derecho, sin promocionar ningn culto en particular, en detrimento de otros. Las
opiniones aqu expresadas son responsabilidad de sus autores
Gratitud y reconocimiento
Con sus preguntas, reflexiones, crticas y aportes, su tiempo y compromiso,
numerosas personas y organizaciones colaboraron significativamente con la
elaboracin de esta cartilla, que presenta una propuesta metodolgica para la
formacin de los animadores y animadoras del Movimiento de Nios y Nias
Sembradores de Paz, Colombia. A todos y a todas, nuestra gratitud.
Como un gesto de reconocimiento, presentamos sus nombres:
Presentacin
Una tierra frtil, arada y abonada con decisin, convencimiento y amor, es el
primer requisito para que la semilla germine. Pero no es el nico factor que
determina que al final se obtengan los frutos esperados. Se requiere de la
preparacin y la entrega del sembrador, lo que slo es posible si ste, a su vez,
cuenta con las orientaciones, las experiencias, los conocimientos, el apoyo y el
nimo de quienes lo rodean y conocen globalmente lo que influye en la cosecha.
En este sentido, el Movimiento de Nios y Nias Sembradores de Paz, Colombia,
es una doble apuesta por la consolidacin de una cultura pacfica y solidaria en
nuestro pas. Por un lado, un compromiso con la promocin de la niez, especialmente cuando sta se encuentra en situaciones que vulneran sus derechos. Y por
otro, un deber con la vinculacin y formacin de los animadores y animadoras de
los grupos de sembradores: jvenes y adultos, que enlazan sus corazones, ideas,
esfuerzos, recursos y sueos, su tiempo y su trabajo, para ofrecer un mejor presente y un futuro esperanzador a los nios y las nias que los rodean.
La labor pastoral y evangelizadora de la Iglesia Catlica, tiene el sentido de
pedagoga y de animacin del proyecto de vida de cada persona. En esta labor
los nios y las nias tienen un sitio privilegiado, porque Jess se identific con
ellos y ellas. Cuando los Apstoles discutan quin era el ms grande, el Seor
tom a un nio, lo puso a su lado, y les dijo: el que reciba a este nio en mi
nombre, a m me recibe; y el que me reciba a m, recibe a Aquel que me ha
enviado (Lucas 9, 47 - 48). El proyecto de vida individual, entonces, logra plenitud cuando se trabaja para ofrecer bienestar a la niez.
Esperamos, entonces, que sean valiosos los conocimientos y las orientaciones que
se plasman en esta cartilla, dirigida a quienes acompaan la siembra desde los
equipos de apoyo regional, diocesano y/o zonal, para que puedan, a su vez, guiar
la formacin de esos nuevos animadores y animadoras que cada vez ms se unen
al Movimiento, y que deciden ofrecer sus vidas desinteresadamente, para
contribuir a que los nios y nias vivan en un pas mejor, donde tengan todo lo
necesario para crecer dignamente y hacer realidad sus derechos.
Monseor Hctor Fabio Henao Gaviria
Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social - SNPS
Estructura
de la cartilla
Contenido
Nuevos caminantes
10
2.
13
14
16
17
24
3.
28
28
34
40
46
52
3.6
3.7
3.8
3.9
3.10
3.11
3.12
4
5.
Nuestra pedagoga
Nuestra perspectiva psicosocial
Ayudar a sembrar una cultura pacfica y solidaria
El trabajo en equipo
Estrategias didcticas para organizar los encuentros
con los nios y las nias
Las redes de apoyo
La participacin
Anexos
4.1
Principios que sustentan los derechos de los nios y nias
4.2
Al creer, creamos... Representaciones sociales y enfoques de
intervencin entorno a la niez
4.3
Alguien que se transforma para transformar
4.4
El estilo educativo de Jess
4.5
La resiliencia desde el apoyo psicosocial
4.6
Propuestas para promover la participacin y orientar
la dinmica grupal con nios y nias
4.7
Estando unidos acompaamos y nos acompaan
4.8
La participacin de los nios: De la participacin
simblica a la participacin autntica
Bibliografa
58
62
67
73
79
86
91
96
96
100
104
108
110
115
120
124
133
Somos el Movimiento
de Nios y Nias
Sembradores de Paz
Somos el Movimiento de Nios y Nias Sembradores de Paz, una propuesta que
surge del compromiso de la Iglesia Catlica Colombiana con la niez y que busca
contribuir a su formacin, acompaamiento, promocin y organizacin para que
pueda aportar en la construccin de una cultura de la paz y la solidaridad.
Somos movimiento porque contribuimos a la movilizacin social en favor de
la niez y de la paz, a partir de procesos en los que nos articulamos nios,
nias, animadores y animadoras de diversas regiones del Pas junto a
distintas instancias de la Iglesia Catlica y organizaciones o sectores
responsables y sensibles frente al desarrollo de la infancia.
Somos sembradores y sembradoras de paz porque con nuestras
capacidades como nios y nias ejercemos el derecho a participar
activamente en la vida de la comunidad y desde nuestras actitudes
construimos nuevas formas de relacin basadas en la convivencia y el
respeto.
Nos organizamos en pequeos grupos de nias y nios entre 6 y 12 aos,
para vivir un proceso de formacin constituido por cuatro etapas: Sembrando,
Germinando, Floreciendo y Cosechando, en el que desarrollamos talentos
como el pensamiento crtico, la creatividad, la comunicacin afectiva y
asertiva, la empata, la resiliencia, la responsabilidad, la participacin y la
solidaridad. De esta manera crecemos en nuestra relacin con nosotros mismos, con los dems, con lo que nos rodea y en todas ellas con Dios.
Somos un espacio para ser y sentirnos libres e incluidos, un arco iris
multicolor signo de esperanza, en el que ms all de las diferencias
polticas, religiosas, econmicas o culturales, nos encontramos para
sembrar entre todos y todas el pas que soamos y merecemos.
Sabemos que la tarea de animar y acompaar a los nios y las nias es algo que
no podemos hacer solos complement Tulio y por eso nos alegra que
tambin a sus comunidades lleguen nuevos animadores y animadoras que
sumen sus manos y su vida a este sueo de sembrar la paz por todos los
rincones de Colombia. Animo!, Exclam Blanca ser una maravillosa
oportunidad para caminar juntos, para aprender, compartir y crecer en
experiencias y conocimientos que nos lleven a ser mejores animadores y
animadoras de la siembra.
Yo la verdad, en un principio, cre que por ser tan jvenes no iban a tener la
responsabilidad suficiente, pero me han dado una gran leccin, expres Lucinda. Es
que son un par de adolescentes, tienen apenas 16 aos, pero su compromiso y su
entusiasmo han sido extraordinarios. Hace ocho das, cuando fui a acompaarlos a
una reunin del grupo de Sembradores de Paz, pude ver que haban preparado muy
bien el tema y, adems, not que los nios y las nias se identificaban mucho con
ambos y con todo el dinamismo de su juventud.
Pero lo que ms me gust continu Lucinda fue que ellos mismos me dijeron
que esa alegra la aprendieron de m y que se sentan muy seguros y respaldados
por el acompaamiento que les brindamos. Y miren, intervino Tulio sealando
otra fotografa del Diario de Grupo aqu estn Blanca y Franklin hablndoles de
Sembradores de Paz a los muchachos y muchachas del colegio. S, al final
quedaron muy motivados dijo Blanca aunque les confieso que yo tena mucho
susto, si no es por Franklin que me tranquiliz y se encarg de animarlos con
dinmicas y hasta con chistes, no hubiera sido capaz yo solita.
del barrio. Tambin pegamos varios carteles en el templo, que a propsito fueron
muy llamativos.
