Exportacion en El Sector de Zonas Francas
Exportacion en El Sector de Zonas Francas
Exportacion en El Sector de Zonas Francas
UREÑA
ASESOR
Lic. Jesús María Guerrero
1.1 Introducción………………………………………………………………………….. 1
1.2 Antecedentes………………………………………………………………………... 2
1.3 Planteamiento del Problema……………………………………........................... 3
1.4 Objetivos de la Investigación………………………………………………………. 5
1.5 Justificación de la Investigación…………………………………………………… 5
1.6 Delimitación del Estudio……………………………………………………………. 6
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………........... 41
REFERENCIAS DOCUMENTALES........................................................................ 42
ANEXOS................................................................................................................. 44
Dedicatorias
DEDICATORIAS
i
DEDICATORIAS
ii
Agradecimientos
AGRADECIMIENTOS
iii
1. ASPECTOS INTRODUCTORIOS
1.1 Introducción
Según cifras de organismos oficiales, desde el año 2004 hasta la fecha, la
economía de República Dominicana ha experimentado un crecimiento sostenido
anualmente. El sustento de este comportamiento radica en varios pilares
fundamentales para el país, que son el turismo, las remesas, las
telecomunicaciones, el sector financiero y las zonas francas. Este último pilar, las
zonas francas, actualmente se encuentra dentro de un franco proceso de expansión,
caracterizada por una notable diversificación. Esta realidad reviste gran importancia
para la nación dominicana ya que este sector genera más del sesenta por ciento de
las exportaciones dominicanas, tienen un alto impacto social desde el punto de vista
de oferta de empleos y constituyen el principal enlace de comercio con los Estados
Unidos.
Los parques de zonas francas representan áreas geográficamente
delimitadas donde las regulaciones aduaneras, tributarias y de inversión son
más liberales que en el resto del país. República Dominicana, uno de los países
pioneros a nivel global en el uso de zonas francas, tiene un programa cuya
existencia supera ya los 40 años. En el país las zonas francas generan
alrededor de 140,000 empleos directos, y unos 560 mil indirectos, en su mayoría
mano de obra poco calificada. A grandes rasgos, el éxito que han tenido estos
parques industriales para atraer inversión extranjera directa ha sido relacionado
con el tipo de preferencias comerciales que la República Dominicana recibe de
su principal socio comercial que es Estados Unidos.
En los recientes pasados siete años, el sector de zonas francas de
exportación del país ha mantenido un crecimiento significativo, tanto en el
conglomerado agropecuario como en el industrial. Ese comportamiento ha
contribuido consistentemente al crecimiento de la economía dominicana durante
ese lapso de tiempo. No obstante este desempeño, y considerando
1
particularmente lo acontecido en el 2017 en relación al 2016, la curva de
expansión de estas industrias presenta signos de desaceleración.
En este trabajo se estudiará el comportamiento de las exportaciones en el
sector de zonas francas de la República Dominicana. La investigación estará
compuesta por cuatro capítulos, en el primero de los cuales se presentarán los
aspectos introductorios, en el segundo se mostrará el marco metodológico, el
tercero abarcará el marco conceptual, donde se encontrará la literatura
correspondiente a la problemática expuesta, y el cuarto presentará la
sustentación de los resultados. A lo largo de la investigación, se verán, de
manera clara, conceptos claves relacionados con las zonas francas, así como
también, un análisis profundo de las particularidades de este importante sector
de la economía local.
1.2 Antecedentes
La primera Ley referente a zonas francas en la República Dominicana fue
la 4315, promulgada en fecha 22 de octubre del año 1955. La misma establecía
una Comisión de Zonas Francas y se refería al comercio de importaciones y
exportaciones de ciertos artículos, desde y hacia el exterior. Un año más tarde,
en 1956 fue promulgada la ley 432, mediante la cual se agregaban varios
artículos a la anteriormente mencionada. Pero es mediante la Ley 299 del 23 de
abril de 1969 que se establecen de manera definitiva las zonas francas en la
República Dominicana. Mediante la clasificación “A” de dicha ley, se permite la
instalación de las empresas bajo ciertos requisitos y preferencias de tipo fiscal y
arancelario. Se establece 100% de exención de impuestos de importación de
materias primas, sobre la renta, sobre patentes y sobre importación de vehículos
de cargas y los destinados a transportar al personal de las empresas (Consejo
Nacional de Zonas Francas de Exportación, 2016).
A partir de la promulgación de la ley 299, empieza el despegue del sector
de zonas francas con la instalación de la Zona Franca Industrial de La Romana,
la cual fue creada y desarrollada por la Gulf and Western América Corporation.
Tres años más tarde, es decir en 1972, se establece la Zona Franca Industrial
2
de San Pedro de Macorís, con el interés de promover un mayor desarrollo del
sector Zonas Francas (Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación,
2016).
El sector zonas francas ha colocado a la República Dominicana en los
primeros lugares en cuanto a capacidad productiva y calidad se refiere, no sólo a
nivel de América Latina, sino en todo el mundo. A esto ha contribuido la
estabilidad política y social, así como la creación de una infraestructura
adecuada y un marco legal y organizativo que ha sido ejemplo a seguir por otros
países del área, en el desarrollo de programas similares. Hoy, nuestro sector
cuenta 68 parques de zonas francas en operación y 645 empresas, las cuales
generan 163,147 empleos directos y exportaciones por US$ 5,493.9 millones,
compuestas por 1,818 rubros y/o productos diferentes destinados a 133 países,
en cinco continentes y ocupa posiciones de primer orden en el ranking mundial
de diversos productos exportados (Consejo Nacional de Zonas Francas de
Exportación, 2016).
