Educacion Alimentaria y Nutricional CC BY-SA 3.0 PDF
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Katholieke Universiteit Leuven, Bélgica (KUL), Universidad de Alcalá, España (UAH), Université Paul
Sabatier, Francia (UPS).
Índice general
3 La planificación educativa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Para hablar del nutricionista dietista como educador es necesario hablar a la par de varios
conceptos que ilustren por qué como profesionales de la salud tenemos el gran reto de “Educar”,
contribuyendo a que individuos, grupos y poblaciones alcancen su mayor nivel de nutrición y
salud.
1.1 Educación
Partamos en primer lugar del concepto de educación, Freire postula que “la educación
verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo” (1),
uno de los principales objetivos de la educación es la formación de seres humanos pensantes,
comprometidos con su devenir, con libertad de opinar, criticar, construir, proponer y crear (2),
para este fin es necesario partir de una adecuada lectura del mundo y una mirada crítica, que
implica conocer al otro, dialogar con el otro, aprender juntos, ser con el otro.
Desde la anterior mirada se vuelve fundamental partir del el conocimiento de la realidad, para
lo cual se requiere como andamiaje un profesional de la salud curioso, con espíritu investigativo
y con habilidades comunicativas que le posibiliten la empatía y el establecimiento de relaciones
con los otros. Parafraseando a Morín para percibir a los demás y comprenderlos, se requiere de
apertura, simpatía, generosidad, pues “el otro no se percibe sólo objetivamente, sino como otro
sujeto con el cual uno se identifica y que uno identifica en sí mismo, un ego alter que se vuelve
alter ego” (3) lo cual trasciende de la comprensión intelectual a la humana.
En su obra, Los siete saberes necesarios para la educación del futuro (3), Morín habla de
la educación del futuro como aquella que “..deberá ser una enseñanza primera y universal
centrada en la condición humana . . . ”, por lo tanto se requiere de habilidades comunicativas
y capacidad de entender una realidad compleja, para concebir al ser humano como “Un ser
biológico, síquico, social, afectivo, racional” y entender las dimensiones históricas, económicas,
sociológicas, religiosas, culturales, con el fin de lograr para sí y para los otros el conocimiento
pertinente.
Bastien, citado por Morín (3) anota que «la evolución cognitiva no se dirige hacia la
elaboración de conocimientos cada vez más abstractos, sino por el contrario, hacia su contextu-
alización. . . la contextualización es una condición esencial de la eficacia del funcionamiento
cognitivo. . . ”, concepto que refuerza la responsabilidad que como nutricionistas tenemos de
entender la realidad en la que vive cada individuo, grupo o población y en la que están presentes
los problemas y las necesidades educativas en salud, alimentación y nutrición.
En suma, se requiere trascender el concepto de que establecer relaciones basadas en el
lenguaje y el proceso comunicativo es suficiente, pues retomando a Morin, “La comunicación no
10 El nutricionista dietista como educador
conlleva a la comprensión”, así mismo, y con mayor ahínco, es necesario trascender el concepto
de que la educación es transmitir información, pues parafraseando el mismo autor, esta puede
llevar a la comprensión intelectual y no ser suficiente. Se requiere entonces de nutricionistas
que entiendan que su labor educativa se centra en la comprensión humana, en el respeto y el
reconocimiento del otro, con el fin de lograr una educación pertinente.
Según la UNESCO, la educación ilumina cada etapa del camino hacia una vida mejor y
tiene la capacidad de acelerar el cumplimiento de los objetivos más amplios (4), entre estos,
los objetivos de desarrollo del milenio (5), muchos de los cuales tienen que ver con la salud
y la nutrición, como erradicar la pobreza extrema y el hambre, reducir la mortalidad de niños
menores de cinco años y mejorar la salud materna.
Desde la mirada de la UNESCO se reconoce entonces, la capacidad de la educación no sólo
como camino para lograr vencer la pobreza, potenciar oportunidades de empleo y desarrollo
económico, sino también como herramienta para “hacer crecer la posibilidad de que la gente
disfrute de una vida sana”. Desde este punto de vista la educación se convierte en una oportunidad
para que los profesionales de la salud aportemos no solo al logro de objetivos individuales, sino
también al logro de objetivos sociales.
acciones para la promoción y como medio para alcanzar el desarrollo personal y colectivo,
potenciando las habilidades para la vida. Por un lado las habilidades personales, con el fin de que
los individuos tengan un mayor control sobre su salud y su ambiente, conduciendo a elecciones
a favor de ambos y por el otro potenciando el empoderamiento y la acción comunitaria, siendo
la educación para la salud un medio para que las colectividades controlen y sean dueños de su
propio destino.
Partiendo del concepto de educación como un proceso optimizador, integrador y social y
del concepto salud como el bienestar físico, mental y social, Perea Quesada (9) ha definido
la educación para la salud como “Un proceso de educación permanente que se inicia en
los primeros años de la infancia, orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus
dimensiones tanto individuales como sociales, y también del ambiente que le rodea en su doble
dimensión, ecológica y social, con el objeto de poder tener una vida sana y participar en la
salud colectiva”.
En concordancia con el concepto anterior la educación para la salud, se convierte en un reto
para los profesionales del área, pues no sólo deben tener capacidad para brindar información en
salud, establecer procesos comunicativos efectivos con individuos y colectivos, sino que también
deben lograr impactar en los determinantes sociales y económicos de la salud, en el ambiente en
que los sujetos educativos se encuentran inmersos.
Ahora bien, una pregunta fundamental para los profesionales de la salud es saber por qué
las personas se enferman o se mantienen sanas y está claro que muchos de estos por qué
están directamente relacionados con la alimentación y la nutrición, algunos de ellos de origen
comportamental, producto del ambiente, la cultura, las costumbres, entre otros. Comprender por
qué los individuos actúan de una manera u otra y como el ambiente favorece o no actitudes y
prácticas se hace necesario para lograr el fin último de la educación para la salud, por lo tanto
toma mayor relevancia la necesidad de profesionales de la salud que entiendan que su labor
educativa se centra en la comprensión humana, en el respeto y el reconocimiento del otro, con el
fin de lograr una educación pertinente.
Para lograr la comprensión humana, es claro que debe pasarse antes por la comprensión
intelectual, pero más allá de un proceso mental se hace necesario situarse en contexto, generar
relaciones empáticas y de confianza, estar en capacidad de ponerse en los zapatos del otro, evitar
los prejuicios y los juicios, respetar al otro y ser congruentes. Sobre este último aspecto es
importante resaltar que los agentes de salud deben comprender que su ejemplo contribuye a
educar a los demás (10).
Un apunte final sobre este concepto es que siendo el objeto de la educación para la salud
la mejora de las condiciones de salud de los individuos o poblaciones a las que se dirige, esta
debe en palabras de García y colaboradores, “propiciar cambios de conducta voluntarios de
la población objetivo. . . , apoyados en la transformación de los determinantes de la salud y el
ambiente” (11).
pero que al concebir la nutrición desde un enfoque tridimensional hay muchos factores que
no sólo dependen del individuo o del colectivo. Es necesario entonces que el nutricionista
dietista entienda la relación bidireccional entre los sujetos y su medio ambiente. Macías hace
claridad entre la articulación entre el concepto tridimensional de la nutrición y la educación
para la salud “ambas toman en consideración al individuo en su contexto, es decir, dejan de ser
unidimensionales al no solo considerarlo desde una dimensión biológica sino también como un
ser social y en constante relación con el medio”.
En otro orden de ideas, al enfoque del abordaje de los problemas en salud desde los determi-
nantes sociales y económicos, se le suma el concepto de la educación para el desarrollo humano
sostenible, en el cual los principios de equidad, solidaridad y conciencia de pertenencia a una
sociedad planetaria con proyección de futuro cobran especial relevancia (9), en este sentido
Perea resalta la importancia de metas educativas como un imperativo ético y moral ineludible.
Lo anterior amplía de manera considerable el ejercicio educativo del nutricionista dietista y lo
hace relevante en cualquier área del desempeño profesional, pues nos obliga a entender, analizar
e intervenir la realidad biológica de los sujetos y sus factores constitutivos (sus características
biológicas, sus conocimientos, sus actitudes, sus prácticas en alimentarias), pero en el contexto
de sus condiciones de vida, socioeconómicas, culturales y ambientales. En palabras de Perea (9)
“El modelo de asistencia sanitaria centrado en un modelo biomédico ha dado paso a un modelo
intersectorial en salud”.
En suma el alcance de la educación alimentaria y nutricional es amplio, citando a contento
“La principal función de la educación nutricional es asistir a individuos y colectivos para que estos
disfruten de comer saludablemente, incrementen su conocimiento y su motivación, impactando
su ambiente para facilitar la implementación de acciones a favor de su salud y nutrición” (12).
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http://unesdoc.unesco.org/images/0022/002261/226159s.pdf
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9. Perea R. Educación para la salud reto de nuestro tiempo. Madrid: Diaz de Santos; 2004.
10. OMS. Educación para la salud: Manual sobre educación sanitaria en atención primaria de
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Madrid: Arán ;2000.
1.3 Educación alimentaria y nutricional 13
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13. Macias AI, Quintero ML, Camacho EJ, Sánchez JM. La tridimensionalidad del concepto
de nutrición: su relación con la educación para la salud. Rev. chil. nutr. [revista en la Internet].
2009 Dic [citado febrero 2014] ; 36(4): 1129-1135. Disponible en: http://www.scielo.cl/
scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182009000400010&lng=es http://dx.
doi.org/10.4067/S0717-75182009000400010
2 — Buenas prácticas en ICEAN
Luisa Saravia
2.1 Introducción
La educación es un proceso que desarrolla en los seres humanos el respeto a sí mismos y
a los otros, con conciencia social y ecológica, para actuar con responsabilidad y libertad en la
comunidad a la que pertenecen.
El acto educativo es inherente al ser humano ya que la educación es una función necesaria
no solo para la vida de las personas sin también para toda la sociedad.
La educación debiera contribuir a ampliar la capacidad de acción y reflexión de cada persona
en el mundo en que vive, promover los espacios de acción, en lo procedimental, actitudinal y
conceptual, como forma de promover la transformación colectiva y personal.
La educación se expresa a través de las diferentes culturas, generaciones, épocas históricas y a
lo largo de la vida. El proceso educativo no puede ser analizado fuera del contexto socioeconómi-
co y político del cual forma parte. En consecuencia, la educación en nutrición debe orientarse
a promover la capacidad crítica de las personas para optar por una alimentación saludable en
un mundo que cambia rápidamente y en el cual se observa una continua diversificación de los
alimentos procesados y una pérdida de los estilos de alimentación familiar.
Se debe tener en cuenta que la educación es sólo un factor contribuyente a la solución de
las problemáticas de salud y nutrición, ya que por sí sola no puede resolverlas y, en la medida
en que contribuye, debe considerar la estructura social, las necesidades objetivas y sentidas por
la población a la que esté dirigida, las posibilidades políticas y las características generales de
la gente. La situación alimentario nutricional de una comunidad, región o país tiene una raíz
multicausal y, debido a eso, las soluciones rebasan las posibilidades de la educación. Por lo tanto,
para que se produzcan resultados concretos y permanentes, el sector educación debe realizar
acciones coordinadas y concertadas con otros sectores, promoviendo la adopción de estructuras
que permitan una distribución justa de la salud y la nutrición.
No obstante, en muchos casos, acciones educativas bien dirigidas pueden ayudar a la vigo-
rización y despertar la acción comunitaria orientada a alcanzar soluciones parciales. El educador
en nutrición debiera brindar a su comunidad las herramientas necesarias para que ésta pue-
da analizar críticamente la realidad en que vive, entender las consecuencias de su situación
alimentaria y de salud, y tomar conciencia de su potencial en la solución de problemas.
Asimismo, los conocimientos que se comparten deben ser accesibles a la población y ésta de
apropiarse de ellos. Debe procurarse su autoconfianza para que ponga en práctica sus propias
soluciones a la problemática existente.
16 Buenas prácticas en ICEAN
BIBLIOGRAFÍA
Navarro A, Andreatta MM; Enseñar Nutrición: herramientas didácticas básicas para profe-
sionales de la salud, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, 2010.
El papel de la Educación para la Salud (EpS) ha sido reconocido de vital importancia para
el mejoramiento de la salud en documentos tales como el Informe del Comité de expertos de
la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Formación del Personal de Sanidad para la
educación Sanitaria Popular (OMS, 1958), a Declaración de Alma Ata sobre Atención Primaria
de la Salud (1978) y la Carta de Ottawa para el Fomento de la Salud (Ottawa 1986) El profesional
de salud necesita una formación pedagógica que le permita facilitar proceso de aprendizaje que
promuevan comportamientos que contribuyan a mejorar la salud y el bienestar de los individuos,
comunidades y la sociedad. Estas acciones educativas deben ser planificadas a fin de obtener los
resultados esperados. La planificación, entendida como sistematización previa a la intervención,
debe estar alineada al proceso de formación.
Si entendemos la formación como la actividad dirigida a conseguir unos determinados obje-
tivos, no podemos concebirla sin una mínima sistematización que permita ordenar los procesos y
actividades a realizar (Gairin, 2009). La planificación educativa es pues, elaborar un plan donde
se puedan prever las situaciones en las que habrá de llevarse a cabo los procesos de enseñanza y
aprendizaje con el propósito de tener una visión total y específica de la acción educativa. Este
plan permite organizar actividades, facilitar los contenidos en el tiempo disponible y diseñar las
actividades adecuadas a la audiencia. Mediante la planificación educativa se intenta conocer la
situación actual de un espacio social definido, con objeto de elaborar programas congruentes con
los programas generales de desarrollo, que permitan que se adquieran las conductas positivas
para lograr el cambio deseado (Cordero y Bobenrieth, 1981). La planificación permite disminuir
los riesgos de la incertidumbre y aumentar el éxito de un programa educativo. Esta planificación
en los inicios del siglo XXI, debe ser más prospectiva, visionaria, estratégica, pragmática y
operacional (Venegas, 2006). En este capítulo se revisan algunos de los conceptos básicos de
planificación educativa para la educación para la salud y la educación alimentaria.
rectos. Entre los primeros se incluyen el diálogo, la entrevista, la clase, la charla y la discusión
en grupo. Los medios indirectos implican una separación en tiempo o espacio con el educando y
en general constituyen los medios de comunicación masivos. Se pueden subdividir en visuales
(carteles, prensa, folletos, carteles) y audiovisuales (cine, video, televisión, radio, medios interac-
tivos de la web 2.0) (Funden, 2004).
Planificación Educativa
Toda planificación pretende lograr mediante un método racional objetivos preseleccionados.
Implica tomar decisiones para definir cursos de acción a fin de: a) determinar metas, objetivos y
recursos disponibles, b) definir visiones, misiones y acciones para alcanzar las metas y objetivos,
c) definir las alternativas de ejecución y d) establecer mecanismos de seguimiento, control y
evaluación. Existen muchos métodos de planificación educativa, pero en general en todos se
pueden reconocer tres grandes etapas: análisis del problema, programación de las actividades
educativas y evaluación. A continuación de describen algunos enfoque que pueden ser de utilidad
en la planificación educativa para la salud y la educación alimentaria.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
presenta un esquema para planificar las intervenciones de educación en nutrición. Este esquema
se basa en una estructura teórico-metodológica que consta de cuatro fases (FAO, 1996):
1. Concepción. Fase de diagnóstico educativo, donde se estudian y analizan los problemas
alimentario nutricionales de la comunidad identificando: los factores causales a ser aborda-
dos, los canales y medios de comunicación existentes, los grupos de referencia y de apoyo
y las redes a través de las cuales se diseminarán los mensajes educativos.
2. Formulación. En esta fase se definen los objetivos generales y específicos para cada grupo
de la población objetivo.
3. Implementación. En esta fase se producen los materiales de apoyo, se realiza el adies-
tramiento de los facilitadores y se lleva a cabo el programa.
4. Evaluación. En esta fase se busca responder si se alcanzaron los objetivos y si se logró
la satisfacción de los actores, en especial de la comunidad a ser formada. La población
objetivo de la intervención debe ser invitada a participar, ya que las acciones que se van a
evaluar les atañen directamente.
La audiencia se conforma con los grupos objeto donde en ocasiones el grupo en riesgo
no necesariamente participa. El propósito debe ser del dominio de ambas partes, tanto planifi-
cadores/interventores como de la población intervenida. El plan de ejecución debe cumplirse
a cabalidad, las modalidades de intervención y educación se llevaran a cabo de acuerdo a lo
establecido por el Comité de Planificación y las discusiones deben arrojar al final conclusiones
aplicables para la resolución de la situación real a atacar. En el Cuadro 3.1 se resumen algunos
de los aspectos más importantes a considerar en las fases 1, 2 y 3.
Con respecto a la evaluación de los resultados, hay que hacer notar que se pueden encontrar
resultados no deseados, por lo que es aconsejable revisar si se incurrió en errores metodológicos
como la formulación errada de los mensajes y la selección del medio de comunicación, el uso
inadecuado de los materiales de apoyo, la falta de entrenamiento del equipo de planificación e
intervención o simplemente la identificación de un problema que no lo era.
Otra metodología que puede ser de utilidad en la planificación de EpS, es la propuesta por
Gairin (2010), cuyo esquema se muestra en la Fig. 3.1. Se observa una secuencia conceptual,
estructural y operativa que sirve a la elaboración de programas de formación. En esta secuencia
se destaca la conexión entre los procesos de planificación y evaluación (ajustada al momento:
diagnóstica, de procesos, de resultados, de transferencia, de impacto), y la necesidad no solo de
una adecuada detección de necesidades sino también de una clara definición política de lo que se
desea y de la asignación de los medios (humanos y materiales) requeridos.
24 La planificación educativa
Por otra parte, el Enfoque del Marco Lógico (EML) también puede resultar pertinente la
aplicación para la planificación educativa en EpS ya que es una de las metodologías más utilizadas
por las agencias de cooperación internacional para la planificación y gestión de proyectos de
desarrollo (para una revisión en el contexto educativo (ver Zamora, 2013). El proceso del Marco
Lógico comprende siete fases:
1. Análisis de involucrados o de partes interesadas en el proyecto.
2. Análisis de problemas (imagen de la realidad o de la situación actual).
3. Análisis de objetivos (imagen del futuro o de la situación deseada).
4. Análisis de alternativas (comparación de diferentes opciones combinadas para el logro del
objetivo del proyecto).
5. Estructura Analítica del Proyecto (EAP).
6. Diseño de la Matriz del Marco Lógico.
7. Evaluación.
El Cuadro 3.2, muestra la Matriz del Marco Lógico con las explicaciones que permiten
entender de forma detallada los elementos del EML según elaboración de Zamora (2013).
Por otra parte, ya en el contexto particular de la planificación intruccional se pueden iden-
tificar como necesarios los siguientes elementos: a) Fundamentación, b) Contenidos Instruc-
cionales, c) Objetivos Instruccionales, d) Estrategias y Medios Instruccionales y e) Evaluación
de los Aprendizajes.
Para la planificación de una sesión educativa, Walter (2006) Identificó siete pasos a seguir:
1. Quiénes-. Analizar las características de los participantes, sus necesidades de aprendizaje,
sus temas generativos y su experiencia en relación al tema tratado.
2. Por qué: Analizar el problema comenzando por el grupo de alumnos. A quién afecta,
causas, consecuencias, cómo lo perciben las diferentes personas implicadas (alumnos,
expertos, miembros de la institución). Quién está dispuesto a dar recursos. Qué tipo de
26 La planificación educativa
resultados se buscan.
3. Tiempo: Adaptación al tiempo y lugar
4. Lugar. Preparar el entorno físico del proceso educativo.
5. Para qué: acotar los objetivos.
6. Qué Los contenidos del taller (conocimientos, habilidades, actitudes) derivan de los
objetivos, en una secuencia adecuada. Apuntan a integrar la dimensión afectiva, la cognitiva
y la psicomotora, para que se produzca un aprendizaje efectivo.
7. Cómo. Los métodos, los cuales dependerán del tipo de objetivos que se están trabajando.
Para finalizar, a modo de ejemplo de cómo llevar a cabo la planificación para en un Programa
de EpS se recomienda revisar el Plan para la Educación en Salud en la Escuela de la Región de
Murcia 2005-2010, disponible en http://www.educarm.es/templates/portal/ficheros/
websDinamicas/26/ipinf42.pdf.
Referencias
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27
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Docencia Universitaria. Disponible en http://www.ulacit.ac.cr/files/careers/121_
maravanessazamora.pdf
4 — Las Tecnologías de la Informa-
ción y la Comunicación (TIC) y la
Salud
Cuadro 4.2: Ejemplos de Usos de las Redes Sociales en Educación para la Salud.