Miren, intervino Tulio aqu tengo un cartel que guard de recuerdo:
123456789-
Momentos
Introduccin
Posibles
actividades
Propsitos o sentido
de la actividad
Saludo
Actividad o detalle de
bienvenida
Dinmicas de animacin e
integracin
Oracin o reflexin
Presentacin de objetivos
Presentacin y ajuste del
horario o programacin
Construccin de acuerdos
Organizacin de comisiones
Desarrollo
del tema
Punto de partida
Momentos
Posibles
actividades
Propsitos o sentido
de la actividad
Tengamos en cuenta
Manos a la obra
Desarrollo
del tema
Cierre
Y adems de lo que nos dices, complement Tulio hay otros tres aspectos que
nos han ayudado a superar las dificultades y a alcanzar nuestras metas:
En primer lugar el trabajo en equipo, que nos ha permitido planear juntos,
apoyarnos en el desarrollo de las actividades, valorar y reconocer mutuamente el
compromiso y las capacidades, expresar lo que sentimos y pensamos con
libertad y respeto, ayudarnos a crecer y mejorar, y animarnos unos a otros.
En segundo lugar, el apoyo interinstitucional, con el cual hemos logrado la
cooperacin de profesionales y lderes para desarrollar los temas y conseguir
diferentes recursos, entre otros aspectos. Adems ha permitido el
conocimiento de otras experiencias por y con la niez, y una mayor credibilidad
y respaldo en la comunidad.
Y por ltimo, la reflexin que hacemos juntos para aprender y poder
desarrollar cada vez mejor nuestras acciones. Por eso siempre nos
reunimos a evaluar, compartimos y escribimos nuestras impresiones, e
identificamos los aprendizajes obtenidos a partir de los aciertos y desaciertos.
Aqu nada ms encontr en mi Diario de los Sueos, todos los aprendizajes
que hemos alcanzado en esta experiencia de facilitar el proceso de formacin
de los animadores y animadoras, aport Franklin. Miren todo lo que hemos
descubierto:
Enlapreparacin logstica
Elaborar siempre un plan, donde definamos el cronograma (das y horarios), los responsables y los recursos que
necesitamos.
D efinir y reservar el lugar ms apropiado para realizar la formacin,
de acuerdo con las posibilidades y el tipo de actividades que vamos
a desarrollar.
Conseguir el material de apoyo: equipos, tableros, carteles,
fotocopias, hojas, tarjetas, marcadores y todo lo que requieran
cada una de las actividades.
Prever asuntos relacionados con el transporte, la alimentacin y el
alojamiento de los participantes (de ser necesario).
Hacer oportunamente y con tiempo la convocatoria: cartas,
llamadas, visitas, etc.
Confirmar previamente la asistencia de los participantes.
Qu queremos
Punto de
partida
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Con todo el
corazn
Causas de la situacin
Consecuencias de la situacin
Obligacin o
responsabilidad
de esas personas
e institucionesa
Portadores de
obligaciones
(personas e instituciones
responsables)
Los
Los principales derechos de los nios y las nias que se vulneran en nuestra
comunidad son:
Para el respeto y la promocin de los derechos de la niez podemos:
Los principios que ms recuerdo y que orientan los derechos de los nios y las
nias son:
Qu queremos
Analizar los imaginarios, las representaciones sociales y los enfoques, que han
caracterizado las acciones con y por los nios y las nias, desarrollando nuevas
comprensiones que orienten la labor como animadores y animadoras del
Movimiento.
Punto de
partida
Actividad 1: Compartamos con los animadores y animadoras el siguiente cuento, y luego invitmoslos a reflexionar en plenaria a partir de las
preguntas que aparecen al final.
Cangurito se asom al exterior desde el bolsillo de Mam Cangura y dijo:
Umm! Qu grande es el mundo!, cundo me dejas salir a recorrerlo?.
Mam Cangura le contest: Yo te lo ensear, sin necesidad de que salgas
de mi bolsillo. No quiero que te juntes con malas compaas, ni te expongas
a los peligros del bosque. Yo soy una cangura responsable y decente.
Cangurito lanz un suspiro y permaneci en su escondrijo, sin protestar.
Ocurri que Cangurito empez a crecer... y lo hizo de tal manera que el
bolsillo de Mam Cangura empez a descoserse! Mam Cangura le dijo:
Te prohbo seguir creciendo!. Y Cangurito, obediente, dej de crecer en
aquel instante.
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Al llegar a la casa los recibi la mam, y el nio le dijo que quera ensearle a su
amiga, la coleccin de flores que tena en su cuarto. La mam le respondi
diciendo: Menos mal yo le hice el favor de organizar eso, porque a usted ni
vergenza le da!... Y ah le bot ese montn de basura y de papeles de colores
que haba sobre la mesa.
Martn, sorprendido y triste, le explic a la mam que sa era su coleccin de
flores, y le pregunt porqu haba hecho eso sin consultarle. La mam, muy
enojada, le respondi que l era un malcriado, un grosero y un desagradecido,
que nunca pudo aprender que a los mayores no se les contradice ni se les contesta, que los adultos mandan y los nios obedecen.
Martn le expres lo injusto que le pareca y le pidi que le explicara porqu
deba ser as. Ella se enfureci an ms, tom una correa, y despus de una
pela, lo mand a la cocina y le dijo que como castigo debera lavar toda la
loza.
Paulina qued enmudecida con la situacin y sin despedirse, sali para
su casa.
Caso 2: Gloria, Ral y Eliana son animadores del Movimiento. Gloria tiene un
grupo ejemplar, las nias y nios son muy juiciosos, respetuosos, callados, se
aprenden todo, y siempre me obedecen y estn dispuestos a escuchar y a
realizar las actividades en mucho orden y disciplina, como ella misma afirma.
Gloria siempre se enorgullece mucho de su grupo, y le cuenta a Eliana y a Ral
lo maravillosos que son sus nios y nias.
Eliana y Ral la felicitan, pero a su vez le expresan que el grupo de
Sembradores de Paz que ellos animan, tiene una inmensa variedad de nios
y nias, que son ms los que permanentemente se estn moviendo de un
lado para otro y preguntando todo, y que adems, se les dificulta mucho
quedarse escuchando por largo tiempo.
Daniel, por ejemplo, cuando estoy hablndoles demasiado, me dice que no
eche tanta carreta y que los ponga a hacer algo, comenta Ral. Gloria se
queda asombrada y les pregunta qu hacen ante esa indisciplina y falta de
respeto, y les expresa que debe ser imposible trabajar con nios y nias tan
igualados.
38 CAMINO A LA SIEMBRA Movimiento de Nios y Nias Sembradores de Paz - Colombia
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Movimiento
Nios y nias
Sembradores
Paz
Colombia
Tengamos
en cuenta
Cartilla Tierra Frtil para la Paz, pginas 12 a la 15: Eso de Sembrar la Paz;
pginas 24 a la 26: Ni restas, ni sumas, ni divisiones, somos uno; y pginas
27 a la 32: Semillas que estn en nuestro corazn.
Diario de los Sueos, pginas 7 a la 18: El Colibr.
Manos a la
obra
Talento
Nuestro concepto
Momento de la actividad
en el que lo vivimos
Pensamiento Crtico
Pensamiento Creativo
Comunicacin Afectiva
y Asertiva
Empata
Resiliencia
Responsabilidad
Participacin
Solidaridad
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Actividad :
paso 1: En plenaria, invitemos a tres voluntarios para que orienten una
actividad. Simultneamente, solicitemos al resto de participantes que se
organicen en tres grupos.