3
periodo. No obstante esta situación, aunque el crecimiento promedio anual en
los primeros siete años de este periodo fue de 4.7%, en el 2017 se registró una
disminución significativa de 1.2 puntos o 25.5% con respecto a ese promedio, al
verificarse un aumento de sólo un 3.5%.
Efectivamente, en 2017 hubo un crecimiento de las exportaciones en este
sector, el cual estuvo influenciado particularmente por los sectores industriales
correspondientes a productos farmacéuticos, productos eléctricos, manufacturas
de tabaco y alimentos para aeronaves. Sin embargo, el comportamiento de ese
crecimiento experimentó una notoria desaceleración, matizada por el
descrecimiento de los dos renglones más fuertes de este sistema industrial,
confecciones textiles y fabricación equipos médicos y quirúrgicos, así como
manufacturas de calzados. De manera conjunta, en ese mismo año las zonas
francas agropecuarias cayeron un 12.0% con respecto al 2016 debido al
derrumbe del cacao en grano. El problema concreto radica, por tanto, en la
desaceleración de las exportaciones de las zonas francas ocurridas el pasado
año.
Si esta situación se mantiene y llegase a convertirse en una tendencia, las
posibles consecuencias para el país implican desde la reducción de la oferta de
empleos, como efecto directo de la disminución en la captación de trabajo en el
mercado internacional o bien el cierre parcial o total de empresas, hasta un
eventual incremento del pasivo social para el país, aumento de las
reclamaciones y presiones sociales, disminución del poder adquisitivo de
diversos sectores, mayor impacto de la delincuencia, entre otros aspectos.
Como puede observarse, esta situación podría acarrear diversos efectos, por lo
cual se considera apropiado estudiar esta realidad. Al respecto surgen las
siguientes preguntas:
¿Cuáles son las causas de esta situación en el sector de las zonas francas
dominicanas?
¿Cuáles son las consecuencias más significativas que podría conllevar esta
situación?
¿Cuáles limitaciones plantea esta situación?
4
¿Cuáles medidas podrían implementarse para mejorarla?
1.4 Objetivos de la Investigación
1.4.1 Objetivo General
Estudiar el comportamiento de las exportaciones en el sector de zonas
francas de la República Dominicana.
5
1.6 Delimitación del Estudio
El evento bajo estudio se limitará únicamente a las empresas del parque
industrial de zonas francas de exportación de la ciudad de La Vega, por cuanto
las informaciones y alternativas de mejoramiento que se identifiquen sólo
corresponderán a esta sección geográfica. El caso a analizar será ahondar
sobre las causas y consecuencias de la desaceleración en la expansión anual
de este sector. Los trabajos de campo de este estudio se realizarán entre los
meses de mayo y junio del año 2018, en la mencionada ubicación.
6
2. MARCO METODOLÓGICO
2.1 Diseño de la Investigación
Tipo de investigación
La presente investigación es teórico documental, ya que el propósito es
estudiar el comportamiento de las exportaciones en el sector de zonas francas
de la República Dominicana enfocada en un estudio de caso aplicado a este
sector en el parque industrial de la ciudad de La Vega.
Método de Estudio
Se utilizará el método de investigación deductivo porque se parte de
conocimientos generales y se sustenta en un caso de estudio.
Enfoque de la Investigación
El enfoque de la investigación es mixto, ya que el mismo se basa en
enfoques, descripciones y reglamentos establecidos de forma cualitativa y
también presenta informaciones cuantitativas.
Alcance
En cuanto al alcance de la investigación, se realizará mediante un estudio
descriptivo y mixto de las causas, así como las consecuencias, de la incipiente
desaceleración del crecimiento de las zonas francas de exportación de
República Dominicana.
7
Limitaciones
Se vislumbra que las limitaciones que podrían ocurrir estarían asociadas
a la falta de disponibilidad de las personas seleccionadas para aplicarles la
encuesta, en función de sus obligaciones en las empresas de zonas francas de
exportación del parque industrial de la ciudad de La Vega.
8
3. MARCO CONCEPTUAL
9
Las Zonas Francas mostraron un crecimiento de 5.5% en su valor
agregado, producto del incremento de 3.5% en las exportaciones valoradas en
US$ de las principales actividades que la componen. Al mes de diciembre de
2017, las zonas francas alcanzaron un total de 165,723 puestos de trabajo
directos, de acuerdo a las informaciones suministradas por el Consejo Nacional
de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), para un crecimiento de 1.6%
respecto a los empleos registrados el año anterior (Banco Central de la
República Dominicana, 2018).
El régimen de zonas francas está constituido por 679 empresas, de las
cuales 104 se dedican a la manufactura de productos textiles, 82 a tabaco y sus
derivados, 57 a los productos agroindustriales, 32 a los productos farmacéuticos
e instrumentos y equipos médicos, 29 a calzados y sus componentes y 14 a la
joyería, entre otras. En otro orden, en enero-diciembre 2017 se aprobaron 58
permisos para el establecimiento de nuevas empresas de zonas francas, con
una inversión aproximada de RD$6,762 millones y una proyección de 5,326
nuevos puestos de trabajo (Banco Central de la República Dominicana, 2018).