Red Social Usos
Facebook y Ning Para compartir materiales educativos propios o selec-
cionados
Responder dudas
Humanizarnos ante nuestros pacientes
Compartir ideas y buenas prácticas
Creación de Redes
Tablón de anuncios
Consultas
Realización de trabajos en forma conjunta
Tutorías
Desarrollo de grupos especializados o profesionales
Desarrollo de tareas de investigación
Espacio para interactuar a través de muchos recursos
en un sólo entorno
Twitter Promover la interacción
Compartir recursos como enlaces
Debatir ideas
Explicar actividades
Conectarse con otros profesionales de la salud y do-
centes
Seguir portales y personas que aportan información
relevante
Seguir a asistentes a foros o conferencias
Discutir conceptos utilizando # “hashtag”
Determinar conocimientos previos
Desarrollo de habilidades de selección y síntesis de
información
Rastrear acontecimientos de actualidad
Edmodo Crear grupos y subgrupos
Microblogging para ambientes Crear y valorar tareas
educativos
Comunicación con alumnos y otros docente
Google+ Posibilidad de crear videoconferencia en tiempo real
(hang out)
Colaboración a través de los círculos
Compartir publicaciones
Pinterest Creación de tableros de diferentes temáticas
Selección de contenidos
Lluvia de ideas
Motivación
(Modificado de Miguel y Fernández, 2013)
Para Gabarrona y Luque (2012) las redes sociales y las herramientas 2.0, como YouTube,
Facebook, Twitter, blogs, wikis, etc. permiten empoderar a los pacientes para que busquen ayuda
32 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la Salud
online, encuentren información sobre aspectos relacionados con su salud o la de las personas de
su entorno, formen redes con otras personas con inquietudes o problemas similares o generen sus
propios contenidos. Para estos autores la difusión de información sobre salud en plataformas de
vídeo online presenta como ventajas su bajo costo, su potencial para hacer llegar información a un
amplio sector de la población y el hecho de facilitar la interacción con los usuarios pero presenta
como desventaja que puede ser difícil para el usuario valorar la calidad de sus contenidos, ya que
en muchos casos no puede identificarse al autor de los vídeos, no se citan fuentes y se muestran
opiniones personales como si fueran hechos. Para ilustrar la potencialidad de los videos como
fuente de información en salud se hizo una consulta sobre videos disponibles en youtube,com
sobre salud online y sobre cáncer y se obtuvieron 73,900 resultados y 5,790,000 respectivamente
(16 de febrero de 2014). En la Tabla 4.3 se esquematizan como algunas aplicaciones de la web
2.0 pueden utilizarse para actividades relacionadas a la salud pública.
(Tomado de http://www.guiasinfosalud.es/doc/guia_diptico.pdf
todo-sobre-la-curacion-de-contenidos-infografia/
uso de las redes sociales como medio de integración de estrategias didácticas utilizando las TIC.
El uso de las redes en los procesos de enseñanza-aprendizaje ha permitido identificar tres
modelos básicos reconocidos: 1. Las aulas virtuales como redes para complementar cursos
tradicionales presenciales, 2. Las redes informáticas y los medios de comunicación para facilitar
las interacciones entre estudiantes, docentes y materiales, de metodología colaborativa y 3. Los
cursos en red. Hay que hacer notar que las nuevas tecnologías, las redes sociales y la revolución
de la Web 2.0 están transformando e innovando el modelo de salud, centrándolo más en el
ciudadano en conjunto con la información recibida por parte de profesionales y pacientes que
interactúan en las redes sociales especializadas en las diferentes áreas (Fernández, 2013).
Teorías modernas socioculturales del aprendizaje integrado a los EVEA generan nuevos con-
textos desde una estructura de acción tecnológica, dan pie a nuevos umbrales de representación
del conocimiento e influyen en los marcos de pensamiento y desarrollo del individuo (Suárez
Guerrero, 2003). Entre estos nuevos enfoques destaca el Conectivismo, donde el aprendizaje
es definido como un proceso que ocurre en ambientes difusos, sin control del individuo, como
un conocimiento aplicable y que puede residir fuera del individuo y estar enfocado en conectar
conjuntos de información especializada a través de las conexiones que le permiten aprender
más y que tienen mayor importancia que el estado actual del conocimiento. Es la integración de
principios explorados por las teorías del caos, redes, complejidad y auto-organización (Siemens,
2004). Se fundamenta en principios relacionados con la era digital, la interrelación de individuos
a través de redes, nodos, fuentes de información, las habilidades de ver conexiones entre áreas,
ideas y conceptos, la crítica y la toma de decisiones (Del Moral, Cernea y Villalustre, 2010).
Aunque el punto de partida es el individuo, el conocimiento se genera a través de la red y su
alimentación por un conjunto de individuos. Al conectivismo se le atribuyen implicaciones en
otros aspectos de la vida como la administración y el liderazgo, la información y los medios, lo
organizacional y el diseño de ambientes de aprendizaje.
La construcción de un modelo de enseñanza aprendizaje en entorno virtual para personal
de salud representa una puesta en práctica de un nuevo tipo de relaciones e interacciones entre
profesores y alumnos, una revisión de las teorías de la educación, sin obviar la formalidad del
diseño de instrucción ni tomar a la ligera los procesos, por creer que la tecnología lo sustituye
o lo soluciona todo. También es una tarea compleja que depende de factores como el acceso
asequible a las mismas, las habilidades suficientes para su uso y el desarrollo de aplicaciones
para estos nuevos modelos educativos
Referencias
Crespo, E. (2008) Guía para el análisis del impacto de las tecnologías de información y comuni-
cación en el desarrollo humano. Tesis de maestría. Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica
de Telecomunicaciones, Universidad Politécnica de Madrid. España
Del Moral, E., Cernea, D. y Villalustre, L. (2010) Objetivos del aprendizaje 2.0: una nueva
generación de contenidos en contextos conectivistas. RED Revista de Educación a Distancia, N
25. http://www.um.es/ead/red/25/
Gabarróna, E. y Fernández, L. (2012). eSalud y vídeos online para la promoción de la salud. Gac
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y desafíos, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) [en
línea], http://celac.cl/publicaciones/xml/5/41825/di-salud-electrónica-LAC.pdf
36 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y la Salud
Luisa Saravia
5.1 Introducción
Un proyecto de educación alimentario nutricional (EAN) es un emprendimiento planificado
consistente en un conjunto de actividades (en general educativas, como talleres, actividades
grupales, elaboración de materiales educativos, entre otras) interrelacionadas y coordinadas con
el fin de alcanzar objetivos específicos dentro de los límites de un presupuesto y un período
de tiempo dados. Es, por lo tanto, la unidad operativa dentro de un proceso de planificación
y constituye el eslabón final de dicho proceso. Está orientado a la producción de determina-
dos bienes y servicios como medio para satisfacer necesidades básicas, construir capacidades,
modificar condiciones de vida o introducir cambios en los comportamientos en los estilos de
vida, en los valores o en las actitudes que sustentan al grupo de población al cual se dirige.
Si bien, en general, todos los proyectos sociales tienen un componente educativo importante,
aquellos proyectos cuya intervención es netamente educativa como los de EAN, tienen algunas
características propias que los diferencian de otro tipo de proyectos sociales.
El diseño de proyectos consiste en un proceso integrador que vincula los contenidos de un
proyecto, sus metas, estrategias, productos, actividades y recursos, con el contexto en el que
tiene lugar el problema a resolver y, al final, con la imagen a futuro que se quiere conseguir si
se llevan a cabo las actividades propuestas y se obtienen los resultados previstos. Es también
una herramienta clave que facilitará las mejores formas de implementación, una vez aprobado el
proyecto y obtenido el financiamiento para su puesta en funcionamiento.
Si bien en algunas ocasiones los términos política, plan, programa y proyecto se usan como
sinónimos o se confunden, con la finalidad de aclarar los conceptos que se manejarán en esta
oportunidad, se definirán de la siguiente manera:
La política es un conjunto de decisiones, principios y normas que orientan la adopción de
medidas encaminadas a alcanzar objetivos y metas concretas, con la finalidad de legitimar y
ejercer poder para satisfacer determinadas necesidades de un país, sector, institución u organi-
zación. Los países no suelen tener políticas exclusivas de EAN, las acciones que se vinculan a
ésta en general, se encuentran comprendidas entre las leyes vinculadas al derecho alimentario y
a las políticas de salud y nutricionales.
Un plan es la suma de programas que quieren alcanzar los objetivos comunes de las políticas.
Los programas son instrumentos de planificación para organizar los objetivos y metas
trazadas en los planes generales de desarrollo, que quedan establecidos como reflejo de las
políticas de los países, de las diferentes regiones, instituciones u organizaciones; se constituyen
por un conjunto de proyectos que persiguen los mismos objetivos y por lo tanto, permiten la
38 Diseño y gestión de proyectos de EAN
los aspectos de su cotidianeidad que el proyecto intenta cambiar, el fracaso del mismo es casi
seguro. Los proyectos que involucran cambios en los estilos de vida necesitan que esos cambios
sean percibidos por la población destinataria como realmente necesarios; en caso contrario, es
probable que el proyecto no llegue a buen fin.
Asimismo deben existir una serie de condiciones que faciliten su implementación futura.
Se considera que si estas condiciones facilitadoras no se dan, o están presentes únicamente al
momento de iniciarse el proyecto, deberán hacerse esfuerzos para crearlas durante la imple-
mentación del mismo para así asegurar la sostenibilidad del proyecto. Las condiciones son:
- Institucionalidad de base
La existencia de instituciones de salud, educación, agricultura, sociales y otras, de recono-
cido nivel técnico y con políticas estables respaldando la acción, facilitará la implementación
de proyectos de mayor cobertura y continuidad, especialmente si dichas instituciones cuentan
con personal con la formación y motivación necesarias. También será necesario que exista una
necesidad sentida de cambio, si la adopción de un enfoque nuevo así lo requiere, y apertura para
el aprendizaje, es decir, deseo de innovar y tomar riesgos en busca de resultados.Por otra parte, si
los múltiples niveles de la institución u organización se ven involucrados en las etapas de diseño,
implementación, monitoreo y evaluación se facilitará la aceptación y puesta en funcionamiento
del proyecto.
- Financiamiento
Como toda intervención, la implementación de un proyecto necesita de recursos económicos
para el diagnóstico, programación, ejecución y evaluación de las acciones realizadas. Los
principales costos se refieren a personal, material e insumos para el desarrollo de las acciones,
los que requieren continuidad en el tiempo, para lograr resultados efectivos.Confeccionar un
presupuesto requiere del equipo responsable de la planificación del proyecto, la capacidad para
calcular los recursos necesarios en personal, locales o planta física, maquinaria, equipos y
útiles, transporte, costos de administración, etc.Dependiendo de la magnitud del proyecto, de
los requerimientos de la entidad financiadora y de los conocimientos del equipo responsable,
puede ser necesario contar con un profesional idóneo (contador, economista o ingeniero, por
ejemplo) que colabore en el armado del presupuesto. Los integrantes del equipo, por su parte,
deberán tener muy claro los objetivos que se persiguen, los productos que se pretenden alcanzar,
las actividades previstas y los materiales necesarios para facilitar el trabajo del experto.
ellas se movilizan recursos y se hace uso de metodologías específicas. En cada fase se deben
realizar acciones diferenciadas pero a la vez articuladas, coordinadas y convergentes para el
logro de los objetivos. En éstas intervienen múltiples actores con diferente capacidad decisoria,
ya sea como agencias con competencia política o técnica o como participantes con distinto grado
de responsabilidad, involucramiento o continuidad en la acción. La gestión del proyecto consiste
en dar unidad y coherencia al ciclo de acción.
Los proyectos educativos tienen, por consecuencia, un conjunto de productos, resultados e
impactos y es responsabilidad de la gerencia que éstos sean coherentes con la concepción y los
fines del proyecto asegurando su eficacia y efectividad.
dieta, por ejemplo) o de malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad en diferentes grupos
de edad, enfermedades no transmisibles asociadas a la dieta, entre otros) causado por distintos
factores económicos (como el acceso y la disponibilidad de alimentos), de salud y comporta-
mentales (como malos hábitos alimentarios). La identificación del problema se inicia con el
reconocimiento de una tensión entre lo que se está observando o viviendo y lo que se considera
que debe ser y puede ser. Esta tensión, incomodidad o inconformidad genera un problema a
quienes la experimentan. A su vez, la manera en que se interpreta y se define va a influenciar las
decisiones sobre sus vías de solución y condicionar las alternativas que se consideran para su
solución.
Por lo tanto, lo primero para diseñar el proyecto es determinar el problema que se va a tratar
y establecer su magnitud. Para ello es necesario realizar una evaluación inicial o diagnóstico de
situación.
5.4.1.1. Diagnóstico
Efectuar un diagnóstico implica realizar una descripción y un análisis preciso y lo más
objetivo posible de la situación que se desea modificar, el cambio del comportamiento alimentario
o del estilo de vida que se entiende que la población necesita adquirir o modificar. El diagnóstico
intentará ser realista considerando que se deberá tomar en cuenta para su realización, datos
y fuentes confiables que sean posibles de ser modificadas. El diagnóstico proporciona los
elementos necesarios para la toma de decisiones sobre la orientación que se dará al proyecto,
para la jerarquización de actividades y para crear la línea de base que permitirá su evaluación
posterior. Identifica y especifica el nivel del problema y en tal sentido, al momento de formular
el proyecto, se podrán fijar objetivos y metas más concretas.
La información juega un papel muy importante en todas las fases de la formulación e
implementación del proyecto por lo que es fundamental que sea relevada adecuadamente en la
etapa del diagnóstico.
La información es necesaria para la formulación e implementación de las acciones a todos
estos niveles:
Para iniciar y conseguir el apoyo para la ejecución del proyecto.
Información para el conocimiento de los factores que afectan la situación social, sanitaria
y alimentaria a nivel comunitario, familiar e individual.
Información para la identificación de las mejores opciones de diseño y las mejores estrate-
gias de intervención.
Información sobre experiencias previas en el país y en la región.
Percepciones, reacciones y proposición de la comunidad sobre las posibilidades de acciones
de cambios en su situación de salud y nutrición.
Información para la identificación de “cuellos de botella” antes y durante la imple-
mentación de los procesos.
Costos y costo-efectividad de las estrategias.
Recolección de la información
La identificación de los problemas sólo es posible si se puede obtener un cuadro preciso de
la situación existente, que permita decidir lo que debe hacerse y medir más adelante los cambios
producidos por el proyecto. Este cuadro preciso debe estar cuantificado de forma que cuando se
instrumenten las acciones del proyecto, sea posible volver a medir los resultados obtenidos para
compararlos con la situación inicial.
Una clasificación gruesa de las fuentes de información y las opciones más recomendadas en
cada una de ellas dividen estas fuentes en los niveles del hogar, comunidad y contexto nacional.
A nivel del hogar, la información recolectada es necesaria para la mayoría de los pasos
del diseño e implementación de los proyectos, principalmente para conocer las percepciones y
42 Diseño y gestión de proyectos de EAN
implementación del proyecto, por medio de procesos de recopilación que ellos mismos diseñan
y gestionan.
En general se recomienda que, siempre que sea posible, en los procesos de diagnóstico y
análisis de problemas se tomen las fuentes secundarias, pues se puede economizar los esfuerzos
y los recursos de recopilación de datos.
5.4.1.2. Planificación
Planificar es aplicar un proceso que conduce a decidir acciones, cómo hacerlas, en que
tiempo, con qué medios y cómo evaluarlas. Es definir y plantear en forma encadenada el camino
que va a conducir a la obtención del cambio deseado.
El trabajo de planificar es fundamentalmente “de escritorio” y es el momento en que se
describe cómo se desarrollará el proyecto y se justifica su implementación. A medida que se
va planificando se va escribiendo el documento en el que se plasmarán las intenciones a llevar
adelante.
El proceso de formulación varía según los requerimientos de las instituciones y organi-
zaciones a las cuales se les presentará el proyecto, y de acuerdo al carácter del mismo. A
continuación se describen una serie de pasos que pueden guiar la elaboración y diseño de proyec-
tos. Este esquema debe utilizarse con flexibilidad y creatividad, adaptándolo a las exigencias de
cada caso concreto.
a) Resumen Ejecutivo
Aunque es lo último que se prepara en la fase de diseño, la información general o resumen
ejecutivo del proyecto es una breve descripción que identifica claramente los objetivos, el costo,
la duración y la entidad promotora del proyecto.
Algunas instituciones u organizaciones proveen un formato específico, otras simplemente
sugieren que se elabore un resumen; en cualquier caso, es absolutamente necesaria la presentación
de este componente, pues permite visualizar de una manera ágil y fácil la radiografía del proyecto.
Algunos contenidos de este resumen pueden ser:
Título del proyecto: Es el nombre con el que se identifica el proyecto, el cual debe reflejar
brevemente lo que se va a hacer, el resultado de la acción y la localización del mismo.
Fecha: Fecha de presentación del proyecto.
Organización solicitante: Identificar la institución, organización, equipo de trabajo o
profesional solicitante o promotora del proyecto y responsable de la ejecución. Mencionar
5.4 Etapas de la Programación 45
EJEMPLO
EJEMPLO
c) Descripción del proyecto Se debe realizar una descripción más amplia del proyecto, definien-
do y caracterizando la idea central de lo que se pretende realizar. Se pretende que la persona que
desea conocer el proyecto obtenga una idea exacta acerca de lo fundamental del mismo.
46 Diseño y gestión de proyectos de EAN
EJEMPLO
Para ello se debe trabajar junto con la comunidad para fortalecer las organiza-
ciones locales, mejorar el modo de producción y comercialización de los agricultores
de la zona y promover un estilo de vida saludable en las familias.
d) Fundamentación o justificación
Consiste en explicar las maneras como el proyecto solucionará o aliviará el problema
planteado, llenará los vacíos, suplirá las carencias y resolverá las necesidades detalladas; en
síntesis, qué busca el proyecto y cuál es su contribución. En la fundamentación del proyecto
hay que presentar los criterios y las razones que justifican la realización del mismo. Se deben
describir tres aspectos esenciales:
La prioridad y urgencia del problema para el que se busca solución.
Justificar por qué este proyecto es la propuesta más adecuada o viable para resolver el
problema.
El impacto esperado en el corto, mediano y largo plazo, los factores multiplicadores, así
como también la forma como el proyecto servirá a los diferentes beneficiarios.
En la fundamentación deben explicitarse los siguientes puntos:
- Antecedentes:
La formulación de antecedentes implica especificar el origen (dónde y cómo) y las motiva-
ciones que indujeron a plantear el proyecto. Como se vio, el proyecto es la solución de a un
problema; en tal sentido se debe comenzar por estipular la necesidad, vacío o carencia detectada
en el sector o grupo.
- Marco conceptual:
Es el respaldo teórico, conceptual y filosófico que establece la dirección del proyecto. El
marco conceptual es la ideología que prima sobre el proyecto.
priorizar, analizar y definir el problema debe ser presentada en esta fase de la formulación del
proyecto.
En algunas ocasiones, cuando el proyecto no se plantea con el conocimiento cabal del
problema que se pretende resolver, solo se conocerán datos generales acerca de la población y
sus problemas. En estos casos, una de las primeras actividades que debe plantearse el proyecto
es realizar un diagnóstico a fondo de la situación y para ello debe disponerse del tiempo y los
recursos para realizarlo. El equipo de trabajo deberá plantearlo y justificarlo ante la entidad
financiadora.
EJEMPLO
Datos sobre generales sobre la localidad
Características sociodemográficas de sus pobladores.
Características de morbi-mortalidad de la región, grupos vulnerables.
Estado nutricional de la población.
Disponibilidad de alimentos en la zona.
Hábitos alimentarios de los pobladores.
Instituciones y organizaciones que están trabajando en la región.
e) Marco Institucional
Cuando el proyecto se formula en una institución que será responsable de su ejecución, pero
éste será presentado para su financiamiento a otra entidad diferente a la que formula el proyecto,
será necesario indicar la naturaleza de la organización, situación jurídica y administrativa,
instalaciones y servicios, personal, etc.
EJEMPLO
f) Objetivos
48 Diseño y gestión de proyectos de EAN
Un objetivo es la situación que se desea obtener al final del período de duración del proyecto,
mediante la aplicación de los recursos y con la realización de las acciones previstas. Debe ser
un enunciado claro y preciso de lo que se espera obtener como resultado de las actividades a
desarrollar y son el punto de partida que guía el proceso. Los objetivos describen los efectos y
el impacto que se pretende con un proyecto y determinan los insumos, actividades y productos
necesarios para conseguirlos.
La buena formulación del objetivo general y de los objetivos específicos es la garantía para
elaborar un buen proyecto, ya que en torno a los objetivos, se da coherencia al conjunto de
actividades que componen el proyecto, costos, estrategias, tiempos, etc.
Clasificación de objetivos:
Objetivos generales o terminales o de impacto o a largo plazo: son aquellos que contribuyen
a un propósito general, a alcanzar un “estado deseado de las cosas”. Indican resultados esperados
para cuyo logro es necesario haber alcanzado otros más específicos. Son más amplios, menos
precisos, favorecen situaciones que resultan difícilmente evaluables y cuantificables. Son los que
enmarcan el problema específico y no serán resueltos por el proyecto, pues el alcance de éste es
menor a la dimensión del problema. Sin embargo, los resultados del proyecto contribuirán, junto
con otros, a su solución oportuna.