A los tres voluntarios, aparte, les asignamos un grupo y se les entregamos y
explicamos la siguiente instruccin:
Antes de ir a su grupo, piense en una obra de arte para que la realice con
l, utilizando todos los materiales que tengan a su alcance. Explqueles,
pacientemente, en qu consiste la obra que usted quiere, e indquele a cada
participante qu debe hacer y cmo lo debe hacer, y entrgueles los
materiales. Responda a todas las preguntas que surjan para que logren
realizar exactamente la obra que usted pens. Exjales que no realicen otras
cosas, porque lo que se necesita es que hagan de la mejor manera, lo que
usted quiere.
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Actividad 2: Preparemos para cada persona, una hoja con las afirmaciones
que aparecen a continuacin. Luego, pidmosles que expresen su posicin
respecto a cada frase y la argumenten.
Posibilitemos un espacio, con suficiente tiempo, para que los participantes
puedan hacer el ejercicio de manera individual, y posteriormente invitmoslos a
compartir sus conclusiones en subgrupos, identificando aquellos puntos en los
que hay acercamiento o distanciamiento.
La idea no es llegar a un acuerdo, sino favorecer un debate y una reflexin.
Concordar y discordar
Escribe en la lnea que precede a cada afirmacin:
Una A, si ests totalmente de acuerdo con la afirmacin.
Una D, si ests totalmente en desacuerdo.
Una P, si ests parcialmente de acuerdo.
Y expresa brevemente por qu.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Tenan unas costumbres muy raras, unos eran de otra religin, otros eran
demasiado inquietos o demasiado quietos, y algunos eran muy groseros.
Finalmente, Julio les invit a que pensaran juntos en cada una de las
razones que se haban planteado, y en las posibles alternativas o
estrategias que podan desarrollar.
Digamos a los participantes que conformen 7 grupos, y que cada uno
retome una de las razones que expusieron los animadores y animadoras de
la historia. Pidmosles que analicen cada razn, preguntndose si
efectivamente explica la desercin de los nios y las nias, y qu
alternativas pudie-ran sugerirles para superar esta situacin.
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Propongamos que realicen un sociodrama con los casos que inventaron y con
la manera de aplicar el principio que les correspondi. Facilitemos una
refle-xin en torno a cada sociodrama. Algunas preguntas en las que nos
podemos apoyar son:
Actividad 2: Motivemos a los mismos grupos para que escriban una carta
a los animadores de la actividad No. 2 del Punto de partida, en la cual les
orienten sobre cmo podran resolver su situacin.
Con todo el
corazn
Los
Con mis propias palabras puedo definir cada principio de la siguiente manera:
Educar en y para:
La cotidianidad como oportunidad de aprendizaje:
Desarrollar aprendizajes significativos:
Promover la participacin y la inclusin:
Aprender jugando y jugar para aprender:
Contextualizar:
Qu queremos
Punto de
partida
Tengamos
en cuenta
Cartilla Tierra Frtil para la Paz, pginas 50 a la 60: Nuestra perspectiva psicosocial.
Anexo 5: La resiliencia desde el apoyo psicosocial.
Manos a la obra
Actividad 1:
Con material de
reciclaje y vinilos o crayolas, cada participante
debe elaborar un escudo, en el cual
represente todos aquellos recursos internos y
del entorno, con los cuales puede contar para
afrontar sus dificultades. Para ello se apoyar en
las frases: Yo tengo..., Yo puedo..., Yo
soy... y Yo estoy...
Motivemos a los participantes a que presenten y expliquen sus
escudos al grupo.
Un anciano Suf haba llegado al pueblo y la mujer pens que era una buena
oportunidad. Llev al nio... Lo haba estado llevando dnde cualquiera
que pudiese ayudar, eso se haba convertido en algo de rutina. El nio fue de muy
mala gana.
Cuando la mujer le dijo al maestro suf sobre la situacin, l respondi: Tendr que
perdonarme. En este momento no puedo decirle ni una sola palabra a este
hermoso muchacho. Soy viejo, tengo setenta aos, y me tomar por lo menos dos
semanas ser capaz de decirle algo.
La mujer no lo poda creer! Todo el mundo estaba listo para aconsejar. Y este
hombre no poda decirle nada a un nio inmediatamente, sobre algo tan trivial.
El nio se dio cuenta que el anciano era sincero y no saba qu decir. Le
sorprenda que no lo hubiera juzgado de inmediato, sin escucharle como todos
los dems. Esto lo intrig.
Finalmente, llegado el da despus de las dos semanas, muy temprano en la
maana el nio tom un bao, se cambi de ropa y se alist. La madre le dijo:
Cul es el afn?. El nio respondi: Quiero ver a aquel hombre. Tengo
curiosidad por saber que dir de m.
Al llegar a la casa del anciano, la mujer tena muchas ansias por saber por qu
haba necesitado dos semanas para responderle y se lo pregunt. l le dijo: Si
hubiera sido un problema fisiolgico le hubiera respondido de inmediato, pero
era un problema de vida. Yo tengo setenta aos y l siete. He vivido muchos
aos ms que el nio y an me encanta comer dulces. Y mientras yo mismo
contine comiendo dulces, no puedo decir nada. Estas dos semanas trat de no
comer dulces a ver qu pasaba.
Mi respuesta tena que depender - continu diciendo el anciano - de mi
propia experiencia, no slo de la opinin comn acerca de que los dulces son
malos. Si yo mismo, a los setenta aos, no los he podido dejar, pretender que
un nio pequeo los deje... No, no podra decirle eso.
Y dirigindose al nio, le dijo: Si te gustan, dejar los dulces ser difcil. Yo
los he dejado durante estos das y ahora s que t tambin lo puedes hacer.
Dejarlos es bueno y saludable, pero es necesario un esfuerzo. Es un reto.
Puedes elegir.
El nio se senta muy alegre. Por primera vez se detuvo a pensar qu era lo que
l verdaderamente quera... Y despus de un corto silencio le respondi: Si t los
puedes dejar, por qu no yo? Puedo aceptar el reto, no te preocupes.
Al terminar, suscita la reflexin a partir de preguntas como:
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Tengamos
en cuenta
Cartilla Tierra Frtil para la Paz, pginas 60 a la 67: Ayudar a sembrar una
cultura pacfica y solidaria.
Manos a la
obra
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Las otras tres hojas estaban repletas de buenas disposiciones, as que decidieron
aceptar lo que su compaera les peda. Se instal, entonces, un ingenioso sistema
de paraguas que cuando haba buen tiempo se cerraba, y cuando amenazaba la
lluvia se abra para que no le cayera agua a la matica.
Y he aqu que el arbolito tan prometedor dio signos de languidez y muri. Cada
hoja fue llevada por el viento a un sitio distinto.
Invitemos a los animadores y animadoras a reflexionar:
Hoja 4: Los participantes harn el mismo dibujo, pero esta vez podrn
actuar con libertad en toda la hoja. Debern mejorar el dibujo
organizndose para que cada uno participe.
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Una vez dramatizados los personajes con sus discursos, invitemos a una
reflexin con preguntas como:
Qu responsabilidad asumi cada uno de los miembros del grupo con el
personaje?
Qu dificultades tuvieron en el trabajo en equipo?, cmo las
solucionaron?
Qu opinan de la manera como solucionaron las dificultades?
Qu fortalezas y debilidades encontramos para el tipo de trabajo en
equipo que nos propone el Movimiento?
Por qu es importante el trabajo en equipo en el Movimiento?
Con todo el
corazn
Los
Qu queremos
Punto de
partida
Luego de que cada grupo haya preparado su taller segn las indicaciones,
invitmoslos a realizarlo, pidiendo al resto de participantes actuar como nios y
nias de un grupo de Sembradores de Paz.
Finalmente propongamos una reflexin en torno a la actividad, para lo cual
algunas preguntas pueden ser:
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Momentos
Posibles
actividades
Descripcin de
la actividad
Por qu
consideran que
esta actividad es
acertada para
este paso?