De acuerdo a los resultados preliminares de la Balanza de Pagos para el
periodo enero-diciembre 2017, el déficit de cuenta corriente se redujo por sexto
año consecutivo, situándose en US$165.1 millones. Este saldo equivale a -0.2%
del Producto Interno Bruto, por debajo del promedio histórico y el menor en los
últimos trece años. Este resultado fue impulsado principalmente por los ingresos
extraordinarios en las remesas familiares recibidas y en el auge sostenido de los
ingresos procedentes del turismo (Banco Central de la República Dominicana,
2018).
En la balanza comercial, las exportaciones totales crecieron 2.9% para el
año 2017, equivalente a un flujo de US$281.1 millones adicionales con respecto
al 2016, para un total de US$10,120.7 millones. Dentro de éstas, las
exportaciones nacionales aumentaron 2.1%, para un total exportado de
US$4,426.0 millones durante el periodo analizado, destacándose las
exportaciones de ferroníquel y plata, por las cuales se recibieron ingresos
adicionales en el orden de US$61.8 y US$14.3 millones, respectivamente.
10
Asimismo, se registró un incremento importante en las exportaciones de bienes
industriales (12.4%), dentro de las cuales las exportaciones de varillas de acero
y combustibles para aeronaves, registraron notables crecimientos de 92.8% y
37.2%, respectivamente (Banco Central de la República Dominicana, 2018).
Adicionalmente, es importante resaltar el crecimiento de 3.5% generado
por las exportaciones de las empresas de zonas francas durante el periodo
enero-diciembre 2017, reportando exportaciones globales por US$5,694.7
millones, monto superior en US$190.8 millones al registrado en 2016. Este
resultado fue explicado principalmente por el desempeño de las exportaciones
del sector industrial, las cuales aportaron US$213.6 millones adicionales con
relación a igual periodo de 2016. Dentro del sector industrial, los rubros de
mayor crecimiento fueron las exportaciones de productos eléctricos (17.7%),
manufactura de tabaco (14.0%) y otros productos industriales (10.5%) (Banco
Central de la República Dominicana, 2018).
11
de préstamos del sistema financiero consolidado el cual concedió recursos por
un monto de RD$1,063,059.9 millones, para un crecimiento interanual de 11.8%
(Banco Central de la República Dominicana, 2018).
En ese orden, cabe resaltar el aumento interanual de RD$102,136.0
millones canalizados al sector privado, equivalente a una variación relativa de
11.4%, destacándose el crecimiento del crédito destinado a las actividades de
Electricidad, Gas y Agua (25.3%), Agropecuaria (18.3%), Manufactureras
(15.0%) y el Comercio (13.9%). También Hoteles y Restaurantes (12.6%) y
Transporte y Comunicaciones (6.5%), así como los préstamos concedidos al
Consumo (11.4%) y la Adquisición de Viviendas (11.3%) (Banco Central de la
República Dominicana, 2018).
Las Zonas Francas exhibieron un notable crecimiento de 10.9% en su
valor agregado, impulsado por el incremento de 8.4% en las exportaciones
valoradas en US$ de las principales actividades que la componen, esto es
productos eléctricos (23.7%), artículos de joyería y conexos (11.3%),
manufactura de tabaco (10.2%), productos farmacéuticos (9.4%), fabricación de
equipos médicos y quirúrgicos (8.1%) y otras industrias manufactureras (2.1%).
De acuerdo a las informaciones suministradas por el Consejo Nacional de Zonas
Francas de Exportación (CNZFE), al mes de marzo de 2018, las zonas francas
alcanzaron un total de 162,984 puestos de trabajo directos para un crecimiento
de 5.2% respecto a los empleos registrados al mes de marzo del año anterior
(Banco Central de la República Dominicana, 2018).
El régimen de zonas francas está constituido por 665 empresas, de las
cuales 98 se dedican a la manufactura de productos textiles, 82 a tabaco y sus
derivados, 75 a los servicios, 57 a los productos agroindustriales, 31 a los
productos farmacéuticos e instrumentos y equipos médicos, 28 a calzados y sus
componentes y 14 a la joyería, entre otras. En otro orden, durante enero-marzo
2018 se aprobaron 11 permisos para el establecimiento de nuevas empresas de
zonas francas, las cuales proyectan crear 1,281 empleos directos, realizar
inversiones por un monto de RD$613.2 millones y generar divisas por US$11.6
millones (Banco Central de la República Dominicana, 2018).
12
Los resultados preliminares de la Balanza de Pagos para el trimestre
enero-marzo 2018, presentan un superávit en la cuenta corriente que ascendió a
US$187.3 millones. Este resultado superavitario ha sido constante en los últimos
5 años, y en esta ocasión fue impulsado principalmente por el sostenido
aumento en las remesas familiares recibidas, el crecimiento de las exportaciones
de bienes, y el dinamismo presentado en los ingresos por turismo (Banco
Central de la República Dominicana, 2018).
