Elastecidad
Elastecidad
Elastecidad
Carrera profesional:
INGENIERÍA CIVIL
Asignatura:
MATERIALES Y ACABADOS DE
CONSTRUCCION
Docente:
Integrantes:
Tarma – Perú
2018
INTRODUCCIÓN
irreversibles por pequeña que sea la tensión, la arcilla de modelar y la plastilina se aproximan
mucho a un comportamiento perfectamente plástico. Otros materiales además
presentan plasticidad con endurecimiento y necesitan esfuerzos progresivamente más grandes
para aumentar su deformación plástica total. E incluso los comportamientos anteriores pueden ir
acompañados de efectos viscosos, que hacen que las tensiones sean mayores en casos de
velocidades de deformación altas, dicho comportamiento se conoce con el nombre de visco-
plasticidad.
La plasticidad de los materiales está relacionada con cambios irreversibles en esos materiales. A
diferencia del comportamiento elástico que es termodinámicamente reversible, un cuerpo que
se deforma plásticamente experimenta cambios de entropía, como desplazamientos de las
dislocaciones. En el comportamiento plástico parte de la energía mecánica se disipa
internamente, en lugar de transformarse en energía potencial elástica.
Microscópicamente, en la escala de la red cristalina de los metales, la plasticidad es una
consecuencia de la existencia de ciertas imperfecciones en la red llamadas dislocaciones.
En 1934, Egon Orowan, Michael Polanyi y Geoffrey Ingram Taylor, más o menos simultáneamente
llegaron a la conclusión de que la deformación plástica de materiales dúctiles podía ser explicada
en términos de la teoría de dislocaciones. Para describir la plasticidad usualmente se usa un
conjunto de ecuaciones diferenciales no lineales y dependientes del tiempo que describen los
cambios en las componentes del tensor deformación y el tensor tensión con respecto al estado
de deformación-tensión previo y el incremento de deformación en cada instante.
Historia de la plasticidad
La base de la moderna teoría de la plasticidad fue asentada en el siglo XIX con los trabajos
de Tresca, Saint-Venant, Lévy y Bauschinger. A principios del siglo XX se hicieron algunos avances
en la comprensión del fenómeno por parte de Prandtl, Von Mises y A. Reuss. En esta primera
fase se introdujo el concepto de deformación irreversible, criterios de fallo, endurecimiento y
plasticidad perfecta, además de la forma incremental de las ecuaciones constitutivas de la
deformación plástica.
Justo después de la Segunda Guerra Mundial aparecieron los trabajos de Prager, Drucker y Hill se
logró una mayor claridad de la formulación y se estableció la convexidad de las superficies de
fluencia. Poco después, a partir de 1960, se produjeron ciertos avances matemáticos en la teoría
de ecuaciones en derivadas parciales y las desigualdades variacionales que resultarían ser
particularmente provechosos para la teoría de la plasticidad. Esos avances probaron que el
marco natural para resolver los problemas de valor inicial en sólidos elastoplásticos eran las
desigualdades variacionales. La confluencia de ciertos avances en el terreno de la mecánica de
sólidos y las matemáticas dieron lugar a nuevos desarrollos teóricos, de los cuales son un
ejemplo los artículos de Moreau, las monografías de Duvaut y J.L. Lions y Temam.
Modelos de plasticidad
En general un modelo de plasticidad requiere definir varios elementos:
En el caso de algunos terrenos húmedos, la plasticidad es la propiedad que les permite ser
moldeados aplicándoles fuerzas externas, y mantener las formas adquiridas, aun cuando la
humedad y las fuerzas externas desaparezcan. Según Atterberg2 se pueden definir dos límites de
plasticidad,3 el máximo y el mínimo. Con porcentaje de humedad por encima del límite máximo
de plasticidad, la masa terrosa adquiere fluidez y pierde su capacidad de mantener la forma, y si
el terreno tiene un porcentaje de humedad por debajo del límite mínimo de plasticidad, la masa
terrosa se vuelve quebradiza, y no se puede moldear.4 Es evidente que no todos los suelos tienen
la misma plasticidad; las arenas y los limos tienen una plasticidad baja o muy baja, mientras que
suelos con alto contenido de arcillas tienen una plasticidad mayor. En línea general puede
afirmarse que terrenos con un contenido de arcilla inferior al 15% no son plásticos.5
Para cada uno de los límites de plasticidad, el máximo y el mínimo, corresponde, en función del
terreno, un porcentaje de humedad, la diferencia entre los dos porcentajes de humedad límites
de llama número o índice de plasticidad. Tanto los límites de plasticidad como también el
correspondiente número de plasticidad o índice de plasticidad varían, obviamente de terreno a
terreno, en función principalmente de la textura y más precisamente del contenido
de coloides inorgánicos.
Otro factor importante que influencia la plasticidad es el tipo de cationes disponibles.6
Generalmente el ion K+ disminuye los dos límites de plasticidad y el índice de plasticidad,
mientras que el ion Na+ disminuye los límites de plasticidad, pero aumenta el índice de
plasticidad; los cationes Mg++ y Ca++ aumentan la plasticidad, pero los terrenos saturados con
ellos requieren una cantidad elevada de agua para alcanzar el estado de plasticidad, al contrario
de los saturados con cationes de K+. El efecto de hidratación y de dispersión del Na+ determinan
una plasticidad de los suelos saturados con este catión mayor de la que alcanzan los terrenos
saturados con cationes bivalentes.
Generalmente, la influencia de los diversos cationes sobre la plasticidad varia con la calidad y la
naturaleza de la arcilla.
La materia orgánica contenida en el suelo también tiene un efecto importante en la plasticidad
de los suelos.7 En general los estratos superiores del suelo tienen una plasticidad mayor que los
estratos más profundos. Esto puede atribuirse a la mayor presencia de material orgánico en las
capas superiores del terreno.