Acogida
Qu queremos
lograr con este
tema?
Punto de partida
Desarrollo del
tema
Tengamos en cuenta
Manos a la obra
Con todo el corazn
Cierre
11- Pgina x
Actitudes de los
participantes
Otras estrategias
que puedo realizar
El participante que
se distrae o est
callado:
El participante que
habla en exceso:
El participante que
est agresivo:
El participante que
acta como quien
todo lo sabe:
El participante que
hace bromas:
Con todo el
corazn
Qu podemos mejorar?
Qu aprendimos de esa experiencia?
Los
Una palabra con la que relaciono cada uno de los momentos del paso a paso es:
Para disear y desarrollar el proceso formativo con los nios y las nias
debemos tener en cuenta:
Para disear y realizar cada encuentro o reunin del grupo de Sembradores
de Paz, debemos tener en cuenta:
Qu queremos
Punto de
partida
compuesto, cmo est construido, cmo podra desarmarse ese tejido, cmo se
vera cada material por separado, etc. Luego ellos deben socializar sus respuestas
y escribir en un lugar visible las palabras claves.
Actividad 2: Entregumosle a cada uno de los participantes una tira de lana. Las
tiras deben tener diferentes tamaos a partir de unos 60 70 centmetros. Despus
pidmosles que se organicen por parejas.
Indiqumosles que lanzaremos al aire un mueco, y que cada pareja tendr que
ingeniarse la manera de atajarlo utilizando nicamente la tira de lana que han
recibido, sin tocar el mueco con las manos. Pidamos a las parejas que pasen una
a una para hacer el ejercicio hasta terminar.
Luego, propongamos que realicen el mismo ejercicio, pero ahora unindose todas
parejas con sus tiras, para atajar con xito el mueco.
Para orientar la reflexin, podemos proponer las siguientes preguntas:
Tengamos
en cuenta
Cartilla Tierra Frtil para la Paz, pginas 94 a 104: Juntos lograremos ms.
Anexo 7: Estando unidos acompaamos y nos acompaan.
Manos a la
obra
Caso 2: Isn es una zona que se encuentra en disputa por parte de diferentes
grupos armados. Como consecuencia de los enfrentamientos, mucha de su
poblacin rural se ha visto forzada a desplazarse al casco urbano del municipio.
All, en el pueblo, existe un grupo de Sembradores de Paz, del que hacen parte
muchos nios y nias que han tenido que huir de esa violencia. Incluso a algunos
les han asesinado varios miembros de sus familias.
Con todo el
corazn
Organizacin o
Institucin
Principal
funcin
Persona de
contacto
Telfono
direccin
Los
Qu queremos
Punto de
partida
nias, logr sensibilizar a la comunidad. Bueno, pero ahora nos queda hacerle
seguimiento al plan para que s se cumpla de verdad.
Siempre lo mismo?, a m no me gusta eso... Por qu mejor no hacemos un
festival e invitamos a nuestros paps y mams...
Tengamos
en cuenta
Manos a la
obra
Partir de una pregunta que nos oriente durante todo el diseo del plan. sta
puede ser: Qu necesitamos para vivir y ser felices? Como se trata de una
pregunta muy amplia, la podemos ir concretando a partir de los derechos de
los nios y las nias, para lo cual debemos consultar los cuadros que tenemos
en el Diario de los Sueos, donde aparecen clasificados por
categoras (Galaxia de la vida, el desarrollo, la participacin y la proteccin)
Con todo el
corazn
Los
Para visibilizar a los nios y las nias, quienes histrica y culturalmente han sido
considerados como objetos de derechos y no sujetos de esos derechos.
Para responder a las particularidades de esta etapa del desarrollo humano.
Para regular los conflictos entre las necesidades y derechos de los nios y las nias, y
las necesidades y derechos de los adultos.
Para orientar las acciones relacionadas con la niez, desde todos los mbitos,
especialmente desde las polticas pblicas.
Portadores de las
obligaciones:
responsables por
el cumplimiento
de los derechos
mbito
legal
Convenciones
internacionales,
leyes nacionales,
Polticas pblicas
y planes
de gobierno
Nios y nias
que viven sus
derechos
mbito social
cultural
Cotidianidad
Actitudes y acciones
individuales y
colectivas
Organizaciones y
movimientos sociales
Un intervalo de edad, que para algunos abarca de los 0 a los 7 aos, para otros entre los
0 y los 12 aos, los 0 y los 14 aos, etc. La Convencin sobre los Derechos del Nio,
adoptada por la mayora de pases del mundo, define este intervalo de edad entre los 0
y los 18 aos; sin embargo, no siempre actuamos desde esta comprensin, sino desde
lo que cada persona, institucin o regin identifica como tal.
Las caractersticas psicolgicas, sociales y biolgicas de una persona en una etapa
determinada de la vida y que est en desarrollo.
Lo que cotidianamente imaginamos y construimos sobre la infancia desde la forma
en que nos relacionamos con los nios y las nias. Por ejemplo, la importancia que
damos a sus opiniones en nuestra familia, da cuenta de la concepcin que tenemos
sobre su capacidad de aportar.
Recordemos que estas representaciones sociales cambian con la historia y la cultura.
Antes del siglo XVII (diecisiete) la diferenciacin entre nios, nias y adultos no se
entenda de manera tan evidente como hoy. Al terminar el periodo de dependencia
materna, los nios y las nias pasaban a integrar el mundo de los adultos sin ser vistos
desde sus caractersticas, necesidades y capacidades particulares.
Histricamente, desde una mirada adultocntrica (centrada en el punto de vista de los
adultos), los nios y las nias han sido observados como seres incompletos, pues se
est completo al llegar a la etapa adulta. De hecho la palabra infancia etimolgicamente viene del latn in-fale, que traduce el que no habla, lo cual se ha asociando con
el que no tiene palabra. Como vemos este concepto ha estado relacionado con una
comprensin de los nios y las nias como aquellos que an no tienen nada
interesante para decir, an no capaces, an no con los mismos derechos, an no
con suficientes conocimientos, an no fiables, etc.
Estos imaginarios se convierten en prejuicios desde los cuales nos relacionamos con
los nios y las nias, llevndonos muchas veces a desconocer sus necesidades reales,
as como sus capacidades y la manera en que les afectan algunos problemas. An
hoy, en muchos espacios familiares, escolares y comunitarios, son invisibles, se
cuestionan y reprimen sus opiniones y su participacin, se desconoce su capacidad
creadora y reflexiva porque no se expresan desde las lgicas adultas, o lo que es
peor, se les utiliza como objetos sexuales o de consumo; por ejemplo, a travs de
los medios de comunicacin y la publicidad son manipulados, se les crean referentes
de identidad y de valores orientados a consumir y a ser parte activa del mercado.
En trminos generales, desde la cotidianidad, los nios y las nias no son prioridad,
son slo responsabilidad de sus familiares, son una preocupacin en tanto son el
futuro. A veces desde nuestras actitudes diarias no reflejamos que como comunidad y
como sociedad somos responsables de los nios y las nias. Sus problemas se resuelven
de puertas para adentro y ante cualquier iniciativa de intervenir en ellos, inmediatamente
se escuchan las respuestas: ese no es asunto tuyo, ellos son sus padres y tienen derecho
a decidir cmo criarlo. Se tiende a valorarlos por lo que llegarn a ser y no porque como
nios y nias sean algo valioso en s mismos, no hay una valoracin de la niez como
grupo social.
Con frecuencia todos aceptamos y hasta proclamamos que los nios y las nias merecen
atencin y trato especial, pero en la realidad poco se hace por mejorar sus condiciones
de vida, se deja esta responsabilidad a otros o simplemente se posterga.
considera y define segn sus atributos y sus derechos ante el Estado, la sociedad y
la familia15.