Al analizar la balanza comercial, se registró un crecimiento de 8.0% en las
exportaciones totales para el trimestre enero-marzo 2018, equivalente a un flujo
adicional de US$191.5 millones con respecto a igual periodo en 2017. Este
resultado positivo se debió al aumento de las exportaciones nacionales, las
cuales crecieron un 7.5%, destacándose un incremento importante en las
exportaciones minerales (15.1%), principalmente las exportaciones de oro y
ferroníquel que aportaron US$35.3 y US$12.8 millones adicionales
respectivamente. Asimismo, las exportaciones de bienes industriales
aumentaron en un 3.7%, destacándose las exportaciones de varillas de acero
con un notable crecimiento de 129.8%, el ron de caña con un crecimiento de
64.0% y los productos de la industria química creciendo en un 48.8% durante el
periodo analizado (Banco Central de la República Dominicana, 2018).
De igual manera, vale destacar que las exportaciones de zonas francas
han mantenido su tendencia al alza, en esta ocasión aumentando en un 8.4%
durante el primer trimestre de 2018, unos US$110.7 millones adicionales al
registrado en 2017. Este resultado fue explicado por el desempeño registrado en
el sector agropecuario con un crecimiento de 38.3%, principalmente las
exportaciones de cacao en grano que aportaron US$12.0 millones adicionales,
duplicando sus niveles exportados al crecer en un 100.8% comparado con igual
periodo del pasado año y el continuo auge del sector industrial. Dentro del sector
industrial, los rubros de mayor crecimiento fueron las exportaciones de
productos eléctricos (23.7%), manufactura de tabaco (10.2%) y equipos médicos
y quirúrgicos (8.1%) (Banco Central de la República Dominicana, 2018).
13
3.3 Sector de Zonas Francas de Exportación
Las Zonas Francas son áreas geográficamente delimitadas donde las
regulaciones aduaneras, tributarias y de inversión son más liberales que en el
resto del país. Normalmente se establecen estas zonas con el objetivo de atraer
inversión extranjera directa, de servir como válvulas para aliviar el desempleo a
gran escala, de promover las exportaciones, y de apoyar reformas económicas
más amplias destinadas a diversificar la producción. Las Zonas Francas tienen
una presencia generalizada en los países en desarrollo, con un historial de
desempeño desigual debido a las diferentes distorsiones regulatorias que
introducen en el mercado (Reyes et. al., 2017).
La República Dominicana es uno de los países pioneros a nivel mundial
en el uso de zonas francas con un programa con más de 40 años de existencia.
De hecho, existen muy pocos países a nivel mundial que hayan utilizado las
Zonas Francas de forma tan efectiva como motor para atraer la IED, crear
empleos y fomentar el crecimiento económico. Las Zonas Francas impulsaron el
crecimiento económico durante la década de los noventa y a inicios de la década
del 2000. Luego de la eliminación de las preferencias comerciales a los textiles y
las prendas de vestir en 2005, el sector experimentó un decrecimiento marcado
en el empleo. Posteriormente se han observado signos de recuperación desde
2009 (Reyes et. al., 2017).
Las exportaciones de las Zonas Francas representaron más de la mitad
del valor total de las exportaciones entre 2006 y 2014, aunque su importancia se
ha reducido tanto en términos de valor como del número total de empresas
exportadoras en comparación relativa con el número total de empresas dentro y
fuera de las Zonas francas que exportan desde la República Dominicana. Por
otro lado, las empresas localizadas en las Zonas Francas tienen menor
importancia en términos de importaciones totales, teniendo en cuenta que éstas
representaban 20% del valor total de las importaciones y constituían menos de
2% de todas las empresas importadoras entre 2006 y 2014 (Reyes et. al., 2017).
El éxito que han tenido las Zonas Francas para atraer inversión extranjera
directa (IED) se ha relacionado con el tipo de preferencias comerciales que la
14
República Dominicana recibe de los Estados Unidos. Debido al reducido tamaño
del mercado doméstico, la mayoría de la IED procuró beneficiarse de los
incentivos fiscales provistos en las Zonas Francas, y de los bajos costos
laborales para ensamblar productos intensivos en mano de obra, para atender el
mercado estadounidense, lo que se conoce como IED en busca de eficiencia. La
proximidad geográfica a los Estados Unidos es la principal ventaja comparativa
de la República Dominicana. Por lo tanto, el tipo de producción que se lleva a
cabo en las Zonas Francas se definió en gran medida por el tipo de acceso
preferencial de mercado que Estados Unidos concedió al país (Reyes et. al.,
2017).
Bajo el Acuerdo Multifibras, Estados Unidos asignó a la República
Dominicana una cuota específica de importación para prendas de vestir y
textiles, lo que originó una proliferación de maquilas que operaban dentro del
régimen especial. Después de la abolición del AMF en 2005 y la entrada en vigor
del acuerdo de libre comercio RD-CAFTA, Estados Unidos otorgó preferencias
transversales que fueron esenciales para el surgimiento de otros sectores
económicos dentro de las Zonas Francas (Reyes et. al., 2017).
Actualmente las zonas francas continúan siendo un motor importante para
la creación de empleos, el dinamismo exportador y la diversificación productiva.
El número de parques industriales ha crecido en 25% durante los últimos 5 años,
llegando a 60 parques en 2014, con un promedio de 11 empresas por parque.
La cantidad de parques actualmente en operación es igual a la observada en
2004 cuando el sector de prendas de vestir pasaba por su mayor auge (Reyes
et. al., 2017).
La administración de los parques industriales es principalmente privada
(70%), siendo el resto de administración pública (25%), o una combinación de
administración privada y pública (5%). Las principales actividades que se llevan
a cabo en las Zonas Francas son los servicios, los textiles, los instrumentos
médicos, el tabaco y la agroindustria (Reyes et. al., 2017).