EJEMPLO
Contribuir a mejorar la calidad de vida de los pobladores de la región rural XXX, mediante
el fortalecimiento de las organizaciones locales, la promoción de mejoras en el modo de
producción y comercialización de los pequeños y medianos productores agropecuarios, y la
promoción de estilos de vida saludable y hábitos alimentarios a través de la red de escuelas
rurales, como medio de alcanzar a las familias y a la comunidad.
5.4 Etapas de la Programación 49
EJEMPLO
Al finalizar el proyecto se contará con:
Organizaciones locales con un buen estado de organización y gestión.
Pequeños productores y vecinos de la zona con una mejor disponibilidad de hortalizas
y plantas medicinales y aromáticas.
Escolares con un adecuado estado nutricional.
Maestros capacitados en nutrición y alimentación.
Pobladores de XXX con hábitos alimentarios adecuados.
Metas: es la forma de cuantificar los objetivos. Las metas establecen cuánto se hará para
lograr el objetivo, dónde se realizará y cuándo se llevará a cabo.
EJEMPLO
Al finalizar la primera etapa del proyecto:
Se habrá conformado una Comisión Pro Desarrollo de XXX.
El 75 % de los maestros rurales de las escuelas de la región XXX tendrán conocimien-
tos en nutrición y alimentación.
El 75 % de los maestros rurales de las escuelas de XXX tendrán conocimientos del
cultivo de huertas orgánicas y plantas aromáticas y medicinales.
El 50 % de los pobladores de XXX conocerán acerca del cultivo de huertas orgánicas
y plantas medicinales y aromáticas.
g) Beneficiarios
Los beneficiarios del proyecto son aquellos que, directa o indirectamente, van a recibir los
resultados del mismo. Corresponden a una parte o al total de la población que se encuentra
afectada por aquella situación problema que se pretende modificar.
Son beneficiarios directos o grupos objetivos aquellos para los cuales ha sido pensada la in-
tervención; e indirectos los que obtienen un beneficio sin haber sido explícitamente considerados
como beneficiarios.
Dependiendo de las características del proyecto, la población destinataria podrá ser selec-
cionada antes de la realización del diagnóstico, en cuyo caso éste se desarrollará sobre sus
necesidades, creencias, hábitos, entre otros, o bien, luego de realizado el mismo, y en este caso
los beneficiarios se elegirán de acuerdo a los resultados del diagnóstico.
En ambos casos, una vez que se ha definido la población con la que se realizará la in-
tervención, será necesario contar con información respecto a su situación social, de salud y
de alimentación y nutrición y sobre sus conocimientos, actitudes y prácticas, todos ellos in-
dispensables para determinar la orientación que se dará al proyecto y permitir su evaluación
posterior.
EJEMPLO
Son beneficiarios directos del proyecto:
Los escolares de la región XXX.
Los pobladores de la región XXX involucrados en el proyecto.
h) Productos
Los productos son el primer nivel de resultados a los que se llega por el hecho de haber
realizado con éxito las actividades. Además, son la condición previa para el logro de los objetivos
y metas. La generación de productos depende casi exclusivamente de la realización de las
actividades.
Los productos que pueden obtenerse en proyectos de tipo educativo pueden ser de dos tipos:
Resultados materiales: cantidad de talleres realizados, número de materiales educativos
diseñados, entre otros.
Servicios prestados: personas capacitadas, por ejemplo.
Para un buen diseño de proyectos, los productos deben cumplir algunos requisitos:
5.4 Etapas de la Programación 51
EJEMPLO
Comisión pro desarrollo de XXX fortalecida.
Pobladores capacitados en desarrollar huertas orgánicas y cultivo de plantas medici-
nales y aromáticas.
Maestros capacitados en nutrición y alimentación
1 huerta demostrativa en una escuela de la zona.
1 huerta demostrativa en un predio de un vecino de la zona.
Escuelas con proyectos trasversales de nutrición y alimentación.
2 diagnósticos del estado nutricional de los niños (uno realizado al inicio del proyecto
y el segundo al finalizar el mismo).
2 diagnósticos de los hábitos alimentarios de los pobladores de la región YYY (uno
realizado al inicio del proyecto y el segundo al finalizar el mismo).
Escuelas con planes de menús saludables.
Un material didáctico sobre nutrición y alimentación dirigido a maestros.
2 recetarios, uno de plantas aromáticas y el segundo de hortalizas.
Etc.
i) Estrategias
Así como el problema específico se refiere a por qué ejecutar el proyecto y el objetivo
específico a para qué hacerlo, la estrategia tiene que ver con quién realizará el proyecto (la o
las instituciones y, dentro de ellas el departamento o programa); dónde se desarrollará (ámbito
geográfico) y cuándo se ejecutará.
Significa hacia dónde orientar la acción, se refiere al “cómo” o a las vías para realizar las
actividades. Una clasificación u ordenamiento práctico es el siguiente:
EJEMPLO
META
ACTIVIDADES
Realizar un diagnóstico acerca de los conocimientos previos de los maestros en
relación a la alimentación y la nutrición.
Planificar las actividades educativas a desarrollar.
Elaborar el material de apoyo para las actividades.
Desarrollar el cronograma de las actividades educativas.
Ejecutar las actividades.
Evaluar las actividades.
Cronograma
Representa secuencialmente la forma en que se organizan las actividades del programa
facilitando su organización y ejecución.
EJEMPLO
Con los recursos dispuestos en el cuadro anterior, la secuencia a seguir para elaborar el
cuadro de costos definitivo consiste en:Identificar en forma específica los recursos necesarios
para la actividad en cuestión, si es una actividad educativa: salón y sillas.
Cuantificar los recursos: un salón y 50 sillas, si participan 50 personas.
Valorar dichos recursos: el alquiler de cada silla versus la compra.En los proyectos de las
áreas de la nutrición y la alimentación, muchas veces el recurso humano es el más estratégico y
seguramente tendrán el mayor peso en el costo total final.
Así, si el proyecto se refiere a una consulta nutricional, un taller relativo a la nutrición o
una conferencia sobre un alimento, es necesario contabilizar tiempos para cada actividad de las
indicadas en el cuadro anterior.
54 Diseño y gestión de proyectos de EAN
Cuadro de costos
5.4.2 Ejecución
Una vez aprobado el proyecto por la institución y obtenidos los recursos para su financiamien-
to, se procede a ejecutar el mismo. Esta etapa comprende la organización y desarrollo del plan
de trabajo, la dirección, seguimiento y monitoreo del mismo. En la fase de ejecución se realizan
las diferentes tareas o actividades planificadas para obtener los resultados que lleven al logro de
los objetivos.
La ejecución es el núcleo en la gerencia de los proyectos, es la fase en la que se transforman
los recursos en resultados esperados. El objetivo de la ejecución del proyecto es lograr su
propósito.
La gerencia social se trata de un campo de conocimientos y de prácticas que propone
asegurar que las políticas, los programas y los proyectos sociales respondan de manera valiosa,
eficaz y eficiente a problemas importantes para la comunidad, promoviendo así el logro de un
desarrollo social, equitativo y sostenible. Por desarrollo social se entiende un proceso dinámico,
multidimensional, que conduce a mejoras sostenibles en el bienestar de los individuos, familias,
comunidades y sociedades, en un contexto de justicia y equidad.
La gerencia social se fundamente en la propuesta de que la esencia de la gerencia en los
ámbitos públicos radica en la generación de valor público a través de la entrega de servicios y a
la ejecución de programas y proyectos.
El enfoque en el valor público brinda a la gerencia social un enfoque estratégico que prioriza
la respuesta a los ciudadanos y el mantenimiento de su confianza y legitimidad a través de la
buena entrega de productos o servicios. Implica que importan los resultados que los servicios,
proyectos o programas causen entre las poblaciones objetivo, pero también importan los procesos
aplicados para generar dichos resultados, ya que las relaciones y los procesos que se establecen
entre las organizaciones responsables por una creación de valor público y las comunidades
generan valor en sí mismos.
La gerencia social deriva de la naturaleza particular de los problemas que se propone superar
o evitar y de las características de las organizaciones e instituciones del medio. Los problemas
sociales tienen las siguientes características:
Los problemas sociales son complejos; resultan y se asocian con múltiples dinámicas y
causas entremezcladas. Esta complejidad hace que no sea sencillo formular el problema de
manera precisa ni proponer fácilmente acciones para enfrentarlo. Como consecuencia, las
políticas, planes, programas y proyectos sociales suelen tener múltiples objetivos, a veces
inconsistentes entre sí y hasta contradictorios, siendo que unas actividades respondan a
unos objetivos, y otras a otros.
5.4 Etapas de la Programación 55
Los problemas sociales son dinámicos, es decir, cambian a lo largo del tiempo. Esto
obliga a que los programas y proyectos sociales tengan objetivos móviles, que requieren
reformulación de manera continua con el fin de seguir siendo pertinentes y relevantes.
El aprendizaje que tienen las instituciones u organizaciones, los gestores y directivos
involucrados en los proyectos sociales, influye también en este proceso de redefinición de
los objetivos.
Los objetivos de las políticas, programas y proyectos sociales se refieren a mejoras en las
condiciones y calidad de vida de los individuos, las familias y las comunidades. Actúan
sobre personas individuales y sobre las relaciones entre personas. Como tal, tienen una
naturaleza que no cabe cómodamente en los compartimentos sectoriales que caracterizan
las instituciones y organizaciones del ámbito social. La coordinación intrainstitucional e
intraorganizacional resulta así necesaria.
Los cambios en lo social requiere que la población objetivo “ponga de su parte” para
que se generen los logros deseados. Dicha población no puede recibir pasivamente los
servicios sociales, sino que tiene que interactuar con los servicios o las intervenciones para
poder generar el cambio deseado.
Estas características constituyen desafíos para la generación de valor para los ciudadanos en
los ámbitos de las políticas, planes, programas y proyectos sociales. La gerencia social propone
enfrentar dichos desafíos, y por lo tanto, tiene las siguientes características:
Es adaptativa, pues debe reformular de manera continua las acciones a realizar para
responder a objetivos múltiples y móviles, así como a un mejoramiento de las metodologías
en uso. Obedece además a la necesidad de ser lo suficientemente flexible para poder adaptar
a las reacciones de los usuarios y beneficiarios con los que interactúa. La adaptabilidad
responde también a la existencia de diferentes visiones por parte de un número significativo
de actores que constantemente interactúan y negocian entre sí. Finalmente, la adaptabilidad
es también necesaria para responder a problemas que muestran una dinámica permanente
de cambio.
Es integral, pues debe considerar la complejidad e interrelación de los problemas so-
ciales. Así, los proyectos sociales deben buscar capturar la integralidad del problema que
enfrentan, considerando las diversas dimensiones y causas que en él intervienen.
Promueve la participación y la concertación de objetivos y prioridades entre actores que
tienen diversas visiones del problema y de las soluciones, así como distintos grados de
poder.
La ejecución del proyecto comprende que quien lo gestione, el gerente, persiga los siguientes
objetivos:
La obtención de resultados, de manera que las actividades desarrolladas puedan tener el
impacto esperado en las poblaciones objetivos.
Seguimiento para asegurar que los resultados producidos sean los mismos que se iden-
tificaron en la fase de diseño y que son los que tienen una mayor repercusión sobre el
problema principal.
La generación de valor, lo cual, en el caso de la gerencia social, supone satisfacer las
demandas sentidas e importantes de los beneficiarios.
Lograr que el proyecto tenga sostenibilidad.
La gestión y control de todos los recursos de forma tal que se aseguren que los resultados
del proyecto se obtengan de manera oportuna y eficaz en función de los costos.
Las funciones principales del gerente durante la ejecución del proyecto son:
Monitorear el medio ambiente: se trata de identificar y mantenerse actualizado sobre las
56 Diseño y gestión de proyectos de EAN
Las actividades que se lleven a cabo en la etapa de ejecución, en términos generales, dependen
de los alcances y complejidad del proyecto. Cuándo es un proyecto pequeño, en general todo el
personal está involucrado en la planificación, pero puede pasar que sea un proyecto de mayor
alcance, donde las personas encargadas de ejecutar el programa hayan contribuido poco en su
formulación. En esos casos es necesario un plan de capacitación donde fundamentalmente se
busque que los involucrados:
Interpreten el programa, en términos de objetivos, estrategias, actividades, de manera de
obtener mayor eficacia que con una mera distribución de materiales escritos
Desarrollen o refuercen las competencias necesarias (información, conceptos, habilidades,
entre otros)
Generen entusiasmo y compromiso con el programa. Esto tiene mejores resultados en una
base de persona a persona que tan sólo distribuyendo una guía impresa.
En relación a los beneficiarios o participantes del programa, podrá ser necesario realizar
difusión a nivel de las instituciones o de la comunidad si es que la participación en el mismo no es
obligatoria. Aquí son importantes las coordinaciones interinstitucionales, barriales, comunitarias
cuyos miembros constituyan parte de la población objetivo a la que se desea llegar.
5.4.3 Evaluación
La evaluación es el proceso que procura determinar periódicamente y de manera sistemática
y objetiva, la pertinencia, eficacia, eficiencia e impacto de un proyecto, a la luz de sus objetivos.
Es una actividad gerencial externa e interna que analiza las relaciones de los procesos y recursos
con los resultados e impactos.
El propósito de la evaluación es determinar la pertinencia y logro de los objetivos y la
eficiencia, efectividad, impacto y sostenibilidad del proyecto. Una evaluación debe proporcionar
información que sea creíble y útil, para permitir la incorporación de la experiencia adquirida en
el proceso de adopción de decisiones.
Evaluar un proyecto de social, en este caso de EAN implica asumir una posición, tomar
partido respecto de lo que es adecuado o inadecuado: hacer público (al nivel que sea) un juicio
de valor. La evaluación instala una reflexión sobre lo que está bien o mal, sobre lo que debe
5.4 Etapas de la Programación 57
Tipos de evaluación:
Evaluación en curso
Evaluación terminal
Evaluación a posteriori
La utilización de los distintos tipos de evaluación dependerá, en gran parte de los objetivos del
proyecto, el tiempo de duración y el tipo de proyecto.
La evaluación en curso, continua o formativa es el análisis de la validez, eficiencia y efec-
tividad de una actividad y sus resultados. Esta evaluación se realiza durante la implementación del
proyecto y es hecha en intervalos previamente determinados. Mide en qué medida la ejecución
coincide con el diseño y cómo se están utilizando los recursos. Puede incluir los procesos de
monitoreo, supervisión y auditoría. Este tipo de evaluación podrá ayudar a los responsables
del proyecto a realizar ajustes en los objetivos, en las estrategias de implementación o en otros
aspectos.
La evaluación terminal o de resultados se realiza a la conclusión o poco antes de finalizar
el proyecto. Este tipo de evaluación, además del análisis de las actividades y resultados, deberá
proporcionar las bases para decidir sobre acciones futuras como extensión de la experiencia a
otras áreas, necesidad de realizar una segunda fase del proyecto, entre otros. Se debe destinar
un tiempo específico en el cronograma del proyecto para su realización ya que, en general, su
implementación lleva tiempo. Sus resultados deben plasmarse en un informe final del proyecto
que se presentará a la entidad financiadora y a la institución u organización en la que se desarrolló
el proyecto.
La evaluación a posteriori o de impacto se realiza después de tiempo de finalizado el
proyecto, cuando se espera tener el desarrollo total de los beneficiarios que éste pretendía
alcanzar. Esta evaluación analizará el impacto del proyecto sobre la población beneficiaria,
determinado los efectos residuales del proyecto, una vez transcurrido un tiempo de concluido el
proyecto. La evaluación de impacto es fundamental en los proyectos de EAN ya que es la única
forma de saber si realmente la población beneficiaria adoptó los comportamientos esperados.
A pesar de las ventajas de poder realizar este tipo de evaluaciones de impacto, que no siempre
es posible de realizar porque no se prevén a la hora del diseño y formulación de los proyectos,
se debe tener en cuenta que muchas veces ya no hay posibilidades de reacción o ajuste por
parte del equipo que gestionó el proyecto. En esta situación la evaluación se convierte en un
aprendizaje que no puede ser aplicado inmediatamente pero que debe ser tenido en cuenta en
futuras intervenciones.
Al evaluar un programa o proyecto se considera:
58 Diseño y gestión de proyectos de EAN
El logro de los objetivos específicos en términos del impacto sobre el problema. Habitual-
mente debe expresarse en indicadores cuantitativos como números o porcentajes.
El cumplimiento de las distintas actividades planificadas para alcanzar cada objetivo
específico, permitiendo estimar la participación de cada una en el éxito o el fracaso de
logro de la meta final.
El costo-efectividad del programa realizado, para determinar los cambios efectivamente
logrados en relación al costo y si la estrategia escogida representó la alternativa más
económica.
Indicadores
Los indicadores son un índice o un reflejo de una situación dada. Se les definen como
variables que sirven para medir los cambios, actúan como un instrumento entre un objetivo y los
medios para verificar que dicho objetivo sea logrado.
Son expresiones no ambiguas de fenómenos con características tanto cuantitativas como
cualitativas. Los indicadores deben describir los fenómenos de tal manera que pueden ser
comparados y contrastados en diferentes momentos del tiempo, en diferentes lugares o contextos
y en diferentes escenarios. Por esto mismo, los indicadores tienden a tomar una naturaleza
cuantitativa, pues la cuantificación facilita la agregación y la comparación.
Constituyen instrumentos para el seguimiento y la evaluación de las actividades que se
ejecutan en el marco del proyecto para alcanzar los resultados comprometidos, cualquiera sea el
nivel de éstos. Es decir que se deben definir indicadores y metas de logro del objetivo específico
y, también, de los productos finales y de los impactos del proyecto.
Los indicadores seleccionados deberán ser:
Prácticos, fáciles de recolectar e interpretar ya que el costo de recopilar datos y producir
información a ser sintetizada por el indicador debe ser razonable y de acuerdo a los
recursos disponibles.
Tan objetivos y precisos como sea posible, para que pueda ser interpretado de manera clara,
de tal forma que sea plenamente entendible por diversos actores, en diferentes momentos.
Numéricamente medibles.
Tan específicos como sea posible, en relación a los cambios que el programa trata de
promover.- Relevantes, que reflejen elementos o fenómenos que forman parte de lo que se
busca entender.
Su definición debe incluir la definición de las fuentes de información o de los métodos de
recopilación de datos para su elaboración.
En los proyectos sociales se suele presentar alguna resistencia a la definición o uso de indi-
cadores de efectos e impactos, pues los indicadores pueden resultar limitados para el análisis de
fenómenos complejos, cualitativos y multidimensionales. No obstante, los indicadores no tienen
ninguna limitación intrínseca para describir fenómenos cualitativos o complejos. Igualmente, se
debe reconocer que aquellos indicadores que miden exclusivamente las dimensiones cuantitativas
o fácilmente observables de los fenómenos que se pretenden entender, resultan insuficientes para
muchos de los análisis necesarios para apoyar la gestión del proyecto. Es muy probable que un
determinado efecto o impacto no se pueda resumir en un solo indicador; cada efecto o impacto
podría necesitar más de un indicador para representar su dinámica.
EJEMPLO
META:
- Se habrá capacitado a un 75 % de los maestros rurales de las escuelas de la región YYY en
nutrición y alimentación.
INDICADOR:
No de maestros rurales capacitados en nutrición y alimentación
—————————————————————————- x 100
No de maestros rurales de la región YYY
META:
- Se habrá capacitado a un 75 % de los maestros rurales de las escuelas de YYY en el cultivo
de huertas orgánicas y plantas aromáticas y medicinales.
INDICADOR:
No de maestros rurales capacitados en huerta orgánica y plantas medicinales
——————————————————————————————— x 100
No de maestros rurales de la región YYY
META:
- Se habrá capacitado a un 50 % de los pobladores de YYY en el cultivo de huertas orgánicas
y plantas medicinales y aromáticas.
INDICADOR:
No de pobladores rurales capacitados en huerta orgánica y plantas medicinales
——————————————————————————————— x 100
No de pobladores de la región YYY
META:
- La Comisión Pro Desarrollo de YYY habrá establecido redes de apoyo con al menos dos
instituciones estatales.
INDICADOR:
No de instituciones con la que la Comisión estableció redes de apoyo
META:
- El 50 % de los maestros capacitados en nutrición y alimentación habrán implementado en
60 Diseño y gestión de proyectos de EAN
INDICADOR:
No de maestros que implementaron proyectos transversales en sus escuelas
——————————————————————————————– x 100
No de maestros capacitados
Etc.
Por último se recomienda revisar la coherencia interna del documento del proyecto para asegurar
su comprensión plena por quienes estén involucrados en el mismo.
5.6 Bibliografía
- Ander Egg, Ezequiel, Aguilar, María José. Cómo elaborar un proyecto. ICSA, Humanitas,
Buenos Aires, 1992.
- Banguero, Harold, Quintero, Victor. Los proyectos sociales I. Publicación IFL, Cali, 1991.
- Caliendo, Mary Alice. Nutrition and Preventive Health Care. Estados Unidos: University of
Maryland, 1981.
- Castro, Hilda y Raffalli, Susana. Lineamientos para el diseño y la gerencia de programas de
seguridad alimentaria y nutricional. Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP),
Guatemala, 1998.