La niez no se entiende como una etapa de preparacin a la vida adulta y por ello,
con menos derechos que quienes ya se encuentran en esa etapa de la vida; por el
contrario, se consideran personas con igual valor, con un desarrollo propio al
momento en que se encuentran y que progresivamente construyen su autonoma
personal y social. Comprender que los nios y las nias son sujetos de derechos es
reconocer que no son objetos representados o subordinados a los adultos, o
necesitados solamente de la proteccin y el control de los padres y del Estado.
Nuestro papel como adultos es desarrollar las competencias necesarias para
acompaarlos y orientarlos en el ejercicio de sus derechos, que es progresivo de
acuerdo con la evolucin de sus facultades. Este es un enfoque de promocin,
pues se respeta la autonoma que tienen para hacer valer sus derechos y se busca
permanentemente favorecer su desarrollo integral a partir de las propias expectativas,
aspiraciones, opiniones, necesidades y capacidades de los nios y las nias. As mismo,
se destaca la responsabilidad que tienen por sus actos segn su edad y su
proceso evolutivo.
Reconocer a la niez como grupo social con caractersticas particulares y como
personas con el pleno derecho a satisfacer sus necesidades de desarrollo, nos ayuda a
verlos de otra forma ante el Estado, la sociedad y la familia, pues tienen derecho a ser
protegidos integralmente y a participar activamente en la vida de sus comunidades, lo
cual nos genera obligaciones muy concretas a todos. Aqu se sustenta lo que debe
movernos a promover la organizacin de los nios y las nias como grupo social, pues
ellos y ellas desde una formacin integral y a travs de sus expresiones propias, pueden
aportar en la transformacin de su entorno y en la construccin de una nueva cultura.
La invitacin es a repensar lo que hasta ahora creamos sobre nuestros nios y nias,
aquello que pareca obvio, que siempre fue as porque as nos lo ensearon otros con sus
palabras y acciones, para que en Sembradores de Paz sea posible ver a los nios, creer en
ellos, valorarlos por lo que son hoy como personas, reconocerlos en todas sus
dimensiones, promover su autonoma, acompaarlos en su desarrollo y en el ejercicio de
sus derechos. Amar a los nios y las nias, es creer en ellos y crear con ellos.
15- Miguel Cillero Bruol. Infancia, Autonoma y Derechos: Una Cuestin de Principios. En: Derecho a tener
Derecho, Tomo 4. Montevideo: Instituto Ayrton Senna, Instituto Interamericano del Nio y UNICEF. p 34
16
Alguien que se
REFLEXIONAR
OBSERVAR
PREGUNTARSE
POR EL
FUERA
POR EL
ADENTRO
FORMARSE
TRASNFORMARSE
TRASNFORMAR
DESDE
SABERES
ACTITUDES
DESDE
RELACIONES
PARTICIPACIN
MOTIVAR
DESICIONES
HABILIDADES
ACTITUDES
INTENSIONAR
LEER LA DINAMICA
GRUPAL
EQUIPO
ORGANIZAR
ACOMPAAR
METAS
PLANEACIN
OBJETIVOS
Despus de estos desafos que nos plantea Paulo Freire, podemos afirmar que ser
animador y animadora es hacerse responsable de lo que se dice y se hace, porque es
muy posible que todo ello resuene en la vida de los nios, nias y animadores que
acompaamos.
17
El estilo
educativo de Jess 17
Adems de las razones religiosas que pueden motivar para muchos la referencia a Jess,
tambin es necesario reconocer que su vida y su manera de ensear, recogida
principalmente en Los Evangelios, muestran a un maravilloso maestro, con una pedagoga
que hoy podemos considerar totalmente vigente, al lado de las ms recientes tendencias
educativas.
Detrs de lo que narran los evangelistas, lo primero que se puede deducir es que Jess no
improvis. Sus palabras y acciones reflejan una intencionalidad abiertamente establecida y
se pueden identificar algunos de sus principios educativos, su estilo o manera particular de
ensear y la concepcin o idea de ser humano desde la que asumi con coherencia su ser
de maestro.
En sus enseanzas, tanto desde sus palabras y acciones, Jess parta de reconocer la
realidad de su pueblo y de dejarse tocar por ella, tanto en los rostros concretos de la
gente, como en las manifestaciones de injusticia del sistema poltico y religioso de la
poca: Al ver a la gente, sinti compasin de ellos, porque estaban angustiados y
desvalidos.18 Hay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipcritas!..19
Al identificar esta situacin que desconoca la dignidad de las personas, especialmente
de las mujeres, los nios y las nias, los enfermos y en general, los ms desfavorecidos,
Jess centra su mensaje en el hecho de que todos y todas somos hijos de Dios y en
consecuencia, hermanos. sa es su concepcin de ser humano, el punto de partida de
su propuesta pedaggica. Cuando oren, digan Padre nuestro...20. Pero ustedes no
deben pretender que la gente les llame maestros, porque todos ustedes son hermanos
y tienen solamente un Maestro. Y no llamen padre a nadie en la tierra, porque tiene
solamente un Padre.21
A partir de esta comprensin del ser humano, Jess plantea un proceso educativo, su
currculo, si as lo pudiramos llamar, donde aprovecha especialmente la cotidianidad y
la cercana con las personas, sin dejar de lado los espacios tradicionales para ensear. As
por ejemplo, va a la gente y camina entre ella, y all les anuncia y les invita a su seguirlo,
tal como nos muestran los pasajes donde va a la casa de Zaqueo, al lugar donde
cobraba impuestos Lev o a donde acostumbraban pescar Simn y Andres22.
De igual manera, Jess desarrolla sus acciones cotidianas junto al grupo que elige, como
una forma de ensear desde la vida misma: sale con ellos a orar, a predicar, a descansar,
a comer. Ensea en la sinagoga y en el desierto, es decir, desarrolla nuevas estrategias y
experiencias de aprendizaje, que resultaron incluso novedosas con respecto a los dems
maestros de su poca.
Desde esa cotidianidad y cercana que privilegia en su proceso educativo, Jess construye
un lenguaje y un estilo sencillos que caracterizan su didctica, donde especialmente
podemos destacar las parbolas o metforas. Esta capacidad de Jess para ejemplificar,
permita una comprensin de conceptos abstractos (el Reino de Dios, la misericordia, por
ejemplo) relacionndolos con situaciones reales y concretas de la vida diaria (la levadura, una
oveja perdida, entre otras), estableciendo una conexin entre los conceptos y la experiencia.
Al pintar situaciones familiares para la gente, su discurso se haca atractivo, fcil de entender
y de recordar por cualquier persona. Pero adems, Jess deja cierta duda con sus parbolas
acerca de la interpretacin precisa, lo que obliga a asociar, a pensar, promoviendo de esta
manera una actitud reflexiva que reta la creatividad de las personas. La parbola es una forma
de no dar conceptos acabados, con el fin de incentivar la imaginacin y la proyeccin, y lograr
que el conocimiento se apropie de acuerdo con lo que es verdaderamente significativo para
cada persona. Es un acto de reconocimiento del otro, de trato horizontal y no vertical, donde
no se imponen las ideas sino que se estimula la capacidad creadora.
Adems de las parbolas se pueden mencionar otras estrategias didcticas de Jess, como el
ensear una cosa a la vez y recurrir a varios ejemplos frente al mismo tema. Por ejemplo,
cuando ensea sobre la misericordia y presenta las parbolas de la oveja y la moneda
perdidas, y el hijo prdigo23. Igualmente, la estrategia de indagar por los saberes previos de
sus discpulos, como cuando les pregunta: Y ustedes quin dicen que soy yo?, antes de
revelarles su verdad24 .