Las Zonas Francas generan en la actualidad cerca de 140,000 empleos
directos, en su mayoría ocupados por mano de obra poco cualificada, aunque la
15
proporción de trabajadores con cualificaciones técnicas ha aumentado de forma
sostenida desde el 2011. Estos empleos están ocupados casi equitativamente
por hombres y mujeres. Sin embargo, es importante destacar que la proporción
de la participación de mano de obra femenina en las Zonas Francas ha
declinado de forma sostenida desde 2011, reflejando el declive de la industria
textil y el crecimiento de industrias más sofisticadas en las Zonas Francas, que
demandan una mano de obra con mayor cualificación (Reyes et. al., 2017).
Aunque el esquema de Zonas Francas ha sido determinante en la
estrategia de desarrollo del país, también ha creado una dualidad en su
estructura de producción. Los productos fabricados dentro de las Zonas Francas
tienden a ser de mayor sofisticación tecnológica que los productos fabricados
bajo el régimen fiscal nacional, los cuales son en su mayoría bienes basados en
recursos. De hecho, las empresas ubicadas en las Zonas Francas son
esencialmente diferentes que sus pares fuera de las zonas, en términos del
tamaño promedio de sus transacciones de exportación e importación, del
número de productos comercializados, y del número de países destino o fuente
(Reyes et. al., 2017).
El dinamismo de los salarios reales también difiere entre las industrias de
Zona Franca y las nacionales. Los salarios reales en los sectores basados en
Zonas Francas han disminuido debido a la crisis económica doméstica de 2003
y al declive del sector textil. De forma similar, los empleos en las Zonas Francas
se redujeron de 195,262 a 134,426 entre 2002 y 2010 (-30.0%). Por su parte, la
participación de los salarios en la producción total disminuyó de 22.2% en 2002
a 18.3% en 2008, para luego aumentar a 19.1% en 2010 (Reyes et. al., 2017).
Este comportamiento fue impulsado tanto por una disminución en los
puestos de trabajo, como por una contracción en los salarios del sector textil y
de prendas de vestir, redundando en una reducción de la masa salarial total en
16.9% en términos reales entre 2005 y 2010. Otros sectores presentes en las
Zonas Francas, como el procesamiento de tabaco (-6.7%), así como aquellos
relacionados con los bienes primarios, experimentaron también una caída en los
salarios reales, mientras que el empleo sectorial se incrementó moderadamente
16
en el periodo. A la vez, la manufactura basada en mano de obra con
cualificación media-alta experimentó un incremento extraordinario en los salarios
reales en la segunda mitad de la década de 2000, compensando así la
reducción previa durante el inicio de la década (Reyes et. al., 2017).
17
Los beneficios que se derivan de la aplicación de este instrumento se
concentran en el ingreso de valores significativos de inversión internacional, con
efecto positivo en la balanza de pagos y el fomento de las transacciones de
exportación, elementos fundamentales para el desarrollo económico de las
naciones. El modelo de zona franca también se utiliza como un catalizador del
mercado laboral, creando fuentes de empleos de forma acelerada, recibiendo la
transferencia de conocimiento y de tecnología de punta (Peguero, 2014).
La primera fase en la evolución del modelo de zona franca a nivel mundial
presenta período en el que se establecen las zonas francas comerciales en los
puertos marítimos, ofreciendo un servicio de apoyo al comercio exterior,
enfocado a la actividad de almacenaje, empaque, fraccionamiento, distribución,
trasbordo y re-exportación. El patrón más conocido en este hemisferio es el que
se instaló en Panamá (Peguero, 2014).
A partir de la década de los 60’s se implementa un nuevo modelo de zona
franca, las Zonas Procesadoras de Exportación, que en México y Centroamérica
se les denomina “Maquila” y en la República Dominicana como Zonas Francas
Industriales de Exportación. En este modelo se fomenta la construcción de
polígonos industriales localizados en áreas cerradas, que tienen por objeto
atraer empresas en la actividad de manufactura ligera intensiva en mano de obra
orientadas a la exportación de productos a los grandes mercados mundiales.
Los principales exponentes de este esquema en Asia son Taiwán, Corea del Sur
y Singapur (Peguero, 2014).
A partir de la década de los 90’s se crea un nuevo modelo de zona franca,
conocido como Zonas Económicas Especiales. Bajo este esquema se establece
un régimen de incentivo fiscal especial que puede cubrir una ciudad completa,
departamento o región de un país y se aplica a todo tipo de actividad industrial,
comercial y de servicio. Las más conocidas se encuentran en China y la India
(Peguero, 2014).
Los mercados internacionales muestran cambios en las condiciones y
tendencias que están impactando favorablemente al desarrollo de las zonas
francas del país. Los Estados Unidos de América vienen presentando
18
indicadores macroeconómicos positivos que inciden en incrementar el flujo de
inversión hacia nuevos proyectos en las zonas francas y la expansión de
empresas instaladas. La tasa de desempleo en dicha nación ha retornado a
niveles pre-crisis con un 5.7%, a septiembre de este año, acompañado de altos
índices de crecimiento del sector de manufactura y del consumo, dinamizando el
comercio exterior con el resto del mundo. Además, ese país es el principal
mercado de destino para las exportaciones de las zonas francas dominicanas en
la actualidad (Peguero, 2014).