- Cohen, Ernesto, y Franco, Rolando. Evaluación de proyectos sociales. Buenos Aires: Instituto
Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES/ONU), Centro Inter-
americano de Desarrollo Social (CIDES/OEA). Grupo Editor Latinoamericano, 1988.
- Consulta de expertos de la FAO sobre educación en nutrición para el público. Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Roma, 1995.
- Dornell, T. Los actores sociales o sujetos de la actuación profesional: instituciones, organi-
zaciones y grupos. Taller de Proyectos para la Inserción Laboral, Licenciatura en Nutrición,
Universidad de la República, Montevideo, 2004
- Drummond, MF. Principles of Economic Appraisal in Health Care. Oxford University Press,
New York, 1980.
- Fontaine, Ernesto R. Evaluación Social de Proyectos. Instituto de Economía, Ediciones Univer-
sidad Católica de Chile, 1997.
- Gallardo, Leonel, y Praun, Alexandra. Diagnóstico de la Educación Alimentario Nutricional a
nivel institucional y a nivel de la comunidad. Guatemala: Instituto de Nutrición de Centroamérica
y Panamá (INCAP), 1982.
- Ginestar, Ángel. Pautas para identificar, formular y evaluar proyectos, Organización de Estados
Americanos (OEA), Asociación Argentina de Evaluación, Centro Interamericano de Cooperación
y Capacitación (CICAP). Buenos Aires, 2001.
- Guía para capacitar a personal local encargado de alimentación a grupos materno infantil y
escolar. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Roma, 1987.
- Greene, W.H., y Simons-Morton, B.G. Educación para la salud. México, D.F.: Nueva Editorial
Interamericana S. A., 1988.
- Ismail S., Immink M., Nantel G., Mejora de los programas de nutrición: Un instrumento de análi-
sis para la acción. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO). Roma, 2003.
62 Diseño y gestión de proyectos de EAN
Hoy en día existe acuerdo general sobre la importancia de los estilos de vida en la causalidad
de los problemas de salud prevalentes. También hay acuerdo unánime sobre la importancia del
cumplimiento de las recomendaciones y prescripciones del personal de salud. Se ha señalado
la necesidad de poner en marcha programas de educación sanitaria con el fin de prevenir la
morbilidad y mortalidad derivadas de los hábitos insanos, fomentar la salud de las personas
y contribuir a su restauración cuando se ha perdido. El objetivo último de estos programas es
modificar los comportamientos de la población en sentido favorable de la salud.
Si bien se arribaron a consensos sobre la necesidad de cambiar los comportamientos insanos
prevalentes, no lo hay en cambio sobre como hacerlo, es decir, sobre como estructurar y desar-
rollar el proceso de acción educativa para que sea eficaz en el logro del objetivo que se le ha
asignado.
Para explicar la forma en que las personas se comportan frente a las situaciones de salud y
enfermedad, diferentes disciplinas de las ciencias sociales como la psicología social, la sociología,
la antropología, la psicología, la economía, la medicina y las ciencias de la comunicación, han
intentado desarrollar modelos teóricos que intentan explicar los mecanismos a través de los
cuales se pueden modificar los comportamientos de salud. Se han desarrollado más de veinte
modelos que se encuentran descriptos en la bibliografía existente.
En esta oportunidad se mencionarán siete modelos, que responden a diferentes teorías y que
han sido los más usados. Estos modelos son:
1. Modelo de creencias en salud
2. Modelo PRECEDE
3. Modelo basado en la política económica
4. Modelo pragmático.
5. Modelo de etapas del cambio o transteórico del cambio.
6. Teoría del aprendizaje social.
7. Teoría de acción razonada.
las creencias de los consumidores y los pacientes influyen de forma sustancial, en la toma
de decisiones en relación con la aceptación de las medidas preventivas recomendadas por las
autoridades sanitarias y en cooperación con los planes terapéuticos propuestos por el personal
de salud. Estas creencias en salud han sido incorporadas a los diversos modelos psicológicos
ideados para explicar las decisiones tomadas por el paciente en relación con la promoción y
restauración de su salud.
La idea fundamental del modelo sostiene que las cosas reales y los eventos reales no tienen
efecto directo sobre las decisiones. Las percepciones de estos objetos y eventos es lo que es
importante.
El modelo pone de relieve las creencias; una creencia es algo que se acepta como verdad,
sin tomar en consideración si en realidad es o no es verdad en términos objetivos. Las creencias
se componen de:
Un elemento cognoscitivo (por ejemplo, qué podría suceder).
Un elemento afectivo (por ejemplo, qué tan profundamente importa las consecuencias de
lo que podría suceder).
Según el modelo original, que el individuo siga o no las recomendaciones preventivas del
personal de salud está en función de las siguientes percepciones:
La susceptibilidad personal a la enfermedad que se pretende prevenir, es decir, la per-
cepción que posee la persona de tener un riesgo de enfermar. Cuando ya existe una
enfermedad diagnosticada, esta dimensión se reformula incluyendo la percepción subjetiva
sobre probables recaídas, la aceptación de la enfermedad y la susceptibilidad de enfermarse
en general.
La gravedad probable de la enfermedad, la cual alude a los sentimientos personales
sobre la seriedad del problema de salud. Este aspecto no solo incluye la evaluación clinica
de la enfermedad, sino también las consecuencias sociales de la misma (repercusiones
sobre la familia, relaciones sociales o trabajo).
Los beneficios potenciales de la medida preventiva recomendada (eficacia en prevenir o
reducir la susceptibilidad personal a la enfermedad o su gravedad).
Las barreras o dificultades encontradas en la adopción de las medidas preventivas re-
comendadas (costo económico, molestias físicas o emocionales, incomodidad).
Los hallazgos revelados por distintos estudios realizados sobre la aplicación de este modelo,
han señalado a la percepción de las barreras para la acción, como el predictor individual de
las conductas en salud más poderoso en comparación con el resto de los distintos elementos que
conforman este modelo.
El modelo contempla la necesidad de algún tipo de estímulo a la acción o detonante para que
la nueva conducta se ponga en marcha. Estos estímulos harían salir a la luz las percepciones, es
decir, harían consecuente al individuo de sus opiniones, sentimientos e intenciones en relación
con la medida preventiva recomendada.El modelo asume también que diversas variables sociode-
mográficas y estructurales pueden influenciar las creencias y percepciones del individuo. Se
considera, no obstante, que estas variables no ejercen una influencia directa sobre la conducta,
sino que su efecto lo ejercen indirectamente, a través de las percepciones y motivaciones.
El modelo original ha sido posteriormente revisado para incluir en él otras variables que
diversas investigaciones han demostrado que son importantes en la toma de decisiones sobre
la aceptación o no de medidas preventivas, o para hacer factible la aplicación del modelo a
la predicción del cumplimiento, por parte del paciente, de las recomendaciones terapéuticas
prescritas por el médico. Entre las nuevas variables incluidas en el modelo, están las siguientes:
La motivación general sobre las cuestiones de salud.
La resusceptibilidad a la enfermedad.
La confianza general de la persona en el personal de salud y en la asistencia sanitaria.
6.1 El Modelo de Creencias en Salud 65
Este modelo ha sido efectivo para afrontar las enfermedades masivas y graves, cuyo elevado
grado de peligrosidad, su amenaza vital y sus efectos inmediatos, genera en las personas gran
temor. También ha sido eficaz en aquellos problemas de salud cuya solución requiere medidas
sencillas, efectivas y de bajo costo (económico y/o social). Contrariamente, en las enfermedades
no trasmisibles relacionadas con los estilos de vida, el uso de este modelo no ha sido tan eficiente,
ya que las repercusiones de los hábitos insanos son observadas a largo plazo y no siempre es
clara la asociación de estos comportamientos con los consecuentes problemas de salud, siendo
poco útil la amenaza como elemento motivador para inducir cambios en las conductas.
Otras de las debilidades que se han identificado en este modelo, refieren al hecho que las
creencias de salud compiten con otras creencias y las actitudes personales, las cuales también
pueden estar ejerciendo influencia sobre el comportamiento individual. A su vez, en las inves-
tigaciones desarrolladas por la psicología social sobre el cambio de comportamiento, no se ha
demostrado que la formación de creencias siempre antecede a un cambio de comportamiento;
66 Modelos de comportamiento en salud y cambio de comportamiento
para influenciarlos.
Fase 6: Es el desarrollo e implementación del programa. Si el educador tiene presente
las limitaciones de los recursos disponibles, del tiempo y de sus habilidades, las in-
tervenciones educativas apropiadas serán casi evidentes a partir del diagnóstico de los
factores predisponentes, posibilitadores y reforzadores. Solo resta la selección adecuada
de las combinaciones de intervenciones y una valoración de los recursos y problemas
administrativos.
Fase 7: Es la evaluación, que es considerada como una parte integral y continua de todo
el esquema. Los criterios de la evaluación surgen naturalmente del procedimiento de
diagnóstico; por ejemplo, en el inicio del proceso se debe enfatizar en la importancia
de fijar objetivos programáticos y comportamentales claros para que los estándares de
aceptabilidad sean definidos antes de la evaluación.
El modelo PRECEDE enfatiza dos proposiciones: una, que la salud y los comportamientos en
salud son causados por múltiples factores y, dos que como la salud y los comportamientos en
salud son causados por diversos factores, los esfuerzos para afectar estos comportamientos deben
ser multidimensionales.
a) Suministro de la información:
La información es uno de los elementos básicos de la acción educativa. Pero la información
sola no es suficiente para que el individuo pase a la acción, siendo necesario que previamente
cambien las actitudes como consecuencia de la motivación.
Ofrecer una información válida no es sencillo. La información, para ser válida en educación
sanitaria, debe ser veráz, completa, clara y comprensible. Para que sea eficaz y recordada, la
información debe ser dada repetidamente y a través del mayor número de fuentes posibles.
b) Cambio de actitudes:
En esta etapa, el sujeto cambia sus actitudes como consecuencia de la motivación conteni-
da en el mensaje persuasivo. Se le conoce también como proceso de aceptación-rechazo, ya
que, después de esta etapa, el sujeto ha aceptado la información (ha cambiado sus opiniones,
sentimientos e intenciones) y está predispuesto a la acción.
En el contexto de la educación para la salud, la actitud es una predisposición mental adquiri-
dad y duradera que incita a comportarse de una forma determinada frente a un determinado tema
de salud.
El conjunto de las reacciones de un individuo frente a un estímulo (objeto, persona o situación)
se resume en tres componentes principales: cognitivo, afectivo y conativo (intención).El conjunto
de lo que se sabe del estímulo, como se lo percibe, que significancias y características se le
atribuye, constituye el componente cognitivo de la actitud. La segunda dimensión de la actitud,
concierne a los sentimientos o reacciones emocionales frente al estímulo en cuestión. La tercera
dimensión de una actitud incluye todos los planes, decisiones e intenciones relativas a las
acciones a emprender frente al estímulo.
Como los tres componentes de la actitud son el resultado de las mismas experiencias,es
normal que estén estrechamente ligados.
Las actitudes vienen determinadas, principalmente, por lo vivdo por el individuo, y pueden
considerarse como el resultado de lo que el individuo ha aprendido sobre los más diversos
aspectos de vida y de la sociedad a través de las diferentes experiencias sufridas desde su
nacimiento.
Las actitudes de salud de la población se adquieren también de esta forma. Las experiencias
propias, las de las personas cercanas (del propio grupo familiar o social), las de personas
relevantes y dignas de imitación (personajes famosos), y las comunicaciones especialmente
de los medios de difusión de masas, de la relación equipo de salud-paciente, son las fuentes
principales de las actitudes de salud de los individuos, grupos y colectividades. Muchas de estas
actitudes serán positivas; otras serán negativas. Estas actitudes negativas de salud son las que
pretende modificar la educación para la salud, sin lo cual, el individuo no pasará a la acción.
Las actitudes no son estables durante toda la vida del individuo, sino que son modificables
por el aprendizaje. La comunicación persuasiva es el instrumento más utilizado para modificar
las actitudes de educación para la salud, pero para que el cambio de actitud persista, es preciso
repetir periódicamente los mensajes persuasivos, para, de esta forma, sostener el cambio de
actitud conseguido.
Las acciones propuestas para cada una de las etapas son las siguientes:
En el caso de aquellas personas que están en la etapa de precontemplación, estas no se
encuentran preparadas para la acción, por lo que se sugiere concientizar sobre la necesidad de un
cambio de conducta, ofreciendo información personalizada sobre sus riesgos y beneficios.
En la etapa de contemplación, se recomienda motivar a las personas para iniciar el cambio
e incrementar la confianza en sí mismos sobre sus capacidades para llevar adelante el mismo, así
como brindar información sobre los recursos existentes que pueden contribuir en el logro del
mismo.
Aquellas personas que se encuentran en la etapa de preparación para la acción general-
mente han elaborado un plan para el cambio de conducta, a estas se las debe apoyar en la
planificación de dicho cambio, en el establecimiento de metas realistas, en la solución de los
problemas y en el desarrollo de conocimientos y habilidades que incrementen su autoeficacia.
Las personas que se encuentran en la etapa de acción están llevando adelante el cambio, por
lo que se debe acompañarlas en la acción brindando información sobre las estrategias más útiles,
prácticas y satisfactorias. También es importante considerar el contexto y el apoyo social, de
manera que favorezcan los cambios de conducta.
En la etapa de mantenimiento, la persona viene ejecutando la nueva conducta al menos seis
meses, en este caso es importante apoyarla en la resolución de los problemas que se presentan,
recordando la decisión del cambio, reconociendo sus logros y esfuerzos y acompañando en el
caso de recaídas.
En el proceso ideal, la persona avanza por las distintas etapas sin retroceso, sin embargo las
recaídas son frecuentes en los cambios de comportamiento relacionadas con la salud; frente a
esta situación, es importante que el sujeto mantenga la intención de cambio hasta convertir la
6.6 Teoría del Aprendizaje Social o Teoría Cognitiva Social 71
Bibliografía
Bandura A. Autoeficacia: como enfrentamos los cambios de la sociedad. Bilbao: Descleé
De Brouwer; 1999.
Fishbein M, Ajzen I. Belief, attitude, intention and behaviour: Reading, MA. Bev-
erly Hills: Sage, 1978.
Rosenstock MI. Health belief model: explaining health behavior through expectan-
cies. In: Glanz K, Lewis F, Rimer B, eds. Health behaviour and health education: Theory,
6.7 Teoría de acción razonada 73
7.1 Introducción
La entrevista es una relación con caracteristicas especificas que se establece entre
dos o más personas. En el tema que convoca, lo singular de esta relacion consiste en que
uno de los integrantes de la misma es un técnico, que debe actuar en ese rol, y él o los
otros,son usuarios, que necesitan de su intervencion técnica.
El nutricionista es el profesional capaz de evaluar el estado nutricional de la poblacién
a nivel colectivo e individual, administrar programas de alimentacién, nutricion y edu-
cación, realizar investigaciones en estas areas e integrarse a equipos multiprofesionales
para incidir signiticativamente en la situación alimentario-nutricional mediante acciones
de prevencién, promocion y atención.
Dentro de las funciones profesionales que debe llevar a cabo el nutricionista se
encuentra la atención nutricional a los usuarios en situación de hospitalización o am-
bulatoria, con el objetivo de promover, recuperar y/o mantener su adecuado estado
nutricional a través de un tratamiento integral.
La entrevista es una de las técnicas que este profesional utiliza para cumplir su
objetivo durante la consulta.La relación del nutricionista con el usuario se inicia en
la primera entrevista. Este primer encuentro es capital, debido a que, a menudo, la
cualidad de la relación que se crea condicionara el éxito del tratamiento. Es fundamental
considerar que el nutricionista no sólo utiliza sus conocimientos de nutrición con el
entrevistado, sino que esta práctica se produce a través de su propio comportamiento en
la entrevista.
Durante la misma, se obtienen los datos necesarios para definir la solución a la
problemática planteada por el usuario y éste obtiene una respuesta a su problema.
El nutricionista, desde esta perspectiva de su rol, transforma, a través de la elabora-
cion cientifíca como método, las prácticas alimentarias cotidianas del ser humano en
conocimiento, al mismo tiempo que utiliza sus conocimientos cientiflcos.
El estudio de la entrevista como técnica ha reducido su proporción de arte y ha
acrecentado su manejo y efectividad como técnica cientiflca. Se puede enseñar y aprender
a realizar entrevistas sin tener que quedar librado a un don o una virtud imponderable
del profesional.
La entrevista, en cuanto técnica, tiene sus propios métodos y recursos que implican
al mismo tiempo ampliar y aplicar los conocimientos.
76 La entrevista en la práctica profesional del nutricionista
En la práctica del nutricionista resulta muy útil tomar en cuenta y utilizar los
conocimientos de la técnica de la entrevista, ya que su manejo permitirá optimizar
la investigación, el diagnóstico y la orientación al usuario.
Esa atmósfera exige que él se sienta aceptado tal cual es, sin que se juzgue si su
conducta es buena o mala. En el área clínica un vinculo con estas caracteristicas se
manifiesta como una alianza terapéutica entre nutricionista y paciente. Dicha alianza
terapéutica permite desarrollar una relación en el seno de la cual se puede reunir la
información necesaria para asistir al usuario y a la vez favorecer la función de educador
y motivador del técnico.
Durante la entrevista el nutricionista observa una parte de la vida del entrevistado, que
se desarrolla en relación y frente a aquel. La primera regla fundamental a este respecto
es tratar de que el campo se configure especialmente por las variables que dependen del
entrevistado. Esto permitirá al nutricionista obtener datos fidedignos y orientar en forma
apropiada al usuario para un correcto análisis situacional y, por lo tanto, pasible de ser
considerado por el mismo. Cuando se habla de análisis situacional se hace referencia a
un diagnóstico basado en el modelo biopsicosociocultural de salud-enfermedad. De esta
forma se enfocará al usuario y al motivo de su consulta en el contexto de su vida, de
su familia, de su trabajo y de la comunidad en la que vive. Se intentará reconocer las
alteraciones a nivel bionutricional, psicológico, sociofamiliar y asistencial, de manera
de poder hacer un análisis abarcativo que permita orientar las acciones.
78 La entrevista en la práctica profesional del nutricionista
* Pensamos que:
# Se crea un campo en que la relación interpersonal se manifiesta como
una descalificación mutua de los roles de cada uno.
7.3.2 Encuadre
Para que el campo de la entrevista se configure por la persona del entrevistdo se debe
establecer un encuadre de trabajo.
# Se observa que el paciente utiliza un código comunicativo que implica que la nutri-
cionista deba interpretar que su indicación no mejoró la situación del paciente.
Nta.: Pero ..., cuénteme que ha estado comiendo desde nuestro último encuentro.
J.L.B.: Y bueno, todo lo que Usted me dijo.
# La Nta. hace una revisión de los medios y recursos utilizados en la entrevista anterior,
implicándose en el proceso de comunicación.
J.L.B.: Ah, fueron tantas cosas que me dijo Usted la otra vez, que la verdad no me
acordaba.
piensa que se lo puede ayudar y de qué manera, o hacerle notar que no está
prestando atención. De esta forma se puede deslindar si se trata de algo circun-
stancial o si el usuario ha realizado la consulta sin motivación personal o se siente
desesperanzado frente a su situación.
Cuando el usuario manifiesta directamente o deja entrever su insatisfacción
con el servicio. La insatisfacción puede deberse tanto a las condiciones del servicio
como a que no surgió el verdadero motivo de consulta y por lo tanto no pudo
tenerse en cuenta. También pueden influir las experiencias personales anteriores o
de allegados, en dicho servicio u otro similar.
Cuando el usuario consulta reiteradamente sin que haya habido cambios que
Io justifiquen. Es aconsejable preguntar entonces sobre cambios en su vida per-
sonal que lo puedan estar afectando.
7.4.2 Transferencia
La transferencia es un fenómeno psicológico por el cual el usuario traslada sin darse
cuenta _inconscientemente_ sentimientos, deseos, situaciones y pautas de sus vínculos
pasados a la situación presente de entrevista. Tiende de esta manera a “transformar” las
experiencias nuevas en situaciones conocidas y repetitivas.
La transferencia se maniflesta como la asignación de un rol al entrevistador por parte
del entrevistado. Este rol atribuído implica la expectativa de una actitud determinada por
parte del entrevistador, actitud que no se desprende en general de su rol profesional.
Existen, por tanto, una serie de sentimientos cuyas raíces no son conscientes pero
que se manifiestan po r las actitudes, conductas y exigencias del entrevistado.
El nutricionista puede ser identificado tanto con una madre nutricia y acogedora como
con una omnipotente y castigadora y algunas veces, las características de la consulta
pueden favorecer estos tipos de transferencia. No se debe olvidar que la imagen que el
usuario tenga del nutricionista “madre” depende desde el punto de vista inconsciente, de
sus experiencias infantiles.
Este fenómeno afectivo de origen inconsciente (transferencia) se da como fruto del
vínculo entre nutricionista y usuario. Estará teñido especialmente por la personalidad
del usuario, por la situación que motive la consulta al profesional, y por el contexto en
que ésta se desarrolle.