Jess es pues, sin duda alguna, un verdadero maestro, no slo por lo que ense, sino por su
forma de ensear, por su preocupacin por el aprendizaje de sus discpulos y de quienes le
seguan24 y especialmente por la coherencia con la vida, por su testimonio extremo con el que
seal el camino para ser felices: el amor.
22232425-
26
son las relaciones solidarias entre familiares y vecinos, o la existencia de diversos grupos y
organizaciones que trabajan por la comunidad y que se apoyan entre s.
Esta capacidad fsica, mental y emocional, est orientada hacia dos aspectos: de un lado,
como posibilidad de resistir frente a situaciones de destruccin, es decir la capacidad de
proteger la propia integridad bajo presin (Vanistendael, 1994)28 y de otro lado, la
posibilidad de construir a pesar de las circunstancias difciles o de factores de riesgo, stos
ltimos entendidos como situaciones potencialmente dainas para una persona.
Hasta la dcada de los 80s era comn pensar que por las condiciones precarias y
adversas en la cuales nacan y/o deban crecer (enfermedades, pobreza, violencia
familiar, violencia social, entre otros factores de riesgo), algunas personas estaban
determinadas definitivamente a fracasar en su vida y a convertirse en sujetos problema
para la sociedad; sin embargo, mltiples casos mostraron lo contrario y por sto se
comenz a hablar de resiliencia.
El apoyo psicosocial se centr entonces en identificar los factores de riesgo, que ponan
en peligro el desarrollo de un individuo, e intervenirlos en el mbito psicolgico y social,
con el fin de que ste pudiese lograr sus metas a partir de un entorno y unas
condiciones favorables para ello. Sin embargo, acertar en la identificacin de dichos
factores y lograr incidir en ellos, no siempre ha sido posible o efectivo.
En nuestro pas, por ejemplo, existen multiples factores de riesgo para el desarrollo de
las personas que no pueden ser transformados directamente desde las posibilidades
individuales, pues se requiere de la voluntad y el compromiso de mltiples sectores,
grupos sociales, instituciones y, en general, de la sociedad que es afectada por ellos.
Algunos de estos factores pueden ser: la exposicin a hechos violentos originados por
el conflicto armado o las condiciones de pobreza, lo que hace que los nios, nias y
jvenes vivan en medio de la desnutricin, el hacinamiento, la falta de servicios
sanitarios, de salud, educacin, etc; o lo que es peor, que estn obligados a crecer en
medio del aislamiento, el miedo, el estrs y/o la angustia.
Ante este panorama, la resiliencia es una propuesta para ayudarnos a reconocer los
factores de riesgo que existen en el entorno, avanzando hacia el fortalecimiento de
los aspectos protectores con los cuales cuentan las personas o los grupos.
La Resiliencia: una invitacin para crecer en lo personal y en lo grupal
Desde el enfoque de la resiliencia, se nos invita a identificar las fortalezas que
tenemos para proporcionarnos mejores condiciones de vida, reconocer las
28- En: PUERTA DE KLINKER, Mara Piedad. Resiliencia: La Estimulacin del nio para enfrentar desafos.
Buenos Aires: Lumen Hvmanitas, 2002. p 15
Desarrollo de la autoestima
Cuando me acepto con humildad desde una visin realista de m mismo y por tanto, me
quiero tal y como soy, poseo capacidad de autoestima. Esto me ayuda a aceptar las crticas
constructivas, a ser flexible para cambiar mis actitudes negativas por actitudes positivas, y a
recordar siempre, que somos seres en construccin permanente a partir de las enseanzas
que pueden ofrecernos las dems personas y la relacin con el entorno.
Fortalezas internas
Confianza
Autocontrol
Autonoma
Control de impulsos
Autoestima
Ser querible
Empata
Altruismo
Flexibilidad
Esperanza,
optimismo, fe
Decisin ante
los riesgos
Iniciativa
Creatividad
Energa
Valenta
Entorno favorable
Cuento con relaciones cariosas.
Tengo posibilidades de una comunicacin
abierta y fluida, gestual y verbalmente.
Las personas me muestran su empata, me
brindan apoyo para resolver problemas.
Recibo motivacin, aliento y entusiasmo.
En el medio se me presentan retos y dificultades
que me ayudan a crecer.
Existen oportunidades y recursos para desarrollar
mis expectativas.
Mis pares me aceptan.
Puedo participar de celebraciones y rituales.
Se me exige disciplina.
Mis padres se relacionan con mi institucin
educativa.
30- Ibid. p 24
Los silencios: es comn que stos se presenten en el trabajo grupal, y aqu de lo que se
trata es que podamos diferenciar aquellos que son reflexivos y contribuyen a un buen
ambiente grupal, de aquellos que son pesados y pueden deteriorar la atmsfera del
grupo.
Hay silencios que permiten la participacin de quienes requieren ms tiempo para
expresarse, o silencios que hacen una pausa y permiten una reflexin ms profunda. En
otras ocasiones, los silencios pueden producir dispersin o tensin entre los
participantes, en cuyo caso es conveniente interrumpirlos con una pregunta o un
comentario que devuelva un ambiente agradable al grupo.
El lenguaje no verbal: los gestos, las miradas, el tono de la voz, la ubicacin de los
participantes, sus posturas, entre otros, son indicadores de la disposicin que tienen los
integrantes de un grupo para participar o no. Es importante estar atentos a estas
seales, pues hay personas que con su expresin manifiestan inquietud y aunque no
se atrevan a pedir la palabra, podemos darles la oportunidad de que se expresen.
Al identificar, por ejemplo gestos de cansancio o de distraccin, podemos buscar
estrategias que vuelvan a despertar el inters del grupo y promover una actitud ms
dispuesta a la participacin: resaltar la importancia de una frase, introducir un poco
de humor, contar un ancdota breve, realizar una actividad en la que las personas se
tengan que mover, son entre otras, alternativas que podemos probar para mantener
un buen ambiente en el grupo, siempre que estemos atentos al lenguaje no verbal.
Comportamientos
de los participantes
Comportamiento adecuado
del animador
El participante que se
distrae o est callado:
Muestra desinters con sus
expresiones y su actitud,
participa
poco
en
las
actividades y con frecuencia se
ubica detrs de los dems
miembros del grupo.
El participante que
habla en exceso:
Hace intervenciones muy extensas, siempre est opinando
y dando ideas, a veces escucha
poco y se sale del tema que se
est tratando o se dedica a
contar ancdotas de su vida
personal.
Comportamientos
de los participantes
Comportamiento adecuado
del animador
El participante que
hace bromas:
Es el que se la pasa haciendo
chistes y bromas, l mismo se re
de ellas y hace rer a los dems.
En ocasiones, incomoda o
ridiculiza a los participantes con
sus comentarios y habla de
todos, pero no se arriesga a
expresar sus propias idas.
32
Definir estrategias
para contactar a
cada persona,
organizacin o
institucin
Conocer personas
organizaciones e
instituciones que
pueden ayudarnos
Identificar
necesidades,
preocupaciones
e intereses entorno
a los nios y nias
Asumir
compromisos y
desarrollar
acciones
conjuntamente
Grupo
Sembradores
de paz
Promover y
facilitar espacios de
relacin entre las
personas e
instituciones
contactadas
Construir entre
todos iniciativas
para promover la
niez o alternativas de solucin a
sus problemas
Conocer de cerca su
historia personal.
Interesarnos
por
sus
caractersticas particulares,
sus expresiones, intereses,
sueos y necesidades.
Identificar las personas
significativas (por ejemplo:
familiares, amigos, maestros, vecinos, etc.) y los
principales espacios de
interaccin del nio o la
nia (la escuela, el grupo
de Sembradores, grupos
culturales o recreativos,
entre otros).
Establecer contacto con
esas personas.