En el otro extremo del mundo, la República China viene perdiendo
competitividad internacional, fundamentalmente por el incremento de los costos
de producción, especialmente en la industria primaria intensiva de mano de
obra. La modernización del sistema laboral y los continuos incrementos de
salarios, así como los incrementos en los costos de transporte y de logística, han
incidido en que por primera vez en más de una década, China presenta signos
negativos en las estadísticas de importación en el mercado norteamericano,
particularmente en productos de gran importancia para las zonas francas
dominicanas como son las confecciones textiles y los calzados (Peguero, 2014).
En la coyuntura internacional actual, el gran reto comercial para las
empresas de las zonas francas lo representa Vietnam, país con una población
de más de 90 millones de habitantes, con bajo nivel de ingreso per cápita y que
mantiene salarios deprimidos, lo que atrajo un inmenso flujo de inversión
extranjera en proyectos de manufactura, especialmente relocalizaciones de
empresas multinacionales (Peguero, 2014).
Sin embargo, el acelerado desarrollo del sector industrial en ese país, ha
creado presiones laborales que inciden en la aplicación anual de ajuste de
salario. Por tal razón, se espera que en el mediano plazo Vietnam se nivele y
tenga costos de producción similares a China, con la desventaja que no cuenta
con los niveles de desarrollo de infraestructura de este último país (Peguero,
2014).
Un signo inédito en el comercio internacional de confección textil, es que
los principales países de oriente exportadores al mercado norteamericano (con
19
excepción de Vietnam) han llegado a un punto de inflexión, a partir del cual se
inicia el decrecimiento en las importaciones en los Estados Unidos de dichos
proveedores. En cambio, todas las naciones del eje México, Centroamérica y
República Dominicana presentan valores positivos atractivos de incursión en ese
gran mercado (Peguero, 2014).
Las zonas francas dominicanas, en sus 46 años de existencia han
alcanzado niveles de liderazgo en Latinoamérica. Luego de un período de
recuperación, se estima que a finales del 2014, se llegará a una cifra récord de
625 empresas establecidas, cuyo valor de exportación superará con creces los
US$5,000 millones equivalente al 62.0% de las exportaciones totales de bienes
del país, excluyendo la minería. En los últimos 3 años (2011-2014), el sector de
zona franca nacional ha creado unos 35,000 nuevos empleos directos,
conformando un mercado laboral de 160,000 personas y se proyecta que en los
próximos tres años genere igual número de puestos de trabajos, con lo que se
estaría redondeando los 200,000 empleos formales directos distribuidos en las
zonas francas en todo el territorio dominicano (Peguero, 2014).
Uno de los indicadores más interesantes, se refiere a la productividad del
sector de zona franca, medido en función del valor de exportación por cada
empleado durante el período de doce meses. A principio de la década del dos
mil, la productividad por empleado arrojaba un promedio de US$25,000.00. Una
década después, la cifra de exportación per cápita alcanzó los US$36,000.00
con un incremento del 30.0%, que se sustenta en una industria con mayor
eficiencia de la mano de obra, aplicación de altos niveles de tecnología y
producción con valor agregado (Peguero, 2014).
En conclusión, los acelerados cambios en las tendencias en los mercados
globales, junto a las favorables condiciones internas de la República
Dominicana, han incidido en el retorno al crecimiento continuo del sector de
zonas francas a partir del 2010. La expectativa es que continuará la situación
internacional con vientos de cola, lo que incidirá en las decisiones de las
empresas multinacionales de relocalización de sus proyectos hacia el hemisferio
20
americano, momento que el país debe aprovechar para promover y atraer el
mayor volumen de inversión extranjera directa (Peguero, 2014).
21
Mientras las industrias de zonas francas de exportación muestran un
superávit en la balanza comercial en el periodo 1993-2016, el resto de la
economía, esto es las exportaciones e importaciones nacionales, muestra un
marcado déficit comercial. No obstante, el panorama del sector exportador
dominicano ha venido cambiando, ya que conjuntamente con una reducción de
las exportaciones en más de 10 puntos porcentuales del PIB en las últimas
décadas, se ha dado una menor dualidad entre los sectores de exportaciones
nacionales y de zonas francas. Mientras en 1993 más del 80% de las
exportaciones provenían de las zonas francas, en el 2016, este porcentaje
disminuyó hasta situarse en 56% del total exportado (El Dinero, 2018).
22
Las Zonas Francas en República Dominicana han sido y siguen siendo un
motor de desarrollo para el país. La consolidación de este modelo para apoyar
un crecimiento inclusivo depende crucialmente en la facilitación de la transmisión
de conocimiento y tecnologías entre empresas de zona franca y el resto de la
economía. Este informe viene a complementar las Notas de Políticas publicadas
por el Grupo Banco Mundial en apoyo a los esfuerzos del Gobierno de lograr un
crecimiento sostenido y más inclusivo a través de la ampliación de las
oportunidades económicas y sociales para todos los dominicanos (Banco
Mundial, 2018).
El informe pone de relieve que a partir del 2009 se ha observado cierta
recuperación en la actividad de las zonas. Sin embargo, durante la última
década se observa una creciente dependencia a los insumos importados.
Simultáneamente el surgimiento de procesos de manufactura más sofisticados
ha dado como resultado cadenas de valor más complejas incrementado la
cantidad de etapas de producción que se generan en el país. La creación y
potencialización de encadenamientos productivos entre empresas locales con
zona franca es uno de los temas prioritarios en la actualidad (Banco Mundial,
2018).
