La Literatura en La Escuela
La Literatura en La Escuela
La Literatura en La Escuela
Ruth Kaufman
La literatura en la escuela
Qu, quin, dnde, cmo, cundo y cunto
Lic. Ruth Kaufman
1. Qu?
Una definicin que se escapa
Los editores
Cada poca tiene instituciones que por decirlo de algn modo legislan
quin entra y quin no entra al campo de lo literario. Dentro de esas instituciones
escuelas, liceos, universidades, crticos literarios las editoriales son, sin duda, las
ms poderosas, ya que de estas depende que un manuscrito se publique, es decir,
circule y sea ledo en un espacio pblico.
Qu criterios tienen en cuenta los editores de literatura al seleccionar los textos que
van a publicar? La calidad literaria no es el principal criterio que rige la seleccin
editorial. Hoy la mayora de los libros que circulan en el mundo son publicados por
empresas multinacionales que, adems de editar libros, editan productos de todo tipo.
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Las pautas que rigen su funcionamiento son las del mercado. As lo explica el editor y
agente literario en lengua espaola Guillermo Schavelson (2007):
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Entrevista publicada en el blog El ojo fisgn: http://elojofisgon.blogspot.com/2007
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tradicionales ms conocidos, ver que sus argumentos no son tan sencillos como
aparentan y cuntos significados encierran sus nudos narrativos.
La tontera de los libros para nios se muestra a veces en usos particulares del
lenguaje, por ejemplo, el uso excesivo de diminutivos es un motivo para desconfiar. No
le tema a la presencia de palabras difciles, porque si bien es importante que los
textos dirigidos a nios estn escritos con un lxico cercano a ellos, no es necesario
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que TODAS las palabras sean conocidas. Justamente, las palabras desconocidas
despiertan en el nio lector la curiosidad por el lenguaje y el mundo.
Tampoco le tema a los mundos desconocidos. Una reconocida editora y
promotora de literatura infantil, Patsy Aldana (2011), sintetiza esta idea en una frase:
Leer te habla acerca de quin eres o te cuenta algo acerca de quin es el otro. De
ese modo, los libros pueden ser tanto ventanas como espejos2.
Los libros espejos son aquellos que le hablan al nio de su mundo y su
cotidianeidad. Al encontrarse con elementos de su realidad pasados a la ficcin, esta
se vuelve ms comprensible para l mismo.
Con respecto a los libros ventanas, la literatura (tambin el cine) la ficcin en
general nos permite conectar con personas pertenecientes a espacios y tiempos
diferentes al nuestro. Una nave que viaja en el tiempo le permite al lector entrar en
otra cabeza, meterse en otra piel y sentir y pensar como si fuera otro.
La directora del Programa Nacional de Lectura de Mxico, Elisa Bonilla Rius
(2008)3, lo explica as:
Por ltimo, huya de los libros que dejan ver enseguida cul es su enseanza.
La literatura es un poderoso artefacto para transmitir valores (no puede evitarlo), pero
todo su poder se anula cuando el autor sin trabajar el lenguaje, sin construir historia,
ni enigma, ni belleza, ni personajes la utiliza para ensear. El aburrimiento que
causan esos libros anula que se transmitan valores o se creen lectores.
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Entrevista a Patsy Aldana publicada en The Canadian childrens book centre
http://www.bookcentre.ca/news/; enero 2011.
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Elisa Bonilla Rius fue directora general de la Direccin General de Materiales Educativos de la
Secretara de Educacin Pblica de Mxico, dentro de la que se encuentra el Programa
Nacional de Lectura, que proporciona material de lectura para 170.000 bibliotecas escolares y
850.000 bibliotecas de aula.
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Elisa Bonilla Rius (julio de 2008) Atencin a la Diversidad en la Formacin de Lectores en
Mxico, Conferencia dictada en el IV Congreso Ibrico de Literatura Infantil y Juvenil, Donostia,
Espaa.
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Los gneros
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En realidad, los mediadores que trabajan con fotocopias lo hacen con aires de
culpabilidad, sabiendo que se trata de un retaceo motivado generalmente por razones
econmicas. Esto puede revertirse con polticas de Estado y acciones institucionales
destinadas a la compra de libros o con trabajo comunitario para crear, fortalecer y
visitar las bibliotecas de cada localidad.