Intercambiar informacin
sobre el nio o la nia,
que nos permita apoyarlo
y acompaarlo desde su
situacin real.
Facilitar relaciones entre
las personas significativas
y entre los espacios de
interaccin del nio o la
nia.
Construir conjuntamente
alternativas para apoyarlo
y acompaarlo.
Definir compromisos de
cada uno en el acompaamiento.
Mantener una comunicacin fluida, informal y
permanente.
Conocer el contexto y la
situacin de la niez en el
barrio, vereda o municipio.
Identificar las instituciones y
organizaciones que tienen
inters y/o responsabilidad
de trabajar por la infancia.
Establecer contacto con
esas
organizaciones
e
instituciones.
Intercambiar informacin
sobre la niez, los propsitos
para trabajar con ella. Y la
intervencin que realiza cada
organizacin.
Convocar o participar en
espacios para reflexionar
sobre el tema de la niez y su
situacin.
Construir
conjuntamente
alternativas de accin para
transformar sus condiciones
y promover sus derechos.
Definir recursos (econmicos, humanos, materiales,
entre otros), y compromisos
de cada institucin u organizacin frente a las acciones
en favor de la niez.
Establecer
mecanismos
formales de comunicacin
que permitan un manejo
fluido, peridico y descentralizado de la informacin.
De la participacin simblica
a la participacin autntica33
Introduccin
Una nacin es democrtica en la medida en que sus ciudadanos participan,
especialmente en el mbito comunitario. La confianza y la competencia para participar
deben adquirirse gradualmente con la prctica. Por esta razn, debe haber
oportunidades crecientes para que los nios participen en cualquier sistema que aspire a
ser democrtico y particularmente en aquellas naciones que ya creen ser democrticas.
Con el creciente reconocimiento de los Derechos de los Nios, estamos comenzando a
ver tambin un mayor reconocimiento de las habilidades de los nios y las nias para
hablar por s mismos. Desgraciadamente, aunque la participacin de los nios, las nias
y los jvenes se da en diferentes grados en todo el mundo, sta es con frecuencia
explotadora o frvola.
Podra decirse que la participacin en la sociedad, comienza desde el momento en
el que un nio llega al mundo y descubre hasta qu punto es capaz de influir en los
hechos por medio del llanto o el movimiento. sta es una definicin de participacin
muy amplia, pero vale la pena recordar que por medio de estas negociaciones
tempranas, an en la infancia, los nios descubren en qu medida sus propias voces
influyen en el curso de los acontecimientos en su vida.
El grado y la naturaleza de su influencia varan mucho segn la cultura o la familia.
Sin embargo, nos concentraremos en los nios en la vida pblica: la escuela, los
grupos comunitarios y otras organizaciones o grupos informales por fuera de la
familia. No se tiene en cuenta a los nios de preescolar ni algunos de los aspectos
importantes de la participacin social y econmica de los nios en el seno de su
propia familia. Es necesario aclarar el trmino nios, especialmente a la luz de la
reciente Convencin de las Naciones Unidad sobre los Derechos del Nios, la cual
33- HART, Roger. La participacin de los nios. De la participacin simblica a la participacin autntica.
Ensayos Innocenti No. 4. Bogot: UNICEF, 1993
La escalera de laparticipacin
El Diagrama de la Escalera de la Participacin est diseado como una tipologa inicial para
reflexionar sobre la participacin de los nios en los proyectos. La metfora de la escalera
se retoma de un artculo sobre participacin de adultos, pero para explicar mejor este
tema en la niez, se han desarrollado nuevas categoras.
1. La manipulacin: es el ttulo del nivel ms bajo en la escalera de la participacin. A
veces los adultos piensan que el fin justifica los medios. Un ejemplo es el de los nios de
preescolar que llevan pancartas polticas alusivas al impacto de polticas sociales sobre los
nios. Si los nios no comprenden de qu se trata y por lo tanto no comprenden sus
propias acciones, entonces se trata de manipulacin.
Este tipo de manipulacin bajo la apariencia de participacin, ciertamente no es una
forma apropiada de introducir a los nios en los procesos polticos democrticos. A veces
estas acciones se derivan de la falta de comprensin que tienen los adultos de las
habilidades de los nios. Sera ms preciso llamarlas desorientadas en lugar de
manipulativas, pero de todas maneras, evidentemente existe la necesidad de que los
adultos mejoren su percepcin.
Otro ejemplo de manipulacin es una situacin en la cual se consulta a los nios pero
no se les da ninguna retroalimentacin. El mtodo ms comn es que los nios hagan
dibujos o algo por el estilo, por ejemplo, sobre su campo de juego ideal. Los adultos
recogen los dibujos y de alguna manera oculta sintetizan las ideas y presentan el
diseo de los nios de un campo de juego. El proceso de anlisis no se comparte
con los nios y por lo general ni siquiera se hace claro para otros adultos. Los nios
no saben cmo se us su idea. Una sencilla modificacin de esta idea sera hacer un
anlisis de contenido o temtico de los dibujos con los nios y de esa manera llegar a
algunos de los principios para el diseo de un campo de juego, o el tema de que se
trate. Esta clase de modificacin pondra el proyecto tres escalones ms arriba en la
escalera, y lo hara participativo.
En contraste, un concurso directo de dibujo, en el cual los criterios de proceso y de
evaluacin se aclaran desde el principio, no puede criticarse como manipulador. Es
perfectamente honesto y sin pretensiones de ser participativo. Si usted lee
ejemplares de peridicos con ttulos tales como Los nios construyen un nuevo
jardn para un conjunto residencial, busque alguna referencia a la participacin de
los nios en el proceso. Lo ms probable es que no encuentre ninguna. Leer sobre
el producto terminado y probablemente encontrar los nombres de muchos
funcionarios que participaron en el proceso, pero no encontrar nada sobre si los
nios participaron.
Con la creciente acogida de la idea de que los nios pueden expresarse, las
organizaciones han comenzado a realizar encuestas y referndums con los nios.
Estos modelos tienen un potencial interesante pero son susceptibles de manipulacin aun
cuando se usa con adultos. Los nios preadolescentes, con su capacidad variable para
interpretar el significado y los propsitos de este tipo de instrumentos, son vctimas
particularmente fciles de esta tcnica.
2. La decoracin, el segundo peldao de la escalera. Se refiere a aquellas ocasiones
frecuentes en las que se les da a los nios camisetas relacionadas con alguna causa y ellos
las usan para cantar o bailar en algn evento, pero no tienen ninguna idea de qu se trata
y ninguna posibilidad de participar en la organizacin del evento. Los jvenes estn presentes por los refrescos o por algn espectculo interesante, ms que por la causa. La
razn por la que esto se ubica en un peldao por encima de la manipulacin, es que
los adultos no pretenden hacer creer que los nios hayan inspirado la causa.
Sencillamente, usan a los nios para fortalecer su causa de manera relativamente
indirecta.
3. El simbolismo. El trmino simbolismo se utiliza aqu para describir aquellos casos
en los cuales aparentemente se les da a los nios la oportunidad de expresarse pero en
realidad tienen poca o ninguna incidencia sobre el tema o sobre el estilo de
comunicarlo, y poca oportunidad, o ninguna, de formular sus propias opiniones. Estas
contradicciones parecen ser especialmente comunes en el mundo occidental debido a
las ideas progresistas sobre la crianza de los nios, que se aceptan con frecuencia, pero
que no se comprenden realmente. Hay muchos ms ejemplos de simbolismo que de
verdadera participacin de los nios en los proyectos. Usualmente, en lo que se refiere
a los adultos, los proyectos son para el bienestar y el mejor inters de los nios, pero
sin embargo, siguen siendo manipulativos.