No es lo mismo para un usuario ser paciente particular que ser paciente mutual.
Asi como él se ubicará de manera diferente frente al nutricionista, espera también del
nutricionista actitudes diferentes.
Distintas expectativas suscita una consulta por motivos estéticos que otra por una
importante afección orgánica y por lo tanto se esperaran actitudes diferentes del nutri-
cionista, dado que la necesidad que movió originalmente a consultar ubica a la persona
en un caso como usuaria y en el otro como paciente.
7.4 La relación interpersonal entre nutricionista y usuario 85
7.4.3 Contratransferencia
En la contratransferencia se incluyen todos los fenomenos que se generan en el
entrevistador a partir del campo psicológico que se configura en la entrevista.
La contratransferencia sería el efecto psicológico que tiene el usuario en el nutri-
cionista, los sentimientos y pensamientos que le provoca. Es la respuesta intrapsíquica
del entrevistador frente a la propuesta del entrevistado.
Así como el entrevistado desplaza pautas de sus vínculos pasados a la situación
presente, el entrevistador reacciona desde su historia personal. Es por ésto que el
entrevistador debe observar no sólo al entrevistado, sino que debe así mismo, realizar una
autoobservación. Es importante aprender a observar los propios sentimientos para poder
así utilizarlos como instrumento decomprensión de los sentimientos del entrevistado.
No es fácil el manejo de los sentimientos contratransferenciales, sobre todo cuando
éstos son de gran intensidad. El paciente que sistemáticamente desatiende las indica-
ciones del nutricionista, puede provocar en el profesional enojo, desinterés, deseos de
no atenderlo o po r el contrario podria vivirlo como un desafio a su rol (“a mi no me va
a ganar”). Estos sentimientos deben ser transformados por el nutricionista, de elementos
perturbadores de la relación, en elementos que le permitan entender al paciente y su
reacción frente a la indicación. De este modo el técnico transforma una dificultad en una
posibilidad.
Un ejemplo de esta sltuación son algunos paclentes jóvenes con lnsuflclencia renal
crónlca y en plan de hemodiállsls. Es frecuente que durante la entrevista el paclente
se muestre enojado con el nutriclonista conslderando que el plan de allmentación es
exagerado. EI nutricionista probablemente se sienta descallflcado en su rol profeslonal e
lmpotente en su deseo de ayudar al paciente. Estos sentlmientos contratransferenciales
deben ser pensados asumlendo que no son autorreferidos slno que expresan la angustia
del paclente ante su sltuación de enfermedad que lmpllca mucho más que restricciones
en su allmentación.
Es deseable que el nutrlclonista maneje la situaclón comentándole al paciente que
su angustia y enojo se deben, probablemente, a que su tratamiento implica no solo un
réglmen alimentario muy estrlcto, sino también un plan de hemodiálisis que distorsiona
su vida cotidiana.
El adecuado manejo de la contratransferencia permite al nutricionista mantener
constante su rol y los objetivos de la entrevista y, por consiguiente, mantener un encuadre
de trabajo profesional.
7.4.5 Ansiedad
Nta.: Bueno, tranquilícese. Desde que vive sola, ¿quién paga les gastos
de la casa?
# La nutricionista maneja inadecuadamente la distancia óptima man-
teniéndose muy alejada emocionalmente de la paciente.
C. R: Yo.
Nta.: ¿Cuáles son sus ingresos?
C. R: 6500 pesos.
Nta.: ¿Realiza algún tipo de actividad física? Caminatas, yoga, gimnasia
,....
C. R: Si, yoga en la Casa de los Jubilados, tres veces per semana.
Nta.: ¿Usted conocio a sus padres?
C. R.: Si.
Nta.: ¿Recuerda si tenian alguna enfermedad como diabetes, presión
alta...
C. R.: Sí, me vaciaron hace como 30 años, pero nada más. Además,
desde que quedé viuda, me sube la presión dos por tres. (Se mueve
inquieta en la silla y mira el reloj).
# Enmarcadas en el vínculo transferencial, la respuesta de la paciente
aparece como un intento de satisfacer los intereses de la nutricionista,
restándole importancia a la historia vital de sus enfermedades.
Esta dificultad en la comunicación ha aumentado la ansiedad en la
entrevistada.
C. R.: Si, aspirina para los dolores de la columna y unas pastillas rojas
que me dió el doctor para la presión.
Nta.: Justo por el tema de la hipertension es que vino a la consulta, para
ver de qué manera los alimentos pueden colaborar en el tratamiento.
¿Hizo tratamiento anteriormente en las comidas por algún motivo?
# La entrevista dirigida claramente se apoya en un modelo biologicista,
desdibujándose la persona del paciente.
C. R: Si.
Nta.: ¿Quién se lo indicó?
C. R.: Nadie. pero astaba un poco gorda y dejé de comer algunas cosas.
Nta.: Explíqueme un poco más.
C. R.: Si, yo tenia como 20 kilos de más, antonces dejé de comer pan,
pastas y cosas dulces.
Nta.: ¿Hoy sigue sin comer estos alimentos?
C. R.: No. Ahora como de todo.
Nta.: Si usted me parmite, ahora la voy a pesar y medir...
# Es de destacar la importancia de la actitud de la licenciada anunciando
a la paciente este segundo momento del encuentro, en el que se pone
en juego de forma directa la intervención en el cuerpo de la paciente.
Implica la consideración de los aspectos subjetivos que se movilizan y
también un posicionamiento ético, al pedir autorización a la usuaria.
Este tipo de entrevista exige gran disposición del nutricionista. Se trata de no plantear
preguntas al inicio, de darle tiempo al usuario para exponer, a su modo, lo que le
preocupa y el motivo de su visita. Ante todo hay que cscuchar. La actitud de escucha del
7.4 La relación interpersonal entre nutricionista y usuario 93
Entrevista semidirigida
Usted ha visto los tres videos. Le sugerimos que antes de leer las observaciones
que haremos sobre ellos piense:
1. ¿Con cuál de las tres entrevistas se sintió más identificado como usuario y/o como
profesional?
2. ¿Cuál considera que, a la luz de los conceptos trabajados en este capítulo, es la
más adecuada técnicamente? ¿Por qué?
Madre: Muy poco tiempo, como nosotros éramos tantos en casa, ella se
ponía nerviosa y no Ie salía Ieche. Yo también me pongo nerviosa y el
bebé llora, mi madre ya me dijo que a mi me iba a pasar lo mismo.
Nta.: El que le haya pasado eso a tu madre no quiere decir que también
te pase a ti. Tal vez podrías buscar un lugar y un momento a solas con
tu hijo y así poder darle el pecho tranquila. Fijate que el mes pasado
tu bebé aumentó un kilo, eso quiere decir que tu tenés leche suficiente
y que es mejor que continúes con la lactancia, más adelante veremos...
Podrias volver en una semana y controlamos nuevamente el peso de tu
hijo.
Madre: Ah bueno, si me Io pueden pesar en una semana de vuelta, yo
pruebo darle sólo pecho.
# El nutricionista utiliza el principio de interpretación a partir de los datos
y hechos surgidos durante la entrevista; ofrece a la madre una explicación
oportuna y su deseo de ayuda (apoyo) Io promueve un acuerdo mutuo
en relación a la indicación.
Volviendo a pensar las entrevistas del video
Entrevista 1
Entrevista cerrrada o dirigida.
Inadecuado manejo de la distancia óptima: excesiva distancia.
Transferencia: actitud de desvalorización del rol del licenciado en nutrición.
Contratrnsferencia: contractitud de reafirmación del rol (actuación de la contra-
transferencia).
Entrevista 2
Entrevista abierta o no dirigida.
Adecuado manejo de la distancia óptima.
Transferencia: al inicio la usuaria manifiesta una actitud de desvalorización del rol
de la licenciada.
102 La entrevista en la práctica profesional del nutricionista
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8 — Consejería Nutricional
Lactancia materna
La leche humana es el alimento que inmuniza al recién nacido. Durante los primeros seis
meses de vida el niño debe tomar únicamente leche materna.
A partir de los seis meses se introducen alimentos sólidos para complementar la lactancia
materna hasta los 2 años.
La leche humana contiene los nutrientes adecuados como lo son las proteínas, grasas,
azúcares, vitaminas y minerales para la alimentación del niño. Es un producto natural de fácil
digestión, que no tiene costos, está siempre disponible y va directo al consumidor, al contrario
de las fórmulas infantiles. Así mismo, tiene los componentes inmunológicos para que la madre
cuando amamanta, le transmita las defensas a su recién nacido, contra las enfermedades que ella
ha padecido. Es un líquido vivo, que se va adaptando a los requerimientos del niño en la medida
que éste crece y se desarrolla. La lactancia refuerza el lazo entre la madre y el hijo y promueve
un contacto afectivo insustituible. La lactancia materna es un recurso natural renovable.
Las madres pueden comenzar a amamantar en la sala de parto, si es posible en la primera
media hora del recién nacido, inclusive antes de haber expulsado la placenta, si no existe ninguna
complicación o contraindicación médica, según recomendaciones de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La leche se
produce una vez que el niño succiona, por el estímulo a los receptores sensoriales de la areola y
la acción de las hormonas prolactina y oxitocina.
Los beneficios para el niño que recibe lactancia materna exclusiva durante los seis primeros
meses, incluyen: la disminución del riesgo de contraer diarreas o infecciones respiratorias, la
malnutrición, las alergias y además está relacionada con la prevención de enfermedades crónicas
no transmisibles en la edad adulta como la diabetes y las enfermedades del corazón.
Las mujeres obtienen beneficios cuando amamantan exclusivamente, como la disminución
del sangrado después del parto, la recuperación gradual del peso previo al embarazo, el efecto de
supresión temporal de la ovulación y por consiguiente el espaciamiento natural entre embarazos
y la menor incidencia de cáncer de mama.
También las familias y la sociedad disfrutan de los beneficios de la lactancia materna, cuando
no se presentan los desequilibrios en el hogar, producidos por la aparición de alguna enfermedad
105
en el niño, la ausencia al trabajo de los padres o tener que correr con los costos de hospitaliza-
ciones o compras de fórmulas infantiles.
Cómo se amamanta
Para llevar a cabo un buena técnica de amamantamiento, la madre y el hijo deben estar en la
posición más cómoda para ellos. El bebé debe estar de frente a su madre, “barriga con barriga”,
la cara mirando al pecho y la boca bien abierta para agarrar la areola y no sólo el pezón. Al bebé
se le induce a abrir bien la boca y se le coloca de manera tal que el mentón también esté en
contacto con la mama. Así puede succionar vigorosamente mientras la madre lo acaricia y le
canta o le habla.
Es conveniente que el ambiente sea agradable y tranquilo, no es necesario llevar controles en
el tiempo de las mamadas ni en los periodos entre ellas, lo que se denomina “lactancia a libre
demanda” y se recomienda mantener el alojamiento conjunto para favorecer el proceso de la
lactancia.
La leche materna se produce a medida que el niño mama. Ese es el estímulo para la produc-
ción: la succión. Una mujer puede producir entre 600 a 1.200 ml de leche al día y es suficiente
para que el niño aumente entre 20 a 30 gramos diarios durante el primer mes. Algunos indi-
cadores de que un bebé toma suficiente leche, además del incremento del peso, es que luce
satisfecho y sano, duerme después de comer y la madre siente como succiona la areola y descarga
el pecho, sin molestias.
La composición de la leche varía según la edad del niño en función de cubrir sus necesidades
de crecimiento, a tal efecto, el agua, los azúcares y las grasas aumentan en cantidad y baja
un poco la concentración de proteínas. Así, se produce el calostro durante las dos primeras
semanas, la leche de transición en la tercera semana y la leche madura al mes. Por lo tanto, es
importante asegurar una hidratación suficiente y una alimentación balanceada a la madre durante
la lactancia.
Se puede presentar alguna situación especial cuando a la madre no le es posible amamantar
a su hijo, ella puede extraerse y guardar la leche. Puede ocurrir que la mujer se enferme o que
el bebé sea prematuro y no succione fuerte o que la mujer deba ir a trabajar. Por estas y otras
razones, la madre puede crear un banco de leche en su casa. La leche humana puede permanecer
entre 2 a 4 horas a temperatura ambiente. Si se refrigera se conserva unos 2 a 4 días. Si se congela
puede durar unos 2 meses o mas. Los elementos inmunes disminuyen en cantidad y acción en la
medida que la leche tiene más tiempo, pero los elementos nutritivos se conservan. Se enseña a
las madres o cuidadores del bebé a suministrar la leche humana con un vaso y una cuchara, para
evitar la introducción del biberón.
Los pechos congestionados, los pezones adoloridos o agrietados y las mastitis pueden
prevenirse con una técnica de amamantamiento adecuada y con la extracción manual de la leche
para aliviar el dolor. En los casos en que se presenten, se recomienda consultar al médico o
enfermera para resolverlos.
También en situaciones de niños que rechacen el pecho o que impresionan quedar con ham-
bre, gemelos, niños prematuros, de bajo peso al nacer, o con alguna enfermedad, es preferible
106 Consejería Nutricional
considerar la asistencia del profesional de la salud especializado para proseguir con la lactancia
en las mejores condiciones para el niño y sus padres.
El Pre-escolar
En esta etapa el niño se interesa por los juegos y no por la comida. Crece lentamente y
sus requerimientos calóricos disminuyen, por lo que demuestra poco apetito. Es la edad para
fomentar los hábitos de alimentación saludables. Generalmente se conforman con los alimentos
que le gustan y rechazan los nuevos.
La etapa del pre-escolar es la mas indicada para fomentar los hábitos en el niño. Uno de
los principales es el hábito de la buena alimentación. Durante este tiempo el niño inicia su vida
escolar y es cuando comienza el contacto con otros alimentos distintos de los caseros como los
que se venden en las cantinas, los que llevan sus compañeros o con los que los padres preparan
su lonchera.
También es el momento de las “golosinas” ya que tienen la posibilidad de intercambiar con
sus amigos. Las dulces representan alta carga de azúcar y las saladas obviamente son elaboradas
con abundante sal, por lo que ambas son dañinas y deben evitarse. Las comidas “rápidas”
completan el panorama indeseable para una buena alimentación. Si completamos el cuadro con
poca actividad física o mucho tiempo frente al televisor o jugando con la computadora o con
juegos de video, los efectos negativos en la salud del niño no tardarán en aparecer: sedentarismo,
sobrepeso y obesidad.
Se recomienda que el niño sustituya la golosina por alguna fruta tropical y dejar las comidas
rápidas, refrescos para ocasiones especiales, como alguna fiesta infantil o salida de paseo. Se
debe incentivar al niño a hacer 3 comidas y 2 meriendas, desayunar bien antes de salir de casa,
tomar agua durante el día, además de las comidas. Los padres por su parte deben acompañarlos
en la mesa. El lavado de las manos antes y después de comer y el cepillado de los dientes,
complementan los hábitos de alimentación.
El Escolar
A esta edad se inicia la diferenciación sexual y existe un incremento de la grasa corporal.
Los escolares son autónomos en la decisión de alimentarse porque permanecen mayor tiempo en
la escuela y fuera del hogar, además aparece la influencia de los compañeros en relación con el
consumo de alimentos. El estilo de vida familiar y la actividad física influyen directamente en la
dieta.
Los escolares están expuestos a nuevos eventos que pueden influir en los hábitos de ali-
mentación que se iniciaron en el hogar como: el consumo de comidas rápidas, refrescos, alimentos
con abundante harina y azúcar refinado, productos enlatados e industrializados. En esta etapa de
la vida los niños van desarrollando su autonomía en la toma de decisiones y sus gustos por lo
cual comen lo que quieren, sobretodo fuera del ámbito familiar.
A todo esto se suma el efecto publicitario de las propagandas de todas esas “comidas”
atractivas en colores, sabores y variedad. Las recomendaciones de alimentos para esta edad
son: proteínas: carne roja, pollo o pescado, leche descremada y huevos, frutas tropicales para
el consumo de vitamina C y vegetales verdes y amarillos, cereales y granos, aceites vegetales
ricos en grasas poliinsaturadas. En la semana se recomienda: carne por lo menos cuatro veces,
pescado y pollo una a dos veces, vegetales verdes y amarillos cuatro veces, huevo tres veces y
frutas todos los días. Las combinaciones son de acuerdo a la costumbre familiar y al ingreso
108 Consejería Nutricional
económico.
En el portal de Educación en Salud disponible en http://www.fundadeps.org/ puedes
consultar la Guía de alimentación y nutrición en edad escolar para una profundizar sobre el tema. .
El adolescente
El crecimiento rápido a esta edad, los factores sociales y culturales inciden en la alimentación
de los adolescentes y la situación de riesgo nutricional puede ser inminente con la consecuencia
de adquirir hábitos inadecuados como la omisión de comidas o el alto consumo de comida
chatarra y bebidas recreativas. Los adolescentes deben hacer 3 comidas y 2 meriendas y de
acuerdo al tipo e intensidad de actividad física, se deben ajustar las raciones de acuerdo a sus
requerimientos.
También es la edad de la aparición de trastornos como la anorexia y la bulimia, con las
consiguientes alteraciones en la dinámica de la nutrición. En estos casos la consejería se ejerce
a través un equipo multidisciplinario de profesionales especializados en estas situaciones mas
complejas. Te recomendamos consultar la Guia de nutricion y alimentacion saludable en el
adolescente, disponible en http://www.valencia.es/ayuntamiento/Sanidad
Algunos consejos prácticos finales para promover hábitos familiares saludables de con-
sumo de alimentos
Evitar el uso de la comida como premio o castigo
Comer alimentos ricos en fibra
Fomentar la toma de agua con las comidas
Servir dietas variadas
Desayunar bien antes de salir de la casa
Vigilar el consumo de comida chatarra
Comer en un ambiente agradable
Sustituir las golosinas por frutas
Vigilar la dieta de los adolescentes
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CDC: Centro para el control y prevención de enfermedades
2. www.aap.org
Academia Americana de Pediatría
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242 – 67.
9 — Adherencia al tratamien-
to nutricional en enfermedades
crónicas
9.1 Introducción
Las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) como la Diabetes, la Obesidad o las
enfermedades cardiovasculares, constituyen un problema de salud pública creciente a nivel
mundial, debido a su rápido crecimiento y a las repercusiones que generan sobre la calidad de
vida de la población.
En un momento en que el ser humano realiza rápidos avances tecnológicos y científicos
en el ámbito bioquímico, genético y molecular, que otorgan a los profesionales un mayor
conocimiento sobre la salud y sobre la enfermedad, y por tanto una creciente posibilidad de
incidir activamente sobre los hábitos y comportamientos saludables y no saludables, emergen
los estilos de vida, los comportamientos, los hábitos alimentario-nutricionales y en definitiva la
adherencia al tratamiento propuesto por los profesionales, como los grandes responsables de la
salud y de la enfermedad.La prevención y el tratamiento de gran parte de estas patologías exige
cambios en los estilos de vida de las personas, entre ellos la alimentación. En la actualidad, aún
cuando se tiene la adecuada información científica disponible para toda la población sobre la
importancia de llevar adelante estilos de vida saludable, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos
y los trabajadores de la salud, las personas continúan presentando dificultades en la adherencia a
los cambios de conductas relacionadas con la salud.
Estudios en diferentes países han mostrado que a nivel mundial las principales causas
de mortalidad y morbilidad han variado en el sentido del incremento de la incidencia de las
enfermedades crónicas no trasmisibles. Según informe de la OMS (2004) fueron causa del 60 %
de las defunciones y constituyeron el 47 % de la carga de morbilidad. (1)
Proyecciones realizadas para la segunda década de 2000 estiman que la morbilidad estará
asociada en una proporción de 2/3 a enfermedades crónicas no trasmisibles vinculadas prioritari-
amente a la dieta. Se destaca la prevalencia de la obesidad, de la diabetes y de las enfermedades
cardiovasculares. A ello contribuyen el sedentarismo y el incremento en el consumo de alimentos
refinados, de alimentos de origen animal y de grasas(Chopra, Glabraith, Darton-Hill: 2002) (2).
Es significativa la prevalencia actual de conductas de enfermedad, de factores de riesgo
y de problemas de salud, cuyo abordaje efectivo requiere que el paciente ponga en práctica
las recomendaciones preventivas o terapéuticas que se le han indicado. Los distintos estudios
sobre la temática señalan bajas tasas de adherencia a los tratamientos, especialmente en aquellas
afecciones que requieren cuidados a largo plazo y cambios de estilos de vida. Esta escasa
adherencia terapéutica tiene múltiples repercusiones de índole psicosocial, médica y económica
para las personas, su familia y la sociedad en general; constituyendo un problema mundial de
salud pública (3).
112 Adherencia a los tratamientos nutricionales
de grasas mayor a lo recomendado y una escasa ingesta de frutas y vegetales (8,9, 16, 21 -25).
Algunos de los factores que se han relacionado con la adherencia al tratamiento nutricional
son: factores sociodemográficos, tales como sexo, edad, estado civil, nivel educativo y la ocu-
pación; obstáculos psicosociales e impedimentos establecidos por los trabajadores de la salud,
tales como la mala actitud del personal de salud, limitada educación clínica y nutricional (26,
27).