De a poco, la tecnologa va desarrollando un nuevo soporte: el libro digital. La
escuela puede ensear a leer cuentos, novelas y poemas en una computadora. Los
docentes debern prestar atencin a los textos digitales que les proponen a sus
alumnos. Por ejemplo, debern contemplar que los materiales tengan valor literario;
que no tengan faltas de ortografa ni errores de edicin o traduccin; que el formato
sea amigable, es decir, que tenga ilustraciones y una tipografa acorde a la edad de
los lectores.
Nadie se vuelve un lector autnomo sin experiencias asiduas de contacto con
libros (de papel o digitales). Es una verdad de Perogrullo, una obviedad; sin embargo,
muchas veces omos a los adultos decir los chicos no leen, pero ni en sus casas, ni
en sus escuelas, ni en sus clubes han sido invitados a tomar contacto directo, asiduo y
apasionado con los libros.
2. Quin? (y dnde?)
Quin es el encargado de leer e invitar a leer literatura en la escuela? Sin
duda, es el docente, pero no solo este. Tambin es fundamental la presencia del
bibliotecario escolar, que invita a los chicos a la biblioteca de la escuela y comparte
con ellos modos distintos de relacionarse con los libros. Aprender a moverse en una
biblioteca, buscar libros por temtica, por autor, explorarlos, hojearlos, leer libremente;
recomendar y escuchar las recomendaciones de pares o de un adulto; ordenar los
libros y las revistas siguiendo diferentes mtodos de clasificacin; realizar fichas
bibliogrficas son actividades fundamentales para la formacin lectora. En ese sentido,
nos queda por delante un largo camino que solo podr iniciarse a partir de la creacin
de ms bibliotecas escolares.
A pesar de que las bibliotecas de cada ciudad y la escuela tienen la mutua
obligacin de estrechar lazos, existen grandes carencias al respecto. Las licenciadas
en Bibliotecologa Claudia Basile y Magdalena Reyes (2005) han sealado que la
fecha de creacin de la ms antigua de las bibliotecas es de 1902, y la ms reciente
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es de 19885. Los barrios ms nuevos de Montevideo son los que menos bibliotecas
tienen. La capital cuenta con 19 Bibliotecas Pblicas Municipales y el resto del pas
presenta diferencias extremas en cuanto a la cantidad de bibliotecas. En palabras de
las profesionales, hay departamentos con una sola biblioteca y otros con 25
bibliotecas.
Una de las tareas de los biblioteclogos es la bsqueda de nuevos lectores.
Esta bsqueda no se realiza detrs de un mostrador atendiendo a quienes llegan, sino
saliendo a buscar potenciales lectores en distintos mbitos, dentro de los cuales la
escuela es un sitio primordial. Las cajas viajeras, cargadas de libros seleccionados
pensando en la diversidad de lectores, deben salir de la biblioteca y aterrizar en las
escuelas de su zona de influencia, as como las visitas organizadas a la biblioteca del
barrio deben formar parte de la rutina escolar. En ese ir y venir de los libros y los nios
se irn forjando historias de lectura.
El mejor promotor de lectura es un lector. El nio, adolescente o adulto que ha
sido picado por el virus de la lectura ser su mejor propagador. La escuela puede
ser un mbito para esos encuentros; en primer lugar, dando espacio para que los
chicos conversen acerca de sus lecturas, se recomienden y se presten libros y
revistas. En segundo lugar, puede invitar a padres, abuelos, vecinos lectores a trabajar
en la promocin de la lectura. No estamos hablando de una accin puntual
generalmente para conmemorar el Da del Libro, sino de un trabajo sostenido a lo
largo del tiempo.
En el departamento de Paysand, las maestras Mara Noel Guidali Leunda y
Mabel de Agostini Pinna llevan adelante el proyecto Cuenta quien cuentaen la
comunidad. Se trata de un programa pensado como una estrategia de cooperacin
estrecha entre familias, vecinos y escuela para la construccin de una comunidad de
lectores. Para conocer el proyecto se puede acceder al siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=rhewLLzNY0c
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Seminario IFLA, 2005: Situacin de las bibliotecas pblicas y bibliotecas escolares en el
Uruguay, Asociacin de Biblioteclogos del Uruguay.
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3. Cmo?, cundo?
El entrenamiento
En cierto momento del aprendizaje los nios como lectores autnomos solo
pueden acceder a textos muy breves; mientras que escuchando a un adulto que les
lee, disfrutan y comprenden textos de una relativa complejidad. Por ejemplo, los
alumnos de primer ao pueden escuchar la lectura de una novela y retener la
informacin de cada captulo de un da o incluso de una semana para la otra.
En estas etapas iniciales resulta fundamental que el docente tenga en cuenta
ambos modos de acceso: el primero para lograr fluidez lectora, el segundo para
enriquecer las experiencias de lectura de cada nio.