La competitividad es una prioridad para el país. Las Pymes son
fundamentales para el desarrollo, ya que son las principales generadoras de
empleo y tienen un gran potencial de crecimiento. Es importante mejorar su
capacidad a fin de integrarlas en las cadenas de producción de las Zonas
Francas, impulsando la competitividad y el desarrollo de la economía local
(Banco Mundial, 2018).
El país ha avanzado mediante la implementación de programas piloto
para aumentar los encadenamientos productivos desde el 2015. Al mismo
tiempo, se ha establecido un convenio de 6 instituciones públicas y privadas que
trabajarán en diseñar políticas para conectar a las empresas locales con
empresas de zona franca. Estos esfuerzos van encaminados en la dirección
correcta y deben continuar y fortalecerse. En el mediano plazo, es aconsejable
instaurar un programa riguroso de evaluación del impacto de los programas de
23
encadenamiento productivo. El informe sugiere intervenciones en tres áreas
(Banco Mundial, 2018):
(a) Fomento de los encadenamientos domésticos mediante la eliminación de
barreras que restringen la capacidad de las empresas domésticas de importar y
de las zonas francas de abastecerse en territorio nacional; mayor conexión entre
proveedores domésticos y atraer a proveedores internacionales competitivos;
(b) Desarrollo de programas de asistencia para el ajuste laboral, incluida la
capacitación en nuevas habilidades demandadas por las empresas de Zona
Franca y asistencia en la búsqueda de empleo;
(c) Mejora del marco general de apoyo al comercio, la competitividad de las
exportaciones y la atracción de Inversión Extranjera Directa con un enfoque en
una estrategia nacional de exportación e inversión coordinada y aprobada por
los diferentes agentes público privado involucrados, junto con una Agencia de
Promoción de las Exportaciones (CEI-RD) empoderada.
24
Estados Unidos en el contexto de cuotas fijas de importación dentro del Acuerdo
Multi-Fibras (AMF) (Reyes et. al., 2017).
La eliminación gradual del AMF, que concluyó a inicios del año 2005,
junto con la suscripción del acuerdo RD-CAFTA y el uso extensivo de las Zonas
Francas como herramienta de política para aumentar las exportaciones y
generar oportunidades de empleo, crearon las condiciones necesarias para
atraer inversión de empresas multinacionales que producían bienes
relativamente más sofisticados para servir el mercado estadounidense. Se
crearon así las condiciones para que la estructura de producción se transformara
dejando atrás la fabricación de prendas de vestir (Reyes et. al., 2017).
A pesar de que durante la última década las empresas que operan por
fuera de las Zonas Francas han aumentado su participación en la canasta
exportadora nacional, la dinámica de las Zonas Francas continúa siendo el
motor principal del desempeño de las exportaciones y ha sido un factor
significativo en los recientes cambios en la composición sectorial de la canasta
exportadora dominicana. En 2015, las exportaciones originarias de las zonas
francas ascendieron a USD $5,500 millones, representando 58% del total de las
exportaciones. Esta proporción ha disminuido de manera constante desde 80
por ciento a principios de los años 2000 hasta alcanzar 53% en 2013 (Reyes et.
al., 2017).
Durante la última década, la participación de la manufactura de baja
tecnología se ha mantenido prácticamente estable, mientras que la importancia
de los sectores de nivel tecnológico medio ha aumentado. En particular, las
exportaciones de equipos médicos, productos farmacéuticos, y calzado han más
que duplicado su participación en las exportaciones de las Zonas Francas.
Aunque el sector de prendas de vestir sigue siendo predominante dentro de la
canasta exportadora de las Zonas Francas, aportando el 23% de las
exportaciones totales de las zonas, el valor nominal de las exportaciones de
prendas de vestir en 2015 (US$1,280 millones) es aproximadamente el mismo
que en 2004 (US$1,250 millones) (Reyes et. al., 2017).
25
Sin embargo, es importante destacar que después de disminuir durante la
primera década de los años 2000, el sector textil se recuperó luego de 2010.
Este desigual desempeño refleja una reestructuración del sector de la costura a
gran escala que migró hacia un modelo de producción “justo-a-tiempo”, de series
cortas, y de soluciones de paquete completo (Reyes et. al., 2017).
Los cambios en la composición sectorial de las Zonas Francas tienen
importantes implicaciones laborales. Debido a que la intensidad de mano de
obra en los sectores de tecnología media es típicamente inferior a las industrias
que requieren de poca tecnología (producción de prendas de vestir), es probable
que se reduzca el potencial de las Zonas Francas para continuar generando
empleos. Esta implicación puede ser particularmente perjudicial para las mujeres
quienes representan el mayor número de los empleados en el sector de prendas
de vestir. Sin embargo, el surgimiento de procesos más sofisticados se
correlaciona con salarios más altos ya que se incrementa la demanda de
trabajadores con mayores destrezas técnicas (Reyes et. al., 2017).
La reciente recuperación de la producción de prendas de vestir en las
Zonas Francas puede aliviar el impacto negativo del cambio en la composición
sectorial experimentado por los trabajadores de baja cualificación. Sin embargo,
antes de poder concluir contundentemente, es esencial cuantificar el tamaño de
estos costos de ajuste e identificar los factores claves relacionados con el
funcionamiento de los mercados laborales en la República Dominicana (Reyes
et. al., 2017).