Por su parte, los estudios cualitativos han permitido la exploración en profundidad de las
opiniones sobre el proceso de adherencia terapéutica desde la perspectiva de los implicados,
centrándose básicamente en la comprensión de los factores influyentes en el seguimiento del
tratamiento nutricional. En este sentido, el comportamiento alimentario de la familia y de otros
grupos de pertenencia, los propios hábitos y preferencias alimentarias, el escaso apoyo social, los
aspectos económicos, la relación con el equipo de salud, la escasa percepción de autoeficacia, así
como la falta de habilidades y conocimientos para llevar el tratamiento nutricional adelante, han
sido identificadas como barreras para la adherencia a las nuevas conductas alimentarias (28-32).
Hay autores que hacen mucho hincapié en diferenciar la adherencia a las indicaciones, del
cumplimiento de la observancia del tratamiento, ya que conceptualmente la primera requiere
la aprobación y participación del paciente en el proceso de elaboración de las recomenda-
ciones.(Martín Alfonso:2003) Se entiende que los pacientes deben ser “socios activos” de los
profesionales de la salud en el proceso de atención, considerando como válida la hipótesis de
que los resultados de una comunicación interactiva y dialógica entre ambos, debe conducir a
lograr mejores niveles de adhesión a las indicaciones (33).
mucho mayor sobre la salud de la población que cualquier mejora en los tratamientos médicos
específicos. Es por ello que se entiende que la mejora de la adherencia terapéutica puede
plantearse como estrategia de trabajo prioritaria paraabordar efectivamente, sobre todo, las
enfermedades crónicas.
Constituye un avance significativo en el reconocimiento de la envergadura de este problema
la iniciativa mundial lanzada en 2001 por el grupo de Enfermedades No Transmisibles y Salud
Mental de la OMS con el trabajo realizado en el marco de un proyecto sobre adherencia
terapéutica a largo plazo, el que generó un informe técnico divulgado entre 2003 y 2004, dirigido
principalmente a los responsables de formular políticas de salud y a los directivos de los sistemas
de salud, como manera de aportar en las estrategias nacionales y locales que mejoren tanto
los resultados de salud como la eficiencia económica del sector. Es éste, además, un informe
de referencia para científicos, investigadores y personal de salud en su labor cotidiana. Se
creó asimismo una Red Mundial Interdisciplinaria sobre Adherencia Terapéutica, integrada por
especialistas y científicos expertos en el tema, organizaciones profesionales y de la industria,
pacientes y formuladores de políticas, quienes contribuyeron en la elaboración del informe.
Respecto al tratamiento alimentario-nutricional, este constituye un pilar fundamental en el
tratamiento de muchas enfermedades crónicas como son la Obesidad, la Diabetes Mellitus, la
Hipertensión Arterial, ciertos factores de riesgo y otras enfermedades cardiovasculares. Se trata
de un factor modificable, cuya contribución al mejoramiento de la evolución de estas patologías
ha sido debidamente evidenciada (34). Sin embargo, las bajas tasas de adherencia identificadas en
este componente del tratamiento, reflejan las importantes dificultades que enfrentan las personas
que deben seguirlo, especialmente cuando los cuidados alimentario-nutricionales requeridos
varían sustancialmente de sus hábitos alimentarios previos o cuando estos son poco compatibles
con las características personales del paciente y las de su entorno.
La alimentación es un fenómeno complejo y multicausal, en la cual intervienen factores de
índole social, cultural, psicológico y económico, que determinan las modalidades de producción,
selección y consumo de alimentos en las personas. A su vez, el acto de comer cumple múltiples
funciones en los sujetos como: la identificación social y cultural con su grupo de pertenencia,
medio de comunicación y sociabilidad, satisfacción del placer, elemento religioso o mágico,
medio para ejercer influencia, medio para descarga de tensiones, entre otros; por lo que la función
biológica o nutricional es una función más y no siempre es priorizada por las personas.
En este sentido, el tratamiento alimentario-nutricional debe ser abordado desde su compleji-
dad, considerando el contexto social y cultural en el que se desarrolla, así como los significados
que las personas le otorgan a la relación que establecen con los alimentos. Estos aspectos son
de vital importancia en relación a la adherencia a las indicaciones nutricionales, motivo por el
cual deben ser tenidos en cuenta por los profesionales de la salud especialistas en nutrición, al
momento de proponer acciones terapéuticas vinculadas a la alimentación.
Siguiendo este enfoque, Hentinen propone en 1996 otra definición considerando a la ad-
herencia como:
“Un proceso de cuidado activo y responsable, en el cual el individuo trabaja para mantener
su salud en estrecha colaboración con el personal de salud.” (39)
“El grado en que el comportamiento de una persona —tomar el medicamento, seguir un régimen
alimentario y ejecutar cambios del modo de vida— se corresponde con las recomendaciones
acordadas de un prestador de asistencia sanitaria.” (3)
Por su parte, Libertad Martín emplea el término adherencia terapéutica, definiéndolo como
una conducta compleja que comprende aspectos conductuales, relacionales y volitivos, resaltando
la participación activa y consciente del paciente en el tratamiento, de manera conjunta con
el profesional de la salud. Esta autora propone que para hacer referencia a la adherencia al
tratamiento, es necesario que se den las siguientes condiciones:
La aceptación convenida de las medidas de terapéuticas entre la persona y el trabajador
9.5 Factores determinantes de la adherencia terapéutica 117
Recuerda:
Para reflexionar
“Cumplo con el tratamiento en la medida de lo que puedo con mis ingresos, porque seguir
la dieta es caro. Todos los alimentos y productos dietéticos son más costosos, muchas veces no
puedo comprarlos y tengo que buscar una opción más económica.”
“Tenemos que comprar los alimentos que podamos comer todos en mi casa, yo no me puedo estar
comprando para mí alimentos distintos, algunas cosas sí como el edulcorante, pero solo algunas
cosas.”
“En este momento estoy sin trabajo y los únicos ingresos económicos son los de mi esposo,
eso influye también al momento de comprar la comida, somos una familia numerosa.”
“En la mayoría de los lugares donde venden alimentos no tienen comidas para diabéticos, y
cuando hay es cara, no siempre la puedo comprar.”
La baja capacidad adquisitiva de las persona determinada por los bajos ingresos, producto de
la escasa remuneración de sus empleos poco calificados o por el reducido número de personas
que perciben ingresos en el grupo familiar, y las altas tasas de desempleo, condicionan las
posibilidades de los grupos más vulnerables de adherirse al tratamiento nutricional.
Por otro lado, la escasa disponibilidad de alimentos aptos para seguir las recomendaciones
nutricionales, también constituyen un obstáculo para la adherencia terapéutica. Si bien el desar-
rollo de la industria alimentaria ha puesto a disposición de los consumidores una amplia variedad
de alimentos modificados, libres de azúcares refinados, bajos en calorías, grasas saturadas y
sodio; estos no se hallan disponibles en muchas zonas suburbanas, donde la fuente de suministro
de alimentos está constituida por pequeños negocios con una limitada oferta de estos productos.
En contraposición, existe un mayor ofrecimiento de productos ultra procesados, ricos en grasas
y sodio, de bajo costo y calidad nutricional, cuya mayor oferta ha sido promovida por algunos
cambios sociales y económicos (34).
El Licenciado en Nutrición debe reconocer estas dificultades impuestas por los condicionantes
socioeconómicos, considerando estas limitantes al momento de planificar las acciones del
tratamiento, de manera de poder orientar a la persona sobre las estrategias a seguir dentro de las
posibilidades que determina su contexto.
En lo que respecta a los aspectos demográficos, la edad y el sexo han sido identificados
como factores condicionantes de la adherencia a los tratamientos a largo plazo.
La edad es un factor que influye sobre la adherencia al tratamiento de manera irregular.
Para reflexionar
“Cuando comencé con el tratamiento para bajar de peso era más inmadura, me costó entender la
importancia de seguir la dieta.”
Este hecho se relaciona con las altas exigencias que se le imponen al adolescente el cual,
sumado a los desafíos que implican los cambios físicos y emocionales de esta etapa de la vida,
debe asumir los requerimientos propios del tratamiento (43). Varios estudios han señalado a este
grupo etario como uno de los que presenta mayores dificultades para la adherencia terapéutica,
incluyendo la adherencia al tratamiento nutricional, hecho que se asocia a los hábitos alimentarios
que presentas los adolescentes (3, 44).
A modo de ejemplo, en el caso particular de la Diabetes, la adherencia de niños y adolescentes
diabéticos promedia 58 % en los países desarrollados, siendo menor en los adolescentes que en
los niños pequeños. En el caso de los niños, las tasas de adherencia dependen de la capacidad del
adulto responsable para comprender y seguir las recomendaciones dadas; a medida que la edad
aumenta, se incrementa la capacidad para llevar a cabo las tareas de tratamiento, pero aún siguen
necesitando supervisión de sus padres. En el caso de los adultos mayores, la mayor prevalencia
de deficiencias cognoscitivas y funcionales aumenta el riesgo de la escasa adherencia(3). En este
mismo sentido algunos autores sugieren que a medida que las personas envejecen, adquieren
mayor conciencia de su estado de salud, identificando a los mayores de 70 años como el grupo
de personas más disciplinadas, mientras que las menos disciplinadas están por debajo de los 50 o
por encima de los 80 años(3).
Con respecto al sexo, los resultados son contradictorios, mientras algunas publicaciones
registran una mejor adherencia en las mujeres, otras destacan una mayor adherencia por parte de
120 Adherencia a los tratamientos nutricionales
Para reflexionar
“No vengo muy seguido al control con la Nutricionista, es muy difícil coordinar una consul-
ta, siempre tiene mucha gente citada, te dan fecha de aquí a un mes o más.”
“Me parece que sería importante tener un espacio donde nos enseñaran como inyectarnos la
insulina, cómo preparar la comidas, intercambiar recetas. Durante un tiempo funcionó un grupo
donde nos reuníamos todos los diabéticos y nos enseñaban estos temas, pero ahora ya no está
más, todos los funcionarios se dedican solo a la atención individual.”
“Cuando vengo al médico siempre me atiende muy rápido y es poco el tiempo que tenemos
para dialogar; siempre está como apurado porque tiene mucha gente para atender.”
9.5 Factores determinantes de la adherencia terapéutica 121
El modelo asistencial empleado para las patologías agudas no es útil para el manejo de
los procesos crónicos, la atención se debe basar en un modelo bio-psico-social, con una visión
holística de las personas, su enfermedad y su contexto, teniendo como principal protagonista
al sujeto. Desde esta perspectiva, es de suma importancia promover estrategias orientadas al
desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que le permita al paciente llevar adelante
su autocuidado con éxito. En este sentido, la educación para la salud, constituye un elemento
fundamental en este proceso de empoderamiento de la persona en relación a su tratamiento, con
autoconfianza y responsabilidad.
Por otra parte, la calidad de la relación establecida entre el paciente y los trabajadores
de la salud es otro aspecto determinante de la adherencia al tratamiento a largo plazo. Este
vínculo no depende exclusivamente de la conducta del paciente, sino que la conducta del traba-
jador es de gran importancia. Las variables vinculadas con la forma en que los prestadores de
asistencia sanitaria se relacionan y se comunican con los pacientes son factores determinantes de
la adherencia (3). En concordancia, L. Martín enfatiza la importancia del vínculo entre ambos,
donde la comunicación interactiva, la calidad de la relación, la colaboración y el acuerdo son
fundamentales para alcanzar mayores niveles de adherencia (6).
Para reflexionar
“Desde que yo me atiendo acá estoy muy conforme, se preocupan mucho por vos, el Nutri-
cionista te escucha, te sentís apoyada y eso también es importante. También la Doctora se
preocupa mucho, y te das cuenta que se interesa y le importa saber como estas, eso te ayuda a
seguir.”
“Me llevo muy bien con la Nutricionista, ella me escucha y yo le puedo contar todo lo que
me pasa sin sentirme juzgada.”
Estos aspectos cobran mayor relevancia si se considera el carácter complejo y crónico del
tratamiento alimentario- nutricional, ya que implica un trato permanente y continuo con el
personal de salud.
122 Adherencia a los tratamientos nutricionales
Para reflexionar
“No sigo mucho la dieta, la Nutricionista me dice que eso me hace mal para la Diabetes, pero
como no siento nada yo sigo comiendo de todo.”
“Con el peso que tenía me sentía mal, ya ni caminaba, me faltaba el aire y me cansaba en-
seguida. Desde que empecé con el tratamiento nutricional me siento mucho mejor.”
“Por momentos no es fácil para mí seguir el tratamiento, hace casi treinta años que hago dieta,
llega un momento que me dan ganas de no hacer más nada, no hacer dieta, no tomar remedios,
no hacer más nada. El tratamiento es como un peso, te cansa y te aburre.”
En general las enfermedades crónicas, especialmente las que tienen un carácter asintomático
poseen menores tasas de adherencia, en comparación con las enfermedades agudas con síntomas
de dolor o incomodidad (6). Las características de las ECNT como la Diabetes o la Obesidad,
pueden entorpecer la adherencia, ya que se trata de enfermedades que pueden permanecer asin-
tomáticas durante mucho tiempo y sus complicaciones se manifiestan a largo plazo, dificultando
su asociación directa con los comportamientos de salud actual del paciente (10). Contrariamente,
la presencia de estímulos internos para la acción, como son los síntomas, son de suma importan-
cia para el seguimiento de los tratamientos, ya que estos contribuyen a incrementar la percepción
de susceptibilidad personal (45). De este modo, la existencia de sintomatología constituye una
condición que favorece la adherencia al tratamiento, especialmente cuando el seguimiento de los
cuidados recomendados contribuye al alivio del malestar.
En lo que respecta a la duración de la enfermedad, el carácter crónico de estas patologías re-
quiere un tratamiento de por vida; la evidencia científica señala que la duración de la enfermedad
tiene una relación inversa con la adherencia, es decir, cuanto mayor sea su tiempo de evolución,
menor es la probabilidad de que la persona adhiera al tratamiento.
En lo que respecta al tratamiento, su complejidad es un aspecto relevante en relación a la ad-
herencia, cuanto más complejo menor es la adherencia terapéutica del paciente. Los indicadores
sobre la complejidad del tratamiento incluyen la frecuencia del comportamiento de autocuidado,
es decir, el número de veces por día que la persona debe realizar un comportamiento (3).
Para reflexionar
“A mí se me hace muy difícil seguir el tratamiento, son muchas cosas que tengo que atender, la
insulina, el control de la glicemia, la dieta; todo esto siguiendo con mi vida cotidiana en el
trabajo y en mi casa. Hay momento que siento que no puedo con todo.”
“Me costó mucho cambiar de un día para el otro lo que comía antes, lo que estaba acostumbrada
a comer. En mi casa se comía de todo y yo era de comer mucho.”
“A mí lo que me cansó fue la monotonía de las comidas, no sé, tal vez si las hiciera de otra
manera, si las variar un poco más.”
9.5 Factores determinantes de la adherencia terapéutica 123
Para reflexionar
“Mi esposo me ayuda mucho, el me trae frutas y verduras del mercado para que yo pueda
comer. También cocina para ellos y para mi, así tengo la comida pronta cuando llego de traba-
jar.”
”Mi familia me apoya mucho, ellos se informan, ya conocen la enfermedad y lo que puedo
comer; pasan a vivir la enfermedad junto contigo. En casa todos comemos la misma comida,
ellos me ayudan mucho, me apoyan. Cuando sientes que te acompañan, que te cuidan eso te da
fuerzas para seguir.”
mismo (48).
La familia es entendida como un conjunto de personas que interactúan entre sí, manteniendo
vínculos de interdependencia, por lo tanto, cualquier modificación sobre uno de sus integrantes
ocasiona un impacto sobre cada uno de sus miembros y sobre el equilibrio del conjunto familiar
(49). De este modo, el diagnóstico de la enfermedad en uno de sus integrantes altera el equilibrio
familiar; la respuesta del grupo ante este desequilibrio dependerá de su flexibilidad y su capacidad
para adaptarse a los cambios, transformando las conductas y complementando los roles (50).
En lo que respeta a la alimentación, la familia juega un rol preponderante en la formación
y mantenimiento de los hábitos alimentarios influyendo, entre otras cosas, en la selección, los
modos de preparación, el contexto en que se realizan las comidas, los prejuicios y creencias que
las personas tiene sobre los mismos.
Los hábitos alimentarios de las personas son el resultado de la socialización del individuo
en un grupo social y cultural, en el cual los patrones alimentarios constituyen una forma de
identificación con dicho grupo, teniendo un valor emotivo para aquellos que los comparten
(51). Por esto, los hábitos alimentarios familiares compatibles con el tratamiento nutricional o
la adaptación de la comida familiar a las necesidades del paciente, le permitirán a la persona
continuar compartiendo estas prácticas alimentarias con su grupo de pertenencia, favoreciendo
así la adherencia terapéutica.
Para reflexionar
“Siento que mi familia me tendría que ayudar un poco más con la dieta, pero no es así. Por
ejemplo, a veces le digo a mi marido: “yo no puedo comer eso” y él me responde: “tú sigue la
dieta pero yo voy a comer.”
Para reflexionar
“Cuando estoy trabajando es imposible comer lo que debería comer. Toda la comida que me dan
en el trabajo tiene sal, y la verdad que yo no me llevo comida de mi casa; incluso a veces no
tengo tiempo ni de comer.”
“Otra dificultad para seguir el tratamiento nutricional es el trabajo, mis jefes no entienden
que me puedo sentir mal si estoy muchas horas sin comer, y no les gusta que haga las colaciones
9.5 Factores determinantes de la adherencia terapéutica 125
en el horario laboral. Me parece que hay mucha desinformación sobre la enfermedad, además
tampoco pueden entender lo mal que me puedo sentir con una hipoglicemia al no vivirlo per-
sonalmente.”
“Trabajo en un centro médico de deporte, mis compañeras trabajan en la salud, ellas me apoyaron
mucho cuando me diagnosticaron la Hipertensión, incluso con la dieta, se preocupaban de que
comiera todo sin sal.”
Para reflexionar
“Los jueves y los sábados nos reunimos en el club, las mujeres llevan la comida y los hom-
bres la bebida. Esos días yo no sigo la dieta ya que no llevan nada que un diabético pueda
comer.”
“Cuando voy a una fiesta sé que voy a comer cosas que no puedo, hay un montón de cosas
con sal; no creo que vayan a hacer una fiesta con comida sin sal.”
“Cuando voy a los cumpleaños es difícil, todo lo que hay no lo puedo comer; a veces si me
conocen algunos se acuerdan y me compran un refresco light, pero los que más me cuesta es no
comer la torta de cumpleaños.”
Los eventos sociales de distinta índole, son identificados por las personas en tratamiento
nutricional, como obstáculos para la adherencia terapéutica. Esta situación guarda relación con el
hecho que los alimentos forman parte de los encuentros sociales, de las festividades o ceremonias,
mediante el rol socializador que estos cumplen. En estas circunstancias las personas no comen
precisamente por la necesidad de nutrirse, sino por razones ceremoniales y sociales, recurriendo
a alimentos más elaborados, más costosos o especiales para la ocasión, distintos a aquellos que
se consumen de manera rutinaria, circunstancias en las cuales los requisitos de la enfermedad y
su tratamiento no siempre son consideradas (54). En estos contextos, el apoyo del grupo social
también es relevante para la adherencia, ofreciendo los alimentos necesarios y contemplando la
realidad del paciente.
Por último es necesario destacar que otro tipo de apoyo social puede estar constituido por
grupos de apoyo o autoayuda. Estos brindan ayuda moral y material, ofreciendo espacios
126 Adherencia a los tratamientos nutricionales
Para reflexionar
“Cuando me dijeron que tenía Diabetes, no sabía nada del tratamiento, lo que podía comer
y lo que me hacía mal; tampoco sabía en qué consistía la enfermedad.”
“Cuando me diagnosticaron Hipertensión Arterial no sabía de que se trataba, pensé que era algo
pasajero, que en unos meses me iba a mejorar; no tenía ni noción de lo que era.”
“La Nutricionista me dice que no puedo comer alimentos dulces, pero a veces necesito com-
er algo con azúcar, al cuerpo le hace mal no recibir nada azúcar y por eso el propio organismo
me lo pide.”
Los conocimientos propios de las personas y sus creencias, conjugan elementos cognitivos
y subjetivos relativos a un objeto o situación, pudiendo predisponer a los sujetos a responder
de alguna manera preferencial (55). La falta de conocimientos sobre la enfermedad puede
conducir a la subestimación de la severidad de la misma por parte del paciente, entorpeciendo
la toma de conciencia sobre la importancia de su tratamiento. Del mismo modo, la ausencia de
conocimientos relacionados con el tratamiento, interfiere en el inicio del los cuidados, requiriendo
el desarrollo de elementos cognitivos, psicomotores y afectivos necesarios para el autocuidado.
Las personas se incorporan al tratamiento con sus propias representaciones de lo que constituyen
una amenaza para la salud, por lo tanto planifican y actúan en función de esas representaciones y
temores, influenciando así la adherencia terapéutica, especialmente en aquellas intervenciones
orientadas a modificar los hábitos y los modos de vida (3, 52, 55).