El simbolismo ser una manera de describir la forma como a veces se usa a los nios
en las conferencias. Los adultos seleccionan a nios encantadores y que se saben
expresar para participar, con ninguna o muy poca preparacin sobre el tema y sin
ninguna consulta con los otros nios, a quienes se supone que ellos representan.
Esto no quiere decir que los jvenes no pueden participar en forma genuina y efectiva en conferencias y mesas redondas. Si este tipo de actividades se organiza de
manera participativa y si los nios se sienten cmodos con ese medio de
comunicacin, pueden ser experiencias valiosas.
Ms adelante en el peldao ms alto de la escalera se describir un ejemplo
excelente de participacin de jvenes en una conferencia. Desafortunadamente,
independientemente de lo que digan los nios o de lo poco que sus comentarios
representen a otros nios, es seguro que habr muchos aplausos y fotografas y
algunas lindas historias en los peridicos al da siguiente. Dado que los nios no
son tan ingenuos como con frecuencia se supone, estas experiencias les ensean
que la participacin puede ser una farsa.
La movilizacin social
La movilizacin social a gran escala, de los nios y los adolescentes, es un
fenmeno difcil de clasificar. Es comn en muchos pases ver gran nmero de
jvenes, frecuentemente uniformados, haciendo manifestaciones colectivas sobre
algn asunto. Puede parecer fcil rechazar estos ejemplos como no participativos
diciendo que no son voluntarios. Sin embargo, es preferible analizar ms de cerca
los ejemplos y la cultura particular en la que se dan, con el fin de preguntarse hasta
qu punto son o no participativos.
Puede suceder que en muchas movilizaciones a gran escala, aunque los nios puedan
no haber iniciado el proyecto, puedan estar bien informados, tener un sentido de
apropiacin del asunto, y an tener algunas reflexiones crticas sobre la causa.
Mandar a una tropa scout a recoger la basura despus de un evento deportivo no sera
participacin. Sin embargo, si se le informa a la tropa scout sobre el problema y sus
causas con anterioridad al proyecto, y si ellos comprenden por qu se les pidi ser
voluntarios, entonces esto se podra clasificar en el primer peldao de participacin de
la escalera: "Asignado pero informado". En la seccin siguiente consideraremos esta
categora.
Es til tomar como ejemplo una conferencia, porque con frecuencia sta es una
oportunidad que se presta para la participacin "decorativa", "manipuladora" o
"simblica" de los nios. La reciente Cumbre Mundial sobre la Infancia en la sede
de las Naciones Unidas, en Nueva York, fue un acontecimiento muy amplio y de
gran complejidad. Hubiera sido difcil involucrar verdaderamente a los jvenes en
la planeacin de ese evento, pero los organizadores queran superar la
participacin corriente de los nios y adolescentes simplemente como lindos
representantes de su grupo de edad.
Se crearon roles que eran importantes tanto funcional como simblicamente. Por
ejemplo, a cada uno de los 71 lderes mundiales se le asigno un nio. Como pajes,
estos nios se convirtieron en conocedores del edificio de las Naciones Unidas y del
evento, y pudieron jugar el importante papel de llevar a los presidentes y primeros
ministros a los lugares apropiados en el momento preciso.
Por supuesto, el poder simblico de esto no se le escap a UNICEF, a la prensa, ni a
los mismos lderes, y se dieron amplias oportunidades para tomar fotografas. Sin
embargo, el papel de los nios como pajes era importante y comprendido por todos.
Los nios se sentan orgullosos de prestar sus servicios en un evento de tal
importancia. Si se les hubiera pedido a los nios que hablaran de alguna manera para
representar los puntos de vista de los nios, este ejemplo hubiera estado es uno de los
peldaos inferiores de la escalera, porque stos eran hijos de diplomticos que haban
sido seleccionados por comodidad ms que para ser representantes de un grupo.
Usarlos como pajes era apropiado; haberlos usado como expositores hubiera sido un
ejemplo ms de participacin simblica.
5. Consultados e informados. A veces, los jvenes trabajan como consultores de los
adultos en forma integral. El proyecto es diseado y dirigido por adultos, pero los nios
comprenden el proceso y sus opiniones se toman en serio. Se dispone de un ejemplo
interesante en el mundo de las corporaciones que constituye una forma til de recordar
que las experiencias genuinas de participacin son importantes para todos los nios en
todas las circunstancias.
Una compaa de televisin de Nueva York, en ocasiones disea nuevas ideas para programas de televisin, consultndolas con grupos de nios. Se hacen versiones de bajo
costo del programa que son criticadas por los nios. Entonces se redisea el programa y
se le vuelve a mostrar al mismo panel de nios expertos. Esto es muy diferente del uso
normal de los nios en la investigacin de mercadeo en el mundo de las corporaciones,
en la cual se le paga a los nios por su tiempo para discutir un proyecto en una sesin
de grupo, pero no se les informa sobre los resultados de la sesin ni se los involucra
en proceso.
6. Proyectos iniciados por los adultos, decisiones compartidas con los nios. El
sexto peldao de la escalera es realmente participativo porque aunque los proyectos a este
nivel son iniciados por los adultos, la toma de decisiones se comparte con los jvenes.
Muchos proyectos comunitarios no se disean para el uso de un grupo de edad en particular, pero deben ser compartidos por todos. Por supuesto, invariablemente son los grupos de edad polticamente poderosos (entre 25 y los 60 aos en muchos pases industrializados) los que dominan el proceso de planeacin, an cuando ste sea participativo.
Nuestra meta en estos casos debe ser involucrar a todas las personas, pero prestar especial atencin a los jvenes, a los ancianos, y a aquellos que pueden verse excluidos debido
a alguna necesidad o incapacidad especial.
7. Iniciados y dirigidos por los nios. Todos podemos pensar en ejemplos en los
cuales nios en su juego conciben y ejecutan proyectos complejos. Cuando las
condiciones son favorables, an los nios muy jvenes pueden trabajar
cooperativamente en grandes grupos. Un ejemplo de este nivel es el de un gran sistema
de canales construido en un arenal detrs de una escuela de Vermont, Estados Unidos,
por nios menores de ocho aos, quienes trabajaron durante muchos meses en grupos
hasta de cincuenta.
Aqu las condiciones favorables fueron dadas por un grupo de profesores progresistas
que comprendieron tan bien el valor de esta clase de actividad en el juego, que no
interfirieron ni dirigieron.
Sin embargo, es ms difcil encontrar ejemplos de proyectos comunitarios iniciados por
los nios. Una razn primordial para esto es que los adultos generalmente no son
capaces de responder a las iniciativas de los jvenes. An en aquellas situaciones en
las cuales los adultos dejan que los nios diseen y pinten un mural en su propio
cuarto de recreo, les parece difcil no jugar un papel directivo.
8. Proyectos iniciados por los nios, decisiones compartidas con los adultos.
Uno de los mejores ejemplos en esta categora de participacin viene de una escuela
pblica en los Estados Unidos. Dos nios de diez aos haban observado con envidia
que yo llevaba al bosque a grupos de nios de otro curso para observar el
comportamiento de los animales desde un escondite construido especialmente. Ellos
pusieron una cortinilla debajo de una mesa y empezaron a observar el
comportamiento de los otros nios, usando unas guas que yo haba diseado para
el estudio del comportamiento animal.
El maestro lo observ y apoy a los nios sugiriendo formas de mejorar la persiana
y el diseo de los formularios. La actividad se convirti en un medio valioso para
que los nios de la clase aprendieran sobre s mismos observando su propio comportamiento y era muy til al final del da escolar para ayudar a resolver conflictos
y sugerir nuevas estrategias para la organizacin y administracin de la clase.
_________. Germinando.
Medelln: 2002
_________. Floreciendo.
Medelln: 2004
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