CAPÍTULO 2 - ABC de La Pedagogía
CAPÍTULO 2 - ABC de La Pedagogía
CAPÍTULO 2 - ABC de La Pedagogía
Las prácticas y el tipo de escuela que hoy conocemos es sólo una entre muchas
formas posibles.
La escuela no fue siempre como hoy la conocemos.
La educación suele concebirse como una inversión a futuro. Los saberes en las
primeras sociedades estaban ligados con las necesidades de subsistencia y al
control del medio ambiente.
Progresivamente, el hombre dejó de ir al encuentro de su comida y comenzó a
generarla él mismo, ese cambio le permitió independencia y pasar del
sedentarismo al nomadismo.
Entonces pasó de una economía recolectora a una economía productora le
permitió afianzarse en un lugar donde vivir. Así comienza a verificarse la historia
de humanidad.
En las primeras comunidades en que se organizaban los seres humanos, la
educación estaba caracterizada por la falta de instrucción porque los niños
aprendían de lo que veían hacer a los adultos.
Por lo tanto en aquellas primeras sociedades, no existía un lugar especializado
para los procesos educativos.
Esta convivencia entre lo educativo y la vida misma resulta imposible en el mundo
de hoy.
El proceso de institucionalización que originó la forma “escuela”, necesitó de un
largo e intrincado camino.
En la tradición de Medio oriente, se pusieron en práctica algunas formas
escolares, como por ejemplo, el pueblo judío, que implementó formas escolares
acompañando a la educación familiar.
Los niños aprendían hebreo, sentados sobre una alfombra en el piso, alrededor de
un maestro que les enseñaba.
Vemos como las sociedades más antiguas institucionalizaron diferentes métodos
educativos para transmitir sus culturas sin necesidad de la utilización de pupitres.
En la antigua Atenas, la educación de las elites se realizaba a través de un modelo
preceptoral, llamando preceptor, al encargado de la educación de los niños,
designado por los padres. Esta forma fue evolucionando con el tiempo y el
preceptor pasó a ser el pedagogo, que era un esclavo que acompañaba al niño.
En Atenas, el qué de la educación y el quiénes son los ejes sobre los cuales se
estructura el armado de un modelo escolar adaptado a las necesidades políticas y
culturales de dicha civilización.
Lo que queda muy claro es que cada pedagogía se forma para intentar responder
a un perfil de hombre acorde a la sociedad que así lo requiere.
En Roma, según describe Juan Carlos Zuretti, la vida cotidiana de la escuela, en
el siglo III DC, el maestro ocupaba un sillón (cathedra), los niños se sentaban en el
suelo o sobre alguna piedra, rara vez en bancos, tenían rollos de pergamino
donde estaban escritos los trozos de lectura, que guardaban en cajas cilíndricas.
El maestro sostenía su autoridad con un bastón (férula), la severidad era parte del
método pedagógico, aunque no todos estaban de acuerdo.
Aunque hoy concebimos la escuela como un ámbito masivo, una escuela para
todos, debemos saber que el sistema educativo comenzó a masificarse a fines del
siglo XIX.
Los grupos dirigentes tenían sus propias prácticas educativas, con educación
domiciliaria, que se desarrollaba en el interior de los palacios, para los príncipes y
nobles.