Con frecuencia, los conocimientos y las prácticas difieren entre el equipo de salud y los
pacientes, debido a la pluralidad de contextos en los que se da el proceso de socialización de
ambos. Estas diferencias se manifiestan cuando las creencias y las expectativas de los pacientes
se confrontan con las del personal de salud, interfiriendo en la confianza y adherencia al proceso
terapéutico (56).
En el caso específico de la alimentación, las personas poseen prejuicios y creencias fuerte-
mente arraigados, en torno a las propiedades relativas de los alimentos, muchos de estos sin
un aval científico, los cuales han sido trasmitidos de una generación a la otra sin profundo
cuestionamiento. Estos aspectos influyen fuertemente en las elecciones alimentarias, por lo cual
deben ser considerados al momento de planificar cambios en los hábitos alimentarios.
- el nivel de motivación, no todas las personas tienen la misma disposición para llevar ade-
lante, de manera interesada y voluntaria, los cambios propuestos en el tratamiento. Los niveles
de motivación pueden fluctuar a lo largo del proceso de adherencia influyendo sobre la capacidad
9.5 Factores determinantes de la adherencia terapéutica 127
Para reflexionar
“Primero que nada quiero seguir viviendo, yo pienso que es lo fundamental para querer cuidarse
y superar los problemas de la enfermedad.”
- el estrés psicosocial; en muchas ECNT el estrés está presente en todos los momentos de
la enfermedad, debido al carácter crónico e incapacitante de la misma y la complejidad de su
tratamiento.
Para reflexionar
”En este momento estoy muy estresado, vivo apurado, siempre estoy pensando que me tengo que
ir a trabajar, entonces no me cuido con las comidas, como lo más rápido o lo que hay en mi casa.”
“Ahora tengo una vida más tranquila, tengo tiempo para hacer gimnasia y para prepararme los
alimentos que tengo que comer; tengo más ánimo para hacer las cosas; antes cuando trabajaba
tenía mucho estrés y no me cuidaba.”
128 Adherencia a los tratamientos nutricionales
Para reflexionar
“No siento dolor de nada, no me cae mal nada y nunca estuve grave por la enfermedad; por eso
creo que me cuesta tanto tomar conciencia de la importancia del tratamiento.”
“Sigo la dieta, tomo la medicación y cuando puedo salgo a caminar; yo me cuido porque tengo
miedo a que me pase algo más grave.”
El Modelo de Creencias en Salud, establece que la elevada percepción de las personas sobre:
la gravedad de la enfermedad, los riesgos que esta implica para la salud (susceptibilidad), los
beneficios de la acción emprendida ante esta y la autoeficacia; junto con una menor percepción
de las barreras, favorecen las adopción de conductas de salud (46).
Este modelo utiliza la amenaza como motivación, estableciendo que las personas que se
siente amenazadas por una enfermedad (vulnerabilidad personal) y que consideran de gravedad
a la misma, tiene una mayor disposición para actuar (46).
Si bien este modelo no se ha considerado muy efectivo para explicar el comportamiento
frente a enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, cuyas consecuencias son distinguidas a
largo plazo, en muchos casos, la presencia de complicaciones relacionadas con la enfermedad
puede actuar incrementando la percepción de gravedad y susceptibilidad personal (45).
- la percepción de autoeficacia, esta se define como la percepción que poseen las personas
acerca del control que tienen sobre las conductas a seguir, y de sus propias capacidades para
llevar adelante una conducta con éxito. Esta es identificada como un factor influyente en el pro-
ceso de adopción o modificación de conductas por Albert Bandura en la Teoría del Aprendizaje
Social (59).
Para reflexionar
“Nunca pude seguir la dieta, no tengo fuerza de voluntad, por más que yo quiera no puedo.”
“No tengo ningún problema con el tratamiento nutricional, mi familia se hace su comida y
yo como lo mío; ya me acostumbré, sé lo que tengo que hacer y lo que no, sé lo que puedo comer
y lo que no.”
“En el momento que tuve que empezar a hacer dieta para bajar de peso no tuve inconvenientes;
9.5 Factores determinantes de la adherencia terapéutica 129
yo me cocino para mí y mis hijos se preparan lo de ellos. No tengo problema, siempre tuve poder
de decisión y cuando me decido a hacer algo, lo hago.”
Para reflexionar
“Se me hace difícil seguir la dieta porque desde niña fui acostumbrada a comer mucho, por
ejemplo, yo me sirvo un plato de comida y me parece que es muy poco, es como miserable,
entonces no repito pero me sirvo un plato bien grande.”
Los hábitos alimentarios previos poco compatibles con los cuidados exigidos por el tratamien-
to alimentario-nutricional, constituyen un obstáculo para la adherencia. Los hábitos alimentarios
determinan el qué comer y cómo comer en las personas, bajo la influencia de factores económicos,
psicológicos y socioculturales; reflejando las formas de adaptación del hombre a su contexto,
convirtiendo así a estas prácticas en una parte integral su vida. Por lo tanto, la necesidad biológica
del cambio que impone el diagnóstico de la enfermedad, no siempre es una condición poderosa
para favorecer el mismo. Esto conduce a limitaciones en la modificación y mantenimiento de
las nuevas conductas alimentarias, debiendo estas ser a aprehendidas y adaptadas a su contexto
cotidiano por las personas (51, 54).
Contrariamente, las prácticas alimentarios previas concordantes con el tratamiento nutri-
cional, favorecen la adherencia terapéutica. Los hábitos alimentarios son prácticas cotidianas
para las personas, que se las conoce y se las domina, confiriendo seguridad a aquellos que las
practican. Estas prácticas son mantenidas ya que son agradables, cómodas o satisfacen alguna
necesidad, ya sean estas propiedades reales o percibidas por aquella persona que la práctica (60).
Frente a las elevadas exigencias que imponen el tratamiento alimentario- nutricional de muchas
patologías, la posibilidad de mantener las prácticas alimentarias adquiridas a lo largo de la vida,
130 Adherencia a los tratamientos nutricionales
Recuerda:
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10 — Ética, Antropología de la Alimentación y
Educación
10.1 Presentación
La finalidad de este capítulo es reflexionar sobre la importancia de la alimentación en la
vida de las personas, desde la convicción de que no es suficiente conocer lo que comemos sino
también en que circunstancias se produce el consumo, por qué y cuáles son las principales
consecuencias biológicas, afectivas y sociales. Esta comprensión holística es fundamental para
responder eficazmente -desde diferentes intervenciones interdisciplinarias- a los problemas
alimentarios y nutricionales de la sociedad, el no hacerlo de esta manera, explicaría el fracaso
de una educación alimentaria centrada exclusivamente en los aspectos nutricionales, cuando la
nutrición es tan sólo uno entre los muchos condicionantes del comportamiento alimentario.
A partir de la experiencia sistematizada de años de trabajo en este campo, planteamos la
necesidad de enfocar una educación alimentaria que relacione en su práctica todos los complejos
y profundos significados inherentes al hecho alimentario, aspectos que constituyen el contenido
de este capítulo.
Creemos que es necesario reflexionar sobre lo que comemos y cómo lo comemos, pues
de acuerdo con P. Aguirre (2004) el hecho de que debamos comer para vivir no garantiza que
podamos comer ni que sepamos comer ni que queramos comer. Los invitamos a abordar este
desafío desde una perspectiva muy particular, la que proviene de los aportes de la ética y de la
antropología de la alimentación.
La combinación de estos dos conceptos tal vez nos produzca sorpresa y cierto desconcierto
¿realmente tienen algo que ver uno con el otro? ¿cómo se relacionan entre sí y éstos con la edu-
cación alimentaria?. Para responder a estas preguntas comenzaremos por presentar brevemente
cada uno de ellos para luego desarrollar algunos de sus interesantes puntos de encuentro.
La palabra ética procede del griego “ethos”, que significa “morada”, “lugar en donde se
habita”; posteriormente pasó a significar el “carácter” o “modo de ser” que una persona o grupo
va adquiriendo a lo largo de su vida. El término moral procede del latín “mos, moris”, que
significa “costumbre”, pero que luego pasó a significar lo mismo que el término ética, es decir,
“carácter” o “modo de ser”. De esta manera, etimológicamente, ética y moral tienen un significado
similar, se refieren al modo de ser adquirido como resultado de llevar a la práctica costumbres o
hábitos considerados buenos.
El uso de los términos ética y moral como sinónimos está muy extendido, y hace referencia,
de acuerdo con A. Cortina (2001) al conjunto de principios, mandatos, prohibiciones, patrones
de conducta, valores e ideales de vida buena que en su conjunto conforman un sistema más o
menos coherente, propio de un colectivo humano en una determinada época histórica que refleja
una determinada forma de vida.
138 Ética, Antropología de la Alimentación y Educación
La ética trata de la formación de los hábitos que nos vamos forjando día a día y del carácter
que vamos configurando desde esos hábitos. Quien se vaya labrando un buen carácter, una buena
morada, aumentará la probabilidad de lograr una buena vida.
Por otra parte, labrar el carácter no sólo depende de la voluntad de cada uno, pues nadie elije
nacer en determinado tiempo histórico, país, barrio o familia ni con determinadas características
genéticas. Cortina (2013) se refiere a ésto como la lotería natural y social que nos toca en suerte
y que nos sigue acompañando a lo largo de la vida: las personas que nos encontramos, las
circunstancias que vivimos, la salud o la enfermedad. Por eso decimos que nuestra libertad es una
libertad condicionada por limitaciones y oportunidades, desde las que seguimos construyendo
nuestra historia vital con decisiones concretas que van forjando el carácter o los modos de vida .
A su vez quién busca labrarse un buen carácter aumenta las posibilidades de ser feliz, porque
disfruta de las buenas acciones que son valiosas por sí mismas, porque aprovecha mejor los
dones que recibe y porque sabe convertir los problemas en oportunidades de crecimiento.
De eso tratan la moral y la ética dice Cortina (2013) “de este auténtico modo de vivir del
hombre, que es su morada, su forma de habitar, el de intertar adueñarse de sí mismo y anticiparse
a la fortuna para marcar el curso de los acontecimientos. A esto se llama en ocasiones vivir de
forma proactiva, ganando el futuro, y no reactiva, dejándose comer por acontecimientos que no
están en nuestras manos, en algunas ocasiones porque es imposible preverlos, en otras, porque
les hemos dejado llegar con nuestro modo de vida”.
La antropología por su parte, trata de los aspectos biológicos y sociales de los humanos
y dentro de esos aspectos está su cultura alimentaria. De acuerdo con P. Aguirre (2006) la
antropología alimentaria estudia la importancia de la comida en el proceso de hacernos humanos
junto al conocimiento de lo que comemos y el lugar que la alimentación ocupa en la definición
misma de nuestra identidad.
Cada sociedad, cada cultura tiene su propia identidad alimentaria y nos proporciona nor-
mas sobre los alimentos y las formas de consumirlos, lo que según J. Contreras (1992), está
condicionado por creencias que pautan lo que es bueno o no para el cuerpo, la salud o el alma.
Por medio de los alimentos y de las múltiples formas de preparar las comida, se pueden
transmitir sentimientos, pensamientos, valores y actitudes como una manera esencialmente
humana de comunicarnos. Por eso, cuando nos alimentamos a través del poder evocador de los
alimentos, decimos que nutrimos nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
Volvemos entonces a la cuestión inicial ¿qué relación o puntos de encuentro existen entre
ética y antropología de la alimentación? ¿Qué pueden ambos aportar a nuestro enfoque de la
educación alimentaria?
Como forma de ilustrar está relación creemos oportuno recordar la lección de un jefe indígena
que contaba a sus nietos cómo en las personas hay dos lobos, el del resentimiento, la mentira y
la maldad y el de la bondad, la alegría, la misericordia y la esperanza.
Terminada la narración uno de los niños preguntó: ¿cuál de los lobos crees que ganará?
Y el abuelo contestó: el que alimenteis...
... Aguirre responde: probablemente nadie porque los humanos no comemos nutri-
entes sino comida.
El mismo menú, con sus componentes sociales y culturales se transforma en una comida
digna de ser elegida:
140 Ética, Antropología de la Alimentación y Educación
comemos tiene que ver con nuestra búsqueda de bienestar físico, psíquico, social y espiritual y
por lo tanto con la construcción ética de quiénes somos, con nuestra identidad y sentido de vida.
y significaciones para determinados grupos y sociedades, lo que muy bien desarrolla Schmidt-
Leukel (2002) poniendo ejemplos provenientes de las diferentes religiones en el mundo.
Desde esta perspectiva, entendemos que las motivaciones en la selección de los alimentos y
las preferencias alimentarias no son “naturales”, ellas nacen como resultado de la interacción
social en un contexto cultural concreto. Dice Aguirre “las categorías sociales que dan forma a la
sustancia comestible para hacerla comida, están presentes en manera tan silenciosa que no las
percibimos y consideramos el comer como un hecho natural. Esta opacidad, esta oscuridad de
los fenómenos sociales se produce porque al pertenecer y compartir las categorías, los sistemas
de clasificación, las normas, etc. que le dan forma al mundo en que vivimos, a nuestra realidad,
parece que tales normas y valores fueran inherentes al funcionamiento de las cosas, que hubieran
existidosiempre. En la alimentación, las relaciones sociales están siempre presentes, pero tan
internalizadas que operan en la oscuridad y paradójicamente cuanto más natural encontramos un
fenómeno, es cuanto más ocultas y operantes están las relaciones sociales que lo condicionan”
Por lo tanto, las decisiones que tomamos sobre nuestra alimentación están fuertemente
condicionadas en los aspectos presentados, ellas contribuyen a construir una presencia arraigada
culturalmente en las estructuras económicas, sociales y políticas en las que se desarrollan. Por
otra parte, el acto alimentario al ser un evento situado en un tiempo, en un espacio y en una
cultura, es también histórico y por lo tanto transformable. En definitiva, lo que consideramos
comer bien está estrechamente relacionado con lo que cada cultura entiende que es vivir bien y
ser feliz, lo que se traduce en formas de alimentarnos que valoramos como buenas y que como
tal deseamos comunicar a otros. He aquí otro punto de encuentro entre la ética, la cultura y la
alimentación.
Cuidar proviene del latín y significa “cura” y se refiere a una actitud de atención, de desvelo,
de preocupación en relación con alguien o con algo. Cuidado es: mantener la atención, estar en
lo que se está haciendo, no bajar la guardia, estar dispuesto, siempre listo, siempre despierto.
Cortina (2013) plantea el cuidado como un nuevo paradigma de relación con la Tierra, la
naturaleza y los seres humanos y lo relaciona con la ética afirmando que la ética nos ayuda a
recordar que los seres humanos necesitamos ser cuidados para sobrevivir y que estamos hechos
para cuidar de los cercanos, pero también nos ayuda a recordar que tenemos la capacidad de
llegar a los lejanos creando “vecindarios nuevos”. No existen personas aisladas, sino sujetos
vinculados a sus padres, hermanos, amigos y a su entorno social.
Nacemos vulnerables y dependientes y sin el cuidado de otros no podríamos sobrevivir. La
ética del cuidado sirve al niño para sobrevivir durante el período de tiempo en el que no puede
valerse por sí mismo, y necesita alimentos, abrigo, protección y amor para poder desarrollarse
adecuadamente. Nacemos y lo primero que gustamos es la leche materna, acompañada de amor,
afecto, seguridad y bienestar, que constituyen nuestros primeros sentimientos de placer, con ellos
iniciamos una asociación entre alimentación y cuidados físicos y afectivos que va a perdurar
toda la vida, evocándonos los más profundos recuerdos de la infancia.
La comida vinculada al cuidado adquiere una importancia central en nuestras vidas. Esto
también lo entiende así Schmidt-Leukel (2002) y lo argumenta con tres razones. La primera razón
es que la comida y la bebida son una fuente de nuestra vida ya que dependemos totalmente de la
alimentación para el mantenimiento de nuestra existencia... lo que hace visible la dependencia e
interdependencia universal de toda vida: todo lo que vive depende de otros seres vivos para vivir.
El ciclo de los alimentos es una forma evidente de esta dependencia universal.
La segunda razón refiere a la preparación de los alimentos como una forma básica de la
conformación de la vida y del mundo que es exclusiva de los seres humanos.
Por último señala que la conducta alimentaria humana está ligada en forma muy profunda al
carácter social de los seres humanos, es decir que, la conformación de las relaciones sociales tiene
una de sus expresiones en cómo, con quién y con qué objetivo social los humanos preparamos
los alimentos, los consumimos y los disfrutamos.La mencionada triada: la comida como fuente
de vida, la comida como forma básica de conformación de la vida humana y la comida como
acto básico social hacen -como el cuidado de unos por los otros-, a la esencia misma de ser
humanos y a la construcción ética de los pueblos.
La comida se va forjando en la vida de los seres humanos como fuente de satisfacciones tanto
fisiológicas como afectivas y emocionales. En este sentido es interesante retomar el pensamiento
de Brillat Savarin “después de una comida bien dispuesta cuerpo y alma gozan de un bienestar
particular. Respecto a la parte física, el cerebro se refresca, la fisonomía se dilata ,se aumentan
los colores, los ojos brillan y un suave calor se siente por todos los miembros. Respecto a la parte
moral, se sutiliza el espíritu, se acalora la imaginación, los chistes brotan y circulan. Además
alrededor de una misma mesa se encuentran juntas a menudo todas las modificaciones que entre
nosotros ha introducido la extremada sociabilidad: amor, amistad, negocios, especulaciones,
poder, empeño, protecciones, ambiciones e intrigas; véase por qué los convites de todo tienen;
véase por qué producen frutos con toda clase de sabores”.
Los alimentos y las formas cómo los preparamos se transforman así en una clave para
expresar nuestro cuidado por los otros. Preparamos los alimentos pensando en los otros, en el
bienestar, placer y felicidad que podamos producir a través de las comidas que ofrecemos, lo
que sin duda logra resultados que nos sorprenden, lo que muy bien expresara en el siglo I d.C el
filósofo Epicteto “algo tan normal como una cena puede realizarse de tal forma que demuestre la
amistad y la fraternidad que es posible entre los hombres”
Para finalizar, retomamos la historia del jefe indígena que ante la pregunta de sus nietos sobre
el lobo que iba a ganar, les responde “el que alimenteis”. Pues de eso se trata, de alimentar el
144 Ética, Antropología de la Alimentación y Educación
internos, momentos y situaciones sociales. Para lo cual proponemos los siguientes recursos
didácticos con el objetivo de generar motivación e implicancia afectiva :
EL PALOTE
Silvana Ferrer de “Caszacuento”
146 Ética, Antropología de la Alimentación y Educación
Todos somos un pedacito de esos cuatro abuelos que nos corresponden. Los míos
fueron Mamama, Papo, Tata y abuela Haydee.
Cuando veo un palote no tengo más remedio que recordar a mi abuela Haydee. Como
amasaba, como cocinaba, le hacía la reverencia a sus raíces del Piamonte. De ella
aprendí y nunca me dio una receta, sólo la miraba, la saboreaba con los ojos y el
corazón.
Todavía siento en la nariz el olorcito a pesto cuando machacaba en el mortero hojas
frescas de albahaca con ajo, nueces y un trocito de queso parmesano, después regaba
todo aquello con un chorro espeso de aceite de oliva. El dulce de membrillo casero
era una fiesta, hervía horas y horas en un fuego bien bajito y así se perfumaba toda
la casa, pero los preferidos de mi papá eran los capelletis los rellenaba de bondiola
bien curada cortada a cuchillo, los cerraba uno a uno sin prisa y sin pausa.
Cuando mi abuelo murió mi abuela se vino a vivir con nosotros - pobre abuela- cinco
hermanos más la perra y todos tremendos.
Ella era muy prolija, muy limpia. Su cuarto estaba perfecto, recuerdo su cama con la
colcha de crochet hecha por ella y las sábanas de hilo blancas inmaculadas con olor
a sol y lavanda. Los muebles con marquetería fina, antiguos pero bien conservados, el
ropero con los tres espejos biselados que reflejaban el arco iris y el juego de alfombras
que atemperaban sus pasos.
Una tarde mi abuela se emperifolló, se puso un vestido negro se levantó en un moño
los pocos cabellos finos y grises que le quedaban, se perfumó con agua de colonia y
se fue de paseo. . . al médico.
Entramos a su dormitorio, le deshicimos la cama, le volcamos una jarra de agua y
subimos a la perra que inmediatamente hizo un nido con la colcha blanca de crochet.
Le abrimos todas las puertas del ropero, le sacamos los cajones de la cómoda, le
arrugamos las alfombras y para completar le colgamos la jaula de la cotorra de la
araña de caireles que se mostraba en medio del dormitorio. Cerramos la puerta con
la perra adentro y nos fuimos.
Pobre abuela se pasó un mes poniendo el colchón al sol convencida de que la perra le
había hecho pichí en la cama. Cuando pasábamos al lado de ella nos miraba torcido
y apretaba la boca pero nunca nos delató con mamá, jamás le dijo una palabra.