El surgimiento de procesos de producción relativamente más sofisticados
ha llevado a las Zonas Francas hacia unas cadenas globales de valor más
complejas. En promedio, las exportaciones de Zona Franca se desplazaron
hacia las fases finales del proceso de producción (downstream), es decir más
cerca de los consumidores finales en términos del número de etapas productivas
en la cadena de valor, mientras que sus importaciones se movieron hacia las
etapas iniciales (upstream), esto es más lejos de la demanda final, lo cual es
consistente con la creciente adición de valor que tiene lugar dentro de las zonas
(Reyes et. al., 2017).
26
De hecho, la distancia a la demanda final de las exportaciones de Zonas
Francas se ha reducido ligeramente durante la última década y es la menor
entre los países que están altamente integrados en las cadenas globales de
valor como México, Tailandia y China, lo que refleja la especialización de las
Zonas Francas dominicanas en ensamblaje y exportaciones de bienes finales.
Por otra parte, durante el mismo periodo, las importaciones de Zonas Francas se
han desplazado hacia las fases iniciales, lo que refleja una estructura de
importación que se desplaza hacia los insumos intermedios que están más al
inicio en la cadena de valor, como es el caso de tela de algodón a hilados o fibra
de algodón, por ejemplo. En general, esto indica que la transformación sectorial
en las Zonas Francas ha traído como consecuencia un mayor valor agregado al
país (Reyes et. al., 2017).
Los productos farmacéuticos, el calzado y los productos eléctricos son las
industrias en las que más ha aumentado el número de etapas de producción que
se realizan en las zonas francas, aumentando la incorporación de valor
agregado en el proceso de producción. Esto se refleja en el hecho de que las
exportaciones están más cerca del consumidor final, mientras que las
importaciones están más alejadas de éste. Por otro lado, la joyería y los textiles
parecen estar más alejados de la demanda final, lo que indica que estas
cadenas globales de valor pueden haberse hecho más largas y que las
empresas dominicanas están especializadas en una etapa intermedia del
proceso productivo. En el caso de las prendas de vestir, esto podría reflejar el
hecho de que el ensamblaje final se realiza en Haití debido a los beneficios que
ese país recibe de los programas de preferencias comerciales de los Estados
Unidos (Reyes et. al., 2017).
Finalmente es importante señalar que aunque el número de etapas de
producción que se realiza en las Zonas Francas ha aumentado, la mayoría de
las etapas productivas para los productos farmacéuticos, los productos eléctricos
y los equipos médicos, todavía se lleva a cabo fuera de la República
Dominicana. Las tendencias sectoriales de la movilidad hacia un punto más
27
alejado de la demanda final ocultan una significativa heterogeneidad en las
respuestas de empresas pertenecientes al mismo sector (Reyes et. al., 2017).
28
Dominicana, utilizando los datos de las cuentas nacionales para el periodo 1993-
2010 (Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, 2017).
Esta información permite calcular el valor agregado en el comercio y los
encadenamientos hacia atrás a nivel sectorial durante un periodo de 17 años. En
el último decenio, el uso de insumos importados por parte de las empresas de
zona franca aumentó, indicando una reducción de los encadenamientos
domésticos. La participación de las importaciones de Zonas Francas en los
insumos totales disminuyó considerablemente de 1993 (43%) a 1999
(aproximadamente 23%), antes de volver a aumentar en la última década, hasta
alcanzar el 43% en 2010. Aunque la reciente diversificación productiva en las
Zonas Francas trajo más etapas de producción al país (es decir, mayor valor
agregado), la sofisticación técnica de los nuevos procesos implicó que se hiciera
necesario importar más insumos en lugar de obtenerlos en el mercado
doméstico (Reyes et. al., 2017).
29
4. SUSTENTACIÓN DE DATOS
4.1.2 Sexo
30
4.1.3 Situación Laboral
31
4.2 Reconversión Industrial Zona Franca La Vega
4.2.1 Productos Elaborados
32
4.2.2 Cantidad de Empleados
33
4.2.3 Mercados
34
restante 3.3% adopta el enfoque de actualización tecnológica para su proceso
de reconversión.
35
4.2.6 Causas de la Desaceleración
36
4.2.7 Consecuencias de la Desaceleración
37
4.2.7 Limitaciones que Plantea esta Situación
38
4.2.8 Medidas a Implementar
39
CONCLUSIÓN
40
REFERENCIAS DOCUMENTALES
Bibliografía
Banco Central de la República Dominicana. Exportaciones Anuales 2010-2017.
Exportaciones Totales por Sectores. Departamento Internacional,
Subdirección de Balanza de Pagos, División de Estadísticas de
Exportaciones e Importaciones, República Dominicana.
41
Webgrafía
Consejo Nacional Zonas Francas de Exportación. Sector zona franca, soporte del
empleo formal en provincias. Recuperado el 18 de Mayo del 2018 en
http://www.cnzfe.gob.do/index.php/noticiasfeed/item/sector-zona-franca-
soporte-del-empleo-formal-en-provincias
42
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña
Escuela de Contabilidad y Auditoria
Distinguid@ Señor@
INSTRUCCIONES:
Atentamente,
43
I. INFORMACIONES PERSONAS ENCUESTADAS
1. Edad
2. Sexo
Sí ___ No ___
4. Antigüedad Laboral
44
9. Su recomendación para la instancia responsable de la implementación de la
reconversión industrial
45