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Abusamra V., Ferreres A. y Raiter A. (2010) Las habilidades de comprensin: un enfoque
cognitivo. En Abusamra y otros, Leer para comprender TLC, Buenos Aires: Paids.
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Cuando los nios hayan logrado fluidez, el docente puede continuar con las
lecturas en voz alta, ya que estas valorizan el texto y generan climas de clida
intimidad. Por otra parte, el docente brinda de este modo un modelo de lectura en voz
alta, donde la interpretacin del significado del texto se expresa por medio de la voz.
De a poco los nios tomarn el texto y sern ellos quienes lean en voz alta.
Esta actividad se har con la intencin de compartir, no de ser examinados; lo que no
impide que haya previas instancias de prctica y ensayo. Los eventos de lectura en
voz alta pueden realizarse dentro del aula, visitando a nios de otras clases, invitando
a padres y familiares, leyendo en la radio o en otros espacios pblicos.
Ensear a leer
Habr momentos en los que el docente ensear a leer haciendo evidente, por
medio de preguntas y conversaciones, el trabajo de inferencia que va construyendo la
comprensin de un texto. Para llevar adelante esta tarea, el docente deber
seleccionar un texto que signifique un desafo para sus alumnos, que exija inferencias
que no se realicen de modo inconsciente. Por ejemplo, puede ser un texto que
contenga palabras que los chicos no conocen pero puedan deducir; un texto que aluda
a un mundo poco familiar; un texto que requiera que el lector se d cuenta de quin es
el narrador, etc. Una vez seleccionado el texto, el docente deber identificar las zonas
que exigen inferencias del lector y desplegar con los alumnos las estrategias de
comprensin que permiten llenar esos vacos.
En otras instancias el docente ensear a interpretar un texto promoviendo las
ideas personales de los chicos en el horizonte sealado por este. Invitar, por ejemplo,
a juzgar las acciones o los dichos de un personaje, pidiendo a cada alumno que
fundamente su opinin con palabras del texto.
Habr otros momentos en los que el docente dejar en libertad a cada nio
lector, incentivando lo que muchos especialistas llaman leer por placer. Por su
parte, la investigadora francesa Michle Petit (1999) nos alerta acerca de la diferencia
entre lectura por placer y lectura til. Seala que la lectura de literatura es una sola y,
en verdad, conlleva un inmenso trabajo, tanto desde el punto de vista cognitivo, ya que
son constantes la creacin de significado y el trabajo de imaginacin que debe
acompaar al texto en la construccin de las realidades ficcionales, como el trabajo
psquico, en el sentido empleado por los psicoanalistas. Segn Petit:
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Los escritores nos ayudan a ponerle nombre a los estados de nimo por los
que pasamos, a apaciguarlos, a conocerlos mejor, a compartirlos. Gracias a
sus historias nosotros escribimos las nuestras, entre lneas. Me parece que
con esta dimensin de la lectura en que la lectura trabaja al lector,
estamos muy lejos de las divisiones establecidas que oponen entre s a los
partidarios de la lectura til y a los de la lectura de distraccin. Cuando
encuentro palabras que me perturban porque hacen posible que se diga lo
ms ntimo que yo senta es esto algo til?; es esto placer? Para decirlo
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como Freud, tal vez es algo que est ms all del placer .
4. Y cunto?
Importa la cantidad de textos ledos? Sin duda, s. Los libros remiten unos a
otros, se citan entre s, se burlan unos de otros; se reescriben una y otra vez las
mismas tramas variando escenarios, tiempos, personajes, intenciones. Las
posibilidades de comprensin de un lector que ha ledo muy poco se reducen
notablemente, ya que no podr seguir ninguna de las referencias a otros textos que
encuentre en sus lecturas. Si bien es cierto que la literatura dirigida a nios y jvenes
intenta no excluir a sus lectores con abigarradas referencias literarias y culturales,
tampoco es posible escribir textos interesantes en los que estas se encuentren
completamente ausentes. En ese sentido, la Biblioteca mnima propuesta por ProLEE
traza una meta de diez libros por ao como base para lograr la lectura de noventa
ttulos al finalizar el ciclo primario. Esta seleccin propone no solo una biblioteca fsica,
sino que aspira a contribuir en la conformacin de la biblioteca mental de cada nio, a
travs de la lectura, la relectura y el comentario.
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Petit, M. (1999). Nuevos acercamientos a los jvenes y la lectura. Mxico: FCE.
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