El tiempo pasó, la infancia quedó atrás y un día de abril de mis 16 años, mi padre nos
comunicó que nos íbamos del país.
Mi abuela no quería o no podía venir con nosotros.
La tarde que me despedí de ella nos sentamos en su cama, la de la colcha de crochet
blanca, me miró con sus ojos negros y redondos, me acarició la cara muy lento y
me dijo “que linda piel que tenés cuidátela” y esa fue la última vez que que vi a mi
abuela.
Pero cada vez que agarro un palote, cada vez que amaso y hago pesto yo abuela te
saludo a donde estés.
MEDIO KILO DE AZÚCAR
Adaptación de la versión de Elsa Bornemann del cuento de Juan Antonio Laiglesia
10.8 Canciones para trabajar en grupos de estudiantes 147
Buenas tardes mi querido vecino. Venía a pedirle un favor... El Gnomo Jeromo frunció
el ceño. Siempre andaban pidiéndole que si un huevo, que si un poquito de sal, que si
una taza de néctar, que si un granito de pimienta...¡Brrr! Pero... ¿Por qué venían a él,
que vivía tranquilamente en su hongo gigante, sin pedir nunca nada a nadie?
_ ¿Qué quieres ahora pequeño? gruñó al ver que el más chiquito de los castores
esperaba en el umbral.
_ Mamá está haciendo un pastel y pregunta si usted, que es tan bueno, no me puede
prestar un kilo de harina.
El Gnomo Jeromo se llevó las manos al gorro rojo y puntiagudo que tapaba su calva.
_ ¡Nada menos que un kilo de harina! ¿Y cuándo me lo devolverán?
Castorín aseguró que enseguida, en cuanto mamá fuese al mercado el jueves.
A regañadientes, el Gnomo Jeromo se metió en la cocina y salió con el paquete, que
era más grande que él. Castorín se lo cargó a la espalda a duras penas, y salió
tambaleándose. Pero al poco tiempo volvieron a llamar.
_ Vaya, pensó el Gnomo Jeromo. Éste me viene a devolver la harina. No corría tanta
prisa.
Pero Castorín le pidió un huevo, aunque fuese de paloma. Su madre estaba haciendo
un pastel...
_ Conque pastel, ¿eh? ¡Brrr!
Por poco, en lugar del huevo, le da un garrotazo.
Pero en ese caso, no podría recuperar nunca el kilo de harina que ya le había prestado.
Y le dió el huevo... pero de gorrión. Castorín a pesar de todo se marchó contento. Pero
al ratito volvió Ahora pedía una tacita de dulce de frambuesa.
_ También para el pastelito, ¿verdad? ¡Brrr!
Pero si quería recuperar la harina y el huevo, debía tratarlo con amabilidad... y le
prestó la tacita de dulce, sólo que en lugar de ser una taza de desayuno fue una taza
de café, y en vez de dulce de frambuesa era de ciruela, para que se fastidiaran y les
sirviera de escarmiento. Y Castorín se marchó muy contento; pero al cabo de unos
instantes, llamó una última vez. Necesitaban para el pastel...¡medio kilo de azúcar!
En el colmo de la desesperación, el GnomoJeromo entró en la cocina, pero salió con
un paquete de sal y se lo dió a Castorín. No lo notarían y se les estropería el pastel,
por pedigueños.
¡Y el Gnomo Jeromo estaba leyendo, cuando llamaron otra vez!
Ahora era la familia de los castores en pleno. Venían todos juntos a felicitarlo por su
cumpleños, y a regalarle...¡el pastel!
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11 — Capacitación de funcionar-
ios de Servicios de Alimentación y
Nutrición
11.1 Introducción
La educación en servicio, además de satisfacer las necesidades de actualización del conocimien-
to de los funcionarios, se constituye hoy en una manera de enseñar a la gente a trabajar en equipo,
152 Capacitación de funcionarios de Servicios de Alimentación y Nutrición
11.2 Generalidades
La capacitación o entrenamiento de los funcionarios implica la transmisión de conocimientos
específicos relativos al trabajo, a la tarea y al ambiente, así como el desarrollo de habilidades
específicas. Tiene como propósito obtener un comportamiento determinado de las personas que
signifique un mínimo de su esfuerzo y un máximo de rendimiento para el servicio y la institución.
La capacitación debe ser coherente con la filosofía de toda la organización.
El entrenamiento programado para los funcionarios de los S.A.N. debe tener en cuenta que
quienes participan del mismo son adultos .En ese sentido debe considerar que la educación del
adulto está dirigida a la preservación y creación de valores socioculturales y a la comprensión
crítica de las probables situaciones que puedan presentarse en su actividad laboral.
Dentro de la capacitación se encuentran todas aquellas acciones formales, no formales e
informales que tienen como sujeto destinatario a personas que reciben una acción educativa.
Las motivaciones principales en los adultos son intereses sociales, intelectuales, materiales y
espirituales.En la educación en servicio la actividad de aprendizaje implica un proceso formal,
y por tanto planificado, estructurado, con objetivos preestablecidos, donde la orientación del
docente es sumamente importante.
nuevos.
La nueva información debe incorporarse a la estructura mental y pasar a formar parte de la
memoria comprensiva.
La participación del funcionario ha de ser activa, debe centrar su atención en la forma
que adquiere los conocimientos, las habilidades y las prácticas. Por lo tanto se dice que
el aprendizaje es significativo cuando es permanente y a largo plazo, produce un cambio
cognitivo pasando de una situación de no saber a saber, se basa en la experiencia y depende
de los conocimientos previos.Las actividades de capacitación son mejor aceptadas por los
funcionarios si, a quienes cumplen con los requisitos, se les ofrece determinadas recompen-
sas o beneficios como ser: otorgar certificados o constancias de asistencia, de participación
o de aprobación del curso, registrarlas en su legajo personal y considerarlas como méritos
en futuros ascensos laborales. Cuando la educación en servicio se realiza fuera del horario
de trabajo, dichos aspectos cobran mayor importancia, ya que los funcionarios deben
ceder parte de su tiempo personal para las actividades de capacitación.Es necesario que
las actividades sean lo suficientemente interesantes y atractivas como para motivar a los
adultos que asisten a la capacitación además de trabajar. Más allá de las peculiaridades
personales, se puede afirmar que la motivación es un factor interno, propio de cada persona,
que la impulsa a lograr objetivos y metas.Sin lugar a dudas el principal recurso de un
S.A.N. es el humano, ya que de el y de sus motivaciones depende el funcionamiento del
mismo. Entonces ¿cómo se puede estimular su motivación? Algunas de las formas consiste
en hacerles sentir su importancia, reconocer el valor de su tarea, apreciar su capacidad,
considerar sus aspiraciones y valorar su formación.
Otros elementos que también favorecen la motivación de los funcionarios son:
Señalar lo valioso de la persona, con honestidad tanto en sus errores como en sus aciertos.
Es importante que los aciertos queden asociados al comportamiento de la persona, de
modo que se ponga de manifiesto su valor.
Ser equitativo, saber qué se desea recompensar, ser coherente.
Demostrar credibilidad entre lo que se hace y lo que se dice.
Tener una actitud cordial, predispone en forma positiva al cambio.
Ofrecer la posibilidad de hacer propuestas, participar de las decisiones, favorece la respon-
sabilidad y la iniciativa, lo cual implica al funcionario en la realización de la tarea para
lograr los objetivos. Crea un clima favorable para el cambio, al disminuir resistencias.Es
de destacar que en el aprendizaje de los adultos influyen varios factores:
El aprendizaje obedece a la ley del efecto y del estímulo: el individuo tiende a mantener
un comportamiento que percibe recompensador o que produce algún efecto y tiende a
eliminar el comportamiento que no le trae ninguna recompensa. La recompensa afecta el
aprendizaje y lo refuerza de manera positiva. Una recompensa obtenida de inmediato pro-
duce un aprendizaje más rápido que una recompensa retardada o aplazada. Para aprender y
mantener el nuevo comportamiento, la persona debe recibir alguna recompensa o estímulo
inmediato y constante.
El aprendizaje obedece a la ley de la intensidad y de la frecuencia: la intensidad y la
frecuencia de los ejercicios y las prácticas determinan el aprendizaje. Si los ejercicios,
entrenamientos y prácticas son intensos y se ejecutan con frecuencia, el aprendizaje tiende
a ser más rápido y efectivo; si la intensidad de la práctica es escasa o el aprendizaje es
muy superficial, la persona no retendrá lo que aprendió. Asimismo, la frecuencia de las
prácticas y el ejercicio tienden a servir de refuerzo al aprendizaje. Para aprender la persona
necesita ejecutar con frecuencia el nuevo comportamiento. Si algo se aprende y no se
ejercita o se recuerda, se olvida. Para retener lo aprendido, es necesario que las prácticas y
los ejercicios sean constantes. Una vez finalizada la instancia educativa es fundamental
154 Capacitación de funcionarios de Servicios de Alimentación y Nutrición
aprendizaje cooperativo las personas tienen que ser del mismo origen y no se llega a esos niveles
de análisis crítico.
Desde ésta perspectiva, una vez realizado el diagnóstico de situación el siguiente paso es la
elección de los medios para tratar de satisfacer las necesidades indicadas, planteadas o percibidas.
Todo programa de entrenamiento exige una planificación detallada por parte del grupo
encargado de la misma y debe incluir los siguientes aspectos:
1. Priorización de los problemas y enfoque de uno por vez.
2. Formulación clara del objetivo .
3. División del trabajo por desarrollar, en módulos, paquetes o ciclos.
4. Determinación de los contenidos temáticos.
5. Elección de la metodología y del equipo necesario.
6. Establecimiento de los recursos necesarios para su implementación: docentes y adminis-
trativos, materiales educativos, equipos o herramientas y otros artículos necesarios.
7. Definición de la población objetivo, es decir quienes recibirán la capacitación:
Número de personas
Disponibilidad de tiempo
Grado de habilidad, conocimientos y tipos de actitudes
Características personales del comportamiento
8. Lugar donde se efectuará: dentro o fuera del servicio.
9. Época o periodicidad del entrenamiento, considerando el horario más oportuno.
10. Cálculo de la relación costo-beneficio.
11. Control y evaluación de los resultados, con la debida verificación de puntos críticos que
requieran ajustes o modificaciones en el programa para mejorar su eficacia.
¿Qué es un objetivo?
Un objetivo es la situación que se desea obtener al final del período de duración del entre-
namiento, mediante la aplicación de los recursos y con la realización de las acciones previstas.
Es un enunciado claro y preciso de lo que se espera obtener como resultado de las actividades a
desarrollar. Son el punto de partida que guía el proceso. Los objetivos describen los efectos y
el impacto que se pretende lograr con el programa de capacitación y determinan los insumos,
actividades y productos necesarios para conseguirlos.
Un objetivo para estar correctamente formulado debe reunir ciertas características:
Basarse en las necesidades del servicio y de las expectativas de los funcionarios.
Ser claro y preciso, de tal modo que explique claramente la meta que se pretende alcanzar.
Debe ser comprensible para todas las personas que participan de la capacitación.
Cuando los objetivos de los programas de capacitación están diseñados de ésta forma es
posible:
Comprender con claridad las actividades y tareas a desarrollar.
Distribuir el tiempo eficientemente
Prever todos los recursos necesarios
Disponer de criterios objetivos para evaluar los resultados.
Los objetivos se clasifican en:
Objetivos generales, terminales o a largo plazo: son aquellos que contribuyen a un propósito
general, a alcanzar un “estado deseado de las cosas”. Indican resultados esperados para cuyo
logro es necesario haber alcanzado otros más específicos. Son más amplios, menos precisos,
favorecen situaciones concretas las que resultan difícilmente evaluables y cuantificables. Es el
que enmarca el problema específico y no será resuelto por el programa de capacitación, pues el
alcance de éste es menor a la dimensión del problema. Sin embargo, los resultados del programa
contribuirán, junto con otros, a su solución oportuna. Para su diseño se deberá establecer el
tiempo en el que se espera lograr la meta, por ejemplo en 6 meses, 1 o 2 años. Si están planteadas
sub-metas también se debe dejar establecido el período en su formulación.
Objetivos específicos, intermedios o a corto plazo: son puntuales y precisos, refieren al alcance
de los resultados esperados al final de la capacitación.
Los objetivos específicos deben de:
Describir y especificar los cambios necesarios para alcanzar los objetivos generales, en
términos concretos.
Alcanzar sólo una conducta
Poder cuantificarse.
Ser evaluables o medibles a través de indicadores cuantitativos como números, porcentajes,
etc. Esto es especialmente importante en educación donde existe la tendencia a formular
enunciados poco precisos y habitualmente no medibles
Ser flexibles. Si la situación cambia (por ejemplo, hay falta de insumos, o se producen
cambios en la situación económica del servicio), tal vez se deban redefinir los objetivos.
esta forma de trabajo con un auténtico conocimiento de su utilización, rescatando los aspectos
más valiosos y trabajando provechosamente con los integrantes del grupo.
La participación de los integrantes del grupo es una estrategia que facilita crear un clima
de confianza, despierta el interés por el trabajo grupal, ayuda a compartir los conocimientos,
motiva y facilita la capacitación. Y en definitiva este proceso educativo por el que transita el
grupo permite: desarrollar la discusión y reflexión grupal, colectivizar el conocimiento individual
así como enriquecer y potenciar el conocimiento de todos.
Cuando se piensa aplicar diferentes técnicas educativas como por ejemplo: exposición
oral, demostración práctica, discusiones dirigidas por citar algunas, es recomendable partir
del desempeño habitual, de la propia vivencia del trabajador, de lo que sabe y sienten los
participantes en relación a su tarea diaria. Esto implica tener un punto común de referencia a
través del cual cada uno aporta desde su experiencia particular, para enriquecer y ampliar la
experiencia colectiva. También es necesario desarrollar un proceso de teorización sobre esa
práctica, proceso que deberá ser: sistemático, ordenado, progresivo y al ritmo de los participantes.
El proceso de teorización debe permitir regresar a la práctica de los funcionarios, a sus tareas
y rutinas para reflexionar sobre la misma, transformarla, mejorarla y de ser necesario resolver
problemas con nuevos elementos.
Otros de los aspectos fundamentales a incluir en el plan de trabajo de la capacitación, es la
selección y diseño de los materiales educativos. Los mismos son instrumentos de enseñanza
que han de responder a los objetivos de aprendizaje planteados. La validez educativa de los
materiales se relaciona más con la capacidad motivadora y comunicativa que con la tecnología
a utilizar. Los medios empleados durante la capacitación no remplazan la acción personal y la
palabra, ocupan un lugar complementario cualquiera sea la naturaleza de los mismos, ya sea los
más simples como el pizarrón o los más complejos como el video.
Es fundamental que el material educativo empleado sea relevante, que se relacione con la
labor cotidiana del grupo de funcionarios, por lo que se sugiere utilizar en su diseño elementos
conocidos y situaciones comunes, incluir necesidades del grupo y problemas del servicio. Se
pueden utilizar imágenes y grabaciones del propio lugar de trabajo para generar reflexiones,
discusiones y comentarios en los participantes.
El material educativo debe ser validado antes de su utilización. De esta manera se obtiene
una noción anticipada de su efectividad, se evita gastar esfuerzos y recursos en su producción.
El proceso de validación consiste en someter a pruebas el material diseñado para determinar su
efectividad, en aspectos tales como la atracción, la comprensión, la aceptación, la identificación
y la persuasión. Si se piensa utilizar materiales que ya están elaborados por otros deberán ser
sometidos a la misma validación para determinar también su potencial efectividad.
Otro de los pasos consiste en determinar los recursos necesarios para la capac-
itación: humanos como por ejemplo personal técnico, administrativo, materiales por ejem-
plo educativos, equipos, alimentos, transporte, así como financieros y tiempos necesarios.
La selección de los contenidos es otro de los pasos que se debe seguir para realizar el plan
de trabajo del entrenamiento. Los contenidos a trabajar pueden apuntar a tres tipos de cambio de
comportamiento:
Transmisión de información (dimensión cognitiva): es el elemento esencial en muchos
programas de entrenamiento en que se distribuye información entre los participantes. A
menudo, la información es acerca del servicio, de sus productos, su organización, su
política, sus reglamentos entre otros. También se pueden incluir la transmisión de nuevos
conocimientos.
Desarrollo o modificación de actitudes (dimensión afectiva): se refiere al cambio de
actitudes de los trabajadores por otras más favorables como por ejemplo: aumento de la
motivación, desarrollo de la sensibilidad del personal de gerencia y de supervisión en
160 Capacitación de funcionarios de Servicios de Alimentación y Nutrición
relación a los sentimientos y reacciones de las demás personas. También puede implicar la
adquisición de nuevos hábitos y actitudes relacionadas con los usuarios.
Desarrollo de habilidades y/o de prácticas (dimensión psicomotora): se trata sobre todo de
destrezas y conocimientos relacionados directamente con el desempeño del cargo actual o
de posibles ocupaciones futuras. Es un entrenamiento orientado directamente a las tareas y
operaciones que van a ejecutarse.
El último de los pasos para completar el plan de trabajo es el diseño de un cronograma. En
el cronograma se representan en forma secuencial las actividades a desarrollar y tiene como
objetivo facilitar la planificación y posterior ejecución del programa de capacitación. El mismo
puede elaborarse para todo el período de duración de la capacitación o para períodos parciales.
Son varios los aspectos que han de ser considerados, por ejemplo :
El logro de los objetivos en términos del impacto sobre el problema.
11.8 Evaluación de la capacitación 161
A MODO DE SÍNTESIS
CUESTIONARIO
A modo de guía, se presentan a continuación una serie de preguntas que el lector podrá
responder luego de mirar la situación planteada en el video y de dar lectura a los contenidos
teóricos del capítulo. La finalidad es que la persona realice una autoevaluación en relación a la
comprensión de los temas trabajados.
1. Al realizar el diagnóstico ¿cuál fue el instrumento utilizado en el S.A.N. para identificar
los problemas?
2. El problema a tratar con la capacitación ¿puede ser resuelto mediante capacitación de
personal o depende de otras acciones?
3. ¿Qué tipo de capacitación se planifica en la primera reunión?
4. Al realizar las autoridades del S.A.N. la propuesta de capacitación a los funcionarios:
¿plantean algún tipo de reconocimiento a los participantes?. Si se plantea: ¿cuáles son?
5. ¿Considera oportuna la integración de los funcionarios en el equipo de planificación y
ejecución del programa de capacitación en el servicio? ¿Por qué?
6. A su entender ¿le parece que existe voluntad de parte de las autoridades del S.A.N. en que
los funcionarios sean capacitados?
¿Por qué?
7. ¿Cuál es la diferencia entre los objetivos generales y los objetivos específicos?
8. ¿Considera que algunos de los siguientes objetivos podrán lograrse al finalizar la capac-
itación que se está planificando?
¿Por qué?:
Preparar al personal para la ejecución inmediata de las diversas tareas del cargo con
eficacia y eficiencia.
Concientizar al personal sobre la importancia de su trabajo en la gestión del servicio
y en la prestación ofrecida al usuario.
Proporcionar oportunidades para el desarrollo personal continuo, no sólo en el cargo
actual, sino en otras funciones en las cuales puede ser considerada la persona en
futuras promociones.
Mejorar la actitud de los funcionarios para crear un clima más satisfactorio en el
trabajo.
Generar en los funcionarios mayor receptividad a las técncias de supervisión y
gerencia.
Fomentar la motivación del personal.
Mantener actualizado al personal en aspectos relacionados a la inocuidad de alimen-
tos, a través del conocimiento de contenidos prácticos, y de tecnología a aplicar.
Prevenir accidentes laborales durante el quehacer de los funcionarios en el S.A.N.
9. Del diálogo durante la reunión de planificación: ¿surge quién hará la difusión de la
capacitación a los participantes?
10. ¿Qué aspectos de la planificación considera que se explicitan durante la reunión
11. ¿Cuál es la primera etapa en la planificación de una capacitación?
12. A través del diálogo ¿se desprende que en el servicio se realiza medición de satisfacción
de los funcionarios? ¿Por qué?
13. Escriba el objetivo general del programa de capacitación que se planifica en el video y
diseñe tres objetivos específicos que contribuyan a alcanzarlo.
164 Capacitación de funcionarios de Servicios de Alimentación y Nutrición
14. ¿Qué características deben reunir los objetivos para estar bien formulados?
15. ¿Qué etapa del curso de capacitación es la que se muestra en el video? ¿Cuáles serían las
siguientes etapas?
16. ¿Qué objetivo debe cumplir la evaluación dentro del programa de entrenamiento?¿Quiénes
tienen que realizarla?¿Por qué?
17. Cuándo se habla de estrategias educativas: ¿a qué se hace referencia?
18. ¿Qué fin cumple la aplicación de técnicas educativas en un programa de capacitación?
19. ¿Qué ventajas ofrece la aplicación de las técnicas educativas para trabajar con grupos en
un proyecto educativo?
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Edición: Marzo de 2014.
Este texto forma parte de la Iniciativa Latinoamericana de Libros de Texto abiertos (LATIn),
proyecto financiado por la Unión Europea en el marco de su Programa ALFA III EuropeAid.
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