La Nmotecnia
La Nmotecnia
La Nmotecnia
¿Quién no se ha quejado alguna vez de su mala memoria? Desde la época de los antiguos
filósofos griegos hasta los modernos científicos del siglo XXI, esta materia siempre ha suscitado
interés, y no han sido pocos los que han tratado de hallar alguna fórmula que nos permita
disfrutar de una memoria más eficiente. Aunque aún no se ha inventado esa píldora mágica
que grabe los conocimientos de forma indeleble en nuestra memoria, si se han encontrado
artimañas que nos van a ayudar mucho en el propósito de convertir nuestra memoria en algo
admirable. Todo ese conjunto de técnicas es lo que hoy día se conoce como mnemotecnia. El
presente trabajo no pretende ser más que una introducción a los principales métodos
mnemotécnicos.
CAPÍTULO 1.
Por tanto, debemos tener en cuenta que tanto la aptitud del individuo
(innata) como el método que utilice (adquirida) o la interacción entre ambos están
implicados en la capacidad de recordar una determinada cantidad de información
(Lieury, 1985). A pesar de ello, cabe mencionar que la mayoría de las estrategias
mnemotécnicas se basan en las imágenes mentales (Campos, 1998).
En otro estudio, los participantes crearon sus propias imágenes con el fin
de recordar otras distintas. Así, también, en este caso, se ha comprobado que la
imagen en interacción es más efectiva que las imágenes separadas tanto en
aprendizaje seriado como en pares asociados (Begg, 1983; Richardson, 1980).
Por otro lado, los alumnos de primer curso de Primaria se benefician más de la
imagen en interacción cuando se les muestran dichas imágenes que cuando se
les enseña para que elaboren las suyas propias (Cramer, 1981; Hunt y
Marschark, 1987).
Los participantes que elaboran imágenes más vivas son capaces de usar
de manera más eficaz la mnemotecnia de imágenes en comparación con
aquellos participantes cuyas imágenes poseen un menor grado de vivacidad. Por
el contrario, su rendimiento memorístico no llegó a ser significativamente distinto
(Katz, 1987).
Higbee (1998) señala cinco pasos principales para recordar con mayor
facilidad la asociación entre el nombre y el rostro: captar el nombre, conseguir
que el nombre se vuelva significativo, concentrarse en la cara, asociar el nombre
con la cara y repasar la asociación.
Otros estudios revelan que los ojos son un rasgo muy representativo de
las personas. Sin embargo, Pezdek y Reynolds (1987) no han descubierto un
claro predominio de ningún rasgo facial sobre otro.
En 1973, Ott, Butler, Blake y Ball llevaron a cabo un trabajo en el que los
participantes debían aprender nombres y adjetivos en alemán, cuyo sonido era
muy parecido al idioma inglés, lengua materna de los mismos. Los resultados
permitieron acentuar la relevancia del uso de la mnemotecnia con imagen para
transformar la palabra foránea en una palabra familiar inglesa o en su defecto,
facilitar el aprendizaje de vocabulario extranjero. El hecho de asociar la palabra
desconocida con una familiar para el participante resultó de gran utilidad tanto
para el aprendizaje de la información presentada en la tarea como para su
recuerdo posterior (Feinaigle, 1813).
Teoría de la Codificación Dual de Paivio (1971, 1975). Esta teoría expone que la
información se almacena en la memoria mediante dos códigos: verbal y visual.
Cuando se crea una imagen se está utilizando el código visual de forma
independiente al verbal por lo que al usar los dos en conjunto, existen más
posibilidades de recuerdo de la información (Thomas y Wang, 1996; Troutt-Ervin,
1990).
Raugh, 1975; Levin, Levin, Glasman y Nordwall, 1992; Levin y Pressley, 1983).
Por ejemplo: para aprender la palabra latina “manicae” es más correcto y eficaz
usar la palabra “mano” que empieza por el mismo sonido que la palabra que se
debe aprender.
Según Raugh y Atkinson (1975), las palabras clave deben tener un alto
poder de imagen y ser concretas, puesto que así resulta más fácil elaborar
imágenes donde se presenten en interacción la palabra clave y la traducción de
la palabra objeto de aprendizaje. Si las palabras abstractas se encuentran
asociadas por una imagen fuerte, también resultarán efectivas como palabras
clave. Además, otro de los factores que influye a la hora de elegir la palabra clave
es la familiaridad para el participante. A mayor familiaridad de la palabra clave,
el rendimiento del individuo será superior (Mastropieri y Scruggs, 1991).
Higbee (1998) plantea que las personas que usan el sistema de enlace
recuerdan en torno al doble o triple de palabras de una lista de 20 que aquellas
a las que no se les
había instruido en dicho sistema. Asimismo, este autor menciona algunos
descubrimientos más recientes sobre el sistema de enlace como por ejemplo:
En cuarto lugar, este sistema fue más útil que el uso de imágenes
mentales o el método de repetición en una tarea de recuperación libre. Además,
su eficacia aumentó más a la hora de considerar el orden de recuperación de las
palabras.
Y en cuarto lugar, resulta más difícil y lleva más tiempo recuperar los ítems
en orden inverso en un relato. Sin embargo, en el sistema de enlace se pueden
recuperar los ítems tanto en su orden lógico como inverso.
Este sistema permite asociar más de un ítem con cada ubicación siempre
que en la escena se establezcan interacciones entre todos los ítems y la
ubicación. Turnure y Lane (1987) mencionan que el tiempo de recuperación para
ítems concretos y abstractos es similar cuando se proporciona la ubicación;
mientras que si los individuos pretenden recordar la ubicación a partir del ítem,
la latencia de respuesta es mayor para los ítems abstractos que para los
concretos.
El origen del sistema de perchas se sitúa a mediados del siglo XVII y fue
desarrollado por Henry Herdson como una extensión del sistema de los lugares.
Por tanto, en vez de ubicaciones se usarán palabras percha en los que se
colgarán los ítems que se desean memorizar. Este autor seleccionó aquellas
palabras percha que tenían un parecido físico con los números. Por ejemplo: 1-
vela, 8-gafas, 3-tridente (Higbee, 1998).
El orden espacial está presente tanto en los lugares como en los objetos
concretos. Ambos transforman una tarea de recuperación libre en otra de
recuperación auxiliada similar a un aprendizaje de pares asociados, excepto que
en los sistemas, la persona que aprende es la encargada de generar sus
palabras orientadoras. Además, podemos combinar el sistema de perchas, del
mismo modo que el de los lugares con el sistema de enlace para conseguir
aumentar la información que queremos recordar.
10.000.
número-sonido: 1 (b, v, p); 2 (d, t); 3 (n, l); 4 (m); 5 (s); 6 (g, j, q, k); 7 (f); 8 (ch, ñ,
y); 9 (r); 0 (z, c). Todos los números anteriores, excepto 4, 5, 7 y 9 están
representados por familias de sonidos, similares por su punto (posición de la
boca y de la lengua) y modo de articulación. Lo único importante de este sistema
es el sonido consonántico.
El sistema fonético puede ser usado para listas largas, a diferencia del
sistema de perchas y con respecto al sistema loci, el fonético permite recuperar
los elementos numerados directamente.
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CONCLUCIONES